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XX
Profesor: Claudio Barrientos
Fecha: 08/12/17
Código: HIS4022
I. Introducción:
Por lo tanto, primero definiremos nuestros límites teóricos respecto a tres conceptos
claves: Hegemonía, Discurso y Violencia. Los dos primeros serán definidos a partir de
la propuesta de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe realizada en “Hegemonía y Estrategia
socialista”. El tercero será abordado a partir de los indicios teóricos resueltos por Pilar
Calveiro en “Política y/o Violencia”. Luego, desarrollaremos nuestra hipótesis a través
de dos etapas políticas: 1946-1955 La estrategia del discurso; 1966-1974 La estrategia
de la violencia. Intentaremos rescatar claves para comprender el fenómeno político-
social que provocaría el peronismo en Argentina y que marcaria la historia de ese país.
1
II. Hegemonía, Discursos y Violencia: Un repaso teórico
1
LACLAU, Ernesto; MOUFFE, Chantal. “Más allá de la positividad de lo social: Antagonismo y
hegemonía.” En: Hegemonía y estrategia socialista: Hacia una radicalización de la democracia. Buenos
Aires: FCE, 2004. p. 142.
2
Ibíd., pp. 144-145.
3
Ibíd., pp. 146-149.
2
El último elemento para comprender hegemonía es el antagonismo. Para que
exista hegemonía de una articulación, debe existir también la presencia de un otro que
me impida ser totalmente yo mismo. La relación articuladora no surge de identidades
plenas, sino de la imposibilidad de constitución de las mismas. El antagonismo como
negación de un cierto orden es el límite de dicho orden y no el momento de una
totalidad más amplia, es decir, lejos de ser una relación objetiva, es una relación en la
que se muestran los límites de toda objetividad.4
Por otro lado, debemos definir que comprendemos por violencia. Para este
concepto, daremos cuenta de los instrumentos en los que se manifiesta la violencia.
Pilar Calveiro nos propone un desarrollo de violencia a partir de la realidad argentina.
En primer lugar, debemos destacar los mecanismos desaparecedores de la política
argentina, es decir, mecanismo que invisibilizan, marginan y desplazan de la escena
política a los discursos opuestos y no permiten el ejercicio de la relación social.6 Así
mismo, aparece el silenciamiento como instrumento para el poder presente en la política
de la Argentina, manifestado a través de la censura discursiva, y el desplazamiento de
los sujetos sociales antagónicos de los espacios de disputa política y poder. Por lo tanto,
estableceremos violencia a partir de una dinámica política que busca un orden interno
sin oposición, que construye un disciplinamiento social a partir del control de los
cuerpos y del discurso.7 En contraposición a hegemonía, violencia será el impedimento
4
Ibíd., pp. 168-170.
5
Ibíd., pp. 178-181.
6
CALVEIRO, Pilar. “Memorias”. En: Política y/o violencia: Una aproximación a la guerrilla de los
años setenta. Buenos Aires: FCE, 2013. pp. 16-19.
7
Ibíd., p. 29.
3
del ejercicio articulador social que se produce en la sociedad, una barrera que no
permitirá que existan discurso que tensiones los limites sociales.
Varios trabajos sobre historia argentina del siglo XX y de peronismo, postulan que
Argentina, en términos políticos, sociales y económicos, tenía un contraste gigantesco
respecto a los procesos previos a Perón –la Argentina después de Peón-. Existe en el
imaginario social argentino que Perón fue y será el personaje clave del siglo pasado en
materia de política. En este apartado desarrollaremos el primer gobierno de Perón desde
el protagonismo de los actores sociales. Revisaremos el significado discursivo y la
relevancia política que logra el General.
8
TORRE, Juan Carlos. “Introducción a los años peronistas”. En: WALDO, Ansaldi; AROSKIND,
Ricardo; Ét. Ál. Argentina: La construcción de un país. Buenos Aires: Sudamericana, 2009.pp. 198-199.
