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Pedagogia Pedagogia de Ia tierra y cultura de la sustentabilidad ' Moacir Gadotti Resumen En este articulo, el autor, situado en el escenario de la globalizacién, plantea la necesidad de una educacién basada en el principio de la sustentabilidad, cues- tidn que supone una sociedad que dé solucién a los problemas ambientales y sociales de manera simultdnea. Para Gadotti, una educacion sustentable asocia- da ala planetaridad supone una Pedagogia de la Tierra que reeduque al hombre y la mujer, prisioneros de una cultura predatoria, avanzando mas alla de consi- derar a la tierra como espacio del sustento y del dominio técnico-tecnoldgico. Una cultura de la sustentabilidad supone, segiin este autor brasilefio, una peda- gogia de la sustentabilidad que tome conciencia en torno a formar una ciudada- nia planetaria, basada en una nueva economia de mercado donde predomine la cooperacién y la solidaridad. La Ecopedagogia puede asi, segun el autor, ser entendida como un movimiento social y politico complejo, que supone una reorientacion curricular y una consideracién de una pedagogia diferente a otras, pedagogias. Queda el desafio de preguntarnos por los paradigmas que nos han orientado y ensayar la vivencia de un nuevo paradigma, que es la Tierra vista como unica comunidad. Palabras claves: Globalizacién — Educacién sustentable - Ecopedagogia Este texto retoma las principales ideas tratadas por el autor en su libro Pedagogia de la Tierra, publi- cado por la Editora Petropolis de Sao Paulo. Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Afio 2, N°2, Diciembre 2003, 61 Moacir Gadotti Summary In this article, the author, located in the scene of Globalization, brings up the necessity that exists of an education based on the principle of sustentability, a ‘tmatier that supposes a society that gives solution to the environmental and so- cial problems in a simultaneous way. For Gadotti, a sustainable education associated to the whole planet supposes a pedagogy of the Earth that should reeducate man and woman, prisoners of a predatory culture, advancing farther than the consideration of the earth as an space for the sustenance and a the technical- technological dominion. A culture of sustainability supposes, according to this Brazilian author a pedagogy of the sustainability that becomes aware about the formation of Planetary citizens , cradle in anew market economy where cooperation and solidarity predominates. The Ecopedagogy, according to the author, can beunderstood like a complex social and political movement that supposes a curricular reorientation and the consideration of a pedagogy different to others. There is left the challenge to ask our selves about the paradigms that have oriented us to and to try the experience of a new paradigm that is the Earth seen as a community. Key words: Globalization - Sustainable education - Ecopedagogy Por primera vez en la historia de la humanidad, no por efecto de armas nucleares, sino por el descontrol de la produccién, podemos destruir toda la vida del planeta. Es a esa posibilidad que podemos llamar la era de la extermi- nacién. Pasamos del modo de produccién al modo de la destruccién; tendre- mos que vivir de ahora en adelante enfrentando el permanente desafio de re- construir el planeta. Tenemos quizs un poco mas de 50 afios para decidir si deseamos 0 no destruir el planeta. Los paradigmas clasicos que orientaron has- ta ahora la produccién y la reproduccién de la existencia en el planeta pusieron en riesgo no solamente la vida del ser humano, sino todas las formas de vida existentes en la Tierra. Las alertas se han dado durante varias décadas por cientificos y fildsofos desde los afios ‘60. Necesitamos de un nuevo paradig- ma que tenga como fundamento la Tierra. Por otra parte, vivimos en una era de la informacién prdspera en tiem- po real, de la globalizacion de la economia -pero para pocos-, de la realidad virtual, de la Internet, de la eliminacién de fronteras entre naciones, de educa- cidn a distancia, de oficinas virtuales. de robética y de sistemas de produccién automatizados y del entretenimiento. Vivimos el ciberespacio de la formacién continuada. Las nuevas tecnologias de informacién y de comunicacién marca- ron todo cl siglo XX. Marx sostenia que el cambio en los medios de produccién transformaba el modo y las relaciones de produccién. Eso mismo sucedié con lainvencién de la escritura, del alfabeto, de la prensa, de la television y hoy esta sucediendo con la Internet. El desarrollo espectacular de la informacién, ya sea en lo que dice respecto a las fuentes, ya sea la capacidad de difusién, esta gene- rando una verdadera revolucién que afecta no solamente la produccién y el trabajo, sino principalmente la educacién y la formacién. 