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ESCRITO INICIAL DE DEMANDA DE ALIMENTOS Y CUSTODIA; DE

CONTESTACIÓN DE DEMANDA.
Tesis: 1a. Gaceta del Semanario Judicial de la
Décima Época 2008539 21 de 120
LXXXV/2015 (10a.) Federación
Primera Sala Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II Pag. 1379 Tesis Aislada(Constitucional)

ALIMENTOS. EL DERECHO A PERCIBIRLOS EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 4o. DE LA


CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS TIENE UN
CONTENIDO ECONÓMICO.

El derecho a percibir alimentos alcanza un conjunto de prestaciones cuya finalidad


no sólo es la estricta supervivencia, sino que también busca una mejor reinserción
en la sociedad. De ahí que los elementos de la obligación alimentaria deriven del
artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que el
hecho de que determine que los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción
de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento,
implica delinear los elementos esenciales del derecho de alimentos que, además,
tiene como objetivo central el desarrollo integral de los menores. Sin menoscabo
de lo anterior, el contenido último de la obligación alimentaria es económico, pues
consiste en un pago en dinero o en la incorporación a la familia, pero la finalidad a
que se atiende es personal, pues aunque es patrimonial el objeto de la prestación,
la obligación se encuentra en conexión con la defensa de la vida del acreedor y el
desarrollo de su personalidad; esto es, tiene un contenido económico que permite
al ser humano obtener su sustento en los ámbitos biológico, psicológico, social,
etcétera. Así, el objeto de la obligación alimentaria está formado tanto por la
cantidad de dinero asignada mediante una pensión, como por los medios
necesarios para satisfacer los requerimientos del acreedor alimentista.

Amparo directo en revisión 2293/2013. 22 de octubre de 2014. Mayoría de tres


votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Olga Sánchez Cordero de
García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz,
quien reservó su derecho para formular voto particular y Jorge Mario Pardo
Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Secretaria: María Dolores Igareda Diez de Sollano.

ESCRITO DE FALTA DE PERSONALIDAD

PERSONALIDAD EN EL ACTOR O EN SU REPRESENTANTE, EXCEPCION DE


FALTA DE, Y DEFENSA DE LEGITIMACION ACTIVA EN EL MISMO ACTOR.
SUS DIFERENCIAS. La excepción de falta de personalidad en el actor consiste en
carecer éste de la capacidad y calidad necesaria para comparecer en juicio o en
no acreditar el carácter o representación con que comparece su representante. La
distinción entre la excepción de falta de personalidad y la falta de legitimación
activa en el actor radica en el sentido y alcance que la doctrina ha dado a las
expresiones de "legitimatio ad causam" y "legitimatio ad processum". La primera, o
sea, la legitimación en la causa, con relación al actor, corresponde a la identidad
de la persona a quien la ley concede el derecho subjetivo que se ejercita a través
de la acción que se deduce ante los tribunales con la persona que deduce dicha
acción. En cambio, la segunda, o sea, la legitimación en el proceso, se refiere a la
capacidad o a la calidad de obrar de la persona que comparece al juicio. Por tanto,
cuando el demandado niega que el actor sea el titular del derecho subjetivo que
ejercita, lo que está oponiendo es la defensa de sine actione agis o carencia de
derecho, la cual debe resolverse en la sentencia que decide sobre el fondo de la
litis; y cuando el demandado ataca la personalidad del actor por sufrir de
incapacidad natural o legal, artículo 450 del Código Civil o porque su
representante legal o convencional carece de la genuina representación para
comparecer en juicio, lo que está oponiendo es la excepción de falta de
personalidad en el actor o en su representante.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Revisión civil R. C. 463/71. Oplex, S. A. 25 de enero de 1972. Unanimidad de
votos. Ponente: Luis Barajas de la Cruz

ESCRITO DE INCIDENTE DE ACUMULACIÓN

ACUMULACIÓN, INCIDENTE DE. CUANDO EXISTEN DOS JUICIOS PROMOVIDOS


POR EL MISMO ACTOR, RELATIVOS A LA MISMA RELACIÓN LABORAL, PERO
RESPECTO DE PRESTACIONES DISTINTAS.

De lo establecido en la fracción I del artículo 769 de la Ley Federal del Trabajo, se


sigue que cuando en dos juicios promovidos por el mismo actor, contra el mismo
demandado, se reclaman idénticas prestaciones, procederá la acumulación de
autos y la Junta que conozca de dichos asuntos para esos efectos, sólo podrá tomar
en consideración las actuaciones del juicio más antiguo. Ahora bien, de la
interpretación armónica de los artículos 766, fracción II y 769, fracción II de la
citada ley laboral, se sigue que cuando existen dos juicios promovidos por el mismo
actor, relativos a la misma relación laboral, pero respecto de prestaciones distintas,
la Junta que conozca de la acumulación, deberá resolver el incidente respectivo en
una sola audiencia, y en tales casos, las actuaciones de ambos juicios deberán
seguir surtiendo efectos, en tanto que la ley no establece disposición en contrario.
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo directo 292/99. Isabel Ortiz Pérez. 28 de mayo de 1999. Unanimidad de
votos. Ponente: Tarcicio Obregón Lemus. Secretario: Domingo Maximino Rivera
Díaz.

ESCRITO DE INCIDENTE DE EJECUCIÓN DE SENTENCIA.

