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Karl Marx (1818 – 1883) / Alemán

. Orígenes filosóficos
. Alienación à escritos juveniles: “manuscritos” (1844)
. Materialismo histórico à “La ideología alemana” (1846), “Manifiesto comunista” (1848)
. Análisis del capitalismo à “El capital”, tomo 1

Orientaciones filosóficas

Filosofía positiva (Comte): la verdad es lo dado.


Sociedad orgánica integrada a través de la educación de las clases.
Orden jerárquico, cada clase debe resignarse a la posición que ocupa.
Progreso orgánico de la clase obrera.
Crítica a la filosofía negativa: sobrevive a su utilidad, solo genera desorden y conflicto.

Filosofía negativa hegeliana: la realidad humana es dialéctica, puede ser entendida como un proceso que avanza
a través de contradicciones. Esto se representa en la tríada dialéctica: a un primer momento (tesis) se opone
otro (antítesis), aquí se genera la contradicción. Ésta se resuelve en una nueva realidad (síntesis) que contiene a
las dos anteriores.
La verdad no es lo dado (filosofía positiva, importancia de los hechos), sino que es un momento en el desarrollo
verdad. Los hechos que observamos se encuentran en un proceso de desarrollo que avanza a través de
contradicciones.
Iluministas: Marx tiene una visión del hombre típicamente iluminista en cuanto a su perfectibilidad. El hombre
tiene facultades latentes y potenciales ilimitadas.
Por eso teniendo en cuenta sus orígenes filosóficos, Marx cree que el hombre que observamos no es el hombre,
ni que los hechos que observamos sean necesariamente verdaderos. Lo que él observa es un estancamiento en
las facultades potenciales del hombre producto de una sociedad clasista como la capitalista. Además de no poder
desarrollar sus capacidades, ni siquiera puede satisfacer sus necesidades animales. Ve en el hombre un proceso
de deshumanización como consecuencia de la alienación.

Proceso de alienación

Realiza un análisis sobre el proceso creciente de alienación que sufre el hombre con el desarrollo del capitalismo.
En una primera etapa el hombre es despojado de sus medios de producción y subsistencia, por lo tanto, para
poder sobrevivir se ve obligado a vender su fuerza de trabajo al capitalista a cambio de un salario. Es decir, el
hombre es alienado de su propiedad y entra en una relación donde las dos partes (obrero – capitalista) se
vinculan por conveniencia y en donde los intereses son antagónicos y las condiciones de vida muy diferentes.
Apenas entra en relación con el capitalista, el obrero comienza a consumir sus energías en la producción de
objetos. Este objeto que produce es externo a él y no se relaciona con sus necesidades. Por lo tanto se ve
alienado del producto de su trabajo como una existencia externa, ajena, amenazante que se le opone.
Además su trabajo es una actividad alienante en tanto no tiene control sobre el proceso de producción, sino que
es un apéndice del mismo. El obrero cada vez tiene menos conocimiento del lugar que ocupa en ese proceso.

Materialismo histórico/dialéctico

Es una teoría general que reflexiona sobre el desarrollo histórico de la humanidad a partir de la forma en que los
hombres producen para satisfacer sus necesidades.
Es histórico porque rescata la concepción hegeliana de la realidad humana dialéctica.
Estudia los fenómenos como procesos evolutivos. Los procesos de cambio no se dan armoniosamente sino a
través de contraposiciones. A una forma de organización social se le opone otra y surge una nueva que contiene
algo de ambas.
Es materialismo porque en este punto se distancia del idealismo de Hegel al quitarle el papel preponderante a
las ideas y bajarlo a la realidad concreta del hombre. Su práctica real en la vida determina su conciencia y su
forma de pensar. La existencia social determina la conciencia social
Una organización social debe ser estudiada desde sus modos de producción. Toda producción es un intercambio
entre el hombre y la naturaleza. A ello le llama trabajo. Y ese trabajo es social.
Para entender los modos de producción se debe tener en cuenta:
. Fuerzas productivas: las capacidades de producir de una sociedad dependen de las fuerzas de trabajo
(individuos que utilizan su fuerza física para producir) y los medios de producción (materias primas,
herramientas de trabajo)
. Relaciones de trabajo: son las relaciones que se establecen entre los individuos que participan de la
producción. Los hombres trabajan con otros hombres pero también para otros hombres. Y en este punto es en
donde entran en juego la relación de propiedad sobre los medios de producción. En el sistema de producción
capitalista, estas relaciones determinan las dos grandes clases: la burguesía que posee los medios de producción
y el proletario que nos las posee y que por eso se ve obligado a vender su fuerza de trabajo al capitalista para
poder subsistir.
Estas relaciones se observan a lo largo de la historia humana desde la sociedad antigua de Grecia y Roma (amos
y esclavos), la sociedad feudal (señores feudales y siervos) y en la sociedad capitalista (burgueses y
proletariado).
A través del desarrollo tecnológico en la historia de la humanidad, en un momento la producción excede a la
subsistencia generando un excedente. Un grupo de la sociedad que se apodera de los medios de producción se
apropia de ese excedente y vive a costa de otro grupo que produce y obtiene solo lo necesario para subsistir.
Ese excedente apropiado expresa una condición de explotación de una clase sobre otra. En los orígenes del
capitalismo la burguesía le arranca de las manos ese poder de explotación a los señores feudales.