4
Segunda Guerra Mundial.9 Además, paralelamente se ocupaba de competir con la esfera
política de la izquierda, ganando espacios en los sectores sindicalistas.
9
JAMES, Daniel (1). “El peronismo y la clase trabajadora, 1943-1955”. En: Resistencia e integración: El
peronismo y la clase trabajadora argentina. Buenos Aires: Siglo XXI, 2010. p.22.
10
TORRE, Juan Carlos. Óp. Cit., pp. 209-211.
11
Ibíd., p. 220.
5
que hubo una apropiación de símbolos, de lenguajes, dinámicas con los trabajadores;
más allá de la estructuración de la lucha de clases, existe una relación con la experiencia
de los trabajadores en la década infame que le otorga a Perón una característica de
imagen del progreso, más que de líder político. 12
Lo desarrollado tiene sentido con el trabajo del Estado, en conjunto con los sectores
sociales, en tiempos de Perón, en materia laboral, salud y bienestar social. Desde el 46’,
se produjo un fuerte fortalecimiento de la organización sindical y el traslado de
múltiples demandas de los trabajadores a la urgencia del Ejecutivo, a través del
Ministerio del Trabajo como principal articulador de los sindicatos y gremios. Daniel
James sostiene que hubo una política de integración con el sector trabajador, no solo
dándole agenda política, sino que involucrándolos en la política nacional a través de la
participación en las decisiones del gobierno.13 La primera presidencia de Perón estuvo
marcada por esta tendencia, con una sucesiva incorporación de sindicatos al movimiento
peronista, que sostenían el ferviente apoyo al general y dirigían la agenda pública
laboral.14
Ugo Pipitone propone una tesis interesante sobre el fenómeno de Perón. Bautiza al
discurso de Perón como la doctrina peronista, y sostiene que es una fragmentación de
discursos públicos con el objetivo político más o menos claro: el Estado necesita
instituir corporaciones de intereses capaces de evitar el conflicto de clases y forjar una
“comunidad organizada” con el pueblo como depositario de un solo interés hacia la
unidad nacional y la justicia social. 15 Parece lógica esta teoría para explicar el
impresionante fenómeno de adhesión al peronismo, si tomamos en cuenta que el
proceso anterior al general se vivía una inestabilidad política latente, con un Estado muy
conservador, con un auge económico importante, pero solo gracias al panorama
internacional, que podía decantar en un gran desorden y descontento social. Perón, en
conjunto con la ciudadanía, se propuso destrabar la emergencia política de Argentina.
Su formación política no era muy amplia y sus antecedentes muy breve, por lo que no
podríamos pensar en que el bonaerense pudiera planificar todo un proyecto nacional.
Tiene que ver más con una improvisación, como dice Pipitone, con una patchwork de
12
JAMES, Daniel. Óp. Cit., pp. 45-53.
13
JAMES, Daniel (2). “17 y 18 de octubre de 1945: El peronismo, la protesta de masas y la clase obrera
argentina”. Revista Desarrollo Económico. Vol. 27, Nº 107 (Octubre – Diciembre, 1987). pp. 460-461.
14
JAMES, Daniel (1). Óp. Cit., pp. 24-25.
15
PIPITONE, Ugo. La esperanza y el delirio: Una historia de la izquierda en América Latina. Buenos
Aires: Taurus, 2015. p. 202.
6
varias demandas, varios sectores, logrando articularse en un portador comprometido, no
en un proyecto país al largo plazo –queriendo compararlo con San Martin-, sino que
comprometido con los sectores que le daban la certeza de unidad.16
16
Ibíd., pp. 197- 220.
17
TORRE, Juan Carlos. Óp. Cit., p. 223.
18
Ibíd., 225-226.
19
JAMES, Daniel (1). Óp. Cit., pp. 30-35.
7
realizado los últimos años- por Eva Duarte, o mejor conocida como Evita Perón.
