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Cambios en la Fauna Pampeana

Article · January 2008

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David Bilenca Mariano Codesido


University of Buenos Aires University of Buenos Aires
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Carlos Maria Gonzalez Fischer


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Cambios en la fauna pampeana
David Bilenca, Mariano Codesido y Carlos González Fischer
Grupo de Ecología de Agroecosistemas, Departamento de Ecología, Genética y Evolución,
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA

La práctica de la agricultura trae aparejada una serie de pro-


fundas transformaciones que afectan prácticamente todos los
aspectos y procesos de los ecosistemas, desde el comporta-
miento de los individuos y la dinámica de las poblaciones
hasta la composición y estructura de las comunidades y los
flujos de materia y energía. En tal sentido, la implantación de
agroecosistemas y la intensificación agrícola están considera-
das entre las principales fuerzas que inciden sobre el cambio
ambiental global.

Ñandúes en las cercanías de Claromecó, provincia de Buenos Aires.


Foto Pablo Rodrígez, Flickr.

8
Artículo

Buenos Aires, que cuenta con agroecosistemas fuertemen-

U
Una de las definiciones habituales señala a los
agroecosistemas como ecosistemas que son te intervenidos y vastas zonas donde la agricultura se
manejados por el hombre con la finalidad de pro- viene practicando desde hace más de un siglo, es posible
ducir alimentos y fibras (y, más recientemente también, detectar un intenso reemplazo de tierras para uso agrícola.
combustibles), por lo que son sometidos a frecuentes e Durante el período 1988-2002 la superficie de cultivos
intensas modificaciones tanto de sus componentes bió- anuales en la provincia de Buenos Aires incorporó más de
ticos como abióticos. Algunos de los factores bióticos 1.200.000 hectáreas (el equivalente aproximado a sesenta
manejados incluyen la productividad y la composición veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires), llevando
de especies (qué cultivos introducir, qué plantas y ani- el porcentaje de la superficie cubierta con cultivos anuales
males controlar, etcétera), en tanto que entre los facto- en la provincia del 20% a casi el 26%. Si bien la agricultu-
res abióticos que son modificados figuran la disponibili- rización en la provincia de Buenos Aires es un fenómeno
dad de nutrientes o la humedad del suelo, entre muchos generalizado y en aumento, la magnitud de este proceso
otros. Además de los componentes físicos y biológicos, varía entre las diferentes subregiones o unidades ecológi-
las características de los agroecosistemas dependen tam- cas de la región pampeana contenidas en la provincia
bién de factores socioeconómicos, como las tendencias (figura 1): mientras en la pampa ondulada los parches con
de mercado y de los consumidores, los precios y la polí- campos de cultivos son los que dominan la matriz del pai-
tica de subsidios, que influyen tanto sobre los tipos de saje, en la pampa deprimida –ocupada en su mayor parte
materias primas que se han de producir como sobre los por la cuenca del río Salado– las limitantes edáficas han
sistemas de producción que se han de emplear. restringido el ingreso de cultivos en muchas zonas, por lo
que los campos ganaderos bajo pastizales naturales o semi-
naturales continúan siendo los elementos dominantes del
Características de la reciente expansión e paisaje, en tanto que la pampa interior y la pampa austral
intensificación agrícolas presentan valores intermedios de agriculturización.
La agriculturización ha generado a su vez una serie de
En las últimas décadas la conversión de tierras para cambios en la práctica de la actividad ganadera. Una de
uso agrícola en la Argentina ha pasado por un período las principales consecuencias ha sido el reordenamiento
de franca aceleración. Uno de los casos mejor documen-
tados y que ha ganado mayor atención de la opinión
pública y de las organizaciones ambientalistas ha sido la
expansión de la frontera agrícola asociada a la deforesta-
ción de los bosques nativos en varias de las provincias
que integran las Yungas y el Chaco: Salta, Formosa,
Chaco y Santiago del Estero, entre otras. No obstante, el
proceso de expansión de la frontera agrícola se ha dado
también con intensidad en otras regiones del país. En
zonas periféricas de la región pampeana, que hasta hace
poco tiempo estaban dedicadas mayormente a la gana-
dería extensiva sobre pastizales naturales y que eran
consideradas tierras marginales, hoy es posible observar
un creciente avance de la agricultura. Por ejemplo, estu-
dios de clasificación de imágenes satelitales realizados
en el centro de la provincia de San Luis han detectado
una drástica reducción en la cobertura de pastizales
naturales, que pasaron de cubrir más del 90% de la
superficie en 1985 a menos del 45% en 2001, a manos
de cultivos y pasturas. Otro tanto ha sucedido con los
departamentos que conforman la pampa mesopotámica
en el sur de la provincia de Entre Ríos donde, de acuer-
do con los datos proporcionados por los últimos censos
nacionales agropecuarios (CNA 1988 y CNA 2002) la
proporción de la superficie cubierta por cultivos anuales
Figura 1. Cambios en la superficie cubierta por cultivos anuales, pasturas y
aumentó de 8,5 a 18,7%.
pastizales en las diferentes subregiones o unidades ecológicas de la región
La conversión de tierras para la agricultura se ha dado pampeana contenidas en la provincia de Buenos Aires, 1960-1988-2002.
incluso hacia el interior de los límites preexistentes de la Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de los respectivos censos
frontera agropecuaria. En efecto, en la provincia de nacionales agropecuarios, INDEC.

