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SÍNTESIS DEL CONFLICTO MARÍTIMO

TERRITORIAL ENTRE LA REPÚBLICA DE CHILE


Y EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

Dirección de Relaciones Internacionales Parlamentarias

Asamblea Nacional de la República de Nicaragua

Managua, Nicaragua Mayo de 2016


I. INTRODUCCIÓN

La Dirección de Relaciones Internacionales Parlamentarias de la Asamblea Nacional


de la República de Nicaragua, ha elaborado una síntesis sobre los principales
factores y acontecimientos que han motivado la decisión boliviana de presentar
una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia, así como los
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fundamentos históricos y jurídicos que ha presentado ante esta instancia
internacional.

La evidencia histórica muestra un proceso largo, en el que el tema marítimo de


Bolivia ha estado presente en al agenda bilateral; sin embargo, de un tiempo a esta
parte, Chile ha venido señalado que no existen temas pendientes que negociar con
su vecino, generando que Bolivia abra un nuevo escenario jurídico, en el que
busca demostrar, que su país vecino tiene una obligación de negociar, de buena fe
y en un plazo razonable, a fin de alcanzar un acuerdo que le otorgue una salida
plenamente soberana al Océano Pacifico.

Bolivia, como consecuencia de la guerra del Pacífico y la firma del Tratado de Paz
de 20 de octubre de 1904, celebrado con Chile, perdió 400 km de costa y 120
000 km2 de superficie, y se convirtió, de esta manera, en un país mediterráneo.

Desde ese entonces, Bolivia ha realizado incansables esfuerzos por encontrar una
solución que le brinde una salida soberana al mar. El último gran paso en este
camino, dado por el gobierno de Evo Morales, ha sido la presentación el 24 de
abril de 2013, de una demanda en contra de Chile ante el más alto tribunal, la
Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ).

En esta demanda, Bolivia ha dejado su tradicional posición jurídica que sustentaba


la nulidad del Tratado de Paz de 1904, que restablecía las relaciones de paz con
Chile y daba por concluido el régimen establecido por el Pacto de Tregua de 1884,
por una posición novedosa como es solicitar a la Corte que declare que Chile tiene
una obligación de negociar con Bolivia un acceso plenamente soberano al océano
Pacífico.

Como consecuencia, del no acceso al mar, desde 1978, Chile y Bolivia han
mantenido solamente relaciones consulares, ya que siempre han fracasado las
negociaciones territoriales que buscaban una solución a la discrepancia boliviana.
II. DESARROLLO

Al iniciarse la época Republicana, aproximadamente en el año 1800, Chile, Perú,


Bolivia y Argentina colindaban sin haber definido sus fronteras en tratados
mutuos, más bien siguieron un acuerdo implícito de Uti possidetis, común para
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todos los países latinoamericanos.

Los límites eran los que ya habían sido definidos durante la colonia, que eran
vagos, a veces contradictorios y a menudo sobre territorios desconocidos,
inhabitados o inhabitables por su clima o lejanía.

Respecto al desierto de Atacama, Chile desde 1822 señalaba "el despoblado de


Atacama" como límite, sin mayor especificación, mientras que Bolivia en 1825
incluía una parte de ella a su territorio, aunque de igual modo sin especificar
limites.

En un comienzo, tanto Chile como Bolivia, ejercieron en algunos puntos de


Atacama, actos de jurisdicción, sin realizar reclamos por los actos del otro.

A principios de la década de 1840 se descubrieron en Tarapacá y Antofagasta


grandes acumulaciones de guano y salitre, fertilizantes que empezaban a ser muy
cotizados en el mercado mundial. Todo ello concitó el interés del entonces
presidente chileno, Manuel Bulnes, quien en 1842 envió una expedición para que
explorara el territorio entre el puerto de Coquimbo y el morro de Mejillones, en
busca de yacimientos.