Semanario Judicial de la
Tesis: VI.T.16 L Novena Época 191188 22 de 34
Federación y su Gaceta
Tomo XII, Septiembre de
Tribunales Colegiados de Circuito Pag. 702 Tesis Aislada(Laboral)
2000

INCIDENTE DE EJECUCIÓN DE SENTENCIA EN MATERIA CIVIL. ADMISIÓN Y


DESAHOGO DE PRUEBAS. Cuando se promueve un incidente de ejecución de
sentencia, es porque el juicio respectivo ya concluyó con sentencia que causó
ejecutoria, en el cual se resolvió sobre la acción deducida y respecto de las
excepciones opuestas; por tanto, si el quejoso promovió la ejecución de la
sentencia que condenó a la parte demandada al pago de daños y perjuicios sin
fijar su importe en cantidad líquida, es evidente que, en términos de los artículos
495 y 496 del Código de Procedimientos Civiles, únicamente estaba obligado a
presentar con su solicitud, una relación de tales daños y perjuicios, con la cual se
dará vista por tres días a la parte condenada, y si ésta expresara su
inconformidad, con ella se dará vista de las razones que alegue a la parte
prominente por tres días y de lo que ésta replique, por otros tres días al deudor, y
el Juez, dentro de igual término, fallará lo que estime justo; de ahí que si el Juez
responsable dentro del término legal dio vista a la demandada con la liquidación
de daños y perjuicios, a la parte actora con la inconformidad de la demandada, y a
esta última con la réplica de la actora, y no obstante que la incidentista solicitó que
se pronunciara la interlocutoria respectiva, la responsable ordenó los trámites para
el desahogo de la prueba pericial ofrecida por la parte demandada y del perito
nombrado por el juzgado, tal proceder es incorrecto, en razón de que de los
preceptos legales antes transcritos no se advierte que para la tramitación del
incidente respectivo se haga referencia a la admisión de pruebas, ni al término
para recibirlas, ya que dichas pruebas de todos y cada uno de los elementos en
que se funda la acción ejercida, deben obrar en la pieza de los autos del juicio, en
acatamiento a lo ordenado por el artículo 289, que previene que el actor debe
probar los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus excepciones;
consecuentemente, considerar lo contrario en el sentido de que pudieran admitirse
pruebas en el incidente en cuestión, equivaldría a dar oportunidad a las partes de
un nuevo juicio, con admisión de pruebas que no fueron oportunamente ofrecidas,
lo que constituiría una alteración grave al procedimiento, que no es posible
consentir.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO. Amparo en
revisión 418/96. María Emelina García Gordillo. 13 de marzo de 1997. Unanimidad
de votos. Ponente: Roberto Avendaño. Secretario: Noé Gutiérrez Díaz.

AUDIENCIA DE CONTROVERSIA FAMILIAR

Semanario Judicial de la
Tesis: XXI.1o.C.T.1 C (10a.) Décima Época 2004264 19 de 57
Federación y su Gaceta
Libro XXIII, Agosto de 2013,
Tribunales Colegiados de Circuito Pag. 1681 Tesis Aislada(Constitucional)
Tomo 3

MENORES DE EDAD. SU DERECHO A LA CONVIVENCIA CON LA FAMILIA


AMPLIADA.

El derecho de convivencia y visitas es una institución fundamental del derecho


familiar en México, que tiene como finalidad regular, promover, evaluar, preservar
y, en su caso, mejorar o reencausar la convivencia en el grupo familiar respecto de
menores y, por ello, se encuentra por encima de la voluntad de la persona a cuyo
cargo se encuentre la custodia del menor, por tratarse de un derecho humano,
principalmente dirigido a éste, aunque también favorezca indirectamente a sus
ascendientes y a quienes conforman dicho grupo. Por otra parte, en los artículos 5
y 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño se prevé la existencia de la
familia ampliada y en ella debe comprenderse al padre, la madre, los hermanos, los
abuelos, etcétera. Asimismo, se establece que los menores tienen derecho a tener
relaciones familiares. De los preceptos legales que anteceden, se advierte que los
sujetos titulares del derecho de convivir con los parientes no son estos últimos,
sino los menores, porque sólo de esta manera pueden existir situaciones o
circunstancias que afiancen su desarrollo, dignidad y respeto a sus derechos, de
modo que se garantice un entorno de seguridad, afecto y salud, que les permita
realizarse como sujetos. Por tanto, cuando los parientes de los menores pretenden
ejercer, a través de la vía judicial, el derecho de convivencia, el interés que debe
privilegiarse es el de éstos, sobre la base de que se aseguren su desarrollo y
dignidad, y esto último es lo que justifica el dictado de las medidas judiciales que
correspondan para que su goce no sea ilusorio, insuficiente o ineficaz cuando se
llegue a decidir la cuestión sustantiva en sentencia definitiva. Por tal motivo, si el
órgano jurisdiccional competente llega a determinar en un juicio, que debe existir
una convivencia entre los abuelos y los menores, esa decisión se encuentra
justificada en atención al derecho de éstos a crecer en un entorno de afecto junto a
su familia, debiéndose asegurar su goce efectivo. En tales condiciones, queda de
manifiesto que uno de los derechos de los menores, es el de tener relaciones
familiares, como lo prevé el citado artículo 8. Por tal motivo, el Estado y en
específico los órganos jurisdiccionales de cualquier materia, están obligados a
dictar todas las medidas necesarias, a fin de garantizar el real disfrute de ese
derecho, ya que la familia es el grupo fundamental de la sociedad y el medio
natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de
los niños. En efecto, corresponde a todos los órganos jurisdiccionales del Estado
garantizar que los derechos relacionados con la salud física y de autonomía, como
los referidos a la vinculación afectiva, interacción con adultos y niños y educación
no formal no se restrinjan, desconozcan o se impida su realización, por lo que
deben tomar todo tipo de medidas que garanticen el interés superior del menor,
como las relativas a asegurar el derecho de los niños y las niñas a la convivencia y
vinculación afectiva con sus padres, o bien, con los miembros de la familia, como lo
refiere el artículo 5 de la Convención sobre los Derechos del Niño. Ello es así,
porque los sujetos titulares del derecho de convivir con los parientes no son éstos,
sino las niñas y niños, porque sólo de esta manera pueden existir situaciones o
circunstancias que afiancen su desarrollo, dignidad y respeto a sus derechos, de
modo que se garantice un entorno de seguridad, afecto y salud que les permita
realizarse como sujetos. Consecuentemente, las medidas judiciales que se dicten
respecto del derecho de convivencia de los menores con su familia ampliada,
deben garantizar que su goce no sea ilusorio, insuficiente o ineficaz, porque el
titular de ese derecho son éstos y no los padres o sus parientes.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y DE TRABAJO DEL VIGÉSIMO


PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 1017/2012. 8 de marzo de 2013. Unanimidad de votos. Ponente:


Elías Álvarez Torres. Secretario: Manuel Galeana Alarcón.

