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Drenaje Urbano

Dr. Ing. Jorge Reyes

Piura no debería ser tan vulnerable ante el fenómeno El Niño. Su altísima


vulnerabilidad actual se debe –principalmente- a las deficiencias en su sistema de drenaje
pluvial, un problema de muy difícil solución, pero que puede resolverse si se sigue el camino
adecuado y se consideran todos los aspectos necesarios para ello.
Realizando un análisis respecto a las lluvias que se producen en la parte baja del
Departamento de Piura, diremos que están asociadas principalmente a las temperaturas altas
del mar, y por ello sólo se da en los meses de verano. En partes altas de la cuenca pueden tener
también otro origen, pero también son estacionales. A lo largo de las cuencas la precipitación
total anual varía desde valores muy bajos, inferiores a 50 mm en las partes bajas, hasta
alrededor de 1000 mm en las partes altas. Pero en los años de Fenómeno El Niño pueden
alcanzar -en algunos puntos de la cuenca baja- valores superiores a los 4000 mm. En la ciudad
de Piura la variabilidad también es enorme: de unas pocas decenas de mm los años secos, a
algunos cientos los de Niño “normal”, pero por encima de 2000 mm los de Niño
extraordinario como el de los años 1983, 1998 y 2017.
El problema de inundaciones pluviales se agrava, además, debido a que Piura no tiene
pendiente topográfica significativa; la napa freática llega a la superficie del terreno en zonas
bajas durante los períodos lluviosos y los drenes no pueden ser dirigidos por gravedad hacia el
río Piura porque el nivel de agua en éste supera a las cotas de la ciudad.

Por tanto, ante estas características naturales la evacuación de agua pluvial de la ciudad
de Piura es un problema muy difícil, que requerirá una respuesta adecuada, traducida en:
manejo integral, monitoreo constante, procedimientos especiales de diseño y construcción de
pistas y casas, planes para enfrentar emergencias y mantener intactos los servicios básicos de la
ciudad. etc. Todo ello, deberá verse reflejado en un plan de gestión de aguas de lluvias, que ha
de considerar que los cauces naturales no sean interrumpidos y establecer claramente, para
cualquier sector que se urbanice, la forma en que se habrá de drenar los excesos de agua, hasta
llegar a los cauces naturales o artificiales establecidos.
Este plan de gestión, a su vez, debería estar incluido en un plan Maestro, que sería la
guía para la toma de decisiones de usos territoriales de la ciudad. Precisamente, el no contar
con un plan maestro genera diseños de drenes en forma independiente y a veces incompatibles.
Es preciso señalar que para lograr los diseños adecuados de los drenes pluviales es
preciso contar con información técnica sobre topografía, hidrología, mecánica de suelos,
geología, planos de ubicación de otros servicios (agua, alcantarillado, teléfono, etc), usos
actuales y futuros del suelo, sistemas de drenaje existentes, entre otros temas.
Para disminuir sustancialmente la vulnerabilidad frente a El Niño y mejorar la calidad
de vida, se debe abordar el problema de la evacuación de aguas pluviales en toda su magnitud y
complejidad, por el camino adecuado, que exige un proyecto de drenaje pluvial en el que se
haya hecho un tratamiento integral, que considere todos los aspectos mencionados. Luego será
necesario seguir todas las exigencias que irrogue esta solución integral. Los drenes existentes
fueron diseñados y construidos en forma provisional, para afrontar el inminente fenómeno El
Niño 1998.

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