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Compilacién de Paul Laxton Introduccién de J. H. Andrews TMI c 10 AGO 2005 000763 J. B. HARLEY LA NUEVA NATURALEZA DE LOS MAPAS Ensayos sobre la historia de la cartografia Compilacion PAUL Laxton Introduccién, JTL ANDREWS ob FONDO DE CULTURA EGONOMICA Mapas, conocimiento y poder*! Dadme un mapa; entonces permitaseme ver qué tanto se me ha dejado para conquistar todo el mundo... Aqui comencé a marchar hacia Pe} ia, pasé por Armenia y spués hacia Bitinia, donde tomé por el Mar Caspio; d prisioneros a los turcos y a sus grandes empresas Después marché hacia Egipto y Arabia, y aqui, no muy lejos de Alejandria, donde se juntan el Mar Tirreno y el M tre ellos, pretendo cortar un canal para que los hom- de distancia en- Muerto, con menos de cien legua bres pucdan Ilegar rdpidamente a la India, De alli a Nubia, cerea del lago Born, y entonces por el Mar de Etiopia, cortando la linea del Trépico de Capricornio, lo conquisté todo Hegando hasta Zanzibar. CHRISTOPHER MARLOWE, Tamburlaine, segunda parte (Vi, pp. 123-139) Un libro acerea de las imégenes g como Hamlet sin el principe.? No obstante, aunque durante mucho tiempo los mapas han § Logriitieas que no aborde el mapa seria Jo fundamentales en cl discurso de la geografia, casi nuni se leen como “ladrillos” de texto o como una forma de conocimiente cons por lo general implica gcogriticos” sin expresar de qué manerz truida socialmente. “La interpretacién de los mapas’ buscar “accidentes como forma manipulada de conocimiento, han ayudado a conformar esos accidentes.4 erto que en la geografia politica y en la historia del pensamiento geo- ico los mapas se relacionan cada vez mas con el poder (especialmente ord * Este capitulo aparecié originalmente en Denis Cosgrove y Stephen Daniels (eds.), The leono- graphy of Landscape: Essays on the Symbolic Representation, Design and Use of past Environ ment, Cambridge Studies in Historical Geography, 9 (Ca mbridge University Press, 1988). pp. 12. brid 79 MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER en los periodos de historia colonial).* Sin embar; 0, el papel especitico de los mapas, como imagenes con cédigos hist6ricamente especiticos, gue siendo identificado con todo el discurso geogratico del que con frecuencia se encuentran imbuidos, Lo que falta es un sentido de lo que Carl Sauer entendfa como la clocuencia de los mapas.5 De esta suerte, 4c6mo pode mos hacer “hablar” a los mapas acerea de los mundos sociales del pasado? Perspectivas tedricas Aquf pretendo explorar el discurso de los mapas en el contexto del poder politico y mi enfoque es ampliamente iconogrético. Considero que los ma- pas son una parte de la familia mas amplia de imagenes cargadas de valor.© De este modo, he renunciado a entender los mapas como registros inertes de paisajes morfoldgicos 0 como refle: mis bien los considero imagenes reflejadas que contribuyen a un dialogo un mundo construido socialmente. Por lo tanto, alejo la le nes pasivas del mundo de los objetos; n 2tura de los mapas de los cénones de la critica cartografica tradicional con su lista de oposicione: binarias entre los mapz tivos y subjetivos”, “literales SO! “ciertos y los falsos”, “precisos ¢ imprecisos”, “objc- y simb6licos”, o los basados en una “integridad cientifi ica” opuesta a la “distorsién ideolégica”. Los mapas nunca son imé- genes carent si mismos no son ciertos 0 falsos. Tanto en la selectivi 2s de valor; excepto en el sentido euclidiano mas estricto, por ad de su contenido como en sus signos y estilos de representacién, los map: de coneebir, articular y estructurar el mundo humano que se ine! on una manera a hacia, de rela- 2r mejor lo suscepti- es promovido por y ejerce una influencia sobre grupos particulare: ciones sociales.7 Al aceptar tale: premisas se puede v bles que son de manipulaci6n por parte de los poderosos de la sociedad. En este amplio paisaje conceptual debo des mentales a partir de los cuales se pueden trazar algunos de los contornos ideolégicos mas especiticos de los mapas. En el primero, los mapas tipo de lenguajes (si esto se toma de manera literal o metaf6rica no es vital para la argumentaci6n).? La idea de un lenguaje cartografico es también conveniente para un acereamiento derivado directamente de la semidtica ‘aear tres puntos funda- son un 80 MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER que, mientras