ESCRITO DE DENUNCIA DE LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA

Semanario Judicial de la Federación y su


Tesis: 1a./J. 8/2011 Novena Época 160989 1 de 8
Gaceta
Primera Sala Tomo XXXIV, Septiembre de 2011 Pag. 952 Jurisprudencia(Civil)

SUCESIÓN TESTAMENTARIA EL JUZGADOR NO PUEDE EXAMINAR


OFICIOSAMENTE EL PROYECTO DE PARTICIÓN Y ADJUDICACIÓN DE LOS BIENES DE
LA MASA HEREDITARIA.

La partición de la herencia es el acto jurídico efectuado respecto de la comunidad


de bienes y derechos que se genera a la sucesión de una persona cuando
concurren varios herederos y se da a cada uno lo que le corresponde según las
reglas del testamento o de la ley, de manera que las partes abstractas e indivisas
de una herencia se convierten en concretas y divisas. Además, es un acto
declarativo, ya que sólo determina e individualiza un derecho preexistente y no
definido, en virtud de que hasta el momento de la partición, la masa hereditaria
formaba un patrimonio común a todos los herederos, reconociendo el dominio
exclusivo que corresponde a cada uno, no desde que se realiza, sino a partir de la
muerte del autor de la herencia. En ese tenor, y por el carácter declarativo del
proyecto de partición y adjudicación, el juzgador no puede examinarlo
oficiosamente, sino que debe constreñirse a ponerlo a la vista de los interesados y
a hacer la declaratoria correspondiente cuando transcurra el plazo de preclusión, si
no existe oposición alguna, o tramitar el incidente respectivo en caso de haberla,
con la salvedad de que se encuentren en juego derechos de menores o incapaces,
cuya debida salvaguarda es de interés público, en cuyo caso sí puede el Juez
verificar oficiosamente el proyecto en cuestión.

Contradicción de tesis 244/2010. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado en Materias Administrativa y Civil del Décimo Noveno Circuito y el
Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 1o. de diciembre de
2010. Mayoría de tres votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N.
Silva Meza. Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 8/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal,
en sesión de fecha diecinueve de enero de dos mil once

ESCRITO DE DENUNCIA DE LA SUCESIÓN INTESTAMENTARIA

Tesis: 1a. CXLV/2016 2011651 10 de


Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Décima Época
(10a.) 253
Primera Sala Libro 30, Mayo de 2016, Tomo II Pág. 1029 Tesis Aislada(Civil)

JUICIO INTESTAMENTARIO. EL HEREDERO LEGÍTIMO PUEDE EJERCER LA ACCIÓN


DE DISTRIBUCIÓN PROVISIONAL DE LOS PRODUCTOS DE LOS BIENES
HEREDITARIOS, A FIN DE ALIVIAR SUS NECESIDADES MÁS APREMIANTES
DURANTE EL CURSO DE AQUÉL (LEGISLACIÓN CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL, HOY
CIUDAD DE MÉXICO).

De conformidad con la legislación civil de la Ciudad de México, un heredero no está


en posibilidades de demandar el pago de una pensión alimenticia a cargo de la
sucesión legítima de la cual forma parte. Sin embargo, precisamente en su carácter
de heredero legítimo, puede ejercitar la acción durante el juicio intestamentario a
fin de que se efectúe la distribución provisional de los productos de los bienes
hereditarios, si los hubiera, así como exigir al albacea de la sucesión que tome
todas las medidas necesarias que su cargo le confiere para solventar su urgencia
alimentaria. Lo anterior, con fundamento en los artículos 1717 y 1758 del Código
Civil para el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, que establecen la facultad para
el albacea de decidir sobre la venta de los bienes que integran el caudal hereditario
para el pago de una deuda u otro gasto urgente, aun en contra de la voluntad de
los herederos, con la aprobación del juez.

Amparo directo en revisión 2524/2015. Ofelia Escárcega Barranco Viuda de Sodi y


otros. 10 de febrero de 2016. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Norma Lucía Piña
Hernández y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Luz Helena Orozco y Villa.

