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TEXTO 1: CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ

CLASIFICACIÓN
El texto a analizar es la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de
marzo de 1812, festividad de San José, de donde obtiene su sobrenombre
de la Pepa. Al tratarse de una constitución, en concreto, la primera que
tuvo España, tiene contenido judicial. El autor es colectivo, pues fue
escrita por las Cortes de Cádiz, convocadas por la Junta Central
Suprema, organismo que se encargó del gobierno de la parte de la
Península que no fue ocupada por Napoleón. El destinatario de este texto
es el conjunto de todos los españoles, pues a ellos se dirige, otorgándoles
derechos y deberes. La intencionalidad de esta Constitución es abolir el
Antiguo Régimen, pues establece libertades como la libertad de prensa,
la soberanía nacional o la separación de poderes, incompatibles con el
régimen absoluto. La Pepa fue escrita durante la Guerra de
Independencia española, en Cádiz, única ciudad peninsular no
conquistada por las tropas francesas al estar protegida por la armada
británica. Esta ciudad tenía un gran talante liberal y por eso la
Constitución tiene un gran contenido progresista, aunque los
conservadores también consiguieron que se mantuviesen ciertas cosas
del Antiguo Régimen, como mantener la religión católica como religión
estatal y prohibir la libertad de culto, como queda establecido en el
artículo 12.

ANÁLISIS
El texto es un conjunto de las leyes más importantes de la nación. Tras
una introducción, donde declara a Fernando VII, ausente por estar
secuestrado por Napoleón en Bayona, rey de España, va enumerando los
artículos de la Constitución.
En el primer artículo, se define lo que es la Nación española, que dice que
es la reunión de los españoles de ambos hemisferios, haciendo referencia
a los españoles que vivían en la España peninsular y a los que vivían en
las colonias.
El tercer artículo es de los más liberales, pues establece la soberanía
nacional, derribando el Antiguo Régimen.
En el artículo octavo declara que todo español debe pagar impuestos.
El artículo 12 es de los más conservadores, pues establece la religión
católica como religión de Estado, y prohíbe la libertad de culto.
El artículo decimocuarto establece el gobierno de España como una
monarquía moderada, es decir, que el rey compartía poderes con las
Cortes, y hereditaria, esto es, que pasa de padres a hijos.
Los artículos 15, 16 y 17 establecen la separación de poderes de la
siguiente manera: el poder legislativo está compartido entre el rey y las
Cotes, el ejecutivo es exclusivo del rey y el judicial reside en los tribunales
de justicia establecidos por la ley. Esta ley también atenta contra el
Antiguo Régimen pues este se basaba en que el rey tenía todos los
poderes absolutos.
El artículo 371 también es de carácter liberal porque establece la libertad
de prensa. Antes, los libros necesitaban la autorización real y eclesiástica
para ser publicados, por lo que muchas ideas no se podían publicar.