ha resultado atractivo para algunos cartégrafos,!" es una herra- mienta demasiado pesada para una investigacion histérica espeeffica. La idea de lenguaje se traduce mds facilmente a la prdctica histérica. No sélo nos ayuda a ver los mapas como imagenes reciprocas usadas como mediadoras de diferentes visiones del mundo, sino que también estimula la btisqueda de evidencias de aspectos como los eédigos y el contexto de la cartografia, asi como su contenido en un sentido tradicional. Un lenguaje —quizd serfa mds adecuado hablar de una “literatura” de mapas— también nos anima a buscar cuestiones como el cambio de lectores de los mapas, los niveles de carto- alfabetismo, las condiciones de autoria, aspectos como seeretos y censura y¥ también la naturaleza de las manifestaciones politicas hechas por los mapas. Ademias, la critica literaria puede ayudarnos a identificar la forma par- ticular del “discurso” cartogratico que yace en el coraz6n de este ensayo. El discurso ha sido definido como lo relacionado con “aquellos aspectos reté- ricos que evaltian, miden o convencen de un texto, en contraposicién con los que simplemente nombran, ubican y cuentan”.!! El “simple” hecho de nombrar o ubicar un accidente en un mapa a menudo tiene un significado politico; no obstante, se acepta que existe una divisién similar en los mapas. Son un tipo de imagenes retéricas y estén determinados por reglas que gobiernan sus e6digos y modos de producci6n, intercambio y uso social, al igual que cualquier otra forma discursiva. Esto, a su vez, puede llevarnos a una mejor apreciacién de los mecanismos mediante los cuales los mapas, como los libros, se convirticron en una fuerza politica en la sociedad. !2 Un segundo punto de vista teérico se deriva de la formulacién de la iconografia de Panofsky.'3 Se ha tratado de equiparar los niveles de inter- pretaci6n de la pintura de Panofsky con nivel s similares que se pueden distinguir en los mapas.!4 La iconografia puede usarse para identificar no s6lo un nivel literal o “superficial” de signiticado, sino también uno “mas profundo”, por lo general asociado con la dimensi6n simbélica del acto de enviar o recibir un mensaje. Un mapa puede llevar en su imagen un simbo- lismo asociado con el area, el aspecto geogratico, la ciudad o el lugar espe- effico que representa.!5 A menudo en este nivel simbélico el poder politico se reproduce, comunica y experimenta mejor a través de los mapas La tercera perspectiva se obtiene de la sociologia del conocimiento. Ya se ha planteado la propuesta de que el conocimiento de los mapas es un 81 MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER. producto social!®, y para hacerla mas clara se han dispuesto dos grupos de ideas relacionadas con los ejemplos empfricos de este ensayo. E] primer grupo se deriva de Michel Foucault, quien, a pesar de que sus observacio- nes en el campo de la geograffa y los mapas fueron superficiales,!7 ofrece un modelo itil para la historia del conocimiento de los mapas en su critica de la historiografia: La busqueda de la verdad no era una actividad objetiva y neutral, sino que estaba relacionada intimamente con el “anhelo de poder” de quien buscaba la verdad. Por lo tanto, el conocimiento era una forma de poder, una forma nterés cientifico.!$ de presentar los valores propios disirazados de un des Asimismo, la cartogratia puede ser “una forma de conocimiento y de poder”. Asi como “el historiador pinta el paisaje del pasado con los colores del presente”,!? el topdgrafo, de manera consciente 0 no, duplica no sélo el “ambiente” en un sentido abstracto, sino también los imperativos territo- riales de un sistema politico particular. Si se produce un mapa bajo la eti- queta de la ciencia cartogratica (el caso de la mayoria de los mapas oficia- les) 0 si se ata de un ejercicio propagandistico abierto, no puede dejar de involucrarse en el proceso mediante el cual se ostenta el poder. Algunas de las implicaciones prdcticas de los mapas pueden caer también en la categoria de lo que Foucault ha detinido como actos de “vigilancia” especialmente los relacionados con la guerra, la propaganda politica, la definicién de las fronteras o la preservacion de la ley y el orden. Foucault no es el tinico que estudia la relaci6n entre poder y conoci- miento. También Anthony Giddens, al teorizar acerca de como los temas sociales han estado “insertos” en el tiempo y el espacio (aunque