ESCRITO DE PROMOCIÓN DE NOMBRAMIENTO, ACEPTACIÓN Y


REMOCIÓN DEL CARGO DE ALBACEA

ALBACEAS. PARA SU REMOCIÓN, POR HABER TERMINADO EL PLAZO


LEGAL DE SU GESTIÓN, SE REQUIERE DECLARACIÓN JUDICIAL. Resulta
inexacto sostener que el plazo de un año que la ley concede para el desempeño
del albaceazgo y su prórroga, sea perentorio y definitivo y que opere ipso facto e
ipso jure, de manera tal que su simple transcurso ponga fin a las funciones que le
sean propias, toda vez que el término está establecido en beneficio de los
herederos, legatarios y demás interesados, por lo que se requiere petición de
alguno de ellos para que cuando el lapso en cuestión fenezca, hagan valer sus
derechos con el fin de que, por esa circunstancia, cese en sus funciones el
albacea y, de no ser así, el representante de la sucesión debe seguir en ejercicio,
legalmente, en tanto no haya una determinación judicial que disponga que ha
cesado en su función, ya que las leyes no sólo no le permiten abandonar su
encargo, sino que lo obligan a seguir en él mientras no se provea a la sustitución
en la forma que las mismas determinen, puesto que el albaceazgo es equiparable,
en cierto modo, a un mandato y aun cuando éste termina por muerte del
mandante, debe el mandatario continuar en la administración, entre tanto los
herederos del mandante proveen por sí mismos a la atención de los negocios
porque, de lo contrario, podría resultar algún perjuicio al mandante. Por identidad
de razón debe suceder lo mismo en el albaceazgo mientras no se declare
judicialmente la cesación del cargo por el transcurso del término legal y se designe
al nuevo albacea, evitando, en esa forma, que las sucesiones pudieran sufrir
perjuicios por falta de representante. Lo anterior conduce a la conclusión de que
es siempre necesaria la declaración expresa del juez para que el representante de
la sucesión se separe de su encargo, y se designe nuevo albacea, pues mientras
no exista dicha declaración, tiene que seguirse considerando con tal carácter al
designado, quien tiene la facultad de defender en juicio y fuera de él, así la
herencia como la validez del testamento y, en general, atender a su administración
y representación.

Contradicción de tesis 8/89.—Primer y Tercer Tribunales Colegiados en Materia


Civil del Primer Circuito.—14 de mayo de 1990.—Cinco votos.—Ponente: Ignacio
Magaña Cárdenas.—Secretario: Alfredo Gómez Molina. Tesis de Jurisprudencia
18/90 aprobada por la Tercera Sala de este Alto Tribunal en sesión privada
celebrada el dos de julio de mil novecientos noventa.—Unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros: Presidente: Sergio Hugo Chapital Gutiérrez,
Mariano Azuela Güitrón, Salvador Rocha Díaz e Ignacio Magaña Cárdenas.
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo V, Primera Parte,
enero a junio de 1990, página 220, Tercera Sala, tesis 3a. 18/90.Apéndice 1917-
2000, Tomo IV, Materia Civil, Jurisprudencia, Suprema Corte de Justicia de la
Nación, página 28, Tercera Sala, tesis 35. Nota: En el Apéndice de Concordancias
publicado en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Número 33,
septiembre de 1990, página 182, a la presente tesis se le asignó el número 3a.
18/90, por ser éste el número con que fue aprobada por la instancia emisora.

ESCRITO DE JUNTA DE HEREDEROS

AMPARO INDIRECTO, PROCEDENCIA DEL, CUANDO SE PRIVA AL POSIBLE


HEREDERO DE SU DERECHO DE INTERVENIR EN UN JUICIO SUCESORIO.
Conforme al criterio de irreparabilidad sustentado por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación a fin de que proceda el amparo contra actos en juicio cuya ejecución
sea de imposible reparación, debe valorarse en cada caso si los efectos que
produce el acto reclamado pueden subsanarse con el dictado de un fallo favorable
al promovente. Así, es obvio que el examen de ejecución irreparable sólo puede
verificarse respecto de los actos que reclaman las propias partes que intervienen
en un procedimiento, puesto que la sentencia definitiva únicamente debe ocuparse
de ellas. Por tanto, si la quejosa refiere que le afecta que no se le hubiera dado
intervención en el juicio sucesorio intestamentario a bienes de quien afirma fue su
concubinario, es claro que debe equiparársele a un tercero extraño al
procedimiento, razón por la cual la resolución de adjudicación que constituye la
definitiva en los juicios sucesorios jamás podrá ocuparse de la agraviada por no
haber sido parte, por lo que tampoco la violación que alega podría ser reparada
con el pronunciamiento de tal decisión, lo que significa que contra dicho acto sí
procede amparo indirecto. Cabe aclarar que el hecho de que la interesada pudiera
ejercitar el derecho de petición de herencia no hace improcedente el juicio de
garantías, debido a que no constituye propiamente un recurso o medio de defensa
que debiera agotarse previamente, dado que es indudable que la promoción de
todo un juicio no conduce a la revocación o modificación de una resolución.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.


Amparo en revisión (improcedencia) 533/97. María Guadalupe Moreno Cano. 19
de junio de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Figueroa Cacho.
Secretaria: Alba Engracia Bugarín Campos. Véase: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, octubre de 1999, página 242,
tesis por contradicción 1a./J. 39/99, de rubro "SUCESORIO. CUANDO UN
POSIBLE HEREDERO NO FUERA LLAMADO A UN JUICIO DE ESA CLASE Y
ÉSTE HUBIERE CONCLUIDO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO.

ESCRITO DE DENUNCIA DE LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA

Tesis: 1a./J. 8/2011 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 160989 4 de 9
Primera Sala Tomo XXXIV, Septiembre de 2011 Pag. 952 Jurisprudencia(Civil)

SUCESIÓN TESTAMENTARIA. EL JUZGADOR NO PUEDE EXAMINAR


OFICIOSAMENTE EL PROYECTO DE PARTICIÓN Y ADJUDICACIÓN DE LOS BIENES DE
LA MASA HEREDITARIA.

La partición de la herencia es el acto jurídico efectuado respecto de la comunidad


de bienes y derechos que se genera a la sucesión de una persona cuando
concurren varios herederos y se da a cada uno lo que le corresponde según las
reglas del testamento o de la ley, de manera que las partes abstractas e indivisas
de una herencia se convierten en concretas y divisas. Además, es un acto
declarativo, ya que sólo determina e individualiza un derecho preexistente y no
definido, en virtud de que hasta el momento de la partición, la masa hereditaria
formaba un patrimonio común a todos los herederos, reconociendo el dominio
exclusivo que corresponde a cada uno, no desde que se realiza, sino a partir de la
muerte del autor de la herencia. En ese tenor, y por el carácter declarativo del
proyecto de partición y adjudicación, el juzgador no puede examinarlo
oficiosamente, sino que debe constreñirse a ponerlo a la vista de los interesados y
a hacer la declaratoria correspondiente cuando transcurra el plazo de preclusión, si
no existe oposición alguna, o tramitar el incidente respectivo en caso de haberla,
con la salvedad de que se encuentren en juego derechos de menores o incapaces,
cuya debida salvaguarda es de interés público, en cuyo caso sí puede el Juez
verificar oficiosamente el proyecto en cuestión.
Contradicción de tesis 244/2010. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materias Administrativa y Civil del Décimo Noveno Circuito y el
Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 1o. de diciembre de
2010. Mayoría de tres votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N.
Silva Meza. Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 8/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal,
en sesión de fecha diecinueve de enero de dos mil once.

