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Carta a un creyente:
3. La oración es relación del nus con Dios. ¿En qué estado se debe encontrar el
nus para poder, acercarse a su Señor y conversar con Él, sin girar a otro lado y
que no intervenga nadie más?
4. ¿Si Moisés intentando acercarse a la zarza ardiente está impedido hasta que
desate la sandalia de sus pies (Ex. 3,5), cómo tú, que quieres ver a Dios, que
está por encima de cada sentido, sensación y concepto y conversar con Él, no
desatarás y no alejarás cada pensamiento maligno?
5. Primero de todo, ora para recibir el carisma de las lágrimas, para poder así
ablandar la dureza de tu psique, y entre tanto confiesa, a pesar de la contra
tuya, tus pecados al Señor y recibirás de Él la absolución.
6. Utiliza las lágrimas, para conseguir cada petición. Porque el Señor se alegra
mucho cuando oras con lágrimas.
10. Cuando los demonios ven que estás dispuesto a orar de verdad, entonces
te traen en el nus pensamientos de cosas, como si fueran necesarias, y
enseguida te hacen olvidar de la oración y promueven el nus a buscarlas. Y
como este no las encuentra, se angustia, se preocupa y se entristece. Cuando
empieza otra vez en la oración, le recuerdan aquellas cosas que había puesto
en su nus y las buscaba, para que gire el nus en estas y pierda la fructífera
oración.
12. Cuando, por casualidad, viene una tentación o te irrita una contradicción,
para que gires tu ira contra algún hombre o grites con voz fuerte, entonces
acuérdate de la oración y la lástima, pena, que provoca, y enseguida se calmará
este desordenado movimiento en tu interior.
13. Lo que haces en contra del hermano que te ha sido injusto, todo esto te
será impedimento en el tiempo de la oración.
17. Vende tus riquezas, dáselas a los pobres (Mat.19,21), toma tu cruz
reniégate y olvídate a ti mismo (Mat.16,24), para poder orar sin distracciones.
21. Dice el Señor: “Deja tu regalo, delante en el altar y vete a reconciliarte con
tu hermano, Mt 5,24″, entonces sin conflicto, ni perturbación, ven y ora. Porque
el resentimiento empaña la parte lógica del orante y oscurece sus oraciones.
24. Si oras como se debe, te ocurrirán tales cosas de modo que te creerás que
es justo hacer uso de la ira. No existe nada que justifique la ira o que es justa
contra tu prójimo. Si piensas bien la cosa, verás que es posible solucionar
ordenadamente el asunto. Usa, pues, cada arte para no enfadarte y enojarte.
25. Ten cuidado, no vaya ser que creyendo que sanas a otro, tú mismo te estás
quedando sin terapia, sanación y provocas impedimento en tu oración.
27. Si te armas contra la ira, no consentirás nunca una ilusión o deseo. Porque
el deseo o ilusión ofrece las cosas materiales a la ira y ella perturba el ojo
espiritual, y pervierte el estado de oración.
28. No ores con figuras exteriores, sino que incites tu nus y tu mente a co-
sentir la oración espiritual con gran temor.
29. Algunas veces puede repentinamente parar en la oración y orar bien. Otras
veces puede que te esfuerces mucho sin conseguir la finalidad, eso para que lo
pidas con más intensidad y mientras recibas esta hazaña tenerla irreducible.
30. Cuando llegue el Ángel, enseguida todos aquellos mal astutos loyismí y
demonios que nos molestan se alejan, entonces el nus con gran comodidad ora
sin ser molestado ni afectado. Otras veces, cuando estalla la guerra
acostumbrada, el nus pelea y no se le permite levantar cabeza. Porque
anteriormente se ha familiarizado con distintos pazos. Pero si persiste en pedir,
encontrará, y si llama, se le abrirá, Mat.7,8.
