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PREFACIO
En el período lectivo 1993-1994, el autor, aún dentro del esquema del convenio ORSTOM-
Petroecuador mediante un Contrato de Acogida de ORSTOM (reservado para
investigadores extranjeros), realizó en Francia en la Universidad Joseph Fourier,
Laboratoire des Chaines Alpines de Grenoble, la síntesis de los trabajos anteriores y
desarrolló el modelo geodinámico. Esta etapa fue supervisada por el Dr. George Mascle,
Director del Laboratorio mencionado.
En las dos últimas etapas jugó un papel importante el Proyecto Paleógeno de Sudamérica
PIGG-301 (Programa Internacional de Correlación Geológica patrocinado por UNESCO)
del cual el autor es co-Director, ya que le permitió beneficiar de datos a nivel regional.
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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
El área objetivo del presente estudio es la costa del Ecuador, país que se encuentra situado
en el noroeste de Sudamérica, en el sector geográficamente más sobresaliente de la costa
pacífica. (fig. 1)
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Fig. 1 Fsiografía y localización de la zona de estudios.
La Costa, considerada como una llanura, presenta sinembargo una cordillera de poca
altitud: la Cordillera Costanera que bordea aproximadamente la línea de costa entre los 2°
LS y 1° LN y que presenta altitudes máximas de 800 m.
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Hacia el Sur de los 2° LS, la CCO cambia de dirección hacia N 110° en una posición casi
ortogonal a la linea de costa y toma el nombre de Cordillera de Chongon-Colonche (CCC)
llegando hasta los alrededores de Guayaquil donde desaparece. Más hacia el Sur de la
Península de Santa Elena, la pequeña y aislada Cordillera de Estancia constituye una
continuación del arco montañoso costanero pero al igual que la CCC, en una posición
oblicua a la linea de costa.
La Cuenca del Guayas y su prolongación submarina en el Golfo de Guayaquil son sin duda
las zonas más ricas del Ecuador por el incalculable potencial de sus recursos agropecuarios
y pesqueros. En el eje de esta próspera zona se desarrolla la ciudad de Guayaquil que es la
ciudad más populosa del Ecuador
El clima de la costa ecuatoriana varía desde seco cálido en la península de Santa Elena y
progresivamente hacia el Norte y Este se vuelve más húmedo y lluvioso de tipo tropical
ecuatorial.
3. TRABAJOS ANTERIORES
El primer estudio geológico general sobre el Ecuador es sin lugar a dudas el del
enciclopedista alemán Wolf T. (1892).
Las compañias IEPC y CALEC realizaron estudios de mayor amplitud en casi toda la costa
de la cual se generaron varios trabajos estratigráficos importantes, entre otros los de
Graffham A. (1943), Marbes G.J. (1949), Schwenforth S. (1957), Sutton E. (1959), Olsson
(1942), Thalman (1946), Cushman y Stainforth (1951).
Los trabajos mencionados junto con los de otras regiones del pais permitieron efectuar las
primeras síntesis de la geología ecuatoriana: Hoffstetter (1956) publica el primer léxico
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estratigráfico, Sauer (1965) su Geología del Ecuador, mientras que la Cía Texaco efectuó
una importante recopilación estratigráfica de la costa (Canfield, 1966).
La primera cartografía sistemática la desarrollaron geólogos del IFP (Instituto Francés del
Petróleo) en convenio con el SNGM (Servicio Nacional de Geología y Minas); sus
resultados se encuentran en Faucher et Savoyat (1973) y Sigal (1969).
Los únicos estudios de exploración minera los realizó la DGGM (Dirección General de
Geología y Minas) en convenio con NN.UU., derivando los estudios de Goosens y Rose
(1973) sobre el basamento de la costa.
Otros investigadores que trabajaron sobre todo en los Andes son Feininger, (1980, 1983,
1986), Hall M. y Calle J. (1982), Kehrer W y Kehrer P. (1969 y 1979), Geyer (1974).
El grupo más activo que trabajó desde hace unos doce años sobre la costa es el de
LABOGEO de Petroecuador, al cual pertenece el autor, cuyos trabajos y publicaciones
especialmente sobre la estratigrafía de la costa han tenido una difusión muy local. Este
grupo en convenio con LITTON, UNOCAL, AMOCO Y ORSTOM ha incrementado
notablemente el conocimiento estratigráfico de la costa ecuatoriana.
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CAPITULO II
1. INTRODUCCION
El Ecuador está situado en el centro norte de la América del Sur, sobre la placa
Sudamericana bajo la cual se hunde la placa marina Nazca. Dentro de su territorio se
encuentra un segmento de la cadena andina incluido su antearco y parte del trasarco.
Según Van Andel et al (1971) la Cordillera submarina Carnegie al ser subductada frente a
los Andes ecuatorianos habría provocado la paralización del sistema de subducción.
Las provincias fisiográficas del Ecuador (Fig. 2) se corresponden con bastante exactitud
con los dominios geotectónicos (Fig. 3). Estos comprenden de Oeste a Este los siguientes:
Placa oceánica Nazca, la fosa y plano de Benioff, la pared interna de la fosa, el alto externo,
las cuencas antearco internas, el arco magmático y la zona trasarco.
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Fig. 2.- Provincias fisiográficas del Ecuador. Fig. 3.- Mapa geológico-estructural del Ecuador.
Frente al Ecuador presenta como rasgos principales la Cordillera asísmica de Carnegie que
se formó al mismo tiempo que la Cordillera de Cocos desde el Mioceno por la acción de un
punto caliente situado sobre la dorsal que limita las placas Cocos y Nazca. A causa del
movimiento de dirección N80° de la placa Nazca, esta cordillera está siendo subductada
bajo la placa Sudamérica aunque este hecho se inició hace apenas 2 a 3 Ma según Lonsdale
(1978) y su único efecto sobre el sistema de subducción parece ser la somerización de la
fosa y su pared interna, el levantamiento general de la región antearco y en especial de las
cuencas antearco situadas frente a la cordillera.
La edad de la placa Nazca frente a la fosa Ecuador disminuye desde Sur a Norte entre 25 y
12 Ma (Lonsdale y Klitgord, 1978).
Aunque en apariencia bastante alejado del área de estudio, también debe mencionarse a la
cordillera submarina Nazca que ingresa a la fosa peruana a los 18° LS. Este altorrelieve se
habría originado en un punto caliente de la dorsal Pacífico-oriental al mismo tiempo que la
Cordillera Tuamotu (Fig. 4) en base a lo cual Pilger (1981) presenta una reconstrucción de
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la cordillera Nazca desde antes de iniciar su subducción hace unos 5 Ma (Fig. 5). Este
proceso habría modificado desde entonces el antearco central peruano y sur ecuatoriano,
produciendo el "vacío" volcánico entre los 3° y los 18° de LS, así como el levantamiento
generalizado de todo el margen y luego su progresivo hundimiento.visible actualmente en
el Perú. Sus consecuencias deberán ser tomadas en cuenta en la geodinámica de esta región.
Fig. 4.- El sistema de subducción ecuatoriano (modificado de Lonsdale, 1978). Círculos blancos y negro:
hipocentros de terremotos en cortezas continental y oceánicas respectivamente; a: localización en planta
de la fosa y de los hipocentros; b: corte esquemático del sistema: 1) el levantamiento costero; 2) la cuenca
ante-arco; 3) el arco terciario (Cretaceo?); 4 y 5) el arco actual: Cordillera Occidental y Oriental (o Real); 6)
las escamas de cabalgamiento con vergencia Este; 7) la cuenca de ante- país (tras-arco).
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Fig. 5.- Historia de la colisión de la Cordillera de Nazca contra el margen sud americano [Según Pilger, 1981].
a. Continuación de la Cordillera de Nazca sobre la placa de América del Sur e imagen de espejo de la
Cordillera de Tuamotú sobre la placa Pacífico. A: La anomalía A 16 es el plan de simetría. B: la anomalía 19
es el plan de simetría. b) posiciones calculadas de las cordilleras Nazca y Juan Fernandez a 0, 3, 6 y 6 Ma.
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debido a fenómenos de erosión submarina o no depositación por falta de aportes
continentales (Lonsdale 1978).
El ángulo del plano de subducción (zona de Benioff) de la placa subductante es de 30° (Fig.
6) calculado a partir de los hipocentros (Miró, Ayon, Benitez, 1976; Lonsdale, 1978). Este
dato sinembargo sería aplicable estrictamente a la parte Norte del sistema que presenta un
volcanismo activo que se prosigue hasta la parte Sur de Colombia. Hacia el Sur del Ecuador
no conocemos datos publicados y es de esperar que se presente una transición de algún tipo
hacia un plano de Benioff mucho menos inclinado (<15°) como el que caracteriza a la parte
Norte-Central de los Andes peruanos, donde no hay volcanismo actual.
El talud tiene una pendiente media de 4°-5° y un ancho promedio de 40-50 Km; presenta
escalones o rellanos de poca anchura de 1 a 2 Km, separados por segmentos mucho más
empinados (>20°). Las rocas del basamento de este talud no han sido muestreadas;
sinembargo en el afloramiento más occidental (Isla de la Plata, (Fig.6a) muy cerca del talud
superior se encuentran rocas Ígneas básicas de la Formación Piñón. En un perfil situado
unos 30 Km más al Sur frente a la isla Salango, formada también por rocas Ígneas tipo
Piñón (lat. 1°30'S), Miró et al (1973) interpretaron en una línea sísmica un basamento
escalonado bajo la cobertura sedimentaria (Fig. 6b). En cuanto a la existencia de un proceso
de acreción de sedimentos contra la pared interna de la fosa, la única mención publicada es
la de Lonsdale (1978) que encontró sedimentos pelágicos endurecidos de edad pleistocena
en una muestra de draga tomada 100 a 200 m arriba de la fosa a 0º20'LS y que habrían sido
acrecionados. Este proceso no lo confirman los datos de sísmica por ser de muy mala
resolución; además, los sedimentos pelágicos como el indicado también pudieron
depositarse sobre la pared interna, por lo que la hipótesis de la acreción no es concluyeme.
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Fig. 6.- Morfología y Estructura del margen ecuatoriano.
a) La estructura al frente de la cordillera Carnegie mar adentro de la isla Salango [Según Miró et al, 1973].
b) La Estructura del margen del Golfo de Guayaquil. Interpretación de perfiles sísmicos PS 1305 y PS 1306
según Gueneau et al (1974].
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Una configuración morfológica similar se encuentra en el Noroeste peruano frente a las
cuencas Talara y Sechura si comparamos las líneas sísmicas A a G de Moberly et al (1982).
Fig. 7.- Perfil gravimétrico E-O en el golfo de Guayaquil y su interpretación geológica [Según Gueneau et al,
1974, Cia Shell].
Sin embargo, además en la línea J (Seiscom Delta), e I se observa una morfología algo
diferente que ellos también interpretaron como el reflejo de las escamas tectónicas de un
prisma acrecionario (Fig. 7); nuevos estudios batimétricos y sísmicos permitieron a
reinterpretar la morfología de la linea J (linea CDP-3 de Bourgois et al 1988 y Von Huene
et al 1989) como resultante del deslizamiento de bloques de gran tamaño (Fig. 8) en el
talud superior y que llegarían a afectar el basamento; en su interpretación mantienen el
prisma acrecionario en el talud más inferior.
Aunque este ejemplo de grandes deslizamientos es único y además muy reciente (<50.000
años según Bourgois et al, 1990), sugiere un modelo de retroceso del margen por erosión
superficial, el mismo que sería complementado (o viceversa) por la erosión frontal o basal.
Otros resultados de Bourgois et al (1990) más al Sur en el margen peruano confirman una
morfología similar a la observada en el margen del Golfo de Guayaquil con una estructura
que podría ser aplicada de una manera general:
-Un borde estructural afectado por levantamiento y/o hundimiento contra el cual se acuñan
los sedimentos de las cuencas antearco.
-El talud superior de pendiente más suave que estaría afectado de una tectónica
gravitacional que habría provocado la caída del basamento en bloques deslizados en varias
épocas y forma cuencas estrechas como el caso de las cuencas Yaquina y Trujillo en Perú.
-El talud inferior que estaría constituido por un pequeño prisma acrecionario en la base y
hacia arriba una zona de transición hacia el basamento.
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La plataforma continental al Norte del Golfo de Guayaquil, presenta pequeñas cuencas
sedimentarias que estoy llamando “cuencas antearco externas” (Fig. 9) con rellenos de
relativamente poca potencia (1 a 3000 m). Son las cuencas Borbon Este, Manta-Bahia, y
Valdivia. En el golfo de Guayaquil, la plataforma continental comprende tanto a la "cadena
costanera" como a las cuencas de antearco sumergidas; hasta la fecha no se ha efectuado
ningún estudio de las pequeñas cuencas que se encuentran entre el talud y la "cadena
costera" sumergida.
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Fig. 8.- El reflector inferior (9,5 s) es probablemente la discontinuidad de Moho; el reflector más alto a la izquierda (6,7 s) es probablemente el techo del
basamentol oceánico que puede dibujarse bajo el talud. La estratigrafía a la derecha se logra con la perforación VIRU 4X-1 en la cuenca antearco de Sechura
(Según Moberly, Shepherd y Coulbourn, 1981].
Fig. 9.- Interpretación del perfil CDp-3 (ídem J de la fig. 8). a: Según Bourgois et al, 1988. b: Según Von Huene et al, 1989.
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EL ALTO EXTERNO.- La Cordillera Costanera representa el alto externo de Seely et al
(outer high, 1977) o el arco externo de Hamilton (outer are ridge, 1973). Alli afloran casi
ininterrumpidamente desde la CCC (2° S) hasta 1° N rocas cretácicas de piso oceánico y
arco insular (Lebrat, 1985) cubiertas por una delgada capa de sedimentos oceánicos; este
rasgo orográfico es muy evidente en el sector indicado y delimita hacia el Este a las
cuencas de antearco internas. Esta disposición se continúa hacia el Norte a lo largo de toda
la costa pacífica colombiana (Pérez Tellez, 1981).
Hacia el Sur de la CCC hasta el extremo NO peruano (cuenca Talara) los altos estructurales
externos son más discontinuos y toman direcciones oblicuas al sistema que son más bien
rasgos heredados de estructuras antiguas o influenciados por la falla activa Guayaquil. En la
Península de Santa Elena contituye el arco costero con sus relieves más altos la Cordillera
Estancia y Cerro Azúcar donde afloran las rocas más antiguas del área; en el Golfo
Guayaquil el "arco" no presenta relieves emergidos pero de acuerdo a los datos geofísicos
disponibles (sísmica y gravimetría) el borde de plataforma está constituido por un
levantamiento estructural de rocas paleógenas y/o cretácicas de magnitud comparable al de
la cordillera costera (Fig. 10).
-Al Norte de la CCC se encuentran cuencas de basamento oceánico alargadas y con eje más
o menos paralelo al sistema de subducción: Son las cuencas Pacífica de Colombia (Perez-
Tellez 1981), Borbon Este y Manabí en Ecuador. Se caracterizan por una actividad
sísmica.reducida.
-Una zona de transición comprendida entre la CCC ensimática y la continuación marina de
la Cordillera de Amotape ensiálica en el NO peruano: Cuencas Progreso, Jambelí,
Esperanza en Ecuador, Tumbez y Talara en Perú. Los ejes de estas cuencas son oblicuos en
relación al sistema de subducción. Esta área se caracteriza por una mayor actividad sísmica
por efecto de fallas activas y una sedimentación activa por lo que la llamaremos la zona
"móvil”.
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-En Perú, al Sur de Talara, las cuencas de antearco ensiálicas tienen ejes paralelos al
sistema de subducción: Son Sechura y Salaverry. Esta misma disposición parece continuar
en todo el margen peruano, (Thornburg y Kulm, 1981; Macharé et al 1986).
Las estructuras que limitan a las cuencas antearco en Ecuador son fallas de desplazamiento
de rumbo que pueden jugar según cada caso en transtensión dando origen a subsidencia y
depósito de grandes paquetes de sedimentos, o en transpresión provocando la formación de
altos estructurales que se convierten en límites entre las cuencas. Dos sistemas de fallas
predominan: NE-SO y NO-SE, siendo la falla de Guayaquil la más relevante por haber sido
postulada como un nuevo límite de placa (Case et all, 1971; Campbell, 1974). La falla
Colonche de dirección NO-SE que limita por el Sur a la CCC es otra estructura que ha
jugado un papel importante en la evolución de las cuencas de antearco, por lo que la
comprensión de su origen y su cinemática permitirá explicar las diferencias del antearco
que se observan al Norte y Sur de dicha falla.
Los límites orientales de las cuencas antearco en el Ecuador están generalmente ocultos por
la cobertura sedimentaria terciana-cuaternaria y como se verá en cada caso, el límite puede
ser una falla importante o el relieve subsidente del macizo del arco sobre el cual se
depositan en "onlap" los sedimentos más jóvenes.
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Fig. 10.- El antearco ecuatoriano y NO peruano.
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Fig. 11.- Correlación entre la actividad magmática y el comportamiento de las regiones antearco y trasarco.
Ext: extrusive. Int: intrusión. L: Loja. H: Bilevan-cord. Occidental; Q: Quecha; I: Inca. 1) según Aspden et al,
1991; 2) según Noble et al, 1990 (q y I) y Sébrier et al, 1988 (Fl a F6). Los números en círculos son referidos
en Anexo de datos radiométricos.
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.
Las pocas dataciones radiométricas existentes sobre plutones y lavas de la
Cordillera Occidental permiten inferir la existencia de varios episodios especialmente
activos durante el Plioceno (Hall y Calle, 1982), el Mioceno Superior, el Oligoceno
terminal-Mioc Inferior, el Eoceno Superior y el Eoceno Inferior. Sobre este último se
conoce una sola datación sobre una lava básica (51,5 Ma, Cotechia et Sezza, 1969) y un
pluton tonalítico (49 Ma, Pichler y Aly, 1983) que corresponderían al controvertido arco
insular Macuchi de Henderson (Fig. 11) que habría funcionado desde el Cretácico superior
y acrecionado en algún momento del Paleógeno; rocas del Paleoceno o más
antiguas no han sido datadas en la Cordillera Occidental. Sinembargo, Lebrat
(1985) distingue en la Formación Macuchi tres conjuntos geoquímicamente
diferentes:
1.- la prolongación septentrional del arco cretácico inferior Célica, o más probablemente a
un arco más reciente
2.- al arco insular Cret.? sup? Macuchi acrecionado al continente entre el fin del
Campaniano y el Eoceno superior y
3.- a la paleo-corteza oceánica tipo Piñón que constituye el basamento de la costa (Goosens
y Rose, 1973) y de la Cordillera Occidental.
La Cordillera Real (Oriental) ahora mejor datada por Aspden et al (1992), está formada por
un núcleo de rocas metamórficas en las cuales se reconocen varios eventos plutónico-
metamórficos sobrepuestos ("reset") de edades Triásico Tardío-Jurásico inferior (200-220
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Ma), Jurásico medio a tardio (190-150), Cretáceo Inferior (140-120 Ma), Cretáceo Superior
(85-65 Ma), de los cuales el segundo correspondería a un sistema de subducción Jurásico
Medio que afectó solamente a los Andes Septentrionales (Jaillard et al, 1990). Sin mayores
deformaciones se distinguen pequeños plutones granodioríticos del Cretáceo Superior-
Terciario que podrían estar relacionados a la actividad del arco en este período y cuya
correlación con la actividad magmática de la Cordillera Occidental (Fig. 11) permite inferir
algunas similitudes y diferencias fundamentales de su evolución que se esbozan a
continuación.
-La Cordillera Occidental funciona como arco volcánico recién desde el Eoceno Superior
de acuerdo a los datos conocidos. El carácter geoquímico del arco terciario Macuchi no ha
sido aún bien establecido ya que podría corresponder a uno u otro de los conjuntos
geoquímicos 1 y 2 de Lebrat.
-En el Senoniano funcionó el arco insular San Lorenzo-Cayo pero sobre la placa oceánica
aún no acrecionada, y que también podría corresponder al arco insular "Macuchi" de
Henderson (1979) y de Bristow y Feininger, (1982).
Un trabajo reciente de Huacho et al (1990) con imágenes Landsat, presenta una visión
estructural regional del tras-arco ecuatoriano que resumimos a continuación.
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El límite occidental de la zona subandina es el cabalgamiento o Falla Andina que la separa
de la Cordillera Real; el límite oriental es el frente de cabalgamiento subandino o falla
Cutucú-Galeras.
Fig. 12.- Esquema tectónico del trasarco ecuatoriano. NFZ: Falla rio Napo. OSD: Discontinuidad
Oriente. SML: Lineamiento Santiago Morona.
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Napo se caracteriza por una tectónica de cabalgamiento que involucra al basamento
(basement thrusts) y una cobertura del Cretácico superior-Terciario Inferior, mientras que
el Alto Cutucú presenta en general una tectónica de despegue de la cobertura afectando
localmente al basamento; esta cobertura está formada por rocas que van desde el
Paleozoico hasta el Terciario y presenta pliegues asimétricos de vergencia Este muy visible
en las imágenes de satélite.
La Depresión Pastaza separa a los Altos Napo y Cutucú. Es también una zona plegada pero
subsidente, por lo menos desde el Neógeno, está cubierta por depósitos neógenos y
cuaternarios. Su localización coincide con una curvatura de la Cordillera Andina cuyo
origen ha sido relacionado con fallamientos transcurrentes que cortarían todo el sistema de
subducción entre la continuación de la falla Guayaquil de dirección NE-SO o la falla
Baños-Cotopaxi de Campbell (1974) de dirección NO-SE.
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El relleno de la cuenca continuará durante el Terciario con las formaciones: Orteguaza, de
edad Eoceno Medio a Oligoceno que representa dos eventos transgresivos; Chalcana, del
Mioceno, netamente continental; Arajuno, también continental aunque presenta una facies
lateral la Fm Curaray que registra la última transgresión ocurrida entre el Mioceno Superior
y el Plioceno y finalmente varias formaciones continentales plio-cuaternarias.
Trabajos más recientes indican que la falla Dolores-Romeral presenta movimiento sinestral
por lo menos en el sector Norte de Colombia. Según Bourgois et al (1982) la Cordillera
Occidental de Colombia se habría acrecionado por obducción de dirección SE a fines del
Cretácico, tesis que es apoyada por Kellog (1983) con modelos gravimétricos.
Aparentemente, estas fallas mantuvieron su sentido de desplazamiento sinestral durante el
Oligoceno Superior cuando la placa Farallón se dividió en las placas Cocos y Nazca
(James, 1985).
Por otro lado, varios estudios sobre el extremo nororiental de la cordillera Oriental de
Colombia determinan que la falla Boconó que sirve de límite con el cratón Guyanes,
presenta un movimiento dextral (Pennington, 1981, Aggarwal, 1983; Schubert, 1980;
Dewey y Pindell, 1985), el mismo que continuaría a lo largo del frente de cabalgamiento
sub-andino en Colombia y se transformaría en un sistema de fallas transcurrentes que
cortan el subandino y la Cordillera Real enlazándose en la parte Norte del Ecuador con la
prolongación de la falla Guayaquil (Tibaldi y Ferrari, 1990). Recientemente, esta falla fue
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estudiada por Lavenu y Winter (1989) en Pallatanga (2° LS) confirmando su movimiento
dextral actual; igualmente su prolongación hacia el NE por las fallas Huambaló, Baeza-
Reventador, y Chingual-Cayambe también presentan movimiento dextral a solo 50 Km
del frente subandino (Iglesias et al, 1991).
Desde hace ya varias décadas (Auboin, 1975) se reconoce una división de los Andes en tres
grandes segmentos: Los Andes Septentrionales con basamento parcialmente oceánico y los
Andes Centrales con basamento continental y los Andes Meridionales también con
basamento parcialmente aoceánico.
Estudios posteriores han permitido extender más hacia el Sur la hipótesis de la colisión de
bloques. Mourier (1988) estableció que el llamado bloque Amotape situado frente a la
deflexión de Huancabamba ha sido acrecionado a la margen NO peruana sufriendo
rotaciones importantes, confirmado por estudios paleomagnéticos (Mitouard et al, 1990).
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CAPITULO III
EVOLUCIÓN ESTRATIGRAFICA
INTRODUCCIÓN
-En la CCC aflora en toda su extensión una columna estratigráfica del Cretáceo Superior al
Eoceno Medio que presenta dos discordancias: una entre el tope del Paleoceno y la base del
Eoceno y otra es post Eoceno Medio. Presenta una estructura homoclinal (N 110°/17°S)
bastante continua en toda su extensión (90 Km).
-La CCO en cambio se encuentra considerablemente más deformada y discontinua por
fallamientos que dividen al basamento en bloques y por las discordancias, de las cuales la
primera abarca por lo menos todo el Paleoceno y el Eoceno Inferior y la segunda se ubica
también aproximadamente al tope del Eoceno Medio.
EL BASAMENTO
ESTRATIGRAFÍA.- Tanto para la CCC, la CCO y las cuencas ante-arco al Norte de 2°S,
el basamento está constituido por las rocas ígneas de la Fm Piñón llamada también
Complejo ígneo Básico (CIB) por Goosens y Rose (1973). Este basamento aflora en el
flanco Norte de la CCC y en varios sitios de la CCO que están generalmente relacionados
con fallas regionales (fig 14).
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a) La Fm Piñón ss está constituida esencialmente de basaltos afaníticos (feldespato
An 50-80) con estructura almohadillada y diabasas son comunes los intrusivos
doleríticos. Algunos intrusivos básicos (gabros) y ultrabásicos en los alrededores
de Guayaquil. También se encuentran lutitas, siliceas intercaladas; un afloramiento de
estas lutitas (N18°/30°S) intruidas con mantos (sills) de doleritas intercalados se
encontró en la Hda. Pasadena (Coord 603.2-9786.3) cerca de Nobol.
Desde un punto de vista geoquímico, las lavas de Piñón ss son toleitas MORB de tipo N
que son características de las dorsales centro-oceánicas (Lebrat, 1985), generadas
probablemente en la dorsal fósil Pacífico-Farallon. Según Raharijohana (1980) estas rocas
han sufrido metamorfismo del tipo "prehnita-pumpellyta" hasta esquistos verdes. La edad
de Piñón ss ha sido determinada solo en la CCO, como Aptiano Superior-Albiano según
datación de Goosens y Rose (1973; 110 y 104 Ma), Kennerley (1980; 113 Ma y 107 Ma).
Microscópicamente se presentan con textura intersertal, con mesostasis algo vidriosa, con
microlitos de plagioclasa más clinopiroxeno, localmente ortopiroxeno y a veces abundantes
fenocristales de andesina, albita u ortoclasa; estas rocas son petrográficamente basaltos
andesíticos que difieren de las rocas de la Fm Piñón ss. El conjunto se encuentra muy
alterado a clorita, smectita, calcita y localmente a epidota y pumpellyta, lo que indica una
alteración en ambiente marino durante su emplazamiento. Su composición y paleoambiente
corresponderían a un evento volcánico de arco insular de edad Albiano Superior a
Cenomaniano por su posición estratigráfica entre la Fm Piñón ss y la Fm Cayo
suprayacente. Estamos efectuando un estudio geoquímico para comprobar y definir la
naturaleza de este evento.
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Fig. 13.- Corte geológico simplificado de la Cordillera Chongón-Colonche
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con las lavas. Geoquímicamente fueron identificadas como toleitas de arco insular
(Lebrat, 1985).
Fig. 14 .- Localización de los afloramientos del Complejo Igneo Básico (CIB) o Fm Piñón sobre la
CCC y la CCO.
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Una determinación de nanofósiles en sedimentos asociados a las pillow-lavas del cabo San
Lorenzo dio una edad campaniana (N. Jiménez, inf. inédito); asimismo Sigal (1969)
determinó una edad Maastrichtiense en sedimentos asociados a pillow-lavas en Barranco
Prieto.
Un estudio paleomagnético efectuado por Roperch et al, (1987) sobre rocas de las
formaciones San Lorenzo, Piñón y Macuchi (= volcánicos Pilaló de Eguez, 1985) con un
rango de edades Cretaceo-Eoceno Inferior?, muestra que el basamento y rocas volcánicas
asociadas han sufrido una rotación horaria de 70° desde el Cretáceo o más posiblemente
desde el Eoceno Inferior (fig 15). Este hecho deberá ser tomado muy en cuenta para
explicar la evolución geodinámica de la región.
LA FORMACIÓN CAYO
La Fm Cayo, fue definida por Olsson (1942) en los acantilados del Sur del pequeño
poblado de Puerto Cayo.
Fig. 15.- Localización de las zonas de muestreo y declinación paleomagnéticos promedio para
cada grupo de sitios. El área con puntillado cerrado indica los afloramientos del arco volcánico
Macuchi (s.l.) y el área con puntillado abierto, indica los de los basaltos Piñón y San Lorenzo.
DGM: falla Guayaquil-Dolores (Según Roperch et al, 1987).
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datadas como Coniaciano por M. Ordoñez en Benitez (1990) en base al foraminífero
Globotruncana cf. renzi.
Thalman asignó una edad Cenomaniano Superior-Turoniano en base al mismo fósil. Este
microfósil es llamado ahora Marginotruncana renzi con un rango Turoniano Medio-
Coniaciano, por M. Carón (1991). Marks (1956) determinó en el mismo sitio una edad
Turoniano Superior en base a Inoceramus plicatus, I. roemeri e I. striata.
En realidad existe una unidad basal que hemos mapeado en Guayaquil en los sitios Cerro
Jordán donde estaría su base sobre lavas de la Fm Piñón y en la via de acceso a la planta de
basura que correspondería a su tope. También la hemos definido en el Estero Guaraguau
(35 Km al NNO de Guayaquil) donde se observa en contacto sobre brechas de la Fm Piñón.
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En el Cerro Jordán el miembro Basal consiste de lutitas siliceas, tobas finas y areniscas
tobáceas turbidíticas, mientras que hacia el tope (camino de entrada a la planta) se
encuentran calizas y lutitas negras, algo bituminosas, con microfósiles y escamas de peces e
intercalaciones de areniscas turbidíticas volcano-clásticas. En este último sitio, Gamber et
al (1990) reportaron los siguientes nanofósiles: Lithatrinus floralis, Eiffellithus eximius,
Marthasterites furcatus y Quadrum gartneri de edad coniaciana y Corollithion achylosum y
Lithastrinus planus del Turoniano. No se pudo medir en Guayaquil la sección completa
pero se la estimó en 400 m.
32
Fig. 17.- Estratigafía de la Formación en Guayaquil.
