Vous êtes sur la page 1sur 10

La gran minería del cobre en Chile (GMC) o, más propiamente, empresas productoras de cobre de la

Gran Minería, son definidas como aquellas «que produzcan, dentro del país, cobre "blister", refinado a
fuego o electrolítico, en cualquiera de sus formas, en cantidades no inferiores a 75.000 toneladas métricas
anuales mediante la explotación y beneficio de minerales de producción propia o de sus filiales o
asociados».1 La clasificación de gran minería no se pierde si la producción llega a ser inferior a 75 000
toneladas métricas.

Histórica y tradicionalmente, hasta la ley 11828 (del 5 de mayo de 1955) del Nuevo Trato, consideraba
GMC a la Kennecott Corporation (El Teniente) y a la Anaconda Copper Company (Chuquicamata,
Potrerillos y El Salvador) debido al gran volumen y escala de sus operaciones de extracción y tratamiento.
Desde 1955, se definió en 25 000 toneladas métricas anuales de producción de cobre blister.
Aumentándose a 75 000 en 1965 (Ley 15575)

En 1971, se efectuó la nacionalización del cobre, mediante la ley 17450.2 Anteriormente, se había
efectuado el proceso de chilenización del cobre,3 4 con lo cual las instalaciones y yacimientos de la
Kennecott y Anaconda pasaron a la administración del Estado por medio de Codelco.

En 1981, se aprobó la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras (llamada «Ley Minera»)
que estableció derechos de propiedad en la minería a través de la figura jurídica de la «concesión plena».
Ella desencadenó una gran expansión de las inversiones en minería y el descubrimiento y desarrollo de
proyectos privados que se han transformado en Gran Minería del Cobre (La Escondida, Los Bronces, etc).

El rol de las escalas de producción en la minería

El capital regional y la capacidad empresarial fueron destacados inicialmente por Chinitz (1961) como factores
relevantes en la producción regional, al ser descritos como aspectos interindustriales que influyen en los costos
de los factores de una empresa. Mientras que al capital se le ha atribuido un carácter móvil en el espacio, el
autor observa que las empresas de tamaño pequeño prefieren realizar nuevas inversiones en negocios locales
y no así en lugares externos a la unidad espacial, lo que permite diferenciar las pautas de crecimiento entre
regiones1. Al mismo tiempo, el autor propone la reconsideración de la homogeneidad regional de la capacidad
empresarial, al destacar que la función de utilidad de emprendimiento será más atractiva para aquellas
industrias dominadas por pequeñas empresas, debido a las facilidades de entrada.

A partir del trabajo de Chinitz, las distintas escalas de producción de una industria han sido consideradas por la
literatura como una pieza clave en las pautas de crecimiento económico de una región. La forma de
organización de la industria dominante y su nivel de producción actúan como factores determinantes en el nivel
de operación de una región, al influir en la cantidad de capital móvil y de vínculos interindustriales existentes
(Heim, 1983), así como en la productividad, emprendimiento (Rosenthal & Strange, 2003; 2010) y en los
niveles de generación de empleo (Loveman & Sengenberger, 1990; Spilling, 1998). Saxenian (1994, citado en
Rosenthal & Strange, 2003) se refiere a este punto coincidiendo con Chinitz al concluir que la productividad de
un ambiente económico es mayor cuando la estructura industrial está dominada por pequeñas empresas, como
consecuencia de la flexibilidad y del nivel de emprendimiento que las caracteriza.
La relevancia de la pequeña minería