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territorial de la ganadería y la reducción de la superficie cultivo de soja y en el incremento del doble cultivo trigo-
ganadera, particularmente de los campos de invernada. soja de segunda, a la vez que incorporó un mayor uso de
Este proceso ha impulsado, por un lado, una mayor inten- agroquímicos (fertilizantes y pesticidas). La adopción por
sificación de la ganadería, de modo que ahora el engorde parte de los productores del cultivo de soja –cuya incipien-
es realizado con mayor frecuencia con algún tipo de te introducción en la región pampeana data de mediados
suplemento nutricional o con alimentación a corral de de la década de 1970– cobró un nuevo impulso a partir de
los animales y, por otro, ha conducido al desarrollo de 1996, con el lanzamiento al mercado de variedades de soja
ganadería en áreas hasta entonces consideradas margina- transgénica resistentes al herbicida glifosato y su excelen-
les, como en la zona de islas del Delta del Paraná. Otra te asociación con la siembra directa. Este proceso ha situa-
consecuencia importante ha sido la concentración de la do a la soja como el cultivo más sembrado de la Argentina
hacienda y el aumento de la carga animal en las áreas que (con más de 16 millones de hectáreas, cuatro de las cuales
quedan disponibles para la ganadería (pastizales natura- corresponden a la provincia de Buenos Aires), y a la siem-
les, montes, verdeos y pasturas implantadas). En ciertos bra directa como el sistema de manejo dominante en las
casos, este aumento en la carga animal no ha sido acom- provincias que integran la región pampeana (más del 70%
pañado con medidas de manejo orientadas a incrementar de la siembra de la soja de primera y del 80% de la soja de
la receptividad de esas áreas, dando lugar al sobrepastoreo segunda, así como altos porcentajes de otros cultivos, son
y la caída en los índices de preñez y destete. sembrados bajo esta modalidad).
Paralelamente al avance de la agricultura, hacia fines
de la década de 1980 tiene lugar un proceso de mayor
intensificación agrícola asociado al paulatino reemplazo Respuesta de las aves a los cambios en el uso de
del sistema de labranza convencional por el sistema de la tierra en la provincia de Buenos Aires
siembra directa. La siembra directa tiene la particularidad
de que, al mantener el suelo cubierto por los residuos de Como resultado de esta serie de eventos, la expansión
cosecha, reduce sensiblemente las pérdidas por erosión y de la superficie cultivada y los mayores rendimientos
favorece el aprovechamiento más eficiente del contenido alcanzados han llevado a la producción agrícola argentina
de agua en el suelo, lo que, en parte, permitió extender la a cobrar un salto sin precedentes: con algo mas de 30
agricultura a zonas que tradicionalmente no eran agríco- millones de hectáreas ocupadas, la producción conjunta
las. A su vez, el menor tiempo dedicado a las labores que de cereales y oleaginosas ha superado el umbral de los 90
demanda el sistema de siembra directa junto al empleo de millones de toneladas, frente a las 20 millones de hectáre-
variedades de cultivos de ciclo corto favoreció el uso más as ocupadas y los 30-35 millones de toneladas producidas
intensivo del suelo a través del doble cultivo. Este proceso de hace tan sólo un par de décadas. Algunas de las previ-
estuvo apoyado fundamentalmente en la expansión del siones más serias sostienen que esta tendencia continuará