Después de esto, el Congreso chileno, por ley del 31 de octubre de 1842, fijó la
frontera norte de Chile en el paralelo 23ºS, por consiguiente, el gobierno
boliviano, producto de esta ley chilena, oficializó a comienzos de 1843 reclamos a
Chile manifestándole, que el verdadero límite entre ambos países estaba en el río
Salado o en el Paposo, ubicándolo el primero en el paralelo 26ºS y el segundo en
el 25º.

Incidentes y reclamos entre ambos países se sucedieron en los años siguientes,


mientras que las diplomacias de ambos países argumentaban respectivamente
sobre los derechos que tenían en la región, exhibiendo documentos coloniales
sobre la jurisdicción de la Audiencia de Charcas o la Capitanía General de Chile.
Años más tarde, por ley del 25 de junio de 1863 la Asamblea Legislativa boliviana
autorizó al Ejecutivo declarar la guerra a Chile, alegando la usurpación de su
territorio «desde el Paposo, ó Río Salado, hasta Mejillones.

Posteriormente, el problema común de la guerra con España, puso un paréntesis al


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asunto, pues Bolivia se alió con Perú, Chile y Ecuador frente a la agresión de la
flota española en 1866, considerándose secundaria cualquier otra disputa que no
fuera el enfrentar al enemigo común.

TRATADOS DE LÍMITES DE 1866 Y 1874

Una vez finalizada la guerra con España, Bolivia y Chile reanudaron las
negociaciones para finiquitar su primer tratado limítrofe el 10 de agosto de 1866.
En dicho tratado, se fijó el paralelo 24°S como límite (norte-sur) y se debían
compartir a medias los derechos de exportación de minerales extraídos entre los
paralelos 23°S y 25°S.

En 1871, el gobernante boliviano Mariano Melgarejo, bajo cuyo gobierno se firmó


el acuerdo, fue derrocado y reemplazado por Agustín Morales, quien, siguiendo la
corriente de la opinión pública boliviana, consideró nulos todos los actos del
gobierno anterior. Pero como no se podía abrogar unilateralmente un acuerdo
internacional, abrió negociaciones con Chile para revisar el Tratado de 1866. Se
discutieron diversos aspectos sobre la aplicación del tratado de 1866, como la
definición de "minerales", la inclusión o exclusión del rico yacimiento de plata
"Caracoles" en la zona de beneficios mutuos, y las dificultades en Bolivia para
transferir el 50% del impuesto recaudado en la zona a Chile.

El 5 de diciembre de 1872 se firmó el acuerdo llamado de Corral-Lindsay que fue


aprobado en Chile pero, por influencia del Perú, que quería para Bolivia un mejor
arreglo, o, en todo caso, intervenir como mediador junto con Argentina, no fue
aprobado en Bolivia.

En 1873, el Congreso de Bolivia aprobó una ley que establecía un impuesto de 10


centavos por quintal de salitre exportado, medida que fue recibida de forma
desfavorable por los propietarios chilenos, problemática en la cual se inmiscuyó el
mismo gobierno, desencadenando el inicio de un largo cronograma de conflictos.
Finalmente, Bolivia y Chile firmaron un nuevo Tratado limítrofe el 6 de agosto de
1874, por el cual Chile renunció al 50% de los impuestos en el territorio 23°S-24°S
a cambio de la promesa de Bolivia de no incrementar los impuestos a las capitales
y negocios chilenos durante 25 años. La frontera permaneció en el paralelo 24°S.
En esa ocasión, Chile condonó las deudas bolivianas provenientes de la no
transferencia del 50% del impuesto recaudado por Bolivia en la zona de
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beneficios mutuos. En un protocolo adicional firmado el año 1875, ambos países
acordaron, entre otros, someter a arbitraje posibles divergencias en la aplicación
del tratado.

