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MATERIAL DE ESTUDIO

ORIENTATIVO
INGRESO AL PODER JUDICIAL

2018
INDICE
1. Gestión judicial
1.1. Eje 1: Contexto de la Justicia 3
1.2. Eje 2:
1.2.1. Identidad Judicial 10
1.2.2. Módulo de acceso a la Justicia y Derechos Humanos en Argentina (parte pertinente) 17
1.3. Manual de Información Institucional y Operativa Funcional para Integrantes del Poder
Judicial de la Prov. de Cba. (partes pertinentes)
1.3.1. Misión, visión y objetivos del Poder Judicial 28
1.3.2. Estructura orgánica funcional 33
1.3.3. Competencia material, de grado y territorial 47
1.3.4. Derechos, deberes, incompatibilidades y prohibiciones para el personal. 50
1.3.5. Perfil de los integrantes del Poder Judicial. 56
1.3.6. Adaptación al ambiente de trabajo y comunicación. Medios de comunicación en el
Poder Judicial 59
1.3.7. Trabajo en equipo. Resolución de conflictos internos. Calidad y mejora continua .
Política de servicio y atención a los usuarios. 65
1.3.8. Seguridad e higiene en la oficina: riesgos físicos y psicológicos 75
2. Principios Procesales
2.1. Los principios procesales por Claudia Zalazar 86
2.2. Principios del Derecho Laboral
2.2.1. Material sobre Principios del Derecho Laboral 111
2.2.2. Resumen sobre Principios del Derecho Laboral en base al libro Derecho Procesal del
Trabajo de José Vicente Ostoich 141
3. Competencia
3.1. Competencia por Claudia Zalazar 145
3.2. Competencia de los juzgados de ejecución fiscal por Verónica Viglianco 151
3.3. La materia Contencioso Administrativa en la Ley 7182 por Domingo Sesin 160
3.4. La competencia material, territorial y funcional en el fuero laboral 182
3.5. Acuerdos Reglamentarios sobre la competencia de los Juzgados de Sociedades y Concursos 185
4. Código Procesal Penal de Córdoba - Comentado (parte pertinente y aplicable a Principios
Procesales y Garantías Constitucionales) 194
5. Jurado de Enjuiciamiento por Andrea Sofía Keselman 220
6. Intervención del Ministerio Público y Defensoría Pública por Claudia Zalazar 228
7. Fuero Penal y a Ministerio Público
7.1. Normas aplicables 248
7.2. Material de Estudio 258
8. Otra Legislación y Acuerdos Aplicables - Ingresantes Fuero Penal 272

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La Revuelta
1.1
GESTION JUDICIAL
Eje 1: Contexto de
la Justicia

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La Revuelta
EJE I: EL CONTEXTO DE LA JUSTICIA

Material extraído del MAPA “Identidad Judicial y su proyección social”, Módulo I, elaborado por la Mgter. Carolina Granja en el marco del
Centro R. Núñez, Poder Judicial de Córdoba.

El marco público institucional


Resultaría una pretensión prácticamente imposible la de buscar entender una institución con una
mirada aislada hacia su interior; sería como procurar concebir una vida entera observando una imagen
fotográfica: por lo que aquí se ha pensado en un enfoque dinámico e imbuido en el contexto en el que se
halla el Poder Judicial de Córdoba para analizar-lo… único camino posible para analizar-nos.
En este sentido, no será redundante volver sobre aquellas nociones básicas, aptas no sólo para
poder conocer la función pública que cumplimos dentro del ámbito del Estado, sino también para que
seamos capaces de ejercer responsablemente la ciudadanía. Es por ello que estas líneas pretenden
enmarcar la Justicia en su pasaje político y social.
El Poder Judicial cobra sentido institucional dentro de la existencia de un Estado como nación
jurídica y políticamente organizada, sometida a un sistema de instituciones y leyes que forman su unidad
política, jurídica y administrativa; reconociendo como sus elementos a la población, el territorio y el poder.
El Estado debe mantener el orden y la defensa nacional, pero además debe amparar las justas libertades
de los ciudadanos y orientar todos los esfuerzos hacia un fin común superior y superador de las
individualidades y diferencias sectoriales. En tal sentido, la consolidación de la democracia, el respeto y
protección de los derechos humanos y libertades fundamentales internacionalmente reconocidas, se han
transformado en compromisos universales de la Humanidad, conforme fue reconocido en la “Declaración
del Milenio” aprobada en septiembre del año 2000 por 189 Estados miembros de las Naciones Unidas
mediante Resolución 55/2.1

El contexto republicano y federal


El sistema de gobierno en nuestro país adopta la forma representativa, republicana y federal
(artículo 1 Constitución Nacional), pues “el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus
representantes y autoridades creadas por esta Constitución” (art. 22 CN). Nuestra provincia lo consagra
en el art. 2 de la Constitución Provincial, organizando “su gobierno bajo la forma representativa,
republicana y democrática” y dejando asentado el principio de soberanía popular en el artículo siguiente,
prescribiendo que ésta “reside en el pueblo, quien la ejerce a través de sus representantes y demás
autoridades legítimamente constituidas”.
Nuestro sistema republicano de gobierno se apoya fundamentalmente en el principio de división de
poderes; no obstante, esta separación no implica una desvinculación total entre ellos, pues se dividen en
tres funciones dentro de un único poder estatal; al tiempo que cada función es controlada a través de
mecanismos dispuestos constitucionalmente, lo que produce que los diversos órganos se relacionen e
interactúen entre sí. Por su parte, el Poder Judicial incide en el ejercicio de las otras dos funciones, a través
del llamado control de constitucionalidad que ejerce sobre las leyes del Poder Legislativo y decretos del
Ejecutivo, procurando impedir que se apliquen normativas contrarias a nuestra Constitución.

La forma republicana implica un equilibrio funcional y está basada en la asistencia,

1
Disponible en http://www.un.org/spanish/milenio/ares552.pdf

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La Revuelta
complementariedad y control recíproco; lo cual asegura a cada uno de los llamados “poderes del Estado”
la supremacía en sus respectivas esferas de competencia. La forma federal se asienta en la división del
poder entre el gobierno federal y los gobiernos locales, conservando las provincias “todo el poder no
delegado por esta Constitución al Gobierno Federal” (art. 121 CN). El federalismo encierra un
reconocimiento y respeto hacia las identidades de cada una de las provincias, que a su vez permite
perfeccionar el sistema republicano local, donde las provincias deben adecuar sus instituciones acorde lo
establece el art. 5 CN: “cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que
asegure su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas
condiciones, el Gobierno federal, garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones”. Es más,
justamente el pretender garantizarlo podría incluso justificar la “intervención federal”, acorde al art. 6 CN.
Asimismo, estos principios inciden en los actos públicos y procedimientos judiciales, pues gozan de
entera fe también en otras provincias distintas a la que los produce (art. 7 CN), provocando los mismos
efectos que hubieran de producir en la provincia de donde emanan. Lo mismo sucede en relación a la
calidad de “ciudadano”, donde los de una provincia “gozan de todos los derechos, privilegios e
inmunidades (…) en las demás” (art. 8 CN).

La aldea global
Los constantes y veloces avances o cambios en las tecnologías de comunicación afectan nuestra vida
social, nos hacen percibir como cotidianos y conocidos, paisajes, hechos y personas que están muy
distantes en el espacio o incluso el tiempo; sin dimensionar que la construcción conceptual que de ellos
hacemos parte de cierta información parcial que recibimos, la cual fue elegida entre una infinidad de
contenidos posibles. Lo decía Edgar Morin (1993)2: “no sólo es que cada parte del mundo forme, cada vez
más, parte del mundo, sino que el mundo como todo está cada vez más presente en cada una de las
partes.”
De allí el título elegido: “aldea global”, tomando el concepto ideado por el sociólogo canadiense
Marshall McLuhan 3 , dado que en este siglo y contexto social no podemos considerar el federalismo
dejando de mencionar un sistema que excede al Estado e incide inevitablemente sobre él y sus
ciudadanos: “la globalización”.
Es un término que menciona el Dr. Sesin como Presidente en su Discurso de apertura judicial 2012
y lo reitera en sus palabras durante el reciente acto inaugural del año judicial 2016: “La complejidad del
mundo moderno, con sus impredecibles consecuencias, determina que ni el Estado ni el Poder Judicial
pueden vivir una vida aislada, al margen de los cambios sociales, políticos, económicos y técnicos. Por el
contrario, tanto el Estado como el Poder Judicial acusan la impronta de las fuerzas que condicionan una
época histórica dada. (…) El fenómeno de la globalización, como producto de la actual mundialización que
tuvo su impronta en el ámbito económico, hoy se extiende a otras áreas como la tecnológica, la científica,
la cultural, lo social, etc.”. Luego, en su discurso más reciente del año 2016 llamó a preguntarnos: “¿Cuál
es el rol del derecho y de la Justicia en un mundo globalizado?, ¿cuáles son las directrices que, en nuestro
criterio, debe observar la Justicia en el desarrollo progresivo del actual Estado social y democrático de
derecho?”.
Ainaga Vargas presenta una posible respuesta al señalar que “el surgimiento de nuevos espacios

2
Morin, Edgar y Kern, Anne Brigitte (1993). Tierra-Patria. España: Kairós.
3
McLuhan, Marshall (1996). Comprender los medios de comunicación. España: Paidós.

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La Revuelta
políticos y culturales (étnicos, lingüísticos, religiosos, gremiales o de género) le impone al Estado-nación
nuevos retos que la forma estatal federal está habilitada para resolver a condición de multiplicar las
relaciones intergubernamentales y adecuar la cooperación, la democracia y la tolerancia a las nuevas
circunstancias en el ámbito internacional y a la cambiante correlación de fuerzas nacionales” 4.

En ese contexto, ¿quiénes somos, qué hacemos y para qué?


Resulta de suma relevancia para el buen funcionamiento institucional el saber responder sin duda
alguna a estas preguntas, en definitiva: reconocer nuestra misión. Identificar hacia dónde va el trabajo
que se realiza y de dónde proviene la necesidad de hacerlo, facilita trazar mejor el rumbo de las
actividades, diferenciar los procesos y planificar los recursos necesarios a tal fin.
En tal sentido, en el discurso de apertura judicial del año 2011, el Dr. Sesin -frente a la misión del
Poder Judicial en el Estado social y democrático de Derecho y el renovado rol del derecho y la Justicia-
expresó: “El Estado social y democrático de derecho presupone como requisitos
indispensables: la separación de poderes, el imperio de la ley como expresión de la soberanía popular y la
sujeción de todos los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico. En este marco,
la garantía procesal efectiva de los derechos fundamentales y de las libertades públicas requiere la
existencia del Poder Judicial, absolutamente independiente e imparcial, cuyo cometido es ejercer la función
jurisdiccional resolviendo las controversias, garantizando la tutela judicial efectiva de los derechos e
intereses de la población y el acceso a la justicia, y controlando la legalidad de los actos del Estado y la
constitucionalidad de las leyes. No hay derechos fundamentales, seguridad jurídica, ni real vigencia de la
Constitución si no existen jueces imparciales e idóneos que apliquen en el caso concreto la letra y el espíritu
de la ley fundamental. En esencia, es cometido de los jueces tutelar los derechos, intereses y libertades de
los ciudadanos, garantizar el respeto del orden jurídico integral y salvaguardar el sistema democrático.
Téngase presente que la democracia no sólo significa la elección popular de quienes nos gobiernan, sino,
fundamentalmente, el respeto de las reglas pacíficas de resolución de conflictos (…)
El compromiso del Poder Judicial y del Ministerio Público es superar la injusticia, la desigualdad, la
inseguridad, la desprotección, la justicia por mano propia, el patoterismo, la violencia en cualquiera de sus
manifestaciones. Como bien dice Gandhi, ‘la no violencia es la ley de nuestra especie, la violencia es la ley
del animal’”.
El Manual de Inducción 2014 (Arrieto, A.; Etchebest, E. et al.) de nuestro Poder Judicial concibe como
su misión la de “asegurar la supremacía constitucional, equilibrar el funcionamiento de los otros poderes,
garantizar la seguridad jurídica de todos los habitantes e instituciones y defender la paz social a través de
la justa interpretación de la ley”. A lo que podríamos sumar los ejes que plasman hoy las Justicias a nivel
regional: contribución a los principios democráticos del país, calidad de servicio, garantía de derechos y
acceso a la justicia.
Lo cierto es que la existencia de un sistema de justicia efectivo es uno de los elementos
indispensables para la vigencia de la gobernabilidad democrática. Así lo sostuvo Organización de Estados
Americanos (OEA) en 2003, en la Declaración de Santiago: “el compromiso con la democracia, el
fortalecimiento de las normas jurídicas y el acceso a una justicia efectiva, el respeto a los derechos
humanos, la promoción de valores nacionales compartidos y el desarrollo integral son las funciones
esenciales del progreso, la estabilidad y la paz para la gobernabilidad democrática de los pueblos de las

4
Ainaga Vargas, María del Carmen. Federalismo y Globalización. Algunas reflexiones. Instituto de investigaciones jurídicas de
la UNAM.

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Américas”.5
Ulpiano, un jurista romano que quienes estudiamos Abogacía conocemos bien, definía a la justicia
como “la continua y perpetua voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde”, frente a lo que existen
tres preceptos del Derecho que deben ser su guía: vivir honestamente, no dañar al otro y dar a cada uno
lo suyo. El desafío que deberemos encarar será adecuar y llenar de contenido a tales preceptos en nuestro
contexto actual.
La Justicia no sólo debe tutelar la armonía social sino promoverla; no sólo debe custodiar la
normativa y controlar su cumplimiento, sino someterse a ella y transparentar su accionar hacia la
ciudadanía. En el Poder Judicial no resolvemos únicamente conflictos, sino que también protegemos
derechos.

Camino hacia la independencia


Vimos el papel fundamental que cumple el Poder Judicial dentro de un Estado democrático: tiene a
su cargo la función jurisdiccional, a través de la cual se convierte en el gran tutor de los derechos de los
habitantes. Además, ejerce control sobre los otros dos poderes estatales, por lo que su independencia es
imprescindible para cumplir sus funciones sin interferencias externas o internas, y constituye uno de los
pilares del Estado de Derecho. Para ello, la Constitución prevé su resguardo en el modo de designación y
la duración de los magistrados en su función, pues mantienen sus cargos mientras dure su buena conducta
(art. 110 CN). A diferencia de lo que ocurre en los otros poderes, donde se ha establecido un plazo de
duración de los mandatos.
Del mismo modo ha quedado plasmado en nuestra Carga Magna provincial, en su art. 154, al
establecer que “los magistrados y funcionarios judiciales son inamovibles y conservan sus cargos mientras
dure su buena conducta. Sólo pueden ser removidos por mal desempeño, negligencia grave, morosidad
en el ejercicio de sus funciones, desconocimiento inexcusable del derecho, supuesta comisión de delitos
o inhabilidad física o psíquica. Gozan de la misma inmunidad de arresto que los legisladores. Reciben por
sus servicios una compensación mensual que determina la ley y que no puede ser disminuida por acto de
autoridad o con descuentos que no sean los que aquélla disponga con fines de previsión u obra social”.
Y es en aras a garantizar la independencia judicial que la Constitución Provincial señala que los jueces
y funcionarios son nombrados y removidos del modo en que ella lo establece, siendo nulos y de ningún
valor los procedimientos seguidos o las sentencias y resoluciones dictadas por personas que no sean
nombradas en la forma prescripta. La ley fija el procedimiento que favorezca la igualdad de oportunidades
y la selección por idoneidad en la designación de magistrados inferiores. (art. 157 Constitución de Cba.)
Justamente por ello, se ha diseñado en Córdoba un Consejo de la Magistratura como órgano
extrapoder, destinado, mediante un procedimiento que favorece la igualdad de oportunidades, a
proponer los mejores hombres y mujeres para cubrir los cargos de jueces de primera y segunda instancia,
a los integrantes del Ministerio Público Fiscal y asesores letrados (excepto el Fiscal General, los Fiscales
Adjuntos y de los jueces de paz legos); todo ello a través de una metodología que garantiza una adecuada
publicidad y criterios objetivos de evaluación, privilegiándose la idoneidad para el cargo a ocupar.
Específicamente el día 26 de noviembre de 1853 constituye el punto de partida de la independencia
del Poder Judicial del poder político; la cual se logró a través de un decreto que impuso que la revisión de
las resoluciones judiciales en última instancia no correspondería al Ejecutivo, sino que ésta se delegaba al

5
Declaración de Santiago sobre Democracia y Confianza Pública: El nuevo compromiso de la buena gobernabilidad para las
Américas, adoptada en la Cuarta Sesión Plenaria celebrada el 10 de junio de 2003.

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llamado Tribunal de Apelaciones y Cámara de Justicia, integrado por tres magistrados. Ese Tribunal
constituye el antecedente del Tribunal Superior de Justicia. En tal sentido se expresaba la Dra. María
Esther Cafure de Battistelli en el año 2003, en oportunidad del Acto por el Sesquicentenario de la
institucionalización del Poder Judicial: “La incompatibilidad entre funciones judiciales e inherentes al
Poder Ejecutivo que fundamenta el decreto de creación, importa una toma de posición en una
confrontación de poderes que se inicia en la época de la conquista y que con distintas modalidades se
prolonga hasta nuestros días”.

El Poder Judicial como organización y su modo de administrarse


En una sociedad moderna imbuida de relaciones jurídicas que adquieren mayor complejidad, la
prestación de este servicio público de justicia exige la creación y mantenimiento de una estructura,
integrada por medios materiales y personales, capaz de atender las crecientes demandas de los
ciudadanos. Piénsese por ejemplo que la población de la provincia de Córdoba según el Censo 2010
alcanzó las 3.308.876 personas y tras la proyección de la Dirección de Estadísticas y Censos del Gobierno
Provincial podría haber llegado a los 3.528.687 habitantes en el transcurso de 4 años, lo que equivaldría
a 219.811 personas más en una misma superficie territorial, cuestión que incide en el aumento de las
posibilidades de conflicto, cuya búsqueda de resolución por vía judicial en Córdoba se traduce en un
incremento en las causas ingresadas, pasando de 373.547 a 378.501 en el mismo período de tiempo
considerado.
El ejemplo considerado permite imaginar que la creciente “litigiosidad” (causas ingresadas por
habitante) conlleva diseñar una estructura organizacional que haga frente a las necesidades y problemas
institucionales, para lo cual deben gestionarse de manera eficaz y eficiente los recursos con que cuenta.
Tareas como el control de ausentismo, la promoción del personal, la revisión del cumplimiento de sus
funciones, la prevención de enfermedades laborales, por mencionar sólo algunas de aquellas actividades
distintas de la jurisdiccional (atribuida ésta exclusivamente a los órganos judiciales), también son
necesarias en el marco de la estructura orgánica funcional de un Poder del Estado como éste.
Así, dentro del Poder Judicial contamos con un Área de Administración cuya función principal es
asumir las funciones de carácter administrativo, técnico, contable, económico y financiero. Ella interviene
en la ejecución de las licitaciones, pedido de precios, compras y contrataciones en general; centraliza la
gestión patrimonial y tiene a su cargo la determinación y recaudación de la Tasa de Justicia del Poder
Judicial.
Al mismo tiempo, se ha establecido que los propios órganos jurisdiccionales cumplirán una doble
función: administrativa y jurisdiccional. En cuanto a la primera, puede suponer la adopción de decisiones
no regladas, que dejan un margen de discrecionalidad propia de una tarea de gobierno de cada tribunal,
la cual depende de la función de superintendencia puesta en la cabeza de este Poder: el Tribunal Superior
de Justicia. (Que puede delegarse en la figura de un Administrador General).
Como las Direcciones vinculadas con la administración se encuentran físicamente en la ciudad
Capital, para brindar apoyo a los centros judiciales del interior provincial para su correcto funcionamiento
administrativo, se ha creado dentro de la órbita de la Administración General una Oficina de Asistencia y
Coordinación del Interior, que toma contacto con las necesidades existentes en cada sede judicial a través
de los magistrados encargados de la superintendencia en el interior provincial, que centralizan las
solicitudes de los diversos organismos distribuidos en su ámbito territorial y las comunican a esta Oficina.
Asimismo, una estructura funcional de esta dimensión necesita inexorablemente de significativos

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medios materiales y personales que necesitan racionalizarse y optimizarse en aras a prestar
eficientemente este servicio. Para el buen funcionamiento de una organización se diseñan presupuestos
sobre la base de los objetivos y productos estratégicos que se buscan conseguir, bajo la premisa de que
dichos logros generan mejoras significativas en la provisión de justicia y su administración.
El presupuesto busca comunicar las acciones que se desarrollarán para afianzar los lineamientos
definidos e informar sobre los recursos asignados a aquéllas. Todo ello permitirá precisar el ámbito e
impacto de los recursos que serán ejecutados, ya sea como inversión o como gasto.

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1.2.1
GESTION JUDICIAL
Eje 2: Identidad Judicial

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EJE II: IDENTIDAD JUDICIAL

Material extraído del MAPA “Identidad Judicial y su proyección social”, Módulo I, elaborado por la Mgter. Carolina Granja en el marco del
Centro R. Núñez, Poder Judicial de Córdoba.

La representación estigmatizada de la Justicia y los abogados


El desarrollar un sistema apto para brindar el servicio de justicia -representando no sólo la misión
institucional, sino también delineando la visión que debe trascendernos- para dar una cada vez mejor
prestación pública, en ocasiones se ve dañado por el acaecimiento de determinados hechos o conductas
de ciertas personas (judiciales o no) que hacen temblar la institución entera junto a cada uno de nosotros,
sus integrantes.
Cuando estas circunstancias no aparecen aisladas, sino que se repiten en el tiempo, pueden
traducirse en lo que el sociólogo Erving Goffman llamó “estigma”, a modo de deterioro de la identidad, al
tratarse de una condición, atributo o rasgo que incluye a quien lo posee dentro de una categoría social
hacia cuyos miembros se genera una respuesta negativa y se les ve como culturalmente inaceptables.
Es en ese contexto en el que, por ejemplo, aparecen los chistes, apelando a veces a tragicómicas
porciones de la realidad que provocan risa. Como ocurrencias graciosas, invocan en ocasiones a porciones
de verdad capaces de sintetizar una exposición argumental que conllevaría varias explicaciones y
fundamentos. No obstante, no resulta gracioso ser objetos de risa, vale rescatar las bromas como
productos de cierto imaginario cultural en relación a lo que somos o al menos “dicen que somos”. Para
reflexionar, observemos estas imágenes, no para reírnos de nosotros mismos sino más bien para repensar
el modo de alejarnos de aquel estigma.

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La Revuelta
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La Revuelta
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El excelso servicio público de brindar justicia
Justamente para dar ese primer paso firme y aplastante sobre el estigma social impera que
concibamos el brindar justicia como servicio público. Lo ha dicho el Presidente de nuestro TSJ, Domingo
Sesin en la apertura del año judicial 2012: “Quienes trabajamos para lograr una Justicia mejor, más eficaz,
más eficiente, más humana, con mucho amor al prójimo y profunda vocación de servicio, tenemos uno
de los privilegios más sublimes de la condición humana, cual es ´servir a los demás´, misión que enaltece
nuestra existencia y nos motiva a duplicar nuestra responsabilidad en beneficio de la sociedad.
Seguiremos trabajando incansablemente para una mejor justicia, en beneficio del pueblo”.
Reflexionemos entonces acerca de las implicancias que tiene considerar esta función estatal como
servicio público. En primera medida, generalizadamente la sociedad personaliza a “la Justicia” en cabeza
de los magistrados y fiscales, mas aquí queda borrosa la idea del imprescindible equipo que los acompaña
para brindar este servicio, sea desde la función jurisdiccional o fiscal o desde la labor de asesoría, como
también desde la función administrativa. El impartir justicia así concebido es una responsabilidad
compartida por una estructura orgánica con roles y tareas determinadas y coordinadas entre sí. El darle
entidad a cada una de las personas que cumplen esas funciones esenciales en el desarrollo del proceso
judicial, no sólo jerarquiza individuos, sino fundamentalmente a la institución misma.
En segundo término, debemos ser conscientes que el trabajar en esta porción del Estado dentro de
la función judicial no constituye un fin en sí mismo, sino que más bien se trata de un medio para la
satisfacción de las demandas ciudadanas, cuál es su razón de ser, tal como la de cualquier otro servicio
público.
Dentro del Manual de Inducción al Poder Judicial se detallan ciertos “factores positivos para el
bienestar de los usuarios” externos, dentro de la prestación del servicio de justicia. Ellos son:
x Medio ambiente: la importancia de crear un espacio laboral agradable para el usuario del servicio.
x Información: el tener un conocimiento acabado de su situación, empodera al justiciable y le
permite prever sus líneas de acción futuras.
x Sensación de status: esta se logra por medio del trato con cortesía, amabilidad y respeto, una
escucha activa y con interés en su problema. Asimismo, en relación con el trato con los abogados,
la Ley de Colegiación del Colegio de Abogados de Córdoba (Ley 5805) establece en su art. 17 que
“en el desempeño de su profesión, el abogado está equiparado a los magistrados en cuanto al
respeto y consideración que debe guardársele.”
x Seguridad: basada en la confianza brindada en que se le prestará un servicio eficiente.
Cabe destacar que el estar al servicio no sólo del abogado y del justiciable en particular, sino
fundamentalmente al servicio de los ciudadanos, no se trata de una demanda social coyuntural o
esporádica, sino de una necesidad constante y permanente en un Estado social y democrático de Derecho,
donde la justicia se identifica como un valor superior dentro del ordenamiento jurídico.
Que el Poder Judicial funcione es garantía de que los derechos de los ciudadanos que estamos
llamados a tutelar no queden en meras declaraciones constitucionales o legales. Por ello, toda
reformulación o estudio del sistema debe siempre encaminarse a la mejora del servicio sin perder el
horizonte que tenderá a una justicia más próxima al ciudadano -que ahora lo coloca como unidad
referencial- y a dirimir con eficiencia los conflictos en que lo envuelve su contexto social, respetando y
haciendo valer cada uno de sus derechos.
Así, la Justicia es prestadora de un servicio, pero de uno que tiene una característica esencial y
diferenciadora del resto de los servicios públicos: el de responder al magno valor de “justicia”,
explícitamente proclamado y enaltecido en los textos constitucionales. Entonces este servicio público
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necesario para la efectividad de los derechos ciudadanos, está vinculado al derecho fundamental a la
tutela judicial efectiva. De la Justicia no se exige ahora solamente que sea independiente e imparcial, sino
también que sea eficaz. La democratización del derecho y la correlativa universalización de su tutela
judicial confieren a la prestación del servicio de justicia otras miradas, dentro de las cuales se encuentra
enaltecida aquella hacia el acceso al sistema judicial.
El trabajar en mejorar la accesibilidad a la Justicia de las personas y colectivos desfavorecidos es un
instrumento esencial para la promoción de la cohesión social, porque repercute en la reducción de sus
niveles de pobreza y exclusión. Significa convertir al Poder Judicial en un dispositivo eficaz para la
realización efectiva de los derechos de los ciudadanos, favoreciendo así su integración social.
Uno de los ejes del acceso a la justicia sobre el que aún debe trabajarse es el lenguaje judicial. Como
expresara el Dr. Ricardo Lorenzetti en su libro El Arte de hacer Justicia (2014): “Cuando un juez dicta una
sentencia, redacta un producto profesional, con lenguaje técnico y dirigido a un abogado; pero también
debe pensar en que está destinado a la población, y que debe hacer lo posible para que la regla sea clara,
comprensible. El lenguaje del derecho debe ser el que guíe la conducta cotidiana”.
No debemos considerar a la mera figura del abogado litigante como único receptor de las
resoluciones del Poder Judicial, pues los ciudadanos, siendo los principales destinatarios de la ley, así
como de las comunicaciones verbales y escritas de los profesionales del Derecho y de las instituciones
públicas, para poder cumplirlas sin equívocos, tienen el derecho a comprenderlas sin la mediación de un
traductor ni mayores explicaciones.
La capacidad de comprensión de los derechos como de los instrumentos de que disponemos para
defenderlos depende tanto de la habilidad para encontrar e identificar la norma jurídica aplicable al caso
concreto, como de la facilidad para descifrar su contenido y desentrañar su correcto significado. Un mal
uso del lenguaje -sea por oscuro, sea por confuso- genera inseguridad jurídica e incide negativamente en
la solución de los conflictos sociales. Una mayor claridad en el lenguaje judicial (de los tribunales) y jurídico
(de las leyes) fortalece, en definitiva, el Estado de Derecho.

Los destinatarios de nuestra labor


Finalmente, un ingrediente esencial en el diseño de nuestra identidad judicial, lo constituyen los
destinatarios de nuestro servicio: ese “otro” con el que nos relacionamos directamente, el justiciable, los
auxiliares de la Justicia (abogados, martilleros, peritos, síndicos) o hacia quienes indirectamente se dirigen
nuestros esfuerzos cotidianos: la ciudadanía, organizaciones de la sociedad civil vinculadas con la Justicia
y el Derecho, instituciones académicas y los medios de comunicación, entre otros. Y han sido varios de
estos actores quienes, organizados de múltiples formas, han logrado posicionar en el debate público las
necesidades de mejora continua de la Justicia en aras de brindar un servicio adecuado a la comunidad,
más transparente, respetuoso de los derechos de las personas y eficiente.

Grupos vulnerables
Si hay un destinatario de nuestro servicio al que debemos prestar la mayor atención, son aquellos
que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, a quienes acceder a la Justicia se les presenta
plagado de obstáculos. Dicha vulnerabilidad suele estar dada por una serie de factores (que incluso
pueden darse simultáneamente) como la falta de información, los escasos recursos económicos, el
analfabetismo, la ubicación geográfica, su edad, género, estado físico o mental; o bien por otras
circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales encuentran especiales dificultades para
ejercitar con plenitud los derechos reconocidos normativamente.
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Instrumentos legales como las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las personas en
condición de vulnerabilidad señalan como algunas de las causales de vulnerabilidad más comunes en
Latinoamérica: la pertenencia a comunidades indígenas u otras minorías, la migración y el desplazamiento
interno, la pobreza y el género. Para profundizar un poco más en esta acuciante temática, se incluye [a
continuación y en su parte pertinente] para su lectura el Informe elaborado por el Instituto
Interamericano de Derechos Humanos y el Ministerio Público de la Defensa en Argentina, en su análisis
sobre la “interrelación entre acceso a la justicia, operadores de justicia y debido proceso”, por una parte
(pp.15-19) y “el acceso a la justicia de grupos en condición de vulnerabilidad” en nuestro país, por otra
(pp. 29-32).

Material bibliográfico utilizado: Instituto Interamericano de Derechos Humanos y el Ministerio Público de la Defensa en
Argentina. (2010) Módulo de acceso a la justicia y derechos humanos en Argentina (pp.15-19 y 29-32)

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GESTION JUDICIAL
Módulo de acceso a la Justicia y
Derechos Humanos en Argentina
(parte pertinente)

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Módulo de acceso a la justicia
y derechos humanos en Argentina

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La Revuelta
MÓDULO DE ACCESO A LA JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA

MÓDULO I
ACCESO A LA JUSTICIA, OPERADORES DE JUSTICIA Y DEBIDO PROCESO
Objetivo: sensibilizar sobre la responsabilidad del funcionariado judicial y del Ministerio Público
respecto de sus actos como servicio público, como baluartes de sostenibilidad institucional y
como operadores del debido proceso.

1. Interrelación entre acceso a la justicia, operadores de justicia y debido proceso


Como se ha señalado, la noción del acceso a la justicia se sostiene sobre pilares institucionales y humanos
indispensables para su reconocimiento efectivo. En primer lugar, las pautas y exigencias internacionales
\QDFLRQDOHVUHTXLHUHQGHLQGLYLGXRVTXHDFW~HQFRPRDUWtÀFHVFRWLGLDQRVGHORVSULQFLSLRV\GLUHFWULFHV
fundamentales del sistema de derechos humanos. En segundo término, es necesario garantizar que
el proceso articulado en virtud del acceso a la justicia, responda a las exigencias debidas del orden
regional de los derechos humanos31.
De hecho, en términos fácticos, el acceso a la justicia y todo el aparato de administración de justicia son
el eje de la realización del derecho de petición como un derecho humano, en cuanto deben reaccionar
ante su articulación.
Ahora bien, es necesario que la reacción de la administración de justicia, mediante el accionar de sus operadores,
esté a la altura de la problemática articulada ante ellos, por lo que, independientemente de la naturaleza jurídica
de la petición, la respuesta de las y los operadores administrativos y judiciales debe ser oportuna y justa, de
PDQHUDTXHVHDSRUWHODGHELGDWXWHODGHORVGHUHFKRVGHODVSDUWHVGHOSURFHVR&XDQGRODSHWLFLyQUHÀHUHD
reclamaciones por violaciones de derechos humanos, las y los funcionarios y operadores que contribuyen
con su accionar en los procesos deben asumir desde el primer momento una suerte de “alerta” para darle a
ODLQYHVWLJDFLyQXQpQIDVLVRSULRULGDGTXHGHEHUiLQWHQVLÀFDUVHVHJ~QVHDXQFDVRXUJHQWHRHQIXQFLyQGH
ODVSHUVRQDVDIHFWDGDVTXHUHTXLHUDQGHXQWUDWRSUHIHUHQWHRGHDFFLyQDÀUPDWLYD32. Si ellos fracasan en su
tarea, el derecho de petición y el acceso a la justicia se diluyen sin la debida respuesta.
De esta manera, las nociones de acceso a la justicia, operadores de justicia y debido proceso se encuentran
LQWHUGHSHQGLHQWHPHQWHUHODFLRQDGDV\H[LJHQXQDFRRUGLQDFLyQSOHQDDÀQGHVXORJURHIHFWLYR
En consecuencia, un primer acento debe dirigirse hacia los cuerpos de operadores del sistema de justicia
como sujetos fundamentales en la consolidación del acceso a la justicia y el debido proceso.

31 Se sigue en este punto: Rodríguez Rescia, Víctor, “Curso autoformativo en materia de acceso a la justicia y derechos
humanos en Honduras”…
32 Ibídem.

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La Revuelta
INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

2. Los operadores de justicia

2.1 La función institucional de las y los operadores de justicia


El acceso a la justicia exige diversos requerimientos de sus operadores. En primer término, el órgano
jurisdiccional debe reunir los requisitos necesarios que lo consoliden como el “juez natural” garantizado
por la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Convención Americana o CADH) en su
artículo 8.1 como un órgano independiente e imparcial. Es, justamente, la imparcialidad el pilar básico
al que conllevan los restantes principios de independencia judicial y del juez natural33.
Así, por ejemplo, en el caso Bueno Alves v. Argentina34, la Corte IDH señaló como principios aplicables
los de independencia, imparcialidad, competencia, diligencia y acuciosidad, que deben adoptarse en
cualquier sistema jurídico.
Sin embargo, más allá de las garantías institucionales que contribuyen a la consagración y efectivización
de los principios de imparcialidad, independencia judicial y juez natural, para que las y los juzgadores
actúen de manera plena como operadores del sistema internacional de derechos humanos es necesario
un compromiso propio que internalice las exigencias institucionales y normativas.
Por otra parte, y dado que el sistema de justicia incluye todas las instituciones y procedimientos
establecidos por la sociedad, sean formales, tradicionales o alternativos, para determinar derechos y
UHVROYHUFRQÁLFWRVHQHORUGHQLQWHUQR\VXEVLGLDULDPHQWHHQHORUGHQLQWHUQDFLRQDOWRGRVDTXHOORV
operadores de justicia enlazados en el mapa del acceso a la justicia como servicio público deben también
serlo de los derechos humanos, potenciando su efectiva vigencia. Ello repercute no sólo en los diversos
agentes judiciales, sino también en las y los abogados y, particularmente, en las instituciones tales
FRPRHO'HIHQVRUGHO3XHEOR\ODGHIHQVDS~EOLFDFX\DVIXQFLRQHVHVSHFtÀFDVFRQVLVWHQHQYHODUSRU
los derechos de las personas a las que brindan asistencia frente o contra órganos y agentes del Estado
que los afectan.
Uno de los obstáculos subjetivos para acceder a la justicia de mayor expansión en los diversos regímenes
comparados es la falta de credibilidad en las y los operadores judiciales y la imagen social de que no
resultan aptos para tutelar las vulneraciones de los derechos35. Fundamentalmente, la corrupción en
sus diversas variables, actúa como dique de contención y frustración del acceso a la justicia, el debido
proceso y la credibilidad de las personas en la administración de justicia.
La problemática de la corrupción como escenario de violación de derechos humanos se multiplica en
diversas direcciones. En primer término, si los casos se resuelven a favor de una de las partes y en
perjuicio de otra que tal vez tenía el derecho, se viola el acceso a la justicia, la justicia en sí misma
y el debido proceso. Asimismo, “si los casos de corrupción ocurren con bienes o intereses públicos
que generan una afectación en programas públicos como vivienda, alimentación y seguridad social en
general, habrá una violación a derechos económicos, sociales y culturales en perjuicio del sector más
H[FOXLGR\YXOQHUDEOHTXHVHUtDHOEHQHÀFLDULRGHHVRVSURJUDPDV(QWDOVHQWLGRFXDQGRODFRUUXSFLyQ
y su investigación o la falta de ella, inciden en perjuicios generales, toda la sociedad se constituye

33 Ver los principios básicos relativos a la independencia de la judicatura aprobados por el Séptimo Congreso de las Naciones
Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, Milán, 1985.
34 Corte IDH, Caso Bueno Alves v. Argentina, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 11 de mayo de 2007, Serie C No.
164, párr. 108.
35 Ver, por ejemplo, el diagnóstico formulado por el Sr. Presidente de la Corte Suprema de la Nación Argentina en el “Plan
de Políticas de Estado para el Poder Judicial”, disponible en: <http://www.cij.gov.ar>, a octubre de 2011.

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MÓDULO DE ACCESO A LA JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA

en parte afectada o víctima de ese delito, lo que en un sentido amplio del acceso a la justicia, no solo
habría afectado los intereses del Estado, sino a toda la población en conjunto”36.
Ante estas situaciones, el compromiso de carácter ético mencionado toma relevancia. Este compromiso
SDUWHGHODLGHDGHXQDÀGHOLGDGSRUSDUWHGHODV\ORVRSHUDGRUHVDXQDpWLFDFROHFWLYDTXHGHEHLU
aparejada en la defensa de las instituciones democráticas y el funcionamiento del Estado de Derecho.
Este compromiso interno con las nociones pilares del sistema debe proyectarse en el quehacer cotidiano
de la administración de justicia a través del accionar de todos los actores que participan en los procesos
judiciales y administrativos, en sus diversas funciones y jerarquías, así como también de las personas
usuarias del sistema, las y los representantes legales, auxiliares de la justicia, etcétera, de tal manera
que todos participen de la conducta ética necesaria para que la administración actúe, efectivamente,
como una administración de justicia.
En este ámbito, la adopción de decisiones institucionales por parte de quienes detentan la máxima
representación de los diversos organismos y sus integrantes contribuye con la toma de conciencia
LQVWLWXFLRQDOGHODH[LJHQFLDGHOFRPSURPLVRpWLFR5HVXOWDHMHPSOLÀFDQWHHOFDVRGHOD'HIHQVRUD*HQHUDO
de la Nación Argentina, quien resalta la política institucional de formación de las y los integrantes
del Ministerio Público de la Defensa en cuanto operadores del orden regional e internacional de los
GHUHFKRVKXPDQRV\DUWtÀFHVGHODFFHVRDODMXVWLFLD
De esta manera se podrá superar el obstáculo de la falta de credibilidad institucional que muchos
usuarios del sistema tienen respecto del órgano judicial, contribuyendo a lograr, en forma efectiva, la
legitimación de la administración de justicia.

2.2 Responsabilidad del Estado y de los operadores de justicia


La exigencia presentada no es meramente moral, sino que implica además una obligación que si se
incumple puede generar responsabilidad individual e incluso responsabilidad del Estado en el ámbito
internacional si como consecuencia de esos actos se obstaculiza la justicia, el debido proceso y, en
general, la vigencia de los derechos humanos en juego.
Es decir, debe combinarse la prevención de las conductas antiéticas mediante patrones culturales
y educativos, con la gestación de un marco de responsabilidad colectiva e institucional, así como
personal.
(QFRQVHFXHQFLDHVGHEHUGHO(VWDGRDUWLFXODUPHFDQLVPRVDÀQGHTXHVHYHULÀTXHODUHVSRQVDELOLGDG
personal, disciplinaria, civil y aún penal si la conducta fuera típica penalmente.
Estas exigencias de responsabilidad se enmarcan en las consideraciones vertidas por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos respecto a la “obligación internacional” del Estado de investigar y castigar a
quienes resulten responsables de violaciones de los derechos humanos; deber que en determinadas
situaciones puede verse restringido por conductas contrarias de operadores u operadoras judiciales37.
Efectivamente, cuando se plantea una petición relativa a violaciones de derechos humanos, el Estado
VHHQFXHQWUDFRQODREOLJDFLyQGHOOHJDUDODYHUGDGGHORVKHFKRVSDUDLGHQWLÀFDUUHVSRQVDEOHVGHÀQLU
las reparaciones de las violaciones a los derechos humanos y asentar las responsabilidades individuales
e institucionales. Las y los operadores de justicia, como parte de este aparato, deben reaccionar ante

36 Rodríguez Rescia, Víctor, “Curso autoformativo en materia de acceso a la justicia y derechos humanos en
Honduras”…
37 Ver las decisiones de la Corte IDH en los casos Suárez Rosero y otros v. Ecuador y Garrido y Baigorria v. Argentina.

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INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

casos de violaciones de derechos humanos que “son de una naturaleza tan particularmente grave que
se requiere enviar un mensaje claro de combate a la impunidad para que hechos de esa naturaleza no
se repitan. Esa tarea es una obligación ineludible de todos los operadores de justicia, desde los que
investigan hasta los que sentencian”38.
La Corte Interamericana ha establecido una serie de parámetros en miras a concretizar la obligación
de investigar y castigar hechos relacionados con violaciones de derechos humanos. Estos sirven de
guía para aquellos órganos a cuyo cargo se encuentra la investigación y castigo de tales violaciones,
con miras a la realización de la verdad, con remisión al “Manual sobre la prevención e investigación
efectiva de ejecuciones extrajudiciales, arbitrarias y sumarias de Naciones Unidas”.
3DUDOHODPHQWHFXDQGRXQDYLRODFLyQGHGHUHFKRVKXPDQRVKDRFXUULGRSRUXQDGHÀFLHQWHDFWXDFLyQ
en la investigación que violó el acceso a la justicia y el debido proceso y, consecuentemente, otros
derechos, como la libertad personal o la integridad personal, y ello responde a un acto de un operador
de justicia, se evidencia que ese actuar implica responsabilidad internacional del Estado39.
Por ejemplo, en el caso Bulacio v. Argentina, la Corte IDH señaló que al desarrollarse el proceso penal
contra los imputados como autores de los delitos en análisis ante los órganos judiciales argentinos, la
defensa había articulado una serie de planteos procesales que habían impedido que el proceso pudiera
avanzar hasta su culminación natural, lo que había dado lugar a que se opusiera la prescripción de la
acción penal. La Corte señaló que esa práctica había sido tolerada y permitida por los órganos judiciales
intervinientes, con olvido de que su función no se agota en posibilitar un debido proceso que garantice
la defensa en juicio, sino que debe además asegurar, en tiempo razonable40, el derecho de la víctima
o sus familiares a saber la verdad de lo sucedido y que se sancione a los eventuales responsables.
Continuó explicando que el derecho a la tutela judicial efectiva exige entonces a los jueces que dirijan
el proceso de modo de evitar que dilaciones y entorpecimientos indebidos conduzcan a la impunidad,
frustrando así la debida protección judicial de los derechos humanos.
En un sentido similar, en dos casos relativos a torturas, el tribunal resolvió la responsabilidad del Estado
argentino por entender, entre otros aspectos, que las autoridades estatales no actuaron con arreglo a las
exigencias del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, puesto que los funcionarios judiciales
HQFDUJDGRVGHODLQVWUXFFLyQGHODFDXVDQRRUGHQDURQGHRÀFLRHOLQLFLRGHXQDLQYHVWLJDFLyQPLQXFLRVD
que garantizara la pronta obtención y preservación de pruebas que permitieran establecer lo que había
sucedido a las víctimas, sino, por el contrario, obstaculizaron la obtención de aquellas41.
En consecuencia, el Tribunal señaló que son inadmisibles las disposiciones de prescripción o cualquier
obstáculo de derecho interno mediante el cual se pretenda impedir la investigación y sanción de los
responsables de las violaciones de derechos humanos, y consideró que las obligaciones generales
consagradas en los artículos 1.1 y 2 de la Convención Americana requieren de los Estados partes la
pronta adopción de providencias de toda índole para que nadie sea sustraído del derecho a la protección

38 Rodríguez Rescia, Víctor, “Curso autoformativo en materia de acceso a la justicia y derechos humanos en
Honduras”…
39 Ver las decisiones de la Corte IDH en los casos Suárez Rosero y otros v. Ecuador, Garrido y Baigorria v. Argentina,
Velásquez Rodríguez v. Honduras, Godínez Cruz v. Honduras y Servillón v. Honduras.
40 Corte IDH, Caso Hilaire, Constantine y Benjamin y otros v. Trinidad y Tobago, fondo, reparaciones y costas, sentencia
de 21 de junio de 2002, Serie C No. 94, párrs. 142 a 144; Caso Suárez Rosero v. Ecuador, fondo, sentencia de 12 de
noviembre de 1997, Serie C No. 35, párrs. 71 y 72; y Caso Genie Lacayo v. Nicaragua, fondo, reparaciones y costas,
sentencia de 29 de enero de 1997, Serie C No. 30, párr. 77.
41 Ver Casos Bayarri y Bueno Alves contra Argentina.

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MÓDULO DE ACCESO A LA JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA

judicial, consagrado en el artículo 25 de la Convención Americana. Finalmente, a la luz de lo anterior,


sostuvo que era necesario que el Estado prosiguiera, concluyendo la investigación del conjunto de los
hechos y sancionando a los responsables.
Paralelamente, esta actuación personal del funcionario no puede quedar impune, sino que el Estado
debe arbitrar los medios para su sanción, ya sea en el marco de un proceso penal, si se demuestra que
hubo comisión de delito, o bien en el ámbito civil.

3. Quien juzga como garante del debido proceso legal


Además de su imparcialidad e independencia, y de actuar como operador del compromiso ético
señalado, quien juzga debe siempre desempeñarse como garante del espectro de derechos concebido
como debido proceso legal.

3.1 El debido proceso legal

El debido proceso legal es “el derecho de toda persona a ser oída con las debidas garantías y dentro de un
plazo razonable por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad
por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada en su contra o para la determinación
de sus derechos de carácter civil, laboral, fiscal u otro cualquiera”42.

Como se ha analizado precedentemente, las nociones de acceso a la justicia y debido proceso se


encuentran íntimamente relacionadas.
Es decir, la Corte Interamericana ha considerado que si bien el Estado está en la obligación de proveer
recursos judiciales efectivos a las personas que aleguen ser víctimas de violaciones de derechos humanos
(artículo 25), es exigencia fundamental que estos recursos deban ser sustanciados de conformidad con
las reglas del debido proceso legal (artículo 8.1), todo ello dentro de la obligación general, a cargo de
los mismos Estados, de garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos reconocidos por la CADH
a toda persona que se encuentre bajo su jurisdicción (artículo 1.1)43.
El tratamiento que la Convención Americana le ha dado al debido proceso está contemplado
fundamentalmente en su artículo 8. Por otra parte, violaciones graves al debido proceso legal no sólo
pueden afectar ese derecho en sí sino otros, como el derecho a la libertad (art. 7). En consecuencia,

42 Artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Cf. Corte IDH, Caso Genie Lacayo v. Nicaragua…
párr. 74.
43 Cfr. Corte IDH, Caso Velásquez Rodríguez v. Honduras, fondo, sentencia de 29 de julio de 1988, serie C No. 4, párr. 91;
Caso Kawas Fernández v. Honduras, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 3 de abril de 2009, Serie C No. 196, párr.
110, y Caso Anzualdo Castro v. Perú, excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 22 de setiembre
de 2009, Serie C No. 202, párr. 122; Caso Radilla Pacheco v. México, excepciones preliminares, fondo, reparaciones
y costas, sentencia de 23 de noviembre de 2009, Serie C No. 209, párr. 190. Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), “El acceso a la justicia como garantía de los derechos económicos, sociales y culturales. Estudio
de los estándares fijados por el sistema interamericano de derechos humanos”, OEA/Ser.L/V/II.129, 7 de setiembre de
2007, párr. 17.

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MÓDULO DE ACCESO A LA JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA

MÓDULO II
REFERENCIAS SOBRE EL ACCESO A LA JUSTICIA DE GRUPOS EN CONDICIÓN
DE VULNERABILIDAD EN LA ARGENTINA, DESDE EL ÁMBITO INTERNACIONAL

Objetivo: introducir a las y los lectores en la problemática del acceso a la justicia de grupos en
condiciones de vulnerabilidad a la luz de las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia
de las Personas en Condición de Vulnerabilidad, y presentar las herramientas y los alcances
para comprender la dinámica de las relaciones entre la administración de justicia y los derechos
humanos de grupos en situación especial, con énfasis en las obligaciones que asume el Estado
para la realización del principio de equidad con solidaridad para aquellas personas que, por
razón de su edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas,
étnicas y/o culturales, encuentran especiales dificultades para ejercitar, ante el sistema de
justicia y con plenitud, los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico.

Una justicia que protege a las personas más débiles, excluidas y discriminadas
Anteriormente se ha señalado la íntima conexión existente entre los pilares del moderno Estado Social
de Derecho, el acceso a la justicia, y los mecanismos de igualación para la defensa de los derechos,
recalcando que “el limitado acceso a la justicia constituye, probablemente, una de las formas más
odiosas de exclusión, que no podemos separar de la desigualdad y la pobreza”70. El efecto multiplicador
del acceso a la justicia se propaga en torno al derecho a la igualdad, de tal manera que “el propio
sistema de justicia puede contribuir de forma importante a la reducción de las desigualdades sociales,
favoreciendo la cohesión social”71.
De hecho, la problemática del acceso a la justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad
DKRQGDD~QPiVODVGLÀFXOWDGHVTXHSODQWHDHODFFHVRDODMXVWLFLDHQJHQHUDOSXHVWRTXHDTXHOODVYHQ
multiplicados los obstáculos y esfuerzos a realizar en miras de garantizar el respeto de sus derechos
fundamentales.
Dentro de este marco, la Corte Interamericana, en la OC-17 señaló la necesidad de “reconocer y
respetar las diferencias de trato que corresponden a diferencias de situación, entre quienes participan
en un procedimiento”72. Ya en su jurisdicción contenciosa, en la sentencia del caso de la Comunidad
Sawhoyamaxa v. Paraguay el Tribunal señaló que de los artículos 1.1 y 2 de la CADH “derivan
deberes especiales, determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto

70 Jarquín, Edmundo (BID) y Roberto Cuéllar M. (IIDH), “Presentación”, en: Acceso a la Justicia y Equidad. Estudio en
siete países de América Latina… pág. 12.
71 “100 Reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad”, exposición de
motivos.
72 Corte IDH, Condición jurídica y derechos humanos del niño, opinión consultiva OC-17/02 del 28 de agosto de 2002, Serie
A No. 17, párr. 96.

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INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

GHGHUHFKR\DVHDSRUVXFRQGLFLyQSHUVRQDORSRUODVLWXDFLyQHVSHFtÀFDHQTXHVHHQFXHQWUDFRPR
pobreza extrema, marginación o niñez”73.
La administración de justicia debe actuar como un instrumento para la defensa efectiva de los derechos
GHODVSHUVRQDVHQFRQGLFLyQGHYXOQHUDELOLGDG$ORVÀQHVGHDUULEDUDODVDWLVIDFFLyQGHHVWDH[LJHQFLD
es un requisito fundamental arbitrar mecanismos idóneos de acceso a la justicia sin los cuales la
consagración de sus derechos carecería de vigencia práctica.
Cabe señalar que este diagnóstico implica un nuevo paso en el avance del reconocimiento del derecho
de acceso a la justicia y la exigencia de obligaciones positivas a cargo del Estado para eliminar los
obstáculos al mismo, consistente en la “toma de conciencia acerca de las barreras para el acceso a la
justicia y para el ejercicio de cualquier otro derecho que no son de carácter individual, sino social o
JUXSDO(VWRVLJQLÀFDTXHODVGLÀFXOWDGHVH[SHULPHQWDGDVSRUODVSHUVRQDVSDUDDFFHGHUDODMXVWLFLD
y para ejercer sus derechos se deben en parte a su pertenencia a grupos sociales en situación de
vulnerabilidad”74.
La Cumbre Judicial Iberoamericana gestó la elaboración de unas reglas básicas relativas al acceso a la
justicia de las personas que se encuentran en condición de vulnerabilidad que desarrollan los principios
recogidos en la Carta de Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano
&DQF~Q HVSHFtÀFDPHQWHORVTXHVHLQFOX\HQHQODSDUWHWLWXODGD´8QDMXVWLFLDTXHSURWHJHD
los (y las) más débiles” (apartados 23 a 34).
Las Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia de las Personas en Condiciones de Vulnerabilidad resultan
de vital transcendencia operativa para la administración de justicia, ya que recogen recomendaciones
para los operadores y operadoras de justicia en general. Así, si bien se parte de analizar la promoción
de políticas públicas que garanticen el derecho en estudio, también se aportan herramientas concretas
y prácticas para el trabajo cotidiano de todos las y los servidores y operadores del sistema judicial
y quienes intervienen de una u otra forma en su funcionamiento. Éstas constituyen vías idóneas de
canalización del compromiso ético de las y los operadores judiciales con el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos. Si bien su instrumentación puede ser ejercida por quien juzga, no se encuentran
restringidas a su persona sino que abarcan a todos los diversos sectores involucrados en el sistema,
como los responsables del diseño, implementación y evaluación de políticas públicas dentro del sistema
MXGLFLDOODV\ORVMXHFHVÀVFDOHVGHIHQVRUHVS~EOLFRV75, procuradores y otras personas que prestan
servicio en el sistema de administración de justicia, de conformidad con la legislación interna de cada
país; las y los abogados y demás profesionales del derecho, así como los colegios y agrupaciones en
que se nuclean; las personas que desempeñan sus funciones en las instituciones de ombudsman, policías
y servicios penitenciarios y, con carácter general, todas las personas que operan en el sistema judicial
y quienes intervienen de una u otra forma en su funcionamiento76.

73 Corte IDH, Caso Comunidad Indígena Sawhoyamaxa v. Paraguay, fondo, reparaciones y costas, sentencia de 29 de
marzo de 2006, Serie C No. 146, párr. 154.
74 Andreu-Guzmán, Federico y Christian Courtis, “Comentarios sobre las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a
la Justicia de las Personas en Condición de Vulnerabilidad”. Disponible en: <http://www.mpd.gov.ar/uploads/
Libro%20Defensa%20Publica.pdf>, a octubre de 2011.
75 Ver al respecto la labor realizada por la Asociación Interamericana de Defensorías Públicas (AIDEF) y la
Defensoría Pública de la Nación Argentina. Disponible en: <http://www.mpd.gov.ar/uploads/Libro%20
Defensa%20Publica.pdf>, a octubre de 2011.
76 Regla 24.

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MÓDULO DE ACCESO A LA JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS EN ARGENTINA

Las reglas ponen el acento en la interacción de todos estos operadores, en particular los integrantes de
la defensa pública. El protagonismo de estos en la temática se debe a que “es menester promover la
asistencia técnico-jurídica de las personas en condiciones de vulnerabilidad en los ámbitos de asistencia
legal, y principalmente en el ámbito de la defensa, para defender derechos en el proceso ante todas
las jurisdicciones y en todas las instancias judiciales; por supuesto que la premisa de dicha atención
descansa en la gratuidad de la asistencia técnico-jurídica de calidad a dichas personas”77.
Así, la Regla 29 establece que “se destaca la conveniencia de promover la política pública destinada
a garantizar la asistencia técnico-jurídica de la persona vulnerable para la defensa de sus derechos
en todos los órdenes jurisdiccionales: ya sea a través de la ampliación de funciones de la Defensoría
Pública, no solamente en el orden penal sino también en otros órdenes jurisdiccionales; ya sea a
través de la creación de mecanismos de asistencia letrada: consultorías jurídicas con la participación
de las universidades, casas de justicia, intervención de colegios o barras de abogados”. Seguidamente,
ODVUHJODV\UHÀHUHQDOGHUHFKRDODDVLVWHQFLDGHFDOLGDGHVSHFLDOL]DGD\JUDWXLWD´6HUHVDOWD
ODQHFHVLGDGGHJDUDQWL]DUXQDDVLVWHQFLDWpFQLFRMXUtGLFDGHFDOLGDG\HVSHFLDOL]DGD$WDOÀQVH
promoverán instrumentos destinados al control de la calidad de la asistencia. Se promoverán acciones
destinadas a garantizar la gratuidad de la asistencia técnico-jurídica de calidad a aquellas personas
que se encuentran en la imposibilidad de afrontar los gastos con sus propios recursos y condiciones”.
A su vez, su proyección los trasciende, siendo también una importante herramienta para los diversos
poderes públicos y la sociedad civil.
Básicamente, al englobarse bajo la idea de la articulación de un sistema de justicia que protege a los
más débiles, parte de requerir que las y los operadores del sistema de justicia otorguen a las personas en
condición de vulnerabilidad un trato adecuado a sus circunstancias singulares78. Asimismo, esta especial
tutela debe ser priorizada cuando, teniendo en cuenta la concurrencia de varias causas o por la gran
incidencia de una de ellas, las personas se encuentren en condiciones de mayor vulnerabilidad79.
Ahora bien, es necesario instrumentar mecanismos que permitan garantizar que la consagración de
reglas como las que son objeto del presente estudio no se conviertan en declamaciones ilusorias de
derechos y propuestas superadoras. Es por ello que se recomiendan una serie de pautas a los efectos de
fomentar su efectividad. En primer lugar, se aconseja la creación de instancias permanentes donde se
YHULÀTXHODFRRSHUDFLyQLQWHUFRRUGLQDGDGHORVGLYHUVRVRSHUDGRUHVLQYROXFUDGRVHQODDGPLQLVWUDFLyQ
de justicia, así como entre el Poder Judicial y los otros poderes del estado, y entre los diversos órganos
del sistema federal, incluso dando espacio para la participación de la sociedad civil. Esta cooperación
no se reduce a los límites de cada país, sino que se explaya mediante la creación de espacios que
permitan el intercambio de experiencias en esta materia entre los distintos países.
Asimismo, se recomienda la realización de estudios e investigaciones en esta materia, en colaboración
con instituciones académicas y universitarias, y la gestación de actividades que promuevan una cultura
organizacional orientada a la adecuada atención de las personas en condición de vulnerabilidad, dentro
de la cual la formación y sensibilización de las y los operadores adquiere especial relevancia.

77 García Rubí, Fernando, “La Defensa Pública en los casos de niñez y adolescencia no punible”. Disponible
en: <http://www.mpd.gov.ar/uploads/Libro%20Defensa%20Publica.pdf>, a octubre de 2011.
78 Regla 1.
79 Regla 2

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INSTITUTO INTERAMERICANO DE DERECHOS HUMANOS

1. Personas en condición de vulnerabilidad


La individualización de los sectores vulnerables en cada situación concreta exige un análisis coyuntural
TXHUHTXLHUHWHQHUHQFRQVLGHUDFLyQGLYHUVRVDVSHFWRVTXHSXHGDQUHSHUFXWLUHQGLÀFXOWDGHVSDUDHMHUFLWDU
sus derechos con plenitud ante el sistema de justicia, los cuales cambian de acuerdo a las condiciones
de cada sociedad y país en particular. A ello se suma que las potenciales causas de vulnerabilidad se
yuxtaponen, ahondando los obstáculos al acceso a la justicia y creando escenarios con particularidades
propias en cada situación. Esta variedad de causales, y su multiplicación, exige que en la ponderación de
propuestas superadoras se recomiende la adopción de medidas que mejor se adapten a cada condición
de vulnerabilidad80.
Sin que ello implique pretender agotar las causas a considerar, las Reglas en estudio parten de la
siguiente noción:
Se consideran en condición de vulnerabilidad “aquellas personas que, por razón de su edad,
género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales,
encuentran especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los
derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico”81.
Conforme la regla citada, algunas constantes pueden encontrarse, entre otros, en estos supuestos:
‡ edad,
‡ discapacidad,
‡ pertenencia a comunidades indígenas o a minorías,
‡ victimización,
‡ migración y desplazamiento interno,
‡ pobreza,
‡ género,
‡ pertenencia a una minoría,
‡ privación de libertad.
La referencia ha sido cuestionada por escueta, ya que se señalan como otras categorías no mencionadas
en las Reglas a la condición de persona extranjera, que no se limita a la de migrante o refugiada (la
&RQYHQFLyQGH9LHQDVREUH5HODFLRQHV&RQVXODUHVïUDWLÀFDGDSRUODPD\RUtDGHORV(VWDGRVGHODUHJLyQ
\ODSURSLDMXULVSUXGHQFLDGHOD&RUWH,QWHUDPHULFDQDïHVWDEOHFHQODREOLJDFLyQGHO(VWDGRFXDQGRXQD
SHUVRQDH[WUDQMHUDHVGHWHQLGDGHQRWLÀFDUOH´GHVXGHUHFKRDHVWDEOHFHUFRQWDFWRFRQXQIXQFLRQDULR
consular e informarle que se halla bajo custodia del Estado”). También las personas pertenecientes a
minorías sexuales, integrantes de las comunidades afrodescendientes, víctimas y familiares de víctimas
de graves violaciones de derechos humanos y víctimas de ciertos delitos graves, colocadas en situación
GHYXOQHUDELOLGDGHQUD]yQGHODQDWXUDOH]DGHOGHOLWRPLVPR SRUHMHPSORGHOLWRVVH[XDOHV\HOWUiÀFR
de seres humanos), así como la consideración expresa de la noción de víctima colectiva82.

80 Regla 25.
81 Regla 3.
82 Andreu-Guzmán, Federico y Christian Courtis, “Comentarios sobre las 100 Reglas de Brasilia sobre Acceso a la Justicia
de las Personas en Condición de Vulnerabilidad”…

32
.-:27:-.
La Revuelta
1.3. 1
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes
del Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Misión, visión y objetivos del Poder
Judicial

.-:28:-.
La Revuelta
0$18$/
'(,1)250$&,Ð1,167,78&,21$/
<23(5$7,9$)81&,21$/
3$5$,17(*5$17(6'(/32'(5-8',&,$/'(&Ð5'2%$

$SUREDGRSRU$FXHUGR1ƒ6HULH´$µGHO 
9HUVLyQDFWXDOL]DGD$xR

WZdWZd/EEd

$XWRUHV
7HF55++$OHMDQGUR$UULHWWR
/LF(YDQJHOLQD(WFKHEHVW
&UD0DGHORV$QJHOHV(WFKHEHVW
/LF,OHDQD*XHUUHUR


.-:29:-.
La Revuelta
0,6,Ð12%-(7,926<9,6,Ð1,167,78&,21$/

(QHOJRELHUQRWULSDUWLWRTXHHPHUJHGHODIRUPDUHSXEOLFDQDGHJRELHUQRDGRSWDGDSRU
OD &RQVWLWXFLyQ 1DFLRQDO FRH[LVWHQ GH PDQHUD LQWHUGHSHQGLHQWH \ HTXLOLEUDGRV WUHV
GHSDUWDPHQWRV R UDPDV HVWDWDOHV GH LJXDOGLJQLGDGIRUPDO 3RGHUHV  DODV FXDOHV VHOHV
DVLJQDXQDIXQFLyQEiVLFD\HVHQFLDOTXHODMXVWLILFDQ\TXHFRQVWLWX\HQODUD]yQGHVHUVX
H[LVWHQFLD

(O 3RGHU -XGLFLDO HV XQD UDPD GHO JRELHUQR TXH WLHQH FRPR PLVLyQ DVHJXUDU OD
VXSUHPDFtDFRQVWLWXFLRQDOHTXLOLEUDUHOIXQFLRQDPLHQWRGHORVRWURV3RGHUHVJDUDQWL]DUOD
VHJXULGDGMXUtGLFDGHWRGRVORVKDELWDQWHVHLQVWLWXFLRQHV\GHIHQGHUODSD]VRFLDODWUDYpV
GHODMXVWDLQWHUSUHWDFLyQGHODOH\

(VWR LPSOLFD TXH WRGRV ORV TXH LQWHJUDPRV HO 3RGHU -XGLFLDO GHEHPRV FRQVLGHUDU FRPR
SULQFLSLR\YDORUIXQGDPHQWDODOD-XVWLFLD\DORUGHQMXUtGLFRVRFLDOMXVWRHO'HUHFKR
/RV SUHFHSWRV GHO 'HUHFKR VRQ WDQWRV FXDQWRV VRQ ODV OH\HV SHUR VH GLVWLQJXHQ ORV
VLJXLHQWHV

 +RQHVWHYLYHUH YLYLUKRQHVWDPHQWH 
 $OWHUXPQRQODHGHUH QRKDFHUPDODORWUR 
 6XXPFXUTXHWULEXHUH GDUDFDGDXQRORVX\R 

/RVREMHWLYRVTXHVHSURSRQHDOFDQ]DUHO3RGHU-XGLFLDOVRQ

*DUDQWL]DUODSURWHFFLyQGHORVGHUHFKRV\OLEHUWDGHVGHODVSHUVRQDV
5HVROYHUORVFRQIOLFWRVHPHUJHQWHVGHODFRQYLYHQFLDVRFLDOHLQVWLWXFLRQDO
$FWXDUFRQLQGHSHQGHQFLDIXQFLRQDOLPSDUFLDOLGDG\REMHWLYLGDG
7UDEDMDUFRQYRFDFLyQHQWUHJDFRPSURPLVRHLGHQWLILFDFLyQSOHQDFRQODVIXQFLRQHV
,QFUHPHQWDUODFHOHULGDG\FDOLGDGGHODVGHFLVLRQHVMXGLFLDOHVWHQGLHQWHVDFRQVROLGDU
XQD -XVWLFLD LQGHSHQGLHQWH HILFLHQWH \ HILFD] FRQ XQ URVWUR PiV KXPDQR \ XQ
SURIXQGRFRQWHQLGRpWLFRHQVXDFFLRQDU 'U'RPLQJR-XDQ6HVLQ 

/D9LVLyQGHOPLVPRHV
 6HU XQ 3RGHU -XGLFLDO LQGHSHQGLHQWH UHVSHWDGR FRQ SUHVWLJLR FRQILDEOH
WUDQVSDUHQWH LQWHJUDGR SRU 0DJLVWUDGRV )XQFLRQDULRV \ (PSOHDGRV LGyQHRV \
HILFLHQWHV FDUDFWHUL]DGR SRU OD H[FHOHQFLD HQ HO VHUYLFLR HO DFFHVR RSRUWXQR H
LQGLVFULPLQDGRDODMXVWLFLD\TXHJDUDQWLFHODVHJXULGDGMXUtGLFD

 0LVLyQ 2UJDQL]DFLRQDO %UHYH HQXQFLDGR TXH VLQWHWL]D ORV SULQFLSDOHV SURSyVLWRV HVWUDWpJLFRV \ ORV YDORUHV HVHQFLDOHV

TXHGHEHUiQVHUFRQRFLGRVFRPSUHQGLGRV\FRPSDUWLGRVSRUWRGDVODVSHUVRQDVTXHFRODERUDQHQHOGHVDUUROORGHOD
RUJDQL]DFLyQ

9LVLyQ(VWDGRIXWXURGHVHDGRSRUODRUJDQL]DFLyQTXHRULHQWDODVGHFLVLRQHV\DFFLRQHVGHODPLVPD


.-:30:-.
La Revuelta
(675$7(*,$32/Ì7,&$6<3/$1(6'($&&,Ð1,167,78&,21$/(6

/D (VWUDWHJLD TXH VH SURSRQH DOFDQ]DU HV UDFLRQDOL]DU\RSWLPL]DUORV UHFXUVRV GLVSRQLEOHV
WHQGLHQWHV D SUHVWDFLyQ GH XQ VHUYLFLR GH MXVWLFLD PiV HILFLHQWH VDWLVIDFLHQGR DVt ODV
QHFHVLGDGHVGHOFLXGDGDQR\FRQWULEX\HQGRDXQDVRFLHGDGPiVMXVWDLJXDOLWDULD\OLEUH

3DUD HOOR KD GHILQLGR ODV VLJXLHQWHV 3ROtWLFDV  R OLQHDPLHQWRV JHQHUDOHV TXH GHILQHQ OD
JHVWLyQRUJDQL]DFLRQDO

$JLOL]DFLyQGHOSURFHVRMXGLFLDO
&DOLGDGHILFLHQFLD\PHMRUDFRQWLQXDGHODJHVWLyQMXGLFLDO
&DSDFLWDFLyQ
,QIRUPDWL]DFLyQ
$GPLQLVWUDFLyQ GH ORV UHFXUVRV KXPDQRV HFRQyPLFRV ILQDQFLHURV \ ItVLFRV
GLVSRQLEOHV

(VWH GLUHFFLRQDPLHQWR VH WUDGXFH HQ ORV 3ODQHV GH DFFLyQ  TXH VH PHQFLRQDQ D
FRQWLQXDFLyQ

5HGXFFLyQGHODPRUDMXGLFLDO
5HFRQYHUVLyQHGLOLFLD
3URJUDPDGHPRGHUQL]DFLyQDGPLQLVWUDWLYD
,QFRUSRUDFLyQGHWHFQRORJtDLQIRUPiWLFD\GHFRPXQLFDFLRQHV
5pJLPHQGHLQJUHVR\SURPRFLyQSRUFRQFXUVRGHDQWHFHGHQWHV\RSRVLFLyQ
&UHDFLyQGHOD(VFXHODGH&DSDFLWDFLyQ\3HUIHFFLRQDPLHQWR'U5LFDUGR1~xH]
,PSOHPHQWDFLyQGH6LVWHPDGH$GPLQLVWUDFLyQGH&DXVDV 6$& 
&UHDFLyQGHO&RPLWpGH*HVWLyQ

 ,QIRUPDFLyQH[WUDtGD GHO 3UR\HFWRGH0RGHUQL]DFLyQ  3ODQGH5HIRUPD*OREDOGHO 3RGHU -XGLFLDOGH &yUGRED&HQWUR


GH(VWXGLRV\3UR\HFWRVGHO3RGHU-XGLFLDOGH&yUGRED

(6758&785$25*É1, &$)81&,21$/

6HJ~Q OR H[SUHVDGR HQ OD &RQVWLWXFLyQ 3URYLQFLDO GH &yUGRED HO 3RGHU -XGLFLDO GH OD
3URYLQFLD HV HMHUFLGR SRU XQ 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD \ SRU ORV GHPiV WULEXQDOHV
LQIHULRUHV FRQ OD FRPSHWHQFLD PDWHULDO WHUULWRULDO \ GH JUDGR TXH HVWDEOHFH HVWD
&RQVWLWXFLyQ\ODOH\UHVSHFWLYD
3RUVXSDUWHOD/H\2UJiQLFDGHO3RGHU-XGLFLDOHVWDEOHFHTXHHOPLVPRHVHMHUFLGRSRUHO
7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDSRUODV&iPDUDV\SRUORV-XHFHVGHORVGLVWLQWRVIXHURV\GH
3D]
/DVGHSHQGHQFLDVGHO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDVHDJUXSDQHQGRViUHDVGHDFFLyQ
HVSHFtILFDÉUHD$GPLQLVWUDWLYD\ÉUHD-XULVGLFFLRQDOODVTXHDQDOL]DUHPRVPiVDGHODQWH


(VWUXFWXUD2UJiQLFR²IXQFLRQDOHVODUHSUHVHQWDFLyQIRUPDOGHODVUHODFLRQHVODERUDOHVGHILQHODVWDUHDVHVWDEOHFHORV
PHFDQLVPRVGHFRRUGLQDFLyQ\ILMDORVQLYHOHVGHGHFLVLyQ


.-:31:-.
La Revuelta
/D HVWUXFWXUD RUJiQLFD ² IXQFLRQDO PXHVWUD ORV QLYHOHV GH GHFLVLyQ \ ODV iUHDV GH
IXQFLRQDPLHQWRGHXQDRUJDQL]DFLyQ
%DMRODVH[SUHVDVSUHYHQFLRQHVTXHLPSRQHOD/H\)XQGDPHQWDO $UW FDGDSURYLQFLDHV
VREHUDQDHQHOGLVHxRGHODHVWUXFWXUDRUJiQLFDWHUULWRULDOODVFRPSHWHQFLDVIXQFLRQHV\
SUHUURJDWLYDVGHVXVWULEXQDOHV\GHSHQGHQFLDVMXGLFLDOHV
3DUDTXH8GSXHGDYLVXDOL]DUDVLPSOHYLVWDODHVWUXFWXUDMHUiUTXLFD²IXQFLRQDOGHO3RGHU
-XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD GH &yUGRED OH DFHUFDPRV HO RUJDQLJUDPD HO FXDO SHUPLWH
REVHUYDUODVSULQFLSDOHViUHDVyUJDQRV\GHSHQGHQFLDVTXHGHVDUUROODQODIXQFLyQMXGLFLDO

25*$1,*5$0$*(1(5$/'(/75,%81$/683(5,25'(-867,&,$


.-:32:-.
La Revuelta
1.3. 2
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Estructura organica funcional

.-:33:-.
La Revuelta
ÐUJDQRVGHSHQGLHQWHVGHO76-\ÉUHD$GPLQLVWUDWLYD
3RU $FXHUGR 1ƒ  GH IHFKD  HO 76- FRPR UHVSXHVWD D ODV PD\RUHV \
FUHFLHQWHV H[LJHQFLDV GHO VHUYLFLR LPSOHPHQWy XQD UHIRUPD GHO iUHD DGPLQLVWUDWLYD GHO
3RGHU -XGLFLDO 6H FUHD D WDOHV ILQHV OD IXQFLyQ GH $GPLQLVWUDGRU *HQHUDO GHO 3RGHU
-XGLFLDO\TXHGDPRGLILFDGRHOiUHDDGPLQLVWUDWLYD\yUJDQRVFRQVXOWLYRV





 
.-:34:-.
La Revuelta
25*$1,*5$0$32'(5-8',&,$/&$3,7$/

75,%81$/683(5,25'(-867,&,$

0HVD(QWU*UDO)&LY\&RP0HV D 2ILFLQDGH 0,1,67(5,238%/,&2),6&$/


5HODW6DO&LY\&RP 6HF&LY\&RP (QWUD*UDO)/DERUDO &RRUGLQ9LRO)OLDU
5HODW6DO&RQW$GP 6HF&RQW$GP 2ILFLQDGH5HFHSFLyQGH([SHGLHQWHV
5HODW6DO3HQDO 6HF/DERUDO YHURUJDQLJUDPDLQWHUQR
),6&$/,$*(1(5$/
5HODW6DO/DERUDO 6HF(OHFWRUDO
5HO(OHFWRUDO\GHFRPS 6HF6XP$GPLQLVW
RULJLQ 6HF3HQDO
5HODWRULDV  6HFUHWDULDV 
5HO$VXQWRVGH*RE\ 0HVD(QWU)XHUR3HQDO 0HVD$WHQFLyQ3WH7ULE3HQDOHV
$GPLQGHO3RGHU-XGLFLDO 2I$XWRP6HFXHVWUFDXVDVSHQDOHV
6HFUHWDUtDGH([KRUWRV 2ILFLQDGH-XUDGRV
8QLGDGGH*HVWLyQGH$XGLHQFLDV8*$ 2ILFLQDGH&RRUGLQDFLyQ
&$0$5$6<),6&$/,$6'(&$0$5$6

&iP&RQW$GPLQLVW &iPHQOR&LYLO\&RPHUFLDO &iPGH)DPLOLD &iPDUDVHQOR&ULPLQDO &iPDUDGH$FXVDFLyQ &iPDUDGHO7UDEDMR


                        )LVFGH&iPGH$FXV DFLyQ 6$/$6
)LVFDOtDGH&iPDUDV )LVFDOtDGH&iPDUDV )LVFDOtDGH)DPLOLD )LVFDOtDVGH&iPDUDVHQOR&ULPLQDO           
          
2IGH&RQFLOLDFGHOD&DP8QLFD7UDE
-8=*$'26),6&$/,$6$6(625,$6$8;7(&3(5,726

-X]JDGRVHQOR&LYLO\&RPHUFLDO -X]JGH&RQFLOLDFLyQ
-X]JDGRVGH)DPLOLD )LVFDOtDVGH,QVWUXFFLyQ -X]&RUUHFF
0HVDGH(QWUDGDVGHORV-X]JGH
           0HVD\/LEUR(QWUDGDV 1LxH]-XY\9LRO)OLDU 'LVWULWRV 7XUQRV             

               'LVWU-XG ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ -GH)DOWDV
-X]JDGR3HQDO
-XYHQLO 'LVWU-XG ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ž

.-:35:-.
            )LVF&RUUHFF $VHVGHO7UDEDMR
'LVWU-XG ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ

La Revuelta
           ƒ ƒ ƒ ƒ       
-X]JGH1LxH]-XYHQWXG\
'LVWU-XG ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ ƒ
-X]J&RQFXUVRV\6RF 9LROHQFLD)OLDU
ÉUHD-XULVGLFFLRQDO\0LQLVWHULR3~EOLFR &DSLWDO 

-X]JGH&RQWUGH
ƒ ƒ ƒ ƒ )LVF,QVž1RP )LVF,QVž1RP -X]JDGRVGH&RQWURO -X]JGH&RQWUHQ
OXFKDFRQWUDHO
)LVF,QV/XFKD&1DUFRWUDILFR ž ž OR3HQDO(FRQyP
&RQF &RQF &RQF &RQF $VHVRUtDVGH)DPLOLD        1DUFRWUiILFR
0HVD\/LEUR(QWUDGDV )LVF,QVWU3HQDO(FRQyPLFR ž ž
-&LY -&LY -&LYD -&LYD )LVFDOtD3HQDO-XYHQLO
      )LVF,QVWUGH9LROHQFLD)DPLODU ž ž ž $VHV/HWUDGDV3HQDOHV
&RQF &RQF &RQF &RQF    
-&LY -&LY -&LY -&LY -(MHF3HQDO       
-X](MHF)LVF $VHVRUtDGH1LxH]\-XYHQWXG -X]JDGR(OHFWRUDO          
0H VDGH(QWUDGDGH
6HF*HVWLRQ&RPXQGHORV7ULE(MHF)LVFDO 'HQXQFLDVSRU $VHVRUtDGH1LxH]\-XYHQWXG       
9LROHQFLD)PDLOLDU
-(MHF -(MHF -FFRPS(MHF        
-&LY -&LY )LVF1ž
$'0,1,675$&,21*(1(5$/'(/32'(5-8',&,$/

9HU2UJDQLJUDPD,QWHUQR

6HFUHWDUtD/HJDO
\7pFQLFDGHO
3RGHU-XGLFLDO

)LVFFFRPS&LY $VHV/HWU&LYLOHV\&RP
&RP\/DERUDO 6HFUHW$VHV/HW&LY\&RP
         $UHDGH7HFGHOD
$UHDGH $UHDGH5HFXUVRV $UHDGH $UHDGH6HUYLFLRV
,QIRUPDFLyQ\ $UHDGH$UFKLYR
$GPLQLVWUDFLRQ +XPDQRV ,QIUDHVWUXFWXUD -XGLFLDOHV
7HOHRPXQLFDFLRQHV

&UHDGDVSHURQRHQIXQFLRQDPLHQWR


25*$1,*5$0$32'(5-8',&,$/,17(5,25
D&,5&816&5,3 D&,5&816&5,3
-8',&,$/ -8',&,$/
&$5/263$= $/7$*5$&,$ 56(*81'2 -(6860$5,$ 5,2&8$572 /$&$5/27$ +5(1$1&2
0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO)OLDU 0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO 0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO)OLDU 0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO)OLDU &iP&LY\&RP\GH)OLDD1 -&LYFFRPSHQ)OLD\ $VHVRULD/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV -X]JD,QVWHQOR&LY&RP -X]JD,QVWHQOR&LY&RP
-X]JHQOR&LY\&RP&RQF -X]J&LY&RP&RQF -X]J&LY&RP&RQF -X]J&LY&RP&RQF &iP&LY&RP\&RQW$GPD1 9LRO)OLDU    GH)DPLOLD\&RQFLOLDFLyQ GH&RQFLOLDFLyQ\)DPLOLD
\)DPLOLD \GH)DPLOLDD1RP \GH)DPLOLD \GH)DPLOLD )LVFGH&iP&LY&RP\GH)OLD -X]JGH&RQFLOLDFLyQ 8QLGDG-XGLFLDO   -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOW
  -X]J&LY&RP&RQFLO\)OLD 2I8QLFD(MHF)LVFDO -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV &iPDUDGHO7UDEDMR   %LEOLRWHFD )LVFGH,QVWUXF\GH)OLD )LVFGH,QVWUXF\GH)OLD
2ILFLQDGH(MHFXF3DUWLFXODUHV GHD1RP&RQFXUVRV -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV )LVF,QVWUXF\GH)OLD &iPDUDHQOR&ULP\&RUUD1 -X]J1Lx-XY\9LRO)OLDU\3HQ-XY $UFKLYR5HJLRQDOD&LUF $VHVRUtD/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV $VHV/HWFIXQFLRQHVP~OWLSOHV
2ILFLQDGH(MHFXFLRQHV)LVFDOHV 2I8QLFD(MHF)LVFDO )LVF,QVWUXF\GH)OLD $VHV/HWUFIXQFLRQHVPXOWLSOHV &iPDUDHQOR&ULPLQDOD1RP -X]JDGRGH&RQWURO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU $\XGDQWH)LVFDO
-X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV $\XGDQWH)LVFDO )LVF&iPDUDV&ULP\&RUUHFF -X]JDGRGH(MHFXFLyQ3HQDO &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ $\XGDQWH)LVFDO $UFKLYR5HJLRQDO
$UFKLYR5HJLRQDO )LVFDOLDGH,QVWUFFRPS0XOWLSOH (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU 0HVD(QWU-X]J1Lx-XY9LRO)OLDU\3HQ-XY )LVFDOtD&RUUHFFLRQDO 2I8QLFD(MHFXFLRQ)LVFDO $UFKLYR5HJLRQDO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU
)LVF,QVWUFRPSP~OWLSOH ž7 ž7 &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ $UFKLYR5HJLRQDO 0HVD(QWU-X]J&LY&RP)DP )LVF,QVWUXFFLyQ\GH)OLD 2ILFLQDGH(MHFXFLRQHV3DUWLFXODUHV 2ILFLQD8QLFDGH(MHFXFLyQ)LVFDO
ƒ7 ƒ7 $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV $UFKLYR5HJLRQDO 2ILFLQDGH$WHQFLRQ&LXGDGDQD -X]HQOR&LY\&RP\GH)OLD      6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR
6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR $\XGDQWH)LVFDO $\XGDQWH)LVFDO      
$VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV $UFKLYR5HJLRQDO -X]HQOR&LY\&RP)OLD&RQFXU
$\XGDQWH)LVFDO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU
(TXLSR7pFQLFR,QWHULRU

D&,5&816&5,3
D&,5&816&5,3-8',&,$/ D&,5&816&5,3-8',&,$/
-8',&,$/
%(//9,//( 0-8$5(= &'(%86726 90$5,$ 2/,9$ 6)5$1&,6&2 $552<,72
&iPHQOR&LY\&RP )LVF,QVWUXF\)OLD &iPHQOR&LY\&RP -X]JD,QVW&LY&RP&RQFLOLDF &iP&LY\&RP\)OLD -X]JDGRGH(MHFXFLyQ3HQDO -X]JD,QVW&LY&RP&RQFLOLDF &iP&LY\&RP\)OLD )LVFDOtD&RUUHFFLRQDO -X]JD,QVW&LY&RP&RQFLO
GHO7UDEDMR\GH)OLD )LVF,QVWUXF\)OLDD1 GH)DPLOLD\GHO7UDEDMR )DPLOLD&RQWU1LxH]-XYHQWXG &iP&ULP\&RUUHFF )LVFDOtD&RUUHFFLRQDO )DPLOLD&RQWU1LxH]-XYHQWXG &iP&ULP\&RUUHFF )LVF,QVWUXFFLyQ\)OLD )DPLOLD&RQWU1LxH]-XYHQW
&iPHQOR&ULPLQDO $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHVž7 )LVFDOtDGH&iPDUD 3HQDO-XYHQLO\)DOWDV )LVF&iP&ULP&RUUHF -X]J&RQWURO\)DOWDV 3HQDO-XYHQLO\)DOWDV &iPDUDGHO7UDEDMR     3HQDO-XYHQLO\)DOWDV
\&RUUHFFLRQDO $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHVž7 0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO)OLDU 2ILFLQD8QLFDGH(MHFXFLyQ)LVFDO \GH)OLD )LVFGH,QVWU\GH)OLD 2ILFLQD8QLFDGH(MHFXFLyQ)LVFDO )LVFDOtDGHODV&iPDUDV 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR )LVFDOtD,QVWUXFFLyQ
)LVFDOtDGHODV&iPDUDV $\XGDQWH)LVFDO -X]JGHD,QVWHQOR )LVF,QVWUXFFFIXQF &iPDUDGHO7UDEDMR     $VHVRUtD/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV &HQWUR-XG0HGLDFLyQ 2I$SR\RGHO3ODQ3LORWR $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV
-X]JGHD,QVWHQOR $UFKLYR5HJLRQDOD&LUF &LY\&RP&RQF\)OLD )LVF0HQ\GH)OLD 0HVD(QWU-X]J1Lx-XY9LRO)OLDU 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU 0HVD(QWU-X]J1Lx-XY\ $VHVRUtD/HWUFIXQFP~OWLSOHV $UFKLYR5HJLRQDO
&LY\&RP&RQF\)OLD (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU   6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR \3HQ-XY $VHVRUtD/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV $UFKLYR5HJLRQDO 9LRO)OLDU\3HQ-XY    (TXLSR7pFQLFR
  &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ 2ILFLQD8QLFDGH(MHF)LVFDO $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV 2I8QLFD(MHFXFLRQ)LVFDO    -X]&LY\&RP\GH)OLD 0pGLFR)RUHQVH 0257(526
-D,QVW&LY&RP&RQFLOD 2ILFLQDGH(MHF3DUWLFXODUHV (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU 2ILFLQDGH(MHF3DUWLFXODUHV $\XGDQWH)LVFDO    $\XGDQWH)LVFDO -X]JD,QVW&LY&RP&RQFLO
2ILFLQD8QLFDGH(MHFXFLyQ)LVFDO -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV $UFKLYR5HJLRQDO -X]&LY\&RP\GH)OLD &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ -X]JGH&RQFLOLDFLyQ (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU )DPLOLD&RQWU1LxH]-XYHQW
2ILFLQDGH(MHF3DUWLFXODUHV )LVF,QVWUXFF\GH)OLD D D D  (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU -1Lx-XY9LRO)OLDU\3HQ-XY $UFKLYR5HJLRQDOD& 3HQDO-XYHQLO\)DOWDV
-X]J&RQWURO\)DOWDV $VHV/HWFIXQFP~OWLSOHV -X]JGH&RQFLOLDFLyQ $UFKLYR5HJLRQDOD& -X]JGH&RQWURO 2ILFLQDGH(MHF)LVFDO )LVFDOtD,QVWUXFFLyQ
-X]J1Lx-XY\9LRO)OLDU\3HQ-XY $\XGDQWH)LVFDO -X]J1Lx-XY\9LRO)OLDU\3HQ-XY -X]JGH(MHFXFLyQ3HQDO $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHV
)LVFDOtD&RUUHFFLRQDO 'HOHJ$UFKLYR5HJLRQDO $UFKLYR5HJLRQDO
6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU /$69$5,//$6 (TXLSR7pFQLFR
&HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ -X]JD,QVW&LY&RP&RQF)OLD )LVFDOtDGH,QVWUXFFLyQ
&RQWU1LxH]-XY3HQDO-XYHQLO\)DOWDV $VHVRUtD/HWUFIXQFP~OWLSOHV
(TXLSR7pFQLFR $UFKLYR5HJLRQDO

D&,5&816& D&,5&816&
D&,5&816&5,3-8',&,$/ D&,5&816&5,3-8',&,$/ ƒ&,5&816&-8',&,$/
-8',&,$/ -8',&,$/
9,//$'2/25(6 &%52&+(52 &58='(/(-( &2648,1 /$%28/$<( ')81(6 5,27(5&(52
ÉUHD-XULVGLFFLRQDO\0LQLVWHULR3~EOLFR ,QWHULRU 

&iP&ULP\&RUUHFF )LVF,QVWUXFF\)OLD -X]JD,QVW&LY&RP&RQFLOLDF &iP&ULP\&RUUHFF )LVF,QVWUXF\)DPLOLD 0HVD(QWU7ULEGH)DPLOLD &iPHQOR&ULP\&RUU &iPHQOR&ULP\&RUU &iPHQOR&ULP\&RUU


&iP&LY&RPGHO7UDE   )DPLOLD&RQWU1LxH]-XYHQWXG &iPHQOR&LY&RP 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR -X]J&LY&RP&RQF &LY&RPGH)OLD\7UDE &LY&RPGH)OLD\7UDE &iP&LY&RP)OLD\7UDE
\GH)DPLOLD 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUiILFR 3HQDO-XYHQLO\)DOWDV 7UDEDMR\)DPLOLD $VHV/HWUFIXQFLRQHVP~OWLSOHV \GH)DPLOLDGHD1RP )LVFDOtDGH&iPDUD )LVFDOtDGH&iPDUD )LVFDOtDGH&iPDUD
)LVFGH&iPDUDV $VHV/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV )LVFDOtD,QVWUXFFLyQ )LVFDOtDGH&iPDUDV 0pGLFR)RUHQVH 6  6  -X]JD,QVW&LY&RP 0HVD(QWU7ULE)OLD\0HQRUHV
0HVD(QWU-&LYFFRPS9LRO)OLDU
0HVD(QWU-X]J1Lx-XY\9LRO   $VHVRUtD/HWUDGDFIXQFP~OWLSOHV 0HVD(QWU-X]J1Lx-XY\9LRO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU -X]JFFRPS&LY&RP&RQF &RQF\GH)OLD -X]JD,QVW&LY&RP
)OLDU\3HQ-XY 0pGLFR)RUHQVH (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU )OLDU\3HQ-XY $UFKLYR5HJLRQDOƒ& \)DPGHD1RP6HF 6HF -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV -X]JD,QVW&LY&RP &RQF\GH)OLD

.-:36:-.
-X]JGHD,QVWHQOR (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU $UFKLYR5HJLRQDO -X]JD,QVW&LY&RP &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ 2I8QLFD(MHFXFLRQ)LVFDO )LVF,QVWU\GH)OLD &RQF\GH)OLD   
&LY\&RP&RQF\)OLD $UFKLYR5HJLRQDOD&LUF &RQF\GH)OLD $\XGDQWH)LVFDO -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV 2ILFLQDGH(MHF)LVFDO
  $\XGDQWH)LVFDO -X]&RQWURO\)DOWDV 2I8QLFD(MHFXFLRQ)LVFDO )LVFDOLDGH,QVWUF&RPS0XOWLSOH $VHV/HWFIXQF0~OWLSOHV )LVFDOtD,QVWUXFF\)OLD 2ILFLQDGH(MHF3DUWLFXODUHV

La Revuelta
-X]JGH&RQWURO 2I8QLFD(MHF)LVFDO -X]J1Lx-XY\9LRO)OLDU\3HQ-XY -X]J(MHFXFLRQ3HQDO ž7 ž7 0pGLFR)RUHQVH 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR -X]&WUO1Lx-XY\3HQ-XY\)DOWDV
-X]J1Lx-XY\9LRO)OLDU\3HQ-XY &WUR-XG0HGLDFLyQ 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUDILFR (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU $VHV/HWUFIXQFLRQHVP~OWLSOHV )LVFDOtD,QVWU\)OLDD1RP
$VHV/HWUFIXQFLRQHVP~OWLSOHV $\XGDQWH)LVFDO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU )LVF,QVWU0HQ\)OLDD1
(TXLSR7pFQLFR,QWHULRU $UFKLYR5HJLRQDO $UFKLYR5HJLRQDOƒ& 6HF/XFKDFRQWUD1DUFRWUiILFR
$UFKLYR5HJLRQDO 0pGLFR)RUHQVH $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHVž7QR
$\XGDQWH)LVFDO $\XGDQWH)LVFDO $VHV/HWUFIXQFP~OWLSOHVž7QR
2I8QLFD(MHFXFLRQ)LVFDO (TXLSR7pFQLFR,QWHULRU
$UFKLYR5HJLRQDOƒ&
&UHDGRVSHURQRHQIXQFLRQDPLHQWR &HQWUR-XGGH0HGLDFLyQ
0pGLFR)RUHQVH
$\XGDQWH)LVFDO


25*$1,*5$0$*(1(5$/'(/0,1,67(5,23Ô%/,&2),6&$/ 

,QIRUPDFLyQVXPLQLVWUDGDSRUOD'LUHFFLyQGH&RRUGLQDFLyQGHOD)LVFDOtD*HQHUDOGHOD3URYLQFLDGH&yUGRED

)XQFLRQHV\8ELFDFLyQGH2ILFLQDVÐUJDQRV'HSHQGLHQWHVGHO76-<ÉUHD$GPLQLVWUDWLYD

$'0,1,675$'25*(1(5$/
3RU $FXHUGR 5HJODPHQWDULR1ž   6(5,( ´$µ VH HVWDEOHFHOD IXQFLyQ GH $GPLQLVWUDGRU
*HQHUDO GHO 3RGHU -XGLFLDO TXH WLHQH HVHQFLDOPHQWH HO VLJXLHQWH REMHWLYR 7RPDU D VX
FDUJR OR UHODWLYR D OD SURJUDPDFLyQ HMHFXFLyQ FRRUGLQDFLyQ \ FRQWURO GH OD
DGPLQLVWUDFLyQ JHQHUDO GHO 3RGHU -XGLFLDO \ HO FXPSOLPLHQWR GH ODV IXQFLRQHV GH
VXSHULQWHQGHQFLD TXH OH VHDQ GHOHJDGDV SRU HO 7ULEXQDO (V SDUWH GH VXV IXQFLRQHV
SURJUDPDU \ FRQWURODU ODV IXQFLRQHV PLVLRQHV \ WDUHDV GH OD WRWDOLGDG GH ODV iUHDV TXH
LQWHJUDQODHVWUXFWXUDDGPLQLVWUDWLYDGHO3RGHU-XGLFLDO(O$GPLQLVWUDGRU*HQHUDOTXHHVWi
EDMRODGHSHQGHQFLDGHO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDFRQVWLWX\HODMHUDUTXtDPi[LPDHQOD
RUJDQL]DFLyQ DGPLQLVWUDWLYD GH HVWH 3RGHU -XGLFLDO \ GH pO GHSHQGHQ WRGDV ODV GHPiV
XQLGDGHVDGPLQLVWUDWLYDVGHHVWHVHUYLFLRGHDGPLQLVWUDFLyQGHMXVWLFLD(O7ULEXQDO6XSHULRU
GH -XVWLFLD SRGUi GHOHJDU HQ HO $GPLQLVWUDGRU *HQHUDO SDUD VX WUDWDPLHQWR \ UHVROXFLyQ
ODVFXHVWLRQHVDGPLQLVWUDWLYDVGHVXFRPSHWHQFLDTXHGHWHUPLQH
2ILFLQD'HVSDFKRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO
5HDOL]DWRGDVODVWDUHDVTXHOHDVLJQDHO$GPLQLVWUDGRU*HQHUDO

x $XGLHQFLDVFRQHO$GPLQLVWUDGRU*HQHUDO
x 5HFHSFLyQ\UHVSXHVWDGHQRWDVVREUHGLIHUHQWHVWHPDV
x 5HPLVLyQGHQRWDVFRQODVFRUUHVSRQGLHQWHVLQVWUXFFLRQHVDODVGLVWLQWDViUHDV
x 5HVROXFLRQHVGH$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO
x 5HFHSFLyQGHDFXHUGRVGHODVGLIHUHQWHViUHDVSDUDODILUPDGHO$GPLQLVWUDGRU
*HQHUDO
x 5HFHSFLyQGH'HFODUDFLyQ-XUDGD3DWULPRQLDOGHPDJLVWUDGRV\IXQFLRQDULRV
0RGLILFDFLRQHV
x 1RWDVVROLFLWDQGRSDJRGHYLiWLFRVGHPDJLVWUDGRVIXQFLRQDULRV\HPSOHDGRVGHO
3RGHU-XGLFLDO HQHOSDtV 


.-:37:-.
La Revuelta
'LUHFFLyQ(GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DVžSLVR
7HOpIRQR  LQW  
&RUUHRHOHFWUyQLFRDGPLQLVWUDFLRQJUDO#MXVWLFLDFRUGREDJREDU

&(1752-8',&,$/'(0(',$&,Ð1
/D PHGLDFLyQ QR VH LPSOHPHQWD FRPR XQD LQVWDQFLD SUHYLD QL GHVSOD]D ODV YtDV
SURFHVDOHV SUHYLVWDV HQ ORV FyGLJRV GH SURFHGLPLHQWR VLQR TXH VH VXPD FRPR XQD
DOWHUQDWLYD PiV SDUD ODV SDUWHV ODV FXDOHV SRGUiQ RSWDU SRU SURVHJXLUOD R QR VHJ~Q VXV
LQWHUHVHV 3RGUiQ VHU VRPHWLGDV D PHGLDFLyQ HQ HO &HQWUR -XGLFLDO GH 0HGLDFLyQ ODV
FDXVDVMXGLFLDOHVHVGHFLUDTXHOODVTXHWHQJDQWUiPLWHHQOD-XVWLFLDSURYLQFLDO\DEDUFD
WRGDV DTXHOODV FXHVWLRQHV TXH VHDQ PDWHULD GLVSRQLEOH SRU ORV SDUWLFXODUHV HVWDQGR
H[FOXLGDV DTXHOODV HQ ODV FXDOHV HVWp LQYROXFUDGR HO 2UGHQ 3~EOLFR /RV FRQIOLFWRV
H[WUDMXGLFLDOHVSXHGHQVHUVRPHWLGRVDPHGLDFLyQHQFHQWURVSULYDGRVRHQOD'L0$5&

&DXVDVTXHREOLJDWRULDPHQWHGHEDQVHUVRPHWLGDVDODLQVWDQFLDGHPHGLDFLyQ
‡ &DXVDVGHSULPHUDLQVWDQFLDFLYLO\FRPHUFLDOTXHVHVXVWDQFLHQSRUHOWUiPLWHGHOMXLFLR
GHFODUDWLYRDEUHYLDGR\RUGLQDULRFX\RPRQWRQRVXSHUHORVMXV
‡ 7RGDVODVFDXVDVGRQGHVHVROLFLWHHOEHQHILFLRGHOLWLJDUVLQJDVWRV
‡ &XDQGRHOMXH]TXHLQWHUYLHQHHQODFDXVDORHVWLPDUHFRQYHQLHQWHPHGLDQWHUHVROXFLyQ
IXQGDGD
(VREOLJDWRULRFRPSDUHFHUDODPHGLDFLyQ/DLQFRPSDUHFHQFLDLQMXVWLILFDGDVHVDQFLRQD
FRQ XQD PXOWD GH  MXV &XDQGR XQD SDUWH QR DFHSWH SDUWLFLSDU GHO SURFHVR GH
PHGLDFLyQ XQD YH] TXH VH KD\D OOHYDGR D FDER OD DXGLHQFLD GH GHVLJQDFLyQ GH
PHGLDGRU GHEHUi DERQDU  MXV /D PHGLDFLyQ VHUi JUDWXLWD SDUD OD SDUWH TXH KD\D
VROLFLWDGRHOEHQHILFLRGHOLWLJDUVLQJDVWRVTXHVHDSDWURFLQDGRSRU$VHVRU/HWUDGRRTXH
DFUHGLWHODLPSRVLELOLGDGGHSDJRGHORVKRQRUDULRVGHOPHGLDGRU

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,,,%Y,OOtD²6XEVXHOR&yUGRED

(VFXHODGH&DSDFLWDFLyQ-XGLFLDO
&(1752'(3(5)(&&,21$0,(1725,&$5'2&1Ôf(=
(V REMHWLYR GH HVWD RILFLQD DFWXDOL]DU FDSDFLWDU \ SHUIHFFLRQDU D PDJLVWUDGRV
IXQFLRQDULRV DJHQWHV GHO 3RGHU -XGLFLDO \ GHPiV RSHUDGRUHV GHO GHUHFKR  D ILQ GH
IRUWDOHFHU GH PDQHUD LQWHJUDO VXV FRQRFLPLHQWRV \ DSWLWXGHV SDUD HO DGHFXDGR
GHVHPSHxR GH ODV IXQFLRQHV DO VHUYLFLR GH XQD PHMRU PiV HILFLHQWH \ HILFD]
DGPLQLVWUDFLyQ GH MXVWLFLD ,QFOX\H SURJUDPDV SDUD OD SURGXFFLyQ GH LQYHVWLJDFLyQ
DSOLFDGDDXQiPELWRRSHUDFLRQDOFRPRHVHOGHODDGPLQLVWUDFLyQGHMXVWLFLD\WLHQGHD
PHMRUDUODSURSLDGLQiPLFDGHORVSURFHVRVMXGLFLDOHVHQODWRWDOLGDGGHVXVH[SUHVLRQHV\
DFWLYLGDGHVGHH[WHQVLyQGHVWLQDGDVDGLIXQGLUWHPiWLFDVMXGLFLDOHVDGLYHUVDVDXGLHQFLDV
GHODFRPXQLGDGORFDOUHJLRQDOQDFLRQDOHLQWHUQDFLRQDO
&XHQWDFRQXQ%ROHWtQ,QIRUPDWLYR9LUWXDOTXHPDQWLHQHDFWXDOL]DGDODVDFWLYLGDGHVGHODV
GLIHUHQWHV iUHDV GH OD RILFLQD &DSDFLWDFLyQ ([WHQVLyQ H ,QYHVWLJDFLyQ  \ RWURV GDWRV GH
LQWHUpV JHQHUDO FRPR %HFDV &RQJUHVRV 3RVJUDGRV \ HVWDGtVWLFDV 3DUD DFFHGHU GHVGH
,QWUDQHW
KWWSFDPSXVYLUWXDOMXVWLFLDFRUGREDJREDUPRRGOH \ GHVGH ,QWHUQHW
KWWSZZZMXVWLFLDFRUGREDJREDUMXVWLFLDFRUGREDSDJLQDVHVFXHODBLQIRDVS[

'LUHFFLyQ7ULEXQDOHV,'XDUWH4XLUyVƒ3LVR&yUGRED
7HOpIRQR  LQW  
&RUUHRHOHFWUyQLFRFDSDFLWDFLRQW#MXVWLFLDFRUGREDJREDU


.-:38:-.
La Revuelta
x ÉUHDGH,QYHVWLJDFLyQ
'HVGHHOÉUHDGH,QYHVWLJDFLyQGHO&HQWURGH3HUIHFFLRQDPLHQWR´5LFDUGR&1~xH]µVH
SURPXHYHODSURGXFFLyQGHSUR\HFWRVJHQHUDGRVGHVGHHOVLVWHPDGHDGPLQLVWUDFLyQGH
MXVWLFLDSRWHQFLDQGRFRQHOORHOWUDEDMRTXH0DJLVWUDGRV)XQFLRQDULRVDJHQWHVMXGLFLDOHV
\SDUWLFLSDQWHVH[WHUQRVDO3RGHU-XGLFLDOUHDOL]DQHQGLFKRiPELWR\EULQGDQGRUHVXOWDGRV
DODFRPXQLGDGFLYLO\SURIHVLRQDOGHOIRURHQFXHVWLRQHVRPDWHULDVGHLPSDFWRVRFLDO

3DUDHOORVHKDLQVWDXUDGRHO6LVWHPDGH3UR\HFWRVGH,QYHVWLJDFLyQHQHOiPELWRGH3RGHU
-XGLFLDOGH&yUGRED 6,63, RULHQWDGRD

)RPHQWDUODSURGXFFLyQGHFRQRFLPLHQWRFLHQWtILFRDSDUWLUGHGDWRVSURGXFLGRVSRUHO
VLVWHPDGH-XVWLFLD\FX\RFRQRFLPLHQWRVHDGHUHOHYDQFLDVRFLDORGHLQWHUpVDFDGpPLFR
SUHFLVR

 3URSLFLDU OD YLQFXODFLyQ HVWUDWpJLFD HQWUH HO 3RGHU -XGLFLDO FRQ 8QLYHUVLGDGHV RWURV
RUJDQLVPRVS~EOLFRVUHGHVVRFLDOHV2UJDQL]DFLRQHV1R*XEHUQDPHQWDOHVHWF