Promovió el voto femenino y estrecho una fuerte relación con la clase trabajadora de
Argentina, siendo portadora de las necesidades de los trabajadores y trabajadores del
país. Evita es la evidencia empírica de la estrategia del discurso peronista, pues es ella
quien encarna la unidad social de los sectores más bajos de Argentina. Para el año 1952,
Evita muere víctima de un cáncer uterino que le afectaba, a partir de ese momento, la
fuerza política que mantenía la unidad social desaparece. Su ausencia gravitaría como
parte de los factores que decantarían en el próximo régimen militar.20 Añadido a esto, el
equipo político que acompañó a Perón desde el comienzo empieza a abandonar al
presidente producto de conflictos al interior del palacio. Para agravar la situación,
durante el año 1953, muchos de su círculo personal fueron acusados de corrupción,
destapando un escándalo mediático, a pesar de la censura oficial.
El discurso de Perón estaba mostrando señales de desgaste, sobre todo con gestos
de homogenización discursiva. Si bien sostuvimos hace un par de párrafos, la
característica del peronismo es que es un nodo articulador, un discurso capaz de unificar
varios sectores políticos, sin desconocer esa heterogeneidad dentro del mismo. Sin
embargo, para la segunda presidencia, y con todos los conflictos de credibilidad que
cruzaba el gobierno, Perón comenzó con una progresiva política de imposición, es decir,
dentro de su mismo movimiento y desde el Estado, el general intento disminuir las
visiones de sus integrantes, principalmente el Ejército y la Iglesia. Los continuos
desgastes del peronismo, la tensión generada a partir del alejamiento de la Iglesia y del
Ejército, y el conservadurismo militarista detento en una nueva intervención militar,
ahora en contra de la figura política más influyente del último tiempo argentino. Daniel
James sostiene que en este punto, se evidencia un primer factor de modificación en la
escancia del movimiento peronista. Los trabajadores jamás dejaron de apoyar al general,
es más, se realizaron múltiples congregaciones de la CGT (Central General de
Trabajadores) en apoyo a Perón, sin embargo, fueron los propios aliados –del sector
político opuesto- de su movimiento quienes tensionaron a la intervención militar,
conjunto al interés de los conservadores por volver al poder. 21 Veremos que para la
vuelta de Perón, la estrategia cambiara a propósito de esta traición política a su
20
TORRE, Juan Carlos. Óp. Cit., pp.240-241.
21
JAMES, Daniel (1). Óp. Cit., pp. 58-59.
8
discurso. La capacidad articuladora aun no desaparecía, pero el ejercicio hegemónico de
la política estaba manifestándose.
Hemos propuesto que el peronismo es un fenómeno que tiene más relación con los
sectores sociales, que con el mismo Perón. Esto a propósito de cómo se desarrolla la
política argentina luego de la salida de su segundo gobierno. Para este apartado
desarrollaremos la vuelta de Perón a la presidencia, su estrategia de violencia que
recurrió para el control social y el posterior golpe de estado que sufrió su esposa
Isabelita. Antes recorreremos los antecedentes de esta vuelta, con dos periodos militares
y una política desarticuladora, despolitizante, violenta y que destripa de el escenario
nacional argentino al peronismo.
9
proscripción de un estrato entero de dirigentes sindicales peronistas, una persistente
política represiva y de intimidación del sindicalismo, y un interés común respecto a la
productividad de la economía y la industria.23 Luego de una serie de acuerdos políticos
entre militares y conservadores, el poder del Ejecutivo fue cedido por los militares en
votación y Arturo Frondizi se hace de la presidencia gracias a un pacto con Perón que le
dará cierta tranquilidad en el espacio político. El presidente electo propone un plan de
estabilización proyectado al 59’, sin embargo, perdió la tranquilidad social producto de
una serie de medidas impopulares y represivas hacia los trabajadores. Lo interesante del
gobierno militar y la presidencia de Frondizi es la transformación que se produjo dentro
del peronismo.24 En primer lugar, la heterogeneidad del movimiento peronista entre en
conflicto entre dos sectores opuestos, detentando en la intervención militar del 55’. En
segundo lugar, el exilio de Perón produjo una modificación en el discurso peronista,
articulándose a través de la clase trabajadora –la CGT- argentina, existiendo un
distanciamiento del sector conservador, en ese instante en el poder. Por último, la
política represiva y controladora que impulso el periodo militar y del acomodado
Frondizi provocó una profundización del movimiento peronista, apartándose de la
retorica política característica del general.