LA GUERRA DEL PACÍFICO – 1879 a 1883

Para 1879, la frontera de Chile llegaba hasta Tarapacá, por lo cual Antofagasta
formaba parte del territorio boliviano. Más al norte, Arica e Iquique eran parte del
Perú. A pesar de todo esto, la riqueza salitrera que cubría el suelo antofagastino
era explotada por capitales extranjeros, fundamentalmente chilenos.

Precisamente un año antes que comenzara la Guerra del Pacífico, el presidente


boliviano Hiliarón Daza, había impuesto a la mayor productora de salitre, la firma
chilena Compañía de Salitres y Ferrocarriles Antofagasta, un impuesto de diez
centavos de peso boliviano por cada quintal embarcado del producto.

Chile hizo ver que el cobro de ese impuesto implicaba la ruptura del Tratado de
1874 y que, por lo mismo, ellos podrían hacer valer sus antiguas reclamaciones
territoriales, las cuales consistían en que la frontera de Chile y Perú se había
establecido en el río Loa (23º de latitud sur).

Al descubrirse grandes reservas de guano y minas de oro plata y cobre; ante este
hecho, Bolivia declaró tener posesión sobre toda la región hasta el paralelo 26ºS.
La empresa nacional, apoyada por el gobierno chileno, se negó a pagar el tributo
que consideraba completamente ilegal. Sin embargo, el gobierno boliviano, que
estaba decidido a seguir adelante, ordenó el remate de la compañía salitrera.

De esta forma, llegó el 14 de febrero de 1879, día que los bolivianos habían fijado
para el remate de la empresa y fecha establecida para la ocupación por parte de
las tropas chilenas.
Esto trajo como consecuencia que se desencadenara la Guerra del Pacífico también
denominada Guerra del Guano y el Salitre, ya que fue un conflicto armado
acontecido entre 1879 y 1883 que enfrentó a Chile contra los aliados Bolivia y
Perú, desarrollándose en el océano Pacífico, en el desierto de Atacama y en los
valles y serranías del Perú,
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El 26 de mayo de 1880, las fuerzas bolivianas se aliaron con las peruanas en la
Batalla de Tacna, lugar donde Bolivia se vio sobrepasada militarmente,
obligándola a retirarse del conflicto. De ahí adelante, la Guerra del Pacífico sería
protagonizada sólo por Chile y Perú.

Posteriormente, en 1883, el Tratado de Ancón puso fin a la guerra entre Chile y


Perú, en el que se otorgaba el dominio de Tarapacá y una administración
temporal de Tacna y Arica por 10 años y luego la realización de un plebiscito para
definir su estatus final.

Un año después, las relaciones entre Chile y Bolivia, fueron restablecidas por el
Pacto de Tregua de 1884, el cual fijó un régimen temporal a la espera de la
celebración de un tratado definitivo de paz. La posesión a perpetuidad del
territorio de Antofagasta fue una de las exigencias de Chile, mientras que Bolivia
aceptaba y renunciaba sin presiones y a perpetuidad a poseer un puerto o
territorio alguno en el Océano Pacífico, esto ratificado por los Congresos de
ambos países y; teniendo en consideración las argumentaciones de Chile en las
negociaciones ante Perú.

De esta forma, se restablecieron las fronteras coloniales originales entre las


repúblicas del Perú y Chile, definidas de acuerdo al principio de Utis Possidetis de
1810. Los cuales quedarían modificados nuevamente por la anexión de la provincia
de Tarapacá y formalizado por ambos países en el Tratado de 1929.

EL TRATADO DE PAZ Y AMISTAD DE 1904

El 20 de octubre de 1904 Chile y Bolivia firman un Tratado de Paz y Amistad,


mediante el cual se fijaron los nuevos territorios, una vez finalizado el conflicto
bélico y en el que Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros
cuadrados de territorio.
Con este Tratado de 1904, se buscó la normalización de las relaciones diplomáticas
entre Chile y Bolivia, poniendo fin al régimen establecido por el Pacto de Tregua,
y que fijaron las fronteras definitivas entre ambos países.