La relevancia de las operaciones de la pequeña minería ha sido destacada en aspectos como reservas
pequeñas de mineral2, menores tiempos de implementación de sus operaciones e inversión inicial, menores
requerimientos de infraestructura y mayores ratios de empleo por unidad de producción (Argall, 1978, citado en
Ghose & Roy, 2007). Empíricamente, el impacto socioeconómico de la pequeña y mediana minería ha sido
analizado en países en desarrollo, destacándose la importancia de esta escala de producción en aspectos como
la reducción de la pobreza, especialmente en zonas rurales (Hilson 2002a, 2002b; Yelpaala & Ali, 2005), la
contribución a las bases de minerales de exportación e ingresos de divisas (Shen & Gunson, 2006), y la
generación de empleos y habilidades empresariales (Ghose & Roy, 2007), considerando así el impacto favorable
que en términos socioeconómicos generan la pequeña y mediana minería en las zonas en las cuales se
localizan. Cuando la pequeña minería se localiza en regiones económicamente atrasadas, estimula el ingreso y
su distribución, la creación de nuevos puestos de trabajo y un mejor aprovechamiento de los recursos internos,
dando lugar a un rápido incremento en el estándar de vida de las personas.

No obstante el potencial de la pequeña minería, la industria minera se encuentra actualmente dominada por
grandes empresas, siendo bastante menor el espacio a la producción de pequeña escala. Más aún, la gran
minería del cobre en Chile se caracteriza por su alto porcentaje de propiedad extranjera, con la particularidad
de exportar fuera de la región los beneficios generados en la localidad. Gunton (2003) se refiere a las
potenciales distorsiones en la estructura económica de una región especializada en la extracción de recursos
naturales cuando la industria minera se compone de grandes empresas extranjeras, debido a que estas
impiden la emergencia de fuertes emprendimientos en la región. El autor coincide con las formulaciones de
Chinitz (1961) y Saxenian (1994) sobre las barreras de entrada para pequeñas empresas en un ambiente
cubierto por la producción de gran escala, refiriéndose a la fuga de los ingresos generados por este sector en
forma de utilidades o dividendos a los propietarios extranjeros, particularidad que caracteriza a las grandes
empresas en esta industria y no así a la minería de pequeña escala. Ghose y Roy (2007) denominan esta
peculiaridad como el valor agregado de la pequeña minería, ya que el origen local de sus capitales puede
generar una ganancia neta más grande para la comunidad. En términos empíricos, por ejemplo, Banks (1993)
analizó la salida de utilidades que ha sufrido Papúa Nueva Guinea producto de la propiedad extranjera de sus
empresas. El autor cuantificó la fuga de capitales en 70% del valor total de la producción minera para ese país.

Características generales de la minería en Chile

Distribución espacial de la minería del cobre

La minería del cobre en Chile se concentra principalmente en la zona norte, especialmente en las
regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama. La producción conjunta de cobre fino en estas regiones
supera el 75% del total nacional. Este sector es considerado la principal actividad económica regional,
con participaciones que van desde el 50% hasta el 80% del Producto Geográfico Bruto (PGB) 3, y cuya
primacía se mantiene constante desde las últimas dos décadas4.
Sin embargo, las características del desarrollo local y los resultados derivados de la explotación
de este sector primario-exportador son diferentes para cada región. Es en la región de
Antofagasta donde se configura un ambiente adecuado para el desarrollo de un complejo
productivo en torno a la actividad minera, a causa de sus condiciones geológicas y el liderazgo
que mantiene en la producción nacional de cobre. Esto atrae un gran flujo de inversión extranjera
directa a la zona, originando la explotación de grandes yacimientos mineros, responsables hoy del
53% de la producción total de la GMC en Chile. Solo en la minería privada Antofagasta posee
ocho de las quince grandes empresas que operan en el país, mientras que la minería estatal
alcanza 60,4% de su producción en esta zona. Esto genera una diferenciación geográfica a partir
de la concentración de yacimientos mineros de diferentes tamaños de producción.

