Estamos en una sociedad donde la salud mental de nosotros, los jóvenes, ya no
importa mucho, pues ya cada vez hay menos interés en el fondo, si no ahora lo más importante es la forma, el cómo nos vemos, el cómo adecuarnos, el cómo ser parte de algo, sin importar si nuestra personalidad, nuestra formación en valores, o nuestros propios principios se ven mellados. Nos hemos vuelto tan débiles ante los placeres del mundo, nos dejamos llevar por nuestras propias pasiones, hemos dejado de ser nosotros mismo, por querer ser como el resto. Hay muchos, por no decir somos, que sí, nos sentimos solos, muchas veces no sabemos cómo reaccionar antes las dificultades que nos pueda presentar la vida, las experiencias nuevas que debemos aprender, los errores que seguimos cometiendo, y luego en la soledad de nuestras vidas, en el cuarto donde escondemos nuestras más profundas tristezas, nuestros más grandes miedos, no encontramos a quien nos acompañe, nos guie, nos escuche, nos diga que estamos juntos, que hay otros caminos por recorrer o una nueva esperanza fuera de esta triste realidad momentánea que quizá se está pasando. Es por ello, que seguimos necesitando de nuestros padres, de nuestra familia, de nuestros maestros, de nuestros amigos que nos guíen , que nos muestren el sendero correcto, dejemos de pensar que no hay a donde ir, y miremos al costado. Pues realmente nosotros los jóvenes somos LOS MAS IMPORTANTES en esta sociedad, porque, aunque la frase suene muy trillada, nosotros realmente somos el futuro. Si nosotros desaprovechamos nuestro tiempo en cosas vacías, diversión, vicios, etc., llegara el día en que veamos atrás y nos daremos cuenta de que realmente no hicimos nada de provecho, nos iremos sin dejar alguna huella y quizá hasta habremos contribuido a que el mundo quede igual o peor a como estaba. Quizá no todos pensemos de la misma manera, algunos estaremos más centrados, o quizá a algunos no les importara el mañana, pero es necesario que tomemos conciencia y que nazca de nuestro propio ser, el luchar por ser alguien mejor y apoyar a que seamos una mejor sociedad. Jugamos un papel crucial, sin embargo, a veces es difícil para nosotros pues estamos rodeados de distintos tipos de ambientes que influyen mucho en nuestra manera de pensar, ya sea de buena o mala manera. A pesar de todo esto yo pienso que también tiene que ver mucho los valores que se nos hayan inculcado por nuestros padres, aunque al final las decisiones son nuestras, pero si tenemos unas buenas bases actuaremos de la manera correcta. Aunque sean nombrados incontables veces el eslabón débil al momento de ser juzgados, los adolescentes tienen una participación característica en la vida de las personas. Por desgracia, este orden de jóvenes esta rompiéndose en la actualidad. Se ha visto últimamente que poco a poco se están perdiendo muchos valores que nos enseñaban en casa, la cantidad muy grande de padres adolescentes o padres a una edad muy joven que en su momento de tener un hijo aun no crean una responsabilidad mental para criarlos de la manera que muchos nos criaron en su debido momento. Muchos jóvenes que quieren dar sus responsabilidades a otras personas y para hacer otras cosas. Pero no todos son así, existen muchos adolescentes que tienen un control de su vida bien equilibrado y hay que alegrarnos por eso y por todos los jóvenes del mundo que en este momento están definiendo como controlaran sus vidas y como controlaran un futuro no muy lejano en el que ellos serán los responsables ahora. Los jóvenes son la base del futuro de la sociedad, es importante lo que pase ahora pues esto puede decidir que nos llevara en unos años y la juventud es el momento para encontrarnos. En esta época en particular, serlo y sobrevivir en el intento, es más difícil aún. Se han producido cambios profundos en los valores económicos, estéticos, mítico- religiosos, políticos, éticos y eróticos. No hay límites a lo posible, todo puede ser, todo se puede tener. Y curiosamente todos quieren ser jóvenes de nuevo, dentro de poco habrá más clínicas de estética que supermercados. Se