62 Paulo Freire, Revista de Pedagogia Critica, Afio2. N°2, Diciembre 2003 Pedagogia de la tierra y cultura de la sustentabilidad E] escenario esté dado: globalizacién provocada por el avance de la revoluci6n tecnoldgica, caracterizada por la internacionalizacion de la produc- cién y por la expansién de los flujos financieros; regionalizacién caracterizada por la formacién de bloques economicos; fragmentacién que divide globalizadores y globalizados, centro y periferia, los que mueren de hambre y los que mueren por el excesivo consumo de alimentos, rivalidades regionales, enfrentamientos politicos, étnicos y confesionales, terrorismo. El término “sustentabilidad” puede no ser muy apropiado para lo que pretendemos exponer a continuaci6n, que es darle a ese concepto un nuevo significado. De hecho, es un término “sustentable” que asociado al desarrollo, suftié un gran desgaste. Mientras para algunos es solamente un rotulo, para otros se torné la propia expresion del absurdo légico: desarrollo y sustentabili- dad serian logicamente incompatibles. Para nosotros es mas que un calificativo de} desarrollo. Va mas alla de la preservacién de los recursos naturales y de la viabilidad de un desarrollo sin agresién al medio ambiente. Implica un equili- brio del ser humano con él mismo y con el planeta, mas aun, con el universo. La sustentabilidad que defendemos se refiere al propio sentido de lo que somos, de dénde venimos y para donde vamos, como seres del sentido y donantes de sentido de todo lo que nos rodea. Ese tema debera dominar los debates educativos de las préximas déca- das, Qué estamos estudiando en las escuelas? {No estaremos construyendo una ciencia y una cultura que sirven para la degradacién del plancta y de los seres humanos? La categoria de sustentabilidad debe ser asociada a la de planetaridad. La Tierra como un nuevo paradigma. Complejidad, universali- dad, y la transdisciplinable aparecen como categorias asociadas al tema de planetaridad. Qué implicaciones tiene esa vision del mundo sobre la educa- cién? El tema nos transporta a una ciudadania planetaria, a una civilizacion planetaria, una conciencia planetaria. Una cultura de la sustentabilidad es también, por tanto, una cultura de planetaridad, o sea, una cultura que parte del principio de que la Tierra es constituida por una sola comunidad de seres huma- nos, los terréqueos, y que son ciudadanos de una tinica nacién. 1. Sociedad sustentable Nuestra intencion es lanzar a continuacién el debate respecto a una Pedagogia de la Tierra, que comprenda la ecopedagogia y la educacién sus- tentable. Ese debate ya tuvo su inicio con el nacimiento del concepto de “desa- rrollo sustentable” utilizado por primera vez por la QNU en 1979, indicando que el desarrollo podria ser un proceso integral que deberia incluir las dimen- siones culturales, étnicas, politicas, sociales, y ambientales, y no solamente las dimensiones econémicas. Ese concepto fue diseminado mundialmente por los informes del Worldwatch Institute en la década de los 80 y particularmente por el informe “Nuestro Futuro Comin”, elaborado por la Comision de las Nacio- nes Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo, en 1987. Muchas fueron las criticas hechas a ese concepto posteriormente, en numerosas ocasiones por su uso reducible y trivializacién, a pesar de parecer Paulo Freie. Revista de Pedagogia Critica, Afo 2, N°2, Diciembre 2003 63 Moacir Gadotti “politicamente correcto” y “moralmente noble”. Existen otras expresiones que tienen una base conceptual comin y que son complementarias, tales como: “desarrollo humano”, “desarrollo humano sustentable” y “transformacién pro- ductiva con equidad”. La expresién “desarrollo humano” tiene la ventaja de situar al ser humano en el centro del desarrollo. El concepto de desarrollo hu- mano, cuyos jes centrales son “equidad” y “participacion”, es un concepto atin en fase evolutiva y que se opone a la concepcién neoliberal del desarrollo. Concibe la sociedad desarrollada como una sociedad cquitativa que sera logra- da.a través de la participacién de las personas. Como el concepto de desarrollo sustentable, el concept de desarrollo humano es mucho mas amplio y, algunas veces, aun un poco vaso. Las Naciones Unidas, en los iltimos afios, pasaron a usar la expresion “desarrollo humano” como indicador de calidad de vida basada en indices de salud, longevidad, madu- rez psicologica, educacién, ambiente limpio, espiritu comunitario y entreteni- miento creativo, que son también los indicadores de una sociedad sustentable, 0 sea, una sociedad capaz de satisfacer las necesidades de las generaciones de hoy sin comprometer la capacidad ni las oportunidades de las generaciones futuras. Las criticas al concepto de desarrollo sustentable y a la propia idea de sustentabilidad parten del hecho que el ambientalismo trata separadamente los asuntos sociales y los asuntos ambientales. E! movimiento conservacionista aparecié como una tentativa elitista de los paises ricos en el sentido de reservar grandes dreas naturales preservadas para su entretenimiento y contemplacion, la Amazonia, por ejemplo. No era una preocupacién por la sustentabilidad del planeta, pero si por la continuidad de sus privilegios, en contraste con las ne- cesidades de la mayoria de la poblacion. Ante esas criticas, el éxito de la lucha ecoldgica hoy depende mucho de la capacidad de los ecologistas de convencer a la mayoria de la poblacién, al sector mas pobre, de que se trata no solamente de limpiar los rios, descontaminar el aire, reforestar los campos devastados para que podamos vivir en un planeta mejor en un futuro distante. Se trata de dar una soluci6n, simultaneamente, a los problemas ambientales y a los problemas sociales. Los problemas que trata a ecologia afectan no s6lo ai medio ambiente, sino que afectan al ser mas com- plejo de la naturaleza que es el ser humano. El concepto de “desarrollo” no es un concepto neutro. Tiene un contexto bien definido dentro de una ideologia del progreso, que supone una concepcién de historia, de economia, de sociedad y del propio ser humano. El concepto fue utilizado en una visién colonizadora, durante muchos aiios, la cual dividié a los paises del globo