Sin embargo, el llamado «Tratado de Paz y Amistad» no incluyó provisiones para


la cesión de soberanía sobre algún territorio costero para Bolivia y, a cambio, se
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establecieron diversos beneficios para el acceso comercial a través de puertos bajo
administración chilena.

Dentro de los principales contenidos del Tratado de 1904, se encontraba la cesión


definitiva de los territorios ocupados por Chile al oeste de la cordillera de los
Andes, entre el paralelo 23 y el río Loa. El artículo 2. detalla en extenso los nuevos
límites, definiendo como último punto de la frontera el hito 77 en Puquintica. De
allí al norte, Bolivia y Chile convienen en una línea fronteriza hasta Tolacolla.

Atendiendo a la pérdida de acceso al océano Pacífico de Bolivia por los nuevos


límites, el tratado provee una serie de disposiciones para favorecer el tránsito de
las mercancías bolivianas a otros mercados. En el artículo 3. se establece la
construcción de un ferrocarril que uniría el puerto de Arica con la ciudad de La Paz
a costa del Gobierno de Chile. Asimismo, se establece que los ferrocarriles de Arica
a La Paz, así como los demás que se construyan con la garantía del Gobierno de
Chile, serán materia de acuerdos especiales entre ambos Gobiernos y de facilidades
especiales al intercambio comercial de ambos países.

El artículo 6. establece que Chile reconoce a favor de Bolivia y a perpetuidad, el


más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y el acceso a los
puertos en el Pacífico, mientras el artículo 7. establece que Bolivia tiene derecho a
establecer agencias aduaneras en los puertos que designe para su comercio, pero,
en tanto se implementen otros puertos, se especifican los puertos de Antofagasta y
Arica.

El artículo 8. indica la posibilidad de celebrar un tratado especial de comercio


entre ambos países, tras lo cual los siguientes tres artículos indican otras facilidades
al comercio entre ambos países.

Por último se indica que, en caso de existir diferencias en la inteligencia o


ejecución del Tratado, se recurriría al arbitraje del emperador de Alemania; sin
embargo, este posteriormente rechazaría actuar como árbitro, por lo que el
protocolo de 1907, lo sustituyó por la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya.

El tratado fue finalmente firmado por el Enviado Extraordinario y Ministro


Plenipotenciario de Bolivia en Chile, Alberto Gutiérrez, y el Ministro de Relaciones
Exteriores, Emilio Bello, en la ciudad de Santiago de Chile el día 20 de octubre de
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1904. El Gobierno de Bolivia lo aprobó el 11 de noviembre siguiente, durante la
presidencia de Ismael Montes, y sería convertido en ley por el Congreso de dicho
país el 4 de febrero de 1905. La ratificación del tratado sería realizada por Chile el
5 de febrero de ese año y el 10 de marzo por Bolivia, siendo ese día canjeadas en
La Paz. El tratado fue finalmente promulgado en Chile el 21 de marzo de 1905 y
publicado en el Diario Oficial de la República de Chile el 27 del mismo mes.

Años más tarde, para 1920, Bolivia plantea por primera vez ante el escenario
internacional, en la Liga de las Naciones, la revisión del Tratado de 1904, una
gestión que termina sin éxito.

EL PACTO DE BOGOTÁ DE 1948 Y OTROS ACONTECIMIENTOS

El 30 de abril de 1948 Chile y Bolivia se suscriben al Tratado Americano de


Soluciones Pacíficas, más conocido como “Pacto de Bogotá”. En ese documento
ambos países dan la competencia a la Corte Internacional de Justicia para resolver
los conflictos que surjan entre las naciones adheridas al convenio.

El Pacto de Bogotá, constituye el más importante instrumento jurídico regional


para la solución de conflictos entre Estados e instituye diversos mecanismos para su
propósito, entre ellos, buenos oficios, mediación, investigación, conciliación,
arreglo judicial y arbitraje.