ESCRITO DE INVENTARIO Y AVALÚO Y RENDICIÓN DE CUENTAS Y


PROYECTO DE PARTICIÓN.

INVENTARIOS EN LAS SUCESIONES, OPOSICION A LOS. La oposición por


alguno o algunos de los herederos, a los inventarios y avalúos presentados por el
albacea de la sucesión, debe sustanciarse en forma incidental, según lo previene
expresamente el artículo 825 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal y los Territorios; pero esto no implica que deba dilucidarse en ese
incidente, la cuestión relativa a la propiedad de los bienes inventariados. Debe
tenerse en cuenta, como precedente legislativo sobre la cuestión que se examina,
el artículo 1830 del código procesal civil de mil ochocientos ochenta y cuatro, el
cual establece que: "Ejecutoriados que sean los pleitos sobre inclusión de bienes
en los inventarios, o exclusión de ellos, se procederá, en la forma prevenida, a
valuar los bienes que se manden agregar de nuevo, o que se declare deben
continuar inventariados"; lo que significa que la propiedad de los bienes listados en
el inventario del juicio hereditario, no debe tratarse en el mismo incidente de
oposición a tal inventario, incidente en el cual no hay más trámite que una
audiencia, pues es inaceptable que se pueda privar a los interesados, del derecho
que tienen, para que las cuestiones relativas al dominio de sus bienes, se ventilen
con la amplitud que exige el artículo 431 de la vigente ley procesal, esto es,
mediante juicio ordinario, ya que la contienda sobre propiedad de bienes no está
prevista expresamente en el capítulo I, título séptimo, de la citada ley adjetiva; y
aun cuando el artículo 430, fracción I, del propio ordenamiento, previene que se
tramitarán sumariamente todos los incidentes surgidos en los juicios ordinarios y
universales, debe entenderse que esta disposición se refiere únicamente a las
cuestiones incidentales, como lo es la oposición a los inventarios, pero no a
cuestiones diversas, como lo es la que concierne a la propiedad de los bienes.

Amparo civil en revisión 2433/43. Alvarez y Rojas Julio María, sucesión de. 20 de
abril de 1945. Mayoría de tres votos. Ausente: Vicente Santos Guajardo.
Disidente: Emilio Pardo Aspe. Ponente: Carlos I. Meléndez.
ESCRITO DE ASIGNACIÓN SEXOGENÉRICA

REGISTRO CIVIL, RECTIFICACIÓN DEL NOMBRE EN EL ACTA DE


NACIMIENTO PARA AJUSTARLA A LA REALIDAD SOCIAL. Aun cuando en
principio, el nombre con que fue registrada una persona es inmutable, sin
embargo, en los términos de la fracción II del artículo 135 del Código Civil para el
Distrito Federal, es procedente la rectificación del nombre en el acta de
nacimiento, no solamente en el caso de error en la anotación, sino también
cuando existe una evidente necesidad de hacerlo, como en el caso en que se ha
usado constantemente otro diverso de aquel que consta en el registro y sólo con la
modificación del nombre se hace posible la identificación de la persona; se trata
entonces de ajustar el acta a la verdadera realidad social y no de un simple
capricho, siempre y cuando, además, esté probado que el cambio no implica
actuar de mala fe, no se contraría la moral, no se defrauda ni se pretende
establecer o modificar la filiación, ni se causa perjuicio a tercero.

Amparo civil directo 5485/54.—Hernández Rodríguez Rosaura.—15 de julio de


1955.—Mayoría de cuatro votos.—Disidente: Mariano Ramírez Vázquez.—
Ponente: Gilberto Valenzuela. Amparo directo 4669/57.—Aurora Quiroz y
Pascal.—9 de abril de 1958.—Unanimidad de cuatro votos.—Ponente: Alfonso
Guzmán Neyra. Amparo directo 7800/58.—Rosalía Zepeda de Tamayo.—18 de
junio de 1959.—Mayoría de cuatro votos.—Disidente: Manuel Rivera Silva.—
Ponente: José López Lira. Amparo directo 2178/59.—Bertha Amarillas de
Orozco.—6 de enero de 1960.—Cinco votos.—Ponente: Mariano Ramírez
Vázquez. Amparo directo 6233/61.—Ernestina Negrete Cueto.—11 de marzo de
1963.—Cinco votos.—Ponente: Rafael Rojina Villegas. Apéndice 1917-2000,
Tomo IV, Materia Civil, Jurisprudencia, Suprema Corte de Justicia de la Nación,
página 293, Tercera Sala, tesis 347.