33
Fig. 18.- Estratigrafía del Miembro Basal de la Fm. Cayo en el Estero Guaraguau, localizado a 30
km al Oeste de Guayaquil.
34
En la base del Miembro Cayo ss (Unidad Cl) se presentan unos 700 m de brechas
volcánicas y aglomerados de rocas andesíticas, cuyos elementos son a menudo redondeados
con tamaños
decimétricos hasta métricos. Hacia el tope de esta unidad se encuentran megaturbiditas con
granoclasificación. Microscópicamente, las brechas presentan una matriz vitrea bien
conservada con enclaves de plagioclasas (andesina-labradorita) y piroxeno ( clino y orto);
la poca alteración del material en general y en especial de los clinopiroxenos permite inferir
un origen sub-aéreo de dichos elementos (H. Lapierre, comunicacion personal), que luego
fueron retomados por flujos de alta densidad y redepositados al pie de un alto relieve que en
este caso sería un aparato volcánico; la edad de este evento volcánico sería Turoniano
Medio a Superior si consideramos las dataciones de las lutitas suprayacentes.
La unidad C2 (500 m); en la base se presentan unos 20 m de lutitas algo calcáreas con
microfauna de radiolarios y foraminíferos correlacionables con el "Miembro Calentura" de
Thalman y cuya edad definida por Globotruncana cf. renzi, es Turoniano Medio-
Coniaciano (Carón, 1991) y más precisamente Turoniano Superior en base a moluscos
Inoceramus (Marks, 1956); por sus características litológicas y paleontológicas es un buen
marcador estratigráfico dentro de la Fm Cayo. La mayor parte de la unidad está constituida
por tobas y areniscas tobáceas (grauacas) gradadas, de composición litofeldespática y
matriz vitrea-smectítica y por lutitas tobáceas intercaladas.
aportes volcánicos con el consiguiente aumento de los sedimentos pelágicos. Este parece
ser el caso de la Fm Cayo ss en el rio Bachillero ya que en los últimos 150 m aumentan un
35
poco los componentes no volcánicos como el cuarzo, el ópalo y aparecen por primera vez
fragmentos de algas calcáreas.
LA FORMACIÓN GUAYAQUIL
36
silicificadas con nodulos de silex (chert) y limolitas tobáceas café deleznables de poco
espesor con predominio de las lutitas silicificadas; la potencia de esta unidad es de 85 m
medida en la avenida principal de la ciudadela Bellavista.
37
El Miembro Superior es más potente (240 m) y fue estudiado en el corte de Hormigonera
Guayaquil (a nivel de la actual Via Perimetral). Se inicia en la base con tobas arenosas
calcáreas del orden decimétrico a métrico; hacia el tope continúa con lutitas silíceas que se
vuelven calcáreas y más ricas en materia orgánica en los últimos 100 m, aunque en los 10 o
20 m del tope son otra vez más siliceas presentando figuras de deformación plástica como
pliegues y fallas internas. En todo el Miembro Superior son frecuentes las intercalaciones
de las turbiditas tobáceas calcáreas aunque de espesores solamente decimétricos; una de
estas la muestra #3574 presenta flujos centimétricos de base erosiva con grandes
foraminíferos bentónicos (entre ellos Discocyclina) espículas de esponjas retrabajadas,
glauconita retrabajada, feldespatos, cuarzo volcánico, y fragmentos de lutitas; este conjunto
indica un origen doble: Una fracción autígena de plataforma externa pero desplazada y una
fracción volcanoclástica.
Cerca del extremo Oeste de la CCC se levantó una columna incompleta de la formación en
el Río Seco (coord 9785-553), la que mostró una reducción de las lutitas calcáreas del
Miembro Superior y la presencia de tobas blancas, finas y arenosas, métricas a
decamétricas, gradadas, intercaladas con lutitas siliceas y que corresponderían a un cambio
lateral de facies de la Fm Guayaquil a un nivel no determinado entre la base del Miembro
Superior y el Miembro Inferior
38
determinó la zona CP-8 con los nanofósiles Coccolithus pelagicus, Toweius sp.,
Fasciculithus tympaniformis y F. involutus y también la zona P4B-P5 con los foraminíferos
Morozovella cf. aequa, Acarinina spp., A. pseudotopilensis, Subbotina spp, Anomalina
dorri, Bulimina arkadelphiana, Alabamina cf, A. creta, Pullenia coryelli, Gyroidina
globosa, Lenticulina whitei, Lenticulina spp., Nodosaria sp. y Marginulina sp.
Combinando estas dos zonas, el tope de Guayaquil corresponde a la sub-zona de
nanofósiles CP-8a cerca del tope del Paleoceno Superior.
Fue definida por Landes (1944) en la antigua cantera San Eduardo de la fábrica de cemento
de Guayaquil, que se menciona como localidad tipo. La explotación de estas calizas ha
consumido casi totalmente el afloramiento mencionado, por lo que proponemos una nueva
localidad tipo en la cantera Cerro Blanco de la misma fábrica de cemento ubicada a unos 15
Km al Oeste de Guayaquil (coord. 607-9760) donde se presenta el máximo espesor de la
formación (80 m).
39
secuencia ideal se representa en la Fig. 20a
En el presente trabajo se midió una columna sedimentaria casi completa en la localidad tipo
que he propuesto (Fig. 20b) y la parte basal de la formación en Hormigones Precon a unos
4 Km al Este de Cerro Blanco (coord. 6110-9760.0, Fig. 21). La potencia total medida en
Cerro Blanco es de unos 80 m correlacionando los varios frentes de trabajo de la cantera.
Este dato concuerda bastante con el dato proporcionado por el geólogo Marco Tinoco
(Cemento Nacional) de unos 90 m obtenido por perforación y con Canfield (1966), pero
difiere de un dato de IFP cerca de H. Precon que reporta 200 m, cuando allí la tendencia es
a disminuir la potencia; es posible que en esa cifra se incluye la potencia de la Fm Las
Masas suprayacente que ha sido cartografiada por la DGGM como parte de la Fm San
Eduardo.
La columna medida permite subdividir a San Eduardo en cuatro unidades litológicas SE-4 a
SE-1 que se corresponde aproximadamente con una subdivisión de los geólogos de la
Cemento, basada en el contenido de carbonates: ellos distinguen del tope hacia la base las
unidades 1 a 4 con valores promedios de 92, 85, 92, y 75 % de carbonatos respectivamente.
Los límites de las unidades son intervalos arcillosos que por su mayor riqueza en
microfauna pelágica son interpretados como máximos transgresivos (máximum flooding).
La Unidad basal SE-4 (13 m) está constituida por turbiditas de origen terrígeno ordenadas
en secuencia grano-estrato-decreciente y por un incremento progresivo de turbiditas
calcáreas. La base misma de la formación está constituida por sedimentos pelágicos (M#
647-P, 648-P y650-P): lutitas silíceas con textura mudstone con espículas de esponjas,
radiolarios y foraminíferos planctónicos; hacia el tope las turbiditas calcáreas aumentan de
espesor hasta ser casi métricas con texturas packstone-wackstone y elementos biógenos de
40
origen arrecifal: foraminíferos bentónicos (Discocyclina, Nummulites, Cibicides, etc),
fragmentos de equinodermos, fragmentos de algas Lithotamniun y pocos foraminíferos
planctónicos. En H. Precon se presentan al tope frecuentes bandas y nódulos de silex que
pueden estar como en el resto de la formación en cualquier nivel del estrato. El tope de esta
unidad presenta una superficie con extensa bioturbación.
La Unidad SE-3 (28 m) es algo menos calcárea, comienza en la base con una arcillolita (D
y D') que por su marcada continuidad y alto contenido microfaunal se constituye en un
importante marcador estratigráfico en la zona de estudio. Hacia arriba se encuentra un
banco de calcilutitas negras de 3 m con niveles inclinados de silex dibujando una mega
estratificación cruzada y hacia arriba aparecen nuevamente las calizas turbidíticas cremas a
blancas, decimétricas a métricas en secuencias grano-estrato-decrecientes cuya
composición es similar a la descrita en la unidad SE-4. Los bancos finos interturbidíticos
(M# PO-636) son calcilutitas color gris claro formadas por una matriz micrítica (50%) y
foraminíferos planctónicos (50%) con muy raros bentónicos lo que indica un medio de
depósito, de profundidad por lo menos batial. A excepción de la base (3 m de arcillolitas)
esta unidad tiene valores de carbonatos superiores al 90%.
La Unidad SE-2 (12 m) también presenta en su base un estrato de lutita (A) que se
correspondería con un máximo transgresivo. Hacia arriba se encuentran calcilutitas grises
(mudstone), un nivel potente de debris flow (packstone) y pocas calizas tubidíticas
decimétricas. Las facies turbidíticas (PO-642 y PO-645) presentan macro-foraminíferos
(Nummulites, Cibicides, Bolivinas, Discocyclinas), algas Lithotamnium y fragmentos de
equinodermos, y muy pocos planctónicos; mientras que las facies finas (PO-639 y PO-641)
presentan un predominio de foraminíferos planctónicos. Esta unidad presenta microfauna
retrabajada en la base (M# 655-M) de edad Paleoceno Superior. Presenta valores de
carbonatos del orden de 80-85%.
La Unidad SE-1 (26 m) presenta una base erosiva; está conformada por turbiditas calcáreas
blancas o cremas, métricas (más abundantes en la base) a decimétricas (más abundantes al
tope) que se arreglan en secuencias estrato-decrecientes a excepción del tope donde se
encuentran algunas secuencias estrato-crecientes. Al microscopio las turbiditas presentan
texturas wackestone y packstone y composición similar a la descrita en las unidades
inferiores. El componente pelágico de las calizas es generalmente reducido, apreciándose
en el tope interestratos decimétricos de lutita negra que presenta alguna microfauna
(M#PO-626) más pelágica de radiolarios y foraminíferos. Los valores de carbonatos son
mayores de 93%, los más altos de la formación.
41
42
Fig. 20B.- Columna Estratigráfica de la Fm San Eduardo en la cantera de Cerro Blanco de la
fábrica de cemento Rocafuerte. Esta localidad se ha propuesto como localidad tipo ya que la
antigua ya no existe.
43
Fig. 21.- Columna Estratigráfica de la base de la Fm San Eduardo en la cantera de Hormigones
Precón.
44
BIOESTRATIGRAFIA.- La Fm San Eduardo fue datada Eoceno Medio basal por.varios
autores (Stainforth, 1948; Frey, 1967; Canfield, 1966; Small, 1962) en base a los
foraminíferos bentónicos siguientes: Discocyclina anconensis, D. meroensis, D. sheppardi,
D. (Asterocyclina) aff. ruteni, Amphistegina elliotti, Cibicides perlucidus, Hastigerinella
colombiana, Planorbulina sp., Pseudophragmina (Proporcyclina) peruviana y
Spiroplectoides eocenica, así como los foraminíferos planctónicos Globigerina sp., G
wilsoni boliviana y las algas Archeolithothamnium sp. y Lithothamnium sp.
-En la base de la Formación ( M# 605, Unidad SE-4) los foraminíferos bentónicos Bolivina
jacksonensis; los radiolarios Cenosphaera sp., Cenodiscus sp., Theocyrtis sp., Lamptonium
cf. fabaeforme y dientes de peces. La presencia de L. cf. fabaeforme indica el intervalo
Ypresiano-base del Lutetiano (zona P7-P11 Inf). -En la base de la unidad SE-3 (M# 611 y
656) los foraminíferos bentónicos Epistomia sp., Gyroidina perampla, Lenticulina sp. y
Uvigerina mantaensis; escasos radiolarios: Orbula disciipulus, Stylosphaera sp. y los
foraminíferos planctónicos Acarinina cf. broedermanni, Globigerina sp., G. eocena, G aff.
collactea, Globorotalia broedermanni, G. cf. chapmani, G. esnaensis, G. cf. increbescens,
G. wilcoxensis y Turborotalia praecentralis que indican la zona P8-B.
-En la base de la unidad SE-2 (M# 655) los foraminíferos bentónicos Boliviana aff.
jacksonensis, Bulimina sp., Lagena sp.; foraminíferos planctónicos: Globigerina sp., G
linaperta, Turborotalia cf. praecentralis Globorotalia pseudomenardii, G. pusilla pusilla, La
ocurrencia de no cambiar indica el intervalo Thanetiano-Ypresiano, mientras que G. pusilla
pusilla del Thanetiano es retrabaja. -Al tope (M# 626, Unidad SE-1) los foraminíferos
Bulimina jarvisi, Cibicides sp.y los radiolarios Cenodiscus sp., Cenosphaera sp., Podocyrtis
aff. diamesa y Thyrsocyrtis hirsuta. Estas dos últimas especies indican el intervalo
Ypresiano Superior-Lutetiano Inferior.
En conclusión la edad de San Eduardo está entre las zonas de foraminíferos P-7 y P-10
aunque de acuerdo a los datos de UNOCAL (1987) la base de San Eduardo podría llegar
hasta la base del Eoceno Inferior, zona de nanofósiles CP-9A (equivalente de la zona P-
6B), pero pienso que podría tratarse de una fauna retrabajada.
45
En el siguiente cuadro se resume la edad de San Eduardo; todas las dataciones fueron
efectuadas por Martha Ordoñez.
Unos 200 m más al Oeste solo afloran las calizas pelágicas, que presentan foraminíferos
planctónicos (80%) y matriz micrítica (M# 2271 a 2273) y sobreyacen a la Fm Guayaquil e
infrayacen a las margas con radiolarios y foraminíferos de la Fm Las Masas por lo que son
46
un equivalente lateral de la Fm. San Eduardo y de la sección basal de Javita (J- l) como se
verá más adelante. En conclusión, las facies turbidíticas típicas de San Eduardo se acuñan
en el Río Bachillero. Desde allí hacia el Oeste solo subsisten las facies pelágicas con pocos
metros de espesor; si se correlacionan éstas con la parte basal de Javita (J- l) vemos que son
continuas en todo el flanco Sur de la CCC.
Este nombre formacional fue dado por Sutton (1959) de la compañía CALEC. Según el
léxico estratigráfico (Bristow y Hoffsteter, 1977) afloran en el sitio Las Masas
(coordenadas 5860-9769), pero allí no hay ningún afloramiento por la presencia de un
potente suelo coluvial. Sinembargo en todos los sitios donde se pudo ver a la caliza San
Eduardo, se encuentran sobre ella concordantemente, las lutitas Las Masas con
espesores superiores a los de San Eduardo
En el Río Bálsamo se observan ciclos sedimentarios decimétricos que son quizás de origen
turbidítico, como el de la figura siguiente:
47
Fig. 21B.- Ciclo sedimentario en la Fm Las Masas.
CALIZA JAVITA
Fue estudiada en el río Seco afluente del Río Guangala (coord. 9785-553) que es el sitio
donde mejor aflora y de más fácil acceso. También fue reconocida aunque no "in situ" sino
en bloques rodados en el Rio El Corozo unos 10 Km al SE del Río Seco (coord. 560.2-
9778.5) y 13 Km más al SE (coord 5718-9773.7). De acuerdo al mapa geológico aflora en
lentes discontinuos pero parece ser continuo y mapeable en todo el flanco Sur de la CCC
hasta leerá (Fig.21b).
48
Fig. 22.- Columna estratigráfica de la caliza Javita en Río Seco afluente del río Huangalá (coord.
9785-553). Modificado de Jaillard et al (1933).
49
LITOESTRATIGRAFIA.- La Caliza Javita está formada por restos calcáreos similares a
los de la Fm San Eduardo más una fracción de clastos redondeados de lutitas silíceas
provenientes de la formación Guayaquil. Se encuentra asociada a calizas y margas sin
clastos de lutitas que la infrayacen y a margas que la suprayacen. El conjunto de estas
facies es poco potente y no supera las pocas decenas de metros. Una columna de detalle en
el Río Seco fue levantada por Jaillard et al (1992) y muestra las siguientes unidades:
J-l) Unidad basal de 3,50 m de potencia. En la base se encuentra un microconglomerado
basal (30 cm), conformado mayormente por una lutita gris verdosa con clastos de lutitas
silíceas. Hacia arriba se encuentran lutitas grises decimétricas algo calcáreas (2 m), una
limolita verde alterada (20 cm) y al tope una secuencia estratocreciente de margas (1 m).
Microscópicamente se parecen a las facies pelágicas de San Eduardo con foraminíferos,
radiolarios y espículas (M# 1389).
J-2) Es la caliza Javita propiamente dicha de 6 m de potencia. Son calcarenitas con clastos
de formas irregulares a bien redondeados de lutitas y silex, de tamaño entre 3 y 10 cm, que
se arreglan en secuencia grano-estrato decrecientes. Los bancos más potentes tienen 50 cm.
J-3) Margas de color blanco a crema bien laminadas en la base con finas bioturbaciones
lenticulares (50 cm) y hacia arriba lutitas blancas no calcáreas (1,5 m). Bajo los coluviones
continúan aparentemente unos 20 m.
BIOESTRATIGRAFIA.- La unidad J-l fue datada Eoceno Medio Inferior (P10-P11) con
el foraminífero planctónico Clavigerinella aff. akersi (M# CC-1389, CEPE, 1986).
La caliza Javita ss unidad J-2 fue datada por Sigal (1969) Eoceno Medio Superior en base a
la ausencia de Discocyclina y a la presencia del foraminífero planctónico Hastigerinella
colombiana y de los foraminíferos bentónicos Asterocyclina asterisca, Cibicides
perlucidus, C.aff. mexicanus, Ferayina peruviana, Helicogestina polygyralis,
Lepidocyclina atascaradensis, L. cf. douvillei, L. peruviana, L. vichalayensis, Nodosaria
sp., Operculinella nummulitiformis, Operculinoides floridensis, Spiroplectamina eocénica.
La unidad J-3 fue datada P-12 Sup. a P-14 (M# PO-230, datación de M. Ordoñez) en base a
foraminíferos planctónicos: Acarinina spinuloinflata, Chiloguembelina sp., Globigerina
aff. eocena, G. hagni, G. linaperta, G yeguaensis, Globorotalia bolivariana y G.
increbescens; a los foraminíferos bentónicos Bolivina jacksonensis, B.. macúlala, Bulimina
linéala, B. jacksonensis, Stilostomella curvatura y Uvigerina sp.; y a los radiolarios
Cenosphaera sp., Colocyclus sp., Lithochytris vespertilio, Lithocyclia ocellus, Podocyrtis
ampia, P. fasciolata y P. papaus.
La unidad J-4 fue datada P12 Sup. a P15 (M#PO-225, datación de M. Ordoñez) los
foraminíferos planctónicos Clavigerinella eocaenica y Globigerina cf. medizzai, los
foraminíferos bentónicos Bolivina sp., B. alazanensis, Buliminella peruviana, Cassidulina
50
subglobosa, Cibicides perlucidus, C. grimsdalei, Nodosaria longiscata, N. pyrula,
Siphonodosaria sp. y Stilostomella curvatura spinea; y los radiolarios Cenodiscus sp.,
Cenosphaera sp., Dictyomitra sp. y Stylosphaera sp.
Lutitas y areniscas del Eoceno Medio a Superior afloran inmediatamente al Sur de la CCC,
en contacto a menudo fallado sobre la Fm Las Masas. Están influenciadas por la misma
tendencia estructural de la CCC (N 110º). El tope está en contacto fallado con rocas más
antiguas del Cretácico-Paleoceno; las fallas mencionadas en la base y tope del grupo Ancón
forman parte de la falla Colonche. La potencia estimada por Small (1962) es de 1.500 m y
según él podría estar exagerada por fallamiento.
Estas rocas han sido correlacionadas con el Grupo Ancón de la Península de Santa Elena,
pero de acuerdo a nuestros resultados son más correlacionables con las rocas más jóvenes
de la Fm San Mateo.
El sector del Rio Matias con conglomerados y turbiditas rítmicas fue mapeado como Grupo
Azúcar pero su mineralogía y micropaleontología permite ubicarlas con más precisión en el
Grupo Ancón. En el Río de la Piedra (5 Km al Oeste) se encuentran también areniscas
turbidíticas con cuarzo, plagioclasa y fragmentos líticos de rocas tobáceas finas.
52
POZO CARRIZAL 1
En este sector afloran fundamentalmente las rocas del Grupo Ancón y discordantemente
sobre él las rocas de la Fm Zapotal que en este trabajo se redefine como Fm El Consuelo.
Ya que en este sector se produce el cambio de dirección entre la CCC y la CCO, estas rocas
están afectadas por los esfuerzos y deformaciones causantes del mismo y que serán
precisados más adelante.
Una columna estratigráfica muy simplificada a lo largo del Rio Huangalá desde el contacto
transicional en la base con la Fm Las Masas hasta el tope en el sector de Colonche presenta
la siguiente litologia:
53
La potencia total de la formación no es posible medirla en el campo por falta de
afloramientos continuos, y por estar plegada y en parte cubierta por la Fm "Zapotal".
Sinembargo, el pozo Febres Cordero (Hoja Manglaralto, DGGM, 1974) la atravesó
completamente dando una potencia total de 1.950 m. En dicho pozo se distingue una parte
inferior, las Areniscas Dos Mangas de unos 750 m de potencia y una parte superior más
fina de unos 1.200 m de potencia.
Por otro lado se confirma en el presente estudio que la parte superior de la Fm San Mateo
es Eoceno Superior. Podemos por lo tanto correlacionar las facies finas observadas en la
parte superior de todas las columnas que hemos reportado en las áreas Chongón-San
Vicente y Colonche-Manglaralto, con el Miembro Superior de la Fm San Mateo de edad
Eoceno Superior, mientras que las facies gruesas de la base se correlacionan con los
Miembros Inferior y Medio de la Fm San Mateo.
54
Fig. 23.- Correlación de facies eocenas en la Cordillera Chongón-Colonche.
El basamento Piñón ss, desde la Rinconada (al Sur) hasta Membrillal, aflora en pequeños
bloques levantados tectónicamente, mientras que su cobertura volcanoclástica Cretáceo-
Superior, la Fm Cayo, se presenta fallada y erosionada con excelentes afloramientos en los
acantilados de Machalilla y Puerto Cayo. Hacia el Norte, en el sector de Manta-Portoviejo,
la Fm Cayo desaparece; en cambio se presenta la Fm San Lorenzo volcánica de arco
insular. En el sector de Jama han sido mapeados extensos afloramientos de las formaciones
Piñón y Cayo (DGGM, 1976) y no se conoce en dicha área ninguna mención de la Fm San
Lorenzo ni ningún estudio de detalle posterior. Lo mismo para el sector de Esmeraldas.
Con estos tres nombres se conocen a las rocas eocenas de la CCO que afloran en
discordancia angular sobre el basamento Piñón o sobre su cobertura Cretáceo Superior.
Comúnmente se asimila la parte basal de dichas formaciones, cuando es muy calcárea a la
Fm San Eduardo (mapas geológicos 1:100.000, Santos, 1986) y como veremos más
adelante, no se puede hacer dicha correlación por diferencia de edades y facies.
LA FORMACIÓN CERRO
Fue definida por los geólogos de la IEPC (en Bristow y Hoffstetter, 1977) en el sitio Cerro
de Hoja, 13 Km, al Oeste de Portoviejo. En la localidad tipo descansa sobre unos 200 m de
tobas y areniscas tobáceas laminadas hasta aglomerados de color gris verdoso a gris claro,
que no han sido separadas en el Mapa Geológico (Hoja Montecristi) de la Fm Cerro. A
nuestro criterio estas tobas son muy ácidas como para ser correlacionadas como
56
equivalentes de la Fm Cayo y se trataría más bien de un evento volcánico no datado,
situado aproximadamente entre la base del Eoceno Medio y el Maastrichtiano.
Otros sitios donde se reconoce la facies pelítica siliceo-calcarea, color gris claro de la Fm
Cerro son los acantilados de Machalilla y Puerto Cayo donde reposan en discordancia
angular sobre la Fm Cayo. En Machalilla, Romero (1990) determinó la zona Podocyrtis
ampla con los radiolarios Podocyrtis diamesa, P. ampla, P. Trachodes y P. cf. dorus,
Eusiringium fistuligerum y Lithapium plegmacantha. Esta zona es aproximadamente
equivalente a las biozonas de foraminíferos P 11 Sup-P12 Inf.
Al Sur de Ayampe afloran en el acantilado areniscas tobáceas de color gris claro formando
paleo-canales yaciendo en discordancia sobre la Fm. Piñón; una datación sobre los
sedimentos basales dio una edad de Eoceno Medio (A. Euribe, informe inédito de CEPE).
Fue definida por Sigal (1968) en el sitio Punta Blanca 11 Km al NE de Jama, quien la
consideró equivalente estratigráfico de la Fm San Eduardo.
57
foraminíferos una secuencia basal como Eoceno Medio Inferior (P10-P12) en el Estero
Tabuga, (5 Km al E de Punta Brava) y más hacia el NE en el Estero Pafui, (17 Km E de
Pedernales) dató una secuencia somital como Eoceno Medio Superior (P12-P14); esta
última correspondería ya a la Fm San Mateo que no fue diferenciada por Sigal (1968); la
lista completa de la microfauna se encuentra en Bristow y Hoffstetter (1977).
Según Sigal, los radiolarios son aún más abundantes que los foraminíferos; unas pocas
determinaciones de Gamber (1990) dieron un rango amplio Eoceno Inf - Eoceno Medio
compatible con las edades definidas por Sigal
Definida por Olsson (1942) en la localidad tipo del mismo nombre. Así se denomina a un
conjunto, bastante heterogéneo de rocas silico-clásticas finas a gruesas que afloran
principalmente en las áreas de San Mateo - Cabo San Lorenzo, Puerto Lopez-Salango,
Julcuy-Jipijapa y Pedernales. Se encuentra en contacto aparentemente concordante sobre la
Fm Cerro con la cual ha sido mapeada en conjunto como Fm San Mateo en San Mateo
(Contreras, 1990) y como Fm Punta Blanca en Pedernales.
-La Fm Cerro presenta potencias entre 550 m (Pozo Manta 3) y 200 m (Pozo Manta 4) y se
acuña hacia el Oeste. Presenta al igual que en su localidad tipo una secuencia basal de
areniscas y hacia arriba una litologia de margas y lutitas siliceas con abundante microfauna
de radiolarios y foraminíferos; la edad de la formación fue determinada en margas con
foraminíferos por Mills (1967), como Eoceno Medio Inferior a Medio (Luteciano) a 1.220
m del pozo Manta 3 en base a Hastigerinella colombiana (P10-P12).
58
arcillosa-limosa-arenosa. La unidad basal se reconoce también en el pozo Manta-2, las otras
dos en todos los pozos.
Fig. 24.- Las rocas eocenas de la zona de Manta-San Mateo-San Lorenzo según la correlación de
las perforaciones Manta 1 a 5 (tomado de la Hoja Geológica Montecristi 1:100.000, DGGM).
En la localidad tipo en San Mateo, Contreras (1990) midió una columna geológica (Fig. V-
4a) de 720 m. Este valor, superior los pozos es debido a que se incluyen en la base las
facies equivalentes a la Fm Cerro tal como corresponde a la definición de la formación por
Olsson (1942). Allí se observan las siguientes unidades litoestratigráficas:
A) La base que que es correlacionable con la Fm Cerro, aflora en Punta Jome (coord
98946-5192) y está constituida por:
a) Areniscas laminadas en secuencias estrato-decrecientes con algunas figuras
de debris flow (25 m) presenta fauna retrabajada similar a la de la Fm San Eduardo
como ocurre en la base de la Fm Punta Blanca. Son las areniscas con Lepidocyclinas
de Sheppard (1937), llamadas también "Punta Tinosa orbitoid grits" por Stainforth (1948,
p. 140) que le asigna una edad de Eoceno Medio-Superior (en Bristow y Hoffstetter,
1977).
b) Lutitas grises (50 a 100 m) con radiolarios de la zona de Podocyrtis
ampla (equivalente a P11 Sup-P12 Inf) en base a Podocyrtis diamesa y Eusyringuium
lagena y al foraminífero plantónico Acarinina broedermani (Contreras, 1990).
59
B) Areniscas de aspecto masivo métricas en secuencias estrato crecientes (130 m). A
continuación se encuentran unos 200 m de lutitas y areniscas turbidititas finas,
Td,e bien estratificadas con extensa bioturbación; en base al radiolario Lithocyclia ocellus
se determinó (Contreras,1990) la zona de Podocyrtis chalara (equivalente a P14 INF).
Propongo llamar Miembro Inferior a esta unidad.
D) Al Este del pueblo San Mateo y del cauce del río estacional San Mateo, encontramos
argilitas de color gris de alteración café con pátina amarilla y yeso en las fracturas. Estas
rocas no han sido estudiadas recientemente. Están cartografiadas como Fm San Mateo y
deben corresponder a las lutitas del Eoceno Superior como las que encontramos en Salango
y que estoy llamando Miembro Superior de la Fm San Mateo. Mas hacia el Este, cerca de
la ciudad de Manta, se encuentran lutitas oligocenas y miocenas (Fm Playa Rica y
Fm Tosagua) que se parecen mucho a las del Miembro Superior, razón por la cual sus
contactos respectivos están mal definidos por falta de un buen estudio micro-
paleontológico.
Las turbiditas son depósitos de plataforma que representan una subida eustática del nivel
del mar. Algunas mediciones de paleo-corrientes (flute cast, estratificación cruzada y
parting lineation) dieron sentido predominante hacia el NE.
60
en contacto erosivo sobre limolitas arenosas y areniscas turbiditícas centimétricas bien
estratificadas. Estas dos unidades estratigráficas han sido bien datadas por Navarrete (1986)
con radiolarios y corresponden por su edad y similitud litológica a los miembros Medio e
Inferior respectivamente, descritos en San Mateo.
La arenisca basal no ha sido identificada en el área y es posible que esté mapeada como Fm
Cayo en el sitio La Ciénega al N de Puerto López. Encima de los conglomerados se ha
identificado una secuencia de lutitas y limolitas café chocolate del Eoceno Superior que
llamaremos Miembro Superior. A continuación se presenta una descripción breve de cada
una de estas unidades (Fig. 24):
-El Miembro Inferior constituido por lutitas y turbiditas finas aflora inmediatamente al Sur
de Puerto López donde está mapeado como Fm Cayo (Hoja Jipijapa DGGM). Fue ubicado
en la zona de Podocyrtis chalara (equivalente a P14-INF o Bartoniano Inferior) por
Navarrete (1986) con los radiolarios Sethochytris triconiscus, Eusyringium fistoligerum y
Lithocyclia ocellus.