En 1962 las relaciones diplomáticas se rompen luego que Bolivia acusara que Chile
de haber desviado el caudal de las aguas internacionales del río Lauca.

Treinta años después de la firma del Pacto de Bogotá, se da un primer intento de


acercamiento a través de un intercambio de notas diplomáticas entre Chile y
Bolivia para negociar un corredor al norte del puerto de Arica.
Para 1975, el general Augusto Pinochet protagonizaría un hecho inédito en esta
historia al iniciar negociaciones formales con su homólogo militar Hugo Banzer
con el "abrazo de Charaña". Durante tres años las relaciones diplomáticas entre
Chile y Bolivia se reanudaron y se restablecieron las embajadas y consulados en sus
respectivos territorios. Tres años después las relaciones se vuelven a cortar.
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Para 1992, Jaime Paz Zamora, presidente boliviano y su homólogo peruano,
Alberto Fujimori, firman un acuerdo, contemplando que Bolivia obtiene una salida
al océano Pacífico por la provincia de Ilo, sin embargo, no se dio uso esperado
por parte de los beneficiarios.

Para el año 2001 los dos países negocian sobre un proyecto para exportar gas
natural boliviano hacia Estados Unidos a través de puertos chilenos.

CONFLICTO DEL GAS – 2002 a 2006

A principios de 2002, la administración del presidente Jorge Quiroga propuso


construir la tubería por Chile hasta el puerto de Mejillones, la ruta más directa a el
Pacífico para exportar el gas recién descubierto en Bolivia.

Los bolivianos comenzaron a hacer una campaña en contra la opción chilena,


sosteniendo en cambio que la tubería debería pasar por el norte, hacia el puerto
peruano de Ilo, que posee menor distancia respecto de los mercados objetivo.
Según estimaciones chilenas, la opción Mejillones sería 600 millones de dólares
más barata, sin embargo, el Perú afirmó que la diferencia en el coste no sería más
de 300 millones de dólares. Los defensores bolivianos de la opción peruana
afirmaron que el paso de la tubería del transporte del gas beneficiaría la economía
de la región del norte de Bolivia por la cual la tubería pasaría.

Los partidarios del paso del gasoducto por Chile sostuvieron que era poco
probable que los financieros estadounidenses desarrollaran instalaciones de
procesamiento dentro de Bolivia; mientras que sus detractores sostenían que se
debía solucionar primero la mediterraneidad de Bolivia o, en todo caso, la
estatización de los hidrocarburos.

Evo Morales, presidente de Bolivia, se opuso a exportar el gas natural boliviano,


sosteniendo que más bien debería ser usado en el país para ayudar a Bolivia.
En 2006 los presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet, establecen una agenda
de 13 puntos en la que se aborda el tema marítimo, un avance significativo y que
buscaba la consolidación de los esfuerzos diplomáticos por mantener un diálogo.

III. ANTECEDENTES Y CRONOLOGÍA DE LA DEMANDA PRESENTADA POR


EL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA CONTRA LA REPÚBLICA DE
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CHILE.

En 2008 la Carta Magna de Bolivia es reformada, incorporado dentro de sus


disposiciones que la reivindicación marítima es de carácter constitucional. De ahí
sus acciones posteriores para alcanzar dicha pretensión.

Es así como en 2011, la tensión se incrementó entre ambos países, dado que no
veían avances en las conversaciones que se mantenían entre las cancillerías.

En ese mismo año se suscitaron varios acontecimientos. El 7 de febrero, se celebró


en La Paz, luego de 60 años, la primera reunión de cancilleres de Bolivia y Chile
para tratar la demanda marítima boliviana, aunque sin resultados.

El 23 de marzo de ese año, el presidente Evo Morales anuncia que demandará a


Chile en tribunales internacionales para que atienda su reclamación y crea para
ello la Dirección de Reivindicación Marítima. Por su parte, el presidente chileno,
Sebastián Piñera, manifiesta que ello supondría un serio obstáculo para las
relaciones bilaterales.