ESCRITO DE TRÁMITE DE ADOPCIÓN

Tesis: P./J. 8/2016 Gaceta del Semanario Judicial de


Décima Época 2012587 1 de 1
(10a.) la Federación
Libro 34, Septiembre de 2016,
Pleno Pag. 6 Jurisprudencia(Constitucional)
Tomo I

ADOPCIÓN. EL INTERÉS SUPERIOR DEL MENOR DE EDAD SE BASA EN LA


IDONEIDAD DE LOS ADOPTANTES, DENTRO DE LA CUAL SON IRRELEVANTES EL
TIPO DE FAMILIA AL QUE AQUÉL SERÁ INTEGRADO, ASÍ COMO LA ORIENTACIÓN
SEXUAL O EL ESTADO CIVIL DE ÉSTOS.
El punto fundamental a considerar en una adopción es el interés superior del niño,
niña o adolescente, con la intención de que éste forme o se integre en una familia
en la cual reciba afecto, cuidados, educación y condiciones adecuadas para su
desarrollo, derechos todos inherentes a su persona. La idoneidad de las personas
para ser consideradas para adoptar debe atender únicamente a la posibilidad de
brindar cuidado y protección al menor de edad, para incluirlo a una familia, y no
puede atender, de manera alguna, a la pertenencia a un tipo de familia por un tipo
de estado civil (soltero, casado, en concubinato, en sociedad de convivencia), ni por
cierta orientación sexual. Pertenecer a un estado civil en particular en modo alguno
pone en riesgo, por sí mismo, el interés superior del niño, niña y adolescente,
puesto que cualquier persona en lo individual y cualquier pareja del mismo o
distinto sexo deben ser consideradas en igualdad de condiciones como posibles
adoptantes y lo que debe ser tomado en cuenta en dicho proceso es si la persona o
personas cumplen con una serie de requisitos esenciales para ser consideradas
como adoptantes, es decir, si cuentan con las características, virtudes y cualidades
para brindarle una familia a los menores de edad. Dentro de dichos requisitos
esenciales no puede figurar el tipo de unión civil al que pertenezcan los posibles
adoptantes, ni la orientación sexual de éstos, pues estas circunstancias no inciden
en su idoneidad para brindar a los niños, niñas y adolescentes una familia en donde
éstos se desarrollen integralmente. En ese sentido, es insostenible la interpretación
-implícita o explícita- en el sentido de que la homosexualidad de los adoptantes
implica una afectación al interés superior de los menores adoptados.

Acción de inconstitucionalidad 8/2014. Comisión de Derechos Humanos del Estado


de Campeche. 11 de agosto de 2015. Mayoría de nueve votos de los Ministros
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío Díaz, José Fernando Franco
González Salas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, en contra de la forma en que se
abordan, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan N. Silva Meza, con reservas en el
tratamiento, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Alberto Pérez Dayán y Luis
María Aguilar Morales; votó en contra Eduardo Medina Mora I. Ausente y Ponente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Encargado del engrose: Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena. Secretaria: Karla I. Quintana Osuna.
El Tribunal Pleno, el veintitrés de junio en curso, aprobó, con el número 8/2016
(10a.), la tesis jurisprudencial que antecede. Ciudad de México, a veintitrés de junio
de dos mil dieciséis.
ESCRITO DE TRÁMITE DE INTERDICCIÓN

ESTADO DE INTERDICCIÓN. LA SENTENCIA QUE LO ESTABLEZCA


DEBERÁ ADAPTARSE A LOS CAMBIOS DE LA DISCAPACIDAD DE LA
PERSONA SUJETA AL MISMO (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 606 DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL). A juicio de esta Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que se declare que una persona
se encuentra en estado de interdicción, el juzgador deberá constatar que la misma
tiene una diversidad funcional que al ponerse en contacto con el medio social,
produce una discapacidad. Así, tal constatación deberá ser exhaustiva, tomando
en consideración que la capacidad jurídica plena debe ser la regla general,
mientras que cualquier limitación a la misma debe ser interpretada de forma
restringida, encontrando un debido sustento probatorio. Es decir, la determinación
de restringir la capacidad de una persona en virtud de una diversidad funcional,
debe considerarse como una excepción, a la cual se arribará solamente cuando
sea patente que deban implementarse ajustes razonables a efecto de proteger a la
persona en cuestión. En otras palabras, toda persona se presume capaz, a menos
de que se acredite una situación en contrario. Debido a lo anterior, la emisión de
una sentencia que declara un estado de interdicción no significa que el mismo no
pueda ser modificado ante un escenario posterior, pues tal y como lo establece
expresamente el artículo 606 del Código Civil para el Distrito Federal, la tutela se
extinguirá cuando desaparezca la causa por virtud de la cual se declaró en dicho
supuesto jurídico al pupilo. Así, tal limitación a la capacidad de ejercicio deberá
subsistir durante el menor tiempo posible, es decir, en el estrictamente
indispensable para la protección de la persona. Lo anterior se debe a que la
sentencia que limita la capacidad jurídica de una persona debe poderse modificar
de acuerdo con las propias variaciones que sufran las diversidades funcionales,
ante lo cual, el juzgador deberá adecuar la situación jurídica de dicha persona con
la situación fáctica de la misma, ya sea que ello implique la eliminación de
cualquier restricción a la capacidad de ejercicio, o simplemente la modificación del
alcance de tales limitaciones. Así, una sentencia que declara un estado de
interdicción no es invariable, pues ante el cambio o desaparición de la diversidad
funcional, la misma deberá adaptarse al estado físico y mental de la persona, ante
lo cual, tal determinación debe ser esencialmente revisable, misma que además
es claramente constitutiva y no declarativa, ya que a través de la decisión judicial
la persona entra en un nuevo estado en el cual se restringe su capacidad jurídica.

Amparo en revisión 159/2013. 16 de octubre de 2013. Mayoría de cuatro votos.


Disidente: José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto
particular; Olga Sánchez Cordero de García Villegas reservó su derecho a
formular voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario:
Javier Mijangos y González.

ESCRITO DE CONVENIO DE GUARDIA Y CUSTODIA COMPARTIDA

Gaceta del Semanario Judicial de la


Tesis: II.1o.12 C (10a.) Décima Época 2007476 1 de 8
Federación
Libro 10, Septiembre de 2014,
Tribunales Colegiados de Circuito Pag. 2424 Tesis Aislada(Civil)
Tomo III

GUARDA Y CUSTODIA COMPARTIDA. ASPECTOS QUE DEBEN


CONSIDERARSE PARA SU FIJACIÓN.