3URPRYHUODSDUWLFLSDFLyQGHORVDJHQWHVMXGLFLDOHVSDUDHOIRUWDOHFLPLHQWRGHODVUHGHV
LQVWLWXFLRQDOHV\UHWURDOLPHQWDUHOVLVWHPDGHMXVWLFLDDSDUWLUGHOFRQRFLPLHQWRSURGXFLGR

 (VWDEOHFHU SODQHV GH DFFLyQ SDUD TXH D SDUWLU GH ORV UHVXOWDGRV GH ODV LQYHVWLJDFLRQHV
UHDOL]DGDVVHPHMRUHQODVGLYHUVDVSUiFWLFDVMXGLFLDOHVHQHOVLVWHPDGHJHVWLyQMXGLFLDO

&RUUHRHOHFWUyQLFRLQYHVWLJDFLRQFQ#MXVWLFLDFRUGREDJREDU

x 2ILFLQDGHOD0XMHU
&RQ IHFKD  GH VHSWLHPEUH GH  VH FUHD OD 2ILFLQD GH OD 0XMHU FRQ GHSHQGHQFLD
GLUHFWDGHO76-VXPiQGRVHDVtDOD5HG1DFLRQDOGH2ILFLQDVGHOD0XMHU $51ž 
/D QHFHVLGDG GHO 3RGHU -XGLFLDO GH DVHJXUDU ODV FRQGLFLRQHV DSWDV SDUD VHQVLELOL]DU \
SUHYHQLU VDQFLRQDU \ HUUDGLFDU OD GLVFULPLQDFLyQ \ OD YLROHQFLD FRQWUD ODV PXMHUHV HQ
FXDOTXLHUDGHVXVPDQLIHVWDFLRQHV\iPELWRV
/D 20 GH OD &RUWH 6XSUHPD GH -XVWLFLD LQYLWy D ORV 3RGHUHV -XGLFLDOHV GH WRGR HO SDtV D
XQLUVHDOD5HGGH2ILFLQDVGHOD0XMHUSDUDWUDEDMDUGHPDQHUDFRRUGLQDGDHQSRVGHORV
REMHWLYRVSURSXHVWRV
0DUFROHJDO
/DVHQVLELOL]DFLyQ\FDSDFLWDFLyQGHTXLHQHVSUHVWDQVHUYLFLRGHMXVWLFLDHVXQFRPSURPLVR
DVXPLGR HQ OD ´&RQYHQFLyQ VREUH OD HOLPLQDFLyQ GH WRGDV ODV IRUPDV GH GLVFULPLQDFLyQ
FRQWUD OD PXMHUµ &('$:  LQFRUSRUDGD DO WH[WR FRQVWLWXFLRQDO GHVGH  /D
&RQYHQFLyQ ,QWHUDPHULFDQD SDUD SUHYHQLU VDQFLRQDU \ HUUDGLFDU OD YLROHQFLD FRQWUD OD
PXMHU´&RQYHQFLyQGH%HOpPGR3DUiµ /H\ HQVXDUWtFXORGLVSRQH´/RV(VWDGRV
3DUWHVFRQGHQDQWRGDVODVIRUPDVGHYLROHQFLDFRQWUDODPXMHU\FRQYLHQHQHQDGRSWDU
SRUWRGRVORVPHGLRVDSURSLDGRV\VLQGLODFLRQHVSROtWLFDVRULHQWDGDVDSUHYHQLUVDQFLRQDU
\ HUUDGLFDU GLFKD YLROHQFLD \ HQ OOHYDU D FDER OR VLJXLHQWH $  $EVWHQHUVH GH FXDOTXLHU
DFFLyQ R SUiFWLFD GH YLROHQFLD FRQWUD OD PXMHU \ YHODU SRU TXH ODV DXWRULGDGHV VXV
IXQFLRQDULRV SHUVRQDO \ DJHQWHV H LQVWLWXFLRQHV VH FRPSRUWHQ GH FRQIRUPLGDG FRQ HVWD
REOLJDFLyQ % 7RPDU WRGDV ODV PHGLGDV DSURSLDGDV LQFOX\HQGR PHGLGDV GH WLSR
OHJLVODWLYR SDUD PRGLILFDU R DEROLU OH\HV \ UHJODPHQWRV YLJHQWHV R SDUD PRGLILFDU
SUiFWLFDV MXUtGLFDV RFRQVXHWXGLQDULDVTXHUHVSDOGHQOD SHUVLVWHQFLD ROD WROHUDQFLD GHOD
YLROHQFLDFRQWUDODPXMHU«µ

2EMHWLYRVJHQHUDOHV


.-:39:-.
La Revuelta
$GRSWDU PHGLGDV FRQFUHWDV TXH LQFRUSRUHQ OD SHUVSHFWLYD GH HTXLGDG GH JpQHUR HQ
WRGRV ORV iPELWRV \ HVIHUDV GHO TXHKDFHU MXGLFLDO WDQWR SDUD ORV XVXDULRV GHO VLVWHPD GH
MXVWLFLDFRPRSDUDHPSOHDGRVIXQFLRQDULRV\PDJLVWUDGRVTXHGHVDUUROODQVXODERU
&RRUGLQDUGHODVDFWLYLGDGHVYLQFXODGDVDODLJXDOGDGGHJpQHURDWUDYpVGHOGHVDUUROOR
GH FDSDFLWDFLyQ LQYHVWLJDFLyQ \ DVLVWHQFLD WpFQLFD D ODV LQVWLWXFLRQHV DFDGpPLFDV
S~EOLFDV\SULYDGDVYLQFXODGDVDO3RGHU-XGLFLDO

&RUUHRHOHFWUyQLFRRILFLQDPXMHUFED#MXVWLFLDFRUGREDJREDU

&(1752'((678',26<352<(&726-8',&,$/(6
6RQ IXQFLRQHV GH HVWD RILFLQD OD SURGXFFLyQ DQiOLVLV \ WUDWDPLHQWR GH OD LQIRUPDFLyQ
SURFHGHQWH GH ORV GLIHUHQWHV VLVWHPDV GH UHJLVWURV GRQGH VH FRQWHPSOH ODV GLPHQVLRQHV
MXUtGLFDVDGPLQLVWUDWLYDVFRQHOREMHWRGHFODULILFDUODLQWHJUDUOD\FRRUGLQDUOD5HDOL]DFLyQ
GHLQIRUPHVGRQGHVHDQDOL]DQODVWHQGHQFLDVHIHFWXDQGRXQDQiOLVLVLQWHUGLVFLSOLQDULRGH
ODLQIRUPDFLyQUHXQLGDFRQHOREMHWRGHTXHUHVXOWH~WLODODJHVWLyQ\FRQODILQDOLGDGGH
EULQGDULQIRUPDFLyQDORVyUJDQRVHQFDUJDGRVGHDGPLQLVWUDU\JREHUQDU$VHVRUDPLHQWR
HQHOGLVHxR\IRUPXODFLyQGHSUR\HFWRVSRUSDUWHGHRWUDVXQLGDGHVGHOD$GPLQLVWUDFLyQ
GH -XVWLFLD \ FRRUGLQDFLyQ GH ODV SURSXHVWDV GH PRGLILFDFLyQ GH ODV GLIHUHQWHV
GLPHQVLRQHV RUJDQL]DFLRQDOHV HQ HO PDUFR GHO FDPELR GHO PRGHOR GH SUHVWDFLyQ GHO
VHUYLFLRGHMXVWLFLDDFWXDQGRFRPRXQLGDGGHDUWLFXODFLyQ\QH[RHQODVGLVWLQWDVODERUHV
TXH LPSOLTXHQ HO SURFHVR GH UHIRUPD \ PRGHUQL]DFLyQ GHO VHFWRU MXGLFLDO FRPR DVt
WDPELpQ HQ ODV HWDSDV SRVWHULRUHV GH LPSOHPHQWDFLyQ HMHFXFLyQ \ VHJXLPLHQWR GH ODV
PLVPDV

'LUHFFLyQ&DVHURV²3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV3DVLOOR&HQWUDO&yUGRED

2),&,1$'('(5(&+26+80$126<-867,&,$
(VWD RILFLQD WLHQH FRPR XQR GH VXV REMHWLYRV SULQFLSDOHV EULQGDU D\XGD LQIRUPDFLyQ \
RULHQWDFLyQ D ORV FLXGDGDQRV HQ VLWXDFLRQHV TXH GHULYHQ GH FRQIOLFWRV YLQFXODGRV D
YLRODFLRQHVDORV'HUHFKRV+XPDQRV
)XQFLRQHV D  3URPRYHU OD REVHUYDQFLD \ OD GHIHQVD GH ORV 'HUHFKRV +XPDQRV E 
$WHQGHULQIRUPDU\GHULYDUDODVSHUVRQDVTXHDFXGDQDOD$GPLQLVWUDFLyQGH-XVWLFLDFRQ
SUREOHPiWLFDV UHIHULGDV D 'HUHFKRV +XPDQRV F  $WHQGHU ORV FDVRV \ OD GRFXPHQWDFLyQ
TXHVHGHULYHGHOD6XEVHFUHWDUtDGH'HUHFKRV+XPDQRV\6RFLDOHVGHOD1DFLyQ\GHOD
6HFUHWDUtDGH'HUHFKRV+XPDQRVGHSHQGLHQWHGHO0LQLVWHULRGH*RELHUQRGHOD3URYLQFLD
GH &yUGRED \ FRRUGLQDU VX DFFLRQDU FRQ DPERV RUJDQLVPRV QDFLRQDO \ SURYLQFLDO
FLWDGRV G  $WHQGHU ODV FRQVXOWDV TXH VH GHULYHQ GH ODV ,QVWLWXFLRQHV *XEHUQDPHQWDOHV \
1R*XEHUQDPHQWDOHVGH'HUHFKRV+XPDQRVHVSHFLDOPHQWHUHODFLRQDGRVDODVOH\HVGH
0HPRULD \ 5HSDUDFLyQ +LVWyULFD H  )RUPXODU ODV UHFRPHQGDFLRQHV TXH VH HVWLPHQ
FRQYHQLHQWHV SDUD HO DILDQ]DPLHQWR GH ORV SULQFLSLRV IXQGDPHQWDOHV GH ORV 'HUHFKRV
+XPDQRV
$VLPLVPR HV LPSRUWDQWH OD WDUHD TXH UHDOL]D HQ E~VTXHGDV GH SHUVRQDV SDULHQWHV
ELROyJLFRVHWFDSHWLFLyQGHORVLQWHUHVDGRV

'LUHFFLyQ$UWXUR0%DV3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV$UWXUR0%DV&yUGRED

2),&,1$'(35(16$<352<(&&,2162&,2,167,78&,21$/
)XQFLRQHV
D $VHVRUDUDO76-HQHOPDQHMRGHODVUHODFLRQHVFRQODSUHQVD\SURSRQHUDO$OWR&XHUSR
HVWUDWHJLDVGHFRPXQLFDFLyQH[WHUQDSDUDHO3RGHU-XGLFLDO


.-:40:-.
La Revuelta
E *HVWLRQDUORVSHGLGRVGHLQIRUPDFLyQUHDOL]DGRVSRUORVPHGLRVSHULRGtVWLFRV\EULQGDUOD
LQIRUPDFLyQ UHTXHULGD UHVSHWDQGR ORV OtPLWHV OHJDOHV \ pWLFRV 7UDPLWDU ODV VROLFLWXGHV GH
HQWUHYLVWDV\RUJDQL]DUFRQIHUHQFLDVGHSUHQVD
F 'LIXQGLUODVVHQWHQFLDV \ UHVROXFLRQHV GHO76- X RWURV RUJDQLVPRV MXGLFLDOHV TXH UHYLVWDQ
UHOHYDQFLD S~EOLFD R WUDVFHQGHQFLD LQVWLWXFLRQDO JHQHUDQGR ORV LQVWUXPHQWRV GH
FRPXQLFDFLyQQHFHVDULRVSDUDTXHIDFLOLWDUVXFRPSUHQVLyQPiVDFDEDGDSRUSDUWHGHOD
SUHQVD
G 3URSRQHU LQVWDQFLDV GH FDSDFLWDFLyQ SDUD SHULRGLVWDV PDJLVWUDGRV \ IXQFLRQDULRV GHO
3RGHU -XGLFLDO FRQ HO REMHWLYR GH RSWLPL]DU UHODFLyQ HQWUH OD -XVWLFLD \ ORV PHGLRV GH
FRPXQLFDFLyQ
H 0RQLWRUHDU HQ IRUPD SHUPDQHQWH OD LQIRUPDFLyQ UHIHULGD DO 3RGHU -XGLFLDO TXH VHD
SXEOLFDGDHQORVGLIHUHQWHVPHGLRVPDVLYRVGHFRPXQLFDFLyQ\FRQIHFFLRQDUXQDUFKLYR
GLJLWDOGHODVQRWLFLDVYLQFXODGDVDOiPELWRMXGLFLDO
I $VLVWLUHQUHSUHVHQWDFLyQGHO3RGHU-XGLFLDOGH&yUGREDDODVUHXQLRQHVTXHUHDOL]DHO
&HQWURGH,QIRUPDFLyQ-XGLFLDOGHOD&RUWH6XSUHPDGH-XVWLFLDGHOD1DFLyQ\FRRSHUDU
FRQODVRILFLQDVGHSUHQVDGHRWURVWULEXQDOHVSURYLQFLDOHVRIHGHUDOHV

'LUHFFLyQ&DVHURV3DODFLRGH-XVWLFLD,HUSLVRVFDVHURV

2),&,1$'(e7,&$-8',&,$/
(O7ULEXQDOGHeWLFD-XGLFLDOWLHQHFRPSHWHQFLDSDUDLQWHUYHQLUHQUHODFLyQDPDJLVWUDGRV\
IXQFLRQDULRV MXGLFLDOHV QR ORV HPSOHDGRV TXH LQREVHUYHQ ODV 5HJODV )XQFLRQDOHV
LQGHSHQGHQFLD LPSDUFLDOLGDG GHGLFDFLyQ GLOLJHQFLD SUXGHQFLD \ HTXLOLEULR UHVHUYD \
SURELGDG \ODV5HJODV6RFLDOHV EXHQWUDWRDVLVWHQFLDDVXVGHVSDFKRVGLJQLGDGUHFDWR\
SXEOLFLGDG  /DV GHQXQFLDV FRQVXOWDV \ QRWDV GLULJLGDV DO 7ULEXQDO GH eWLFD GHEHQ
SUHVHQWDUVHSRUHVFULWR\FRQFRSLDVDQWHOD2ILFLQDGHeWLFD-XGLFLDOGHSHQGHQFLDTXH
FRODERUDFRQpO\ORDVLVWH
$VLPLVPR HQ HO FDVR GH TXH VH WUDWH GH 6HGHV \ $VLHQWRV -XGLFLDOHV GHO LQWHULRU GH OD
3URYLQFLD GH &yUGRED ORV GHOHJDGRV GH $GPLQLVWUDFLyQ UHFLELUiQ HQ VREUH FHUUDGR ODV
GHQXQFLDV GLULJLGDV DO 7ULEXQDO GH eWLFD -XGLFLDO SDUD OXHJR UHPLWLUODV DO PLVPR EDMR OD
PLVPDUHVHUYDGHQWURGHODVVLJXLHQWHVYHLQWLFXDWURKRUDVKiELOHV
(QOD2ILFLQDGHeWLFD-XGLFLDOVHUHFLEHQODVGHQXQFLDVTXHSXHGDQIRUPXODUSDUWLFXODUHV
DX[LOLDUHV GH OD MXVWLFLD R LQWHJUDQWHV GHO 3RGHU -XGLFLDO DVt FRPR ODV QRWDV \ FRQVXOWDV
DQWHV UHIHULGDV (O GHQXQFLDQWH QR HV SDUWH VLQ SHUMXLFLR GH VX GHUHFKR D FRQRFHU OD
UHVROXFLyQ GHILQLWLYD (Q HVWD 2ILFLQD VH WUDPLWDQ WRGRV ORV H[SHGLHQWHV UHODFLRQDGRV DO
7ULEXQDOGHeWLFD-XGLFLDOGHVGHVXLQLFLRKDVWDVXFRQFOXVLyQ(QHOFDVRGHTXHVHDSOLTXH
ODPHGLGDFRUUHFWLYDGHUHFRPHQGDFLyQFRQHOHYDFLyQDO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDVH
OHUHPLWLUiQFRSLDVGHODVDFWXDFLRQHVDORVHIHFWRVGHVXSRQGHUDFLyQ\UHVROXFLyQHQHO
PDUFRGHODVIDFXOWDGHVFRQVWLWXFLRQDOPHQWHDVLJQDGDV

'LUHFFLyQ&DVHURV3DODFLRGH-XVWLFLD,²ƒSLVR

75,%81$/'((7,&$-8',&,$/
KWWSZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDUVLWH(WLFD-XGLFLDOLQGH[KWPO
)XQFLRQHV
(O7ULEXQDOGHeWLFD-XGLFLDOWLHQHSRUIXQFLRQHVDGHPiVGHODVPHGLGDVFRUUHFWLYDV
 (YDFXDU FRQVXOWDV HVFULWDV GH PDJLVWUDGRV \ IXQFLRQDULRV TXH DVt OR UHTXLHUDQ R GHO
SURSLR7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLD
 ,QWHUHVDUVH UHVHUYDGDPHQWH GH RILFLR HQ FRPSRUWDPLHQWRV GH PDJLVWUDGRV \
IXQFLRQDULRV TXH FRQVLGHUH SULPD IDFLH TXH FRQVWLWX\HQ FRQGXFWDV SUHYLVWDV HQ HO
SUHVHQWH &yGLJR GH eWLFD -XGLFLDO   ,QWHUYHQLU HQ ODV GHQXQFLDV TXH DO PLVPR VH OH


.-:41:-.
La Revuelta
SUHVHQWHQ R HQ ODV GH FRPSRUWDPLHQWRV TXH UHVXOWDURQ DGYHUWLGRV OXHJR GH XQD
LQIRUPDFLyQRILFLRVDSRUSUHVXQWDVLQFRUUHFFLRQHVGHRQWROyJLFDV
 3URSRQHUDO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDODDFWXDOL]DFLyQ\RUHYLVLyQGHODVUHJODVTXH
FRQVWLWX\HQHOSUHVHQWH&yGLJRFRPRDVtWDPELpQHIHFWXDUORVDSRUWHVTXHHQODPDWHULD
SXHGDQKDFHUDODPHMRUUHDOL]DFLyQGHOPLVPR

6(&5(7$5Ì$'(680$5,26$'0,1,675$7,926
)XQFLRQHV
‡ ,QYHVWLJDFLyQ VXPDULDO HQ ODV FDXVDV HQ OD TXH VH HQFXHQWUD YLQFXODGR DOJ~Q DJHQWH
IXQFLRQDULRFRQRVLQDFXHUGR\PDJLVWUDGRVGHO3-\ODWUDPLWDFLyQGHOSHUWLQHQWHVXPDULR
DGPLQLVWUDWLYRDWHQRUGHXQDLPSXWDFLyQDGPLQLVWUDWLYD
‡ 7RPDUGHQXQFLDVGHORVFLXGDGDQRV\OHWUDGRVHQUHODFLyQDOGHVHPSHxRIXQFLRQDOGH
WRGRVORVLQWHJUDQWHVGHO3-(QODGHQXQFLDVHGHEHVHxDODURDFRPSDxDUSUXHEDEDMR
SHQDGHLQDGPLVLELOLGDG
‡ 5HFHSWDUODVDFWXDFLRQHVTXHVHUHPLWHQGHVGHHO7ULEXQDOGHeWLFDSDUD0DJLVWUDGRV\
)XQFLRQDULRVGHO3-
‡ ,QIRUPHV GLULJLGRV D OD $VRF GH 0DJ SRU UD]RQHV SURSLDV D OD $*(3  DO &ROHJLR GH
$ERJDO7ULEXQDOGH'LVFGH$ERJDO&ROHJLRGH0DUWLOOHURVDOD(VFXHOD1~xH]DORV
PDJLVWUDGRV GHO LQWHULRU D FDUJR GH OD $GPLQLVWUDFLyQ *HQHUDO ORFDO DO 7ULEXQDO GH eWLFD
HWF
/D&RPSHWHQFLDVHH[WLHQGHDORV-XHFHVGH3D]GHOD3URYLQFLD SURFHVRGHGHVWLWXFLyQ
TXH FXOPLQD HQ OD 6HFUHWDULD 3HQDO GHO 76-  \ D WRGRV ORV DJHQWHV IXQFLRQDULRV \
0DJLVWUDGRVGHO3RGHU-XGLFLDOGHWRGDVODVFLUFXQVFULSFLRQHVMXGLFLDOHVGHO0DSD-XGLFLDO

'LUHFFLyQ&DVHURV3DODFLRGH-XVWLFLD,²ƒSLVR

2),&,1$'(-85$'26
/D2ILFLQDGH-XUDGRVDVLVWH\IDFLOLWDODODERUGHODV&iPDUDVGHO&ULPHQGHOD3URYLQFLD
D FDUJR GHO VRUWHR UHPLVLyQ GH GHFODUDFLRQHV MXUDGDV \ QRWDV H[SOLFDWLYDV DQiOLVLV GH
FRQWHVWDFLRQHV UHFLELGDV HQ RUGHQ D ORV UHTXLVLWRV LQFRPSDWLELOLGDGHV H LQKDELOLGDGHV
HVWDEOHFLGDV \ FRQIHFFLyQ GHILQLWLYD GHOLVWDGRV GH MXUDGRV SUHYLVWRV SRUOD /H\  \OD
/H\  &RRUGLQD FRQ HO-X]JDGR (OHFWRUDO GHOD 3URYLQFLD HO VRUWHR SUHYLVWR SRUOD /H\
 \ SXEOLFD HQ HO %ROHWtQ 2ILFLDO ORV OLVWDGRV GHILQLWLYRV \ ODV FRPXQLFDFLRQHV GH ULJRU
$VLPLVPR UHPLWH D OD &iPDUD UHVSHFWLYD SRU RUGHQ FURQROyJLFR \ JpQHUR HO OLVWDGR GH
FLXGDGDQRVHQFRQGLFLRQHVGHDFHSWDUHOFDUJR\FRRUGLQDFRQGLFKRFXHUSRHOVRUWHR
GHMXUDGRVQRWLILFDQGRDORVFLXGDGDQRVVRUWHDGRV7LHQHDVXFDUJRFRRUGLQDUORVFXUVRV
GH FDSDFLWDFLyQ SDUD FLXGDGDQRV FRQ HO REMHWR GH SURPRYHU HO FRQRFLPLHQWR \
DGHFXDGR FXPSOLPLHQWR GH OD IXQFLyQ MXGLFLDO GH ORV MXUDGRV DERQDU ORV DUDQFHOHV \
JDVWRVGHWUDQVSRUWHDORMDPLHQWR\PDQXWHQFLyQTXHJHQHUHODDFWXDFLyQGHORVMXUDGRV
GHELHQGR FRRUGLQDU GLFKRV FRPHWLGRV FRQ HO ÉUHD GH $GPLQLVWUDFLyQ \ FRQFUHWDU ORV
FRQWDFWRV LQVWLWXFLRQDOHV FRQ HPSOHDGRUHV GHO FLXGDGDQR VRUWHDGRV D ORV ILQHV GH ODV
GLVSHQVDVODERUDOHVQHFHVDULDVSDUDHOFXPSOLPLHQWRGHODVIXQFLRQHVMXGLFLDOHV

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,,)UXFWXRVR5LYHUD%ž2EVHUYDWRULRƒSLVR$OD&HOHVWH
&yUGRED

2),&,1$'($6,67(1&,$<&225',1$&,Ð1'(/26&(17526-8',&,$/(6'(/,17(5,25

(VWDRILFLQDDVLVWHDO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLD\DO$GPLQLVWUDGRU*HQHUDOHQODJHVWLyQ
RILFLDO GH ODV PHGLGDV GH DSR\R \ JHVWLyQ DGPLQLVWUDWLYD DGHFXDGD SDUD HO FRUUHFWR
IXQFLRQDPLHQWRGHORV&HQWURV-XGLFLDOHVGHOLQWHULRUGHOD3URYLQFLD(QWUHVXVIXQFLRQHVVH


.-:42:-.
La Revuelta
GHVWDFD OD GH UHOHYDU FDGD XQD GH ODV VHGHV MXGLFLDOHV GHO LQWHULRU D ORV ILQHV GH WRPDU
FRQWDFWRFRQODVQHFHVLGDGHVH[LVWHQWHV\FRRUGLQDODVYLVLWDVGHORV9RFDOHVGHO7ULEXQDO
6XSHULRUGH-XVWLFLDDORV&HQWURV-XGLFLDOHVGHOLQWHULRUGHOD3URYLQFLDFRQIHFFLRQDQGRXQ
LQYHQWDULRDQXDOGHORVSUREDEOHVUHTXHULPLHQWRVSDUDHODxRVLJXLHQWHGHLQIUDHVWUXFWXUD
PRELOLDULR HTXLSDPLHQWR WHFQROyJLFR UHFXUVRV KXPDQRV \ PDWHULDO GHWUDEDMRGH FDGD
VHGHMXGLFLDOGHOLQWHULRUGHOD3URYLQFLD

'LUHFFLyQ&DVHURV²3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHOR3DVLOOR&HQWUDO

$5($$'0,1,675$7,9$
6(&5(7$5,2/(*$/<7e&1,&2'(/32'(5-8',&,$/
(O 6HFUHWDULR /HJDO \ 7pFQLFR GHO 3RGHU -XGLFLDO FRODERUD HQ OD JHVWLyQ GH ODV GLIHUHQWHV
iUHDV DGPLQLVWUDWLYDV SURYHH HO GHVSDFKR GHO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD FRRUGLQD ODV
DFWLYLGDGHV OHJDOHV \ WpFQLFDV TXH VRQ LQKHUHQWHV DO FDUJR \ GHPiV IXQFLRQHV WDUHDV \
DFFLRQHV TXH OH VHDQ GHOHJDGDV SRU HO $GPLQLVWUDGRU *HQHUDO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH
-XVWLFLD\RHO3UHVLGHQWHGHO$OWR&XHUSR

'LUHFFLyQ(GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DV

É5($'($'0,1,675$&,Ð1
/D 0HVD GH (QWUDGDV GHO ÉUHD GH $GPLQLVWUDFLyQ FXPSOH ODV VLJXLHQWHV IXQFLRQHV HQ
$WHQFLyQ DO S~EOLFR D  (QWUHJD \ UHFHSFLyQ GH $VLJQDFLRQHV )DPLOLDUHV \ )RUPXODULRV
$35266E 5HFHSFLyQGHGRFXPHQWDFLyQ\IDFWXUDVF &DQDOL]DFLyQSRUOLEURVGHSDVHV
GHORUHFLELGRG (QWUHJDGHFRVSHOHVSRUWUDVODGRGHWHVWLJRVI (QWUHJDGH&HUWLILFDGRV
GHWUDEDMRHLQIRUPHFRPSOHPHQWDULRSRU&HUWLILFDFLRQHVGH6HUYLFLRV

(O ÉUHD GH $GPLQLVWUDFLyQ HVWi FRPSXHVWD SRU XQD 6XE ÉUHD GH *HVWLyQ )LQDQFLHUDTXH
GH HOOD GHSHQGH D OD YH] LQWHJUDGD SRU ODV VLJXLHQWHV 2ILFLQDV 7HVRUHUtD 5HJLVWUR
3DWULPRQLDO&RQWUDWDFLRQHV3UHVXSXHVWR\&RQWDELOLGDG7DVDGH-XVWLFLD WRGDVXELFDGDV
HQHO(GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DV 

'LUHFFLyQ(GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DV

É5($'(5(&85626+80$126
(OÉUHDGH5HFXUVRVKXPDQRVHVWiLQWHJUDGDSRUODVVLJXLHQWHV2ILFLQDV
3HUVRQDO ,QJUHVR SHUPDQHQFLD \ HJUHVR GHO SHUVRQDO 0RYLOLGDG GHO PLVPR 5HJLVWUR \
FRQWUROGHDVLVWHQFLD5pJLPHQGHOLFHQFLDV5pJLPHQGLVFLSOLQDULR
&RQFXUVRV \ -XQWD GH &DOLILFDFLRQHV *HVWLyQ LQWHJUDO GHO UpJLPHQ GH FRQFXUVRV SDUD
LQJUHVDU DO 3RGHU -XGLFLDO FRQFXUVRV DELHUWRV DO S~EOLFR HQ JHQHUDO  \ SDUD DFFHGHU D
FDUJRVMHUiUTXLFRV FRQFXUVRVFHUUDGRVSDUDHPSOHDGRVGHO3RGHU-XGLFLDO &RQIHFFLyQ
DQXDO GH ORV yUGHQHV GH PpULWR SDUD ORV DVFHQVRV DXWRPiWLFRV GHO SHUVRQDO GHO 3RGHU
-XGLFLDO
0HGLFLQD ODERUDO ([DPHQ 0pGLFR 3UHRFXSDFLRQDO &RQWURO GH DXVHQWLVPR SRU UD]RQHV
GHVDOXG\3UHYHQFLyQGH(QIHUPHGDGHV
/LTXLGDFLyQGHVXHOGRV/LTXLGDFLyQGH6XHOGRV2UGHQGHSDJRV9LiWLFRV-XHFHVGH3D]
$3UR66\6HJXURGHYLGD

'LUHFFLyQ(GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DV

É5($'(6(59,&,26-8',&,$/(6
(OÉUHDGH6HUYLFLRV-XGLFLDOHVHVWiFRPSXHVWDSRUWUHV6XEÉUHDVTXHGHHOODGHSHQGHQ


.-:43:-.
La Revuelta
6XEÉUHDGH(TXLSRV\6HUYLFLRV7pFQLFRV
ƒ 5HJ ÔQLF GH $GRSWDQWHV  6HUYLFLR GH $GRSFLyQ \ *XDUGD $]RWHD V 3DVLOOR
&HQWUDO 
ƒ &XHUSR 7pFQLFR GH $VLVWHQFLD -XGLFLDO 3DODFLR GH -XVWLFLD , $]RWHD V 3DVLOOR
&HQWUDO 
ƒ (TXLSRWpFQLFRGH0HQRUHV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV'XDUWH4XLUyV
ƒ SVLFRORJtDIRUHQVH 3DODFLRGH-XVWLFLD,,
ƒ SHULWRVFDOtJUDIRV 3DODFLRGH-XVWLFLD,,
ƒ SHULWRVFRQWDGRUHV 3DODFLRGH-XVWLFLD,,
ƒ 6$59,&5HJ9LVLWD&RQWURODGD 7ULE)OLD
ƒ &$7(08 7ULE)OLD

6XEÉUHDGH(TXLSRV\6HUYLFLRVGH6DOXG
ƒ 0HGLFLQD)RUHQVH
ƒ 3HULWRVPpGLFRV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV$UWXUR0%DV
ƒ 3VLTXLDWUtDIRUHQVH 3DODFLRGH-XVWLFLD,,
ƒ &RPLWpFRQVXOWLYR3UDF0pGLF\%LRpWLFD 3DODFLRGH-XVWLFLD,,

6XEÉUHDGH'RFXPHQWDFLyQH,QIRUPDF3~EOLFD
ƒ 1RWLILFDGRUHV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV&DVHURV
ƒ 2ILFLDOHVGH-XVWLFLD 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV&DVHURV
ƒ 8MLHUHV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV&DVHURV
ƒ 5HJLVWURV3~EOLFRV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV$UWXUR0%DV
ƒ /HJDOL]DFLRQHV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV$UWXUR0%DV
ƒ 6XEDVWDV-XGLFLDOHV (GLI$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO3%

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,$UWXUR0%DV$]RWHD

É5($'(7(&12/2*Ì$6'(,1)250$&,Ð1<7(/(&2081,&$&,21(6
'HVDUUROODHVWXGLRVGHIDFWLELOLGDG\SUHVXSXHVWDULRVSDUDODLPSODQWDFLyQGHORVVLVWHPDV
DVHJXUDU OD SURYLVLyQ GH HTXLSRV \ VXPLQLVWURV QHFHVDULRV SDUD VXEVDQDU SUREOHPDV GH
DEDVWHFLPLHQWR\PDQWHQLPLHQWRWpFQLFRHYDOXDUODVQHFHVLGDGHVGHVLVWHPDWL]DFLyQFRQ
HO FRUUHVSRQGLHQWH GLVHxR HMHFXFLyQ \ FRQWURO GH OD LPSOHPHQWDFLyQ GH ORV VLVWHPDV
LQKHUHQWHV
ƒ $VLVWHQFLD8VXDULRV 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV%ROtYDU3DVLOOR&HQWUDO
ƒ 6XE ÉUHD ,QYHVWLJDFLyQ 'HVDUUROORV H ,QQRYDFLyQ 7HFQROyJLFD 3DODFLR GH
-XVWLFLD,6XEVXHORV%ROtYDU3DVLOOR&HQWUDO 
ƒ 6XE ÉUHD *HVWLyQ GH ODV 7HOHFRPXQLFDFLRQHV 3DODFLR GH -XVWLFLD , 6XEVXHOR V
%ROtYDU3&HQWU 
ƒ 6XE ÉUHD /RJtVWLFD \ 6HJXULGDG ,QIRUPiWLFD 3DODFLR GH -XVWLFLD , 6XEVXHOR V
'XDUWH4XLUyV 

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,%ROtYDU6XEVXHOR3DVLOOR&HQWUDO

É5($'(,1)5$(6758&785$
(O ÉUHD GH ,QIUDHVWUXFWXUD WLHQH D VX FDUJR OD SODQLILFDFLyQ RUJDQL]DFLyQ HMHFXFLyQ
VXSHUYLVLyQ GH IXQFLRQHV UHODWLYDV DO HVSDFLR ItVLFR GH ODV VHGHV SURSLDV \ DOTXLODGDV GHO
3RGHU -XGLFLDO HQ HO RUGHQ 3URYLQFLDO 'DU VDWLVIDFFLyQ D OD GHPDQGD FUHFLHQWH GH
HVWUXFWXUDHGLOLFLD(VWiFRPSXHVWDSRUGRV6XEÉUHDVTXHGHHOODGHSHQGHQ
ƒ 3ODQHDPLHQWR\SUR\HFWRVGHGHVDUUROORV (GLILFLRGH$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO


.-:44:-.
La Revuelta
ƒ &RQVHUYDFLyQ\PDQWHQLPLHQWRHGLOLFLR 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV'XDUWH
4XLUyV ,QWHQGHQFLDH+LJLHQH\6HJXULGDG 3DODFLRGH-XVWLFLD,6XEVXHORV%ROtYDU 

'LUHFFLyQ (GLILFLR GH OD $GPLQLVWUDFLyQ *HQHUDO $UWXUR 0 %DV  ƒ 3LVR 3DODFLR GH
-XVWLFLD,%ROtYDU²6XEVXHORSRUSOD\DGHHVWDFLRQDPLHQWR

É5($'($5&+,92
$O $UFKLYR *HQHUDO GH 7ULEXQDOHV OH FRPSHWH OD JXDUGD \ FRQVHUYDFLyQ FODVLILFDGD \
RUGHQDGD GH ORV OLEURV UHVROXFLRQHV \ H[SHGLHQWHV MXGLFLDOHV TXH PDQGHQ DUFKLYDU ORV
7ULEXQDOHVGHOD3URYLQFLD\HORWRUJDPLHQWRGHFRSLDVVLPSOHVRDXWHQWLFDGDVFHUWLILFDGRV
HLQIRUPHVUHIHUHQWHVDODGRFXPHQWDFLyQDUFKLYDGDFRQDUUHJORDODVOH\HVYLJHQWHVHQ
ODPDWHULD

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,,)UXFWXRVR5LYHUD²6XEVXHOR

(OÉUHDGH$UFKLYRHVWiFRPSXHVWDSRUWUHV6XEÉUHDVTXHGHHOODGHSHQGHQ
ƒ $UFKLYR MXGLFLDO \ DGPLQLVWUDWLYR FRUUHVSRQGLHQWH D OD HUD &LUFXQVFULSFLyQ
-XGLFLDO (VGHVWLQRILQDOGHWRGDODGRFXPHQWDFLyQSURGXFLGDSRUHO3RGHU-XGLFLDOVH
JXDUGDQ FRQVHUYDQ VHOHFFLRQDQ \ HQ GHWHUPLQDGRV FDVRV WUDQVFXUULGRV ORV WLHPSRV \
FRQGLFLRQHVSUHYLVWRVSRUOD/H\GH'HVWUXFFLyQGH'RFXPHQWRV-XGLFLDOHVVHGHVFDUWDQ
'HVDUFKLYDQH[SHGLHQWHVSRUPDQGDWRMXGLFLDOHPDQDGRSRUHO7ULEXQDOGHRULJHQ\DORV
ILQHVGHVXFRQWLQXDFLyQ\H[SLGHIRWRFRSLDVGHODGRFXPHQWDFLyQDUFKLYDGD$VLPLVPR
VH UHDOL]DQ E~VTXHGDV GH $QWHFHGHQWHV 3HQDOHV VH GHEH DFRPSDxDU &HUWLILFDGR GH
$QWHFHGHQWHVDFWXDOL]DGRV RWUDVUHODFLRQDGDVFRQODLGHQWLGDGELROyJLFD\YLQFXODGDVD
OD GHVDSDULFLyQ IRU]DGD GH SHUVRQDV HQ FRODERUDFLyQ FRQ OD 2ILFLQD GH 'HUHFKRV
+XPDQRV GHO 76- \ E~VTXHGDV GH H[SHGLHQWHV \UHVROXFLRQHV HQ FDXVDV DUFKLYDGDV (O
GHORVWUiPLWHVORVUHDOL]DQXVXDULRVH[WHUQRVHOVHUYLFLRVDOYRH[FHSFLRQHVHQODVTXH
GHEH DERQDUVH WDVD SDUD DFFHGHU D OD LQIRUPDFLyQ VH SXHGH SUHVHQWDU XQD QRWD R
SHUVRQDOPHQWH UHDOL]DU OD 'HFODUDFLyQ -XUDGD FRUUHVSRQGLHQWH HQ HO IRUPXODULR GH
FRQVXOWD\HVWDUOHJLWLPDGRDREWHQHUODLQIRUPDFLyQ

ƒ $UFKLYRVUHJLRQDOHV&UHDGDFRQLGpQWLFDVIXQFLRQHVDODVGHVHPSHxDGDVSRUOD
6XE ÉUHD $UFKLYR -XGLFLDO \ $GPLQLVWUDWLYR HQ FDGD XQD GH OD FDEHFHUDV GH
&LUFXQVFULSFLyQDFWXDOPHQWHWUDEDMDQGRHQODLPSOHPHQWDFLyQGH$UFKLYRVUHJLRQDOHVHQ
WRGDVODVVHGHVGHOLQWHULRU

ƒ %LEOLRWHFDV\&HQWURGH'RFXPHQWDFLyQKLVWyULFD

%,%/,27(&$6
/DV %LEOLRWHFDV GHO 3RGHU -XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD GH &yUGRED DVXPHQ FRPR SULQFLSDO
PLVLyQ OD GH SURYHHU GH LQIRUPDFLyQ SDUD HO FXPSOLPLHQWR GH VX DFWLYLGDG D ORV
LQWHJUDQWHVGHO3RGHU-XGLFLDO(QODFDSLWDOODFRPSRQHQOD%LEOLRWHFD&HQWUDO 7ULEXQDOHV
,  %LEOLRWHFD 7ULEXQDOHV ,, \ %LEOLRWHFD GH 7ULEXQDOHV ,,, WRGDV HVSHFLDOL]DGDV HQ 'HUHFKR
VLHQGR SRU HO IXHUR D TXLHQHV DWLHQGHQ OD %LEOLRWHFD GH 7ULEXQDOHV ,, VX DFHUYR
ELEOLRJUiILFRHVHVSHFLDOL]DGRHQ'3HQDOPLHQWUDVTXHOD%LEOLRWHFDGH7ULEXQDOHV,,,HQ'
/DERUDO(QHOLQWHULRUODV&LUFXQVFULSFLRQHVGH5tR&XDUWR\&UX]GH(MHFXHQWDQWDPELpQ
FRQ VXV SURSLDV ELEOLRWHFDV (O S~EOLFR D TXLHQ VH OH EULQGD VHUYLFLRV VRQ 0DJLVWUDGRV
)XQFLRQDULRV\HPSOHDGRVGHO3RGHU-XGLFLDO$ERJDGRV\S~EOLFRHQJHQHUDO
)XQFLRQHV\UHJODPHQWRKWWSZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDUVLWH$VS%LEOLRWHFDDVS


.-:45:-.
La Revuelta
'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,HU3LVRV'XDUWH4XLUyV
3DODFLRGH-XVWLFLD,,)UXFWXRVR5LYHUD
3DODFLRGH-XVWLFLD,,,%Y$UWXUR,OOtD

&(1752'('2&80(17$&,Ð1+,67Ð5,&$
(O&HQWURGH'RFXPHQWDFLyQ+LVWyULFD &'+ IXHFUHDGRFRQHOSURSyVLWRGHVHOHFFLRQDU
UHVJXDUGDU\DGPLQLVWUDUHOIRQGRGRFXPHQWDOKLVWyULFRGHO3RGHU-XGLFLDOGHDFXHUGRDOD
PHWRGRORJtD GH LQYHVWLJDFLyQ KLVWyULFD\ORVSDUiPHWURVGHSUHVHUYDFLyQ \ FRQVHUYDFLyQ
GH ORV GLVWLQWRV WHVWLPRQLRV GHO GHYHQLU KLVWyULFR GH HVWH SRGHU GHO (VWDGR 6HOHFFLRQD
DTXHOORVGRFXPHQWRVTXHKD\DQSHUGLGRYDORUMXUtGLFRSHURTXHDPHULWHVXFRQVHUYDFLyQ
SRU OD VLJQLILFDWLYD LQIRUPDFLyQ TXH FRQWLHQHQ VXV UHJLVWURV ,QFRUSRUD WDPELpQ RWUDV
IXHQWHV GRFXPHQWDOHV TXH VH UHODFLRQDQ FRQ OD $GPLQLVWUDFLyQ GH MXVWLFLD \ HO
SHQVDPLHQWR MXUtGLFR GH &yUGRED FRPR HO FDVR GH OLEURV \ SXEOLFDFLRQHV SHULyGLFDV
$WLHQGHDLQYHVWLJDGRUHVGHGLVWLQWDVGLVFLSOLQDVFLHQWtILFDV\XVXDULRVHVSHFLDOL]DGRVFRQHO
ILQGHEULQGDUODVPHMRUHVFRQGLFLRQHVSRVLEOHVSDUDODFRQVXOWDGHOPDWHULDOVROLFLWDGRDVt
FRPR WDPELpQ FRQWULEXLU HQ OD RULHQWDFLyQ WHyULFRPHWRGROyJLFD GH OD LQYHVWLJDFLyQ
KLVWyULFRVRFLDO VREUH GRFXPHQWDFLyQ MXGLFLDO 5HDOL]D XQD DFWLYD ODERU HGLWRULDO
PDWHULDOL]DGDHQODSXEOLFDFLyQSHULyGLFD´0,5$'$6$/7(51$7,9$6²5HYLVWDGH&LHQFLDV
6RFLDOHVµ TXH VH SURSRQH FRPR HVSDFLR SDUD OD SURGXFFLyQ GH DUWtFXORV HQVD\RV \
UHVHxDVELEOLRJUiILFDVTXHFRQWULEX\DQFUHDWLYD\SURGXFWLYDPHQWHDSHQVDUODVGLYHUVDV
SUREOHPiWLFDVGHODDGPLQLVWUDFLyQGHMXVWLFLD\GHOIHQyPHQRQRUPDWLYR

'LUHFFLyQ3DODFLRGH-XVWLFLD,,²)UXFWXRVR5LYHUD6XEVXHOR

3RU VX SDUWH HO 0,1,67(5,2 3Ô%/,&2 ),6&$/ HVWi D FDUJR GH XQ )LVFDO *HQHUDO \ GH ORV
ILVFDOHV TXH GH pO GHSHQGDQ VHJ~Q OR HVWDEOHFH OD /H\ 2UJiQLFD GHO 3RGHU -XGLFLDO (O
)LVFDO*HQHUDOILMDODVSROtWLFDVGHSHUVHFXFLyQSHQDOHLQVWUX\HDORVILVFDOHVLQIHULRUHVVREUH
HO FXPSOLPLHQWR GH VXV IXQFLRQHV FRQIRUPH D ORV SULQFLSLRV GH OHJDOLGDG LPSDUFLDOLGDG
XQLGDGGHDFWXDFLyQ\GHSHQGHQFLDMHUiUTXLFDHQWRGRHOWHUULWRULRGHOD3URYLQFLD

(O0LQLVWHULR3~EOLFRWLHQHODVVLJXLHQWHVIXQFLRQHV
¾ 3UHSDUDU\SURPRYHUODDFFLyQMXGLFLDOHQGHIHQVDGHOLQWHUpVS~EOLFR\ORVGHUHFKRV
GHODVSHUVRQDV
¾ &XVWRGLDU OD MXULVGLFFLyQ \ FRPSHWHQFLD GH ORV WULEXQDOHV SURYLQFLDOHV \ OD QRUPDO
SUHVWDFLyQGHOVHUYLFLRGHMXVWLFLD\SURFXUDUDQWHDTXHOORVODVDWLVIDFFLyQGHOLQWHUpV
VRFLDO
¾ 3URPRYHU \ HMHUFLWDU OD DFFLyQ SHQDO S~EOLFD DQWH ORV WULEXQDOHV FRPSHWHQWHV VLQ
SHUMXLFLRGHORVGHUHFKRVTXHODVOH\HVDFXHUGHQDORVSDUWLFXODUHV
¾ 'LULJLUOD3ROLFtD-XGLFLDO

8ELFDGRHQHOGHVSDFKRGHO)LVFDO*HQHUDOVHXELFDHQ3DODFLRGH-XVWLFLD,ƒ3LVRVREUH
&DVHURV\OD'LUHFFLyQGH&RRUGLQDFLyQGH)LVFDOtD*HQHUDOHQ3DODFLRGH-XVWLFLD,ƒ3LVR
VREUH%ROtYDU

3DUD DFFHGHU D OD HVWUXFWXUD RUJDQL]DWLYD PiV GHWDOODGD GHO 76- ORV GLVWLQWRV IXHURV \
GLUHFFLRQHV FRQVXOWH HO VLWLR RILFLDO GHO 3RGHU -XGLFLDO HQ ,QWHUQHW
ZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDU 


.-:46:-.
La Revuelta
1.3. 3
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Competencia material, de grado y territorial

.-:47:-.
La Revuelta
&203(7(1&,$6

(O 3RGHU -XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD HV HMHUFLGR SRU XQ 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD \ SRU ORV
GHPiV WULEXQDOHV LQIHULRUHV FRQ OD FRPSHWHQFLD PDWHULDO WHUULWRULDO \ GH JUDGR TXH
HVWDEOHFHOD&RQVWLWXFLyQ\ODOH\UHVSHFWLYD $UWLE 

&203(7(1&,$0$7(5,$/

/RV yUJDQRV GHO 3RGHU -XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD WLHQHQ D VX FDUJR OD WUDPLWDFLyQ \
UHVROXFLyQ GH FDXVDV HQ ODV FXDOHV FRUUHVSRQGD OD DSOLFDFLyQ GH QRUPDV GH GHUHFKR
FRP~Q VHJ~Q TXH ODV FRVDV R SHUVRQDV FDLJDQ EDMR VX UHVSHFWLYD MXULVGLFFLyQ \ ODV GH
GHUHFKR S~EOLFR SURYLQFLDO \ PXQLFLSDO GH IRQGR DGPLQLVWUDWLYR WULEXWDULR SUHYLVLRQDO
HWF  R IRUPD FyGLJRV SURFHVDOHV HQ PDWHULD ODERUDO SHQDO FLYLO \ FRPHUFLDO IDPLOLD
FRQWHQFLRVRDGPLQLVWUDWLYDPHQRUHVHWF 
/D RUJDQL]DFLyQ MXGLFLDO FRUGREHVD SUHVHQWD HQ HVWH DVSHFWR GLVWLQWRV QLYHOHV GH
HVSHFLDOL]DFLyQ MXGLFLDO R IXHURV HVSHFLDOL]DGRV HVWR HV WULEXQDOHV \ GHSHQGHQFLDV
LQYHVWLGRVGHFRPSHWHQFLDHQGHWHUPLQDGDVPDWHULDV\OXJDUHV
(O FHQWUR MXGLFLDO GH OD &DSLWDO DOEHUJD D ORV IXHURV TXH FXDQWLWDWLYD \ FXDOLWDWLYDPHQWH
SRGHPRV XELFDU HQ XQ SULPHU QLYHO GH HVSHFLDOL]DFLyQ FRQ UHODFLyQ DO UHVWR GH OD
HVWUXFWXUDSURYLQFLDO
5HSDVDPRVORVIXHURVH[LVWHQWHV
¾ &LYLO \ &RPHUFLDO VH LQFOX\HQ ORV WULEXQDOHV HVSHFLDOL]DGRV HQ PDWHULD &RQFXUVDO \
6RFLHWDULR\ORVMX]JDGRVGH(MHFXFLRQHV)LVFDOHV 
¾ &RQWHQFLRVRDGPLQLVWUDWLYR
¾ (OHFWRUDO
¾ )DPLOLD
¾ /DERUDO
¾ 3HQDOTXHLQFOX\HORV7ULEXQDOHV&RUUHFFLRQDOHVGH)DOWDV\ORVGH3HQDO(FRQyPLFR
\$QWLFRUUXSFLyQ
¾ 0HQRUHVHQVXViUHDV3UHYHQFLRQDO\&RUUHFFLRQDO
(Q XQ VHJXQGR QLYHO GH HVSHFLDOL]DFLyQ VH HQFXHQWUDQ ORV &HQWURV -XGLFLDOHV GH 5tR
&XDUWR6DQ)UDQFLVFR\9LOOD0DULD
(QXQWHUFHUQLYHOORVGH0DUFRV-XiUH]9LOOD'RORUHV&UX]GHO(MH%HOO9LOOH\5tR7HUFHUR
(QXQFXDUWRQLYHOORVGH/DERXOD\H\'HiQ)~QHV
(QXQTXLQWRQLYHOORVFHQWURVMXGLFLDOHVGH$OWD*UDFLD&DUORV3D]&RVTXtQ-HV~V0DUtD\
5tR6HJXQGR+XLQFD5HQDQFy
(QXQVH[WRQLYHOORVGH$UUR\LWR/DV9DULOODV0RUWHURV2OLYD/D&DUORWD&RUUDOGH%XVWRV\
&XUD%URFKHUR

&203(7(1&,$'(*5$'2

/RV WULEXQDOHV HMHUFHQ VXV FRPSHWHQFLDV GLVWULEXLGDV HQ LQVWDQFLDV R JUDGRV(Q XQ PLVPR
IXHUR SXHGHQ FRQYLYLU WULEXQDOHV XQLSHUVRQDOHV GH SULPHUD LQVWDQFLD R JUDGR MX]JDGRV
FLYLOHV \ FRPHUFLDOHV  R FROHJLDGRV GH VHJXQGD LQVWDQFLD R JUDGR &iPDUDV GH
$SHODFLRQHVHQOR&LYLO\&RPHUFLDO 
(Q RWURV iPELWRV ORV WULEXQDOHV SXHGHQ VHU GH ~QLFD LQVWDQFLD &iPDUDV GHO &ULPHQ
-X]JDGRV&RUUHFFLRQDOHVHWF 
$ VX YH] XQ PLVPR WULEXQDO SRU H[SUHVR GHVLJQLR OHJDO SXHGH DGRSWDU GLVWLQWDV
SRVLELOLGDGHV GH DFWXDFLyQ MXULVGLFFLRQDO VHJ~Q HO WLSR \ REMHWR GH MXLFLR $OJXQRV
WULEXQDOHV DVXPHQ GXDOLGDG GH UROHV HQ FLHUWDV FDXVDV HV WUDPLWDGRU H LQVWUXFWRU GH
FDXVDV\HQRWUDVWLHQHODDWULEXFLyQGHGHFLGLUFDXVDVGHPHQRUHQYHUJDGXUD
&LHUWRV WULEXQDOHV FROHJLDGRV &iPDUD &RQWHQFLRVR $GPLQLVWUDWLYD   DFW~DQ HQ DOJXQRV
FDVRV FRPR WULEXQDO GH SULPHUD LQVWDQFLD HQ ORV FDVRV TXH XQD GH ODV SDUWHV VHD OD
3URYLQFLD \HQODVUHVWDQWHVFRPRGH~QLFDLQVWDQFLD


.-:48:-.
La Revuelta
7DPELpQH[LVWHQ&iPDUDVKDQVLGRKDELOLWDGDVSDUDUHVROYHUGHPDQHUD´XQLSHUVRQDOµ

&203(7(1&,$7(55,725,$/

(O3RGHU-XGLFLDORUJDQL]DWHUULWRULDOPHQWHVXIXQFLyQGLYLGLHQGRHOHVSDFLRJHRItVLFRGHOD
3URYLQFLDGH&yUGREDHQGLH]&LUFXQVFULSFLRQHV-XGLFLDOHVGHPDUFDQGRDVtHOHVSDFLR
WHUUHVWUHGRQGHHMHUFHQVXFRPSHWHQFLDWHUULWRULDOORVyUJDQRVMXGLFLDOHV

0$3$-8',&,$/

&,5&816&5,3&,21 $6,(172 6('(6


-8',&,$/
&DUORV3D]²$OWD*UDFLD²5tR6HJXQGR²
35,0(5$ &DSLWDO
-HV~V0DUtD
6(*81'$ 5tR&XDUWR /D&DUORWD²+XLQFD5HQDQFy
7(5&(5$ %HOO9LOOH &RUUDOGH%XVWRV²0DUFRV-XiUH]
&8$57$ 9LOOD0DUtD 2OLYD
48,17$ 6DQ)UDQFLVFR 0RUWHURV²$UUR\LWR²/DV9DULOODV
6(;7$ 9LOOD'RORUHV 9LOOD&XUD%URFKHUR
6(37,0$ &UX]GHO(MH &RVTXtQ
2&7$9$ /DERXOD\H /DERXOD\H
129(1$ 'HiQ)XQHV 'HiQ)XQHV
'e&,0$ 5tR7HUFHUR 5tR7HUFHUR

(QODVHGHGHOD&LUFXQVFULSFLyQ3ULPHUD &yUGRED&DSLWDO ODIXQFLyQMXGLFLDOVHGHVDUUROOD


HQORVVLJXLHQWHVHGLILFLRVFX\DGLUHFFLyQSRVWDO\WHOpIRQRVVHGHWDOODQDFRQWLQXDFLyQ

9 (GLILFLRGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDO$UWXUR0%DV7H

9 3DODFLRGH-XVWLFLD,&DVHURV%ƒ&HQWUR7H

9 3DODFLR GH -XVWLFLD ,, 3HQDO  )UXFWXRVR 5LYHUD HVT $UWLJDV %ƒ 2EVHUYDWRULR 7H
²

9 3DODFLRGH-XVWLFLD,,, /DERUDO %Y,OOtDHVT%DOFDUFH7H²

9 7ULEXQDOHVGH)DPLOLD7XFXPiQ%ƒ&HQWUR7H²

9 7ULEXQDOHV &RQWHQFLRVR $GPLQLVWUDWLYR \ (MHFXFLyQ )LVFDO $UWXUR 0 %DV  7H
²

9 -X]JDGR(OHFWRUDO&DVHURV%ƒ&HQWUR7H²

9 $VHVRUtDV&LYLOHVGH$EULO7H

9 3ROLFtD-XGLFLDO'XDUWH4XLUyV7H²

6H DGMXQWDQ FRPR $QH[RV DO ILQDO GH HVWH PDWHULDO XQ OLVWDGR GH UHIHUHQFLD TXH OH
IDFLOLWDUi OD XELFDFLyQ GH ODV GLVWLQWDV RILFLQDV MXULVGLFFLRQDOHV DJUXSDGDV SRU IXHUR  \
DGPLQLVWUDWLYDVGHO3RGHU-XGLFLDOHQODVHGH&DSLWDO\HOSODQRFRUUHVSRQGLHQWHDOHGLILFLR
GHO3DODFLRGH-XVWLFLD,


.-:49:-.
La Revuelta
1.3. 4
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Derechos, deberes, incompatibilidades y
prohibiciones para el personal

.-:50:-.
La Revuelta
5(*/$0(17$&,Ð1*(1(5$/3$87$6'(&203257$0,(172

/DVUHJODV\QRUPDVJHQHUDOHVTXHGHEHPRVREVHUYDUORVLQWHJUDQWHVGHO3RGHU-XGLFLDOGH
&yUGREDVRQDTXHOODVH[SUHVDGDVHQ

 /H\2UJiQLFDGHO3RGHU-XGLFLDO /23- 1ƒ


 'LVSRVLFLRQHV ,QWHUQDV $FXHUGRV $FXHUGRV 5HJODPHQWDULRV 5HVROXFLRQHV \
'HFUHWRV H[SHGLGRV GHVGH HO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD HO ÉUHD GH 5HFXUVRV
+XPDQRV 6HULH ´$µ  ÉUHD GH 6HUYLFLRV -XGLFLDOHV 6HULH ´%µ  \ HO ÉUHD GH
$GPLQLVWUDFLyQ 6HULH´&µ 
 /H\GH&ROHJLDFLyQGHO&ROHJLRGH$ERJDGRVGHOD3URYLQFLDGH&yUGRED1ƒ
 &yGLJRGHeWLFDSDUD0DJLVWUDGRV\)XQFLRQDULRVGHO3RGHU-XGLFLDOGHOD3URYLQFLD
GH&yUGRED

3DUD REWHQHU PD\RU LQIRUPDFLyQ FRQ UHVSHFWR D OD UHJODPHQWDFLyQ JHQHUDO 8G SRGUi
HIHFWXDUVXFRQVXOWDGHODVLJXLHQWHPDQHUD

 /H\2UJiQLFDGHO3RGHU-XGLFLDO1ƒ6LWLR2ILFLDOGHO3RGHU-XGLFLDOHQ,QWHUQHW
ZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDU KDFLHQGRFOLFNHQ,QIRUPDFLyQ*HQHUDO
 'LVSRVLFLRQHV ,QWHUQDV $FXHUGRV ² 5HVROXFLRQHV HWF  3RUWDO GH $SOLFDFLRQHV ²
,QWUDQHWKDFLHQGRFOLFNHQ&RQVXOWDGH$FXHUGRV
 /H\ GH &ROHJLDFLyQ 1ƒ  6LWLR 2ILFLDOHQ ,QWHUQHW GHO &ROHJLR GH $ERJDGRVGH
&yUGRED ZZZDERJDGRRUJDU LQJUHVDQGRD/H\HVUHDOL]DQGRODE~VTXHGDSRUHO1ƒ
GH/H\
 &yGLJRGHeWLFDSDUD0DJLVWUDGRV\)XQFLRQDULRV6LWLR2ILFLDOGHO3RGHU-XGLFLDOHQ
,QWHUQHW ZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDU  LQJUHVDQGR HQ 1RYHGDGHV GHO VLWLR ² &yGLJR GH
eWLFD-XGLFLDO

7DPELpQ VH SUHYpQ XQD VHULH GH QRUPDV TXH GHEHQ JXLDU HO FRUUHFWR GHVHPSHxR GHO
DJHQWH GHUHFKRV GHEHUHV SURKLELFLRQHV H LQFRPSDWLELOLGDGHV  SDUD FXPSOLU FRQ OD
H[FHOVDIXQFLyQTXHSRVHHQWRGRVDTXHOORVTXHLQWHJUDQODQyPLQDGHO3RGHU-XGLFLDO6X
REVHUYDQFLD QR GHEH HQWHQGHUVH TXH DEDUFD VRODPHQWH DO GHVHPSHxR GH WDUHDV
UHIHULGDVDODIXQFLyQMXGLFLDOVLQRWDPELpQDODVH[WHUQDVGHFRQIRUPLGDGFRQODVEXHQDV
FRVWXPEUHVODPRUDO\HOGHUHFKR

'(5(&+26

5(75,%8&,Ð1
$ OD UHWULEXFLyQ GH VX VHUYLFLR FRQ DUUHJOR DO JUDGR \ FDWHJRUtD GHO FDUJR TXH HMHU]D
VDOYRHOFDVRGHVXVSHQVLRQHVROLFHQFLDVFRQFHGLGDVVLQJRFHGHKDEHUHVRLQDVLVWHQFLDV
LQMXVWLILFDGDV

(67$%,/,'$'
'HUHFKR GHO DJHQWH LQFRUSRUDGR GHILQLWLYDPHQWH DO 3RGHU -XGLFLDO GH FRQVHUYDU HO
HPSOHRODMHUDUTXtD\HOQLYHODOFDQ]DGR\KDVWDHQFRQWUDUVHHQFRQGLFLRQHVGHMXELODUVH
\HQWDQWRQRVREUHYHQJDODVHSDUDFLyQGHOFDUJRSRUFHVDQWtDRH[RQHUDFLyQ

%(1(),&,2635(9,6,21$/(6
$ORVEHQHILFLRVSUHYLVLRQDOHV\MXELODWRULRVTXHODVOH\HVHVWDEOH]FDQ


.-:51:-.
La Revuelta
%(1(),&,2662&,$/(6<'(6$/8'
&XHQWDQFRQDVLVWHQFLDPpGLFDDWUDYpVGHO'HSDUWDPHQWRGH0HGLFLQD/DERUDO\FRQOD
FREHUWXUDGHVDOXGEULQGDGDSRU$35266 H[,3$0 

$*5(0,$&,Ð1
(OSHUVRQDOJR]DGHOGHUHFKRGHDILOLDUVHDOD$VRFLDFLyQ*UHPLDOGH(PSOHDGRVGHO3RGHU
-XGLFLDOSDUDODGHIHQVDGHVXVLQWHUHVHV

&$3$&,7$&,Ð1
7RGR DJHQWH WLHQH GHUHFKR D FDSDFLWDUVH HQ VX FDUUHUD DGPLQLVWUDWLYD PHGLDQWH OD
SDUWLFLSDFLyQ HQ FXUVRV GH SHUIHFFLRQDPLHQWR FRQ HO SURSyVLWR GH PHMRUDU OD HILFLHQFLD
GHO3RGHU-XGLFLDO

-251$'$/$%25$/
6H FRQVLGHUD MRUQDGD GH WUDEDMR HO WLHPSR TXH HO SHUVRQDO HVWi D GLVSRVLFLyQ GHO 3RGHU
-XGLFLDO 3URYLQFLDO /D GXUDFLyQ GH OD MRUQDGD QRUPDO GH ODERU VHJ~Q HO HVFDODIyQ GH
FDUJRVHVODVLJXLHQWH

 3HUVRQDO TXH VH GHVHPSHxH HQ FDOLGDG GH 3DVDQWH FXDWUR   KRUDV GLDULDV R
YHLQWH  VHPDQDOHV DOQRH[LVWHQSHUVRQDVHQHVWDFDWHJRUtD 
 3HUVRQDO 2EUHUR \ 0DHVWUDQ]D \ 3HUVRQDO 7pFQLFR$GPLQLVWUDWLYR VHLV   KRUDV
GLDULDVRWUHLQWD  VHPDQDOHV
 3HUVRQDO 6XSHULRU GH &RQGXFFLyQ -HIH GH 'HSDUWDPHQWR ² -HIH GH 'LYLVLyQ \
3URVHFUHWDULR $GPLQLVWUDWLYR  VLHWH   KRUDV GLDULDV R WUHLQWD \ FLQFR   KRUDV
VHPDQDOHV
 )XQFLRQDULRVQXHYH  KRUDVGLDULDVRFXDUHQWD\FLQFR  KRUDVVHPDQDOHVFRQ
H[FHSFLyQ GH ORV SURIHVLRQDOHV TXH VH GHVHPSHxDQ FRPR SHULWRV RILFLDOHV
PpGLFRV ² FDOtJUDIRV HWF  GRQGH OD GXUDFLyQ GH OD MRUQDGD GH WUDEDMR HV OD
HVWDEOHFLGDSRUHOFROHJLRSURIHVLRQDOTXHORVQXFOpD

/RV 0DJLVWUDGRV \ ORV )XQFLRQDULRV GHO 0LQLVWHULR 3~EOLFR )LVFDO $VHVRUHV GHO 7UDEDMR
$VHVRUHV /HWUDGRV 5HODWRUHV GH 6DOD 6HFUHWDULRV GHO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD
'LUHFWRUHV \ 6XE'LUHFWRUHV GHO PLVPR GHEHUiQ DVLVWLU \ SHUPDQHFHU HQ VX GHVSDFKR HO
WLHPSRTXHUHTXLHUDHOHILFLHQWHFXPSOLPLHQWRGHVXVIXQFLRQHV

(Q WRGRV ORV FDVRV H[LVWH XQD   KRUD GH GLVSRQLELOLGDG TXH VHUi XWLOL]DGD FXDQGR ODV
UD]RQHVGHVHUYLFLRORUHTXLHUDQ
(OWLHPSRGHWUDEDMRTXH²DUHTXHULPLHQWRH[SUHVRGHO3RGHU-XGLFLDO²H[FHGDODMRUQDGD
QRUPDO VHUi FRQVLGHUDGR KRUD H[WUD \ SRGUi VHU DERQDGR DO DJHQWH FRQIRUPH D OD
OHJLVODFLyQYLJHQWHRELHQVHUFRPSHQVDGRFRQIUDQFRV

'(6&$1626
$JR]DUGHGHVFDQVRVHPDQDO ViEDGR\GRPLQJR 

5(&(626-8',&,$/(6
/RV7ULEXQDOHVGHOD3URYLQFLDYDFDUiQGHVGHHOžDOGH(QHURGHFDGDDxRLQFOXVLYH
\ GXUDQWHORV RFKR GtDV KiELOHV TXHILMH HO 7ULEXQDO6XSHULRU GH -XVWLFLDHQFRQFRUGDQFLD
FRQHOUHFHVRHVFRODUGHLQYLHUQR $UW/23- 

$6,67(1&,$</,&(1&,$6
6RQ ODV HVWDEOHFLGDV HQ HO 5HJODPHQWR GH $VLVWHQFLDV \ /LFHQFLDV GHO 3RGHU -XGLFLDO GH
&yUGRED 5$/ 


.-:52:-.
La Revuelta
&$55(5$-8',&,$/
$ODFDUUHUDDGPLQLVWUDWLYDMXGLFLDOUHIHULGDDOSURJUHVRGHQWURGHORVJUDGRV\FDWHJRUtDV
HVWDEOHFLGDVHQHOUpJLPHQGHDVFHQVRVGHO3RGHU-XGLFLDO

35(0,26<0(1&,21(6
$PHQFLRQHVHVSHFLDOHVHQVXOHJDMRSRUVHUYLFLRVH[WUDRUGLQDULRVFXPSOLGRVHQEHQHILFLR
GHOD$GPLQLVWUDFLyQGH-XVWLFLD

'(%(5(6

6LQ SHUMXLFLR GH ORV GHEHUHV TXH SDUWLFXODUPHQWH OH LPSRQJDQ ODV OH\HV GHFUHWRV \
UHVROXFLRQHVHVSHFLDOHVHODJHQWHMXGLFLDOHVWiREOLJDGRD

D $ODSUHVWDFLyQSHUVRQDOGHOVHUYLFLRFRQ HILFLHQFLDUHVSRQVDELOLGDG\GLOLJHQFLDHQHO
OXJDU \ FRQGLFLRQHV GH WLHPSR \ IRUPD TXH GHWHUPLQHQ ODV GLVSRVLFLRQHV UHJODPHQWDULDV
FRUUHVSRQGLHQWHV
E $ REVHUYDU HQ HO VHUYLFLR \ IXHUD GH pO XQD FRQGXFWD GHFRURVD \ GLJQD GH OD
FRQVLGHUDFLyQ\FRQILDQ]DTXHVXHVWDGRRILFLDOH[LJH
F $ FRQGXFLUVH FRQ WDFWR \ FRUWHVtD HQ VXV UHODFLRQHV GH VHUYLFLR FRQ HO S~EOLFR
FRQGXFWD TXH GHEHUi REVHUYDU DVLPLVPR UHVSHFWR GH VXV VXSHULRUHV FRPSDxHURV \
VXERUGLQDGRV
G $ REHGHFHU WRGD RUGHQ HPDQDGD GH XQ VXSHULRU MHUiUTXLFR FRQ DWULEXFLRQHV \
FRPSHWHQFLDV SDUD GDUOD TXH UH~QD ODV IRUPDOLGDGHV GHO FDVR \ WHQJD SRU REMHWR OD
UHDOL]DFLyQGHDFWRVGHVHUYLFLRFRPSDWLEOHVFRQODIXQFLyQGHODJHQWH
H $UHKXVDUGiGLYDVREVHTXLRVUHFRPSHQVDVRFXDOTXLHURWUDYHQWDMDFRQPRWLYRGHVXV
IXQFLRQHV
I $ JXDUGDU VHFUHWR GH WRGR DVXQWR GHO VHUYLFLR TXH GHED SHUPDQHFHU HQ UHVHUYD SRU
UD]yQ GH VX QDWXUDOH]D R GH LQVWUXFFLRQHV HVSHFLDOHV REOLJDFLyQ TXH VXEVLVWLUi D~Q
GHVSXpVGHKDEHUFHVDGRHQVXVIXQFLRQHV
J $ SHUPDQHFHU HQ HO FDUJR HQ FDVR GH UHQXQFLD SRU HO WpUPLQR GH 75(,17$   GtDV
FRUULGRV FRPSXWDGRV D SDUWLU GH OD IHFKD GH UHFHSFLyQ GH OD PLVPD VDOYR TXH DQWHV
IXHUDUHHPSOD]DGRDFHSWDGDVXGLPLVLyQRDXWRUL]DGRDFHVDUHQVXVIXQFLRQHV
K $ FXLGDU ORV ELHQHV GHO 3RGHU -XGLFLDO YHODQGR SRU OD HFRQRPtD GHO PDWHULDO \ OD
FRQVHUYDFLyQ GH ORV HOHPHQWRV TXH OH IXHUDQ FRQILDGRV D VX FXVWRGLD XWLOL]DFLyQ R
H[DPHQ
L $ HQFXDGUDUVH HQ ODV GLVSRVLFLRQHV OHJDOHV \ UHJODPHQWDULDV VREUH LQFRPSDWLELOLGDG \
DFXPXODFLyQGHFDUJRV
M $ HOHYDU D FRQRFLPLHQWR GH OD VXSHULRULGDG WRGR DFWR R SURFHGLPLHQWR TXH SXHGD
FDXVDUSHUMXLFLRDO3RGHU-XGLFLDOFRQILJXUDUGHOLWRRLUUHJXODULGDGDGPLQLVWUDWLYD
N $FXPSOLUHOWUDWDPLHQWR\ODVSUHVFULSFLRQHVPpGLFDVLQGLFDGDVHQORVFDVRVGHOLFHQFLD
SRUHQIHUPHGDG
O $VHJXLUODYtDMHUiUTXLFDFRUUHVSRQGLHQWHHQODVSHWLFLRQHV\WUDPLWDFLRQHVGHELHQGRHO
IXQFLRQDULRUHVSRQVDEOHLPSULPLUDODVPLVPDVHOFXUVRGHELGR
P $ H[FXVDUVH GH LQWHUYHQLU HQ WRGD DFWXDFLyQ TXH SXHGD RULJLQDU LQWHUSUHWDFLRQHV GH
SDUFLDOLGDGRLQFRPSDWLELOLGDGPRUDO
Q $ FXPSOLU KRUDV H[WUDV GH WUDEDMR FXDQGR ODV FLUFXQVWDQFLDV GH IXHU]D PD\RU GHO
VHUYLFLRDVtORUHTXLHUDQ
x $VRPHWHUVHDODMXULVGLFFLyQGLVFLSOLQDULD\HMHUFHUODTXHOHFRPSHWHSRUVXMHUDUTXtD\
GHFODUDUHQFDOLGDGGHWHVWLJRHQODVLQYHVWLJDFLRQHV\VXPDULRVDGPLQLVWUDWLYRV
R $VRPHWHUVHDH[DPHQSVLFRItVLFRFXDQGRORGLVSRQJDODDXWRULGDGFRPSHWHQWH
S $GHFODUDUODQyPLQDGHORVIDPLOLDUHVDVXFDUJR\FRPXQLFDUGHQWURGHOSOD]RGHORV
WUHLQWD  GtDVGHSURGXFLGRHOFDPELRGHHVWDGRFLYLORYDULDQWHVGHFDUiFWHUIDPLOLDU


.-:53:-.
La Revuelta
DFRPSDxDQGR HQ WRGRV ORV FDVRV OD GRFXPHQWDFLyQ FRUUHVSRQGLHQWH \ PDQWHQHU
SHUPDQHQWHPHQWHDFWXDOL]DGDODLQIRUPDFLyQUHIHUHQWHDOGRPLFLOLR

352+,%,&,21(6

48('$ SURKLELGR D ORV DJHQWHV HQ VX FRQGLFLyQ GH WDOHV VLQ SHUMXLFLR GH OR TXH DO
UHVSHFWRHVWDEOH]FDODUHJODPHQWDFLyQSHUWLQHQWH

D 3DWURFLQDUWUiPLWHVRJHVWLRQHVDGPLQLVWUDWLYDVUHIHUHQWHVDDVXQWRVGHWHUFHURVTXHVH
YLQFXOHQFRQVXVIXQFLRQHV
E $VRFLDUVH GLULJLU DGPLQLVWUDU DVHVRUDU SDWURFLQDU R UHSUHVHQWDU D SHUVRQDV ItVLFDV R
MXUtGLFDVTXHJHVWLRQHQRH[SORWHQFRQFHVLRQHVRSULYLOHJLRVGHO3RGHU-XGLFLDORTXHVHDQ
SURYHHGRUHVRFRQWUDWLVWDVGHODPLVPDHQVXVUHODFLRQHVFRQHOPLVPR
F 5HFLELU GLUHFWD R LQGLUHFWDPHQWH EHQHILFLRV RULJLQDGRV HQ FRQWUDWRV FRQFHVLRQHV
IUDQTXLFLDVRDGMXGLFDFLRQHVFHOHEUDGDVXRWRUJDGDVSRUHO3RGHU-XGLFLDO
G 0DQWHQHU YLQFXODFLRQHV TXH OH UHSUHVHQWHQ EHQHILFLRV X REOLJDFLRQHV FRQ HQWLGDGHV
SULYDGDVGLUHFWDPHQWHILVFDOL]DGDVSRUOD5HSDUWLFLyQHQODTXHSUHVWHVHUYLFLRV
H 9DOHUVH GLUHFWD R LQGLUHFWDPHQWH GH IDFXOWDGHV R SUHUURJDWLYDV LQKHUHQWHV D VXV
IXQFLRQHVSDUDUHDOL]DUSURVHOLWLVPRRDFFLyQSROtWLFD
I 5HDOL]DUSURSLFLDURFRQVHQWLUDFWRVLQFRPSDWLEOHVFRQODVQRUPDVGHPRUDOXUEDQLGDG
R EXHQDVFRVWXPEUHV
J 6ROLFLWDURSHUFLELUGLUHFWDRLQGLUHFWDPHQWHHVWLSHQGLRVRUHFRPSHQVDVTXHQRVHDQORV
GHWHUPLQDGRVSRUQRUPDVYLJHQWHV
K $FHSWDUGiGLYDVREVHTXLRVRYHQWDMDVGHFXDOTXLHUtQGROHD~QIXHUDGHOVHUYLFLRTXH
OHRIUH]FDQFRPRUHWULEXFLyQGHDFWRVLQKHUHQWHVD VXVIXQFLRQHV RFRPRFRQVHFXHQFLD
GHHOORV
L 5HWLUDURXWLOL]DUFRQILQHVSDUWLFXODUHVORVHOHPHQWRVGHWUDQVSRUWHV\~WLOHVGHWUDEDMRR
GRFXPHQWRVGHVWLQDGRVDOVHUYLFLRRILFLDO\DORVVHUYLFLRVGHOSHUVRQDO
M 3URPRYHURDFHSWDUKRPHQDMHV\WRGRRWURDFWRTXHLPSOLTXHVXPLVLyQ\REVHFXHQFLDD
ORV VXSHULRUHV MHUiUTXLFRV FRPR DVt WDPELpQ VXVFULSFLRQHV DGKHVLRQHV R FRQWULEXFLRQHV
GHOSHUVRQDO
N 5HIHULUVHHQIRUPDGHVSHFWLYDSRUFXDOTXLHUPHGLRDODVDXWRULGDGHVRDORVDFWRVGH
HOODVHPDQDGRVSXGLHQGRVLQHPEDUJRHQWUDEDMRILUPDGRFULWLFDUORVGHVGHXQSXQWRGH
YLVWDGRFWULQDULRRGHODRUJDQL]DFLyQGHOVHUYLFLR
O 3UHVHQWDUVHDOWUDEDMRRGHVHPSHxDUWDUHDVHQHVWDGRGHHEULHGDG
P 5HSUHVHQWDU R SDWURFLQDU D OLWLJDQWHV FRQWUD HO 3RGHU -XGLFLDO VXV HQWHV
GHVFHQWUDOL]DGRVDXWiUTXLFRV\0XQLFLSLRVRLQWHUYHQLUHQJHVWLRQHVH[WUDMXGLFLDOHVHQTXH
pVWRV VHDQ SDUWHV VDOYR TXH VH WUDWH GH OD GHIHQVD GH VXV LQWHUHVHV SHUVRQDOHV GH VX
FyQ\XJHRGH VXVSDULHQWHV KDVWDHOWHUFHU HU JUDGRRFXDQGR WDOHVDFWRVVHUHDOLFHQ
HQGHIHQVDGHORVGHUHFKRVSURIHVLRQDOHV
Q ,QFXUULUHQLQFXPSOLPLHQWRGHREOLJDFLRQHVTXHGHQOXJDUDOHPEDUJRGHKDEHUHVSRU
VHQWHQFLD ILUPH HQ MXLFLR RUGLQDULR VDOYR TXH ODV GHXGDV VH RULJLQHQ SRU DOLPHQWRV OLWLV
H[SHQVDVRTXHKXELHUHVLGRWUDEDGRSRUHUURURFXDQGRHODJHQWHQRIXHUDWLWXODUGHOD
REOLJDFLyQ
x  'HVHPSHxDU FXDOTXLHU IXQFLyQ GH tQGROH S~EOLFD R SULYDGDPLHQWUDV VH HQFXHQWUH HQ
XVRGHOLFHQFLDSRUUD]RQHVGHVDOXGVDOYRTXHVHDSUHYLDPHQWHDXWRUL]DGRSRUHO6HUYLFLR
GH5HFRQRFLPLHQWRV0pGLFRVGHOD3URYLQFLD

,1&203$7,%,/,'$'(6


.-:54:-.
La Revuelta
(V LQFRPSDWLEOH HO GHVHPSHxR GH XQ HPSOHR HQ HO 3RGHU -XGLFLDO FRQ OD FREHUWXUD GH
RWURHPSOHRS~EOLFR3URYLQFLDO1DFLRQDO0XQLFLSDORGHRWUDVSURYLQFLDV

12SRGUiQGHVHPSHxDUVHHQWDUHDVUHPXQHUDGDVEDMRODMXULVGLFFLyQGHO3RGHU-XGLFLDO
ORVFRPSUHQGLGRVHQHO$UWtFXORžGHOD&RQVWLWXFLyQ3URYLQFLDO\ORVMXELODGRVH[FHSWR
ORVFDVRVH[SUHVDPHQWHSUHYLVWRVHQOD/HJLVODFLyQ3URYLQFLDO

(QXQPLVPRGHSDUWDPHQWRXRILFLQDQRSRGUiQSUHVWDUVHUYLFLRVHQUHODFLyQMHUiUTXLFD
GLUHFWD DJHQWHV OLJDGRV SRU PDWULPRQLR R SDUHQWHVFR SRU FRQVDQJXLQLGDG R DGRSFLyQ
GHQWURGHOVHJXQGRJUDGR\SRUDILQLGDGGHQWURGHOPLVPRJUDGRVDOYRTXHODQDWXUDOH]D
GHODIXQFLyQRODVQHFHVLGDGHVGHOVHUYLFLRDVtORMXVWLILTXHQ

 (V FRPSDWLEOH FRQ HO GHVHPSHxR GH FXDOTXLHU HPSOHR S~EOLFR HO HMHUFLFLR GH OD
GRFHQFLDHQFXDOTXLHUDGHVXVJUDGRV\HOGHVHPSHxRGHDFWLYLGDGHVDUWtVWLFDVFRQODV
OLPLWDFLRQHVTXHGHWHUPLQHODUHJODPHQWDFLyQVLHPSUHTXHQRH[LVWDVXSHUSRVLFLyQKRUDULD
\TXHODVWDUHDV\KRUDULRVVHFXPSODQtQWHJUDPHQWH

 (O DJHQWH SHUWHQHFLHQWH DO 3RGHU -XGLFLDO TXH SRVHD HO 7tWXOR GH $ERJDGR QR SRGUtD
HMHUFHU VX SURIHVLyQ GHPDQHUD SDUWLFXODU H LQGHSHQGLHQWH \D TXH VH GHEHLQKDELOLWDUVX
PDWUtFXOD 6HJ~Q HO $UWtFXOR  GH OD /H\ GHO &ROHJLR GH $ERJDGRV GH OD 3URYLQFLD GH
&yUGRED ORV IXQFLRQDULRV DGPLQLVWUDWLYRV HQ DFWLYLGDG GLSORPDGRV HQ 'HUHFKR VyOR
SRGUiQHMHUFHUOD3URIHVLyQGHDERJDGRFXDQGRODVOH\HVRUHJODPHQWRVQRORSURKtEDQ 

$ VX YH] H[LVWHQ QRUPDV TXH UHJXODQ OD DVLVWHQFLD \ ODV OLFHQFLDV GH ORV 0DJLVWUDGRV
)XQFLRQDULRV\(PSOHDGRVGHO3RGHU-XGLFLDOGHOD3URYLQFLDTXHHVWiQFRQWHPSODGDVHQ
HO5HJODPHQWRGH$VLVWHQFLD\/LFHQFLDV 5$/ 

6LD8GVHOHSUHVHQWDQLQTXLHWXGHVRFRQVXOWDVVREUHHOUpJLPHQGHDVLVWHQFLDV\OLFHQFLDVGHEHUi
FRPXQLFDUVHFRQODPHVDGHHQWUDGDVGHOD2ILFLQDGH3HUVRQDO ÉUHDGH5HFXUVRV+XPDQRV GH
PDQHUD SHUVRQDO DFHUFiQGRVH D $UWXUR 0 %DV  WHOHIyQLFDPHQWH DO 7H    
LQWHUQRRYtDFRUUHRHOHFWUyQLFRDSHUVRQDOPH#MXVWLFLDFRUGREDJRYDU

$ FRQWLQXDFLyQ VH H[SRQH XQ PDSD FRQFHSWXDO GHO PLVPR UHFRPHQGDQGR DO QXHYR
DJHQWHVXOHFWXUD\FRQVXOWD (VWH5HJODPHQWROHHQWUHJDHO'HSDUWDPHQWRGH3HUVRQDOD
WRGRLQJUHVDQWHGHO3RGHU-XGLFLDO 


.-:55:-.
La Revuelta
1.3. 5
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Perfil de los integrantes del Poder Judicial

.-:56:-.
La Revuelta
3(5), /'(/26,17(*5$17(6'(/32'(5-8',&, $/
3(5),/'(/26,17(*5$17(6'(/32'(5-8',&,$/

(O REMHWLYR GH HVWH DFiSLWH HV SRQHU HQ VX FRQRFLPLHQWR OR TXH VH HVSHUD GH 8G VX
FRQGXFWD \ VX DFFLRQDUFRPR LQWHJUDQWH GHO 3RGHU -XGLFLDO 'HWDOODPRV D FRQWLQXDFLyQ
XQD VHULH GH SULQFLSLRV \ YDORUHV TXH GHEHUi FRQVLGHUDU SDUD HO SOHQR GHVDUUROOR GH VXV
WDUHDV\VXDSRUWHDODSUHVWDFLyQGHXQVHUYLFLRGHMXVWLFLDGHFDOLGDG

(V LPSRUWDQWH PHQFLRQDU TXH HQ HO 3RGHU -XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD GH &yUGRED H[LVWH XQ
´&yGLJR GH eWLFD -XGLFLDOµ SDUD 0DJLVWUDGRV \ )XQFLRQDULRV GHO 3RGHU -XGLFLDOµ HO FXDO
LQFOX\HUHJODVIXQFLRQDOHV\VRFLDOHVTXHORVPLVPRVGHEHQDVXPLUSDUDHOHMHUFLFLRGHVX
LPSRUWDQWH IXQFLyQ  5HFRPHQGDPRV VX OHFWXUD D WRGR LQWHJUDQWH GHO 3RGHU -XGLFLDO D
WUDYpVGHO6LWLR2ILFLDOGHO3RGHU-XGLFLDOHQ,QWHUQHW 3iJLQDSULQFLSDO 

$VLPLVPR EDViQGRVH HQ HO PRGHOR GH JHVWLyQ SRU FRPSHWHQFLDV FRJQLWLYDV
SURFHGLPHQWDOHV \ DFWLWXGLQDOHV HV GHFLU FRQVLGHUDQGR ORV FRQRFLPLHQWRV KDELOLGDGHV
GHVWUH]DV\DFWLWXGHVHVWD,QVWLWXFLyQHVSHUD

 2ULHQWDFLyQ DO ORJUR TXLHQ RULHQWD VX FRPSRUWDPLHQWR DO ORJUR PXHVWUD
FRPSURPLVRFRQODWDUHDPRGLILFDVXVPpWRGRVGHWUDEDMREXVFDQGRIRUPDVPHMRUHV
PiV UiSLGDV PHQRV FRVWRVDV \ PiV HILFLHQWHV GH KDFHU ODV FRVDV PHMRUD HO
UHQGLPLHQWR HV SHUVLVWHQWH \ UHDOL]D WRGRV ORV HVIXHU]RV QHFHVDULRV SDUD DOFDQ]DU ODV
PHWDVSURSXHVWDV
 2ULHQWDFLyQDD\XGDU\VHUYLUDOFLXGDGDQRLPSOLFDXQGHVHRGHD\XGDURVHUYLUD
ORV GHPiV VDWLVIDFLHQGR VXV QHFHVLGDGHV 6LJQLILFD IRFDOL]DU VXV HVIXHU]RV DO
GHVFXEULPLHQWR \ VDWLVIDFFLyQ GH ODV GHPDQGDV GH ORV FLXGDGDQRV %ULQGD XQD
UHVSXHVWD UiSLGD FRUULJH ORV SUREOHPDV GHO VHUYLFLR \ PDQWLHQH XQD FRPXQLFDFLyQ
IOXLGDFRQHOXVXDULR
 5HVSHWR SRU OD DXWRULGDG VLJQLILFD OD REVHUYDQFLD \ REHGLHQFLD TXH VH OHV GHEH
EULQGDU D ORV VXSHULRUHV SUHVWDQGR HVSHFLDO DWHQFLyQ D TXLHQ DFW~D FRPR MHIH
LQPHGLDWR -HIH GH RILFLQD  5HVSHWD ODV GLUHFWLYDV LPSDUWLGDV SRU ORV VXSHULRUHV
YDORUDQGRVXFRQRFLPLHQWR\H[SHULHQFLD
 5DFLRQDOL]DFLyQ HQ HOXVR GH ORV UHFXUVRV S~EOLFRVLPSOLFD HO GHELGR XVR UDFLRQDO
GH ORV UHFXUVRV PDWHULDOHV WHFQROyJLFRV ILQDQFLHURV TXH HO 3RGHU -XGLFLDO SRVHH \
SURYHH D VXV LQWHJUDQWHV SDUD HO FRUUHFWR GHVHPSHxR GH VXV WDUHDV  8WLOL]D D
FRQFLHQFLDORVUHFXUVRVGLVSRQLEOHVVLQGHUURFKDUORVQLPDOJDVWDUORVLQQHFHVDULDPHQWH
 )OH[LELOLGDGHVODKDELOLGDGGHDGDSWDUVH\WUDEDMDUHQVLWXDFLRQHVYDULDGDV\FRQ
SHUVRQDV\JUXSRVGLYHUVRV6XSRQHHQWHQGHU\YDORUDUSRVWXUDVGLVWLQWDVDGDSWDQGRVX
SURSLRHQIRTXHDPHGLGDTXHODVLWXDFLyQFDPELDQWHORUHTXLHUD,PSOLFDDQDOL]DU\
DVLPLODUORVFDPELRVTXHVHSURGX]FDQWDQWRHQODRUJDQL]DFLyQFRPRHQVXOXJDUGH
WUDEDMR
 &RPSURPLVRFRQODRUJDQL]DFLyQHVODKDELOLGDGLQGLYLGXDO\YROXQWDULDGHDOLQHDU
HOSURSLRFRPSRUWDPLHQWRFRQODVQHFHVLGDGHVSULRULGDGHV\PHWDVRUJDQL]DFLRQDOHV
DFWXDQGRGHPDQHUDDFWLYDSDUDSURPRYHUGLFKDVPHWDV\FXPSOLUFRQODPLVLyQGH
ODRUJDQL]DFLyQ
 7UDQVSDUHQFLD²LQGHSHQGHQFLDHLPSDUFLDOLGDGVLJQLILFDPDQWHQHUXQDFRQGXFWD
GH LQWHJULGDG \ pWLFD SURIHVLRQDO 4XLHQ PDQWLHQH HVWD FRQGXFWD HV KRQHVWR VX
DFFLRQDUHVFRQVLVWHQWHFRQVXVYDORUHV\ORVGHODRUJDQL]DFLyQHVMXVWR\UHVSHWXRVR

3HUILOHVODHVSHFLILFDFLyQGHODVFDUDFWHUtVWLFDVLGHDOHVGHVHDGDVSRUODRUJDQL]DFLyQSDUDHOEXHQGHVHPSHxRGHVXV

LQWHJUDQWHV


.-:57:-.
La Revuelta
HQ HO WUDWR FRQ ORV GHPiV SUHVHUYD OD FRQILGHQFLDOLGDG GH VHU QHFHVDULR VH KDFH
UHVSRQVDEOHGHVXVGHFLVLRQHVHVQHXWURHLPSDUFLDOGHPXHVWUDXQIXHUWHFRPSURPLVR
FRQ VXV YDORUHV pWLFRV EULQGD XQD LPDJHQ SURIHVLRQDO HQ WRGR OR TXH KDFH \ HV
H[LJHQWHHQFXDQWRDOFRPSRUWDPLHQWRSURIHVLRQDOGHVXVFROHJDV
 &RQVWUXFFLyQ GH UHODFLRQHV HQWDEODU UHODFLRQHV GH PXWXR UHVSHWR FRQILDQ]D \
QDWXUDOLGDGWDQWRGHQWURFRPRIXHUDGHODRUJDQL]DFLyQTXHOHSURYHDQLQIRUPDFLyQ\
FRQWDFWRV~WLOHVSDUDHOORJURGHORVREMHWLYRVRUJDQL]DFLRQDOHV
 &RPSUHQVLyQGHOHQWRUQRRUJDQL]DFLRQDOFRPSUHQGHUODHVWUXFWXUDRUJDQL]DFLRQDO
IRUPDO HVDTXHOOD TXH HVWi IRUPDOL]DGD \OHJLWLPDGDSRUOD RUJDQL]DFLyQ  H LQIRUPDO
GLIHUHQWHV UHODFLRQHV IXHUD GHOPDUFR GHOD HVWUXFWXUDIRUPDO  FRPR DVt WDPELpQ ODV
SROtWLFDV HO DPELHQWH ODERUDO \ OD FXOWXUD RUJDQL]DFLRQDO YDORUHV FUHHQFLDV

FRVWXPEUHVHWF 
 ,QLFLDWLYD DFWXDU FRQ UDSLGH] \ GHFLVLyQ IUHQWH D VLWXDFLRQHV GH FULVLV H LQLFLDU
DFFLRQHVSDUDVXSHUDUORVREVWiFXORV\DOFDQ]DUODVPHWDVHVSHFtILFDV,PSOLFDSHUFLELU
ORV  SUREOHPDV  GH PDQHUD HVSRQWiQHD \ D VX YH]  OD IRUPD GH DFWXDU SDUD
HQIUHQWDUORV &RPR DVt WDPELpQ UHFRQRFHU RSRUWXQLGDGHV \ VDEHU DSURYHFKDUODV
4XLHQ WLHQH LQLFLDWLYD WUDEDMD HQ IRUPD LQGHSHQGLHQWH FRPSOHWDQGR VXV WDUHDV VLQ
QHFHVLGDGGHVXSHUYLVLyQFRQVWDQWH
 7UDEDMR HQ HTXLSR \ FRRSHUDFLyQ HV HO LQWHUpV JHQXLQR SRU WUDEDMDU HQ
FRODERUDFLyQ FRQ ORV GHPiV FRPSDUWLHQGR OD LQIRUPDFLyQ ~WLO \ UHOHYDQWH SDUD HO
JUXSR UHVSHWDQGR OD GLYHUVLGDG GH RSLQLRQHV UHFRQRFLHQGR ODV FDSDFLGDGHV \
KDELOLGDGHV GHORVFRPSDxHURV\VXSHULRUHV \ DOHQWDQGRODEHQHILFLRVDUHVROXFLyQ GH
FRQIOLFWRV
 &RPSURPLVRFRQHODSUHQGL]DMHVHSUHRFXSDSRUDGTXLULUQXHYRVFRQRFLPLHQWRV\
KDELOLGDGHV HQ IRUPD FRQWLQXD DSOLFiQGRORV D ODV WDUHDV KDELWXDOHV \ D ORV GHVDItRV
TXH HQIUHQWD &RPSDUWH VXV FRQRFLPLHQWRV FRQ ORV GHPiV SURPRYLHQGR HO
DSUHQGL]DMH\ODDFWXDOL]DFLyQSHUPDQHQWH

 (VWUXFWXUD IRUPDO FRPSUHQGH OD HVWUXFWXUD MHUiUTXLFD GH UHODFLRQHV GH DXWRULGDG \ WUDEDMR HQWUH ODV SHUVRQDV TXH

LQWHJUDQODRUJDQL]DFLyQFRPRDVtWDPELpQORVSURFHGLPLHQWRV\SDXWDVGHFRPSRUWDPLHQWRDVHJXLU(VDTXHOODTXHVH
HQFXHQWUDIRUPDOPHQWHRILFLDOL]DGD

 (VWUXFWXUD ,QIRUPDO (V OD TXH HPHUJH HVSRQWiQHD \ QDWXUDOPHQWH HQWUH ODV SHUVRQDV TXH RFXSDQ SRVLFLRQHV HQ OD

RUJDQL]DFLyQDSDUWLUGHODVUHODFLRQHVVRFLDOHVTXHHVWDEOHFHQHQWUHVt,QFOX\HODVUHODFLRQHVGHSRGHUH[SHFWDWLYDV
LQWHUHVHVFRQIOLFWRVODFXOWXUDRUJDQL]DFLRQDOORV JUXSRVLQIRUPDOHV \WRGRDTXHOORTXH QRVHHQFXHQWUD IRUPDOPHQWH
HVWDEOHFLGR
3ROtWLFDV(VXQPDUFRJHQHUDOGHDFWXDFLyQTXHLQFOX\HHVWUDWHJLDVQRUPDV\SDUiPHWURVGHXQDRUJDQL]DFLyQTXH

RULHQWDQODDFFLyQGHVXVLQWHJUDQWHVSDUDDOFDQ]DUVXVREMHWLYRV\PHWDV
$PELHQWHRFOLPDODERUDO(VWiFRQVWLWXLGRSRUODVFRQGLFLRQHVODVVLWXDFLRQHV\ODGLQiPLFDTXHVHJHQHUDDOLQWHULRU

GHXQDRUJDQL]DFLyQTXHIDFLOLWDQXREVWDFXOL]DQHOFUHFLPLHQWRGHVHPSHxR\GHVDUUROORGHODSHUVRQDRODLQVWLWXFLyQ
 &XOWXUD RUJDQL]DFLRQDO HVWi IRUPDGD SRU YDORUHV LGHDV SUHVXQFLRQHV SHUFHSFLRQHV QRUPDV \ SDXWDV GH

FRPSRUWDPLHQWRLQVWLWXLGDVHQXQDRUJDQL]DFLyQ,QFOX\HODVPDQHUDVGHSHQVDULQWHUSUHWDU\KDFHUODVFRVDV


.-:58:-.
La Revuelta
1.3. 6
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Adaptacion al ambiente de trabajo y
comunicacion
Medios de comunicacion en el Poder
Judicial

.-:59:-.
La Revuelta
$'$37$&,Ð1$/$0%,(17('(75$%$-2

(OLQJUHVRDXQOXJDUGHWUDEDMRUHTXLHUHGHXQSURFHVRGHDGDSWDFLyQ
6HJ~QORVDXWRUHV7URWWD\&ULVWRIRUHWWLVHSXHGHKDEODUGHWUHVWLSRVGHDGDSWDFLyQ

¾ $GDSWDFLyQ GHO KRPEUH DO WUDEDMR GLVWULEXLU ODV WDUHDV \ XELFDU D ODV SHUVRQDV HQ
SXHVWRV GH WUDEDMR HQ IXQFLyQ GH VXV DSWLWXGHV SUHIHUHQFLDV LQWHUHVHV \
SHUVRQDOLGDG
¾ $GDSWDFLyQ GHO WUDEDMR DO KRPEUH FUHDU ODV FRQGLFLRQHV ItVLFDV ySWLPDV SDUD HO
GHVHPSHxR GH ODV IXQFLRQHV (VSDFLR ² LOXPLQDFLyQ ² DPELHQWDFLyQ ² OLPSLH]D ²
RUGHQ KHUUDPLHQWDV H LQIRUPDFLyQ GH WUDEDMR ² HTXLSDPLHQWR WHFQROyJLFR 
PRELOLDULR 
¾ $GDSWDFLyQGHOKRPEUHDOKRPEUHLQVWDXUDUXQDPELHQWHGHWUDEDMREDVDGRHQOD
FRQILDQ]DHOUHVSHWR\ODD\XGDPXWXDHQWUHVXVPLHPEURV\FRQWRGRVORVS~EOLFRV
FRQORVFXDOHVODRUJDQL]DFLyQVHYLQFXOD

(O SURFHVR GH DGDSWDFLyQ GHPDQGD TXH OD QXHYD SHUVRQD WHQJD XQ FRQRFLPLHQWR
LQWHJUDOGHODRUJDQL]DFLyQDILQGHSRGHUSURJUHVDU\WUDEDMDUHQXQDPELHQWHGHPXWXD
FRODERUDFLyQ

3DUDHOORGHEHUi

¾ &RQRFHU D OD RUJDQL]DFLyQ &RQVFLHQWH GH ODV QRUPDV \ UHJODPHQWRV LQWHUQRV TXH
UHJXODQHOGHVHQYROYLPLHQWRQRUPDOGHOWUDEDMR
¾ &RQRFHU D ORV VXSHULRUHV 7HQLHQGR HQ FODUR ODV IXQFLRQHV TXH GHVHPSHxDQ ORV
QLYHOHVGHDXWRULGDG\UHVSRQVDELOLGDGLQKHUHQWHVDVXVFDUJRVFRPRDVtWDPELpQVX
FDUiFWHUSHQVDPLHQWR\IRUPDGHWUDEDMR
¾ &RQRFHUDORVFROHJDV(OWUDEDMRHQJUXSRUHTXLHUHHOWUDWRFRWLGLDQR\ODHVWUHFKD
FRODERUDFLyQ GH ORV LQWHJUDQWHV  (O FRQRFLPLHQWR GH ORV FROHJDV \ HO WDFWR TXH
WHQJDQ DO GLVSHQVDU XQ WUDWR FRUGLDO \ DGHFXDGR D ORV GHPiV OH EULQGDUi
VDWLVIDFFLRQHVKDFLpQGROHPiVOOHYDGHUDODWDUHD
¾ &RQRFHUVHDVtPLVPR(VWHHVHODVSHFWRPiVGLItFLO\DTXHLPSOLFDQRVyORFDOLILFDU
QXHVWUDV DSWLWXGHV \ FRQRFLPLHQWRV VLQR WDPELpQ GHWHUPLQDU QXHVWURV GHIHFWRV \
OLPLWDFLRQHV(ODQiOLVLVSHUVRQDOLPSOLFDGHWHUPLQDUQXHVWUDFDSDFLGDGLQWHOHFWXDO
QXHVWUR QLYHO FXOWXUDO QXHVWUDV DVSLUDFLRQHV H LQWHUHVHV \ QXHVWUR WHPSHUDPHQWR \
FDUiFWHU
¾ &RQRFHU HO SXHVWR GH WUDEDMR  SDUD XQD FRUUHFWD DGDSWDFLyQ GH OD SHUVRQD D VX
SXHVWRGHEHPRVWHQHUHQFXHQWDORVVLJXLHQWHVHOHPHQWRV
9 ([SUHVDU FRQ FODULGDG OR TXH VH HVSHUD GHO HPSOHDGR HQ FXDQWR D WDUHDV
UHVSRQVDELOLGDGHVUHVXOWDGRVFRQGXFWDV
9 3HUPLWLUDOHPSOHDGRTXHH[SUHVHVXVH[SHFWDWLYDVDFHUFDGHOQXHYRWUDEDMR


.-:60:-.
La Revuelta
9 $VHJXUDU TXH VH FRQR]FDQ ORV FLUFXLWRV LQWHUQRV SURFHGLPLHQWRV FRQWUROHV \
UHODFLRQHV LQWHUSHUVRQDOHV \ XVXDULRV LQWHUQRV \ H[WHUQRV TXH VH DWLHQGDQ
GLUHFWDRLQGLUHFWDPHQWH

&2081,&$&,Ð1

(VIXQGDPHQWDOSDUDHOEXHQIXQFLRQDPLHQWRGHXQDRUJDQL]DFLyQHOHVWDEOHFLPLHQWRGH
FRPXQLFDFLRQHVFODUDV\SUHFLVDVEDVDGDVHQODUHDOLGDG
7RGRSURFHVRDGPLQLVWUDWLYRTXHLPSOLTXHHOWUDEDMRGHPiVGHXQDSHUVRQDFRQHOREMHWR
GH FXPSOLPHQWDU GHWHUPLQDGRV REMHWLYRV R ORJUDU FLHUWRV ILQHV H[LJH XQ SURFHVR GH
FRPXQLFDFLyQIOXLGR\FRQWLQXRHQWUHORVLQGLYLGXRV\ORVJUXSRVGHWUDEDMR

/DFRPXQLFDFLyQHVWRGRPHQVDMHTXHHPLWLGRSRUXQDSHUVRQDKDFLDRWUDXRWUDVHV
GHYXHOWRUHHODERUDGR

/DV FRPXQLFDFLRQHV KXPDQDV FXPSOHQ XQD IXQFLyQ VRFLDO &RQ HOODV HO LQGLYLGXR
DGTXLHUHFXOWXUDH[SHULHQFLDLQWHUFDPELDLGHDVFRQRFLPLHQWRVHPRFLRQHVHWF
(O HVWDEOHFLPLHQWR GH ODV FRPXQLFDFLRQHV KXPDQDV D YHFHV VH YH GLILFXOWDGR R
LPSRVLELOLWDGRSRUODH[LVWHQFLDGHEDUUHUDVGHWLSRLGLRPiWLFRUDFLDOHVSROtWLFDV\VRFLDOHV

3DUDTXHODRUJDQL]DFLyQIXQFLRQHDGHFXDGDPHQWHHVQHFHVDULRTXHVHHVWDEOH]FDQWUHV
FRUULHQWHVGHLQIRUPDFLyQHQWUHVGLUHFFLRQHVGLIHUHQWHV

¾ 'HDUULEDKDFLDDEDMRODFXDOWLHQHSRUREMHWRIXQGDPHQWDOWUDQVPLWLUDORVQLYHOHV
LQIHULRUHVODVyUGHQHVSROtWLFDV\GLUHFWLYDVJHQHUDOHVSDUDORVSODQHVGHDFFLyQTXH
HVWRV GHEHQ FRQIHFFLRQDU \ OOHYDU D FDER VLUYLHQGR GH RULHQWDFLyQ \ JXtD SDUD HO
GHVHPSHxR GH VXV IXQFLRQHV 'H HVWD PDQHUD 8G GHEHUi HVWDU DWHQWR D ODV
GLVSRVLFLRQHV HVWDEOHFLGDV SRU HO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD \ ODV ÉUHDV
GHSHQGLHQWHVGHOD$GPLQLVWUDFLyQ*HQHUDOGHO3RGHU-XGLFLDO 5HFXUVRV+XPDQRV²
$GPLQLVWUDFLyQ ² 6HUYLFLRV -XGLFLDOHV HWF  FRPR DVt WDPELpQ D ORV OLQHDPLHQWRV
ILMDGRVSRUTXLHQHVHVWiQDFDUJRGHODRILFLQD -XH]²6HFUHWDULR²3URVHFUHWDULR 