Para mostrar lo anterior, en la Figura 1 se grafican las participaciones regionales en la producción nacional de
cobre fino por grandes, medianas y pequeñas empresas para el período 2001-2008. La imagen da cuenta de la
especialización a nivel nacional de la región de Antofagasta en la GMC, con 55% en promedio de la producción
nacional; y de la región de Atacama en la pequeña y mediana minería, con 45% en promedio para el mismo
período. La región de Tarapacá no concentra especialización a nivel nacional por tamaño de producción5.
LaTabla 1 confirma esta diferenciación geográfica en tamaños de producción, al presentar las participaciones
por tamaño de empresa en la producción regional. A partir de esta tabla, es evidente la especialización regional
de Tarapacá y Antofagasta en la GMC, mientras que en Atacama la pequeña y mediana minería tienen una
importante participación, como no ocurre en otra región, y que se vio acrecentada durante los períodos de alza
del precio del cobre entre los años 2003 y 2005.
FIGURA 1 | Participación regional en producción nacional de cobre fino.
Período 2001-2008

FUENTE ELABORACIÓN PROPIA SOBRE LA BASE DE DATOS DE LA COMISIÓN


CHILENA DEL COBRE
TABLA 1 | Participación por tipo de empresa, en la producción regional.
Período 2007-2008

La minería del cobre, sus escalas de producción y la propiedad del capital

El criterio utilizado para clasificar las empresas mineras en distintos tamaños difiere del
utilizado por el resto de los sectores productivos. De acuerdo con la Sociedad Nacional
de Minería, la definición de gran, mediana y pequeña minería se hace a partir del
número de toneladas métricas (tm) explotadas por año (véase Tabla 2).

TABLA 2 | Tamaño de empresas en el sector minero

FUENTE SOCIEDAD NACIONAL DE MINERIA (2009); COMISION CHILENA DEL COBRE


(2008)

CHILE PAÍS MINERO, ADEMÁS DE COBRE


Chile es reconocido mundialmente como un país minero, pero esta condición no se debe solo al hecho de ser
el primer productor mundial de cobre, y poseedor de más del 30% de las reservas mundiales, sino que a la
existencia en el territorio nacional, y a la consecuente producción, de numerosos otros recursos minerales
metálicos y no metálicos.

En efecto, debido a su especial constitución geológica resultante de su ubicación en el margen activo del
Pacífico, en la zona de convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, y a diversas
particularidades morfológicas y climáticas, el país cuenta con una importante variedad de estos recursos
minerales.
El cobre se distribuye en prácticamente todo el país, entre las Regiones de Arica y Parinacota y de Magallanes,
fundamentalmente en yacimientos de tipos pórfido cuprífero, estratiforme o estratoligado, y vetiforme. Los primeros,
que constituyen, además, la principal fuente de molibdeno en el país, y que también contienen oro y plata, están
localizados en una franja de dirección norte-sur, en general en el sector occidental de la cordillera Andina,
prioritariamente entre las Regiones de Tarapacá y O’Higgins. Los más importantes son Cerro Colorado, Quebrada
Blanca, Collahuasi, La Escondida, Chuquicamata, El Salvador, Potrerillos, Andacollo, Disputada-Andina y El Teniente,
pertenecientes a la Gran Minería de Cobre, tanto privada como estatal. Los yacimientos de tipo estratiforme o
estratoligado, están contenidos en secuencias estratificadas volcánicas y sedimentarias. Los principales de ellos están
ubicados tanto en el norte del país, en la Región de Antofagasta, como el yacimiento Mantos Blancos.

La producción de cobre 2013 corresponde en un 93,4% a la Gran Minería, en un 5,2% a la Mediana Minería, y en un
1,4% a la Pequeña Minería, y representa la primera producción mundial.

II de Antofagasta

Metalica:
Cobre, Molibdeno, Oro,
Plata

No metalica:
Salitre, Yodo,
Carbonato de litio,
Caliza, y Ulexita

La Minería en la Región de Antofagasta


Los recursos y reservas de cobre en Chile, según datos de Sernageomin, están las regiones de Antofagasta
(43%), Tarapacá (12%), Valparaíso (11%), Atacama (11%), del Libertador Bernardo O’Higgins (10%),
Coquimbo (7%) y la región Metropolitana (6%). Esta distribución porcentual corresponde a la ubicación tanto
geográfica como geológica de los yacimientos minero.