en “desarrollados”, “en desarrollo” y “subdesarrollados”... sujeto siempre a un patron de industrializacién y de consumo. Este concepto supone que todas las sociedades deberdn orientarse por una unica via de acceso al bien- estar y a la felicidad, alcanzables tinicamente por la acumulacién de bienes materiales. Se impusieron metas de desarrollo por medio de politicas econé- micas neo-colonialistas de los paises Ilamados “desarrollados”, en muchos casos, con un gran aumento de la miseria, de la violencia y del desempleo. Conjuntamente con ese modelo econémico, con sus ajustes a veces criminosos, fueron trasplantados valores éticos ¢ ideales politicos que condujeron a la falta 54 Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Af 2, N° 2, Diciembre 2003, Pedagogia de Ja tierra y cultura de la sustentabilidad de estructuracion de pueblos y naciones. No es de sorprenderse, por lo tanto, que muchos tengan reservas cuando se habla de desarrollo sustentable. El tema desarrollo llevé a una “agonia del planeta”. Tenemos hoy conciencia de una inminente catastrofe si no traducimos esa conciencia en acciones para retirar del desarrollo esa visién predatoria, concebirlo de una forma mas antropolégica y menos economicista y salvar la Tierra. Parece claro que entre sustentabilidad y capitalismo existe una incom- patibilidad de principios. Esa es una contradiccién de base que esté incluso en el centro de todos los debates de la Carta de la Tierra y que puede hacerla inviable. Se intenta conciliar dos términos inconciliables. No son inconciliables en si, metafisicamente. Son inconciliables en el actual contexto de la globaliza- cién capitalista. El concepto de desarrollo sustentable es impensable e inaplica- ble en ese contexto. El fracaso de la Agenda 21 lo demuestra. En ese contexto, el “desarrollo sustentable” es tan inconciliable como fa “transformacién pro- ductiva con equidad” defendida por la CEPAL. ¢Cémo puede existir un creci- miento con equidad, un crecimiento sustentable en una economia volcada hacia la ganancia, por la acumulacién ilimitada, por la explotacién del trabajo y no por las necesidades de las personas? Llevada a sus tiltimas consecuencias, la utopia o el proyecto del “desarrollo sustentable” pone en duda no solamente el crecimiento econémico ilimitado y predador de {a naturaleza, sino las formas de la producci6n capitalista. Eso solamente tendria sentido en una economia solidaria, una economia volcada a la “compasién” y no a la ganancia. Los graves problemas socio-ambientales y las criticas al modelo de de- sarrollo fueron generando en la sociedad mayor conciencia ecolégica en las liltimas décadas, Aunque esa conciencia no haya atin provocado cambios signi- ficativos en el modelo econdémico y en los rumbos de las politicas gubernamen- tales, algunas experiencias concretas apuntan hacia una creciente sociedad sus- tentable en marcha, como lo demostré la Conferencia de Asentamientos Huma- nos Habitat I, organizada por las Naciones Unidas en Estambul, Turquia, en 1997. En esa Conferencia fueron presentadas expcriencias concretas de lucha contra la “crisis urbana”, como es la violencia, el desempleo, la falta de vivien- da, transporte y salubridad, que viene degradando el medio ambiente y la cali- dad de vida. Esas experiencias apuntan hacia el nacimiento de una ciudad sus- tentable. Las politicas de sustentabilidad econémica y social, poco a poco, van apareciendo, constituyéndose en una esperanza real de que atin estamos a tiem- po para enfrentar “nuestros desafios globales”. 2. Educacion sustentable La sensacién de pertenencia al universo no comienza en la edad adul- ta, ni tampoco por un acto razonable. Desde Ja infancia, nos sentimos unidos con algo que es mucho mayor que nosotros. Desde nifios nos sentimos pro- fundamente unidos al universo y nos colocamos delante de él con una expre- sion mixta de respeto y asombro. A través de nuestra vida, buscamos respues- tas a lo que somos, de dénde vinimos, para dénde vamos, en fin. cual es = sentido de nuestra existencia. Es una busqueda incesante que jamas te=~..~ Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Afio 2, N°2, Diciembre 2003 65 Moacir G2aotti La educacién puede jugar un papel preponderante en ese proceso si nos ense- fia a valorar muchos asuntos filoséficos fundamentales, pero también, se lo- gra explorar al lado del conocimiento esa capacidad que todos tenemos de encantarnos con nuestro Universo. Hoy, tomamos conciencia de que el sentido de nuestras vidas no esta separado del sentido del propio planeta. Frente a la degradacién de nuestras vidas en el planeta llegamos a una verdadera encrucijada entre un camino Tecnozoico, que pone toda la fe cn la capacidad de la tecnologia de sacarnos de la crisis sin cambiar nuestro estilo contaminador y consumista de vida, y un camino Ecozoico, basado en una nueva relacion saludable con el planeta, reco- nociendo que somos parte de un mundo natural, viviendo en armonia con el universo, caracterizado por las actuales preocupaciones ecologicas. Tenemos que escoger. Esto definira nuestro futuro. Realmente, no me parece que sean caminos totalmente opuestos. La tecnologia y el humanismo no se contrapo- nen. Pero, claro esta, hubo excesos en nuestro estilo contaminader y consumista de vida que no es producto de la tecnologia, sino del modeio econémico. Esto es lo que debe ser visto como la causa, y constituye uno de los roles en el que debera orientarnos la educacion sustentable 0 ecologica. EI desarrollo