El modo de producción de una sociedad representa la estructura económica material (infraestructura). Los
elementos no materiales como la política, el derecho y las formas de conciencia social derivan de esta estructural
material formando la superestructura. De este modo los que poseen los medios de producción material controlan
los medios de producción mental, imponiendo sus ideas a los que no poseen ni controlan nada. La existencia
social determina la conciencia social.

Superestructura jurídico política


Formas de conciencia social: ideología
Estructura económica material: FP + RP

Para explicar los cambios en los modos de producción Marx explica que en un primer momento las fuerzas
productivas tienden a desarrollarse dentro de un marco de relaciones de producción. Mientras las fuerzas de
producción puedan desarrollarse se mantiene esas relaciones. Pero cuando estás obstaculizan su desarrollo se
desencadena un período de revolución social donde se asignan nuevas relaciones de producción para que las
fuerzas productivas puedan seguir desarrollándose naturalmente.
Marx veía en el capitalismo un desarrollo muy avanzado de las fuerzas productivas y que las relaciones de
producción comenzaban a ser deficientes. Por eso creía que se generaría una revolución donde el proletariado
tomaría el poder del estado para así abolir la propiedad privada y socializar los medios de producción. Llegando
así a una sociedad sin clases y acabando con la explotación.
A pesar de que el materialismo histórico se pueda interpretar como una teoría determinista, Marx creía en las
posibilidades del hombre para cambiar esas relaciones establecidas en la estructura material: “Los hombres
hacen su propia historia”. Su afán por la acción política expresada en el Manifiesto Comunista es una prueba de
ello.

Análisis del capitalismo

“El capital” en toda su extensión y sobre todo en el primer volumen, es un estudio sociológico del mundo del
trabajo alienado. Al mismo tiempo, Marx explora allí con detalle los aspectos que considera fundamentales del
sistema capitalista en expansión: sus fuerzas productivas en desarrollo y las relaciones de producción básicas. El
capital es un cuidadoso examen de las condiciones cambiantes existenciales de los hombres y simultáneamente,
de su carácter y conciencia en proceso de cambio. Es la documentación de su tesis de que en el proceso de
producción material los hombres modifican, junto con las condiciones de existencia, toda su estructura
psicológica.

La sociología del trabajo alienado es una visión sociológica del capitalismo. La alienación de la actividad humana
que no le permite realizarse en cuanto a sus capacidades. Distingue dos fases:

1. Manufactura (s. XVI – fines s. XVIII) à Producción artesanal. Los individuos trabajan con las manos y poseen
habilidad y destreza para el control de herramientas.
Cooperación simple: un gran número de artesanos son reunidos en un mismo lugar para producir una misma
mercancía. Esta nueva fuerza social que surge de la cooperación aumenta la productividad y a su vez la
ganancia del capitalista.
División del trabajo: el capitalista organiza la producción dividiéndole en tareas, cada obrero pasar a tener una
ocupación específica. Aumenta la productividad y disminuyen los tiempos de producción.
2. Industria Moderna (s. XVIII en adelante) à Producción maquinizada. El sistema mecánico obliga al hombre a
adaptarse a la máquina, “la máquina usa al hombre”. La producción se vuelve más eficiente y continua.