La actividad minera de Antofagasta –descrita como uno de los sectores dinámicos de la región, porque cuenta
con un crecimiento por sobre el promedio en la productividad del trabajo– representa el 63,9% de la actividad
económica regional. Además, es el sector que atrae más inversiones y mantiene su dinamismo en cuanto a la
actividad exportadora, ya que cuenta con una demanda creciente a nivel mundial, específicamente para los
minerales de cobre y sus concentrados.
La región se destaca también por su mayor número de yacimientos, diversidad de recursos y variedad de
productos mineros con crecimiento en la producción, como son el cobre, oro, plata, carbonato de calcio,
carbonato de litio, cloruro de potasio, sulfato de potasio, cuarzo, apatita y yeso. Igualmente es notoria la
concentración allí de un importante número de minerales industriales y minerales metálicos, con un predominio
en la producción de cobre de un 54%.
Asimismo, concentra los proyectos mineros más importantes del país, especialmente de cobre, carbonato de
litio, cloruro de potasio, nitratos, sulfato de sodio y molibdenos; y reúne toda la actividad relacionada con los
minerales no metálicos, como los productos derivados de sales, salmuera, boratos y otras sales básicas que
son enviados a mercados internacionales y usados como insumos en actividades de la industria química,
manufactura, construcción y agricultura45.
En relación a la producción de cobre fino anual por regiones, Antofagasta presenta uno de los mayores
volúmenes, manteniendo esta ventaja por sobre otras durante los últimos diez años.

La definición más extendida y utilizada para describir a la pequeña minería es la que entrega el Servicio
Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y que señala que son aquellas faenas que poseen una dotación
inferior a 80 trabajadores y tienen menos de 200.000 horas trabajadas durante un año. Actualmente no existe
absoluta certeza de cuántas pequeñas faenas mineras existen en el país; sin embargo, de acuerdo con
información proporcionada por Enami, el año 2012 había 1.546 pequeños mineros registrados en esta
empresa. Esto da cuenta que existe un número importante de microempresarios dedicados a este sector de la
economía, lo cual además de empleo, permite desarrollar otras áreas como el comercio y la compra de
insumos mineros. Si bien la pequeña minería tiene una baja incidencia en la producción total de cobre en el
país, un 1,6% con 85,1 mil toneladas; si tiene una mayor importancia en términos de empleo, ya que al año
2012 se contabilizaban 7.950 trabajadores operando en la minería del cobre y oro, lo que representa un
participación de 11,2% en el total de personas ocupadas en el sector minero.

Mediana minería La mediana minería está compuesta por una treintena de compañías, y presenta favorables
proyecciones de crecimiento en el país, dado el nivel de madurez que ha alcanzado la exploración minera en
Chile. En este contexto, existe mayor potencial para descubrir yacimientos de tamaño medio, los cuales no son
de interés para la gran minería y que presentan un importante nicho para la mediana, la cual podría
desarrollarlos en forma propia o en asociación con terceros. La definición de mediana minería con mayor
aceptación es aquella entregada por el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile que indica que son aquellas
faenas que procesan entre 300 y 8.000 toneladas de mineral al día. Durante el año 2012 las medianas
empresas mineras produjeron 307,4 mil toneladas de cobre fino, lo que representó el 5,6% de la producción
total de cobre entregado en dicho año. En tanto, en la minería del oro aportaron una producción de 7.243
kilogramos, en el mismo año, alcanzado una contribución del 14,5% del total nacional.