Figura 2. a) Ubicación de los treinta y dos partidos de la provin-


cia de Buenos Aires en los que se efectuaron muestreos de aves.
b) Ejemplos de dos especies que experimentaron retracción en su
distribución en el área de estudio (el ñandú Rhea americana y la
copetona Eudromia elegans). c) Ejemplos de dos especies que se
expandieron (el halcón plomizo Falco femoralis y la paloma ala
manchada Columba maculosa) entre 1938-1990 (Narosky y Di
Giacomo, 1993) y el presente (2006-2007; este estudio).

10
Artículo

Foto Lip Kee

Foto Vincent Smith

Foto Abelardo Alcantara

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en aumento y que para 2015 se superaría el umbral de 120 bien diferenciales, de modo que las características parti-
millones de toneladas y de al menos 37 millones de hectá- culares de cada especie (su tamaño, sus requerimientos de
reas bajo uso agrícola (aunque de momento no se especi- hábitat, sus hábitos alimentarios, su habilidad dispersiva,
fica la localización de esas siete millones de hectáreas adi- etcétera) suelen determinar en muchos casos las escalas
cionales que serían convertidas a la agricultura). espaciales de sus respuestas, con las consecuentes reper-
Algunos de los cambios ya detectados por esta serie de cusiones que estos procesos tienen para las interacciones
recientes transformaciones en los agroecosistemas de la interespecíficas y la estructura de la comunidad.
región pampeana incluyen pérdidas de nutrientes del Como parte de un estudio orientado a describir las aso-
suelo por falta de reposición adecuada, mayores riesgos ciaciones entre las características del paisaje rural y la abun-
de contaminación de aguas subterráneas y de cuerpos de dancia y distribución de las diversas especies de aves que
agua asociada al mayor uso de fertilizantes y pesticidas, y integran los agroecosistemas bonaerenses, así como de ana-
una reestructuración en las comunidades de malezas. Sin lizar e inferir los posibles efectos que la agriculturización
embargo, no se conocen debidamente los efectos que podría generar sobre los ensambles de aves, iniciamos en
estas transformaciones pudieran estar generando sobre la 2006 una serie de muestreos de aves a lo largo de caminos
vida silvestre. Al respecto, los antecedentes registrados en secundarios que abarcaron treinta y dos partidos de la pro-
agroecosistemas ubicados en otras zonas templadas del vincia de Buenos Aires distribuidos por las diferentes subre-
mundo han señalado la notable sensibilidad con que las giones pampeanas incluidas en la provincia (figura 2). Las
especies que integran la fauna silvestre responden a las transectas dispuestas a lo largo de estos caminos fueron
transformaciones introducidas por el hombre en los agro- visitadas tanto en invierno como verano para poder esti-
ecosistemas, y que comprenden desde cambios en el uso mar el componente migratorio de los ensambles de aves,
del microhábitat hasta cambios en su distribución entre acumulando un total de más de 230 horas de observación.
las diferentes unidades que conforman la estructura del De la comparación de nuestros muestreos con registros
paisaje. No obstante, los efectos de estas transformacio- publicados sobre la distribución de las aves en la provincia
nes no son uniformes para todas las especies sino más de Buenos Aires que fueron tomados entre las décadas de

Tabla1. Lista de especies de aves terrestres residentes que evidenciaron cambios en su distribución geográfica en treinta y dos partidos dis-
tribuidos en la provincia de Buenos Aires entre 1938-1993 (Narosky y Di Giacomo, 1993) y la actualidad (este estudio, 2006-2007), clasifi-
cadas por el tipo de hábitat más frecuentemente utilizado por cada una de ellas.