sustentable, visto de una forma critica, tiene un compo- nente educativo formidable: la preservacién del medio ambiente depende de una conciencia ecologica y la formacién de la conciencia depende de la educa- cién. Aqui entra en escena la Pedagogia de la Tierra, la ecopedagogia. Esta constituye una pedagogia para la promocién del aprendizaje del “sentido de Jas cosas a partir de la vida cotidiana”, como dicen Francisco Gutiérrez y Cruz Prado en su libro Ecopedagogia y ciudadania planetaria (Sao Paulo, IPF/Cortez, 1998). Encontramos el sentido al caminar, viviendo ei contexto y el proceso de abrir nuevos caminos; no solamente observando el camino. Es, por consiguien- te, una pedagogia democratica y solidaria. La investigacién de Francisco Gutiérrez y Cruz Prado sobre la ecopedagogia se originé en la preocupacién en el sentido de la vida cotidiana. La formacién esta ligada al espacio / tiempo en el cual se realizan concretamente las relaciones entre el ser humano y el medio ambiente. Estas se encuentran sobre todo a nivel de sensibilidad del individuo, mucho mas que al nivel de la conciencia. Por lo tanto, se encuentran mucha mas al nivel de la subconciencia: no las percibimos y, muchas veces, no sabe- mos cémo suceden. Es necesaria una ecoformacién para volverlas conscien- tes. Y la ecoformacién necesita de una ecopedagogia. Como destaca Gast6n Pineau en su libro De lair: essai sur l'écoformation (Paris, Paideia, 1992), una serie de referencias se asocian para eso: la inspiracién bachelardiana, los estu- dios del imaginario, el abordaje de la transversalidad, de la transdisciplinaridad y de la interculturalidad, e} constructivismo y la pedagogia de la alternancia. Necesitamos una ecopedagogia y una ecoformacién hoy, necesitamos de una Pedagogia de la Tierra, justamente porque sin esa pedagogia para la reeducacion del hombre o la mujer, principalmente del hombre occidental, pri- sionero de una cultura cristiana predatoria, no podremos hablar mas de la Tierra como un hogar, como un abrigo, para el “bicho-hombre”, como lo dice Paulo Freire. Sin una educacién sustentable, la Tierra continuara solamente siendo considerada como el espacio de nuestro sustento y del dominio técnico-tecno- 66. Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Afio 2 N° 2, Diciembre 2003 Pedagogia de la tierra y cultura de /a sustentabilidad légico, objeto de nuestras investigaciones, ensayos, y, algunas veces, de nues- tra contemplacién, Pero no sera el espacio de vida, el espacio de nuestro abrigo, del “cuidado” (Leonardo Boff, Saber cuidar, Petropolis, Vozes, 1999). No aprendemos a amar la Tierra leyendo libros sobre esa materia, ni tampoco en libros de ecologia integral. La experiencia propia es lo que cuenta. Sembrar y acompaiiar el crecimiento de un arbol o de una plantita, caminando por las calles de la ciudad o aventurandose en una floresta, escuchando el canto de los pajaros en las mafianas asoleadas o quién sabe, observando cémo el viento mueve las hojas, sintiendo la arena caliente de nuestras playas, mirando las estrellas en una noche oscura, Existen muchas formas de encantamiento y de emoci6n frente a las maravillas que la naturaleza nos brinda. Es légico que exista la polucion, la degradacion ambiental para recordamos que podemos destruir esa maravilla y para formar nuestra conciencia ecolégica y movernes hacia la accién. Acariciar una planta, contemplar con ternura una puesta del sol, oler el perfume de una hoja de pitanga (frutilla), de guayaba, de naranja o de ciprés, del eucalipto... son multiples formas de vivir en relacién permanente con este planeta gencroso y compartir la vida con todos los que en él habitan o lo componen. La vida tiene sentido, pero ella sdlo existe cuando existe en rela- cion, Como dice el poeta brasilefio Carlos Drummond de Andrade: “Soy un hombre disuelto en la naturaleza. Estoy floreciendo en todos los robles”. Eso Drummond s6lo podria decirlo aqui en la Tierra. Si estuviese en otro planeta del sistema solar, no diria lo mismo. Solamente la Tierra es amiga- ble con el ser humano. Las demas planetas son, honestamente, hostiles a él, aunque hayan sido originados por el mismo polvo césmico. Existiran otros planetas fuera del sistema solar que alberguen vida, quizds una vida inteligen- te? Si tomamos en consideracién que la materia de la cual se originé el universo es la misma, es muy probable que asi sea. Pero, por ahora, solo contamos con uno que es indudablemente nuestro amigo. Tenemos que aprender a amarlo, {Como se traduce en la educacién el principio de la sustentabilidad? Se traduce por preguntas como: {Hasta qué punto hay sentido en lo que hacemos? {Hasta qué punto nuestras acciones contribuyen con la calidad de vida de los pueblos y con su felicidad? ;Es la sustentabilidad un principio reorientador de la educacién y principalmente de los curriculos, objetivos y métodos? Es en ese contexto de evolucién de la propia ecologia que aparece, y que atin gatea, lo que llamamos “ecopedagogia”, inicialmente llamada “pedagogia del desarrollo sustentable” y que hoy ultrapas6 ese sentido. La ecopedagogia se esta desarrollando sea como un movimiento pedagégico, sca como un abor- daje curricular. Como la ecologia, la ecopedagogia también puede ser entendida como un movimiento social y politico. Como todo movimiento nuevo, en proceso, en evolucion, él es complejo y puede tomar diferentes direcciones, y algunas ve- ces contradictorias. El puede ser entendido diferentemente como lo son las ex- presiones “desarrollo