Sin embargo, es en la industria de la minería no metálica donde las medianas empresas tienen una mayor
presencia. Durante el año 2012 produjeron 3.244,2 miles de toneladas de hierro, alcanzando una participación
del 35% a nivel nacional; y son las únicas productoras de cinc y plomo en el país, registrando 26.700 toneladas
y 410 toneladas, respectivamente, en dicho año. En otro ámbito, las exportaciones de cobre, oro y plata de la
mediana minería, en base a la producción de estos metales en el 2012 alcanzó a US$ 2.836 millones
aproximadamente, cifra que sobrepasa a otras industrias exportadoras a nivel nacional como la de celulosa,
vitivinícola, forestal y salmonera, lo que refleja la importancia de este segmento de la industria minera.
Respecto a sus perspectivas de crecimiento, la atractiva cartera de proyectos mineros que existen en Chile le
da la oportunidad a la mediana minería de desarrollar rentables iniciativas que por su envergadura no pueden
ser abordadas por la pequeña minería y que están fuera del foco de interés de la gran minería. De la cartera
total de proyectos mineros que existen en Chile para el período 2013-2022, y que alcanza a US$ 112.556
millones, la mediana minería participa con US$ 3.273 millones en inversiones, representando el 2,9% del total
de la cartera. Si bien se podría deducir que tal cantidad es menor respecto del total, da cuenta de una cifra
significativa para la economía nacional.
INTRODUCCIÓN ( la encontré perfecta, hay que cambiar algunas cosas)
Este informe se focalizará en describir los sectores de la pequeña y mediana minería. En este sentido se
observa que en Chile existen tres sectores de la industria minera claramente diferenciados. Entre estos
destacan las empresas de la gran minería, las que da cuenta mayoritaria de la producción de cobre, oro y plata
alcanzando aproximadamente al 90% del total extraído. Esta minería se encuentra altamente mecanizada,
profesionalizada, tecnologizada, con altos estándares de seguridad y además es muy intensiva en capital dado
que su segmento de negocio es el de grandes proyectos mineros con producción a gran escala.

En el lado opuesto se encuentra la pequeña minería la cual da cuenta de escasa participación en la


producción de metales en el país, sin embargo en el ámbito laboral, genera una importante fuente de recursos
y es una palanca de desarrollo para sectores con menores oportunidades y para la formación de
microempresarios. Además este sector da cuenta de numerosos productores, siendo 1.546 mineros solamente
los empadronados el 2012 con Enami, los cuales se encuentran principalmente en las regiones de Atacama y
Coquimbo. Por otro lado, este sector también refleja una menor inversión en capital y tecnología productiva.

Por su parte la mediana minería, sector conformado por aproximadamente 30 empresas, también da cuenta de
una realidad diferente. Estas compañías en forma mayoritaria, tiene una estrecha relación con Enami, ya que
dicha empresa estatal ha entregado históricamente apoyo en materias de comercialización y procesamiento de
minerales. Este sector por sí sólo y para graficar su importancia a nivel nacional da cuenta de exportaciones
que superan otras relevantes del país como la salmonera, vitivinícola y de celulosa, por lo que es importante
que mantenga su crecimiento.

Es por ello, que estos segmentos de la minería chilena son relevantes para un desarrollo armónico del sector,
junto a la gran minería. Por ello, este trabajo tiene como objetivo indicar las principales características de la
pequeña minería y mediana minería en materias de producción minera, empleo, importancia económica,
exploraciones y propiedad minera entre otras materias. Para ello, en una primera parte se detallarán las
características de la pequeña minería, luego se abordará la mediana minería y finalmente se indicarán las
funciones, el rol y los principales instrumentos de Fomento de Enami para apoyar estos dos sectores de la
minería nacional.

LA PEQUEÑA MINERÍA EN CHILE


La caracterización de la pequeña minería a nivel mundial no tiene parámetros universales y uniformes. Incluso
en Chile no se ha establecido una norma que la defina en forma única. Asimismo, la pequeña minería se puede
subdividir en dos segmentos, la pequeña minería propiamente tal y un segmento denominado pequeña minería
artesanal. No existe tampoco un definición clara que distinga estos dos segmentos, pero se puede señalar que
el sector artesanal es el más precario e informal. Sólo para efectos de tributación se define a la minería
artesanal como una faena con un máximo de cinco personas dependientes.