31. No ores para que se hagan tus voluntades, porque por supuesto no
concuerdan con la voluntad de Dios; más bien, tal como fuiste enseñado, diga
en tu oración: “Hágase Tu voluntad en mi, Lc 22,24″. Y en cada cosa así pedirás
de Él, que se haga Su voluntad, porque Dios quiere lo bondadoso y lo
conveniente para tu psique. En cambio tú por supuesto no pides siempre lo que
es conveniente para ti.
32. Muchas veces con oración pedía de Dios, que se haga algo que yo creía
bueno y pedía paradójicamente, violando la voluntad de Dios y no Le dejaba
economizar Aquel que conoce lo conveniente para mí. Pues, mientras recibí lo
que pedí, después me disgustó mucho que no hubiera pedido más bien que se
haga su voluntad y no la mía. Porque la cosa no me ha venido como pensaba.
34. No sufras porque no recibes enseguida aquello que pides de Dios, porque
quiere beneficiarte más con lo de perseverar en la oración. ¿Que existe superior
más que te acerques a Dios y ocuparte en conversar junto con El?
37. Si tienes anhelo para orar, déjalo todo, para que lo recibas todo.
38. Primero ora para que seas sanado de los pazos, segundo del
desconocimiento y el olvido. Tercero librarte de cada tentación y del abandono
de Dios.
40. Es justo que no ores sólo por tu propia catarsis (sanación) de los pazos, sino
también para la catarsis de cada persona, para imitar el modo angelical.
42. Si estás orando solo o con hermanos, lucha por orar con sentido y
sentimiento y no por costumbre.
43. Sentido y sentimiento de oración es una recolección del nus unido con
devoción, recogimiento y con dolor de la psique que acompaña la confesión de
los pecados y con gemidos no exhibicionistas, sino imperceptibles.
44. Si en la hora de oración, tu nus aún se dispersa, todavía no ha conocido
orar como desapegado, liberado o monje, sino como un mundano y adorna el
escenario (la cabaña) exterior.
47. El diablo envidia mucho la persona que ora y usa toda maquinación para
pervertir su fin. No cesa con la memoria en mover los pensamientos de cosas y
con la carne del cuerpo remueve todos los pazos, para así impedir el trabajo
perfecto de la oración y la elevación del nus a Dios.
49. Cuando has orado como se debe, espera aquellas cosas que no se puede o
debe y estate valiente, para vigilar el fruto de la oración. Porque desde el
principio en esto hiciste voto, trabajar y vigilar o cuidar, Gén 2,15. Pues, no
dejes sin vigilar o cuidar lo que has hecho trabajando, si lo dejas, no te has
beneficiado en nada de tu oración.
50. Toda la guerra entre nosotros y los sucios demonios, no se hace para otra
cosa, sino para la oración espiritual. Porque para ellos la oración es muy
enemiga y perturbadora, en cambio en nosotros es causante de sanación,
salvación, gratitud, placer y satisfacción.
51. ¿Qué energía quieren energizar, activar los demonios en nosotros? La gula,
la avaricia, la lujuria, la ira, los resentimientos, la tristeza y el resto de los
pazos, para que con ellos el nus se hinche y así no podrá orar como es debido.
Porque cuando predominan los pazos insensatos (animales) o instintos
animales, no le dejan moverse lógicamente.
52. Las virtudes las practicamos para aprender los logos (causas) espirituales
de las creaciones y con estos conocer su creador Dios Logos. Y el Logos se
acostumbra a manifestarse, revelarse en el estado de oración.
53. Estado de oración es una costumbre apacible, sin pazos, la cual al nus que
persigue en conseguir la sofía, sabiduría, le agarra con un excesivo amor divino
a una gran altura espiritual,
54. Aquel que realmente quiere orar, no sólo debe ser dueño de la ira, enojo y
del deseo, ilusión, sino alejarse también de cada pensamiento apasionado,
maligno.
55. Aquel que ama a Dios conversa siempre con Él, como el hijo con el padre y
evita cada pensamiento apasionado y maligno.