23
Ibíd., pp. 82-83.
24
LANUSSE, Lucas. “El mito de los 12, las tesis combativas y las condiciones para el surgimiento de
montoneros”. En: Montoneros: El mito de sus 12 fundadores. Buenos Aires: ZETA, 2010. pp. 48-49.
25
JAMES, Daniel (1). “La burocracia sindical: poder y política en los sindicatos peronistas”. Óp. Cit., p.
238.
10
posterior vuelta de Perón. La progresiva burocratización de este movimiento le valió un
crecimiento tremendo en el país, sin estar exentos de conflictos internos, gravitando en
dos principalmente: la base sindical apartada de las decisiones de la organización obrera
por la formación de una cúpula dirigencial; y las diferencias entre la base y la dirigencia
de la organización.26
26
LANUSSE, Lucas. Óp. Cit., p. 50-53.
27
Es importante destacar que la cúpula digirencial era liderada por Augusto Vandor, Suboficial de la
Armada y peronista nacido en Buenos Aires. Vandor se involucrara en la dirigencia del movimiento
sindical e ira escalando hasta ser parte del grupo de dirigentes que tendrán diferencias con Perón y
marginaran a la izquierda del movimiento.
28
CALVEIRO, Pilar. Óp. Cit. p. 26.
29
Ibíd., pp. 29-30.
30
Nombre que le dan los militares a su periodo en el gobierno.
11
izquierda, la gran mayoría peronistas que se diferenciaban del discurso del sindicalismo
–en ese momento en crisis-. La creación de Los Montoneros es una muestra evidente de
este síntoma, propio de el ejercicio hegemónico de lo político, más que una especie de
dominación total monopolizada.31
Llagada la década de los 70, la constante presión social que se generó, provocó la
salida de Ongania, para que asumiese el General Roberto Livingston, en un clima de
mucho conflicto. A este punto, el discurso peronista ha pasado de la desorganización y
disputa interna, a la línea para sacar a los militares del gobierno. En un nuevo giro
discursivo de Perón, este tensionaba las condiciones dentro de los militares, sosteniendo
que el conflicto de Argentina no gira entorno del peronismo/antiperonismo, más bien
debíamos definir entre revolución/contrarevolución, dándole un apoyo a la postura más
radical de la izquierda. Calveiro se refiere a este tema proponiendo que Perón manipuló
el discurso en función de su interés político, apoyando a los sectores ultras de izquierda
por conveniencia, más que por convicción, poniendo en contaste su apoyo al iniciar el
golpe en el 66’. 32 Los militares deciden sacar a Livingston y encargar la tarea de
devolver el poder a un régimen democrático al general Lanusse.
Un episodio inédito en la historia política del continente es lo que sucede con las
votaciones. Lanusse quería llamar a votación bajo régimen militar, sin embargo, el
peronismo estaba exigiendo entregar el poder y reabrir el Legislativo para luego abrir el
proceso electoral. El régimen acepta la presión del peronismo, pero antes de abandonar
la Casa Rosada, prohíben que Juan Domingo Perón pueda volver a postularse a
Presidente de la Nación. Desde España, Perón organiza un plan que tuvo por objetivo:
volver al país y asumir la presidencia. Designa desde Europa a un representante en
Argentina, Héctor José Campora. Campora será líder del peronismo en los 70’, organizó
la Operación Retorno que trajo de vuelta a Perón, en el recordado episodio en Ezeiza.