Partidos Partidos
Cambio
Especies en retracción Nombre común 1938- 2006- PAL CES RAD CUL ACO VAL
relativo (%)
1993 2007

Rhea americana Ñandú 13 6 -54 *N * *

Eudromia elegans Copetona 9 1 -89 *N *

Asio flammeus Lechuzón 25 9 -64 *N * *


de campo

Asthenes hudsoni Espartillero 14 6 -57 *N *


pampeano

Especies en expansión

Falco femoralis Halcón plomizo 19 28 +47 * * * *N *

Columba maculosa Paloma 14 23 +64 * * * *N *


ala manchada

Polioptila dumicola Tacuarita azul 10 15 +50 *N *

Ammodramus humeralis Chingolo 12 28 +133 *N *


ceja amarilla

Referencias: PAL: Pasturas o pastizal alto; CES: Pasturas o pastizal corto; RAD: rastrojos, arados o disqueados; CUL: cultivos; ACO: arboledas o
construcciones; VAL: vegetación sobre alambrados. N: la especie nidifica en este hábitat.

12
Artículo

1940 y comienzos de la década de 1990 (o sea, antes de que


tuvieran lugar las recientes transformaciones en los agroe-
cosistemas bonaerenses), surge que ocho de las sesenta espe-
cies de aves terrestres que habitualmente residen en los par-
tidos estudiados evidenciaron importantes cambios relati-
vos en su distribución a lo largo y lo ancho de la provincia.
Un análisis más pormenorizado muestra que de esas
ocho especies, cuatro evidenciaron una profunda retrac-
ción en su distribución en los treinta y dos partidos estu-
diados, en tanto que las otras cuatro experimentaron una
importante expansión (tabla 1). Al asociar los cambios en
la distribución de las aves con sus requerimientos de hábi-
tat y nidificación, surge que las cuatro especies en retrac-
ción son estrechamente dependientes de pastizales natura-
les y seminaturales como el ñandú (Rhea americana), la
copetona (Eudromia elegans multiguttata), el lechuzón de
campo (Asio flammeus) y el espartillero pampeano
(Asthenes hudsoni), mientras que las especies que expandie-
ron su distribución correspondieron mayormente con
aquellas asociadas a cultivos, rastrojos y arboledas/cons-
trucciones (por ejemplo, la paloma ala manchada Columba
maculosa y el halcón plomizo Falco femoralis, tabla 1).
Estos resultados indican que la distribución de las
aves terrestres residentes en los agroecosistemas bonae-
renses es la expresión de un proceso dinámico y que en
buena medida parece estar asociado a los cambios en el
uso del suelo, en particular a la pérdida de pastizales
altos y al incremento de cultivos y ambientes perido-
mésticos insertos en la matriz agrícola.

Respuesta de los pequeños mamíferos a los


cambios en el uso de la tierra en la pampa ondulada

Otro grupo que permite analizar los cambios experi-


mentados por la fauna silvestre en los agroecosistemas
bonaerenses es el de los pequeños mamíferos, que han sido
relativamente bien estudiados a nivel regional. La detec-
ción a fines de la década de 1950 de la fiebre hemorrágica
argentina (FHA), una enfermedad endémica causada por el
virus Junín y transmitida a través de roedores, impulsó el
desarrollo de numerosos estudios ecológicos sobre los
ensambles de pequeños mamíferos orientados a tratar de
reducir el riesgo de transmisión de esta enfermedad.
Una revisión de los trampeos anuales o plurianuales
efectuados en la región muestra que las especies de roedo-
res del género Calomys son típicas de los parches de culti-
vos que constituyen actualmente la matriz del paisaje, en
tanto que las especies del género Akodon son característi-
cas de los manchones remanentes del pastizal alto que
constituían la matriz original; actualmente las especies de
Akodon ocupan también los ambientes longitudinales
Figura 3, Algunos de los principales elementos del paisaje rural pampeano,
como los bordes de cultivos y los terraplenes de ferroca- y abundancia y distribución de pequeños mamíferos en cada uno de ellos.
rril, donde se desarrollan comunidades de vegetación a) Campos, terraplenes y bordes de cultivo, muchos de los cuales están
espontánea (figura 3 a y b). La mayor parte de los estudios siendo actualmente eliminados para sembrar cultivos.