¾ 'H DEDMR KDFLD DUULED KDFLD ORV PDQGRV VXSHULRUHV IOX\HQ ORV LQIRUPHV VREUH ODV
DFWLYLGDGHV QXHYDV LGHDV \ PpWRGRV GH WUDEDMR LQTXLHWXGHV SHWLFLRQHV
VXJHUHQFLDV HWF 6HUtD LPSRUWDQWH TXH 8G FRPR LQWHJUDQWH GHO 3RGHU -XGLFLDO
SDUWLFLSH DFWLYDPHQWH JHQHUDQGR SURSXHVWDV GH PHMRUD SDUD HO GHVDUUROOR GH ODV
WDUHDV

¾ ,QWHUFDPELR KRUL]RQWDO HV GH IXQGDPHQWDO LPSRUWDQFLD SDUD HO QRUPDO


GHVHQYROYLPLHQWR GH XQD RUJDQL]DFLyQ /D GLYLVLyQ GHO WUDEDMR \ OD HVSHFLDOL]DFLyQ
KDFH QHFHVDULR TXH ORV GLVWLQWRV GHSDUWDPHQWRV GLYLVLRQHV \ iUHDV GH OD
RUJDQL]DFLyQ WUDEDMHQ HQ FRQMXQWR \ HQ SHUPDQHQWH FRPXQLFDFLyQ (V HVHQFLDO
FRPSDUWLU LQIRUPDFLyQ UHOHYDQWH FRQ ORV FRPSDxHURV GH WUDEDMR SUHVWDQGR
FRODERUDFLyQ D ORV PLVPRV ORJUDQGR DVt XQD YLVLyQ FRPSDUWLGD \ XQD DFFLyQ
FRQMXQWD

/RV FRQWDFWRV SXHGHQ HIHFWXDUVH SRU HVFULWR R SHUVRQDOPHQWH GHSHQGLHQGR GH OD
HQYHUJDGXUDGHORVSUREOHPDVWUDWDGRV

(QHOVLJXLHQWHFXDGURVHPXHVWUDQODVYHQWDMDV\GHVYHQWDMDVGHODFRPXQLFDFLyQRUDO\
HVFULWD


.-:61:-.
La Revuelta
7,32'(&2081,&$&,Ð1 9(17$-$6 '(69(17$-$6
ƒ)RPHQWDHOGLiORJR ƒ3XHGHQRULJLQDULQVHJXULGDG´ODV
ƒ3HUPLWHSHUFLELUHQIRUPDLQPHGLDWD SDODEUDVVHODVOOHYDHOYLHQWRµ
25$/ ODUHDFFLRQGHOLQWHUORFXWRU ƒ3XHGH JHQHUDU GLVWRUVLyQ HQ HO
ƒ'DPD\RUIOH[LELOLGDG PHQVDMH
ƒ)DFLOLWDODUDSLGH]\SUHFLVLyQ 
ƒ4XHGDFRQVWDQFLDGHOPHQVDMH ƒ3XHGH FDXVDU PDOD
ƒ'DPD\RUVHJXULGDG LQWHUSUHWDFLyQGHOPHQVDMH
 ƒ7LHQHPD\RUOHQWLWXG
(6&5,7$
ƒ(VLQIOH[LEOH
ƒ1R SHUPLWH SHUFLELU UHDFFLRQHV
HQIRUPDLQPHGLDWD


´&RPXQLFDFLyQHILFD]HVDTXHOODTXHORJUDODDFFLyQGHVHDGDFRQHOPHQVDMH
FRPXQLFDGRµ

3DUD DOFDQ]DU XQD FRPXQLFDFLyQ HILFD] VH GHEHUiQ HYLWDU ODV VLJXLHQWHV IRUPDV
GLVWRUVLRQDGDV GH FRPXQLFDFLyQ ODPHQWDEOHPHQWH PX\ KDELWXDOHV HQ FXDOTXLHU
RUJDQL]DFLyQ
¾ /D FRPXQLFDFLyQ XQLGLUHFFLRQDO R VLQ UHWRUQR HV DTXHOOD HQ TXH QR VH REWLHQH
UHVSXHVWDGHORWUR IHHGEDFN RVLVHREWLHQHQRVHFRQVLGHUD
¾ /DFRPXQLFDFLyQVDWXUDGDFRQVLVWHHQHQYLDUYDULRVPHQVDMHVDXQDPLVPDSHUVRQD
VREUHLJXDORGLVWLQWRVWHPDVVREUHFDUJDQGRDOUHFHSWRU
¾ /DYHUERUUiJLFDHVXQWLSRGHFRPXQLFDFLyQHQGRQGHVHGDQWDQWRVGHWDOOHVVREUH
HOPHQVDMHTXHWHUPLQDQSRUKDFHUORLQFRPSUHQVLEOHRSRFRFODUR
¾ /DLQVXILFLHQWHGHDOJXQDPDQHUDHVHORWURH[WUHPRGHODYHUERUUiJLFD6RPRVWDQ
HVFXHWRV TXH QR WUDQVPLWLPRV WRGRVORV GDWRV \ PXFKDV YHFHVORV GDWRV TXH QR VH
UHFLEHQVH´LQYHQWDQRVXSRQHQµGDQGRQDFLPLHQWRDOUXPRU\PDOHQWHQGLGRV
¾ /D DJUHVLYD HV DTXHOOD HQ OD FXDO HO PHQVDMH VH WUDQVPLWH FRQ XQD IDOWD WRWDO GH
HVWLPDGHFDOLGH]RGHDIHFWR
¾ /DFRPXQLFDFLyQIXHUDGHFyGLJRRQLYHOVHSURGXFHFXDQGRQRWHQJRHQFXHQWDVL
HOFyGLJRHVFRP~QSDUDHOUHFHSWRUSRUHMHPSORFXDQGRVHXWLOL]DQMHUJDVWpFQLFDV
RDEUHYLDWXUDVGLItFLOHVGHHQWHQGHUSRUHORWUR
¾ /DLQRSRUWXQDVXUJHGHODIDOWDGHRSRUWXQLGDGHQODWUDQVPLVLyQGHOPHQVDMH\DVHD
SRUTXHIXHPX\DQWLFLSDGDRPX\GHPRUDGD
¾ (O GREOH PHQVDMH FRQVLVWH HQ WUDQVPLWLU XQ FRQFHSWR SHUR GHMDU OD SRVLELOLGDG GH
LQWHUSUHWDURWUR
¾ /D HQWUHFRUWDGD HV FRQVHFXHQFLD GH SHUPDQHQWHV LQWHUUXSFLRQHV FRPR OODPDGDV
WHOHIyQLFDVRYLVLWDVLQHVSHUDGDV

$GHPiVVHGHEHUiQWHQHUHQFXHQWDODVVLJXLHQWHVFRQVLGHUDFLRQHV

9 &RQRFHU HO SURSyVLWR GH OD FRPXQLFDFLyQ \ SUHSDUDU HO SODQ SDUD ORJUDU HO ILQ
GHVHDGR
9 &RQRFHUDVXVUHFHSWRUHVWDQDIRQGRFRPRVHDSRVLEOH\DGDSWDUHOPHQVDMHDVX
QLYHOGHFRQRFLPLHQWRVH[SHFWDWLYDVHLQWHUHVHV
9 (ODERUDUHOPHQVDMHHQIRUPDFODUD\VHQFLOOD
9 $WHQGHUWDQWRHOFRQWHQLGRFRPRODIRUPDGHOPHQVDMHFXLGDQGRODFRQJUXHQFLD
9 3URSRUFLRQDUDOUHFHSWRUODLQIRUPDFLyQQHFHVDULD\VXILFLHQWH
9 &HUFLRUDUVHTXHHOPHQVDMHOOHJXHDVXGHVWLQDWDULRUHFXUULHQGRVLIXHUHQHFHVDULRD
OD UHGXQGDQFLD HQYLDQGR HO PHQVDMH GH GLVWLQWDV IRUPDV \ D WUDYpV GH GLIHUHQWHV
PHGLRV

 
.-:62:-.
La Revuelta
9 $VHJXUDUVHODFRPSUHQVLyQ\ODUHVSXHVWDDOPHQVDMH UHWURDOLPHQWDFLyQ 
9 &RPSUHQGHUFODUDPHQWHODIXQFLyQGHFDGDXQRHQODLQWHUDFFLyQSDUDHQWDEODUXQ
YHUGDGHURGLiORJR
9 $GDSWDUODFRPXQLFDFLyQDOFRQWH[WRRVLWXDFLyQSDUWLFXODU
9 &RQVXOWDU VLHPSUH IXHQWHV FRQILDEOHV GH LQIRUPDFLyQ HYLWDQGR OD FLUFXODFLyQ \ HO
DFFHVRDUXPRUHV
9 1R ROYLGDU TXH HO SULQFLSDO UHVSRQVDEOH TXH OD FRPXQLFDFLyQ VH OOHYH D FDER
H[LWRVDPHQWHHVHOHPLVRU

6LQ OXJDU D GXGDV OD KHUUDPLHQWD PiV HIHFWLYD SDUD ORJUDU SURFHVRV FRPXQLFDWLYRV
ySWLPRV VHUi OD HVFXFKD DFWLYD HQWHQGLGD FRPR DTXHOOD HQ ODTXH HO UHFHSWRU WLHQH OD
GHWHUPLQDFLyQ GH HVFXFKDU PHGLDQWH XQ HVIXHU]R ItVLFR \ PHQWDO SUHVWDU DWHQFLyQ D OD
WRWDOLGDG GHO PHQVDMH TXH VH HPLWH D WUDYpV GH OD FRPXQLFDFLyQ YHUEDO SDODEUDV 
SDUDYHUEDO YR]  \ QR YHUEDO JHVWRV  WUDWDQGR GH LQWHUSUHWDU HO VLJQLILFDGR FRUUHFWR GH
pVWHFRPXQLFiQGROHDOHPLVRUORTXHKHPRVHQWHQGLGR

0(',26'(&2081,&$&,Ð1,17(51$(1(/32'(5-8',&,$/

3DUDIDFLOLWDUODFRPXQLFDFLyQLQWHUQDHO3RGHU-XGLFLDOKDGLVSXHVWRORVVLJXLHQWHVFDQDOHV

%ROHWtQ-XGLFLDO

&RQIRUPH OR GLVSXHVWR SRU HO 'HFUHWR/H\  $ GH IHFKD  GH DEULO GH  GH
FUHDFLyQ GHO %ROHWtQ -XGLFLDO GH &yUGRED \ SRU OD /H\ 2UJiQLFD GHO 3RGHU -XGLFLDO 1ƒ
VHHVWDEOHFHFRPRILQDOLGDGSULPRUGLDOSXEOLFDUORV$FXHUGRVGHDOFDQFHJHQHUDO\
5HVROXFLRQHVGHO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLD\GHPiV7ULEXQDOHVGHORVGLYHUVRVIXHURVGH
OD3URYLQFLDFRPRDVtWDPELpQODV,QVWUXFFLRQHV\'LFWiPHQHVGHO)LVFDO*HQHUDO

(O%ROHWtQ-XGLFLDOHVGHVXPDLPSRUWDQFLDFRPRKHUUDPLHQWDGHWUDEDMRHQODE~VTXHGD
\ UHFXSHUDFLyQ GH LQIRUPDFLyQ MXUtGLFD SDUD ORV VHxRUHV PDJLVWUDGRV IXQFLRQDULRV
SURIHVLRQDOHVHLQYHVWLJDGRUHVGHOGHUHFKR

(VWD SXEOLFDFLyQ HV GH DSDULFLyQ WULPHVWUDO HGLWiQGRVH FXDWUR WRPRV DQXDOHV \ XQ
5HSHUWRULR

$GHPiV GH OD SXEOLFDFLyQ PHQFLRQDGD DQWHULRUPHQWH HO %ROHWtQ -XGLFLDO GH &yUGRED
GLDULDPHQWH LQFRUSRUD DO 6LWLR GH 3RGHU -XGLFLDO ORV SULQFLSDOHV IDOORV GLFWDGRV SRU HO
7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD D WUDYpV GHODV GLVWLQWDV 6DODV TXH ORLQWHJUDQ \ ORV $FXHUGRV
5HJODPHQWDULRVTXHUHVXOWHQHVHQFLDOHVSDUDVXJHVWLyQ

5HYLVWDGH$FWXDOLGDG-XGLFLDO

(O %ROHWtQ -XGLFLDO GH &yUGRED HGLWD PHQVXDOPHQWH XQD UHYLVWD GH $FWXDOLGDG -XGLFLDO
HQHOODVHSRGUiHQFRQWUDUXQDVtQWHVLVMXULVSUXGHQFLDOGHORVSULQFLSDOHVIDOORVGLFWDGRVSRU
HO7ULEXQDO6XSHULRUGH-XVWLFLDDWUDYpVGHODVGLVWLQWDV6DODVTXHORLQWHJUDQORV$FXHUGRV
5HJODPHQWDULRV TXH UHVXOWHQ HVHQFLDOHV SDUD VX JHVWLyQ FRPR DVt WDPELpQ XQD VXFLQWD
PHQFLyQ GH ODV OH\HV GLFWDGDV SRU HO 3RGHU (MHFXWLYR GH OD 3URYLQFLD \ FXDOTXLHU RWUD
LQIRUPDFLyQLPSUHVFLQGLEOHSDUDDOFDQ]DUORVREMHWLYRVGHHILFLHQFLDHQODIXQFLyQMXGLFLDO
\HQEHQHILFLRGHOMXVWLFLDEOH

3DQHOHV,QIRUPDWLYRV²7UDQVSDUHQWHV\UHORMHVHOHFWUyQLFRVGHDVLVWHQFLD


.-:63:-.
La Revuelta
(VSDFLRV D WUDYpV GH ORV FXiOHV VH FRPXQLFD LQIRUPDFLyQ D OD TXH 8G GHEHUi HVWDU
DWHQWR6HHQFXHQWUDQXELFDGRVHVWUDWpJLFDPHQWHHQORVHGLILFLRVSHUWHQHFLHQWHVDO3RGHU
-XGLFLDO 2ILFLQD GH3HUVRQDO² 2ILFLQD GH&RQFXUVRV \ -XQWD GH &DOLILFDFLRQHV GHO ÉUHD
GH5HFXUVRV+XPDQRV²ÉUHDGH$GPLQLVWUDFLyQÉUHDGH6HUYLFLRV-XGLFLDOHV 

,QWUDQHW

5HGLQWHUQDGHO3RGHU-XGLFLDODODTXH8GSRGUiDFFHGHUKDFLHQGRXQFOLFNHQHOLFRQR
,QWHUQHW ([SORUHU (Q HOOD HQFRQWUDUiLQIRUPDFLyQ VREUHODV FDXVDV MXGLFLDOHV LQLFLDGDV \ HO
HVWDGR HQ TXH VH HQFXHQWUDQ ODV PLVPDV ORV FDPELRV FRQ UHVSHFWR DO 6LVWHPD GH
$GPLQLVWUDFLyQ GH &DXVDV GHO )XHUR &LYLO -XULVSUXGHQFLD $FXHUGRV &RQVXOWDV D
%LEOLRWHFD&RQFXUVRGHFDUJRV(VFXHODGH&DSDFLWDFLyQLQFOX\HQGRODVQRYHGDGHVGH
LQWHUpV

&RUUHRHOHFWUyQLFR

/DPRGDOLGDGGHXVRGHO&RUUHR(OHFWUyQLFRHVWiLQVWLWXLGDFRPRPHGLRGHFRPXQLFDFLyQ
RILFLDOVXSODQWDQGRHOVRSRUWHSDSHO/DRILFLQDDODFXDO8GVHLQWHJUHSRVHHXQDFXHQWD
GHFRUUHRHOHFWUyQLFRRILFLDODODFXDOVHLQJUHVDKDFLHQGRXQFOLFNHQHOLFRQR0LFURVRIW
2XWORRN 'LFKD FXHQWD HVWi D FDUJR GH XVXDULRV WLWXODUHV \ VXSOHQWHV TXH DFW~DQ FRPR
UHVSRQVDEOHVGHVXDGPLQLVWUDFLyQ'LFKRVLVWHPDSHUPLWHDFFHGHUDXQDOLEUHWDJOREDOGH
GLUHFFLRQHVSHUWHQHFLHQWHVDFDGDXQDGHODVGHSHQGHQFLDV\XVXDULRVGHO3RGHU-XGLFLDO
GH&DSLWDO\GHOLQWHULRUSURYLQFLDO

7HOpIRQR

(VWH VHUi XQR GH ORV PHGLRV TXH PiV XWLOL]DUi SDUD FRPXQLFDUVH FRQ ODV GHPiV iUHDV \
FXDQGR QHFHVLWHFRQWDFWDUVHFRQS~EOLFRVH[WHUQRV3DUDHOSULPHUFDVR FRPXQLFDFLyQ
LQWHUQD GHQWUR GHO PLVPR HGLILFLR  VyOR WHQGUi TXH OHYDQWDU HO WXER \ PDUFDU HO 1ƒ GH
LQWHUQR GHOiUHDFRQ OD TXH QHFHVLWDUDFRPXQLFDUVH R PDUFDU HO1ƒ  SDUDFRQWDFWDUVH
FRQ OD &HQWUDO 7HOHIyQLFD TXH OR GHULYDUi D OD RILFLQD VROLFLWDGD SRU 8G 3RU RWUD SDUWH
SDUD FRPXQLFDFLRQHV H[WHUQDV VL HO WHOpIRQR HVWXYLHUD KDELOLWDGR SDUD HOOR  GHEHUi
PDUFDUHO1ƒ\OXHJRHO1ƒWHOHIyQLFRDOFXDOGHVHDDFFHGHU(OVHUYLFLRWHOHIyQLFRHVGH
XVRH[FOXVLYDPHQWHRILFLDO(QFDVRTXHHODJHQWHQHFHVLWHUHDOL]DUOODPDGDVSDUWLFXODUHV
GHEHUi KDFHUOR PHGLDQWH HO XVR GH WDUMHWDV SUHSDJDV D FDUJR GH FDGD XQR GH ORV
XVXDULRV
(QVXOXJDUGHWUDEDMRHQFRQWUDUiXQDJXtDGHWHOpIRQRVLQWHUQRVFRUUHVSRQGLHQWHVDWRGRV
ORVHGLILFLRV\RILFLQDVGHO3RGHU-XGLFLDOGH&DSLWDO\GHO,QWHULRUGHODSURYLQFLDFRPRDVt
WDPELpQWHOpIRQRVTXHSRGUiQUHVXOWDUGHXWLOLGDGSDUDHOGHVHPSHxRGHVXVWDUHDV

&RUUHR3RVWDOLQWHUQR

3DUD HQYLDU GRFXPHQWDFLyQ HVFULWD D RILFLQDV TXH VH HQFXHQWUHQ HQ OD VHGH MXGLFLDO GH
&DSLWDOHQWUHJDUiODPLVPDDOSHUVRQDOREUHUR\GHPDHVWUDQ]D RUGHQDQ]D MXQWRDOOLEUR
GH UHFLER SDUD GHMDU FRQVWDQFLD GH WDO HQYtR 6L OD GRFXPHQWDFLyQ VH GHVWLQDUD D ORV
7ULEXQDOHV GHO ,QWHULRU VH XWLOL]DUi HO VLVWHPD GH FRUUHR SRVWDO LQWHUQR ´%ROVDµ  PHGLDQWH
VREUHFHUUDGRHLGHQWLILFDGRDWUDYpVGHOD2ILFLQDGHFRUUHVSRQGHQFLD


.-:64:-.
La Revuelta
1.3. 7
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Trabajo en equipo.
Resolucion de conflictos internos.
Calidad y mejora continua.
Politica de servicio y atencion a los usuarios

.-:65:-.
La Revuelta
75$%$-2(1(48,32

3DUDSRGHUGHVDUUROODUGHPDQHUDPiVHILFLHQWHVXWDUHD\IDFLOLWDUHOFXPSOLPLHQWRGHORV
REMHWLYRVGHODRILFLQDDODFXDO8GVHLQWHJUHVHUiYLWDOODFRQIRUPDFLyQGHXQYHUGDGHUR
HTXLSRGHWUDEDMR
3RGHPRVGHILQLUDOHTXLSRGHWUDEDMRFRPRXQSHTXHxRJUXSRGHSHUVRQDVTXHSRVHHQ
XQD ILQDOLGDG FRPSDUWLGD DPSOLD \ GHVDILDQWH REMHWLYRV FRQFUHWRV TXH VH WUDGXFHQ HQ
UHVXOWDGRVTXHVyORSXHGHQDOFDQ]DUSRUHOWUDEDMRLQWHUGHSHQGLHQWH\FRPSOHPHQWDULR
FRQ XQ PRGR SDUWLFXODU GH KDFHU ODV FRVDV GLVFLSOLQD QHFHVDULD  TXH VXUJH GHO
DFDWDPLHQWRDVXVQRUPDVLQWHUQDV
3DUDTXHXQJUXSRGHSHUVRQDVVHFRQYLHUWDHQXQHTXLSRGHWUDEDMRHVLPSUHVFLQGLEOHHO
GHVDUUROOR GH XQD YLVLyQ FRPSDUWLGD REMHWLYRV FRPXQHV SODQLILFDFLyQ HVWUDWpJLFD
GLVWULEXFLyQGHIXQFLRQHV\UROHV\HYDOXDFLyQGHORVUHVXOWDGRVDQLYHOJUXSDOHLQGLYLGXDO
1R EDVWD FRQ TXH DOJXLHQ OHV Gp SHUPLVR R OHV RUGHQH TXH VHDQ XQ HTXLSR HV XQ
ODERULRVR SURFHVR GH DSUHQGL]DMH TXH VH KDFH QHFHVDULR HQ HVWRV WLHPSRV GH FDPELR
DFHOHUDGRFXDQGRODFDSDFLGDGGHLQQRYDUHVORPiVYDOLRVRGHXQDRUJDQL]DFLyQ

(V SRVLEOH TXH HQ VX OXJDU GH WUDEDMR SXHGD HQFRQWUDUVH FRQ ORV VLJXLHQWHV REVWiFXORV
TXHLPSLGDQHOGHVDUUROORGHXQWUDEDMRHQHTXLSR

9 3HUVRQDOLGDG 1DUFLVLVWD 6H EDVD HQ FHQWUDUVH HQ Vt PLVPR EXVFDQGR VyOR XQ
SHUPDQHQWH HORJLR VLQ LPSRUWDUOH ORV LQWHUHVHV GH ORV GHPiV (VWD FDUDFWHUtVWLFD
DIHFWDHQIRUPDQHJDWLYDHOiPELWRODERUDO\DTXHD]RWDODVEXHQDVLQWHQFLRQHV\
ODFRODERUDFLyQ
9 9RFDFLyQ  $XWRULWDULD &UHH TXH GHEH VHU HO SURWDJRQLVWD REOLJDGR GH WRGR HO
SHQVDU\HODFWXDUGHVXJHQWHSRUORFXDOVHGHPDQGDVXSUHVHQFLDHQWRGDVODV
IXQFLRQHVUHVSRQVDELOLGDGHV\WDUHDV3URGXFHXQDPDVLYDLQFDSDFLGDGGHOJUXSR
GH DVXPLU UHVSRQVDELOLGDGHV \ SDUD LPDJLQDU FUHDWLYDPHQWH VROXFLRQHV D ODV
GLILFXOWDGHV
9 'LVWRUVLyQGHOSHQVDPLHQWRJUXSDOORVPLHPEURVGHOJUXSRDVXPHQORSRVLWLYRFRPR
RPQLSRWHQWH VH VLHQWHQ LQYXOQHUDEOHV LQYHQFLEOHV LQFRQGLFLRQDOPHQWH OHDOHV DO
OtGHU
9 /D GLILFXOWDG GH DSUHQGHU VH REVWDFXOL]D HO DSUHQGL]DMH FXDQGR ORV PLHPEURV GHO
HTXLSR UHDOL]DQ VXV WDUHDV GH PDQHUD UtJLGD \ HVWUXFWXUDGD VLQ YLVXDOL]DU QXHYDV \
PHMRUHVIRUPDVGHDFFLyQ

3DUD VXSHUDU R HYLWDU HVWRV REVWiFXORV VH GHVDUUROODU OD DFWLYLGDG ODERUDO DVXPLHQGR XQ
FRQMXQWRGHYDORUHVFRPXQHV

9 'LJQLGDGUHFRQRFHUODLPSRUWDQFLDGHODSUHFLR\HOUHVSHWRKDFLDORVGHPiV
9 &RQVLGHUDFLyQ GHO RWUR WHQHU OD FDSDFLGDG GH SRQHUVH HQ HO OXJDU GHO RWUR
UHFRQRFLHQGR VXV QHFHVLGDGHV GHELOLGDGHV \ OLPLWDFLRQHV FRPR DVt WDPELpQ VXV
IRUWDOH]DV\FDSDFLGDGHV
9 7ROHUDQFLDDFHSWDU\YDORUDUODULTXH]DGHODVGLIHUHQFLDVLQGLYLGXDOHV

 9LVLyQ FRPSDUWLGD DTXHOOD LGHD RFRQMXQWR GH LGHDV GHO IXWXUR GH OD RUJDQL]DFLyQ FRQ ODV FXDOHV VXV PLHPEURV VH

LGHQWLILFDQ\FRPSURPHWHQ

 3ODQLILFDFLyQ (VWUDWpJLFD HV HO SURFHVR DGPLQLVWUDWLYR TXH FRQVLVWH HQ GHVDUUROODU \ PDQWHQHU XQD UHODFLyQ YLDEOH

HQWUHORVREMHWLYRVORVUHFXUVRVGHODRUJDQL]DFLyQ\ODVFDPELDQWHVRSRUWXQLGDGHVGHOHQWRUQR


.-:66:-.
La Revuelta
9 5HVSRQVDELOLGDGIUHQWHDQRVRWURVPLVPRVORVGHPiV\DODVXPLUQXHVWUDVWDUHDV


&21)/,&7263(563(&7,9$6)8(17(6<)250$6'(5(62/8&,Ð1


(O SXQWR GH YLVWD SULPLWLYR GHO FRQIOLFWR VXSRQtD TXH WRGR FRQIOLFWR HUD PDOR 6H YHtD DO
FRQIOLFWR HQ IRUPD QHJDWLYD \ VH XWLOL]DED FRPR VLQyQLPR GH WpUPLQRV GH YLROHQFLD
GHVWUXFFLyQHLUUDFLRQDOLGDG3RUGHILQLFLyQHOFRQIOLFWRHUDGDxLQR\GHEtDHYLWDUVH\SRU
HQGHGLULJLUQXHVWUDDWHQFLyQVREUHODVFDXVDV\FRUUHJLUHVWHPDOIXQFLRQDPLHQWRDILQGH
PHMRUDUHOGHVHPSHxRGHOJUXSR\GHODRUJDQL]DFLyQ

'HVGHODSHUVSHFWLYDLQWHUDFFLRQLVWD\GHODVUHODFLRQHVKXPDQDVVHFUHHTXHHOFRQIOLFWR
HV XQ UHVXOWDGR QDWXUDO H LQHYLWDEOH HQ FXDOTXLHU JUXSR FRQYLUWLpQGRVH HQ XQD IXHU]D
SRVLWLYD \ QHFHVDULD SDUD TXH XQ HTXLSR VH GHVHPSHxH HILFD]PHQWH DSRUWDQGR D OD
GLQiPLFDRUJDQL]DFLRQDO

+DEUi TXH DGRSWDU HQWRQFHV OD SRVLFLyQ FRQVWUXFWLYD \ QR GHVWUXFWLYD GHO FRQIOLFWR
HQWHQGLpQGROR FRPR XQ FDPLQR SDUD JHQHUDU ORV FDPELRV QHFHVDULRV WHQGLHQWHV D OD
PHMRUDFRQWLQXDGHORVSURFHVRVXQDRSRUWXQLGDGGHSURJUHVR\DSUHQGL]DMH
8QJUXSRDUPRQLRVRDSDFLEOHWUDQTXLOR\FRRSHUDGRUHVWiSURSHQVRDYROYHUVHHVWiWLFR
DSiWLFR \ VLQ FDSDFLGDG GH UHVSXHVWD D ODV QHFHVLGDGHV GH FDPELR H LQQRYDFLyQ  (O
FRQIOLFWRGHVDUUROODHQHOHTXLSRODFDSDFLGDGGHDXWRFUtWLFD\HOSRGHUJHQHUDGRUGHOD
FUHDWLYLGDG

$VtHOFRQIOLFWRSXHGHWHQHUGLYHUVDVFRQVHFXHQFLDVVLHQGRIXQFLRQDORGLVIXQFLRQDOSDUD
ODRUJDQL]DFLyQ


326,7,9$6 1(*$7,9$6

ƒ (VWLPXODDODVSHUVRQDV HQHUJL]D  ƒ 6HQWLPLHQWRV GH IUXVWUDFLyQ KRVWLOLGDG \


ƒ )RUWDOHFHVHQWLPLHQWRVGHLGHQWLGDG DQVLHGDG
ƒ 'HVSLHUWDODDWHQFLyQDQWHORVSUREOHPDV ƒ 3UHVLyQJUXSDO DXPHQWDFRKHVLyQ 
ƒ 3RQH D SUXHED ODV HVWUXFWXUDV GH SRGHU ƒ 'HVYtRGHHQHUJtDVSURGXFWLYDV
GHQWURGHODRUJDQL]DFLyQ ƒ %ORTXHRGHLQLFLDWLYDVDMHQDV
ƒ 7HQVLyQ FLUFXODU \ IULFFLyQ HQ ODV UHODFLRQHV
LQWHUSHUVRQDOHV


3RGHPRVGHILQLUDOFRQIOLFWRFRPRXQSURFHVRTXHFRPLHQ]DFXDQGRXQDSDUWHSHUFLEH
TXH RWUD KD  DIHFWDGR QHJDWLYDPHQWH DOJR TXH OH LQWHUHVD D OD SULPHUD R TXH HVWi D
SXQWRGHDIHFWDUOR

/RVFRQIOLFWRVSXHGHQRULJLQDUVHSRUFXHVWLRQHVUHIHULGDVDODWDUHD\SRUDVXQWRVUHIHULGRV
DODVUHODFLRQHVSHUVRQDOHVHQWUHODVTXHVHSXHGHPHQFLRQDU

 'LIHUHQFLDFLyQ GH DFWLYLGDGHV ORV REMHWLYRV H LQWHUHVHV GLIHUHQWHV LQFOXVLYH ORV
DQWDJyQLFRV WLHQGHQDSURYRFDUFRQIOLFWRV &KLDYHQDWR 
 ,QFHUWLGXPEUHHQODWDUHDFXDQGRQRHVWiQFODUDPHQWHGHILQLGDVODVDFWLYLGDGHVD
FDUJRGHFDGDSHUVRQDVHSXHGHJHQHUDUFRQIXVLyQ\HQIUHQWDPLHQWRV
 5HFXUVRVFRPSDUWLGRVODQHFHVLGDGGHUHSDUWLUUHFXUVRVTXHGHSRUVtVRQHVFDVRV
SXHGHJHQHUDUOXFKDVGHLQWHUHVHVDQWHODQHFHVLGDGGHFXPSOLUPHWDVXREMHWLYRV

 
.-:67:-.
La Revuelta
 $FWLYLGDGHV LQWHUGHSHQGLHQWHV &XDQGR ORV JUXSRV VH YXHOYHQ DOWDPHQWH
LQWHUGHSHQGLHQWHVVXUJHQRSRUWXQLGDGHVSDUDTXHXQJUXSRDX[LOLHRSHUMXGLTXHHO
WUDEDMRGHRWURVµ &KLDYHQDWR 
 'HVYLQFXODFLyQ GH XQ LQWHJUDQWH GHO JUXSR KD\ LQGLYLGXRV TXH DFW~DQ FRPR
HOHPHQWRV PRGHODGRUHV HQWUH ORV LQWHJUDQWHV GH XQ JUXSR VLHQGR XQ IDFWRU GH
HTXLOLEULR \ HVWDELOLGDG SDUD HO HTXLSR  /D DFFLyQ FRQFLOLDGRUD HQWUH ORV LQWHUHVHV
SDUWLFXODUHVHQMXHJRPDQWLHQHODFRKHVLyQGHOJUXSRIDYRUHFLHQGRVXHILFDFLD6X
DOHMDPLHQWRSXHGHOOHJDUDSURYRFDUXQIXHUWHGHVHTXLOLEULR\ODGLYLVLyQLQWHUQD
 ,QFRUSRUDFLyQ GH XQ PLHPEUR QXHYR DO JUXSR HQ JUXSRV TXH KDQ SHUPDQHFLGR
LQDOWHUDGRV HQ VX FRPSRVLFLyQ GXUDQWH PXFKR WLHPSR \ GRQGH UHLQD XQ HOHYDGR
HVStULWXGHVROLGDULGDGVHKDFHPX\GLItFLOHOLQJUHVRGHXQQXHYRFRPSRQHQWH6X
LQWHJUDFLyQFRPSOHWDUHTXLHUHXQSURFHVRSDXODWLQR\VHFXHQFLDO/DLQWURGXFFLyQ
GH XQ LQWHJUDQWH QXHYR DO JUXSR GHEH VHU HVWXGLDGD \ SODQHDGD GHILQLHQGR \
H[SOLFDQGR DO LQWHUHVDGR \ DO MHIH GHO JUXSR HO FDUJR \ IXQFLRQHV TXH DTXHO
FXPSOLUi 4XLHQ LQJUHVD GHEHUi HVWDU D VX YH] DO WDQWR VREUH ODV SHUVRQDV \
FRVWXPEUHVPiVXVXDOHV
 /D IDOWD GH FRPXQLFDFLyQ HQ WRGD RUJDQL]DFLyQ H[LVWHQ GLIHUHQWHV QLYHOHV
MHUiUTXLFRV TXH SURYRFDQ XQ GLVWDQFLDPLHQWR VRFLDO \ IDOWD GH FRPXQLFDFLyQ
GLUHFWD HQWUH ORV DOWRV PDQGRV \ ORV HPSOHDGRV  (VWD VH HIHFW~D D WUDYpV GH
PDQGRV LQWHUPHGLRV /D IDOWD GH YtQFXORV GLUHFWRV SXHGH FUHDU EDUUHUDV TXH VRQ
SHUMXGLFLDOHVSDUDHOGHVHPSHxRGHORVLQGLYLGXRV\ORVJUXSRV
 (ODPELHQWHGHWUDEDMRHQXQDPELHQWHGRQGHUHLQDXQDDWPyVIHUDGHFRQILDQ]D\
FRPSUHQVLyQPXWXDODVUHODFLRQHVVRFLDOHV\GHWUDEDMRSXHGHQGHVDUUROODUVHFRQ
PD\RUQRUPDOLGDGTXHVLODVFRQGLFLRQHVIXHUDQDGYHUVDV
 /DVULYDOLGDGHVODVUHVSRQVDELOLGDGHV\ODVWDUHDVGHORVHTXLSRVGHWUDEDMRGHEHQ
HVWDU HVWDEOHFLGDV FRQ FODULGDG \ H[DFWLWXG D ILQ GH HYLWDU GLIHUHQFLDV \ OXFKDV
LQWHUQDV OR FXDO JHQHUDUtD PDOHVWDU HQ HO SHUVRQDO GLVLSDQGR HVIXHU]RV \HQGR HQ
GHWULPHQWRGHOHILFD]IXQFLRQDPLHQWRGHODRUJDQL]DFLyQ
)DOWD GH DXWRQRPtD GHO JUXSR VL ELHQ ODV IXQFLRQHV \ UHVSRQVDELOLGDGHV GH ORV
JUXSRV GHEHQ HVWDU FODUDPHQWH GHILQLGDV GHEHQ VHU OR VXILFLHQWHPHQWH IOH[LEOHV
FRPRSDUDQRFRDUWDUVXOLEHUWDGGHDFFLyQ/RVHPSOHDGRVSRGUiQSUHVHQWDUVXV
VXJHUHQFLDV\SUR\HFWRVDORVDOWRVPDQGRVORVFXDOHVGDGRTXHWLHQHQ XQDYLVLyQ
JOREDOGHODRUJDQL]DFLyQVHUiQORVPiVLQGLFDGRVSDUDHVWDEOHFHUODSRVLELOLGDGR
QRGHDSOLFDFLyQGHORVSODQHVSURSXHVWRV
/DIUXVWUDFLyQODVIUXVWUDFLRQHVVRQSURYRFDGDVSRUODSUHVHQFLDGHXQREVWiFXORHQ
HOSURFHVRGHREWHQFLyQGHXQREMHWLYRRHQHOORJURGHXQGHVHR6RQQRUPDOHVHQ
OD YLGD GH WRGD SHUVRQD JHQHUDQGR GLVWLQWDV IRUPDV GH UHDFFLyQ DQWH HOODV  (O
LQGLYLGXR SXHGH DGRSWDU XQD FRQGXFWD DJUHVLYD GH UHVLJQDFLyQ GH HVFDSH R
IXJDGLSORPiWLFDRSRVLWLYD
,QFRPSDWLELOLGDGHVGHJpQHURKD\SHUVRQDVGHKiELWRHGXFDFLyQPLHGRWLPLGH]
TXHQRHVWiQSUHSDUDGDVSDUDWUDEDMDUFRQPLHPEURVGHORWURVH[RORFXDOJHQHUD
FRQIOLFWRSHUWXUEDQGRHODPELHQWHODERUDO
/D SUHVLyQ GHO JUXSR ORV KiELWRV FRVWXPEUHV \ SHQVDPLHQWRV GHO JUXSR HMHUFHQ
VREUH FDGD XQR GH VXV LQWHJUDQWHV XQD IXHUWH LQIOXHQFLD &XDQGR XQR GH HOORV
GLILHUH HQ HVWRV DVSHFWRV SXHGHQ SODQWHDUVH SUREOHPDV GH UHODFLRQHV VRFLDOHV
GHELGRDODIDOWDGHDGDSWDFLyQGHpVWH

$QWHODSUHVHQFLDGHXQFRQIOLFWRSRGUiQREVHUYDUVHGLIHUHQWHVSRVLFLRQHVRLQWHQFLRQHV
FRPSHWHQFLDFRODERUDFLyQHYDVLyQFRPSODFHQFLDRDUUHJORFRQFRQFHVLRQHVVHJ~QHO
JUDGR GH DVHUWLYLGDG OD PHGLGD HQ TXH XQD SHUVRQD EXVFD VDWLVIDFHU VXV SURSLDV


 
.-:68:-.
La Revuelta
FRQYHQLHQFLDV  R FRRSHUDFLyQ JUDGR HQ HO FXDO XQD SHUVRQD WUDWD GH VDWLVIDFHU ODV
SUHRFXSDFLRQHVGHODRWUD 

/R LPSRUWDQWH VHUi DUULEDU D OD VROXFLyQ GHO FRQIOLFWR R SUREOHPD SDUD OR FXDO VHUi
IXQGDPHQWDO

9 5HFRQRFHU\DVXPLUHOFRQIOLFWR
9 (QIRFDUVHHQORVLQWHUHVHV\QRHQODVSHUVRQDV
9 'HILQLUODVSDUWHVLQWHUYLQLHQWHV
9 'HWHFWDUODVFDXVDVGHOPLVPR
9 *HQHUDUYtDVDOWHUQDWLYDVGHVROXFLyQ
9 (YDOXDUODVVROXFLRQHVSRVLEOHV\HVWDEOHFHUODPiVFRQYHQLHQWH
9 $VHJXUDUVHODSDUWLFLSDFLyQDFWLYDGHODVSDUWHVLQWHUYLQLHQWHV

8QEXHQGLUHFWLYRGHEHVDEHUGHWHFWDUUiSLGDPHQWHORVIRFRVGHFRQIOLFWRVEXVFDQGROD
VROXFLyQ PiV DGHFXDGD D FDGD FDVR  /DV UHXQLRQHV SHULyGLFDV SHUPLWHQ GHWHFWDU ORV
SUREOHPDV \ DO PLVPR WLHPSR SURYRFDQ XQ GHVDKRJR JHQHUDO DO SRGHU SODQWHDU FDGD
XQRGHORVPLHPEURVVXVLQTXLHWXGHVHLQWHUURJDQWHV$VXYH]ODVUHXQLRQHVGHHTXLSRSRU
UD]RQHV DMHQDV DO WUDEDMR D\XGDQ D PDQWHQHU VX XQLGDG HOLPLQDQGR FLHUWDV DVSHUH]DV
GHULYDGDVGHOWUDEDMRFRWLGLDQR

(/&$0%,2(1/$25*$1,=$&,Ð1

(V LPSRUWDQWHTXH HOLQJUHVDQWH SXHGD GLVWLQJXLU\ FRPSUHQGHU HO IXQFLRQDPLHQWR GHORV


GLVWLQWRVHOHPHQWRVTXHVHLPSRQHQHQFRQWH[WRVVRFLRHFRQyPLFR\FXOWXUDOGHFLVLRQHV\
GHOLPLWDFLyQ GH GLIHUHQWHV SROtWLFDV LPSXHVWDV SRU HO $OWR &XHUSR QXHYDV OH\HV QXHYRV
SURFHGLPLHQWRV HWF TXH VRQ DOJXQRV GH ORV IDFWRUHV TXH SXHGHQ GHWHUPLQDU OD
QHFHVLGDG GH UHDOL]DU FDPELRV HQ OD RUJDQL]DFLyQ GHO WUDEDMR GH LQFRUSRUDU QXHYRV
FRQRFLPLHQWRVQXHYDVWDUHDVQXHYDVDFWLWXGHVHWF

/DUHDOLGDGVHYXHOYHGLQiPLFD\SDUDKDFHUIUHQWHDHVWDFRQGLFLyQIDYRUHFHWHQHUXQD
DFWLWXGIOH[LEOHKDFLDORVFDPELRVTXHSHUPLWDDSURYHFKDUORVGHODPHMRUPDQHUDSRVLEOH
6HUIOH[LEOHFRPSUHQGHUtDORVVLJXLHQWHVUHTXLVLWRV
9(VWDUDELHUWRDQXHYDVIRUPDVGHDFWXDU
9$SUHFLDU ORV SXQWRV GH YLVWD GH ORV GHPiV TXH QRV SXHGHQ OOHYDU D OD UHIOH[LyQ GH
FyPR HVWDPRV UHDOL]DQGR QXHVWUD WDUHD \ VL HV SRVLEOH LPSOHPHQWDU FDPELRV TXH
VHDQEHQHILFLRVRV
9(VWDUSUHSDUDGRSDUDDFRPRGDUVHDORVFDPELRV
99LVXDOL]DU VLWXDFLRQHV GHVGH GLIHUHQWHV iPELWRV OR TXH OOHYD D FRPSUHQGHU OD
UHDOLGDGGHXQDPDQHUDPiVVLVWpPLFDFRPSUHQGLHQGRTXHHOWRGRHVPiVTXHOD
VXPD GH VXV SDUWHV \ TXH FLHUWRV FDPELRV LQIOX\HQ HQ HO FRPSRUWDPLHQWR GHO UHVWR
GHORVFRPSRQHQWHV

&$/,'$'<0(-25$&217,18$(1/$35(67$&,21'(/6(59,&,2'(-867,&,$

6L ELHQ OD FDOLGDG HV XQ WpUPLQR GLItFLO GH GHILQLU SDUD VX DSOLFDFLyQ HQ XQ RUJDQLVPR
S~EOLFRSRGUtDPRVVLQWHWL]DUORGHODVLJXLHQWHIRUPD


.-:69:-.
La Revuelta
´&DOLGDGHVSUHVWDUVHUYLFLRVTXHXQHQORVFRPSURPLVRVDGTXLULGRVSRUORVUHSUHVHQWDQWHV
GH OD MXVWLFLD FRQ ODV QHFHVLGDGHV GH VHUYLFLRV GH OD FRPXQLGDG HQ IRUPD HFRQyPLFD
HIHFWLYD\HILFLHQWHDWUDYpVGHODPHMRUDFRQWLQXDGHSURFHVRV\VLVWHPDVµ

(V XQD PDQHUD GH PHMRUDU FRQVWDQWHPHQWH HO GHVHPSHxR \ UHQGLPLHQWR HQ WRGRV ORV
QLYHOHV RSHUDWLYRV HQ FDGD iUHD IXQFLRQDO GH XQD RUJDQL]DFLyQ XWLOL]DQGR WRGRV ORV
UHFXUVRVKXPDQRV\GHFDSLWDOGLVSRQLEOHV

6H EXVFD HQ UHDOLGDG SURPRYHU HQ ODV SHUVRQDV HO KiELWR \ FRQFLHQFLD GH ´KDFHU ODV
FRVDV ELHQ OD SULPHUD YH]µ HOLPLQDQGR ORV UHWUDEDMRV HUURUHV \ EDMRV QLYHOHV GH
FDSDFLGDG GH JHVWLyQ ´+DFHUOR FRUUHFWDPHQWH OD SULPHUD YH]µ UHTXLHUH SDFLHQFLD
GLVFLSOLQDHGXFDFLyQ\PXFKDSHUVHYHUDQFLD
/DVSHUVRQDVGHODRUJDQL]DFLyQQRUHDOL]DQVyORVXUXWLQDVLQRTXHWLHQHQODSRVLELOLGDG\
UHVSRQVDELOLGDG GH PHMRUDUOD /D &DOLGDG VH FRQVLJXH GH IRUPD JUXSDO \ GH PDQHUD
VLQpUJLFD
&XDQGRWRGRVORVGHSDUWDPHQWRVGHODRUJDQL]DFLyQHVWiQRULHQWDGRVDODE~VTXHGDGH
OD&DOLGDGKDEODPRVGH&DOLGDG7RWDO$VtGHMDGHVHUXQDWDUHDGHSRFRV\SDVDDVHU
XQD DFWLWXG JOREDO GH FDGD SHUVRQD GH OD RUJDQL]DFLyQ (VWD DFWLWXG LPSOLFD TXH FDGD
XQDGHODVWDUHDVGHOSHUVRQDODIHFWDGLUHFWDPHQWHHOVHUYLFLRSUHVWDGRDOXVXDULR\SRU
HQGHVXVDWLVIDFFLyQ
(V QHFHVDULRFUHDUXQVLVWHPDSDUDSRGHUDGPLQLVWUDUDGHFXDGDPHQWHOD&DOLGDG7HQHU
XQDYLVLyQVLVWpPLFDGHWRGDODRUJDQL]DFLyQ\DSOLFDUODDWRGDVODVDFWLYLGDGHVHQWRGDV
ODVRSRUWXQLGDGHVSRVLEOHV
0HGLDQWHODJHVWLyQGHODFDOLGDGWRWDOHQODDGPLQLVWUDFLyQSXEOLFDVHSXHGHQDOFDQ]DU
ODVVLJXLHQWHVILQDOLGDGHV

¾$XPHQWDUODFDOLGDGGHORVVHUYLFLRVTXHVHSUHVWDQ
¾&RQVHJXLUTXHORVFLXGDGDQRVYDORUHQODJHVWLyQGHORUJDQLVPR
¾&RPXQLFDU D ORV FLXGDGDQRV XQD QXHYD LPDJHQ GHO RUJDQLVPR \ DVt ORJUDU XQD
´/HJLWLPDFLyQ6RFLDOµ
¾5HGXFLUFRVWRVXRSWLPL]DUORVUHRULHQWiQGRORVDFXEULURWUDVQHFHVLGDGHVRPHMRUDV
¾0RWLYDU D ORV LQWHJUDQWHV GH OD RUJDQL]DFLyQ DO SHUPLWLUOHV VX SDUWLFLSDFLyQ SDUD
PHMRUDUODFDOLGDG

0(-25$&217,18$

(V XQD KHUUDPLHQWD GH FDOLGDG SDUD HODERUDU \ HMHFXWDU SODQHV TXH WLHQH SRU REMHWLYR
UHGXFLUODGLIHUHQFLDHQWUHODVQHFHVLGDGHVGHOXVXDULR\HOUHVXOWDGRGHQXHVWURWUDEDMR

'HEHPRV FRPSUHQGHU D ODV DFWLYLGDGHV GH OD RILFLQD GH OD FXDO IRUPHPRV SDUWH FRPR
HVODERQDGDVHQXQDVHFXHQFLDOyJLFD\FURQROyJLFDOODPDGDSURFHVR/XHJRSURFHGHUD
GHVJORVDU HO PLVPR HQ HWDSDV R IDVHV LGHQWLILFDU SRVLEOHV GHVYLDFLRQHV R SUREOHPDV \
SODQWHDU PHGLGDV FRUUHFWLYDV \R SUHYHQWLYDV SDUD VX VROXFLyQ 3DUD D SDUWLU GH DOOt
HVWDEOHFHUXQDPHMRUIRUPDGHWUDEDMDU(VWRHVORTXHVHFRQRFHFRPRFLFORRUXHGDGH
'HPLQJ

(O 3RGHU -XGLFLDO GH OD 3URYLQFLD GH &yUGRED WRPD GHFLVLRQHV \ GHVDUUROOD DFFLRQHV
EDVDGDVHQORVSULQFLSLRVGH&DOLGDG7RWDO\0HMRUD&RQWLQXD


.-:70:-.
La Revuelta
$Vt GHVGH HO DxR  HO 7ULEXQDO 6XSHULRU GH -XVWLFLD KD LQLFLDGR XQ SURFHVR GH
WUDQVIRUPDFLyQ FXDOLWDWLYD GHO VHUYLFLR GH MXVWLFLD WHQGLHQWH D UDFLRQDOL]DU \ RSWLPL]DU ORV
UHFXUVRVGLVSRQLEOHVHQPDUFiQGRVHHOPLVPRHQXQ3ODQGH5HIRUPD*OREDOHQHOiPELWR
GHO3RGHU-XGLFLDOGHOD3URYLQFLDGH&yUGRED

'HDOOtHQWRQFHVORVLQQXPHUDEOHVHVIXHU]RVTXHVHWUDGXFHQWDQWRHQSUR\HFWRVWpFQLFRV
FRPRHQLGHDVSDUDDFHUFDUVROXFLRQHVHQHOGHVHRGHFRQVWUXLUXQD´-XVWLFLDµFDSD]GH
GDUUHVSXHVWDDODVQHFHVLGDGHVGHODVRFLHGDG
/D DSOLFDFLyQ HQ OD JHVWLyQ GH ORV SULQFLSLRV GH &DOLGDG 7RWDO \ 0HMRUD &RQWLQXD QR HV
UHVSRQVDELOLGDGH[FOXVLYDGHTXLHQHVRFXSDQFDUJRVVXSHULRUHV
'HEH H[LVWLU XQ FRPSURPLVR SRU SDUWH GH WRGRV ORV TXH LQWHJUDQ HO 3RGHU -XGLFLDO
DSRUWDQGR VLHPSUH D OD VDWLVIDFFLyQ GH ODV QHFHVLGDGHV GH OD FRPXQLGDG FRQ OD
SHUPDQHQWHDVSLUDFLyQGHRSWLPL]DUODSUHVWDFLyQGHOVHUYLFLRGHMXVWLFLD

32/Ì7,&$6'(6(59,&,2<$7(1&,Ð1$/26868$5,26

32/Ì7,&$'(6(59,&,2

(O FLXGDGDQR VH FRQYLHUWH HQ OD XQLGDG GH UHIHUHQFLD GHO VHUYLFLR GH MXVWLFLD \ SRU HOOR
GHEHQ UHFLELU GH PDQHUD SHUVLVWHQWH \ RUJDQL]DGD XQD UHVSXHVWD DGHFXDGD D VXV
LQTXLHWXGHVQHFHVLGDGHV\GHUHFKRVGHQWURGHOPDUFR(VWDGR²FLXGDGDQtD

/DFDOLGDGGHXQVHUYLFLRGHSHQGHGHODHYDOXDFLyQTXHKDFHQORVFLXGDGDQRVVREUHVXV
GLVWLQWRVDWULEXWRVDOPRPHQWRGHODSUHVWDFLyQ
'HVGH OD SHUFHSFLyQ GH ORV FLXGDGDQRV OD FDOLGDG HQ OD SUHVWDFLyQ GH XQ VHUYLFLR HV
GHILQLGDSULQFLSDOPHQWHSRUGRVIDFWRUHV
 3RU VXV H[SHFWDWLYDV OR TXH QHFHVLWDQ \ HVSHUDQ  HV DTXHOOR TXH EXVFD HO
FLXGDGDQR²XVXDULR\FUHHTXHHOVHUYLFLROHSURSRUFLRQDUi
 3RUVXH[SHULHQFLDHOFLXGDGDQRHYDOXDUiODPDQHUDHQTXHKDVLGRSUHVWDGR
HOVHUYLFLR

&RQJUXHQWHFRQHVWDOtQHDGHSHQVDPLHQWRSUHWHQGHFRQUHVSHFWRDORVFLXGDGDQRV

¾3RWHQFLDUVXGHUHFKRDVHUHVFXFKDGRV
¾*DUDQWL]DUVXGHUHFKRDVHULQIRUPDGRV
¾6DWLVIDFHUVXGHUHFKRDVHUUHVSHWDGRV
¾&XPSOLUFRQVXGHUHFKRDUHFLELUUHVSXHVWDV\RVROXFLRQHV

(QODSUHVWDFLyQGHOVHUYLFLRGHMXVWLFLDVHWHQGUiQHQFRQVLGHUDFLyQORVVLJXLHQWHVIDFWRUHV
SRVLWLYRVSDUDHOELHQHVWDUGHORVXVXDULRV

0HGLRDPELHQWHHVLPSRUWDQWHFUHDUXQPHGLRDJUDGDEOHSDUDHOXVXDULRGHOVHUYLFLR
,QIRUPDFLyQpVWHHVHOHOHPHQWRLPSRUWDQWHGHOELHQHVWDUGHOFRQVXPLGRU/DQHFHVLGDG
GHHVWDULQIRUPDGRHVPX\LPSRUWDQWHSDUDHOVHUKXPDQRHVSRULQWHUPHGLRGHHOODTXH
VHWLHQHHOGRPLQLRGHOHQWRUQRTXHORURGHD
&XDQGRHOXVXDULRVHVLHQWHELHQLQIRUPDGRWLHQHXQDVHQVDFLyQGHELHQHVWDUSXHVWRTXH
WLHQH WRGRV ORV GDWRV SDUD SUHYHU ORV DFRQWHFLPLHQWRV FRQ DQWLFLSDFLyQ \ HOHJLU OD
DOWHUQDWLYDTXHPiVOHSODFH
6HQVDFLyQ GH 6WDWXV VH GHEHUi EULQGDU XQ WUDWR EDVDGR HQ OD FRUWHVtD DPDELOLGDG \
UHVSHWRTXHGHPXHVWUHLQWHUpVSRUHOXVXDULR\ORKDJDQVHQWLULPSRUWDQWH


.-:71:-.
La Revuelta
6HJXULGDG VH RIUHFHUi DO XVXDULR OD FRQILDQ]D QHFHVDULD TXH VH OH SUHVWDUi XQ VHUYLFLR
HILFLHQWH

0HGLR 6HQVDFLyQ
DPELHQWH GHVWDWXV

)$&725(6
326,7,926

6HJXULGDG ,QIRUPDFLyQ

)DFWRUHVSRVLWLYRVSDUDHOELHQHVWDUGHORVXVXDULRV

$ VX YH] VL TXHUHPRV EULQGDU XQ EXHQ VHUYLFLR GHEHPRV LQIRUPDU \ RIUHFHU DO XVXDULR OD
RSRUWXQLGDGGHH[SUHVDUVH([LVWHQGLYHUVRVPRGRVGHFRPXQLFDFLyQTXHSXHGHQUHVXOWDU
DSURSLDGRVHQDOJXQDVGHODVIDVHVGHOVHUYLFLRDOS~EOLFRHQWUHHOORV

¾,QIRUPDFLyQSUHFRQVXOWDFRQVLVWHHQGDULQIRUPDFLyQDORVXVXDULRVDQWHVGHTXH
HOORV FRQVXOWHQ DO UHVSHFWR 3DUD HOOR VH VXHOHQ FRORFDU SDQHOHV LQIRUPDWLYRV R
PHQVDMHV D OD YLVWD GHO S~EOLFR UHVSHFWR GH DTXHOORV WHPDV R DVSHFWRV TXH
VLHPSUH VRQ FRQVXOWDGRV 7DPELpQ ORV XVXDULRV FXHQWDQ FRQ OD SRVLELOLGDG GH
DFFHGHU DO 6LWLR 2ILFLDO GHO 3RGHU -XGLFLDO ZZZMXVWLFLDFRUGREDJRYDU  GRQGH
HQFRQWUDUiQ LQIRUPDFLyQ ~WLO VREUH ORV RUJDQLVPRV MXGLFLDOHV PDSD MXGLFLDO JXtD
MXGLFLDO VXEDVWDV WDVDV GH MXVWLFLD MXULVSUXGHQFLD FpGXODV GH QRWLILFDFLyQ MXLFLRV
LQLFLDGRVHQWUHRWUD
¾%X]yQGHVXJHUHQFLDVHO3RGHU-XGLFLDOEULQGDDODVMXVWLFLDEOHV\DORVFLXGDGDQRV
HQJHQHUDOODSRVLELOLGDGGHH[SUHVDUWRGDREVHUYDFLyQFUtWLFDUHFRPHQGDFLyQR
IHOLFLWDFLyQ UHVSHFWR GHO WUDWR \ DWHQFLyQ GLVSHQVDGR D WUDYpV GHO EX]yQ GH
VXJHUHQFLDVYLUWXDOTXHORVXVXDULRVSXHGHQHQFRQWUDUHQHO6LWLR2ILFLDOGHO3RGHU
-XGLFLDO

$7(1&,Ð1$/3Ô%/,&2

3DUD HO SOHQR GHVDUUROOR GH VXV IXQFLRQHV FDGD LQWHJUDQWH GHO 3RGHU -XGLFLDO WHQGUi OD
UHVSRQVDELOLGDGGHEULQGDUXQDFRUUHFWDDWHQFLyQDOS~EOLFR
(V LPSRUWDQWH GDU XQ WUDWR LJXDOLWDULR FRUGLDO \ UHVSHWXRVR D WRGDV ODV SHUVRQDV FRQ ODV
FXDOHVVHYLQFXOH
3ULQFLSDOPHQWH8GVHUHODFLRQDUiFRQFLXGDGDQRV\DX[LOLDUHVGHODMXVWLFLD DERJDGRV 
5HFXHUGH TXH HQ HVWH ~OWLPR FDVR WUDWR FRQ DERJDGRV  OD /H\ GH &ROHJLDFLyQ GHO
&ROHJLRGH$ERJDGRVGHOD3URYLQFLDGH&yUGRED /H\ HVWDEOHFHHQVX$UWtFXOR
OR VLJXLHQWH ´(Q HO GHVHPSHxR GH VX SURIHVLyQ HO DERJDGR HVWi HTXLSDUDGR D ORV
PDJLVWUDGRV HQ FXDQWR DO UHVSHWR \ FRQVLGHUDFLyQ TXH GHEH JXDUGiUVHOHµ


.-:72:-.
La Revuelta
3DUDORJUDUXQDYLQFXODFLyQHIHFWLYDFRQORVGLYHUVRVS~EOLFRVVHUiLPSRUWDQWHFRQVLGHUDU
ODV SULQFLSDOHV IDVHV GH OD DWHQFLyQ DO FLXGDGDQR EXVFDQGR DOFDQ]DU ORV REMHWLYRV GH
FDGDXQDGHHOODV

 &RQWDFWR LQLFLDO FRQVLVWH HQ LQLFLDU XQD UHODFLyQ FRUGLDO \ SHUVRQDOL]DGD FRQ HO
FLXGDGDQR
 5HFHSFLyQ HV UHFLELU \ YHULILFDU OD GHPDQGD PDQLILHVWD YDORUL]DQGR WDPELpQ VXV
QHFHVLGDGHVSHUVRQDOHV
 5HVSXHVWD VH WUDWD GH DVHVRUDU DO FLXGDGDQR VREUH OD PHMRU IRUPD GH UHVROYHU VX
SUREOHPD\UHVROYHUOR
 'HVSHGLGD  FRQVLVWH HQ FXOPLQDU OD UHODFLyQ GH PDQHUD FRUGLDO \ SHUVRQDOL]DGD
FRQHOFLXGDGDQR

/DDWHQFLyQDOS~EOLFRVHFDQDOL]DUiSULQFLSDOPHQWHGHPDQHUDSHUVRQDO FDUDDFDUD \


WHOHIyQLFD &DGD XQD GH HOODV SRVHH VXV SDUWLFXODULGDGHV SRU OR TXH D FRQWLQXDFLyQ VH
SUHVHQWDQDOJXQDVFRQVLGHUDFLRQHV

$WHQFLyQFDUDDFDUD

(OFRQWDFWRGLUHFWRFRQORVXVXDULRVGHOVHUYLFLRGHMXVWLFLDVHUiPX\UHOHYDQWHSDUDORJUDU
XQDySWLPDDWHQFLyQDOS~EOLFRVLHQGRHVWHHOPHGLRPiVYDORUDGRSRUHOPLVPR
(OFRQWDFWRFDUDDFDUDHVODPHMRUYtDSDUDLQWHUFDPELDULQIRUPDFLyQFRPSUHQGHUDOD
RWUDSDUWHUHVROYHUORVSUREOHPDV\HVWDEOHFHUUHODFLRQHVGXUDGHUDV
3DUDOOHYDUDFDERXQDHIHFWLYDDWHQFLyQGHHVWHWLSRVHGHEHUiQFRQVLGHUDUODVVLJXLHQWHV
SDXWDVGHDFWXDFLyQ

$&78$&,21(6326,7,9$6 $&78$&,21(61(*$7,9$6

x 6RQUHtU x 7HQHU DFWLWXGHV HPRFLRQDOHV DIHFWLYDV R


x 0LUDUDOS~EOLFRDORVRMRV DJUHVLYDV
x 8VDUXQWRQRGHYR]DGHFXDGR x 0DQWHQHURWUDVFRQYHUVDFLRQHVVLPXOWiQHDV
x (VFXFKDU\GHPRVWUDUTXHVHHVFXFKD x $EXVDUGHQXHVWUDSRVLFLyQ
x 9LJLODUHOSDUORWHRH[FHVLYR x 8WLOL]DUH[SUHVLRQHVQRSHUWLQHQWHV
x 2IUHFHULQIRUPDFLyQ\D\XGD x 'DUyUGHQHVDORVXVXDULRV
x ,QWHUSUHWDUHOOHQJXDMHFRUSRUDO x (FKDU FXOSD D ORV FRPSDxHURV \ D OD
x 8WLOL]DUORVQRPEUHVSURSLRV RUJDQL]DFLyQ
x 3UHVWDUDWHQFLyQ\WHQHUSDFLHQFLD x 0RVWUDUIDYRULWLVPR
x 6HUFRUGLDO\FRUWpV x 3URPHWHUORTXHQRVHSXHGHKDFHU

$WHQFLyQWHOHIyQLFD

(Q HVWH WLSR GH FRPXQLFDFLyQ DQWH OD IDOWD GH XQ FRQWDFWR FDUD D FDUD VHUi
IXQGDPHQWDOWUDQVPLWLUHOPHQVDMHGHPDQHUDFODUDSUHFLVD\FRQFLVDFRQXQWRQRGHYR]
FRUGLDO\SDXVDGRSDUDHYLWDUPDOHQWHQGLGRV\IDFLOLWDUODFRPSUHQVLyQHQWUHODVSDUWHV
8QDGHODVFRVDVTXHPiVLPSDFWDQDODRSLQLyQGHORVXVXDULRVHVHOVLVWHPDGHDWHQFLyQ
WHOHIyQLFDSXHVWRTXHHOQLYHOWROHUDQFLDHVPHQRUTXHHOGHFDUDDFDUD
/DOODPDGDWHOHIyQLFDTXHQRHVDWHQGLGDFRQSURQWLWXGGHQRWDGHVLQWHUpV
$ORVXVXDULRVWDPELpQOHVGLVJXVWDTXHORVWUDVILHUDQGHH[WHQVLyQHQH[WHQVLyQOHKDJDQ
UHSHWLUWRGRQXHYDPHQWHKDVWDOOHJDUDODSHUVRQDLQGLFDGD


.-:73:-.
La Revuelta
&RPR VH VLHQWH R KD VHQWLGR FDGD YH] TXH WLHQH TXH UHSHWLU EXHQ GtD TXLVLHUD
FRPXQLFDUPHFRQHO 6UR 6UD11²6t FyPRQR¢GHSDUWHGH TXLpQ"3DXVD²+ROD¢FRQ
TXLpQTXLHUHKDEODU"²EXHQGtDTXLVLHUDKDEODUFRQHO6UR6UD11²6tXQPRPHQWLWRSRU
IDYRU SDXVD \ RWUD YH] OD PLVPD IUDVH /H JDUDQWL]DPRV TXH HV H[WUHPDGDPHQWH
H[DVSHUDQWH

(V LPSRUWDQWH TXH WRGDV ODV SHUVRQDV GH OD RUJDQL]DFLyQ VHSDQ VREUH FyPR DWHQGHU HO
WHOpIRQR\HOXVRTXHGHEHGiUVHOH
(V HOHPHQWDO LGHQWLILFDU OD RILFLQD \ GDU QRPEUH \ DSHOOLGR DO FRQWHVWDU HO WHOpIRQR FRQ
HVWRTXLHQDWLHQGHHOOODPDGRVHKDFHUHVSRQVDEOHSRUHOPLVPRJHQHUDQGRHQHOXVXDULR
XQDLPDJHQSRVLWLYD
7DPELpQVHUiLPSRUWDQWHLQIRUPDUOHDTXLpQOODPDVREUHQXHVWURDFFLRQDU\VREUHSRVLEOHV
WUDQVIHUHQFLDVGHOODPDGDV
(Q HO FDVR TXH HO GHVWLQDWDULR GH OD OODPDGD QR VH HQFXHQWUH SUHVHQWH R VH YHD
LPSRVLELOLWDGRDUHFLELUODOODPDGDVHUiRSRUWXQRRIUHFHUVHSDUDUHFHSFLRQDUHOPHQVDMH\
FRPXQLFDUORDOLQWHUHVDGR
3RU~OWLPRVHGHEHUiEULQGDUXQILQDOFiOLGR\DIHFWXRVRGHODOODPDGDDVHJXUiQGRVHFRQ
FODULGDG\SUHFLVLyQORDFRUGDGRHQODPLVPD

$WHQFLyQYtDFRUUHRHOHFWUyQLFR

6H UHFRPLHQGD WHQHUHQFXHQWD ODV SDXWDV PHQFLRQDGDV FRQ DQWHULRULGDG EULQGDGR XQ
PHQVDMH FODUR SUHFLVR DPDEOH LGHQWLILFDGR HWF SDUD ORJUDU XQD FRPXQLFDFLyQ
HIHFWLYD5HFXHUGHTXHHOPLVPRHVXQPHGLRRILFLDOGHFRPXQLFDFLyQ

(Q OD DWHQFLyQ DO S~EOLFR SRGUiQ SUHVHQWDUVH VLWXDFLRQHV SUREOHPiWLFDV TXH GHEHUHPRV
UHVROYHU $ FRQWLQXDFLyQ VH H[SRQHQ DOJXQDV UHFRPHQGDFLRQHV SDUD HO WUDWDPLHQWR GH
UHFODPRV

+$&(5 (9,7$5
ƒ'DU WLHPSR DO UHFODPDQWH SDUD TXH ƒ3HUPLWLU TXH QXHVWUDV UHVSXHVWDV HVWpQ
DSODTXH VX GLVJXVWR HVFXFKiQGROR LQIOXHQFLDGDV SRU VHQWLPLHQWR GH FXOSDELOLGDG R
DFWLYDPHQWH GHLUD
ƒ5HFRUGDUTXHFDGDHPSOHDGRUHSUHVHQWDD ƒ5HEDWLU R WUDWDU GH DSODVWDU YHUEDOPHQWH DO
ODRUJDQL]DFLyQ UHFODPDQWH
ƒ$GRSWDUODVPHGLGDVRSRUWXQDVSDUDTXHHO ƒ([SUHVDU RSLQLRQHV SHUVRQDOHV VREUH ODV
UHFODPDQWH SXHGD VHQWLUVH ItVLFDPHQWH DFWXDFLRQHV GH ODV RWUDV SHUVRQDV R VREUH OD
UHODMDGR\FRQIRUWDGR RUJDQL]DFLyQHQVXFRQMXQWR
ƒ'HPRVWUDU HQ WRGR PRPHQWR XQ LQWHUpV ƒ&DPELDU HO WHPD R IRU]DU D TXH HO UHFODPDQWH
DXWHQWLFR \ HO GHVHR GH D\XGDU SDUD DGRSWH XQD GHWHUPLQDGD LQWHUSUHWDFLyQ VLQ OD
VROXFLRQDUHOSUREOHPD FRUUHVSRQGLHQWHHYLGHQFLD
ƒ$\XGDU DO UHFODPDQWH D H[SUHVDU VX TXHMD ƒ3HQVDU TXH HO UHFODPDQWH HV XQ OLDQWH R TXH VX
KDFLpQGROH SUHJXQWDV HVWUXFWXUDGDV SDUD TXHMDHVWULYLDO
H[WUDHU ORV KHFKRV UHOHYDQWHV \ HOLPLQDU ORV
LUUHOHYDQWHV
ƒ5HJLVWUDU OD TXHMD RIUHFHU OD DFWXDFLyQ
DGHFXDGD R GLULJLU DO UHFODPDQWH D OD
SHUVRQDTXHOHSXHGDD\XGDU
ƒ$VHJXUDUVH TXH HO UHFODPDQWH VH HQWHUD
SHUIHFWDPHQWHGHODDFWXDFLyQTXHVHYDD
VHJXLU\TXLHQODYDDVHJXLU


.-:74:-.
La Revuelta
1.3. 8
GESTION JUDICIAL
Manual de Información Institucional y
Operativa Funcional para Integrantes del
Poder Judicial de la Prov. de Cba.
(partes pertinentes)
Seguridad e higiene en la oficina: riesgos
fisicos y psicologicos

.-:75:-.
La Revuelta
6(*85,'$'H+,*,(1((1/$2),&,1$3UHYHQFLyQGHDFFLGHQWHV

(OWUDEDMRGHOSHUVRQDOGHRILFLQDQRHVSRWHQFLDOPHQWHWDQSHOLJURVRFRPRHOGHWUDEDMR
GH FRQVWUXFFLyQ $Kt SUHFLVDPHQWH HQ OD FUHHQFLD GH TXH HO ULHVJR QR H[LVWH HV GRQGH
UHVLGHHOSHOLJURSDUDHOWUDEDMDGRULQWHOHFWXDO

(OREMHWLYRGHpVWHDFiSLWHHVSRQHUGHPDQLILHVWRFLHUWDVVLWXDFLRQHVGHULHVJRSVLFRItVLFR
IUHFXHQWHV HQ ODV RILFLQDV TXH SRVLEOHPHQWH ODV FRQR]FDPRV R DO PHQRV ODV LQWX\DPRV
SHURTXH TXL]iVQXQFD QRV KHPRV GHWHQLGR D FRQVLGHUDUODV \ DSUHSDUDU XQD HVWUDWHJLD
SUHYHQWLYD\FRUUHFWLYD
$OJXQDV VLWXDFLRQHV SXHGHQ SDUHFHU HYLGHQWHV SHUR HQ FXDOTXLHU FDVR VRQ HYLGHQFLDV
TXHSURGXFHQXQDJUDQFDQWLGDGGHDFFLGHQWHV\HQIHUPHGDGHVGHODVFXDOHVPXFKDV
VRQJUDYHV\DOJXQRVLQFOXVRPRUWDOHV

6HUi UHVSRQVDELOLGDG GH FDGD LQWHJUDQWH GHO 3RGHU -XGLFLDO HQ OD PHGLGD GH VXV
SRVLELOLGDGHVJHQHUDUODVFRQGLFLRQHVSVLFRItVLFDVySWLPDVHQVXOXJDUGHWUDEDMRFRQORV
UHFXUVRV\ KHUUDPLHQWDVTXHWHQJDDVXDOFDQFHSDUDDOFDQ]DUXQDPELHQWHGHWUDEDMR
PiVOLPSLRRUGHQDGRDJUDGDEOH\VHJXURSDUDWRGRV

5,(6*26)Ì6,&26

 $&&,'(17(6325&$Ì'$2*2/3(6

8QRGHFDGDFXDWURDFFLGHQWHVHQODRILFLQDVHSURGXFHSRUFDtGD
8QDV YHFHV VREUH HO VXHOR OODQR RWUDV HQ HVFDOHUDV SHUR HQ FXDOTXLHUD GH ORV GRV FDVRV
VRQ IUHFXHQWHV ODV URWXUDV GH EUD]RV \ SLHUQDV R KHULGDV HQ OD FDEH]D $OJXQRV GH HVWRV
DFFLGHQWHVVRQLQFOXVRPRUWDOHV\ORFXULRVRHVTXHSXHGHQHYLWDUVHIiFLOPHQWH

£/DSULVDH[DJHUDGDHVFDXVDIUHFXHQWHGHDFFLGHQWHV

3RUORWDQWRQRKD\TXHFRUUHUSRUORVSDVLOORVVLPSOHPHQWHKD\TXHFDPLQDUDYHORFLGDG
QRUPDO/DVHVFDOHUDVQRVRQSHOLJURVDVVLVHFLUFXODSRUHOODVDXQDYHORFLGDGOyJLFD1R
KD\TXHVDOWDUORVSHOGDxRVGHWUHVHQWUHV+D\TXHSLVDUORVWRGRVTXHSDUDHVRHVWiQ
3RU RWUR ODGR RFXUUH FRQ IUHFXHQFLD HQ ODV RILFLQDV TXH ORV HVSDFLRV SUHYLVWRV SDUD HO
SDVRSUHVHQWDQHODVSHFWRGHXQDSLVWDGHREVWiFXORV3DUDHOORHVUHFRPHQGDEOHOLEHUDU
ORVHVSDFLRVGHFLUFXODFLyQ

´/RVREVWiFXORVGHFXDOTXLHUFODVHVRQIXHQWHVGHDFFLGHQWHVµ


.-:76:-.
La Revuelta
0XFKRV VXHORV GH RILFLQDV VRQ GHPDVLDGR UHVEDODGL]RV 3RU HVWH PRWLYR WHQGUHPRV
FXLGDGRFXDQGRFLUFXOHPRVVREUHVXHORVGHHVWHWLSR

´/RVVXHORVGHVOL]DQWHVVRQDXWpQWLFDVWUDPSDVµ

(VFDOHUDVILMDV
8QR  GHFDGDGLH]  DFFLGHQWHVRFXUULGRVHQXQDHVFDOHUDWHUPLQDHQLQFDSDFLGDG
(VWDFODVHGHDFFLGHQWHVWLHQHVLHPSUHXQDFDXVDFRQFUHWDTXHSRGUtDKDEHUVHHYLWDGR
IiFLOPHQWH
+HDTXtDOJXQDVGHODVFDXVDVPiVIUHFXHQWHVGHODVFDtGDVHQHVFDOHUDV

 &LUFXODU GHPDVLDGR GHSULVD (VWH PDO WLHQH XQ UHPHGLR HYLGHQWH QR FRUUHU VDOWDU R
SUHFLSLWDUVH6LPSOHPHQWHDQGDUXWLOL]DQGRWRGRVORVHVFDORQHV
'LVWUDFFLyQRGHVFXLGR/DVHVFDOHUDVQRVRQHOOXJDUPiVDGHFXDGRSDUDOHHUFXDOTXLHU
GRFXPHQWRRFRQYHUVDUHVXQHVSDFLRSDUDFLUFXODU

(VFDOHUDVGHIHFWXRVDVRUHVEDODGL]DV
&XDQGR REVHUYHPRV DOJ~Q GHVSHUIHFWR IHQyPHQR R VLWXDFLyQ SHOLJURVD WHQHPRV TXH
SRQHUORHQFRQRFLPLHQWRHLQIRUPDUDQXHVWURMHIHLQPHGLDWR

(VFDOHUDVGHPDQRWDULPDV\DILQHV
&XDQGR VH UHTXLHUH DOFDQ]DU XQ REMHWR VLWXDGR HQ OR DOWR GH XQ HVWDQWH 8G GHEHUi
DVHJXUDUVH GH KDFHU SLH VREUH XQD VXSHUILFLH VHJXUD ILUPH \ VyOLGD SDUD HYLWDU
DFFLGHQWHV  6L QHFHVLWD DOFDQ]DU XQ OXJDU DOHMDGR GH GRQGH QRV HQFRQWUDPRV GHEHUi
EDMDUGHODHVFDOHUDGHVSOD]DUOD\YROYHUDVXELU(YLWHVXELUVHVREUHVLOODVJLUDWRULDV

(VWDQWHUtDVDUPDULRV\DUFKLYDGRUHV
/RV DFFLGHQWHV SURGXFLGRV SRU HVWDQWHUtDV \ DUPDULRV QR VRQ QDGD UDURV /RV DUPDULRV \
HVWDQWHUtDVWLHQHQXQDFRVDHQFRP~Q
/DLQVXILFLHQWHHVWDELOLGDGSXHGHSURGXFLUHOYXHOFR
&XDQWRPiVHVWUHFKD\DOWDHVXQDHVWDQWHUtDWDQWRPiVIiFLOPHQWHYXHOFD
3RURWURODGRODHVWDELOLGDGVHYHUHGXFLGD
VLHOVXHORQRHVWiFRUUHFWDPHQWHQLYHODGR
VLODHVWDQWHUtDRDUPDULRVHFDUJDGHPDVLDGR
VLVHXWLOL]DQODVEDOGDVFRPRSHOGDxRVGHXQDHVFDOHUD

´1XQFDLQWHQWHVXMHWDUXQDUPDULRTXHVHFDHµ


.-:77:-.
La Revuelta
6LQHPEDUJRQRVRWURVSRGHPRVKDFHUPXFKRSRUHYLWDUORVYXHOFRV
1DWXUDOPHQWHTXHHVPXFKRPiVFyPRGROOHQDUORVFDMRQHVGHXQDUFKLYDGRUVRODPHQWH
HQ VX SDUWH GHODQWHUD 3HUR HV PXFKR PHQRV VHJXUR 'HEHPRV OOHQDU ORV HVWDQWHV GH
PDQHUDHTXLWDWLYDSUROLMD\RUGHQDGDVLQVREUHFDUJDV
< HQ HVWH VHQWLGR WDPELpQ SRGHPRV DSRUWDU DOJR 2EVHUYHPRVORV DUPDULRV \ HVWDQWHUtDV
TXHKD\DQXHVWURDOUHGHGRU
¢(VWiQELHQDQFODGDVODVHVWDQWHUtDVDOWDV\HVWUHFKDV"
¢$OJXQDVHPXHYH"
¢/RVDUFKLYDGRUHV\DUPDULRVGHFDMRQHVURGDQWHVWLHQHQGLVSRVLWLYRGHEORTXHR"

$FFLGHQWHVFRQVLOODV
$FFLGHQWHV FRQ OHVLRQHV FRUSRUDOHV &RQWXVLRQHV \ GLVORFDFLRQHV URWXUDV GH KXHVRV \
OHVLRQHVHQODFDEH]DLQFOXVRFRQFRQPRFLyQFHUHEUDO/HVLRQHVHQODFROXPQDYHUWHEUDO
0iV GH  SHUVRQDV DO DxR VXIUHQ DFFLGHQWHV FRQ VLOODV HQ ODV RILFLQDV FX\D
LQFDSDFLGDGGXUDPiVGHGtDV
$QDOL]DGRVHVWRVDFFLGHQWHVFXLGDGRVDPHQWHVHKDOOHJDGRDODVVLJXLHQWHVFRQFOXVLRQHV
(OVHSURGXFHQSRUYXHOFRRGHVSOD]DPLHQWRLQYROXQWDULRGHODVLOOD
(O   UHVWDQWH REHGHFH D YDULDV FDXVDV FRPR URWXUD GH DOJXQD SDWD GHVFHQVR
UHSHQWLQRGHODVLHQWRUHJXODEOHRGHOUHVSDOGRGHELGRDXQPDODMXVWHGHOGLVSRVLWLYRGH
ILMDFLyQWURSH]RQHVFRQODVSDWDVVDOLHQWHVGHODVLOODHWF

([LVWHQDGHPiVDOJXQDVRWUDVFDXVDV
6HQWDUVHXWLOL]DQGRVRODPHQWHHOERUGHGHODQWHURGHODVLHQWR
,QFOLQDUVHGHPDVLDGRODWHUDOPHQWH
,QFOLQDUVHKDFLDDWUiV

´(ODFFLGHQWHVHSURGXFHFDVLVLHPSUHGHODPLVPDIRUPDXQRVHOHYDQWD\YXHOYH
DSUHVXUDGDPHQWHDVXVLOOD(VSRUHOORTXHGHEHPRVXWLOL]DUODFRUUHFWDPHQWHµ

3XHUWDV
4XL]iHQQXHVWUDVRILFLQDVWHQJDQLQVWDODGDVSXHUWDVGHFULVWDO6RODPHQWHWLHQHQXQIDOOR
LPSRUWDQWH D YHFHV QR VRQ IiFLOPHQWH YLVLEOHV HQ DEVROXWR < HQWRQFHV HV FXDQGR VH
SXHGHQSURGXFLUOHVLRQHV
3RU HVWD UD]yQ ODV SDUHGHV \ SXHUWDV GH FULVWDO GHEHQ VHU VHxDOL]DGDV D OD DOWXUD GH ORV
RMRV
'HEHUHPRV GHWHFWDU ODV VDOLGDV GH HPHUJHQFLD \D TXH HQ FDVR GH SHOLJUR GHEHQ
JDUDQWL]DUXQDUiSLGDHYDFXDFLyQGHOHGLILFLR

 (/(&75,&,'$'

&DGD DxR VH SURGXFHQ FDVL  DFFLGHQWHV GHELGRV D OD HOHFWULFLGDG < XQD EXHQD
SDUWHGHHOORVVRQJUDYHV\DOJXQRVPRUWDOHV


.-:78:-.
La Revuelta
$VtVHSURGXFHXQDFFLGHQWHHOpFWULFR

,PDJLQpPRQRVTXHWRFDPRVFRQXQDPDQRDOJ~QHOHPHQWREDMRWHQVLyQGHXQDSDUDWR
HOpFWULFR SRU HMHPSOR HOFDEOHGHWHULRUDGRGH XQ FDOHQWDGRU6LQXHVWUR FXHUSR QR HVWi
DLVODGRGHOVXHORTXHHVQRUPDOTXHQRORHVWpODFRUULHQWHFLUFXODUiGHVGHQXHVWUDPDQR
DO VXHOR D WUDYpV GH QXHVWUR FXHUSR 0XFKR SHRU UHVXOWD WRFDU FRQ XQD PDQR DOJ~Q
HOHPHQWR HQ FRQWDFWR GLUHFWR FRQ OD WLHUUD JULIRV WXEHUtDV GH DJXD R FDOHIDFFLyQ 
PLHQWUDV TXH FRQ RWUD SDUWH GHO FXHUSR VH HVWi HQ FRQWDFWR FRQ XQ HOHPHQWR EDMR
WHQVLyQ HOpFWULFD (Q HVWH FDVR OD FRUULHQWH HQFXHQWUD PHQRV GLILFXOWDGHV SDUD DWUDYHVDU
QXHVWURFXHUSR
6t GHVJUDFLDGDPHQWHOD FRUULHQWH DWUDYLHVDHOFRUD]yQ VHSURGXFHODOODPDGD ILEULODFLyQ
YHQWULFXODU TXH HV XQD GHVHVWDELOL]DFLyQ GHO ULWPR FDUGtDFR QRUPDO /D ILEULODFLyQ HV XQ
PRYLPLHQWR UDSLGtVLPR GHO FRUD]yQ XQD HVSHFLH GH YLEUDFLyQ FRPSOHWDPHQWH LQ~WLO (Q
HVWHHVWDGRHOFRUD]yQQRERPEHDVDQJUH

¢&yPRSRGHPRVSURWHJHUQRVFRQWUDXQDFFLGHQWHHOpFWULFR"

$Vt181&$

$Vt6,(035(

1R KD\ TXH PDQLSXODU QL WUDWDU GH UHSDUDU QXQFD REMHWRV DSDUDWRV R LQVWDODFLRQHV TXH
WHQJDQTXHYHUFRQODHOHFWULFLGDGDQRVHUTXHVHDXQH[SHUWR

 (/75$%$-2(1&20387$'25$6

&RPR LQVWUXPHQWRV GH WUDEDMR TXH VRQ ODV FRPSXWDGRUDV IRUPDQ SDUWH KR\ GtD GH OD
YLGD FRWLGLDQD GH PXFKRV GH QRVRWURV ([LVWHQ QXPHURVDV DFWLYLGDGHV SURIHVLRQDOHV TXH
\DQRVHFRQFLEHQVLQODXWLOL]DFLyQGHXQDFRPSXWDGRUD

¢4XpWUDVWRUQRVSXHGHSURYRFDUHOPDOXVRGHODVFRPSXWDGRUDV"

(Q JHQHUDO GH WUDVWRUQRV WDOHV FRPR PDOHVWDUHV GH FDEH]D GRORUHV HQ OD QXFD
TXHPD]yQ HQ ORV RMRV ODJULPHR QHUYLRVLGDG GRORUHV HQ ORV KRPEURV ORV EUD]RV \ ODV
PDQRV 3RU OR TXH VH UHILHUH D ORV WUDVWRUQRV RFXODUHV VX RULJHQ GHEH VHU EXVFDGR HQ OD
FDUJDYLVXDOTXHVHSURGXFH\HQODFRQVLJXLHQWHIDWLJDRFXODU

(QFXDQWRDORVGRORUHVHQODQXFDHVSDOGDEUD]RV\KRPEURVVXVRUtJHQHVVRQVLQGXGD
ODV SRVWXUDV FRUSRUDOHV IRU]DGDV TXH FRQ GHPDVLDGD IUHFXHQFLD VH REVHUYDQ HQ HVWD
FODVHGHSXHVWRVGHWUDEDMR


.-:79:-.
La Revuelta
(QUHVXPHQHOWUDEDMRFRQFRPSXWDGRUDVSXHGHHQWUDxDU
8QDFDUJDYLVXDOPiVRPHQRVLPSRUWDQWH
3RVWXUDVFRUSRUDOHVIRU]DGDV
8QDVROLFLWXGH[FHVLYDGHODFDSDFLGDGGHDVLPLODFLyQ\GHFRQFHQWUDFLyQ
(Q HVWRV SXHVWRV GH WUDEDMR HV SUHFLVR TXH HO PD\RU Q~PHUR GH HOHPHQWRV GHO VLVWHPD
PRQLWRU R SDQWDOOD WHFODGR  TXH VHD SRVLEOH HVWpQ FRQFHELGRV XQRV HQ IXQFLyQ GH
RWURV GH WDO IRUPD TXH SRU XQD SDUWH HO WUDEDMR SXHGD UHDOL]DUVH VLQ GLILFXOWDGHV \ VLQ
HUURUHV\SRURWUDTXHODDSRUWDFLyQH[LJLGDDODSHUVRQDQRVHDH[FHVLYD

'LVSRVLFLyQDGHFXDGDGHORVGLIHUHQWHVHOHPHQWRVSDUDGLVWLQWDVWDUHDV

 SDUDWUDEDMDUSULQFLSDOPHQWHFRQODSDQWDOOD
 \ SDUDWUDEDMDUSULQFLSDOPHQWHFRQGRFXPHQWRV
 DFWLYLGDGPL[WD

 3527(&&,Ð1&2175$,1&(1',26

$QWHXQLQFHQGLRGHEHSHQVDUVHFRQVHUHQLGDGVLHVSUHIHULEOHXWLOL]DUHOH[WLQWRURODVDOLGD
GHHPHUJHQFLD
(VLPSRUWDQWHTXHORVHPSOHDGRVVHSDQGyQGHHVWiQFRORFDGRVORVH[WLQWRUHV

´(QFDVRGHLQFHQGLRHOHGLILFLRGHEHVHUHYDFXDGRFRQUDSLGH]\VHJXULGDGµ

3HURHQFDVRTXHVHSURGX]FDXQLQFHQGLRTXHHVFDSDDODVSRVLELOLGDGHVGHXQH[WLQWRU
GHEH HYDFXDUVH HO HGLILFLR FRQ UDSLGH] \ FDOPD (VWR VLJQLILFD TXH WRGRV ORVHPSOHDGRV
GHEHQFRQRFHUFRQSUHFLVLyQORVFDPLQRVGHVDOLGDGHHPHUJHQFLD
(QHVWHVHQWLGRFRQYLHQHVDEHUTXHHQFDVRGHLQFHQGLRHVWiSURKLELGDODXWLOL]DFLyQGHO
DVFHQVRU
¢3RUTXp"(QORVLQFHQGLRVVXHOHVHUIUHFXHQWHHOIDOORGHODVLQVWDODFLRQHVHOpFWULFDV6LHO
DVFHQVRUVHTXHGDVLQFRUULHQWHWDOYH]VHSDUHHQWUHGRVSODQWDVLQFHQGLDGDV


.-:80:-.
La Revuelta
,/80,1$&,Ð1
6HGHEHUiHVWDUDWHQWRDODLOXPLQDFLyQTXHSUHVHQWHODRILFLQDHYLWDQGR VLHVWiDQXHVWUR
DOFDQFH  H[FHVRV R GHIHFWRV GH OD PLVPD UHFXUULHQGR D IXHQWHV GH OX] QDWXUDO \ R
DUWLILFLDO

(63$&,2)Ì6,&2<25'(1
/D PHVD GH WUDEDMR GHEHUi VHU VXILFLHQWHPHQWH DPSOLD SDUD ORV WUDEDMRV D HMHFXWDU \
SHUPLWLUXQDGLVSRVLFLyQIOH[LEOHGHORVGLIHUHQWHVHOHPHQWRV
3DUDORJUDUPD\RUHVSDFLRVHUiGHLPSRUWDQWHPDQWHQHUHOHVFULWRULRORPiVGHVSHMDGR\
RUGHQDGRSRVLEOH

5,(6*269$5,26
(QXPHUDPRV DTXt DOJXQRV FRQVHMRV SUiFWLFRV SDUD HYLWDU ULHVJRV TXH QRVRWURV
UHFRQRFHUHPRVHQVHJXLGD

 +D\ TXH FROJDU OD WLMHUD GH OD RILFLQD GH XQ FODYR GH IRUPD TXH QR SXHGD OHVLRQDU D
QDGLH2PHMRUD~QGHSRVLWDUODHQXQFDMyQGHODPHVD
 /RV iFLGRV OHMtDV \ HQ JHQHUDO ORV SURGXFWRV Wy[LFRV GHEHQ JXDUGDUVH HQ UHFLSLHQWHV
FODUDPHQWHVHxDOL]DGRV
 +D\ TXH XWLOL]DU OD SDSHOHUD SDUD GHSRVLWDU SDSHOHV 1R KD\ TXH WLUDU QXQFD HQ HOOD
YLGULRVURWRVRPDWHULDOHVFRUWDQWHV\DTXHHVSHOLJURVRSDUDHOSHUVRQDOGHODOLPSLH]D
 /RV YpUWLFHV OHYDQWDGRV GH XQD DOIRPEUD SXHGHQ VHU FDXVD GH XQD FDtGD
&RUULMDPRVHVWHGHIHFWRFXDQGRORYHDPRV

([LVWHQ PXFKDV PiV FODVHV GH ULHVJRV HQ XQD RILFLQD \ HVWD OLVWD QR SUHWHQGH VHU
H[KDXVWLYDSHURVHJXURTXHFRQHVWRVHMHPSORVUHVXOWDUiPiVIiFLOFDHUHQRWURVGHWDOOHV
DSDUHQWHPHQWH VLQ LPSRUWDQFLD TXH SXHGHQ WUDQVIRUPDUVH UiSLGDPHQWH HQ VHULRV
GLVJXVWRV

%,(1(67$536,&2²)Ì6,&2<5(1',0,(172
'XUDQWH HO WUDEDMR SXHGHQ SURGXFLUVH PROHVWLDV HQ OD QXFD FDEH]D EUD]RV \ FROXPQD
YHUWHEUDO FRPR UHVXOWDGR GHO PDQWHQLPLHQWR GH SRVWXUDV H[FHVLYDPHQWH HVWiWLFDV \
HQFRJLGDV
(VWH HV HO SULQFLSLR PiV LPSRUWDQWH D REVHUYDU SDUD ORV YLFLRV GH DFWLWXG SRVWXUDO 8QD
RUJDQL]DFLyQGHOWUDEDMRTXHJDUDQWLFHXQDDFWLYLGDGPL[WDVDQDSXHGHKDFHUPXFKRHQ
HVWHVHQWLGR
7DPELpQ DTXt HV LPSRUWDQWH XQD RUJDQL]DFLyQ ySWLPD GHO WUDEDMR \ TXH HO SXHVWR GH
WUDEDMR HVWp FRQFHELGR GH DFXHUGR D ORV FULWHULRV GH HUJRQRPtD \ TXH ORV WUDEDMDGRUHV
UHDOLFHQ FRQ FLHUWD IUHFXHQFLD HMHUFLFLRV JLPQiVWLFRV GH FRUWD GXUDFLyQ SDUD UHODMDU OD
PXVFXODWXUDHQWXPHFLGDFRQWUDFWXUDGD\IDYRUHFHUODLUULJDFLyQVDQJXtQHDDWUDYpVGH
SDXVDV /DV SDXVDV KDQ GH VHUYLU SDUD OD UHFXSHUDFLyQ WDQWR GH OD WHQVLyQ SVLFROyJLFD


.-:81:-.
La Revuelta
FRPRGHOHVIXHU]RItVLFR(VUHFRPHQGDEOHUHDOL]DUDOJXQRVPRYLPLHQWRVJLPQiVWLFRVSDUD
UHODMDUODPXVFXODWXUDGHODFROXPQDYHUWHEUDOGHODHVSDOGD\GHORVEUD]RV

(VWi FRPSUREDGR TXH OD UHFXSHUDFLyQ HV PD\RU FRQ SDXVDV FRUWDV \ IUHFXHQWHV FDGD
KRUD TXH SUHYLHQHQ OD DSDULFLyQ GH OD IDWLJD HQ XQ JUDGR TXH QR KDFH GLVPLQXLU HO
UHQGLPLHQWR/DIDWLJDDOILQDOGHODMRUQDGDHVPHQRU\HOUHQGLPLHQWRJHQHUDOHVPD\RU

5,(6*2636,&2/Ð*,&26

(O WUDEDMR HV XQ DJHQWH FDSD] GH DFWLYDU HVWUpV FXDQGR KD\ GLVFUHSDQFLDV HQWUH ODV
GHPDQGDVODERUDOHV\ORVUHFXUVRVGHODSHUVRQDSDUDDIURQWDUODV(VWRSXHGHRFDVLRQDUVH
SRUIDOWDGHFRUUHVSRQGHQFLDHQWUHODVFDSDFLGDGHVGHOWUDEDMDGRU\ODVUHTXHULGDVSRUOD
WDUHDSRUTXHODUHDOLGDGGLILFXOWDVXUHDOL]DFLyQRHOWUDEDMRQRVDWLVIDFHODVQHFHVLGDGHV
\H[SHFWDWLYDVGHTXLHQORUHDOL]D
(O GHVJDVWH SURIHVLRQDO HV HO UHVXOWDGR GH XQ SURFHVR GLQiPLFR GH PDOD DGDSWDFLyQ D
XQDVLWXDFLyQGHHVWUpVFUyQLFRTXHHVHOWUDEDMRHQVLPLVPR\XQDDXVHQFLDGHWpFQLFDV
GHDXWRFRQWUROHPRFLRQDOPHGLWDFLyQRPDQHMRGHOHVWUpVHQJHQHUDO
(OVtQGURPHGH%XUQRXW %2 UHILHUHDXQHVWDGRGHGHWHULRURRDJRWDPLHQWRSURGXFLGR
SRU XQD GHPDQGD H[FHVLYD GH ORV UHFXUVRV ItVLFRV \ HPRFLRQDOHV GHO VXMHWR SRU VX WDUHD
ODERUDO SDUWLFXODUPHQWHODV TXH LPSOLFDQ UHODFLRQHV LQWHUSHUVRQDOHV LQWHQVDV \ FRQWLQXDV
GHWHUPLQDQGR TXH HO WUDEDMDGRU VH HQFXHQWUH GHVERUGDGR \ VLHQWD DJRWDGD VX
FDSDFLGDGGHUHDFFLyQ

(OVtQGURPHGH%2VHGLIHUHQFLDGHOHVWUpV\DTXHHQDTXHOHOFXDGURWHQVLRQDODSDUHFH
~QLFDPHQWH HQ HO FRQWH[WR ODERUDO PLHQWUDV TXH HVWH XOWLPR VH GHVDUUROOD GH IRUPD
FRQWLQXDHQWRGRVORViPELWRV IDPLOLDUVRFLDOHWF 

6HGHVWDFDQODVVLJXLHQWHVFDUDFWHUtVWLFDV

$JRWDPLHQWR HPRFLRQDO TXH VH UHILHUH D OD GLVPLQXFLyQ \ SpUGLGD GH UHFXUVRV
HPRFLRQDOHV

'HVSHUVRQDOL]DFLyQ R GHVKXPDQL]DFLyQ FRQVLVWHQWH HQ HO GHVDUUROOR GH DFWLWXGHV


QHJDWLYDVGHLQVHQVLELOLGDG\GHFLQLVPRKDFLDORVUHFHSWRUHVGHVHUYLFLRSUHVWDGR

)DOWDGHUHDOL]DFLyQSHUVRQDOFRQWHQGHQFLDVDHYDOXDUHOSURSLRWUDEDMRGHIRUPD
QHJDWLYDFRQYLYHQFLDVGHLQVXILFLHQFLDSURIHVLRQDO\EDMDDXWRHVWLPDSHUVRQDO6tQWRPDV
ItVLFRVGHHVWUpVFRPRFDQVDQFLR\PDOHVWDUJHQHUDO

/RVHVSHFLDOLVWDVHQODPDWHULDLGHQWLILFDQORVVLJXLHQWHVVtQWRPDV'RORUGHFDEH]DDSDWtD
GRORUHV PXVFXODUHV DEXUULPLHQWR LQVRPQLR KLSHUWHQVLyQ DQVLHGDG LUULWDELOLGDG DXPHQWR
HQHO FRQVXPR GHPHGLFDPHQWRV GH DOLPHQWRV WDEDFR DOFRKRO VLWXDFLRQHV GH WHQVLyQ
FRQIDPLOLDUHV\RDPLJRVDXPHQWRGHDFWLYLGDGHVSDUDHVFDSDUGHODUHDOLGDG

/DVSHUVRQDVXWLOL]DQXQDVHULHGHHVWUDWHJLDVGHDIURQWDPLHQWRTXHVHUtDQXQFRQMXQWRGH
DFWLYLGDGHV DGDSWDWLYDV \ SRU OR WDQWR FDPELDQWHV TXH LPSOLFDQ HVIXHU]R 3URPXHYHQ
HYLWDFLyQDLVODPLHQWRQHJDFLyQSDVLYLGDGODDXWRLQFXOSDFLyQHOSHVLPLVPRDXPHQWDQ
OD SUREDELOLGDG GH %XUQRXW $VLPLVPR VHSXHGHQPHQFLRQDUODIDOWD GH DSR\RIDPLOLDU \
VRFLDO HQ UHODFLyQ DO GHVHPSHxR \ D ODV FLUFXQVWDQFLDV ODERUDOHV \ ODV UHODFLRQHV


.-:82:-.
La Revuelta
LQWHUSHUVRQDOHV QHJDWLYDV (VWDV HVWUDWHJLDV GH DIURQWDPLHQWR UHGXFHQ HO HVWUpV D FRUWR
SOD]RSHURHURVLRQDQODVDOXGDODUJRSOD]R

3RU RWUR ODGR H[LVWHQ HVWUDWHJLDV TXH VRQ FRQVLGHUDGDV FRPR IXQFLRQDOHV HVWDV VRQ ODV
RULHQWDGDVDIRFDOL]DUVHHQHOSUREOHPDODE~VTXHGDGHVROXFLRQHV\GHDSR\RVRFLDOHO
DXWRFRQWURO OD UHHVWUXFWXUDFLyQ SRVLWLYD HO DIURQWDPLHQWR DFWLYR OD SODQLILFDFLyQ HO
RSWLPLVPRHOEXHQKXPRUHQWUHRWUDV(VWDVHVWUDWHJLDVDGLIHUHQFLDGHODVPHQFLRQDGDV
DQWHULRUPHQWHUHGXFHQHOHVWUpV\SURPXHYHQODVDOXGDODUJRSOD]R

$VXYH]SRGHPRVFODVLILFDUODVHVWUDWHJLDVHQGRVJUXSRV

(VWUDWHJLDVFHQWUDGDVHQHOSUREOHPD LQWHQWDPRGLILFDUDOIDFWRUTXHJHQHUDHVWUpV 
&RQIURQWDFLyQDFFLRQHVGLUHFWDVSDUDDOWHUDUODVLWXDFLyQ
 %~VTXHGD GH DSR\R VRFLDO DFFLRQHV SDUD EXVFDU FRQVHMR LQIRUPDFLyQ R
FRPSUHQVLyQ
%~VTXHGDGHVROXFLRQHVDFFLRQHVRULHQWDGDVDEXVFDUODVSRVLEOHVDOWHUQDWLYDVGH
VROXFLyQ

(VWUDWHJLDV FHQWUDGDV HQ OD HPRFLyQ LQWHQWDQ GLVPLQXLU HO JUDGR GH WUDVWRUQR
HPRFLRQDOTXHJHQHUDXQDVLWXDFLyQHVWUHVDQWH 
$XWRFRQWUROHVIXHU]RVSDUDUHJXODUORVVHQWLPLHQWRV\DFFLRQHV
'LVWDQFLDPLHQWRHVIXHU]RVSDUDVHSDUDUVHODVLWXDFLyQ
5HHYDOXDFLyQSRVLWLYDHVIXHU]RVSDUDFUHDUXQVLJQLILFDGRSRVLWLYR
$XWRLQFXOSDFLyQ YHUVH FRPR UHVSRQVDEOH GH ORV SUREOHPDV SRU PHGLR GH
DXWRUUHSURFKHVRDXWRFDVWLJRV
(VFDSHHYLWDFLyQHYLWDFLyQGHODVLWXDFLyQGHHVWUpV

2WUDVHVWUDWHJLDVGHDIURQWDPLHQWRGHVGHODSHUVSHFWLYDLQGLYLGXDO
$XPHQWDUODFRPSHWHQFLDSURIHVLRQDODVLVWLHQGRDFRQJUHVRVRMRUQDGDVHWF
 /OHYDU D FDER HQ OD PHGLGD GH OR SRVLEOH XQ UHGLVHxR HQ OD UHDOL]DFLyQ GH ODV
WDUHDVFRPRLQLFLDWLYDLQGLYLGXDO
 'LVWDQFLDPLHQWRPHQWDOGHOWUDEDMRIXHUDGHOKRUDULRODERUDO+DFHUHMHUFLFLRItVLFRR
DOJ~Q GHSRUWH \RJD R UHODMDFLyQ WHQHU DOJ~Q KREE\ \ DGTXLULU FRPSURPLVRV
LGHROyJLFRV
7RPDUSHTXHxRVPRPHQWRVGHGHVFDQVRGXUDQWHHOWUDEDMRWDOHVGHVFDQVRVVLUYHQ
FRPRUHVSLURVHPRFLRQDOHVTXHIDFLOLWDQODUHODMDFLyQ\VXGLVWDQFLDPLHQWRSVLFROyJLFR
GHOSUREOHPD
0DUFDUVHREMHWLYRVUHDOHV\IDFWLEOHVGHFRQVHJXLU

(VWUDWHJLDVGHFDUiFWHULQWHUSHUVRQDO\JUXSDO

/D PD\RUtD GH ODV HVWUDWHJLDV TXH DERUGDQ OD SUHYHQFLyQ GHO VtQGURPH GHVGH OD
SHUVSHFWLYDJUXSDOUHFRPLHQGDQIRPHQWDUHODSR\RVRFLDOSRUSDUWHGHORVFRPSDxHURV\
MHIHV

(O DSR\R VRFLDO HV WRGR SURFHVR GH WUDQVLFLyQ LQWHUSHUVRQDO SURYHQLHQWH GH ORV UHFXUVRV
VRFLDOHV QDWXUDOHV R UHGHV VRFLDOHV GH SHUWHQHQFLD TXH SRWHQFLDQ \ IDYRUHFHQ HO
ELHQHVWDUGHORVDJHQWHVLPSOLFDGRV

6HSXHGHQLGHQWLILFDUWUHVWLSRVGHDSR\RVRFLDO


.-:83:-.
La Revuelta
 $SR\RHPRFLRQDO HV HO VHQWLPLHQWR GH VHU DPDGR GHSRGHUFRQWDU FRQ DOJXLHQ
GH VHU HVFXFKDGR 6HQVDFLyQ GH QR VHQWLUVH VROR HQ HO SUREOHPD DO SRGHU
FRPSDUWLUORFRQRWURVODSHUVRQDVHVLHQWHDFRPSDxDGDHQODWRPDGHGHFLVLRQHV
\ODUHVROXFLyQGHODVVLWXDFLRQHVSUREOHPiWLFDV
 $SR\R LQVWUXPHQWDO VHUtD OD SUHVWDFLyQ GH D\XGD GLUHFWD R VHUYLFLRV (V WDPELpQ
OODPDGRWDQJLEOHOHEULQGDDODSHUVRQDXQDUHVSXHVWDFRQFUHWDDVXSHGLGR
 $SR\RLQIRUPDFLRQDOTXHFRQVLVWLUtDHQEULQGDULQIRUPDFLyQFRQVHMR\JXtDSDUDOD
UHVROXFLyQGHORVSUREOHPDV

/DV UHGHV VRFLDOHV FRQIRUPDUtDQ HO SULQFLSDO VLVWHPD GH DSR\R QDWXUDO TXH WLHQHQ ODV
SHUVRQDV SRU OR TXH OD IDPLOLD HV FRQVLGHUDGD OD SULPHUD UHG /DV UHODFLRQHV VRFLDOHV
SURGXFHQIHOLFLGDGGLVPLQX\HQODDQVLHGDG\VRQIXHQWHGHVDOXG
(VWHDSR\RVRFLDOHVWDUtDGLIHUHQFLDGRGHOFRPSDxHULVPR\DTXHHQHVWH~OWLPRQRKD\
QHFHVDULDPHQWHXQSHGLGRGHD\XGDFRPRVtORKD\HQHODSR\RVRFLDO

/DDSDULFLyQGHOVtQGURPHGHEXUQRXWHQDOJ~QPLHPEURGHOHTXLSRGHWUDEDMRVLJQLILFD
FRQVLGHUDUDOHTXLSRFRPRXQWRGR\DTXHWRGRHOHTXLSRVHYHDIHFWDGR
(VLPSRUWDQWHWHQHUHQFXHQWDTXHHODSR\RVRFLDOHQHOWUDEDMRDXPHQWDODUHDOL]DFLyQ
SHUVRQDO GLVPLQX\H HO DJRWDPLHQWR HPRFLRQDO \ PHMRUD ODV DFWLWXGHV \ FRQGXFWDV
QHJDWLYDVGHOVXMHWRKDFLDORVGHPiV

$ GLIHUHQFLD GHO HVWUpV R OD FULVLV HO EXUQRXW QR VLHPSUH HV UHFRQRFLGR SRU TXLHQ OR
SDGHFH (V PX\ LPSRUWDQWH VX GHWHFFLyQ \ WUDWDPLHQWRV WHPSUDQRV \D TXH JHQHUD
VLWXDFLRQHVGHULHVJRSDUDHOWUDEDMDGRUHQHOSODQRLQGLYLGXDOIDPLOLDUVRFLDO\ODERUDO

(OKRPEUHHVSURGXFWRGHODPELHQWHHQTXHVHGHVHQYXHOYH
3RUORWDQWRKDJDPRVQXHVWUROXJDUGHWUDEDMRPiVDJUDGDEOHOLPSLRRUGHQDGR\VHJXUR

3RU RWUD SDUWH FDEH PHQFLRQDU TXH HQ HO 3RGHU -XGLFLDO H[LVWH OD 2ILFLQD GH +LJLHQH \
6HJXULGDGHQHO7UDEDMR

'HVGHHOSXQWRGHYLVWDGHOD+LJLHQH\6HJXULGDGHQHO7UDEDMRHOKRPEUHVRPHWLGRDOD
DFFLyQGLUHFWDRLQGLUHFWDGHODWDUHDUHDFFLRQDGHIHQVLYDPHQWHPHGLDQWHPHFDQLVPRV
GH DGDSWDFLyQ &XDQGR HO HIHFWR SURGXFLGR HQ VX RUJDQLVPR VXSHUD VXV SRVLELOLGDGHV
DQDWyPLFDV \ ILVLROyJLFDV ODV GHIHQVDV VH YHQ VXSHUDGDV \ VH SURGXFHQ GDxRV
GHPRVWUDEOHVREMHWLYDPHQWH
/DIXQFLyQGHODKLJLHQH\VHJXULGDGODERUDOHVHYLWDUHVWRVGDxRVPHGLDQWHPHGLGDVGH
SUHYHQFLyQ \ FRUUHFFLyQ DGHFXDGDV (V SRU HOOR TXH HVWD GLVFLSOLQD FRPSUHQGH WUHV
HWDSDV
 HO UHFRQRFLPLHQWR GH IDFWRUHV DPELHQWDOHV  TXtPLFRV ItVLFRV ELROyJLFRV \
HUJRQyPLFRVDVRFLDGRVFRQHOWUDEDMR\TXHSXHGHQSURGXFLUPXHUWHHQIHUPHGDG
PDOHVWDU LQFRPRGLGDG VLJQLILFDWLYD R LQHILFDFLD HQWUH ORV WUDEDMDGRUHV \R OD
FRPXQLGDG
 OD HYDOXDFLyQ GH OD PDJQLWXG GH HVRV IDFWRUHV PHGLDQWH WpFQLFDV FXDQWLWDWLYDV
DSURSLDGDV
 OD SUHVFULSFLyQ GH PpWRGRV GH FRUUHFFLyQ UHGXFFLyQ R HOLPLQDFLyQ  FXDQGR VHD
QHFHVDULR


.-:84:-.
La Revuelta
/RV2EMHWLYRVGHHVWDPDWHULDVRQSUHVHUYDUODYLGDODVDOXG\ODVFRQGLFLRQHVSVLFRItVLFDV
GHOWUDEDMDGRUDVtFRPRORVELHQHVPDWHULDOHVGHTXHVHGLVSRQH
/DVWDUHDVGHO6HUYLFLRGHUHIHUHQFLDVHFRQGHQVDUtDQHQODVVLJXLHQWHV

 3ODQLILFD \ RUJDQL]D ODV DFWLYLGDGHV GH 6HJXULGDG 2SHUDWLYD H +LJLHQH \


6DQHDPLHQWR$PELHQWDOHQODVGLVWLQWDV6HGHV\6XEVHGHVMXGLFLDOHV
 %ULQGDFRQRFLPLHQWRVWpFQLFRV\DVHVRUDPLHQWRDWRGRVORVQLYHOHVMHUiUTXLFRVFRQ
ODILQDOLGDGGHTXHVHHVWDEOH]FDQSURFHGLPLHQWRVHLQVWUXFFLRQHVHILFDFHVGHKLJLHQH
\VHJXULGDGHQVDOYDJXDUGDGHOSHUVRQDOMXGLFLDO\GHODLQIUDHVWUXFWXUDHGLOLFLDTXHORV
FRQWLHQH

(Q HVWUHFKR FRQWDFWR FRQ HO iUHD GH +LJLHQH \ 6HJXULGDG H[LVWH HO '(3$57$0(172 '(
0(',&,1$ /$%25$/ HO FXDO  WLHQH FRPR REMHWLYR SUHVHUYDU OD VDOXG GH ORV DJHQWHV GHO
3RGHU -XGLFLDO \  ORJUDU GH pVWD PDQHUD VX ySWLPR UHQGLPLHQWR WUDWDQGR GH SUHYHQLU ORV
HVWDGRVPyUELGRVUHVXOWDQWHVGHODDFWLYLGDGODERUDO
6XVIXQFLRQHVVRQ
 5HDOL]DQOD$WHQFLyQ0pGLFDGH&RQVXOWRULRWDQWRSDUDORVDJHQWHVTXHKDQIDOWDGR
SRUFDXVDVPpGLFDVDODVGLVWLQWDVGHSHQGHQFLDVGHO3RGHU-XGLFLDOFRPRDVtWDPELpQ
SDUDDTXHOORVTXHSUHVWDQGRVHUYLFLRVXIUDQDOJXQDGHVFRPSHQVDFLyQGHVXVDOXG
 (IHFW~DQ ORV H[iPHQHV GH LQJUHVR GH ORV DJHQWHV TXH VH LQFRUSRUDQ DO 3RGHU
-XGLFLDO\ODDFWXDOL]DFLyQGHVXILFKDPpGLFDSDUDDTXHOORVTXHVRQDVFHQGLGRV
,QWHJUDQODV-XQWDV0pGLFDV
 $WLHQGHQODVXUJHQFLDVPpGLFDVDVLVWHQFLDOHVGHOSHUVRQDOGHO3RGHU-XGLFLDOTXHVH
HQFXHQWUHSUHVWDQGRVHUYLFLRFRQHODSR\RFXDQGRVHKDFHQHFHVDULRGHXQVHUYLFLR
GHHPHUJHQFLDV
&RQFXUUHQ D ODV GLVWLQWDV GHSHQGHQFLDV FRQMXQWDPHQWH FRQ HO UHVSRQVDEOH GH
+LJLHQH\6HJXULGDGDILQGHRSWLPL]DUODVFRQGLFLRQHVGHWUDEDMRGHOSHUVRQDO
 &XPSOHQ JXDUGLDV SDVLYDV GH ILQHV GH VHPDQD \ IHULDGRV SDUD DWHQGHU ODV
QHFHVLGDGHVGHOVHUYLFLRHQUD]yQGHKDEHUDJHQWHVTXHWUDEDMDQHQGtDVLQKiELOHV
 (QWRGRVORVFDVRVHQ TXHVHUHDOL]DQWDUHDVGHGHVLQIHFFLyQHQHGLILFLRVGHO3RGHU
-XGLFLDOHVWiQSUHVHQWHVSDUDSUHYHQLURDFWXDUHQDFFLGHQWHVTXHSXGLHUHQRFXUULU

$Vt WDPELpQ VH FRQIRUPy SRU 5HVROXFLyQ GH 6XSHULQWHQGHQFLD 1ƒ  GHO  OD
´&RPLVLyQ (YDOXDGRUD GH 6LWXDFLRQHV GH (PHUJHQFLDµ FX\D IXQFLyQ HV LQVWUXPHQWDU
PHGLGDV SUHYHQWLYDV \ FRUUHFWLYDV D DSOLFDU DQWH VLWXDFLRQHV GH HPHUJHQFLD TXH VH
SXGLHUDQSUHVHQWDU/DPLVPDHVWiLQWHJUDGDSRUXQPLHPEURGHOD2ILFLQDGH+LJLHQH\
6HJXULGDG HQ HO 7UDEDMR XQ UHSUHVHQWDQWH GH $OFDLGtD XQ %RPEHUR 9ROXQWDULR \ XQD
SHUVRQDHQQRPEUHGHOD$VRFLDFLyQ*UHPLDOGH(PSOHDGRVGHO3RGHU-XGLFLDO


.-:85:-.
La Revuelta
2.1
PRINCIPIOS PROCESALES
Los Principios Procesales
por Claudia Salazar

.-:86:-.
La Revuelta
LOS PRINCIPIOS PROCESALES
Dra. Claudia E. Zalazar
I.- INTRODUCCION
Los principios procesales constituyen pautas o directivas que provienen de un plano supranormativo
y, por lo mismo, pueden ser enmarcadas dentro de los aportes de la filosofía del derecho procesal.
Han sido conceptualizados como “aquellos presupuestos políticos que determinan la existencia
funcional de un ordenamiento procesal cualquiera”1. Completando esta tesitura se ha dicho que “estas
ideas rectoras informan con distinta intensidad cada sistema procesal adjetivo imprimiéndole
características propias y a su vez, resultan ajustadas por el legislador en orden a valores superiores
imperantes en un tiempo y lugar determinado”2.
Es decir que son lineamientos que debe tener presentes el legislador al momento de legislar el
derecho procesal y que deben ser seguidos por las partes en el transcurso del proceso y por el juez al
momento de dictar la resolución correspondiente.
No existe acuerdo entre los autores acerca del número y de la individualización de ellos.
Sosteniéndose que reviste los caracteres de “bifrontales” – cada uno tiene su antítesis lógica, por ejemplo,
oralidad –escritura-, “complementarios” –del sistema- y “practicidad” – no tienen una finalidad
netamente teórica-.
La doctrina tradicional viene mencionando desde antiguo que estas reglas o directivas tienen
específicas funciones. Sirven para:
a) Conformar la base previa sobre la que se habrán de estructurar las normas procesales.
b) Facilitar el estudio comparativo entre diversos ordenamientos procesales, ya sea vigentes o bien
derogados.
c) Ayudar en la hermenéutica del derecho procesal. En tanto, expresan valoraciones jurídicas
vigentes en un grupo social determinado, constituyen importantes instrumentos auxiliares en la
función interpretativa.
Los principios o reglas procesales no son estáticos, sino que adquieren mayor o menor vigencia, o
cambian sus perfiles y alcances al compás de las modificaciones que experimenta la conciencia axiológica
y jurídica general de la comunidad que produce y, al mismo tiempo, rige sus destinos mediante ese
derecho.
Con las modificaciones introducidas por el Código Civil y Comercial a las reglas de interpretación
que debe tener el juez al momento de dictar su resolución “razonable”, sin dudas que estos principios
adquieren mayor importancia y vigencia.