La edad de este miembro ha sido también bien establecida por Navarrete (1986) que le
asigna la zona de Podocyrtis goethana-base de Thyrsocyrtis bromia, equivalente a la zona
P14-Sup o Bartoniano Superior en base a los radiolarios Lithocyclia aristotelis, Lithocyclia
ocellus y Theocampe mongolfieri.
-El Miembro Superior consiste de arcillolitas grises que meteorizan en color café chocolate
a café rojizo, con areniscas turbidíticas finas (centimétricas a decimétricas) intercaladas a
intervalos de varios metros en la base (ver a 1 1/2 Km al Sur de Salango). Las turbiditas
presentan una microestratificación cruzada en mamelón (hummocky cross stratification =
HCS) que ha sido interpretada como tempestitas por Jaillard et al, (1993). Un dique
sedimentario tiene rumbo N70° buzando 75° al Norte. Estas rocas fueron datadas Eoceno
Superior por M. Ordoñez (M # PO-318 coord 517.5-9822.9) con los radiolarios Calocyclas
61
turris, Theocyrtis aff tuberosa, Dictyoprora armadillo, D. mongolfieri, Haliomma minuta,
Lithocyclia aristotelis, Lychnocamona sp., Phacodiscus sp., Spongurus bilobatus.
Fig. 25.- La Fm San Mateo en Puerto López. 1: edad según Martha Ordoñez (com. Personal); 2:
edad según Navarrete (1986).
62
Fig. 26.-
a) En la parte inferior, facies de canal y barras con estratificaciones cruzadas y al tope una
barra interestratificada con sedimentos laminados neríticos.
b) Sigmoides de marea (entre C y D) y barras con megaestratificación cruzada (entre A y B).
A y B: Arenisca con clastos, nódulos y bioturbaciones con estratificación cruzada de
ángulo bajo. C: Facies arenosa transgresiva. D: Depósitos estuarinos de baja energía con
finos fragmentos de carbón. E: sigmoides de marea. Sentido de corriente al N345º.
Facies deltaicas de la Fm San Mateo, miembro Medio en los acantilados entre Salango y Puerto
López. a)Punta Mala (coord. 517,8-9826,6); b)Punta Mala (coord. 517,8-9826,6).
63
Fig. 27.- El Eoceno en la región de Julcuy (modificado a partir de Egúez, 1985).
EL ÁREA DE JULCUY.- Fue estudiada por Eguez (1985), quien determinó allí (Fig. 28)
una secuencia comparable a la que hemos descrito en Puerto López, depositada en
discordancia angular sobre la Fm. Cayo:
-En la base, lutitas verdes silíceas algunas muy silicificadas, que se correlacionan con las
lutitas blancas de Machalilla y que proponemos correlacionar con la Fm Cerro. Espesor: 30
m.
-Hacia arriba las lutitas se intercalan con turbiditas decimétricas. Se correlaciona con San
Mateo Inferior de Puerto López. Espesor: 90 m.
64
Sobre el paleoambiente de depósito del Miembro Medio de San Mateo pueden presentarse
aún puntos de duda o discusión. Por ejemplo en el Rio Julcuy una muestra tomada de un
bloque de arenisca calcárea dio microfauna marina silicea (1 radiolario, 1 espícula de
esponja), mientras que Eguez (1985) menciona restos de equinodermos, foraminíferos
aglutinados y radiolarios, encontrados en sedimentos finos intercalados. Los
conglomerados son efectivamente debris flow que podrían corresponder a conos aluviales
depositados directamente en la plataforma interna (fan-delta) al igual que en Puerto López.
Si este es el caso (Jaillard, 1993) las facies más gruesas y por tanto más proximales,
indicarían la cercanía de una tierra emergida que sería posiblemente la Cordillera Chongon-
Colonche si tomamos en consideración el sentido de las paleocorrientes y la composición
de los clastos.
65
Fig. 28.- El Eoceno en Pedernales al N de Manabí .
66
respectivamente, pero que dada su composición más ácida podrían corresponder a un
evento posterior y de edad probable Maastrichtiano a Eoceno Medio Basal.
4) Las rocas margosas y siliceas de Membrillal y La Pila reportadas como Fm San Eduardo,
aunque no logramos datarlas las hemos correlacionado por litofacies con la Fm Cerro del
Eoceno Medio Medio. En todo caso no se han encontrado rocas que sean con toda
seguridad correlacionables con la Fm San Eduardo de la CCC que es de edad Eoceno
Inferior a Medio basal.
6) La Fm Cerro registra un evento transgresivo sobre toda la CCO o bien una subida
eustática importante de edad P11-P12
10) Al correlacionar las formaciones eocenas de la CCC et de la CCO con las variaciones
eustáticas del mar (Fig. 29) se observa que:
67
III-C.- LA PENÍNSULA SANTA ELENA
Algunos autores consideran que el límite Norte del Levantamiento Santa Elena es la falla
Colonche. Al Sur de ésta se encuentra un alto estructural que llamaremos Alto Chongón-
San Vicente y cuyo levantamiento parece haberse producido por efecto del juego de la
misma. La estratigrafía de dicho sector la consideraremos bajo el subtítulo de formaciones
Cayo y Guayaquil.
EL BASAMENTO
LA COBERTURA SEDIMENTARIA
68
EL COMPLEJO OLISTOSTROMICO SANTA ELENA
La teoría de Azad, popularizada por Colman (1970), propone dividir al Complejo Santa
Elena en unidades tectónicas superpuestas, sin valor estratigráfico que serían desde la base
hacia arriba: Los Olistostromos Wildflisch, Azúcar, Clay-Pebble Bed, y el Slice Socorro;
Todas estas unidades estarían sumergidas en una matriz arcillosa más o menos tectonizada
del Eoceno Superior, edad en que se supone se produjo el "gran deslizamiento". Esta gran
avalancha habría tenido su origen en el NO peruano y al emplazarse "habría creado la
Cordillera Chongon-Colonche por compensación isostática" (Feininger y Bristow, 1980, pp
870).
Thalman (1945, 1946) propuso una correlación de los "cherts" Santa Elena, en base a datos
micropaleontológicos, con las formaciones Guayaquil y Cayo. El termino Fm Santa Elena
fue propuesto por Marchant (1956) para distinguir los cherts de la Península, muy
deformados, de las formaciones cretácicas de la CCC. Con el mismo criterio de Marchant,
Jaillard et al (1993) reutilizaron el nombre de Fm Santa Elena denominación que se
mantendrá en el presente trabajo por la dificultad de diferenciar en el campo entre las dos
formaciones (Cayo y Guayaquil) aunque las edades se correspondan parcialmente.
70
Fig. 29.- La Península de Santa Elena. El límite oriental está marcado por la falla La Cruz. La zona
con puntos corresponde al campo petrolero de Ancón.
71
LITOESTRATIGRAFIA.- Sinclair y Berkey (1923) fueron los primeros en describir a las
lutitas silíceas del Alto Santa Elena como radiolaritas. Sinembargo, la frecuente asociación
de éstas con rocas ígneas básicas (Fig. IV-19) y a veces, su extremo grado de brechificación
hizo pensar a Sheppard (1937) que las rocas ígneas son diques, que las lutitas siliceas son
producto de la silicificación de otras rocas por hidrotermalismo y que muchos cherts son
directamente emanaciones hidrotermales, clasificando a los cherts en las siguientes
variedades:
a) negro vítreo: de origen hidrotermal semitranslúcido, rellenando fracturas.
b) blanco opaco: bandeado, producto de la silicificación de las lutitas.
c) crecimientos nodulares bandeados (augen chert) de origen hidrotermal.
d) brechas asociadas a fracturas y fallas; son rojizas cuando la roca original es arenosa y
grises a negras cuando la roca fallada es lutita silícea.
Las lutitas silíceas blancas, grises o verdosas, alternan con delgados bancos de lutitas
verdes que contienen casi exclusivamente microfauna silicea como radiolarios,
foraminíferos bentónicos aglutinados y espículas silíceas de esponjiarios. Micros-
cópicamente, las lutitas silíceas son en muchos casos claramente radiolaritas como las de la
Puntilla de Santa Elena (Sinclair y Berkey, 1923) o las de San Vicente (M # PO-155, coord
526.2-9753.2), mientras que en otros casos solo se observa una matriz fina silícea con
varias generaciones de fracturas rellenadas por sílice (M# PO-138, cerro González coord
551.7-9740.8) y a veces una calcitización generalmente más reciente, en la matriz o en las
fracturas que le puede dar un aspecto de caliza (M# PO-151,153, Pozo Japonesa, coord
516.2-9750.7). En algunos casos se nota un alto contenido tobáceo (cementerio de Salinas,
Benitez, 1983); sinembargo en ninguna parte del Alto Santa Elena se observan las grauacas
típicas de la Fm Cayo o tobas como las que se encuentran en ambas formaciones en la
CCC.
72
Fig. 30.- Relación estrecha de las rocas basálticas y silíceas en la Península de Santa Elena.
(Tomado de Shepard 1937): a: Fm Pta. Ancón, reportada actualmente en el Eoceno medio a
superior. B: Fm Seca de la misma edad que la anterior. C: Fm CPB+Fm Socorro del Eoceno medio.
73
Stylosphaera sp. que indican el intervalo Paleoceno-Eoceno Inferior (anterior al tope de la
zona de B. clinata). Otra muestra del mismo sitio (M# PO-155) presentó radiolarios,
dientes de peces y espículas tetraxónicas de esponjiarios. Los radiolarios Bathropyramia
sp., Buryella aff. tetradica, Cenosphaera sp., Dictyomitra aff. andersoni, Lychnocnoma sp.,
Phormocyrtis striata exquisita, Protoxiphotractus sp. y Thanarba sp.? indican una edad
Paleocena.
-En la cantera del Cerro de la Plata (Noreste del Morillo), los cherts contienen los
radiolarios Cenosphaera sp., Dictyomitra cf. multicostata y Stichomytra sp. de rango
amplio Cretáceo Superior-Paleoceno.
-En el lado Oeste del Cerro Chuculunduy (carretera Progreso-Salinas, M# PO 159), se
comprobó la presencia del foraminífero Heterohelix cf. globulosa, de los radiolarios
Amphypyndax tylotus, Archaeodictyomitra lamellicostata, Diacanthocapsa granti y
Stylospongia sp. que datan al afloramiento como Campaniano Superior-Maastrichtiano. Sin
embargo, los nanofósiles calcáreos Arkhangelskiella cf. scapha, Coccolithus
paenepelagicus, Micula sp., M. decussata, Quadrum gartneri y Watznraveria barnisae dan
una edad Coniaciano-Campaniano Inferior considerándose que son retrabajados.
-En el pozo Matachivato de Tripetrol (M. Ordoñez, informe inédito) también se reporta
microfauna del Campaniano en rocas lutíticas descritas como Fm Cayo.
EL GRUPO AZÚCAR
74
POTENCIA.- La potencia máxima reportada del Grupo Azúcar es de 2.750 m (9020')
medida en los cerros de Estancia y de 2.255 m (7431') en el subsuelo de Ancón (Small,
1962). Sinembargo, estos valores son superiores a las potencias reales por efecto de
repeticiones tectónicas debidas a plegamientos y fallas como se verá en el corte de Playas,
donde una misma columna reportada por Small (1962) de 1.370 m de potencia fue medida
por Moreno (1983) dando 644 m, dato que coincide con nuestro trabajo (650 m, Fig. IV-21)
Otro ejemplo muy importante es el que ya hemos mencionado, de considerar que los
"Passage beds" nombre asignado por Marchant (1956) a las antiguas "Lutitas Atlanta" de
Barkey (1932) son equivalentes de la Fm Engabao (Small, 1962) cuando según las mismas
evidencias aportadas por Marchant (1956) corresponden a la base del Grupo Ancón. Por lo
expuesto nos referimos a continuación a las tres formaciones para referirnos especialmente
a trabajos anteriores donde las relaciones de superposición estratigráfica están bien
establecidas.
La Formación Estancia fue definida por Thalman (1946) en los cerros La Estancia como
una secuencia de cerca de 1.220 m (4000') de areniscas grises, micáceas, color rojo ladrillo
por meteorización con niveles de guijarros cuarzíticos, que alternan con lutitas negras duras
y capas finas de areniscas micáceas, con material carbonoso.
75
76
Fig. 31.- Columna estratigráfica de la formación Azúcar en Playas.
77
La Formación Chanduy tal como fue descrita por Smith (1947) en su localidad tipo el
cerro de Chanduy, consta de areniscas grises, silíceas, de dureza moderada; conglomerados
de cuarcitas; alternancias de arenisca y conglomerado, y alternancias (al tope) de lutitas
negras duras con arenisca gris. Small (1962) prefiere no incluir las areniscas y lutitas del
tope y reporta según este criterio las siguientes mediciones de espesor:
Ríos Gato, Tejón y Naranja (Norte del Cerro Chanduy): 462 m (1515')
Ríos Rata, Lata y Pardo (Sur del Cerro Chanduy): 744 m (2439')
Río Ébano (Cerro Azúcar): 45Im (1.478')
Playas: 222 m (728')
Cerro de Saya: 457m (1500')
La sección de los acantilados de Playas fue estudiada por Small (1962) que definió a las
rocas del Grupo Azúcar como depósitos neríticos (Fm Estancia y Engabao) y transicionales
a fluviales (Fm Chanduy). Estas fueron definidas posteriormente por Moreno (1983) y
Benitez (1984) como depósitos turbidíticos de abanicos submarinos superior a medio. Por
ser el mejor afloramiento de estas rocas presentamos una revisión del mismo.
78
LA COLUMNA ESTRATIGRAFICA.- Inmediatamente al Oeste de Playas, siguiendo
los acantilados de unos 5 Km de extensión hasta Punta Chapolla (antiguo faro) afloran
ininterrumpidamente rocas plegadas del Grupo Azúcar en posición generalmente
subvertical.
El análisis tectónico permitió definir un anticlinal fallado en el sector Oeste, del cual su
limbo Occidental está conformado por una sección representativa del Grupo Azúcar de
unos 650 m de potencia; todo el afloramiento está afectado de un fallamiento de rumbo
dextral penetrativo que al no ser tomado en cuenta provoca una repetición de la medición
de los estratos; ésta parece ser la razón por la cual Small (1962) reporta una potencia
cercana al doble de la que hemos medido.
Se reconocen a partir de la base varios conjuntos de abanico medio que hemos denominado
abanicos 1, 2, 3, 4 y 5 con sus respectivas zonas interabanico A, B, C, D, y cerca del tope
sub-facies canalizadas de un abanico superior. En cada uno de los abanicos se distinguen
subfacies de lóbulo, canal de lóbulo y zonas intercanales.
Los lóbulos se caracterizan por areniscas gradadas decimétricas a métricas limpias de grano
medio a grueso, bien estratificadas, son turbiditas principalmente Tab y Tb y menos
frecuentemente Ta por lo que presentan un aspecto laminado y se arreglan en secuencias
estrato-crecientes de primer orden. Los canales de lóbulo presentan conglomerados
intraformacionales con bases erosivas, clastos de areniscas, lutitas suaves y en menor
proporción, clastos redondeados de cuarzo y silex; las estructuras primarias son de flujos de
alta densidad, según Lowe (1981).
Los intervalos más finos que hemos llamado zona interabanico lo conforman
intercalaciones de turbiditas centi a decimétricas generalmente Tab y Tb y de lutitas, en
secuencias frecuentemente grano-estrato-decreciente; estos conjuntos caracterizan a la sub-
facies de abanico inferior proximal. No se encuentran verdaderos depósitos de planicie si se
considera la poca cantidad de lutitas intercaladas y la pobreza de la microfauna.
79
OBSERVACIONES.- El análisis de la columna revela los siguientes hechos:
-Los abanicos 1, 2, 4 y 5 son del tipo II (lóbulos con canales) de Mutti (1979, en Walker,
1989) y el abanico 3 es del tipo I de Mutti (lóbulos sin canales).
-Ningún abanico presenta facies del tipo III de Mutti o complejo canal-malecon (chanel-
levee complex).
-Cada abanico está formado por varios lóbulos Y canales superpuestos.
Es notable la evolución hacia el tope de granulometrias más gruesas y más ricas en clastos
exógenos (cuarzo, cuarcita, chert), por ejemplo en el abanico No. 2 los pocos
conglomerados son casi totalmente intraformacionales (90% de clastos de areniscas)
mientras que en el abanico No.4 al tope se encuentra una potente secuencia de
conglomerados compuestos tanto de clastos exógenos como intraformacionales. Por otro
lado las zonas interlobulares de granulometría más fina, son más potentes hacia la base.
-La facies de canales de abanico superior representa un máximo en el evento progradante
del abanico Azúcar.
-La presencia de una facies de abanico medio por encima del abanico superior al tope de la
columna representa un ligero retroceso de la progradación.
80
Fig. 32.- Dirección de paleocorrientes en el Grupo Azúcar en Playas (Según Moreno, 1983).
En la cima del Cerro Azúcar varias mediciones del eje mayor de los clastos dió una
dirección NNE-SSO. En el camino al pueblo Azúcar (Coord 546.7- 9750.2) conglomerados
y areniscas en posición sub-vertical dan una dirección N-S. En ambos casos, si la base de
los estratos está hacia el Oeste, los sentidos de paleocorrientes son compatibles con los
datos de Playas. Aparte de los datos indicados no se han medido otras paleocorrientes fuera
de Playas.
Los conglomerados tipo Fm Chanduy en Playas están conformados por clastos redondeados
de cuarzo lechoso, cuarcita y chert (80-90%) y angulares de areniscas intraformacionales
81
(10%). En el Cerro Azúcar se identificó cuarzo lechoso (38%), cuarcita fina (38%), cuarcita
gruesa (8%) chert bandeado (4%), cuarcita micácea (2%), filita (2%) y (8%) de limotita
cuarzosa (Moreno, 1984). Ocasionalmente se observan clastos de andesita y basaltos.
El estudio petrográfico de las areniscas ha sido efectuado por Moreno (1983, 84) y Moreno
(en ESPOL, 1993), con muestras de areniscas representativas de todo el Alto Santa Elena,
incluyendo un pozo costafuera de Belco (Fig.33).
Thalman (1946, en Small 1962) asigna una edad Paleoceno (Mondan) de la Fm Estancia en
base al foraminífero aglutinado Rzehakina epigona (Rzehak) y otros como Bathysiphon,
Pelosina, Haplophragmoides, Saccammina, Glomospira, Trochamminoides y Rzehakina.
Polugar (en Small, 1962) definió una edad Daniano Sup-Thaneniano Inferior para la Fm
Estancia en el pozo AEOL No. F-26 del Cerro Saya en base a los foraminíferos
planctónicos Globigerina sp., G. aff. daubjergensis (Daniano Sup-Thanetiano Inf, P1C-
P3B) y Globigerina triloculinoides. En el campo Ancón también determinó el Paleoceno
para la Fm Estancia con los foraminíferos Rzehakina epigona lata, Trochammina
globigeriniformis, Bathysiphon ( gray, waxy), Marsonella oxycona, Globigerina sp., G. aff.
canariensis, Chilostomella ovoidea, G. czizcki, Eponides cf., E. repandus, Ammobaculites
sp., Nodosarella subnodosa, G. aff. cretácea.
En Playas, Moreno, (1983) al tope de lo que sería la Fm Estancia (M # 2837, Coord 566.7-
9708.5) reporta el foraminífero planctónico Globorotalia cf velascoensis del Paleoceno
terminal (zonas P4-P5) otro conjunto del Paleoceno Haplophragmoides carinatum,
Cibicides sp, Osangularia aff lems, Rzehakina epigona, Globorotalia sp, Daxia sp.
Sinembargo, Moreno asignó a G.
82
MUESTRA
83
Fig. 33.- Composición mineralógica de las areniscas de la Fm Azúcar en varios lugares de la
Península Santa Elena y en el pozo B2-ANX1-IIX costa-afuera de Ancón (Según Moreno, 1983,
1984, 1990).
velascoensis un rango de edad del Paleoceno al Reciente lo cual solo le permitió ratificar
una edad Paleocena para el Grupo Azúcar. Ordoñez et al, (1985) también reportaron una
edad Paleocena en base a la aparición de Martinotiella sp y a la extinción de
Haplophragmoides carinatum, Rzehakina epigona, Spiroplectamina spectabilis y
Bathysiphon aff. gerochi.
84
Jaillard et al (1993) reconocen el verdadero rango de G. velascoensis también encontrado
por Gamber et al (1991), que es Paleoceno terminal, zonas P4-P5
Una muestra palinológica del Eoceno Medio mencionada por Gamber et al (1991) proviene
en realidad del Grupo Ancón (Jaillard et al 1993); una muestra del Alto Chongon-San
Vicente (MG-93) reportada por UNOCAL (1987) como Eoceno Inferior (en Jaillard et al,
1993) en realidad tiene un rango desde el Paleoceno terminal (zona P6) hasta el Eoceno
Inferior (zona P8) y pertenece a rocas paleocenas que no son rocas típicas del Grupo
Azúcar; la mención de Polylepidina sp del Eoceno Medio en el Pozo Engunga-1 del IEPC,
en Bristow y Hoffstter (1977) corresponde a rocas del Grupo Ancón reportadas en dicho
pozo desde cero hasta 823 m (Moreno, 1984) que forman parte de una pequeña sub-cuenca
del sector de Engunga.
Las rocas "Passage beds" con Discocyclinas del Eoceno Inferior que fueron consideradas
equivalentes de la Fm Engabao (Small, 1962) en realidad deben ser consideradas como
parte del grupo Ancón como se verá más adelante.
Por otro lado en la cima del Cerro Chanduy (Coord 542.6-9740.1) en rocas que
corresponden a la Fm Engabao se reporta en Moreno (1984) una microfauna del Paleoceno:
Bathysiphon gerochi (Cretáceo Superior Paleoceno) y Haplophragmoides cf mjatliukac
(Pal.-Eoc. Inf.).
Las rocas del Grupo Azúcar estudiadas en Playas representan un gran evento progradante-
retrogradante de un abanico submarino que consta de tres partes: a) en la base, secuencias
de lóbulos de abanico medio (areniscas) e interlóbulos (areniscas finas y lutitas) que
presentan una tendencia general grano-estrato-creciente; b) conglomerados que representan
canales de abanico superior; c) al tope, nuevamente areniscas y lutitas de lóbulos de
abanico medio que representarían un evento de retrogradación.
-La existencia de las tres facies mencionadas dio lugar a la definición tradicional de las
formaciones; Estancia, Chanduy y Engabao. Sinembargo como se ha visto en Playas, no
existen litologías características de cada formación ni contactos netos entre ellas y según la
interpretación de abanicos submarinos, los cuerpos sedimentarios son lenticulares y
discontinuos por lo que no son mapeables a gran distancia entonces el concepto de
formación no es aplicable a las facies estudiadas.
85
-La evolución vertical de las facies de abanico, observada en Playas, parece ser general en
la Península como se ha visto en los cerros Chanduy, Azúcar y Saya por lo que las
menciones anteriores de las fomaciones Estancia, Chanduy y Engabao pueden tener algún
valor local solamente si corresponden a una secuencia estratigráfica bien establecida en
base al principio de superposición.
La edad del Grupo o Fm Azúcar presenta un rango del Daniano Superior al Thanetiano
Superior (zonas P1C-P5) de acuerdo a los datos bioestratigráficos reportados en varios
sitios. Varias determinaciones confirman el Thanetiano, mientras que el Daniano Superior
es sugerido por una sola determinación.
Entre los pueblos de Chongón y San Vicente existe un alto morfo-estructural paralelo a la
CCC que llamaremos Alto Chongon-San Vicente y que constituye el margen septentrional
de la Cuenca Progreso. Allí afloran rocas paleocenas que han sido mapeadas (Hoja
Chongon 1:100.000) como grupo Azúcar y "bloques" de rocas cretácicas aflorando en los
Cerros La Rosa, San Juan (actualmente estribo izquierdo de la Represa Chongon), Los
Picones, San Vicente entre otros. Las rocas paleocenas se encuentran hacia el Norte en
contacto tectónico con las rocas plegadas del Grupo Ancón que fueron descritas como
cobertura en la CCC.
En el Cerro San Juan (Represa Chongon) se observaron estas escamas tectónicas de rocas
muy deformadas principalmente lutitas silicificadas con radiolarios y grauacas tobáceas. El
análisis de varias muestras en el túnel de derivación de la represa Chongon dio una edad
Campaniano Superior (análisis de M. Ordoñez) en base a los radiolarios Pseudoaulophacus
pargueraensis (Campaniano), P. floresensis (Camp-Maast. Inf), P. gallowayi (Camp Sup-
Maastr Inf), Dictyomitra kosloval (Camp Sup.), D. multicostata (Camp. Sup-Maast.),
Amphypindax tylotus (Camp Sup-Maast.); la microfauna de foraminíferos aglutinados y los
palimomorfos dieron una edad amplia Cretáceo Superior-Paleoceno.
En el Cerro San Vicente (represa del mismo nombre) afloran lutitas siliceas muy
deformadas por 3 fases de plegamiento como se verá más adelante y que fueron, al igual
86
que las rocas cretácicas del Cerro San Juan, consideradas como parte de la Fm Santa Elena
por Jaillard et al (1993).
CONCLUSIÓN.- Las rocas cretáceas son por su edad, litología predominante, y grado de
deformación, correlacionables con las rocas de la Fm Santa Elena, aunque en San Juan se
han observado escamas tectónicas de grauacas que se parecen a las de la Fm Cayo y que no
han sido encontradas en la Península.
Las rocas paleocenas son grosso modo correlacionables por edad con las rocas del Grupo
Azúcar pero su composición litofeldespática y área fuente de arco magmático son
netamente diferentes y meritarían tener un nombre formacional propio.
87
EL GRUPO ANCÓN
El Grupo Ancón comprende rocas silicoclásticas de edad Eoceno que toman su nombre del
campo petrolero de Ancón que fue explotado entre 1906 y 1967 por la compañia inglesa
Anglo Ecuadorian Oilfield (AEO); comprende las formaciones siguientes, a partir de la más
antigua: Clay Pebble Beds, Socorro, Seca y Punta Ancón. Otras rocas que incluimos en el
grupo como parte de la Fm CPB son las llamadas "Passage beds" y la Arenisca
Santo.Tomás.
Otras rocas correlacionables con el Grupo Ancón afloran más hacia el Norte desde
Ballenita hasta el campo Pacoa y subafloran ampliamente en el área de la plataforma
continental adyacente. El Grupo Ancón también ha sido identificado en la Cuenca Progreso
donde aflora en el borde Oeste en el límite con el Alto Santa Elena y ha sido alcanzado en
numerosas perforaciones exploratorias. Por ser las zonas donde disponemos de más datos,
resumiremos a continuación por separado las zonas de Ancón y del Campo Pacoa.
Las rocas del Grupo Ancón afloran ininterrumpidamente a lo largo de unos 21 Km en los
acantilados de Ancón, desde la pequeña península de Punta Ancón al NO (coord 9744.0-
511.8) hasta Punta Mambra al SE (coord 526.3-9736.3).
Conocidas solo en el subsuelo de Ancón, que fueron definidas por Marchant (1956) como
capas de transición entre el Grupo Azúcar y el Grupo Ancón pero de acuerdo a nuestro
trabajo constituyen la base de la Fm CPB. Antes de Marchant (1956) fueron llamadas
"Atlanta Shales" y después "Matriz Azúcar" del Complejo Olistostrómico Santa Elena.
(Azad, 1968).
Brown (1935, p.5) definió la "Atlanta Shale" como "lutitas duras con capas delgadas de
areniscas, no distinguibles en apariencia de Areniscas Atlanta, conteniendo un conjunto
característico de foraminíferos que incluyen las mismas Discocyclinas de la Arenisca
Atlanta que son comunes solamente al tope de las series; la distribución de estas rocas es
muy irregular y su potencia es variable". Las areniscas con Discocyclina fueron llamadas
Middle Grits por Sheppard (1937).
Según Marchant (1957) que revisó la definición de Brown con nueva información de pozos
indica que la referencia es muy vaga probablemente porque él solo trabajó con ripios y que
cualquiera que haya sido la intención original, ha sido costumbre de ubicar a todas las rocas
que se encuentran bajo rocas típicas de la CPB y sobre la Arenisca Atlanta bajo la
denominación de "Atlanta shale". Marchant indicó que esta costumbre tiene su fundamento
en la práctica común de poner los topes formacionales en base al registro eléctrico que en
88
Ancón presenta casi siempre una transición entre las altas resistividades de la Arenisca
Atlanta (20 ohm) y las bajas resistividades de la CPB sensu stricto.
Fig. 34.- Columna estratigráfica de las rocas del Grupo Ancón (Punta Ancón a Punta Mambra.
Tomado de Montenegro, 1988) y bioestratigrafía con nanofósiles (según Jiménez y Mostajo,
1990).
89
LITOESTRATIGRAFIA.- Con el fin de conocer a que correspondía estratigráficamente
esta transición del registro eléctrico, Marchant hizo estudios ex-profeso con núcleos, ripios
y registros. En el pozo 1230 (Fig. 34) encontró que las capas de transición correspondían a
dos tipos de secuencias:
-Al tope (1550'- 1820') intercalaciones de litologias tipo CPB con capas de areniscas desde
suaves, arcillosas hasta duras grano medio a grueso, grises calcáreas.
-En la base (1820'-1940') se nota una desaparición de la CPB, un predominio de areniscas
como las del intervalo suprayacente, intercalaciones de arcillolitas negras con niveles
carbonosos (restos de plantas y carbón). Un nivel cercano a la base de éstas (1935')
presentan clastos de arcilla; característicamente, estas areniscas presentan Discocyclinas
(Middle Grits).
En el pozo nucleado Ch Fa-1, Marchant encontró una transición similar a la del pozo 1230
entre capas estratificadas de areniscas básales y litologias de CPB hacia arriba; también
notó un nivel de arcillolita con clastos arcillosos entre 1600' y 1628', que corresponden a la
base de las rocas de transición.
Fig. 35.- Perforaciones con núcleos completos 1230 y Fa-1 que muestran el significado de las
“capas de transición” o “Passage Beds” de Marchant (1956). Estas forman parte de la base del
ciclo de sedimentación del Grupo Ancón.