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10
90
9
Borde
80

(individuos cada 100 trampas - noche)


Abundancia relativa (%)

Cultivo
70
8
60

Exito de captura
50
4
40
30 3
20
10 2
0 Pastizales (n=5)
Bordes (n=5)
Akodon

Oxymycterus

1
Oligoryzomys

Campos (n=4)
Necromys

Mus

Calomys
0
Akodon Oligoryzomys Calomys Calomys Mus Oxymycterus Didelphis Lutreolina
azarae flavescens laucha musculinus musculus rufus albiventris crassicaudata

b) Composición porcentual promedio de los géneros de roedores c) Variación en la abundancia de pequeños mamíferos capturados en
encontrados en ensambles correspondientes a diferentes tipos de campos de cultivo y sus bordes adyacentes en el partido de Exaltación
hábitat localizados en agroecosistemas de la región pampeana de la Cruz, pampa ondulada, provincia de Buenos Aires; 2003-2005.
(pastizales, campos de cultivos y bordes de cultivos).

que caracterizaron estos patrones de abundancia y distri- Los bordes con vegetación espontánea que rodean a
bución de pequeños mamíferos datan de las décadas de muchos cultivos continúan siendo el tipo de hábitat que
1970 y 1980, o sea, antes de que tuvieran lugar los recien- conserva la mayor riqueza y abundancia relativa de peque-
tes cambios en la expansión e intensificación agrícolas y ños mamíferos en el paisaje rural (figura 3).
la introducción masiva de la siembra directa en la región, Paradójicamente, pese a que varios estudios destacan los
lo que motivó el desarrollo de estudios más actualizados servicios ambientales que los bordes de cultivos prestan a
para describir los posibles cambios que pudieran haberse la agricultura a través de la provisión de refugio para nume-
suscitado (la aparición durante la década de 1990 de casos rosas especies de insectos que actúan como polinizadores o
de síndrome pulmonar por hantavirus, SPH, en la provin- como agentes de control de plagas de los cultivos, basta
cia de Buenos Aires, que tiene como reservorio del virus al hacer un corto viaje por la pampa ondulada para compro-
ratón colilargo del Plata Oligoryzomys flavescens, fue un bar hasta qué punto los bordes están desapareciendo a
factor adicional que también reavivó el interés por nue- manos de los cultivos, expandiéndose incluso por las ban-
vos estudios epidemiológicos). quinas de rutas y caminos secundarios (figura 3a). Al verse
Los trampeos recientemente efectuados por nuestro interrumpida por cultivos, la trama de bordes y alambrados
grupo en el partido de Exaltación de la Cruz (pampa en el paisaje agrícola está perdiendo así no sólo su papel
ondulada, provincia de Buenos Aires, 2003-2005) confir- como hábitat remanente para la flora y fauna nativas, sino
man que el patrón de distribución de las especies entre que podría perder incluso su función como corredor bioló-
los campos de cultivo (ahora bajo siembra directa) y sus gico en el paisaje, impidiéndose así la recolonización de
bordes es similar al de décadas atrás, con predominio de hábitats y el mantenimiento de la biodiversidad.
Calomys en los cultivos y de Akodon en los bordes con En síntesis, estos resultados preliminares sugieren
vegetación espontánea (figura 3c). que la expansión del área cultivada, así como la pérdida
Sin embargo, un análisis comparativo de la dieta de las de ambientes con vegetación espontánea como los bor-
aves rapaces, que se alimentan fundamentalmente de roe- des de cultivos, se traduce en cambios que afectan la
dores, mostró un significativo cambio en la composición abundancia y distribución de pequeños mamíferos –par-
de las muestras actuales respecto de las obtenidas para la ticularmente roedores– en los agroecosistemas de la
misma zona en 1985-1986. Este cambio estuvo caracteriza- región. Estos cambios no sólo podrían modificar la
do por un aumento relativo de las especies del género estructura de los ensambles de micromamíferos sino
Calomys, numéricamente dominantes en los cultivos, en también repercutir sobre las especies que conforman los
desmedro de Akodon, la especie numéricamente dominan- eslabones superiores de la trama trófica y que se alimen-
te en los bordes de cultivos, pastizales remanentes y tan principalmente de ellos, como las aves rapaces.
ambientes con vegetación espontánea. La diferencia entre
las muestras actuales y las de la década de 1980 es consis-
tente con los cambios en el uso de la tierra experimentados A modo de conclusión
en el partido de Exaltación de la Cruz, donde entre 1988 y
2002 la proporción de cultivos aumentó 65%, mientras que Durante los últimos años, hemos oído mucho acerca de
la cobertura de pastizales naturales disminuyó 24%. los profundos cambios que se están produciendo en la flora