62. Si tu nus, por su gran anhelo a Dios, se retira poco a poco de la carne del
cuerpo y aparta los pensamientos que vienen de los sentidos o de la memoria o
del estado del cuerpo, llenándose de devoción y alegría, entonces puedes creer
que te has acercado en las fronteras de la verdadera oración.
64. Todos los demás con el cambio o variación del cuerpo, provocan en el nus
loyismí o teorías, en cambio el Señor energiza y opera al revés; dominando
encima del mismo nus, pone dentro de él, la gnosis de aquellas cosas que
quiere. Y mediante el nus, adormece los movimientos desordenados del cuerpo.
67. Cuando oras, no te imagines ninguna forma para Dios, ni permitas que tu
nus sea formado de acuerdo alguna figura, sino que de modo inmaterial,
acércate al Inmaterial y así entenderás.
68. Que te protejas de las trampas de los demonios. Porque allí, cuando oras
limpia e imperturbablemente en ataraxia (serenidad), ocurre que
repentinamente se te presenten figuras raras y desconocidas, para que te
conduzcan al engreimiento, puesto presumirás y supondrás que allí está lo
divino. Quieren convencerte que la forma material que se te apareció
repentinamente, es lo divino, en cambio lo divino es inmaterial y sin figura.
71. No podrás orar claro y limpio, si te lías con cosas materiales que te
perturban con continuas preocupaciones. Oración es rechazo de pensamientos.
72. El atado no puede correr. Ni nus que está esclavizado en algún pazos,
podrá ver el lugar de oración espiritual, porque se arrastra y rodea por allí y por
acá por el apasionado y maligno pensamiento y no puede permanecer
imperturbable con ataraxia.
73. Pues, cuando oras claro y limpio, sin pazos, entonces los demonios atacan
con ímpetu contra ti por la izquierda, sino por la derecha. Le presentan y le
sugestionan formas o figuras de Dios y con una imagen de los queridos
sentidos, de forma que cree que acertó el propósito y finalidad de la oración.
Esto, dijo uno con gnosis espiritual, ocurre por el pazos de la vanagloria y del
demonio que aborda, toca el lugar del enkéfalos, cerebro.
74. Creo que este demonio, el que palpa el lugar del enkéfalos-cerebro,
transforma la luz del nus como él quiere. Y así el pazos de la vanagloria se
mueve en loyismós que transforma el nus, de modo que con una superficialidad
creer que consiguió la gnosis (increada) divina y real. Y como él no se molesta
por los pazos cárnicos y sucios del cuerpo, sino que supuestamente se presenta
claro, lúcido y limpio en la oración, cree que ya no se produce en su interior
ninguna energía contraria. Por eso este piensa que es una manifestación divina,
aquella que proviene de este demonio, el cual utiliza una excelente astucia y
mediante el enkéfalos-cerebro, mente, transforma la luz que está unida con el
nus y altera al nus, tal como dijimos anteriormente.
75. Cuando venga el Ángel de Dios, sólo con su logos, cesa esta energía
demoníaca y mueve la luz del nus de manera que se energice y opere sin
engaño.
76. Lo dicho en el Apocalipsis que: el Ángel trae incienso perfumado, para darlo
a las oraciones de los Santos (Ap 8.3), creo que es esta la jaris (gracia energía
increada) que se energiza por el Ángel. Porque trae la gnosis de la verdadera
oración, de modo que en lo siguiente, el nus quede fuera de perturbación,
conflicto, acedía y descuido.
77. Las botellas de inciensos perfumados, son oraciones que trajeron consigo
los veinticuatro presbíteros, (Ap 5,8). Botella debemos de entender la amistad
con Dios, o sea la perfecta agapi-amor (increada) espiritual dentro de la cual se
energiza y opera la oración espiritual y de verdad.
78. Cuando crees que no tienes necesidad de lágrimas en tu oración por tus
pecados, piensa cuanto te has alejado de Dios, puesto que debes encontrarte
continuamente cerca en Él y entonces lagrimearás con más ardor.