Continuando con las tensas relaciones, el 28 de septiembre de 2012 Chile y


Bolivia protagonizaron un intenso intercambio en la Asamblea General de
Naciones Unidas, sobre la aspiración boliviana de recuperar un acceso al mar y la
interpretación jurídica que hace cada país sobre el tema.

Con el triunfo de la presidenta Michelle Bachelet en Chile, las relaciones


mejoraron; sin embargo, en 2012 la disputa territorial llegó a su punto máximo y
el presidente de Bolivia, Evo Morales formalizó en 2013, una demanda ante la
Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya contra Chile, para obligar a
Santiago a negociar una salida soberana al mar, perdida en una guerra entre 1879
y 1883 cuando tuvo que ceder 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros
cuadrados de territorio.
Durante el 2013 también hubo una serie de acontecimientos importantes. El 25 de
enero de ese año, tres soldados rasos bolivianos son detenidos por la fuerza
policial chilena, acusados de entrar en territorio de ese país portando un fusil FAL,
caso que crispa aún más las ya tensas relaciones bilaterales. Tres días más tarde, los
presidentes de Chile y Bolivia, vuelven a polemizar sobre la demanda boliviana en
la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)
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celebrada en Santiago.

El 14 de febrero, el presidente de Bolivia, Evo Morales recuerda los 134 años del
inicio de la Guerra del Pacífico y declara "héroes del mar" a los tres soldados presos
en Chile, quien responde que el asunto es judicial y se resolverá en el marco del
Estado de Derecho vigente en el país.

Para el 20 de marzo, Evo Morales y cinco ex presidentes bolivianos se reúnen en


La Paz, para definir una nueva política de Estado, la cual exigiría a Chile la
restitución de la salida soberana al Pacífico. Finalmente, tres días posteriores a este
encuentro, Bolivia anuncia que presentará en la Corte Internacional de Justicia de
La Haya (CIJ) una demanda contra Chile para reclamar su salida al mar.

Por su parte, el 1 de abril el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anuncia que su


Gobierno defenderá con firmeza la soberanía chilena ante la posible demanda
boliviana, tras una reunión con representantes políticos de su país.

El 31 de marzo de 2014 el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Heraldo


Muñoz, presentó al Consejo Asesor de 35 integrantes del equipo jurídico que
representará a su país ante la Corte de La Haya.

Posteriormente, a raíz de que cada país presentara su demanda y defensa, el 24 de


septiembre de 2015, la CIJ se declaró competente para tratar la demanda de
Bolivia contra Chile por lograr un acceso al océano Pacífico. En la resolución, el
tribunal desestimó la objeción preliminar presentada por el equipo chileno, la cual
rechazaba los argumentos bolivianos que le exigían negociar una salida soberana al
mar y, por tanto, pidió a la Corte se declarara incompetente para conocer el
tema, ya que a su juicio, fue resuelto por el Tratado de 1904.

El 15 de abril de 2014 el presidente Evo Morales entrega personalmente la


memoria jurídica con la demanda marítima en contra de Chile en la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya.
Posteriormente, el 23 de mayo de 2014, el canciller chileno Heraldo Muñoz
planteó la posibilidad de cuestionar la competencia de la Corte Internacional de
Justicia de La Haya ante la demanda por acceso al mar, presentado por Bolivia.
Dicha decisión del Gobierno de Chile fue comunicada oficialmente el 7 de julio del
mismo año por la presidenta Michelle Bachelet, mediante la red voluntaria de
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radio y televisión.

Chile presentó sus excepciones u objeciones preliminares, el 15 de julio de 2014


impugnando la competencia de la Corte Internacional de Justicia para conocer de
la demanda boliviana. El 7 de noviembre de ese año, Bolivia presentó la respuesta
a la excepción de Chile.