II.- LOS PRINCIPIOS PROCESALES EN PARTICULAR


II.1. EL PRINCIPIO DISPOSITIVO
Si hay un principio que define al proceso civil, es el “dispositivo”, conforme al cual las partes son las
que manejan el proceso; lo que lo diferencia sustancialmente del sistema “inquisitivo” que impregna el
proceso penal.
Las definiciones clásicas de este principio establecen que el mismo consiste en "aquel en cuya virtud
se confía a la actividad de las partes tanto el estímulo de la función judicial como la aportación de los
materiales sobre los que ha de versar la decisión del juez"

1
Díaz, Clemente A. Instituciones de Derecho Procesal Civil T. I, Ed. Abeledo Perrot Bs.As. 1968. pág. 212.
2
De De La Rúa, Angelina, De la Vega de Opl, Cristina G., Código Procesal Civil y Comercial T. I Ed. La Ley pág. 129.
.-:87:-.
La Revuelta
De acuerdo con la versión originaria de este principio, en las contiendas civiles las partes -y sólo las
partes- son las dueñas del proceso, desde el momento en que poseen en forma exclusiva y utilizan a su
antojo la pretensión y la oposición a la misma, dos manifestaciones de sus sendos derechos de acción.
Así se ha dicho que “El principio dispositivo deja en manos de los litigantes tanto el estímulo de la
función jurisdiccional como la aportación de los materiales sobre los que debe versar la decisión del juez.
A las partes incumbe fijar el alcance y contenido de la pretensión y oposición, lo que se hace en la
demanda y en su contestación. Aquí se produce una delimitación del tema en debate, de “thema
decidendum”, al cual queda sujeto el juez; de allí que la sentencia no puede tomar en consideración
hechos aducidos y cuestiones planteada con posterioridad a la "litis contestatio" (arts. 327 y 330 del C. de
P.C.). La fiel observancia de aquel precepto hace a la congruencia que necesariamente debe existir entre
la decisión y los pedimentos de las partes (Ramacciotti, Compendio de Derecho Procesal Civil y Comercial
de Córdoba, Tº l, p. 802)” 3.
La mirada recae, entonces, sobre la imagen de dos sujetos procesales en igualdad de condiciones
disputando ante un juez-árbitro la vigencia de derechos netamente patrimoniales, disponibles y cuyo
resultado sólo a ellos interesa y a nadie más.
"En materia civil rige el principio NEMO JUDEX SINE ACTORE. Sin iniciativa de la parte interesada,
no hay demanda, y, en consecuencia, proceso". Además, "en un proceso acentuadamente dispositivo, el
principio de impulso procesal se halla confiado a las partes. No existe, salvo texto en contrario, caducidad
de términos procesales, si la parte contraria no provoca esa caducidad mediante el instituto conocido con
el nombre de acuse de rebeldía." 4
El principio se manifiesta a través de:
1. Iniciativa: no puede haber proceso sin petición de parte.
2. Impulso Procesal: no basta con plantear la demanda, sino que ése es el punto de inicio de una
serie de cargas técnicas a través de las cuales ambas partes -movidas por sus propios intereses- deberán
llevar adelante determinados actos regulados por los Códigos rituales para evitar que la litis se estanque
y muera por caducidad. Por su parte el juez deberá esperar esta actividad de las partes para tomar
decisiones, no pudiendo adoptar medidas de impulso en forma oficiosa. Aquí aparece el vínculo entre el
principio dispositivo, la preclusión y su máxima expresión: la cosa juzgada. Por otra parte, la contracara
de la falta de impulso procesal, en nuestro ordenamiento, es la posibilidad de peticionar la caducidad de
esa instancia, lo cual también es a instancia de la contraria, ya que no existe la posibilidad de declararla
de oficio.
3. Delimitación del thema decidendum: son las partes las que a través del planteo de las
pretensiones y defensas construyen el infranqueable cerco dentro del cual debe moverse el juez para
resolver el pleito (principio de congruencia).
4. Aportación de los hechos: las partes llevan al proceso los hechos constitutivos del conflicto cuya
solución se persigue. el juez no puede tener por existente un hecho que las partes no introdujeron en el
pleito; y, a la inversa, no puede negar la existencia de aquello afirmado por los dos contrincantes.
5. Aportación de la prueba: el principio dispositivo manda que el aporte de los hechos a la causa
habrá de ser completo, esto es, no bastará con alegarlos -como se vio-, sino que también habrá que
acreditarlos. Tarea que, nuevamente, recaerá en forma exclusiva en las partes. Ello no obsta a que el juez

3
CCiv. y Com. 5ª Nom. Córdoba. A.I. N.º 05 – 06-02-2009 – “Córdoba Bursátil S.A. c/ Asensio, Jorge Eduardo Marcial y Otro –
Presentación Múltiple Ejecutivos – Expte. N.º 1052576/36”.
4
Couture, Eduardo J., "Principios de Derecho Procesal", Ed. Depalma, pág. 185 y ss.
.-:88:-.
La Revuelta
pueda realizar preguntas en la testimonial, preguntas para el perito, etc.; lo que si les corresponde a las
partes es ofrecer dicho medio probatorio.
6. Disponibilidad del derecho material: lo que significa que una vez que se entabla la demanda "el
actor puede abandonarla expresamente (desistimiento), tácitamente (deserción), por acuerdo expreso
con el adversario (transacción) o por abandono tácito de ambas partes (perención o caducidad). El
demandado, por su parte, puede allanarse a la demanda", caso donde el juez está obligado a dictar
sentencia en contra de este sujeto procesal. Cabe aclarar que estas pautas sólo son plenamente aplicables
respecto de derechos disponibles.
7. Legitimación para recurrir: Si el proceso es de las partes, ellas y sólo ellas pueden motorizar la
revisión de lo decidido en la medida en que hayan sufrido un agravio concreto.
8. Efectos de la cosa juzgada: Finalmente, como colofón de esta serie de manifestaciones del
principio dispositivo encontramos como regla básica que la sentencia afecta sólo a las partes y con un
mismo alcance a todas ellas.

Ahora bien, las normas procesales en general, y el código ritual cordobés reconoce excepciones a
dicho principio, entre las que podemos señalar:
1.- la declaración de oficio de la incompetencia material dispuesta por el art. 1º del CPCC, la cual
tiene un límite temporal: que el juez no se haya avocado a la misma.
Este último dispositivo, que limita la oportunidad para la declaración oficiosa de competencia prevé:
“Una vez que se hubiere dado trámite a una demanda o petición, el tribunal no podrá declarar su
incompetencia de oficio”. -
En esa senda y pese a conceder la aparente incompatibilidad predicable entre esa proscripción legal
y el carácter absoluto que inviste la competencia material, la jurisprudencia local ha avalado el sentido
pragmático que inspira el precepto adjetivo sub-comentario, explicando: “…es indudable que entre las
cosas que la ley puede hacer se halla la de abandonar o atenuar estos dogmas -que no son más que
conceptos o herramientas técnicas- si considera que no satisfacen el interés general. Si la distribución de
la competencia por razón de la materia está establecida en su propio interés -en el interés general de la
comunidad-, parece evidente que la ley puede declinar ese interés para subordinarlo a otro que considere
de mayor utilidad para el bien general. No puede negarse, en una palabra, que la ley puede privilegiar la
economía de los pleitos a la especialidad de los jueces. Que puede considerar más útil para la comunidad,
si la incompetencia no es declarada por el juez en el primer momento ni denunciada por las partes, que
los pleitos se resuelvan rápido, aunque sea por magistrados no especializados.” 5
Pero también adquiere particular relevancia memorar que, incluso bajo la vigencia del anterior
ordenamiento adjetivo -ley 1419 y sus modif.- (que, por cierto, no contenía una restricción semejante a
la consagrada en el último párrafo del art. 1º, C.P.C. ley 8465), la Sala Civil y Comercial - con distinta
integración- ya había alertado la existencia de otros motivos que justificarían, de todas maneras,
desconocer a los órganos jurisdiccionales la alternativa de declarar su incompetencia de oficio en un
estado avanzado del proceso. 6
Así, en dicha ocasión se explicó: “…los principios de economía procesal y seguridad jurídica imponen
la necesidad de relegar aquel temperamento y, por tanto, respetar la sede ante la cual se ha sustanciado

5
Cám. 3ª Civ. y Com. Cba., Sent. N.º 124 del 09/10/2007, in re: “Morales, Carlos H. y ot. c/ Comuna de Simbolar - Ordinario”,
D.J. Año 6, N.º 1342 del 06/2/2008, pág. 1.
6
Tribunal Superior de Justicia de córdoba, Sala civil y Comercial, “Fassi, Juan Domingo c/ Rogelio Raúl Canelo y otro - Apelación
y Nulidad - Recurso Directo”, Sent. N.º 182 de fecha 03/1198.
.-:89:-.
La Revuelta
la controversia” … “En efecto, no se compadecería con el principio de economía de actividad, entendido
como la pauta directriz que abona el logro de una tempestiva, apropiada y eficaz prestación jurisdiccional,
si tras la superación de todas las etapas del proceso en primera instancia, recién al resolver la causa se
efectuara una declaración de incompetencia. Sólo piénsese en el esfuerzo, tiempo y gastos que se diluirán
innecesariamente con esta manifestación, inutilizando el trámite de un proceso que, sin haber aún
concluido, se tornará inexorablemente inicuo”, reflexiones éstas que llevaran, en definitiva, a concluir:
“…es mayor lesión declarar la nulidad de oficio de un proceso que ha arribado a la etapa decisoria, por
considerarse incompetente el Tribunal, que convalidar lo actuado permitiendo su conclusión ante el
mismo. Razones de seguridad jurídica, economía procesal y resguardo del derecho de defensa en juicio
avalan esta decisión.”.
El criterio plasmado en dicho precedente fue recientemente recordado en un fallo dictado por la
Sala Civil, en el que se resolvió la anulación del proveimiento dictado por una Cámara de Apelaciones, que
emitió su declaración de incompetencia por razón de la materia oficiosamente, al momento de
sentenciar”.7

2.- la declaración de nulidad de oficio prevista por el art. 78 del CPCC cuando la misma surge de
manera ostensible.
Dice Clemente A. Diaz “Se encuentra ínsito dentro del poder-deber de dirección que el juez tiene
sobre la causa, el de ejercer debidamente la función correctora, con la cual se tiende a sanear y subsanar
el proceso. Es obvio que, el juez no puede permanecer impasible ante los actos procesales irregulares o
procesales anulables; pues de allí que la función sanadora preventiva a veces de evitar nulidades se podría
transforman en decretar ex oficio nulidades.”
Recordemos que para un sector de la doctrina y de la jurisprudencia, los jueces no pueden invalidar
resoluciones firmes, cuando el acto defectuoso ha sido consentido, puesto que se alteraría el derecho de
defensa y el principio de igualdad de los litigantes. Para otros, esta opción sería procedente si se tratare
de materia no disponible para las partes, como la competencia federal material o la integración de la litis;
ya que no podría hablarse de convalidación del vicio.
En principio, de conformidad al principio dispositivo del proceso civil, se limitan las facultades de
los magistrados, por lo que, por regla general, no se pueden pronunciar sobre aspectos que las partes no
han sometido a su jurisdicción: no pueden declarar la existencia de una prescripción, no pueden dar más
de lo que solicitó, ni declarar la invalidez de un acto que no ha sido pedida. Sin embargo, puede señalarse
como excepción los casos en que el vicio aparece de manifiesto en el acto y provoca una nulidad absoluta
(discutido este último término).
Para que el juez pueda proceder de oficio es menester que se conjuguen ambas circunstancias, o
sea que el vicio afecte el orden público (nulidad absoluta) y que aparezca de manifiesto en el acto (acto
nulo). En estos casos el juez ineludiblemente debe pronunciarse declarando la invalidez del acto.
Se tiene en cuenta que el vicio que afecta al acto es de tal gravedad que atenta contra el orden
jurídico, lo que impide su convalidación y justifica la intervención del juez, aunque no haya mediado
petición de parte.
El derecho debe ser respetado y por eso la sanción que se impone cuando se intenta violarlo es tan
seria que no acepta subsanación ni confirmación por el transcurso del tiempo.

7
Tribunal superior de Justicia, Sala civil y Comercial, “Sociedad Civil Los Boulevares C/ Carrizo, Gabriel Alberto Martin Y Otro-
Ordinarios- Otros- Cuestión De Competencia Entre Cámara 2da. Y 6ta. N.º 1660155/36”—Ai N° 293 Del 19.10.2015.
.-:90:-.
La Revuelta
Esta posibilidad de declarar de oficio las nulidades procesales, puede ser ejercida en cualquier
instancia de la causa por la índole del vicio detectado; aun cuando llegue el juicio a conocimiento del TSJ
por vía de un recurso extraordinario.
En conclusión, existirían nulidades absolutas en los casos en que se encuentra interesado el orden
público, en los cuales, aun cuando el afectado hubiera consentido el defecto, se impone la declaración de
nulidad.
Se ha dicho que en estos casos que aun cuando las formas no tienen un fin en sí mismas, y que en
principio la informalidad no acarrea nulidad, existen formalidades estatuidas de modo imperativo para
salvaguardar principios de orden público y como vía indirecta de asegurar la justicia del caso. Entre los
casos de aplicación se debe citar: la falta del juez natural; la prejudicialidad penal y la indebida integración
de la litis. 8
Anteriormente se consideraba que esta nulidad debía ser declarada en los casos de las acciones de
consumo cuando se hubiera omitido la intervención del Ministerio Público Fiscal 9, criterio que ha sido
modificado y morigerado por el Tribunal supremo, ya que el único agraviado es el propio Ministerio y es
el que debe solicitar la nulidad.10
Así se ha dicho que “A mérito de todo lo expuesto y en especial consideración a la naturaleza
supraindividual de los intereses que la ley impone al M.P.F. tutelar en los procesos de consumo en los que
no interviene como parte (los cuales, como se dijo, trascienden el mero interés patrimonial del
consumidor), no cabe más que concluir que la postrer alternativa de convalidación reviste carácter
excepcional y, como tal, debe ser interpretada con criterio restrictivo, correspondiendo descartarla
cuando el representante del M.P.F., lejos de concurrir al saneamiento de las actuaciones cumplidas en su
ausencia, haya promovido su nulidad.11

3.- la declaración de la cosa juzgada del art. 141 del CPCC


Si bien la mencionamos entre las excepciones, de conformidad al art. 141 del CPCC la cosa juzgada
puede ser opuesta por las partes y por el mismo juez de oficio en cualquier instancia de la causa; con lo
cual no tiene la limitación de plazo de interposición como las excepciones dilatorias y las perentorias
(contestación de la demanda).
En primer lugar, debemos remarcar que la cosa juzgada que debe oponerse es la material, o sea la
que adquiere inmutabilidad de la causa, a los fines de que las partes no puedan ser juzgadas dos veces
sobre la misma cuestión y menos aún que se dicten sentencias contradictorias. Por eso, si la decisión que
se ha dictado no ha constituido cosa juzgada material sino sólo formal, la excepción no será procedente.
Es por ello que “la doctrina moderna atribuye a la cosa juzgada la entidad de ser una cualidad de las
sentencias conferida por la ley y que se manifiesta cuando ella adquiere inmutabilidad”.12

8
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Guzmán Luis Gaspar y otra c/ Gustavo Spinozzi y otro- Acción
autónoma de nulidad- Recurso de Casación”, Sentencia N.º 48 del 21.04.05, Diario Jurídico N.º 711 del 02/05/05.
9
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Jiménez Tomás c/ Citibank N.A. y otra –Ordinario-Recurso
Directo”, Sentencia N° 72 del 21/07/03, Semanario Jurídico N.º 1424 p.307.
10
Tribunal Superior De Justicia, Sent N° 62 Del 03/06/2015“Fernández, Ruperto C/ Libertad S.A. – Ordinario – Cobro De Pesos
– Recurso De Apelación – Recurso De Casación” (F 28/13) (Expte. N.º 1741312/36)” La Tesis Expuesta Luego Fue Mantenida
Por El Máximo Tribunal En Auto N° 162 De Fecha 28/06/2016 In Re “Lucero Páez, Agustín Ezequiel C/ Jumbo Ratail Argentina
S.A. – Supermercado Vea – Ordinario – Daños Y Perj – Otras Formas De Respons. Extracontractual” – Expte. N° 1507097/36 Y
Sent. N° 72 De Fecha 28/06/2016 In Re “Olocco, Franco Ariel C/ Berkley Internacional Seguros S.A. – Ordinario – Cobro De Pesos
– Recurso De Casación” – Expte. N° 1575952/36).
11
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, “Lerner María Celeste C/ Aguas Cordobesas Sociedad Anónima – Ordinario -. Daños
Y Perjuicios – Otras Formas De Respons. Extracontractual – Recurso Directo (Civil) – Expte. 2684404/36, AI N.º 232 Del 13.10.16
12
De la Vega de Opl, Cristina y Ferreyra de De la Rúa, Angelina, “Código Procesal Civil y Comercial -Comentado y Concordado”-,
.-:91:-.
La Revuelta
Guasp al hablar de los requisitos de la cosa juzgada material expresa: “También, exige, en segundo
lugar, un fallo que recaiga de modo efectivo sobre el fondo de litigio planteado, esto es, que examine la
pretensión en cuanto a sus últimos fundamentos. Si la pretensión, aún recogida por el órgano
jurisdiccional, no es discutida en cuanto al fondo por falta de algún requisito previo que lo impida, esto
es, por falta de alguno de los llamados presupuestos procesales, la cosa juzgada verdaderamente no se
produce. La imposibilidad ulterior de controvertir la resolución que juzgue acerca de tal requisito, se
explica por la fuerza de la preclusión y no por la de la cosa juzgada...”. 13
Es concordante la opinión de Palacio al afirmar que “… Si se atiende al contenido de la sentencia, su
calidad de cosa juzgada se halla condicionada a la circunstancia de que recaiga sobre la fundabilidad de la
pretensión, o de que deniegue la actuación de ésta por no concurrir algún requisito intrínseco de
admisibilidad (legitimación, interés y posibilidad jurídica). No se genera en cambio la cosa juzgada
respecto de las sentencias que declaran la inadmisibilidad de la pretensión por la falta de algún requisito
extrínseco, por cuanto ello no obsta a que la misma pretensión, obviadas las deficiencias de que adolecía,
.
sea nuevamente propuesta o adquiera ulterior eficacia…” De manera coincidente se ha expedido la
jurisprudencia al decir: “La excepción de cosa juzgada sólo debe admitirse cuando surge con evidencia que
la sentencia firme no puede coexistir con el nuevo reclamo, porque se contradicen y resultan
incompatibles, lo que no se da cuando en el juicio anterior se promovió con documentación insuficiente
que se completó en el posterior…. 14

4.- el pedido de las medidas de esclarecimiento en la prueba pericial previstas por el art. 279 del
CPCC. La posibilidad de pedir medidas de esclarecimiento, conforme al cual una vez producido el dictamen
oficial el juzgador puede disponer que se amplíe el dictamen deficiente u ordenar que se nombren otros
peritos, sin que la medida pueda ser recurrida por las partes, ya que se trata del ejercicio de una facultad
potestativa, implícita en sus poderes instructorios. El ejercicio de esta potestad es facultativa para el juez,
por lo que no está impuesta como un deber sino como algo que el juez puede ordenar guiado por la
necesidad y su prudencia;15 y lo que es muy importante, es que esta decisión no es recurrible por las
partes.

5.- las medidas para mejor proveer previstas por el art. 325 del CPCC.
Podemos decir desde una visión actual, que se trata de aquellas medidas de carácter probatorio que
adopta el juez de la causa, a los fines de resolver las cuestiones que le han sido traídas para ser resueltas,
de modo tal que dicho decisorio sea acorde con lo que se ha dado en llamar “verdad jurídica objetiva” 16.
Es oportuno aclarar que “La verdad jurídica objetiva es un concepto superador de la tradicional verdad
“formal”, pues con ella lo que se pretende es que los jueces dirijan el proceso y ejerzan en forma efectiva
sus poderes de dirección e instrucción para cumplir con su función pacificadora y de justicia” 17.
Se han esbozado a nivel doctrinario varias definiciones sobre esta figura procesal. Así el Dr.
Vénica, sostiene que se trata de “…una facultad otorgada por la ley procesal al tribunal, de naturaleza
exclusivamente probatoria, que tiene por objeto la averiguación de la verdad jurídico objetiva, para

Tomo I, Ed. La Ley, p. 215.


13
GUASP, Jaime, “Derecho Procesal Civil”, Tomo Primero, p. 557/558.
14
CNCiv., Sala E, “José Minetti y otro v. Compañía Azucarera Bella Vista S.A.”, 14/11/90, Lexis Nexis N.º 14/79155.
15
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Amado Sergio Eduardo c/ Tomás Fernández y otro-
Ordinario-Recurso Directo”, Auto Interlocutorio N.º 422 del 26/11/93, Actualidad Jurídica On Line, código 5700.
16
Baste por ahora decir que es un concepto teórico que va más allá de la verdad formal propia del Sistema dispositivo.
17
Abellaneda Román, “Potestades probatorias de los jueces”, Semanario Jurídico N° 1614, pág. 893.-
.-:92:-.
La Revuelta
aclarar dudas, adquirir mayor ilustración o completar información para formarse conciencia del tema que
va a resolver, pues en caso contrario se vería obligado a decidir sin haber llegado a la convicción” 18.
Peyrano sostiene que "...son facultades de carácter discrecional que puede emplear el juez,
preocupado por la sospecha de que las pruebas aportadas al proceso no son suficientes para esclarecer
la verdad real o histórica, en tanto y en cuanto su ejercicio se erija en un mero corrector del principio
dispositivo, y no en su verdugo"19.
Couture las define como aquellas: "... medidas probatorias, dependientes de la iniciativa del juez,
para mejorar la información que se le ha suministrado, formando parte de la génesis lógica de la
sentencia" 20.
Y a mayor abundancia Ferrer Martínez expresa que “La facultad del juez en las medidas para
mejor proveer constituye una excepción a esta regla, aquí el magistrado actúa inquisitivamente ya que
sin que se lo pidan las partes puede ordenar todas estas actuaciones tendientes a esclarecer los hechos
que van a ser motivo de su decisión”21.
La jurisprudencia por su parte ha dicho: “Cuando la realidad objetiva se presenta ante el juez de
tal manera que éste pueda advertir la trascendencia de determinados hechos para la dilucidación del
pleito, sus facultades instructorias deben esmerarse para lograr la confirmación jurídica de aquéllos. La
actividad que el órgano jurisdiccional despliegue en ese sentido no puede verse obstaculizado por un
excesivo respeto a las formas que el juez puede ordenar guiado por la necesidad y su prudencia22.

6.- la aplicación del principio “iura novit curia”


Conforme con la regla "iura curia novit" el juez tiene no sólo la facultad sino también el deber de
discurrir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el derecho vigente, calificando autónomamente los
hechos y subsumiéndolos en las normas jurídicas que los rigen, con prescindencia de los fundamentos
que enuncien las partes.
. En este sentido ha expresado reiteradamente el Máximo Tribunal Federal “...es privativo de los
jueces el calificar las pretensiones de las partes, facultad que deriva de la regla iura novit curia, cuyo
ejercicio no comporta agravio constitucional (Fallos 300-1074; 312-195). Con arreglo a dicho principio, el
juez no sólo tiene la facultad sino también el deber de discurrir los conflictos y dirimirlos según el derecho
aplicable, calificando autónomamente la realidad fáctica y subsumiéndola en las normas jurídicas, con
prescindencia de los fundamentos que enuncien las partes. Esa potestad propia de los jueces deriva de
los principios esenciales que organizan la función jurisdiccional (...) Que el ejercicio de esta facultad-deber
-por la que se determina el régimen normativo pertinente para la solución del litigio- sólo puede ser
cuestionado sobre la base de demostrar que se han alterado los presupuestos fácticos del caso o la causa
petendi (Fallos 307-919; causa M.806.XXII, "Mapuche Country Club Asociación Civil v. López de Marsetti,
Hebe Edith y otros" [3], del 18/9/90, es decir, cuando se modifican de ese modo los elementos objeto de
la demanda o de la oposición) (Fallos 306-1993), con la consiguiente lesión del derecho de defensa.23

18
Vénica, Código de Procedimiento Civil y Comercial, tomo III, Ed. Lerner, Córdoba, pag.119.
19
Peyrano, Jorge, "El proceso civil", Ed. Astrea de Alfredo y Ricardo Depalma, Buenos Aires, 1978.
20
Couture, Eduardo, "Teoría de las diligencias para mejor proveer", "Casa A. Barreiro Ramos", S.A., Montevideo, 1932, cit. en
"Medidas para mejor proveer: ¿verdad formal o verdad real?", p. 71, Jurisprudencia Santafesina, Revista de Doctrina y
Jurisprudencia de la Provincia de Santa Fe N° 41-42, director Dr. Jorge Peyrano, Ed. Jurídica Panamericana, Santa Fe, año 2000)
21
.” Ferrer Martínez, R. – director-, ob. cit., pág. 587/588.-
22
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Amado Sergio Eduardo c/ Tomás Fernández y otro-Ordinario-
Recurso Directo”, Auto Interlocutorio N.º 422 del 26/11/93, Actualidad Jurídica On Line, código 5700.
23
Corte Suprema de Justicia de la Nación, “Rubio, Nélida V. c. Filippini, Víctor H. y otro”, 17/11/94, JA 1995-III-514.
.-:93:-.
La Revuelta
En el mismo sentido se ha dicho que El principio “iura novit curia” significa precisamente eso: el Juez
debe fallar conforme a la relevancia jurídica que surge de la naturaleza de los hechos, no obstante que ella
sea distinta a la otorgada por las partes. El tribunal no puede tomar como causa o fundamento de la acción
solamente el “nomen juris” utilizado por el actor, desentendiéndose de los hechos descriptos en la
demanda, porque si aquél no coincide con estos su deber es proveer a la hipótesis fáctica y no a la
definición técnica empleada por el demandante. El contenido de la demanda no se determina por el
concepto jurídico que haya usado el actor para definir los hechos, sino por los hechos mismos,
independientemente de toda clasificación. La labor de subsunción, es decir, el encuadramiento del
material fáctico dentro de una categoría o concepto jurídico debe hacerlo el Juez “a posteriori”, para
determinar las consecuencias que la ley hace derivar de la realidad de los hechos, esto es, para verificar
en qué medida el petitum está autorizado por el ordenamiento jurídico.24
Conforme con la regla "iura curia novit" el juez tiene no sólo la facultad sino también el deber de
discurrir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el derecho vigente, calificando autónomamente los
hechos y subsumiéndolos en las normas jurídicas que los rigen, con prescindencia de los fundamentos
que enuncien las partes.25
Por ello, no existe violación al principio de congruencia cuando el juez aplica una norma diferente a
las invocadas por las partes, en tanto y en cuanto el juez no queda obligado ni atado, como sucede con
los hechos.

7.- la posibilidad de la declaración de oficio de la inconstitucionalidad de una norma en un proceso


determinado, conforme a los actuales lineamientos de la CSJN. 26 El Alto Cuerpo inaugura sin retaceos el
control oficioso de constitucionalidad, con las siguientes consideraciones: “2º) Que reiteradamente ha
señalado esta Corte que “es elemental en nuestra organización constitucional, la atribución que tienen y
el deber en que se hallan los tribunales de justicia, de examinar las leyes en los casos concretos que se
traen a su decisión, comparándolas con el texto de la Constitución para averiguar si guardan o no
conformidad con ésta, y abstenerse de aplicarlas , si las encuentran en oposición con ella (Fallos: 311:
2478, entre muchos otros) 3º)Que, asimismo, cabe recordar que si bien es exacto que los tribunales
judiciales no pueden efectuar declaraciones de inconstitucionalidad en abstracto, es decir, fuera de una
causa concreta en la cual deba o pueda efectuarse la aplicación de las normas supuestamente en pugna
con la Constitución, no se sigue de ello la necesidad de petición expresa de la parte interesada, pues como
el control de constitucionalidad versa sobre una cuestión de derecho y no de hecho, la potestad de los
jueces de suplir el derecho que las partes no invocan o invocan erradamente –trasuntado en el antiguo
adagio iura novit curia- incluye el deber de mantener la supremacía de la Constitución (art. 31 de la Carta
Magna) aplicando, en caso de colisión de normas, la de mayor rango, vale decir, la constitucional,
desechando la de rango inferior (Fallos: 306:303, considerando 4º del voto de los jueces Fayt y Belluscio)
4º) Que, además, se consignó que no podía verse en ello la creación de un desequilibrio de poderes a
favor del judicial y en mengua de los otros dos, ya que si la atribución en sí no es negada, carece de
consistencia sostener que el avance sobre los otros poderes no se produce cuando media petición de
parte y sí cuando no la hay. Tampoco se opone a la declaración de inconstitucionalidad de oficio la
presunción de validez de los actos administrativos o de los actos estatales en general, ya que dicha

24
(T.S.J. Auto N.º 409 de 1990).
25
CNCiv. -Sala H- 26/8/2005 "Diment, José Edgardo c/Silberman, Norberto Reinaldo y otros s/simulación
26
CSJN “Recurso de hecho en Banco Comercial de Finanzas S.A. (en liquidación Banco Central de la República Argentina
s/Quiebra” (fallo del 19/8/04).
.-:94:-.
La Revuelta
presunción cede cuando se contraría una norma jerárquica superior, lo que ocurre cuando las leyes se
oponen a la Constitución. Ni, por último, puede verse en ella menoscabo del derecho de defensa de las
partes, pues si así fuese debería también, descalificarse toda aplicación de oficio de cualquier norma legal
no invocada por ellas so pretexto de no haber podido los interesados expedirse sobre su aplicación al
caso.27

8.- la declaración de oficio del abuso del derecho. El Tribunal Supremo ha considerado que debe
admitirse la posibilidad de que se apliquen de oficio los postulados de la teoría del abuso del derecho, sin
necesidad de previa invocación expresa de la parte que sufrió las consecuencias del abuso. 28 Sin dudas
que el nuevo artículo 10 del Código Civil y Comercial realza esta posibilidad, incluso ya no sólo como un
derecho sino como un deber de los jueces de erradicar el abuso del derecho (y por ende el abuso
procesal).

9.- las medidas urgentes o cautelares que pueden ordenarse en procesos determinados, los que
hoy se encuentran consagrados no sólo por las normas procesales sino también por las normas
sustanciales del código Civil y Comercial de la Nación, como son las medidas urgentes y conservatorias en
los procesos sucesorios (vgr. Arts. 649 y 650 del CPCC y arts. 2325 CCCN), las medidas de seguridad en los
casos de los juicios de restricción a la capacidad (art. 34 CCCN y 835 del CPCC), etc.
En el sistema dispositivo clásico se limitan los poderes del juez, quien era considerado como un
simple espectador. Así el principal efecto del sistema dispositivo es la limitación de los poderes del juez:
éste no procede de oficio (NE IUDEX PROCEDAT EX OFFICIO) y sólo conoce del litigio en la extensión que
las partes quieren hacerle conocer, de tal manera que los hechos incontrovertidos deben ser admitidos
como ciertos y las afirmaciones y pruebas aportadas por las partes constituyen los únicos fundamentos
de la sentencia" 29
Con posterioridad, se ha ideo acrecentando los poderes del juez como director del proceso, lo que
ha sido plasmado en el Código Civil y Comercial de la Nación. Entre las medidas o poderes oficiosos del
juez, podemos mencionar:
a) Se establecen amplias facultades del juez en todos los procesos relativos a las limitaciones de la
capacidad: nombrar los apoyos necesarios, dictar medidas cautelares urgentes, entrevistar
personalmente al presunto incapaz, etc.
b) En la tutela y curatela puede dictar medidas oficiosas para prevenir daños al tutelado.
c) Debe realizar de oficio la inscripción de la afectación de la vivienda cuando hay menores e
incapaces y ha sido dispuesta por actos de última voluntad
d) En materia de prevención de daños el art. 1713 CCCN establece que la sentencia que admite la
acción preventiva puede disponer de oficio obligaciones da dar, hacer o no hacer ponderando los criterios
de menor restricción posible y de medio más idóneo para asegurar la eficacia en la obtención de la
finalidad. Y cuando resulte que la punición es excesiva, el juez puede dejarla sin efecto total o
parcialmente (art. 1714 CCCN).
e) La posibilidad de establecer el proceso a seguir en las acciones posesorias cuando no se
encuentran determinadas en las leyes procesales (art. 2246 CCCN).

27
Cámara 2ª en lo Civil y Comercial De Córdoba, “Banca Nazionale Del Lavoro S.A. C/ Ferreira Carlos Horacio Y Otro – Ejecución
Hipotecaria” (Expte. N° 374178/36), Auto N.º 5 Del 08.02.07, Recibido Por Correo Electrónico.
28
Tribunal Superior De Justicia De Córdoba, "Accotto Remo Alejandro C/ Ramonda Santiago - Ordinario - Recurso Directo"
(Expte. A 18/12), Sentencia N° 155 del 19.09.13.
29
Alsina, Hugo, "Derecho Procesal", I, Parte General, Pag. 448.
.-:95:-.
La Revuelta
f) La facultad de modificar de oficio las estipulaciones de las partes en los contratos cuando se viole
el orden público (art. 960 CCCN)
g) Declarar de oficio la caducidad de los derechos en materia no disponible por las partes (art. 2572
CCN)
h) Reducir los intereses cuando la tasa fijada o el resultado que provoque la capitalización de
intereses excede, sin justificación y desproporcionadamente, el costo medio del dinero para deudores y
operaciones similares en el lugar donde se contrajo la obligación (art.771 CCCN).
i) Ordenar en los juicios de usucapión cuando no haya sido pedido por la parte la anotación de litis
(art.1905 del CCCN); etc.

II.2. EL PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN


También llamado de bilateralidad o de controversia, deriva de la cláusula constitucional que asegura
la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y de los derechos (art. 18, Constitución Nacional),
aunque es inseparable de toda administración de justicia organizada.
En términos generales, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución o dispongan
la ejecución de alguna diligencia procesal sin que, previamente, hayan tenido oportunidad de ser oídos
quienes pudieran verse directamente afectados por tales actos.
La vigencia del principio de contradicción requiere, fundamentalmente, que las leyes procesales
acuerden, a quienes se encuentren en las situaciones mencionadas, una suficiente y razonable
oportunidad de ser oídos y de producir pruebas. No exige la efectividad del ejercicio de tales derechos.
De allí, por ejemplo, que las leyes procesales estructuren el llamado proceso contumacial o en rebeldía,
el cual puede desenvolverse válidamente, y en su integridad, sin la intervención del demandado que es
debidamente citado al proceso y se abstiene voluntariamente de comparecer a él, o bien proseguir con
prescindencia de la participación de cualquiera de las partes que lo abandona después de haber
comparecido.
En el caso de las medidas cautelares, y de conformidad al art. 156 del CPCC las mismas deben
dictarse inaudita parte. Ello significa que, ante la petición, el Tribunal resuelve conceder o no la cautelar,
tomando en cuenta si se cumplen los presupuestos de las mismas, en base solamente a la petición del
interesado; es decir, sin contradictorio. Esta regla parte de la premisa que, si se le notificara al afectado,
este tendría la posibilidad de frustrar el objeto a que tiende. La notificación de la medida, es efectuada
después de haber sido cumplida (art. 156 CPCC); por lo que el embargado dispondrá de los medios
impugnativos una vez cumplida la providencia;30 medida que tiende justamente a renacer el principio de
la contradicción.
Este principio tiene vigencia absoluta y rige aun para el caso que se produzca prueba anticipada,
en la cual el art. 487 del CPCC prescribe la obligación de que se tramite con la intervención de la parte
contraria, o en caso de urgencia con el Asesor Letrado, pero siempre garantizando el contradictorio. Lo
mismo sucede cuando el tribunal despacha de oficio un medio de prueba (art. 325 del CPCC –medidas
para mejor proveer-).
Así, en el caso de la medidas cautelares como en los procesos de ejecución, que excluyen la
posibilidad de que en ellos se deduzcan defensas o excepciones concernientes a la existencia o legitimidad
de la relación jurídica sustancial, o fundadas en hechos anteriores a la creación del título ejecutivo (judicial

30
Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cormetto Fernando Pablo c/ Astolfi Adriana Rosa-Ordinario-Daños y
perjuicios-Accidente de tránsito-Cuerpo de copia a los fines de la apelación”, Auto Interlocutorio N.º 413 del 22.11.07,
Semanario Jurídico N.º 1645 p.233.
.-:96:-.
La Revuelta
o extrajudicial) que le sirve de fundamento, en ninguno de esos casos media una derogación del principio
que nos ocupa, sino, simplemente, una postergación o aplazamiento momentáneo de su vigencia estricta.
Su proveimiento en forma unilateral, es una forma de garantizar la efectividad y concreción de
la medida. Sin embargo, en el caso de las tutelas anticipadas, aunque la petición se encuentre en la órbita
de una medida cautelar innovativa, las peculiaridades de la misma imponen el contradictorio. Esto así,
pues al adelantarse todos o alguno de los efectos de la sentencia a dictarse, debe permitirse a la accionada
el ejercicio de su derecho de defensa.31 Sin embargo se ha considerado que cuando la urgencia avance de
un peligro en la demora a un peligro de evitar un daño, este principio debe desvanecerse frente a uno de
mayor importancia como es el de evitar o prevenir los daños, sobre todo cuando se encuentra en juego
la vida o salud de las personas.

II.3. LOS PRINCIPIOS DE ESCRITURA Y DE ORALIDAD


Estos principios se vinculan con la forma de expresión que ha de observarse para aportar la materia
de la decisión judicial. De allí que regirá el principio de escritura, o el de oralidad, según que la sentencia
deba fundarse tan sólo en aquellas alegaciones y pruebas que se hayan producido, respectivamente, por
escrito o de palabra.
Sin embargo, como lo hace notar CHIOVENDA, "es difícil concebir hoy un proceso escrito que no
admita en algún grado la oralidad, y un proceso oral que no admita en algún grado la escritura".
Se han señalado con ventajas e inconvenientes que:
1) El de escritura exhibe la ventaja de proporcionar fijeza o permanencia a la actividad desplegada
durante el curso del proceso que, en tanto queda documentada en el expediente permite su examen en
cualquier momento, particularmente en las instancias superiores. Sin embargo, como inconveniente se
señala la complejidad formal y consecuente lentitud, derivadas del sistema de comunicación que
inevitablemente debe instituir entre las partes y entre éstas y el órgano judicial.
2) El principio de oralidad presenta, entre sus principales ventajas, la de simplificar el procedimiento
y establecer una estrecha vinculación entre los jueces, las partes y los órganos de prueba. Tiene en cambio
el inconveniente representado por los equívocos a que pueden conducir eventuales deficiencias de
memoria o de concentración en los jueces que asisten a las audiencias, particularmente cuando éstas son
prolongadas.
En nuestra Provincia, y a pesar de la corriente de implementación del principio de la oralidad como
un sistema de resguardo a la efectividad del servicio de justicia en un tiempo razonable, sigue primando
el proceso escrito y la petición de ciertas formalidades para los actos procesales en general.
Sin duda alguna debemos agregar en este principio, la implementación o adecuación de los procesos
a las nuevas tecnologías, partiendo del documento electrónico y los demás supuestos (chats, mails, el uso
del SAC etc.), como a los supuestos de plena aplicación de los mismos como son las notificaciones y
órdenes de pago como asimismo la subasta electrónica.
En este último sentido es dable señalar lo prescripto por el art, 286 cuando establece que la
expresión escrita puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre que su contenido sea
representado con texto inteligible, aunque la lectura exija medios técnicos.

31
Lazzarano, Laura G., “Ejecución anticipada de la sentencia”, Zeus Córdoba, T. 1, pág. 939; Peyrano, Marcos L., “La jurisdicción
oportuna” en Sentencia anticipada, Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2000, pág. 326; Eguren, María Carolina, “La jurisdicción
oportuna”, Op. cit. pág. 302; esta Cámara in re “Morardo, Julio Ángel y Otro c/ Municipalidad de la Ciudad de Alta Gracia –
Recurso apelación exped. Interior (civil) Abreviado – Cuerpo de copias” Auto n° 685 del 28 de diciembre de 2012).
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La Revuelta
II.4. EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
El principio de publicidad requiere que los actos procesales puedan ser presenciados o conocidos
incluso por quienes no participan en el proceso como partes, funcionarios o auxiliares. Reconoce
fundamento en la conveniencia de acordar a la opinión pública un medio de fiscalizar la conducta de
magistrados, litigantes y auxiliares judiciales.
La determinación de las causales de excepción al principio de publicidad queda librada en cada caso
al prudente arbitrio de los jueces, contra cuyas resoluciones en tal sentido no cabe recurso alguno, salvo
que mediante ellas se excluya la comparecencia de alguna de las partes, o de sus letrados o apoderados.
Con relación a la consulta de expedientes judiciales, el principio de publicidad se halla sujeto a
diversas restricciones; como así también la divulgación de las resoluciones judiciales cuando se
encuentren en juego los derechos de personas de alta vulnerabilidad (vgr niños, personas con restricción
a la capacidad, etc. donde se pide por ejemplo la inicialización para las carátulas del expediente).
Otro tema que hace al principio de la publicidad, es el relativo a la relación de los jueces o el tribunal
con la prensa, la cual debe respetar también determinados principios constitucionales, y que exceden al
presente trabajo

II.5. EL PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN


Enseña J. Ramiro Podetti que el vocablo preclusión, que deriva del vocablo latino praeclusio que
significa la acción de cerrar, encerrar, impedir o cortar el paso. Es de imponderable eficacia para aclarar
conceptos y delimitar institutos, como el de cosa juzgada y los efectos de los plazos procesales. Sin
embargo, no resulta fácil su definición.
Chiovenda por su parte dice "entiendo por preclusión la pérdida, o extinción o caducidad de una
facultad procesal, que se produce por el hecho: a) o de no haberse observado el orden señalado por la ley
para su ejercicio, como los términos perentorios o la sucesión legal de las actuaciones o de las
excepciones; b) o por haberse realizado un acto incompatible con el ejercicio de la facultad, como la
proposición de una excepción incompatible con otra, o la realización de un acto incompatible con la
intención de impugnar una sentencia; c) o de haberse ejercitado ya una vez válidamente la facultad
(consumación propiamente dicha)".
El efecto de la preclusión es, en primer lugar, la clausura de un estadio procesal, sea por el ejercicio
de un derecho (contestación de la demanda), o por el transcurso de un plazo y el instituto de la rebeldía
o decaimiento de un derecho procesal (incontestación de la demanda, acusación de rebeldía), o por una
resolución judicial firme (rechazo de las excepciones previas).
El principio de preclusión reconoce su fundamento en motivos de seguridad jurídica y en la
necesidad de lograr una administración de justicia rápida dentro de lo razonable, evitando así que los
procesos se retrotraigan a etapas ya superadas y se prolonguen indefinidamente.
Los actos procesales se precluyen cuando han sido cumplidos observando las formas legales. La
preclusión impide que en un proceso se retrograden etapas y actos para discutir algo ya superado, o que
se reabran plazos procesales transcurridos, o que se rehabiliten facultades procesales después de
vencidos los límites legales para su ejercicio.
El efecto propio del principio de preclusión es impedir nuevos planteos sobre cuestiones ya
decididas en forma expresa o implícita. Este principio se aplica por ejemplo en los sistemas recursivos; así
se plantea el recurso de reposición y se omite plantear la apelación en subsidio, no podrá ejercerse
después dicha impugnación por aplicación del principio de preclusión.

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La Revuelta
Ahora bien, es dable mencionar que, en el caso del incidente de nulidad por vicios de la citación
inicial, si resulta procedente, se quiebra ese principio de preclusión ya que el proceso se retrotrae a la
primera notificación de la demanda, y sin importar el estadio procesal en que se encuentre el juicio. Lo
mismo sucede en aquellos casos en que se declara la nulidad absoluta del proceso por falta de debida
integración de la Litis, prejudicialidad, etc.
El concepto de preclusión no debe confundirse con el de cosa juzgada, aunque ellos guardan entre
sí alguna relación. Es inherente a la cosa juzgada, en efecto, la incontestabilidad futura del bien reconocido
o negado en una sentencia definitiva; incontestabilidad que puede hacerse valer en el proceso en el que
aquélla se dictó o en cualquier otro proceso. La cosa juzgada produce, pues, efectos fuera del proceso,
por cuanto, al alcanzar la sentencia dicha calidad, la declaración de certeza sale del proceso en que se ha
formado para ir a regular las relaciones sustanciales y a influir sobre ellas. La preclusión, en cambio, si
bien impide que se renueve el debate respecto de aquellas cuestiones que han sido decididas mediante
resoluciones interlocutorias firmes, sólo produce efectos dentro del proceso. Pero sin embargo podemos
decir que la cosa juzgada tiene siempre su base en una preclusión: la misma presupone -a través de la
preclusión de la impugnabilidad de la decisión- la preclusión de la cuestionabilidad del derecho.
Así se ha dicho que el principio de preclusión hace referencia a "...la pérdida, extinción o
consumación de una facultad procesal que se inscribe armoniosamente al estar el proceso articulado en
diversos períodos o fases dentro de los cuales deben cumplirse uno o más actos, siendo ineficaces
aquellos que se ejecutan fuera del período que les está asignado. El principio de preclusión determina que
los actos deben ser tempestivos, porque si las partes, y aún el mismo juez, pudieran ejecutarlos en
cualquier momento, el desarrollo del proceso quedaría librado a su voluntad, transcurriría sin orden, con
grave menoscabo para los intereses de los litigantes y de la sociedad, en tanto está interesada en un
adecuado servicio de justicia” (autos “Calafell de Ferreyra Virginia y otro c/ Expreso Buen Aire y otros”,
A.I. 13-5-94)” 32.
En materia recursiva, se aplica con gran frecuencia este principio, Uno de los temas puntuales es
cuando se impetra un recurso de reposición sin apelar en subsidio, se le desvanece por preclusión al
impugnante la posibilidad de hacerlo.

II.6. EL PRINCIPIO DE ADQUISICIÓN


Si bien las cargas de la afirmación y de la prueba se hallan distribuidas entre cada una de las partes,
los resultados de la actividad que aquéllas realizan en tal sentido se adquieren para el proceso en forma
definitiva, revistiendo carácter común a todas las partes que en él intervienen. Es decir que los actos
procesales son susceptibles de beneficiar o de perjudicar a cualquiera de las partes, y, por lo tanto, incluso
a aquella que solicitó su cumplimiento.
Este principio es de amplia aplicación en materia de pruebas, lo que provoca la limitación de su
desistimiento si la misma ya ha sido adquirida para el proceso, o que la prueba por dicho principio se
vuelva común, etc.

II.7. EL PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL


Este principio es comprensivo de todas aquellas previsiones que tienden a la abreviación y
simplificación del proceso, evitando que su irrazonable prolongación torne inoperante la tutela de los
derechos e intereses comprometidos en él.

32
CCiv. y Com. 5ª Nom. Córdoba. A.I. N.º 05 – 06-02-2009 – “Córdoba Bursátil S.A. c/ Asensio, Jorge Eduardo Marcial y Otro –
Presentación Múltiple Ejecutivos – Expte. N.º 1052576/36”.
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La Revuelta
Constituyen variantes de este principio los de concentración, eventualidad, celeridad y
saneamiento. Igualmente tiene relación con la economía de gastos, es decir evitar el insumo de costos
innecesarios y reducir al mínimo el costo de la función judicial, para que todos puedan tener acceso a ella,
conforme las normas constitucionales.
Sin duda alguna el proceso ejecutivo es un claro ejemplo de este principio, en el cual se limitan las
defensas, las pruebas y el efecto del recurso de apelación a los fines de lograr con la mayor celeridad el
cobro del título ejecutivo.
Otro de los ejemplos de este principio, es acatar la doctrina del TSJ o de la CSJN por economía
procesal o sea por el desgaste que se le ocasionaría la justiciable fallar de otra manera, ya que ello traería
inexorablemente la necesidad de alguna de las partes de plantear los recursos pertinentes hasta llegar al
criterio sustentado por el máximo tribunal. Así se ha dicho que aplicando estas nociones al caso que nos
convoca, nos apresuramos en señalar que el acatamiento de la doctrina sentada por el Máximo Tribunal
Nación, viene inexorablemente impuesto por razones de economía procesal y sumisión a la autoridad
moral que invisten las decisiones emanadas de dicho órgano judicial como supremo intérprete de la
Constitución y de las leyes nacionales que en su consecuencia se dicten.33
Debe propiciarse, entonces, una solución que implique asumir el menor desgaste posible de
actividad jurisdiccional.34
Constituyen subprincipios del de economía los siguientes:
El principio de concentración
A la abreviación del proceso apunta, en primer lugar, el llamado principio de concentración,
propende a reunir toda la actividad procesal en la menor cantidad posible de actos, y a evitar, por
consiguiente, la dispersión de dicha actividad. Es clara como ejemplo la necesidad de interposición
simultánea de todos los incidentes previsto en el art. 430 del CPCC.
El principio de eventualidad
Estrechamente vinculado con el principio precedentemente examinado, así como con el de
preclusión, configura otra de las manifestaciones en que se traduce el principio de economía, en virtud
del cual todas las alegaciones que son propias de cada uno de los períodos preclusivos en que se divide el
proceso, deben plantearse en forma simultánea y no sucesiva, de manera tal que, en el supuesto de
rechazarse una de ellas, pueda obtenerse un pronunciamiento favorable sobre la otra u otras.
El principio de celeridad
Otro aspecto de la aplicación del principio de economía procesal, se halla representado por este
principio, por el cual se fijan normas destinadas a impedir la prolongación de los plazos y a eliminar
trámites procesales superfluos u onerosos. En el proceso abreviado, la caducidad de los plazos, el corto
lapso para la prueba, la inexistencia de alegatos, son un claro ejemplo del principio de celeridad.
El principio de saneamiento
Deriva, finalmente, del principio de economía procesal, el principio de saneamiento o de
expurgación, en cuya virtud se acuerdan al juez facultades suficientes para resolver, in limine, todas
aquellas cuestiones susceptibles de impedir o entorpecer el pronunciamiento sobre el mérito de la causa
o de determinar, en su caso, la inmediata finalización del proceso. Son claros ejemplos el rechazo in limine

33
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil Y Comercial “Dirección De Rentas De La Provincia C/ Messio Héctor –
Ejecutivo Fiscal – Recurso De Inconstitucionalidad (Expte. D – 09/09)”, Ai Nª 337 Del 07.11.13.
34
"Banco Integrado Departamental Cooperativo Limitado C/ Sabre Octavio Alberto – Ejecutivo - Recurso De Casación E
Inconstitucionalidad” (Expte. N.º 756071), Ai N.º 299 Del 22.10.15
.-:100:-.
La Revuelta
de un incidente de nulidad, del recurso de reposición o la acción declarativa de certeza; el rechazo de una
prueba manifiestamente improcedente, o de una vía impugnativa no apta, etc.
Ahora bien, en el proceso cordobés, se encuentra previsto en el art. 176 la posibilidad de otorgar a
las partes la posibilidad de sanear el proceso cuando se han omitido los requisitos establecidos en el art.
175 del mismo código ritual; bajo apercibimiento de declarar la caducidad de la demanda si dichas
omisiones –que deben ser explícitas- no han sido cumplimentadas en el plazo otorgado por el juez.
A los fines de garantizar un proceso regular, el juez como director del proceso puede objetar el
ingreso de distintos planteos, declarando su inadmisibilidad (como por ejemplo la excepción de pago en
el ejecutivo sin prueba documental que la avale).
En el caso de la demanda, el art. 176, CPCC establece expresamente tal posibilidad, al regular que,
cuando la demanda sea defectuosa puede rechazarla de oficio (llamado “rechazo in limine”) o señalar cuál
es el defecto del que adolece a los fines que sea subsanado.
Según una parte de la doctrina y jurisprudencia, sólo procede el rechazo por vicios que hagan a su
admisibilidad (art. 176 CPCC; art. 337, CPCN).35 Otra corriente y el mismo TSJ de Córdoba, 36 han sostenido
que el juez no debe permitir que se sustancien o se reclamen derechos sobre situaciones jurídicas que la
ley prohíbe, aduciendo la figura jurídica que se ha llamado “improponibilidad objetiva de la demanda”.
Por ejemplo, frente a una acción de despojo judicial en contra del juez por error en sus fallos, corresponde
interponer una demanda de responsabilidad civil del magistrado en los términos del art. 165 inc. 1,
Constitución Provincial, y art. 791 y sgtes., CPCC, con lo cual la primera debe rechazarse por ser
manifiestamente improponible.
Este rechazo se encuentra previsto expresamente para los incidentes en general en el art. 430, CPCC
in fine; art. 179, 186, CPCN; en el caso del incidente de nulidad (art. 78, inc. 3, CPCC; art. 173, CPCN); y del
recurso de reposición (art. 359, CPCC; art. 239, CPCN) cuando son manifiestamente improcedentes.
Quizás esta figura tenga en estos tiempos su mayor aplicación en el rechazo de la acción autónoma
de nulidad, ya que su uso se ha vuelto constante a los fines de suspender las ejecuciones o las subastas.
Ello es así porque el juicio de admisibilidad debe ser más estricto y riguroso que en un juicio común, y la
excepcionalidad del remedio justifica el rechazo in limine de una demanda improponible, entendiendo
por tal aquella que, aun admitiendo como ciertos los hechos invocados por el accionante, resulta
notoriamente infundada. No haber agotado las vías recursivas existentes, ya sean ordinarias o
extraordinarias, autoriza según la jurisprudencia este rechazo liminar,37 como así también haber
consentido el vicio en la instancia que se ha provocado. Ahora bien, en estos casos podríamos decir que
se trataría de un rechazo liminar por inadmisibilidad formal de la demanda.
Cabe expresar que, más allá de la fuerte discusión que la controvertida figura analizada genera entre
los operadores del derecho, lo cierto es que, utilizada correctamente, resulta útil y conveniente a fin de
evitar el dislate procesal que significa tramitar una causa que indefectiblemente, desde su iniciación, se
conoce el resultado, por su manifiesta inadmisibilidad o improponibilidad. La única aclaración que cabe
es que tal predecible resultado debe provenir de datos objetivos (ej. la ley), y no del criterio o
interpretación jurídica que el juez posee de la cuestión a resolver.
Por otra parte, es sabido es que el artículo 78 del C.P.C.C. recepta en el ámbito de las nulidades el
denominado principio de convalidación, en función del cual, la falta de impugnación oportuna de los actos

35
Cámara 5ª CC “Sette Rosa Teresa c/ Municipalidad de Córdoba- Acciones posesorias reales-Despojo” Auto 377 01/10/04.
Publicado en Diario Jurídico del 21/10/04.
36
Excmo. Tribunal Superior de Justicia in re: “Barrera c/ Nemeth –Escrituración”, AI N.º 829 del 26/11/96.
37
CC 5ª, “Angelelli Carlos A. c/ C. Comercial 23 de septiembre SRL y otros – ordinario – cobro de pesos” A. N° 374, 01/10/04 –
. Publicado en Diario Jurídico del 07/10/04.
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La Revuelta
procesales conlleva a la firmeza de los mismos, pues se interpreta que el interesado en su anulación ha
consentido el acto viciado.
En efecto, por regla general, la irregularidad de un acto procesal es susceptible de convalidarse
mediante el consentimiento expreso o tácito de la parte a quien ella perjudica. Este principio deriva del
carácter relativo que, en principio, tienen todas las nulidades procesales.
En otras palabras, las nulidades de procedimiento admiten su saneamiento como consecuencia del
concurso de la voluntad de las partes puesta de manifiesto expresa o tácitamente, configurándose el
saneamiento tácito cuando transcurre el plazo acordado para impugnar el acto sin que ello acontezca, en
virtud de la preclusión. Es decir que lo fundamental para la consolidación del proceso es la materialización
de actos firmes y no la obtención de actos formalmente inmaculados. 38
Otro claro ejemplo de aplicación del principio de saneamiento del proceso, es el que provoca el
decreto de autos firme. Recuérdese en tal sentido que se ha sostenido con acierto que “El summun del
silencio convalidatorio lo constituye el consentimiento de la providencia del llamamiento de autos, con lo
que queda saneada toda irregularidad procesal, lo que supone, por cierto, una correcta notificación de ese
proveído..." 39

II.8. EL PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN


En sentido estricto, y sólo con referencia a los procesos dominados por el signo de la oralidad,
llámase principio de inmediación a aquel que exige el contacto directo y personal del órgano judicial con
las partes y con todo el material del proceso, excluyendo cualquier medio indirecto de conocimiento
(escritos, informes de terceros, etc.).
De conformidad con la idea precedentemente expuesta, la inmediación significa que tanto las
alegaciones de las partes como la recepción de la prueba deben producirse en forma directa ante el
órgano judicial.
El mecanismo de los procesos escritos atenúa, aunque no excluye, la importancia de la inmediación,
pues si bien en aquéllos no resulta indispensable la identidad entre el juez que recibió la prueba y aquel
que debe decidir la causa, y, por lo demás, el sistema de la doble instancia limita la apreciación probatoria
de los jueces superiores a las constancias escritas, la delegación de la actividad recepticia en los auxiliares
del órgano judicial.
Si bien en Córdoba no se aplica la oralidad, ello no signifique que no se garantice la inmediación en
algunos temas, como es la intervención de los jueces en las audiencias, que la subasta se realice donde se
encuentren los bienes, la posibilidad de fijar una audiencia para conciliar a las partes, etc. Existen otros
casos en que la inmediación se encuentra exigida por las normas de fondo, como es la competencia de
los jueces en el lugar donde se encuentran las personas vulnerables (niños, niñas y adolescentes, personas
con padecimiento mental, etc.) como así también la necesidad de escuchar a los mismos (derecho al niño
a ser oído conforme a la Convención de los derechos de los niños, niñas y adolescentes), la participación
del paciente con salud mental, la obligación del juez de fijar una audiencia para entrevistarse con dicho
paciente, etc.

38
Tribunal Superior De Justicia De Córdoba, “Incidente De Regulación De Honorarios Del Dr. Guevara - Cuerpo (Civil) - Recurso
Directo (Civil) – Ortiz, Mauricio C/ Correa, Alfredo Jorge Y Otro - Ordinario - Simulación Fraude Nulidad - Expte. N° 2550874/36”,
AI N° 286 Del 04.12.14.
39
VÉNICA, Oscar Hugo, "Código Procesal Civil Y Comercial De La Provincia De Córdoba -Ley 8465-", Edit. Marcos Lerner,
Córdoba, 1997, Tomo I, Pág. 221); Tribunal Superior De Justicia De Córdoba: “MARZI, MIRTA RINA MARIA C/ VILLARREAL DIEGA
DEL ROSARIO Y OTRO - DESALOJO - COMODATO - TENENCIA PRECARIA - RECURSO DIRECTO" (EXPTE. M 50/09), Sentencia N.º
210 Del 14.11.12
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La Revuelta
II.9. LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD E INSTRUMENTALIDAD DE LAS FORMAS
El principio de legalidad de las formas excluye la posibilidad de que las partes convengan libremente
los requisitos de lugar, tiempo y forma a que han de hallarse sujetos los actos procesales, requiriendo,
por lo tanto, que aquéllas se atengan a los requisitos que determina la ley.
Este principio, sin embargo, está limitado por la existencia de las llamadas normas procesales
optativas, que acuerdan a las partes la facultad de regular aspectos parciales del proceso.
Frente a esta concepción encontramos una postura intermedia entre la reseñada y la libertad de
formas, esta es la “flexibilidad de formas”. Según ésta el Juez, como director del proceso tiene
atribuciones suficientes para adaptar las formas procesales a las exigencias de cada pleito.
En los últimos tiempos se lucha contra el “excesivo rigor formal”, ya que el mismo no puede ni debe
provocar una falta de servicio de justicia o afrentar el derecho de defensa de las partes. En este sentido
ha dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “…ante la duda, la decisión judicial debe orientarse
hacia la preservación del derecho de defensa y no hacia su restricción (…) La Cámara ha violentado el
principio in dubio pro actione”, agregándose que: “aplica un criterio restrictivo en un caso en el que un
Juez razonable hubiera procedido con mayor amplitud.” (Del voto del Dr. Lorenzetti), a lo que también se
añadió: “debe primar la garantía constitucional de poder ejercer una defensa efectiva frente un excesivo
rigor formal que la torne ilusoria” (Del voto del Dr. Zaffaroni).” 40
Por último, cabe considerar que el Código Civil y Comercial de la Nación hoy consagra expresamente
la libertad de las formas en el art. 284, conforme al cual cuando la ley no exija una forma determinada,
pueden estipular la que estimen más conveniente e incluso establecer una más rigurosa a la que marca la
ley para ese acto concreto.

II.10. PRINCIPIO DE MORALIDAD


Dice CLEMENTE DIAZ 41 que “el principio de moralidad es el conjunto de reglas de conducta,
presididas por el imperativo ético, a que deben ajustar su comportamiento procesal todos los sujetos
procesales”.
En el proceso las partes tienen el deber moral de contribuir al esclarecimiento de la verdad y de
colaborar con el juez para asegurar los resultados inherentes a su función. De allí, que el principio de
oralidad, procure que el engaño y o la mala fe no perjudique al justiciable o a la administración de justicia.
El principio de moralidad es el conjunto de reglas de conducta, presididas por el imperativo ético, a
que deben ajustar su comportamiento procesal todos los sujetos procesales (partes, procuradores,
.
abogados, jueces)”
Es a partir del principio publicista del proceso civil que el juez deja de ser un mero espectador y
asume el papel de director del proceso “… él dirige la contienda dialéctica, impone la ley y preserva el
decoro y orden en los juicios. Entre sus nuevas funciones, dedica especial interés a proteger el respeto a
la justicia, y, en suma, cobran vigencia en esta etapa los principios de lealtad, probidad y buena fe…”
“...Desde esta perspectiva resulta imprescindible la conveniencia de que el juez aparezca en el proceso
con poderes suficientes como para disponer de medios más realizadores a fin de impedir las actitudes
deshonestas y asegurar el clima ético de la justicia...” 42

40
CSJN – 21/08/2013; S.209.XLIX, El Dial- AA8116, 23/08/2013.
41
CLEMENTE DIAZ, “Instituciones de Derecho Procesal Civil Tomo II_A. Bs. As. Abeledo Perrot, 1968, pag.260)
42
GOZAINI Osvaldo Alfredo. “Temeridad y malicia en el proceso” Ed. Rubinzal Culzoni, Bs.As. 2002, pag.40/41.
.-:103:-.
La Revuelta
En el XXI Congreso Nacional de Derecho Procesal, celebrado en la Provincia de San Juan (2001) se
sostuvo que “…uno de los deberes esenciales de los litigantes es la observancia del principio de moralidad,
que consiste en que las actuaciones desarrolladas en el proceso resulten contrarias a derechos, por
abusivas o absurdas. Este principio no puede ser concebido como netamente procesal, pues excede el
ámbito de la materia, de ahí que la aplicación de sanciones persigue una finalidad ejemplificadora o
moralizadora, procurándose sancionar a quien utiliza las facultades legales con fines obstruccionistas, o
más aun sabiendo su falta de razón…”.
En definitiva, este principio moralizador pretende que el proceso se lleve a cabo en una lucha
correspondida con la lealtad, que supone valorar el valor jurídico de la cooperación, con mayor razón si
esa colaboración es la de un auxiliar de la justicia, como se ha entendido a la actuación del perito oficial,
teniendo en cuenta, además, lo importante que resulta para el juzgador la valoración de la misma al
momento de resolver.
Este tema se encuentra íntimamente vinculado con la actuación de los letrados en juicio, y que se
asienta en los principios de la ética que todo abogado debe guardar en el ejercicio de la profesión. En las
Primeras Jornadas Nacionales de Ética de Abogados, como palabras preliminares, la Dra. Edith Videla de
Barone dijo: “El ejercicio de la abogacía, como toda profesión requiere de una sólida formación que haga
posible en el profesional, comprender el grado de responsabilidad que asume al ejercerla y el grado de
riesgos a los que se enfrenta en dicho ejercicio, en tanto y en cuanto no cuente con la cuota adecuada de
conocimientos y formación cultural”. “Ser abogado implica un compromiso abarcativo de los valores por
los que el hombre lucha desde sus orígenes, la libertad, la vida y la igualdad de oportunidades; para ello
.
un abogado no puede desconocer los valores éticos que son parte de su propia existencia” 43
De lo expuesto podemos colegir que tanto desde la profesión liberal cuanto desde adentro del Poder
Judicial, la justicia se debe poner en práctica teniendo en cuenta valores éticos con una conducta proba
que no afecte los derechos de las personas y que garantice al ciudadano una correcta administración de
la justicia.
Otro principio que está cobrando vida propia es el de la proscripción del abuso procesal o del
accionar procesal abusivo, el cual según varios autores se deriva del principio de moralidad y que ha sido
conceptualizado como “... un inadecuado ejercicio objetivo de poderes, deberes funcionales,
atribuciones, derechos y facultades en que puede incurrir cualquiera de los sujetos -principales o
eventuales- intervinientes en un proceso civil dado, y que genera consecuencias desfavorables para el
autor del abuso” .44
Lo sustancial de este instituto radica en que cuando concurre se da siempre un proceder
inadecuado, desviado, lo que puede ser el ejercicio desviado de un derecho de acción como también el
ejercicio inadecuado de un derecho de contradicción, y también puede darse un inadecuado ejercicio de
las potestades jurisdiccionales y también un inadecuado cumplimento de los deberes funcionales de los
magistrados. “Es un inadecuado ejercicio objetivo de poderes, deberes funcionales, atribuciones,
derechos y facultades en que puede incurrir cualquiera de los sujetos -principales o eventuales-
intervinientes en un proceso civil dado, y que genera consecuencias desfavorables para el autor del

43
1ªs Jornadas Nacionales de Ética de Abogados, IV Plenario de Ética del NOA, N.º 3, 2001, ps. 12 y 13.
44
PEYRANO, Jorge W., “Abuso de los derechos procesales”, Jurisprudencia Santafesina, Revista de Doctrina y Jurisprudencia de
la Provincia de Santa Fe N° 3, Panamericana, p. 267, cit. por AIRASCA, Ivana María, “Algunas reflexiones sobre el abuso procesal”,
LL Litoral.
.-:104:-.
La Revuelta
abuso”. 45
Es decir que, ya sea por el obrar de las partes, de los terceros partícipes del proceso o del mismo
juez, el proceso se ha desviado, se ha alejado de los fines técnicos que el ordenamiento jurídico le asignó
y para el cual fue creado y regulado, o bien se ha producido un exceso de poder que es jurídicamente
reprochable, que causa un daño procesalmente computable para la víctima del abuso, y que lo convierte
en una accionar que atenta contra la moral, la buena fe, el deber de colaboración y de cooperación de las
partes entre sí y con el juez, la igualdad de las partes, la economía procesal, la seguridad jurídica, el debido
proceso, y la justicia en general.
En nuestra legislación procesal provincial, no hay duda de la existencia de normas que reconocen a
los tribunales el poder-deber de prevenir y sancionar los actos abusivos o de inconducta procesal
perpetrados dentro del debate judicial: poder de policía de las audiencias (art. 56 y 57 del CPCC); las
multas las partes y a los letrados a pedido de parte por falta de probidad o buena fe (art. 83 y 84) y su
aplicación a otras conductas (arts. 160, 214, 250 etc.).
Por su parte, la Ley Orgánica del Poder Judicial establece en sus arts. 12 incs 5, 18 y 37 la posibilidad
oficiosa de los jueces, camaristas y miembros del TSJ de imponer multas que no superen los cincuenta jus,
sin perjuicio del recurso de reposición.
Al respecto y referida a la buena fe procesal y a la facultad disciplinaria de los magistrados se ha
expedido nuestro Alto Tribunal Provincial diciendo: “La potestad sancionatoria acordada a los jueces por
el art. 18 de la LOPJ hace al poder de policía de que está investido el Tribunal y su ejercicio no requiere
instancia de parte ni sustanciación previa... El deber de buena fe procesal es tal, no sólo frente a la
contraparte, sino también ante el órgano jurisdiccional, y su violación configura una de la “falta de
disciplina” a que se refiere el Art. 18 de la LOPJ...” 46
Se deben mencionar también las multas o sanciones pecuniarias impuestas a los distintos
profesionales cuando su actuar ha sido inoficioso o inconducente, o cuando la conducta ha sido temeraria
o maliciosas, entre las cuales se pueden mencionar las del art. 44 de la Ley 8226 (ausencia de regulación
de los abogados).
Por último, debemos referirnos al art. 280 del CPCC, que establece específicamente las sanciones
de las que son pasible el perito en el desarrollo de su función. Si bien dicha norma establece como
conductas sancionables la no aceptación del cargo o la falta o no cumplimiento del plazo para emitir el
dictamen, no ha existido óbice alguno para la Cámara (criterio que comparto ampliamente) de extender
las sanciones de la normativa citada a los casos de indisciplina o inconducta del perito, que puede
englobarse como dictamen deficiente y extenderse en esa inteligencia como conducta pasible de sanción.

II.11. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA


Los órganos jurisdiccionales deben fallar respetando el principio de congruencia, el cual, por un lado,
alude a la necesaria identidad jurídica que debe existir entre los sujetos, el objeto y la causa que
individualizan la pretensión, y los sujetos, el objeto y la causa sobre los cuales ha de recaer la decisión
jurisdiccional, y por otro lado exige que se complete y examine la oposición que la parte demandada
formula frente a la acción.47

45
PEYRANO, Jorge W, “Abuso de los derechos procesales”, en Abuso de los derechos procesales, obra colectiva del Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal, coordinada por José Carlos Barbosa Moreira, Editorial Forense, Río de Janeiro, 2000, p.
71.
46
TSJ Sala Civil. Auto interlocutorio N°246 del 31.07.98 “Balcón Jorge c/ Unión Obrera Metalúrgica Secc. Cba. Ordinario. Recurso
Directo” BJC Tomo II año 1998, pag.718.
47
DEVIS ECHANDIA, Teoría General del Proceso, Ed. Universidad, Bs. As., 1984, T.I., pág. 49).
.-:105:-.
La Revuelta
La ratio iuris de esta regla radica en el debido respeto a elementales garantías de raigambre
constitucional: por un lado, la de defensa en juicio, que implica otorgar a ambas partes la oportunidad
legal de defender cada una de las razones que sustentan sus respectivas pretensiones; y por el otro, la de
igualdad ante la ley, que constriñe a brindar a ambos litigantes respuesta jurisdiccional sobre todos y cada
uno de los puntos sometidos a juzgamiento. 48
Sin embargo, ello no es óbice a que, en determinados casos excepcionales, para asegurar otras
garantías constitucionales (específicamente la garantía de la tutela efectiva, eficaz y en tiempo útil de la
jurisdicción), se flexibilice la congruencia. Ello supone que el juzgador al hacerlo explicite y fundamente
sus razones, así como que controle y exprese los motivos por los cuales su decisión no afecta, en el caso,
la garantía de la defensa en juicio de los litigantes.
Con frecuencia, la rigidez conceptual y la incomprensión de los referidos parámetros dentro de los
cuales juega la congruencia procesal suelen desembocar en excesos rituales, que también constituyen
causal del recurso extraordinario federal. En efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el
célebre caso "Colalillo" (Fallos 238:550), consagró que "los ritos caprichosos que frustran la aplicación del
derecho, impidiendo conocer la verdad jurídica objetiva, no se compadecen con un adecuado servicio de
Justicia".

III. PRINCIPIOS PROCESALES APLICABLES EN MATERIA DE NULIDADES


De la lectura de los artículos 76 a 78 del CPCC se infieren una serie de presupuestos para que opere
la admisibilidad del incidente de nulidad. Estos principios son:
VII.1. Legalidad o especificidad
El art. 76 del CPCC establece que procede la nulidad de los actos procesales cuando la ley prevea
expresamente esa sanción (nulidades expresas), como sería la nulidad de la cédula de notificación cuando
no cumple los requisitos establecidos en el art. 156 (art.157 del CPCC). En este mismo contexto no
podríamos hablar de nulidad cuando la incumpliera el acompañar las copias con la notificación exigidas
por el art. 85 del CPC, ya que esa obligación no se encuentra conminada bajo pena de nulidad. Respecto
de este tema, ya se ha expedido la jurisprudencia sobre que “la omisión de acompañar la copia
correspondiente a la cédula, en principio no autoriza a peticionar la nulidad de la notificación sino tan sólo
la suspensión del plazo -en este caso- para contestar el traslado” 49, lo que se subsana ordenando una
nueva notificación en forma. Así se ha dicho: “No resulta nula la notificación por cédula cumplida sin la
copia pertinente, si pese a ello, permitió al destinatario conocer en tiempo su objeto esencial, implicando
tan sólo un acto irregular por incompleto, que legitima al interesado a denunciar dicha contingencia a los
efectos de lograr la suspensión del plazo respectivo.” 50.
Sin embargo, a falta de un texto imperativo, se faculta al juez a declarar la nulidad cuando el acto
carece de algún requisito indispensable para la obtención de su finalidad; se trata de las nulidades
llamadas implícitas. Dice el art. 76 del CPCC: “Procederá la nulidad de los actos procesales...cuando el acto
carezca de los requisitos indispensables para la obtención de su finalidad…”. Para la configuración de la
nulidad en este caso, no solamente es necesario tal carencia, sino que, además, es imprescindible que el
acto, no obstante, su irregularidad, no haya logrado la finalidad a que estaba destinado. Esto es lo que se

48
Tribunal superior de Justicia de Córdoba, “PETRINI HERMANOS SACIF C/ TINTILAY, CLAUDIA DEL VALLE- ABREVIADO-
CUMPLIMIENTO/RESOLUCIÓN DE CONTRATO - RECURSO DE CASACIÓN" (Expte. n° 2323193/36), Sentencia N| 174 del 29.12.15
49
Cámara Nacional Civil, Sala A, “Rizzo Gumersindo c. La Lumina S.A. y otra”, 06/08/1985, La Ley 1986-A-222.
50
Cámara Civil, Comercial, Trabajo y Contencioso Administrativo. de Villa Dolores (Córdoba), 09/11/04, Busto, Héctor A. y otra
c. Chiavazza, Arturo F. y otro; publicado en La Ley Córdoba 2005 p. 688.
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La Revuelta
denomina principio de finalidad incumplida, y que es coherente con el principio consagrado en nuestro
CPCC respecto a las formas de los actos procesales, que es el de la instrumentalidad o finalismo, conforme
al cual la posible invalidez de los actos del proceso debe juzgarse atendiendo a la finalidad que, en cada
caso concreto, está destinada a satisfacer51. Siguiendo estos lineamientos se ha entendido que, si la parte
ha tenido conocimiento de que se le ha corrido traslado de la demanda, y ha contestado dicho traslado,
no puede alegar la nulidad de la notificación con posterioridad al decreto que le ha dado por decaído el
derecho dejado de usar, porque debió presentarlo a los cinco días de conocido el vicio. 52

VII.2. Trascendencia
Este principio parte de la premisa que no existe nulidad por la nulidad misma y que ésta no puede
declararse en el sólo interés de la ley. La trascendencia se traduce en la existencia de perjuicio e interés
jurídico en su declaración. Este requisito implica que la nulidad sólo puede ser declarada cuando haya un
fin que trascienda la nulidad misma el que, en la mayoría de los casos, será relativo a la preservación del
derecho de defensa. Por ende, si el vicio no “trasciende”, afectando esa garantía o generando un
gravamen, la nulidad no será procedente. Cabe aclarar que no basta una invocación genérica del perjuicio,
sino que se debe indicar cuál es el agravio que le causa el acto irregularmente cumplido. El perjuicio debe
ser cierto, real e irreparable53.
Las nulidades no tienen por finalidad satisfacer pruritos formales, sino enmendar los perjuicios
efectivos que pudieran surgir de la desviación de las solemnidades del procedimiento, cada vez que esta
desviación suponga restricción a las garantías a que tienen derecho los litigantes54.
Con fundamento en este principio el TSJ ha dicho: “Un criterio razonable en lo que hace a la
descalificación de los actos formalmente viciados, debe tener en cuenta el grado de correspondencia
necesario entre la descalificación del acto, y la lesión que el mismo ha ocasionado; lesión esta, que si no
afecta el interés personal de una de las partes (nulidad relativa), debe violentar el orden público vigente
(nulidad absoluta)”55
En otra causa, el Máximo Tribunal provincial rechazó el agravio fundado en que no se le había
notificado al impugnante la audiencia a los fines de la lectura de la sentencia de Cámara; sosteniendo que,
si bien el vicio existió, al no mencionarse en la cédula respectiva el nombre del impugnante; este último
no se había visto privado del ejercicio de su legítimo derecho de defensa, desde que tuvo conocimiento
de la resolución dictada, al punto que interpuso recurso de casación en su contra. Afirmó que no existe la
nulidad por la nulidad misma. Sólo procede la nulidad de los actos procesales cuando afecta la defensa en
juicio, por lo que pese a la irregularidad que hubiere existido, si el acto ha logrado la finalidad a que estaba
destinado, debe desestimarse la pretensión anulatoria (Arg. art. 76 del C. de P.C., Ley 8.465)56.

51
Cámara 6ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Rennella Pedro Alejo c/ Dora Viviana Báez y ots. –PVE”, Sentencia. N° 126 del
03/10/00, inédito.
52
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (en pleno) “Disco SA c/ Municipalidad de Rio Cuarto-Acción de inconstitucionalidad”
Auto N.º 27 del 01.06.06, Semanario Jurídico N.º 1567 pág. 80. En el caso, la demandada ha planteado la nulidad de la
notificación recién cuando se le ha dado por decaído el derecho dejado de usar por haber evacuado el traslado en forma
extemporáneo. El Tribunal ha considerado que el vicio se encuentra convalidado.
53
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Alecy S.A. c/ Arístides Enrique Garbi y otro – Ejecutivo –
Recurso directo”, Sentencia. N° 115 del 28/08/01, Actualidad Jurídica On Line, Código 3603
54
Ídem nota anterior.
55
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Verzini, Raúl D. y otro c. Chancalay, Nicolás y otros”,
31/08/1998, La Ley Córdoba 1999, pág. 354.
56
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Egea, Andrés (H) y otros C/ Egea Hnos. S.A. - Amparo -
Recurso Directo”, Sentencia. N° 51 del 06/10/97, recibido por correo electrónico.
.-:107:-.
La Revuelta
El art. 77 prescribe que el incidentista deberá expresar el perjuicio sufrido del que derivare el interés
en obtener la declaración, o mencionar las defensas que no ha podido oponer. Se ha dicho que la intención
legislativa no es exigir ambos elementos a la vez (ya que es una “o”), sino al menos uno de ellos, ya que
hay casos en que no hay “defensas”, en sentido estricto, que oponer. Así, por ejemplo, al actor no puede
exigírsele que oponga “defensas”, ya que, generalmente, no resiste una pretensión, sino que la ejercita.57
Además, se ha expresado que cuando el vicio atañe a la citación inicial, el perjuicio se presume y no debe
exigirse expresión alguna al respecto.58. El Tribunal cimero provincial ha afirmado que “en ese caso, el
agravio surge evidente y se presume, desde que el vicio impide la contestación de la acción, afectándose,
en su máxima expresión, el derecho de defensa y el principio de bilateralidad…” 59. También se ha
manifestado que, cuando se trata de la citación inicial, el perjuicio se presume y no debe ser invocado
puesto que la indefensión es absoluta, siendo innecesario enumerar las defensas que no se han podido
oponer, ya que la persona no se ha enterado de la acción entablada en su contra60.

VII.3. Convalidación
Para que proceda la nulidad es indispensable que la omisión o el acto defectuoso no haya sido
convalidado, expresa o tácitamente.
Por regla general, la irregularidad de un acto procesal es susceptible de convalidarse mediante el
consentimiento de la parte a quien ella perjudica. Este principio deriva del carácter relativo que, en
principio, tienen todas las nulidades procesales, con las salvedades ya vistas. En este sentido ha dicho el
TSJ “En otras palabras, en nuestro ordenamiento adjetivo vigente, como regla no existen nulidades
absolutas, por el contrario, ellas son relativas y consecuentemente, subsanables. Es decir, las
irregularidades de los actos procesales (dentro de los cuales se encuentra incluida las resoluciones
judiciales) quedan convalidadas si tal vicio no tiene trascendencia ni conlleva un perjuicio para el derecho
de la defensa en juicio”61
Los actos viciados, o supuestamente viciados, se consolidan si no se los ataca en tiempo hábil o sea
dentro de los cinco días fatales que se cuentan desde que se conoció el vicio, art. 78 CPC. La convalidación
se apoya en el principio de que, frente a la necesidad de obtener actos válidos y no nulos, se halla la
necesidad de obtener actos firmes, sobre los cuales pueda consolidarse el derecho y, también, porque se
presume que, si el afectado por el vicio no lo hace valer, no existe un perjuicio grave y renuncia a su
facultad de impugnar el acto de que se trate. Esto va unido al principio de conservación de los actos.
Existe convalidación expresa cuando el perjudicado se presenta y ratifica el acto viciado, y
convalidación tácita, cuando no se impugna el acto defectuoso dentro del plazo legal. El TSJ ha dicho que
"Las nulidades de procedimiento admiten su saneamiento como consecuencia del concurso de la voluntad
de las partes puesta de manifiesto expresa o tácitamente, al notificarse el acto o al transcurrir el plazo

57
Cámara 8ª Civil y Comercial de Córdoba, “ICI Argentina SAIC C/ Daniel Víctor Regondi – ordinario – recurso de casación”,
Auto N° 171 del 05/08/02, inédito.
58
Cámara 4ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Casasola Gerónimo T. C/ Susana Gloria D´Ottavio, Abreviado”, Auto N° 126
del 27/02/03, Semanario Jurídico N° 1401, Pág. 255.
59
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Guzmán Luis Gaspar y otra c/ Gustavo Spinozzi y otro- Acción
autónoma de nulidad- Recurso de Casación”, Sentencia N.º 48 del 21.04.05, Diario Jurídico N.º 711, del 02/05/05. Ver también:
Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, "Sosa de García, María A. c/ Rosa Sabina Juárez y otros - PVE", Auto N.º 648 del
27.08.02, Semanario Jurídico. N.º 1380, Pág. 280; Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Ventura Héctor H. c/ Franciosi
Sergio E. –Ordinario- A. N° 100, 18/04/05, recibido por correo electrónico.
60
Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Espinosa Centeno Elena- Declaratoria de Herederos”, Auto N.º 230, de fecha
30.06.04, recibido por correo electrónico.
61
Tribunal superior de Justicia de Córdoba, Sala civil y Comercial, “Marín José Alejandro C/ Bibas Ana Cristina – Desalojo Por
Abandono – Recurso Directo”, Sentencia N.º 567 del 08.06.04, Semanario Jurídico N.º 1468 p. 156
.-:108:-.
La Revuelta
acordado para impugnarlo, sin que ello acontezca, en virtud de la preclusión. Es decir que lo fundamental
para la consolidación del proceso es la materialización de los actos procesales firmes y no la obtención de
actos formalmente inmaculados"62.
La doctrina y la jurisprudencia reinante han considerado como acto convalidable por antonomasia,
el decreto de autos firme. Esto es así, ya que si las partes consienten el decreto de autos quedaría saneada,
en principio, toda irregularidad procesal anterior en el trámite. Se ha dicho sobre el tema que “La nulidad
por defectos de procedimiento debe ser reclamada en la instancia en que ha tenido lugar, convalidando
el consentimiento del llamamiento de autos, todos los pretendidos vicios anteriores"63.En igual sentido,
se ha entendido que “el vicio ha sido convalidado al no haberse planteado el incidente en el término de
cinco días. Una vez firme el decreto de autos, queda consentido todo lo actuado, precluye la etapa de
tramitación de la causa, y con él la posibilidad de invocar nulidades del procedimiento…” 64 :”El vicio in
procedendo, de existir, resulta convalidado al no haberse planteado el incidente de nulidad
correspondiente antes del dictado del decreto de autos. No existen nulidades procesales de carácter
absoluto. Una vez firme el decreto de autos queda consentido todo lo actuado. La irregularidad de un
acto procesal entonces, de existir, es susceptible de convalidarse mediante el consentimiento de la parte
a quien ella perjudica. Los actos viciados, o supuestamente viciados, se consolidan si no se los ataca en
tiempo hábil…”65 En igual sentido se ha expedido recientemente el TSJ de Córdoba al decir: “El
consentimiento de la providencia que dispone el llamado de autos tiene virtualidad para purgar cualquier
defecto o error de procedimiento de fecha anterior al dictado de la resolución judicial, ello así como
corolario de la regla irrefragable de la relatividad de las nulidades procesales, susceptibles de ser
convalidadas por el consentimiento expreso o tácito de la parte a la cual perjudican.” 66 En dicho fallo el
Máximo Tribunal provincial fundamenta su postura en que la inactividad de la parte en la etapa pertinente
no lo autoriza a pretender, con posterioridad, retrotraer el procedimiento para hacer valer supuestas
nulidades ya consentidas. Nadie puede invocar un derecho que está en pugna con su propio accionar
porque ello importa una renuncia tácita que invalida la pretensión.
Ahora bien, dentro de las salvedades a este principio, podemos citar como ejemplo la jurisprudencia
que expresa que no existe convalidación de la nulidad por vicios de la citación inicial, si el demandado
pudo tomar conocimiento del juicio por haberse trabado una medida cautelar sobre sus haberes; ésta
última es una medida preventiva, unilateral, mientras que el trámite del juicio debe garantizar la
bilateralidad, por lo que, el conocimiento de la existencia del embargo no implica que por ese medio se
le haya corrido traslado de la demanda.67 Contrariamente, en un caso de embargo de bienes muebles se
ha entendido que “si el incidentista ha tomado conocimiento del embargo, ha tomado conocimiento de
la existencia del juicio y no pudo dejar que se tramitara íntegramente este último para acusar la falta de

62
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil, Comercial y Contenciosos Administrativo, “Rothlin, Francisco E. y otra c.
Antonio M. Tofanelli (Nulidad-Recruso de revisión), abril 6-979, Boletín Judicial de Córdoba Tomo XXIII-93.
63
Digesto Jurídico La Ley, Derecho Procesal, Tomo XI-3, Pág.225, sumario 287, en igual sentido sumarios 294 y 300; Cámara 4ª
en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Giayetto Carlos Alberto c/ Iván Alberto Moyano o Juan Alberto Moyano – Ejecutivo”
Sentencia N.º. 47 del 12/05/00, inédito.
64
Cámara 8ª en lo Civil y Comercial de Córdoba. “Aguirre Luciana y otros c/ Ginesta y/o Ginestar Carlos Alberto y otros-
Desalojo-Tenencia precaria”, Sentencia N.º 14 del 27.02.07, Semanario Jurídico N.º 1601 p.457.
65
Cámara 8ª en lo Civil y Comercial de Córdoba “Aguirre Luciana y otros c/ Ginesta y/o Ginestar, Carlos Alberto y otros-
Desalojo-Tenencia precaria”, Sentencia N.º 14 del 27.02.07, Actualidad Jurídica N.º 124 p. 8185.
66
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, AI N.º 5 del 05.02.10, “Castellano Alberto O. C/
Municipalidad de Rio II-Recurso de apelación-Cpo de copias de Castwellano AO-Recurso de Casación”, Actualidad Jurídica
Nª186 pag.1036.
67
Cámara Civil, Comercial y Familia de San Francisco (Córdoba), “Perret Daniel C/ Adrián Alejandro Saravia – Demanda
Repetición”, Auto N° 113 del 25.10.06, Semanario Jurídico N°1587, p. 817.
.-:109:-.
La Revuelta
citación recién cuando la sentencia ya estuviera dictada. La ley no consiente esta especulación, no permite
que la parte que se halla en conocimiento del acto nulo fije a capricho el momento de hacer valer la
nulidad.”68
Asimismo, se ha entendido que no es convalidable la nulidad derivada de demanda contra una
persona fallecida, pese al comparendo posterior de un heredero; ya que la manifestación de este último
de su condición de único heredero, no obstaba a que el juez realizara la citación por edictos; el
conocimiento de la existencia del juicio por parte de alguno de ellos no es oponible a los demás.69

VII.4. Protección
Este principio se encuentra receptado en el art. 78, inc. 4, del CPC en la parte que reza que no será
admitido el pedido de nulidad cuando el peticionante haya dado lugar a la misma. Es decir, para que la
nulidad sea procedente, el vicio no debe ser imputable al solicitante de la declaración. Esto surge del
aforismo "nadie puede alegar en su defensa su propia torpeza”.
El llamado “principio de protección” también está consagrado en el art. 1047 del C.C. (art. 387 del
CCCN), que prescribe: "...la nulidad puede alegarse por todos los que tengan interés en hacerlo, excepto
el que ha ejecutado el acto, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba", ergo, se excluye la
sanción de nulidad cuando el vicio emana del propio nulidicente.
Así se ha dicho, por ejemplo, que no puede amparase en la nulidad quien ha suscripto un título,
consignando su domicilio, sin aclarar las dificultades que existían para la recepción de la correspondencia
dirigida a él, y que luego invoca esas mismas razones para tratar de obtener la invalidación de la
notificación70.

IV. CONCLUSION
Es importante tener en claro los principios procesales ya que los mismos resultan pilares básicos a
los fines de la interpretación de los jueces en cada caso concreto.
Ellos garantizan la defensa y mantenimiento de los principios generales del derecho como son el
respeto a la debida defensa en juicio, la buena fe, el no abuso, etc., los cuales, sin duda alguna, resultan
ejes esenciales para una correcta administración de justicia.

