CEREBRO / ANTENA ::

Continuamente estamos interactuando con la estructura en red del espacio, somos

la red!

Lo que genera un contorno energético y la diferencia subjetiva entre

un adentro y un afuera es un cambio de velocidad con cual la red de
energía está vibrando.
La dinámica de retroalimentación en bucle de la energía (Toroide) nos
dice que continuamente estamos recibiendo, procesando y
transmitiendo información, instante a instante, conscientemente o no.
Las frecuencias recibidas son interpretadas como
pensamientos/sensaciones/emociones, y son el resultado de la
interacción con el espacio.
Es decir, ningún pensamiento ha sido manufacturado dentro del
cerebro, por lo cual jamás hemos tenido un pensamiento propio, ni una
idea propia. Sino que son el resultado consciente de un proceso en
parte inconsciente.
La información emitida (=nuestra interpretación/acción) es grabada en
la estructura del espacio vacío invisible como una librería cósmica
común que se actualiza constantemente a partir de la información que
recibe de todos los sistemas vivos, en un permanente diálogo creativo
adentro/afuera. Este es el mecanismo por el cual la conciencia
aprende de sí misma y recrea la realidad.
Todas las experiencias de los sistemas vivos se van imprimiendo en el
espacio que percibimos vacío e invisible. Es decir que constantemente
estamos interactuando con un campo de memoria, con modelos del
pasado llamados arquetipos del inconsciente colectivo. Cuando
emocionalmente nos identificamos con alguno de estos moldes
míticos, cargamos un programa predeterminado que nos dice cómo
sentir, pensar y actuar.
La realidad es siempre co-creada a partir de la información que todos
entregamos al vacío, la cual depende de la interpretación y reacción a
los arquetipos con cuales interactuamos, y cómo el cerebro y el
sistema/cuerpo están vibrando
(vibración=movimiento=energía=información). Toda vibración tiene
una frecuencia, y la red integrada de frecuencias es cómo la
conciencia dialoga con todo lo que es: La Música de las Esferas.
Verdaderamente la realidad es un reflejo de lo que colectivamente
estamos informado al espacio. Entonces, hagamos una pausa y
preguntémonos sinceramente: ¿cómo estamos informando? ¿Qué
realidad estamos co-creando? Podemos observar sin juzgar la
realidad que co-creamos? Cuando observamos a gran escala, como la
sociedad, las dinámicas son más visibles, pero ¿sentimos cómo vibra
en nuestro cuerpo la cada vez más violenta confrontación entre
países, religiones, partidos políticos? ¿sentimos y observamos esas
mismas dinámicas en las relaciones cercanas, en nuestra vida
cotidiana, en nuestro diálogo interno sin fin?

Somos la red, cada acción, cada significado, cada experiencia que nos
atraviesa es informada instantáneamente a todo la red, es decir, a
todo el planeta. Cada detalle modifica y transforma la totalidad del
sistema. Por lo cual, cada vez que decido reeducarme en el sentirme
vinculado a la totalidad, es decir, cada vez que decido no tener la
razón por sobre la perspectiva del otro, cada que decido no jugar el
sentir/pensar diferente del otro, y lo incluyo en vez juzgar, porque el
otro soy yo, porque el otro es la misma realidad. Cada vez que acepto
sin excluir lo que para mi es diferente, cada vez que no intento
convencer al otro ni creo que lo que pienso/siento es mejor y es bueno
para todos, sino que aprendo a relacionarme armónicamente con las
diferencias, estoy informando a la conciencia que las relaciones que
antes percibía como contradictorias y confrontadas pueden ser
relaciones armónicas, cuando la información que recibo polarizada, al
procesarla, les brindo el espacio de reunión y consumación. Y esa es
la información que estamos imprimiendo en el espacio, y esas
relaciones armónicas irán co-creando la forma de la realidad.