14
Artículo

ESTUDIO DE LA DIETA DE AVES RAPACES: una herramienta para analizar cambios en el ambiente

potente herramienta para estudiar su dieta, tal como ya se lo


L a lechuza de los campanarios, Tyto alba, es una especie
cosmopolita con una amplia distribución en nuestro país. ha abordado con éxito en agroecosistemas templados de
Europa, Norteamérica y de nuestro país. Los restos óseos que
El análisis de las egagrópilas o bolos de regurgitación que
expelen las lechuzas luego de cada ingesta constituye una aparecen en los bolos, particularmente las mandíbulas de los
roedores, tienen elementos diagnósticos que permiten identifi-
car, en muchos casos a nivel de especie, las frecuencias de las
especies de las cuales se alimentan las lechuzas.
En nuestro caso, analizamos los bolos de regurgitación de Tyto
alba recolectados durante otoño-invierno y primavera-verano de
1985-1986 (Bellocq, MI, 1998, tesis doctoral, UBA) y de 2006/07
(este estudio) procedentes del partido de Exaltación de la Cruz, en
la provincia de Buenos Aires. En ambas épocas del año, la diferen-
cia en la composición de ambas muestras es estadísticamente sig-
nificativa (pruebas de diferencias de proporciones; P < 0,001), con
un aumento relativo de Calomys, que dominan en los campos de
cultivo, y una reducción significativa en las muestras en el porcen-
taje de Akodon azarae, la especie numéricamente dominante de
los pastizales y otros ambientes naturales.
Este cambio relativo en la composición de la dieta es consis-
tente con los cambios en los principales usos de la tierra en el
partido de Exaltación de la Cruz, según lo reflejan los datos del
los censos agropecuarios efectuados por el INDEC 1988-2002.

80 Calomys
a Invierno
70
Calomys
Abundancia relativa (%)

60 Verano
b
Akodon
50
Invierno
40 Akodon
Verano
30 a
20
10 b

0
1985-1986 2006-2007

Superficie ocupadas Variación


Exaltación de la Cruz
relativa
1988 2002
Cultivos anuales 31% 51% 65%
Pasturas 22% 14% -40%
Pastizales naturales 40% 30% -24%