68
Cámara 3ª en lo Civil y Comercial de córdoba, “Bicicletas Tomaselli S.A: c/ Tomás Lara-Embargo Preventivo-Ordinario”,
Auto Interlocutorio N.º 56 del 23.03.03, Actualidad Jurídica N.º 51, p.3139.
69
Cámara Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San Francisco (Córdoba), “Municipalidad de San Francisco c/
Traiano Fillipetti-. Demanda Ejecutiva”, Auto N.º 64 del 31.07.07, Diario Jurídico N.º 1244 del 14.08.07
70
Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Empresa Juan Carlos S.A. c/ Sergio Cordero – ejecutivo”, Auto N° 131 del
13/04/04, recibido por correo electrónico.
.-:110:-.
La Revuelta
2.2.1
PRINCIPIOS PROCESALES
Material sobre Principios del
Derecho Laboral

.-:111:-.
La Revuelta
30 Derecho Procesal del Trabajo 31
Parte General

judicial en la provincia de Córdoba participa de esas mismas características. tución procesal a la realidad en la cual actúan o deben actuar, amplian-
Toselli-UIla (10) indican que el proceso judicial laboral es: do o restringiendo la esfera o criterio de su interpretación" (11).
a) público: porque surge del Estado. Es indisponible por las partes del Por ello podría señalarse que los principios del derecho procesal del tra-
proceso, en función de los principios del orden público laboral y de bajo que inspiraron el Código Procesal del Trabajo en la provincia de Córdoba,
irrenunciabilidad; constituyen "el conjunto de orientaciones normativas fundamentales que
b) instrumental: porque es el medio por el cual se realiza el derecho definen el carácter de un determinado procedimiento". Constituyen la
"esencia" del proceso, marcando los lineamientos que debe perseguir ellegis-
positivo de fondo, el derecho sustancial del trabajo;
lador al imponer las normas de procedimiento y que sirven de nexo entre las
c) secundario: porque dependerá para su aplicación del derecho positivo
diferentes instituciones procesales en aras de proteger al trabajador para con-
de fondo. Para que exista acción habilitada debe existir una norma sustancial
seguir la justicia en las decisiones de los jueces.
que contemple o comprenda el derecho denunciado como infringido o violado;
Ello se explica en función de las características y particularidades que
d) autónomo: porq!1e sus normas tienen valor por sí mismas. No están presenta el procedimiento laboral en la provincia de Córdoba, en cuanto reúne
supeditadas a la preexistencia de otros derechos adjetivos para su operatividad. notas tipificantes y normativas específicas que 10 diferencian de otros proce-
Se trata de una regulación que tiene vida propia, más allá de cierta dimientos (civil, comercial, incluso laborales, en otras provincias de la Repú-
supletoriedad, qu.e por vía de remisiones directas o indirectas pueda realizar a blica Argentina). Siguiendo en el concepto a Baylos Grau (12), los caracteres
otros ordenamientos procesales afines. tradicionales del proceso de trabajo, en cuanto especialidad' significante de
En ese sentido se agrega que el arto 114 C.P.T. establece que el Código éste respecto del proceso civil, se resumen en las cuatro notas que menciona
Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba y las leyes que 10 del arto 74.1 de la ley procesal del trabajo: inmediación, oralidad, concen-
tración y celeridad. Se trata de principios que tienden a hacer posible los

.-:112:-.
modifican, serán de aplicación supletoria en los casos en que no estén espe-

La Revuelta
cialmente regidos por esta ley. propios fines del derecho del trabajo, dada la inescindible relación entre nor-
mas sustantivas y procesales en esta rama del derecho, y que al mismo tiem-
po, concretan y garantizan el derecho a la tutela judicial efectiva.
Este distinguido catedrático de la Universidad de Castilla - La Mancha,
e. Principios del derecho procesal del trabajo en el Código Procesal del expone en la obra citada a cuatro principios fundamentales: inmediación,
Trabajo de fa provincia de Córdoba (ley 7987) oralidad, concentración y celeridad, agregando además los principios de
gratuidad, publicidad y el de impulso de oficio, entre otros y que resultan simi-
lares a los existentes en el Código Procesal del Trabajo de la provincia de
e .1. Concepto
Córdoba, tal como se desarrollarán en este capítulo.
El Código Procesal del Trabajo de la provincia de Córdoba posee princi-
pios que remarcan su autonomía y especialidad, constituyendo líneas o direc-
trices sobre las que se asienta el procedimiento laboral. La doctrina los ha
conceptualizado como "los presupuestos que determinan la existencia fun-
cional de un ordenamiento proce~al determinado, vinculando cada insti-

(I1)OSTOICH, José Vicente M., ob. cit., 2000, citando a Clemente Díaz y Ramiro
Podetti, p. 30.
(lO) TOSELLI,Carlos Alberto, Derecho del trabajo y de la seguridad social, 2" ed., Alveroni, (12) BAYLOSORAU, Antonio, Instituciones del derecho procesal laboral, Trotta, Espafia,
Cba., 2006, 1. 11, ps. 300 y 301. 1992, p. 106. .
32 Derecho Procesal del Trabajo 33
Parte General

e.2. Funciones jurídica al preservar la unidad sistémica del derecho, evitando que tanto ellegis-
Entre sus funciones, se destacan las siguientes: lador -al sancionar la ley- como el juez -al inte..pretarla- se aparten del sistema.
a) Sirven de base previa para la estructuración de las leyes procesales
(13), pudiendo estar explícitamente expresado, como ocurre con el impulso
procesal de oficio (art. 15) o aparecer implícitamente consagrados en las
e.3. Enumeración
disposiciones legales, como ocurre con el principio de celeridad, cuando esta-
blece, por ejemplo -términos breves e improrrogables (art. 18)- o la simplifica- En realidad, todos los principios del derecho procesal del trabajo son, en
ción de formas (arts. 33,29,46,47), etc. (14). definitiva, una derivación del principio protectorio instituido para el trabaja-
dor en las diferentes normas sustantivas, aunque no existe coincidencia ab-
b) Facilitan el estudio comparativo entre diversos ordenamientos proce-
sales vigentes y los antecedentes históricos de todo sistema procesal (15). soluta entre los diversos autores sobre la enumeración de estos principios.
Por ello se efectuará una enumeración amplia, que sea comprensiva de su
c) Expresan valoraciones jurídicas y, por lo tanto, se convierten en instru-
mentosauxiliares de la función interpretativa (Ostoich). contenido. Ellos son:
d) Concretan y mediatizan las garantí~s constitucionales, ya que en cada
uno de ellos puede encontrarse un entroncamiento directo con una norma - Principio de gratuidad
constitucional (16), como por ejemplo, el derecho de defensa, el debido proce- Por este principio se garantiza al trabajador el derecho de defensa a tra-
so, el principio.de igualdad, etc .. vés de la gratuidad de los procedimientos, administrativos y judiciales, de modo
Se agrega además que, tal como sucede con los principios del derecho del que dicho derecho no resulte comprometido por el costo económico que po-
trabajo que le dieron su autonomía, se resumirían las siguientes funciones: dría significar para el dependiente, cuando ese costo pueda ser una limitación
a) Informativa u orientadora: sirven de base o inspirall al legislador y para su ejercicio. Apunta fundamentalmente a que el trabajador tenga acceso

.-:113:-.
a la justicia de manera libre y sin entorpecimiento fiscal, tasa de justicia o

La Revuelta
actúan como fundamento del ordenamiento jurídico;
cualquier otro emolumento que deba afrontar para iniciar ante los tribunales
b) Normativa o integrativa: actúan como fuentes supletorias en caso de
laborales su pretensión o efectuar reclamaciones administrativas previas o
ausencia de ley; integran el derecho;
durante el juicio. Así se expresa en la gratuidad de los procedimientos admi-
c) Interpretgtiva: operan como criterios orientadores del juez como direc- nistrativos (ante reclamaciones en el Ministerio de Trabajo, organismos
tor del proceso y lo conduce hacia la interpretación más adecuada y correcta. previsionales, obra social, etc.) y, en la posibilidad de obtener patrocinio letra-
Grisolía (17) agrega una cuarta función denominada: ,"Unificante o de ar- do gratuito, remitir cédulas de notificaciones, librar oficios judiciales, etc ..
monización de, política legislativq y judicial", ya que vela por la seguridad No solamente se manifiesta como un principio procesal, sino también sus-
tancial. Así, la ley de contrato de trabajo (t.o. por decr. 390/76, publicado en el
B.O., el 21/5176), el arto 20 señala que '.'el trabajador o sus deréchohabientes
gozarán del beneficio de la gratuidad en los procedimientos judiciales o admi-
(13)OSTOICH,José Vicente M., citando a PODETTI,Ramiro, Tratado de la competencia, nistrativos derivados de la aplicación de esta ley, estatutos profesionales o
Ediar, Ss. As., 1973, p. 74. convenciones colectivas de trabajo".
(14)OSTOICH,José Vicente M., op. cit., p. 30. A su vez, la ley nacional 23.789 (B.O., 31/7/90) dispuso un servicio de
(15) OSTOICH,José Vicente M., citando a COUTURE,Eduardo, Prólogo a la obra de WYNESS
telegrama y carta documento para los trabajadores dependientes, los jubilados
MILLAR,Robert, Principios formativos del procedimiento civil, Ediar, Ss. As., 1945. p. 30.
y los pensionados, absolutamente gratuito a fin de que, por cualquier asunto
(16)DÍAZ, Clemente, Instituciones de derecho procesal, t. 1, ps. 212/213, citado por
OSTOICH,José Vicente en obra señalada, p. 30. relacionado con reclamos laborales y/o previsionales puedan acceder a esta
(17) GRISOLÍA,Julio Armando, Manual de derecho laboral, 2" ed., Lexis Nexis, Ss. As., instancia administrativa previa de manera gratuita. De esta forma, el trabaja-
2005, p. 56. dor podrá, previamente al inicio de cualquier reclamación judicial, realizar
34 Derecho Procesal del Trabajo 35
Parte General

intimaciones por telegrama colacionaqo laboral en el Correo oficial, formular pago de tasa de justicia y de aportes, debiendo afrontar solamente los honora-
denuncias ante la autoridad de aplicación, etc., sin costo alguno. rios de su letrado o apoderado, que en la mayoría de las veces, han suscripto
Por su parte, el Código Procesal del Trabajo en su arto29 dispone que "en un "pacto de cuota litis", donde se acuerda que si la demanda es desestimada
los juicios del fuero del trabajo el Estado anticipará los gastos al trabajador y a total o parcialmente, el letrado no percibirá honorarios o los percibirá propor-
las partes que gocen del beneficio de pobreza, sin perjuicio del reintegro por la cionalmente al éxito obtenido en la sentencia.
parte condenada a ellos". Además se prevé en el arto 5° C.P.T., la actuación
del asesor letrado del trabajo, en representación y defensa de los trabajado-
- Prohibición de afectar la vivienda al pago de costas
res, cuando
9. ,f
fuere requerida su asistencia por éstos o por el tribunal.
El arto 20 L.C.T., previo a consagrar el principio de gratuidad de los pro-
De acuerdo con estos dispositivos legales citados, el principio de gratui- cedimientos, garantizando al trabajador el ejercicio del derecho de defensa,
dad no il1)plica un~ gratuidad absoluta, pues él Estado es quien anticipa los
establece que "su vivienda no podrá ser afectada al pago de costas en caso
gastos, pero si el trabajador resultara perdidoso y, por ende, condenado a abo-
alguno" _2° párrafo-o
nar I,as c~stas del proceso en el juicio que inició, deberá afrontarlas (art. 28
En ese mismo sentido, el Tribunal Superior de Justicia (19) sostuvo: "El arto
C.P.T.). En definitiva, lo que se pretende es que se haga posible el acceso a la
20 de la ley20.744, previo a consagrar el principio de gratuidad de los proce-
justicia por parte del trabajador, sin necesidad de contar con fondos suficien-
dimientos, garantizando al trabajador el ejercicio del derecho de defensa, es-
tes para abonar los gastos de iniciación del juicio y de tramitación, como ocu-
tablece que "su vivienda no podrá ser afectada al pago de costas en caso
rre en los procedimientos civilés y comerciales, ya que en estos procedimien-
alguno" _2°párrafo-o "Así, sustrae del conjunto del patrimonio :-prenda común
tos, si el justiciable no posee los recursos suficientes para afrontar los gastos
de los acreedores- la casa-habitación de quien reclamó judicialmente rubros
de justicia, debe iniciar un incidente denominado "beneficio de litigar sin gas-
que, en el razonamiento del hombre medio, son de naturaleza laboral y resultó

.-:114:-.
tos" que se tramita por cuerda separada y en el que debe acreditar su insufi-

La Revuelta
perdidoso ... ". " ... Aunque no se acreditara el vínculo laboral del actor
ciencia económica.
-incidentista- con el demandado, si se verificó la relación de dependencia con
En cambio, para el trabajador, la ley adjetiva y de fondo presume que el
el otrora ca-demandado -padre del accionado y en contra de quien se desistió
trabajador es hiposuficiente, no tiene esos ingresos y, a fin de evitar este
de la acción antes de la audiencia de conciliación- cabe concluir que se está
incidente de litigar sin gastos, el Estado los adelanta, tanto en reclamaciones en presencia de un trabajador al que se le desestimó su pretensión en virtud de
administrativas,como judiciales. Se prevé la posibilidad de que el Estado lo una "confusión con el empleador" que lo llevó a accionar del modo que lo hizo.
auxilie económicamente para actos necesarios del proceso que generan Yen ese contexto, aparece reñido con la teleología de la norma despojarlo de
costos, tales como notificaciones a testigos o a parte demandada de extraña la protección que aquélla le brinda sólo porque -pese a ser trabajador- no lo
jurisdicción, oficios a reparticiones públicas que perciben aranceles para sus fue del demandado. Máxime si en el dispositivo -arto 20 L.C.T.- también am-
actuaciones, e inclusive debe adelantarle los montos necesarios para poder para a los "derechohabientes" aunque no revistan aquel carácter. Lo contra-
realizar el acto de la subasta, naturalmente que en este caso con cargo de rio implicaría que en situaciones que resulten dudosas o de difícil probanza se
oportuna devolución al Fondo Especial creado por el segundo párrafo del desaliente el acceso a lajusticia, aspecto que, precisamente, es lo que ellegis-
arto 29 de la ley 7987 (18). lador quiso evitar ...".
Sin perjuicio de ello, el arto.28 C.P.T. faculta al juzgador a imponer las " ... La prohibición del arto20 L.C.T. no exime de responder el actor venci-
costas del proceso por el orden causado, cuando existan motivos o razones do, pudiendo los acreedores hacer efectivos sus créditos sobre los demás bienes
fundadas que justifiquen esa forma de imposición, quedando así eximido del

(19)T.SJ., Sala Laboral, Sent. N° 150,30/11/06, autos: "Meynet, Carlos R. y otro el


(18)ToSELLI Carlos - ULLAAlicia, op. cit., p. 30.
Mace S.R.L. y otros - Demanda - Rec. de casación".
,
36 Derecho Procesal del Trabajo Parte General 37

e ingresos de aquél, siempre que se respeten las restricciones fijadas en el régi- ta más valiosa. En contraposición con el procedimiento escrito, que por lo
men legal. De tal modo, no se afecta garantía constitucional alguna ...". general es engorroso y lento, la oralidad se impone como una necesidad para
la tramitación con celeridad de un procedimiento judicial que cubre las expec-
- Principio de oralidad tativas del justiciable y que resulta de fundamental importancia para el
Vélez Mariconde (20) señala que la oralidad es la forma natural de ~scla- averiguamiento de la verdad real.
recer la verdad, de reproducir lógicamente el hecho, de apreciar la condición La oralidad permite que el ju:zgador pueda estar frente a las partes del
de las personas que suministran tales elementos, de proscribir cortapisas y proceso, a los testigos y a los peritos, percibiendo sus actitudes, gestos, pala-
limitaciones subjetivas que derivan del procedimiento escrito, de hacer impo- bras, que le permitan apreciar en forma directa y objetiva los hechos tal cual
sible o muy difícil toda argucia dirigida a entorpecer el descubrimiento de la sucedieron en la realidad. En definitiva, este principio de oralidad permite y
verdad. Significa que todos los actos procesales, a excepción de la demanda, ayuda a establecer la verdad real por encima de la verdad formal, siendo
deben realizarse en forma oral, aunque luego se documente en actas del jui- propia de los procedimientos judiciales con instancia única, en juicio oral,
cio. En materia laboral, el juicio es conocido como juicio oral y esa caracterís- público y continuo, con tribunales colegiados, como sucede en la provin-
tica tiene especi,al repercusión en lo que se refiere a la valoración de la prueba cia de Córdoba y en algunas otras provincias de la República Argentina, no
por el órgano judicial. rigiendo en los casos de procesos escritos con doble instancia.
Por oralidad se entiende la "relación inmediata entre los jueces y las El C.P.T. instituye en su arto 581a regla de la oralidad señalando que: "En
personas, cuyas declaraciones los mismos están llamados a apreciar; la audiencia de vista de Gausa deberán observarse las siguientes reglas: 1) el
significa también una racional contemporización de lo escrito y la pala- debate será oral, público y continuo -bajo sanción de nulidad-; pero el tribunal
podrá decidir, aun de oficio, que total o parcialmente se efectúe a puertas

.-:115:-.
bra como medios diversos de manifestaciones del pensamiento" (21); trae

La Revuelta
aparejado la inmediación' y para los defensores del sistema "representa una cerradas cuando así lo exijan razones de moralidad y orden público. 2) El
forma esencial para la recta administración de justicia" (22). presidente controlará la presencia de testigos y peritos, si resulta necesaria
Somaré y Mirolo (23) señalan que en el proceso del Trabajo de Córdoba, la de estos últimos. No podrán comunicarse entre sí ni con otras personas, ni
ser informados de lo que ocurre en la Sala de Audiencias, pudiendo ordenar
podría decirse que la importancia de todo su procedimiento, desde la interpo-
el presidente, aun después de la declaración, que permanezcan en la antesa-
sición de la demanda, en adelante se asienta en tres pilares que resultan fun-
la. 3) El presidente dirigirá el debate, ordenará las lecturas necesarias, hará
damentales, esto es, la conciliación: la audiencia de vista de causa, y el recur-
las advertencias legales, recibirá los juramentos, moderará la discusión e
so de casación: De la conjunción arm?nica de ellos depende ,en gran parte, la
impedirá derivaciones que no conduzcan al esclarecimiento de la verdad, sin
eficiencia y celeridad d~l proc~dimiénto instituido,col1stituyendo la oralidad
coartar el derecho de defensa. Si por razones de tiempo, no pudiera termi-
de la audiencia de vista de causa, que es en verdad donde se concentran los
narse el debate en el tiempo señalado, el tribunal continuará el acto en días
elementos probatorios más relevantes para administrar justicia, su herramien-
subsiguientes, hasta su finalización". A esta instancia única yen juicio oral y
continuo, con tribunales colegiados, se la considera un principio medular del
proceso laboral en Córdoba.
Las ventajas que se preconizan en favor de la oralidad consisten en la
(20) VÉLEZ MARICONDE,Alfredo, Estudios de derecho procesal penal, U.N.C., Cha., 1956, concentración de los actos procesales, en una o varias audiencias, en la elimi-
t. II, p. 81.
nación de los traslados, de las notificaciones, en la mayor rapidez de los trámi-
(21) TOSELLI - ULLA, citando a CHIOVENDA,Giuseppe, Ensayos de derecho procesal civil,
EJEA, Bs. As. 1949, t. II, p. 28. tes, en impedir la delegación de la función judicial, en asegurar la inmediación
(22)OSTOICH, José Vicente M., op. cit., p. 32. del magistrado con las partes y los testigos, en el contacto directo con los
(23) SOMARÉ, José I. - MIROLO René R., oh. cit., p. 381. elementos de prueba y en la mayor libertad en la apreciación de ésta.
38 Derecho Procesal del Trabajo Parte General 39

Se señala que la oralidad es la característica del proceso laboral, que aun que en función de los intereses en juego es de naturaleza alimentaria, sea lo
las actuaciones escritas de la etapa conciliatoria, deben oralizarse mediante más breve que resulte posible, incluyendo la necesaria celeridad del proceso,
su lectura al comienzo de la audiencia de vista d~ causa. También deben ser la búsqueda de la continuidad, con términos perentorios y fatales (26).
orales, el informe sobre el mérito de la causa y la lectura de la sentencia. Por su parte, Ostoich (27) lo conceptualiza como principio de "economía
Empero, se admite la omisión de la lectura de demanda, contestación y ac- procesal", incluyendo en este principio a la concentración o continuidad,
tuaciones de prueba por acuerdo de partes. Y también puede suprimirse la pretendiendo reunir toda la actividad procesal en la menor cantidad de actos
lectura de sentencia si las partes se notifican en la oficina. En cuanto a los procesales; la eventualidad, por la cual todas las alegaciones que son pro-
alegatos, se establece una excepción parcial, ya que por el arto 60 in fine se pias a cada uno de los periodos preclusivos, deben plantearse en forma simultá-
autoriza a dejar apuntes sobre el mérito de la causa inmediatamente des- nea y no sucesiva (por ej., oponer todas las excepciones dilatorias al mismo
pués de pronunciado el alegato. Esto es, los apuntes complementan el alega- tiempo y en su solo escrito); la celeridad, evitando la prolongación de plazos y
to oral pero no lo sustituyen. Salvo estas excepciones, la violación de la eliminando los trámites procesales superfluos o dilatorios; saneamiento o
oralidad anula la audiencia (24). expurgación, dándole facultades al juez para subsanar defectos o disponer
diligencias tendientes a evitar las nulidades; la inmediación del juez; la conci-
Dentro del concepto de juicio oral, tenemos como elementos anexos, la
liación; la facultad de resolver ultra petita; la identidad fisica del magis-
identidad física del magistrado, la inmediación, la concentración, la publicidad
trado; la inversión de la carga probatoria y, el proceso de instancia única.
y que el tribunal sea colegiado.
No obstante los diferentes criterios enunciados en cuanto al contenido del
principio de celeridad, podría afirinarse que el e.p.T. posee técnicas referidas
- Principio de "celeridad a él y que le son propias, entre ellas:

.-:116:-.
Antonio Baylos.Grau (2$), señala que el principio de celeridad tiende a

La Revuelta
1) el impulso procesal de oficio (art. 15 ley 7987): el procedimiento
evitar el "efecto de extenuación" .en el acceso a la justicia contra el que se deberá ser impulsado por el tribunal aunque no medie requerimiento de
configura el proceso del trabájo. Es una, de las consecuencias del derecho a parte. Los letrados deberán colaborar en el diligenciamiento de la prue-
un proceso sin dilaciones indebidas, la que se expres~ de plazos breve~ y ba, a cuyo fin deberán ser autorizados por el tribunal;
perentorios en las actuaciones judiciales, en la c~lificación de determinadas
2) términos perentorios y fatales (art. 18 ley 7987): los términos pe-
actuaciones como urgentes e incl~so en la posibi~idad ,de rechazar de .oijcio
rentorios son improrrogables, salvo las excepciones previstas' en la pre-
por los órganos judiciales los actos de parte con finalidad d~latoria.
sente ley. El vencimiento de un término fatal, sin que se haya cumplido el
Significa que el proceso debe ser sustanciado y resuelto sin dilación, pro- acto para el que está determinado, importará automáticamente' el cese
curando eludir las causas que lo. demoren, simplificando los trámites, supri- de la intervención en la causa del tribunal al que dicho plazo le hubiese
miendo los que río sean sustanciales, estableciéndose)ímjtes para l~ realiza- sido acordado. El Tribunal Superior de Justicia dispondrá el modo en
ción de los actos procesales por parte de los litigantes, del juez y de los auxi- que se producirá su reemplazo. El magistrado o funcionario judicial sus-
liares de lajusticia.
tituido será pasible de la apertura del procedimiento del Jurado de En-
Toselli-Ulla denominan a este principio como ''principio de concentra- juiciamiento. Esta disposición no será aplicable a quienes intervengan
ción ", señalando que se debe tender a que los actos procesales se agoten en por subrogaCión en caso de vacancia o licencia. Para los sustitutos se
su mayor extensión, tratando, de esa manera, de lograr que el proceso laboral,

(24) RUBIO, Luis - REINAUDI,Luis, Código Procesal del Trabajo, Lemer, Cba., 1991, p. 120. (26)ToSELLI-ULLA, op. cit., p. 29.
(25) BAYLOS GRAU, Antonio, op. cit., p'-106. (27)OSTOICH, José Vicente M., op. cit., p. 35.
40 41
Derecho Procesal del Trabajo Parte General

computarán los plazos íntegros, a partir de su avocamiento los que se- trabajador no tiene acceso, como son los libros laborales, contables, impositivos,
rán fatales con idénticas consecuencias. Asimismo el arto 66 en cuanto legajos, planillas, etc ..
determina que "la sentencia se dictará dentro de los treinta días de clau- Es por ello que el arto39 C.P.T. establece que "Corresponderá al empleador
surado el debate bajo sanción de nulidad"; o el arto 67, "la sentencia la prueba contraria a las afirmaciones del trabajador cuando: 1) el trabajador
deberá dictarse dentro del término fatal de un año a contar desde que el reclame el cumplimiento de obligaciones impuestas por la ley o las convencio-
tribunal se avocó a la causa ... ". nes de trabajo o laudos con fuerza de tales. 2) Exista obligación de llevar
11 3) Preclusión automática: que resulta de la perentoriedad de los plazos. libros, registros, planillas especiales u otra documentación laboral o la que no
Como se advierte, el principio de celeridad se manifiesta claramente con siendo obligatoria de llevar por el empleador y, a requerimiento judicial, no se
la incorporación en la ley procedimental, de términos breves y fatales, tanto lo exhiba, o resulte que no reúnen las condiciones legales o reglamentarias o el
para los actos procesales, como para las partes y para el juzgador. Así, por reclamo verse sobre rubros o montos que deben constar u obtenerse de los
ejemplo, el plazo para ofrecer pruebas en el juicio ordinario será de seis mismos. 3) Se cuestione el monto de retribuciones establecidas por la ley, con-
días para ambas partes, a contar desde la celebración de la audiencia de con- vención colectiva de trabajo, o acuerdo de partes, salvo que éstas hubiesen
ciliación donde se contesta la demanda y se traba la litis; para contestar las convenido una suma superior a la impuesta por la ley o convención colectiva".
excepciones de artículo previo y ofrecer prueba de ellas, en el plazo de En el proceso judicial laboral, este principio debe ser aplicado por el juz-
tres días; para interporier el recurso de casación de diez días; el de reposi- gador al momento de valorar la prueba para dictar sentencia, pues general-
ción de tres días, el de apelación de cincQ días, el de inconstitucionalidad mente cuando el empleo del trabajador no se encuentra registrado, o cuando
de diez días, para recusar al tribunal de tres días, etc .. se discute el monto de la retribución prevista en la escala salarial del convenio
Como se indicó en el punto 2) el juzgador está obligado a dictar sentencia colectivo del trabajo, o diferencias de haberes por diferencia de categoría

.-:117:-.
profesional, fecha de ingreso, etc., a petición de parte, eljuez de conciliación

La Revuelta
en un plazo perentorio de treinta (30) días de clausurado el debate, bajo san-
ción de nulidad, pudiendo prorrogarse excepcionalmente por diez (lO) días fija una audiencia con la finalidad que el empleador exhiba al tribunal la docu-
más, por la complejidad de la causa a resolver o por grave imposibilidad del mentación laboral obligatoria; si no lo hace, por aplicación del arto 55 de la ley
tribunal. También deberá diCtarse dentro de'l término fatal de un año, a contar de contrato de trabajo y concordante con el arto 39C.P.T., se activa una
desde que el tribunal se avocó a la causa. presunción en favor del trabajador, sobre los hechos y circunstancias que de- _
Para finalizar, se señala que la celeridad del proceso laboral es un princi- bían constar en tales asientos. En ese contexto, el juez de la Cámara del
pio fundamental establecido por la necesidad del justiciable, quien general- Trabajo deberá expedirse invirtiendo la carga probatoria ya que el empleador
mente persigue un crédito de carácter alimentario que resultaría ilusorio si los es quien deberá desacreditar los extremos invocados por el accionante en su
procesos se extendieran y fueran excesivamente prolongados. demanda sobre esos hechos controvertidos.

- Principio de inversión de la carga probatoria - Principio de la verdad real .


Una regla general del proceso que se denomina onus probandi indica El principio de la verdad real es propio de aquellos procedimientos orales,
que "quien alega un hecho debe probarlo", es decir que cada una de las partes por cuanto se busca averiguar y desentrañar cómo ocurrieron los hechos en la
que intervienen en él deberá acreditar con sus elementos probatorios colecta- realidad y no como las partes pretendieron documentar. Así, la doctrina (28)
dos al proceso cada uno de los extremos que invocó en su defensa. señala que cuando en el derecho procesal laboral se habla de la verdad real se
El principio de inversión de la carga probatoria, propio del derecho proce-
sal del trabajo, quiebra esta regla debido a que el trabajador se encuentra en
situación de inferioridad frente al empleador, que es quien cuenta con la infra-
estructura y medios de organización y económicos a los que por supuesto el (28)ToSELLI, Carlos Alberto, op. cit., ps. 305 y 306.
42 Parte General 43
Derecho Procesal del Trabajo

{, intenta contraponer esta verdad con la que se denomina "verdad formal", que derecho de defensa en juicio, otorgando a las partes de esa relación jurídica
de algún modo regula el procedimiento ordinario civil y comercial donde, en procesal, la debida oportunidad para audiencia y prueba, en la forma y solem-
definitiva, el juzgador no podrá indagar más allá de las pruebas que han sido nidades prescriptas por las leyes procesales a fin de controlar el diligenciamiento
propuestas e incorporadas al proceso. Este principio no significa que el juzga- o el resultado de las medidas probatorias dispuestas de oficio (30).
dor deba suplir las deficiencias formales (en el modo de proponer la demanda) Es decir que la característica del principio de la verdad real radica en la
ni las instrumentales (respecto del ofrecimiento y producción de la prueba en potestad que tiene el juzgador de indagar los hechos y acontecimientos tal
el proceso) de la representación jurídica de la parte actora, pero sí que el como sucedieron y no como las partes lo manifestaron en sus respectivos
juzgador, como director del proceso, no está atado exclusivamente a los me- escritos de demanda y contestación, pero no podrá apartarse de los términos
dios probatorios que se han incorporado al proceso, sino que está facultado a de la litis, ni podrá producir pruebas que no han sido ofrecidas ni incorporar a
dictar medidas para mejor proveer que le permitirán elaborar un juicio claro la causa cuestiones no sometidas a su decisión, ya que ello atentaría contra el
de cómo han sido en la realidad los hechos que está llamado a juzgar. derecho de defensa en juicio y el debido proceso, siendo la sentencia nula por
Así, por mandato del arto 33 C.P.T. se establece que "el tribunal, para basarse en elementos probatorios no incorporados legalmente al debate o
( ... ) establecer la verdad de los hechos controvertidos deberá disponer de recayere sobre asuntos no sometidos a decisión (conforme arto 65 incs. 1 y 4).
oficio las diligencias que estime necesarias". Intentar averiguar la verdad real, dentro de. los límites expuestos, no se
Esta facuitad del juzgador para averiguar la verdad real no implica que contrapone ni inhibe al juzgador para disponer las llamadas "medidas para
deba apartarse de los términos en que quedó trabada la litis o la controver- mejor proveer", pues éstas se encuentran expresamente habilitadas por el arto
sia, ya que deberá ajustarse a esos extremos, pero sí estará habilitado, por 60 C.P.T.; en cuanto señala que " ... el tribunal podrá disponer medidas p~ra
ejemplo, para declarar la nulidad de un contrato que fue realizado en viola- mejor proveer, con noticia de partes hasta la clausura del debate ..." , rigiendo

.-:118:-.
en este instituto, en particular, las normas previstas en el arto 325 CP.C.C., por

La Revuelta
ción al orden público laboral y en perjuicio de los intereses del trabajador,
aunque ese contrato se hubiera suscripto por escritura pública, o establecer remisión del arto 114 C.P.T., ya sea decretando audiencia o corriendo traslado
una fecha de ingreso anterior a la registrada en la documentación laboral y a cada parte por tres días para que meriten dicha prueba.
contable de la empresa, si de las pruebas incorporadas surge una distinta a' El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (31) ha sostenido que el juzga-
la consignada formalmente. dor, al ordenar una medida para mejor proveer, no se encuentra facultado para
Tampoco podrá disponer la producción de diligencias probatorias que no suplir las omisiones o salvar la negligencia de los contendientes en la produc-
se refieran a los hechos controvertidos (conf. arts. 32, 114 de la ley 7987), ción de sus pruebas, ya que éstas, solamente .tienen por objeto esclarecer
quedando así excluido de las atribuciones instructorias los hechos no afirma- dudas o explicar algún punto oscuro ~ue subsistiere a"pesar de la prueba ofre-
dos por una de ellas y reconocidos por la otra, salvo que la cuestión verse cida. Contraponiendo este concepto con la doctrina y legislación .española -de
sobre derechos irrenunciables, por ser éstos de orden público y que prevalez- la cual surge el instituto de la medida para mejor p~()veer- la ley de procedi-
can al interés particular, aun cuando hubiesen contado con la conformidad de miento laboral (32) establece que una vez terminado el juicio, eljuez debe dictar
los interesados para su transgresión (29). sentencia en el plazo de cinco días. No obstante, dentro de ese plazo, el órga-
Asimismo tanto la jurisprudencia como la doctrina son contestes en indi-
car que la facultad otorgada por el art. 33 C.P.T. debe garantizar o asegurar el

(30) OSTOICH,José Vicente M., op. cit., p. 45.


(31 )T.SJ., Sent, N° 46,28/8/90, autos: "Aldonza, Mónica Graciela el Frigorífico Huinca
(29)OSTOICH,José Vicente M., op. cit., p. 45, remitiendo a jurisprudencia del T.SJ. en
Renancó".
I Sent. N° 16, 7/4/89, autos: "Colrat, Miguel el TOA" y Sent. N° 73, 27/9/88, autos: "Acedo,
OIga el Frigorífico Mediterráneo". (32) Ley de Procedimiento Laboral (Real Decreto Legislativo 591/1990, del 27/4/90).
I
44 45
Derecho Procesal del Trabajo Parte General

,1 no judicial puede acordar la práctica adicional de cuantas pruebas estime ne- privadas, la confección, firma y remisión de las cédulas de notificación de los
cesarias, que se denominan diligencias para mejor proveer. Se trata, por lo testigos para su comparendo a la audiencia de vista de la causa u otras que el
tanto, de una actividad probatoria, pero su característica específica consiste tribunal estime necesario su colaboración. La norma ha sido cuestionada por
en que no procede de un acto de parte, sino del órgano judicial que las ordena. los letrados con el argumento de que el impulso procesal es de oficio y debe
ser el tribunal quien proceda a la confección de los oficios ya la notificación
Lo anterior no impide que sean las propias partes quienes puedan solicitar la
de los testigos, ya que ello implica una carga procesal que no les corresponde.
práctica de estas diligencias, si bien la decisión pertenece únicamente a aquél,
Entendemos que la carga procesal debe ser compartida por el tribunal y las
que deberá adoptarla "para solventar sus propias dudas sobre el material
partes en aras al principio de celeridad.
probatorio ya aportado o confirmar o desmentir algún extremo impor-
tante de éste" (33). En concordancia con la norma, el decreto de prueba contiene una intima-
ción a los letrados para que confeccionen, firmen y diligencien sus respectivos
oficios ofrecidos en la prueba inform'ativa, con la constancia de su recepción
- Impulso procesal de oficio por parte del ente oficiado, bajo apercibimiento de tener dicha prueba como
Característica propia del sistemajudicial inquisitivo es el impulso procesal renunciada. Esta intimación ha sido la que más críticas ha ocasionado, por
de oficio, por .cuanto el juzgador asume una posición absolutamente activa, cuanto, si bien las partes han cumplimentado ese emplazamiento, no han sido
impulsando el proceso y declarando nulidades de oficio y buscando la verdad pocas las veces que, en virtud de la falta de contestación por parte del ente
real por encima de la verdad formal que las partes esgriman, con la finalidad oficiado, ha dado lugar a la aplicación del apercibimiento indicado en el decre-
de gara?tizar una sentencia justa. to de pruebas y se ha resuelto la renuncia a dicha prueba. Para zanjar esta
Dicho principio significa que el tribunal tiene la obligación de activar el discusión, en realidad hay que verificar cuál ha sido el comportamiento proce-
proceso, aun en contra de la decisión o de los intereses de las partes; implica sal de la parte, pues si se acredita en el proceso que se confeccionaron los
que una vez incoada la acción ésta se desprende de su titular, quien a partir de oficios pertinentes y se diligenciaron en tiempo y forma al ente oficiado, la

.-:119:-.
falta de contestación no puede ser atribuida a una falta de colaboración del
dicho momento pasa a carecer de facultad dispositiva. En función de este

La Revuelta
letrado, por lo que deberá requerirse al tribunal que se reitere ese oficio, con
principio y no existiendo caducidad de instancia en el proceso laboral, implica
los apercibimientos indicados en el arto 321 del C.C.P.C. Igualmente, el letra-
que todo proceso incoado debe concluir necesariamente en sentencia definiti-
do deberá transcribir en el pedido de informes el plazo señalado en el arto 320
va, ya sea homologando un aC\lerdo arribadó, o bien dictándo resolución ha-
del c.P.P.C. (lO días, salvo que el tribunal determine otro).
ciendo lugar o rechazando la demanda incoada (34).
Asimismo, el principio bajo análisis se encuentra contemplado en el arto
Este principio se encuentra incorporado a la ley adjetiva en el arto 15 que
33 C.P.T., que señala: "El tribunal, para evitar nulidades de procedimiento o
indica: "El procedimiento deberá ser impulsado por el tribunal aunque no me- establecer la verdad de los hechos controvertidos deberá disponer de oficio
die r~querimiento de parte. Los letrado~ deberán colaborar en el diIigenciamiento las diligencias que estime necesarias ...". A su vez, el arto 60 dispone: "El día y
de la prueba, a cuyo fin podrán ser autorizados por el tribunal". hora fijados se realizará la audiencia con las partes que asistan y el asesor
Como se advierte, el impulso procesal de oficio no implica que las partes letrado del trabajo en representación del actor ausente ... ". .
deban desentenderse del curso de ese proceso, pues constituye un deber pro- Lo señalado precedentemi;mte"indica que el impulso procesal de oficio se
cesal de las partes colaborar en el diligenciamiento de la prueba informativa, encuentra íntimamente ligado al pTincipio de la verdad real y al principio de
mediante la confección, firma y libramiento de oficios a entidades públicas y celeridad del proceso, pues las partes no tienen disposición sobre él una vez
iniciado éste, sino que será el juzgador quien tome una participación activa y lo
finalice conforme las normas adjetivas que lo regulan, quedándole a las partes
solamente la posibilidad de terminar con la causa mediante la conciliación o el
(33)BAYLOS GRAU, Antonio, op. cit., ps. 158 y 159. desistimiento, obviamente, si se dan los presupuestos fácticos y jurídicos de
(34)ToSELLJ, Carlos A. - ULLA, Alicia, op. cit., p. 27. cada uno de esos institutos.
46 47
Derecho Procesal del Trabajo Parte General

- Posibilidad de fallar ultra petita rrespondía, al igual que la indemnización sustitutiva de preaviso. En realidad
Ultra petita es una expresión latina, que significa "más allá de lo pedi- debe existir una "petición" concreta sobre el rubro y eljuzgador podrá expedirse
do ", que se utiliza en el derecho para señalar la situación en la que una reso- ampliando el monto de la condena por ajustarse a parámetros legales o con-
lución judicial concede más de lo pedido pOr una de las partes. vencionales, por ejemplo, los salarios establecidos convencionalmente o las
sumas que incluyan adicionales no comprendidos en la petición original.
La naturaleza de este remedio procesal radica en que eljuez puede incu-
rrir en ultra petita, sin que ésta configure un vicio procesal. Esto sucederá Debe quedar claro que en ningún supuesto el magistrado se encuentra
toda vez que lo haga haciendo uso de alguna facultad para actuar de oficio autorizado a fallar extra petita, como sucedía antes con la vigencia de la ley
que contemple la legislación. Dicha facultad se suele otorgar con la idea de de procedimiento laboral 4163. Esta facultad, hoy no vigente, implicaba, por
proteger un bien jurídico determinado (por ejemplo, protección del trabaja- ejemplo, la posibilidad de incluir en la sentencia, aspectos que no habían sido
dor). En ese caso, aunque la parte no pide lo otorgado, es la legislación la que reclamados, aunque tuvieran su origen en un reclamo fundado, por ejemplo,
"pide" por ella, en interés de la justicia. La ley adjetiva ha previsto en el arto 63 en un despido incausado. Así, podría condenarse al pago de todos los rubros
lo siguiente: "oo.La sentencia podrá ser dictada ultra petita, debiendo ajustar- indemnizatorios por antigüedad, sustitutiva de preaviso, integración del mes de
se a las disposiciones legales en vigor". despido, aunque no se hubiesen reclamados todos ellos, pero que en definitiva
tenía su origen en una misma causa, que era el despido incausado.
Esta norma habilita al juez de la causa a fallar "más allá de lo pedido por
el reclamante", pero solamente en cuanto al monto de la condena. Ello no "La posibilidad de resolver ultra petita está en pronunciarse sobre
significa que 'se faculte al órgano jurisdiccional para resolver la cuantía fuera la misma acción si de la prueba resultare que corresponde una suma
de los términos en que quedó trabada la litis, ya que ello significaría lisa y superior a la pedida ... " (..) "... A diferencia de las sentencias dictadas
llanamente, la violación al derecho de defensa de la parte condenada, en con- en el proceso del derecho común, donde la ley establece que deben ajus-

.-:120:-.
tarse estrictamente a lo peticionado por las partes, al litigio propiamente

La Revuelta
tradicción con 10 expresamente indicado en el arto 65 inc. 4 C.P.T., que torna-
ría nula la sentencia. dicho y no condenarse a más de lo pedido, en el proceso del trabajo se
posibilita la sentencia ultra petita (art. 63 in fine, ley 7987). Teniendo en
Conforme lo entienden la ?oc~rina y la jurisprudencia, la facultad acorda-
da por la nonna referida, implica que la cuestión debe resolverse con base en cuenta la particularidad de las normas del derecho sustantivo y adjeti-
la acción dedu.~ida, de modo que no pueda demandar~e por un rubro y conde- vo, congruentemente este último siguiendo a aquél, es que se ha estima-
narse por otro (35). ' do conveniente autorizar al juzgador para que en el caso de olvido de
los actores pueda reconocérseles beneficios superiores a los solicitados.
La facultad acordada al magistrado generalmente es utilizada cuando se
Este precepto normativo debe ser inte;pretado restrictivamente, teniendo
ha accionado, con una "pretensión concreta" y que fue motivo de la traba de la
en cuenta que excepcionalmente el tribunal puede suplir la omisión del
litis, pero ha existido un error en los cálculos u operaciones que derivan de ese
accionan te y no la del demandado y en segundo término porque se ha-
instituto. Por ejemplo, el trabajador ha demandado el pago de diférencias de
bla de omisión lo que supone necesariamente que el magistrado no pue-
haberes y en su demanda ha consignado un monto inferior al que le corres-
da pronunciarse sobre puntos ajenos a la cuestión, sino a manera de
pondía conforme al convenio colectivo aplicable a la actividad, estando allí
complemento a lo pedido por el actor, pero siempr~ en relación con la
facultado el juzgador a efectuar los cálculos pertinentes y establecer en la
acción ejercitada ... " (36).
condena el monto exacto de esas diferencias que se reclaman; o por ejemplo
se r~clamó la indemnización por antigüedad con un monto inferior al que co-

(36) Sent. N° 32, 28/7/06, autos: "Cabero, Fernando Esteban cl Disco S.A. -Ordinario-
Despido". Voto del Dr. Carlos Alberto Tamantini, Sala III de la Cámara Unica del Trabajo de la
(35)OSTOICH, José Vicente M., op. cit., p. 42. ciudad de Córdoba, Rev. Actualidad Jurídica de Córdoba, año IV, vol. 74, p. 5566.
48 Derecho Procesal del Trabajo Parte General 49

- Principio de inmediación ella es quien deberá dictar sentencia, de lo contrario, ésta será nula, tal como
Llámase principio de inmediación a aquél que exige el contacto directo y surge de los arts. 59 y 60 e.p.T., que se analizarán en el capítulo respectivo.
personal del órgano judicial con las partes y con todo el material del proceso,
excluyendo cualquier medio indirecto de conocimiento (37).
Este principio aparece íntimamente ligado al principio de oralidad expues-
4. Otras técnicas procesales
to, y lógicamente en procedimientos de instancia única, por cuanto el magis-
trado, tanto en la audiencia de conciliación como en la audiencia de vista de la
causa, tiene contacto inmediato, directo y en forma personal con las partes y los La mención explícita de los principios enumerados precedentemente, no
elementos probatorios colectados al proceso. Así, el arto 50 e.p.T. establece: significa que éstos sean los únicos elementos de interpretación de las normas
"En la audiencia de conciliación, el juez intervendrá personalmente, en forma procesales del trabajo. Existen otros que no se materializan normativamente
oral yen audiencia privada, procurando el avenimi~nto de las partes ...". como tales, pero que constituyen herramientas o técnicas incorporadas en las
normas de procedimiento a través de la actividad jurisdiccional.
El arto 58 e.p.T. determina: " ... En la audiencia de vista de causa deberán
observarse las siguientes reglas: Para ello podemos valernos, además de los principios enunciados, de las
siguientes reglas o técnicas.
1. El debate será oral, público y continuo -bajo sanción de nulidad-; pero
el Tribunal podrá decidir, aun de oficio, que total o parcialmente se efectúe a Entre estas técnicas podemos señalar las siguientes:
puertas cerradas cuando así lo exijan razones de moralidad u orden público. 1) Las reglas de la competencia: Ello se encuentra plasmado en la ya
2. El presidente controlará la presencia de testigos y peritos, si resulta nece- mencionada ley 7987, para los casos en que el actor es el trabajador y se da
en los siguientes supuestos: a) por la competencia del juez del lugar de la

.-:121:-.
saria la de estos últimos. No podrán comunicarse entre sí ni con otras personas, ni

La Revuelta
ser informados de lo que ocurre en la Sala de Audiencias, pudiendo ordenar el prestación del trabajo; b) por el lugar de celebración del contrato de trabajo;
presidente, aun después de la declaración, que permanezcan en la antesala. c) ante eljuez del domicilio del demandado, y d) ante eljuez del propio domi-
cilio del trabajador (art. 9° inc. 1).
3. El presidente dirigirá el debate, ordenará las lecturas necesarias,
hará la~' advertencias legales, recibirá los juramento~', moderará la dis- Se trata de uno de los supuestos de aplicación al terreno procesal de
cusión e impedirá derivaciones que no conduzcan al esclarecimiento de los principios tuitivos del derecho del trabajo, tendientes a equilibrar las
I i
la verdad, sin coartar el derecho de defensa. desigualdades de la relación sustancial, con desigualdades opuestas y simé-
I tricas en la regulación legal. Así, para favorecer al trabajador facilitando su
Si por razones de tiempo, no pudiera terminarse el debate en el tiempo seña-
acceso a la instancia judicial, con base en la experiencia práctica, se le
lado, el Tribunal continuará el acto en días subsigu}entes, hasta su finalización".
otorga una cuádruple opción (38), de manera tal que pueda interponer su
Relacionado con el principio de inmediatez encontramos la "identidad fisi- demanda en cualquiera de estos supuestos y eljuez estará obligado a decla-
ca" del magistrado y la "concentración" de los actos procesales, hecho que rarse competente para la causa.
deriva en la imposibilidad de que el magistrado pueda ser sustituido por otro
2) Actuación de funcionarios (asesores letrados del trabajo): los que
Uubilación, renuncia, fallecimiento, destitución) si se produjo o se está produ-
intervienen en representación y defensa de los trabaj~dores, cuando fuera
ciendo el acto procesal en que debe intervenir personalmente (por ejemplo, la
requerida su asistencia por éstos o por el tribunal.
audiencia de vista de la causa), por cuanto ese mismo juez que interviene en

(37)OSTOICH, José Vicente M., op. cit., p. 38. (38)REINAUDI, Luis - RUBIO, Luis, op. cit., p. 32.
50 Derecho Procesal del Trabajo 51
Parte General

: i.
, Los asesores letrados del trabajo son funcionarios judiciales que tierten la . ...

obligación de actuar representando los intereses de los trabajadores. También ~¡~ •.2;
.~,.
DERECHO PROCESAL DEL TRABAJO .

participan en los casos en que se requiere completar la capacidad procesal de o "Conjunto sistemático de normas y principios que regulan la conducta jurídico procesal,
los menores en juicio propio o bien representando a menores en acciones de ii los derechos y obligaciones de las partes y de los organismos jurisdiccionales y sus
...e"' auxiliares, para la justa composición de los conflictos que surgen con motivo de la
contenido sucesorio. o
(.) relación de trabajo, mediante la actuación del derecho material del trabajo, con el objeto de
3) In dubio pro operario: Es una de las manifestaciones del principio hacer justicia".
protectorio en el derecho sustancial del trabajo. En este campo, esta regla,
El sistema dispositivo confiere a las partes el dominio del procedimiento y sus
solamente en caso de duda acerca de la interpretación de una norma, está en reglas fundamentales son las siguientes: el juez no puede iniciar de oficio el proceso
favor del acreedor de la relación jurídica sustancial, que es el trabajador, sien- ••
o o (nemo iure sine actore); no puede tener en cuenta hechos ni medios de prueba
e ~ que no han sido aportados por las partes (principio de presentación: quod non est
do su fundamento la protección de los económicamente más débiles. 'C;;
'E"' o in actis non est in mundo); debe tener por ciertos los hechos en que aquéllas
Q,

Es claro entonces que esta regla no se denomina pro operario, sino que "CI ,~ estuviesen de acuerdo (ubi partis sunt concordes nihil ab judicien); la sentencia
Cl
..."' debe ser conforme a lo alegado y probado (secundum allegata et probata); y el
debe reunir los siguientes requisitos: a) que se trate de una duda sobre la ~
Q, juez no puede condenar a más ni a otra cosa que la pedida en la demanda (ne eat
interpretación de la norma, y b) que la duda no recaiga sobre los hechos. "CI
ultra pe tita partium).
"'
"CI .. •••
•••• "'
E >- .~ El juez debe investigar, sin otra limitación que la impuesta por la ley, la verdad
o .= material con prescindencia de la actividad de las partes (principio de investigación
~"'
en
.~ .~ judicial: de inquiere, averiguar); no sólo puede el juez iniciar de oficio' el proceso,
:=u
5. Cuadros sinópticos •• e
,- sino que está facultado para buscar los hechos, descubriéndolos a través de los que
=-
.......
=.: ya conociere y utilizando cualquier medio tendiente a la averiguación de la verdad.

.-:122:-.
"' o
1 DERECHO PROCESAL '¡¡¡ Científica: deviene de la especialidad del derecho sustantivo, con normas, institutos y

La Revuelta
I
""£; principios propios derivados de la relación de trabajo.
CONTENIDOS DE LA FUNCION y ACTIVIDAD JURISDICCIONAL
¡¡; Legislativa: ley provincial 7987 'que regula un procedimiento propio y específico por las
"CI
acciones derivadas de esa relación de trabajo, incluyendo procedimientos especiales
1) Organización de la administración de justicia \
....~
¡; ajenos a otros .
2) Competencia de los tribunales que la integran ••
u
3) Determinación de las reglas de competencia "'o Jurisdiccional: composición de una magistratura especializada en derecho del trabajo, a
Q,
"
.. quienes se les atribuye competencia material y territorial para dirimir los conflictos de
o
DETERMINANTES DE LA 'AUTONOMIA DEL DERECHO PROCESAL LABORAL .c:: derecho que pudieran suscitarse.
...
l!:! Doctrinaria: estudios y doctrina de autores y tratadistas con bibliografía específica sobre
"CI
- Autonomía legislativa ,- Autonomía didáctica "' la materia. ,
¡¡;
- Autonomía científica - Autonomía institucional "CI
,-r Jurisprudencial: las decisiones, resoluciones, sentencias emanadas del órgano jurisdic-
••
'E cional le dan su autonom ia. . . .
ESTRUCTURA. o
e Didáctica: en la provincia de Córdoba,en todas I~s universidades, públicas y privadas, se
O

- Jurisdicción - Acción - Proceso


, :; desarrolla el derecho procesal del trabajo dentro del dictado de la materia Derecho del
e:t
\ trabajo y de la seguridad social.
CARACTERISTlCAS DEL DERECHO PROCESAL
. -,
a) Es de derecho público , b)Es'formal
c) Es instrumental d) Es autónomo
52 Derecho Procesal del Trabajo 53
Parte General

..
•• Público: porque surge del Estado. Es indisponible por las partes del proceso, en Gratuidad: consiste en permitirle al trabajador el acceso a la justicia de manera libre y sin
ca 'c;'
"'.c
... ." función de los principios del orden público laboral y de irrenunciabilidad . entorpecimiento fiscal, tasa de justicia o cualquier otro emolumento que deba afrontar
..•...
•.... -- Instrumental: porque es el medio por el cual se realiza el derecho positivo de fondo,
para iniciar ante los tribunales laborales su pretensión o efectuár reclamaciones adminis-
trativas previas o durante el juicio. Así se expresa' en la gratuidad de los procedimientos
'
-eL... ..."'. el derecho sustancial del trabajo.
..
...... administrativos (ante reclamaciones en el Ministerio de Trabajo, organismosprevisionales,
'" .... Secundario: porque dependerá para su aplicación del derecho positivo de fondo. Obra Social, etc.), y en la posibilidad de obtener patrocinio letrado gratuito (art. 5' C.P.l),
I CQ

~a;
..•..2 "Para que exista acción habilitada debe existir una norma sustancial que contemple o remitir cédulas de notificaciones, librar oficios judiciales, etc. (art. 29 C.P.T.).
';: e 'comprenda el derecho denunciado como infringido o violado.
•••••• Oralidad: significa la "relación inmediata entre los jueces y las personas, cuyas declaracio-
..• - Autónomo: porque. sus normas tienen valor por sí mismas. No están supeditadas a la nes éstos están llamados a apreciar; significa también una racional contemporización de
~.il preexistencia de otros derechos adjetivos para su operatividad. Supletoriedad: Código lo escrito y la palabra como medios diversos de manifestaciones del pensamiento; trae
~.".-
de Procedimientos Civil y Comercial de Córdoba. aparejado la inmediación y para los defensores del sistema "representa una forma esen-
....=.
cial para la recta administración de justicia".
Celeridad: tiende a evitar el "efecto de extenuación" en el acceso a la justicia contra el que
se configura el proceso del trabajo. Es una de las consecuencias del derecho a un
IJI PRINCIPIOS DEL DERECHO PROCESAL DEL TRABAJO proceso sin dilaciones indebidas, la que se expresa de plazos breves y perentorios en las
actuaciones judiciales, en la calificación de determinadas actuaciones como urgentes e
.2 incluso en la posibilidad de rechazar de oficio por los órganos judiciales los actos de parte
eL
••• Son el conjunto de orientaciones normativas fundamentales que definen el carácter de con finalidad dilatoria
..•
e un determinado procedimiento.
o o
'" Inversión de la carga probatoria: Corresponderá al empleador la prueba contraria a las
~ Do
..•e afirmaciones del trabajador cuando: 1) el trabajador reclame el cumplimiento de obliga-
ciones impuestas por la ley o las convenciones de trabajo o laudos con fuerza de tales. 2)
"-eL
Sirven de base previa para la estructuración de las leyes procesales. Exista obligación de llevar libros, registros, planillas especiales u otra documentación
Facilitan el estudio comparativo entre los diferentes ordenamientos procesales vigentes '"
.2 laboral o la que no siendo obligatoria de llevar por el empleador y, a re'querimiento judicial,
y los antecedentes históricos de todo sistema procesal. ...••• no se lo exhiba, o resulte que no reúnen las condiciones legales o reglamentarias o el
e reclamo verse sobre rubros o montos que deben constar u obtenerse de ellos. 3) Se
'o '" Expresan valoraciones jurídicas y, por lo tanto, se convierten en instrumentos auxiliares ~~ cuestione el monto de retribuciones establecidas por la ley, Convención Colectiva de

.-:123:-.
.eL de la función interpretativa, . " ..• Trabajo, o acuerdo de partes, salvo que éstas hubiesen convenido una suma superior a
::!

La Revuelta
'u
e ,.Concretan y ,mediatizan las garantías constitucionales, ya que en cada uno de ellos •••
E la impuesta por la ley o Convención Colectiva (art. 39 C.P.T.).
• eL
•.. puede encontrarse un entroncamiento directo con una norma constitucional. .. ::1
e Verdad real: para establecer la verdad de los hechos controvertidos, el tribunal estará
.",
,,S •••
Informativa uorientadora:.sirven de base o Jnspiran al legislador y actúan como funda- facultado para disponer de oficio las diligencias que estime necesarias (art. 33 C.P.l). Se
...••• mento del ordenamiento jurídico. , '. contrapone a la verdad formal, propia de los procesos civiles .
'"
••• Normativa o integraliva: actúan como fuentes supletorias en caso de ausencia de ley; . Impulso procesal de oficio: El procedimiento deberá ser impulsado por el tribunal aunque
c::
••..• ~ integran el derecho. . no medie requerimiento de parte. Los letrados deberán colaborar en el diligenciamiento de
c:: Interpretativa: operan como criterios orientadores del juez como director del proceso y la prueba, a cuyo fin podrán ser autorizados por el tribunal (art. 15 C.P.l) .
::1
... lo conduce hacia la interpretación más adecuada.y correcta. )1 ~;'l. Posibilidad de fallar ultra petita: Ultra petita es un expresión latina, que significa "más
Unificante o de armonización de política legislativa y judicial, ya.que vela por la allá de lo pedido", que se utiliza en el derecho para señalar la situación en la que una
seguridad jurídica al preservar la unidad sistémica ,del derecho, ~vitando ,que tanto el resolución judicial concede más de lo pedido por una de las partes. Se habilita al juez de
, legislador -al sancionar la ley- como el juez -al. !nterpretarl~- .se aparten del sistema. la causa a fallar "más allá de lo pedido por el reclamante", pero solamente en cuanto al
monto de la condena. Ello no significa que se faculte al órgano jurisdiccional para resolver
la cuantia fuera de los términos en que quedó trabada la litis, ya que ello significaría lisa y
llanamente la violación al derecho de defensa de la parte condenada, en contradicción con
lo expresamente indicado en el arto 65 inc. 4 C.P.l que tornaría nula la sentencia.
Inmediación: L1ámase principio de inmediación a aquél que exige el contacto directo y
person~l del órgano judicial con las partes y con todo el material del proceso, excluyendo
cualqUier medio indirecto de conocimiento, Este principio aparece íntimamente ligado al
principio de oralidad expuesto y, lógicamente, en procedimientos de instancia única, por
cuanto el magistrado, tanto en la audiencia de conciliación como en la audiencia de vista
de la causa, tiene contacto inmediato, directo y en forma personal con las partes y los
elementos probatorios colectados al proceso (arts. 50 y 58 C.P.l).
54 Derecho Procesal del Trabajo

l'

IV I OTRAs TECNICAS PROCESALES

- Las reglas de la competencia: Cuando el actor es el trabajador: a) por la competencia del


juez del lugar de la prestación del trabajo; b) por el lugar de celebración del contrato de
trabajo; c) ante el juez del domicilio del demandado, y d) ante el juez del propio domicilio del
trabajador. (art. 9. inc. 1).
- Actuación de funcionarios: (asesores letrados del trabajo): los que intervienen en repre-
sentación y defe.nsa de los trabajadores, cuando fuera requerida su asistencia por éstos o
por el tribunal.
- In dubio pro operario: Es una de las manifestaciones del principio protectorio en el
CAPITULO n
derecho sustancial del trabajo
COMPETENCIA

1. Competencia. a. Concepto.
2. Competencia material. a. Competencia por conflictos
individuales. b. Competencia por acciones derivadas
de accidentes y enfermedades del trabajo.
3. Competencia funcional. a. Composición de la
magistratura del trabajo en la provincia de Córdoba.
4. Incompetencia material. a. Juicio universal.
5. Acumulación de pretensiones.

.-:124:-.
6. Competencia territorial.

La Revuelta
7. Caracteres de la competencia.
8. Nulidad.
9. Cuadros sinópticos .

.,

!
1. Competencia

a. Concepto

La competencia, por regla general está referida a que en toda gestión


judicial debe acudirse al juez competente. Esto es, aquél que según las normas
legales es a quien corresponde conocer del asunto de que se trata (1). Es decir
que, a los fines de la determinación de la competencia, el principio general es
que la competencia del tribunal debe existir en el momento de interposición de
demanda (art. }O C.P.P.C.).
1II Ostoich (2) refiere que la jurisdicción como atributo de la soberanía ema-
nada de la Constitución le es asignada al órgano judicial. Se define a ésta

.-:125:-.
La Revuelta
ill como el poder-deber del Estado, emanado de su soberanía, para dirimir,
I
mediante organismos adecuados, los conflictos de intereses que se suscitan
entre particulares y entre éstos y el Estado, con la finalidad de proteger el
orden jurídico. -
Pero dada nuestra forma de Estado federal (art. 1° C.N .), coexisten dos
órdenes jurisdiccionales: federal y local (arts. 116,5°, 122, 123 Yeones. C.N.),
por lo que no todos los jueces tienen la misma competencia. Pero ello no obsta
que pueda afirmarse que todo juez como integrante del Poder Judicial ejerce
jurisdicción y que ésta constituye el presupuesto subjetivo de su competencia
en la medida que la ley le confiere un gr~do de aptitud para el ejercicio de sus
funciones. Mientras que la pluralidad de órganos jurisdiccionales constituye el
presupuesto objetivo de su competencia.

(1) VENJCA, Osear Hugo, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdo-
ba. Ley 8465. Comentado. Anotado, Lerner, Cba., 1997, t. 1, p. 3.
(2) OSTOICH, José Vicente M., ob. cit., p. 57.
58 Derecho Procesal del Trabajo 59
Competencia

Clemente Díaz (3) la define como "el grado de aptitud que la ley le los juicios orales, debe necesariamente ser recepcionada por eljuez que inter-
confiere a un órgano jurisdiccionaljrente a otros órganos de la jurisdic-
viene en la causa.
ción, delimitando y regulando las relaciones entre uno y otros".
En definitiva, coincidiendo con Alsina (4), la competencia se define como
"la aptitud del juez para ejercer la jurisdicción en un caso determinado ".
2. Competencia material
En función de lo expuesto, a continuación se analizará la competencia por
razón de la materia y del territorio y de qué manera se compone la magistra-
tura del trabajo en la provincia de Córdoba, conforme la ley adjetiva. Art. 1º.- Los tribunales del trabajo conocerán:
1) En los conflictos jurídico individuales derivados de la relación o
Es preciso señalar previamente que el arto 10 c.P. T. indica que "la competen-
contrato de trabajo, cualquiera fuere el fundamento jurídico que se
cia de los tribunales del trabajo es improrrogable e indelegable, salvo las excepcio-
invoque.
nes de la presente ley. En caso de ser necesario, podrá comisionarse a jueces de 2) En las acciones emergentes de la ley nacional de accidentes y
otros fueros y circunscripciones para la realización de diligencias determinadas". enfermedades del trabajo, aun cuando fueren iniciados por los agen-
::1
1]
La norma contiene una regla general según la cual, la competencia del tes de los tres poderes del Estado provincial, sus empresas, munici-
I tribunal no puede asignarse a otros jueces, por cuanto es una cuestión de palidades y comunas.
:,
1,
orden público, pero la prórroga puede disponerse expresamente por la ley, 3) En las acciones por cobro de aportes y contribuciones a fondos
~I como ocurre con las hipótesis señaladas en los incs. 1 y 3 del arto 10 C.P.T., en sindicales establecidos por ley o convención colectiva.
il
cuanto el juez, del trabajo es quien va a resultar competente, ya sea por accio- 4) En grado de apelación, de las multas administrativas aplicadas
nes fundadas en el derecho común (arts. 1109, 1113 C.C.) por daños prove- por violación a disposiciones legales del trabajo.
nientes de accidentes de trabajo (inc. 1 in fine) o por cobro de aportes y de 5) En todas aquellas cuestiones que se susciten con motivo de
contribuciones sindicales. disposiciones legales, reglamentarias o convencionales del derecho

.-:126:-.
del trabajo.

La Revuelta
Salvo estos casos expresamente previstos y que en realidad tienen su
6) En los demás casos que determinen leyes especiales y en los
origen o su génesis en una reÍaci6n de trabajo, no existe la posibilidad de que
que se encuentren previstos por esta ley.
otro juez intervenga en la tramitación de una causa de la cual originariamente
es competente, porque además de ser propio del orden público laboral, es CONCORDANCIAS: arts. 2',3',4',6',7' ,9',10,45,46, 55, 56, 81,82,98, 100, 107
mandato expreso del arto 18 C.N., por ser el juez natural de la causa. Y 114 C.P.T.; 1',5, C.P.C.C..
El arto 10 de la ley 7987 permite que algunas diligencias puedan encomen-
darse ajueces de otros fueros y circunscripciones, incluso se podrá encomen-
dar a jueces de otras provincias, pero solamente para la realización de deter- a. Competencia por conflictos individuales
minadas diligencias procesales, como pódría ser la reaJización de una pericia
contable, caligráfica, técnica, médica, etc., en razón del lugar dónde deba lle- "La pertenencia de una pretensión a una materia determinada deri-
varse a cabo esa diligencia. va de las leyes sustanciales en tanto señalan el radio de acción, el círcu-
. No podría otro juez de otra jurisdicción recepcioñar una declaración tes- lo dentro del cual todos los hechos, actos o negocios jurídicos serán
timonial, ya que por el principio de la identidad fisica del magist~ado, propia de alcanzados por ellas ... la fijación de la materia surge ab initio según sea
civil, penal, laboral, contencioso-administrativo, etc., el hecho, acto o
negocio jurídico constituido de la pretensión deducida" (5).

(3) DiAZ,Clemente, Instituciones de derecho procesal. Abeledo-Perrot, Bs. As., 1972, t.


IJ-B; p. 524, citado por OSTOICH,José Vicente, op. cit., p. 57.
(4) ALSINA,Hugo, Tratado teórico práctico de derecho procesal civil, 1941, t. 1, p. 583. (S) VENICA,Osear Hugo, op. cit., p. 4.
60 Derecho Procesal del Trabajo 61
'Competencia

El artícl:'lo bajo análisis establece la competencia originaria de los tribuna- subsunción en el derecho invocado como fundamento de la pretensión
les del trabajo por todo tipo de conflicto individual o plurindividual del ámbito (...) Hechos y encuadramiento o imputación legal deciden la naturaleza
privado, ya sea que afecte el interés particular de un trabajador o de un con- de las pretensiones deducidas y ello determina la competencia (oo) La
junto de trabajadores por causas derivadas de la relación de trabajo, tales conclusión a que se arriba en el pronunciamiento que dirime una cues-
como el reclamo de indemnizaciones derivadas del despido, por cobro de ha- tión de competencia, no prejuzga acerca de la procedencia sustancial de
. beres, diferencias de haberes, certificaciones de servicios, etc., el que debe lo demandado ni tampoco anticipa opinión alguna sobre el derecho que
interpretarse armónicamente con el inc. 5 de la norma, ya que el reclamo en su oportunidad deberá aplicar el tribunal de mérito. (oo) Si la traba-
puede derivar de derechos provenientes de la ley, del Convenio Colectivo de jadora no invoca ser empleada pública, ni intima al Hospital como
Trabajo, estatutos profesionales, normas reglamentarias, convenios particula- empleador directo sino en los términos de los arts. 29, 29 bis y 30 L.CT,
res, etc .. Es decir que la competencia se determinará por la naturaleza de las y por el contrario, aduce relación de 'dependencia con la entidad de
pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el carácter privado -la cual dispuso su extinción-, aun cuando el benefi-
demandado, de acuerdo con lo que prescribe el arto 5° C.P.e.e., de aplicación ciario de la prestación de servicios hubiese sido la institución pública, si
supletoria por remisi~'m del arto 114 L.P.T. (6). no existe mención alguna respecto de su designación como agente de la
En efecto, el arto 5° C.P.C.C. prescribe que la competencia objetiva administración pública nacional, provincial o municipal, no correspon-
-ratione materiae et ratione quantitatis- se determinará por la naturaleza de su exclusión de la ley de contrato de trabajo por no configurarse el
de las pretensiones deducidas en el escrito de demanda (7). En idéntico sen- supuesto previsto en el arto 2°, inc. a) de dicho régimen (oo) La resolu-
tido el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (8) en la causa "Navarrete ..." ción respecto de la excepción de incompetencia nada anuncia acerca
ha sostenido: " ... Por tratarse de una cuestión de competencia, corresponde del fondo del asunto. Más aún cuando la cuestión pueda vincularse con

.-:127:-.
en primer lugar, acudir al art. 5° de la ley 846?, por remisión del art. 114 de la naturaleza del vínculo habido entre las partes, sobre lo que siempre

La Revuelta
la ley 7987, norma según la cual para su determinación, debe atenderse debe pronunciarse oportunamente el tribunal de sentencia" (9).
prioritariamente a la exposición de los hech<;>s,tal como lo hace el actor en Es decir que la competencia material se determina por la naturaleza de
su demanda y a una adecuada subsunción en el derecho invocado como la demanda y no por 10 que pueda invocar el demandado al momento de con-
fundamento de la pretensión. Hechos y encuadramiento o imputación legal, testar la demanda, pues si el accionante invoca una relación jurídica laboral y
deciden la naturaleza de las pretensiones deducidas y ello determina la com- la contraria sostiene la inexistencia de ese. vínculo, en definitiva, el juez del
petencia ...". trabajo competente dilucidará la cuestión, ya sea, admitiendo esa relación de
Este criterio ha sido mantenido por el máximo tribunal de la Provincia en dependencia o rechazándola, en cuyo caso -en este segundo supuesto- se
cuanto ha sostenido que "... Para dirimir una cuestión de competencia es resolverá la cuestión por falta de acción.
necesario acudir al arto 5° de la ley 8465, por remisión del art. 114 de la También debe quedar claro que no resulta posible la actuación del Tribu-
ley 7987, norma según la cual para su determinación debe atenderse nal Laboral para resolver conflictos colectivos, cuyo órgano de intervención
prioritariamente a la exposición de los hechos y a una adecuada será la Comisión Paritaria de Interpretación y Aplicación del Convenio Colec-
tivo de Trabajo (arts. 14 y 15 inc. c) de la ley 14.250, texto según ley 25.877)
o bien, la autoridad de aplicación laboral (Ministerio de Trabajo Nacional o
Secretaría de Trabajo Provincial), según la esfera de competencias involucradas
. (6) TOSELLJ,Carlos - ULLA,Alicia, ob. cit., p. 40.
(7) RODRíGUEZ JÜÁREZ,Manuel - ENRlCODEPiTfARO,María C., Código Procesal Civil y
Comercial de la Provincia de Córdoba, ley N° 8465, comentado, Alveroni, Cba., 1998, p. 15.
(8) . T.S.J., Sala Laboral, A.I. N° 757,24/11199, autos: "Navarrete, Víctor M. el Superior (9) TSJ., Sala Laboral, Sent. N° 108,5/7/04, autos: "Leonardi, Edith Argentina el Coop.
Gobierno de la Provincia de Córdoba".
lIosp. 'San Vicente de Paul' y otro - Demanda - Apelación - Recurso de casación".
1
62 Competencia 63
Derecho Procesal del Trabajo

en el conflicto. Ahora bien, si el conflicto colectivo es un conflicto de derecho En el presente caso aunque se denuncia que tales factores acaecie-
(v.gr., la aplicación de un laudo ministerial que afecta la escala remuneratoria ron durante la vigencia de la nueva ley, el criterio expresado y la con-
de cada trabajador ...) y la acción es incoada por los trabajadores en forma clusión a la que se arribara en las causas anteriores (ver "Navarrete ... ",
individual o por vía acumulativa en un planteo plurindividual, allí no existen A.!. N° 757/99 Y "Torres .. ", A.1. N° 352/00) debe mantenerse. Yes así
dudas de la competencia del juez laboral (10). porque la pretensión deducida, que es la que fija la competencia en
:.. razón de los hechos invocados y el derecho cuya aplicación se pretende,
,1l'
determina que la competencia corresponde y debe ser retenida por el
fuero del trabajo.
I! b. Competencia por acciones derivadas de accidentes y enfermedades
:11 La argumentación y pronunciamiento definitivo en torno al derecho
del trabajo
i¡1 del actor a percibir una reparación más allá del sistema indemnizatorio
1,
:I¡ previsto en la nueva ley, la falta de acción, la constitucionalidad o
" En cuanto al inc. 2, si bien con la vigencia de la ley de accidentes de inconstitucionalidad de la normativa cuestionada, constituye una atri-
trabajo 9688 y sus posteriores leyes que la reformaron, hasta la vigencia de la bución exclusiva del juez de mérito que en ejercicio de facultades espe-
ley 24.028, no existió controversia alguna en el sentido que los tribunales del cíficas e indelegables, deberán ser ejercidas al penetrar en el fondo del
trabajo eran quienes debían intervenir en estos reclamos, desde la vigencia de pleito. La resolución respecto de la excepción de incompetencia es ajena
la ley de riesgos del trabajo 24.557, que en su arto 46 estableció la competen- a lo anterior y nada anuncia acerca de la procedencia sustancial de lo
cia de la justicia federal en acciones derivadas de ese cuerpo legal, se suce- demandado ni tampoco opinión alguna acerca del derecho que oportu-
dieron diferentes interpretaciones y distintos pronunciamientos incluso con- namente declare aplicable el tribunal de sentencia ... ".

.-:128:-.
tradictorios, hasta que finalmente, ya sea en reclamos por prestaciones de ese Con posterioridad a la causa "Castillo, Angel Santos cl CerámicaAlberdi

La Revuelta
sistema o por acciones derivadas del derecho común (arts. 1109 y 1113 C.e.) S.A.", donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró la
el juez competente es el juez del trabajo.
inconstitucionalidad del arto 46 que establecía la competencia federal para
Así, el Tribunal Superior de Justicia (II) sostuvo la competencia de los reclamaciones vinculadas a la ley 24.557, el máximo tribunal de la provincia
tribunales del trabajo de lajusticia ordinaria por acciones derivadas de la ley de Córdoba, ratificó la competencia de los tribunales del trabajo, en la órbita
de riesgos del trabajo 24.557, con los siguientes argumentos: "Esta Sala ya de la justicia ordinaria (12), en cuanto dijo: "oo. Si bien este cuerpo advierte
ha decid~do reiteradamente cuestiones de competencia vinculadas a la -prima facie- que en el sub examen se dirimía un conflicto de características
L.R. T. Todas esas causas a las que se hace referencia tenían en común similares al resuelto por la C.'S.J.N. in re "Castillo, Angel Santos cl Cerámica
que, al menos, uno de los aspectos involucrados en la controversia en Alberdi S.A." (C. 2605. XXXVIII 7/9/2004), cuyos fundamentos se compar-
torno a la responsabilidad, quedaba situado temporalmente fuera del ten en orden a que "no hay ningú~ motivo' para pensar. .. que la protección de
nuevo marco normativo, ya sea en razón de la fecha de la demanda, del los intereses que la ley 24.557 pou'e ~nJuego, dejaría de ser eficaz a través de
accidente súbito, del distracto, del hecho generador del daño, su conso- la interpretación y aplicación po~ la justicia que las provincias organizaran
lidación, de la denuncia, entre otros. dentro del molde constitucional, de los términos del libelo introductorio se des-
prende que tal criterio sólo es parcialm~nte aplicable al sub lite ...", agregando
luego el T.SJ. que "oo. No ocurre lo mismo respecto a las diferencias de

(10) TOSELLl,Carlos - ULLAAlicia op. cit., pS. 40 y 41.


(11) T.S.1., Sala Laboral, Sent. N° 60,23/6/03, autos: "Aguirre, Andrés cl Supo Gob. de , (12)T.S.1., Sala Laboral, Sent. N° 63, 13/10105, autos: "Fredes, Mario Ovidio cl El Barrial
la Pcia. de Cba. - Jndem. por incapac. - Apelación - Recurso de casación". S,A. ylu Omega C.N.A. A.R.T. S.A. - Indemnización (Incapacidad) - Recurso de casación".
l'
64 65
'1 Derecho Procesal del Trabajo Competencia
I

¡"
I

prestaciones del arto 13 de la ley 24.557, que reclama porque se trata de un mo en hechos que habrían derivado del vínc~lo de trabajo mantenido y no por
rubro que la ART reconoció y abonó en parte, conforme el actor. Siendo aSÍ, eso se pierde la competencia. La circunstancia de que el inc. 2 aluda a las
corresponde anular el pronunciamiento en este aspecto. Admitir la competen- acciones emergentes de la ley nacional de accidentes y enfermedades de
cia por las diferencias de las prestaciones percibidas por la incapacidad par- trabajo, no significa que éstas resulten excluidas de la previsión del inc. 1, ya
j,'
'1 cial y provisoria, y entrar al fondo del asunto, arto 105 C.P.T...". que la generalidad de dicha norma las incluye en su previsión. En realidad,
Indudablemente que la competencia de los tribunales laborales de lajus- este inc. 2 sólo se explica por su segunda parte, que alude a los empleados
,111 ticia ordinaria deviene expresamente del arto 1° inc. 2 de la ley 7987, por públicos, pues en los reclamos de tal Índole la inexistencia de un contrato de
ji: empleo privado determinaría la incompetencia de los tribunales laborales.
tratarse de un conflicto individual, de daños causados al trabajador, derivado
de la relación o contrato de trabajo, lo que encuadra perfectamente en el arto El inciso establece además que esta competencia se mantiene aun cuan-
I 1° de la ley 7987 que delimita también la competencia material, en casos don- do fueren iniciadas por los agentes de los tres poderes del Estado Provincial,
'Ii de la relación se tramitó exclusivamente en esta provincia de Córdoba, en el sus empresas, municipalidades y comunas. La norma bajo examen también
, ~i
ámbito de la competencia territorial del tribunal, como lo expresa el arto 9° llevó a diversas interpretaciones e incluso a planteos de excepciones de in-
'1, competencia, cuando la acción por daños derivados de la ley de riesgos del
,
C.P.T., teniendo presente además que el arto 10 de nuestro ordenamiento pro-
cesal señala la 'improrrogabilidad e indelegabilidad de la competencia. No trabajo o del derecho común, era iniciada por agentes de la administración
advirtiéndose materia federal, la intervención de la justicia provincial es la que pública provincial, que finalmente fue resuelto por el Tribunal Superior de Jus-
corresponde, porque el conflicto entra dentro de su competencia material y ticia en favor de la competencia de la justicia laboral ordinaria. Pero además
territorial atribuida por la ley de procedimiento provincial; permitir la sustrac- se ha cuestionado la procedencia de acciones de este tipo sin haber agotado
11
ción de competencia, derivándola de la ordinaria a la federal, en un'caso que previamente la vía administrativa, como señala el arto 178de la Constitución
,1

.-:129:-.
carece de materia federal propia, produciría el efecto de violentar la seguri- de la Provincia de Córdoba. Recientemente, el TriQunal Superior de Justicia

La Revuelta
I
dad jurídica. .., de Córdoba, ratificando anteriores pronunciamientos (AJ. N° 403/97, Al. N°
Por otra parte es pertineiIte señalar que a partir de la causa "Castillo" se 341/99, A.l. N° 342/99, Sent. N° 114/00, entre otros) sostuvo que la vía adminis-
recuperó definitivamente el derecho a la jurisdicción y la competencia de los trativa previa a lajudicial señalada por el arto 178 C.P., no es exigida por el arto
tribunales ordinarios de cada provincia, en cumplimiento de lo expresamente 10C.P.T. y que sólo es necesaria para los cuestionamientos de decisiones toma-
dispuesto en los arts. 75 inc.' 12 y 116 C.N. (13). das por organismos públicos en ejercicio de la función admini!)'trativa y no
cuando deben aplicarse las reglas o principios del derecho civil o laboral, en la
Con relación a la competencia de los tribunales del trabajo por acciones
que no es imprescindible el agotamiento deJa vía administrativa, que puede o no
derivadas de reclamaciones fundadas en el derech~ común, por accidentes y
ser utilizada por los particulares como ,paso pre.vio a la acción judicial (14).
, enfermedades, los tribunales laborales de la justicia ordinaria también resultan
competentes, pues al igual que en materia de Ley de Riesgos del Trabajo, La competencia atribuida por el inc. 3para las acciones por cobro
según el arto 1° inc. 1, de la ley 7987, los tribunales del trabajo deben conocer de aportes y contribuciones a fondos sindicales, ha sido acotada en su
"en los conflictos individuales derivados de la relación de trabajo o contrato de alcance por la federalización de la percepción de los fondos destinados a obras
trabajo, cualquiera fuere elfundamento jurídico que se invoque". No hay sociales, quedando únicamente habilitados para accionarse ante el tribunal
duda que se trata de un conflicto individual derivado de ún contrato o relación provincial aquellos casos de cobro de cuota sindical de trabajadores afiliados
laboral y si el actor invoca previsiones del Código Civil, puede fundar su recla-

(14 )1'.S.1., Sala Laboral, Sent. N° 170, autos "1'ulián, Ornar S. en nombre y rep. de la
(13)BRAIN, Daniel Horacio, Revista Actualidad Jurídica de Córdoba, Derecho Laboral, N0 menor Jessica Eliana Sosa 1'ulián cl Provincia de Córdoba - Indem. por muerte - Recurso
27, año n, vol. 27, dic. 2004, p. 1599 Y ss .. de casación". '
66 67
Derecho Procesal del Trabajo Competencia

y donde el empleador actúa como agente de retención, de conformidad al quien resulta competente para intervenir en grado de apelación de las multas
texto del arto 38 de la ley 23.551 y siempre que la entidad sindical haya comu- aplicadas, tal como lo resolvió el Tribunal Superior de Justicia en Sent. N° 35
nicado la resolución a la autoridad de aplicación que autoriza tal retención, con del 28/4/00, en autos: "Empresa Constructora,pelta S.A. - Apela resolución
una antelación no menor a diez días al primer pago al que resulte aplicable, 115 del Ministerio de la Producción y Trabajo - Recurso de casación".
acompañando en la comunicación una copia autenticada de dicha resolución El inc. 5, según señalan Reinaudi y Rubio (17) es una norma genérica
(decr.758/01). destinada a atrapar situaciones no previstas en los incisos anteriores; esto es,
También se puede accionar cuando se reclamen aportes del trabajador o que requieran la interpretación y aplicación de leyes laborales aun cuando no
contribuciones patronales convencionales, siempre que en el primer caso, en se trate de "conflictos individuales" y derivados de una "relación o contrato de
el C.C.T., se determine que en tales supuestos el empleador se constituya en trabajo". Por su parte Somaré-Mirolo (18) indican que este inciso debe conju-
agente de retención de dicho monto. Ejemplo de esta situación sería el primer garse con el inc. 5, puesto que en esa conjunción de ambos está resumida la
mes de aumento salarial, que en muchos convenios se determina que el incre- cuestión. Debe tratarse entonces de una controversia (conflicto dice la ley)
mento obtenido ingresará al patrimonio de la entidad sindical que negociara jurídico-individual, derivada de una relación subordinada de trabajo y la polé-
éste. De igual manera se habilita la actuación jurisdiccional invocando este mica se refiere a la interpretación controvertida de una disposición legal, re-
JI:
inciso, si la norma convencional obliga al empleador a efectuar una contribu- glamentaria o convencional de derecho del trabajo, e incluso de derecho co-
ción dire'?ta al ente gremial para fines diversos (acción social, seguro de sepe- mún, como era el caso típico de la reparación de accidentes en función de los
lio, turismo; etc.), que se abonan en la misma forma y fecha que el aporte arts. 1109 o 1113 C.C ..
JII
retenido al trabajador (caso de los arts. 97 y 98 C.C.T. 232/94 del Sindicato de Toselli (19), citando los arts. 59 y 62 de la ley 23.551 explica que de todos
Trabajadores de la Industria del Hielo y Mercados Particulares de la Repúbli- modos, para que se produzca la activación del tribunal laboral competente,

.-:130:-.
ca Argentina -S.T.1.H.M.P.R.A-) (15). este conflicto convencional debe subsumirse en una petición individual, no

La Revuelta
El inc. 4 determina la competencia en grado de apelación, de las multas siendo posible que por esta vía la entidad sindical tratase de obtener un encua-
administrat.ivas aplicadas por violación de disposiciones legales, reglamenta- dramiento sindical diferente o dilucidar un conflicto asociacional, ya que en
rias o convencionales del'derecho del trabajo, existiendo contradicción entre tales supuestos debería recurrirse directamente ante la Cámara Nacional de
el arto 4° inc. 10 C.P.T.; que se las reconoce a los jueces de conciliación del Apelaciones del Trabajo, tal cual lo estipulan las normas citadas.
lugar de circunscripción donde la multa fue aplicada y el arto 18 de la ley 8015 Coincidiendo con los autores citados, el inc. 5 se debe entender que la
(de procedimientos de inspecciones y procedimientos laborales), quela otorga competencia material incluye todos los conflictos derivados de la relación de
a la Cámara del Trabajo' de la Circunscripción Judicial del domicilio del esta- trabajo, ya sea por aplicación de las leyes o disposiciones reglamentarias, los
blecimiento donde se dispuso la multa o el acta de infracción (16). estatutos profesionales o convenciones colectivas de trabajo, que otorguen
'I1 . .
Al igual que señala Toselli-Ulla,'al ser la norma cita~a en último término derechos a los trabajadores y que fueron, motivo de esa controversia.
específica en la materia y posterior a la ley 7987, la Cámara del Trabajo es Por último, el ¡nc. 6 hace referencia a la competencia para entender en
asuntos vinculados a las leyes especial~s'y en los que se encuentren previstos
en el C.P.T., tales como la acción de reinstalación por tutela sindical, que de

'ji
(1 5) TOSELLI,Carlos - ULLA,Alicia, op. cit., p. 47.
I! (16)Art. 18.- Contra la resolución ministerial que continúa total o parcialmente la san-
ción.de multa, el recurrente podrá interponer recurso de apelación por ante la Cámara del (17) REINAUDI,Luis - RUBIO,Luis, op. cit., p. 16.
r Trabajo de la Circunscripción Judicial del domicilio del establecimiento donde se labró el acta (18) SOMARÉ,José - MIROLO,René, op. cit., p. 3 l
de infracción, dentro de los diez (10) días hábiles de notificada aquella. La multa que no exceda
(19) TOSELLI,Carlos A., op. cit., p. 49.
el importe de tres (3) salarios mensuales calculados en los términos del arto 5° será irrecurrible.
I
11,

68 69
Derecho P-rocesal del Trabajo Competencia

Ilf conformidad con el arto 83 C.P.T. debe tramitarse en procedimiento sumario, encuentra prevista en el arto 11 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (L.O.P.J.).
'1'
il' en función del trámite dado por el arto 31 del mismo cuerpo legal, por la vía Sin petjuicio de ello debe aclararse que además ejerce la competencia territo-
incidental,il1 igual que el pedido de exclusión de la tutela sindical de un traba- rial en todo el ámbito de la provincia de Córdoba, ya que, según la Constitución
1
il: jador amparado por la garantía de estabilidad sindical, que formalice el Provincial, corresponderá a éste el conocimiento y la decisión de las cuestio-
'¡-,
empleador conforme el arto 52 de la ley 23.55 l. nes que versen sobre puntos regidos por la Constitución Provincial y demás

Asimismo para los supuestos de procedimientos especiales previstos en facultades conferidas en esta Constitución, destacando que ello es conse-
!II' el Título VI del C.P.T., que regula la competencia en los juicios ejecutivo, cuencia natural de su función como unificador de lajurisprudencia en todo el
I!
1
prepara vía ejecutiva, de desalojo y actos de jurisdicción voluntaria. territorio provincial.
Sin perjuicio de volver a su análisis, es importante destacar que el arto 6° El arto 164 de la Constitución Provincial indica que el Tribunal Superior de
C.P.T. establece que la incompetencia por razón de la materia podrá ser de- Justicia está integrado por siete miembros y puede dividirse en salas. Elige
11 anualmente entre sus vocales un presidente. A su vez, por el arto 165 inc. 1 el
clarada de oficio por el tribunal o a petición de parte en el momento de contes-
¡ji Tribunal Superior conoce y resuelve originariamente, en pleno, las acciones
tar la demanda. 'L~ controversia sobre la naturaleza del vínculo sólo podrá ser
!Ii,. resuelta en la sentencia definitiva que dictará la Cámara del Trabajo. declarativas de inconstitucionalidad, las cuestiones de competencia, las accio-
I! nes por responsabilidad de los magistrados y funcionarios y los recursos ex-
traordinarios de inconstitucionalidad.
Por el arto 98 C.P.T. conocerá y resolverá a través de su Sala Laboral, el
3. Competencia funcional
recurso de casación, la recusación de sus miembros y el recurso de queja
Ji establecido normativamente en el arto 109 C.P.T..

.-:131:-.
I a. Composición de la magistratura del trabajo en la provincia de Córdoba Como señalan Toselli-Ulla (20), el 'arto 2° C.P.T., señala la existencia de

La Revuelta
I una única instancia jurisdiccional final enmateria laboral provincial al que el
}
La magistratura del trabajo en la provincia de Córdoba está compuesta justiciable puede acceder, diferenciando dos posibilidades:
por el Tribunal Superior de Justicia, la Cámara Unica del Trabajo, los jueces a) Si debe intervenir para la resolución de un recurso de casación: en ese
de conciliación.y los asesores del Trabajo. A continuación se analizará cada caso, la actuación se hará a través de la Sala Laboral del Tribunal Superior de
I~I una de ellas: Justicia constituida por tres miembros' , "J' t .
';1 b) Si, en cambio, la intervención es requerida por un recurso de
inconstitucionalidad deberá actuar el pleno del Tribunal Superior de Justicia, que
!: co.nforme al arto 164 de la Constitución Provincial, está conformado por siete
a. J. Tribunal Superior de Justicia
Illlcmbros, por lo cual en supuestos de recusaciones, inhibiciones o vacancias
dcberá completarse dicho número conforme con lo dispuesto por la L.O.P.J. (21).
Art.,2º." El Tribunal Superior de Justicia tendrá competencia en
materia' del trabajo; en todó el territorio de la provincia.
: I ~ ••
~ 4." I 1

li CONCORDANCIAS:arts. 164, 165 ine. 1 Consí. Peial.; 98, 99, 100, 101, 102, 103,
104,105,106,107,108,109,110,111,112,113,165 C.P.T.;11, 12y 151ey
8435 (L.O.P.J.). (20) TOSEl.LJ,Carlos - ULl.A, Alicia, op. cit., p. 55 Y ss ..
. (21)Art. 15 ley 8435: "Reemplazo. En caso de vacancia, impedimento, recusación o
¡I II)hihición, los Miembros del Tribunal Superior de Justicia, serán suplidos por los vocales de
11 En cuanto a la competencia funcional o de grado, la Constitución Provin- cúmara; los jueces que reunieren las condiciones para ser vocales o por los conjueces a que se
1 cial lo trata en el arto 165, incs. 1, 2, 3 y 4, circunstancia que también se re.tiere el Título V. Cuando actuare dividido en salas, serán suplidos por otro vocal del mismo
I tribunal; en su defecto y sucesivamente en el orden establecido precedentemente. La integra-
70 71
Derecho Procesal del Trabajo Competencia
I
I

Por último, de conformidad en el arto 12 de la L.O.P.J., el Tribunal Supe- da hasta la sentencia definitiva (22). La voz instancia, desde el punto de vista
'I! rior de Justicia ejerce la Superintendencia de la Administración de Justicia. procesal, tiene tres significados: a) como acción de impulsar el proceso, me-
diante la postulación de un acto formal a cargo de la parte; b) como grado de
lajurisdicción o atribución de competencias: primera instancia, segunda ins-
I ~[1 tancia, etc., c) como etapa procesal, o sea la actividad que se realiza entre un
a.2. Cámaras del Trabajo
pedimento y una resolución jurisdiccional, que puede ser definitiva o inciden-
'11 tal, pero que cierra un periodo procesal completo (23).
I
Art. 3º.- Las cámaras del Trabajo conocerán: El último concepto de instancia analizado, esto es, el período de tiempo
1
1) En única instancia, en juiCiO oral, público y continuo, en los que se extiende desde que se presenta en el proceso una pretensión principal,
conflictos previstos en el arto 1" excepto de aquéllos Quetengan un
hasta que ella es resuelta mediante sentencia definitiva, es la que pert~nece a
•.trámite especial previsto por esta ley.
111 la Cámara del Trabajo, por cuanto el proceso se desarrolla en una sola instan-
2) En grado de apelación, de las resoluciones de jueces de conci-
liación cuando correspondiere y en las regulaciones de honorarios cia, aunque en dos etapas netamente diferenciadas: la primera etapa, de con-
!I Queaquéllos pra~tiQuen, imposición de costas y medidas cautelares, ciliación e instrucción de la prueba escrita, ante el juez de conciliación y, la
[1 esta última al solo efecto devolutivo. segunda etapa, ante la Cámara del Trabajo.
Es por ello que el art. 30 se refiere a la única instancia en los juicios
CONCOROANCIAS: arts. 1',31,38,53,56,57,58,66,67,80,81,83,94,95 C.P.T.;
II! 18 ley.8015. ordinarios, previstos en el arto 10 C.P. T., con excepción de los juicios por
exclusión de tutela sindical, acción de reinstalación, suspensión precaucional
,'ji del dirigente sindical, querella por práctica desleal y acción de restableci-

.-:132:-.
miento de las condiciones laborales alteradas, en interpretación del nuevo

La Revuelta
1:1
El artÍCulo se 'refiere a las dos competencias posibles que poseen las cá-
arto66 L.C.T. modificado por ley 26.088, como se analizará más adelante, al
maras del Tiabájo en la pro~iIicia de Córdoba, a saber: a) En única instancia
I
examinar la vía incidental del arto 31 CJ~.T., en los que tendrá intervención
para el tratahlÍento del llamado juicio ordinario, y b)en grado de apelación de
l. originaria el juez de conciliación.
'[i
las resoluciones de los jueces de conciliación.
Al analizar los principios procesales se explicó que el juicio ordinario se
, a) -En única 'instaitcia, en' el juicio oral, público y continuo, en los
caracteriza por su desarrollo en instancia única, enjuicio oral, público y conti-
I conflictos jurídico individuales o plurindividuales derivados de la relación o
IlUO. En cuanto a la oralidad ésta adquiere una característica especial por
.j contrato.de trabajo, en las acciones emergentes de accidentes y enfermeda-
cuanto en la audiencia de vista de la causa, el presidente del Tribunal es quien
des del trabaj,o;en las acéiones por cobro de aportes, contribuciones a fondos
dirigirá el debate, verificará la presencia de las partes y testigos, procederá a
sindicales y toda otra cuestión que suscite con motivo de la'aplicación de
se la lectura de la demanda, contestación de demanda, pruebas e incorporará las
disposiciones legales, reglamentarias ó convencionales de derecho del trabajo,
producidas en la etapa de conciliación, interrogará libremente a los testigos y
excepto aquellas que tengan un trámite especial previsto en el C.P.T..
absolventes, escuchará los alegatos, etc;. .
La instancia, en su acepción inás restringida, es cada una de las etapas
del proceso extendiéndose desde el momento de la interposición de la deman-

(22)COUTURE,Eduardo 1., Fundamentos del derecho procesal civil, Depalma, Bs. As.,
1958, p. 169.

,I (23) VENICA,Oscar I-Iugo, op. cit., p. 240, citando a SÁBATO,Augusto, "La vida en pala-
ción se efectuará con los vocales de Cámara o jueces según la materia de sus respectivas bras. instancia", Boletín de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad Nacional
competencias ...". de Córdoba, 11/7/95, p. 5.
72
Derecho Procesal del Trabajo 73
Competencia
I ;It
, I
La publicidad que refiere la norma no sólo está destinada a los terceros, Asimismo, la nornla prevé la intervención en grado de apelación, contra
quienes tienen libre acceso a la sala de audiencias, como ocurre además en el
cualquier resolución que dictare el juez de con~i~iación que "caus~re un gra-
proceso penal y que se enmarca en uno de los rasgos característicos del régi- vamen irreparable" (art. 94, 1a parte, c.P.T.). Segun refieren Toselh-Ulla, esta
H men republicano de gobierno, posibilitando a la opinión pública efectuar un expresión ha motivado numerosas críticas ~n doctrina por la amplitud que
control de la actuación de los órganos del Estado, permitiendo efectivizar la denota el mencionado artículo, y que puede convertir a la Cámara en un tribu-
jll: responsabilidad de sus funcionarios, salvo que por razones de orden público o nal de segunda instancia del trámite, lo que afecta la celeridad de un proceso
11,1 moralidad se ordene realizar la audiencia a puertas cerradas, sino además de las características del laboral y a la esencia del proceso, caracterizado
iI está destinada a las partes y terceros intervinientes en el proceso, ya que
I t como de única instancia (25).
permite el acabado conocimiento de la causa y el oportuno control por parte
Somaré-Mirolo afirman que el caso donde la procedencia de la apelación
de ellos de la garantía de imparcialidad.
':1 resulta dudosa, es cuando las condiciona a que causen un gravamen irrepara-
Por último, el precepto normativo analizado exige que el procedimiento ble, expresión ésta que deberá analizarse con atención. En efecto, la subjetivi-
preferentemente oral sea continuado, esto es, que la audiencia de vista de dad de tal calificación deviene como consecuencia de no haber establecido la
1;
causa, en especial, se realice en una sola oportunidad, porque de esta manera ley, reglas o pautas fijas para establecer cuándo el gravamen es irreparable, ni
permite una mayor concentración y unidad que está cimentada en razones de sería posible, por cuanto dependerá exclusivamente de las circunstancias de
orden técnico procesal y acelera en definitiva el proceso (24). la causa y de sU estado procesal. De allí entonces que la decisión haya sido
1,11
';
b) Según el inc. 2 del arto 30, la Cámara del Trabajo conocerá en grado dejada a criterio del juzgador (26).
l'
I de apelación de las resoluciones dictadas por los jueces de conciliación, es El concepto que corresponde atribuir a la expresión "gravamen irrepara-
11 decir que estos últimos actuarán en esas causas como jueces de sentencia y

.-:133:-.
ble" es el daño o el perjuicio. Según Lino Palacio, se trata de "ún concepto

La Revuelta
de primera instancia, habiéndose previsto la vía recursiva ante la Cámara del no del todo preciso, puede decirse que en términos generales, una reso-
;:Ii
Trabajo en el arto 94 C.P.T., en cuanto establece que el recurso de apelación lución causa gravamen cuando impide o tiene por extinguido el ejerci-
procederá contrlllas resoluciones del juez de conciliación, siempre que cau- cio de una facultad o de un derecho procesal, impone el cumplimiento de
sen un gravamen irreparable o expresamente sean declaradas apelables. A su un deber o aplica una sanción".
vez, el arto 97 determina que una vez concedido el recurso, se elevará al
Esto significa que si la resolución em~nada del juez de conciliación, impi-
I
tribunal de alzada, quien deberá resolver dentro del término de diez días de
1
de la continuidad del proceso o del acto, pondrá fin al litigio y, en consecuen-
i' recibida, siendo este tribunal de alzada, la Sala de la Cámara del Trabajo.
cia, podría producir a la parte perdidosa el gravamen irreparable que cita la
Los casos en que intervendrá en grado de apelación' se encuentran ex- norma bajo análisis.
presa y taxa!ivamente indicados en el C.P.T., tale's como' la peticióri de nulidad
. Podría afirmarse, en consecuencia, que el inc. 2 da dos supuestos ge
(art. 37); las resoluciones de 'excepciones' de' artículo previo (art. 38);
IIltervención de la Cámara del Trabajo, el primero "restringido" a los casos
denegatoria de prueba (art. '53); sentencia de desalojo laboral (ah. 80); proce-
tax~ti.v:lIl1enteenumerados en el C.P.T. y "amp.lio" en los supuestos de daño o
dimiento s~'mariovinculado a libertad 'sindical (art. 80); resolUéiones deri~adas
perJUICIOque pudiera causar la resolución emanada del juez de conciliación.
de la acción de restablecimiento de las condiciones laborales alteradas -ius
variandi- arto 66 L.C.T .. Además, el último párrafo del inciso segundo determina la competencia
I en grado de apelación de la Cámara del Trabajo por las resoluciones de los

,1

(25)TOSELLI, Carlos - ULLA, Alicia, op. cit., p. 58.


(24) SOMARÉ, José - MIROLO, René, op. cit., p. 46.
(26) SOMARÉ, José - MIROLO, René, op. cit., p. 48.
74 Derecho Procesal del.Trabajo 75
Competencia
l'iI
jueces de conciliación por regulación de honorarios, para otorgar mayor segu-
a.3. Juez de conciliación
ridad a los profesionales intervinientes, ya que, ac.tualmente, el Código Aran-
liil
celario para Abogados y Procuradores de Córdoba establece pautas de regu-
Art. 42.- Juez de conciliación. Los jueces de conciliación cono-
lación de honorarios sobre la base de la complejidad de la causa, las etapas
cerán:
11': 1, cumplidas, importancia de la labor desarrollada, etc., hecho que podría dar 1) En las actuaciones que se practiquen para entablar y contestar
lugar a criterios o interpretaciones dispares, actuando la Cámara como unifi- la demanda.
cador jurisprudenciaI. 2) En la conciliación de las partes.
, 11I1 3) En la resolución de los incidentes de previo y especial pronun-
A su vez se otorga intervención por la forma de imposición de costas y
" ciamiento.
medidas cautelares. Con relación a estas últimas, la norma ha previsto que
4) En las medidas preventivas o tutelares que se practiquen mien-
solamente lo será con efecto devolutivo; como lo señala Alsina, "la apela-
JI'1 tras el pleito se radica en el juzgado.
ción produce efectos suspensivos y devolutivos porque devuelve la ju-
5) En la instrucción de la prueba antes de la audiencia de vista de
risdicción al superior y suspende la ejecución de la resolución apela-
la causa.
da y excepcionalmente la ley permite que se conceda con solo efecto 6) En los desistimientos y allanamientos producidos durante la
Ji devolutivo, . ejecutándose la sentencia mientras no sea revocada por el
"
radicación de la causa ante el Tribunal.
1'" superior" (27). 7) En el trámite incidental para regulación de honorarios.
I
Debe entenderse entonces que la apelación solamente producirá efecto 8) En los casos que lo determinen leyes especiales.
devolutivo, pero no suspensivo, lo que implica que la medida cautelar dictada 9) En los procedimientos especiales previstos en esta ley.
10) En grado de apelación, de las multas administrativas aplicadas
,por el a quo mantiene su vigencia, sin perjuicio de que pueda ser revocada por

.-:134:-.
por violación a disposiciones legales del Trabajo.