81. Debes de conocer que los santos Ángeles, nos incitan en oración y paran
junto a nosotros, se alegran y ellos también oran a nuestro favor, (Tobit 12,12).
Si, pues, nos descuidamos y aceptamos loyismí contrarios, les hacemos enfadar
mucho; porque mientras ellos luchan tanto para nosotros, nosotros ni siquiera
para sí mismos queremos suplicar a Dios, sino que despreciando el servicio de
los Ángeles y abandonando al Señor y Dios de ellos, nos encontramos con los
sucios demonios.
82. Ora con placidez, sin conflicto, psalmodea con coherencia y orden, así serás
como un águila jovencito, volando a las alturas.
83. La psalmodía calma los pazos y quieta los desordenados movimientos del
cuerpo. La oración proporciona al nus a energizar u operar aquello que es obra
suya, es decir, estar apegándose a Dios.
88. El Señor “decía a ellos y también en parábola, que siembre deben orar y no
se desalienten”. Pues, nada de desalentarte, ni desanimarte si no has recibido.
Porque recibirás más tarde. Terminando esta parábola, el Señor dijo: ”Aunque ni
a Dios temo, ni de los hombres me avergüenzo, pero como esta mujer me
molesta continuamente, la daré su merecido. Así también, pronto Dios hará la
voluntad de aquellos que Le ruegan día y noche”, (Lc 18,1-8). Por eso estate
alegre y persiste pacientemente en el esfuerzo por la santa oración.
89. No quieras que tus asuntos se hagan como tú crees, sino como Dios quiere,
así en tu oración serás imperturbable (con ataraxia) lleno de gratitud.
90. Y aunque todavía crees que te encuentras junto con Dios, vigila el demonio
de la lujuria o prostitución, porque es un estafador grandioso y envidioso y
quiere ser más hábil que el movimiento y la nipsis del nus, de manera que aleja
al nus, aún hasta de Dios, cuando está delante de Él con devoción y temor.
95. Es justo que este engaño no lo desconozcas: algunas veces los demonios
se dividen y cuando aparezcas pidiendo ayuda, vienen unos cuantos como
ángeles y expulsan los otros, para engañar a tu opinión, como si fueran
supuestos ángeles.
97. Ruidos, tamboreos, voces y sensaciones, producidas por las malicias de los
demonios, escuchará aquel que se preocupa tener oración pura, limpia. Pero no
caerá, ni traicionará su loyismós, diciendo a Dios: “No me atemorizaré por
desgracias, porque Tú estás siempre conmigo” (Sal 22,4).
103. Lucha para que no ores contra nadie durante tu oración, para que no
derribes lo que construyes haciendo oración repugnante.
104. El deudor de los mil tálantos, que sea tu ejemplo. Si no perdonas aquel
que te perjudicó, tampoco tú conseguirás la absolución de tus pecados. Porque
dice la escritura que aquel “le entregó a los verdugos” (Mt 18, 24-35)
105. Durante la oración, descuídate de las necesidades del cuerpo, para que
no pierdas el grandioso beneficio de tu oración por la picadura de la mosca, o
de la pulga.
106. Hemos sabido que, un santo mientras estaba orando, el mal astuto trajo
tan resistencia, que en el momento que extendía las manos para orar, el diablo
se transformaba en león y levantaba sus patas delanteras clavándolas en la
carne del luchador, en la parte de los riñones. Y el diablo no se iba antes que el
asceta bajara sus manos. Pero el luchador nunca aflojó las manos, hasta que
terminara sus oraciones acostumbradas.
10. Semejante a este tipo, conocimos al Juan el Pequeño o más bien el gran
monje, quien vivió practicando la hisijía dentro en un hoyo. Él se quedaba
inamovible a causa de su comunión con Dios en la oración, mientras el diablo
transformado en terrible serpiente, se enrolló encima suyo le mordía las carnes
y le escupía su rostro.
109. Hemos leído también de un hermano espiritual, que mientras oraba, vino
una víbora y le mordió la pierna. El no bajó las manos hasta que no terminó su
acostumbrada oración. Y no le pasó nada, porque amó a Dios más que a sí
mismo.