Para determinar la procedencia de la guarda y custodia compartida, los juzgadores


deben considerar las circunstancias particulares del caso, tomando en cuenta sus
factores propios y las pruebas desahogadas, para pronunciarse respecto de la
posibilidad de que los hijos permanezcan bajo esa figura de manera plena e
ilimitada con ambos padres, pues ésta no constituye una regla general, sino una
forma de la custodia; lo que puede ser factible cuando ambos padres mantienen
una alta autoestima, flexibilidad, y apertura al apoyo y ayuda mutua a favor de los
hijos, independientemente del divorcio y sus causas, es decir, que los sentimientos
de frustración, enojo, venganza, falta de apoyo y desesperanza no se presentan o
son superados con ayuda multidisciplinaria a corto plazo, y no representen una
amenaza para la convivencia y desarrollo de los menores con alguno de los
padres. Así, una vez que se determinó la inexistencia de algún impedimento para
que los padres puedan conservar la guarda y custodia compartida, el órgano
jurisdiccional del conocimiento debe establecer fundada y motivadamente con
quién de los progenitores cohabitarán los menores la mayor parte del tiempo,
debiendo permanecer siempre juntos los infantes, destacando los días en que
cada uno de los padres los deberá atender y asistir, tomando en cuenta los días y
horas en que éstos laboran procurando, en la medida de lo posible, que dicha
distribución pueda ser equilibrada, sin que ello deba decretarse como un régimen
de visitas o convivencia, sino consecuencia de la guarda y custodia compartida,
pues la naturaleza de ésta no se concreta únicamente con la permanencia de los
menores con ambos progenitores, pero sí con los demás elementos inherentes a
la custodia, como son la participación de éstos en la toma de decisiones de las
cuestiones relevantes que incidan en la protección y desarrollo físico y espiritual
de los hijos, así como en la satisfacción conjunta de la totalidad de las
necesidades de éstos, todo ello aunado al derecho de convivencia con los hijos,
de relacionarse con ellos, de estar al corriente de su vida y educación y, sobre
todo, de participar activamente en la toma de las decisiones inherentes a su mejor
desarrollo, relativas a su educación, formación moral y al control de sus relaciones
con otras personas.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO CON RESIDENCIA EN


CIUDAD NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.
ESCRITO DE CONVENIO DE RÉGIMEN DE VISITAS.

Semanario Judicial de la Federación y


Tesis: I.5o.C. J/26 Novena Época 161776 9 de 13
su Gaceta
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XXXIII, Junio de 2011 Pag. 1036 Jurisprudencia(Civil)

RÉGIMEN DE VISITAS Y CONVIVENCIAS. MODALIDADES PARA SU


IMPLEMENTACIÓN.

El derecho de visitas y convivencias se refiere a cualquier forma de comunicación


humana que tiende a estrechar los lazos familiares, por ello, al implementar el
régimen respectivo, el juzgador debe resolver acorde con las circunstancias de cada
caso, para lo cual cuenta con una gama muy amplia de posibilidades para promover
la convivencia, la cual puede darse mediante una carta o un telegrama, una
llamada telefónica, un correo electrónico, una videoconferencia, una reunión o una
estancia por horas, días o semanas, pues lo que trasciende es que todas son formas
de convivencia que propician el trato humano, aunque sin lugar a dudas ello ocurre
con mayor intensidad cuando las personas directamente se ven, se dan afecto y se
conocen mejor; debiendo prevalecer siempre en las modalidades que se adopten,
el derecho de los menores, conforme a su interés superior.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo directo 309/2010. 10 de junio de 2010. Unanimidad de votos. Ponente:


Walter Arellano Hobelsberger. Secretario: Enrique Cantoya Herrejón.
Amparo directo 657/2010. 21 de octubre de 2010. Unanimidad de votos. Ponente:
Walter Arellano Hobelsberger. Secretaria: Carmina Cortés Pineda.
Amparo directo 681/2010. 25 de noviembre de 2010. Unanimidad de votos.
Ponente: Juan Francisco Sánchez Planells, secretario en funciones de Magistrado
en términos del artículo 26, segundo párrafo, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación. Secretaria: Carmen Leticia Becerra Dávila.
Amparo directo 733/2010. 25 de noviembre de 2010. Unanimidad de votos.
Ponente: María Soledad Hernández Ruiz de Mosqueda. Secretario: Hiram Casanova
Blanco.
Amparo directo 170/2011. 25 de marzo de 2011. Unanimidad de votos. Ponente:
Walter Arellano Hobelsberger. Secretario: Enrique Cantoya Herrejón.
ESCRITO DE CONVENIO DE LIQUIDACIÓN CONYUGAL

Tesis: 1a./J. 84/2001 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 188349 5 de 6
Primera Sala Tomo XIV, Noviembre de 2001 Pag. 22 Jurisprudencia(Civil)

SOCIEDAD CONYUGAL. LA DISOLUCIÓN Y LA ORDEN DE LIQUIDACIÓN QUE DE


ELLA ESTABLEZCA EL JUZGADOR, OFICIOSAMENTE, EN LA SENTENCIA QUE
DECLARÓ PROCEDENTE LA ACCIÓN DE DIVORCIO, NO TRANSGREDEN EL
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA QUE DEBE REVESTIR TODA SENTENCIA.