La Revuelta
el superior, pues como señalan Toselli-UlIa, la cautelar, en definitiva, tiende a 11) En los actos de jurisdicción voluntaria.
asegurar el efectivo cumplimiento de la sentencia que en última instancia pue-
da di'?tarse en ~I proceso, lo que se tornaría ilusorio si ante la presentación CONCORDANCIAS: arts.1', 6" 8" 38, 45, 46, 47, 48, 49,50,51,52,53,54,55,68,
69, 70, 77, 82, 83, 91, 92, 93, 94, 95 C.P.l; 18 ley 8015; 485 C.P.C.C ..
recursiva del afectado, debiera dejarse en disponibilidad del agraviado por el
requerimiento, los bienes objeto de la pretensión cautelar.
'1 ,. '. , . r'

Como se señaló anteriormente, el proceso laboral en la provincia de Cór-


e- Por último, como se indicó anteriormente, el arto 18 de la ley provincial
8015, ha previsto que la Cámara del Trabajo también será competente para doba en el juicio ordinario es de única instancia pero se desarrolla en dos
intervenir en grado de apelación, sobre las decisiones administrativas por las etapas netamente diferenciadas: la primera ante el juez de conciliación y la
que se aplic!in rnulta~ o sancione~ por vi.olación"de disposiciones legales del segunda ante la Cámara del Trabajo, donde se recepcionan las pruebas orales
trabajo, derogando implícitamente el inc.I Odel arto 4° C.P.T., situación que se (confesional, testimonial e inspección judicial) previo a la sentencia. La labor
• .'" ~ , ~ .. , . T' - .... f. ','."',
1",
¡ analiza en el Título VI, Capítulo Tercero (art. 81) del C.P.T.. y compctcncia funcional asignada por la norma a los jueces de conciliación es
sumamente importante ya que no solamente intervendrá en la tramitación de
"

'! la primcra etapa del juicio ordinario, sino que además intervendrá como juez
I¡i
de sentencia en algunos de los supuestos previstos en el C.P.T. (juicio ejecuti-
~..t~ ,.•- ..
vo, dc desalojo, actos de jurisdicción voluntaria, procedimientos sumariales),
con la posibilidad de articular el correspondiente recurso de apelación ante la
Cámara dcl Trabajo. ,
I!i El ¡ne. 1establece que intervendrá en las actuaciones que se practiquen
I
para entablar y contestar la demanda. Puede suceder que previo a la deman-
(27)ALSINA, Hugo, op. cit., p. 224.
l' 76 Derecho Procesal del Trabajo 77
Competencia
I .111
1

da, el accionante deba efectuar o peticionar al juez de conciliación las llama- De no mediar estas medidas preparatorias del proceso, el juez de conci-
das "medidas preparatorias", que se encuentran previstas en el arto 485 liación intervendrá en las actuaciones que se practiquen para entablar y con-
";1,'
.,1 C.P.C.C., que por remisión del arto 114 C.P.T. resultan viables. En efecto, el testar demanda. Como se desarrollará en el análisis del arto 46 C.P.T., el juez
arto 485 C.P.C.C., faculta al demandante a solicitar estas medidas "prelimina- de conciliación, una vez entablada la demanda, que se formaliza actualmente
res", que "tienen por objeto asegurar a las partes la idoneidad y preci- en mesa de entradas y se distribuye a cada juzgado de conciliación mediante
sión de sus alegaciones, permitiéndoles el acceso a elementos de juicio el infomlático Sistema de Administración de Causas (S.A.C.), realizará un
.,
,1'1 susceptibles de delimitar, con la mayor exactitud posible, los elementos examen de "admisibilidad" de esa demanda, que significa verificar si se en-
I
de su futura pretensión u oposición, o la obtención de medidas que faci- cuentran cumplimentados todos los requisitos de la demanda que establece el
1
1 :
: :~ liten los procedimientos ulteriores. Las medidas conservatorias de prue- arto46. Este examen de admisibilidad es un control sobre los aspectos forma-
I ¡,~
'1 ba, en cambio, tienen por objeto la producción anticipada de ciertas me- les de la demanda y no sobre los sustanciales, que es competencia de la Cá-
didas probatorias frente al riesgo de que resulte imposible o sumamente mara del Trabajo y si faltare algunos de estos requisitos, de oficio, eljuez de
"1
dificultoso hacerlo durante el periodo procesal correspondiente" (28). conciliación emplazará al actor para que los complete en el término de tres
1
;1: En realidad se trata de medidas preliminares destinadas a la prepara- días, bajo sanción de inadmisibilidad o a petición de la demandada, dentro de
ción del proceso de conocimiento, a fin de establecer datos con exactitud los tres días de notificada la audiencia de conciliación.
1 para que luego no se vea frustrado algún derecho del demandante o no se
1/ Cuando la norma se refiere a las actuaciones para contestar la demanda,
1,
pueda cumplimentar con alguno de los requisitos de la demanda, conforme está queriendo significar la incorporación del memorial de contestación de
:I~ lo ordena el art. 46 C.P.T. Es así que el actor podrá solicitar el libramiento demanda en la audiencia de conciliación, ya que deberá dejar debida y expre-
1,1:
de oficio al Registro Público de Comercio para requerir datos referidos al sa constancia en el acta que se labre esta situación, como se analiza en el

.-:135:-.
'1:

La Revuelta
domicilio de una sociedad que se vaya a.demandar o la remisión del con- desarrollo del arto 50 C.P.T..
trato constitutivo de la sociedad y la nómina de sus integrantes para luego El ¡ne. 2 señala su intervención en la conciliación de las partes. El institu-
ser demandados solidariamente; o el libramiento 'de oficio a alguna Muni- to de la conciliación y los acuerdos transaccionlllés, s'e encuentra expresa-
cipalidad para determinar exactamente el domicilio de la empresa que se mente previsto en la norma sustantiva (art. 15 L.C. T., con la refohna introdu-
pretende ..demandar, etc .. cida por la ley 25.345)(B.O., 17/1 1/00) y que debido a la complejidad, impor-
Igualmente podrá requerir pruebas anticipadas para evitar que éstas pu- tancia y situación delicada que significa arribar a un acuerdo sin violar el
"

dieran resultar imposibles de diligenciar en la etapa probatoria pertinente, como principio de irrenunciabilidad de los derechos del trabajador, eljuez de conci-
l por ejemplo, alguna prueba pericial sobre un máquina que fue motivo de un liación debe tomar una intervención personal, activa, con suma prudencia yen
I accidente de trabajo, antes que sea reparada o destruida, la realización de uudiencia privada.
alguna inspección por parte de la autoridad de aplicación sobre libros y plani- Ello obedece a que la norma adjetiva en su parte pertinente exige que la
llas laborales, la verificación de situaciones de hecho en alguna empresa, como conciliación se realice sobre los hechos controvertidos y no sobre el dere-
podría ser la inspección de trabajadores no registrados, etc. Se trata en reali- cho, situación que se analiza con mayor detenimiento en el desarrollo del
dad de medidas de práctica de averiguación y de práctica de la prueba con urt. 50 C.PT ..
finalidad de aseguramiento para facilitar el proceso ulterior, a diferencia de las Si ~i~n en la práctica puede resultar materialmente imposible que eljuez
¡ . medidas precautorias que buscan garantizar la efectividad de la sentencia. .. .
decone IIlaClOnmtervenga personalmente en la audiencia, debido al cúmulo de
1
~ausas .que se radica en sus respectivos juzgados, en algunos de ellos, los
I
JUcccs IIltervienen directamente en la conciliación tratando de arrimar a las
¡ pa~es del litigio a un posible entendimiento sobre 'sus intereses, cumpliendo
(28)RoDRíaUEZ luÁREz, Manuel, Procedimientos generales y especiales en el Código aSI Con la finall'dad de Id' .
a norma y e este mstltuto, .
ya que constituye una
I Procesal Civil y Comercial de Córdoba, Alveroni, Cba., 1999, p. 14.
1\
78 Derecho Procesal del Trabajo 79
Competencia
I1II
'"
característica esencial del proceso laboral, a punto tal que el arto 54, cuyo levantamiento de embargo, se sustanciarán por el trámite previsto para los
,1 comentario se realizará más adelante, prevé una nueva intervención del juez incidentes, pudiendo efectuarse por cuerda separada.
de conciliación, el que podrá fijar una nueva audiencia de conciliación de ofi- Cuando el actor peticiona una medida preventiva (embargos, intervencio-
cio o a petición de partes, una vez que ha sido recepcionada toda la prueba nes de caja, etc.) deberá ofrecer caución o fianza, que en la práctica se for-
.. 1 que debía diligenciarse ante el tribunal de conciliación . maliza mediante la ratificación de fianza por un letrado de la matrÍCula en el
, ' El ine.3 prevé la intervención del juez para la resolución de los incidentes Libro de Fianzas, cuyo monto variará conforme al poder adquisitivo del dinero
de previo y especial pronunciamiento. Ello radica en el hecho que el de- y de acuerdo a lo que disponga el Tribunal Superior de Justicia. Mediante
':1
mandado, en la audiencia de conciliación y previo a la contestación de la Acuerdo Reglamentario N° 768 dellS de mayo de 2005 el máximo tribunal de
1':1 demanda -la que igualmente debe realizarse subsidiariamente en ese mismo la provincia, fijó como monto de referencia con relación al valor a asumir por
acto- puede interponer las denominadas excepciones de previo y especia) pro- los letrados en las fianzas personales que suscriban, la suma de pesos diez mil
,,'1 nunciamiento o de artículo previo. ($ 10.000), suma que hasta la fecha de esta publicación se encuentra vigente.
1d
,.,1\
1'1.:1
Las excepciones de previo y especial pronunciamiento, se refieren Ha la El ine. 5 dispone que el juez de conciliación intervenga en la instrucción
I
válid~ constitución de la relación jurídica procesal y atienden a poner de la prueba antes de la audiencia de vista de la causa.
" .,,1 de manifiesto que en el proceso no concurren todos los presupuestos Eljuez de conciliación, como se sostuvo anteriormente, puede intervenir
,"
1

"' I procesales para que el juzgador pueda entrar a conocer el fondo del como "instructor" de las pruebas escritas en el juicio ordinario o procedimien-
I
I asunto" (29). Son medidas que retrasan el examen de la acción hasta que to común que se encuentra previsto en el Título V del e.p.T. o bien puede
l. desaparezca el obstáculo que lo origina e impiden la tramitación de la causa intervenir como juez de sentencia en los procedimientos especiales detallados
", principal y que en el arto 38 e.p.T. son la incompetencia, la litis pendencia, la en el Título Vi de la norma adjetiva.

.-:136:-.
I
I

La Revuelta
cosa juzgada y la prescripción, que se analizarán oportunamente. La norma bajo análisis hace referencia a la intervención del juez de con-
Se las denomina también "de previo y especial pronunciamiento", porque ciliación cuando interviene en el procedimiento común, ya que toda la prueba
van a ser resueltas antes de la contestación deJa demanda, luego de tramitado se tiene que ofrecer ante él, incluidas el ofrecimiento de la testimonial,
el correspondiente incidente, por medio de una resolución destinada exclusi- confesional e inspección judicial, pero va a intervenir solamente en el
. vamente a ese fin y previo a continuar con el trámite del juicio principal. diligcnciamiento de las pruebas escritas, tales como la documental, reconoci-
'El ine. 4 establece su intervención en cuanto los faculta a ordenar medi- miento de firmas, contenido, autenticidad y recepción de documentos, exhibi-
das preventivas o tutelares que se practiquen y que sean expresamente ción de la documentación laboral y contable, pericias médica, técnica~ conta-
peticionadas por el interesado, mientras el pleito se radica en el juzgado; ob- ble, caligráfica, psicológica, instrumental, etc., ya que las denominadas prue-
viamente alude al estado de su jurisdicción. El arto 45 e.p.T. señala que en bas ~rales (confesional, testimonial e inspección judicial), por el principio de la
cualquier estado de la causa y aun antes de entablarse la demanda, el Tribunal oraltdad, van a ser diligenciadas por ante la Cámara del Trabajo.
podrá decretar embargo preventivo de bienes del demandado a petición de la Obviamente, y relacionado con el ofrecimiento de la prueba porcada
parte actora, quien deberá dar caución equivalente por una cantidad que, a parte del proceso, eljuez también va a intervenir en los incid~ntes que'pudie-
juicio del Tribunal, sea suficiente para cubrir los daños y perjuicios si resultare ran presentarse ante la denegatoria de alguna prueba, pues una vez di~tado el
que la deuda no existe, aclarando la norma que los pedidos de sustitución o lIall1ad.~"decreto de pruebas", podrá interponerse el recurso de reposición y de
n~~laclon en subsidio, como indica el arto 53 e.p.T. solamente contra la resolu-
CIOll q .
. ue demegue alguna de las ofrecidas por las partes, no procediendo esta
IInpugnación cuando se dispuso el diligenciamiento y producción de pruebas.
(29)MoNTERO, Aroca, El proceso laboral, vol. J, p., 229, citado por BAYLOS GRAU, . El i~,e.6 faculta aljuez de conciliación a conocer en los desistimientos y
.. Antonio, op. cit., p. J29. <Il1anallllentosproducidos durante la radicación de la causa ante el mismo
. ,1

)
11
,1

I1

80 DerechoProcesal del Trabajo Competencia 81


¡ 1

tribunal, porque es él quien ejerce su com petencia m ientras la causa se en- quiere de una resolución que se pronuncie y reconozca la pretensión a la que
I

cuentre en su juzgado. ha consentido el dem andado y el inciso en com entario ha facultado al juez de
conciliación a resolverlo. L a anterior ley de procedim ientos 4163 requería un
E l actor tiene la facultad de concluir el proceso, desistiendo "voluntaria-
pronunciam iento definiti vo de la C ám ara del T rabajo. ,
m ente" de la acción incoada, en cualquier estado de la causa, tal com o lo
autoriza el arto 16 c.P . T ., aunque la norm a aclara que si se hubiere trabado la N o existiendo controversia a dilucidar, sólo resta al juez pronunci,arse ~ o-
litis; solam ente podrá desistirse de1a acción con el consentim iento del dem an- bre la im posición de costas, cuestión en la que adquiere relevancia la disP Q si~
ción contenida en el arto 131 C .P .C .C . (3 1 \ de aplicación supletoria por renü-
dado y noticia a los terceros interesados yJetrados intervinientes. E s decir que
antes de producirse la audiencia de conciliación, el actor puede desisti~ de la sión del art .. 114 C .P .T . E n este caso, cuando el dem andado se hubiere allana-
acción sin ninguna consecuencia y el juez de conciliación deberá em itir la do en form a real, incondicionada, oportuna, total y efectiva, las costas se im -
resoiu¿ióh pertinente que así lo establezca. E llo no im plica que no pueda ini- pondrán por el orden causado, a m enos que m ediare m ora o fuere culpable de
ciar nuevam ente la acción, pues podrá hacerlo ante el m ism o juez u otro, la reclam ación, por lo que debe el m agistrado ponderar las circunstancias del
caso al m om ento de fundam entar la decisión (3 2 ).
según corresponda al turno, aunque sus derechos se encuentren prescriptos,
pues el instituto de la prescripc~ ón no im plica el fenecim iento de laac;ción. é' O bjetivam ente, el allanam iento debe ser: a) real, es decir, hecho en térm i-
E l desistim iento de la acción requerirá que el trabajador lo haga personal- nos que por sí im pidan que continúe el desenvolvim iento de la causa, que la
m ente ante el/la actuario/a o con ratificación posterior del escrito de desisti- culm ine; b) incondicionado, significa que no puede, ni debe estar sujeto o
m iento, com o lo exige el arto 277 de la ley de cO htrato de trabajo. supeditado al cum plim iento de una determ inada actitud, conducta o prestación
de la contraria; c) oportuno, previo al contestar la dem anda, antes de la traba
. T am bién el "desistim iento"puede producirse com o consecuencia de lina
de la litis, es decir, en la m ism a audiencia de conciliación o antes de producirse
sanción prevista en la nonna adjetiva a raíz de un incum plim iento procesal del
ella, ya que si se realiza después no puede exim irse al pago de costas porque

.-:137:-.
actqr, com p sl1cede ,en el art: 49 C .P .T ., que im pone este m édioanorm al de
ya se produjo un acto procesal; d} efectivo, o sea que tiene que poner fin a la

La Revuelta
cul~ in< l;ci6n del pr9ceso ante la incom parecencia injustificada del actor a la
contienda y si se reclam a una sum a de dinero, quien se allana tiene que con-
aud~ encia de conciliación o en. el arto 78 C .P .T . cuando prevé el desistim iento
signar, al m enos, el capital, haci.endo reserva de que, e,n cuanto haya planilla,
de ¡¡i acción de desalojo de la vivienda proporcionada com o parte integrá~ te
consignará los accesorios (3 3 ).
de ~ a ~ elación o contrato de trabajo que se iniciara contra el trabajador, cuando
el actor no com pareciere a la audiencia prevista para que se conteste dem an- . A hora bien, el allanam iento, al igual que la conciliación, presenta algunas
da, se reconozca la docllm ental acom pañada en la dem anda y se opongan las situaciones que deben señalarse: éste puede ser parcial o total. S i es parcial,
excepciones de' previo y especial pronunciam ientó. el juez deberá em itir su resolución solam ente sobre los rubros o pretensiones
que han sido reconocidas, continuando el pleito sobre las pretensio~ es restan-
, E n cuanto al allanam iento, éste representa una actitud de' sum isión por
parte del dem andado, que significa; qejar liso y llano ~ l cam ino del litigio, con tes y si es total pondrá fin definitivam ente al pleito.
lo que se evita la actividad probatoria y alegatoria. P ero ello, en m anera algu-
na debe' interpretarse com o 'una confesión calificaaapor su espontaJieidad,
sino que sim plem ente, y sin reconocer las razones' qúe pudieran asistir al ac-
(3 J )A rt. 131 C .P .C .e.: "A llanamiento. C uando al contestar el traslado la parte se hubiere
tor, lo único que se persigue es evitar el litigio (30). C om o el litigio ha llegado a
allanado en form a real, incondicionada, oportun~ :'total y efectiva, las costas sé im pondrán por
su fin, por un reconocim iento expreso de la pretensión del dem andante; re-
su orden, a m enos que m ediare m ora o fuere culpable de la redam ación.
I S i adem ás del allanam iento resultare qué el dem andado no hubiere dado m otivo a la
~ prom oción del juicio, las costas se im pondrán al actor" .
(32)T oS E L L l, C arlos - U L L A ,A licia, op. cit, p. 64 .
....
(30) R O D R lG U E JZU Á R E ZM
, anuel, Procedimientos generales y especiales, A lveroni, C ba., (33) R O D R ÍG U E JZU Á R E Z M
, anuel- E N R IC OD E P iT T A R OM
, aría C ., Código Procesal Civil y
I 1999, p, 55. Comercial de la Provincia de Córdoba. Ley N° 8465, A lveroni, C ba., 1998, p. 75. /
I
I~
82 Derecho Procesal del Trabajo 83
Competencia

El ¡nco 7 otorga competencia al juez de conciliación para practicar la de las condiciones laborales afectadas, deberá tramitarse, en el caso de la
regulación de los honorarios de los letrados y peritos intervinientes, mientras provincia de Córdoba, por el trámite impuesto en el arto 31 C.P.T., que prevé
la causa se encuentre bajo su competencia, en todas las situaciones que el trámite de los incidentes, ante 'el juez de conciliación, que es quien deberá
I produzcan la culminación del proceso, ya sea en los supuestos de concilia- avocarse y decidir la cuestión traída a su conocimiento (arts. 1°, incs. 1 y 6, y
ción, desistimiento, allanamiento, resolución sobre excepciones de previo y 4° incs. 8 y 9 C.P.T. (37). Aunque existen dos posiciones al respecto ya que
'1
especial pronunciamiento, en actuaciones por embargos, interposición de algunos juzgados de conciliación no dan trámite incidental a estos planteos, tal
:Ij tercerías, resolución en los procedimientos especiales, resolución sobre re- como se analizará en el comentario al arto 31 C.P.T..
, \
~
cursos, renuncia o cese anticipado de intervención de letrados, apoderados, Sin perjuicio de lo afirmado precedentemente, no existe unanimidad o
l' honorarios de peritos, etc ..
.,' consenso sobre el trámite que el juez de conciliación deba dar a este tipo de .
""1
La norma prevé que este proceso de regulación de honorarios deberá conflictos, ya que, pese a que la norma sustancial exige un procedimiento
,,'1
tramitarse por la vía incidental, esto es, según el procedimiento previsto en el sumarísimo, en algunos juzgados de conciliación de la provincia, han dis-
"'1
arto 31 C.P.T., y siempre que la causa se encuentre radicada ante su tribunal, puesto el trámite del juicio ordinario común, en función del arto 1°, inc. 1 y
',,11 pues si fue elevada a la Cámara del Trabajo habrá perdido su competencia arto 4° inc. 1 C.P.T..
:: El ¡nco 9 otorga competencia funcional a los jueces de conciliación para
funcional y corresponderá a ésta la regulación de los honorarios.
También por el mismo inciso se infiere que el juez de conciliación tiene intervenir en los procedimientos especiales previstos en el C.P.T., y que son:
'ii competencia para regular los honorarios que le formulen los abogados y pro- a) Eljuicio ejecutivo (art. 68 L.P.T.);
, 1;
curadores por actuaciones extrajudiciales o administrativas, que se encuentra b) Prepara vía ejecutiva (art. 69 C.P.T.);
:,1
contemplado en el Capítulo IIdel Código Arancelario yen situaciones referi- c) Juicio de desalojo (art. 77 L.P.T.);

.-:138:-.
:j
das a la actuación del profesional en materia laboral o previsionaI.

La Revuelta
, 1I d) Cuestiones vinculadas con la tutela de los trabajadores con funciones
El ¡nco 8 deja abierta la posibilidad de que por leyes especiales se sindicales.
atribuyan competencias específicas al juez de conciliación, siempre en El inc. 10, tal como se indicó en el análisis del arto 1° inc. 4 C.P.T., se
materia laboral (34). Uno de esos supuestos es el establecido por el art. 63, encuentra derogado por el arto 18 de la ley provincial 8015, que atribuye esta
inc. 1, apartado a) de la ley 23.551, es decir, el supuesto de querella por competencia a la Cámara del Trabajo.
práctica "desleal (35). Por último, el ¡nco 11 otorga la competencia del juez de conciliación en los
También podría agregarse que, con la reforma introducida por la ley 26.088 actos de jurisdicción voluntaria relacionados con asuntos de trabajo y de segu-
al ius variandi previsto en el arto 66 L.C.T. (36), la acción de restablecimiento ridad social, mediante un procedimiento verbal y actuado, con intervención del
" asesor letrado del trabajo (art. 82 C.P.T.).

(34)REINAUDI Luis - RUBIO, Luis, op. cit., p. 25.


(35) TOSELLI Carlos - ULLA, Alicia, op. cit., p. 65.
(36) Art. JO.- "Sustitúyese el artículo 66 de la ley 20.744 (t.o. 1976) por el siguiente:
"Artículo 66. Facultad de modificar las formas y modalidades del trabajo. El empleador está blecimiento de las condiciones alteradas. En este último supuesto la acción se substanciará por
facultado para introducir todos aquellos cambios relativos a la forma y modalidades de la presta- el procedimiento sumarisimo, no pudiéndose innovar en las condiciones y modalidades de
ción del trabaJo, en tanto esos cambios no importen un ejercicio irrazonable de esa facultad, ni trabajo, salvo que éstas sean generales para el establecimiento o sección, hasta que recaiga
alteren modalidades esenciales del contrato, ni causen perjuicio material ni moral al trabajador. sentencia definitiva".
Cuando el empleador disponga medidas vedadas por este artículo, al trabajador le asistirá (37) 8RAIN, Daniel Horacio, "La reforma al ius variandi. ¿Protección o desprotección?",
la posibilidad de optar por considerarse despedido sin causa o accionar persiguiendo el resta- Revista Actualidad Jurídica de Córdoba, Cba., junio de 2006, año IlI, vol. 63, p. 4861.
84' 85
Derecho Procesal del Trabajo Competencia

a.4. Asesores del trabajo


-
presencia del asesor letrado, quien podrá intervenir en dicha audiencia, inte-
rrogar a los testigos, presentar alegatos, etc ..
Art. 5º.- Asesores letrados del trabajo. Los asesores letrados del En realidad, la finalidad del asesor letrado del trabajo es que el Estado
trabajo, intervendrán ante los jueces de conciliación, las cámaras del provea un letrado que resulte gratuito para el trabajador en los supuestos pre-
Trabajo y el Tribunal Superior de Justicia: vistos en la norma y de esa manera asegurar el derecho de defensa en juicio
1) En representación y defensa de los trabajadores, cuando fuere que ordena el arto 18 C.N., y el arto 80 c.P.C.C, en cuanto el primero garanti-
requerida su asistencia por éstos o por el Tribunal y aún en casos en za la inviolabilidad de la defensa enjuicio y el segundo requiere la obligatoria
que el demandado fuere el Estado. y necesaria asistencia y dirección técnica de abogados matriculados para po-
2) En los casos de representación promiscua o de ausentes cita-
der intervenir en el pleito.
dos por edictos.
Con respecto de la representación promiscua que ejerce este funcionario,
3) En los casos de jurisdicción voluntaria, en que fueren requeri-
dos por el trabajador. confonne al inc. 2, la norma se encuentra en consonancia con el arto 59 C.C.,
4) En los casos particularmente previstos en esta ley. que expresa una regla general por la cual los incapaces son representados por
Los asesores letrados del trabajo no percibirán honorarios pero le el Ministerio de Menores, que será parte legítima y esencial en todo asunto
serán regulados cuando la patronal fuere vencida y cargada con judicial o extrajudicial, de jurisdicción voluntaria o contenciosa, en que los in-
costas. El Tribunal interviniente será agente de retención de dichos capaces demanden o sean demandados, o en que se trate de las personas o
honorarios, los que serán destinados al fondo creado en el arto 29 de bienes de ellos, so pena de nulidad de todo acto y de todo juicio que hubiere
esta ley. lugar sin su participación. Cotejada esta regla general con la particular y espe-
cífica de la L.C.T., el arto 32 establece la plena .capacidad y, por ende, la
CONCORDANCIAS: arts. 18 C.N.; 158 Consto Peia!.; 59 C.C.; 29 y 123 C.P.l; 80

.-:139:-.
C.P.C.9.;32, 33, 34 Y 35 L.C.T.. mayoría laboral a los dieciocho años, significando que no requerirán la asis-

La Revuelta
tencia de este funcionario, pero sí será necesaria la participación del asesor
letrado del trabajo en aquellos trabajadores mayores de catorce años y meno-
El arto 5° C.P.T. mantiene la figura del Pr9curador del Trabajo que se
res de dieciocho que por el arto 33 de la norma sustantiva están facultados
.encontraba contemplada en el arto 17 de la anterior ley de procedimientos
para interven ir en juicio laboral en acciones vinculadas al contrato o relación
laboral~s 4163, aunque ahora se los denomina asesores letrados del trabajo,
de trabajo y para hacerse representar por mandatarios mediante el instrumen~
equiparándolos al asesor letrado que se encuentra contemplado en el arto 158
to otorgado en la forma que prevén las leyes locales, pero "con la intervención
de la Constitución de la Provincia de Córdoba. A su vez, la ley provincial 7982
promiscua del Ministerio Público", como indica la norma.
(B.O.<;:;., 16/11/1990), modificada por las leyes 8426, 8498 y 8706, que legisla
la Asistencia Jurídica Gratuita, dispone que la provincia brindará asistencia En consecuencia, tanto los incapaces como los mayores de catorce años
jurídica gratuita a toda persona que carezca de recursos económicos suficien- y Il~enores de dieciocho años, deberán ser asistidos en el juicio, bajo pena de
tes para obtener asistencia letrada privada. Ilulldad, por el funcionario que indica el arto 5° C.P~T.. .
.Lo.smenores emancipados tienen el mismo tratamiento que los mayores
Los asesores letrados del trabajo actuarán ante el Fuero del Trabajo y sus
de dIecIocho años, no requiriendo, por lo tanto, la asistencia del asesor letrado.
funciones se encuentran 'delimitadas por la norma adjetiva, pudiendo ser re-
querido por el trabajador, para los supuestos en que sea necesaria su asisten- Asimismo, los asesores letrados del trabajo deberán intervenir en todos
cia, tales como la ausencia del letrado del trabajador a alguna de las audien- aqucllos casos expresamente señalados en la. norma contándose, entre ellos,
cias previstas en el C.P.T., aunque el trabajador se encuentre presente (au- la ,~~~rcsentaci6n en las audiencias, como se señaló anteriormente (art. 57
diencia de conciliación, audiencia de pruebas, audiencia de vista de la causa), C.l ..l.)., o en actos de jurisdicción voluntari~ (art. 82 c.P. T.), pudiendo ser
por cualquier motivo que sea esa ausencia, o tam bién cuando el trabajador no SUslltUldos,en caso de impedimento por otro asesor letrado o por un abogado
de la mal IICUa, .
.' I sIempre que reúna las condiciones para ser designado asesor
compareciere a la audiencia de vis'ta de la causa, en cuyo caso, se requerirá la
e
letrado (art . 123 .PT) .. yen representaclOn.,' promIscua d e menores.
"

86 Competencia 87 .
Derecho Procesal del Trabajo.

Por último, el párrafo final establece la prohibición de que estos funcio- derechos que se invocan en el escrito inicial de demanda. Es precisamente
narios perciban honorarios, estableciéndose que cuando el empleador (pa- este concepto el que ha llevado a cierta parte de la doctrina a considerar que
tronal señala la norma) fuere vencida y cargada en costas, los honorarios la incompetencia fundada en la inexistencia de un contrato o una relación de
que se le regulen y que deban ser depositados en el juicio, serán depositados trabajo, es en verdad una defensa de fondo y que, Goma tal, ha de ser resuelta
0
al Fondo creado para el anticipo de gastos del trabajador derivado del prin- en la sentencia definitiva, doctrina seguida en la segunda parte del arto 6 de la
cipio de gratuidad, en cuyo caso el tribunal actuante será agente de reten- ley 7987 bajo análisis (39).
ción de esos honorarios (38). El motivo de la prohibición de percibir honora- Es decir que, una vez interpuesta la demanda, eljuez de conciliación de-
rios se basa en que el asesor letrado del trabajo es un funcionario del Poder berá evaluar, en función de la exposición de los hechos relatados en la deman-
Judicial, rentado por el Estado. da, si la materia traída a su conocimiento inicial se encuentra comprendida en
las hipótesis indicadas en el arto 10 C.P.T.; si de esa evaluación preliminar
resultare su incompetencia, deberá declararla de oficio, hecho que solamente
podría efectuarlo en el primer decreto de admisibilidad de la demanda.
4. Incompetencia material
Sin embargo, cuando se controvierta el carácter laboral de la relación,
esto es, que el demandado al momento de contestar la demanda en la audien-
ArI. 6º.- Incompetencia material. La incompetencia por razón cia de conciliación niegue la relación de dependencia invocada interponiendo
de la materia pOdrá ser declarada de oficio por el Tribunal o a peti- la excepción de incompetencia del tribunal, ya sea sosteniendo la existencia
ción de parte en el momento de contestar la demanda. La contro-
de un trabajo autónomo e independiente o una locación de servicios, sociedad,
versia sobre la naturaleza del vínculo sólo pOdrá ser resuelta en la
sentencia definitiva: relación comercial de representación o distribución, en realidad, por tratarse

.-:140:-.
de una excepción de fondo o de falta de acción y no de artículo previo, deberá

La Revuelta
CONCORDANCIAS: arts. 1" 10,31,32,38 inc. 1,51 Y 52 C.P.l.. ser resuelto en la sentencia definitiva ante la Cámara del Trabajo.
Para interpretar aún más la norma bajo análisis, deben diferenciarse dos
El arto é C.P.T. bajo análisis deriva de la propia naturaleza del orden situaciones totalmente distintas: la primera, la posibilidad de que el juez de
público dé sus llOrmas, por ende, la incompetencia material no puede ser con- conciliación declare su incompetencia material de oficio, en virtud de los he-
sentida y debe ser declarada de oficio por el tribunal o a petición de parte. chos narrados en la demanda, circunstancia que, como se señaló, deberá ha-
Tratándose de incompetencia por razón de' la materia corresponde un cerlo con el primer decreto que dicte en la causa, por cuanto su competencia
cauteloso análisis por parte del juzgador para determinar su apartamiento de no surge del arto 10 C.P.T. y la segunda, cuando es el demandado quien inter-
la causa, habida cuenta que la competencia se determina, en principio, por la ponga la excepción de incompetencia al momento de comparecer a la audien-
cia de conciliación, en cuyo supuesto deberá hacerlo por la vía de las excep-
naturaleza del caso que el actor propone a decisión judicial, esto es, por la
ciones de previo y especial pronunciamiento prevista en los arts. 38 inc. 1 y 31
índole de la acción ejercida. La competencia del tribunal de trabajo ha de
C.P.T., que deberá ser resuelta por el juez de conciliación.
resultar entonces viable cuando ella tenga vinculación con un contrato o rela-
ción de trabajo, sin perjuicio de que al dictarse pronunciamiento definitivo se En ambas hipótesis, ya sea la declaración de oficio o por vía de la resolu-
establezca conforme a la prueba rendida sobre la procedencia o no de los ción de la excepción de artículo previo, la resolución que dictare el juez de
conciliación podrá ser apelada ante la Cámara del Trabajo, de conformidad
con lo dispuesto en el arto 94 y ss. de la ley foral.

(38)Ver art. 7" ley provincial 8107. Los honorarios se imputarán al Fondo creado por
i la ley 8002. (39) SOMARÉ, José - MIROLO, René, op. cit., ps. 65, 66.
I
I
2.2.2
PRINCIPIOS PROCESALES
Resumen sobre Principios
del Derecho Laboral en base
al libro Derecho Procesal del
Trabajo de José Vicente
Ostoich

.-:141:-.
La Revuelta
PRINCIPIOS DEL DERECHO LABORAL
(en base al libro Derecho Procesal del Trabajo de Jose Vicente M. Ostoich)

CONCEPTO
Se refiere a las directivas u orientaciones generales en que se funda cada ordenamiento jurídico procesal.
Los principios procesales son en definitiva los presupuestos que determinan la existencia funcional de un
ordenamiento procesal, vinculando cada institución procesal, a la realidad en la cual actúan o deben actuar,
ampliando o restringiendo la esfera o criterio de su interpretación.

FUNCIONES
A) Sirven de base previas para la estructuración de las leyes procesales, pudiendo estar explícitamente
expresado, como ocurre con el impulso procesal de oficio (art. 15) o aparecer implícitamente consagrados en
las disposiciones legales, como ocurre con el principio de celeridad, cuando establece, por ejemplo términos
breves e improrrogables (art. 18) o simplificación de las formas (art. 33,39,46,47), etcétera.
B) Facilitan el estudio comparativo entre diversos ordenamientos procesales vigentes y los antecedentes
históricos de todo sistema procesal.
C) Expresan valoraciones jurídicas y por lo tanto se convierten en instrumentos auxiliares de la función
interpretativa.
D) Concretan y mediatizan las garantías constitucionales, ya que en cada uno de ellos puede encontrarse un
entroncamiento directo con una norma constitucional, por ejemplo, con el derecho de defensa, el debido
proceso, el principio de igualdad, etcétera.

PRINCIPIOS
Impulso Procesal
Es la actividad necesaria para el desarrollo del proceso. Haciéndolo avanzar a fin de que pueda cumplir su
finalidad dentro del orden jurídico. Es de oficio: cuando el juez está facultado para dirigir los trámites no sólo
en búsqueda de la verdad, sino también como medio de obtener una mayor economía procesal. Ello implica
que una vez instalada la jurisdicción mediante la promoción de la demanda, el tribunal, por sí debe realizar
todos los actos necesarios a los fines del desarrollo del proceso. El impulso procesal de oficio no excluye la
obligación de las partes de coadyuvar en el diligenciamiento de la prueba informativa, o en la citación y
comparendo de los testigos a la audiencia de vista de causa (artículos 15, 60 y 63 última parte – Ley 7987 –
Código Procesal del Trabajo de Córdoba - CPT).

Oralidad
El juicio oral es aquél que se sustancia en sus partes principales de viva voz y ante el Juez o Tribunal que
entiende en el litigio. La oralidad trae aparejado la inmediación y para los defensores del sistema "representa
una forma esencial para la recta administración de justicia”. Como lo señala Chiovenda. es difícil concebir hoy
un proceso oral que no admita en algún grado la escritura. A través de la oralidad se simplifica el
procedimiento y se establece una estrecha vinculación entre los jueces las partes y los órganos de prueba.

.-:142:-.
La Revuelta
Publicidad
Significa que los actos procesales pueden ser presenciados e incluso conocidos por quienes no son partes en
el proceso.

Preclusión
Principio procesal según el cual el juicio se divide en etapas, cada una de las cuales supone la clausura de la
anterior, sin posibilidad de reabrirla. Chiovenda lo define como la extinción, pérdida o consumación de una
facultad procesal. El principio de preclusión limita la actividad de las partes y al mismo tiempo del propio
Tribunal, el que no puede reconducir aspectos que han tomado visos de inmutabilidad.

Economía procesal
o Concentración
Propende reunir toda la actividad procesal en la menor cantidad de actos posibles y por consiguiente evitar,
la dispersión de dicha actividad. La concentración es consubstancial al principio de inmediación y cobra
singular importancia en el proceso oral, en el cual la centralización del debate en unas pocas audiencias, y
temporalmente próximas entre sí y con respecto a la decisión final, procura evitar que el transcurso del
tiempo borre las apreciaciones recogidas por el tribunal (conforme artículos 58, 60, 63 y 66 - CPT).

o Eventualidad
Es aquél en virtud del cual todas las alegaciones que son propia de cada uno de los períodos preclusivos,
deben plantearse en forma simultánea y no sucesivas. Por ejemplo: oponer todas las excepciones dilatorias
al mismo tiempo y en un sólo escrito (art. 51 en función del art. 38 - CPT).

o Celeridad
Está dado por el conjunto de normas que impiden la prolongación de los plazos y eliminan tos trámites
procesales, superfluos o dilatorios. Impulso procesal de oficio (artículo 15 - CPT), términos breves e
improrrogables (artículo 18 - CPT), simplificación de las formas (artículos 33, 29, 46, 47 - CPT), etcétera.

o Saneamiento o expurgación
Es aquél en virtud del cual se acuerdan facultades al Juez para resolver todas aquellas cuestiones susceptibles
de entorpecer el procedimiento o de determinar en su caso, la inmediata finalización del proceso. Este
principio se ha incorporado a nuestra legislación procesal a través de las normas que facultan al Juez, antes
de dar trámite a cualquier actuación ordenar que se subsanen los defectos, (por ejemplo, artículos 46 y 33
primera parte - CPT).

Inmediación
Exige el contacto directo y personal del órgano judicial con las partes y con todo el material del proceso,
excluyendo cualquier medio indirecto de conocimiento. Este principio aparece relacionado íntimamente con
la oralidad ya que sólo en el proceso oral puede ser plena y eficazmente aplicado.

.-:143:-.
La Revuelta
Gratuidad
Consiste en permitirle al obrero o a sus causa-habientes litigar sin erogación alguna hasta la ejecución de
sentencia, incluida, (ejemplo Actuación del asesor letrado del trabajo en defensa del trabajador (artículo 5 -
CPT), anticipo de gastos (art. 29 - CPT).

Conciliación
Es el acto procesal por el cual las partes, con intervención personal del juez en audiencia oral y privada, logran
la autocomposición de sus intereses litigiosos y ponen fin -total o parcialmente- al proceso.

Resolver “ultra petita”


Significa dictar sentencia más allá de lo pedido, pero dentro de términos en que quedó trabada la litis. Por
ejemplo: un trabajador con más de cinco años de antigüedad reclama a la indemnización por falta de preaviso
por un mes, el tribunal al dictar sentencia manda pagar los dos que le corresponden por ese concepto.

Identidad física del magistrado


Es decir, que el mismo juez o tribunal que actuó en el debate, es el que debe dictar sentencia (artículo 59 -
CPT). Es la condición esencial para poner en práctica el sistema de la inmediación.

Inversión de la carga de la prueba


Este instituto procesal consiste en que el empleador debe acreditar haber efectivizado ciertas prestaciones o
haber cumplido con las obligaciones que la ley o convenio colectivo o laudo con fuerza de tales le imponen,
ya que sí ello no acontece, se tiene por cierto lo sostenido por el trabajador reclamante (art. 39 - CPT).

Instancia única
Es decir, que no existe posibilidad de examinar ex novo la cuestión litigiosa en la parte que fuere materia de
recurso de apelación.

La verdad real
Significa que los tribunales de juicio están facultados para disponer todas las diligencias que estimen
necesarias a fin de establecer la verdad plena respecto de los hechos controvertidos a fin de que la norma
individual, con la que culmina el proceso sea justa de conformidad con los hechos expuestos y el derecho
invocado en la demanda (art. 33 primera parte - CPT).

.-:144:-.
La Revuelta
3.1
COMPETENCIA
Competencia
por Claudia Zalazar

.-:145:-.
La Revuelta
COMPETENCIA [1]
I. Competencia material
I.1. Determinación
El art. 5 de la ley 8465, que recepta el criterio doctrinario y jurisprudencial casi
unánime, expresa: “La competencia se determinará por la naturaleza de las pretensiones
deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado”. Esta
determinación de la competencia por la naturaleza de las pretensiones del actor, sin
considerar las defensas del demandado, se justifica por cuanto las últimas “no alteran el
objeto del proceso y sólo inciden en la delimitación de las cuestiones litigiosas”.
Por otro lado, de tener que atender a las defensas del accionado, el tribunal debería
entrar, necesariamente, al fondo de la cuestión, cuando se trata de un punto previo a la
resolución de mérito1.
En el mismo sentido se ha expedido la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el
sentido que el relato de los hechos en la demanda y el encuadramiento o imputación legal
deciden la naturaleza de las pretensiones deducidas y ello determina la competencia 5.
De esta premisa se deduce la importancia que tiene cuando se presenta la demanda
de cumplimentar en forma acabada el inciso 3º del art. 175 del CPCC, que establece el
objeto o lo que se pretende demandar.

I.2. Oportunidad para determinar la competencia material


Conforme al art. 1 del CPCC, al analizar el análisis de la demanda a los fines de ser proveída
(dictado del primer decreto) es la primera oportunidad que tiene el juzgador para expedirse sobre
la competencia del Tribunal; la segunda será al resolverse la excepción de incompetencia si
hubiera sido planteada por el demandado (ya sea como artículo previo en el ordinario o
juntamente con la sentencia en los abreviados y en los juicios ejecutivos).
Ahora bien, una vez consentido el trámite (puesto el primer decreto) no podrá
posteriormente declararse incompetente6, quedando consentida la competencia por el juez.
Ello tampoco significa que el demandado no pueda plantear excepción de incompetencia
en la oportunidad procesal correspondiente y el juez resolverla al dictar sentencia.
Por otra parte, esta limitación temporal para la declaración de incompetencia tampoco
juega cuando se producen las causas que dan origen al desplazamiento de la competencia:
conexidad y fuero de atracción. En estos casos no es que el juez sea incompetente en razón de la
materia, sino que se desplaza su competencia en razón de causa posterior: la muerte o falencia
del demandado.

[1]
Claudia Elizabeth Zalazar, texto extraído de la “Guía Practica Para El Ejercicio Del Derecho Civil y
Comercial” Tomo I, Págs. 11 a 32, Editorial Advocatus, Año 2011.

.-:146:-.
La Revuelta
I.3. Caracteres
x Se puede y debe declarar de oficio, no siendo una cuestión disponible por las partes. La
determinación de oficio de la competencia material por el juez es una de las mayores potestades
que tiene como director del proceso y de los pocos actos procesales en que se quiebra el principio
dispositivo del fuero civil.
x Es irrenunciable por las partes y por el juez, por entenderse que está en juego el orden
público.

I.4. Consecuencias de la declaración de incompetencia

La declaración de incompetencia material provoca, en determinados casos, la remisión del


expediente al juez competente.
Esta remisión es a pedido de parte, y siempre que el juez competente lo sea dentro de la
provincia; de lo contrario debe archivarse el expediente (art- 1º y 188 del CPCC).
Esta consecuencia, también resulta aplicable aun cuando se trate de juicios que no tienen
excepción de incompetencia como de artículo previo, como es el caso de los juicios ejecutivos 8.

G. Competencia Arbitral
El art. 603 aunque digan “deberá”, se ha entendido que su aplicación no es de orden
público. En consecuencia, se ha considerado que no debe ser declarada de oficio, y que
corresponde a las partes pedirlo y al juez determinarlo.

II. Competencia de grado


El art. 165 Constitución Provincial establece puntualmente cuáles son los casos en que
queda aparejada la competencia originaria del TSJ (vgr. conflicto de poderes o de Municipios).
Asimismo, el TSJ conoce de los recursos extraordinarios (vgr casación) y sólo entiende por vía de
apelación con relación al decreto que admite o niega el despacho de un exhorto proveniente del
extranjero.
En las cuestiones de competencia entiende el superior común, por lo que, si se trata de
juzgados de distintas materias, debe dirimirlo el TSJ
Las Cámara Civiles como el Tribunal Superior de Justicia entienden en el tratamiento de los
recursos ordinarios (apelación y queja), como en el pedido de recusación con causa del juez de
primera instancia y el recurso de retardada justicia
Se discute en el caso de que se haya solicitado el desistimiento del recurso de apelación o
la perención del recurso de apelación, si la misma puede ser tramitada por ante el juzgado de
primera instancia, cuando el decreto que admite el recurso no ha sido notificado a las partes. De
todas formas, el tribunal competente para su interposición es el de primera instancia, quien
podría resolverlo o en su caso elevar el expediente a la Cámara que corresponda para su
tratamiento.
También corresponde a las de las Cámaras Civiles:
x Apelación contra la resolución del Registro de Estado Civil y Capacidad de las personas28.

.-:147:-.
La Revuelta
x *Apelación de las decisiones del Tribunal minero (art. 17 de la ley 8596)29.
x *Apelación de los laudos arbitrales de las Cámaras Arbitrales de Cereales (Decreto
931/98)30.

III. Competencia territorial


Si bien el art. 6 en sus diversos incisos establece que será tribunal competente en razón del
territorio, el mismo artículo en su parte final establece una opción a favor del actor cuando
establece que en el caso del inciso 5) “... habiendo un solo demandado el actor puede optar por
el del lugar del domicilio de aquel...”.
Este reforma introducida por la ley 8465 a las reglas de competencia territorial, no ha hecho
otra cosa que plasmar normativamente el principio que ya era receptado por numerosa
jurisprudencia en relación a la competencia territorial, según el cual aunque en virtud de prórroga
expresa, prórroga legal, normas de fondo en su caso, o normas procesales, correspondiera
conocer del litigio al juez de un lugar distinto al del domicilio del demandado, éste no puede
quejarse si se lo demanda ante el órgano judicial de su domicilio, salvo que alegue -y pruebe- los
agravios que ello le causa.
En esta línea de pensamiento se puede decir que la cuestión de competencia que plantee
el demandado que es llevado a juicio ante el juez de su domicilio, invocando que el pleito debe
sustanciarse ante un juez de otro lugar, no debe prosperar, salvo que se demuestre que, de alguna
manera, se le causa perjuicio.
A más de esta premisa general debemos tener en cuenta:
x Que si se ha constituido un domicilio especial en el juicio (arts. 101 y 102 C.C.) ello no
implica la renuncia al fuero federal33.
x Que es Prorrogable por acuerdo de partes, ya sea en forma expresa o tácita; siendo
improcedente una vez que se ha trabado la litis34. Se han considerado abusivas las cláusulas de
prórroga en los contratos de adhesión cuando no coinciden con el domicilio del consumidor (art.
37 de la ley 24.240)35.
x Que existen otras leyes que establecen reglas de competencia territorial: vgr art.28 de
la Ley de Prenda, el art. 4 en materia de amparo que establece indistintamente y a opción del
amparista el lugar donde se exteriorice el acto lesivo o pudiere tener sus efectos36.
x Que es disponible por las partes, salvo cuando se entienda que se encuentra en juego el
orden público (por ejemplo, en los procesos de quiebra -art. 3º Ley 24.522 o en los procesos de
consumo)
Si bien el principio general es que la competencia territorial no es de orden público y que
no debe ser declarada de oficio, debemos remarcar como excepción la competencia territorial
en materia sucesoria, en que el juez debe declararse incompetente si no se cumplen las
previsiones del art. 2336 del Código civil y Comercial de la Nación.

.-:148:-.
La Revuelta
IV. Competencia federal (arts. 116 y 117 Constitución Nacional, ley 48)
Para que se configure la competencia federal debe encontrarse en juego un interés federal o
nacional (art. 75 inc. 30 Const. Nacional); siempre hay que ver que se esté atacando el interés
federal que la ley tiende a proteger. Así por ejemplo es materia federal lo referido a las causas
que versen sobre navegación aéreos en general38; no los daños y perjuicios en contra de una
compañía aérea o el cobro de una deuda por el arrendamiento de un helicóptero39.
Existen un sinnúmero de leyes que establecen para determinados supuestos la competencia
federal. Así, por ejemplo, es materia federal todo lo relativo a las obras sociales, mientras se
discuta el interés federal que la ley proteja, pero no un cobro de alquiler del local que alquila la
obra social.

IV.1. Caracteres
x Es de orden público y constitucional. Debe aplicarse de oficio en cualquier estado del
proceso (no hay límite art. 1º CPCC)
x Es inalterable (no procede por mandato o cesión -art. 8 Ley 48)
x Es limitada y de excepción (interpretación restrictiva).
x Es contenciosa: no se aplica a los juicios universales, ni a los procesos voluntarios, salvo
en los casos que se discuta la nacionalización o ciudadanía, o en los casos de la Ley orgánica de
Partidos Políticos.
x Se ha establecido que en las sumarias del automotor en las que se persigue el alta del
vehículo y su inscripción, se encuentran en juego cuestiones registrales donde se encuentra
comprometido el Registro Nacional del Automotor por lo que la apelación se debe realizar por
ante la Cámara Federal de Apelaciones40.
x Es improrrogable por razón de la materia (moneda nacional, transporte aeronáutico,
etc.). Lo mismo ocurre cuando el Estado es parte41.
x El fuero estatal o sea cuando la Nación es parte es improrrogable (cuando está
comprometido el interés nacional); es prorrogable (cuando se trata de derecho privado)
x Siempre es prorrogable cuando se trata de distinta vecindad o fuero de extranjería y en
estos casos no puede declararse de oficio.
x No procede si se discute la impugnación y aplicación de leyes y decretos dictados por la
Provincia o Municipalidad en materias atinentes a poderes no delegados a la Nación (demanda
de cobro de impuestos) SALVO que afecten un servicio público (vgr. Tasas aeronáuticas,
establecidas por el Municipio)42.

1
VÉNICA, Oscar, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba, Ley 8465, tomo I, p. 28.
5
CSJN Fallos: 308:229; 311:172; 312:808; 313:971; TSJ “Navarrete...”, A.I. N° 757/99; “Torres...”, A.I. N°
352/00 y “Bernard...” A.I. N.º 758/00, entre otros.
6
Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba 20/12/06 A.I. N.º 513 “García Eduardo Manuel c/
Neocientífica S.A. - Ordinario - Cumplimiento de contrato/resolución de contrato - Recurso de apelación”
Semanario Jurídico N.º 1604, p. 550).

.-:149:-.
La Revuelta
8
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, “Mengo, Elvio A. c/ Galetto, Enzo José y
otro - Ejecutivo - Conflicto de competencia”, Auto N.º 6 del 25/3/02.
28
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba en pleno “G.J.A y otro -Recurso de apelación contra resolución
por la Dirección Gral. del Registro de Estado Civil y Capacidad de las personas - Cuestión de competencia”,
A.I. N.º 55 del 9/2/96, Semanario Jurídico N.º 1094 p. 695.
29
Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba., “PG la Toma SA (Consignaciones en Mina La Juanita).
Rec. Apelación”, Auto N.º 53 del 17/2/10.
30
Cámara 2ª en lo Civil y Comercial de Córdoba., “Establecimiento Agropecuario Las Tres Marías SA - Rec.
apelación”, Auto N.º 61 del 19//10.
33
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial Sentencia N.º 16 del 29/2/08, “Agrolatina
SA c/ Hugo A. Spinaci - Ejecución prendaria - Recurso de Casación”, Diario Jurídico On Line N.º 1443 del
4/7/08.
34
Cámara 5ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, Auto N.º 23 del 22/2/05, “Minetti Gustavo c/ Provincia
de Córdoba - Acción posesoria de recobrar” Diario Jurídico On Line N.º 670 del 4/3/05.
35
SC de Bs. As. 17/9/08, Diario Jurídico On Line N.º 793 del 29/8/05.
36
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Electoral y de competencia originaria, Auto N.º 26 del
5/6/07, “Pérez Teresa Julia c/ Obra Social del Personal de Luz y Fuerza de la Provincia de Córdoba - Amparo
- Cuestión de incompetencia”, Diario Jurídico On Line N.º 1216 del 4/7/07.
38
Cámara 6ª en lo Civil y Comercial de Córdoba. A.I. N.º 198 del 30/5/03, “García Gómez, Eduardo
c/Partido Justicialista y otros - Ordinario”, Diario Jurídico On line N.º 332 del 4/9/03.
39
Cámara Superior de Justicia de Córdoba, Sala Civil y Comercial, Auto N.º 163 del 28.07.05, “García
Gómez Eduardo c/ Partido Justicialista y otros - Ordinario”, Diario Jurídico on line N.º 793 del 29/8/05
40
Cámara 7ª en lo Civil y Comercial de Córdoba, A.I. 273 del 1/7/05, “Alarcón Alejandro Nicolás -
Sumarias”, Actualidad Jurídica N.º 93, p. 6038.
41
Cámara Única del Trabajo, Sala 10, “Ulloque Carlos A c/ Medidas autosatisfactivas”, Auto N.º 253 del
23/11/10, Actualidad Jurídica N.º 157.
42 CSJN, 08.06.10, HSBC v. Municipalidad San Miguel de Tucumán” Actualidad Jurídica On Line Código
15098

.-:150:-.
La Revuelta
3.2
COMPETENCIA
Competencia de los juzgados de
ejecucion fiscal
por Veronica Viglianco

.-:151:-.
La Revuelta
COMPETENCIA DE LOS JUZGADOS FISCALES
Por Verónica Viglianco

I. Creación del Fuero de Ejecuciones Fiscales.


I.I. Estructura en Sede Capital. Evolución
Con la sanción de la Ley 9024 (BO 25/06/2002) se reguló por primera vez de manera especializada
la competencia en materia de ejecuciones fiscales. Concretamente el texto original de la norma establecía:
Artículo 1°. - COMPETENCIA MATERIAL. Los Juzgados en lo civil y comercial en el asiento de las
circunscripciones Judiciales, serán competentes para conocer y resolver en primera instancia en las causas
que se promuevan por cobro judicial de tributos y multas aplicadas por la autoridad administrativa y por
repetición por pago indebido de impuestos, tanto provinciales como municipales.
El Tribunal Superior de Justicia, de conformidad con las previsiones del artículo 12 inciso 24) de la
Ley 8435, asignará competencia excluyente para entender en las causas mencionadas a Juzgados y
Cámaras en lo Civil y Comercial, en número suficiente para satisfacer las necesidades de la especialización
en materia tributaria y de una adecuada prestación del servicio de justicia en atención al volumen de
causas, pudiendo crear Secretarías con especialidad en materia fiscal; dictará las normas que aseguren el
cumplimiento de la presente, a cuyo fin podrá reasignar las causas en trámite en dichos Juzgados y
establecer la dotación y distribución del personal.
Los fundamentos tenidos en cuenta al momento de la sanción de la ley fueron, en resumidas
cuentas: hacer más efectiva la gestión de la recaudación tributaria, dinamizar y agilizar los procesos
judiciales, lograr un fuero especializado y combatir y erradicar la evasión tributaria.1
Al año siguiente, con el dictado de la Ley 9118 (BO 07/08/2003), se asignó a los Juzgados de Primera
Instancia en lo civil y comercial de 21° y 25° nominación, con asiento en la ciudad de Córdoba,
competencia exclusiva y excluyente para conocer y resolver las causas que se promuevan por cobro
judicial de tributos y multas aplicadas por la autoridad administrativa y por repetición por pago indebido
de impuestos.
El citado artículo también dispuso que el Tribunal Superior de Justicia (en adelante TSJ) debía
reasignar todas las causas que se encontraban tramitando en los Juzgados de 21° y 25° Nominación, y que
no fueran de competencia material en lo fiscal, en los otros Juzgados civiles y comerciales. Y, a su vez,
éstos debían remitir a los Juzgados de 21° y 25° Nominación todos los expedientes que no se encontraran
a fallo.2
A su vez, el Alto Cuerpo, mediante el Acuerdo Reglamentario Nº 677 de fecha 06/08/2003, dispuso
la puesta en funcionamiento de los tribunales especializados a partir del 07/08/2003.3
Desde ese momento quedaron individualizados, a los fines de su tratamiento oficial y
administrativo, como Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de 21° Nominación (Juzgado de
Ejecuciones Fiscales N° 1) y Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de 25° Nominación
(Juzgado de Ejecuciones Fiscales N° 2).

1
Ver debate parlamentario.
2
Por AR 678-A-12/08/2003 se interpretó que no debían remitirse las causas en las que con anterioridad al 07/08/2003 se
hubiera dictado el Decreto de autos para sentencia o mediare certificación de la no oposición de excepciones.
3
Se recomienda la lectura de: TSJ. Auto 40 del 10/03/2009 dictado en “FISCO DE LA PROVINCIA DE CORDOBA c/ REPART.
KEROSENE DE Y.P.F. DE CBA. S.R.L. - EJECUTIVO FISCAL - RECURSO DIRECTO" en relación a la suspensión de los plazos dispuesta
por el AR 677 y la perención de la instancia.
.-:152:-.
La Revuelta
Cabe recordar que el aludido Acuerdo dispuso que las ejecuciones fiscales correspondientes a los
Juzgados de 1°, 2°, 4°, 5°, 6°, 8°, 9°, 10°, 11°, 12°, 14°, 15°, 16°, 17°, 18°, 19°, 20°, 22°, 23°, 24° y 27°
Nominación debían ser remitidas al Juzgado de Ejecuciones Fiscales N°1. Y las correspondientes a los
Juzgados de 28°, 30°, 31°, 32°, 34°, 35°, 36°, 37°, 38°, 40°, 41°, 42°, 43°, 44°, 45°, 46°, 47°, 48°, 49, 50° y
51° al Juzgado de Ejecuciones Fiscales N°2.4
Ocho años después, por Ley 9946 (BO 01/06/2011), se creó, en la Primera Circunscripción Judicial,
con asiento en la ciudad de Córdoba, un tercer Juzgado de primera instancia con competencia en
ejecuciones fiscales (denominado Juzgado de Ejecuciones Fiscales N°3), el que comenzó a funcionar en
2013.5 A partir de ese momento, hasta el 01/06/2016, todas las causas que se iniciaban o se remitían
debían ser tramitadas en el Juzgado N° 3 a los fines de compensar la cantidad de expedientes que
tramitaban en los otros dos Juzgados.6 A partir del 01/06/2017 las causas nuevas o las que se remitan de
otros tribunales ya deben ser sorteadas entre los tres Juzgados.7
Cabe agregar que en también en el año 2013 se emplazaron las oficinas de los tres Juzgados en el
actual edifico ubicado en Arturo M. Bas 244, donde, además, comenzó a funcionar la Secretaría de
Gestión Común de los Tribunales de Ejecución Fiscal (Acuerdo Reglamentario N° 1148 –A- 10/04/2013).
Esta oficina -que funciona bajo la dependencia directa de los Juzgados de Ejecución Fiscal N° 1, 2 y
3- recepta la totalidad de las demandas ejecutivas fiscales, las que continúan tramitando allí mientras los
procesos permanezcan en rebeldía o hasta que resulte necesaria la intervención directa del Juez.
Según el citado Acuerdo N° 1148, cuando el proceso se controvierte o el Juez interviniente así lo
considera, el expediente debe ser remitido por la Secretaría de Gestión Común al Juzgado de Ejecución
Fiscal inicialmente asignado, donde proseguirá según su estado de avance.

I.II. Oficinas de ejecuciones fiscales en el interior provincial


De conformidad con las previsiones del artículo 1 de la Ley 9024 y 12, inciso 24, de la Ley 8435, el
TSJ ha ido creando, en el interior provincial oficinas con competencia exclusiva y excluyente en materia
de ejecución fiscal. Podemos mencionar en la Primera Circunscripción las de Alta Gracia8, Villa Carlos Paz9
y Río Segundo10. En la Segunda Circunscripción la de Río Cuarto11. En la Cuarta, la de la ciudad de Villa
María12. En la Séptima, las ubicadas en los Tribunales de Cruz del Eje 13 y Cosquín14. En la Novena la de
Deán Funes15 y en la Décima Circunscripción la de Río Tercero16.

II. EJECUCIÓN FISCAL

4
Por AR 698-A-2003 se dispuso que la remisión de pruebas, pliegos de absolución de posiciones, alegatos, “para agregar” y
todo otro documento reservado y correspondiente a causas que fueron redistribuidas en virtud de lo dispuesto por las Leyes
9024 y 9118 podrá requerirse por vía de correo electrónico.
5
AR 1149-A-11/04/2013
6
AR 1148-A-10/04/2013: artículo 4
7
AR 1363-A-17/05/2016. El SAC mediante el sorteo asigna el 40% de las causas al JEF3, el 30% al JEF1 y el 30% al JEF2.
8
AR 677-A-2010
9
AR 994-A-2009
10
AR 572-A-2010
11
AR 580-A-2010
12
AR 580-A-2010
13
AR 572-A-2010
14
AR 662-A-2003
15
AR 572-A-2010
16
AR 925-A-2007
.-:153:-.
La Revuelta
II.1. Legislación aplicable
En primer lugar, queremos remarcar que, atento el principio de especialidad de las normas, el Juicio
ejecutivo fiscal en la provincia de Córdoba se rige por la Ley 9024 y sus modificatorias -a la fecha fue
modificada por las Leyes 9118, 9201, 9268, 9576, 9874, 10117, 10177, 10323 y 10371- y supletoriamente
por las normas del Código Procesal Civil y Comercial de Córdoba (en adelante CPCC). 17
En concordancia con ello, el artículo 10 (11) de la Ley 9024 prevé que serán de aplicación supletoria
para el procedimiento de ejecución fiscal administrativa con control judicial previsto en el Título II, las
demás disposiciones previstas en la Ley 9024 y sus modificatorias, el Código Tributario Provincial (en
adelante CTP) y el CPCC, en el orden indicado y prevalencia en caso de conflicto a la Ley 9024.
Además, resultan aplicables las normas procesales de los Códigos Tributarios correspondientes al
sujeto activo de la causa (Ej. CTP, Código Tributario de la Municipalidad de Córdoba -en adelante - CTM,
Código Tributario de Villa Allende, etc.).
Para las causas iniciadas por el cobro de tributos provinciales también se aplica la Resolución
normativa 1/2017,18 las Leyes Impositivas Anuales y el Decreto 1205/15 (Reglamentario del CTP).
Para los juicios de la Municipalidad de Córdoba remarcamos las Ordenanzas tarifarias anuales y el
Decreto 3427/11 (Reorganización del funcionamiento de la Dirección de Procuración Fiscal).

II.2. Competencia
Ante todo, debemos recordar que la competencia se determina por la naturaleza de las
pretensiones deducidas en la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado, de lo que se
deriva que la cuestión debe ser definida por la exposición de los hechos contenidos en la demanda
(artículo 5 del CPCC). Además, hay que tener presente que la naturaleza de la pretensión contenida en la
demanda, que condiciona la competencia del Tribunal, no está determinada por el derecho que el actor
invoque, sino por los hechos en se funda y lo que se reclama.19

II.2.1. Competencia material


Como venimos señalando, los juicios ejecutivos fiscales, es decir las causas que se promueven “por
cobro judicial de tributos, multas aplicadas por la autoridad administrativa, acreencias no tributarias en
las cuales el Gobierno de la Provincia de Córdoba sea parte y repetición por pago indebido de impuestos,
tanto provinciales como municipales” (art. 1 Ley 9024), se tramitan en los Juzgados de Ejecuciones Fiscales
(en Capital). En el interior provincial, tal como se mencionó con anterioridad y veremos al tratar la
competencia territorial, hay oficinas especializadas en la materia en las ciudades de Alta Gracia, Villa
Carlos Paz, Río Segundo, Río Cuarto, Villa María, Cruz del Eje, Cosquín, Deán Funes y Rio Terceo Tercero.

Analizaremos cada caso por separado:

17
En este sentido: artículo 11 de la Ley 9118: Todo conflicto normativo relativo a su aplicación deberá interpretarse y resolverse
en beneficio de la presente Ley. Art. 3 CTP. Art. 7 CTM. Art. 3 CTM Villa Allende.
18
Reordena y concentra en un sólo cuerpo y de manera unificada de las normas reglamentarias emanadas de la DGR que rigen,
en el ámbito de la Provincia de Córdoba, la aplicación, percepción y fiscalización de los tributos cuya recaudación se encuentra
a su cargo.
19
JEF3 Sentencia 88 del 29/07/2016 en autos “DIRECCION DE RENTAS DE LA PROVINCIA DE CORDOBA c/ AEROPUERTOS
ARGENTINA 2000 S.A. - PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN FISCAL ADMINISTRATIVA” (Expte. N° 02629962/36)
.-:154:-.
La Revuelta
Cobro judicial de tributos:
Entendemos a los tributos como las prestaciones, generalmente en dinero, que el Estado exige en
ejercicio de su poder de imperio, en virtud de una ley, para cubrir los gastos que demanda la satisfacción
de las necesidades públicas.20 Dentro del género “tributos” podemos encontrar los impuestos, las tasas y
las contribuciones especiales.21 La diferencia radica en que en el impuesto la prestación exigida al obligado
es independiente de toda actividad estatal relativa a su persona, mientras que en la Tasa existe una
actividad del Estado materializada en la prestación de un servicio que la afecta de alguna manera
específica. En la contribución especial tenemos también una actividad estatal con la particularidad de que
ella es generadora de un especial beneficio para el llamado a contribuir.22
Claro está que en la justicia provincial solo se persigue el cobro de tributos provinciales, municipales
y comunales, no nacionales (ej. Impuesto a las ganancias)23
También hay que remarcar que es procedente demandar por la vía ejecutiva no solo el tributo sino
también sus intereses.24 Éstos pueden ser los que están incluidos en el título y también los que se generen
con posterioridad a su emisión.25
Por otro lado, destacamos que también pueden ser objeto de la ejecución fiscal los planes de pago
caducos. En general los Decretos y Ordenanzas que disponen facilidades de pago de tributos o multas
establecen que ante la falta de pago de una determinada cantidad de cuotas el Fisco puede reliquidar la
deuda26 y reclamarla judicialmente por la vía del juicio ejecutivo.27

20
VILLEGAS, HECTOR BELISARIO. Curso de finanzas y derecho financiero y Tributario. 10° edición actualizada y ampliada. Ed.
Astrea. 2016. Pág. 117.
21
Ver CSJN, Fallos, 332.1503 “Laboratorios Raffo” –TSJ. Sentencia 70 del 1/10/2010 en "LABORATORIOS RAFFO S.A. C/
MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA - PLENA JURISDICCIÓN - RECURSO DE CASACIÓN
22
VILLEGAS, HECTOR BELISARIO. Ob. Cit. pág.120.
23
El régimen de coparticipación de impuestos excede ampliamente este trabajo. Solo a modo de idea general diremos que el
régimen previsto por la Constitución Nacional (artículos 4,9 a 12, 75, 121 y 126) en la práctica no es cumplido y se superponen
los impuestos nacionales y los provinciales. Esto motivó que en 1934 se iniciara un régimen de coordinación mediante Leyes
Convenio. En la actualidad rige la Ley 23548 de “Coparticipación Federal de Recursos Fiscales”. Para una mayor comprensión
del tema ver: VILLEGAS, Belisario Héctor. Ob. Cit. pág. 238 y sgtes.
24
Así lo prevé el art. 140 del CTP y 24 del CTM
25
TSJ -Sala Civil- Cba., Auto 137, 02/06/2010, “Fisco de la Provincia de Córdoba c/ Murcia Roberto Ezequiel - Presentación
múltiple fiscal - Recurso de apelación - Ejecutivo fiscal - Recurso de casación”. C5 CyC Sentencia 15 del 25/02/2014 en
“MUNICIPALIDAD DE CORDOBA C/ DELLA CECCA DE DIANI EDELMA TRINIDAD – PRESENTACION MULTIPLE FISCAL - EJECUTIVO
FISCAL - EXPTE. N° 201370/36”, C5 CyC. Sentencia 10 del 25/02/2014 en “MUNICIPALIDAD DE CORDOBA C/ DUTTO MARCELO
GABRIEL – PRESENTACION MULTIPLE FISCAL - EXPTE. N ° 899105/36”, JEF 3 Sentencia 36 del 6/4/2017 del “DIRECCION DE
RENTAS DE LA PROVINCIA DE CORDOBA c/ GIRAUDO, Maria Elena– PRESENTACIÓN MÚLTIPLE FISCAL" (Expte. N° 2656615/36);
JEF3 Sentencia 71 del 30/06/2017en autos “MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA c/ FERNANDEZ, Ileana Beatriz – PRESENTACION
MULTIPLE FISCAL” (Expte. 6089072); ver más jurisprudencia en HIRUELA DE FERNANDEZ, María del Pilar. La Ejecución Fiscal en
la Provincia de Córdoba. Segunda Edición. Ed. Alveroni. 2017. Pág. 64 y sgtes.
26
Ver C6 CyC. Sentencia 96 del 31/08/2011 en autos “MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA C/ BETRA S.R.L. Y OTRO - PRESENTACION
MULTIPLE FISCAL-Expte N°4419597”
27
Por ejemplo, el artículo 12 del Dto. N° 1738/16 establece que la caducidad del plan de facilidades de pago operará de pleno
derecho, sin necesidad de una interpelación de la Dirección General de Rentas u Organismo competente, cuando se verifique el
incumplimiento en el pago de tres (3) cuotas, consecutivas o no o cuando a los sesenta (60) días corridos del vencimiento de la
última cuota solicitada, no se hubiera cancelado íntegramente el plan de facilidades de pago.
Operada la caducidad, las obligaciones incluidas en el plan se tornarán exigibles, previas deducciones de los pagos efectuados
según lo establezca la Dirección General de Rentas.
En concordancia el artículo 118 de la Resolución Normativa N°1/2017 establece que, operada la caducidad del plan de pagos,
la DGR podrá iniciar o proseguir, según corresponda, sin más trámite las gestiones judiciales para el cobro de la deuda total
impaga, con más los recargos, intereses y/o multas que pudieren corresponder y denunciar –de corresponder- en el expediente
judicial, el incumplimiento del plan de facilidades de pago.
.-:155:-.
La Revuelta
Por último, subrayamos que también pueden ser objeto del juicio ejecutivo fiscal los créditos
fiscales verificados judicialmente. Aquí se contemplan los juicios iniciados por la Procuración del Tesoro
para el cobro de deudas tributarias (o de multas) verificadas en el Concurso preventivo del deudor.28

Cobro judicial de multas aplicadas por la autoridad administrativa:


Lo primero que cabe remarcar es que la competencia comprende no solo a las multas tributarias,
sino a cualquier tipo de sanción administrativa de contenido económico. Ello, por aplicación del principio
“Ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus”. Además, en la práctica hemos observado que los
Juzgados de Ejecuciones Fiscales se avocan al conocimiento de causas que persiguen el cobro de multas
tributarias y no tributarias.29
En consecuencia, decimos que en el artículo 1 de la Ley 9024 ingresan no solo las multas previstas
en los Códigos Tributarios sino todas las sanciones, firmes30, que imponga la administración provincial o
municipal.
Además, desde la modificación operada en el año 2010 a la Ley 9024 por la Ley 9874, resulta claro
que en el fuero de ejecución fiscal no solo se tramitan acciones por cobro de acreencias tributarias.
Un típico ejemplo de sanciones cuya ejecución se realiza a través del juicio ejecutivo fiscal son las
multas aplicadas por infracción a los deberes formales establecidos en el CTP 31 (Ej. Omisión de presentar
una declaración jurada en el Impuesto a los Ingresos Brutos)32 o en el CTM.33
Estas son las más frecuentes en la actualidad. Pero también se han tramitado causas por el cobro
de otro tipo de sanciones aplicadas por los Tribunales Administrativos Municipales de Faltas.34 Por
ejemplo multas impuestas por violentar las reglas de tránsito en la ciudad de Córdoba.35 36

Cobro de acreencias no tributarias en las cuales el Gobierno de la Provincia de Córdoba sea parte.

28
Art. 57 Ley 24.522 (Concursos y Quiebras): Los acreedores privilegiados que no estuviesen comprendidos en el acuerdo
preventivo podrán ejecutar la sentencia de verificación ante el Juez que corresponda, de acuerdo con la naturaleza de sus
créditos. Art. 246.- Créditos con privilegios generales. Son créditos con privilegio general: 4) El capital por impuestos y Tasas
adeudados al fisco nacional, provincial o municipal. Art. 241.- Créditos con privilegio especial. Tienen privilegio especial sobre
el producido de los bienes que en cada caso se indica: 3) Los impuestos y Tasas que se aplican particularmente a determinados
bienes, sobre éstos.
29
Por ejemplo en la Sentencia N° 198 del 20/02/2008 dictada en autos “"MUNICIPALIDAD DE CORDOBA C/ PANCOR S.A.-
EJECUTIVO FISCAL” dictada por el JEF N°2: se ha dicho: “…Que, respecto de la naturaleza de la deuda reclamada, cabe destacar,
que la misma no es de origen tributario, por cuanto no se trata de una prestación en dinero que el Estado (en sentido lato) exige
en ejercicio de su poder de imperio en virtud de una Ley y para cubrir los gastos que le demanda el cumplimiento de sus fines,
sino de la imposición de una sanción pecuniaria y contravencional, derivada del ejercicio del poder de policía municipal (artículo
186 de la Constitución de la Provincia).”
30
Al momento de analizar los distintos títulos ejecutivos profundizaremos sobre el tema.
31
Art. 47 y sgtes. CTP
32
Art. 73 y sgtes. del CTP
33
Art.114 CTM – Art. 1 a) de la Ordenanza 12010
34
Ver. Artículo 1 y 58 de la Ordenanza 12010
35
HIRUELA DE FERNANDEZ, María del Pilar. Ob. Cit. Pág. 70.
36
Ver JEF2: Sentencia 3602 del 22/05/2008 en autos “MUNICIPALIDAD DE CORDOBA c/ OLIVA, Jorge Marcelo-EJECUTIVO
FISCAL – Expte. 326739/36.
.-:156:-.
La Revuelta
Aquí ingresan todas las acreencias de los Organismos y Dependencias del Sector Público Provincial
no Financiero mencionadas en el artículo 5 de la Ley N 908637 que fueren encomendadas al “Fondo de
Consolidación y Gestión de Recupero y Cobro de Acreencias no Tributarias del Estado Provincial”.38
A su vez, hay que tener claro que la Dirección General de Rentas (en adelante DGR), por Resolución
N° 237/2005, es el organismo responsable del Fondo citado, y por lo tanto es quien debe procurar la
gestión de cobro de las acreencias no tributarias por vía judicial. El procedimiento a través del cual se
realizará la gestión de saneamiento, cobro y recupero de estas acreencias, al cual están sujetos los
organismos del sector público no financiero que encomiendan dicha gestión al Fondo está regulado en el
Anexo aprobado por Resolución General N° 1452 del 30/06/2006.
El propio artículo 1 del Dto.2882/05 también aclara que el Fondo es “administrado por la Dirección
General de Rentas”.
Por eso no encuadramos en esta parte del artículo 1 (acreencias no tributarias) a las causas que son
directamente iniciadas por el ERSeP o el Tribunal de Cuentas, porque evidentemente no están
encomendado la gestión de cobro a la DGR.39
Las multas impuestas por la Policía Caminera son un ejemplo típico de este tipo de acreencias no
tributarias.40 Existen a la fecha infinidad de causas iniciadas en los Juzgados Ejecutivos Fiscales, por los
procuradores de la DGR, persiguiendo el cobro de las sanciones aplicadas por los Juzgados de Faltas de
tránsito.41

Repetición por pago indebido de impuestos, tanto provinciales como municipales

37
Artículo 5º.- Estructura del Sector Público Provincial no Financiero. EL sector público provincial no financiero comprende:
1 Administración general
I. Centralizada:
Poder Ejecutivo
Ministerios
Secretarías de Estado
Poder Legislativo
Poder Judicial
Tribunal de Cuentas de la Provincia
Defensoría del Pueblo
II. Entidades Descentralizadas
2. Empresas, Agencias y Entes Estatales
1. Empresas públicas
a) Con Administración Provincial
b) Concesionadas
2. Sociedades Anónimas (con participación estatal)
3. Sociedades Anónimas (del Estado)
a) Con participación mayoritaria del capital;
b) Con participación mayoritaria de la voluntad societaria
4. Sociedades de economía mixta
5. Sociedades del Estado
6. Empresas y Entes residuales
7. Entes Autárquicos
8. Otros Entes Estatales.
38
Creado por Dto. 849/05. art.2: DISPÓNESE que todos los Organismos y Dependencias del Sector Público Provincial no
Financiero a que se refiere el artículo 5º de la Ley N° 9086, deberán encomendar al Fondo creado en el artículo anterior, la
gestión de saneamiento, cobro y recupero de las acreencias no Tributarias a favor del Estado Provincial.
39
Obsérvese que en el Anexo de la Resol.237 se establecen una serie de requisitos que deben cumplimentar los organismos y
dependencias del sector público no financiero para encomendar al Fondo la gestión de cobro.
40
HIRUELA DE FERNANDEZ, María del Pilar. Ob. Cit. pág. 79
41
Ver Ley 8560
.-:157:-.
La Revuelta
La repetición tributaria es el remedio legal dirigido a obtener del Estado la restitución de los
importes ingresados por el particular, que resultaron ser, por diferentes razones, ilegitima o
incorrectamente abonados.42 Se ha dicho que las causas son: a) pago erróneo,43 b) pago de un tributo que
se cree inconstitucional y c) pago de un tributo que la administración fiscal exige excesivamente.44
Al respecto cabe precisar que son repetibles todos los tributos (sus intereses y también los anticipos)
y no solo los impuestos como menciona la norma.45
En relación a las multas aplicadas por la administración se ha entendido que no son en principio
repetibles porque los CT permiten al contribuyente cuestionar su procedencia sin que se torne necesario
su pago. No obstante, algunos autores entienden que deberían poder repetirse.46
En la Ley 9024 se regulan la cuestión en los artículos 9 y 10. El primero de ellos prevé: “…en los casos
de sentencias dictadas en los juicios de ejecución fiscal por cobro de impuestos, la acción de repetición solo
podrá deducirse una vez satisfecho el impuesto adeudado, sus accesorios y costas.” El 10 que establece
que: “…Los juicios de repetición por pago indebido, se sustanciarán por el trámite de juicio declarativo
correspondiente previsto en el Código de Procedimiento Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba”
En el CTP el artículo medular hoy es el 13547: “…Contra las resoluciones que resuelvan demandas de
repetición el contribuyente puede interponer, dentro del mismo término, demanda ordinaria ante el
Juzgado en lo Civil y Comercial competente en lo fiscal. Cuando el pago que se pretenda repetir hubiere
sido efectuado con motivo de un procedimiento de determinación tributaria de oficio subsidiaria, sólo será
procedente la demanda de repetición judicial cuando esta se funde en la inconstitucionalidad de la norma
que da sustento al tributo abonado y siempre que no se hubiera optado por interponer demanda
contencioso administrativa contra el acto administrativo de determinación…”
En base a estas disposiciones legales podemos sostener que los Juzgados de Ejecución Fiscal son
competentes para entender en tres tipos de acciones:
x Las interpuestas luego de concluido el juicio ejecutivo fiscal (art.9 Ley 9024 – Juicio declarativo
posterior similar al previsto por el 557 del CPCC. Aunque en el Juicio Ejecutivo General el demandado
puede iniciar la repetición desde que se decrete el embargo -art. 529 CPCC-. En el Juicio ejecutivo Fiscal
solo después de dictada sentencia o certificada la no oposición de excepciones).
x Las incoadas en contra de resoluciones de la Administración que resuelvan demandas
administrativas de repetición por pagos espontáneos48, luego de agotadas las instancias administrativas
(art. 122, 126, 135 del CTP).49
x Las iniciadas en contra de resoluciones de la Administración que resuelvan demandas
administrativas de repetición por pagos efectuados con motivo de un procedimiento de determinación
tributaria de oficio subsidiaria, sólo cuando se fundan en la inconstitucionalidad de la norma que da

42
TFN “Syscom” 2005. Citado en VILLEGAS NINCI, Héctor. Derecho Tributario en la Provincia de Córdoba. La Ley. 2013. Pág.
731.
43
C1 CC, Sentencia 73 del 08/06/2010 en “Caeiro de Ferrer, Adela Inés c/ Municipalidad de Córdoba - Ordinario - Repetición”.
44
CAGNOLO, Vanesa en VILLEGAS NINCI, Héctor. Ob. Cit. pág. 738.
45
HIRUELA DE FERNANDEZ, María del Pilar. Ob. Cit. pág. 428
46
Ver VILLEGAS NINCI, Héctor. Ob. Cit. pág. 740.
47
Originariamente la Ley 9025 reformó el artículo 115 del CTP (hoy 135) y definió la competencia de los juzgados de ejecución
fiscal en materia de repetición.
48
Pagos espontáneos son todos aquellos que no provengan de una determinación de oficio en la cual el contribuyente haya
podido gozar del debido proceso.
49
TSJ. Sentencia N° 41 del 12/04/2016 en autos “DAIRY PARTNERTS AMERICAS MANUFACTURING ARGENTINA SA C/
MUNICIPALIDAD DE VILLA NUEVA – ORDINARIO – Expte. N° 2338676)
.-:158:-.
La Revuelta
sustento al tributo abonado y siempre que no se hubiera optado por interponer demanda contencioso
administrativa contra el acto administrativo de determinación (art. 135 CTP).
Como dijimos, en estos supuestos son competentes los Juzgados de Ejecución Fiscal en virtud de lo
previsto expresamente por la Ley 9024, 9025 (hoy incorporada al CTP) y no el fuero contencioso
administrativo ya que resulta de aplicación lo previsto por el por el inciso d) del artículo 2 de la Ley 7182.50
Es decir, no corresponde la vía contencioso administrativa porque el legislador previó
expresamente que estas acciones corresponden a otra jurisdicción, esto es, a la del fuero de ejecución
fiscal. Debe quedar claro que la exclusión de la competencia contencioso administrativa en estos casos
no se rige por el inc. c) de la Ley 7182 ya que aquí no se aplican exclusivamente normas de derecho
privado, porque obviamente resultan aplicables al caso normas del derecho tributario (público).
Por el contrario, resulta competente el fuero contencioso administrativo cuando las acciones son
iniciadas en contra de resoluciones de la Administración que resuelven demandas administrativas de
repetición por pagos efectuados con motivo de un procedimiento de determinación tributaria de oficio.
En esos casos, al cuestionarse puramente la legitimidad del acto administrativo de determinación solo
podría irse por esa vía y no por la del fuero de ejecución fiscal.
En este sentido, cabe recordar que, conforme lo dispuesto por el artículo 1 de la citada Ley 7182,
corresponde la jurisdicción contencioso administrativa cuando se impugnan actos administrativos
dictados en ejercicio de la función administrativa por autoridades con facultad para decidir en última
instancia en relación a las cuales se haya agotado la vía administrativa y que resuelvan o hayan tenido
oportunidad de resolver sobre el fondo de la cuestión o situación jurídico subjetiva de carácter
administrativo que se aduce vulnerada, según se trate de acto denegatorio expreso o presunto. 51
Por otro lado, la jurisprudencia ha dicho que no es posible intentar revivir una pretensión en los
Juzgados de ejecuciones fiscales si ya se ha malogrado vía contencioso administrativa.
Concretamente el TSJ ha sostenido que: “…admitir la acción de repetición planteada exigiría
demostrar, además de la existencia de vías procesales alternativas, que el sistema legal permite recorrer
la vía impugnatoria, agotarla, interponer la demanda contencioso administrativa y luego de obtener un
resultado adverso a su admisión, iniciar una demanda ordinaria ante los Juzgados con competencia en
Ejecuciones Fiscales, a fin de lograr eludir la firmeza del acto administrativo, bajo la pretensión de repetir
lo pagado en virtud del cumplimiento del requisito del solve et repete. Tal derrotero procesal no se colige
con la interpretación que sobre la competencia de los Juzgados de Ejecuciones Fiscales se desarrolló
precedentemente.”52

50
TSJ. Sala Contencioso Administrativa. Auto N° 8 del 01/03/2017 en autos “Vitopel SA c/ Municipalidad de Villa del Totoral –
Plena Jurisdicción-Recurso de Casación” Expte. N° 2050918; en el mismo sentido: TSJ. Sala Contencioso Administrativa.
Sentencia N° 21 del 16/03/2017 en autos “Laboratorio Elea SACIF Y A c/ Municipalidad de Córdoba – Plena Jurisdicción –
Recurso de Casación” Expte. N° 165812.
51
TSJ, Sala Cont. Adm., “Quevedo, Miguel Ángel c/ Provincia de Córdoba - Contencioso Administrativo - Plena Jurisdicción-
Recurso de Apelación”, Sent. N° 1, 17/02/1998, Foro de Córdoba N° 44, p. 206 (no versión digital).
52
TSJ. Auto N°38 del 19/04/2017 en autos “ABB S.A. C/ MUNICIPALIDAD DE CÓRDOBA- ACCIÓN DE REPETICIÓN POR PAGO
INDEBIDO DE IMPUESTOS- RECURSO DE CASACIÓN – Expte. N°2530919)
.-:159:-.
La Revuelta
3.3
COMPETENCIA
La materia Contencioso
Administrativa en la Ley 7182
por Domingo Sesin

.-:160:-.
La Revuelta
Revista de Derecho Público, Proceso Administrativo-1, 2003-1, Rubinzal Culzoni Editores, Santa Fe, 2003, págs. 97/142.

LA MATERIA CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA EN LA LEY REGULADORA DEL PROCESO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

DOMINGO SESIN

INTRODUCCIÓN
El propósito de estas consideraciones es efectuar un vuelo panorámico de las principales causales
relacionadas con la admisibilidad e inadmisibilidad del proceso contencioso administrativo, desde una
perspectiva netamente práctica, deteniéndome con mayor profundidad sólo en algunas de ellas. Me
referiré al sistema contencioso administrativo cordobés en la medida que tales referencias sirvan al resto
del País, teniendo presente que en Córdoba desde 1941 existió un código de avanzada tutelando tanto
los derechos subjetivos como los intereses legítimos. En la misma época ya existía en Córdoba el proceso
penal “oral” que en la actualidad se extiende a nivel nacional.
También haré una breve referencia al Proyecto de Ley de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa Nacional que no obstante las pocas discrepancias que es dable efectuar, constituirá, a no
dudarlo, un paso trascendente en la materia.

REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD DEL PROCESO


Sabido es que como paso previo a la dilucidación del fondo de la cuestión es presupuesto procesal
inexcusable el análisis de determinadas circunstancias relacionadas con la admisibilidad del proceso.
Es decir, entonces que la pretensión contencioso administrativa debe analizarse por parte del
Tribunal competente desde una doble perspectiva: primero su admisibilidad y recién entonces la
viabilidad de la pretensión sustancial susceptible de motivar una sentencia denegatoria o favorable.
Como dice el Tribunal Supremo Español "...es procesalmente ilógico enjuiciar y decidir una
pretensión cuyo planteamiento no puede legalmente admitirse. La misma naturaleza de la decisión de
inadmisibilidad excluye entrar en otras consideraciones. Si no concurren algunos de los requisitos
procesales no debe emplearse la expresión desestimar sino declarar inadmisible...".
Todo ello por cuanto es bien sabido que la competencia del Tribunal es de orden público por lo que
es deber insoslayable del mismo averiguar si se han cumplido los presupuestos procesales que lo hacen
viable.
Como lo ha sustentado reiteradamente González Pérez1, el derecho a la tutela judicial efectiva debe
considerarse satisfecho con la obtención de una resolución fundada en derecho, que puede ser de
inadmisión por algún motivo formal cuando concurra alguna causal legal y así lo acuerde el Tribunal
en aplicación razonada de la misma. En idéntico sentido se ha pronunciado el Tribunal Superior de
Justicia de Córdoba2.
Los requisitos de admisibilidad pueden clasificarse en objetivos, subjetivos, temporales y
materiales.
Aun cuando la doctrina discute si debe hablarse de requisitos de admisibilidad de la acción o de la
pretensión, ratifico la postura de Vivancos compartida incluso por Hutchinson en el sentido que la
inadmisibilidad es susceptible de recaer sobre la pretensión. Sin entrar en disquisiciones doctrinarias,
la acción existe con independencia de los fundamentos de la pretensión; es un derecho autónomo. La

1
González Pérez, Jesús, El derecho a la tutela jurisdiccional, Editorial Civitas, Madrid, 1984, pág. 30 y ss.
2
T.S.J. Córdoba, Sentencia Nro. 18/1996 “Theaux de D’intino c/ Caja”; Sent. Nro. 14/2002 “Agüero, Raúl Jesús c/ E.P.O.S.”
y sus citas.
.-:161:-.
La Revuelta
pretensión es una manifestación de voluntad cuya realización y ejecución están condicionados por
las apreciaciones del órgano jurisdiccional. La ley nos da la acción para que podamos formular
pretensiones. La pretensión es la vertiente interna del designio de las partes3.
Los requisitos objetivos se relacionan con la materia, es decir con la violación de un derecho
subjetivo o de un interés legítimo regido por una normativa de derecho administrativo y esencialmente
con la naturaleza administrativa del acto impugnado, según el énfasis que pongan al respecto los diversos
códigos procesales de la materia.
Los requisitos subjetivos se relacionan con la competencia del Tribunal que debe dirimir el conflicto
y con la capacidad de las partes según las leyes de fondo.
Los requisitos temporales se refieren a los diversos plazos estipulados por los códigos
respectivos, la demanda interpuesta en forma prematura o extemporánea.
Mientras que los requisitos materiales se relacionan con el agotamiento de la vía administrativa
impuesta como paso previo de inexorable cumplimiento, el pronto despacho y, en definitiva, cómo se
genera el acto que causa estado o la presunción denegatoria. También puede relacionarse con otros
requisitos como el solve et repete.

MOMENTO EN QUE SE ANALIZAN Y RESUELVEN LOS REQUISITOS PROCESALES


Es de suma trascendencia analizar el momento en que el Tribunal resuelve esta temática. Cuando
en la Provincia de Córdoba regía el Código anterior -Ley 3897- existía numerosa jurisprudencia que
consideraba que tanto en la primera parte del proceso (oficiosamente o al interponerse excepciones)
como al momento de la sentencia, podía el Tribunal analizar tales aspectos. Es indudable el desgaste
jurisdiccional inútil y el cansancio de los derechos del administrado cuando después de tramitado
todo el juicio, el juez en la sentencia declaraba la incompetencia del Tribunal (por ejemplo y entre
otras causales por no haberse agotado la vía administrativa de acuerdo a las normas en vigor).
En la actualidad al amparo del nuevo Código de Procedimiento Contencioso Administrativo -Ley
7182- la jurisprudencia ha clarificado definitivamente esta problemática con uniformes
pronunciamientos de ambas Cámaras Contencioso Administrativas como así también del Tribunal
Superior de Justicia4. En consecuencia, tal cuestión queda dilucidada en la primera etapa del
proceso, es decir, en el momento en que el Tribunal establece de oficio si la competencia corresponde
a la jurisdicción, con audiencia de su Fiscal, conforme al art. 11 de la Ley 7182, como en la oportunidad
de resolverse la excepción que pudiera oponer la parte demandada como de previo y especial
pronunciamiento.
Es decir que el sistema normativo establece solo dos momentos para su análisis y resolución,
siempre dentro de la primera etapa: a) cuando habilita la pretensión al establecer si corresponde o
no la competencia del tribunal previo dictamen del Fiscal de las Cámaras; b) cuando sin perjuicio de lo
que haya establecido en la habilitación, resuelve las excepciones de previo y especial pronunciamiento.
A partir de allí la competencia del Tribunal queda radicada en forma definitiva no pudiendo volver a
tratar ningún requisito de admisibilidad al momento de emitir la sentencia, salvo algunos supuestos de
menor importancia condensados en los incisos 2, 3, 4 y 5 del art. 24 del Código.

3
Vivancos, Las causas de inadmisibilidad del recurso contencioso administrativo, págs. 127 a 130.
4
Sentencia Nro. 4/1996 “Tejeda, Héctor Laurencio c/ Provincia de Córdoba – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”;
Sentencia Nro. 55/1996 “Ezequelián de Ferrazano, Lucía c/ Superior Gobierno de Córdoba – Plena Jurisdicción –
Contencioso Administrativo – Recurso de Apelación”; Sentencia Nro. 59/96 "Costa Roberto Oscar y Otros..."; Sentencia
Nro. 36/2000 “Iriart, Pedro...”, entre muchas.
.-:162:-.
La Revuelta
En definitiva, conforme al art. 26 del C.P.C.A, las excepciones que se fundan en el término de la
presentación de la demanda y las de incompetencia, deberán oponerse siempre en forma de artículo
previo. Los requisitos de admisibilidad más importantes siguen esta suerte ya que se encuentran
enmarcados en el amplio horizonte de las cuestiones de "competencia" salvo en lo que respecta a la
falta de capacidad o de personería de los litigantes o de quienes los representan, el defecto legal y la
litis pendentia, que podrían ser motivo de una excepción dilatoria y ser finalmente desestimados en la
sentencia. (art. 24 inc. 2, 3, y 4 en concordancia con el art. 26).
Ello significa que los requisitos procesales esenciales susceptibles de determinar la incompetencia
del Tribunal no pueden ser introducidos como excepciones dilatorias al momento de contestar la
demanda.
La jurisprudencia 5 que ha clarificado definitivamente la cuestión sobre la base del sistema
normativo vigente ha señalado que ".... en virtud de lo dispuesto por el art. 11 en concordancia con los
arts. 24 y 26 del C.P.C.A Ley 7182, en principio, una vez admitida la demanda y resuelta las excepciones
de artículo previo si las hubiere, la competencia de la Cámara Contencioso Administrativa queda
radicada en forma definitiva (a diferencia del sistema anterior que era “prima facie”). En
consecuencia, no es dable la consideración de la problemática acerca de la admisibilidad referenciada
por la demandada (al contestar la demanda como en el alegato) sobre la carencia de uno de los
presupuestos procesales inexcusables para la admisibilidad de la jurisdicción contencioso administrativa
como es la falta de agotamiento de la vía administrativa en tiempo y forma, por cuanto no fue opuesta
como excepción de incompetencia en forma de artículo previo de acuerdo al art. 26 del C.P.C.A. Ha
precluido, entonces, la posibilidad de su discusión y decisión posterior...".
El art. 3 del Proyecto de Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa Nacional establece:
“La competencia contencioso administrativa quedará excluida cuando el juez de oficio o a petición de
parte, y luego de trabada la litis, pueda fundadamente concluir que la norma prevaleciente y
determinante para resolver la causa es de derecho privado. En todos los casos se requerirá opinión del
agente fiscal”.
El art. 29 dice que “Además de las previstas en la legislación procesal el demandado podrá oponer
como excepción de previo y especial pronunciamiento aquellas fundadas en la inadmisibilidad de la
instancia por falta de agotamiento de la vía administrativa, en la firmeza del acto administrativo o en la
caducidad de la acción por haber sido interpuesta fuera del plazo legal. No procederá la declaración de
oficio de la caducidad y de ninguna otra cuestión vinculada a la admisibilidad de la instancia judicial”.
Se podría decir que existe una aparente contradicción con el art. 3 referido supra, ya que, a diferencia
de este último, la incompetencia puede declararse de oficio; sin embargo, los autores del proyecto, con
buen criterio, prefieren acentuar la causal esgrimida en el art. 3 como presupuesto procesal de orden
público que por su relevancia aún puede declararse de oficio.
El art. 31 dispone el momento de la resolución de tales excepciones, luego de contestada la
demanda, en la cual el juez fijará los hechos sobre los que recaerá la prueba y depurará las mismas.
Si bien de la teleología de los artículos mencionados las cuestiones de admisibilidad se
resuelven en la etapa posterior a la contestación de la demanda con la necesaria interposición de la
excepción de previo y especial pronunciamiento, sin embargo, no existe un dispositivo normativo claro
y contundente que diga –como en el sistema de Córdoba- que tales cuestiones deben quedar dirimidas
en la primera etapa del proceso, no pudiendo introducirse con posterioridad y tratarse juntamente

5
Ver fallos citados en nota anterior.
.-:163:-.
La Revuelta
con el fondo de la cuestión. Esto último podría instaurar el abuso que se daba en épocas anteriores donde
el juez en la sentencia podía declarar la inadmisibilidad del proceso, como ocurría en Córdoba, antes de
1987, y aún hoy sigue ocurriendo en muchas provincias argentinas.
Por ejemplo, qué sucedería si las partes en el momento de alegar dijeran que el acto sujeto a
revisión se encuentra firme y consentido o que se trata de un acto institucional. Nada dice al
respecto el Proyecto con relación al momento en que debe dirimirse su inadmisibilidad con la
contundencia necesaria.

EL ACTO ADMINISTRATIVO COMO REQUISITO PROCESAL


Por razones de carácter metodológico sobre la base de la praxis de nuestro sistema contencioso
administrativo provincial, en lugar de analizar los requisitos de admisibilidad siguiendo las modalidades
establecidas, seguiré el orden dispuesto por los diversos artículos de nuestro Código vigente -Ley 7182-
cuando se refieren tanto a la materia contencioso administrativa como a los supuestos excluidos de
revisión.
El art. 1 comienza diciendo "Corresponde la jurisdicción contencioso administrativa a las causas
que se promuevan por parte legítima, impugnando los actos administrativos...".
La parte legitimada no es solo el administrado que demanda al Estado sino también la propia
Administración cuando articula la acción de lesividad.
Pero lo relevante es que el objeto de la revisión es esencialmente el "acto administrativo" tanto
expreso como presunto. De allí que la jurisdicción contencioso administrativa es revisora de lo actuado
en vía administrativa en cuanto requiere la existencia previa de un acto administrativo. Debe quedar en
claro que lo que pretende salvaguardar este principio es que en sede judicial no se varíen las
pretensiones formuladas en sede administrativa, pero nada impide que en el proceso se agreguen
nuevas pruebas o se amplíen los fundamentos jurídicos.
Resulta interesante lo preceptuado por el art. 10 del Proyecto cuando dice que “No podrán
articularse en sede judicial, cuestiones no planteadas en sede administrativa, pero podrán deducirse las
cuestiones no planteadas y resueltas, o las planteadas y no resueltas”.
La primera parte de la norma confirma la esencia de la jurisdicción revisora: no pueden
introducirse nuevas pretensiones.
La segunda parte, implica que cuando la Administración resuelva agregando cuestiones nuevas,
no es necesario agotar independientemente por ello, otra vez, la vía administrativa, sino directamente
en el juicio esgrimir lo necesario para su defensa. Por último, la norma refiere aquellos casos que
la Administración contesta parcialmente, en cuyo supuesto el accionante continúa en juicio con su
pretensión originaria, es decir, incluyendo también lo no tratado por la Administración.
La exigencia de impugnación de un acto administrativo no significa, empero, asumir una
concepción de la jurisdicción revisora ceñida a un proceso objetivo contra el acto, pues al propio tiempo
se analizan las pretensiones de las partes, lo que importa pasar de un proceso objetivo a uno subjetivo.
Sobre el particular el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ha destacado que el sistema
contencioso administrativo -C.P.C.A. Ley 7182- ha establecido un verdadero proceso, en el que la materia
de la acción ante la justicia es la pretensión 6 . Esto significa que de un proceso contencioso-
administrativo "objetivo" entendido como un proceso "al acto", se pasa a un proceso "subjetivo" donde

6
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa Sentencia Nro. 76/2000 "Bencivenga, Tulio Pablo Felipe c/ Caja de Jub., Pens. y Ret. de
Cba. - Pl. J. - Recurso de Casación"; Sentencia Nro. 122/2000 “Suáres, Cándida Rosa c/ Caja de Jubilaciones”.
.-:164:-.
La Revuelta
se atiende a las "pretensiones" deducidas "contra el acto", lo que significa que el control judicial de la
Administración está dirigido a la protección de los derechos e intereses de los particulares enfrentados a
las potestades de la Administración.
Esta definición legal y jurisprudencial de los alcances de los poderes del Tribunal con motivo
del control de legalidad de un acto administrativo lesivo de un derecho subjetivo, por vía de una acción
contencioso-administrativa de plena jurisdicción, encuentra acogimiento favorable en destacada
doctrina y legislación comparada. Así, Eduardo García Enterría ("Hacia una nueva justicia administrativa",
1992, pág. 69 y ss.) postula que "...La justicia administrativa no es ya, por tanto, un sistema de protección
de la legalidad objetiva a que está sometida la Administración, según la tradición, ya definitivamente
claudicante, del excès de pouvoir, sino un sistema de <tutela> de situaciones jurídicas subjetivas, tutela
plenaria..." (conf. Juan Ramón Fernández Torres, "Jurisdicción administrativa revisora y tutela judicial
efectiva", Civitas, Madrid, 1998, pág. 25).
Esta doctrina amplia propugnada es la más adecuada al grado de desarrollo del derecho
administrativo que, como una manifestación concreta del Estado de Derecho, se ubica y consolida en su
hacer permanente en pos del interés general, porque a esa mayor potestad y penetrabilidad del
comportamiento estatal, debe adecuarse la tutela de los administrados con todas las garantías que les
corresponden7.

a) HECHOS: Si en el sistema de Córdoba la revisión judicial recae sobre los actos administrativos,
los hechos quedan en principio excluidos, a diferencia de Corrientes, Mendoza e incluso el Proyecto
Nacional que permiten su impugnación directa.
Empero, bien sabemos que aún en nuestro ámbito provincial por vía indirecta también
podemos llegar a enjuiciar los hechos en base a la siguiente estrategia: cuando estamos frente a un
hecho se debe provocar la emisión del acto. Así, por ejemplo, si se ha omitido encasillar a un
empleado debe pedirse que se lo haga, y ante el acto denegatorio expreso o presunto, continúo la vía
recursiva prevista como paso previo al proceso. Hay determinados hechos que provocan actos sujetos
a la revisión civil (reclamo indemnización de daños por inundación de una casa generada por la
Municipalidad) y hay otros que generan el control contencioso administrativo (pido que me paguen un
adicional del sueldo, pero el acto que lo rechaza interpreta normas de derecho administrativo).

b) REGLAMENTOS: Los reglamentos también pueden ser objeto de revisión, directa o


indirectamente a través de los actos particulares, siempre que produzcan la lesión a un derecho
subjetivo o a un interés legítimo de carácter administrativo. Aunque los preceptos normativos
aplicables no son demasiado claros al respecto, tanto en la Nación como en las Provincias, debe
tenerse presente que el reglamento es un acto administrativo de carácter general y como tal se
enmarca en el sistema recursivo administrativo y de contralor judicial en paridad de condiciones que
la de un acto administrativo.
En la causa "Martínez Luque, Enrique y Otros c/ Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba"8
el Tribunal Superior permitió la revisión directa de los reglamentos en la medida que éstos no sean
de naturaleza legislativa, doctrina que se enmarcó en las prescripciones del Código Anterior Ley 3897.
El nuevo Proyecto Nacional le da adecuado tratamiento postulando su plena revisión (arts. 2 y 9).

7
Abad Hernando, Jesús L., "Acción contencioso-administrativa de plena jurisdicción: sentido y alcance en el Código de la
Provincia de Córdoba", en nota al fallo "Povarchik, Gregorio v. Municip. de Córdoba", T.S.J., 30/03/1973.
8
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia Nro. 60/1985.
.-:165:-.
La Revuelta
c) CONTRATOS ADMINISTRATIVOS: Con relación a los contratos administrativos, es bien sabido
que la revisión se hace mediante los actos particulares que como consecuencia de los mismos se dictan
con motivo de la celebración, ejecución y finalización del contrato. Es decir que la problemática suscitada
por la interpretación, modificación o extinción del contrato se explicita a través de los actos individuales
susceptibles de revisión (adjudicación, rechazo de intereses por mora, reclamo de mayores costos,
incidencias por la recepción de la obra, gastos improductivos, rescisión, etc.).
Lo mismo estipula el Proyecto Nacional en su art. 16, permitiendo además que el cocontratante
inicie la acción judicial dentro de los plazos previstos o después de extinguido el contrato. En todos
los casos debe agotarse la vía administrativa.

d) CAUSACIÓN DE ESTADO: El art. 1 citado del Código de Córdoba, cuando impone como
presupuesto procesal que se impugne un acto administrativo, exige en el inciso a) que el mismo
cause estado en razón de haberse agotado a su respecto las instancias administrativas.
El acto que causa estado es un acto administrativo definitivo (art. 77 L.P.A.) contra el cual se han
interpuesto en tiempo y forma los recursos administrativos a fin de agotar la vía administrativa,
cumplimentando de tal forma con el art. 178 de la Constitución de la Provincia de Córdoba.
El acto definitivo es el que resuelve el fondo de la cuestión a diferencia de los actos
interlocutorios o de trámite que solo resuelven las medidas procedimentales. Como es sabido,
excepcionalmente estos últimos pueden asimilarse a los definitivos cuando impiden totalmente la
tramitación de la cuestión que interesa al administrado (archivo, caducidad de instancia, etc.). Lo
mismo está previsto en el Proyecto Nacional en el art. 7 incisos “a” y “b”.
En el caso “Ortiz Arévalo c/ Trib. de Disciplina de Abogados” la Cámara Cont.-Adm de 1° Nom. dijo
“...que es sabido la relevante función del Tribunal de Disciplina de Abogados en pro del correcto ejercicio
de la profesión resguardando el interés público en juego. Como tal ejerce la función administrativa
conforme a la ley de la materia pudiendo dictar: a) actos administrativos sancionatorios que de por sí
sean susceptibles de agraviar derechos subjetivos o intereses legítimos, o bien b) medidas cautelares
provisorias estrechamente vinculadas a un sumario administrativo o a un proceso penal. Estas últimas
no constituyen el acto administrativo definitivo idóneo para hacer posible el control contencioso
administrativo...". Más adelante agrega que: "Resolver sobre el fondo de la cuestión implica
pronunciarse sobre la adquisición, modificación o extinción de un derecho subjetivo o interés legítimo
tutelado...".
El Tribunal Superior en una causa donde se impugnó la resolución ministerial y su confirmatoria
que dio por finalizada la investigación administrativa previa y ordenó como consecuencia de ella la
apertura de un sumario de carácter disciplinario, señaló que tal resolución no es susceptible de lesionar
un derecho subjetivo administrativo, pues no es un acto definitivo sino preparatorio de la futura
"voluntad" de la Administración que surgirá cuando termine el sumario respectivo. Aclaró además que
dicha resolución no es idónea para hacer posible el control contencioso administrativo, ya que es
insusceptible de lesionar un derecho subjetivo o interés legítimo pues produce efectos jurídicos
directos, pero sólo sobre el trámite del sumario administrativo, no sobre el fondo del asunto9.
En dicha causa se argumentó que “...la decisión de la Administración que tras llevar adelante
una investigación administrativa previa, ordena la sustanciación de un sumario, es insusceptible de

9
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa, Sentencia Nro. 148/2000 “Marcoletta, Juan Carlos c/ Provincia de Córdoba – Plena
Jurisdicción – Recurso de Apelación”.
.-:166:-.
La Revuelta
lesionar el derecho al buen nombre y honor, en razón que es precisamente el principio de inocencia
el que, en la sustanciación del sumario, despliega sus efectos protectores para garantía de los derechos
del ciudadano, y en tanto no medie una resolución definitiva, absolutoria o condenatoria, no puede
oponerse, con base objetiva, una lesión a un derecho subjetivo o interés legítimo”.
Por lo demás, la diferencia entre el acto que causa estado con el firme o consentido es que en el
primero el agotamiento de la vía administrativa se produjo en tiempo y forma, en cambio, en el segundo,
o se han vencido los términos o no se lo hizo conforme a las normas en vigor. Los actos firmes o
consentidos no pueden, como es obvio, ser revisados en sede judicial, ya que un requisito procesal
inexcusable es que el acto sea definitivo y que haya causado estado. Tampoco puede iniciarse la vía
ordinaria porque el presunto acto causante del daño sigue teniendo presunción de legalidad. Sólo
después de la declaración de ilegitimidad del acto podrá pensarse en su reparación. Esto ha menester
subrayarlo porque a veces sucede que quienes han consentido la validez del acto, pretenden
“inocentemente” por vía ordinaria civil reclamar daños y perjuicios. Ello es incorrecto, y el juez que lo
recepte está invalidando implícitamente un acto administrativo que sólo la jurisdicción contencioso
administrativa puede anular.
En el sistema de Córdoba, al igual que en el resto del país, en todos los casos debe procurarse
el agotamiento de la vía administrativa hasta llegar a la autoridad con facultad para resolver en
última instancia. Su objeto no es sólo evitar el efecto sorpresa, sino en esencia, responsabilizar a
los órganos superiores que en definitiva son los primeros responsables de las consecuencias
ulteriores. Estos últimos pueden evitar la revisión judicial haciendo lugar a los recursos cuando
correspondan, ejercitando un verdadero control de juridicidad, o fundar mejor los actos denegatorios
susceptibles de control jurisdiccional. En principio, el custodio máximo de la organización administrativa
o su nivel inmediato inferior, deben tener la posibilidad de evitar el pleito o, al menos, tener
conocimiento de su interposición.
Este objetivo se logra parcialmente en el nuevo Proyecto Nacional ya que es demasiado generosa
la fórmula del art. 14 cuando esgrime los diferentes supuestos en los que no es necesario en forma
previa el agotamiento de la instancia administrativa. En los tres primeros supuestos considero
imprescindible que se dé a dichas autoridades la posibilidad de revisar sus actos.
Con relación a lo previsto en el art. 14 inc. “g” del Proyecto, considero que constituye una fórmula
peligrosa dejar al solo criterio judicial la calificación de “ritualismo inútil” ya que este mecanismo
incorrectamente utilizado podría desvirtuar totalmente en la práctica el agotamiento de la vía
administrativa.

e) REITERACIÓN: Acto que reproduce una misma voluntad firme y consentida.


