Geología del Cuaternario.
Enseñanzas para la
educación
Geology of the Quaternary. Teaching for education
El periodo Cuaternario es la última subdivisión
de la escala de tiempo geológica que comprende
desde hace 2,58 millones de años hasta la actua-
lidad. Su límite inferior es prácticamente coinci-
dente con la inversión paleomagnética Gauss-Ma-
tuyama y con el Estadio Isotópico Marino MIS 103.
Cronoestratigráficamente, el periodo Cuaternario
se encuentra subdividido en dos épocas (si habla-
mos de tiempo), o series estratigráficas (si habla-
mos de materiales depositados en un tiempo dado
y en los que ha quedado registrado este tiempo): el
Pleistoceno y el Holoceno. Sin embargo, han sido
necesarios 275 años de investigaciones hasta que
en 2007 se ratificaron los puntos propuestos des-
de INQUA (Asociación internacional para el estudio
del Cuaternario) y desde la Subcomisión de Estra-
tigrafía del Cuaternario (dependiente de la Comi-
sión Internacional de Estratigrafía (ICS) para que,
finalmente en 2009, se reconociera formalmente su
estatus y duración dentro de la escala cronoestrati-
gráfica global por la International Union of Geologi-
cal Sciences (IUGS). En el trabajo de Zazo y Bardají
publicado en 2009 en ECT (volumen, 17, número 1,
páginas 37-43) se detallan todos los acontecimien-
tos significativos del proceso para su declaración
formal.
Si nos remontamos a los orígenes, el término
Cuaternario (por 'cuarto') fue propuesto por el geó-
logo italiano Giovanni Arduino en 1735 para catalo-
gar a los depósitos aluviales localizados en el valle
del río Po, en el norte de Italia. Casi un siglo después
fue introducido en la geología francesa por Jules
Desnoyers en 1829 para referirse a los sedimentos
de la cuenca del Sena, que parecían ser claramente
más modernos que las rocas del periodo “Terciario”.
En esos mismos años sería Henry Reboul (1833)
quien publicó en París “Geologie de la période Qua-
ternarie” (Fig. 1), que está dedicado enteramente a
su estudio, haciendo referencia a las implicaciones
con el registro fósil de este periodo y su relación con
los seres humanos.
En España fue Francisco de Luxan quién en sus
Lecciones de Geología (1841) empleó la denomi-
nación de Cuaternario. En nuestro país ha habido
numerosos investigadores dedicados al estudio
del Cuaternario en todas sus disciplinas. En el año
1972, se creó la Asociación para el Estudio del Cua-
ternario (AEQUA, http://www.aequa.es) que orga-
niza Reuniones Nacionales cuatrianualmente. En su
Web puede descargarse la Tabla Cronoestratigráfica
de la península Ibérica que se editó por primera vez
en Junio de 2007, coincidiendo con la XII Reunión
Nacional de Cuaternario (Ávila) y que se actualizó en
Presentación
2009 durante la VII Reunión de Cuaternario Ibérico
(Faro, Portugal).
Sin duda 2,58 Ma son un suspiro en el conjunto
de los casi 4.600 Ma de la historia de la Tierra. Sin
embargo, su magnífico registro geológico, repartido
por toda la superficie del planeta, ha permitido a la
comunidad científica acercarse al pasado con una
fiabilidad, una resolución cronológica y unos már-
genes de error tan pequeños que son impensables
para el estudio de cualquier otro periodo geológico.
Este gran control temporal es el que ha permitido
reconstruir, desde una escala local a la global, los
procesos geológicos internos y externos que han
desencadenado los cambios ambientales y climáti-
cos de los que estamos siendo testigos. Al mismo
tiempo, nos ha proporcionado un buen conocimien-
to de la evolución de las especies cuaternarias,
incluyendo un dibujo bastante completo del árbol
filogenético del género Homo.
Por todo ello, el Cuaternario es el periodo de la
Historia de la Tierra donde se hace realidad una de
las citas más famosa de Charles Lyell: “el presente
es la clave del pasado” y que supuso una revolución
para la Geología como ciencia en el siglo XIX. Pero es
que, además, el conocimiento científico del Cuater-
nario nos ha permitido ampliar esta frase mediante
el planteamiento de que sólo el conocimiento del
pasado, de sus eventos y de las consecuencias de
estos, nos permitirá afrontar los retos que el plane-
ta nos plantea ahora y nos seguirá planteando en
el futuro
Desde un punto de vista docente, el Cuaternario,
entendido como el “presente” de la Tierra es una de
las mejores escuelas donde aprender y comprender
los procesos geológicos, sobre todo porque nos
permite asistir en directo a muchos de ellos. Así,
el análisis de los procesos cuaternarios nos facilita
transmitir la idea de que la Geología no es sólo algo
del pasado ni está compuesta sólo por elementos
estáticos, sino que se trata de un conjunto de proce-
sos activos y cuyo impacto sobre el planeta y sobre
los seres vivos (incluyendo a los humanos) podemos
y debemos calibrar.
Todos estos motivos pesaron especialmente
para que el Consejo de Redacción de ECT, decidiera
dedicar uno de sus monográficos a la geología del
Cuaternario y a su relación con los seres vivos.
Por último, queremos agradecer su colabora-
ción a todas las personas que han participado en
la elaboración de este monográfico. A los autores,
que volcaron sobre el papel sus experiencias y co-
nocimientos, y a los revisores, cuya ingrata labor
es imprescindible para asegurar la calidad y, sobre
Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2017 (25.1) – 3
ISSN (edición impresa): 1132-9157 - (edición electrónica): 2385-3484 – Pags. 3-4
 todo, darle el enfoque adecuado a cada uno de los conocimientos y las propuestas docentes que con-
trabajos. Estamos convencidos de que estos esfuer- tiene este número de ECT serán de gran utilidad a la
zos han valido la pena y de que la actualización de comunidad docente.