sustentable” y “medio ambiente”. Existe una vision capi- talista del desarrollo sustentable y del medio ambiente que, por ser anti-ecolé- gica, debe ser considerada como una “trampa”, como viene argumentando Leonardo Boff. Paulo Freire. Revista de Pedagogla Critica, Afo 2, N°.2, Diciembre 2003, 67 Wal lat La ecopedagogia tambien implica una reorientacion de los curriculos para que incorporen ciertos principios defendidos por ella. Estos principios deberian, por ejemplo, orientar la concepcién de los contenidos y la elabora- cion de los libros didacticos. Jean Piaget nos ensefié que los curriculos deben contemplar lo que es significativo para el alumno. Sabemos que eso es correc- to, pero incompleto. Los contenidos curriculares tienen que ser significativos para el alumno, y solo seran significativos para él, si esos contenidos son signi- ficativos también para la salud del planeta, para un contexto mas amplio. Colocada en este sentido, la ecopedagogia no es una pedagogia mas, al lado de otras pedagogias. Ella solo tiene sentido como proyecto alternativo global donde la preocupacién no esta apenas en la preservacion de la naturale- za (Ecologia Natural) o en el impacto de las sociedades humanas sobre los ambientes naturales (Ecologia Social), sino en un nuevo modelo de civilizacion sustentable desde el punto de vista ecologico (Ecologia Integral), que implica un cambio en las estructuras econémicas, sociales y culturales. Ella esta unida, por lo tanto, a un proyecto utdpico: cambiar las relaciones humanas, sociales y ambientales que tenemos hoy. Aqui esta el sentido profundo de la ecopedagogia, el de una Pedagogia de la Tierra, como la llamamos. La ecopedagogia no se opone a la educacién ambiental. Todo lo contrario, para la ecopedagogia Ja educacién ambiental es una conjetura. La ecopedagogia la incorpora y oftece estrategias, propuestas y medios para su realizacion concreta. Fue justamente durante la realizacion del Foro Global 92, en el cual se discutid mucho la educacién ambiental, que se percibié la importancia de una pedagogia del desarrollo sustentable 0 de una ecopedagogia. Hoy, sin embargo, la ecopedagogia se ha convertido en un movimiento y en una perspectiva de educacion mayor que una pedagogia del desarrollo sustentable. Esta se inclina mas hacia la educacion sustentable, hacia una ecoeducacién, que es mucho mas amplia que la educacién ambiental. La cducaci6n sustentable no sc preocupa solamente por una relacién saludable con el medio ambiente, sino también con el sentido mas profundo de lo que hacemos con nuestra existencia, a partir de nuestra vida cotidiana. 3. Conciencia planetaria, ciudadania planetaria, civilizacion planetaria La globalizacién, impulsada sobre todo por la tecnologia, parece deter- minar cada vez mas nuestras vidas. Las decisiones sobre lo que nos pasa en nuestro dia a dia parece que se nos escapan, por tomarlas lejos de nosotros mismos, comprometiendo nuestro papel de sujetos de la historia. Pero esto no estd bien. Como fendmeno y como proceso, la globalizacion se volvié irrever- sible, pero no ese tipo de globalizacién -el globalismo- al cual estamos someti- dos hoy: la globalizacién capitalista. Sus efectos mds inmediatos son el desem- pleo, la profundizacién de las diferencias entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco, la pérdida de poder y autonomia de muchos Esta- dos y de muchas Naciones. Tenemos entonces que distinguir los paises que hoy comandan la globalizacién -los globalizadores (paises ricos)- de los paises que sufren la globalizacién, los paises globalizados (pobres). 68 Paulo Freite. Revista de Pedagogia Critica, Afio 2, N°2, Diciembre 2003, Pedagogia de la tierra y cultura de la sustentabilidad Dentro de este complejo fenémeno podemos distinguir también la glo- balizacién econémica, realizada por las transnacionales, de la globalizacién de la ciudadania. Ambas se utilizan de la misma base tecnoldgica, pero con logicas opuestas. La primera, sometiendo Estados y Naciones, es comandada por el interés capitalista; la segunda globalizacién cs la realizada a través de la Organizacién de la Sociedad Civil. La Sociedad Civil globalizada es la res- puesta que la Sociedad Civil como un todo y las ONGs estan dando hoy a la globalizacién capitalista. En este sentido, el Foro Global 92 se constituyé en un evento de los mas significativos del final del siglo XX: dio gran impulso a la globalizacién de la ciudadania. Hoy, el debate con relacion a la Carta de Ja Tierra se est4 constituyendo en un factor importante de construccién de esta ciudadania planetaria. Cualquier pedagogia, pensada fuera de la globalizacion y del movimiento ecoldgico, tiene hoy serios problemas de contextualizacion. “Extranjero yo no voy a ser. Ciudadano del mundo yo soy”, dice una de las letras de una musica cantada por el cantante brasilefio Milton Nascimento. Si los nifios de nuestras escuelas entendiesen con profundidad el significado de las palabras de esta cancion, estarian iniciando una verdadera revolucién peda- gogica y curricular. {Cémo puedo sentirme extranjero en cualquier territorio del planeta si pertenezco a un Unico territorio, la Tierra? jNo hay lugar para extranjero entre los terréqueos, en la Tierra! Si soy ciudadano del mundo, no pueden existir para mi las fronteras. Las diferencias culturales, geograficas, raciales y todas las demas diferencias se debilitan, frente a mi sentimiento de pertenencia a la Humanidad. La nocién de ciudadania planetaria (mundial) se sustenta en