no menciona especiticamente los mapas), hace referencia a “recursos de au- toridad” (los diferencia de los recursos materiales) controlados por el Esta- do: “La acumulacién de recursos de autoridad implica sobre todo la reten- cién y el control de informacién 0 conocimiento. No eabe duda de que aqui el desarrollo decisivo es la inveneién de la escritura y la anotacién” 2! Los mapas fueron un invento similar para el control del espacio y facilita- 2s, “una forma de apunta- il ron la expansién geogrdfica de los sistemas social lar empleada por el poder del Estado”. Como medio de vi jancia, implican MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER tanto “el cotejo de informacion relevante para el control estatal de la con- ducta de la poblacién sometida”, como la “supervisién directa de ducta”.2? En los tiempos modernos, mientras mayor es la complejidad esa COn- administrativa del Estado, y mas penetrantes sus ambiciones territoriales sociales, también es mayor su apetito de mapas. Lo util de estas ideas que nos ayudan a prever imagenes cartograti cas en términos de su influencia politica en la sociedad. El simple hecho de que durante siglos se ha visto a los mapas como imagenes “cient y siguen s endo consideradas asi por filésofos y semidticos,?s dificulta sta tarea. Las relaciones dialécticas entre imagen y poder no pucden ser encontradas con los procedimientos empleados para recuperar el conoci- miento topografico conereto de los mapas y no existe una prueba quimica para evaluar sus tendencias ideoldgicas.24 Los mapas como forma de “conocimiento que implica poder” son explorados en este capitulo bajo tres rubros: la universalidad de los contextos politicos en la historia de los mapas, cémo el ejercicio del poder estructura el contenido de los mapas, y e6mo la comunicacién cartografica, en un nivel simbélico, puede reforzar ese ejerci io a través del conocimiento de los mapa Contexto politico de los mapas ribes Tsar: Hijo mio, 4qué «aque es estoY Fyopor: Un mapa de Moscovia; nuestro reino real de principio a fin. V Novgorod, alla Astrakdn. 4 Moset. Aqui Alld se encuentra el mar, aqui est el bosque virgen de Perm, y mas allé Si- beria. Tsar: 4Y qué pucde ser esto? esperaba que ejercieran. Es correeto que Isabel I esté de pie en un mapa de la Inglaterra del siglo xvi; que ni pinte a Luis XIV con un mapa de su reino;? que el papa Pio IV supervi- se el levantamiento y el secado de las ciénagas pénticas,?4 y que freeuente- mente se represente a Napoleén con mapas, ya sea a caballo, cuando esta acampando, o sentado, di fia o al cine s conserva el potente simbolismo de los mapas, como lo percibicron los ci- Incluso cuando el medio cambia de la pintura a la fotogr neastas de Napole6n o de Hitler.2° En los periédicos 0 en las pantallas de televi i6n, asi como en numerosas caricaturas politicas, frecuentemente se 102 MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER Fiat Ra 11.6, EE mapa como simbolo territorial, En esta pintura de Thomas, deci- mocuarto conde de Arundel, y su esposa Aletea (hecho por o después de Van Dyck. ca, 1635), ef conde scfiake un viaje colonial « la isla de Madagascar que él estaba promoviendo. Reproducide gracias a la gentil autorisacion de Su Altexe ef Duque de Norfolk (Fotografia det Courtauld Institute of Art). muestra a los lideres militares con un mapa entrente para confirmar 0 ase- gurar a quienes los ven la obra del poder sobre cl territorio del mapa. Los mapas como motivo siguen siendo aceptados como signos geopoliticos en la sociedad contempordnea La ideologia de la decoracién cartogrdfica Desde el Renacimicnto, las imagenes de los mapas rara v % se encuentran solas como diseretas manifestacion: gcograticas; mas bien estan acompa- fadas por una amplia gama de emblemas decorativos.?7 A partir de Jona- than Swift. estos elementos se han ido descartando por incidentales para los fines de la comunicacién cartogratica.?* Las portadas decorativas, las 103. MAPAS, CONOCIMIENTO Y PODER vif letras, las tarjetas, la etas, las dedicatorias, las rosas de los vientos y los mirgenes que pueden incorporar motivos del vocabulario de la expresién artistica contribuyeron a reforzar los significados politicos y a enfocarse en ellos. Visto de esta manera, el concepto de la decoracién cartografica como un ejercicio estético marginal resulta anticuado. Este papel simbolico de la decoracién se puede encontrar en gran parte de la historia de la cartograffa europea. Los frontispicios y las portadas de muchos atlas, por ejemplo, definen explicitamente, mediante emblemas seneralmente claros, tanto la importancia ideol6gica como el aleance prac: tico de los mapas que contienen.”