90
Además, Marchant demostró que los registros eléctricos solo definen con exactitud el tope
de la Arenisca Atlanta (cuando no hay problemas de cementación) mientras que el contacto
entre las capas de transición y el CPB no corresponde a un cambio litológico definido. De
la misma manera, los ripios tampoco definen el contacto entre la CPB y las capas de
transición y concluyó que solamente con núcleos se podría definirlo o aún subdividir a
dichas capas como en el pozo 1230. Por lo expuesto, estableció que el término "lutitas
Atlanta" aplicado a las capas de transición producían una confusión al no ser una unidad
estratigráfica definida, por lo que recomendó su abandono. En cambio las denominó
"Passage beds" para efectos prácticos de su reconocimiento en los registros eléctricos.
Además, examinando los buzamientos en los núcleos de los pozos estudiados (Fal, 1230,
1550, 1233) encuentra muy poca variación entre los "Passage beds" y las rocas
suprayacentes (Marchant, 1956, p 28).
A pesar de todas sus bien documentadas apreciaciones sobre los "Passage beds", Marchant
en una publicación posterior (1961, p 223, expresa sus dudas de que pertenezcan al ciclo
sedimentario del Grupo Ancón considerando que "se admite generalmente que las capas
con Discocyclina son indicativas de la Arenisca Atlanta", aunque estipula un cambio
gradual hacia el CPB suprayacente Además, el mismo Marchant (1956, p. 20) indica que
las capas con Discocyclina (Base de los Passage beds) son "menos duras, menos calcáreas,
dan menor valor de resistividad y contienen más capas argilaceas que el propio cuerpo de la
arenisca Atlanta". Por otro lado Azad (1964, p 23) utilizando por primera vez registros de
buzamiento (dipmeter log) indica que "hay posiblemente una discordancia estructural entre
la Arenisca Atlanta y los suprayacentes Passage beds".
Small (1962) y Azad (1964), observaron la gran variabilidad de espesores tanto de los
Passage beds como del CPB y ambos también establecieron que su potencia es mayor en
los sitios donde la Arenisca Atlanta se encuentra más profunda (150 a 500 m) y menor
donde ésta se encuentra menos profunda (O a 150 m). Según Small (1962) esta diferencia
de espesor implica una depositación contemporánea con la deformación y truncamiento de
las rocas pre-Ancon. Azad (1964) explica esta variación como "producto del diastrofismo
después del depósito de los Passage Beds seguido de erosión en los altos y preservación o
posible duplicación por slumping en los bajos"; estima que al tope de los Passage beds
existe una discordancia erosiva.
91
Fig. 36.-
92
Eoceno Inferior. Evidentemente, Sheppard no se refirió a la arenisca Atlanta sino a los
Passage Beds.
Tschopp (1948, p. 19) dio a los Passage Beds una edad Eoceno Inferior parte superior en
base a los macroforaminíferos y a su posición estratigráfica. Cabe recalcar que en ninguna
parte donde aflora el Grupo Azúcar sin la cobertura del Grupo Ancón, se ha mencionado la
presencia de las Discocyclinas y al contrario son comunes en el CPB.
Además, la datación más reciente de los "Passage Beds" (Polugar en Small, 1962), les
asigna una edad Eoceno Inferior (p. 169) en base a Robulus gutticostata, R. americanus
var., Nodosaria vertebralis, Globigerina aff. G stonei, Globorotalia aff., G. acuta, G.
crassata, G. aequa, Spiroplectamina gryzbowskii, Rzehakina epigona lata, Discocyclina
s.s., Operculinoides spp y Bathysiphon sp; aunque según el mismo autor la edad podría
variar desde el Paleoceno hasta el Eoceno Medio Inferior.
En conclusión los "Passage beds" de Marchant han sido colocados en el grupo Azúcar por
la idea equivocada de que las Discocyclinas fueron encontradas en rocas de la Arenisca
Atlanta lo cual como se ha demostrado no es cierto. En realidad los "Passage beds", estando
en discordancia angular sobre el Grupo Azúcar son la unidad basal del ciclo sedimentario
eoceno o Grupo Ancón, tanto por su edad como por su transición gradual hacia la
suprayacente CPB y asi lo han interpretado anteriormente Sauer (1965, p. 135) y Tschopp
(1948, p. 30).
Los mayores espesores en los bajos estructurales de Atlanta y menores en los altos de la
misma formación podrían deberse no a una "discordancia erosiva" como lo anota Azad
(1964) sino más bien a un proceso de relleno rápido de una paleotopografia resultante de
una importante fase tectónica a la que estuvo sometido el grupo Azúcar posiblemente en la
base del Eoceno Inferior.
La presencia de Discocyclinas en las areniscas, indican por un lado que son retrabajadas y
en segundo lugar que provienen de una área fuente de aguas someras similar a la que dio
origen a las turbiditas San Eduardo, pero con un aporte terrígeno local mucho más
importante.
93
publicar su hipótesis de que tales rocas constituyen brechas de fallas inversas (thrust faults)
iniciaron la gran polémica.
Sheppard (1927) presenta argumentos en favor de un origen clástico. Busk (1929) trata de
conciliar ambas hipótesis aceptando que las rocas son clásticas pero depositadas al frente de
las escarpas de fallas inversas a medida que el cabalgamiento avanza. Baldry (1932)
menciona la presencia de rocas del mismo tipo en el NO peruano. Sheppard y Bushnell
(1932) aceptan la existencia de cabalgamientos en el SO ecuatoriano con formación de
brechas que se pueden distinguir de las rocas CPB que son de origen clástico y no
tectónico. El mismo Sheppard (1937) desarrolla la idea de un origen clástico sugiriendo que
el CPB sería el producto de flujos de lodos subaéreos de gran escala que habrían provenido
de los Andes.
Sin refutar los bien expuestos trabajos de Marchant y Small, las teorías tectono-
gravitacionales volvieron a ser planteadas por Azad (1968) y Colman (1970) ya no
solamente sobre el CPB sino sobre toda la península de Santa Elena dando origen a la
definición del muy conocido "Complejo Olistostrómico de Santa Elena" al cual nos
referimos anteriormente, del cual el CPB sería apenas una unidad tectónica con el nombre
de "Olistostromo CPB". Esta teoría como ya se dijo, fue muy bien aceptada incluso con
entusiasmo en un momento en que todavía no se conocían bien los fundamentos de la
Tectónica de Placas, ni el carácter sedimentario de las cuencas de antearco, razón por la
cual, Benitez (1983) planteó la necesidad de estudiar las rocas de la Península Santa Elena
desde los nuevos puntos de vista.
94
puede ser muy superior a 60 m (200'). En efecto, si consideramos un buzamiento regional
de 7° hacia el SE en 1500 m de afloramiento (ya que se observa en realidad el núcleo de un
anticlinal) la potencia máxima observable sería de 180 m.
En el subsuelo la potencia puede variar desde 0 m, hasta 457 m (1500') según Marchant
(1956) o hasta 760 m (2500') según Small (1962) y al igual que los Passage Beds las
mayores potencias se encuentran en los bajos estructurales de Atlanta y a la inversa las
menores en los altos estructurales de Atlanta. De acuerdo a Marchant, la localidad tipo de la
formación debería estar en la Quebrada Socorro e igualmente para el subsuelo menciona al
pozo Fa-1 (perforado en la desembocadura de la quebrada Socorro), como referencia tipo
con 400 m (1315') de potencia del CPB.
"clay pebbles" y que dieron nombre a la formación. Baldry los definió como "guijarros de
arcilla endurecida embebidos en una matriz de arcilla más suave, varían desde tamaños de
una cabeza de alfiler hasta 3 pulgadas (8 cm) de diámetro y presentan un recubrimiento
pulido de coloración ferrosa"; también menciona bloques redondeados de arenisca y de
conglomerados, caliza con foraminíferos, cuarzo redondeado y pulido, concreciones
calcáreas y foraminíferos.
Marchant (1961) reporta la siguiente composición promedia de clastos de roca dura en base
a 5 muestras tomadas en varios sitios (B26 a B30):
LITOLOGIA # CLASTOS %
En dos muestras tomadas en los acantilados, una al pie del club Ancón y la otra cerca de la
quebrada Socorro dando un total de 128 clastos mayores de 1 cm, escogidos a la mano,
encontramos la siguiente composición total de los clastos de roca dura y de Clay Pebble:
95
LITOLOGIA DE CPB %
Limolita gris verdosa, calcárea, ovoidea a irregular, con pátina brillante 24
Limolita gris verdosa no calcárea irregular,6% sin pátina, 6% con pátina 12
Limolita gris verdosa calcárea sin pátina, varias formas 9
Limolitas no calcáreas colores rojo, ladrillo, amarillo varias formas, sin pátina 7
SUB TOTAL DE LIMOLITAS 52%
Arenisca fina a media, verdosa, calcárea, 2% con pátina 13
Arenisca fina-limosa, no calcárea, 3% con pátina 15
Arenisca gruesa a muy gruesa gris no calcárea. 1
SUB TOTAL ARENISCAS 29%
Caliza arcillosa gris 3% con pátina 7
Caliza bandeada 1
Calcarenita 1
SUB TOTAL CALIZA 9%
Cuarzo redondeado 5
Cuarcita 2
Chert 2
SUBTOTAL CUARZO MAS CUARCITA 9%
Bitumen 1
TOTAL 100%
Hemos separado los clastos con pátina brillante color verde, café o negro bronceados
característica de los "clay pebbles", notándose que no corresponden a una litologia única: se
la encuentra en limolitas gris verdosas calcáreas (24%), en limolitas grises no calcáreas
(6%), en areniscas grises, limosas a areniscas de grano medio (5%) y en calizas arcillosas
grises (3%). Sinembargo, la mayoria de estas litologias son a simple vista muy parecidas
por su color gris ya que solo difieren entre sí por el tamaño de grano y por la mayor o
menor cementación con carbonato de calcio.
En conclusión los "clay pebbles" son clastos de rocas silico-clásticas finas de origen
intraformacional que han sufrido muy poco transporte considerando sus formas
subangulares. El pulido brillante se debería a un proceso de intemperismo submarino que
provoca el depósito de una película fina de óxidos de acuerdo a lo planteado por Lonsdale
(1977, p. 13).
También hemos observado cerca del contacto con la suprayacente Fm Socorro niveles con
numerosos bloques de arenisca en tamaños centimétricos a métricos formando a veces casi
conglomerados o brechas; estas areniscas presentan pátina de óxidos que muestran haber
sufrido un intemperismo submarino al igual que los "clay pebbles", sugiriendo también un
origen intraformacional.
96
Los guijarros de rocas exógenas como cuarzo, cuarcitas, chert e incluso ígneos son la
prueba de un retrabajado de rocas del Grupo Azúcar. La presencia de calizas con
foraminíferos no ha sido confirmada en el presente trabajo ni en los de Marchant (1956) y
Small (1962). Tampoco la de clastos de rocas metamórficas verdes (slates) que mencionó
Sheppard (1937).
La Fm CPB no está constituida exclusivamente por la litologia típica que hemos descrito.
También es común encontrar intercalaciones de rocas estratificadas, que se pueden observar
en la localidad tipo (Qb. Socorro) y en el pozo tipo (Fa-1) según Marchant (1956). En
nuestro mapeo de los acantilados de Ancón hemos constatado la presencia de estas
intercalaciones en contacto con la facies "clay pebble", a menudo fallados que presentan
deformaciones de origen tectónico compresivo y en un sitio a 600 m al NO de la Qb.
Socorro se observó una transición desde rocas turbiditicas bien estratificadas (Km 4, Mapa
II) en la base, encima slump y hacia el tope CPB con espesores de 5, 10 y 20 m
respectivamente; no se vio allí el tope de CPB.
97
ARENISCA SANTO TOMAS
Es un nombre local que ha sido dado por geólogos de la AEO a areniscas conocidas solo en
el subsuelo del sector Santo Tomás ubicado en el extremo Sur del campo Ancón y se
correlaciona con la Arenisca Tigre, también de extensión local, del NE del campo. Small
(1962), las consideró un conglomerado basal de la Fm CPB.
a.- Estratos de areniscas guijarrosas ubicados entre los Passage beds y la CPB (pozos 1117
y 700), en acuerdo con la definición de Small.
b.- Estratos de areniscas que se correlacionan con los Passage beds (Pozos 1098 y
1117).
c.- Capas posiblemente más alteradas de la Arenisca Atlanta (pozos 1015 y 1055) que no
se pueden distinguir en base a registros eléctricos (Small, 1962)
FORMACIÓN SOCORRO
Esta misma definición fue adoptada por Small (1962), Azad (1964), Sigal (1968), aunque
posteriormente los autores de la hipótesis olistostrómica (Azad, 1968; Colman, 1970)
consideran que la unidad no tiene valor estratigráfico sino tectónico por lo que lo llamaron
"Socorro Slice" lo que fue aceptado por los autores del léxico estratigráfico (Bristow y
Hoffstetter, 1977).
98
En la localidad tipo, Marchant (1956) reporta 390 m (1275') de potencia y un poco menos
en un corte del pueblo Ancón. Datos de subsuelo dan una potencia máxima de 457 m
(1500').
En la base de la formación se encuentra una arenisca que puede ser vista frente al Club
Ancón o entre 1 y 2 Km al NO de la Quebrada Socorro. En el primer sitio se observan
areniscas métricas saturadas de petróleo con bases conglomeraticas erosivas, frecuen-
temente canaliformes, con figuras de escape de fluidos, por lo que su potencia es muy
variable. En el segundo sitio la arenisca basal presenta un carácter algo más tabular y menor
potencia debido a su carácter más distal. Por sus características sedimentológicas son flujos
de alta densidad.
Este mismo tipo de secuencia se vió en las capas estratificadas de CPB y en unas
intercalaciones arenosas de la Fm Seca. En esta última las arcillolitas de la base son más
laminadas y presentan niveles con nódulos calcáreos centimétricos formando incluso
pequeños bancos.
-El miembro Socorro Superior algo menos arenoso que infayace a las lutitas Seca.
99
Fig. 37.- Secuencias grano-estrato-crecientes (coarsening upwards) de la formación Socorro (a y
b) y de la formación Seca(c) del campo de Ancón.
100
saipanensis, D. tani nodofer y Rhabdosphaera umbilica. La edad de la Fm Socorro se
encontraría en el rango biozonal P2/310-P12A del Luteciano.
En el informe del convenio PE-ORSTOM (Jaillard et al, 1993) se mencionan las muestras
PO 51, 52, 53 tomadas al NO de la Quebrada Socorro como pertenecientes a la Fm CPB;
un mapeo de más detalle mostró que forman parte de la Fm Socorro cerca de la base. La
microfauna permite dar una edad Luteciano Medio a Superior (biozonas P11- P12) en base
a:
-Los foraminíferos planctónicos Globorotaloides carcoselleensis y Globigerinatheka sp.;
-Los foraminíferos bentónicos Bathisyphon eocenica, Bulimina aff microcostata,
Cassidulina sp., Cibicides sp., Lenticulina cf. deformis, Nodosaria pyrula, Uvigerina sp y
Valvulineria subbadensis.
-Los radiolarios Cenosphaera sp., Lithapium plegmacantha, Lithocyclia ocellus,
Lythocyrtis vespertilio, Phormocyrtis striata striata, Podocyrtis aff. diamesa,
Spongatractus pachystylus, Stylosphaera minor brevihastata, Theocyrtis sp., Thyrsocyrtis
triacantha, T. rhizodon.
LA FORMACIÓN SECA
En la base de la formación se distinguen unas arcillolitas blancas con pátina rojiza de varios
metros de potencia, que fueron llamadas lutitas Cacique por Murray (1925) que según
Marchant (1956) no pasan de 60 m (250') de potencia en la Quebrada Seca. Las lutitas
tienen una fractura concoidea y en partes (en el acantilado) familias de diaclasas que
semejan una pseudo estratificación más o menos ortogonal a la verdadera. Por su aspecto y
características indicadas parecen ser lutitas tobáceas o tobas, aunque no se realizó ningún
análisis petrogáfico para confirmarlo.
101
secuencias completas de pequeños abanicos de carácter retrogradante (Fig. 38) que
presentan desde la base:
-En la sección tipo de la Fm Socorro no hay debris flow o slumps de las potencias
indicadas.
-Existe un control de subsuelo realizado por Marchant (1957) que permite definir el
desplazamiento y correlacionarlas estructuralmente con la base de la Fm. Seca.
-Además, tanto Murray (1924 p. 1) como Marchant (1956) reconocieron en la Quebrada
Seca un nivel de "arenisca calcárea fina bien estratificada y lutitas grises en formas a
menudo vagamente concrecionarias, que representan un fenómeno geológico excepcional y
parecen desafiar una explicación" (Marchant, 1956, p 29). Tales "misteriosas" capas son
probablemente slumps similares a los Engabao Beds o sismitas.
-Finalmente, en el estudio bioestratigráfico de Jiménez y Mostajo (1990) dos muestras (M #
35 y 36) tomadas en estas capas dieron una edad NP16. También Ordoñez (en Jaillard et al,
1993) en la M#PO-74, reportada como Fm Punta Ancón, que fue tomada en un nivel
arcilloso entre el debris flow y la megaturbidita de la secuencia inferior de los "Engabao
beds" determinó el Eoceno Medio tardío (zona P14); combinando ambas edades se tiene
que la edad de los "Engabao beds" estaría en el tope de NP-16 igual a la base de P-14
(Bartoniano inf.).
En conclusión, los "Engabao beds" de Black (1957) son facies de abanico submarino
proximal equivalentes estratigráficos de las arcillolitas Seca con las cuales se encuentra
interestratificada.
Nuevas determinaciones con nanofósiles y radiolarios le asignan una edad Eoceno Medio
parte media del Luteciano Medio al Bartoniano Inferior. Así, Jiménez y Mostajo (1990) le
asignan la biozona de nanofósiles NP15 (parte media) para la base con Nannotetrina
quadrata, N. cristata, Chiasmolitus gigas, Ch. medias, Discoaster saipanensis, D Tami
nodifer y Rhabdosphaera umbilica y NP-16 al tope con Ch. solitus, Helicosphaera
seminulum, Ch. expansus, Pemma distineta, Ch. modestus y Micrantolithus sp. El rango
indicado corresponde a las biozonas de foraminíferos P11 a P13 del Luteciano medio a
Bartoniano inferior.
102
Según un estudio bioestratigráfico de Jiménez y Mostajo (1990) en dos muestras tomadas
en los Engabao Beds (M# 35 y 36) han dado una edad NP-16 e igualmente una
determinación de Ordoñez (in Jaillard et al, 1993) a la muestra PO-74 tomada en el mismo
sitio en un nivel arcilloso situado entre el debris flow y la megaturbidita de la secuencia
inferior y reportada a la Fm Punta Ancón le asigna una edad Eoceno Medio terminal o P14,
con los foraminíferos planctónicos Globigerina eocaenica, Turborotalia sp, Globigerina
officinalis y los radiolarios Cenosphaera sp., Lithocyclia ocellus. De tal manera que los
Engabao Beds pertenecerían a la base de la biozona P14, en el Bartoniano inferior y serían
correlacionables con al Fm Seca y no con la Fm Socorro.
103
Fig. 38.- Columna estratigráfica de los Engabao Beds en la Fm Seca (modificado de Montenegro,
1988).
La Fm Arenisca Punta Ancón fue mencionada por primera vez por Brown (1922) y luego
por Murray (1925, p.31) ambos geólogos de la AEO, quienes establecieron como localidad
tipo los acantilados entre el Pueblo Anconcito y la Punta Ancón (1 Km), aunque aflora a lo
largo de toda la pequeña Península de Punta Ancón. Olsson (1931) asigna estas rocas al
Oligoceno en base a moluscos y las correlaciona con la Fm Zapotal y Sheppard para
104
diferenciarlos de ésta última les asignó una edad Oligoceno Inferior. Los últimos estudios
de la AEO fueron realizados por Marchant (1956) y por Manley (1957) que dató a esta
formación como Eoceno Medio Terminal a Eoceno Superior.
105
Sur de la Punta Ancón y, 2) a la salida del Puerto Anconcito, hacia el Sur. En estas
unidades se presentan las siguientes características:
-En la base, brechas o conglomerados con matriz de arena muy gruesa con clastos
intraformacionales de lutita blanda, limolita y fragmentos de plantas y carbón. Presentan
gradación inversa.
-Al centro, arenisca masiva a laminar de grano medio a grueso. En 2 se observan
estructuras métricas de escape de agua.
-Una parte superior laminada con alternancias de capas milimétricas de areniscas color gris
y color negro por la presencia del carbón particulado.
-Hacia arriba se encuentran en ambos casos, areniscas métricas con estratificación cruzada
y a continuación limolitas grises con carbón clástico (nunca en capas continuas) que
meteorizan en colores café chocolate a rojizo amarillo por la presencia de sulfatos.
secuencias son atribuidas a depósitos de playa por Jaillard et al (1993). Yo creo que las
características son de megaturbitas como las que se han visto en la localidad tipo.
-En la base 2 o 3 cuerpos métricos de debris flow que erosionan a lutitas de la Fm Seca.
Pueden tener clastos de tamaño métrico de lutita, arenisca y clastos blandos de arcillolita
verdosa. Al tope de los debris flow se encuentran facies canalizadas de areniscas
conglomeráticas con estratificación cruzada
-Encima areniscas decimétrias a métricas laminadas, con estratificación cruzada,
localmente gradadas turbidíticas o masivas y lutitas rojas bioturbadas con radiolarios no
calcáreas. Una de estas intercalaciones presenta slump en Punta Paz.
Al tope las lutitas rojas predominan sobre las areniscas hasta constituir depósitos continuos
característicos de la Fm Seca.
106
107
Fig. 39.- Columna estratigráfica de la Fm Punta Ancón en la Península de Punta Ancón. En la
parte superior una columna levantada en la playa NO. Abajo la columna de la localidad tipo
entre el puerto de Anconcito (a partir del camino de acceso) y la Punta Ancón.
108
Fig. 40.- Correlación estratigráfica entre las rocas de las puntas Pita y Paz. La secuencia arenosa se la ubica
en la Fm Punta Ancón mientras que las arcillolitas rojas con radiolarios son ubicadas en la Fm Seca.
Fig. 41.- Paleogeografía en planta (arriba) y en corte (abajo) de las formaciones del Grupo Ancón. Los
límites de las formaciones Socorro inferior y superior son tomados de Marchant (1957). Los límites Oeste
de CPB y Arenisca Santo Tomás son tomados de Small (1962). Todo el conjunto del Grupo Ancón está
interpretado como depósitos de talud continental (parte superior) o de plataforma externa.
109
BIOESTRATIGRAFIA.- La única macrofauna que se encuentra en la formación son los
moluscos identificados por Olsson (1931, en Sheppard, 1937): Thyasira stauffi Olsson,
Pleurophopsis peruviana Olsson, Meretrix cf canoaensis Olsson, Pitar mancorensis y
Anconia elenensis Olsson; de los cuales el gasterópodo Anconia es con mucho el más
abundante. Esta fauna es retrabajada y se deposita al tope de algunas areniscas y
conglomerados. Otras especies mencionadas en Sheppard (1937) son Nerita sp., Nuculana
sp., Paphia sp., Leda stewarti, Barbatia sp., Polinices sp. y Thyasira sp.
Olsson (1931) ubicó a las areniscas Punta Ancón en el Oligoceno Medio, al igual que a las
areniscas de la Fm Zapotal. Sinembargo, Sheppard (1937) consideró que Punta Ancón es
más antigua que Zapotal, asignándole una edad de Oligoceno Inferior. En efecto, la
macrofauna de moluscos de la Fm Pta Ancón es diferente a la de la Fm Zapotal, a
excepción de Siphonalia sp. mencionada en Zapotal y en Pta Mambra. En este último sitio,
Olsson (1931) reportó restos de Pseudoliva mancorensis, Siphonalia sp. y vértebras de
tiburón en areniscas que él consideró son correlacionables con Punta Ancón, como así lo
corroboraron estudios litoestratigráficos posteriores en Cushman y Stainforth (1951, en
Bristow y Hoffstetter, 1977).
Las lutitas grises que meteorizan en color rojizo chocolate presentan radiolarios
principalmente y algunos foraminíferos y nanofósiles que han servido para determinar una
edad bastante precisa.
En trabajo más reciente, Ordoñez (1993) restringe aún más la edad de la Fm Pta Ancón,
tanto en su localidad tipo como en Punta Pita, a la parte media de la biozona de radiolarios
Podocyrtis mitra en base a Podocyrtis trachodes, Sethocyrtis fasciolata y Rhepalocanium
ornatum. Esta edad equivale al tope de la biozona de foraminíferos P12 que representa al
Luteciano terminal más la parte más basal del Bartoniano.
110
PALEOAMBIENTE DE DEPOSITO
Se interpreta al conjunto del Grupo Ancón en Ancon como un depósito marino localizado
entre la plataforma externa y la parte superior del talud continental (Fig. 41). Los límites
paleogeográficos de las formaciones han sido establecidos a partir de los datos de Marchant
(1957) y de Small (1962). La diferencia fundamental entre esta interpretación y las
precedentes es el hecho comprobado de que la Fm Punta Ancón se encuentra intercalado en
la Fm Seca. Se puede así proponer una evolución vertical del Grupo Ancón en función de
las variaciones eustáticas del mar de acuerdo a Vail: las formaciones CPB y Punta Ancón
estarían ligadas a los descensos, mientras que las formaciones Seca y en parte la Socorro
estarían ligados a los ascensos del nivel del mar.
Fig. 42.- Estratigrafía del campo San Pablo –Pacoa en la Península Santa Elena (según reportes
inéditos de Petroproducción).
111
EL GRUPO ANCÓN EN PACOA
Es el nuevo campo petrolero de la Península Santa Elena descubierto en 1990 por Belco-
Tripetrol. Paradójicamente, dispone de mejor información bioestratigráfica que el campo
Ancón por los estudios de LABOGEO para TRIPETROL (informes inéditos) en los
primeros cinco pozos perforados en el área.
-la Fm CPB constituida un conglomerado basal llamado El Rosario y por lutitas de edad
P10-P11;
-la Fm Socorro constituida por lutitas y areniscas de edad P12 y
-la Fm Seca conformada por lutitas de edad P12-P13.
FORMACIÓN TABLAZO
Con este nombre se conoce a las coquinas y areniscas calcáreas que afloran extensamente
en la Península Santa Elena, cubriéndola en posición subhorizontal en alturas que fluctúan
entre los 50 y 100 m excepto en las zonas descubiertas por erosión reciente. Su potencia, es.
variable y alcanza a las pocas decenas de metros, su edad es Pleistoceno. La base es
atribuida con reservas al Pleistoceno Inferior (Tablazo T-l) en base a la fauna de moluscos
mientras que el tope es Pleistoceno Superior datado radiométricamente (Tablazo Bajo)
según Hoffstetter (1948 d en Bristow y Hoffstetter, 1977). Asociado al tope de la Fm
Tablazo ya emergido se encuentra una rica fauna de mamíferos del Pleistoceno que ha sido
estudiada por Hoffstetter.
112
III-D.- LA CUENCA PROGRESO
Esta pequeña cuenca es la zona deprimida del antearco ubicada entre el Levantamiento
Santa Elena y la CCC. A menudo es citada en publicaciones internacionales incluyendo
otras pequeñas cuencas del Golfo de Guayaquil (Jambeli, Esperanza, Tumbez), en base a su
similitud y casi continuidad de su relleno sedimentario néogeno. Para mayor precisión de la
aplicación de los términos formacionales, consideramos como Cuenca Progreso solamente
a la parte continental que corresponde a la definición que hemos dado (Fig. 43). A esta
cuenca adjuntamos los depósitos de una pequeña cuenca de plataforma continental situada
en la prolongación NO del eje de la cuenca de Progreso en la parte marina de la población
costera de Valdivia que presenta facies similares de la misma edad (Fig. 10)
113
CONGLOMERADOS EL MORRO
114
LITOESTRATIGRAFIA.- El conglomerado El Morro tiene una composición con
predominio de clastos bien redondeados, alargados de sílex (chert, 90%) y en mucha menor
proporción de cuarzo (5%) y cuarcita (5%) con diámetros máximos de 5 cm y promedio de
3 cm. La matriz es una grava fina de elementos subangulosos, mal clasificados de la misma
composición que los clastos. La estratificación es de apariencia laminada, siendo notable la
ausencia de otras estructuras primarias y la presencia de superficies cóncavas con óxidos y
de concresiones ferrosas. Toro (1994) presenta la siguiente composición de la matriz vista
en lámina delgada: sílice amorfo (27%), chert (24%), cuarzo policristalino (15%), cuarzo
monocristalino (10%), cuarcitas (11%), areniscas silíceas (8%) y calcedonia (5%).
FORMACIÓN ZAPOTAL
Bajo esta denominación se han agrupado todo tipo de rocas clásticas areno-conglomeráticas
aflorantes en la Cuenca Progreso. Inicialmente fue correlacionada con las rocas clásticas
eocenas de Punta Mambra, Punta Ancón y Punta Centinela (Olsson, 1931), en base a una
pobre fauna de moluscos encontrada en Punta Ancón, que como ya se mencionó es
diferente a la fauna Hannatoma de Posorja supuestamente característica de la formación.
Esta idea ha persistido hasta nuestros dias. Sheppard (1937) fue el primero que propuso que
ambas formaciones no son equivalentes asignando por posición estratigráfica una edad
Oligoceno Medio a las rocas de la Fm Zapotal y Oligoceno Inferior a la Fm Punta Ancón.
Luego los geólogos de IEPC (Smith, 1947) crearon el "Grupo Zapotal" en el cual además
de las rocas de la Fm Zapotal de la localidad tipo incluían una serie de "formaciones"
mencionadas muchas veces en un solo pozo y que estaban conformadas por rocas del
Eoceno y del Mioceno. Bristow (1975) intentó aclarar las equivalencias entre las diferente
“formaciones” utilizadas en los pozos Bajada, Barbasco, Carrizal, Data, Daular 1 y 2, Las
Cañas, Rodeo 1, 2 y 3, y Zapotal 1, obteniendo el siguiente cuadro de correlaciones:
115
Fm Zapotal + Fm Lagarto: En los pozos Data y Daular, equivaldrían a la Fm Zapotal de la
localidad tipo.
Fm Data y Fm Daular: Facies arenosas del Grupo Ancón (Socorro?)