la vision unificadora del planeta y de una sociedad mundial. Ella se manifiesta en diferen- tes expresiones: “nuestra humanidad comin”, “unidad en la diversidad”, “nues- tro futuro comun”, “nuestra patria comin”, “ciudadania planetaria”. Ciudadania Planetaria es una expresién adoptada para expresar un conjunto de principios, valores, actitudes y comportamientos que demuestra una nueva percepcién de la Tierra como una inica comunidad, con frecuencia asociada al “desarrollo sustentable”, mucho mas amplia de lo que es la relacion con la economia, Se trata de un punto de referencia ético indisociable de la civilizacién planetaria y de la ecologia. La Tierra es “Gaia”, un sper organismo vivo y en evolucién, todo lo que sea hecho en ella se verd reflejado en todos sus hijos, La cultura de la sustentabilidad supone una pedagogia de sustentabili- dad que tome conciencia de la gran tarea de formar la ciudadania planetaria. Ese es un proceso ya en marcha. La educacién para la ciudadania planetaria est4 comenzando a través de numerosas experiencias que, aunque muchas de ellas sean locales, apuntan hacia una educacién para sentimos miembros mu- cho ms alla de la Tierra, para vivir una ciudadanfa césmica. Los desafios son enormes tanto para los educadores como para los responsables de los sistemas educativos. Pero ya existen ciertas sefiales, en la propia sociedad, que apuntan hacia una creciente busqueda no solamente de temas espirituales y de autoayuda, sino de un conocimiento cientifico mas profundo del universo. Educar para la ciudadania planetaria implica mucho mas que una filoso- fia educativa, el enunciado de sus principios. La educacion para la ciudadania planetaria significa una revision de nuestros curriculos, una reorientacién de Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Afo 2, N*2, Diciembre 2008 69 Moacir Gadotti muestra visién del mundo de la educacién como espacio de insercién del indivi- duo no en una comunidad local, sino en una comunidad que es local y global al mismo tiempo. Educar, entonces, no seria como decia Emile Durkheim, la trans- mision de la cultura “de una generacién a otra”, sino el gran viaje de cada individuo en su universo interior y en el universo que lo rodea. El tipo de globalizacién de hoy esta mucho mds unido al fendmeno de la mundializacion del mercado, que es un tipo de mundializacion, Y aun esta mun- dializacion, fundada en el mercado, puede ser vista como una globalizacién cooperativa 0 como una globalizacién competitiva sin solidaridad. Entre el estatismo absolutista y {a mano invisible del mercado, puede existir (y existe) una nueva economia de mercado (jhay mercados y mercados!) donde predomi- na la cooperacion y la solidaridad y no la competitividad salvaje, una economia solidaria, la verdadera economia de la sustentabilidad. Por todo esto, necesita- mos construir “otra globalizacién” (Milton Santos, Por wna otra globalizacién: del pensamiento tinico a la conciencia universal. Si0 Paulo, Record, 2000), una globalizacién fundada en el principio de la solidaridad. La globalizacién en si no es problemdtica, pues representa un proceso de avance sin precedentes en la historia de la humanidad. Lo que es problema- tico es la globalizacion competitiva donde los intereses del mercado se sobre- ponen a los intereses humanos, donde los intereses de los pueblos estan subor- dinados a los intereses corporativos de las grandes empresas transnacionales. Asi, podemos distinguir una globalizacién competitiva de una posible globali- zaci6n cooperativa y solidaria que, en otros momentos, Ilamamos el proceso de “planetarizacién”. La primera esta sujeta apenas a las leyes del mercado y la segunda a los valores éticos y a {a espiritualidad humana. Para esa segunda globalizacién es que la Carta de la Tierra, como un cédigo de ética universal, brindard una contribucion importante, no solamente a través de la proclama- cién que los Estados pueden hacer, sino, sobre todo, por el impacto que sus principios podran tener en la vida cotidiana del ciudadano planetario. {Como se sitia el movimiento ecolégico con respecto a este tema? Es importante notar, como lo hizo Alicia Barcena, en el prefacio del libro de Fran- cisco Gutiérrez, que la formacién de una ciudadania ambiental es un compo- nente estratégico del proceso de construccién de la democracia. Para ella, la ciudadania ambiental es verdaderamente planetaria pues en el movimiento eco~ légico, el local y el global se unen. La derribada de la floresta amazonica no es apenas un hecho local: es un atentado contra la ciudadania planetaria. El ecologismo tiene muchos y reconocidos meéritos en la colocacién del tema de la planetarizaci6n. Fue pionero en la extension del concepto de ciudadania en el contexto de la globalizacion y también en la practica de una ciudadania global, de tal modo que hoy la ciudadania global y el ecologismo forman parte del mismo campo dc accién social. de! mismo campo de aspiraciones y sensibili- dades. Pero, la ciudadania planetaria no puede ser apenas ambiental ya que existen agencias de caracter global con politicas ambientales que sostienen la globalizacién capitalista. Una cosa es ser “ciudadano de la Tierra” y otra es ser “capitalista de la Tierra”. La construccién de una ciudadania planetaria tiene aun un largo camino por recorrer en el contexto de la globalizacion capitalista. 