? Los arcos monumentales son expresién de poder; el globo y la esfera armilar se asocian con dedicatorias reales; los retratos de reyes y reinas, asi como las imagenes de escudos reales de armas se incorporan al discfio; otros emblemas reales como la flor de lis 0 el Aguila imperial también tienen una carga politica, asi como ideas geogra- . Las ficas mas mundanas acerca del espacio que se registra en el mar figuras personiticadas con mayor frecuencia son las de nobles, obispos, comerciantes acaudalados y aristécratas. En los mapas estatales ingles incluyen simbolos microcdsmicos de la riqueza de ticrras: escudos de armas, casas de campo y la actividad de caceria de los duefios que se re- es s presentan.!° Ser duefio del mapa era ser duejio de la tierra. En los atlas y mapas de pared, la decoracién sirve para simbolizar la adquisicién de territorios de ultramar. Los navegadores europeos, repre oficio: briijulas 0 compases de ionaban seriamente sobre las terrae incognitae como si sentados con el simbolo eartografico de puntas,!°! refle tomaran posesion de ellas antes de haber comenzado sus actos de “descu- brimiento”, conquista, exploracién y explotacién. De hecho, en los mapas de estos imperios de ultramar encontramos algunos de los ejemplos mas s de la decoracién. impresionantes de reforzamiento ideolégico a trav Si vemos los mapas de Sudamérica de los exploradores franceses del si- glo xv1,!2 o los mapas britdnicos de territorios africanos del siglo x1x, en todos ellos la decoracién desempena un papel importante pues incluyen una serie de estereotipos y prejuicios raciales en las areas representadas. Esto es evidente también en Africa. La decoracién de los mapas produ- cidos en Europa difundi6 la imagen del Continente Negro. Algunos de los motivos empleados sugicren la idea de que fue dificil para los europeos 104 FIGURA 11.7. La portada del atlas como una afirmacion geogrdfica. En la edicién de 1573 del Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, Europa es personi- ficada como gobernadora del mundo y estdé sentada en un trono por encima de los otros tres continentes. De la Coleccién de la Sociedad Geogrdfica Americana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee. 105 MAPAS, CONOGIMIENTO ¥ PODER ea rR aR edad pmaicstinntoenetgaaten naa Figura 1.8. Las religiones y el conflicto territorial se muestran en la tarjeta del mapa del Danubio en Mayor o Geographia Blaviana, tomo 3, Alemania (Amster- dam, 1662). Aqui, el santo emperador romano (ixquierda), investido con los emblemas del poder y de la fe eristiana, confronta al infiel sultdn, enemigo de la cristiandad y destructor de la crus. De la Coleccién de la Sociedad Geografica ana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Mikeaukece. Ame aceptar que la humanidad africana era diferente. Luego entonces, en los mér- genes de muchos mapas africanos aparecen caras con rasgos europeos, A los iencias fisicas “ideales” y poses propias de la iconogratia de la Grecia y la Roma clasicas; los gobernantes airicanos, obedeciendo a la suposicién de que los sistemas politicos curopeos eran uni hombres africanos se les daban versales, por lo general eran representados en los mapas como reyes. En otros casos, los simbolos de otredad asumian la forma de un racis mo bizarro. Se muestra a los nativos sobre un avestruz 0 un cocodrilo rea- lizando prdcticas canibales; se les agrupa y sc les pone el titulo de “hom- bres salvajes”, 0, como en un mapa franeés del siglo xvi, se incluye “una raza de hombres y mujeres con cola”. En las representaciones de las muje- res africanas, la sexualidad femenina y las alegorias de América y los otros 106 MAPAS, CONOCIMIE! TOY PODER continentes con frecuencia son bastante explicitas respecto de las socie: dades curopeas dominadas por los hombres.! Los simbolos del poder ano. Los barcos, los castillos, los fuer- curopco no se alejan del espacio at tes curopcos ¥ las figuras de soldados con uniformes curopcos se despli gan cn los mapas de las regiones costeras; los “reyes” africanos se mues- tran sometidos a la autoridad europea; y los angeles alegéricos, la Biblia 0 jos de la eristiandad