Juana Vegas y Esperanza Fernández

Coordinadoras del monográfico

En nuestro país, existe una asociación científica, la AEQUA, que desde hace más de 30 años trabaja sobre
diferentes temáticas del Cuaternario

ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA EL

ESTUDIO DEL CUATERNARIO
http://www.aequa.es

La Asociación Española para el Estudio del Cuaternario (AEQUA) es una sociedad científica
multidisciplinar que integra profesionales de la geología, geomorfología, paleontología, ar-
queología, antropología, geografía, edafología, biología y otros científicos de las ciencias de
la tierra y de la vida, interesados en la evolución climática, paleogeográfica, tectónica, faunís-
tica y humana del territorio español durante el Periodo Cuaternario (2,558 últimos millones
de años).

El primer núcleo de investigadores españoles entorno al Periodo Cuaternario se inicio con un

Grupo de Trabajo en 1972 y AEQUA como tal se fundo en 1985. En la actualidad cuenta con
alrededor de 250 asociados, en su mayoría investigadores españoles, pero también de otros
países europeos e ibero-americanos. AEQUA posee una estrecha relación con la Sociedad Es-
pañola de Geomorfología (SEG) con la que comparte más de la mitad de sus asociados, edita
conjuntamente la revista Cuaternario y Geomorfología, y ofrece cada dos años el Premio
María Jesús Ibáñez al mejor trabajo de investigación o tesis doctoral sobre el Cuaternario y/o
geomorfología en la península Ibérica.

La asociación mantiene diferentes grupos de trabajo, tanto de carácter regional como de ca-
rácter temático como son: el Grupo Andaluz de Cuaternario (GAC), el Grupo Valenciano de
Cuaternario (GVQ), el Grupo de Cuaternario Madrileño (GQM) y Grupo de Tectónica Cuaterna-
ria y Paleosismología (QTECT). Estos grupos desarrollan actividades anuales como reuniones
de campo, conferencias, mesas redondas y participan en actividades científicas y divulgativas
diversas.

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