Si se toma en consideración que por disposición expresa de la ley, la sociedad


conyugal termina, entre otras causas, por disolución del vínculo matrimonial, y que
al actualizarse dicho supuesto, debe entenderse que la culminación del régimen
matrimonial en cita constituye una consecuencia jurídica necesaria de la
declaración del divorcio que no puede constituir motivo de controversia alguna
entre las partes, resulta inconcuso que el hecho de que en la sentencia que declare
procedente la acción de divorcio, el juzgador tenga por disuelto el régimen
patrimonial del matrimonio y ordene su liquidación, no transgrede el principio de
congruencia que debe revestir toda sentencia, aun cuando en el juicio respectivo,
la terminación de la sociedad conyugal no haya sido planteada como pretensión
por alguna de las partes. Lo anterior es así, porque dicha circunstancia no
constituye la intromisión de una cuestión ajena a la Litis, sino la aplicación al
resultado del juicio de las consecuencias jurídicas inherentes a la procedencia de la
acción del divorcio.

Contradicción de tesis 20/2000-PS. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Segundo Circuito. 30 de mayo de 2001. Cinco votos. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretaria: Guadalupe Robles Denetro.
Tesis de jurisprudencia 84/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de quince de agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y
Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.

ESCRITO DE CORRECCIÓN DE ACTAS DEL ESTADO CIVIL POR NOMBRE.

NOMBRE, RECTIFICACION DEL. Existe, conforme a la doctrina y la


jurisprudencia, el principio de que el nombre con que las personas son registradas
en las partidas del Registro Civil correspondientes debe ser inmutable, porque el
nombre, al tiempo que es eficaz medio por el que las personas se dan a conocer y
se distinguen unas de otras, da seguridad a los actos y hechos trascendentes de
la vida jurídica, civil, política, social, cultural, etcétera, y es por ello protegido por la
ley frente a todo el mundo; y la experiencia enseña que su variación arbitraria y
caprichosa sólo produce confusión y desorden en padrones, censos, derechos,
investigaciones -policiacas, fiscales-, etcétera; por lo cual la sociedad y el Estado
se interesan por su inmutabilidad como una regla de orden público;
atemperándose, sin embargo, este principio, por las excepciones que la ley
expresamente determina, cuales son los casos en que la rectificación procede por
error en la anotación o por ser absolutamente necesario ajustar el acta a la
verdadera realidad, como son, por ejemplo, los casos de adopción, legitimación o
reconocimiento de hijos, en los que éstos tienen derecho a llevar el apellido del
adoptante o el del progenitor que los reconoció, etcétera, o cuando el interesado
ha usado constantemente un nombre diverso de aquél que consta en el Registro y
sólo con la variación se hace posible la identificación, pero siempre con absoluta
exclusión de todos los casos en que se pretenda establecer o modificar la filiación,
o el motivo determinante sea inmoral o ilícito, contrario a la ley o a las buenas
costumbres, arbitrario o caprichoso. Y es caprichosa y arbitraria la pretensión de
rectificar el nombre que aparece en el Registro cuando el interesado usa diversos
nombres, indistintamente, creando con ello una situación cambiante, inestable,
respecto de su identificación y haciendo, incluso, jurídicamente imposible la
consecución del fin propuesto, pues aun suponiendo favorable la sentencia, la
pretendida rectificación del nombre no se ajustaría a la realidad, confusa y
desordenada por el uso indiscriminado de otros dos nombres diversos.

Amparo directo 1939/74. Sergio Caballero Montaño. 26 de noviembre de 1975.


Cinco votos. Ponente: Agustín Téllez Cruces. Véase: Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1975, Cuarta Parte, Tercera Sala, tesis 312, página
941, bajo el rubro "REGISTRO CIVIL. RECTIFICACION DEL NOMBRE EN EL
ACTA DE NACIMIENTO PARA AJUSTARLA A LA REALIDAD SOCIAL.".

ESCRITO DE CAMBIO DE RÉGIMEN PATRIMONIAL EN EL MATRIMONIO.

Semanario Judicial de la Federación y


Tesis: I.2o.C.14 C Novena Época 188491 9 de 10
su Gaceta
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XIV, Octubre de 2001 Pág. 1194 Tesis Aislada(Civil)

SOCIEDAD CONYUGAL. LA MODIFICACIÓN AL REGIMEN PATRIMONIAL DE


SEPARACIÓN DE BIENES REQUIERE APROBACIÓN JUDICIAL.

De una correcta interpretación de los artículos 187, 197 y 207 del Código Civil del
Distrito Federal se colige que la sociedad conyugal puede terminarse antes de que
se disuelva el matrimonio, si así lo convienen los consortes; sin embargo, es de
precisarse que el convenio por el que se da por terminada dicha sociedad implica el
cambio del régimen de sociedad conyugal al régimen de separación de bienes, y a
la vez la modificación en ese punto del acta de matrimonio; por tanto, tomando en
cuenta lo dispuesto por el artículo 134 del Código Civil, la modificación de un acta
del estado civil no puede hacerse sino ante el Poder Judicial y en virtud de
sentencia de éste; en tal virtud, el convenio sobre el cambio de régimen
patrimonial del matrimonio debe ser aprobado judicialmente mediante sentencia
que en su oportunidad cause ejecutoria, constituyendo ese convenio cosa juzgada
o verdad legal; es decir, se requiere la aprobación mediante la actuación
jurisdiccional pues, dada su naturaleza jurídica, el convenio debe analizarse para
verificar que el mismo satisface los elementos reales, personales y formales que la
ley exige, que no contravenga disposiciones de orden público, o sea, se determine
si el convenio celebrado entre los cónyuges se encuentra o no apegado a la ley, si
dicho convenio reúne o no la forma precisada por ésta, si las partes contratantes
tienen o no capacidad jurídica para celebrarlo, si está o no apegado a la moral y a
las buenas costumbres, requisitos estos que, bajo ningún concepto, deben quedar
sujetos a la voluntad de las partes, porque dicha autorización judicial tiende a
proteger los derechos que afectan a la familia.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.

Amparo en revisión 3342/2001. Sergio Jesús Rico Velasco. Unanimidad de votos.


Ponente: Luz Delfina Abitia Gutiérrez. Secretaria: Francisca Cortés Salazar.

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