110. Ten inseparable atención en la oración; y mientras nieguas tu cuerpo y tu
psique, vive espiritualmente.
111. En otro santo que practicaba la hisijía en el desierto y oraba con celo,
vinieron los demonios y por dos semanas volaban por encima de él, le sacudían
al aire y le recibían abajo con una alfombra. No pudieron en ningún momento
bajar su nus de su ardiente oración.
113. El monje con la oración se convierte igual que los Ángeles, con el deseo
de ver la persona, rostro del Padre celeste.
117. Yo digo algo mío, que lo dije también a más jóvenes. Bienaventurado el
nus, quien en tiempo de oración consiguió falta total de figuras, formas y
planos.
124. Monje es aquel que se ha separado de todos y con todos está unido.
125. Monje es aquel que se cree a si mismo uno con todos, y cree
incesantemente que en cada uno se ve a sí mismo.
127. Si eres monje que anhela orar como es debido, evita toda mentira y
juramento. Sino vanamente tendrás el hábito de monje, al cual no te lo
mereces.
129. Encarga con confianza a Dios las necesidades del cuerpo y eso
manifestará que has encargado a Él también las necesidades del espíritu.
132. Ocúpate que estén conformes y en armonía las virtudes de tu cuerpo con
las psíquicas; las psíquicas con las espirituales; las espirituales con la plenitud
de la increada gnosis inmaterial y divina
136. No te creas que has adquirido la virtud, sin antes no hayas luchado para
ella hasta derramar tu sangre. Porque según el Apóstol Pablo, debemos
oponernos contra el pecado hasta la muerte (Ef 6,11), de modo combatiente e
impecable.
137. Si beneficias alguna persona, te perjudicarás por otra, para que digas algo
impropio por causa de la injusticia que se te hará, así dispersarás de mala
manera lo que has recogido de forma justa y buena. Porque este es el propósito
de los mal astutos demonios. Por eso, vigilemos con prudencia.
138. Espera siempre ataques violentos de los demonios y ten cuidado con qué
manera te largarás de la esclavitud de ellos.
139. Al guía espiritual, los mal astutos demonios por la noche buscan en
perturbarle; pero por el día, mediante las personas, rodeándole con
calamidades, calumnias y peligros.
140. No esquives aquellos que curten telas de pelo. Porque, aunque las
pisotean y las pegan, las arrastran y las pican, de esta manera se hace tu
prenda limpia y brillante.
142. ¿Tienes ansia para orar? Hazte muerto para la tierra, ten siempre como
patria el cielo (Fil 3,20), no con las palabras, sino con comportamiento angelical
y gnosis divina (increada).
143. Si te recuerdas del Juez, solamente cuando estás en desgracia, cuanto
terrible, justo e impersonal es, todavía no has aprendido a servir al Señor con
temor y regocijarte de Él con temor (Sal 2,11). Debes de conocer que durante
los descansos espirituales y alegrías, tienes que alabar más a Dios con devoción
y contracción.
144. Hombre con conciencia clara y lúcida es aquel que antes de conseguir la
perfecta metania, no cesa de acordarse con pena sus pecados y su castigo justo
por ellos en el fuego eterno.
146. Aquel que tiene una enfermedad de los ojos, no se beneficia de nada, si al
mediodía con el intenso calor mira al sol mucho rato sin protección. Así también
el nus que está apasionado, maligno y sucio, no le beneficia en nada la
imitación de la tremenda y admirable oración “en espíritu y verdad”. Al
contrario, más bien, subleva a Dios que se indigne contra él.
150. Tal como de los sentidos el mejor es la vista, así de las virtudes la mejor
de todas es la oración la más divina y sagrada.
152. Puesto que te fijas en la belleza del cuerpo y tu nus se ocupa sólo con las
cosas agradables del mundo, no has visto todavía el lugar de la oración, y aún
está lejos de ti el camino feliz y bienaventurado.