Fm Jusa y Fm Carrizal: Facies lutíticas del Grupo Ancón (Seca?). '
Sinembargo, el trabajo de Bristow (1975) no alcanzó a separar todas las series de rocas que
no corresponden a la Fm Zapotal, tal como fue definida en su localidad tipo, alrededor del
pueblo Zapotal, esto es las rocas conglomerático-areno-arcillosas que sobreyacen al Grupo
Ancón y que infrayacen a la Fm Dos Bocas. En efecto, CEPE (1986) efectuó una revisión,
de la información disponible en pozos con la ayuda de lineas sísmicas para las
correlaciones a mayor distancia, y mostró que las "Arenas Daular", no corresponden al
Grupo Ancón sino a la Fm Zapotal; para efecto de comparación reproducimos a
continuación los topes y equivalencias en el Pozo Las Cañas-1:
Fig. 44.-
116
b) La misma interpretación sobre una línea NO-SE (línea 5, fig. 45 a)
Mills (1967, en Bristow 1975) menciona en la Fm Las Cañas de este pozo los foraminíferos
(muestras de núcleos) Bolivina cf alazanensis, B. caudriae (Olig.-Mioc), Bulimina
affectata, B. decurtata, Buliminella ecuadorana (Mioc-Holoc.), Cibicides cf. americanus,
Plectofrondicularia californica (Mioc-Holoceno), Uvigerina cf. beali, Uvigerinella? obesa,
U. yazooensis, Globoquadrina venezuelana y Globorotalia obesa (Mioc.-Holoceno). Esta
microfauna indica el Mioceno y se encuentra en la Fm Dos Bocas o Villingota; a nuestro
criterio se trata de la Fm Villingota y no de un equivalente "cuencal" de la Fm Zapotal ya
que esta última se acuña hacia el NO y no hacia el Este. De la misma manera se acuñan las
formaciones Dos Bocas y Villingota en el Río La Lora (Coord 545.0-9770, Montenegro et
al en CEPE 1986). Se verá más adelante que la Fm Zapotal aumenta de espesor hacia la
parte central-oriental de la cuenca.
Fig. 45.-
117
b) Cartografía de facies sísmicas de la secuencia IV (según Goyes, 1987); es correlacionable
con la Fm Subibaja. Las secuencias II, III y IV son muy semejantes. La explicación sobre las
facies se encuentra en el texto (Fm Zapotal).
POZO DAULAR – 1
Finalmente, los trabajos de CEPE (1986) demostraron que en el sector Norte de la cuenca
Progreso, una serie de rocas arenosas, tobáceas, con moluscos, mapeadas como Fm
Progreso en realidad están sobreyacidas por la Fm Subibaja y subyacidas por la Fm
Villingota; para diferenciarlas de Progreso las llamaron "Miembro El Morro" de la Fm
Villingota siguiendo a Schweinforth (CALEC, 1957). Dicha denominación no ha sido muy
afortunada puesto que los conglomerados de El Morro hasta el momento resisten a una
ubicación estratigráfica precisa; también las correlacionaron con las "Tobas Posorja"
118
tampoco convenientemente, pues ahora sabemos por datación del Dr. Bonhome (Univ. de
Grenoble) que las tobas Posorja son del Mioceno Superior. Por otro lado en el sector de
Colonche-Montañita afloran rocas con facies similares mapeadas como Fm Zapotal. Se
mostrará más adelante que estas rocas conforman una unidad estratigráfica que llamaremos
Fm El Consuelo.
En conclusión, las únicas rocas aflorantes en la cuenca Progreso que pueden ser asignadas a
la Fm Zapotal son las de su localidad tipo al SO y las del sector NE de la cuenca que han
sido recientemente estudiadas por Toro (1994) como parte de la cooperación técnica entre
ORSTOM y la EPN.
Por las razones expuestas creo que el dato de 2.400 m de Toro (1994) medido en la linea
del trasvase en el borde NE de la cuenca es muy alto ya que el autor no ha efectuado
correlaciones por repeticiones que se deben producir por efecto del fallamiento "en
echelon" que allí se presenta. Igualmente, el dato de Small de 580 m en la localidad tipo, es
casi el doble de lo que se esperaría según los datos de los pozos cercanos.
En resumen, la formación es más potente en el eje de la cuenca lado oriental, con valores
superiores a los 1000 m; menos potente en los bordes y se acuña en el sector NO, como ya
se mencionó en el sector del Río La Lora.
119
manchas ferruginosas mal estratificados con estratificación cruzada (un sentido de corriente
al N 300), areniscas tobáceas grises laminadas y con estratificación cruzada, areniscas finas
y limolitas rojizas laminadas con restos de plantas; los clastos de los conglomerados son
chert (10 a 50 %), cuarzo (10 a 20 %), areniscas grises tobáceas, lutitas verdes, areniscas
marrones finas. No se observó la base de la formación por falta de afloramientos.
120
Fig. 46.- Ciclo ideal de depósito de la Fm Zapotal observado sobre la carretera Guayaquil-Salinas
(coord. 595,55-9751,20).
En Posorja, Olsson determinó una rica fauna de moluscos en areniscas suaves (la Fauna de
Hannatoma). Algunas de las especies mencionadas se encuentran en la Fm Mancora del
NO peruano que subyacen a las lutitas Heath del Mioceno Inferior. Sinembargo las
areniscas de Posorja parecen corresponder más bien a la Fm el Consuelo que se encuentra
estratigráficamente sobre la Fm Villingota como se ha interpretado en el Pozo Data-1.
121
Innumerables lavados y separaciones de muestras en búsqueda de microfósiles tanto en la
localidad tipo como en el sector NE no han dado resultado positivo debido probablemente
al carácter oxidante del paleoambiente de depósito. Por lo que concluímos también que los
foraminíferos de "las facies las Cañas, equivalente cuencal de Zapotal" de Bristow (1975),
así como la lista de foraminíferos de Canfield (1966) "del Oeste de la Cuenca de Progreso",
corresponden más bien a facies marinas de las formaciones Dos bocas y Villingota.
En el corte del canal del trasvase, Toro (1994) reporta en la mitad basal a media de la
formación los moluscos Limnaea bouilletti (Mioceno), Cerithium serratum (Lutetiano?) y
Ostrea crassimina (Mioceno) que según dicho autor caracterizan un ambiente de aguas
dulces (abcisa Pk: 9 + 025, coord 5940-97478), y que le asignan una edad Mioceno a la Fm
Zapotal. Por su posición estratigráfica bajo la Fm Villingota en el sector Norte (ver más
adelante, Fm Villingota) y bajo la Fm Dos Bocas en el sector Suroeste, su edad estaría en la
base del Mioceno Inferior.
El trabajo de Toro (1994) en el canal del trasvase que corre paralelo a la carretera, a pesar
de presentar las mismas evidencias y otras más que apoyan esta interpretación ambiental
concluye en que las limolitas del tope de las secuencias son depósitos neríticos (Toro, p
257); interpretación con la cual no estoy de acuerdo por las siguientes razones:
122
-Se reconoce en las pelitas ambientes lacustre y palustre en toda la secuencia, con
gasterópodos pulmonados de aguas dulces, pocas algas y limolitas de colores verdosos y
azulados asociadas a materia orgánica decantada;
-Se presentan frecuentes niveles de flujos de detritos o turbiditas, asociados a
depósitos lacustres, especialmente hacia la base de la formación;
-Se encuentran también algunos niveles de paleosuelos asociados al tope arcilloso de las
secuencia;
-Una muestra de carbón de la parte media de la formación en un nivel más arcilloso, que
Toro llama "Unidad Dos Bocas" (coord 5964-97496) fue estudiado por Montenegro de
Labogeo (en Toro, p 265), concluyendo que "es de tipo antracita, con estructura celular
tipo fusinita cuyo principal maceral identificado fue la tellinita, presentando halos de
oxidación que revelan una historia de transporte y yacencia del carbón en un medio
oxidante previo a la depositación". Esta condición de la materia orgánica, sería de
esperar en toda la formación;
-La "Unidad Dos Bocas" de Toro que la ubica en los alrededores de la abcisa Pk: 6+550,
coord 5954-97496, formada por pelitas y areniscas presenta además parámetros
granulométricos que la ubican en ambiente fluviátil (Toro, p389, 1994).
En la localidad tipo cerca del pueblo Zapotal no hemos realizado nuevos estudios.
Sinembargo cabe resaltar la ausencia de microfauna marina, la presencia de las secuencias
conglomerático-areno-limosas similares al sector NE, los niveles escasos con pocas
especies de gasterópodos marinos reportados por Olsson y Bristow (1975) y la tendencia al
acuñamiento de la formación. La ubicación de los depósitos y sus paleocorrientes indican
que existía aun una comunicación con el mar hacia el Oeste y/o Noroeste. Lo indicado nos
permite concluir que aunque predomina un ambiente fluviátil en las secuencias, se
presentan algunas intercalaciones marinas someras indicando la cercanía de una línea de
costa hacia el Oeste o NO de la Cuenca Progreso.
123
El nombre de Fm Dos Bocas ha sido asignado a las rocas arcillosas color café aflorantes en
los alrededores del pequeño poblado (hoy desaparecido) de Dos Bocas (coord. 5.555-
97.448'),a 7 Km al Este de Zapotal. De acuerdo al léxico estratigráfico (Hoffstetter, 1977),
el primero en usar este nombre fue Hagen (1925) en el intervalo 0-168 m del pozo Zapotal-
1 (IEPC) aunque después, Sheppard (1937) las llamó lutitas Mambra.
En los pozos Rodeo-1, Barbasco-1 (0-725 m) y las Cañas-1 de la IEPC es equivalente a las
formaciones Rodeo+La Cruz. Varios autores adoptaron esta nomenclatura: Williams
(1947), Smith (1947), Landes (1944), Thalman (1946), Tschopp (1948), Marks (1951).
Garner(1956) restringió el uso del nombre de Dos Bocas a las rocas equivalentes a la
antigua Formación Rodeo mientras que la Fm LaCruz fue denominada Fm Villingota. Este
es el uso aceptado en la actualidad y que se encuentra en el mapa de la DGGM.
124
a) Zona de Bolivina pisciformis datada con los foraminíferos planctónicos
Catapsidrax dissimilis y C. stainforthi como Mioceno Inferior-parte basal y media (zona
N5-6 de Blow, 1969)
b) Zona de Cibicides Matanzasensis Hadley datada con los mismos fósiles guías que la
zona anterior.
Ordoñez (en CEPE, 1986) determinó en los mismos niveles, las biozonas N5-N6 y aconseja
la unificación de las zonas a) y b) de Mills bajo el nombre de zona de Catapsydrax
dissimilis-C. stainforthi, de Bolli (1966). La microfauna que caracteriza esta biozona es la
siguiente:
FORMACIÓN VILLINGOTA
125
BIOESTRATIGRAFIA.- La edad de la Fm Villingota según Ordoñez (1986, en CEPE) es
Mioceno Inferior Medio (zonas N5-6) en base a los mismos fósiles de la Fm Dos Bocas:
Catapsydrax dissimilis y Catapsydrax stainforthi (Bolli, 1966). Según Whittaker (1988) los
nanofósiles Sphenolithus heteromorphus y Helicosphaera ampliaperta de edad NN3-NN4
con C. stainforthi indican una edad N6-N7 es decir ligeramente más joven que la Fm Dos
Bocas infrayacente.
Estas rocas fueron ubicadas por Benitez (1986) en la Fm Subibaja por la presencia de una
abundante microfauna de foraminíferos. La revisión de las especies, que fueron
determinadas por Ordonez (en CEPE, 1986), nos indica la presencia de Catapsydrax
stainforthi y de Catapsydrax dissimilis (M # 160 y 161 en coord 586.5 9747.0 y M# 84 en
coord 583.0 9754.8) que son marcadores de las zonas N5-N6 de Bolli (1966). Tampoco se
trataría de la Fm Dos Bocas de la misma edad, ya que son lutitas gris claro, oscuras,
amarillentas, más parecidas a las facies de Villingota, aunque no presentan diatomeas pero
si abundantes restos de peces.
FORMACIÓN EL CONSUELO.
Al Norte de la falla Carrizal desde el sitio El Consuelo hasta el sector del Río Camarona al
Norte en el extremo NO de la cuenca afloran areniscas tobáceas en posición sub-horizontal
que han sido mapeadas como Fm Progreso y como Fm Zapotal (ver Hoja geológica
Chongón). Este sector tectónicamente levantado ocupa la parte central del Alto Chongon-
San Vicente.
126
DEFINICIÓN Y RELACIONES ESTRATIGRAFÍAS.- Estas rocas sobreyacen en
concordancia a las rocas lutíticas de la Fm Villingota y localmente en discordancia a rocas
de la Fm Zapotal (sector de el Consuelo), del Grupo Ancón (Río Beden, Río Camarona,
Río Carrizal). Infrayacen a las arcillolitas microfosilíferas de la Fm Subibaja, cuyo contacto
fue definido en el cerro Bellavista (coord 574.6 - 9760.5). Un contacto transiciónal entre
estas rocas y la Fm Villingota subyacente se observó en el corte de los ríos Hondo y
Barbasco en el NO de la cuenca (Montenegro et al, en CEPE, 1986). Allí las lutitas grises
microfosilíferas de Villingota se acuñan y aumentan las limolitas y areniscas tobáceas con
fauna de moluscos (Fig. 47) de la Fm El Consuelo.
Por las razones expuestas, es aconsejable crear una denominación propia para estas rocas,
por lo que se escogió el nombre de Fm El Consuelo tomado del pueblo El Consuelo (Km
40 via Guayaquil-Salinas) donde aflora su base. Sinembargo, como ya se dijo, en El
Consuelo la formación tiene aún un carácter continental mientras que hacia el Norte y NO
de la Cuenca Progreso en los Ríos Hondo, Barbasco y Río Camarona la formación tiene un
carácter más transiciónal a marino somero; razón por la cual será difícil encontrar una
localidad tipo representativa de toda la formación.
127
Fig. 47.- Columna estratigráfica en los ríos Hondo y Barbasco. Datos tomados de Montenegro et
al (in CEPE, 1986). Los espesores son estimados.
128
de los moluscos que han sido reportados en la Fm Zapotal pertenezcan en realidad a rocas
de la Fm El Consuelo.
En Punta Montañita, Olsson (1931, en Bristow, 1975) reportó los gasterópodos Thyasira
montañita, Epitonium aff. antiquense Brown y les asignó una edad Oligoceno Medio por
considerar que el conjunto es correlacionable con la Fm Punta Ancón. Bristow (1975)
colectó un nautolideo que fue identificado por M. Howarth del British Muscum como
Aturia curvilineata Miller y Thompson conocido en rocas del Mioceno Inferior en Ecuador
(Fm Subibaja, Marks 1951 p. 143) y en Venezuela, Trinidad y Florida (Miller, 1947 en
Bristow, 1975). En el curso de nuestro trabajo se encontraron cartilagos de tiburón (E.
Jaillard, común personal). Además, en la parte alta de la carretera de Punta Montañita, M.
Ordoñez en Jaillard et al 1993 identificó algunos foraminíferos bentónicos y radiolarios
entre los cuales Lithocyclia ocellus del Eoceno medio a superior que a mi criterio sería un
retrabajado proveniente del Grupo Ancón infrayacente.
Por su posición estratigráfica encima de la facies de Dos Bocas o Villingota cuyo tope tiene
una edad comprendida entre N6 y N7 y debajo de la facies de Subibaja de edad N8 a N10,
entonces la edad de las rocas de la Fm El Consuelo se situaría en el límite entre N7 y N8
que corresponde a la parte terminal del Mioceno Inferior.
129
MEDIO DE DEPOSITO Y PALEOGEOGRAFÍA.- La Fm El Consuelo, varia desde un
ambiente continental en el sitio El Consuelo, a transicional o marino somero en el Río
Hondo. En el sector de Montañita también se encontraría una transición desde continental
en la CCC hasta marino somero en Montañita lo que significa que la CCC constituye la
fuente principal de detritos en ambos casos. Los afloramientos de la formación en la
Cuenca Progreso no son continuos con los del sector de Montañita, aunque por la
repartición geográfica de los afloramientos es probable que hubo una continuidad de
depósito con erosión posterior.
FORMACIÓN SUBIBAJA.
Así se denominan los limos calcáreos con abundancia de foraminíferos que afloran al Norte
y Oeste del pueblo de Subibaja (coord 5.613-97.577) y al Sur de Zacachum (coord 5.634-
97.497) en el camino a Buenos Aires).
Los geólogos de IEPC definieron esta formación (Landes, 1944; Smith 1947; Williams
1947), pero fue Marks (1951) quien fijó la sección tipo en el camino Zacachum-Buenos
Aires en una longitud de 5 Kms. Este autor estableció la existencia de los miembros Saiba
(inferior) y Zacachum (superior) que no presentan fuertes diferencias litológicas; la
diferencia principal parece ser una disminución de la microfauna y un aumento de
moluscos del Miembro Zacachum que reflejan una somerización del paleoambiente. Los
geólogos de CALEC (Graffham, 1956; Mc Laughlin, 1956) no tomaron en cuenta la
definición de Marks y crearon el nombre formacional de Aguada. Lo mismo hicieron los
geólogos de A.E.O. que consideraron a esta formación como un miembro inferior de la
Formación Progreso (Progreso inferior, unidad M4 de Colman), criterio que siguió la
DGGM, en cuyos mapas no aparece la Formación Subibaja (Hoja Chongon). Por su gran
cantidad de microfauna es un buen marcador estratigráfico, mapeable, por lo que debería
mantener su status de formación.
130
En el trabajo de Benitez et al (1986) se estableció con relaciones de campo que la Fm
Subibaja se encuentra interdigitada con las calizas San Antonio en el borde Sur de la
cuenca y con las calizas Bellavista en el borde Norte (fig. 49). Esta observación ha sido
confirmada por nuevas determinaciones bioestratigráficas efectuadas por M. Ordoñez en el
cuerpo principal de las calizas.
Fig. 49.- Relaciones estratigráficas entre la Fm Subibaja y las calizas San Antonio y Bellavista en
los bordes Sur y Norte respectivamente de la cuenca Progreso.
El mapeo de esta formación ha sido efectuado por CEPE-SRG (1986), confirmado con
datos micropaleontológicos. Desde la realización de los primeros cortes estratigráficos a lo
131
largo de las líneas Vibroseis LV-26 y LV-16 (Garcia, 1983, y otros informes) se mostró que
esta formación ocupaba un área mucho mayor que la originalmente asignada. Se
encontraron rocas de esta formación al Norte de la falla Carrizal en una zona mapeada
como Fm Progreso (Hoja Chongon) en la cima de varios cerros subyaciendo a las calizas de
algas conocidas como Calizas Bellavista y sobreyaciendo a areniscas masivas (Fm El
Consuelo).
Los afloramientos hacia el Oeste y Sur de la cuenca fueron reconfirmados con un muestreo
bastante preciso realizado a lo largo de las líneas sísmicas de la campaña CEPE-GECO de
1985. Igualmente se encontraron rocas similares en la Isla Puna (Garcia, 1985).
En el centro sur de la cuenca en base al estudio del pozo Santo Domingo (Ordoñez, en
CEPE en 1985) se establece que la edad de una facies muy similar a Subibaja (definida solo
en ripios) es Mioceno Medio temprano y corresponde a las zonas N9-10 o Zonas de
Globorotalia fohsi peripheroronda-G. fohsi fohsi; datación realizada en base a la extinción
de Globorotalia siakensis y G. fohsi peripheroronda y a la aparición de Globigerina woodi
y G. cálida.
La interdigitación de Subibaja con las calizas San Antonio y Bellavista de origen arrecifal
confirma que la profundidad de depósito debió estar dentro del rango indicado por Marks
(6-120 m), correspondiendo a un nivel de aguas marinas de plataforma interna. También
sugiere que los bordes Norte y Sur de la Cuenca Progreso estaban ya muy someros.
132
FORMACIÓN PROGRESO
Como ya se indicó anteriormente, las tobas Posorja han sido recientemente datadas (K/Ar
en plagioclasa 8.6 + 1.7 Ma) colocándolas en el Mioceno Superior Inferior por lo que
deberían ser ubicadas estratigráficamente en la Fm Progreso.
133
tope no ha sido bien establecida y se la considera Mioceno Superior por la edad del
Mioceno terminal-Plioceno Medio que presenta la Fm Puna suprayacente.
Afloran al Norte del puerto Posorja. Han sido ubicadas por Mc Laughlin (1956) en la Fm El
Morro junto con los conglomerados el Morro y areniscas del Sur de Posorja con moluscos,
formación que posteriormente fue incluida en la Fm Zapotal (Bristow, 1975) y así aparece
mapeado en las hojas geológicas Estero Salado y Puna. La única macrofauna reportada es
el gasterópodo Ampullinopsis spenceri (Bristow y Hoffstetter, 1977).
134
FORMACIÓN PUNA
La formación Puna fue definida por Pilsbry y Olsson (1941) en los acantilados del NE de la
isla Puna. Los moluscos de Punta Española dieron una edad Pliocena a la formación. Los
geólogos de IEPC la subdividieron en los miembros Placer (inf) y Lechuza (sup).
Con este nombre se conoce el área tectónicamente compleja de dirección NE-SO que
ocupan la Isla Puna, El Canal de Jambelí y la parte Sur del Golfo de Guayaquil. En su parte
Norte se comunica con la Cuenca Progreso, con relaciones estructurales aún no bien
establecidas. En su eje se han identificado una serie de altos estructurales; la cuenca ha sido
objeto de prospección hidrocarburífera (Benitez, 1986) con varios pozos perforados:
135
-Los pozos Esperanza-1 y Tenguel-1 en el sector más subsidente del área.
-Los pozos Domito-1, Golfo-1, Tiburón-1 Payas en los altos estructurales que la limitan
hacia el Oeste.
Las mismas formaciones de la Cuenca Progreso afloran en la Isla Puná con excepción de la
Fm Zapotal. En el área subsidente del Sur se han perforado principalmente las series más
jóvenes del Mioceno Superior al Reciente y solo en los pozos Golfo Guayaquil-1 y
Amistad Sur-1 se alcanzaron rocas del Mioceno Inferior (Fig. 51). Las formaciones que se
describen a continuación tienen las mismas definiciones que en la Cuenca Progreso.
EL BASAMENTO
EL PALEOCENO
Playas-1 y Tiburón-1 que forman parte del Levantamiento Santa Elena; se supone la
existencia de rocas de esta edad hasta la falla Guayaquil.
FORMACIÓN ZAPOTAL
136
Fm Progreso. Se requieren nuevos estudios en esta área para definir la ubicación
estratigráfica de estas rocas.
LITOLOGIA.- La Fm Dos Bocas sensu stictu está conformada por arcillolitas semiduras,
gris oscuras, que meteorizan a café chocolate; presentan abundantes vetillas de yeso.
Fig. 50.- El Graben Jambelí: Cartografía del techo del Mioceno según CEPE-WG. Todas las series
afloran en la isla Puná.
137
BIOESTRATIGRAFIA.- La parte basal no presenta microfauna a excepción de pocos
radiolarios, la que aumenta hacia el tope. A continuación reproducimos el listado de
microfauna de Garcia y Vilema (1986) que según su interpretación sería de Dos Bocas pero
que probablemente ya pertenece a Villingota: Foraminíferos planctónicos Globorotalia
siakensis, G. obesa, Globigerina venezuelana, G. tripartita, Globigerinoides quadrilobatus
triloba, G. quadrilobatus sacculifer, G. quadrilobatus altapertura, G. subquadratus,
Catapsidrax dissimilis, Globigerinita incrusta; Foraminíferos bentónicos Nodosaria
lamellata, Stilostonella advena, Bolivina pisciformis, Bulimina falconensis, Uvigerina
isidroensis, Valvulineria, Robulus americanus, Siphonodosaria, Bolivina margínala,
Buliminellita, Rectuvigerina transversa, Cancris sagrari.
FORMACIÓN VILLINGOTA
Tanto García (1986) como Benitez (1986), y Palacios (1983) se equivocaron al ubicar en la
Fm Subibaja a las rocas arcillosas que afloran en el sector de Campo Alegre al centro de la
Isla Puna, puesto que la microfauna que se encontró allí tiene los mismos marcadores
estratigráficos (biozonas N5-N6) que la Fm Dos Bocas solo diferenciándose de ésta por su
litología, su posición estratigráfica y su mayor riqueza en microfauna mientras que la Fm
Subibaja tiene un rango de edad N-8 a N-9.
LITOLOGÍA.- Está constituida por arcillolitas grises a gris verdosas muy ricas en
microfauna, limolitas gris amarillentas, limolitas arenosas y esporádicos estratos de
arenisca fina gris amarillenta a gris oscura (García, 1986).
138
Fig. 51.- Estratigrafía del Graben Jambelí, según los datos de las perforaciones petroleras.
FORMACIÓN EL CONSUELO
Garcia y Vilema (1986, p. 33) hacen mención de la presencia de esta formación debajo del
Cuaternario, encontrada en perforaciones para la linea sísmica (D-2) del Noroeste de la Isla
Puna. Probablemente se trata de la verdadera formación Subibaja considerando su posición
estratigráfica debajo de la Fm Progreso. En cambio ha sido identificada en perforaciones
del golfo.
FORMACIÓN PROGRESO
Aflora en la parte central de la mitad septentrional de la Isla Puna. Fue llamada Fm Cerro
Mala por Bushnell (1938), luego correlacionada con la Fm Progreso por la DGGM (1975).
También ha sido encontrada en los pozos Golfo Guayaquil-1, Amistad-1, Esperanza-1,
Domito-1 y en los pozos Amistad-1 a 4.
140
areniscas finas y un nivel importante de toba gris clara de grano fino, semidura, laminada
de 3 m de potencia ubicada entre los ríos Hondo y Placer, (Garcia y Vilema, 1986).
En los pozos Golfo de Guayaquil-1 y Amistad Sur-1 se encuentra la formación con unos
1400 a 1600 m de potencia; consiste principalmente de arcillolitas grises y en menor
proporción de areniscas finas, localmente arcillolitas café y verde; presentan abundantes
restos vegetales y foraminíferos bentónicos en la base de la formación que desaparecen
completamente hacia el tope.
FORMACIÓN PUNA
Aflora en el borde NE de la Isla Puna y en una franja de dirección NE-SO que constituyen
los cerros Zambapala en la parte sur de la Isla Puna. Estas arenas de afloramientos de la Fm
Puna están separadas por una área subsidente que ocupa la parte central oriental de la isla.
Bushnell (geólogo de IEPC, 1938) mencionó las rocas "tipo Punta Española" en la parte
Noreste de la Isla Puna donde se perforó el pozo Placer Ch-1 a 457 m y las distinguió de las
rocas "tipo Zambapala" del sector SE de la Isla Puna donde se perforó el pozo Lechuza-1 a
1315 m. La DGGM agrupó a las dos series mencionadas como Miembro Inferior Placer
(=tipo Punta Española) y Miembro Superior Lechuza (=tipo Zambapala) de la Fm Puna de
edad Plioceno en base a las identificaciones de moluscos realizada por Pilsbry y Olsson
(1941). Ambos miembros de la Fm Puna se han caracterizado por su detritismo grueso y su
escasez de microfauna para ser datada con mayor presición.
Ya vimos que la Fm Puna fue definida al SE de la cuenca Progreso (Jiménez, 1985; CEPE,
1986) en el Río Grande de San Antonio. Allí se identificó una facies marina con
microfauna de foraminíferos planctónicos de poca potencia que fue llamada Puna Inferior y
141
una facies estuarina suprayacente con muy escasa microfauna marina que fue llamada Puna
Superior. En la Isla Santa Clara, en el eje de la cuenca, Vera (1983) determinó la presencia
de rocas pliocenas estuarinas que llamó también Fm Puna.
Mi conclusión es que al igual que en la Cuenca Progreso, esta facies pliocena marina tiene
poca potencia y ha pasado desapercibida y mapeada como parte de la Fm Progreso, por lo
que el dato de Garcia (1986) demuestra su existencia. Por lo anteriormente indicado, se
propone una redefinición provisional de la Fm Puna en el sentido siguiente que es el que
utilizaremos en adelante:
El Miembro Placer presenta 457 m en el pozo Placer ch-1 y 883 m en el pozo Lechuza-1
según las interpretaciones de los geólogos de la IEPC. Garcia (1986) presenta la siguiente
142
litologia en la localidad tipo desde El Placer hasta Puna Nueva en los acantilados de la Isla
Puna:
-En la base areniscas café oscuro, compactas con finas intercalaciones de arcillolitas y
limolitas suaves; pasan lateralmente a microconglomerados y areniscas con conchas con
potencia de hasta 1 m (son facies de canales).
-Brechas de rocas ígneas (granodioritas, basaltos y andesitas) en matriz de ceniza volcánica
que constituyen un depósito tipo lahar.
-Al tope, arenisca fina a muy fina, arcillosa, amarilla a café amarillenta con pocas
intercalaciones de limolitas y arcillolitas suaves, gris oscuras y frecuentes areniscas con
conchas (coquinas) de poca potencia. También conglomerados en rellenos de canal. Son
frecuentes las estructuras primarias como estratificación cruzada, tabular y festón,
ondulaciones, flaser, bioturbación y paleocanales.
El Miembro Lechuza en los cerros de Zambapala fue reportado por Bushnell (1938) en el
pozo Lechuza-1 entre los 91 y 432 m de profundidad (en Bristow y Hoffstetter, 1977) o sea
con 341 m de potencia. En las colinas de Zambapala entrando por la Quebrada Guada
(coord 586.5-9669.6) se observan en la base: areniscas muy friables, finas a medias, de
apariencia masiva, con intercalaciones milimétricas de limolita, presentan localmente
estratificación ondulosa y niveles con estratificación cruzada festón con sentido de
corriente al N 75° y estratificación tabular (sentido N55°). Hacia el tope se observan varias
secuencias de 3 a 4 m de potencia de: En la base: areniscas finas con ondulitas, areniscas
limosas laminadas y al tope coquinas o areniscas conglomeráticas con moluscos con o sin
estratificación cruzada. Garcia y Vilema (1986) reportan coquinas de 3 y 8 m de potencia.
El Miembro Placer en la Isla Puna fue datado Plioceno por Pilsbry y Olsson (1941) en
base a moluscos cuyo listado se puede encontrar en el léxico estratigráfico (Bristow y
143
Hoffstetter, 1977). Antes Bushnell (1938), en base a tres especies de moluscos, la
correlacionó con la Fm Zorritos y le asignó una edad Miocena.
Más recientemente un estudio palinológico realizado por CORELAB para CEPE (en Garcia
y Vilema, 1986) en el pozo Fe-1 perforado el Sur de los cerros Zambapala, indicó que hasta
los 2.860 m (9470') los sedimentos (principalmente arenosos) son de edad pleistocena
basado en la presencia de Alnipollenites verus. Esto implicaría entonces que toda la Fm
Puna Superior es Pleistoceno ya que su detritismo grueso se correlaciona con un evento
regresivo determinado en el pozo Amistad Sur-1, que se inicia en la base de la zona N 22
(Calabriano) y culmina con una nueva transgresión al tope de la misma. La biozona N 22
fue caracterizada por el foraminífero Globorotalia planispira (Ordoñez 1992).