Además de eso, fue candidato a la presidencia en el 73’ en representación –no oficial-
de Perón, obteniendo la victoria presidencial y traspasando el mando al bonaerense a 43
días de asumir. La llegada de Perón significo un gran quiebre dentro de la política
argentina por dos motivos. En primer lugar, en los últimos diez años, Perón actuó de
péndulo entre izquierda y derecha peronista, nunca ajustando su discurso a un eje
ideológico o político, y solo respondiendo a sus intereses políticos. Por lo tanto la
31
LANUSSE, Lucas. Óp. Cit., pp. 67-71.
32
CALVEIRO, Pilar. Óp. Cit., pp. 37-39.
12
tensión entre ambos sectores –ambos con apoyo de Perón- se hará patente con el
enfrentamiento constante entre el grupo paramilitar peronista Alianza Anticomunista de
Argentina (Triple A) y trabajadores peronistas Los Montoneros.33 En segundo lugar y
para finalizar, Perón no se aparta de la política de violencia aplicada por el anterior
régimen militar, más bien, las reproduce y continua con una dinámica de desaparición,
represión a los sectores sociales y gran polarización dentro de su movimiento –a
propósito de la primera razón-. Perón a su vuelta, no regresa con su antigua política de
integración¸ fomento de la participación política de los sectores laborales, equilibrio
social y acuerdo de todos los sectores. Varios autores –de los consultados, casi todos-
sostienen que Perón fue ambiguo con su postura política desde el 66 en adelante y que
eso provocó la inestabilidad en su sector. Sin embargo, debemos hacer un hincapié en
ese análisis. Si revisamos el largo periodo de Perón, nos encontramos con una primera
presidencia gracias al apoyo de dos sectores ampliamente distintos: Conservadores y
Obreros. Esta estrategia no era extraña para Perón, ya la había aplicado y funcionado.
La pregunta que surge es ¿Qué habrá ocurrido con Perón en su exilio en la España de
Franco? ¿Por qué habrá ocurrido esa contradicción discursiva a su regreso, al apoyar la
lógica represiva y de violencia en su tercer periodo, y no recurrir a la integración de los
sectores sociales bajos?
33
BUFFANO, Sergio; TEIXIDÓ, Lucrecia. “Advertencia cuatro”. En: Perón y la Triple A: Las 20
advertencias a Montoneros. Buenos Aires: Sudamericana, 2015. pp. 96-99.
13
V. Comentarios finales
Hemos repasado buena parte del siglo XX argentino, y aunque la extensión temporal
presenta un problema a la hora de abordar las particularidades de los procesos, nuestra
intención era abordar el desarrollo del movimiento peronista en clave política, es decir,
lograr aportar elementos relevantes respecto a la relación política de Perón con la
sociedad argentina, el rol del discurso para conseguir apoyo social y las
transformaciones del mismo que van determinando, de algún u otro modo, la política
argentina del siglo XX.
Nuestro análisis propone dos factores claves del peronismo: primero, la importancia
de la participación de los sectores obreros de la Argentina en proceso de
industrialización. Pretender decir que el fenómeno del peronismo guarda relación con la
capacidad retorica de Perón como único factor es reducir el debate. Lo vimos a lo largo
de todo el trabajo que, fue la clase trabajadora quien mantendrá una lealtad con el
peronismo, incluso contra Perón. Segundo, el fenómeno del peronismo no se puede
comprender como simple lingüística y retorica de un discurso político. Debemos tomar
en cuenta los contextos político-sociales en los que se encuentran estos discursos y se
les da contenido. Por eso nuestro trabajo revisaba la gran extensión de los años 46-73,
pues sostenemos que la importancia del análisis discursivo se articula con el análisis
práctico de la coyuntura social y los agentes de esta. Partimos este trabajo sosteniendo
que Perón fue el articulador y principal personaje de la historia argentina –bien se
expresa en el primer párrafo de este trabajo-, sin embargo, concluimos este articulo con
la perspectiva de que no podemos ocultar bajo la sombra de un personaje, la articulación
de todo un discurso político.
14
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA:
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