Volumen 18 número 108 diciembre 2008-enero 2009 15


y fauna de las regiones templadas del globo […]. Si estos Silvestre Argentina, o las áreas de importancia para la con-
cambios se toman meramente como una evidencia del pro- servación de las aves (AICA) reunidas por Aves Argentinas,
greso material, deben ser motivo de regocijo para aquellos permiten ser optimistas, ya que se podría elevar el valor
que están satisfechos y más que satisfechos con nuestro sis- de la superficie protegida actual del 1% a un potencial
tema de civilización o método de superar la naturaleza por que podría rondar entre el 4-10%.
la remoción de todos los obstáculos […]. A aquél que Al mismo tiempo, no es menos cierto que en este
encuentra placer en las cosas tal como existen en regiones contexto de profunda fragmentación del paisaje pampe-
vírgenes de los dominios de la naturaleza […], le es permi- ano, tanto las áreas protegidas que ya estén creadas
tido lamentarse por el aspecto alterado de la superficie como las que puedan crearse en un futuro no pueden ser
terrestre […]. Con más frecuencia tenemos noticias de concebidas como unidades separadas de su entorno
Norteamérica, Nueva Zelanda y Australia en relación con –compuesto en este caso mayormente por agroecosiste-
esto, pero en ninguna parte del globo la civilización ‘ha mas– ya que la evidencia científica indica que su aisla-
escrito sus extrañas deformaciones’ más marcadamente que miento conducirá también inevitablemente a una pérdi-
en esa enorme planicie llamada las pampas. da de su biodiversidad. Si aceptamos que vastas áreas
Este párrafo, que quizá para algunos bien podría originalmente naturales de la región pampeana ya han
semejarse a una descripción bastante ajustada al contex- sido virtualmente transformadas en sistemas domestica-
to actual, corresponde en realidad a la introducción de dos, debemos entonces discutir acerca de las opciones
Un naturalista en el Plata (1892), una de las más bellas que contamos hoy para llevar a cabo ese proceso de
páginas escritas por el naturalista y escritor William domesticación de modo que la transformación de los
Henry (Guillermo Enrique) Hudson, quien retrató como paisajes y ecosistemas redunde en un bienestar humano
pocos las características singulares de la fauna pampea- en equilibrio con su entorno.
na y la belleza de sus inmensos pastizales. Hudson había En la definición dada al inicio de este artículo ya
nacido en Veinticinco Ombúes –actual partido de habíamos señalado que el establecimiento de agroecosis-
Quilmes, provincia de Buenos Aires– en 1841 y habitó temas tiene por objeto la producción de alimentos y
en nuestras pampas hasta 1874. En una breve síntesis, otras materias primas. No obstante, también es cierto
este extracto del relato de Hudson logra poner de mani- que otro aspecto distintivo de esa definición es que se
fiesto dos aspectos clave, a saber: 1) que la percepción tratan de sistemas manejados con diversos propósitos. En
acerca de la transformación del paisaje y la pérdida de la la actualidad hay un creciente consenso en la necesidad
biodiversidad en la región pampeana datan de hace por de ampliar el rango de objetivos de manejo en los agro-
lo menos unos ciento treinta años, y 2) que ya desde ecosistemas de modo que, sin resignar el objetivo pro-
entonces primaba la visión de que tal transformación ductivo como un aspecto central, se contemplen tam-
debía tener como objetivo fundamental el aumento de bién simultáneamente la concreción de otros objetivos
la producción en los agroecosistemas. adicionales de similar valor e importancia, como algu-
En el otro extremo, y en paralelo a esta visión produc- nos de los que ya fueron mencionados a lo largo de este
tivista, la visión que primaba por entonces entre los con- artículo: mitigación del cambio global, reducción de
servacionistas –y que continúa vigente aún hoy en deter- riesgos de contaminación de acuíferos, mantenimiento
minados círculos–enmarcaba a la conservación como una de la correcta provisión de servicios ambientales
tarea cuyo principal propósito era proteger la naturaleza, (muchos de los cuales redundan a su vez en una mayor
entendiendo que esa protección pasaba por mantener a la producción) o conservación de la biodiversidad, entre
naturaleza al margen de las transformaciones humanas (el otros. La inclusión de estos nuevos objetivos implica
propio texto de Hudson parece inspirar esta visión). concebir la actividad agropecuaria como una tarea lleva-
En el caso que nos ocupa, cabe señalar que es alta- da a cabo por manejadores del ambiente, y no tan sólo
mente deseable que se establezcan nuevas áreas protegi- por productores, como suele describirse habitualmente a
das en la región pampeana ya que, de acuerdo con datos quienes trabajan en el campo.
oficiales, la superficie cubierta por algún tipo de área pro- En los agroecosistemas de la región pampeana tanto
tegida en las pampas apenas alcanza al 1,05%, cifra que la producción de alimentos y fibras como la provisión de
está muy por debajo de las recomendaciones internacio- servicios ambientales y la conservación de la biodiversi-
nales en la materia, que señalan que una ecorregión dad dependen prácticamente de las mismas tierras. Un
debería contar con al menos un 10-15% bajo algún tipo paso hacia la resolución de este aparente conflicto
de protección (pública, privada, de uso totalmente res- requiere, entre otros aspectos, desarrollar una agenda de
tringido o bajo cierto tipo de manejo, etcétera). Al res- investigación en la cual, de manera acoplada y simultá-
pecto, los esfuerzos de identificación de áreas de interés nea al desempeño de diferentes ensayos de manejo agro-
para la conservación en la región pampeana realizados nómico, se evalúen los cambios asociados en la composi-
por organizaciones ambientalistas, como las áreas valio- ción de especies y en la estructura y el funcionamiento
sas de pastizal (AVP) compiladas por la Fundación Vida de los procesos del sistema. La concreción de este tipo de