70 Paulo Fete. Revista de Pedagogia Critica, Afo 2, N®2, Diciembre 2003 Pedagogia de la tierra y cultura de la sustentabilidad La ciudadania planetaria debera tener como objetivo la superacion de la desigualdad, la eliminacién de las sangrientas diferencias econémicas y la inte- gracion de la diversidad cultural de la humanidad y la eliminaci6n de las dife- rencias economicas. No se puede hablar de ciudadania planetaria o global sin una efectiva ciudadania en la esfera local y nacional. Una ciudadania planetaria ¢s en esencia una ciudadania integral, por lo tanto, una ciudadania activa y plena no solamente en los derechos sociales, politicos, culturales ¢ institucio- nales, sino también econémico-financieros. Ella implica también la existencia de una democracia planetaria. Por lo tanto, al contrario de lo que sostienen los neoliberales, estamos muy lejos de una efectiva ciudadania planetaria. Ella aan permanece como proyecto humano, inalcanzable si esta limitada solamente al desarrollo tecnologico. Ella necesita hacer parte del propio proyecto de la hu- manidad como un todo. Ella no sera una mera consecuencia o un subproducto de la tecnologia o de la globalizacién econémica. 4. Movimiento por la ecopedagogia Esa travesia del milenio se caracteriza por un gran avance tecnolégico y también por una enorme inmadurez politica: mientras que la Internet nos pone en el centro de la Era de la Informacién, el gobierno humano sigue siendo muy pobre, generando miserias y deterioro. Podemos destruir toda la vida del planeta. Quinientas (500) empresas transnacionales controlan un 25% de la ac- tividad econémica mundial y un 80% de las innovaciones tecnologicas. La glo- balizacion econémica capitalista debilité los Estados Nacionales imponiendo limites para su autonomia, subordinandolos a la logica econémica de las trans- nacionales. Gigantescas deudas externas gobiernan algunos paises ¢ impiden la implantacién de politicas sociales igualitarias. Las empresas transnacionales trabajan para el 10% de la poblacién mundial que se sitia en los paises mas ricos, generando una tremenda exclusion. Ese es el escenario de la travesia, un escenario atin mas problemitico por la falta de alternativas. Los paradigmas clasicos estan agotando sus posibilidades de respon- der adecuadamente a ese nuevo contexto. No logran explicar esa travesia, mu- cho menos, pasar por ella. Hay una crisis de inteligibilidad delante de la cual muchos falsos profetas y charlatanes ofrecen soluciones magicas. Una nueva espiritualidad surge muy bien aprovechada por las merco-religiones. La res- puesta dada por el estatismo burocratico y autoritario es tan deficiente como el neoliberalismo del dios mercado. El neoliberalismo propone mas poder para las transnacionales y los estatistas proponen mas poder para el Estado, refor- zando sus estructuras. En el medio de todo eso esta el ciudadano comun que no es ni empresario, ni Estado. La respuesta parece estar mas alla de estos dos modelos clasicos, pero seguramente no en una supuesta “tercera via” que desea solamente dar sobrevida al capitalismo sofisticando la dominacién politica, la exploracién econémica y provocando una enorme exclusion social. La respuesta parece venir hoy del fortalecimiento del control ciudadano frente al Estado y al Mercado, a la Sociedad Civil fortaleciendo su capacidad de gobernarse y con- trolar el desarrollo. Aqui entra el papel importante de la educacién, de la forma- cién para la ciudadania activa. Paulo Freire. Revista de Pedagogia Critica, Afio 2, N°2, Diciembre 2003, 71 Moacir Gadotti Podemos decir que hay una comunidad sustentable que vive en armonia con su medio ambiente, no provocando dafios a otras comunidades, ni para la comunidad de hoy, ni para la de mafiana. Y eso no puede constituirse solamen- te en un compromiso ecoldgico, sino ético-politico, alimentado por una peda- gogia, 0 sea, por una ciencia de la educacién y una practica social definida. En ese sentido, la ecopedagogia, inserta en ese movimiento socio-histérico, formando ciudadanos capaces de escoger los indicadores de calidad de su futuro, se consti- tuye en una pedagogia completamente nueva e intensamente democratica. El Movimiento por la ecopedagogia gané impulso sobre todo a partir del Primer Encuentro Internacional de la Carta de la Tierra en la Perspectiva de la Educacion, organizado por el Instituto Paulo Freire, con el apoyo del Conse- jo de la Tierra y de la UNESCO, del 23 al 26 de agosto de 1999, en Sao Paulo, y del I Foro Internacional sobre Ecopedagogia, realizado en la Facultad de Sicologia y Ciencias de la Educacién de la Universidad del Porto, Portugal, del 24 al 26 de marzo de 2000. De esos encuentros nacieron los principios orientadores de ese movimiento contenidos en una “Carta de la Ecopedagogia”. A continuacién sefialamos algunos de ellos: 1. El planeta como una unica comunidad. 2. La Tierra como madre, organismo vivo y en evolucién. 3. Una nueva conciencia que sabe lo que es sustentable, apropiado, o hace sentido para la nuestra existencia. 4. La ternura para con esa casa. Nuestro domicilio es la Tierra. 5. La justicia socio-cosmica: la Tierra es un gran pobre, el mas grande de todos los pobres. 6. Una pedagogia bidfila (que promueve la vida): involucrarse, comuni- carse, compartir, relacionarse, motivarse. 7. Una concepcién del conocimiento que admite que solo es integral cuan- do es compartido, 8. El caminar con sentido (vida cotidiana). 9. Una racionalidad intuitiva y comunicativa: afectiva, no instrumental. 10. Nuevas actitudes: reeducar la mirada, el corazén. 