El 4 de mayo de 2015, Chile presentó su alegato a la Corte Internacional de


Justicia en la Haya, en el que su equipo jurídico manifestó, que la Corte no tiene
competencia para resolver la demanda boliviana, porque las fronteras entre Chile
y Bolivia fueron determinadas por el Tratado de Paz y Amistad de 1904. El
Artículo VI del Pacto de Bogotá excluye la competencia de la Corte en temas
zanjados anteriores a su subscripción en 1948; y al aceptar la postura boliviana, la
Corte no estaría aceptando la revisión de un acuerdo celebrado antes de 1948, por
tanto sí sería competente, ya que la demanda boliviana hace referencia a los
ofrecimientos oficiales y formales que anteriormente, presidentes de Chile hicieron
a Bolivia, especialmente el de 1975 con Augusto Pinochet como presidente de
Chile.

Por su parte, Bolivia presentó sus argumentos el 6 de mayo de 2015. Chile hizo su
réplica el 7 de mayo, y el 8 de mayo se realizó la dúplica de Bolivia.

El 24 de septiembre de 2015 en un acto público realizado en el Gran Salón de la


Justicia del Palacio de la Paz, el presidente de la Corte Internacional de Justicia de
La Haya, Ronny Abraham, dio lectura al resumen del fallo sobre las objeciones
preliminares presentadas por Chile, informando que éstas fueron desestimadas, por
14 votos contra 2, declarándose competente para conocer de la demanda
presentada por Bolivia.

Según la CIJ, el Tratado de 1904 «no aborda la supuesta obligación de negociar el


acceso soberano al Océano Pacífico, por ello, a entender de la Corte, los asuntos
en litigo no han sido ni son asuntos ni resueltos por arreglos de las partes, ni por
sentencia de un tribunal internacional, ni regidos por acuerdos o tratados en vigor
[...] Los asuntos en litigio no son asuntos ya resueltos por arreglo entre las partes,
ni por decisión de un tribunal internacional, ni regidos por acuerdos o tratados en
vigor a la fecha de la formalización del Pacto de Bogotá».

Cabe también destacar que el fallo, en su punto 33, dice que: «Aun suponiendo
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que el Tribunal constatara la existencia de tal obligación (a negociar), la Corte no
podría predeterminar el resultado de cualquier negociación que se lleve a cabo
como consecuencia de esa obligación»; y en el punto 34 que "la Corte concluye
que el objeto de la controversia es si Chile tiene la obligación de negociar de
buena fe el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico".

Además en el punto 50 del mismo fallo, la Corte concluye que el tema en disputa
es si Chile ha contraído una obligación de negociar una salida al mar a Bolivia y, si
esta obligación existiera, si Chile no la ha cumplido.

Los jueces Gaja y Arbour, que tuvieron una opinión disidente del fallo, señalan
que, en su parecer, las excepciones preliminares presentadas por Chile incluyen
elementos que solo se deben apreciar viendo los méritos del caso. Por lo que a
juicio de estos, estas excepciones preliminares se debieran fallar solo después de
que la Corte vea el fondo de la disputa.

LO QUE IMPLICA PARA BOLIVIA DE SER UN PAIS SIN LITORAL

Históricamente, el no poseer acceso al mar implicaba una posición desventajosa,


ya que separaba al país de las riquezas que se presentan en el litoral marino, como
la pesca y especialmente el comercio marítimo. Como norma general, las zonas
costeras del mundo son más prósperas y están más densamente habitadas que las
interiores.

En el ámbito militar también se da lo mismo, ya que un país sin salida al mar no


puede contar con una marina de guerra en caso de un conflicto bélico.

En el caso de Bolivia se pueden mencionar las siguientes implicaciones

 El enclaustramiento del país impide la exportación de gas a Asia o al


hemisferio norte: Las pérdidas se calculan alrededor de los US$300 millones
de dólares por mes, lo que evidencia el potencial que tendrían los nuevos
mercados, incluyendo a otros vecinos regionales, como Paraguay y
Uruguay.