Una reciente jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba en autos “Theaux de
D’Intino c/ Caja de Jubilaciones”10, ratificando anterior jurisprudencia de las Cámaras Contencioso
Administrativas, se pronunció sobre si es dable admitir "la posibilidad de un nuevo planteo por la
administrada referido a la interpretación de la norma que regla sobre la modalidad de pago de las
prestaciones periódicas que integran el beneficio acordado, cuando como acontece en la especie, media
un reclamo anterior en el mismo sentido, que ya fue resuelto por la
Administración sin impugnación de la interesada, y sin que se haya invocado cambio alguno en la
situación del titular del beneficio que importe una modificación o alteración con relación a las

10
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia Nro. 18/1996.
.-:167:-.
La Revuelta
circunstancias de hecho o de derecho que fueron consideradas por la demandada al momento de denegar
el primer reclamo; y que en su caso habilitarían un nuevo tratamiento de la cuestión planteada".
Aquí se sostuvo que "...la firmeza de un acto administrativo no puede ser destruida más tarde
por el ejercicio del derecho de petición, ya que éste no puede tener la virtud de abrir la reconsideración
de actos definitivos y firmes, y menos aún de posibilitar el acceso a la revisión jurisdiccional después
de haber consentido por largo tiempo la resolución administrativa que reproduce la misma declaración
de voluntad que la de los actos impugnados".
"La afirmación de la recurrente en el sentido de que sus peticiones difieren por tratarse de tiempos
distintos, en modo alguno viabiliza un nuevo examen […] desde que el acto que denegó análogos
períodos al actual contiene una conclusión legal comprensiva no solo de las diferencias reclamadas en
aquella oportunidad, sino de las que eventualmente se produjesen en el futuro. Consentida esa
resolución, su eficacia incluye dicha interpretación legal, sobre la cual el órgano jurisdiccional no puede
volver sin violentar la necesaria estabilidad de las relaciones entre el administrador y el administrado."
Empero, se dejó en claro que distinto es el razonamiento cuando se discute el "derecho al
beneficio" atento la irrenunciabilidad que consagran los preceptos constitucionales, ya que ello puede
justificar un trato diferente. Esto no acaece en el caso comentado ya que su problemática recayó
sobre "la prestación" que integra el beneficio, la cual es de naturaleza económica, y que se traduce en
el cobro periódico de una suma de dinero, de carácter disponible y renunciable, y además sujeta a
prescripción por expreso mandato legal. Este criterio concuerda con la jurisprudencia de la C.S.J.N y con lo
expresado por la ley de jubilaciones11.
Como nos recuerda Radbruch "...Tenemos que buscar la justicia, pero al mismo tiempo tenemos
que mantener la seguridad jurídica, que no es más que un aspecto de la misma justicia, y reconstruir un
Estado de Derecho que satisfaga a ambas ideas…”12.

f) RECHAZO DE LA VÍA ADMINISTRATIVA POR RAZONES FORMALES: ¿Qué sucede si la


Administración rechaza el o los recursos interpuestos a fin de agotar la vía administrativa por
inadmisibilidad formal? Antes era necesario iniciar un primer contencioso administrativo por
ilegitimidad y en caso de ganarlo el administrado, se condenaba a la Administración a emitir un nuevo
acto entrando al fondo de la cuestión; recién entonces podía incoar otro contencioso administrativo.
Por suerte este anacrónico criterio ha sido a todas luces superado (causa “Grau y Cerrito” C.C.A.
1° Nom) y hoy se exige que el administrado explicite en la primera parte de la demanda las razones
formales que justifican el correcto agotamiento de la vía y la ilegalidad de la Administración al
desestimar formalmente el recurso. Una vez explicado tal aspecto y su agravio, ingresa recién a
desarrollar los argumentos de fondo. Es indudable que esto podrá ser materia de tratamiento por el
Tribunal tanto al momento de establecer si corresponde declarar la habilitación de la causa como en
la oportunidad de interponerse las excepciones de previo y especial pronunciamiento.
Esta problemática también se encuentra superada en el Proyecto Nacional conforme lo
dispuesto en el art. 10.
Otro supuesto en el que no procede la inadmisión del proceso contencioso administrativo, tiene
lugar cuando la Administración al resolver las impugnaciones administrativas deducidas por el
administrado al agotar la vía administrativa, entra al fondo de la cuestión sin poner de manifiesto en esa

11
Fallos, T. 307:582; causa C.520.XX "Costa, Juan Francisco" del 14-10-86, y su cita; Fallos T. 312:1340, en idéntico sentido, art.
40 de la Ley 5846 y 48 de la Ley 8024.
12
Autor citado por Pérez Luño, Antonio-Enrique, La Seguridad Jurídica, Edit. Ariel, Barcelona 1994, pág. 84.
.-:168:-.
La Revuelta
oportunidad deficiencias formales en el agotamiento de la vía administrativa que no le habrían
permitido resolver sobre el fondo (por ej. extemporaneidad del recurso, incompetencia material del
órgano, existencia de actos anteriores firmes y consentidos sobre idéntica petición, etc.).
En ese caso, la jurisprudencia ha juzgado que el Tribunal, con audiencia de su Fiscal, al resolver
si la causa correspondía a la jurisdicción contencioso administrativa (art. 11, Ley 7182), no podía excluir
de la revisión judicial a los actos administrativos impugnados "aduciendo motivos formales que en
ellos no se expresaron", como es el de la existencia de actos administrativos precedentes producidos
en presencia de idéntica petición, fundada en idénticos hechos y derecho, que habían adquirido la
calidad de definitivos, firmes y consentidos por falta de impugnación. Si la Administración al denegar el
recurso de reconsideración en forma expresa obvió el aspecto formal y se pronunció sobre el fondo del
planteo, resulta improcedente que el Tribunal impida el acceso a esta jurisdicción en función de
cuestiones formales que a la propia Administración le hubiesen impedido pronunciarse por el fondo
de la cuestión planteada (conf. González Pérez, Jesús, "Manual de Derecho Procesal Administrativo",
Civitas, Madrid 1992, pág. 444). Lo contrario vulnera el derecho de defensa de la actora, quien al
demandar no atacó un argumento formal que no había sido esgrimido por la propia Administración en el
acto expreso enjuiciado13.

g) ACTO BASE: Debe tenerse presente que el objeto de la revisión judicial es el acto base contra
el cual se han interpuesto los recursos administrativos. Con ello dejamos atrás la equivocada costumbre
de impugnar esencialmente en la demanda el último acto administrativo que cierra la instancia
administrativa.
Así lo ha remarcado la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba14 al señalar
que el objeto de la revisión judicial es el "acto base", es decir el que produjo el agravio primigenio y
contra el cual se han interpuesto los recursos administrativos. Deberían cuestionarse ambos, empero,
lo esencial es que se impugne el primero y se acredite el agotamiento de la vía recursiva en tiempo y
forma.

h) DAÑOS Y PERJUICIOS y ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA: A partir de la vigencia de la Ley 7182,


la jurisprudencia local ha sido coherente con el objeto de la reforma legislativa operada con su sanción,
y merced a la nueva normativa ha declarado la competencia para demandar en la jurisdicción contencioso
administrativa los daños y perjuicios derivados del actuar ilegítimo de la Administración, sin necesidad
de contar previamente con una declaración judicial de nulidad absoluta o relativa del acto administrativo
base cuestionado y sus ratificatorios para recién acudir a la vía ordinaria para demandar por el
restablecimiento de los daños y perjuicios.
Ello se relaciona especialmente con los caracteres y alcances de la acción contencioso
administrativa de plena jurisdicción a los que he aludido precedentemente, entendida como un
proceso plenario que atiende a una pretensión integral en la que se demanda la ilegitimidad del acto y
los daños y perjuicios que de ese actuar ilegítimo pudieran derivarse para el administrado.
De ese modo se evita el desgaste jurisdiccional que ocurría en el marco de la Ley 3897 que obligaba
a los administrados a acudir al proceso contencioso administrativo para obtener la declaración de
ilegitimidad de los actos administrativos y recién después de obtener una sentencia estimatoria de su

13
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa, Sentencia Nro. 10/1995 “Buena Luque, Sara c/ Caja...”.
14
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa, Sentencian Nro. 86/1998 “Stanich, Ana Luisa c/ Municipalidad de Córdoba”.
.-:169:-.
La Revuelta
acción contencioso administrativa, podía plantear la acción por los daños y perjuicios en la jurisdicción
común.
Además de la cuestión referida a los daños y perjuicios, es importante destacar que también
ingresan como cuestiones propias de la materia contencioso administrativa, especialmente vinculadas
con la responsabilidad patrimonial de la Administración en el ejercicio de la función administrativa,
las pretensiones de los administrados vinculadas al principio del enriquecimiento sin causa o indebido.
Tal es lo que ha resuelto la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia en un precedente donde
los actores invocaron la condición de funcionarios de facto, por haber prestado servicios como
empleados públicos, aún sin serlo, sosteniendo ser acreedores de una compensación por esa prestación.
El Tribunal valoró que esa relación jurídica entre los actores y la administración (la de
funcionarios de facto) es de derecho público, no de derecho privado, desde que en ella el Estado se
asume como autoridad frente al administrado y en razón de que los servicios prestados son los
propios del empleo público. Tan así es, que los actores tarifan el crédito pretendido en función del salario
que corresponde a los empleados públicos, conforme a la categoría que el respectivo estatuto regula.
En ese contexto, se juzgó que tanto los hechos en que la demanda se funda, cuanto la
condena pretendida, tipifican la acción como de derecho administrativo. No obsta a esa conclusión el
hecho de que el reclamo se sustente en el principio de enriquecimiento sin causa, desde que éste no es
ajeno a las relaciones de derecho público. La competencia contencioso administrativa queda excluida
ante "cuestiones que deban resolverse aplicando exclusivamente normas de derecho privado o del
trabajo" (art. 2, inc. c, ley 7182, el resaltado nos pertenece) pero no cuando las normas de derecho
privado juegan conjuntamente con las de derecho público.
Tal es un principio general receptado favorablemente por la doctrina, en relación a las
pretensiones sobre enriquecimiento injusto, en orden a las cuales se admite “la jurisdicción de los
Tribunales del orden contencioso-administrativo cuando existe conexión con relaciones jurídico-
administrativas" (Jesús González Pérez, "Justicia Administrativa", Madrid 1999, pág. 389), concordante
con la doctrina del Tribunal Supremo Español que ha tenido numerosas oportunidades de fundar sus
pronunciamientos en materia contencioso administrativa en el principio de enriquecimiento sin causa
(Sentencias N° 58/00, 62/00, 75/00, 162/00).
En base a esos argumentos la Sala Civil del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba declaró
que en función de la naturaleza de la acción intentada (art. 5, CPC.) la demanda así deducida era
ajena a la competencia civil y comercial, por corresponder al fuero contencioso administrativo. El
Tribunal señaló que “...Aun cuando los actores dicen no pretender la revocación de las resoluciones que
en sede administrativa rechazaron su pretensión, lo cierto es que de hecho no es así. Del escrito de
demanda se desprende que antes de ocurrir a los Tribunales civiles los accionantes formularon un
reclamo en sede administrativa exigiendo el pago de los haberes correspondientes al lapso de tiempo
durante el cual trabajaron para la Provincia, el que les fue rechazado por la Administración Pública
mediante las resoluciones N° 685, 955, 1215 y 1242, cuyas copias autenticadas se acompañan como
parte integrante de la demanda... Se observa asimismo que en tales resoluciones el Poder Ejecutivo se
negó a reconocer los derechos invocados por los peticionantes aduciendo que ellos no habían sido
designados en los cargos que ocuparon con arreglo a lo dispuesto en la ley 7625, que contiene el régimen
del personal del equipo de salud humana, y en su decreto reglamentario 5640/88 (fs. 8/9, principal).
Vale decir que la Provincia resolvió el planteo deducido haciendo interpretación y aplicación de
principios y normas de estricto derecho público, lo que reviste a tal disposición de la naturaleza de
un verdadero acto administrativo, con las consecuencias correspondientes en orden al régimen jurídico
.-:170:-.
La Revuelta
a que debe quedar sometido. Siendo así, la legalidad de esa resolución sólo puede controlarse a través
de las formas y procedimientos especiales establecidos por las leyes específicas de derecho
administrativo...”.
El fallo comentado reparó en la circunstancia que los interesados debían agotar la vía
administrativa prevista por la ley articulando el recurso pertinente, orientado a conseguir el
reconocimiento de sus derechos por la propia Administración Pública. En caso de que ese trámite les
fuese desfavorable, promover una acción contencioso-administrativa ante los Tribunales con
competencia en la materia a fin de obtener en sede judicial la anulación del acto administrativo y el
definitivo restablecimiento de los derechos vulnerados (ley 7182, arts. 1°, 2°, inc. c, y 6°).
Si bien en la demanda se reclamaba el pago de tales haberes conceptuándoselos como una
indemnización de daños y perjuicios y se invocaban al efecto principios y normas del derecho común,
entre ellos los atinentes al enriquecimiento sin causa, no puede dejar de advertirse que el acogimiento
de la pretensión así formulada requeriría inexcusablemente que el juez civil dejara sin efecto el acto
administrativo dictado por la Provincia que negó el derecho esgrimido, sin lo cual no podría condenar al
Estado a pagar la suma de dinero reclamada.
Ello era determinante para postular la competencia del fuero contencioso administrativo pues
de acuerdo a las normas especiales de la Ley 7182, el contralor jurisdiccional, y la eventual anulación,
de esa resolución incumbe exclusivamente a los jueces del fuero contencioso- administrativo y no a
los jueces civiles, en atención al señalado carácter administrativo que ese acto ostenta.
El Tribunal Superior precisó además que “...no obstante que en la demanda se presenta la
pretensión como si fuera de naturaleza común, utilizándose conceptos e invocándose normas
inherentes a esa rama del derecho, apenas se ahonda el examen se aprecia de inmediato que la
naturaleza de la litis es en realidad de derecho administrativo, porque para decidirla en el sentido que se
reclama en la pretensión sería menester anular el acto administrativo emitido por la Provincia,
aquél por el cual se negó el derecho subjetivo haciendo aplicación de un régimen normativo de
derecho administrativo. De donde se sigue que el conocimiento de esta clase de causas incumbe a
los Tribunales Contencioso-Administrativos con exclusión del fuero civil…”15.
Como corolario de lo expuesto, las acciones fundadas en principios y normas del derecho civil,
en tanto tengan como presupuesto la declaración de ilegitimidad del obrar administrativo, encierran
en sustancia un litigio de índole administrativa, razón por la cual no corresponden a los tribunales civiles
sino a la magistratura especializada organizada por la ley 7182, aun cuando como acontece en el
precedente jurisprudencial comentado la demanda se fundaba en principios y normas del derecho común.

i) DENEGATORIA PRESUNTA: La jurisprudencia tanto de las Cámaras Contencioso Administrativas


como del Tribunal Superior de Justicia ha declarado que el instituto de la presunción denegatoria tácita,
que opera a favor del administrado y que se configura por el silencio de la Administración, no distingue
entre presentaciones formalmente procedentes o improcedentes, toda vez que se impone como una
obligación inexcusable a cargo de la Administración, resolver en todos los casos las peticiones de los
particulares (principio emergente del art. 19 inc. 9 de la Const. Pcial. y doctrina sentada por el T.S.J. en
"Cabrera Paulí..." A.I. Nro. 187/78; reiterada en "Ludueña,
L. D...." A.I. Nro. 100/82; "Garganta de Castellanos..." Sent. Nro. 1/93; "Ighina, C. A...." Sent. Nro.

15
T.S.J. Sala Civil y Comercial Auto Nro. 27/2001 “Manzanares, Norma Beatriz y Otros c/ Provincia de Córdoba – Demanda –
Recurso Directo”.
.-:171:-.
La Revuelta
42/96, entre otros); razón por la cual, frente a su inobservancia, la demandada pierde la facultad de
oponer excepciones fundadas en defectos de esa gestión de agotamiento de la vía administrativa, lo que
debió resolver oportunamente en su propia sede.
En esos casos, el Tribunal al resolver si la causa corresponde a la jurisdicción contencioso
administrativa no puede, consecuentemente, invocar de oficio deficiencias formales en el agotamiento
de la vía administrativa cuando la propia Administración no lo hizo al incumplir su obligación de resolver
expresamente.

j) CAMBIO DE NOMIACIÓN DE LAS ACCIÓN: El artículo 16 de la Ley 7182 exige como condición
de admisibilidad de la demanda contencioso administrativa cumplimentar la obligación de nominar el
proceso que se deduce. La jurisprudencia de la Sala Contencioso Administrativa del Tribunal Superior de
Justicia ha morigerado esta exigencia en un reciente fallo en el que señaló que no existe óbice procesal
o sustancial para no admitir el cambio de acción propuesto por la parte interesada, cuando aún no ha
mediado un resolutorio judicial firme sobre la habilitación del proceso contencioso administrativo y la
diversidad de la regulación adjetiva de las diferentes acciones se refiere, precisamente, a momentos
del proceso ulteriores a la admisión formal de la acción (Sentencia Nro. 85/2002 "Telefónica
Comunicaciones Personales S.A. c/ Municipalidad de Colonia Caroya – Contencioso Administrativo –
Plena Jurisdicción – Recurso Directo").
De ese modo, el Tribunal Superior de Justicia ratificó la doctrina sustentada como Vocal
integrante de la Cámara Contencioso Administrativa de Primera Nominación, in re: “Álvarez Igarzábal,
Matías Benigno Héctor c/ Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba – Plena Jurisdicción”
(Expte. Nro. A-2-94), Auto Interlocutorio Número 282/1994, precedente en el cual, antes de que
quedara firme la decisión de no admitir la acción por error del accionante en la nominación de la
misma y en la invocación de la situación jurídico-subjetiva base de la demanda (se había invocado un
derecho subjetivo de carácter administrativo cuando correspondía una situación jurídico-subjetiva de
interés legítimo), el accionante cambió su acción reconduciéndola como de ilegitimidad al momento
de interponer el recurso de reposición, oportunidad en la cual admití que en la etapa del artículo 11
de la Ley 7182, es posible el cambio de la acción hasta que quede firme la habilitación de la demanda
por el Tribunal, lo que a mi juicio significó que el actor podía solicitar dicho cambio antes del vencimiento
del mencionado plazo.
Es decir, que, a partir del precedente señalado, los litigantes podrán reconducir la acción de plena
jurisdicción como de ilegitimidad, o bien a la inversa, siempre que no adquiera firmeza la decisión
adoptada por la Cámara a-quo en la etapa de habilitación de la instancia, contra la cual, el Código de la
Provincia admite su revisión por ante el Tribunal Superior.

QUIÉN EMITE EL ACTO ADMINISTRATIVO: ÓRGANO DOTADO DE POTESTAD PÚBLICA EN EJERCICIO DE


UNA FUNCIÓN ADMINISTRATIVA
Siguiendo con el análisis de nuestro Código Procesal Contencioso Administrativo, continúa su art.
1 diciendo que deben impugnarse “…los actos administrativos de los Poderes Legislativo, Ejecutivo o
Judicial del Estado Provincial, del Tribunal de Cuentas de la Provincia; de las entidades descentralizadas
autárquicas, de las Municipalidades, y de cualquier otro órgano o ente dotado de potestad pública, con
facultad para decidir en última instancia administrativa…".
Este amplio marco que concuerda con el art. 1 de la L.P.A. y que en definitiva consiente que
cualquier órgano público o privado dotado de potestad pública en ejercicio de la función administrativa
.-:172:-.
La Revuelta
puede estar en juicio por sus actos administrativos, es quizás uno de los grandes avances de nuestro
contencioso administrativo cordobés, que podemos exhibir con orgullo, tanto respecto de las otras
Provincias Argentinas como en el concierto internacional.
Su gran mentor el Prof. Dr. Abad Hernando, diseñó este modelo puesto en vigencia a partir de la
aplicación del nuevo código contencioso administrativo en 1986. No obstante, este avanzado criterio no
ha sido siempre interpretado conforme al espíritu y texto de la norma. Empero, en la actualidad es
dable advertir nuevos vientos a fin de salvaguardar este avanzado principio, como lo explicitaré más
adelante.
Si entendemos por función legislativa como toda norma general, objetiva y abstracta que
mediante el procedimiento constitucional de formación y sanción de las leyes produce el llamado Poder
Legislativo, es indudable que todas sus otras funciones, excepto el juicio político, conforman una función
administrativa y sus actos pueden ser objeto de revisión contencioso administrativa: cesantía,
sanciones, adjudicación de obras, etc. Aún el juicio político es susceptible de revisión judicial cuando
se ha alterado el procedimiento o se ha violado el derecho de defensa.
En Córdoba, no ha existido dificultad alguna en el juzgamiento de tales actos conforme el citado
plexo normativo16.
Sin embargo, no sucede lo mismo en otras Provincias Argentinas. Así por ejemplo en la Provincia
de Buenos Aires, su máximo Tribunal interpretó en numerosos precedentes que las decisiones
administrativas del Poder Legislativo no son impugnables en sede contenciosa por no ser autoridad
administrativa. Por suerte, la Corte Suprema Nacional a partir del caso "Presoglia" de 1988, continuando
con otros casos en 1989, 1993 y 1994, revocó las sentencias del tribunal superior bonaerense que
habían desestimado in limine las demandas.
Si entendemos por función judicial toda resolución de una controversia con autoridad de verdad
legal por una autoridad imparcial e independiente, es indudable que todas las otras tareas del Poder
Judicial conforman función administrativa. Por lo tanto, sus actos pueden ser objeto de revisión
contencioso administrativa (sanciones, adjudicación de obras o suministros, etc.).
La revisión judicial de los actos administrativos del Poder Judicial a través del sistema
contencioso administrativo funcionó en Córdoba hasta principios de 1995 en que el entonces Tribunal
Superior mediante el Acuerdo N° 10/95 (“Cech”, reiterado en Octubre de 1995 en el caso “Álvarez”) hizo
saber al entonces Presidente de la Cámara Contencioso Administrativa que debía abstenerse de actuar
en una demanda interpuesta contra una sanción aplicada por el Tribunal Superior de Justicia por
cuanto la materia de los mismos es de exclusiva y excluyente competencia del Máximo Tribunal.
El entonces Tribunal Superior aplicando jurisprudencia de la Corte Nacional y en base a una diversa
interpretación de la Constitución Provincial consideró que el recurso de reconsideración deber ser
tenido como control judicial suficiente y por ende contra su denegatoria no corresponde ningún control
judicial posterior, salvo el recurso extraordinario federal. En consecuencia, consideró que el trámite
administrativo de la ley 5350 como el Código de procedimiento Contencioso Administrativo Ley 7182,
carecen de vigencia respecto del régimen disciplinario, adoleciendo de nulidad absoluta e insanable la
pretendida revisión de tales decisiones.
La Cámara en lo Contencioso Administrativa, previo dictamen del Fiscal de las Cámaras Dr.

16
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa Sent. Nro. 39/1996 “Maza, Víctor Agustín y Otros c/ Provincia”; Sentencia Nro. 34/1998
“Díaz, María Adriana c/ Provincia”; Sentencia Nro. 55/1998 “Fedrizzi, Luis Fernando y Otros c/ Provincia”; Sentencia Nro.
50/1998 “Huerta, José Antonio y Otro c/ Provincia”; Sentencia Nro. 105/2000 “Asis de Carillo, Ana María c/ Estado Provincial”;
entre muchas.
.-:173:-.
La Revuelta
Rodolfo Silvestro, sustentó la plena revisibilidad de tales actos, elevando al Tribunal Superior las
actuaciones a fin de que mediante conjueces dirima un conflicto de competencias en el marco del art.
12 de la Ley 7182. Esto fue resuelto con la nueva integración del Tribunal Superior de Justicia a fines
de 199617, donde en este mismo caso, se retornó a la jurisprudencia anterior sustentando, entonces
la plena revisibilidad judicial de los actos sancionatorios emitidos por el Poder Judicial. En
consecuencia, después de agotarse la vía administrativa ante el propio Tribunal Superior se inicia la
acción contencioso administrativa ante las Cámaras del fuero. En segunda instancia interviene el
Tribunal Superior con integración de conjueces atento que los anteriores han ejercido la función
administrativa18.
En la Provincia de Buenos Aires, en cambio, su Tribunal Superior en forma concordante y reiterada
sustentó la irrevisibilidad de tales decisiones. En la causa "Merchán" (14/3/95) la Corte Suprema
Nacional revocó un fallo de la Corte local en la cual se había rechazado in limine una demanda
promovida contra el Poder Judicial.
Con relación a los actos dictados por personas públicas no estatales, los avances más notorios
a nivel jurisprudencial en Córdoba, se relacionan con la revisión judicial a través del fuero contencioso de
las funciones administrativas ejercidas por los colegios profesionales (encargados de la matrícula) y de
las sanciones aplicadas por los mismos o sus Tribunales de Disciplina.
En este sentido, desde aproximadamente el año 1987 se viene aceptando pacíficamente la
aplicación de este sistema al margen de lo que establezcan las disposiciones específicas de cada colegio
por considerar de aplicación primigenia lo normado por el código procesal administrativo en cuanto se
trata de función administrativa al amparo de un régimen de derecho administrativo.
Incluso en autos “Maghini c/ Trib. de Disciplina de Abogados” la Cámara C.A. de 1° Nom. resolvió
al interponerse una excepción de incompetencia por falta de acción toda vez que el art. 87 de la Ley
5805 señala la irrecurribilidad de la sanción de apercibimiento público, que: atento el actual desarrollo
del Estado de Derecho y la plena vigencia del derecho a la tutela judicial efectiva (art. 19 inc. 9 Const.
Prov. Y arts. 18 y 95 C.N de 1853) es inconcebible la existencia de normas que consagren la irrevisibilidad
judicial de actos administrativos susceptibles de agraviar la situación jurídica de los administrados.
También allí se dijo que todo acto sancionatorio debe estar precedido del respeto al derecho de defensa
mediante el sumario respectivo o del descargo si la sanción fuere menor. Concuerdo entonces con
la excelente obra sobre potestad disciplinaria y sumarios del administrativista sanjuanino Alberto
Sánchez cuando en el mismo sentido nos advierte sobre el respeto inexcusable de este principio axiológico
fundamental.
El Proyecto Nacional comentado sigue el mismo criterio amplio consagrado por Córdoba al regular
en el título primero la competencia contencioso administrativa. En efecto, de la atenta lectura de
los arts. 1 y 4 es dable advertir que corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa las
“controversias regidas por el derecho administrativo originadas en la actuación del Estado Nacional,
entes descentralizados, empresas y sociedades del Estado, relación entre usuarios y prestadores de
servicios públicos, personas privadas en ejercicio de cometidos públicos, todos ellos en la medida en que
sus actos estén regulados por el derecho administrativo”. Incluso también es realizable el ejercicio de la

17
T.S.J. Sala Contencioso Administrativa, Sent. Nro. 62/1996 "Cech, Vilma Edith c/ Provincia de Córdoba – Plena Jurisdicción
– Cuestión de competencia”.
18
T.S.J. Sala contencioso Administrativa Sent. Nro. 13/1997 “Álvarez, Norma B. C/ Provincia de Córdoba – Plena Jurisdicción –
Cuestión de Competencia”; Sent. Nro. 203/1999 “Rius, Guillermo Clemente c/ Provincia de Córdoba –
Contencioso Administrativo – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”.
.-:174:-.
La Revuelta
función administrativa por el resto de los poderes del Estado: Legislativo, Judicial y Ministerio Público.
La única crítica que podría efectuarse al art. 4 inciso “d” cuando menciona el alcance del control
contencioso-administrativo a los actos de los poderes Legislativo y Judicial, incluido el Ministerio
Público, es que, pese a esta amplitud conceptual, no se han contemplado los otros nuevos órganos
extrapoderes creados por la nueva Constitución Nacional, siempre que ellos ejerzan la función
administrativa. En este marco se encuentran los actos administrativos de la Defensoría del Pueblo,
Auditoría General, Consejo de la Magistratura y no se sabría ante quién serían revisables esos actos, ya
que al respecto nada dice el Proyecto.
Los conflictos derivados entre las diversas personas públicas no estatales, cuando ambas ejercen
la potestad pública, deben dirimirse como si fuese un conflicto entre dos entes descentralizados tal
como ocurre con lo previsto para tal fin en la ley de Procedimiento Administrativo. En efecto, tanto
el sistema recursivo administrativo como el proceso contencioso presuponen una relación jurídico
pública Administración-administrado, no así entre dos que ejercen al mismo tiempo la potestad jurídico
pública. De allí la aplicación analógica citada y la inadmisibilidad formal de tales planteos. Ello también
está previsto adecuadamente en el Proyecto Nacional.

PREEXISTENCIA DE UN DERECHO SUBJETIVO O DE UN INTERÉS LEGÍTIMO


El art. 1 inc. c) exige como presupuesto procesal que el acto administrativo “...vulnere o lesione
un derecho subjetivo de carácter administrativo o afecte un interés legítimo establecidos o reconocidos
con anterioridad a favor del demandante, en situaciones jurídico subjetivas creadas o reconocidas por la
Constitución, o por la ley, reglamento, ordenanza, concesión o permiso, contrato administrativo u otro
acto administrativo que sean preexistentes...". En Córdoba, desde 1941, se tutela tanto el derecho
subjetivo como el interés legítimo mediante dos acciones diferenciadas: la de plena jurisdicción y la de
ilegitimidad.
En el Proyecto Nacional mencionado también se protegen los derechos subjetivos y los intereses
legítimos, en el art. 6.
El derecho subjetivo presupone una norma que predetermine la conducta administrativa debida
con relación a un sujeto de derecho que se encuentra en situación personal directa y exclusiva
respecto de la Administración. En cambio, el interés legítimo presupone una normativa que regula la
conducta debida con relación a una persona que no se encuentra en situación de "exclusividad" sino
de manera personal, directa y concurrente.
Es fundamental clarificar que conforme al art. 16 inc. “b” de la Ley 7182 el actor debe
acompañar los documentos que acrediten la posesión de la situación jurídico subjetiva que reclama. Es
decir que como requisito de admisibilidad basta acreditar la norma constitucional, legislativa,
reglamentaria, acto o contrato preexistente, conjuntamente con el acto lesivo. Todo ello al margen de
si sustantivamente asiste razón o no al demandante. Este recaudo no aparece claro en el Proyecto
Nacional mencionado.
Es conocida la jurisprudencia de nuestros tribunales en cuanto al personal contratado: "el
contrato vencido no acredita la situación de derecho subjetivo invocada por el recurrente. Ello por
cuanto en tal supuesto no se demuestra cuál es la norma que predetermina la conducta de la
Administración respecto de un sujeto de derecho acordándosele un interés personal directo y
exclusivo. La norma constitucional invocada en autos (art. 14 bis C.N.) no resulta de aplicación en la
especie desde que al no consagrar una estabilidad absoluta nada empecé para que la Administración
utilice también otras modalidades de vinculación jurídico pública como la del contratado que al
.-:175:-.
La Revuelta
margen de la naturaleza de las tareas a realizar tienen un marco temporal limitado de vigencia de la
relación con la Administración" (“Torres c/ Municip. de Mina Clavero” A.I. 249/92 C.C.A.1° Nom.).
No obstante, a veces deslindar en la primera etapa del proceso la acreditación de la preexistencia
de la situación jurídica vulnerada es una cuestión muy compleja cuando se encuentra íntimamente ligada
a la cuestión sustancial, por lo que en caso de duda debe dirimirse con el fondo al momento de la
sentencia.
Así se ha pronunciado la Cámara C.A. de 1° Nom. en autos "Fernández Gez c/ Prov. de Córdoba"
el 18/11/87 y más recientemente el T.S.J. en la Sentencia del 23 de mayo de 1996 en autos “Torres,
Sergio c/ Prov. de Córdoba”.
Aquí se sostuvo que la carencia de la situación jurídica esgrimida solo debe declararse cuando
la misma surja en forma clara, evidente y ostensible, correspondiendo en caso de duda aplicar el
criterio in dubio por habilitate instantiae.
La excepción de incompetencia del Tribunal fundada en la inexistencia de la preexistencia de
alguna de las situaciones jurídicas tuteladas, sólo debe ser tratada como de artículo previo; esto evita
los efectos nocivos de la tramitación de la casi totalidad del pleito para recién en el momento de la
sentencia pronunciarse por la inadmisibilidad de la situación jurídica invocada.
Con el objeto de reafirmar este criterio es menester que los Códigos de la materia dispongan
expresamente, que cuando este requisito procesal está íntimamente vinculado a la cuestión de
fondo, no corresponde al Tribunal pronunciarse en la primera etapa de consideración de la admisibilidad:
dicho análisis ha de trasladarse al momento de la emisión de la sentencia como problemática de
fondo.
ACTOS POLÍTICOS DE FUENTE DIRECTAMENTE CONSTITUCIONAL
El art. 2 del Código de la materia explicita las causales de exclusión de la revisión contencioso
administrativa. En rigor también son motivos susceptibles de generar la inadmisibilidad del proceso.
Se vinculan incluso con la materia contencioso administrativa, razón por la cual en general deben
plantearse y resolverse en la primera etapa del proceso como se dijo supra.
No es propósito de este desarrollo entrar al análisis de los actos políticos que en general han sido
adecuadamente estudiados por la doctrina y jurisprudencia, por lo que su interpretación y aplicación
no ofrece mayor dificultad.
Nuestra normativa tal como está expresada parece seguir el criterio de Ducrot que
conceptualizaba al acto político como aquellos que constituyen la ejecución directa de una disposición
constitucional.
El art. 5 del Proyecto Nacional expresa que “la competencia contencioso administrativa no
procederá contra los siguientes actos institucionales...”. Si la enumeración referida es meramente
enunciativa, el precepto legislativo es adecuado, de lo contrario, podría quedar superado por otros
supuestos que presente la realidad.
Las normas procesales contenidas en los códigos contenciosos administrativos que excluyen del
control judicial ante esa sede a los actos políticos de fuente directamente constitucional, deben ser
interpretadas y analizadas en el ámbito de actuación de esas normas, lo que significa que la
irrevisibilidad de tales actos en el proceso contencioso administrativo, no excluye su revisión –en
algunos aspectos- por otras vías procesales como la acción directa de inconstitucionalidad o la acción
de amparo, cuando tales actos lesionan un derecho o garantía constitucional.
Antecedente jurisprudencial novedoso en esta materia es el fallo del Tribunal Superior de Justicia
de la Provincia de Córdoba, en ocasión de impugnarse ante su instancia originaria la Ley 8947
.-:176:-.
La Revuelta
declarativa de la necesidad de la reforma constitucional y el Decreto del Poder Ejecutivo Provincial
Número 1700/2001 de convocatoria a elección de legisladores provinciales, oportunidad en la cual
expresé que “si el acto institucional o político forma parte del orden jurídico, el control judicial debe
revisar si efectivamente ha sido correctamente ejercido dentro de ese universo de derecho, cuando es
susceptible de agraviar situaciones jurídicas subjetivas (derechos adquiridos, intereses legítimos y
difusos), de fuente directamente constitucional. Ello no implica revisar su esencia o núcleo interno,
sino sólo su contorno externo e inserción en el sistema ordinamental. Consecuentemente, el control se
extiende sobre los aspectos reglados, legal o constitucionalmente, la competencia, el procedimiento, la
forma, entre otros aspectos. Lo que no puede revisar ni sustituir el juez, el contenido intrínseco, la
libertad de apreciación de la oportunidad, mérito o conveniencia, ni la posibilidad de elección entre
varias opciones válidas dentro de la juridicidad, porque ello implicaría violentar la división de poderes y
su zona de reserva. De allí que, conceptualmente, estimo más adecuado hablar de control del
procedimiento de conformación del acto político dentro de la “juridicidad constitucional” ...”.19

EJERCICIO DE UN PODER DISCRECIONAL


Originalmente la discrecionalidad era contemplada desde una perspectiva eminentemente
procesal. Siempre fue vinculada con la exclusión del control judicial. Su individualización era de suma
trascendencia para detectar que, al estar en presencia de la actividad libre o no regulada, lo resuelto
por la Administración era irrevisable. Se consideraba que no había discrecionalidad cuando existía un
derecho preestablecido en favor del particular.
La consecuencia práctica inmediata de este devenir histórico fue la identificación entre lo reglado
y el derecho subjetivo administrativo, mientras que lo discrecional se asimilaba con la falta de
predeterminación legal o vacío legislativo.
Sobre estas premisas se elaboraron los presupuestos liminares de lo contencioso administrativo,
cuya materia se individualiza a partir de la vulneración de una situación jurídico subjetiva, tutelada
por una norma jurídica establecida con anterioridad en favor del impugnante. Era la actividad reglada,
entonces, la que sólo podía ser objeto del control jurisdiccional. En sus orígenes bastaba que el acto
administrativo tuviera un minimun de discrecionalidad para convertirlo en acto discrecional y
consecuentemente excluirlo del control judicial. Se rechazará in limine, decían los primeros códigos
de la materia.
En una segunda etapa fue el Consejo de Estado Francés el que comenzó a incursionar los límites
de la discrecionalidad y en general después en nuestro País comienza a rechazarse la excepción
de incompetencia de jurisdicción cuando se discuten vicios en la competencia, forma, procedimiento
y fin, aún derivados del ejercicio de potestades discrecionales.
De allí que los códigos que comenzaron a surgir a partir de los años 70 hasta nuestros días, solo
excluyen del control jurisdiccional la parte discrecional del acto. Ya no se habla de acto discrecional
o acto reglado ya que los tiempos modernos reconocen solo la presencia de actos administrativos
cuyos elementos constitutivos pueden tener mayor o menor discrecionalidad.
En definitiva, los códigos actuales, si bien no hablan de acto discrecional, sin embargo,
establecen que no son impugnables los actos dictados en ejercicio de facultades discrecionales, salvo
que se funden en razones de ilegitimidad. Ergo, dicha facultad bien puede ser motivo de

19
T.S.J. Sala Electoral, Sentencia Nro. 08/2001 “García, Eduardo Daniel José y Otra – Acción Declarativa de
Inconstitucionalidad”.
.-:177:-.
La Revuelta
inadmisibilidad.
En mi criterio, ni siquiera esa porción de discrecionalidad puede ser motivo de inadmisibilidad
en la primera etapa del proceso, de oficio por el Tribunal como al momento de resolver la excepción
de previo y especial pronunciamiento. Propongo la inauguración de una tercera etapa en donde la
discrecionalidad no es motivo de exclusión ni comporta un requisito procesal. Es decir que no puede
dar lugar a una excepción de previo y especial pronunciamiento que pudiera justificar la in admisibilidad.
En efecto, la discrecionalidad debe ser tratada como un posterius recién al momento de la
sentencia con el fondo de la cuestión.
En mi criterio puede ser definida como una modalidad de ejercicio que el orden jurídico confiere
expresa o implícitamente a quien ejerce la función administrativa para que, mediante una apreciación
subjetiva del interés público comprometido, complete creativamente el ordenamiento en su faz
práctica, seleccionando una alternativa entre otras igualmente válidas para el derecho.
Si ella forma parte del orden jurídico de donde proviene en forma expresa o implícita, es
indudable que no se desarrolla fuera del derecho, tampoco deviene sólo de la norma legal, sino que actúa
en los estamentos administrativos más diversos y en mayor o menor porcentaje en toda la pirámide
normativa.
Si actualmente forma parte del orden jurídico, el control judicial debe revisar si efectivamente
ha sido correctamente ejercida "dentro" de ese universo jurídico. Esto no implica revisar su esencia
(selección de una alternativa entre otras igualmente válidas) sino solo su contorno externo e inserción
en el sistema ordinamental. El control de los jueces termina al comprobar con el fondo de la cuestión
que se ha elegido una solución correcta entre otras de igual condición dentro del mundo jurídico. Por
ello en lugar de hablar de técnicas de control de la discrecionalidad se debería hablar de técnicas de
control de su "ejercicio"20.
Esta interpretación pretende llegar a una vinculación absoluta de la discrecionalidad con el fondo
de la cuestión, a partir de la cual quede claro que jamás puede haber inadmisibilidad de la
discrecionalidad como prius ni como posterius. Tampoco improcedencia al final del proceso, sino en
todo caso desestimación de la pretensión, al resolverse que la discrecionalidad ejercida es
producto del orden jurídico. Este es el criterio del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba en
recientes pronunciamientos21.
Debe postularse en definitiva el control de cualquier clase de acto administrativo en ejercicio de
una actividad reglada o discrecional, debiendo el juez sólo efectuar un control de juridicidad, en
sentido amplio, respetando el núcleo o esencia de lo discrecional: “selección entre dos o más
alternativas válidas”, incluso debe extenderse al control pleno de las reglas técnicas o científicas de
universal consenso y un control de tolerancia frente a aspectos técnicos o científicos que trasunten sólo
una verdad relativa.

20
Sesin. Domingo, Administración Pública, actividad reglada, discrecional y técnica. Nuevos mecanismos de control judicial,
Depalma, Buenos Aires, 1994, pág. 287.
21
Sentencia Nro. 19/1996 “Saleme, Gabriel c/ Superior Gobierno de la Provincia – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”;
Sentencia Nro. 32/1997 “Miranda, Margarita Esther y Otras c/ Superior Gobierno de la Provincia de Córdoba – Plena
Jurisdicción – Recurso de Apelación”; Sent. Nro. 196/1999 “Perafan, Juan Zenón c/ Estado Provincial
– Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”; Sentencia Nro. 73/2000 “Almada, Miguel Ángel c/ Banco Social de Córdoba
– Plena Jurisdicción – Recursos de Casación e Inconstitucionalidad”; Sent. Nro. 170/2000 “Badra de Canovas, Rosario c/
Provincia de Córdoba – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”; Sentencia Nro. 136/2000 “Ball, Miguel Ángel c/ Estado
Provincial – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”; Sentencia Nro. 117/2001 “Abrahin, Carlos Eduardo c/ Dirección
Provincial de Vialidad – Plena Jurisdicción – Recurso de Apelación”.
.-:178:-.
La Revuelta
Estoy en descuerdo, en consecuencia, con el tratamiento que el art. 2 inc. “a” del Proyecto
Nacional le ha conferido a la discrecionalidad, postulando su control sin explicitar el alcance o la
intensidad del mismo.

CUESTIONES PERTENECIENTES AL DERECHO PRIVADO O DEL TRABAJO


El art. 2 inc. c) de la ley de la materia excluye del proceso contencioso administrativo las
cuestiones que deben resolverse aplicando exclusivamente normas del derecho privado o del trabajo.
Lo mismo ocurre en el art. 3, última parte, del Proyecto Nacional.
Anteriormente se hablaba de la doble personalidad del Estado como persona del derecho público
y persona del derecho privado. Hoy la personalidad del Estado es única, aunque puede actuar en el
campo del derecho público o en el campo del derecho privado; en otras palabras, como sujeto de una
relación jurídico pública o jurídico privada.
La clave de la cuestión es que corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa cuando
no sólo se ejerce la función administrativa sino se aplique además un régimen de derecho
administrativo. Esto ha sido clarificado suficientemente en el art. 1° del Proyecto.
No siempre es fácil determinar tales aspectos e incluso en una misma cuestión puede ser posible
la derivación de una parte de la cuestión a la justicia civil y otra a la administrativa. Por ejemplo, en
un contrato de locación, el objeto contractual se regulará por las normas de la ley de locaciones y por
lo tanto su problemática se dirimirá por ante la jurisdicción civil, empero si se discute la competencia
del órgano emisor o el procedimiento licitatorio respectivo, al regularse tales aspectos por normas
de derecho administrativo es indudable la competencia contencioso administrativa.
Repasemos un poco la evolución de la jurisprudencia en ciertos temas de gran relevancia:
reacondicionamiento contractual por irrepresentatividad de los mayores costos pactados o por alegar
la teoría de la imprevisión.
En una época el Tribunal Superior de Justicia sostuvo en “ASTEC c/ DPA” que, al no agraviarse
la actora de la lesión de un derecho subjetivo administrativo por violación de los términos de la
relación contractual, sino de la frustración de sus expectativas económicas con respecto a los
resultados de la aplicación de la cláusula convenida de ajuste de mayores costos, se excede el marco de
legitimación jurídico subjetiva impuesto por el art. 1° inc. “c” del C.P.C.A. Lo mismo sucede actualmente
en la Provincia de Buenos Aires.
La Cámara Contencioso Administrativa de 1° Nom. en autos “I.A.T.E. c/ EPEC” del 17 de agosto de
1990, resolvió la excepción de incompetencia de jurisdicción donde se discutía si la existencia de caso
fortuito o fuerza mayor ocasionados en la demora incurrida por su proveedor para suministrarle
elementos que se había obligado contractualmente a entregar a EPEC en un plazo determinado, daba
lugar a un proceso contencioso administrativo o no.
Aquí se sustentó que el orden jurídico administrativo muchas veces se integra con normas
administrativas análogas o incluso con principios generales del derecho que pueden encontrarse en la
Constitución o en el Código Civil (irretroactividad de la ley, caso fortuito, mora, imprevisión, etc.). La
determinación o no del supuesto de fuerza mayor o caso fortuito, constituyen como principio
general derivaciones directas de un contrato administrativo, no puesto en duda por las partes, que
ha menester la revisión de lo actuado a la luz del orden jurídico administrativo con la amplitud de
criterio.
Es decir que toda interpretación de principios y normas emergentes de un indudable contrato
administrativo, corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa.
.-:179:-.
La Revuelta
Este principio consagrado por la jurisprudencia de Córdoba tiene expresa recepción en el art. 3°
del Proyecto, cuando dice “toda actuación del P.E.N. o de sus órganos centralizados o entes
descentralizados se presumen regida por el derecho administrativo aun cuando para resolver la cuestión
planteada se invocaren, por vía analógica supletoria, normas de derecho privado o principios
generales del derecho”.
Con relación a la problemática proveniente del Registro de la Propiedad con motivo de la
aplicación de la Ley 14.394, la Cám. C.A. de 1° Nom. en el caso “Quarti”, de agosto de 1991, consideró
que la competencia de la Cámara Contencioso Administrativa presupone la revisión de un acto
administrativo emitido por un órgano público o privado que ejerza la función administrativa y que
interprete un régimen jurídico administrativo. El caso de autos configuró una problemática excepcional
donde si bien hay función administrativa, sin embargo, una porción de su régimen jurídico es regulado
por el derecho privado por cuanto para resolver el caso debe interpretarse una norma de fondo como
es la Ley 14.394. En consecuencia, declaró que la causa no correspondía a la jurisdicción contencioso
administrativa.
Criterio similar se ha seguido con relación a las multas aplicadas por el Ministerio de Trabajo
con motivo del nuevo código de procedimiento laboral, donde se dijo que, si bien se trata del ejercicio
de una función administrativa, sin embargo, en el caso, el objeto esencial de lo discutido se regula
por las normas del derecho laboral.
El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba ha clarificado las directrices para deslindar la
jurisdicción contencioso administrativa de la civil en un caso donde se discutía el carácter de fiador de la
Empresa accionante, cuyo análisis debía efectuarse en el marco del contrato de obra pública, como así
también en las etapas previas que le dieron origen: licitación, presentación y aceptación de ofertas y
adjudicación de la misma.
En esa ocasión el Tribunal enfatizó que “...La problemática de la fianza debatida en el sub lite,
constituye como principio general una derivación directa de un contrato administrativo, no puesto en
duda por las partes, que ha menester la revisión de lo actuado a la luz del orden jurídico administrativo
con la amplitud de criterio, pudiendo acudirse a la norma de fondo mediante la analogía y/o
supletoriedad. Es decir que toda interpretación de principios y normas emergentes de un indudable
contrato administrativo, corresponde a la jurisdicción contencioso administrativa, salvo
excepcionalmente cuando algún aspecto esté regulado exclusivamente por el derecho civil.... Si bien el
demandante remite con su impugnación al instituto de la fianza regulado por la normativa de
derecho privado, no se evidencia la aplicación "exclusiva" de este ordenamiento jurídico. Ello es así,
en razón que, al cuestionar la formación de la voluntad contractual en orden a la cláusula decimonovena
del contrato de obra pública, el demandante desplaza la materia controvertida hacia el campo de dicho
contrato, siendo el mismo regulado específicamente por normas del derecho administrativo…”22. Esta
resolución fue ulteriormente ratificada23.
En otra causa donde los actores invocaron su condición de funcionarios de facto por haber
prestado servicios como empleados públicos, el Tribunal Superior 24 admitió la competencia de la
jurisdicción contencioso administrativa en razón que “...esa relación jurídica entre los actores y la

22
Tribunal Superior de Justicia, Sala Contencioso Administrativa, Sentencia Nro. 132/1998 “ORMAS SAICIC c/
E.P.E.C. y Estado Provincial”.
23
Tribunal Superior de Justicia, Sala Contencioso Administrativa Sentencia Nro. 92/2001.
24
A.I. Nro. 27 del 19 de marzo de 2001 in re “Manzanares, Norma Beatriz y Otros c/ Provincia de Córdoba – Demanda –
Recurso Directo”, de la Sala Civil y Comercial del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
.-:180:-.
La Revuelta
administración (la de funcionarios de facto) es de derecho público, no de derecho privado, desde que
en ella el Estado se asume como autoridad frente al administrado y en razón de que los servicios
prestados son los propios del empleo público. Tan así es, que los actores tarifan el crédito pretendido
en función del salario que corresponde a los empleados públicos, conforme a la categoría que el respectivo
estatuto regula. ...Resulta claro, pues, que tanto los hechos en que la demanda se funda, cuanto la
condena pretendida, tipifican la acción como de derecho administrativo. No obsta a esa conclusión el hecho
de que el reclamo se sustente en el principio de enriquecimiento sin causa, desde que éste no es ajeno
a las relaciones de derecho público. La competencia contencioso administrativa queda excluida ante
"cuestiones que deban resolverse aplicando exclusivamente normas de derecho privado o del trabajo"
(art. 2, inc. c, ley 7182, el resaltado nos pertenece) pero no cuando las normas de derecho privado juegan
conjuntamente con las de derecho público...”.
El Tribunal ponderó especialmente que las pretensiones sobre enriquecimiento injusto son
admitidas por la “...jurisdicción de los Tribunales del orden contencioso-administrativo cuando existe
conexión con relaciones jurídico-administrativas..." (Jesús González Pérez, Justicia Administrativa,
Madrid 1999, pág. 389) y la Sala Contencioso Administrativa del Tribunal Superior
de Justicia de la Provincia de Córdoba ha acogido favorablemente en la sede especial numerosas
acciones contencioso administrativas fundadas en el principio del enriquecimiento sin causa25.

SOLVE ET REPETE
La nueva Constitución de Córdoba garantiza el derecho a la tutela judicial efectiva en el art. 19 inc.
9. Mientras que el art. 49 dispone que en ningún caso puede resultar limitado el acceso a la justicia por
razones económicas. Sin embargo, el art. 71, quinto párrafo, relacionado con los tributos, preceptúa
que "la ley determina el modo y la forma para la procedencia de la acción judicial donde se discuta
la legalidad del pago de impuestos y tasas”.
A su vez el art. 178, segundo párrafo, de la Constitución prescribe que la actuación del Estado
en ejercicio de su función administrativa queda sometida al control judicial de acuerdo con lo que
determine la ley de la materia y sin otro requisito que el interesado haya agotado la vía administrativa.
En esta importante temática sigue vigente el último criterio del entonces Tribunal Superior de
Justicia en la causa "Expreso Parmigiani S.A. c/ Prov." (Sent. Nro. 4/1994). Allí se señaló que el
constituyente reservó a la ley de la materia el establecimiento de las condiciones para demandar al
estado elevando asimismo el rango de exigencia constitucional el agotamiento de la vía administrativa.
Se ha señalado también que el requisito del pago previo ha quedado en definitiva librado a la
voluntad del legislador, quien será el encargado de reglamentar el modo y la forma para la
procedencia de la acción judicial donde se discuta la legalidad del pago de impuestos.
La cláusula transitoria duodécima de la actual Constitución Provincial prescribe que hasta tanto
se dicten las leyes reglamentarias, subsisten los actuales regímenes legales. Esta norma es la que justifica
la vigencia del art. 9 de la Ley 7182 que postula el requisito del pago previo de los tributos, con
excepción de las multas, recargos o intereses.
En el caso “Rega c/ Municip. de Tanti”, la Cám. C. A. de 1° Nom en A.I. Nro. 33/1999, declaró
inaplicable el solve et repete del art. 9 de la Ley 7182 por cuanto lo sujeto a revisión no es un tributo
sino una multa en ejercicio del poder sancionador.

25
Ver entre muchas otras las Sentencias Nros. 58/2000; 62/2000; 75/2000; 162/2000.
.-:181:-.
La Revuelta
3.4.
COMPETENCIA
La competencia material, territorial
y funcional en el fuero laboral

.-:182:-.
La Revuelta
62 JOSÉVICENTEM,OSTOICH '

COMPETENCIA'MATERIALrY ,TERRITORIAL n'~

": i. jJ

En los conflictos jurídicos individua.les derivados de la


relación o contrato de trabajo

En las acciones emergentes de la ,ley de accidentes y


enfermeda:dé¡ del trabajo ' •
.•.l d ...
I ,',( { t,¡1

En la~ 'acciones- por ~~br~ de apo;tes y contribuciones a


fondos si~dicales '. L" .",,' "
!;r

En grado de apelación" de, las ,multas administrativas


ap lic acta's por ¡, iol ación de d i'sposi ciones 'le gales de trabajo

En todas aquellas cuestiones que se susciten con motivo de


disposiciones, legales, reglamentarias o convencionales del
derecho del trabajo

En los demás casos que determinen las leyes especiales y en


las que se encuentren previstos por esta ley

El del lugar de ejecución del trabajo

EL ACTOR El del lugar de celebración del contrato


ES EL
EM PLEADO
El del domicilio del trabajador

• El del domicilio del demandado

El deldomicilio del trabajador contra


elcual acciona
EL ACTOR ES
EL
EMPLEADOR ,.
El del lugar donde fue impuesta la
multa o sanción adm inistrativa

Cuando se reclame la percepción


EL DOMICILIO DEL
de multa, sanciones, aportes o
ESTABLECIM lENTO
contribuciones

.-:183:-.
Derecho Procesal del Trabajo
La Revuelta
66 JOSÉ VICENTE M. OSTOICH

+ En" las acciones-declarativas


incon
•.......• __tu.....ci_._-~_._
__ ..sti alidad _-_ .... _---
00 ..
de

De las cuestiones de competencia


._-----_
. , _-------
. ,.

Conoce y resuelve de los recursos


extraordinarios
••__ ••_ ••••••....•••.......••..
de ¡nconstitucionalidad
¡..•¡j -: _;-_ .
TRIBUNAL
SUPERIOR
(art.'165C.Cba.
y 2 CPI)
._--_._
D.el recurso de Casación
.•.._-_._._. __ ..
prescripto
__ .] por
el-_._._
arl. 98 CPT
... .._.. _-_ _---_. __ _-- ...

--
.....
Conoce
-- _ •...... _ .. --
y resuelve
__
de la recusación de sus miembros}'
_ en las quejas
_ ]
r~_~.!etar~~ ..o deneE£ión d~Eiiticia_ .. ... -:-__ ..:-.-:__

Conocerá en única instancia. en juicio oral. público}' continuo en


los connictos jurídicos individuales derivados de la relación o
contrato de Irabajo. en las acciones emergentes de accidente y
enfermedades del trabajo; en las acciones por cobro de aportes
contribuciones a fondos sindicales yen lada alTa cuesti6n que se
suscite con molivo de la aplicación de disposiciones legales
re g la~~.~_t.~!~

_ __
Conocerá
conciliación
---_
..~~~.~.~.~.~~.~.~~HsH~.~~.~~_~::_~~.~I..~~~.~.~o

en grado de apelación:
y de las decisiones
_ _ _----_
De las resoluciones
adminislrativas
.. _ .. .. __ _---]
de los jueces de
por las que se
aplican multas o sanciones aplicadas por violaci6n de disposiciones
legales del trabajo . .._. . ..__ .....:.:._...

I En las a(tuacionesque se practiquen para enlabIar y conlestar la


demanda-y.e.n la conciliaci6n de las parles.

En los trámites}' resoluci6n de inciden les de previo y espedal


pronunciamienl0

En las medidas preventivas o tutelares que se practiquen mientras el


pleito e sté radie ado en e Ijuzgado

En la inslrucción de la prueba anles de la audiencia de visla de la


causa

En los desislim,ienlos y allanamientos producidos durante la


radicad6n de la (ausa en c1juzgado

En los incidentes de regu~~ión de~~.~~:.i_~.~ ._.. ..__

En los procesos especiales (desalojo. eje(uti\'o, su maria)

En los actos de jurisdkl'i6n \'olu ntaria

En representad6n y lIcfensa de los trabajadores cuando fuere


req u erido
-_._---_ ..._---_
En (aso de represenlaCI.'ón promis(ua o de ausentes
__.__ .._
__ ...__
diados
_:]
. _

por
edictos
------------_._----
En los casos de jurisd icción \'olu nlari a

..?.:..~:!~~~~~_~~_~~.~,.:.~,~.~p.::.~.~
_~~~_~.~.~~~.:!.~

.-:184:-. Derecho Procesal del Trabajo


La Revuelta
3.5
COMPETENCIA
Acuerdos Reglamentarios sobre la
competencia de los
Juzgados de Sociedades y Concursos

.-:185:-.
La Revuelta
JUZGADOS SOCIEDADES Y CONCURSOS COMPETENCIA
Complementado por Acuerdos 157/88 y 25/80
Competencia excluyente al Juzgado de 13ª en materia de concursos civiles o comerciales; cuestiones
societarias (civiles o comerciales), con las excepciones previstas.

ACUERDO REGLAMENTARIO N.º 13 SERIE "A" del 09/03/1979


VISTO: Lo dispuesto por la ley provincial 6259, modificatoria de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
que autoriza a este Tribunal Superior de Justicia a otorgar competencia excluyente dentro de cada
circunscripción judicial, a tribunales o juzgados en particular, para conocer en materia o materias
determinadas, conforme a las necesidades de especialización y dentro de la competencia general
atribuida por aquella ley.
Y CONSIDERANDO: I) Que la cantidad, diversidad y complejidad de los asuntos en los que deben
intervenir los Señores Jueces de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Primera Circunscripción
Judicial, no les permite dar el debido impulso de oficio a las causas relativas a concursos civiles y
comerciales y tramitar con la rapidez que exige el tráfico comercial las que versen sobre sociedades civiles
y comerciales y cuestiones registrales.- II) Que por ello y conforme a la opinión de especialistas en la
materia que ha sido consultada, resulta necesario asignar competencia excluyente, en primera instancia,
para entender en causas que versen sobre las señaladas cuestiones, al Juzgado de Décima Tercera
Nominación en lo Civil y Comercial creador por la ley 6163 (B.O. Cba. 4-5-78). - III) Que, respondiendo a
esas razones, este Tribunal Superior de Justicia dictó la Acordada Reglamentaria Nro. 12 Serie "A" de fecha
5-3-79 la que debe ser modificada en atención a nuevos elementos de juicio recogidos.
SE RESUELVE: Art. 1) Asignar competencia excluyente dentro de la Primera Circunscripción Judicial,
en primera instancia al Juzgado de 13ra. Nominación en lo Civil y Comercial para conocer en las siguientes
materias: I) Lo relativo a los concursos civiles y comerciales de conformidad a lo establecido por la Ley
19551.- II) Las cuestiones que se ventilen con relación a las sociedades civiles y comerciales (Ley 19550) y
Titulo VII, Se. III, Libro II del Código Civil, con excepción de: a) lo dispuesto en el Capítulo I, Sec. VII, de la
Ley 19550; b) los procesos contenciosos declarativos o ejecutivos de terceros contra una sociedad o de
ésta con terceros. - III) Las cuestiones registrales de comercio según lo disponen los arts. 33 inc. 1ro., 34,
36 incs. 1ro, 3ro., 4ro., y 5to. y 39 del Código de Comercio y el Capítulo I de la Ley 19550, de conformidad
al art. 6to. de esta ley. Art. 2) En caso de recusación o inhibición del titular del juzgado mencionado,
corresponderá entender en los juicios de que se trata al Juzgado en lo Civil y Comercial que el Tribunal
Superior de Justicia determine mediante sorteo, del que serán excluidos los Juzgados que hayan sido ya
designados. Art. 3) Las disposiciones precedentes regirán a partir del doce de marzo del corriente año,
fecha en la que deberán remitirse al Juzgado de 13va. Nominación en lo Civil y Comercial, a los fines de
su prosecución, los siguientes juicios en trámite: 1) concursales: que no hayan superado la etapa del
pedido de verificación de créditos ante la sindicatura y siempre que desde su promoción no hayan
transcurrido más de dos años. - 2) concursales preventivos: en los que deba declararse la quiebra por
aplicación del art. 84 inc. 1ro. Ley 19551.- 3) todos los radicados en el Juzgado de 1ra. Instancia y 9na.
Nominación en lo Civil y Comercial que a la fecha de la presente Acordada se encuentren con decreto
firma de "Autos para definitiva". Los demás juicios en trámite continuarán substanciándose en los Juzgado
en los que se encontraren radicados. Art. 4) Deróganse las Acordadas Nros. 49 del 4-9-70 punto 1, 55 del
2-10-70 punto 2, 58 del 16-10-70, art. 3 de la Acordada Nro. 40 del 27-6-72, todas de la ex Secretaría de
Superintendencia del Tribunal Superior de Justicia, el Acuerdo Reglamentario Serie "A" Nro. 12 del 5-3-79
y toda otra que se oponga a la presente. Art. 5) Publíquese. FIRMANTES: ESPINOSA - TARDITTI - ALVAREZ
- REINALDI - MEEHAN - RODRIGO
.-:186:-.
La Revuelta
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Complementado por Acuerdos 157/88 y 13/79
Competencia excluyente al Juzgado de 26ª en materia de concursos civiles o comerciales; cuestiones
societarias (civiles o comerciales), con las excepciones previstas.
Atribuir idéntica competencia a la Cámara 2ª.

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VISTO: Que por Ley nro. 6462, vigente a partir del primero de noviembre de mil novecientos
ochenta, ha sido creado el Juzgado de 26a. Nominación en lo Civil y Comercial y que por Ley Nro. 6259,
modificatoria de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Tribunal Superior de Justicia está facultado para
otorgar competencia excluyente dentro de cada Circunscripción Judicial, a tribunales o juzgados en
particular, para conocer en materia o materias determinadas, conforme a las necesidades de
especialización y dentro de la competencia general legalmente atribuida.
Y CONSIDERANDO: I) Que por Acuerdo Reglamentario Número 13 Serie "A", se asignó competencia
excluyente dentro de la Primera Circunscripción Judicial, en primera instancia, al Juzgado de 13a.
Nominación en lo Civil y Comercial, para conocer en concursos civiles y comerciales, en algunas cuestiones
relacionadas a sociedades civiles y comerciales y en materia registral. II) Que las estadísticas elaboradas
por el Tribunal Superior de Justicia demuestran que un solo Juzgado no puede atender eficientemente el
elevado número de esas causas. III) Que, por esa razón, es necesario asignar competencia excluyente en
esas materias al nuevo Juzgado en lo Civil y Comercial y establecer la forma de distribución de los juicios.
IV) Que, en razón de su especialidad, resulta práctico individualizar a los Juzgados de Primera Instancia de
13a. y 26. Nominación en lo Civil y Comercial, como Juzgados de Concursos y Sociedades, Nro. 1 y Nro. 2,
respectivamente. V) Que, en caso de recusación o inhibición, los titulares de dichos Juzgados se sustituirán
recíprocamente. Cuando ambos fuesen recusados o se inhibieran, se procederá de conformidad a lo
dispuesto por el art. 2do. del Acuerdo Reglamentario Nro. 13 Serie "A" del 9 de marzo de 1979. VI) Que
las razones determinantes de la especialización de los Juzgados de que se trata y la conveniencia de
uniformar criterios interpretativos legales, hacen necesario dar competencia excluyente en esas mismas
materias a una determinada Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial sin perjuicio de la que tiene ya
asignada. Por ello,
^ Z^h>s͗ Art. 1ro.) Asignar competencia excluyente, dentro de la Primera Circunscripción
Judicial, en primera instancia, al Juzgado 26a. Nominación en lo Civil y Comercial, para conocer en las
siguientes materias: a) Lo relativo a los concursos civiles y comerciales de conformidad a lo establecido
por la ley 19551. b) Las cuestiones que se ventilen con relación a las sociedades civiles y comerciales (Ley
19550) y Título VII, Sección III, Libro II del Código Civil, con excepción de: 1) lo dispuesto en el Capítulo I,
Secc. VII, de la Ley 19550, 2) los procesos contenciosos declarativos o ejecutivos de terceros contra una
sociedad o de esta contra terceros. c) Las cuestiones registrales de comercio según lo disponen los arts.
33 inc. 1ro., 34, 36 incs. 1ro., 3ro., 4to. y 5to. y 39 del Código de Comercio y el Capítulo I de la Ley 19551,
de conformidad al art. 6to. de esta Ley. Art. 2do.) Disponer un turno corrido para el nuevo Juzgado, a
partir de la fecha en que entre en funciones y hasta el 30 de junio de 1981. Los turnos sucesivos se
regularán oportunamente. Art. 3ro.) Disponer que los Juzgados de Primera Instancia de 13a. y 26a.
Nominación en lo Civil y Comercial, se individualicen como Juzgados de Concursos y Sociedades Nro. 1 y
Nro. 2, respectivamente. Art. 4to.) En caso de recusación o inhibición los titulares de dichos Juzgados se
sustituirán recíprocamente. Cuando ambos fuesen recusados o se inhibieren, se procederá de acuerdo a
lo dispuesto por el art. 2do. del Acuerdo Reglamentario Nro. 13 Serie "A" del 9 de marzo de 1979. Art.
.-:187:-.
La Revuelta
5to.) Atribuir a la Excma. Cámara Segunda de Apelaciones en lo Civil y Comercial de esta ciudad
competencia excluyente en las mismas materias mencionadas en el Art. 1ro. de esta Acordada sin
perjuicio de la que tienen ya asignadas. Al entrar de turno de acuerdo a las Acordadas vigentes, descontará
del cupo respectivo las causas societarias y concursales que hubieran ingresado en ella a partir del turno
inmediato anterior. Art. 6to.) Las disposiciones precedentes regirán a partir de la fecha en que comience
a funcionar el Juzgado de 26a. Nominación en lo Civil y Comercial. Art. 7mo.) Protocolícese, publíquese y
hágase saber. FIRMANTES: ESPINOSA - TARDITTI - ALVAREZ - REINALDI - ABAD HERNANDO - LESCANO -
MOREYRA

.-:188:-.
La Revuelta
JUZGADOS SOCIEDADES Y CONCURSOS COMPETENCIA
Competencia excluyente al Juzgado de 7ª en materia de concursos civiles o comerciales; cuestiones
societarias (civiles o comerciales), con las excepciones previstas.
Distribución de turnos entre los Juzgados de Sociedades y concursos.

ACUERDO REGLAMENTARIO N.º 38 SERIE "A" del 19/11/1981


VISTO: La necesidad de especialización, dentro de la competencia general legalmente atribuida, de
dos juzgados más para conocer en Concursos Civiles y Comerciales, en algunas cuestiones relacionadas a
Sociedades Civiles y Comerciales en materia registral; que, por Ley Nro. 6259, modificatoria de la L.O.P.J.,
el Tribunal Superior de Justicia está facultado para otorgar competencia excluyente dentro de cada
Circunscripción Judicial, a Tribunales o Juzgados en particular, para conocer en materia o materias
determinadas, dentro de la competencia material genérica, y que oportunamente por Acuerdos
Reglamentarios Nro. 13 Serie "A" del 9/3/79 y Nro. 25 Serie "A" del 7/11/80, ya se hizo ejercicio de la
facultad antes citada en atención a los requerimientos del servicio judicial, por lo que también
corresponde ajustar el último de esos Acuerdos Reglamentarios.
Y CONSIDERANDO: 1º) Que por los Acuerdos Reglamentarios mencionados se asignó ya
competencia excluyente dentro de la Primera Circunscripción Judicial, en primera instancia, a los Juzgados
de 13a. y 26a. Nominación en lo Civil y Comercial. 2º) Que las estadísticas elaboradas por el Tribunal
Superior de Justicia ponen en evidencia que dos juzgados no pueden atender con eficiencia la tramitación
de tan elevado número de causas de la especialidad. 3º) Que por esa razón corresponde especializar a los
juzgados de 3a. y 7a. Nominación en lo Civil y Comercial, como juzgados de Concursos y Sociedades, Nros.
3 y 4 respectivamente, como asimismo establecer la forma de distribución de los juicios y asignación de
lo que hoy están en trámite. 4º) Que, en caso de recusación o inhibición, los titulares de dichos juzgados
se sustituirán entre sí y que, cuando ellos fueren recusados o se inhibieran, se procederá a lo dispuesto
por el art. 2do. del Acuerdo Reglamentario Nro. 13 Serie "A" del 9/3/79, y de la misma manera debe
mantenerse la competencia excluyente en esas mismas materias a la Excmo. Cámara de Apelaciones en
lo Civil y Comercial de 2da. Nominación de esta ciudad, ello sin perjuicio de lo que ya tiene asignado. Por
ello,
SE RESUELVE: Art. 1º) Asignar competencia excluyente, dentro de la Primera Circunscripción
Judicial, en Primera Instancia, a los Juzgados de 3a. y 7a. Nominación en lo Civil y Comercial, para conocer
en las siguientes materias: a) Lo relativo a los Concursos Civiles y Comerciales de conformidad a lo
establecido por la Ley 19551. b) Las cuestiones que se ventilen con relación a las Sociedades Civiles y
Comerciales (Ley 19550) y Título VII, Sección III, Libro II del Código Civil, con excepción de: 1) lo dispuesto
por el Capítulo I, Sección VII, de la Ley 19550; 2) los procesos contenciosos declarativos o ejecutivos de
terceros contra una Sociedad o de ésta, contra terceros. c) Las cuestiones registrales de Comercio según
lo disponen los arts. 33 inc. 1ro., 34, 36 incs. 1, 3, 4 y 5 y 39 del Código de Comercio y el Capítulo I de la
Ley 19551, de conformidad al art. 6 de esta Ley. Art. 2º) Disponer que los Juzgados de 1ra. Instancia y 3a.
y 7a. Nominación en lo Civil y Comercial, se individualicen como Juzgados de Concursos y Sociedades Nro.
3 y 4 respectivamente. Art. 3º) Disponer para los nuevos Juzgados un turno corrido, a partir del día 20 de
noviembre de 1981 y hasta el 30 de diciembre de 1982, inclusive, correspondiéndole a los Juzgados de
Primera Instancia y de 3a. Nominación (Nro. 3) y de 7a. Nominación (Nro. 4) la recepción alternativa de
diez juicios Concursales, Comerciales o Civiles, y cincuenta juicios Societarios, por Juzgado, comenzando
por el de Concursos y Sociedades Nro. 3. Se aplicarán durante ese lapso las reglas establecidas por los
puntos II a V del Acuerdo Reglamentario Nro. 34 Serie "A" de 1981. Los turnos sucesivos se regularán
.-:189:-.
La Revuelta
oportunamente. Art. 4º) Disponer también que los Juzgados de Primera Instancia y 3a. y 7a. Nominación
en lo Civil y Comercial (Nro. 3 y Nro. 4 de Concursos y Sociedades, respectivamente) reciban los últimos
juicios Concursales, Comerciales o Civiles, que hayan tenido entrada hasta las 13 horas del día 19 de
noviembre de l981, en número de 20 (veinte), diez cada uno, correspondiéndole al Juzgado Nro. 3 los que
provienen del Nro. 1, y al Juzgado Nro. 4 los que provienen del Nro. 2. Art. 5º) En caso de recusación o
inhibición los titulares de los Juzgados de Concursos y Sociedades Nro. 1, Nro. 2, Nro. 3 y Nro. 4 se
sustituirán entre sí. Cuando todos fuesen recusados o se inhibieren, se procederá de acuerdo a lo
dispuesto por el art. 2do. del Acuerdo Reglamentario Nro. 13 Serie "A" del 9/3/79, quedando sin efecto
del Art. 4to. del Acuerdo Reglamentario Nro. 25 Serie "A" del 7/11/80. Art. 6º) Los juicios radicados en los
Juzgados de Primera Instancia de 3a. y 7a. Nominación en lo Civil y Comercial que a la fecha de la presente
Acordada se encuentren con Decreto firme de Autos para definitiva, con excepción de los concursales,
civiles y comerciales, serán redistribuidos, por sorteo, entre los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil
y Comercial de la Primera Circunscripción Judicial-Capital, excluidos los de 3a., 7a., 13a. y 26a.
Nominación. Art. 7º) Los demás juicios actualmente en trámite radicados en los Juzgados de Primera
Instancia de 3a. y 7a. Nominación, quedarán automáticamente redistribuidos y continuarán
sustanciándose en los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de esta Ciudad, de la siguiente
manera: Juzg. de 1a. Nom: letra A Juzg. de 2a. Nom: letra B Juzg. de 4a. Nom: letras C y CH Juzg. de 5a.
Nom: letra D Juzg. de 6a. Nom: letra E Juzg. de 8a. Nom: letra F Juzg. de 9a. Nom: letra G Juzg. de 10a.
Nom: letra H Juzg. de 11a. Nom: letra I Juzg. de 12a. Nom: letras J y K Juzg. de 14a. Nom: letras L y LL Juzg.
de 15a. Nom: letra M Juzg. de 16a. Nom: letras N y Ñ Juzg. de 17a. Nom: letra O Juzg. de 18a. Nom: letras
P y Q Juzg. de 19a. Nom: letra R Juzg. de 20a. Nom: letra S Juzg. de 21a. Nom: letra T Juzg. de 22a. Nom:
letra U Juzg. de 24a. Nom: letras V y W Juzg. de 25a. Nom: letras X, Y y Z Los turnos establecidos por
Acuerdo Reglamentario Nro. 24 Serie "A" del 31/10/80 para los juicios de Apremios y Ejecuciones y
Ordinarios y de cualquier otra naturaleza continuarán de la misma manera como hasta el presente
pasando automáticamente, en su caso del Juzgado de 2a. Nom. en lo Civil y Comercial al de 4a. Nom. en
lo Civil y Comercial y del Juzgado de 6a. Nom. en lo Civil y Comercial al de 8a. Nom. en lo Civil y Comercial.
Art. 8º) Las demás disposiciones de los Acuerdos Reglamentarios Serie "A" Nro. 13/79, 15/79, 25/80,
29/80 y 34/81 quedarán plenamente vigentes en lo que no haya quedado expresamente dejado sin efecto
por la presente, ratificándose la derogación de toda otra Acordada que se oponga a dichos Acuerdos o
que se oponga al presente. Art. 9º) Suspéndase los términos procesales con relación a los juicios
actualmente en trámite a que se refiere el Art. 7mo. del presente hasta la primera hora hábil del día 26
de noviembre del cte. año, sin perjuicio de la validez de los actos que se hubieren cumplido. Art. 10º)
Publíquese y oportunamente procédase al texto ordenado de los Acuerdos Reglamentarios Serie "A" Nros.
13 y 15 de 1979, Nros. 25 y 29 de 1980, Nro. 34 de 1981 y del presente. FIRMANTES: ALVAREZ - REINALDI
- ABAD HERNANDO - FERREYRA - MOREYRA

.-:190:-.
La Revuelta
JUZGADOS SOCIEDADES Y CONCURSOS COMPETENCIA
Complementado por Acuerdos 157/88
Competencia excluyente de la Cámara 3ª en las mismas materias mencionadas en el Acuerdo 25/80

ACUERDO REGLAMENTARIO NRO. 88, SERIE "A" DEL 27/11/1984


VISTO: Que por ley Nro. 7065 se declara que continuarán en vigencia los Decretos Leyes (llamados
Leyes), dictados por el Gobierno De facto de esta Provincia, entre el día 24 de Marzo de 1976 y el 12 de
Diciembre de 1983 inclusive, hasta tanto sean revisados por la Honorable Legislatura. Que por Decreto
Ley (llamado Ley) Nro. 6259, se modificó el art. 14 inc. 14 de la LOPJ autorizando al Tribunal Superior de
Justicia, por los menos con la mayoría absoluta de sus miembros, asignar dentro de la competencia
general atribuida por esta ley orgánica, conforme a las necesidades de especialización que se evidencien,
competencia excluyente dentro de cada circunscripción Judicial a Tribunales o Juzgados en particular,
para conocer en materia o materias determinadas, el que al no haber sido derogado mantiene vigencia.
Y CONSIDERANDO: I) Que por Acuerdo Reglamentario Nro. 25 serie "A" del 7/11/80 se asignó
competencia excluyente dentro de la Primera Circunscripción Judicial, en segunda instancia a la Excma.
Cámara Segunda de Apelaciones en lo Civil y Comercial de esta ciudad, para conocer en concursos Civiles
y Comerciales, en algunas cuestiones relacionadas a sociedades Civiles y Comerciales y en materia
registral. II) Que las estadísticas elaboradas por este Tribunal Superior de Justicia demuestran que una
sola Cámara no puede atender eficientemente el elevado número de causas que por vía recursiva llegan
a conocimiento de la Alzada. III) Que por tal razón es necesario asignar competencia excluyente en esas
materias a otro Tribunal de Segunda Instancia en lo Civil y Comercial de esta misma circunscripción
Judicial, sin perjuicio de la que tiene ya asignada. IV) Que entre los fundamentos determinantes de la
especialización de los Tribunales de que se trata, es el de contribuir a fijar criterios interpretativos legales
que faciliten al avance en materia jurisprudencial y de derecho, según el devenir de las instituciones. V)
Que ello también permite en caso de recusación o inhibición de los miembros de los Tribunales
Colegiados, la sustitución recíproca de sus integrantes, con conocimiento especializado en las materias de
que se trata, y subsidiariamente proceder de conformidad con lo dispuesto por el Art. 22 de la Ley
Orgánica del Poder Judicial. Por ello.
SE RESUELVE: 1) Atribuir a la Excma. Cámara Tercera de Apelaciones en lo Civil y Comercial de la
Primera Circunscripción Judicial con asiento en esta ciudad, competencia excluyente en las mismas
materias mencionadas en el Acuerdo Reglamentario Nro. 25 Serie "A" del 7 de noviembre de 1980, sin
perjuicio de la que tiene ya asignada. 2) Fijar los turnos judiciales en las materias excluyentes a que se
refiere el art. primero para la Excma. Cámara Tercera en lo Civil y Comercial, del primero al quince y los
de la Excma. Cámara Segunda en lo Civil y Comercial desde el 16 al último día de cada mes. Al entrar en
turno según las Acordadas Generales preexistentes, descontarán del cupo respectivo las causas
societarias y concursales que hubieran ingresado en ellas a partir del turno general inmediato anterior. 3)
Las disposiciones precedentes regirán desde el primero de diciembre del corriente año. 4) De forma.
FIRMANTES: LOUSTAU BIDAUT, Roberto CARRANZA, Jorge A. CAFFERATA NORES, José I. FERRER
MARTINEZ, Rogelio MARTINEZ ECHENIQUE, Eduardo VIDELA, Eliseo Fermín PICCOLI DE FRANCO, Vilma
Hilda

.-:191:-.
La Revuelta
JUZGADOS SOCIEDADES Y CONCURSOS COMPETENCIA
Asignar competencia en materia de Cooperativas (Ley 20.337) a los Juzgados de Primera Instancia de
13a, 26a, 3a, y 7a Nominación en lo Civil y Comercial
Asignar a las Cámaras 2° y 3°, idéntica competencia

ACUERD0 REGLAMENTARIO NRO. 157, SERIE "A" DEL 28/10/1988


VISTO: El dictado producido el 17 del Octubre del Cte. año por el Señor Fiscal General, atento lo
sugerido por el Señor Fiscal de las Cámaras Civiles, Comerciales y Laborales, referida a la necesidad de
aclarar el ámbito de aplicación de los Acuerdos Reglamentarios, serie "A" Nro. 13 del 9 de Marzo de 1979
y su rectificatorio Nro. 15 del 19 de Marzo del mismo año, Nro. 25 del 7 de Noviembre de 1980 y su
rectificatorio Nro. 29 del 5 de Diciembre del mismo año, y Nro. 38 del 19 de Noviembre de 1981, por los
cuales se asigna competencia excluyente a los Juzgados de Primera Instancia de 13a, 26a, 3a y 7a
Nominación en lo Civil y Comercial, en el sentido de incluir dentro de dicha competencia a las cuestiones
relativas a las sociedades cooperativas.
Y CONSIDERANDO: 1- La necesidad de fijar el alcance de las citadas acordadas, a los fines de evitar
conflictos de competencia entre los Magistrados de la Justicia Civil ordinaria y especial de Sociedades y
Concursos y con el objeto de unificar los criterios sustentados por los mismos. 2- Que, aún admitiendo el
carácter asociativo y autónomo de las cooperativas como sujetos distintos a las sociedades comerciales,
corresponde dilucidar el régimen legal aplicable a los fines de la determinación de la competencia. 3- Que,
si bien los redactores de la ley 20.337 intentaron otorgar carácter autónomo a las cooperativas, el régimen
legal positivo mantuvo a este tipo de sujetos en el ámbito societario y comercial. Esto surge del Art. 1 de
la Ley 19.550 cuando elimina toda distinción entre asociación y sociedad, como queda demostrado a
demás con la redacción del Art. 3; la Ley 20.337 denomina a estos sujetos _Sociedades Cooperativas_
desapareciendo por tanto el requisito de la mutualidad rigurosa (art. 5) y el art. 15 declara expresamente
la aplicación del régimen societario para las cooperativas constituidas en el extranjero. Todo ello
demuestra, no sólo el carácter supletorio de la legislación Societaria, sino el carácter integrativo de la Ley
19.550, con respecto a la Ley 20.337. Este carácter integrativo permite afirmar que el régimen legal de las
cooperativas no surge sólo de la ley 20.337, sino que se integra con la Ley 19.550, conformando un sistema
que debe ser interpretado en plenitud dentro del ámbito societario en pos de una visión unificante del
derecho. Por otra parte, por el Art.8, inc. 5to del Código de Comercio, las cooperativas caen dentro del
ámbito comercial y le son aplicables las obligaciones generales del Art. 33 de dicho cuerpo legal. 4- Que
atento la competencia excluyente asignadas a las Cámaras de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 2° y
3° Nominación de la Primera Circunscripción Judicial con asiento en esta Capital por Acuerdos
Reglamentarios, Serie _A_, Nro. 25 del 7/11/80 y Nro. 88 del 27/11/84, para entender en concurso civiles
y comerciales, en cuestiones relacionadas a sociedades civiles y comerciales y en materia registral,
corresponde hacer extensiva a las mismas la competencia especial en cuestiones referentes a
cooperativas.
SE RESUELVE: 1°- Aclarar las Acordadas Reglamentarias, Serie "A" Nro. 13 del 9 de Marzo de 1979 y
su rectificatorio Nro. 15 del 19 de Marzo de 1979, Nro. 25 del 7 de Noviembre de 1980 y su rectificatorio
Nro. 29 del 5 de Diciembre del mismo año y Nro. 38 del 19 de Noviembre de 1981, señalando que dentro
de la competencia especial atribuida a los Juzgados de Primera Instancia de 13a, 26a, 3a, y 7a Nominación
en lo Civil y Comercial, se encuentran incluidas las cuestiones referentes a _cooperativas_ (Ley 20.337).
2°- Asignar a las Cámaras de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 2° y 3° Nominación de la Primera
Circunscripción Judicial, con asiento en esta Capital, competencia en cuestiones referentes a cooperativas,
.-:192:-.
La Revuelta
complementando lo dispuesto oportunamente por Acuerdos Reglamentarios, Serie _A_, Nro. 25 del 7 de
noviembre de 1980 y Nro. 88 del 27 de noviembre de 1984. FIRMANTES: ROITMAN, Horacio FERRER
MARTINEZ, Rogelio PETITTO, Venancio Luis AYAN, Manuel Nicolás KALLER DE ORCHANSKY, Berta
BONADERO, Alberto Rafael CORTES OLMEDO, Octavio Adolfo POCCOLI DE FRANCO, Vilma Hilda

.-:193:-.
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4
CODIGO PROCESAL PENAL DE CORDOBA
- Comentado - Parte Pertinente -
(Aplicable a Principios Procesales y
Garantías Constitucionales)*

*Conceptos del material proveido por el Poder Judicial

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La Revuelta
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JURADO DE ENJUICIAMIENTO
por Andrea Sofia Keselman

.-:220:-.
La Revuelta
JURADO DE ENJUICIAMIENTO 1
MARCO NORMATIVO

Constitución Provincial:
Artículo 154. Los magistrados y funcionarios judiciales son inamovibles y conservan sus cargos
mientras dure su buena conducta. Sólo pueden ser removidos por mal desempeño, negligencia grave,
morosidad en el ejercicio de sus funciones, desconocimiento inexcusable del derecho, supuesta comisión
de delitos o inhabilidad física o psíquica. Gozan de la misma inmunidad de arresto que los legisladores....
Artículo 159. Los magistrados y funcionarios del Poder Judicial a que hace referencia el Artículo 144,
inciso 9, no sujetos a juicio político, pueden ser denunciados por cualquiera del pueblo ante un Jurado de
Enjuiciamiento, al solo efecto de su destitución, fundado en las causas que la autorizan, con actuación del
Fiscal General. El Jurado de Enjuiciamiento está integrado por un Vocal del Tribunal Superior de Justicia,
cuatro legisladores, letrados si los hubiere, dos por la mayoría y dos por la minoría. El acusado continúa
en sus funciones si el Jurado no dispone lo contrario. El fallo debe dictarse, bajo pena de caducidad, dentro
de los sesenta días a contar desde la acusación, la que debe realizarse en el término de treinta días de
formulada la denuncia, bajo la responsabilidad personal del Fiscal General.

Ley 7956 (Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial).

¿Cómo está compuesto el Jurado de Enjuiciamiento?


Un Vocal del Tribunal Superior de Justicia (El TSJ designa a uno de sus miembros como titular y a
otro como suplente, debiendo comunicar las designaciones a la Legislatura Provincial, de inmediato),
cuatro Legisladores, letrados si los hubiere (dos por la mayoría y dos por la minoría): La Legislatura
Provincial designará, en sesión preparatoria o especial convocada al efecto, a cuatro de sus integrantes
como titulares y a sus respectivos suplentes, pertenecientes al mismo bloque político que el titular.
Durarán en sus cargos dos años, no obstante ello, continuarán en sus funciones hasta tanto asuman
formalmente sus reemplazantes.
Deben prestar juramento de desempeñar el cargo de conformidad a la Constitución y las Leyes, ante
la Legislatura Provincial, inmediatamente después de efectuadas las designaciones.
En caso de impedimento, ausencia, vacancia, inhibición o recusación de los miembros titulares, el
Jurado se integrará con los suplentes.
El Jurado sesionará siempre en pleno y se pronunciará por mayoría de más de la mitad de sus
miembros (art. 40).
Concluido el acto de juramento, el Presidente de la Legislatura Provincial convocará al Jurado de
Enjuiciamiento a su primera reunión, dentro del término de quince días, para que el Cuerpo se constituya
y elija a su Presidente. Hasta que se efectúe la designación, presidirá las deliberaciones el miembro de
mayor edad.

¿Respecto de qué funcionarios procede?


Magistrados y funcionarios del Poder Judicial y de los integrantes del Ministerio Público, designados
por el Poder Ejecutivo, con acuerdo de la Legislatura Provincial.

¿Qué rol cumple el Fiscal General?


Fiscal del Jurado (art. 10).

Las funciones de los Miembros del Jurado de Enjuiciamiento y del Fiscal General de la Provincia
constituyen carga pública personal. Para el caso que alguno de los Integrantes del Jurado renunciara al
mismo sin causa, se hará pasible a una sanción pecuniaria equivalente al cincuenta por ciento (50%) de

1
Apunte realizado por la Dra. Andrea Sofía Keselman
.-:221:-.
La Revuelta
una dieta mensual. Dicha circunstancia será comunicada a la Presidencia de la Legislatura Provincial a los
fines de la efectivización de la medida. Los importes percibidos por tal concepto, ingresarán a un fondo
destinado al funcionamiento del Jurado de Enjuiciamiento.

¿Cómo ejerce su defensa el denunciado?


Tiene derecho a defenderse personalmente o hacerse defender hasta por dos abogados de la
matrícula o por el Asesor Letrado (art. 12).
Si la defensa personal del imputado perjudica la eficacia de la misma u obsta a la normal
sustanciación del proceso, el Jurado le exigirá la designación de un defensor o, en su defecto, le designará
uno de oficio.

Qué sucede si el denunciado renuncia?


Según el art. 23, la renuncia del magistrado o funcionario podrá formalizarse en cualquier estado de
la causa. No obstante ello, la tramitación deberá proseguirse según el procedimiento establecido en la
presente Ley, hasta tanto la renuncia presentada no haya sido expresamente aceptada por el Poder
Ejecutivo-

¿Por qué causales puede ser destituido?


Las previstas en el art. 154 de la Constitución de la Provincia: Mal desempeño, negligencia grave,
morosidad en el ejercicio de sus funciones, desconocimiento inexcusable del derecho, supuesta comisión
de delitos, inhabilidad física o psíquica.
Aclaración: El mal desempeño es una causa genérica que actúa a modo de paraguas, y que podía
deberse a falta o pérdida de idoneidad o aptitud para el ejercicio del cargo, a negligencia, o incluso a
inhabilidad física, psíquica o moral. Prácticamente todas las restantes encuadran en la causal. no cualquier
acto constituye ‘mal desempeño’, sino los que, por su naturaleza, produzcan manifiestamente graves e
irreparables daños a valores que la Constitución busca salvaguardar cuando atribuye y distribuye
competencias de los funcionarios públicos.
Morosidad: Para que el atraso reiterado sea causal de destitución de un magistrado, el mismo debe
obedecer a un obrar negligente y desinteresado del agente, y no a causas que no le sean imputables. Es
decir, el estado de morosidad debe ser injustificado. No cualquier atraso o demora en el dictado de
resoluciones o en la celebración de actos procesales que hacen a la continuidad del proceso, ni aun el
vencimiento de los plazos fatales, implica "per se" el encuadramiento de los magistrados en esta causal
de destitución. La demora debe reflejar -por su generalización y persistencia- un modo de conducirse del
juez, de forma tal que atente contra una recta y pronta administración de justicia y que le sea reprochable
subjetivamente.

PROCEDIMIENTO

DENUNCIA
¿Quién puede hacer la denuncia?
Toda persona que tuviese conocimiento de un hecho susceptible de dar lugar al enjuiciamiento
reglado por esta Ley.
Si se tratare de un delito de acción pública dependiente de instancia privada o de acción privada,
sólo podrá denunciar quien se encuentre facultado por el Código Penal para efectuar tales denuncias.
El Tribunal Superior de Justicia y el Fiscal General de la Provincia deberán denunciar al Jurado de
Enjuiciamiento los hechos que puedan constituir causal de destitución.
El denunciante no será parte de las actuaciones, pero deberá comparecer cuando sea requerido.
Forma: por escrito.
Contenido:
1)- Nombre y apellido del denunciante, domicilio real y especial y en su caso el del mandatario;

.-:222:-.
La Revuelta
2)- Nombre y apellido del denunciado, cargo que ocupa y el lugar donde se desempeña;
3)- Relación completa y circunstanciada de los hechos en que se funda:
4)- Mención de la prueba de los hechos atribuidos a cuyo fin el denunciante acompañará la
documental que tuviere en su poder o indicará con precisión el lugar donde se encuentre y señalará los
datos de identidad de los testigos; en su caso;
5)- la firma del denunciante o, si no supiere o pudiere firmar la de otra persona a su cargo quien
deberá hacerlo ante el Secretario.

¿Qué pasa si no reúne esos requisitos?


El Presidente intimará al denunciante para que en el término de tres días supla las omisiones que
deberán serle señaladas bajo apercibimiento de ordenar el archivo de la misma.
La denuncia no deberá involucrar a más de un Magistrado o Funcionario, salvo casos de conexión.
Si antes de la apertura del enjuiciamiento se formularan otras denuncias por distintos hechos en
contra de la misma persona, podrán acumularse a la causa a los fines de resolverlas conjuntamente.

Rechazo de la denuncia:
Si la denuncia fuera rechazada por la causal establecida en el art. 18 o porque fuere manifiestamente
maliciosa o temeraria, el Jurado podrá imponer al denunciante una multa cuyo importe sea de hasta un
sueldo básico que perciba el Secretario del mismo.
Los importes percibidos en concepto de multas previstas en este artículo, ingresarán a un fondo
destinado al funcionamiento del Jurado de Enjuiciamiento

INFORMES Y NOTIFICACIÓN
Recibida la denuncia el Presidente solicitará informe al TSJ o al Fiscal General de la Provincia con
relación a si el denunciado es magistrado o funcionario en ejercicio, y copia del legajo personal respectivo.
También podrá solicitar la remisión de las actuaciones judiciales o administrativas relacionadas con los
hechos denunciados. Asimismo, el Presidente dispondrá la inmediata notificación personal al magistrado
o funcionario denunciado, al Poder Ejecutivo y al Consejo de la Magistratura al solo efecto que tomen
conocimiento (art. 19).

CONSIDERACIÓN DE LA DENUNCIA
Recibido el informe y las actuaciones en su caso, el Presidente del Jurado procederá a convocarlo
en un término no mayor de cinco días.
El Jurado considerará la denuncia de inmediato y si fuera manifiestamente infundada, o se basare
en hechos no previstos en el art. 2 de esta Ley, la rechazará sin más trámite por resolución motivada.
En caso contrario, el Jurado correrá vista al denunciado para que formule su descargo en un término
de seis días hábiles. Al comparecer en la causa deberá constituir domicilio especial dentro del radio de
cuarenta cuadras de la sede del Jurado.

INSTRUCCIÓN SUPLEMENTARIA
Podrá asimismo el Jurado disponer que se practique una información sumaria por el Juez de
Instrucción, el que deberá cumplirla dentro del plazo que se le fije.

ADMISIBILIDAD DE LA DENUNCIA
Formulado el descargo y en su caso practicada la información sumaria, el Jurado resolverá por
resolución fundada sobre la admisibilidad o no de la denuncia. Dicha resolución será irrecurrible. La
declaración de admisibilidad de la denuncia no implicará emitir opinión sobre el fondo del asunto ni será
causal de recusación. Mientras no se declare la admisión de una denuncia, ésta y su trámite posterior
serán mantenidos en reserva.

.-:223:-.
La Revuelta
Cuando se hiciere lugar al enjuiciamiento del denunciado, el Jurado podrá suspender a éste en el
ejercicio de sus funciones y tomar respecto del mismo, las demás medidas de seguridad y cautelares que
las circunstancias aconsejen o exijan. El denunciado podrá solicitar licencia por el término que dure el
juicio, debiendo la autoridad que corresponda concedérsela.

ACUSACIÓN
En la misma resolución por la que se dispone abrir el proceso de enjuiciamiento se corre traslado al
Fiscal General quien deberá formular la acusación y ofrecer la prueba pertinente en el plazo de treinta
días a contar desde su notificación. Podrá dejar a salvo su opinión personal si fuere contraria a la apertura
del enjuiciamiento.

TRASLADO DE LA ACUSACIÓN
De la acusación se correrá traslado al acusado para que en el plazo de diez días efectúe su defensa
por escrito y ofrezca la prueba que haga a su derecho.

INVESTIGACIÓN SUPLEMENTARIA
El Presidente del Jurado podrá, con noticia de partes practicar de oficio o a petición de aquéllas las
diligencias que fuere imposible cumplir en la audiencia y recibir declaraciones o informes de personas que
presumiblemente no pudieran concurrir al debate. Podrá delegar en alguno de los miembros del Jurado
la realización de diligencias que deban llevarse a cabo fuera de la ciudad de Córdoba.

CITACIÓN AL DEBATE
Vencido el término para el descargo y practicada, en su caso, la investigación suplementaria
anterior, el Presidente del Jurado fijará día y hora para el debate con intervalo no menor de tres días y
citará, bajo pena de nulidad, al Fiscal General, al acusado y a los defensores. Se citará también, bajo
apercibimiento de ser conducidos por la fuerza pública a los testigos, peritos e intérpretes que deban
intervenir.
Dentro del término previsto en el párrafo anterior, las partes podrán examinar las actuaciones,
documentos y cosas secuestradas.

DEBATE
Reglas:
El debate será oral y público, pero el Jurado podrá resolver, aún de oficio, que tenga lugar a puerta
cerrada, total o parcialmente, cuando razones de moralidad u orden público así lo aconsejen. Los que
asistan a la audiencia deberán permanecer respetuosamente y en silencio.
La incomparecencia del acusado o la de sus defensores no suspenderá el debate. La ausencia de los
últimos será suplida por el defensor de oficio.
El Jurado fijará la indemnización que corresponda a los testigos que, residiendo fuera del lugar del
juicio, lo solicitaren.
Lo preside alguno de sus miembros designado por los restantes.
No hay norma específica dentro del Procedimiento del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados
que establezca, bajo conminación específica de nulidad, que la persona que debe presidir la audiencia sea
quien ejerce la Presidencia del Jurado de Enjuiciamientos (conf. HJE. Sentencia en autos “MOLL Raúl
Horacio...”).

Desarrollo del debate:


a. Lectura a la acusación del Fiscal.
b. Articulación, bajo pena de caducidad, de las nulidades en que se hubiera incurrido.

.-:224:-.
La Revuelta
c. Planteo, bajo la misma sanción, de todo lo referente a la admisibilidad o incomparecencia de
testigos, peritos e intérpretes y a la presentación o requerimiento de documentos, salvo que la posibilidad
de proponerlos surja recién en el curso del debate.
Todas las cuestiones incidentales, preliminares, serán tratadas en un solo acto, antes de continuar
el debate a menos que el Jurado resuelva hacerlo sucesivamente o diferir alguna de ellas cuando convenga
al orden del proceso.
En la discusión de las cuestiones incidentales preliminares, el Fiscal y el defensor del acusado
hablarán solo una vez por el tiempo que establezca el Presidente. La resolución que se dicte será leída en
la audiencia e incluida en el acta del debate.
d. Declaración del acusado. Después de la apertura del debate y resueltas, en su caso, las cuestiones
incidentales, el Presidente recibirá la declaración del acusado quien podrá abstenerse.
Si al declarar incurriere en contradicciones con anteriores manifestaciones, el Presidente se las hará
notar y ordenará su lectura. Los integrantes del Jurado, el Fiscal y el defensor podrán formular preguntas
al acusado.
e. Recepción de pruebas: Seguidamente el Presidente procederá a la recepción de toda la prueba
pudiendo efectuar los careos que resulten necesarios. Los Miembros del Jurado, el Fiscal, la defensa, o el
acusado cuando se defendiere personalmente, podrán formular preguntas a los testigos o peritos. El
Presidente, de oficio o a petición de parte, rechazará las preguntas indicativas, capciosas o sugestivas que
se formularen al acusado, testigos y peritos.
A continuación, el Presidente hará leer la parte sustancial de la prueba que se recibió de
conformidad con lo dispuesto por el Artículo 30.
f. Ampliación de la acusación: Si del debate resultare un hecho no mencionado en la acusación, el
Fiscal podrá ampliarla sólo cuando verse sobre circunstancias agravantes o hechos nuevos relacionados
con la causal que motiva el enjuiciamiento. En este caso, el Presidente informará al acusado que tiene
derecho a pedir la suspensión de la audiencia a fin de preparar su defensa y ofrecer prueba. Cuando este
derecho sea ejercido, el Jurado suspenderá el debate por un plazo que no excederá de diez días.
g. Alegatos: Concluida la recepción de la prueba, el Presidente concederá sucesivamente la palabra
al Fiscal y a la defensa, pudiendo replicarse una sola vez. En último término, el Presidente preguntará al
acusado si tiene algo más que manifestar y una vez oído, cerrará el debate.

DELIBERACIÓN
Cerrado el debate, el Jurado pasará a deliberar en sesión secreta por el término de 24 hs.
Durante la deliberación, apreciará la prueba conforme a las reglas de la sana crítica racional,
resolviendo todas las cuestiones que hubieran sido objeto de juicio y procederá a dictar el fallo que será
motivado.
Reapertura del debate. Si durante la deliberación, el Jurado estimara de absoluta necesidad la
recepción de nuevas pruebas o la ampliación de las recibidas, podrá ordenar a tal fin la reapertura del
debate y la discusión quedará limitada al examen de aquéllas.

SENTENCIA
Acto seguido el Jurado se constituirá en la Sala de Audiencia después de ser convocadas
verbalmente las partes y el documento será leído ante los que comparezcan. Si alguna circunstancia
hiciere necesario diferir su redacción, se leerá tan sólo la parte dispositiva, fijándose audiencia para la
lectura integral en un término que no podrá exceder de diez días a contar desde el cierre de la
deliberación. Esta lectura valdrá como notificación para los que hubieren intervenido en el debate,
aunque no comparecieren a la audiencia.

TÉRMINO
El fallo deberá dictarse bajo pena de caducidad, dentro de los sesenta días a contar desde la
acusación.

.-:225:-.
La Revuelta
SUSPENSIÓN DEL TÉRMINO
A los fines del cumplimiento de ese plazo, el debate podrá suspenderse por un término máximo de
30 días en los siguientes casos: 1- los días que insuma la sustanciación y resolución de incidentes, recursos
o artículos que deduzcan las partes; 2- el término que se otorgue a los peritos para que produzcan
dictamen; 3- la recepción de pruebas que deban diligenciarse fuera de la sede del Jurado ; 4- si algún
Miembro del Jurado, Fiscal o Defensor renunciare o se enfermare hasta el punto de no poder continuar
su actuación en el juicio y pueda ser reemplazado. En caso de renuncia sin causa del miembro titular y
suplente perteneciente a un mismo Bloque Político, el Jurado se integrará con el miembro suplente
perteneciente al otro Bloque Político de la minoría.