Hay una pérdida de habilidades y una alienación crecientes. El obrero, que ya es enajenado del objeto de trabajo
y de los medios de producción, se va desprendiendo de sus habilidades.
La alienación aumenta notablemente con la industria moderna, ya que sus habilidades son remplazadas por la
máquina y su calificación pasa a ser bruta y homogénea: no posee conocimientos y su única tarea, al igual que
todos los demás, es garantizar el funcionamiento de la máquina.
En esta visión del trabajo Marx expone que el capitalismo ha creado una fuerza que cambiará la sociedad. Esta
gran masa de obreros que trabajan conjuntamente, se unirá en su descontento y buscará la forma de
organizarse y movilizarse para cambiar su condición alienante.

Teoría de la plusvalía

Marx entiende que en el capitalismo la relación entre las clases es de explotación, es decir la burguesía se
apropia del excedente producido por el proletariado. En la teoría de la plusvalía se expresa como el capitalista se
apropia de este excedente. Para explicarlo parte de conceptos abstractos.
El capitalismo se caracteriza por la producción y el intercambio de mercancías. ´
El primer concepto del que parte Marx es el de mercancía: es un bien que se produce para ser intercambiado y
que satisface una necesidad.
El valor de uso es el valor que tiene un bien por su utilidad. Pero este concepto no nos permite entender de qué
manera se intercambian las mercancías.
El valor de cambio en sentido abstracto es la proporción de mercancías con la que se intercambia una mercancía
dada. Generalmente la sociedad establece una mercancía base para otorgarle un valor al resto. Por ejemplo: el
oro, una moneda.
El intercambio se hace en base a un valor que es medido por la cantidad de trabajo empleado en la producción
de esa mercancía.
Este trabajo es por un lado trabajo útil: la habilidad del trabajador de producir determinada objeto; y por otro
trabajo abstracto: la cantidad de energía física y mental plasmada en la producción de una mercancía por el
tiempo que lleva realizarla. Este tiempo es el tiempo de trabajo socialmente necesario para la producción de la
mercancía. Es decir, el mercado fija un promedio de tiempo empleado en la producción de la mercancía. Si el
tiempo empleado es mayor entonces el valor de la mercancía es más alto. Este concepto de trabajo abstracto es
el que permite explicar mejor el intercambio de mercancías.
En el capitalismo, la fuerza del trabajo del obrero pasar a ser una mercancía más, es decir, tiene valor de uso y
valor de cambio. La riqueza de la burguesía no surge realmente del intercambio de mercancías, comprar más
barato para vender mas caro, sino de la fuerza de trabajo del obrero como mercancía. Lo particular de este tipo
de mercancía, es que a través de su utilización se obtiene más de lo que vale, un excedente.
El valor de cambio de la fuerza de trabajo es igual a los bienes mínimos necesarios para la subsistencia del
obrero y su familia. Es un mínimo que se establece de acuerdo a cada sociedad. Esto puede depender de
factores como las condiciones climáticas de un lugar o las mejoras salariales que hayan obtenido los
trabajadores mediante su lucha.
Estos bienes mínimos necesarios para subsistir por un día se miden en dinero, el jornal. La fuerza de trabajo se
compra a través del pago de un salario para una cantidad de horas de trabajo determinada.
Por ejemplo en una jornada laboral de 10 horas, el tiempo de trabajo necesario para que el obrero produzca un
valor equivalente a los bienes mínimos de subsistencia que se expresan en su salario es de 5 horas. Las 5 horas
restantes es un tiempo de trabajo excedente, es decir, sigue produciendo mas allá de que el valor de su salario
ya haya sido cubierto.
El desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad capitalista hace posible el excedente dentro de la jornada
laboral del obrero. Ese excedente es la plusvalía. Esa es la fuente oculta de la ganancia. No se observa la porción
de trabajo no pagada.
El capital invertido en la producción de bienes por el capitalista es:
. Variable: capital invertido en pago de salarios
. Constante: capital invertido en materia prima y maquinaria
Tasa de plusvalía: es el porcentaje que representa la razón entre la plusvalía (excedente apropiado por el
capitalista) y el capital variable (capital invertido en pago de salarios).
P/V

En verdad, la ganancia está relacionada con la proporción de la plusvalía en relación al capital invertido (capital
variable y constante).
Tasa de ganancia: P/C+V

Esto demuestra que el origen de la ganancia de los capitalistas está en la plusvalía, lo que expresa la relación de
explotación entre el obrero e industrial.
Esta concepción abstracta de la plusvalía que se trata en el tomo 1 del capital es estudiada con más complejidad
en el tomo 3.

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