11, Cultura da sustentabilidad: ecoformacién, Ampliar nuestro punto de vista. Las pedagogias clisicas eran antropocéntricas. La ecopedagogia parte de una conciencia planetaria (géneros, especies, reinos, educacién formal, in- formal y no-formal...), Ampliemos nuestro punto de vista. Del hombre para el planeta, por encima de géneros, especies y reinos. De una visi6n antropocéntri- ca para una conciencia planetaria, para una practica de ciudadania planetaria y para una nueva referencia ética y social: la civilizacién planetaria. No se puede decir que la ecopedagogia representa ya una tendencia con- creta y notable en la practica de la educacion contemporanea. Si ella ya tuviera sus categorias definidas y claboradas, ella estaria totalmente equivocada, pues ze Paull Freire, Revista de Pedagogi Crioa, Ao 2,N®2, Disembre 2003 Moacir Gagot La vision que los astronautas tuvieron “de lejos” los cambio muchisimo a ellos y también a nosotros mismos, que no vivimos directamente esa fantastica experiencia. No solo ella fue vista como una bola azul en el medio de la oscuridad del universo, sino que fue percibida como una sola unidad. Por lo tanto interfirid también en la vision que tenemos de nosotros mismos, como una “tinica comuni- dad” (Leonardo Boff). como un “sistema vivo” (Fritjop Capra). Esa vision cam- bid nuestra conciencia, con el paradigma que nos orientaba hasta entonces. Con la conciencia planetaria nacié nuestra conciencia de ciudadania planetaria. Es verdad, el paradigma de la raz6n instrumental nos condujo a la violen- cia y ala negacion de valores humanos fundamentales como la intuicion, la emo- cion, la sensibilidad. Somos humanos porque sentimos, percibimos, amamos, sofiamos. Pero hay también un peligro o una trampa en ese nuevo paradigma: él puede Ilevarnos a la contemplacién de ta naturaleza y hasta a fa mistificacién de la realidad, a una espiritualidad canalizada por una religiosidad basada en la pasi- vidad. En vez de la solidaridad y de la jucha por a justicia, estariamos esperando por un mundo mejor sin trabajo, sin esfuerzo, sin conquista, sin sacrificios. Nue- Vos valores humanos que no toman en cuenta la comptejidad y la contradiccién inherente a todos los seres, objetos y procesos, destruyen la posibilidad de un cambio cualitativo en direccién de un nuevo y necesario proyecto civilizacional. Para dimensionarnos como miembros de un inmenso cosmos, para que asuma- mos nuevos valores, basados en la solidaridad, en la afectividad, en a trascen- dencia y en la espiritualidad, para superar la logica de la competitividad y de la acumulacién capitalista, debemos abrir un dificil camino. Ningin cambio es pa- cifico. Pero ét no se hard realidad orando, rezando, solamente por nuestro puro y sincero deseo de cambiar el mundo. Como nos ensefié Paulo Freire, cambiar ei mundo es urgente, dificil y necesario, Pera para cambiar el mundo es necesario conocer, leer cl mundo, entender e] mundo, también cientificamente, no sola- ynente emocionalmemte, y, Sobre toda, intervenir en él, organizadamente. El tacionalismo debe ser condenado sin condenar el uso de la razon. La logica racionalista nos lleva saquear la naturaleza, nos tev a la muerte en nombre del progreso. Pero la razon también nos Ilevé a la descubierta de la planetarizacién. La poética y emocionante afirmacion de los astronautas de que Ja Tierra era azul fue posible después de millones de afios de dominio racional de las leyes de la propia naturaleza, Debemos condenar Ja racionalizacién sin condenar la racionalidad. Ai \legar a la Luna por primera vez, el astronauta Neil Amstrong afirmé: “un pequefio paso para el hombre y un gran paso para la humanidad”. Eso fue posible a través de wn descomunal esfuerzo humano co- lectivo que tomé en consideracién todo el conocimiento técnico, cientifico y tecnol6gico acumulado hasta entonces por la humanidad. Eso no es nada des- preciable. Si hoy formamos redes de redes en el enmaraiiado mundo de la co- municacién planetaria por la Internet, eso fue posible gracias al uso tanto de la imaginacién, de la intuicion, de la emocién, cuanto de la raz6n, por el gigantes- Co y suftido esfuerzo humano para descubrir cémo podremos vivir mejor en este planeta, como podremos interactuar con él, Es cierto que lo hemos hecho de manera equivocada. Nos consideramos “superiores” gracias a nuestra racio- nalidad y exploramos fa naturaleza sin cuidado, sin respeto por ella. No nos telacionamos con Ia Tierra ni con la vida con emocién, con afecto, con sensibi- lidad. En ese campo estamos apenas gateando, Pero, estamos aprendiendo, 74 Paulo Free. Revista de Pedagogia Critica, io 2, N? 2, Diciembre 2003 Pedagogia de /a tierra y cultura de la sustentabilidad Estamos presenciando el nacimiento del ciudadano planetario. Aun no logramos imaginarnos todas las consecuencias de ese singular evento. En ese momento sentimos, percibimos, nos emocionamos con ese hecho, pero no con- seguimos adecuar nuestras mentes y nuestras formas de vida a ese aconteci- miento espectacular en la historia de la humanidad. Percibimos, como Edgar Morin, que es necesario ecologizar todo, y asi, ensayaremos la vida en este nuestro planeta, cuyos habitantes descubrirdn la planetarizacién. ,Qué pode- mos hacer desde ya? Podemos interrogarnos profundamente sobre los paradig- mas que nos orientaron hasta hoy y ensayar la vivencia de un nuevo paradigma que es la Tierra vista como una unica comunidad. Y continuar caminando, jun- tos, para que logremos llegar “alla”, ain a tiempo. Referencias Agenda 21 (1996). 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