plantea un modelo de vida de características adolescentes donde a nivel del envase nadie acepta crecer. Los padres intentan ocupar el lugar de colegas para sus hijos, ser amigos. Esto y muchas otras cosas complican el trabajo mental del joven que tiene que poder dejar de lado el ideal infantil para poder elaborar otros ideales que le permitan encontrar un lugar con la identidad propia de un adulto. Es como si el joven pensara ¡Joder!, ¿y ahora con quién me identifico? ¿Contra qué autoridad me rebelo? Es esta una época compleja y llena de contradicciones, somos capaces de generar riquezas que nos proporcionan una existencia fácil y placentera y a la vez espacios de pobreza cada vez más grandes, violencia institucionalizada a la vez que la defensa de los derechos humanos, el culto al individualismo con la participación social, nos estamos cargando el planeta y a la vez producimos sofisticados planteamientos ecológicos. Indudablemente la influencia los medios de comunicación de masas es brutal y suele aparecer todo mezclado, como por ejemplo el culto a la libertad individual con el hedonismo, el consumismo y el rechazo a la autoridad. No, no es una época fácil para ser joven, cuando parece que nadie quiere ser adulto, pero no queda otra alternativa que intentarlo, y nuestro trabajo consiste en tratar de poner las cosas en su sitio. Algunas veces lo logramos, otras no. Es así que, para poder dar solución a nuestros momentos más solos, más tristes, tenemos como soluciones más efectivas la de mantener una rutina diaria de ejercicios, quizá una caminata, natación, paseo en bicicleta, estas actividades pueden cambiar tu humor y aunque el principio puede costarte mucho, poco a poco puedes encontrar la motivación necesaria para hacerlo. Acercarte a grupos de apoyo contra la depresión, si lo considera necesario, puedes participar en estos grupos, que dan una ayuda efectiva y puedes sentirte mejor. Aumenta tu confianza en ti mismo procurando resolver problemas cotidianos. No los evites, sino que toma los pasos necesarios para resolverlos. Participa en reuniones con familiares y amigos, si tienes oportunidad de hablar con otras personas de temas diferentes a los tuyos, te hará tener una perspectiva mejor del mundo y de tus problemas. Van desde la simple activación conductual, de programar actividades agradables, hasta un completo programa de desarrollo de la autoestima. Las técnicas de cambio de pensamientos negativos son fundamentales para aprender a fomentar hábitos de pensamiento racional y positivo. El definir los objetivos vitales nos aclarará cuáles son nuestras metas que, aunque suponías que las conocíamos, es posible que no tuvieras una clara consciencia de ellas. También es muy importante que nos preparemos para afrontar los temas pendientes que hemos evitado durante tiempo, y aprender finalmente a solucionar los problemas. Por ello también, actívate, haz todo ese tipo de cosas que antes te generaban ilusión. Positiva tus pensamientos, busca con todo tu interés el lado positivo que todas las cosas tienen. Desarrolla tu autoestima, acéptate cómo eres, no necesitas ser "más", ríndete, cuanto más quieres cambiarte, más te críticas y más disminuyes la autoestima. Desarrolla tu asertividad y mejora las relaciones personales en tu entorno, con mayor capacidad para defender tus derechos e intereses personales. Vive tus emociones y desarrolla tu inteligencia emocional, aprendiendo a reconocer y aceptar tus emociones, aunque no sean agradables, como la tristeza, la soledad o el abandono. Afronta las situaciones y actividades desagradables pendientes, que has tratado de evitar y te ocasionan estrés e inquietud. Establece objetivos en tu vida, aunque sean modestos. Haz una lista y empieza a caminar hacia ellos ¡ya! Dedica un tiempo al día a relajarte, con actividades como respirar profundamente o practicar relajación. Deja en silencio tu mente, no le des más vueltas a tus pensamientos, es inútil, no luches contra corriente, déjate fluir. Aprende a solucionar tus problemas, mejorando tu capacidad de discernimiento y toma de decisiones.