FORMACIÓN TABLAZO
Recubre la parte Oeste de la Isla Puna. Consiste de coquinas, arenas conchiferas, areniscas
y conglomerados con espesores centimétricos a métricos en la parte basal de la formación;
son comunes las estratificaciones cruzadas (Garcia, 1986). La rica fauna de moluscos (son
comunes ostras y pectén) no ha sido estudiada. Algunos análisis de palinomorfos
efectuados por CORELAB para CEPE (1984) dan una edad Pleistocena, por lo que
representan un equivalente lateral del tope de la Fm Puna Superior donde se presenta una
facies parecida como se vio en los cerros Zambapala.
144
III-F.- ESTRATIGRAFÍA DE LA CUENCA MANABI
Como se verá más adelante las lutitas diatomáceas de la Fm Charapotó son de edad
Mioceno Superior (NI6A), mientras que la Fm Villingota es del Mioceno Inferior;
igualmente las lutitas "chocolate" de la Fm Tosagua (Dos Bocas de Bristow) son de edad
Mioceno Inferior terminal a Mioceno Medio basal y son por lo tanto correlacionables con la
Fm Subibaja.
La Cuenca Manabi, al igual que la CCC y la CCO tiene como basamento a rocas
volcánicas básicas consideradas como parte de una antigua corteza oceánica
acrecionada. Presenta igualmente una cobertura volcano-clástica del Cretáceo Superior (Fm
Cayo) seguida de sedimentos silíceos de la Fm Guayaquil que llegan hasta el Paleoceno
Superior.
Antiguos datos de pozos (Santa Ana-1, Solano-1, Daule-1 y 2) más la geofísica habían ya
configurado una imagen del basamento de la cuenca (Fig. 53). Los nuevos trabajos
exploratorios de Texaco-Pecten (1987) aportaron datos concretos sobre la profundidad del
basamento y su configuración en la parte central de la cuenca. La Cuenca Manabi presenta
145
dos sectores bien diferenciados: al Sur el basamento se encuentra a poca profundidad (1 a 2
Km), mientras que al Norte se profundiza paulatinamente hasta alcanzar profundidades de
hasta 9 Km (Santos, 1983).
LA FORMACION CAYO
Las formaciones Cayo y Guayaquil han sido bien diferenciadas en el pozo Ricaurte-1 con la
ayuda de la bioestratigraña de Ordoñez et al (1988); en términos generales se correlacionan
con los afloramientos de la CCC aunque presentan importantes diferencias de espesor (Fig.
52).
La Fm Cayo presenta un miembro basal lutítico de unos 60 m (180') que ha sido datado
Campaniano? con Eiffellithus eximus por CORELAB y Cenomaniano en base a Shackoina
aff. cenomana por Ordoñez et al (1988); encima se encuentran unos 300 m de arenisca y
conglomerados tobáceos correlacionables con el Miembro Cayo ss de la CCC de edad
Campaniano-Coniaciano en base a Rainhardtites amphophorus y Micula decussata
encontrado a los 4.160 m (13.730').
146
Fig. 52.- Estratigrafía del pozo Ricaurte-1 en la Cuenca Manabí. 1: Tomado de Ordoñez (1988)
con excepción de los datos de Texaco-Pecten. 2: Tomado de Texaco-Pecten. 3: Tomado de
nuestra interpretación (Benitez, 1944); Ce: Fm Cerro.
147
Fig. 53.- Mapa structural del basamento de la Cuenca Manabí. Curvas en metros. Pozos
petroleros y profundidad del basamento en metros. Modificado de Texaco-Pecten. El corte
Ricaurte 1-CCC se muestra en la Fig. 54.
148
La Fm Guayaquil Superior está bien representada por una secuencia lutítica de 240 m de
potencia compuesta de lutitas silíceo-calcareas gris a negras y arcillolitas tobáceas
localmente arenosas. La edad Paleoceno Superior está dada por los foraminíferos
Globorotalia cf. pseudobulloides, Globigerina cf. quadritriloculinoides, G. triloculinoides,
G cf. stonei y G. linaperta; los nanofósiles dan edades biozonales NP6, NP7 y NP8
(Ordoñez et al, 1988). No se reportó el Paleoceno Inferior (Daniano) por lo que existiría
una discordancia en este nivel.
En la parte Norte de la Cuenca Manabi se observa en las lineas sísmicas una potente
secuencia de sedimentos que se depositan en onlap sobre la Fm Guayaquil de acuerdo a la
calibración que se ha efectuado con la información estratigráfica del Pozo Ricaurte-1. Por
su posición estratigráfica entre la Fm Zapallo del Eoceno Medio a Superior y la Fm
Guayaquil (Fig. 53) se puede inferir que se trata de depósitos del Eoceno Inferior.
Estas rocas no han sido alcanzadas por ninguna perforación; el fuerte contraste y la
continuidad de los reflectores sísmicos indicaría que se trata de intercalaciones de
sedimentos finos como arcillolitas y otros más duros como areniscas, margas o tobas
gruesas. Santos (1983) que estudió las lineas sísmicas antes de las parforaciones propuso la
misma edad que se ha inferido con los datos del pozo Ricaurte-1 y le asignó el nombre de
Fm Mogollón por correlación con sedimentos gruesos del Eoceno Inferior depositados en el
NO peruano. Por ahora pienso que es preferible no darle nombre a esta formación.
La formación Cerro está constituida por unos 100 m de lutitas algo calcáreas, grises, duras,
del Eoceno Medio datado con los foraminíferos Clavigerinella cf colombiana, Globorotalia
cf centralis, G boliviana, G. bullbrooki, Globigerina trilocularis, G linaperta y G. frontesa;
también presenta abundantes radiolarios tal como LIthocyclia ocellus (Ordoñez et al, 1988).
149
Fig. 54.- Corte estratigráfico N-S en la cuenca de Manabí utilizando un pozo de IPC y tres de
Texaco-Pecten (T-P). En el pozo Santa Ana-1 los datos son muy fragmentarios. En los de T-P se
presenta en esta figura una nueva interpretación de los contactos. Azul y Amarillo son los
horizontes sísmicos que han sido mapeados por T-P. Localización sobre la figura 53.
La formación San Mateo está representada por apenas unos 60 m de lutitas gris claro a gris
verdoso algo duras, poco calcáreas (en la base) y arcillolitas gris oscuro, suaves, algo
calcáreas (al tope).
Su edad es Eoceno Medio en la base aunque es mayormente Eoceno Superior, datada con
los foraminíferos Globigerina officinalis, Globorotalia azulensis, G. eocena, Globorotalia
cerroazulensis cerroazulensis, Clavigerinella eocaenica jarvisi, Globigerina linaperta y G.
ampliapertura (Ordoñez et al, 1988).
150
FORMACIÓN PLAYA RICA
Rocas de edad Oligocena afloran ampliamente en los bordes de la Cuenca Borbon donde
son conocidos como Fm Playa Rica. Esta fue definida en el Rio Santiago por Olsson
(1942). Allí también se conoce la Fm Chumundé de edad Oligoceno definida por Stainforth
(1948) aunque este nombre ha caido en desuso. Otras formaciones como Pambil y Viche de
la cuenca Borbon, Tosagua de la cuenca Manabi y Dos Bocas de la Península Santa Elena,
incluyen en su base rocas del Oligoceno dificilmente distinguibles en el campo de las rocas
del Mioceno Inferior (Fig. 55). Sinembargo se ha mostrado que una discordancia o hiatus
del Oligoceno terminal-Mioceno Medio basal separa a ambos grupos de rocas (Benitez,
1990).
Por las razones expuestas es aconsejable considerar a las rocas oligocenas como una
formación separada de las rocas del Mioceno Inferior por lo que adoptamos el nombre de
Fm Playa Rica que concuerda en lito y biofacies y por ser el único nombre en uso actual
que abarca rocas solamente oligocenas.
En el estudio bioestratigráfico del pozo Ricaurte-1 (Ordoñez et al, 1988), se hace mención
de una potente secuencia de rocas oligocenas que fue también encontrada en los pozos
Chone-1 y Calceta-1 ubicados más al Sur.
151
PALEOAMBIENTE.- La microfauna determina un paleoambiente marino abierto de
profundidad batial con aguas cálidas y salinidad normal (Ordoñez et al 1988).
FORMACIÓN TOSAGUA
Fue definida por los geólogos de IEPC (Williams, 1947) en los alrededores de la población
de Tosagua, aunque las primeras publicaciones corresponden a Stainforth (1948) y Tschopp
(1948). Los geólogos de IEPC también la llamaron Fm Jaramijó y Dos Bocas pero se
prefirió el de Tosagua (Bristow y Hoffstetter, 1977).
152
mapeo de superficie de la cuenca no se han encontrado rocas que correspondan en bio y
litofacies a la Fm Dos Bocas; en cambio ésta se encuentra bien representada en el subsuelo.
Whittaker (1988) reportó en el área de San Agustín (cabeceras del Río Briceño) lutitas
blancas tobáceas tipo Villingota infrayaciendo a las Areniscas San Agustín; la edad de estas
lutitas es N7 por la presencia de Catapsydrax stainforthi y de nanoplancton de edad NN4.
Las lutitas gris oscuras que meteorizan en colores café a "chocolate", que han sido
consideradas equivalentes a la Fm Dos Bocas (Bristow, 1975) y que conforman la mayoría
de los afloramientos conocidos de la formación, tienen una edad zonal N8b-N10, que
corresponde a la de la Fm Subibaja. Tal edad fue determinada por Tsuchi et al (1988) en los
siguientes sitios:
1. Salinas (vía San Vicente, coord O° 37.3'-80°18.3'): M# Ec-4-85: Foraminíferos
Praeorbulina glomerosa (edad N 8b); M# Ec. 4-27 Globigerina druryi, Orbulina universa
Globorotalia praefosi (Edad N10-11) y M# Ec. 4-4: G. druryi y Globorotalia
peripheroronda (Edad N7-10). Rango de edad del afloramiento: N8B N10; los nanofósiles
calcáreos dan una edad NN5.
2Jaramijó (10 Km al E de Manta): Los foraminíferos Globigerinoides sicanus, G.
diminutus, Globorotalia peripheroronda, dan una edad N-8, y el nanofósil calcáreo
Sphenolitus heteromorphous da una edad NN5. Rango de edad del afloramiento: N8b.
3. En el sitio Punta Canoa al SO de Manta (de coord 514.0 -9872.3), la edad de la Fm.
Tosagua es también N8-10 (comunicación personal de Tsuchi).
Es decir que se ubica bioestratigráficamente y con bastante presición entre las formaciones
Villingota (edad N7 al tope) que la infrayace como ya se mencionó anteriormente y la Fm
Subibaja cuya edad es N8b-N10. En consecuencia, la Fm San Agustin de Whittaker (1988)
153
es un equivalente estratigráfico de la Fm El Consuelo que hemos definido en la Cuenca
Progreso en este trabajo, representando posiblemente una regresión eustática de edad N8a.
En el pozo Ricaurte-1 la Fm. Tosagua tiene 920 m de potencia. Allí distinguimos facies
correlacionarbles con las formaciones Dos Bocas, Villingota y Subibaja que hemos
diferenciado por los rangos de edad y por pequeños cambios litológicos apenas apreciables
en los ripios.
Las facies Dos Bocas más Villingota consiste de 530 m de lutitas gris verdosas a azuladas
ligeramente calcáreas con niveles más duros de marga; éstos coinciden con el reflector
sísmico "brown" de Texaco-Pecten. Su edad Mioceno Inferior es NN2 en la base por la
ocurrencia de Discoaster druggi (6410') equivalente a N5b, y al tope es N7 por la
ocurrencia de Catapsydrax dissimilis, Globigerinoides quadrilobatus primordius y
nanofósiles de la zona NN4: Sphenolitus belemnos y Helicosphaera ampliaperta. Otros
foraminíferos encontrados son Globigerina tripartita, G. ciperoensis, Globoquadrina
larmenii, Catapsydrax stainforthi, C. unicarvus, Globorotaloides suteri, y Globorotalia
opima nana; esta última especie, que se extingue en el Oligoceno sería retrabajada (ver
discusión en Fm Dos Bocas). Bajo la Fm Tosagua se presenta un hiatus o discordancia
importante ya que no se han encontrado las zonas P22 y N4 que corresponden al tope del
Oligoceno y base del Mioceno Inferior.
La facies Subibaja comprende 390 m de lutitas limosas gris oscuras, algo calcáreas,
fosilíferas. La edad de su base es N8b-N9a por la extinción de Globigerinoides sicanus,
aparición de Orbulina suturalis y presencia de Praeorbulina glomerosa y edad NN5 de
nanofósiles calcáreos. La edad del tope no ha sido determinado pero considerando que la
base de la Fm Angostura suprayacente es N10, debe estar comprendida entre N9b y N10.
La base de la formación corresponde a un hiatus que se correlaciona con el no depósito de
la Fm El Consuelo.
154
En una visita al sitio Las Delicias con G. Hofher (1987) observamos una secuencia
transgresiva conformada desde la base por areniscas calcáreas coquinoideas, seguida por
intercalaciones de coquinas laminadas (calciruditas) y areniscas calcáreas y al tope bancos
de coquinas con ostras.
Estas rocas han sido consideradas por la DGGM (1974) como correlacionables con la Fm
Zapotal. Sigal (1972) le atribuyó el Eoceno Superior-Oligoceno Inferior en base a la
presencia de los macroforaminíferos Asterocyclina cf asterisca Guppy o rutteni Van der
Clerk, Lepidocyclina yurnagunensis Cushman, L. pustulosa Douvillé y/o peruviana,
Helicolepidina spiralis Tobler, H. paucispira Barker y Grinsdale y Helicostegina
soldadensis Grimsdale. Bristow y Hoffstetter (1977) le atribuyen una edad Oligoceno en
base al cangrejo fósil Ranina aff americanus Rathbum determinado por el British Museum
(Natural History).
La Caliza Las Delicias está sobreyacida sin aparente discordancia por la Fm Angostura. Se
requiere realizar más estudios para confirmar si es un equivalente lateral de la Fm Playa
Rica de edad oligocena o bien, si los fósiles encontrados fueran retrabajados, podría tratarse
de alguno de los eventos transgresivos del Mioceno Inferior.
FORMACIÓN ANGOSTURA
La formación Angostura fue definida en la Cuenca Borbon por geólogos de IEPC (Smith,
1946) correspondiendo a Stainforth (1948) y Tschopp (1948) las primeras publicaciones.
Con el nombre de Fm Angostura, Bristow (1975) designó a las rocas clásticas gruesas que
conforman el miembro "Basal calcáreo" del Grupo Daule definido por Marks (1951) quien
le dio una edad de Mioceno Medio en base a la fauna de moluscos. Aceptando la
correlación de Bristow, es necesario separar de la Fm Angostura a las areniscas que afloran
al Este de Jipijapa (Cerros La Mona y Choconchá) y que fueron llamados Miembro
Choconchá por Schulman et al (1965, en Bristow y Hoffstetter 1977) y recientemente Fm
Choconchá por Whittaker (1988). Este último aporta una datación muy precisa de N16B
que la ubica como Miembro de la Fm Onzole como veremos más adelante.
En este trabajo se considera como Fm Angostura a las rocas areno-arcillosas con restos de
moluscos del Mioceno Medio a Superior que suprayacen a las rocas de la Fm Tosagua (=
155
Subibaja al tope, edad N9-10) y que subyacen a la Fm Onzole tal como ha sido definida por
Whittaker (1988) de edad N16 b-N21 a.
Fig. 57.- Corte geológico entre Flor del Salto y el proyecto de represa Misbaque.
156
LITOESTRATIGRAFIA.- La Fm Angostura aflora en el flanco Norte de la CCC donde
descansa en discordancia sobre la Fm Piñón. Este contacto fue observado en el Río
Bachillero-sitio Las Piedras (coord 582.6 9785.0) donde reportamos: en la base 5 m de
areniscas amarillas masivas lito-feldespáticas y al tope una coquina conglomerática de 20
cm. En el mismo sector, en el camino Las Maravillas-Cascol se observaron desde la base:
-Areniscas friables con intercalaciones de lutitas decimétricas verdes con facies de canales
-Hacia arriba (12 Km al SO de Cascol) se observan alternancias de: areniscas métricas
masivas con clastos blandos de arcilla con estratificación cruzada local, de coquinas con
ostras y de limolitas con micromoluscos
-Cerca del tope, en los alrededores de Cascol, se observaron varias secuencias estrato-
decrecientes (Fig. 58) que fueron interpretadas como secuencias sublitorales de
progradación por Benitez et al (1991): En la base: calcarenitas gruesa y muy gruesa con
estratificaciones cruzada, arenisca media a gruesa masiva o con estratificación cruzada y al
tope arenisca limosa y lutita limosa con microfauna pobre de foraminíferos.
157
PALEOAMBIENTE.- El paleoambiente de depósito es marino sublitoral menor a 50 m de
profundidad de acuerdo a los rangos ambientales de los foraminíferos (Fig. 59).
FORMACIÓN ONZOLE
Bristow (1975) ubicó en la Fm Onzole al Miembro "Blue siltstone" (limolita azul) del
Grupo Daule de Marks (1951) que aflora en Manabi. La Fm Onzole fue definida en la
Cuenca Borbon por geólogos de IEPC (Smith, 1946). Su primera publicación es de
Stainforth (1948) y su localidad tipo es el curso medio del Río Onzole, afluente del
Cayapas, al Este de la provincia de Esmeraldas (Bristow y Hoffstetter, 1977). Sobreyace a
la Fm Angostura y es sobreyacida por las areniscas de la Fm Borbón en contactos
aparentemente transicionales.
En la Cuenca Borbón Oeste (al Oeste del Río Esmeraldas) la Fm Onzole ha sido dividida en
las unidades Inferior y Superior separadas por las areniscas del Miembro Súa (Evans y
Whittaker, 1982). La Fm Onzole Inferior comprende entre 300 y 800 m de lodolitas limosas
158
con capas delgadas de areniscas tobáceas depositadas en profundidades no mayores a los
100 m; su edad en la base es N16 en base a Neogloboquadrina acostaensis con tendencia a
N16-b según Whittaker (1988).
En la Cuenca Manabi, la Fm Charapotó definida por IEPC (Marks, 1956) incluye las
formaciones Portoviejo (= Charapotó Inferior) y Guayacan (= Charapotó Superior) de
Whittaker (1988) que equivalen respectivamente a las "Fm Villingota" y Fm Onzole de
Bristow (1975). Además, como se mostrará más adelante, las rocas mapeadas como Fm
Angostura por Bristow (1975) en los cerros La Mona y Choconcha al Este de Jipijapa están
intercaladas con los sedimentos de Charapotó Inferior. Su edad N16B (Whittaker, 1988)
permite correlacionarlas con la Fm Portoviejo de Whittaker y con el Miembro Onzole
Inferior de la Cuenca Borbon Oeste.
El cuadro de la Fig. IV- resume las equivalencias entre los grupos de rocas mencionadas.
Un estudio de Benitez et al (1988) mostró que las lutitas que subyacen a "la Fm Angostura"
de Bristow (1975) en el cerro La Mona al E de Jipijapa y llamadas "Fm Villingota" tienen
una edad NI3-16 en base a Globorotalia cf acostaensis, G. lenguaensis y G. continuosa que
concuerda con la edad N16-a dada por Whittaker a su Fm Portoviejo. Estas rocas también
han sido datadas N16 por Tsuchi et al (1988) en el camino San Vicente-Salinas (sitio
Portovelo 1 y 2 Km al Este) con Globorotalia merotumida (N16-18), nanoplancton
calcáreo de edad NN8-10 y diatomeas de edades entre 12,8 y 8,6 Ma.
En conclusión sobre las correlaciones entre los diversos nombres formacionales de las rocas
del Mioceno Superior a Pleistoceno de las Cuencas Borbon y Manabi, creemos que es
preferible mantener el nombre de Fm Onzole ya consagrado en la literatura geológica
aunque se debe hacer las modificaciones que se proponen en este trabajo.
159
abundante microfauna y escamas de peces. En la base se intercala la facies Choconcha
llamada Fm Angostura por Bristow (1975). Esta fue estudiada en el Cerro La Mona donde
forma una prominente escarpa topográfica y se acuña hacia el Norte hasta desaparecer;
consiste de una gran secuencia estrato-creciente de alrededor de 50 m, que consta de
limolita café en la base, intercalaciones de areniscas laminadas y limolitas café con flaser y
ondulitas, areniscas métricas masivas con clastos blandos de lutita y areniscas
conglomeráticas al tope.
El Miembro Onzole Superior consiste de lutitas y limolitas gris oscura con moluscos,
escamas de peces, microfauna de foraminíferos bentónicos y pocos radiolarios;
meteorización en colores marrón-rojizo.
Fig. 59.- Diferentes denominaciones, edades asignadas y equivalencias de las rocas del Mioceno
superior (terminal) al Pleistoceno en las cuencas Manabí y Borbón.
160
edad es N16a-N19 y es también notoria la mayor diversificación de la microfauna pero en
menor escala en relación a la cuenca Borbon Oeste.
FORMACIÓN BORBON
Esta formación aflora extensamente en la CCO al Sur de Bahia y al Sur de Jama donde se
llama también Fm Bahía y Fm Jama (Whittaker, 1988). Bristow (1975) correlacionó con la
Fm Borbón al Miembro "Upper Calcareous" del Grupo Daular de Marks (1951) que fue
definido en el borde SE de la Cuenca Manabi donde aflora extensamente sobreyaciendo
también a la Fm Onzole.
161
Fig. 60.- Estratigrafía de la formación Borbón en el proyecto de la represa Misbaque (coord. 561-
9835).
162
LITOESTRATIGRAFIA.- En el sector de Paján al SE de la cuenca, la Fm Borbón,
conformada esencialmente de areniscas se caracteriza por formar un relieve de mesas con
escarpas abruptas. Un corte en el sitio Presa Misbaque mostró unos 300 m de areniscas en
secuencias grano-estrato-creciente que descansan en contacto gradual sobre las lutitas
Onzole; niveles de arcillolitas gris verdosas con foraminíferos bentónicos se intercalan en la
base. Al tope se encuentra un nivel métrico de coquinas.
En el sector de Jama según Bristow y Hoffstetter (1977): reposan también sobre las lutitas
Onzole (datada en Punta Cabuyal como N17-18). Allí comprende: En la base, areniscas
azules fosilíferas; encima areniscas con estratificación cruzada y conglomerados bien
consolidados; coquina con Ostras y Pectén y arenisca guijarrosa; encima nuevamente
areniscas azuladas muy ricas en moluscos de aguas más profundas y al tope arenas
amarillas con estratificación cruzada con lentes de conglomerados; por haberse encontrado
en las vecindades restos de mastodontes se piensa que la formación sea equivalente a la Fm
Tablazo de la Península de Santa Elena.
163
CAP. V.- EVOLUCIÓN TECTÓNICA
La CCC presenta una estructura homoclinal bien definida (Fig. 61) constituida por las
formaciones cretácico-eocenas descritas en el capítulo anterior. El rumbo general del
homoclinal medido en Guayaquil es de N110° y su buzamiento promedio es de 18°S; en
Duran (Fig. V- ) se encontró un promedio similar de N108° y 20°S (Alvarado, 1989).
164
También se han observado fallas de rumbo dextrales de dirección NE-SO paralelas a la
Falla Guayaquil (Fig. 62) y otras fallas de dirección NO-SE menos comunes sinestrales
que serían conjugadas con las anteriores. Una familia de fallas de rumbo dextral muy
común, tiene dirección N110º-120° y altos buzamientos hacia el Norte; estas fallas son
paralelas a la Falla Colonche de la misma dirección, que presenta aparentemente el mismo
movimiento dextral.
La Falla Colonche sirve de límite entre la CCC y el Alto Chongon-San Vicente y presenta
una dirección paralela a la CCC. Ha sido puesta en evidencia como lineamiento en las
imágenes de radar y en estudios sísmicos de la plataforma continental frente a la zona de
Valdivia. En el Río Chongón (Coord.5979-9756.15) se observó un contacto tectónico
interpretado como cabalgante ya que pone rocas paleocenas sobre rocas eocenas de la Fm
San Mateo (antes Grupo Ancón), aunque no se pudo estudiar el plano de la falla que se
presentó como una brecha tectónica. Además, las rocas de la Fm San Mateo asociadas a la
zona de falla se encuentran plegadas y falladas con direcciones NE-SO que pueden ser
interpretadas como resultantes de un movimiento dextral transpresivo de la Falla Colonche
Como se explicará más adelante, las fallas Durán y Colonche serían fallas conjugadas
producto de una compresión N-S que funcionó hasta el Eoceno Superior, mientras que la
Falla Guayaquil y sus conjugadas NO-SE serían el resultado de una compresión E-O post
eocena.
165
LA DEFORMACIÓN EN LA CCO
El límite entre la CCC y la CCO es una falla dextral de carácter transpresivo de dirección
N-S, la Falla Jipijapa-Portoviejo, que ha sido mapeada localmente como un pliegue en los
mapas geológicos de la DGGM (Hoja Jipijapa, Fig. 62 C). Esta falla la hemos inferido en
un mapeo de detalle en el Río Buenavista (Fig. 62A) y una falla paralela a ella en el Río
Huangala (Fig. 62B) muestra un contacto transpresivo entre rocas muy deformadas de la
Fm Guayaquil (o Santa Elena?) y rocas menos deformadas de la Fm Cayo. Hacia el Norte a
partir de Julcuy la falla en mención se constituye en el límite occidental de las cuencas
ante-arco y toma una dirección NNE hasta el sector de Bahia de Caraquez donde sufre un
aparente desplazamiento sinestral por causa de la supuesta Falla Bahia de dirección NO-SE
(Fig. 63). Desde allí, hacia el Norte la falla toma una dirección NE-SO y los nombres de
Falla Jama-Coaque en Manabi y Quinindé en Esmeraldas donde sufre un nuevo
desplazamiento sinestral a causa de la Falla Esmeraldas de dirección NO-SE.
166
Las rocas de la CCO presentan generalmente fallamientos de direcciones NE-SO y NO-SE
paralelos respectivamente a las direcciones de las fallas dextral y sinestral que hemos
mencionado anteriormente. Estas fallas son en apariencia gravitacionales (Fig. 63 ) pero en
algunos casos hemos puesto en evidencia pequeños desplazamientos de rumbo. Por esta
razón consideramos que ambos sistemas de fallas son cizallamientos conjugados que
registran una compresión de dirección E-O. Plegamientos como los mencionados en La
Rinconada tienen una extensión solamente local y estarían relacionados con una fase
tectónica anterior. Aparentemente, la apertura de las cuencas de ante-arco está relacionada
con el juego transtensivo de estas fallas transcurrentes y en especial de las fallas dextrales
NE-SO.
167
LA DEFORMACIÓN EN EL ALTO SANTA ELENA
Las formaciones Santa Elena, Azúcar y el Grupo Ancón presentan deformaciones en grado
decreciente.
En la Presa Chongón (Cerro San Juan) del Alto Chongon-San Vicente se encuentran lutitas
silíceas con radiolarios de la Fm Santa Elena y grauacas volcanoclásticas de la Fm Azúcar?
formando un apilamiento de escamas tectónicas. Los límites de las escamas son planos de
cizalla de rumbos N110°/60-80°S que cortan a planos de cizalla subhorizontales; también
se observan fallas NE-SO. Algunos de los planos subhorizontales presentan estrías y otras
evidencias que indican un cabalgamiento hacia el Norte. La estratificación original presenta
rumbos N110° y NE. La cronología de las estructuras observadas sería como sigue: 1).
cabalgamientos de vergencia Norte, 2). pliegues y fallas de dirección N110°, 3). pliegues de
dirección NE y 4). fallas N110° gravitacionales.
168
169
En la Libertad entre la Playa La Caleta y el Campo petrolero La Carolina se encuentran
asociaciones de rocas cíe la Fm Santa
Elena, rocas ígneas básicas y arcillolitas verdosas de edad Eoceno Medio (M#PO-60,
radiolarios Spongatractus pachystilus y Thyrsocyrtis triacantha; M#PO-55, Turborotalia
wilsoni) que han sido llamados "Wildflisch Santa Elena" u "Olistostromo Wildflisch" por
Azad (1964) y Colman (1970) los propulsores de la hipótesis olistostrómica, quienes
consideraron que ésta es una de las mejores pruebas del emplazamiento olistostrómico.en el
Eoceno Superior. También para Moreno (1984) la presencia de brechas con bloques de
doleritas, areniscas conglomeráticas y chert en una matriz arcillosa con microfauna (Fig. V-
C) es una prueba de un origen sedimentario. En el estudio detallado que hemos realizado en
este sitio se pueden hacer las siguientes observaciones.
Las lutitas silíceas, doleritas y arcillolitas forman bloques con límites tectónicos de
dirección preferente NE-SO, aunque también se observaron contactos NO-SE que cortan a
los anteriores. - Las doleritas del extremo occidental de la Fig V- en la Carolina presentan
una esquistosidad de fractura de dirección N30-400 (y fracturas de dirección N140°)
paralela a la brecha de la Fig V- C, por lo que esta última sería más probablemente de
origen tectónico.
El aspecto sedimentario que presentan algunas de estas brechas, como en la Caleta, podría
deberse a procesos de meteorización subaérea producida durante el largo período de
emersión post orogénico.
170
171
172
fallados causado por una compresión de dirección NNO-SSE; otras estructuras observadas
son fallas dextrales de dirección N140° y fallas sinestrales conjugadas de dirección ENE
(Fig. 68a) que registrarían en conjunto una fase tectónica compresiva posterior, de
dirección aproximada N-S. También se observan pliegues métricos afectando a las series
pelíticas; allí se distinguen pliegues con planos axiales de rumbo NE-SO compatibles con la
compresión de dirección NNO-SSE (Fig. 68b, planos axiales P1), aunque también se
encuentran pliegues con planos axiales de rumbo NNE-SSO que corresponderían a una fase
compresiva posterior (planos axiales P2).