COMENTARIO
Para comprender bien la situación que hizo que se diera la Constitución
de 1812, hay que remontarse al reinado de Carlos IV, quien reinó entre
los años 1788 y 1808. Durante su reinado y debido a la crisis política y
económica que estaba atravesando el país, comenzaron a triunfar ideas
liberales que venían desde EE. UU., que se independizó de Gran Bretaña
en 1776 y desde Francia, donde en 1789 estalló la Revolución Francesa,
llevando a los reyes Luis XVI y Mª Antonieta a la guillotina. Carlos IV,
temeroso de que en España estallara una revolución como la de Francia,
ordenó el cierre ideológico de las fronteras, para evitar que las ideas
revolucionarias llegaran a España. Además, el rey no tuvo más remedio
que aliarse con Gran Bretaña y Portugal para declarar la guerra a la
Francia revolucionaria. Aun así, España y Francia firmaron la Paz de
Basilea en 1795. A Francia y a España les unía su rivalidad con Gran
Bretaña, la cual poseía una inmensa flota que cortaba las rutas
marítimas con las colonias americanas. Para hacerle frente, Francia y
España firmaron el Tratado de San Idelfonso en 1796, creando la alianza
franco española, la cual continuó vigente después del ascenso al poder
de Napoleón Bonaparte en 1799. Tras la derrota de la escuadra franco
española en el cabo Trafalgar frente a la armada británica, comandada
por el almirante Nelson. Napoleón, al darse cuenta que no podía derrotar
a Gran Bretaña en el campo de batalla, decretó un bloqueo continental
contra las Islas Británicas, que fue respetado por todos los países menos
por Portugal aliado tradicional de Inglaterra. Debido a esto, Napoleón
exigió a Godoy su apoyo para conquistar el país luso, alianza que fue
concretada en el Tratado de Fontainebleau.
El creciente descontento de la población contra las tropas napoleónicas
y la gestión de Godoy desembocaron en el motín de Aranjuez, que provocó
la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII, que conspiraba
contra su padre y el primer ministro Godoy. Aprovechando las disputas
internas, Napoleón convocó a la Familia Real en Bayona, donde obligó a
Fernando VII a abdicar la corona en él y él a su vez se la dio a su hermano
José, que pasaría a reinar como José I Bonaparte, apodado Pepe Botella
por su supuesta afición al alcohol. El dos de mayo de 1808 comenzó la
primera revuelta, en este caso en Madrid, del pueblo contra el ejército
francés. Aunque la posterior represión fue enorme, dando lugar a los
famosos fusilamientos del tres de mayo inmortalizados por Goya en sus
pinturas, fue el punto de partida de la Guerra de la Independencia. El
ejército napoleónico ocupó España de norte a sur, hasta que lo único que
quedó sin conquistar fue la ciudad de Cádiz, pues estaba protegida por
la armada británica y por su posición estratégica. Fue en este contexto
en el que la Junta Suprema convocó Cortes en Cádiz, donde fue
elaborada la constitución que estamos analizando. Esta Constitución
estableció las bases para acabar con el Antiguo Régimen al proclamar
una amplia variedad de derechos como los mencionados en el texto: la
soberanía nacional, la libertad de prensa, la separación de poderes…
También abolió la Inquisición.
A partir de este punto, las tropas francesas continuaron debilitándose
debido a la difícil invasión de Rusia que había comenzado Napoleón, y
también debido a la guerra de guerrillas, una táctica que consiste en
sabotear y llevar a emboscadas a un enemigo superior en número pero
que no conoce bien el terreno de batalla. Con el apoyo del ejército
británico, las tropas francesas fueron retrocediendo hacia los Pirineos, y
finalmente Napoleón restituyó la corona a Fernando VII en 1813 en el
Tratado de Valençay.
Fernando VII, al encontrarse que la mayoría del pueblo, además de una
parte de las Cortes –los diputados que habían firmado el Manifiesto de
los Persas– le apoyaban como monarca absoluto, dio un golpe de estado
y abolió todas las leyes liberales de Cádiz. Después de seis años de
reinado absoluto, los liberales obligaron a jurar a Fernando VII la
Constitución de Cádiz y en España se volvió a implantar el liberalismo,
aunque sólo duró hasta 1823, año en el que las tropas enviadas por el
rey de Francia, llamados los Cien Mil Hijos de San Luis, entraron en
España, restableciendo el poder absoluto de Fernando VII, quien lo
mantuvo hasta la muerte en 1833. Como Fernando VII no tenía un hijo
varón que pudiera sucederle, promulgó en 1830, año con el que se casó
con la reina Mª Cristina, la Pragmática Sanción, por la que suprimía la
Ley Sálica que no permitía sucederle en el trono a su hija Isabel. El
infante Calos Mª Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII no aceptó
la Pragmática Sanción, por lo que a la muerte del rey se produjo una
guerra que enfrentó a dos bandos: los carlistas, que apoyaban al infante
Carlos y eran de corte más conservador, y los isabelinos o cristinos, que
apoyaban a Isabel, y quienes tenían una visión más liberal.

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