 El encarecimiento de las materias primas exportables: El incremento se debe


a que hay que transportarlas hasta el puerto de otro país, lo cual también
implica retraso en tiempos de envíos.
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 Gastos burocráticos: Otro perjuicio para Bolivia por no contar con puerto
propio es la pérdida de ingresos en concepto de aranceles y gastos
administrativos ya que se pagan todos los trámites y gastos burocráticos a un
tercer país; la mayoría de los productos bolivianos son exportados a través
del puerto de Arica, en el norte de Chile. Utilizar esta terminal tiene sus
complicaciones para La Paz, debido a la distancia ya que la ciudad
comercial más cercana en Bolivia, Oruro, está a cinco horas de viaje,
además, en Arica, Bolivia no cuenta con algunas facilidades que tendría si el
puerto fuera suyo, principalmente el acceso a depósitos –o contenedores-
donde guardar sus productos, algo especialmente útil para el comercio de
soja.

 Infraestructura: La falta a un acceso propio al mar ha significado una fuerte


pérdida económica a Bolivia, pero existe otro elemento para el desarrollo
comercial del país, y es que este no está preparado para exportar
hidrocarburos a Asia o nuevos mercados de ultramar porque no hay
infraestructura para trasladar el producto hasta la costa. La falta de
infraestructura para trasladar mercancía es un grave condicionante para el
comercio internacional, pero los problemas tienen relación con el diferendo
marítimo, pues teniendo salida al mar si hubiese invertido más en la
construcción de infraestructura; también como principal limitante del país
en términos de exportaciones es la falta de más acuerdos de libre comercio
que faciliten los intercambio entre países
IV. CONCLUSIONES

Desde tiempos del Imperio Español, tanto Chile como Bolivia han tenido
discrepancias en cuanto a las limitaciones territoriales y marítimas, por lo que
terceros países, tales como Perú y Argentina, han tenido que intervenir política y
militarmente para cesar las tensiones sobre el tema.
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A pesar de más de 130 años de esfuerzo y de diálogo entre las dos naciones
sureñas, Bolivia aún no cuenta con una salida soberana al Pacífico y frente a esta
realidad, el Presidente boliviano, Evo Morales ha decidido someterse ante la
Corte Internacional de Justicia para dirimir el conflicto, basado en el Derecho
internacional, puesto que la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho
del Mar en su artículo 69, estipula los derechos de los Estados sin litoral, los cuales
podrán participar, sobre una base equitativa, en la explotación de una parte
apropiada del excedente de recursos vivos de las zonas económicas exclusivas de
los Estados ribereños de la misma subregión o región, teniendo en cuenta las
características económicas y geográficas pertinentes de todos los Estados
interesados.

Es importante señalar que, la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho


del Mar, se caracteriza por confirmar el derecho internacional del mar vigente, al
incorporar muchos aspectos de las Convenciones de Ginebra de 1958 y, además,
por desarrollar progresivamente el derecho internacional del mar, ayudando a
establecer los límites de las zonas marítimas; zona económica exclusiva; plataforma
continental y alta mar; derechos de navegación y estrechos para la navegación
internacional; Estados archipelágicos; paz y la seguridad en los océanos y los
mares; conservación y gestión de los recursos marinos vivos; protección y
preservación del medio marino; investigación científica marina; y procedimientos
para la solución de controversias.

El hecho que Bolivia sea un Estado sin litoral, lo ubica en una posición
desventajosa para realizar su comercio internacional marítimo, implicando
mayores costos y tiempo, por tanto, limitándose a un número de compradores de
sus principales productos de exportación, mermando sus ingresos, y por otro lado,
no teniendo acceso a las riquezas marinas. En el ámbito militar ocurre lo mismo,
ya que un país sin salida al mar no puede contar con una marina de guerra en caso
de un conflicto bélico, además de la constante dependencia de terceros países para
dinamizar su economía.
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ANEXOS
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