baros” los beneti eanos “bi la cruz otorgan a los ati como parte del paquete colonial de la Hlustracién. En ocasiones también las tarjetas y las vifictas simbolizan la autoridad colonial de las naciones de 1708 se muestra a los individuales: por ejemplo, en un mapa francés s armas de Franc’ ricanos negros con un ledn debajo de El “hecho” cartogrdfico como simbolo Retrocedamos un poco respecto de estos ejemplos de expresion artistica para ot . Después de ver mapas representados cn contextos metaf6ricos resulta mas facil darse cuenta de rvar otro aspecto de los mapas “reale que un mapa que carece de decoracién o de titulos y explicaciones pucde, no obstante, seguir siendo un simbolo de autoridad politica. Tales mapas se cari eterizan por un “realismo simbélico”, de manera que lo que a pri- mera vista pareee ser un “hecho” cartogréfico puede ser también un sim- bolo cartogratico, Esta dualidad del mapa abarea gran parte del discurso cartografico y es una de las principales razones por las que con tanta fre cuencia los mapas constituyen un acto o una manifestacién politicos. Una vez que se reconoce la ubicuidad del simbolismo y que los histo- riadores cartograficos aceptan la tradicional discontinuidad entre la fase “cientifiea” de la actividad eartogratica, este simbolismo incompatibles con el “decorativa™ v la puede reconocido como un mito,!95 Lejos de On se ones mas exactas lo refuerzan. La prec mbdlico, las medi poder convirtié en el nuevo tal muestra el contorno preciso de una nacién, como cl que Cassini propor- cioné a Luis XIV, era una alegoria patridtica y al mismo tiempo un mapa in de la autoridad. Por ciemplo, un mapa que impreciso, mientras que los “sobrios” de la Tierra Santa incluidos en las 107 MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER Biblias protestantes del siglo xvi, en parte para validar la verdad literal del texto, eran tanto un en: nas pictéricas Ivo sobre mbolismo sagrado como representa- cion de la region 10° Estos no son ejemplos excepcionales del papel histérico de los mapas con medidas en la conformacién del mito y la tradicién.!°7 Los mapas de Estado, aunque derivados de un levantamiento instrumental, simbolizaban una estructura social basada en la propiedad de la tierra; los mapas de con- dado y regionales, aunque fundamentados en la triangulacién, articulaban los valores y los dereche s locales; los mapas de los Estados-nacion, aunque mibélica de as; los mapamundis, aunque con mayor construidos sobre la base de los meridianos, eran una sintesi: un complejo de ideas nacionalis ciones matematicamente detinidas, dic- frecuencia trazados sobre proy ‘0 total al de: ron un § ino manitiesto de la conquista y la colonizacién europeas en el Nuevo Mundo. Incluso los mapas celestiales, aunque obser- vados con telescopios cada vez mas poderosos, contenian imagenes de las constelaciones que pereibian las guerras religiosas y las dinastias politicas del mundo territorial.1°% Seria prematuro decir que dentro de casi todos los mapas hay un simbolo politico: sin embargo, por lo menos parcee haber un primer fundamento para esta generalizacién. Conclusion: el discurso cartogrdfico y la ideologta He pretendido demostrar de qué forma una historia de los mapas, junto con la de otros simbolos culturales, puede ser interpretada como una for- ma de discurso. Mientras que se pueden derivar algunas reflexiones tedri- cas, atin tenemos que luchar cuerpo a cuerpo con los mapas como siste- mas tinicos de signos cuyos eddigos pueden ser al mismo tiempo icénicos, lingiiisticos, numéricos y temporales, y una forma espacial de conocimien- to. Se ha visto que no es dificil generalizar el papel mediador de los mapas en el pensamiento y en la accién politicos ni vislumbrar los efectos de su poder. Tanto a través de su contenido como de sus formas de representa- cién, el trazado y el u: No obstante. » de los mapas han sido influidos por la ideologia. stos mecanismos s6lo pueden comprenderse en situacion 108 Ficvra 11.9. Los mapas legaron a servir como imédgenes representativas del pro- pio Estado-nacién. En este grabado de The Polish Campaign (como 1, Londres, 1863), la divisién de Polonia en 1772 se representa rompiendo el mapa. Quienes se encuentran ahi presencian el acto con preocupacion (de izquierda a derecha: Catalina la Grande, la emperatriz Maria Teresa, José II de Austria y Federico I de Prusia), mientras que un angel que representa a la Iglesia catélica se voltea ho- rrorizado y toca una trompeta en sefial de alarma. De la Coleceién de la Sociedad Geogrdfica Americana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Mikkeaukee. 