A una escala más regional las rocas de la Fm Azúcar conforman una sucesión de escamas
tectónicas de grandes dimensiones que presentan vergencia NO. También se encuentran
frecuentemente escamas tectónicas de la Fm Santa Elena (como la reportada en el Cerro
González) y menos frecuentemente de rocas Ígneas basálticas y de sedimentos del Eoceno
Medio. Estos últimos han sido reportados por Marchant (1961, p.222, presencia de
abundante Hastigerinella colombiana) en el Rio Esteban (actualmente Río Chiriguas, coord
538.3-9756.4) al NE de Baños de San Vicente (Fig.68) y en el Río Piedra Colorada al Oeste
de Azúcar. El mismo autor ha reportado la existencia de dos juegos de falla transcurrentes
de rumbos NE y NO, dextrales y sinestrales respectivamente que corresponderían a una
compresión E-O.
En conclusión las rocas de la Fm Azúcar están afectadas por tres fases tectónicas
compresivas que son en orden relativo desde la más antigua: 1) Compresión NO-SE; 2)
Compresión N-S y 3) Compresión E-O. La vergencia principal de los dos primeros eventos
parece ser hacia el NO y N ya que se observaron estructuras como planos de cizalla de bajo
ángulo, estrías y deformaciones de estratos que indican estas direcciones de movimiento;
sin embargo, no se pudo establecer su importancia relativa ya que la fase No. 2 presenta
una tendencia a retomar las estructuras de la fase anterior. En cuanto a la edad de las fases
tectónicas, la primera es probablemente del límite Paleoceno-Eoceno, la segunda se
ubicaría entre el Eoceno Medio y el Oligoceno y la tercera en el Neógeno.
En los acantilados de Ancón son visibles tres generaciones de estructuras que afectan a las
rocas del Grupo Ancón. Las estructuras más antiguas son syn-sedimentarias y comprenden
slumps (deslizamientos) y fallas de gravedad. También se midieron diques sedimentarios.
Estas estructuras muestran en conjunto una dirección promedio ENE que representaría el
rumbo del paleomárgen (Fig. 68a) sin tomar en cuenta las posibles rotaciones.
173
(Fig. 68B); esta compresión se manifiesta además por la presencia de planos de cizalla
paralelos a la estratificación en las lutitas y oblicuos en las areniscas lo que ha sido notado
por Moreno y García (1985, inf. inédito) y consta en las observaciones más antiguas de
Brown y Baldry (1925).
Las fallas de direcciones NE y NO que fueron reportadas por Marchant (1960) como fallas
sinestrales y dextrales respectivamente, afectan a todas las rocas de la Península desde el
Cretácico hasta el Eoceno, por lo que tal deformación es post Grupo Ancón y estaría
relacionada a una compresión de dirección aproximada E-O que sería la causa de la Falla
Guayaquil.
Una importante zona de falla afecta a rocas del Grupo Ancón entre Ballenita y Punta
Blanca. En este último sitio se observan pliegues isoclinales fallados con vergencia hacia el
NE y en el sitio anterior fallas de rumbo conjugadas de direcciones N-S y E-O que se
interpretan como resultantes de una compresión de dirección NE-SO. Esta deformación casi
no se manifiesta en los afloramientos de Ancón aunque allí he medido dos fallas inversas
de muy poco desplazamiento y del mismo sentido que las de Punta Blanca, afectando a
rocas de la Fm Punta Ancón.
Las estructuras más jóvenes y en general más visibles que afectan a todo el Grupo Ancón
son fallas normales de dirección ENE (Fig. V- A a C), visiblemente cortan a los planos de
fallas inversas de vergencia O-NO y representan la dirección de distensión que se podría
esperar como consecuencia del funcionamiento de la Falla Guayaquil. Muchas de estas
fallas han retomado los planos de antiguas fallas normales syn-sedimentarias de la misma
dirección.
En conclusión, las rocas del Grupo Ancón han sufrido dos eventos compresivos de
direcciones E-O y NE-SO, de los cuales el primero es el causante de la mayor parte de la
deformación observada y el segundo afecta especialmente a las rocas de Punta Blanca-
Ballenita siendo casi imperceptible en los acantilados de Ancón. No ha podido establecerse
su cronología relativa. Sinembargo dada la importancia solo local de la dirección NE-SO se
ha considerado que es efecto de una rampa lateral de los cabalgamientos de vergencia NO.
174
LAS DEFORMACIONES EN LA CUENCA MANABI
Los eventos tectónicos más antiguos fueron evidenciados en las lineas sísmicas D-233 y D-
240 (Fig. 70) que registran la parte septentrional más profunda de la Cuenca Manabi.. En la
linea D-233, inmediatamente al Sur del Pozo Ricaurte-1 se observa un fallamiento
gravitacional de dirección ESE-ONO que afecta al basamento Piñón y a su cobertura del
Cretácico Superior-Paleoceno; este evento es sellado por depósitos interpretados como
Eoceno Inferior que se depositan en onlap rellenando las pequeñas cuencas formadas por
estas fallas; aparentemente, el basculamiento continua durante el depósito, notándose que
en las partes más altas de los bloques basculados como en el Pozo Ricaurte-1, el Eoceno
Medio se deposita discordantemente sobre el Paleoceno.
En la linea D-233 se puede ver que las antiguas fallas de dirección E-SE vuelven a jugar al
final del Oligoceno pero como conjugadas de un fallamiento de dirección probable NE-SO
que parece ser el más importante. Las fallas NE-SO son paralelas a una dirección de
compresión reportada en la Cuenca Progreso que tuvo lugar al final del Oligoceno hasta el
Mioceno Inferior.
175
En la linea sísmica LV-14A-B (Fig. 71) se interpretaron complejas estructuras en flor
(positiva y negativa) que serían el producto del cizallamiento de rumbo NE-SO. Sus efectos
más visibles son el levantamiento del basamento para constituir la CCO, la creación de
cuencas pull-apart y el control de su evolución. Podemos notar que el movimiento más
importante ha comenzado en el Mioceno Medio y ha continuado hasta el Mioceno Superior
176
contemporáneamente con el depósito de la Fm Progreso. Durante este período se provoca
una migración progresiva del depocentro de la cuenca hacia el Este.
-Una fase distensiva con fallas normales SSE de edad fini-Paleoceno-Eoceno Inferior que
produjo bloques y basculamiento de los mismos con formación de pequeñas cuencas
de la misma dirección con rellenos en onlap de sedimentos del Eoceno Inferior.
-Una fase compresiva de edad Eoceno que produjo cabalgamientos de rumbo probable NE-
SO y vergencia SE.
-Movimientos transcurrentes dextrales de dirección NE-SO jugando principalmente al tope
del Oligoceno y del Mioceno Inferior. El juego se renovó también durante el Pleistoceno.
-No se reconoce en las lineas sísmicas la deformación compresiva del Paleoceno Inferior
referida por Marksteiner y Alemán (1990). Posiblemente se trate de deformaciones locales
relacionadas con movimientos de rumbo de dirección NE-SO y en tal caso el fallamiento
normal SSE podría estar relacionado con transtensión.
La Cuenca Progreso está limitada al Norte por la Falla Carrizal de dirección E-SE que la
separa del Alto Chongon-San Vicente y al sur por la Falla La Cruz de dirección NO-SE que
la separa del Alto Santa Elena. Ambas fallas convergen en el sector de Colonche al NO y
divergen hacia el SE dándole a la cuenca una forma triangular isósceles cuya base se
encuentra en el SE donde está limitada por la zona subsidente del Graben Jambeli de
orientación NE-SO. Las principales fallas que se observan dentro de la cuenca están
relacionadas con sus fallas limítrofes, sinembargo también se observan lineamientos de
177
orientación NE-SO en el sector de Progreso que llamaré Falla Progreso y que constituye un
importante límite dentro de la cuenca.
La Falla La Cruz es una falla de rumbo de movimiento sinestral; este movimiento fue
deducido por el plegamiento de las rocas de la Fm Azúcar observado en las imágenes de
radar. El aspecto actual de falla transcurrente es evidente en los cortes realizados con ayuda
de las líneas sísmicas (Fig 72) aunque la historia de su movimiento es más complejo.
178
La Falla Carrizal presenta un juego principalmente distensivo durante toda su historia. Es
particularmente activa durante el depósito de la Fm Zapotal que forma al pie de la misma
una potente cuña clástica y también durante el depósito de la Fm Progreso; este último
evento es coincidente con el de la Falla La Cruz y ha sido puesto en evidencia por el
levantamiento sufrido por el Alto Chongon-San Vicente después del depósito de las
formaciones Subibaja y Caliza Bellavista de la base del Mioceno Medio.
La Falla Progreso de dirección NE-SO es visible en la linea GP-29 a la altura del Pozo
Bajada-1 y su juego principal se produce después de la Fm Subibaja separando a la
Subcuenca Subibaja del NO de las subcuencas Sabana Grande y San Antonio del SE. Estas
dos últimas continuaron subsidiendo durante el Plioceno permitiendo el depósito de la Fm
Puna.
179
Un estudio microtectónico realizado en la Caliza San Antonio (Toro, 1994) de edad
Mioceno Inferior indica que dichas rocas fueron sometidas a dos eventos compresivos de
direcciones N39° y N110° sin precisar su cronología relativa por desconocimiento de la
edad precisa de las calizas. De acuerdo a Lavenu et al (1994) las cuencas intramontañosas
del Sur del Ecuador han sufrido dos eventos compresivos principales durante el Neógeno:
el primero durante el Mioceno Inferior de dirección NNE-SSO y el segundo entre el
Mioceno Medio y el Mioceno Superior de dirección E-O que prevalece hasta la actualidad;
en el detalle las deformaciones en las rocas registran un cambio progresivo y no un cambio
brusco entre la primera y la segunda dirección. Por correlación las compresiones
observadas en la Caliza San Antonio corresponderían a una dirección NE-SO del Mioceno
Inferior y a una dirección ESE-NNO que habría funcionado a partir del Mioceno Medio.
Lo que se conoce como Graben Jambeli no es en realidad un graben sino una amplia zona
de -deformación causada por el movimiento transcurrente dextral de la Falla Guayaquil de
dirección NE-SO (Fig. 73). La falla misma forma una serie de altos estructurales como la
Isla Santa Clara, el Campo Amistad, los cerros Zambapala y Mala en la Isla Puna entre
otros, formados por movimientos transtensivos los cuales han sido objeto de una intensa
exploración petrolera y también de pequeñas cuencas que han sufrido subsidencia durante
el Neógeno y especialmente durante el Plioceno como ya se ha indicado en la sección
estratigrafía.
180
Las cuencas relacionadas a la falla son de tipo pull-apart y son generalmente alargadas y
muy subsidentes. Santos (1983) reporta en la pequeña cuenca de Naranjal (Fig. 74) de 23
Km de ancho un hundimiento del basamento de 5 Km; por correlación regional el relleno
de esta cuenca es más joven que el Mioceno Medio lo que da una subsidencia aproximada
mayor a 300 m/Ma. En el pozo Tenguel-1 de la sub-cuenca Esperanza (Fig. 75) se ha
demostrado que durante el Plio-Cuaternario se han depositado alrededor de 3000 m de
sedimentos lo que da una tasa de subsidencia promedio de 600 m/Ma. En el depocentro de
esta misma sub-cuenca las interpretaciones geofísicas reportan una columna del Neógeno
de aproximadamente 10 Km lo que da un valor de 400 m/Ma.
181
182
El movimiento dextral actual de la Falla Guayaquil ha sido evidenciado recientemente por
Winter y Lavenu (1988) en la zona de Pallatanga al NE de Guayaquil y su movimiento
estimado por Lavenu et al (1994) entre 3 y 4 mm/año. El inicio de la Falla Guayaquil no ha
sido datado. Según los datos que hemos indicado es seguro que funcionó durante el
Plioceno y también probablemente durante el Mioceno Medio y Superior períodos en los
que se reportan también altas tasas de sedimentación (Fm Progreso) aunque más bajos que
los reportados en el Plioceno, posiblemente porque los datos de que disponemos
corresponden a altos estructurales que habrían funcionado desde esa época. Para el
Mioceno Inferior no se tienen datos sobre los espesores de sedimentos depositados en la
cuenca pero de acuerdo a los datos disponibles son superiores a los del Mioceno Medio y
Superior
Si hacemos una comparación de las deformaciones observadas en cada una de las unidades
morfotectónicas de la costa ecuatoriana (Fig. 76) podemos inferir que:
-El cambio indicado se produjo principalmente durante el Eoceno Medio asociado con un
incremento de la velocidad de convergencia de la Placa Nazca. No se pudo precisar si el
fenómeno continuó durante el Oligoceno puesto que este período está mal representado en
la columna estratigráfíca.
-Lo indicado está de acuerdo con el modelo geodinámico de Gordon y Jurdy (1986) el
mismo que presenta una reorganización mayor de las placas a los 43 Ma, obligando a una
disminución de la tasa de convergencia entre las placas Nazca/Farallón y Sudamericana;
-Siguiendo con el modelo de Gordon y Jurdy (1986), al final del Oligoceno a Mioceno
Inferior (25 a 26 Ma) se observa la rotura de la Placa Farallón Sur, con la formación de las
183
placas de Cocos y Nazca, provocando un cambio en la dirección de convergencia y
velocidad de la Placa Farallón que tenía una dirección NE con una velocidad de 50
mm/año, mientras que la nueva Placa de Nazca tiene una dirección casi E-O y una
velocidad que sube progresivemente hasta los 125 mm/año. Los efectos de este cambio se
sienten en las rocas del antearco solo a partir del Mioceno Medio.
184
CAPÍTULO VI.- GEODINÁMICA DEL ANTE ARCO ECUATORIANO
185
2. TIPOS DE MARGENES EN CONVERGENCIA
Tipo 1 a.- Márgenes con pequeños prismas. Longitud total: 16.000 Km. Tamaño del
prisma: 5-40 Km. de ancho.
Tipo 1 b.- Márgenes con grandes prismas. Longitud total: 8.000 Km Tamaño del prisma: >
40 Km ancho
-Los márgenes tipo 2 donde predomina la erosión tectónica (fig. 78) desarrollarían
típicamente las cuencas intramacizo de Dickinson y Seely, (1979) sobre el basamento de la
placa cabalgante. Estas son cuencas pequeñas, situadas generalmente en la pared interna y
estarían formadas por el basculamiento y hundimiento de bloques producido por la
fracturación y subsidencia diferencial del margen sometido a una prolongada erosión basal;
no se excluye la formación de un alto estructural externo por efecto de la convergencia
oblicua en los márgenes de tipo 2 más desarrollados, pero las cuencas antearco no
evolucionarían por falta de sedimentos.
-El tipo Ib es el típico margen con prisma acrecionario importante en el cual el alto
estructural formado por las partes más antiguas del prisma y juega el papel de barrera de
contención de los sedimentos provenientes del arco. Cuando se presenta convergencia
oblicua se forman fallas transcurrentes entre el alto externo y la cuenca antearco. Estas son
las llamadas “cuencas construidas” de Dickinson y Seely (1979) que descansan hacia tierra
sobre el zócalo del arco volcánico y hacia el mar sobre el propio prisma acrecionario
construido sobre corteza oceánica. Las variaciones de la convergencia permiten avizorar
que los sistemas de subducción pueden pasar por períodos de convergencia perpendicualar
y oblicua de una manera alternante.
-En los márgenes tipo 1a, la existencia de un prisma pequeño implica la disminución del
fenómeno de erosión del margen y por lo tanto de su subsidencia y retroceso. En tal caso, el
proceso distensivo predominante sería reemplazado por uno compresivo o de cizalla y las
fallas normales relictas podrían jugar como inversas si la convergencia es normal o como
transcurrentes transpresivas si la convergencia es oblicua. Los movimientos de transpresión
contribuyen a la formación de altos estructurales y los de transtensión a la formación de las
cuencas ante-arco. Estas al recibir un relleno sedimentario subsidirían por el peso de la
columna ayudando a su definición como cuencas. Estas cuencas son también cuencas
intramacizo sobre el basamento de la placa cabalgante: es el caso de las márgenes
norandinas y de America Central.
186
Fig. 78.- Diagramas simplificados de los tres tipos de márgenes convergentes: 1a.Márgenes de
tamaños pequeño y mediano. 1b.Márgenes con prismas de gran tamaño. 2. Márgenes sin prisma
de acreción, sometidos a erosión tectónica. Las masas acrecionadas están en gris. Se muestra la
longitud total aproximada para cada tipo (según Von Huene et Scholl, 1991).
187
Fig. 79.- Cortes geológicos costaafuera de las márgenes de Japón y Perú. A)Sección sísmica a
través de la fosa de Japón (según Von Huene y Culotta, 1989). La estratigrafía está controlada
por por las perforaciones del DSDP situados fuera del corte. La subsidencia media sobre los
últimos 22 Ma se muestra por la flecha y la línea que representa la antigua posición del margen
continental a los 22 Ma. B)Sección sísmica de la fosa peruana (CDP-1 según Von Huene, Suess
et al, 1988). La estratigrafía está controlada por perforaciones del programa CDP (números). Se
indican las tasas de subsidencia y la paleobatimetría de la margen a los 5 Ma. Notar 3
discordancias.
188
1.2 LA SUBDUCCION DE GRANDES ALTORELIEVES OCEÁNICOS
Fig. 80.- Colisión de alto-relieves oceánicos. A) Esquema mostrando los dos tipos diferentes (por
sus dimensiones) de alto relieves oceánicos entrando en subducción. B) Alto-relieves oceánicos
que pueden provocar una colisión de tipo orogénico, según Cloos (1993).
189
A pesar de su gran número y gran tamaño muy pocos de estos relieves sobreviven al
colisionar con un sistema de subducción; solamente los arcos insulares con edades > 20 Ma
tienen boyantéz suficiente (léase baja densidad y gran espesor de corteza) para no ser
consumidos en el proceso de subducción (Closs M, 1993).
Todos los demás relieves oceánicos incluso masas continentales con corteza < 15-20 Km,
pueden ser subductadas según Closs M. (1993), por falta de boyantéz, produciendo
diferentes efectos sobre el sistema. Este fenómeno podría llamarse de colisión-subducción.
190
Fig. 81.- 1. Localización de las plataformas asísmicas (ridges), fosas y vacíos volcánicos (gaps)
en Sudamérica (según Mc Geary et al, 1985). 2. Modelo esquemático de la colisión de una
plataforma asísmica: a) antes de la colisión; b) después de la colisión y ruptura de la placa
subductada; c)después de la colisión y paralización de la subducción, la placa subductada se
vuelve vertical (Mc Geary et al, 1985).
191
delgada de la placa subductada. Este mecanismo ha sido propuesto para las cordilleras
occidentales de Ecuador y Colombia.
La dirección de convergencia también varía en el tiempo ya que los arcos y las placas
siendo tan dinámicos tienen tendencia a cambiar su posición relativa. Un caso bien
conocido es el del sistema de subduccion Andino donde la placa Nazca mantuvo una
convergencia oblicua de dirección N30°-40° durante el Paleógeno pasando a una
convergencia casi perpendicular N85° hace 25 Ma manteniendo esta dirección durante todo
el Neógeno (Gordon y Jurdy, 1986).
Las variaciones temporales y espaciales indicadas permiten asumir que los arcos más
antiguos han pasado alternadamente por períodos de convergencia perpendicular y oblicua.
Las consecuencias de la convergencia oblicua fueron estudiadas por primera vez por Fitch
(1972) en el arco de Sunda (Sumatra) y bajo el mismo esquema, revisadas por Beck (1983).
Ellos indican que el movimiento convergente oblicuo es transmitido al arco por una
componente normal y por otra tangencial al sistema. Esta última es la que provoca un
movimiento transcurrente de todo o parte del ante-arco. Este movimiento se produciría
cuando el ángulo entre la perpendicular a la fosa y la dirección de convergencia es mayor
que 20-30° (Beck, 1983). De acuerdo a Jarrard (1986), otros parámetros que favorecerían
estos movimientos son una placa continental cabalgante y un fuerte acoplamiento entre las
placas; efectivamente la corteza continental presenta una resistencia menor al fallamiento
que la corteza oceánica. Nuevos estudios sobre el arco de Sumatra (Malod et al, 1993) han
evidenciado que el movimiento transcurrente se produce también en el límite entre el
192
prisma acrecionario y las cuencas ante-arco (Fig. 11-13). El comportamiento de los arcos
sugiere que en el mismo sistema se producen al mismo tiempo cabalgamientos en el frente
de acreción y transcurrencia atrás del alto estructural y en el arco volcánico. Este fenómeno
se denomina partición de la deformación y ha sido evidenciado en las Aleutianas centrales
(Ryan y Scholl, 1989, Fig. 11-14) y en Panamá (Mc Kay y Moore, 1990) donde el
desarrollo de los prismas acrecionarios es mucho menor que en Sumatra.
La subsidencia del margen peruano central desde el Mioceno inferior (Von Huene at al,
1988; Bourgois et al, 1990) que alcanza tasas de 400 m/Ma durante los 8 últimos Ma en la
cuenca de Lima y se acompaña con la edificación de un pequeño prisma de acreción mar
afuera de Chimbote se la explica a través de un importante rol de la erosión tectónica. A
pesar de la ausencia de estudios sobre este aspecto en el Ecuador, la ausencia de un prisma
de acreción importante podría ser debido al mismo fenómeno.
193
2.2 La Falla Guayaquil-Romeral
Marchant (1960) fue el primer geólogo que propuso que el juego de cizalla dextral de la
falla Guayaquil es la causa del origen del Golfo de Guayaquil. A continuación, Case et al
(1971, 1973) ligaron a la Falla de Guayaquil, con la Falla Romeral de Colombia y proponen
un movimiento dextral para el conjunto llamándolo la Falla Guayaquil-Dolores-Romeral o
simplemente Guayaquil-Romeral e igualmente Campbell (1974) quien localizó dicha falla
en el límite oriental de la cordillera Occidental, de la misma manera como lo hicieron
Henderson (1979) y Bristow y Feininger (1980). En efecto, se debe distinguir bajo esta
denominación dos eventos geodinámicos de edad y extensión diferentes.
2.La sutura que separa por un lado el basamento costero de la costa y cordillera Occidental
de Ecuador y Colombia y por otro lado las rocas ensiálicas que reposan sobre el basamento
del continente sudamericano. Tal accidente está casi completamente tapado bajo la potente
cobertura volcánica neógena, sin embargo, el mismo ha sido evidenciado en varios cortes:
-el corte de Juteau et al (1977) que han descrito la presencia de rocas ofiolíticas en la
quebrada de San Juan situada a 20 km al O-SO de Quito. Estas rocas se encuentran
cubiertas por coladas andesíticas cuaternarias del Volcán Pichincha. Lebrat (1985)
194
menciona que en las antiguas canteras de Quito abiertas en las andesitas de este mismo
volcán, Bruet (1949) ha descrito inclusiones de rocas metamórficas tales como gneises con
cordierita y silimanita que caracterizan el basamento del bloque sudamericano. Por lo tanto
la sutura se sitúa a varios kilómetros entre la ciudad de Quito y los afloramientos alóctonos
de San Juan.
-el corte de Lebrat (1985) quien ha levantado un corte a lo largo de la ruta El Triunfo-
Cañar, hacia los 2º30’ S, ubicando la sutura en el límite entre las rocas básicas del tipo
Macuchi al Oeste y los esquistos epimetamórficos al Este.
-el corte La Troncal-Cañar, a pocos kilómetros más al Sur en el cual hemos observado (en
Vilema, 1994), más precisamente en Cochancay (sobre el corte del río Bulubulu) rocas
sedimentarias arcillosas con intercalaciones tobáceas, muy deformadas, que han sido
reportadas como formación Yunguilla. Estas rocas se encuentran suprayacidas, hacia el
Este hasta Ducur, por escamas tectónicas sucesivas con vergencia NO, de composición
basáltica (Fm Piñón), de esquistos negros grafíticos con cuarzo, albita y epidota (basamento
continental), de andesitas calco-alcalinas (Fm Huigra y Tandapi) y de rocas sedimentarias
arenosas de color rojo (Fm Silante). El conjunto desaparece hacia el Este bajo la cobertura
volcánica Mio-Plio-Cuaternario. Estas rocas han sido cartografiadas en el Mapa Geológico
del Ecuador de 1: 1’000.000 como Fm Macuchi (1982).
Feininger y Bristow (1980) propusieron una historia dinámica compleja de la sutura. Esta
habría jugado como transformante sinestral durante el Cretáceo Superior, luego como
transformante dextral a partir del Paleoceno terminando con la acreción contra la Placa
Sudamericana de las rocas de origen oceánico que constituyen las cordilleras occidentales
el Ecuador y Colombia. Este accidente se identifica con la Falla Romeral-Guayaquil.
195
También se sabe que existe una gran similitud estratigráfica entre las formaciones de la
Costa y aquellas de la cordillera Occidental (cf. Cap. 3) entre el Cretáceo superior y el
Eoceno medio, incluso a pesar de la existencia de una potente serie volcánica toleítica
paleocena?-eoceno inferior (Fm Macuchi).
Por esta razón es que se admite que este material ha sido acrecionado al antiguo margen
continental, sea por obducción (Restrepo y Toussaint, 1973), sea por colisión (Feininger y
Bristow, 1980), sea por colisión-deslizamiento lateral (Mégar et al, 1987).
Varios diferentes modelos geodinámicos han sido propuestos para explicar la estructura del
dominio costero ecuatoriano, los cuales clasifican en los siguientes tipos:
1-una subducción bajo el continente sudamericano con salto hacia del Oeste del frente de
subducción;
2-la acreción al margen sudamericano de una arco insular;
3-la acreción de microbloques al margen sudamericano.
3.1 Modelos que presentan una subducción bajo el continente sudamericano con salto hacia
el Oeste del frente de subducción.
Faucher y Savoyat (1973) fueron los primeros en proponer para el Ecuador un modelo en el
cual la estructura resulta del funcionamiento de una zona de subducción con pendiente
hacia el E, jugando desde el jurásico. En esta época existiría un arco volcánico sobre el
continente sudamericano. En el Cretáceo superior, un salto de la zona de subducción hacia
el Oeste, permitiría la acreción al continente de una franja de corteza oceánica y también el
desarrollo de un arco insular del cual sus detritos se encontrarían en la formación Cayo. La
subducción cesaría a partir del Eoceno superior y el levantamiento progresivo de la
provincia continuaría hasta el Cuaternario (fig. 82).
196
Fig. 82.- Modelo de evolución de la cadena andina ecuatoriana (según Faucher y Savoyat, 1973).
197
Kennerley (1980) retoma la hipótesis de una zona de subducción con pendiente Este bajo
un reborde del margen sudamericano adelgazado (fig. 83) y creando un arco insular
cretácico (el arco Macuchi?) el mismo que comienza en el Aptiano y funciona hasta el
Campaniano. En el Maastrichtiano-Paleoceno el arco se vuelve subaéreo. Un salto de la
subducción hacia el Oeste durante el Eoceno conlleva el levantamiento de la provincia
costera y la deformación del arco Macuchi. Tal régimen persistiría hasta el Oligoceno.
Fig. 83.- Modelo de evolución geodinámica del occidente ecuatoriano desde el Cretáceo hasta el
Oligoceno. Según Kennerley (1980).
Sheperd y Moberly (1981) propusieron un modelo en 5 etapas (fig. 84) que se desarrollan
desde el Jurásico hasta la época actual, sin precisar la duración de cada una. La más antigua
se caracteriza por una subducción a pendiente Este; ellos hacen funcionar un cizallamiento
ENE-OSO dextral (la mega Falla Tumbez-Guyana) que llega a cizallar a la zona de
subducción. Un salto de subducción hacia el Oeste se produce frente al Ecuador. La antigua
zona de subducción es entonces reactivada en cizallamiento dextral provocando la apertura
de la cuenca de Progreso.
198
Fig. 84.- Modelo geodinámico según Sheperd y Moberly (1981). 1. Jurásico o más antiguo; 2 a 4.
Etapas de edades no precisadas. 5. Cuaternario.
El modelo de Daly (1989) hace intervenir una subducción con pendiente E que salta hacia
el O en el Paleoceno medio y a continuación una partición de la deformación entre una
subducción frontal y un sistema de cizalla Cauca-Pallatanga; la provincia costera registra
las rotaciones de microbloques en el Eoceno medio (fig. 85).
199
Fig. 85.- Modelo de rotaciones de microbloques en el Eoceno medio según Daly (1989),
reconstrucción paleogeográfica a partir del Paleoceno.
200
3.2. Modelos con acreción de un arco insular al margen sudamericano.
Feininger y Bristow (1980) propusieron un modelo complejo (fig. 86) el mismo que se basa
en varias hipótesis:
Fig. 86.- Modelo geodinámico de Feininger y Bristow (1980) del Santoniano al Oligoceno. Las
flechas gruesas: sentido del movimiento de las placas oceánicas en relación a la Placa
Sudamericana. Sobre los mapas un trazado grueso marca las fallas transformantes (discontinuso
si están inactivos), los trazos con triángulos representan las fosas, las cruces señalan los arcos
volcánicos. En puntillado la línea de costa actual y la frontera ecuatoriana. Sobre los cortes la
corteza oceánica esta marcada por los chevrones y la corteza continental por las cruces, las
flechas marcan el sentido de la subducción.
201
Lebrat (1985) basa su estudio sobre datos geoquímicos que muestran que la Fm Celica del
Cretáceo (Aptiano-Campaniano) que aflora al Sur del Ecuador, corresponde a un
volcanismo calco-alcalino, mientras que la Fm Macuchi que aflora más al Norte y de edad
mal conocida, pero supuesta cretácico-eoceno por Lebrat, está constituida por rocas
toleíticas y calco-alcalinas. El supone la existencia de dos zonas de subducción con
pendiente al E (fig. 87) funcionando durante el Cretáceo superior. Estas habrían dado
origen a un arco calco-alcalino ensiálico, el arco Celica desarrollado sobre el margen
continental y a un arco insular, el arco Macuchi, desarrollado a una distancia no
determinada del continente. Este último habría entrado en colisión con el continente a partir
del fin del Campaniano probablemente a continuación de una convergencia oblicua. La
acreción al margen concluirá al final del Eoceno.
202
203
Fig. 87.- Modelo geodinámico de Lebrat et al (1985) para el Cretácico superior (A y B) y el
Cuaternario (C). Cortes a 2º de latitud Sur. Exageración vertical= 2. DGM: Falla Guayaquil-
Dolores. S: Sutura. SOAM: corteza continental sudamericana.
Mégard et al (1987) retoman la hipótesis de Lebrat (1985) de dos zonas de subducción con
pendiente al E para integrarla con los datos paleomagnéticos que ponen en evidencia una
rotación horaria de las rocas cretácico-eocenas de la costa y de la cordillera Occidental (fig.