MEDIANA MINERIA EN CHILE


La caracterización de la mediana minería en Chile da cuenta que es un sector dentro de la industria minera
con dinamismo y proyecciones de crecimiento. Actualmente, existen más de 30 compañías en este segmento
de la minería que aportaron 307.400 toneladas de cobre fino, 7.243 kg de oro y 105.367 kg de plata, entre otros
metales, durante el 2012. En cuanto a la producción de cobre, ésta representó el 5,6% del total nacional. Estas
empresas se encuentran ubicadas principalmente en la zona norte y central de Chile.
Dentro de las principales características de estas empresas destacan:
Empresas de concentrados que venden mayoritariamente su producción a Enami a través de contratos de
compra.
Aproximadamente 30 compañías.
Tienen capacidad para ser abastecedores regulares de Enami, pero presentan dificultades para negociar y
exportar directamente sus productos.
Los yacimientos se encuentran mayoritariamente en el norte de Chile.
Los capitales de estas compañías son principalmente nacionales (Ver Anexo 1).
Mayor dificultad para acceder a financiamiento bancario para llevar a cabo proyectos importantes.
En ciclos de precios bajos debe tener la capacidad financiera para mantener la continuidad de la compañía.
En ciclos de precios altos, la mediana minería debe competir con la gran minería en materia laboral e insumos.
Son importantes generadores de empleo directo e indirecto.
Tiene perspectivas favorables en materia productiva, dado que existen yacimientos que no son de interés para
la gran minería por su menor tamaño.
Valorización de la producción de este sector es similar o mayor a la registrada por otras industrias tradicionales
de la economía chilena como la celulosa, vitivinícola, salmonera y forestal.

ALGUNAS CONCLUCIONES

La pequeña y la mediana minería son actores relevantes para el desarrollo armónico de la industria minera
nacional por lo que es importante que las políticas del Estado sean realizadas atendiendo sus realidades y
necesidades propias, las cuales difieren de la gran minería según lo indicado en este informe. La pequeña
minería, si bien realiza un escaso aporte a la producción total de cobre, oro y plata, en términos de empleo,
su contribución es mucho mayor, especialmente en sectores donde existen menores oportunidades laborales.
Asimismo, la pequeña minería es una fuente importante de emprendimientos y de desarrollo económico,
unido a la factibilidad que estas empresas alcancen un mayor nivel de desarrollo y puedan convertirse
posteriormente en empresas de la mediana minería. Respecto de la mediana minería actualmente está
compuesto por más de 30 compañías, las que aportaron 307.400 toneladas de cobre fino el 2012. Este nivel
de producción representó el 5,6% de la producción total en dicho año. Las exportaciones de cobre, oro y
plata de la mediana minería, en base a la producción de estos metales en el 2012 alcanzarían a US$ 2.836
millones aproximadamente, cifra que sobrepasa a otros sectores exportadores a nivel nacional, reflejando la
importancia económica de este segmento. En el ámbito productivo, la mediana minería en Chile da cuenta
de una mayor importancia en la minería del hierro, cinc y plomo, destacando la producción de hierro que
alcanzó a 34,4% de la producción total. Asimismo, en Chile existe una importante cartera de proyectos para el
perído 2013-2022, destacando los proyectos de Diego de Almagro, Productora, Inca de Oro, El Espino y
Tovaku (ex Puntilla Galenosa). Además, estas empresas tienen positivas proyecciones de crecimiento en el
país, dado que los nuevos yacimientos que se descubrirán serán mayoritariamente de tamaño medio, no
interesantes para la gran minería. Por otro lado, la mediana minería debe también enfrentar los mismos retos
de la gran gran minería en materia de costos, escases de agua, falta de mano de obra calificada y elevado
precio de la energía, lo cual es un desafío mayor para este tipo de empresas, considerando su menor escala
productiva. En el desarrollo de la pequeña y mediana minería, Enami ha sido un factor clave por el apoyo
entregado a través de su política de fomento. Para la pequeña minería, las políticas de fomento se han
focalizado en la capacitación, reconocimiento de reservas, asistencia técnica, entrega de créditos y en el
establecimiento de un poder de compra para su producción.
Por otro lado, destaca que la labor de Enami respecto al fomento desarrollado con la mediana minería
también ha sido favorable, ya que ha permitido que este sector pueda procesar su mineral y comercializarlo
al exterior a través de ella.

Vous aimerez peut-être aussi