109 MAPAS, CONOCIMIENTO ¥ PODER hist6ricas espeeificas. Las conclusiones deben igualmente leerse como ide: preliminares para una investigaci6n mas profunda La forma en que los mapas se han vuelto parte de un sistema mas am- plio de signos politicos ha sido en gran medida determinada por sus asocia- ciones con grupos ¢ individuos de Glite 0 poderosos, y esto ha promovido un didlogo desigual a través de los mapas. Las flechas ideolégicas han ten- dido a viajar definitivamente hacia una misma direccién: del poderoso al mas débil en la sociedad. A diferencia de la literatura, el arte o la mutis “ly la historia social de los mapas parece haber tenido pocas formas genuinas de expresi6n popular, alternativa o subversiva. Los mapas son, principal- mente, un lenguaje de poder, no de protesta. Aunque hemos ingresado en la era de la comunicacién mas va a través de los mapas, los medios de pro- duccién cartogrética, ya sea comercial u oficial, atin estén controlados en gran medida por grupos dominantes. De hecho, la tecnologia de la compu- tacion ha aumentado esta concentracién del poder de los medios. La car- tografia sigue siendo un discurso teleolégico que personifica al poder, refuerza el statu quo y congela la interaccion social dentro de las lineas de las cartas.10 > refuerza, reproduce, ficos mediante los cuales s Los procesos cartogr: motiva y estercotipa el poder consisten tanto en actos deliberados como “préeticos” de des $s de los nde y de ajustes cognitivos menos conscient cartégrafos y de los usuarios de los mapas; las guerras, el trazado de fron- y el orden se encuentran documentados a través de la historia de los mapas. Por otro lado, los pro- teras, la propaganda o la preservacién de la ley cesos no declarados de dominacién a través de los mapas s sutiles y clusivos. Estos proporcionan las “reglas ocultas” del discurso eartogratico, cuyos contornos pueden trazarse mediante las geometrias subliminales, los silencios jerarquias de representaci6n. La influencia del mapa s canaliza por medio de su fuerza de representaci6n y de sus representacio- nes xplicitas. La iconograffa del mapa en el tratamiento simbdlico del poder es un aspecto poco atendido en la historia cartogratica. Al compren- der su importancia nos alejamos de una historia eartografica concebida como un re; istro de las intenciones del cartégrafo y de las acciones téeni cas para dirigirnos a una que ubique a la imagen cartografica como un mundo social. 110 CAIRO VIA VICTORIA FALLS satan) 7 WENGLAND'S EL DORADO IN AFRICA, Being» description of Natabelslandand Mashonaian. known Adjacent Territories, and an Acco ‘BRITISH SOUTH AFRICA, ‘attr of Sout Aten and Author of Osan Beath Biren “A lipse ofthe ld Fievra 1.10. Portada de Zambesia, England's El Dorado in Africa (Londres, 1891). La escena se establece en un mapa del contorno de Africa. Britania, mostrando un mapa de Zambesia, trata de convencer a los colonisadores blancos de apro- vechar la riquesa ccondmica del pais mientras que se excluye a la poblacion indigena africana de la eseena. De la Coleccién de la Sociedad Geogratica Ame- ricana. Biblioteca de la Universidad de Wisconsin-Milaeaukee. 11 MAPAS, CONC MENTO Y PODER Los mapas como tipo impersonal de conocimiento tienden a “desocia- lizar” el territorio que representan, Fomentan el concepto de un espacio socialmente vacio, La cualidad abstracta del mapa, representada tanto en las lincas de una proyeceidn tolomeica del siglo xv como en las imagenes a cl cargo de je. Las decisiones tomadas en cl contempordneas de la cartogratia por computadora, alige: conciencia respecto de la gente del p: ejercicio del poder se retiran del terreno de los contactos inmediatos fren- te a frente. E especificos. Al igual que cl historiador, cl cartégrafo siempre ha desempe- tas ideas atin tienen que ser exploradas en contextos histéricos fado un papel ret6rico en la detinicién de las contiguraciones de poder en la sociedad, asf como en el registro de sus manifestaciones en un paisaje visible. Cualquier historia cartogrdtiea que ignore la importaneia politica de la representacion se relega a una historia “ahist6rica 112

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