16
Artículo

estudios, desarrollados en diferentes escalas espaciales (el


LECTURAS SUGERIDAS
lote, el establecimiento rural, la unidad de paisaje, etcé-
tera) permitirá seguidamente elaborar manuales de bue-
BALDI G y PARUELO JM, 2008, ‘Land use and land cover dynamics
nas prácticas de manejo que sean capaces de conciliar los
in South American temperate grasslands’, Ecology and Society, vol.
objetivos productivos, ambientales y de conservación.CH
13 (2); 6 [online] URL: http://www.ecologyandsociety.org/
vol13/iss2/art6/.
Este trabajo fue realizado con el apoyo del CONICET y de sub- HUDSON GE, 1984, Un naturalista en el Plata, Hispanoamérica,
sidios otorgados por la Universidad de Buenos Aires (UBACYT Buenos Aires.
X282 y X406) y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria NAROSKY T y DI GIACOMO A, 1993, Las aves de la provincia de
(INTA, PNECO 1302). Agradecemos a Pablo Teta su gentil colabo-
Buenos Aires: distribución y status, Asociación Ornitológica del Plata-
ración en el procesamiento de las egagrópilas, y a Carlos y Lucas
Leveau, por su ayuda en parte de las tareas de campo. A Regino
Vázquez Massini Editores-LOLA, Buenos Aires.
Cavia, por proveer las fotos de los roedores. Al revisor anónimo, por CIENCIA HOY, vol. 15, N˚ 87, 2005, número especial: ‘La transforma-
sus oportunos comentarios a una versión previa de este manuscrito. ción de la agricultura argentina’.
VIGLIZZO EF, FRANK FC y CARREÑO L, 2006, ‘Situación ambiental en
las ecorregiones Pampa y Campos y malezales’, en BROWN A,
MARTÍNEZ ORTIZ U, ACERBI M y CORCUERA J (eds.), La situación ambi-
ental argentina 2005, Fundación Vida Silvestre Argentina, Buenos Aires,
pp. 263-269 (disponible en http://www.vidasilvestre.org.ar/descargables/
David Bilenca
libro_imperdible/navegador.html).
Doctor en ciencias biológicas, UBA.
Jefe de trabajos prácticos,
Departamento de Ecología, Genética
SITIOS DE INTERNET
Atlas ambiental de Buenos Aires:
y Evolución, Facultad de Ciencias
http//www.atlasdebuenosaires.gov.ar/
Exactas y Naturales, UBA.
Aves Argentinas:
Investigador adjunto, CONICET.
http://www.avesargentinas.org.ar/
dbilenca@ege.fcen.uba.ar
Fundación Producir Conservando:
http://www.producirconservando.org.ar
Mariano Codesido
Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA):
Licenciado en biología, Facultad de
http://www.vidasilvestre.org.ar
Ciencias Naturales y Museo,
Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación:
Universidad Nacional de La Plata.
http://www.ambiente.gov.ar/
Becario de posgrado, CONICET.
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC):
mcodesido@ege.fcen.uba.ar
http://www.indec.mecon.gov.ar
Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART; Facultad de
Agronomía, Universidad de Buenos Aires; CONICET):
Carlos González Fischer
http://www.agro.uba.ar/laboratorios/lart/
Licenciado en ciencias biológicas, UBA.
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación:
Becario de posgrado, CONICET.
http://www.sagpya.mecon.gov.ar/
cfischer@ege.fcen.uba.ar
Sistema de Información de Biodiversidad (SIB):
http://www.sib.gov.ar/

Volumen 18 número 108 diciembre 2008-enero 2009 17

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