88). Sin embargo, para ellos la colisión no interviene hasta a partir del Eoceno. Los
esquemas paleogeográficos para el Senoniano y el Eoceno Terminal toman en cuenta la
ausencia de la Fm Celica al N de la Falla Guayaquil; el modelo propuesto considera dos
arcos, Macuchi y Celica, separados por la Falla Guayaquil caracterizada por un
funcionamiento dextral desde el Cretáceo. Los datos paleomagnéticos “sugieren que la
distancia entre el terreno Piñón-Macuchi y el continente no ha sido nunca muy importante”
desde el punto de vista latitudinal, en efecto las paleolatitudes obtenidas sobre el bloque
Piñón-Macuchi no difieren sensiblemente de aquellas encontradas en rocas del continente
sudamericano.
204
Fig. 89.- Reconstrucción palinspástica de los arcos insulares del Oeste ecuatoriano, según
Wallrabe-Adams (1990).
Estos modelos toman en cuenta la existencia de arcos magmáticos con firmas geoquímicas
diferentes; sin embargo ellos no explican la intervención de elementos de corteza
continental cuya influencia es sensible durante el Cretáceo superior (Amotape) y el
Paleoceno (Península).
205
paleomagnetismo (Mourier et al, 1988; Mitouard et al, 1990). Mitouard et al (1990)
consideraron la rotación como post-Oligoceno. De la misma forma, Roperch et al (1987)
han puesto en evidencia sobre rocas que pertenecen a la Fm Piñón de la Costa y Macuchi
de la Cordillera Occidental, una rotación horaria de 70º.
Fig. 90.- Modelo geodinámico para la evolución mesozoica de los Andes de Huancabamba con acreción del bloque
Amotape-Tahuin, según Mégard et al (1987). A: Jurásico superior-Neocomiano; B: Albiano-Cretáceo Superior.
BAT: Bloque Amotape-Tahuin; MO: Macizo de Olmos; AM: anticlinorio Marañón; PCJ: plataforma de Chiclayo-
Jaén; BOP: cuenca Oeste peruano; rayado horizontal: corteza oceánica; triángulos blancos: arco volcánico
jurásico; triángulos negros: arco volcánico Albiano-Cretáceo superior; línea con triángulos: fosa. Cortes: en negro
la corteza oceánica; en blanco corteza continental; en negro discontinuo: subducción jurásica abandonada.
206
Fig. 91.- Sutura Maastrichtiana-Eoceno? entre el bloque Amotape-Tahuin y la margen andina
propuesta por Berrones et al (1993). 1: Rocas paleozoicas metamorfizadas; 2: cuenca cretácica Celica-
Lancones; 3: Rocas paleógenas de la margen andina.
Trabajando sobre las series sedimentarias de la Península Santa Elena (PSE) Benitez et al
(1993) y Jaillard et al (1992) muestran que ellas han sufrido dos fases de deformación en el
Paleoceno y en el Eoceno inferior que no han afectado al bloque costero al Norte de la
CCC. Ellos proponen que estas dos fases corresponden respectivamente a la colisión de la
207
Península contra el continente y luego a la colisión del dominio de la Costa contra la
Península ya acrecionada al continente (fig. 92).
Fig. 92.- Definición del Bloque Península Santa Elena según Benitez et al (1993).
En el modelo más reciente de Jaillard et al (1993) el Bloque Costa constituye varios arcos
edificados sucesivamente sobre una litósfera oceánica, el arco Cayo seguido del arco San
Lorenzo, en el curso del Cretáceo superior. Este conjunto entra en colisión contra el bloque
Sudamericano en el Paleoceno superior. El margen es entonces sometido a un régimen de
subducción oblicua y a partir de entonces la provincia costera forma parte del antearco.
208
4. EL MODELO PROPUESTO
Los trabajos citados más arriba muestran que la parte Oeste de los Andes septentrionales y
la región antearco son de naturaleza alóctona. Los diferentes bloques, oceánicos y
continentales han sido acrecionados por colisión-deslizamiento, sufriendo de movimientos
de rotación durante o después de su emplazamiento. Estos movimientos de los bloques son
registrados por los rellenos sedimentarios. Los datos de paleomagnetismo de (Roperch et
al, 1987) implican débiles desplazamientos latitudinales de los arcos. Las similitudes
geoquímicas entre los arcos de la misma edad, Cayo en la provincia costera y Celica al Este
de Amotape sobre el margen sudamericano conducen a su correlación. Finalmente, el
barrido de la margen por las plataformas asísmicas afecta la historia reciente provocando su
elevación y emersión.
209
Fig. 93.- Estratigrafía de la CCC y de la CCO y del Neógeno de la Cuenca Manabí. 1. Edades según la escala
de Hay et al (1986, Carta de ciclos del Mesozoic-Cenozoic). 2: Datos reportados en el presente estudio. 3:
Tasas máximas de sedimentación en m/Ma (calculadas sin decompactar).
210
Fig. 94.- Estratigrafía de la Península de Santa Elena y de la cuenca de Progreso. 1. Edades según la escala de
Hay et al (1986, Carta de ciclos del Mesozoic-Cenozoic). 2: Datos reportados en el presente estudio. 3: Tasas
máximas de sedimentación en m/Ma (calculadas sin decompactar).
211
- Al Norte de la Falla Colonche, la CCC, la CCO y las cuencas Manabi y Borbon.
- Al Sur de la Falla Colonche, la Cuenca Progreso, la Península Santa Elena y el "Graben"
Jambelí. El Levantamiento Chongón-San Vicente constituye una zona paleogeográfica de
transición, de acuerdo con la composición y área fuente de los sedimentos terrígenos.
La Zona Norte se presenta como un área más estable que la Zona Sur. Durante el Cretáceo
Superior-Paleoceno se presenta una sedimentación relacionada con varios episodios de arco
insular, con el depósito de sedimentos finos, batiales a abisales, durante el Maastrichtiano-
Paleoceno (Fm Guayaquil) y el depósito de sedimentos calcáreos y silíceos finos durante el
Ipresiano-Luteciano (Fm San Eduardo, Las Masas, Cerro) con poca incidencia de material
terrígeno. Las tasas máximas de sedimentación en esta zona (fig. 94) son generalmente
inferiores que las de la Zona Sur especialmente entre el Maastrichtiano y el Luteciano
(Eoceno Medio). El basamento oceánico de esta zona, que aflora muy bien en la CCC y en
la CCO, se presenta como un mosaico de grandes fragmentos más o menos rígidos,
limitados por fallas transcurrentes regionales.
La Zona Sur en cambio se presenta como un área más inestable, con altas tasas de
subsidencia especialmente durante el Paleoceno Superior (Fm Azúcar), el Luteciano
(Grupo Ancón) y el Mioceno Inferior (Fm Zapotal, Dos Bocas, Villingota, El Consuelo,
Subibaja). Otra característica importante es la composición y área fuente de los sedimentos
durante el Paleoceno Superior: La Fm Azúcar cuarzosa es producto de la erosión de un
orógeno reciclado en colisión constituido por la Cordillera de Amotape con basamento
continental. El basamento de esta zona no aflora y aunque parece ser también de origen
oceánico, parece estar más fragmentado que en la Zona Norte.
Ambas zonas registran discordancias regionales a 50-54 Ma, 34-39 Ma y 24-26 Ma que
corresponden más o menos, a veces con algún retardo, a los efectos de las principales
reorganizaciones de las placas (Gordon y Jurdy, 1986).
En acuerdo con las hipótesis corrientemente aceptadas y soportadas por los nuevos datos
estratigráficos y tectónicos expuestos aquí, la Zona Norte aparece como un bloque exótico
poco deformado que ha sido acrecionado al continente, mientras que la Zona Sur aparece
como un bloque o zona muy cizallada, muy afectada por la subsidencia, y que ha sufrido qn
acortamiento tectónico no despreciable durante el proceso de acreción de la Zona Norte. El
valor de este acortamiento no ha sido calculado, pero sería del orden de los cientos de
kilómetros.
Por lo expuesto, en el antearco del sistema de subducción ecuatoriano se pueden definir tres
etapas geodinámicas:
- Pre-colisión: evolución oceánica y de arco insular.
- Colisión del arco insular contra la Placa Sudamérica.
212
- Post colisión: creción del antearco propiamente dicho.
213
Las rocas con dataciones más antiguas de la Fm Piñón son basaltos tipo MORB. Ellas
registran un episodio de formación de corteza oceánica durante el Aptiano Superior-
Albiano.
El evento Arco-2 del Turoniano-Coniaciano está representado en Guayaquil por las brechas
de los Samanes, cuyos bloques andesíticos fueron originalmente depositados en ambiente
subaéreo según los resultados del análisis petrológico. El evento Arco-3 del Santoniano-
Campaniano está caracterizado por el depósito renovado de las megaturbiditas
volcanoclásticas y por las intrusiones tonalíticas campanianas de Pascuales y Pedro Pablo
Gómez. El plutón tonalítico de Bilovan, de edad Campaniano (78.0 +3.0 Ma; Pichler y Aly,
1983) en el sector de Guaranda constituye un registro de la misma actividad en rocas
ubicadas actualmente en la Cordillera occidental.
El modelo más simple de este arco insular, que llamaré en adelante Arco Cayo-Macuchi,
presentaría una dirección NNO-SSE y un sentido de la subducción hacia el Este. El arco
estaría conectado a la placa Sudamérica a través del Bloque Amotape y del Arco Célica
situados en el NO peruano. El Bloque Amotape fue acrecionado, con rotación, a la Placa
Sudamérica entre el Cretáceo y el Paleoceno (Mourier, 1988) y sobre él encontramos las
trazas de una actividad de arco (Grupo Copa Sombrero) parcialmente correlacionable con la
actividad del Arco Célica. Entre el arco Cayo-Macuchi y el continente habría existido una
cuenca marginal (Soler y Bonhomme, 1990).
214
4.2 Etapa de colisión
215
El cambio de la dirección de convergencia de la Placa Nazca provocado por la creación de
la Placa Cocos, que se presenta al inicio del Mioceno, es el origen de la estructuración de
las cuencas de antearco con una configuración muy próxima a la actual y manteniendo una
partición de la deformación debido a la oblicuidad de la subducción, entre la fosa de
Ecuador y las fallas, entre ellas la Falla Guayaquil. Este dispositivo conlleva un arco
externo poco profundo emergido a partir del Mioceno medio, la cordillera Costera (CCO) y
una cuenca de antearco, el conjunto de cuencas Jambelí-Progreso-Manabí. La partición de
la deformación se traduce por el juego de cizalla de las fallas del sistema Guayaquil y
produce la fragmentación de “la cuenca de antearco” en varias pequeñas cuencas, las
actuales Jambelí, Progreso, Manabí y Borbón (fig. 96a).
216
niveles conocidas como Fm Tablazo. El sistema actual de la fosa ecuatoriana, relativamente
poco profunda se encuentra emplazada y en funcionamiento.
217
ARTICULO.- ESTRUCTURA Y ESTRATIGRAFÍA DE LA REGIÓN
ANTE-ARCO
El título de este capítulo es el mismo que presentaron Seely y Dickinson (1977) en un
seminario del AAPG y luego Dickinson y Seely (1979) en la revista AAPG. Desde
entonces sus modelos y nomenclaturas sobre la región ante-arco de los sistemas de
subducción, han sido aplicados casi sistemáticamente en todo el mundo. Estudios
realizados con posterioridad han demostrado que debe modificarse la suposición "a priori"
de los primeros modelos, de que todas las regiones antearco presentan un prisma
acrecionario, por cuanto existen sistemas de subducción que no presentan esta
característica.
En este capítulo se presentará a grandes líneas una revisión de los nuevos aportes
fundamentales al conocimiento del ante-arco y definir cuales son las direcciones de los
nuevos estudios que se realizan en el ante-arco así como su aplicación al sistema de
subducción ecuatoriano.
A.- Dos placas oceánicas formando entonces un arco de islas volcánicas y en la mayoria de
los casos desarrollando atrás del arco una cuenca en extensión (back are basin) que puede
llegar a un estado de creación de nueva corteza oceánica (rifting). Ver Fig. II-1 a.
B.- Una placa continental cabalgante y una placa oceánica subductante, formando en este
caso una cadena montañosa volcánica cuyo borde tras-arco es generalmente de
cabalgamiento sobre el continente (Fig. II-1 b) ejemplo de los Andes, "contracted" según
Dickinson y Seely (1979).
218
El caso "non contracted" sin faja de cabalgamiento tras-arco, de Dickinson y Seely (1979),
probablemente se presenta casi exclusivamente en la Isla de Java sobre la cual no tenemos
muchos datos disponibles. El arco de Indochina propiamente dicho, a partir de la Isla
Sumatra hacia el NNO, no entra en este esquema, por cuanto el antearco del mismo
presenta corteza oceánica y además en el límite del arco con la zona tras-arco se presentan
grandes fallas de desplazamiento de rumbo producidas por la convergencia oblicua de la
placa subductada que truncan el desarrollo normal de una cuenca tras arco (Malod et al,
1993) siendo éste el mismo caso para las fosas Manila-Filipina (Pinet, 1990).
Así definidos los sistemas de subducción podemos dividir a éstos en tres zonas geo-morfo-
tectónicas:
-el ante arco (fore-arc) comprendido entre la fosa y el arco -el arco volcánico- el tras arco
(back-arc) situado más allá del arco.
La razón de su estudio por separado es simplemente por la comodidad de tratar un tema tan
complejo por sectores que presentan caracteres más o menos comunes. Sinembargo en un
sistema activo todas las zonas interactúan, por lo que el estudio de cada una de ellas debe
tomar en cuenta la influencia de las otras dos al momento de hacer generalizaciones.
La terminología que ha sido usada para las diferentes sub-zonas del antearco se encuentra
en Seely y Dickinson (1977) y en Dickinson y Seely (1979), la misma que definiremos a
continuación comenzando desde la placa subductada (Fig. II-2).
219
En términos generales, las estructuras compresivas no afectan a esta sub-zona; sinembargo
un ejemplo aparentemente claro había sido reportado en la fosa Peru-Chile a los 9° LS
(Schweller, Kulm y Prince, 1981) donde una supuesta falla de cabalgamiento actuando
desde la pared interna de la fosa llega a involucrar a la pared externa; nuevos estudios
batimétricos con equipos Sea-Beam y Sea-Perc más perfeccionados muestran que tal
desplazamiento no se ha dado por cuanto los sedimentos que rellenan a la fosa no han sido
deformados (Bourgois, Huchon y Pautol., 1990); por lo que el relieve observado es un
rasgo heredado de la corteza oceánica y no producto de la tectónica de la fosa (Fig. II-3).
EL EJE O PISO DE LA FOSA.- El eje de la fosa es fácilmente visible como la línea que
conecta sus puntos más profundos cuando no existe un relleno sedimentario. Cuando
existen sedimentos, la fosa presenta el aspecto de un valle de piso plano con reflectores
sísmicos horizontales que presentan contactos tipo "onlap" sobre la pared externa y
contactos disturbados del lado de la pared interna (Fig. II-3). Los sedimentos que rellenan
la fosa son mayormente turbiditas y en menor proporción cenizas volcánicas y lodos
pelágicos.
a) La Acreción Tectónica, es un proceso que fue propuesto por primera vez por Seely et al
(1974) y muy pronto aceptado por la comunidad geológica. Consiste en la incorporación a
la pared interna de la fosa de "escamas" tectónicas del material depositado en la fosa por la
migración hacia el océano del frente de cabalgamiento; en cada nueva migración de este
frente, las escamas incorporadas son levantadas y plegadas de tal manera que su edad y
deformación aumenta en dirección hacia el continente. El conjunto resultante se llama
Prisma Acrecionario (Fig. II-4 A).
220
Previamente varios estudios (Page, 1970 en California; Rutland, 1971 y Miller, 1970 en el
Norte de Chile) habian planteado que la fricción entre las dos placas debe provocar una
erosión de tipo tectónico del margen cabalgante dando como resultado su subsidencia
general y a largo plazo su consumo y retroceso. Este fenómeno fue llamado EROSIÓN
TECTÓNICA.
El proceso acrecionario que hemos explicado se denomina acreción frontal ya que también
se conoce el fenómeno de sub-acreción (underplate accretion), que se produce contra la
cara inferior de la placa cabalgante (Fig. II-4 B). Del mismo modo la erosión puede ser
frontal si se produce al pie de la pared interna o basal si se produce en la cara inferior de la
placa cabalgante.
La acreción se produce en interacción con una masa solida más o menos rígida que se llama
Contrafuerte (butress) y que en un primer momento es el basamento de la placa cabalgante
(are massif) ver Fig. (II-4 b) y luego a medida que se litifican, lo constituyen las partes más
antiguas del prisma (Fig. 11-18).
Los nuevos modelos del prisma acrecionario proponen la existencia de una falla de
cabalgamiento principal que sirve de límite entre las dos placas llamada falla de despegue
(decollement) cuyo avance cortando los sedimentos de la fosa es lo que provoca la acreción
frontal. Esta superficie es a menudo visible en las lineas sísmicas.
Aún en los sistemas de subducción con prisma acrecionario bien desarrollado, no todos los
sedimentos de la fosa son acrecionados; éstos se subdividen entre la masa acrecionada y la
masa subductada. La suma de estas dos es la masa disponible o potencial que es igual al
producto del espesor de sedimentos de la fosa (H) por la tasa de convergencia (CR) y por el
tiempo (T) que ha durado el proceso sin interrupción (Fig. II-4 c). Esto es: Masa disponible
= H x CR x T (Von Huene y Scholl, 1991).
En los márgenes que no presentan prisma o éste es poco desarrollado, el fallamiento más
visible es el de distensión discutiéndose aún si afecta a todo el sustrato de la placa
cabalgante o solo a su superficie.
d) La pared interna de la fosa presenta una pendiente regional muy alta del orden de los
2° a 7° y localmente mayor que permite el desarrollo de procesos erosivos en gran escala
como son: la formación de cañones submarinos a través de los cuales transitan hacia la
fosa los sedimentos erosionados más arriba en las otras subzonas del antearco,
la reptación y el deslizamiento de sedimentos o el derrumbe de grandes áreas implicando
al sustrato rocoso.
221
EL ALTO ESTRUCTURAL (structural high) O ALTO EXTERNO (outer high).- Este
importante rasgo del ante-arco ha sido reconocido desde mucho tiempo atrás, habiendo sido
llamado "arco externo no volcánico" o "arco insular externo". Representa la transición
morfológica y estructural entre la pendiente interna y las cuencas ante-arco por lo que
también ha sido llamado "ruptura de la pendiente interna" (trench slope break). Existe en la
mayoría de los sistemas de subducción en cualquiera de las condiciones tectónicas posibles
sea en un prisma acrecionario compresivo o en un margen erosivo y sirve de represamiento
natural para la formación de las cuencas ante-arco.
En muchos casos el alto estructural forma relieves positivos que constituyen verdaderas
cordilleras costeras (Ecuador, Colombia) o islas en los prismas muy desarrollados
(Barbados, Aleutianas), aunque -como se verá más adelante- el contexto tectónico sea
marcadamente diferente.
EL MACIZO DEL ARCO (arc massif).- Se denomina así a las raices del arco volcánico
que han sido cratonizadas por la actividad plutónica. Puesto que durante la evolución del
arco la actividad magmática tiende a migrar hacia el tras-arco, muy pronto los más antiguos
edificios volcánicos son denudados y llegan a constituir el sustrato de las cuencas ante-arco
en su borde interno.
EL ARCO VOLCÁNICO (volcanic arc o island arc).- Es el elemento más visible del
sistema de subducción. Su composición calco-alcalina lo diferencia de otras provincias
magmáticas, aunque también pueden encontrarse rocas toleíticas en sus primeros estados de
desarrollo y rocas alcalinas en sus estados de madurez.
222
Como ya se dijo antes, el eje del arco tiende a migrar hacia el tras-arco, explicando así las
diferencias del magmatismo durante su evolución. Sinembargo esta tendencia puede
invertirse y la migración, aunque momentáneamente, puede producirse también hacia la
fosa por efecto del ingreso al sistema de subducción de un relieve submarino de grandes
dimensiones; esto ocurre con la subducción del macizo Entrecasteaux en la fosa de Vanuatu
y en Costa Rica por el ingreso de la Cordillera de Cocos. Esta migración momentánea
podría explicar otros casos de volcanismo de ante-arco cercanos a la fosa como el caso de
las Marianas donde recientemente se comprobó la actividad volcánica pliocena terminal-
pleistocena en el alto estructural (Fryer et al, 1990) frente a un sitio donde se está
produciendo la subducción de un alto relieve llamado Magallan Seamount.
A pesar de su gran número y gran tamaño muy pocos de estos relieves sobreviven al
colisionar con un sistema de subducción; solamente los arcos insulares con edades > 20 Ma
tienen boyantéz suficiente (léase baja densidad y gran espesor de corteza) para no ser
consumidos en el proceso de subducción (Closs M, 1993).
Todos los demás relieves oceánicos incluso masas continentales con corteza < 15-20 Km,
pueden ser subductadas según Closs M. (1993), por falta de boyantéz, produciendo
diferentes efectos sobre el sistema. Este fenómeno podría llamarse de colisión-subducción.
Cuando se subducta una dorsal activa, lo más probable es que se produzca una
reorganización de la placa subductada hacia un movimiento transcurrente dando origen a un
punto de unión triple.
223
La subducción de conos submarinos ha sido estudiado por Von Huene et Scholl (1991) en
la fosa Japón concluyendo que el único efecto neto es un incremento de la erosión frontal.
INTRODUCCIÓN.
224
Dos fenómenos de naturaleza opuesta sirvieron de modelos para explicar la evolución de
los márgenes convergentes, una vez generalizado el modelo acrecionario de Seely et al
(1974) para todos los márgenes convergentes. Sinembargo uno de sus ejemplos -el margen
de Guatemala- proporcionó la sorpresa a los ejecutores del proyecto DSDP (ver siguiente
subtítulo) al no presentar un prisma acrecionario y además que todas las estructuras
observadas, por lo menos superficialmente, son de carácter distensivo (Auboin et al 1982).
Con estas evidencias, ellos distinguieron dos tipos de márgenes de subducción:
-En extensión sin acreción tectónica, con una plataforma continental amplia. Ej: Guatemala
(Fig. II-9)
-En compresión con formación de un prisma acresionario. Ej: Pequeñas Antillas-Barbados
(Fig. II-1).
Así, pasamos con estos resultados de un modelo generalizado (de la acreción) sin muchas
pruebas a la generalización del modelo contrario: "la extensión podría ser el régimen más
característico de la subducción" según Aubouin et al (1982).
El margen de Guatemala, según las primeras interpretaciones de líneas sísmicas antes de los
programas DSDP (Fig. II-9), está constituido por estratos que buzan hacia el continente
constituyendo parte del complejo acrecionario (Fig. II-9 B). Durante los Leg 67 y 84
(Aubouin et al 1979, 1981 y 1982) los investigadores encontraron rocas ofiolíticas del
basamento muy cerca del pie de la pendiente interna lo que implicaba la inexistencia del
prisma acrecionario. El margen fue entonces reinterpretado (Fig. II-9, C y D) como un
zócalo antiguo con cabalgamientos pre-subducción y cortado profundamente por fallas
normales como sucedería en un estado syn-rift de una margen pasiva (Fig. II-9 E)
provocando un adelgazamiento de la corteza de la placa cabalgante.
En el Japón, el DSDP estableció que hace 22 Ma se inició una subsidencia regional del
margen. Una prueba es que los sedimentos marinos oligoceno-cuaternarios no deformados
se encuentran separados de las rocas cretáceo-paleógenas consolidadas e inclinadas hacia el
continente, por una discordancia angular que de acuerdo al registro sedimentario
suprayacente representa una superficie de erosión subaérea (Von Huene y Lallemand,
1990). Dicha discordancia se encuentra actualmente a una profundidad de 6 a 7 Km (Fig.
11-10 a) y tendría una extensión regional ya que ha sido encontrada hasta el arco de
Kuriles. En la pared interna de la fosa se encuentra en formación un pequeño prisma
acrecionario de edad neógena (Von Huene y Culotta, 1989)
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viajado posiblemente miles de kilómetros desde mas bajas latitudes (Chuga Terrane de la
Isla Kodiak) y que solamente el prisma neógeno sigue funcionando in situ desde el
Mioceno Medio (Nilsen y Zuffa, 1982).
LA CONVERGENCIA OBLICUA
La dirección de convergencia también varía en el tiempo ya que los arcos y las placas
siendo tan dinámicos tienen tendencia a cambiar su posición relativa. Un caso bien
conocido es el del sistema de subduccion Andino donde la placa Nazca mantuvo una
convergencia oblicua de dirección N30°-40° durante el Paleógeno pasando a una
convergencia casi perpendicular N85° hace 25 Ma manteniendo esta dirección durante todo
el Neógeno (Gordon y Jurdy, 1986).
Las variaciones temporales y espaciales indicadas permiten asumir que los arcos más
antiguos han pasado alternadamente por períodos de convergencia perpendicular y oblicua.
EL FENÓMENO DE LA PARTICIÓN
Las consecuencias de la convergencia oblicua fueron estudiadas por primera vez por Fitch
(1972) en el arco de Sunda (Sumatra) y bajo el mismo esquema, revisadas por Beck (1983).
Ellos indican que el movimiento convergente oblicuo es transmitido al arco por una
componente normal y por otra tangencial al sistema. Esta última es la que provoca un
movimiento transcurrente de todo o parte del ante-arco. Este movimiento se produciría
cuando el ángulo entre la perpendicular a la fosa y la dirección de convergencia es mayor
que 20-30° (Beck, 1983).
De acuerdo a Jarrard (1986), otros parámetros que favorecerían estos movimientos son una
placa continental cabalgante y un fuerte acoplamiento entre las placas; efectivamente la
corteza continental presenta una resistencia menor al fallamiento que la corteza oceánica.
Nuevos estudios sobre el arco de Sumatra (Malod et al, 1993) han evidenciado que el
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movimiento transcurrente se produce también en el límite entre el prisma acrecionario y las
cuencas ante-arco (Fig. 11-13).
Por otro lado, los modelos analógicos realizados por Malavieille et Biagi (1988) han
demostrado que la partición causada por la convergencia oblicua es un fenómeno
reproducible a nivel experimental (Fig. 11-15).
Para tomar en cuenta los nuevos conocimientos adquiridos sobre los márgenes
convergentes durante la década anterior, Von Huene y Scholl (1991) presentan la siguiente
clasificación (Fig II-19):
Tipo 1 a.- Márgenes con pequeños prismas. Longitud total: 16.000 Km. Tamaño del
prisma: 5-40 Km. de ancho.
Tipo 1 b.- Márgenes con grandes prismas. Longitud total: 8.000 Km Tamaño del prisma: >
40 Km ancho
Tipo 2.- Márgenes sin prisma. Longitud total: 19.000 Km.
Según Von Huene y Scholl (1991) el tamaño potencial del prisma es una función del
volumen de sedimento disponible, del tiempo de acreción y de la tasa de convergencia. A
mi criterio el primero de los parámetros mencionados es el más importante en la definición
del tipo de margen. Notemos en primer lugar que los tres prismas más desarrollados son
alimentados directamente por sistemas hidrográficos que drenan las cadenas montañosas
mas altas del mundo: El Rio Orinoco proviene de los Andes Septentrionales y alimenta al
prisma de Barbados; el rio Ganges proviene de los Himalayas y alimenta al prisma de
Indochina-Sumatra; el rio Indus de los Himalayas, alimenta al prisma de Makran.
Por otro lado los márgenes sin prisma son en su mayoría los arcos intraoceánicos como Izu-
Bonin, Marianas, Yap-Palau, Nuevas Hébridas, Tonga Kermadec, y Mac Quari, que se
encuentran muy alejados de las fuentes terrígenas de sedimentos. Caso especial es el del
Norte de Chile sin prisma que a pesar de estar frente a la cordillera andina, la fosa no recibe
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sedimentos por varias razones como son entre otras el clima desértico y el papel de trampa
de sedimentos que juegan las cuencas ante-arco.
Los márgenes con prismas pequeños son mayormente los que quedan frente a los Andes
donde existe una limitada provisión de sedimentos por no existir grandes sistemas
hidrográficos que recorran el ante-arco y por el efecto de trampa de las cuencas antearco.
Otros márgenes con prismas pequeños están formados en el borde de pequeñas placas de
corteza continental como son el de Japón y el de las Filipinas.
a).- El más común es el contrafuerte con pendiente hacia la fosa. Ejemplos: prismas de
Barbados, Sulawesi-Norte, Manila, Panamá, etc.
b).- El contrafuerte con pendiente hacia el continente es el menos común. Ejemplo: prisma
de Cascadia (Isla de Vancouver ) prisma de Nankai (Fig. 11-18 a)
c).- Contrafuerte en posición intermedia como sería el caso del margen peruano.
Los márgenes tipo donde predomina la erosión tectónica desarrollarían típicamente las
cuencas intramacizo de Dickinson y Seely, (1979) sobre el basamento de la placa
cabalgante. Estas son cuencas pequeñas, situadas generalmente en la pared interna y
estarían formadas por el basculamiento y hundimiento de bloques producido por la
fracturación y subsidencia diferencial del margen sometido a una prolongada erosión basal;
no se excluye la formación de un alto estructural externo por efecto de la convergencia
oblicua pero las cuencas antearco no evolucionarían por falta de sedimentos.
El tipo Ib es el típico margen acrecionario en el cual el alto estructural formado por las
partes más antiguas del prisma, juega el papel de barrera de contención de los sedimentos
provenientes del arco. Cuando se presenta convergencia oblicua se forman fallas
transcurrentes entre el alto extremo y la cuenca antearco. Estas son las llamadas cuencas
construidas de Dickinson y Seely (1979) que descansan hacia tierra sobre el zócalo
volcánico y hacia el mar sobre el propio prisma acrecionario construido sobre corteza
oceánica.
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En los márgenes tipo 1a, la existencia de un prisma pequeño implica la disminución del
fenómeno de erosión del margen y por lo tanto de su subsidencia y retroceso. En tal caso, el
proceso distensivo sería reemplazado por uno compresivo y las fallas normales relictas
podrían jugar como inversas si la convergencia es normal o como transcurrentes si la
convergencia es oblicua. Los movimientos de transpresión contribuyen a la formación de
altos estructurales y los de transtensión a la formación de las cuencas ante-arco. Estas al
recibir un relleno sedimentario subsidirían por el peso de la columna ayudando a su
definición como cuencas. Estas cuencas son también cuencas intramacizo con basamento
de la placa cabalgante.
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