EFECTOS
El Jurado dictará el fallo que podrá ser absolutorio o condenatorio, siendo en este último supuesto
al solo efecto de la destitución. Si la causal de destitución se fundara en hechos que pudieran configurar
delitos de acción pública se remitirá copia autenticada de las constancias pertinentes a la Justicia Penal.
Contra el fallo no procederá recurso alguno, salvo el de aclaratoria que podrá interponerse dentro de las
cuarenta y ocho horas.
Hace excepción a tal regla, y según la jurisprudencia de la C.S.J.N. el contralor de lo resuelto por el
Jurado de Enjuiciamiento, en tanto se alegue violación de las garantías constitucionales del debido
proceso (in re "Nicosia..." E.D. 2777/94, N° 8547, pág. 1, criterio reiterado más recientemente in re "
Nellar..." E.D. suplemento de Derecho Constitucional del 7/10/96, pág. 15)). en Auto N° 400/97 en la
misma causa citada supra, expuso, en relación al cuestionamiento acerca de la irrevisibilidad en sede
judicial de la actividad llevada a cabo por el Jurado de Enjuiciamiento que “El debate sobre el punto tiene
tanta antigüedad como nuestro sistema constitucional. Tradicionalmente la doctrina mayoritaria y la
jurisprudencia de la Corte han sostenido que las decisiones del Senado en el impeachment (juicio político,
al cual se asimila el pronunciamiento del jurado de enjuiciamiento) son "incontrastables, incorregibles,
irrevisables, inderogables y definitivas" (Paulo Brossard de Souza Pinto, citado por Sagüés: "Recurso
Extraordinario", 3a. Ed. t. 1, pág. 462) lo que excluiría toda posibilidad de revisión judicial de lo tramitado
o resuelto en el jurado, ni siquiera por la vía del recurso previsto en el art. 14 de la ley 48 (Fallos, 285:43;
268:533, entre otros).
Esa pacífica jurisprudencia sufre un vuelco hace una década, en especial a partir de los casos
"Grafigna" (LL 1987-B-444), "Magin Suárez" del 19-12-86 y "Llamosas" (Fallos 310:2031), seguidos por
otros precedentes como "Retondo c/ Remigio", 26-05-88; "Cantos c/ Velloso Colombres", 28-02-89;
"Maydana" 21-04-92; "Caballero Vidal", 21-04-92; "Nicosia", 09-12-93; "Escobar", 18-08-94 y "Nellar" 30-
04-96.-
En los mismos se ha admitido el contralor judicial a través del recurso extraordinario de los
pronunciamientos de los órganos competentes para el enjuiciamiento de Magistrados, lo que supone que
estos últimos han emitido decisión sobre las cuestiones de su competencia, que no es el caso de autos en
el que, precisamente, se pretende abortar tal posibilidad. -
Tal control, se precisó, no significa que la Corte sustituya al órgano constitucionalmente
competente para el enjuiciamiento, pues aquélla "siempre estará habilitada para juzgar, no ya entonces
de lo resuelto en ejercicio de la aludida atribución, más si de que dicho ejercicio haya sido llevado a cabo
dentro de la extensión de la facultad y de acuerdo con los recaudos que le son anejos a ésta".
En otros términos, la Corte Nacional ha admitido que "las decisiones dictadas por un tribunal de
enjuiciamiento de un magistrado local fuesen materia de un recurso extraordinario federal, en la medida
en que se acredite lesión a la garantía constitucional del debido proceso" (Sagüés, op. cit. t. 1 pág. 474) al
tiempo que en la causa "Llamosas..." se dijo expresamente que para tales pronunciamientos regía la
doctrina del caso "Strada", esto es, que el Tribunal Superior de Provincia no podía omitir el tratamiento
de las cuestiones federales planteadas por el recurrente”. Este Tribunal, acatando la referida
jurisprudencia de la Corte, en el caso "Martínez" admitió, pese a la irrecurribilidad impuesta por el art. 46
de la ley 7956, una suerte de recurso de casación atípico, abocándose el Tribunal en pleno al tratamiento

.-:226:-.
La Revuelta
de las cuestiones federales planteadas por el recurrente. Ello no abre una alternativa a la plena
revisibilidad de lo actuado o resuelto por el Jurado de Enjuiciamiento, sino que limita la competencia de
este Tribunal al tratamiento de los agravios susceptibles de fundar el recurso previsto en el art. 14 de la
ley 48, esto es la violación a la garantía del debido proceso consumada en una sentencia definitiva. Hasta
allí, la judiciabilidad del proceder el jurado de enjuiciamiento, lo que obviamente no incluye la posibilidad
de frustrar la actuación del referido organismo, bloqueando su actuación por medio de una anticipada
declaración de caducidad de sus potestades” (el resaltado nos pertenece).
Añadió V.E en ese precedente que “La situación guarda analogía con otras que pueden plantearse
respecto de los poderes políticos, e inclusive en el ámbito judicial. El Tribunal Superior carece de
competencia, por ejemplo, para bloquear el tratamiento de un proyecto de ley en la Legislatura, so
pretexto de que en él se han violado las normas constitucionales que lo regulan, sin perjuicio de que el
Poder Judicial pueda luego declarar la inconstitucionalidad de la ley así sancionada. Del mismo modo no
podría frustrarse el desarrollo de un proceso ante un Tribunal inferior, aun cuando tanto el procedimiento
cuanto la sentencia puedan ulteriormente ser anulados por vía del pertinente recurso.
El recurrente puede y debe ejercer su defensa ante el Jurado de Enjuiciamiento, reclamando
inclusive la declaración de caducidad de los plazos que invoca. El Jurado de Enjuiciamiento es el juez del
proceso que desarrolla y juzga sobre la aplicación de las reglas que regulan su funcionamiento, sin
perjuicio del ulterior control - si correspondiere - para posibilitar la viabilidad del recurso previsto en el
art. 14 de la ley 48” (el énfasis nos pertenece).

PUBLICACIÓN DEL FALLO


El Jurado podrá disponer la publicación del fallo.

HONORARIOS – COSTAS
Los honorarios de los Letrados, Peritos, Intérpretes y demás auxiliares que hayan intervenido en el
juicio se regirán por la ley que regula los honorarios de cada actividad. Los honorarios del letrado defensor
del acusado deberán ser soportados exclusivamente por el mismo. El resto de las costas serán a cargo del
destituido. Si recayere resolución absolutoria las mismas quedarán a cargo del Fisco.

REGLAS PROCESALES:
Todos los términos se contarán por días hábiles, de acuerdo con lo dispuesto en el CPCC.
Los traslados, vistas, resoluciones o dictámenes que no tengan previsto un plazo específico, deberán
producirse en el de 3 días.
El procedimiento será impulsado de oficio. Serán aplicables supletoriamente las disposiciones del
CPPP.

.-:227:-.
La Revuelta
6
INTERVENCION DEL MINISTERIO
PUBLICO Y DEFENSORIA PUBLICA
por Claudia Zalazar

.-:228:-.
La Revuelta
INTERVENCIÓN DEL ASESOR LETRADO Y DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL

DRA CLAUDIA E. ZALAZAR 1

I. Introducción:
En principio el elemento subjetivo del proceso está configurado por las personas que en él
intervienen, ya sea como sujetos esenciales o eventuales. En el proceso civil, los sujetos necesarios están
representados por el actor, el demandado y el juez; en el proceso penal, se manifiestan a través del
Ministerio Público Fiscal, el juez y el imputado [125].
Nos proponemos ahora caracterizar las funciones que cumple el Ministerio Público y discernir cuál
es la naturaleza de su intervención en los procesos que no tienen carácter represivo. Las Dras. Ferreyra
de De la Rúa y González de la Vega de Opl nos enseñan que “…el Ministerio Público participa de la noción
de ser sujeto del proceso judicial y cuenta con diferentes poderes y deberes que se identifican en base a
las funciones asignadas por la ley en las diferentes ramas procesales y teniendo en cuenta los intereses
comprometidos con relación a un objeto debidamente propuesto” [126].
Por el momento, nos adelantamos a expresar que en el proceso civil actúa como participante, es
decir como sujeto procesal de carácter eventual. Los sujetos necesarios del proceso civil actúan por
derecho e interés propio. En cambio, los funcionarios que integran el Ministerio Público actúan
defendiendo un interés que les es ajeno personalmente y que pertenece en su instancia a la colectividad
o al orden social.
El Ministerio Público ejerce un poder de control social, que es indispensable para lograr el equilibrio
de los poderes del Estado. Clemente Díaz ha definido bien esta institución: “el órgano estatal encargado
de hacer valer ante el órgano jurisdiccional la representación y la defensa de los intereses públicos y
sociales del Estado” [127]. Su misión general es la de defender intereses que afectan al orden público y
social; colabora con el juez en la tarea de administrar justicia.
La doctrina procesalista ha conceptuado al Ministerio Público sobre la función judicial que le
corresponde. Así, Chiovenda, Carnelutti, Calamandrei destacan que este órgano “personifica el interés
público en el ejercicio de la jurisdicción ante los órganos jurisdiccionales” [128]. -

II. El Ministerio Público. Actuación respecto de las personas menores de edad, incapaces y con
capacidad restringida. Asesores Letrados:
a) Denominación:
En relación a la variación de la denominación que utiliza el nuevo código para este organismo, esto
es sin ningún aditamento, la doctrina ha expuesto “…Mientras que Vélez Sarsfield reguló la institución
bajo el nombre de "Ministerio Público de Menores" (Libro I, Sección II, Título XIV), y en alguna oportunidad
lo llamó Ministerio Pupilar (artículo 131), el Proyecto de Código Civil ha recurrido a la expresión más
genérica de Ministerio Público, que es utilizada tanto en referencia a las funciones del fiscal civil como del
órgano de representación y defensa de personas menores de edad y con capacidad restringida.
Sin embargo, es nítida la distinción funcional de una y otra figura, y la actividad del Ministerio
Público de Menores es específicamente regulada en el artículo 103 del CCCN, entre otros. La imprecisión
en la nomenclatura no es cuestión fundamental, pues hoy la figura recibe diferentes denominaciones

1
Texto extraído de la GUIA PRACTICA PARA EL EJERCICIO DEL DERECHO CIVIL Y COMERCIAL, TOMO IV, PAGS 29 A 47, Editorial
Advocatus, 2016.
.-:229:-.
La Revuelta
según la jurisdicción (Defensorías Públicas de Menores e Incapaces, en el orden nacional, Asesorías de
Incapaces y otras designaciones, en la Provincia de Buenos Aires, Asesorías Letradas, en Córdoba,
Defensoría General de Menores, en Entre Ríos, Asesorías Tutelares, en la Ciudad de Buenos Aires, etc.).”
2

En ese sentido el Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba estableció que cuando el
art. 103 del CCCN alude al “Ministerio Público” se debe entender que hace referencia a los “Asesores
Letrados”, que son los funcionarios encargados de las defensas de las personas menores de edad,
incapaces y con capacidad restringida (Acuerdo Reglamentario N° 1305, Serie “A” del 01/09/2015).
De tal manera, en nuestra provincia, se trata del organismo reglamentado por la ley prov. 7982, que
crea el Cuerpo de Asesores Letrados, a cuyos miembros encomienda, entre otras, las funciones en
cuestión, específicamente a los asesores letrados en lo civil y comercial, en el art. 12 incs. 1° y 2°.

b) Funciones:
El art. 103 del CCCN (art. 59, CC) determina el alcance de la actuación del Ministerio Público respecto
de las personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida.
En primer lugar, establece que puede ser judicial o extrajudicial.
En relación a la intervención en el ámbito judicial la misma puede ser complementaria o principal.
Es complementaria cuando en los procesos en que se encuentran involucrados intereses de personas
menores de edad, incapaces y con capacidad restringida la misma se produce en forma conjunta con los
padres, tutores y curadores de aquellos. Es decir, que su actuación se integra y complementa con la que
ejerce el representante legal.
Es principal en los siguientes supuestos: cuando se encuentren comprometidos los derechos de los
representados y existe inacción de sus representantes; cuando el objeto del proceso es exigir el
cumplimiento de los deberes a cargo de los representantes; o cuando carecen de representante legal y es
necesario proveer la representación.
Así cuando se encuentren comprometidos los derechos de los representados y existe inacción de
sus representantes, si se trata de los progenitores, deberá promover el cumplimiento de los deberes a su
cargo o interponer recursos y ofrecer prueba si dentro de una causa judicial el niño/a está indefenso; si
se trata de inacción de los tutores, debe responsabilizarlo por los daños que cause al tutelado y debe
solicitar las medidas necesarias (art. 118 CCCN), solicitar la remoción del tutor (art. 136 CCCN), si existen
diferencias de criterio entre los tutores debe intervenir (art. 105 CCCN), si se trata de la inacción de los
curadores puede pedir su remoción (art. 136 CCCN) y también que rinda cuentas (art. 130 CCCN).
A su vez, cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo de los
representantes, debe exigir los alimentos a los progenitores cuando estos incumplieran con dicho deber;
en el caso del incumplimiento de los deberes del curador debe instarlo a que cumpla con las reglas
generales del art. 31 CCCN, responsabilizarlo por los daños que ocasione (art. 118 CCCN), solicitar su
remoción (art. 136 CCCN), solicitar la designación un curador provisorio mientras se designa otro nuevo
(art. 109, inc. g) CCCN), solicitar la suspensión provisoria del curador (art. 137 CCCN), y exigirle la rendición
de cuentas (art. 130 CCCN).

2
Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil” DFyP 2014 (octubre), 144.

.-:230:-.
La Revuelta
Ahora bien, cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la representación, debe
solicitar la urgente designación de representante legal para hacer cesar el estado de indefensión de estas
personas.
Con respecto a la actuación extrajudicial del Ministerio Público la normativa impone la concurrencia
de dos presupuestos:
1) Que exista ausencia, carencia o inacción de los representantes legales;
2) Que estén comprometidos los derechos sociales, económicos o culturales de los defendidos.
Es preciso destacar que, cuando en estas normas se hace referencia a menores, no se alude los "que
carezcan de edad y grado de madurez suficiente", sino que se habla de menores a secas. Y para este
Código, menor es la persona que "no ha cumplido dieciocho años" (art. 25, CyC). 3
Sin embargo, de tratarse de menores de edad emancipados por matrimonio (art. 27 CCCN), no debe
intervenir el Ministerio Público. De tratarse de menores de edad que trabajan o con título habilitante
profesional (art. 30 del CCCN), la intervención del Ministerio es innecesaria si el juicio versa sobre las
actividades que indica la norma en cuestión.

c) 1 - Ley de Asistencia Jurídica Gratuita:


En la provincia de Córdoba, la Ley de Asistencia Jurídica Gratuita (ley 7982 de 1990) 4 establece las
dos funciones de los Asesores Letrados. Por un lado, como patrocinante gratuita de los beneficiarios del
sistema y por otro en forma complementaria con los representantes legales de los menores, incapaces y
ausentes.
En cuanto al primer punto, la ley establece un sistema objetivo de reconocimiento “ministerio legis”
del status del beneficiario para ser asistido a través de las defensorías oficiales. Para la determinación del
goce de esta franquicia, la ley establece la suscripción de una declaración jurada del monto de los ingresos
y rentas, no sólo del peticionante sino de su grupo familiar, y el cual no puede superar el tope fijado por
dicha ley, o sea veinte jus, cuya cuantificación monetaria resulta variable de conformidad a las nuevas
pautas establecidas por la ley 9459.
El art. 27 de la ley establece expresamente quiénes son los beneficiarios del sistema, diciendo: Serán
beneficiarios del sistema, las personas físicas y jurídicas sin fines de lucro, cuyos ingresos, cualquiera sea
su origen, no excedieren de veinte "jus" al tiempo del requerimiento de asistencia. Sin embargo, el
Tribunal Superior de Justicia podrá, por resolución fundada, modificar el límite establecido en el presente
artículo, cuando las circunstancias económico-sociales tornaren notoriamente inadecuado el tope legal.
Cuando los derechos controvertidos afectaren los intereses de un grupo de personas, para la concesión
del beneficio se considerará la totalidad de los ingresos del grupo.
Esta declaración jurada debe ser valorada por el asesor, -pudiendo solicitar que sea verificada por
el Cuerpo Técnico de Asistencia Judicial-, en caso que se denegare el pedido la resolución será irrecurrible,
y el interesado podrá presentarse por ante el asesor letrado que le sigue en turno, a los fines de que
promueva ante el juez competente el beneficio de litigar sin gastos en los términos del art. 101 del Cód.
Proc. Civ. Com.
Sin perjuicio de ello, y aún cuando el solicitante no revista los requisitos para que se le otorgue la
franquicia, la ley establece la obligación del asesor de prestar asistencia en los trámites urgentes que
puedan implicar la pérdida de derechos para el solicitante, como sería, por ejemplo, presentar una

3
Camps, Carlos E. La capacidad de ejercicio de derechos en el proceso civil Publicado en: RCCyC 2016 (marzo).
4
Ver Anexo Legislativo
.-:231:-.
La Revuelta
demanda con el objeto de interrumpir la prescripción de la obligación (art. 30 de la ley 7982). Ahora bien,
como contrapartida de lo expuesto, el solicitante del beneficio que haya falseado los datos de la
declaración jurada será pasible de la sanción correspondiente, prevista en el art. 29 de la ley 79825.
En cuanto a los beneficios de los que gozan los acreedores de este sistema, es dable aclarar, que los
mismos no se encuentran compelidos a realizar el trámite del beneficio de litigar sin gastos para pedir la
eximición de la tasa de justicia, ya que si bien el art. 270, inc. 2.° del Código Tributario, solo hace excepción
del pago del tributo a las personas que se les haya concedido el beneficio de litigar sin gastos, dicha
exención debe hacerse extensible a los beneficiarios de la asistencia jurídica gratuita. Por otra parte, el
inc. 4.º de dicho, art. 270, cuando solo exime a los asesores de menores o a las causas en las que
intervengan en el ejercicio de su ministerio, debe entenderse que ha hecho referencia a todos los
asesores, incluidos los civiles, a los cuales se los denominaba asesores de menores. Para esclarecer este
supuesto, el Tribunal Superior de Justicia, en el año 2003, ha dictado el acuerdo reglamentario n.º 665,
serie “A”, de fecha 27/05/03, en el que, específicamente, establece que cuando se trata de personas
físicas carenciadas que se encuentran bajo el patrocinio del asesor letrado, no resulta necesario que se
inicie el procedimiento previsto por el Código Procesal Civil y Comercial para obtener el beneficio de litigar
sin gastos. Sólo será necesario cuando se haya rechazado la solicitud de la asistencia gratuita (art. 30 de
la ley 7982) o que se trate de una persona que actúa con patrocinio de un abogado particular 6.
Aparte de la eximición de la tasa, el sistema tiene previsto un anticipo de gastos, creando el TSJ un
fondo especial a tal efecto, que deberá ser reintegrado por el beneficiario en caso que mejore de fortuna.
Ningún inconveniente existe respecto a la exención del aporte previsional, ya que se encuentran
expresamente eximidos por el art. 20 de la ley 8404 7.

5
Artículo 29º.- Sanción por falsedad. Si en cualquier estado de la causa se comprobare que el requirente a falseado los datos
sobre su situación económica a los fines de ser incluido como beneficiario del sistema, el Asesor Letrado deberá cesar en la
representación y el Juez interviniente regulará los honorarios a favor de la Provincia, con notificación al Procurador del Tesoro
y vista al Agente Fiscal de Turno.
6
ACUERDO REGLAMENTARIO NRO. 665, SERIE "A” DEL 27/05/2003.-VISTO: La necesidad de clarificar el procedimiento de
acceso a la justicia para personas carenciadas, en relación a lo dispuesto por la ley de Asistencia Jurídica Gratuita y el Código
Tributario. Y CONSIDERANDO: I) Conforme a la ley de asistencia jurídica gratuita, la persona que pretenda ser beneficiario debe
suscribir ante el asesor letrado del fuero de que se trate una declaración jurada (art. 28). Si el asesor otorga el beneficio, el
beneficiario estará exento del pago de la tasa de justicia (Art. 31). El Código Tributario, a su vez, dispone que estarán exentos
de la tasa de justicia, las personas físicas “a quienes se les haya otorgado el beneficio de litigar sin gastos...” (Art. 252,2). II)
Cuando se trata de personas físicas carenciadas que se encuentran bajo el patrocinio del asesor letrado, no resulta necesario
que se inicie el procedimiento previsto por el Código Procesal Civil y Comercial para obtener el beneficio de litigar sin gastos
(arts. 101 a 109). En tales supuestos, la recurrencia a este procedimiento, a la par que retrasa el pleno acceso a la justicia de
los ciudadanos carenciados, recarga innecesariamente la actividad de los asesores letrados y de los tribunales. Por el contrario,
este trámite será necesario cuando el asesor letrado hubiese rechazado la solicitud (art. 30, ley de asistencia jurídica gratuita)
o se tratase de una persona que actúa con patrocinio de un abogado particular. Por lo expuesto, en virtud de las atribuciones
de superintendencia previstas por el art. 166 de la Constitución Provincial y 12, 32° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el
Tribunal Superior de Justicia, RESUELVE: Art. 1°.- Los asesores letrados que patrocinen a personas físicas beneficiadas por la
ley de asistencia jurídica gratuita, no deberán iniciar el procedimiento para obtener el beneficio de litigar sin gastos, para la
exención de la tasa de justicia. Art. II.- Los asesores letrados iniciarán el trámite para obtener el beneficio de litigar sin gastos,
solo cuando la solicitud hubiera sido rechazada por otro asesor.- Art. III.- NOTIFIQUESE. Publíquese en el Boletín Oficial. -
FIRMANTES: María Esther CAFURE DE BATTISTELLI Berta KALLER ORCHANSKY Hugo Alfredo LAFRANCONI Aída Lucía Teresa
TARDITTI Domingo Juan SESIN Luis Enrique RUBIO Miguel Ángel DEPETRIS.
7
Ley 8404 - Artículo 20: “Quedan exentos del pago de aportes quienes litiguen con carta de pobreza, en juicios de depósitos
de personas, declaratoria de pobreza y en sumarias con fines previsionales, laborales o de enrolamiento. También los juicios
que inicien o prosigan los Asesores Letrados de Menores, Defensores de Pobres, Incapaces o Ausentes, o Procuradores del
Trabajo en ejercicio de su ministerio. Cuando el litigante con carta de pobreza o asistido por el Ministerio Público tuviere bienes
.-:232:-.
La Revuelta
Los Asesores Letrados deben asesorar, patrocinar y representar a los beneficiarios del sistema, tanto
en las acciones patrimoniales como extrapatrimoniales, debiendo cesar dichas actividades cuando el
beneficiario mejore de fortuna en las condiciones exigidas en el art. 27 -con excepción de que se
encuentre asistido por el asesor en lo penal-, y cuando se comprobara que se ha falseado la declaración
jurada. En ambos casos, si bien los asesores letrados no van a percibir honorarios, los mismos deben ser
regulados a favor del Estado, los que se imputarán a la cuenta especial n.° 8002, creada a tal efecto.
Por otra parte, la jurisprudencia local ha sostenido que el beneficiario del régimen de asistencia
jurídica gratuita, no está eximido del pago de los honorarios y de la tasa de justicia que hayan sido pagados
por la contraparte, ya que dicho importe integra la condena en costas. Dice al respecto la jurisprudencia
local: “La acordada del Tribunal Superior de Justicia n.° 665, serie “A”, del 27 de mayo de 2003, no
establece que los beneficiarios del sistema de asistencia jurídica gratuita estén liberados de pagar las
costas del juicio, ni que para ello sea innecesario solicitar el beneficio de litigar sin gastos. No obstante
que lo absoluto de los términos del punto 2 de la parte dispositiva de la acordada de que se trata podría
suscitar confusión, es obvio que esta clase de normas no puede contradecir las disposiciones de la ley y
que, por otra parte, la acordada ha pretendido superar la aparente contradicción entre el art. 31 de la ley
7982 y el art. 252 del Código Tributario, aclarando a los asesores letrados que los beneficiarios del sistema
de asistencia gratuita no necesitan iniciar el beneficio de litigar sin gastos para eximirse del pago de la
tasa de justicia […]” 8.
No obstante ello y de una correcta inteligencia de los artículos 34 y 35 de la ley 7982, surge que el
beneficiario solo deberá pagar los honorarios o devolver los gastos que le hayan sido adelantados, en el
caso que mejore de fortuna, para lo que serán aplicadas las premisas utilizables en el beneficio de litigar
sin gastos.

c) 2 - Diferencias entre la Asistencia Jurídica Gratuita y el Beneficio de Litigar sin Gastos


Este sistema “objetivo” que venimos desarrollando, el de asistencia jurídica gratuita, constituye sólo
un aspecto del acceso a la justicia, el que debe complementarse con otros mecanismos legales, entre los
que se encuentra el implementado por los distintos códigos procesales bajo la denominación de beneficio
de litigar sin gastos, carta de pobreza, declaratoria de pobreza, etc. Esto es así, ya que el criterio objetivo
resulta no solamente insuficiente, sino que deja de ser conveniente cuando la persona necesitada de
asistencia jurídica no es un pobre ministerio legis o excede el tope legal marcado por la misma ley, y se
trata de una persona de recursos medios, aunque insuficientes para afrontar los gastos extraordinarios
que representa en su presupuesto la existencia de un litigio (tasas de justicia, aportes previsionales, etc.).
"Entre el rico y el absolutamente indigente, se encuentra una enorme gama de habitantes que deben
demostrar al juez, crear su convicción, de que a pesar no encontrarse en pésimas ni en muy buenas
condiciones, afrontar los gastos de justicia les significaría realizar una erogación que incidiría desfavorable

o solvencia, deberá cumplimentar los aportes correspondientes perdiendo el beneficio de exención. La Caja, como tercero
interesado, tendrá facultades para promover incidentes a fin de determinar la solvencia del obligado.
Cuando el Fisco de la Provincia y Nación, Entidades Autárquicas y Municipales de la Provincia, iniciaren juicios persiguiendo el
cobro de Impuestos, Contribuciones, Tasas y Multas, podrá diferirse el pago de los aportes previstos por el art. 17 de la presente
Ley para la oportunidad y con las exigencias que la Caja establezca mediante resolución”.
8
Cámara Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de Primera Nominación de Rio Cuarto, “Funes Ricardo Enrique c/ Nora
Aída Villagra- Divorcio Vincular”, Auto. Nº 284 del 19.12.05, Diario Jurídico de Córdoba, N.º 934 del 18.04.06.
.-:233:-.
La Revuelta
y pesadamente en su situación. Ello, inclusive, a punto tal de tener que abandonar la acción por carecer
de los recursos necesarios" 9.
Preliminarmente, podemos decir que mientras la concesión de la asistencia gratuita implica un mero
trámite de jurisdicción voluntaria, que consiste en la presentación de una declaración jurada, en la que se
controla la concurrencia de los requisitos que marca el art. 27 de la ley 7982 y cuyo control compete
exclusivamente al órgano de aplicación –Ministerio Público-; la declaratoria de pobreza exige un proceso
contradictorio, ya que prevé la intervención de la contraparte, con atribuciones para objetar la
procedencia del beneficio, fiscalizar la prueba y según las corrientes procesales más modernas, hasta
ofrecer aquellos que desvirtúen las producidas por el peticionante (art. 80, Cód. Proc. Civ. Com. Nac. y art.
104, Cód. Proc. Civ. Com. Cba.). Si bien, y como ya lo analizaremos en profundidad, el tema ha sido
bastante discutido y plasmado de diversas maneras por los códigos locales, la jurisprudencia se ha
expresado en forma casi unánime, en cuanto a que la intervención del litigante contrario no debe
considerarse circunscripta a controlar los actos probatorios producidos por el peticionante, sino que
comprende, además, la facultad de producir pruebas tendientes a desvirtuar las diligenciadas por éste,
siempre que ello ocurra de manera compatible con la sumariedad del procedimiento, es decir, sin
desnaturalizarlo.
Por otra parte, debemos subrayar, que mientras en el sistema de [la] asistencia jurídica gratuita se
establece la necesidad de la suscripción de una declaración jurada sobre el monto de los ingresos y rentas,
no únicamente del peticionante sino de su grupo familiar, y el cual no puede superar el tope fijado por
dicha ley; en el caso del beneficio de litigar sin gastos, solo se deben valorar a los fines de concederlo o
no los ingresos del peticionante y no de su grupo familiar 10. Sin embargo, en materia de tasa de justicia,
la nueva modificación del Código Tributario (ley 9874) determina como recaudo necesario para solicitar
la exención del pago de la gabela, la presentación obligatoria de una declaración jurada, bajo pena de
inadmisibilidad, al articular el incidente del beneficio de litigar sin gastos. Dicha declaración jurada se
encuentra reglamentada a través del acuerdo n.° 6, serie “C”, del 04/02/11 11, en cuyo formulario se

9
Cámara Nacional Civil, Sala G, “D'Oria de Bustos Viata A. y otro c. Zacco Nicolás” de fecha 17.04.91, Jurisprudencia Argentina
1993-I, 405.
10
Cámara 6º en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cufré Edith Fabiana-Beneficio de litigar sin gastos” (Expte 1488854/36), Auto
N.º 294 del 21,09,10, Semanario Jurídico N.º 1783 pág. 7375. En el caso el juez de primer grado había denegado el beneficio a
la peticionante teniendo en cuenta los ingresos de su cónyuge, resolución que es revocada por la segunda instancia. El fallo de
Cámara sostiene entre sus principales argumentos que si bien no se puede negar que la información sobre los ingresos del
marido permite tener un panorama de la realidad económica en la que se encontraba la peticionante, no significa que el
cónyuge- que no es parte en el juicio iniciado por la misma- deba hacerse cargo de los gastos causídicos, atento no ser éstos
deudas comunes.
1111
ACUERDO NUMERO SEIS - SERIE "C”. - En la ciudad de Córdoba, a cuatro días del mes de febrero del año dos mil once, con
la Presidencia de su titular, Dr. Domingo Juan SESIN, se reunieron para resolver los Señores Vocales del Tribunal Superior de
Justicia, Dres.: Aída Lucía Teresa TARDITTI, Luis Enrique RUBIO y Carlos Francisco GARCIA ALLOCCO con la asistencia del
Administrador General, Dr. Gustavo Argentino PORCEL DE PERALTA y ACORDARON: VISTO: La facultad conferida al
Tribunal Superior de Justicia por el art. 270, inc. 2° del Código Tributario Provincial (Ley 6006, t.o. 2004, modif. por Ley N°9874)
en orden al establecimiento del recaudo necesario para la interposición del incidente de Beneficio de litigar sin gastos con
carácter de declaración jurada, bajo pena de inadmisibilidad.
CONSIDERANDO: Que, en virtud de dicha exigencia, resulta necesario que los justiciables y los tribunales cuenten con un
modelo uniforme de la declaración jurada que se requiere para la interposición del Beneficio de litigar sin gastos. Que el
mencionado recaudo formal no significa un obstáculo que impida a las personas el acceso a la Justicia; siendo el instituto del
beneficio de litigar sin gastos una herramienta que pueden utilizar todos aquellos individuos cuya capacidad económica no le
permite afrontar los costos que un proceso judicial irroga. Por ello, y lo dispuesto por el art. 20 bis del Código Tributario
Provincial (Ley 6.006, t.o. 2004 modificada por Ley N° 9874);
SE RESUELVE: 1.- Aprobar el formulario único de "Declaración Jurada para tramitar el Beneficio de Litigar sin Gastos", que debe
presentar obligatoriamente, quien realice la solicitud de exención de la Tasa de Justicia mediante la articulación del
.-:234:-.
La Revuelta
establecen, como datos a consignar, no únicamente los ingresos del peticionante sino también la
descripción patrimonial del cónyuge, conviviente o personas sujetas a patria potestad, tutela o curatela.
Por acuerdo reglamentario nº 107, serie “C”, del 22/03/11, se modifica dicha declaración jurada en lo que
respecta al ítem relativo a la existencia de pacto de cuota litis del peticionante con el letrado que tramite
el beneficio 12. Consideramos al respecto, que es errónea la formulación de dicha declaración jurada en
relación a los datos de los ingresos del cónyuge y del grupo familiar en general, ya que el beneficio es
personal. En este último sentido, se ha expedido la doctrina judicial de alzada de nuestra provincia,
sosteniendo que en el caso del beneficio de litigar sin gastos solo se deben valorar a los fines de
concederlo o no los ingresos del peticionante y no de su grupo familiar13.
Con relación al principio de "especificidad" o llamado "necesidad de litigar", mientras la ley 7982
establece que el asesor otorgará el beneficio en relación a la causa que motiva la solicitud, no podemos
dejar de destacar la tarea de "consulta y asistencia" que brindan dichos asesores; en especial en lo que
en materia de familia se refiere.
El beneficio de pobreza va más allá, ya que exige a más de una indicación del proceso que se ha de
iniciar o en el que debe intervenir, el acreditar una estrecha relación entre la situación del peticionante y
la importancia del proceso, la que quedará librada a la valoración del juez. La insuficiencia de medios no
es similar al estado de “pobreza”, "indigencia" o "marginalidad", sino que se trata de acreditar que a través
de los gastos extraordinarios del pleito se verá comprometida la satisfacción de necesidades básicas, en
el marco de la realidad socioeconómica del promedio de la población, respecto de vivienda, alimentación,
vestimenta, educación y salud. Al respecto, señala la doctrina nacional que “el concepto de pobreza o el
de indigencia no es estrictamente el que rige para la concesión del beneficio, pues este criterio resultaría
excesivamente vago y relativo” 14, dejándose librada a la apreciación judicial, en cada caso concreto, la
carencia de recursos de quien invoca el beneficio, para afrontar las erogaciones que demande el proceso
en cuestión.
Resulta esclarecedor reproducir al respecto jurisprudencia provincial, que hace justamente
hincapié en este tema y dice: “El beneficio de litigar sin gastos es la única válvula de escape, para eludir la
declaración de inconstitucionalidad de las leyes que disponen elevados costos al ejercicio del derecho de
defensa; es la vía para posibilitar que nadie quede excluido del servicio de justicia por razones
económicas” 15. “El nuevo código desprecia como parámetro el concepto de pobreza. Ahora, lo que
importa no es la cantidad de riqueza del interesado, sino si a mérito de ella, y teniendo en cuenta las

mencionado incidente, cuyo modelo forma parte del presente como su Anexo Único. 2.- El Área de Administración deberá
reglamentar el procedimiento para obtención, confección y forma de incorporación de la declaración jurada.-3.- Publíquese en
el Boletín Oficial de la Provincia y dése la más amplia difusión. Con lo que terminó el acto, que previa lectura y ratificación de
su contenido, firman el Señor Presidente y los Señores Vocales, con la asistencia del Administrador General del Poder Judicial,
Dr. Gustavo Argentino PORCEL de PERALTA.

13
Cámara 6º en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cufré Edith Fabiana-Beneficio de litigar sin gastos” (Expte 1488854/36), Auto
N.º 294 del 21,09,10, Semanario Jurídico N.º 1783 pág. 7375. En el caso el juez de primer grado había denegado el beneficio a
la peticionante teniendo en cuenta los ingresos de su cónyuge, resolución que es revocada por la segunda instancia. El fallo de
Cámara sostiene entre sus principales argumentos que si bien no se puede negar que la información sobre los ingresos del
marido permite tener un panorama de la realidad económica en la que se encontraba la peticionante, no significa que el
cónyuge- que no es parte en el juicio iniciado por la misma- deba hacerse cargo de los gastos causídicos, atento no ser éstos
deudas comunes.
14
ARAZI, Roland-ROJAS, Jorge A. “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, comentado, anotado y concordado con los
códigos provinciales”, Tomo I, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2001, pág. 313.
15
Cámara Civil y Comercial de Río Cuarto, en autos “Riveros, Dante L. c. Banco de la Provincia de Córdoba”; octubre 2-997, La
Ley Córdoba 1998-124.
.-:235:-.
La Revuelta
circunstancias particulares de la causa, puede acceder razonablemente a la justicia. No se habla de
pobreza sino de onerosidad, y la ley se encarga de establecer que la medida de la onerosidad está
planteada por la situación patrimonial del peticionante, en función de las exigencias económicas del
proceso entablado o a entablarse” 16.
Por otra parte, la extensión del beneficio de litigar sin gastos se encuentra legislado en el art. 109
del Cód. Proc. Civ. Com., existiendo solo algunas discrepancias en la tramitación de la misma, pero
resaltando siempre el principio de especificidad. En cambio, en el caso de la asistencia jurídica gratuita, la
ley nada dice con relación a su extensión a otras causas; sin embargo, en la práctica, la declaración jurada
prevista por el art. 27 de la ley 7982 solo sirve para el juicio en que ha sido solicitada, como así también
el patrocinio del asesor interviniente. Es por ello, que el careciente, ante otro nuevo pleito o consulta
deberá realizar otra declaración jurada por ante el asesor que se encuentre de turno, sin que pueda
solicitar la extensión de la declaración jurada ya realizada a otros pleitos.
En definitiva, creemos que ambos institutos deben coexistir simultáneamente, pues se diferencian
y, a la vez, se complementan entre sí.

III. El Ministerio Público Fiscal


El Ministerio Público Fiscal se muestra como un cuerpo único, aunque integrado por diversos
órganos que actúan en los procesos civiles, penales y de familia.
En el ámbito civil y comercial, el MPF interviene en todos los procesos que rocen al orden público;
también interviene como custodio de la jurisdicción y las reglas de competencia.
En los procesos de familia, su actuación responde al interés comunitario que se proyecta desde el
Estado en la tutela de ciertas instituciones que deben ser protegidas en su realización jurisdiccional [139].
Ya veremos con más detalle cuándo corresponde ordenar su intervención y cómo es la misma (calidad)
en los procesos no represivos, es decir, fuera del ámbito penal.

a) Ubicación institucional del Ministerio Público Fiscal


La naturaleza jurídica del Ministerio Público Fiscal constituye uno de los problemas que el derecho
constitucional ha querido resolver. Lo dicho se relaciona de manera directa con la ubicación institucional
que debía reconocérsele. En este sentido, se fueron perfilando varias posturas.
Entre los criterios más difundidos se puede individualizar:
a) el Ministerio Público fiscal debe ser un órgano subordinado al poder Ejecutivo;
b) el MPF debe ser incluido en la estructura del Poder Legislativo;
c) el MPF debe integrar el Poder Judicial;
d) el MPF goza de independencia funcional, sin perjuicio de que forme parte de la estructura
jurisdiccional [140].
Con la reforma constitucional del año 1994 se intentó dotar al Ministerio Fiscal de la calidad de
“órgano extrapoder”.
Basta con leer el art. 120 de la Constitución Nacional para darse cuenta de lo que estamos diciendo:
"El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que
tiene por función promoverla actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales

16
Cámara 4ª Civil y Comercial de Córdoba, en autos “Gastón, Jorge Eduardo c/ Municipalidad de Unquillo - Beneficio de litigar
sin gastos” Sentencia Número 88 de fecha 6/6/01, Foro de Córdoba, “Suplemento de Derecho Procesal”, Año I, N° 2, 2001,
pag.136 sum.3.
.-:236:-.
La Revuelta
de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República…” (El destacado me
pertenece).
De esta manera, a los tradicionales Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la reforma incorporó un nuevo
integrante: el Ministerio Público.
El sistema constitucional local no concilia con esta posición, ya que el Ministerio Público sigue
estando en la órbita del Poder Judicial. Así lo declara el art. 1° de la Ley 7826 -Ley Orgánica del Ministerio
Público Fiscal-, al señalar que “El Ministerio Público forma parte del Poder Judicial. Goza de independencia
funcional...”.

b) Ámbito de actuación
Es en el ámbito del derecho penal en que el poder fiscal se ha desenvuelto por antonomasia. Así, al
Ministerio Fiscal se lo ha rodeado casi con exclusividad de la potestad persecutoria y represiva,
olvidándose de las demás funciones que asisten en cabeza de esta institución, sea un órgano estructurado
dentro del poder judicial -como en Córdoba-, sea un órgano extrapoder –como a nivel nacional-.
Empero, no sólo en el ámbito criminal se desenvuelve el Ministerio Público. Por el contrario, este
órgano debe cumplir un rol protagónico en la custodia de los derechos que asisten a los particulares, no
únicamente cuando aquellos son vulnerados a la luz del derecho penal, sino también velando por un
normal ejercicio de los derechos de carácter patrimonial, y, fundamentalmente, de aquellos que integran
su personalidad [141].
Se vislumbra de esta manera uno de los postulados de actuación del Ministerio Fiscal: ser guardián
y custodio del orden constitucional.
La Fiscalía General ha expresado: “Cabe poner de manifiesto que el Ministerio Público es un órgano
de tutela social, pues el interés que lo guía es el de que se observe la ley, gozando en el ejercicio de su
función, de plena independencia funcional. Ante la existencia de una norma general que impone al
suscripto el cumplimiento de determinados deberes en defensa del Orden Público (art.21, CC, 120, CN),
es interés de este Ministerio Público su adecuada defensa” [142].
La Constitución de la provincia de Córdoba establece que el Ministerio Público está a cargo del Fiscal
General y de los Fiscales que de él dependan a quienes instruyen sobre el cumplimiento de sus funciones,
de acuerdo a las leyes (Art.171 Const. Provincial).
El art. 172 de dicho cuerpo normativo le fija las siguientes funciones: “...1) Preparar y promover la
acción judicial en defensa del interés público y los derechos de las personas. 2) Custodiar la jurisdicción de
competencia de los tribunales provinciales y la normal prestación del servicio de justicia y procurar ante
aquellos la satisfacción del interés social; 3) Promover y ejercitar la acción penal pública ante los tribunales
competentes, sin perjuicio de los derechos que las leyes acuerdan a los particulares; 4) Dirigir la policía
judicial”.
Por su parte, la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal (ley prov. nro. 7826, y sus modificatorias)
establece las funciones de dicho Órgano (arts. 1 y 9), reglamentando las atribuciones que genéricamente
confiere la Ley Suprema local.
El art. 3 de la referida normativa local dispone que las funciones a su cargo deben ser ejercidas
conforme a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y dependencia jerárquica,
puntualizando que todo ello debe efectuarse “con arreglo a las leyes”.
A la luz de tales preceptos pueden extraerse dos conclusiones categóricas.
En primer lugar, que la razón que determina la institución del Ministerio Público se halla en el interés
público que se encuentre involucrado en el proceso.
.-:237:-.
La Revuelta
El presupuesto ontológico de la intervención del Ministerio Público, la justificación de su accionar,
consiste, pues, en la defensa de los intereses vinculados al orden público y social. Siendo ello así, la no
participación de tal órgano en un proceso en el que se encuentre comprometido el orden público no
puede ser subsanada por preclusión o consentimiento del particular.
En segundo lugar, no basta con que se configure el presupuesto ontológico que justifica la
intervención del Ministerio Público, sino que resulta indispensable además que tal intervención esté
habilitada expresamente por ley.
Esto es, que como “presupuesto procesal” deviene necesario que la legitimación del Ministerio
Público se encuentre concretamente atribuida por una disposición normativa vigente [143].
Acabamos de señalar que las funciones a cargo del MPF deben ser ejercidas conforme a los
principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y dependencia jerárquica, puntualizando que
todo ello debe efectuarse con arreglo a las leyes (art. 3 de la ley prov. 7826).
El Dr. Junyent Bas expresa que estos principios, circunscriben la actuación del órgano y se
manifiestan en la necesidad de que la Fiscalía actúe bajo el imperativo de un precepto legal previo que así
lo disponga. En otras palabras, si no existe una ley que determine la actuación del Ministerio Público frente
a una determinada controversia, éste no puede intervenir. Sin embargo, el citado autor señala que
debemos tener especial celo en verificar si concurre o no el supuesto legal anterior, so riesgo de incurrir
en extremos opuestos, sea por un excesivo rigorismo formal, sea por un tratamiento promiscuo del
principio en examen [144].
A la luz de estas consideraciones, parece poco prudente que se impida al Ministerio Fiscal intervenir
en las controversias en las que se encuentren en juego intereses ciertos y directos, jurídicamente
relevantes, más allá que concurra o no una ley que así lo exija; pero solamente en casos excepcionales ya
que la regla sigue siendo su actuar en la legalidad.
No cabe duda alguna que la intervención de la Fiscalía está reservada para los casos en que la ley
concretamente así lo disponga; más, colegir que dicha actuación pende de una norma de naturaleza
procesal puede significar un rigorismo formal excesivo que impide apreciar la correcta télesis normativa;
lo que deberá valorarse en cada caso en particular.
En ese cauce, la legalidad que sujeta la actuación fiscal está edificada sobre un criterio más amplio
del que puede disponer un precepto adjetivo, ya que el Ministerio Público encuentra en el ordenamiento
jurídico integral las normas que determinan su ámbito de actuación.
Por tanto, es dentro de las normas y principios constitucionales que deben buscarse los
fundamentos que hacen a la actuación del órgano fiscal, habida cuenta que esta última involucra el
denominado “orden constitucional” que se encuentra bajo custodia del Ministerio Público [145]. Es así que,
ante la inexistencia de un precepto formal que imponga la actuación del Ministerio Público, esta última
queda determinada por las normas de naturaleza superior que implica el orden jurídico integral, habida
cuenta que el principio de legalidad comporta un axioma de derecho que involucra a todo el
ordenamiento jurídico [146].
Esto es, que como “presupuesto procesal” deviene en necesario que la legitimación al Ministerio
Público se encuentre concretamente atribuida por una disposición normativa vigente.
De este modo, si no existe una norma adjetiva que especial y específicamente otorgue competencia
al Ministerio Público Fiscal para intervenir en juicio civil, la misma deviene en inadmisible, aún cuando en
la causa se encuentre involucrado el interés público.

.-:238:-.
La Revuelta
Siendo ello así, la procuración del interés social que se le asigna al Ministerio Público Fiscal como
razón de ser, no implica necesariamente su legitimación como parte o como tercero interviniente en sede
civil, que depende de las leyes adjetivas.
De manera concordante a esta línea de pensamiento esta Sala sostuvo, con distinta integración a la
actual y en caso que se había omitido la intervención del Ministerio Público Fiscal en un juicio de filiación
que aunque esté regido en lo sustancial por disposiciones no derogables por la voluntad de las partes, y
por ello podía ser considerada como cuestión que interesa al orden público, declaró que no se estaba ante
el supuesto de una acción que pueda ser deducida por el Ministerio Público Fiscal desde que su promoción
corresponde privativamente a los particulares y no está fundada en un interés pecuniario. Se destacó que
existen una serie de causas que también califican de orden público y que, no obstante ello, se sustancian
en juicio sin injerencia del Ministerio Fiscal, verbigracia las que regulan la prescripción, las que prohíben
la dispensa anticipada de dolo, las que rigen las incapacidades de derecho. Se dijo además que de ello se
sigue que las cuestiones comprendidas bajo la noción de orden público no exigen todas, en igual grado,
la intervención de aquel organismo, sin que por ello se altere su carácter. La noción de orden público o
eventualmente, el interés público, no lleva implícita la participación del Ministerio Fiscal. Es cuestión de
política legislativa discernir las causas en que los órganos del Ministerio Fiscal deben ser oídos, en
previsión de que por procedimientos colusorios de los litigantes se pueda llegar a burlar los preceptos
legales 17.
Los supuestos que justifican la participación del Ministerio Público Fiscal en sede civil son de
interpretación estricta; de donde sólo es admisible en los casos expresamente reglados 18. Tal restricción
en el criterio hermenéutico a aplicar se justifica en la propia naturaleza del juicio civil y comercial, donde
–a diferencia de lo que ocurre siempre en el proceso penal- los intereses en juego suelen ser de naturaleza
privada o particular, y donde reina el principio dispositivo siendo a cargo de los interesados promover la
acción judicial.
En este sentido, se ha sostenido que, en materia penal, la opinión es unánime en el sentido de la
necesidad de la intervención del Ministerio Público Fiscal en aquellos delitos de acción pública y de
instancia privada. Es por ello que la ley procesal penal expresamente atribuye al Ministerio Público Fiscal
la titularidad de la acción penal en el primer tipo de delito, y a los segundos una vez efectuada la denuncia
por los interesados que establece la ley.
En cambio, en los procesos civiles y comerciales, en los que existen sujetos titulares de los intereses
en litigio, el rol fundamental que incumbe a los Tribunales de justicia importa un amparo suficiente al
interés general o social que pudiera también estar en juego en el proceso. En efecto, la función propia de
los jueces, quienes están habilitados para dilucidar las cuestiones de derecho por sí mismos (en cuanto
son intérpretes naturales del orden jurídico) implica la innecesariedad de contar con el auxilio de ningún
otro organismo del estado, cuya actuación se revelaría como ociosa y sobreabundante, salvo que por
política legislativa se impusiera su intervención.---
Por otro costado, el llamado orden público no puede convertirse en un elemento perturbador de la
aplicación del derecho, ni en un medio para coartar libertades individuales. La pretensión en contrario
podría resultar peligrosa, pues implicaría la intromisión del Ministerio Público en el ámbito propio de las
libertades de los habitantes. Asimismo, se ha dicho que el genérico cometido funcional de “actuar en
defensa del interés público y los derechos de las personas” no habilita al Ministerio Público a tomar

17
TSJ. Sala CyC in re: “V.E.A. C/J.B. Y OTRO –ORDINARIO – REVISION”, Sent. N° 54 del 09/11/89
18
PALACIO, Derecho Procesal Civil, T. II, Sujetos del Proceso, p. 617/618; en igual sentido ALSINA, Derecho Procesal, 2ª ed.,
T. II, p. 354/355)
.-:239:-.
La Revuelta
intervención en cualquier tipo de proceso porque “su actuación debe ponerse en práctica con arreglo a
las leyes”.19

c) Procesos en los que debe intervenir el Ministerio Público Fiscal [147]


c.1) Cuestiones de Competencia:
Si bien no figura su intervención en los arts. 9 a 15 del C.P.C.C., la misma surge de lo dispuesto por
el art. 172 inc. 2de la Constitución de la Provincia de Córdoba, cuando reza que el Ministerio Público tiene
las siguientes funciones:“...custodiar la Jurisdicción y Competencia de los Tribunales Provinciales), como
así también por lo dispuesto en el art. 33 inc. 2 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (ley prov. 7826),
cuando dispone: “Corresponde al Fiscal Civil y Comercial: ...intervenir en los conflictos de
competencia...”.-

c.2) Recusación con causa del juez o secretario:


Si bien se ha omitido su intervención en los arts. 16 a 34 del C.P.C.C., la recusación del Juez es el
medio por el que se exterioriza la voluntad de parte para que el Magistrado se separe de su conocimiento
por sospecharse, por algún motivo, de su imparcialidad. De allí la necesidad de su intervención,
contemplada expresamente en el art. 172 inc.2° de la Constitución Provincial y en el art. 9 inc. 2° de la ley
7826: “...custodiar la jurisdicción...”. Una vez producida toda la prueba del incidente de recusación -art.
30 in fine del C.P.C.C.- deberá oírse al Fiscal de Cámara Civil (art. 21 inc. 1 y 23 Ley 7826).

c.3) Actos de Jurisdicción Voluntaria:


El Fiscal Civil interviene también en los actos de jurisdicción voluntaria (art. 33 inc. 2 ° ley prov.
7826). Asimismo, existe normativa que prescribe su intervención, verbigracia: cambio de nombre (art. 70,
CCCN), ausencia simple (art. 82, CCCN), sumaria información de rectificación de partidas (art. 84, ley
26413), juicio sobre cuestiones extrapatrimoniales relativo a ablación e implante de órganos o materiales
anatómicos (art. 800 bis del C.P.C.C.).
Nótese a este respecto, además, que el art. 828 del C.P.C.C. dispone que este tipo de actos se
sustanciarán con la citación de la persona cuyos intereses pudieran afectar.

c.4) Concursos y Quiebras:


En virtud de lo dispuesto por el art. 179 y 258 de la ley 24522, el Fiscal Civil representa al Síndico
cuando no existan fondos suficientes y se deban incautar bienes en otra jurisdicción. Y el Fiscal de Cámara
Civil interviene en caso de impugnación de la sentencia de verificación en todos los casos que el Síndico
sea parte (art. 272 ley 24522) y en los casos de impugnación del acuerdo homologatorio (art. 51 del mismo
ordenamiento legal).

c.5) Procesos referidos al estado civil de las personas:


En relación a los procesos en que se encuentre comprometido el estado de las personas, dejando
de lado lo que se refiere al “estado de familia” -que será de tratamiento específico en el punto siguiente-
y puntualmente respecto de los procesos tendientes a la declaración de incapacidad, restricciones a la
capacidad o inhabilitación (art. 830 y ss. del C.P.C.C.), vigente el anterior código imperaba el criterio de

19
TSJ “ORTIZ PELLEGRINI, MIGUEL ANGEL (FISCAL GENERAL) S/AVOCACION EN AUTOS: “AMPARO PRESENTADO POR
AMADEO RAÚL RISSI A FAVOR DE STELLA MARIS YASNY OTROS – ACCION DE AMPARO” (AI 296 del 19/08/99)
.-:240:-.
La Revuelta
que la actuación del Ministerio Público Fiscal era ineludible en estos casos, en virtud de lo dispuesto por
el art. 33 inc. 2° de la ley prov. 7826en la que se lee: “Intervenir en los... actos de jurisdicción voluntaria,
en lo relativo al estado civil de las personas cuando no le corresponda intervenir al Fiscal de
Familia...”[148].
Sin embargo, bajo el imperio del nuevo régimen de fondo, el Tribunal Superior de Justicia de la
Provincia de Córdoba estableció que cuando el art. 103 del CCCN alude al “Ministerio Público” se debe
entender que hace referencia a los “Asesores Letrados”, que son los funcionarios encargados de las
defensas de las personas. Así, en los procedimientos indispensables para el aseguramiento de los
derechos de las personas especialmente vulnerables como son las personas con padecimientos mentales,
no corresponde dar intervención obligada a una parte más en representación del Estado, en un proceso
que debe ser expeditivo en función del principio de duración razonable de los procesos que fluye de la
máxima de tutela judicial efectiva (art. 8 y 25 del Pacto de San José de Costa Rica, tutela judicial efectiva;
Corte IDH. Caso Cantos Vs. Argentina; arts. 1 y 2 del Código Civil y Comercial) (Acuerdo Reglamentario N°
1305, Serie “A” del 01/09/2015).
Entonces, en ese entendimiento, en tales trámites sólo corresponde dar intervención al Ministerio
Público, en la figura de los asesores letrados, dejando de lado la del Ministerio Público Fiscal.
Cabe hacer una mención especial a lo que denominamos “estado de heredero”, pues en los procesos
que tienden a la individualización del sucesor del “de cujus” también se encuentra interesado el Ministerio
Público, desde que la ley procesal impone su actuación (art. 659 y cc. del C.P.C.C.).
En la tramitación de este proceso -sucesorio-, adquiere relevancia el rol que le cabe al Ministerio
Fiscal interesado en individualizar de manera concreta el status o situación en que se ubica cada miembro
dentro del contexto social [149].
El Dr. Vénica destaca que “La intervención del Ministerio Público Fiscal, que impone el art. 659 en
los procesos sucesorios, como indica el art. 33, inc. 2° Lp. 7826, obedece a un único motivo: verificar que
al menos uno de los aspirantes a la herencia justifique debidamente sus títulos, ya que de no ocurrir así
el Fisco recoge la herencia (arts.3545 y 3588, C.C.). De ahí también lo dispuesto por el art. 718 segundo
párr. del ordenamiento ritual autóctono. Por razones semejantes interviene, en ciertas hipótesis, en los
juicios que promuevan los acreedores del causante” [150].
Por tanto, en la opinión del autor citado, no le compete ninguna otra función, como exigir recaudos
en los escritos o acreditación del fallecimiento de otros posibles herederos, y tampoco hacer planteos
oficiosos acerca de la competencia territorial [151].

c.6) Procesos de Familia:


Es evidente el carácter de orden público que informa toda la legislación en materia de familia. Y si
de orden público se trata, a mérito de lo que venimos exponiendo, surge incólume que, en estos procesos,
en donde se discutan aspectos relacionados a la estructura misma del acontecer familiar, intervenga el
Ministerio Fiscal como guardián y custodio del orden referenciado.
En la primera circunscripción, la ley del procedimiento del fuero de familia (ley prov. 10305) nomina
al Fiscal de Familia como funcionario de la administración de justicia en esta materia y, por ende, como
representante del interés público general (art. 3).
En el interior de la provincia, los tribunales civiles tienen también competencia en las cuestiones
familiares. Endichas circunscripciones, la ley procesal aplicable es la ley prov. 8465. Sin perjuicio de ello,
bajo el prisma de lo dispuesto por el citado art. 3 de la ley prov. 10305, debe ser juzgada la intervención
del Ministerio Público Fiscal en esos lugares.-
.-:241:-.
La Revuelta
c.7) Relaciones de consumo:
El art. 52, segundo párrafo, de la ley 24.240 -modif. por ley 26.361- (Ley de Defensa del Consumidor)
literalmente reza: “El Ministerio Público, cuando no intervenga como parte, actuará obligatoriamente
como fiscal de la ley”. Esto significa que el Ministerio Público Fiscal resulta parte obligada y debe
necesariamente dársele intervención en esta clase de procesos.
En relación al carácter de la sanción de nulidad por haberse omitido dar intervención a este órgano
en las causas de consumo, se observan dos etapas en la jurisprudencia del TSJ:
En una primera etapa Nuestro Máximo Tribunal, sosteniendo la nulidad absoluta del proceso había
destacado: “Sobre el particular, adviértase que la intervención del Ministerio Fiscal cuando se encuentra
vinculada esta categoría de derechos de incidencia colectiva -denominados “de tercera generación”- es la
constante, desde que así lo contempla actualmente -en el orden nacional- la nueva ley de Ministerio
Público (Ley Nº 24.946) que en su art. 41, inc. a) establece la intervención del órgano en todas las causasen
que el interés público lo requiera de acuerdo al art. 120 de la Constitución Nacional; en particular para
prevenir o evitar daños en el patrimonio social, la salud, el medio ambiente y el consumidor y así surge
de la interpretación armónica de lo normado en los arts. 120 y 42 de la Constitución Nacional”[152]. En
lo atinente al sentido y alcance dela intervención del órgano en cuestión, la vocal opinante -Dra. Berta
Kaller de Orchansky- expuso: “En este orden de ideas no resulta ocioso remarcar que el Ministerio Público
no interviene en nombre propio ejerciendo la acción de otro, sino que su participación en el litigio de
consumo lo es en virtud del ejercicio de una legitimación que le es propia y que tiene un fin distinto al
perseguido por el consumidor o usuario. En otras palabras, la intervención obligada del Ministerio Público
no es a los fines que represente al particular damnificado en la relación de consumo, ni que actúe en el
nombre de una Asociación de consumidores, sino que interviene por un interés actual, colectivo y
relevante, en defensa del orden público y de la ley, resguardando la regularidad del proceso en el que se
encuentra en juego un derecho de incidencia colectiva y garantizando la fiel observancia de los derechos
expresamente consagrados en la propia Constitución Nacional. Nótese que la sanción de la ley 24240, que
rige en nuestro país desde el 15 de octubre de 1993, ha significado la consagración de un sistema de
normas imperativas que tiende a dar protección y defender al consumidor, partiendo de la presunción de
que éste constituye la parte débil de los contratos de consumo. Y en este orden, la intervención del
Ministerio Público está prevista a los fines de garantizar un proceso ágil y regular que asegure la
realización del valor justicia en una relación jurídica caracterizada básicamente por la desigualdad entre
los extremos de la misma”[153].
A su turno, el Sr. Fiscal de Cámaras en el mismo precedente citado había expresado: “La ley 24240
parte de la idea de vulnerabilidad y debilidad jurídica del consumidor y por ello ha establecido normas
protectoras y de orden público (art. 67) para garantizar el pleno ejercicio de los derechos del consumidor
frente al poder económico de las empresas, pretendiendo así un equilibrio entre ambos polos de la relación
de consumo. La intervención del Ministerio Público...a los fines de garantizar ese equilibrio consagrado por
la Constitución Nacional en cuanto a la igualdad entre las partes en el proceso, excede en mucho al mero
control del trámite impreso como pretende el codemandado...”[154].
En virtud de los argumentos anteriormente vertidos, la casación local concluyó que “…el sólo
silencio del consumidor o la omisión de éste de solicitar al Tribunal se garantice la debida intervención del
Ministerio Público en el litigio, no resulta motivo que autorice tener por subsanada o consentida la nulidad
en la que se incurre al no darse intervención al Ministerio Fiscal en los procesos que expresamente se han

.-:242:-.
La Revuelta
enmarcado en la ley de Defensa al consumidor”;consagrándose de esta manera una nulidad procesal
absoluta, no subsanable de ningún modo.-
Sin embargo, tras una revisión del tópico, el Tribunal Superior de Justicia sostuvo: “mal podría
extraerse que la Sala haya propugnado en el trance que la concreta verificación del vicio de actividad de
que se trata provoque, necesariamente y en todos los casos, la insanable nulidad del proceso tramitado
sin la intervención que al Ministerio Público Fiscal le confiere el art. 52 de la Ley 24.240 como “fiscal de la
ley”. (…) tal decisión no obedeció por manera alguna al mantenimiento de una ‘doctrina judicial’ que
instruyera, a modo de derrotero inexorable, proveer a la nulidad del proceso ante la mera evidencia de
haberse omitido la convocatoria a dicho Ministerio. Diversamente, ese desenlace advino a la ponderación
que la Sala, bien que, a partir de aquel marco teórico, efectuara de las particularidades que informara el
caso concreto”. En ese sentido se continuo precisando: “es dable concluir que cualquiera sea el estado
del proceso en el que se detecte la existencia del vicio consistente en la omisión de convocar al M.P.F. en
los términos del mentado art. 52, L.D.C., la intervención efectiva que dicho órgano tome en el juicio -aún
tardía- posee aptitud intrínseca suficiente para purgar el vicio y sanear, en consecuencia, la nulidad que
aquél hubiese podido generar, a menos -como se dijo- que él mismo, en su condición de único legitimado
a hacer valer la irregularidad de mentas, asuma la titularidad del requerimiento nulificante, en las
condiciones supra descriptas.- Por lo demás, así lo ha entendido calificada doctrina, al señalar que si el
proceso se desenvuelve sin la intervención del Ministerio Público, “…el proceso es nulo, pero de nulidad
relativa. No en el sentido de que la convalidación de las partes permite sanear el vicio, sino de tolerar que
la vista al fiscal permita a éste considerar la legalidad de lo cumplido y la inexistencia de perjuicios
eventuales que pudieran cuestionarse en defensa del orden que al Ministerio se le impone” (cfr.: Gozaíni,
Osvaldo Alfredo, “Protección procesal de usuarios y consumidores”, en: Mosset Iturraspe, Jorge -
Wajntraub, Javier H., Ley de Defensa del consumidor - Ley 24.240, Santa Fe, 2010, Ed. Rubinzal-Culzoni,
pág. 397).- 20

c.8) Beneficio de Litigar sin Gastos:


El Tribunal Superior por Acuerdo Reglamentario nro. 1260, de fecha 18 de febrero de 2015, derogó el
Acuerdo Reglamentario nro. 363, con fecha 20 de mayo de 1997, mediante el cual sugería a los señores
jueces que dispongan la intervención del Ministerio Público Fiscal en este tipo de juicios. Así dispone que
en los Beneficios de Litigar sin Gastos únicamente se ordene la intervención de la parte contraria del
proceso principal, de la Caja de Previsión y Seguridad Social para Abogados y Procuradores de la Provincia
y de la Oficina de Tasa de Justicia del Área de Administración del Poder Judicial.

III. Reglas aplicables a ambos Ministerios Públicos


a) El art. 52 del C.P.C.C.
El precepto contenido en el art. 52 de nuestra compilación adjetiva expresa: “El Ministerio Público
y los demás funcionarios que a cualquier título intervienen en el proceso, estarán sometidos a las reglas
precedentes, debiendo expedirse o ejercer sus funciones dentro de los plazos fijados”.

20
Sent N° 62 del 03/06/2015“FERNÁNDEZ, RUPERTO C/ LIBERTAD S.A. – ORDINARIO – COBRO DE PESOS – RECURSO DE
APELACIÓN – RECURSO DE CASACIÓN” (F 28/13) (Expte. Nº 1741312/36)” La tesis expuesta luego fue mantenida por el Máximo
Tribunal en Auto N° 162 de fecha 28/06/2016 in re “LUCERO PÁEZ, AGUSTÍN EZEQUIEL C/ JUMBO RATAIL ARGENTINA S.A. –
SUPERMERCADO VEA – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJ – OTRAS FORMAS DE RESPONS. EXTRACONTRACTUAL” – Expte. N°
1507097/36 y Sent. n° 72 de fecha 28/06/2016 in re “OLOCCO, FRANCO ARIEL C/ BERKLEY INTERNACIONAL SEGUROS S.A. –
ORDINARIO – COBRO DE PESOS – RECURSO DE CASACION” – Expte. N° 1575952/36). -
.-:243:-.
La Revuelta
Es decir, que la norma comprende tanto a los Asesores letrados como al Ministerio Público Fiscal, y
significa, por lógica consecuencia, que es dable solicitar el decaimiento del derecho dejado de usar por
los integrantes de estos órganos, en el caso de que no cumplan con la carga procesal impuesta; vgr: al no
evacuar una vista o un traslado. -

b) Facultades para recurrir


Cierta doctrina limita la legitimidad de este órgano a los casos en que actúe en representación de
alguna de las partes (como acontece con el Asesor Letrado que actúa en representación del ausente), o
en un papel esencialmente equiparable al de ellas, y no si su intervención se reduce a una función de
control [155] - [156].
El Dr. Vénica, en un crítico trabajo de doctrina, repudia que se establezca como regla la posibilidad
de recurrir del Ministerio Público. Dice: “Por otro lado, cabe preguntarse qué sucedería si aceptando las
partes el pronunciamiento judicial sólo recurre el Ministerio. Respecto del art. 117 inc. 4, LN 1893, que
imponía al Ministerio nacional ´velar por el cumplimiento de las leyes, decretos, reglamentos y demás
disposiciones que deban aplicar los Tribunales, pidiendo el remedio de los abusos que notaren`, decía
Ibáñez Frocham: ´Podría pensarse que ello autorizaría el recurso en interés de la ley, lo que felizmente
nadie pretende. No hay que complicar los litigios. Nuestros jueces conocen el derecho. Si lo aplicaran mal
queda al litigante la facultad de hacer corregir el error mediante un recurso. Ello es suficiente para
resguardar los fines perseguidos por el Estado al expedir el derecho objetivo. Si anexáramos otra
representación promiscua más justificaríamos la antigua maldición del gitano ‘Dios te dé pleitos…, aunque
los ganes’´” [157].
En la vereda de enfrente, se encuentra otro sector de la doctrina que propugna darle al Ministerio
Público facultades impugnativas más amplias. El profesor Raúl Fernández, aludiendo a los casos en que el
Ministerio Público no actúa en un rol de parte, destaca: “…entiendo que también en los demás supuestos
la ley les reconoce igualmente la legitimación para recurrir. Así, si se ha planteado una excepción de
incompetencia (que impone la participación del Fiscal), y el funcionario dictaminó en un sentido contrario
al asumido en la resolución, el mismo puede apelar para lograr que se revise la decisión” [158].
Sigue diciendo el citado autor: “Admitido en el proceso, deben reconocérsele facultades suficientes
para ejercer, en su totalidad, la función que la ley le asigna” [159] - [160].
Lo mismo sucedería, para esta doctrina amplia, con los Asesores Letrados, que actúan en defensa
de los intereses de los menores de edad, incapaces y con capacidad restringida, situación en la cual -se
dice- debe reconocérseles legitimación para impugnar aún en contra de la posición del representante
legal. Y con mayor razón en los casos en los que, por ejemplo, el Asesor pudo oponerse a la venta de un
bien del menor.-
Hoy conforme a la actuación establecida por el art. 103 del CCCN si es complementario, obviamente
no tendrá legitimación autónoma para recurrir, ya que la disposición del derecho lo tiene el representante
legal; en cambio cuando desplaza a este último su legitimación es amplia y principal.
Veamos que ha dicho la jurisprudencia al respecto. Para ilustrar este punto con un ejemplo, se
puede mencionar un fallo de la Cámara de Apelación de Bell Ville que sostuvo: “En tanto agente de la
legalidad, no se encuentra legitimado, en la generalidad de los casos, para deducir recursos, salvo
excepcionalmente como en el caso en examen, según nuestro modo de ver, en tanto denuncia la
inobservancia del debido proceso legal en el juicio de adopción, y denuncia la afectación de los derechos
del niño, que tiene raigambre constitucional”[161].

.-:244:-.
La Revuelta
En igual senda la misma Cámara en otro pronunciamiento expuso, el Asesor Letrado carece de
legitimación para recurrir cuando sólo ejerce funciones de asistencia y contralor. Descartando que los
miembros del ministerio pupilar puedan ser considerados terceros, sólo pueden deducir recursos cuando
actúan en representación de alguna de las partes o en un papel esencialmente equiparable al de ellas y
no si su intervención se reduce a la función de control. El Ministerio no realiza actos a nombre de los
incapaces, ni es su mandatario convencional o legal. La representación consiste en que obrando a favor
de sus intereses, concurre con su dictamen en todo litigio en que el menor sea parte, y controla la
actuación judicial o extrajudicial de sus representantes necesarios. No hay, pues, procuración o
delegación, sino asistencia y control. Especialmente debe tenerse en cuenta que la intervención del
ministerio no sustituye ni puede reemplazar a la actuación que necesariamente y en todos los casos debe
tener el representante del incapaz. 21
La Cámara Primera de Familia se ha pronunciado también sobre el tema, pero reconociéndole
amplias facultades al Ministerio, al hacer lugar a un recurso directo deducido contra una denegación de
apelación de un Juzgado de Familia, fundada en que carece de facultades para cuestionar. Destacó: “Tal
restricción a las potestades de dicho funcionario no tiene sustento jurídico ni lógico, en el caso bajo
estudio, por varias razones. En primer lugar, porque se niega todo sentido a la participación obligatoria
del Ministerio Público Fiscal, otorgada por las Constituciones y la ley en determinados procesos o en
materias que enuncian… pues si por expresas disposiciones legales, el Ministerio Público Fiscal debe
intervenir en ciertas causas, emitir opinión y plantear, eventualmente, sus objeciones al procedimiento,
va de suyo que está habilitado para cuestionar, en otra instancia, las medidas adoptadas por el juez
cuando éstas desatienden sus observaciones sin fundamento; de otra manera, cabría concluir que la
intervención de este funcionario es meramente “decorativa”. Por lo tanto… el participante puede utilizar
las vías recursivas ordinarias y extraordinarias que la ley prevé; de lo contrario, las normas que imponen
su participación carecerían de razón y su cometido sería ineficaz” [162].
Por último, justo es referenciar un fallo del Tribunal Superior de Justicia en el que puntualiza que en
materia civil el Ministerio Público Fiscal carece de legitimación recursiva cuando no está reglada
expresamente su intervención para el caso. En ese sentido expuso: Los supuestos que justifican la
participación del Ministerio Público Fiscal en el ámbito civil son de interpretación estricta, de donde se
infiere que su intervención sólo es admisible en los casos expresamente reglados. De este modo, si no
existe un precepto adjetivo que especial y específicamente autorice al Ministerio Público Fiscal a
intervenir en juicio civil, luego su participación deviene en inadmisible, aún cuando en la causa se
encuentre involucrado un interés público. Se subraya que la ausencia de un precepto legal que en
términos expresos otorgue al Ministerio Fiscal facultades para participar en calidad de parte en la
categoría de procedimiento que aquí se tramita, impide conceptuar que el recurso de casación articulado
en autos por el Fiscal de Cámaras resulte formalmente admisible.
Y ellos es así por más que la intención que guía su pretensión de rescindir la decisión de la a quo sea
de carácter social22.
c) Valor de los dictámenes del Ministerio Público

21
Auto N° 19 del 04.03.10 “Cardozo, Gerardo Rene y Andrea Lanfranco c/Elvio Lerda y Otros-Ordinario” (Diario Jurídico N° 1878
del 09/06/10).
22
Auto N° 377 del 12.10.11. "Boccolini Gustavo Luis c/ Dirección del Registro General de la Provincia-Rec. Apela c./Decisión
autoridad administrativa o Persona Pub. No estatal (Civil) Recurso de casación" (Diario Jurídico N° 2277 del 19.03.12)

.-:245:-.
La Revuelta
Como ya se ha aludido en apartados previos, de esta clase teórica recalcamos la idea de que aun
cuando los dictámenes de este órgano son indispensables en forma previa a decidir cualquier cuestión en
que estén en juego los intereses de los incapaces o el orden público, estos no son vinculantes; el juez debe
fallar conforme a derecho, independientemente de que la decisión que estime apropiada coincida o no
con el dictamen emitido por el Ministerio Público [164].

[125] Falcón, ob. cit., pág. 339. Hay que dejar a salvo -claro está- el supuesto en que los allanados también hubieren sido
culpables de la reclamación o se encontraren en mora; en tal caso, también deberán soportar las costas juntamente con los
litisconsortes que resistieron, conforme lo dispone el art. 131 del C.P.C.C.-
[126] Vénica, Código Procesal Civil y Comercial de la Pcia. de Cba., Edit. Marcos Lerner, tomo II, pág. 244.-
[127] Es la solución propiciada por el notable procesalista Oscar Hugo Vénica. En mi opinión, bastaría denunciar el déficit de
la integración mediante un escrito, en cualquier estadio procesal, ofreciendo prueba si es necesario acreditar alguna cuestión
de hecho. Ante ese pedido, el tribunal, si es ostensible el defecto de integración, procederá a integrar inmediatamente la
litis; si no surge de autos, ordenará correr traslado a la contraria, si lo estima pertinente, dispondrá la producción de la
prueba ofrecida, y dictará resolución. -
[128] Conf. Falcón, ob. cit., pág. 331; y Cám. Nac. Civ., sala “B”, 14-5-87, L.L. 1987 –D- pág. 318.-
[129]Giannini, Leandro J. “Los derechos de incidencia colectiva en el Proyecto de Código Civil y Comercial (Aportes para su
redefinición)”, DJ05/09/2012, 89.
[130] Juzg. 44 CC, Dr. Alicia del Carmen Mira, en autos “Fundación Club de Derecho Argentina c/ Banco Itaú Argentina S.A. –
Abreviado – Otros” (Expte N° 2849064/36), decreto de fecha 31/05/2016.
[131] Ferreyra de De la Rúa-González de la Vega de Opl, Teoría General del Proceso, Edit. Advocatus, Tomo I, pág. 259.-
[132] Ferreyra de De la Rúa-González de la Vega de Opl, ob. cit., pág. 259-260.-
[133] Díaz, Clemente, Instituciones de derecho procesal, Edit. Abeledo - Perrot, Bs. As., Tomo II –A-, pág. 458.-
[134] Autores citados por Junyent Bas, Francisco, “El rol institucional del Ministerio Público. A propósito de su legitimación en
causas civiles, concursales, de familia, de relaciones de consumo y acciones colectivas donde esté de por medio el orden
público”; Semanario Jurídico nro. 1652, del 10/04/08, pág. 457.
[135] Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil”, DFyP 2014 (octubre), 144.
[136] Camps, Carlos E. “La capacidad de ejercicio de derechos en el proceso civil”, RCCyC 2016 (marzo), 3.
[137] SCBA, 15-04-58, L.L. 93-605.-
[138] Vénica, Oscar Hugo, ob. cit., Tomo I, pág. 297.-
[139] Vénica, ob. cit., Tomo I, pág. 297.-
[140] Lorenzetti, Ricardo Luis, ob. cit., Tomo I, pág. 457.
[141] Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil”, DFyP 2014 (octubre), 144.
[142] Ferreyra de De la Rúa-González de la Vega de Opl, ob. cit., pág. 264.-
[143] Junyent Bas - Flores, El Ministerio Público Fiscal: algo más que un órgano penal; Sem. Jurídico nro. 1479, pág. 485.
[144] Ídem nota anterior, pág. 486.
[145] Dictamen C nro. 752 del 4/9/01 en autos "Barboza Malvina René y otros c/ Provincia de Córdoba -Ordinario-Recurso de
inconstitucionalidad-”. -
[146] "Jiménez Tomas c/ Citibank N.A. y otra -Ordinario-Recurso Directo-" ("J" 05/01), Sentencia nro. 72 del 21 de julio de
2003; Semanario Jurídico nro. 1424, del 04/09/03.-
[147] Junyent Bas-Flores, ob. cit. pág. 487.-
[148] Ídem nota anterior.
[149] En contra: TSJ, in re Jiménez c/ Citibank, fallo citado. En la referida resolución, el tribunal casatorio estimó que si no
existe una norma adjetiva que especial y específicamente otorgue competencia al Ministerio Público Fiscal para intervenir en
juicio civil, la misma deviene en inadmisible, aun cuando en la causa se encuentre involucrado el interés público. Destacó
que: “lo expuesto importa ya dos soluciones a la cuestión a resolver y las mismas pueden ser enunciadas del siguiente modo:
1) para que se encuentre habilitada la legitimación procesal del Ministerio Público Fiscal resulta indispensable que exista una
norma atributiva de tal función y 2) La participación del Ministerio se vincula a cuestiones de índole social o pública, y por lo
tanto la omisión de la misma no puede ser subsanada por el consentimiento tácito de un particular”.
[150] Alem de Quiroga, Liliana Emilce, Intervención del Ministerio Público Fiscal en los juicios de insania e inhabilitación
judicial; Sem. Jur. nro. 1431, 23/10/03, pág. 517.-

.-:246:-.
La Revuelta
[151] Junyent Bas-Flores, ob. cit., pág. 489.-
[152] Vénica, Oscar Hugo, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba..., Edit. Marcos Lerner, Tomo VI, pág.
86.-
[153] En este aspecto, se puede consultar con provecho Carranza, Gustavo, “El fiscal y la declamatoria, Foro de Cba. Nro. 51,
pág. 107 y ss.
[154] T.S.J., Jiménez c/ Citibank N.A., fallo cit. nota 146.
[155] Ídem nota anterior.
[156] Fiscalía General, Dictamen C-44 in re "JIMENEZ TOMAS C/ CITIBANK N.A. Y OTRA – ORDINARIO RECURSO DIRECTO"
(febrero de 2002). En otros pasajes, el Sr. Fiscal Gral. subrayó que “Si bien la relación de consumo tiene base contractual y
por ello puede quedar subsumida en alguno de los ámbitos legales tradicionales del ordenamiento jurídico, el interés
comprometido impone que tales relaciones sean juzgadas a la luz de ciertas líneas directrices propias. Es en función de ello
que se contempla la obligatoria intervención del Ministerio Público como fiscal de la ley. Dicho órgano debe velar por la
aplicación de las reglas generales de consumo que hacen a la defensa de los intereses despersonalizados, por lo que su
intervención se impone, aunque se trate de un reclamo de naturaleza particular, como el de marras.
[157] TSJ, Sala Civil, Sentencia N° 62 del 03/06/2015 “FERNÁNDEZ, RUPERTO C/ LIBERTAD S.A. – ORDINARIO – COBRO DE
PESOS – RECURSO DE APELACIÓN – RECURSO DE CASACIÓN” (F 28/13) (Expte. N.º 1741312/36).
[158] Vénica, Oscar, ob. cit., Tomo III, pág. 390.
[159] En la misma tesitura, se puede consular Alsina, Hugo, Tratado teórico-práctico de derecho procesal civil y comercial,
Tomo I, Cía. Arg. De Editores, pág. 513.
[160] Vénica, Oscar Hugo, El Ministerio Público Fiscal en los procesos no penales. Legitimación para recurrir; Semanario
Jurídico nro. 1618, del 25/07/07, pág. 109 y ss.
[161] Fernández, Raúl, Impugnaciones ordinarias y extraordinarias en el CPCC de Córdoba, Edit. Alveroni, pág. 78.
[162] Fernández, Raúl, ob. cit., pág. 79.-
[163] En la misma postura, Palacio, Lino E.-Alvarado Velloso, Adolfo, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, explicado
y anotado jurisprudencialmente y bibliográficamente, Tomo 6, Edit. Rubinzal - Culzoni, nro. 2471.5.1, pág. 31.-
[164] La Ley Cba., 2001, pág. 1144, fallo citado por Vénica, en el Ministerio Público Fiscal en los procesos no penales.
Legitimación para recurrir. -

.-:247:-.
La Revuelta
7.1
FUERO PENAL Y MINISTERIO PUBLICO
Normas Aplicables

.-:248:-.
La Revuelta
CONSTITUCIÓN NACIONAL
Artículo 120.- El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los
intereses generales de la sociedad en coordinación con las demás autoridades de la República. Está
integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás
miembros que la ley establezca. Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de
remuneraciones.

CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA


MINISTERIO PÚBLICO. ORGANIZACIÓN. Artículo 171.- El Ministerio Público está a cargo de un Fiscal
General y de los fiscales que de él dependan según lo establece la ley orgánica respectiva. Ejerce sus
funciones con arreglo a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y dependencia
jerárquica en todo el territorio de la Provincia. El Fiscal General fija las políticas de persecución penal e
instruye a los fiscales inferiores sobre el cumplimiento de sus funciones conforme al párrafo anterior, de
acuerdo a las leyes.
FUNCIONES. Artículo 172.- El Ministerio Público tiene las siguientes funciones:
1. Preparar y promover la acción judicial en defensa del interés público y los derechos de las personas.
2. Custodiar la jurisdicción y competencia de los tribunales provinciales y la normal prestación del servicio
de justicia y procurar ante aquéllos la satisfacción del interés social.
3. Promover y ejercitar la acción penal pública ante los tribunales competentes, sin perjuicio de los
derechos que las leyes acuerden a los particulares.
4. Dirigir la Policía Judicial.
COMPOSICIÓN. Artículo 173.- El Fiscal General de la Provincia debe reunir las condiciones exigidas para
ser miembro del Tribunal Superior de Justicia y tiene iguales incompatibilidades e inmunidades. Dura en
sus funciones cinco años y puede ser designado nuevamente.
Los demás miembros del Ministerio Público, son inamovibles mientras dure su buen desempeño, gozan
de todas las inmunidades y tienen iguales incompatibilidades que los jueces.
Son designados y removidos en la misma forma y con los mismos requisitos que los miembros del Poder
Judicial, según su jerarquía.

LEY ORGANICA DEL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL


Artículo 1º.- FUNCION: El Ministerio Público forma parte del Poder Judicial. Goza de independencia
orgánica funcional. Tiene por misión actuar en defensa del interés público y los derechos de las personas,
procurar ante los tribunales la satisfacción del interés social y custodiar la normal prestación del servicio
de justicia. Para el mejor cumplimiento de sus funciones contará con una cuenta especial del presupuesto
del Poder Judicial.
Artículo 3º.- PRINCIPIOS DE ACTUACION: Ejerce sus funciones por medio de sus órganos propios,
ajustado a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y dependencia jerárquica, con
arreglo a las leyes.
Artículo 4º.- SUBORDINACION JERARQUICA: El Ministerio Público se organiza jerárquicamente. Cada
Fiscal controlará el desempeño de quienes lo asisten y será responsable por la gestión que ellos tienen a
su cargo, pudiendo impartir instrucciones a los fiscales inferiores con arreglo a lo dispuesto en el Título
IV. Los funcionarios que asisten a un superior jerárquico y los órganos inferiores, deben obediencia a sus
instrucciones.
.-:249:-.
La Revuelta
Artículo 5º.- INTEGRACIÓN. El Ministerio Público está integrado por el Fiscal General, cuatro (4) Fiscales
Adjuntos y los Fiscales de Cámara en lo Correccional, de Instrucción, en lo Civil y Comercial, de Familia y
en lo Penal Juvenil en el número que determine la Ley. El Fiscal General delega la competencia material
y territorial en que actuarán cada uno de los Fiscales Adjuntos, la que podrá reasignar, ampliar, modificar
o disponer su actuación conjunta, en cualquier momento y, además, establece el orden de subrogación
entre estos en caso de inhibición, recusación, vacancia, ausencia o impedimento.

Funciones y Atribuciones
Artículo 9º.- FUNCIONES: El Ministerio Público tiene las siguientes funciones:
1) Preparar, promover y ejercitar la acción judicial en defensa del interés público y los derechos de las
personas, con arreglo a las leyes.
2) Custodiar la jurisdicción y competencia de los tribunales provinciales y la normal prestación del servicio
de justicia.
3) Promover y ejercitar la acción penal pública ante los tribunales competentes, sin perjuicio de los
derechos que las leyes acuerden a los particulares.
4) Dirigir la Policía Judicial.
5) Intervenir en los procesos relativos al estado civil de las personas y en todas aquellas cuestiones de
familia en las que resulte comprometido el interés público.
6) Intervenir en las causas contencioso administrativas de acuerdo a lo que establezca la ley de la materia.
7) Ejercer las demás funciones que las leyes le acuerden.
Artículo 10º.- ATRIBUCIONES. En el ejercicio de sus funciones el Ministerio Público cuenta con las
siguientes atribuciones:
1) Concurrir a los lugares de detención cuando lo estime conveniente y asistir a las visitas que a los
mismos efectúe el Tribunal Superior de Justicia.
2) Requerir el auxilio de las autoridades provinciales y de la fuerza pública.
3) Impartir instrucciones a los inferiores jerárquicos.
4) Impartir órdenes e instrucciones generales y particulares a los integrantes de la Policía Judicial a través
de los órganos competentes para cada caso.
5) Ejercer las demás facultades que las leyes le asignen.

Fiscal General
Artículo 15º.- FISCAL GENERAL: El Fiscal General es la máxima autoridad del Ministerio Público y el
responsable de su correcto y eficaz funcionamiento.
Artículo 19º.- FUNCIONES: Los Fiscales Adjuntos colaboran con el Fiscal General en el cumplimiento de
sus funciones y en los asuntos que aquél les encomendare, conforme al Reglamento a que se refiere el
Artículo 16, inciso 5.

Policía Judicial
Artículo 52º.- COMPOSICION. -La Dirección General de Policía Judicial depende en forma directa del
Fiscal General. Se encuentra a cargo de un Director General y se estructura de la siguiente forma:
1) Dirección de Sumarios y Asuntos Judiciales; 2) Dirección de Policía Científica; 3) Dirección de
Investigación Operativa, y 4) Dirección de Análisis Criminal y Tecnologías de la Información. Tiene su sede
en la Primera Circunscripción Judicial.

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La Revuelta
El Fiscal General establecerá delegaciones en las demás circunscripciones con arreglo a la
reglamentación.
Artículo 57.- DIRECTOR GENERAL. FUNCIONES. Son funciones del Director General:
1) Conducir y representar a la Policía Judicial de acuerdo a las directivas que imparta el Fiscal General, y
organizar, dirigir y coordinar las Direcciones bajo su dependencia;
2) Proponer al Fiscal General las adecuaciones y modificaciones de la estructura interna y de los
protocolos de actuación de la Policía Judicial, como así también la celebración de convenios para el
desarrollo de sus funciones;
3) Prestar la colaboración y cumplimentar las órdenes que le requieran o impartan los magistrados y
demás funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio Público en las materias de su competencia y
conforme la legislación vigente, con conocimiento y autorización del Fiscal General;
4) Organizar y coordinar los recursos materiales y humanos de la Policía Judicial, promoviendo su
capacitación y especialización, y
5) Toda otra que le encomiende el Fiscal General.
Dirección de Sumarios y Asuntos Judiciales
Artículo 59.- INTEGRACIÓN. La Dirección de Sumarios y Asuntos Judiciales está a cargo de un Director y
se integra con los Ayudantes Fiscales y los empleados de las unidades judiciales.
Artículo 63º.- AMBITO DE ACTUACION: Los Ayudantes Fiscales se desempeñarán en las dependencias de
la Policía de la Provincia en donde se labren sumarios de prevención; en las Unidades Regionales y en las
dependencias del interior de la Provincia que disponga el Fiscal General. Deberán residir en la localidad
en que presten servicios, excepto cuando se disponga su afectación transitoria a otra dependencia,
conforme al Artículo 16, inciso 14. En todos los casos el Fiscal General podrá disponer los cambios y
rotaciones que estime convenientes.
Artículo 64º.- FUNCIONES: Los Ayudantes Fiscales tienen las siguientes funciones:
1) Informar al Fiscal de Instrucción de todos los hechos delictivos cometidos en el ámbito de su actuación.
2) Practicar los actos de investigación que les ordene el Fiscal de Instrucción o sus Secretarios de
conformidad a las normas del Código Procesal Penal, ejecutando y haciendo ejecutar las instrucciones
que a ese fin les impartan sus superiores. En caso de urgencia podrán adoptar las medidas cautelares
imprescindibles, con arreglo al Código Procesal Penal. Así mismo podrán requerir la orden de
allanamiento al Juez competente en forma fundada, con noticia previa al Fiscal de Instrucción.
3) Controlar la observancia de las normas constitucionales y legales relativas a los derechos y garantías
de los imputados y de toda otra persona involucrada en la investigación, debiendo informar
inmediatamente al Fiscal de Instrucción en caso de que los mismos fuesen vulnerados.
4) Brindar atención e información a los letrados, con arreglo a la ley.
5) Conocer y juzgar administrativamente las faltas cuya competencia le atribuye el Código de Convivencia
Ciudadana de la Provincia de Córdoba.
Artículo 68º.- OFICIALES Y AUXILIARES DE LA INVESTIGACION: Los Oficiales y Auxiliares de la
Investigación, cumplirán las funciones que el Código Procesal Penal acuerda a los Oficiales y Auxiliares de
la Policía Judicial, con arreglo a la reglamentación que el Fiscal General establezca y bajo la directa e
inmediata dependencia de los Ayudantes Fiscales.

Dirección de Policía Científica


Artículo 69.- FUNCIONES. La Dirección de Policía Científica tiene a su cargo la cooperación técnica
criminalística necesaria para el ejercicio de las funciones del Ministerio Público, en cumplimiento de los
.-:251:-.
La Revuelta
artículos 302 y concordantes de la Ley Nº 8123 -Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba-, y sus
modificatorias. Está a cargo de un Director quien debe reunir los requisitos establecidos en el artículo 54
de esta Ley, título universitario en carreras afines a las ciencias que integran dicha Dirección y tres (3)
años de ejercicio en la profesión o como agente del Poder Judicial. El Director de Policía Científica
coordina las áreas técnicas y subáreas que la integran, efectuando propuestas para su mejor
desenvolvimiento orgánico y técnico, y controla el cumplimiento de las obligaciones y deberes de sus
miembros, con sujeción a las pautas que imparta el Fiscal General por intermedio del Director General
de Policía Judicial.
Artículo 70.- INTEGRACIÓN. La Dirección de Policía Científica está integrada por las siguientes Áreas
Técnicas:
1) Medicina y Química Legal;
2) Reconstrucción Criminal, y
3) Física - Mecánica. Las Áreas Técnicas se integrarán a su vez con subáreas especializadas de acuerdo lo
determinen los reglamentos que dicte y la organización que establezca el Fiscal General. El Fiscal General
puede modificar o ampliar esta organización cuando las necesidades del servicio así lo requieran.
CODIGO PROCESAL PENAL DE CÓRDOBA

Ministerio Público
Artículo 71.- FUNCIÓN. El Ministerio Público promoverá y ejercerá la acción penal en la forma establecida
por la ley, dirigirá la Policía Judicial y practicará la investigación fiscal preparatoria.
Artículo 72.- FISCAL GENERAL. El Fiscal General actuará en los recursos extraordinarios ante el Tribunal
Superior en la forma prevista por este Código.
Artículo 73.- FISCAL DE CÁMARA DEL CRIMEN Y CORRECCIONAL. Además de las funciones acordadas por
la Ley el Fiscal de Cámara del Crimen actuará durante el juicio ante el Tribunal respectivo. Podrá llamar
al Fiscal de Instrucción que haya intervenido en la investigación preparatoria, por intermedio del Tribunal
en los siguientes casos:
1) Cuando se trate de un asunto complejo, para que le suministre información o coadyuve con él, incluso
durante el debate.
2) Si estuviere en desacuerdo fundamental con el requerimiento fiscal o le fuere imposible actuar, para
que mantenga oralmente la acusación.
Iguales atribuciones tendrá el Fiscal en lo Correccional.
Actuará también el Fiscal de Cámara en los Recursos deducidos ante la Cámara del Crimen en la forma
prevista por este Código.
Artículo 74.- FISCAL DE CÁMARA DE ACUSACIÓN. Además de las funciones acordadas por la ley, el Fiscal
de Cámara de Acusación actuará en los recursos deducidos ante ella en la forma prevista por este Código.
Artículo 75.- FISCAL DE INSTRUCCIÓN. El Fiscal de Instrucción dirigirá la investigación fiscal, practicando
y haciendo practicar los actos inherentes a ella y actuará ante el Juez de Control cuando corresponda.

Investigación Penal Preparatoria


Procedimiento
Disposiciones generales
Artículo 301.- PROCEDENCIA Y TITULARIDAD. Los delitos de acción pública serán investigados con
arreglo a las disposiciones del presente Título. La investigación penal preparatoria será practicada por el

.-:252:-.
La Revuelta
Fiscal de Instrucción (328 y ss.) y sólo en el caso previsto en el artículo 340 estará a cargo del Juez de
Control.
Artículo 302.- FINALIDAD. La investigación penal preparatoria deberá impedir que el delito cometido
produzca consecuencias ulteriores y reunir las pruebas útiles para dar base a la acusación (355) o
determinar el sobreseimiento (350).
Artículo 303.- OBJETO. La investigación penal tendrá por objeto:
1) Comprobar si existe un hecho delictuoso, mediante todas las diligencias conducentes al
descubrimiento de la verdad.
2) Establecer las circunstancias que califiquen el hecho, lo agraven, atenúen o justifiquen, o influyan en
la punibilidad.
3) Individualizar a sus autores, cómplices e instigadores.
4) Verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia y antecedentes
del imputado; el estado y desarrollo de sus facultades mentales, las condiciones en que actuó, los motivos
que hubieran podido determinarlo a delinquir y las demás circunstancias que revelen su mayor o menor
peligrosidad.
5) Comprobar la extensión del daño causado por el delito, aunque no se hubiera ejercido la acción
resarcitoria.
Artículo 312.- CARACTER DE LAS ACTUACIONES. El sumario podrá ser examinado por las partes y sus
defensores a partir de la declaración del imputado o aun antes, si así lo autoriza el Fiscal de Instrucción o
el Juez de Control a cargo de la investigación.
Se podrá ordenar el secreto de las actuaciones por resolución fundada, siempre que la publicidad ponga
en peligro el descubrimiento de la verdad, con excepción de las actuaciones referentes a los actos
mencionados en el artículo 308 de este Código.
El secreto no podrá durar más de diez (10) días y será decretado sólo una vez, salvo que la gravedad del
hecho o la dificultad de su investigación exijan que aquélla sea prolongada hasta por otro tanto. Pero si
se lograre la detención de un prófugo o surgieren nuevas imputaciones el secreto podrá volver a
decretarse del mismo modo.
En este caso el Fiscal de Instrucción deberá solicitar autorización al Juez de Control y éste, cuando
corresponda investigación jurisdiccional, a la Cámara de Acusación.
El sumario será siempre secreto para los extraños, con excepción de los abogados y auxiliares que tengan
algún interés legítimo o si ello pusiera en serio peligro derechos de terceros en cualquier momento de
las actuaciones.
Las partes, sus defensores, auxiliares y los sujetos mencionados en los párrafos anteriores estarán
obligados a guardar secreto sobre los actos y constancias de la investigación.

Denuncia
Artículo 314.- FACULTAD DE DENUNCIAR. Toda persona que tenga noticia de un delito perseguible de
oficio podrá denunciarlo al Fiscal de Instrucción o a la Policía Judicial.
Cuando la acción penal dependa de instancia privada, sólo podrá denunciar quien tenga facultad para
instar.
Artículo 315.- FORMA. La denuncia podrá presentarse en forma escrita o verbal, personalmente o por
mandatario especial.
En el último caso deberá acompañarse el poder.

.-:253:-.
La Revuelta
La denuncia escrita será firmada ante el funcionario que la reciba. Cuando sea verbal, se extenderá un
acta de acuerdo con el Capítulo 2, Título VI del Libro Primero.
En ambos casos, el funcionario comprobará y hará constar la identidad del denunciante.
Artículo 316.- CONTENIDO. La denuncia deberá contener, en cuanto fuere posible, la relación
circunstanciada del hecho, con indicación de sus partícipes, damnificados, testigos y demás elementos
que puedan conducir a su comprobación y calificación legal. Cuando la denuncia fuere formulada por el
titular de la acción civil, podrá contener también la manifestación prevista en el inciso 1) del Artículo 25.
Artículo 317.- OBLIGACION DE DENUNCIAR. EXCEPCION. Tendrá obligación de denunciar los delitos
perseguibles de oficio:
1) Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones.
2) Los médicos, parteras, farmacéuticos y demás personas que ejerzan cualquier ramo del arte de curar,
que conozcan esos hechos al prestar los auxilios de su profesión, salvo que el conocimiento adquirido por
ellos esté por la ley bajo el amparo del secreto profesional.
Artículo 318.- RESPONSABILIDAD DEL DENUNCIANTE. El denunciante no será parte del proceso, no
incurrirá en responsabilidad alguna, excepto los casos de falsedad o calumnia.
Artículo 319.- DENUNCIA ANTE EL FISCAL DE INSTRUCCION. Cuando proceda la investigación fiscal
preparatoria, el Fiscal que reciba la denuncia actuará de inmediato. Si se tratare de un hecho por el que
procede investigación jurisdiccional, el Fiscal formulará requerimiento conforme al artículo 341, en el
término de tres días, salvo que por la urgencia del caso deba actuarse de inmediato. Si el Fiscal requiere
la desestimación y el Juez no estuviera de acuerdo, regirá el artículo 359.
Artículo 320.- DENUNCIA ANTE LA POLICIA JUDICIAL. Cuando la denuncia fuere presentada ante la
Policía Judicial, ésta actuará con arreglo a los artículos 324 y 326.

Actos de la Policía Judicial


Artículo 321.- FUNCION. La Policía Judicial por orden de autoridad competente o, en casos de urgencia,
por denuncia o iniciativa propia, deberá investigar los delitos de acción pública, impedir que los
cometidos sean llevados a consecuencias ulteriores, individualizar a los culpables y reunir las pruebas
útiles para dar base a la acusación o determinar el sobreseimiento. Si el delito fuere de acción pública
dependiente de instancia privada, sólo deberá proceder cuando reciba la denuncia prevista por el artículo
6.
Artículo 322.- COMPOSICION. Serán oficiales y auxiliares de la Policía Judicial los funcionarios y
empleados a los cuales la ley acuerde tal carácter. Serán considerados también oficiales y auxiliares de la
Policía Judicial los de la Policía Administrativa y los de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, cuando cumplan
las funciones que este Código establece.
La Policía Administrativa y la Fuerza Policial Antinarcotráfico actuarán siempre que no pueda hacerlo
inmediatamente la Policía Judicial y, desde que esta intervenga, serán su auxiliar.
Artículo 323.- SUBORDINACIÓN. Los oficiales y auxiliares de la Policía Judicial serán nombrados y
removidos conforme a lo dispuesto por la Ley Nº 7826 y sus modificatorias –Orgánica del Ministerio
Público Fiscal-. Cumplirán sus funciones bajo la superintendencia directa del Ministerio Público y deberán
ejecutar las órdenes que les impartan los Jueces, Fiscales y Ayudantes Fiscales. Los oficiales y agentes de
la Policía Administrativa y de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, en cuanto cumplan actos de Policía
Judicial, estarán en cada caso bajo la autoridad de los Jueces y Fiscales, sin perjuicio de la autoridad
general administrativa a que estén sometidos.
Artículo 324.- ATRIBUCIONES. La Policía Judicial tendrá las siguientes atribuciones:
.-:254:-.
La Revuelta
1) Recibir denuncias.
2) Cuidar que el cuerpo, instrumentos, efectos y rastros del delito sean conservados, mediante los
resguardos correspondientes, hasta que llegue al lugar el Fiscal de Instrucción.
3) Si hubiere peligro de que cualquier demora comprometa el éxito de la investigación, hacer constar el
estado de las personas, cosas y lugares, mediante inspecciones, planos, fotografías, exámenes técnicos y
demás operaciones que aconseje la policía científica.
4) Proceder a los allanamientos del artículo 206, a las requisas urgentes con arreglo al 209 y a los
secuestros impostergables.
5) Si fuera indispensable, ordenar la clausura del local en que se suponga, por vehementes indicios, que
se ha cometido un delito grave, o proceder conforme al artículo 274.
6) Interrogar sumariamente a los testigos presumiblemente útiles para descubrir la verdad.
7) Citar y aprehender al presunto culpable en los casos y forma que este Código autoriza.
8) Recibir declaración al imputado, sólo si éste lo pidiera, en las formas y con las garantías que establecen
los artículos 258 y ss.
9) Usar de la fuerza pública en la medida de la necesidad.
Artículo 325.- PROHIBICIONES. Los oficiales y auxiliares de la Policía Judicial no podrán abrir la
correspondencia que resguarden o hubieran secuestrado por orden de autoridad judicial competente,
sino que la remitirán intacta a ésta. Sin embargo, en los casos urgentes podrán ocurrir a la más inmediata,
la que autorizará la apertura si lo creyere oportuno.
Tampoco podrán difundir a los medios de prensa los nombres y fotografías de las personas investigadas
como participantes de un hecho, salvo que mediare expresa autorización del órgano judicial competente
(Constitución Provincial, artículo 19 incs. 2 y 12 y artículo 50).
Artículo 326.- COMUNICACION Y PROCEDIMIENTO. Los oficiales de la Policía Judicial comunicarán
inmediatamente al Fiscal de Instrucción todos los delitos que llegaren a su conocimiento y practicarán los
actos urgentes que la ley autoriza y los que aquél les ordenare, observando las normas que
este Código establece.
Sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 278, las actuaciones y las cosas secuestradas serán remitidas
al Fiscal de Instrucción o al Juez de Paz (39), dentro del plazo de tres días de iniciada la investigación; pero
dichos funcionarios podrán prorrogarlo por otro tanto cuando aquélla sea compleja o existan obstáculos
insalvables.

REGLAMENTO FG N° 72/15
Ref.: PROYECTO DE TRABAJO DEL MPF. Eje Gestión de Calidad. Nuevo Reglamento para Unidades
Judiciales Especiales.

Y VISTO:
I. El Proyecto de Trabajo del Ministerio Público Fiscal, previsto en Resolución 01/15, Eje: “Gestión de
Calidad, Componente: “Mejora de procesos internos de gestión en Policía Judicial y Fiscalías de
Instrucción de Capital e Interior”, Proyecto: “Optimizar Coordinación entre Unidades Judiciales y Fiscalías
de Instrucción Especializadas”.
II. La necesidad de reformular y especificar el ámbito de actuación de las Unidades Judiciales Especiales,
a fin de optimizar el servicio de Justicia; brindando mayor calidad y eficacia de la respuesta judicial en los
hechos delictivos que por su especificidad, tipología y/o complejidad investigativa requieren la
intervención de personal especializado.
.-:255:-.
La Revuelta
Y CONSIDERANDO:
I. Que por Reglamento N° 13, del 31/03/1998 de Fiscalía General, se establecieron, entre otras
cuestiones, la materia específica sobre la cual intervendría respectivamente cada Unidad Judicial Especial.
II. Que además existen otras normas referidas al ámbito de actuación de las Unidades Judiciales
Especiales, a saber: Reglamento N° 55 de fecha 06/04/2006 –modificatoria del Reglamento N° 13/98-,
Instrucción General N° 2/05 de fecha 17/03/2005, Instrucción General N° 3/09 de fecha 09/05/2009,
Resolución N° 04/11 del 06/06/11 dictadas por Fiscalía General, y Acuerdo N° 10 del Tribunal Superior de
Justicia.
III. Que del análisis de los informes estadísticos de las causas que tramitan las Unidades Judiciales se
advierte un importante crecimiento de sumarios que se derivan o inician en las Unidades Judiciales
Especiales. Un gran porcentaje de ellos exceden sustancialmente la órbita de actuación respectiva, toda
vez que no revisten las características de especificidad establecidas en el Reglamento N° 13 y sus
modificatorias. Sólo a modo ejemplificativo véase que durante los años 2012/2013 en la Unidad Judicial
Homicidios se tramitaron numerosas causas en las que se investigaron hechos calificados como Agresión,
Amenazas, Lesiones leves, Resistencia a la autoridad, Homicidios culposos y Daños, entre otros. Lo mismo
se advierte en la Unidad Judicial Robos y Hurtos, en las que, a pesar de la especificidad tendiente a la
persecución de hechos lesivos de la propiedad, se investigaron hechos calificados como Amenazas,
Lesiones leves, Resistencia a la autoridad, Coacción, Privación ilegítima de la libertad, entre otras; además
de Daños y Estafas.
IV. Que teniendo en cuenta las mencionadas estadísticas actuales, y la normativa diseminada en distintas
instrucciones y reglamentos vigentes a la fecha, resulta oportuno e imperioso reformular aquellos
criterios tenidos en cuenta por el Reglamento N° 13/98 de Fiscalía General y sus modificatorias; y unificar
la normativa vigente en un sólo instrumento.
V. Que los nuevos criterios tienen por objetivo precisar en qué tipos de hechos deben intervenir las
Unidades Judiciales Especiales, evitando la saturación de trabajo con investigaciones que corresponden
a las Unidades Judiciales de Distrito, para así optimizar los recursos humanos y materiales especiales que
se aplican para investigar la delincuencia especializada.
Por todo ello y conforme las facultades regladas en los art. 9 inc. 4, 10 inc.
4°, 15 y 16 inc. 5 y 9 de la ley 7.826;
EL FISCAL GENERAL RESUELVE:
1) Reglamentar en cuáles hechos intervendrán las Unidades Judiciales Especiales, en los siguientes
términos:
Unidad Judicial Homicidios: Intervendrá en los hechos calificados prima facie como Homicidios dolosos –
y sus tentativas -; en las muertes de etiología dudosa cuando existan elementos suficientes para presumir
la probable comisión de un delito doloso; en los hechos calificados “prima facie” como Aborto; y en las
denuncias por ausencia de personas en las que, en virtud de las circunstancias del caso, el Fiscal
interviniente lo disponga.
Unidad Judicial Sustracción de Automotores: Intervendrá en todos los hechos de desapoderamiento de
automotores acaecidos en los cuatro Distritos Judiciales, cualquiera fuera la figura penal que los atrape.
A tales efectos, cuando las actuaciones se inicien en las Unidades Judiciales de número respectivas, se
dispondrán las medidas procesales urgentes -comunicación a la Fiscalía Interviniente, pedido de
secuestro, oficio a las distintas autoridades, entrega de vehículo en caso de hallazgo, y toda otra directiva
que imparta el Fiscal Interviniente-, luego de lo cual serán remitidas a la Unidad Judicial Especial para su
.-:256:-.
La Revuelta
prosecución. Una vez recibidas en ésta, se les dará un tratamiento sistemático y metódico a los datos
obtenidos de las investigaciones, para lo cual la Unidad Judicial Especial contará con la colaboración de
la Dirección de Análisis Criminal y Tecnologías de la Información y del Departamento de Informática y
Comunicaciones del Ministerio Público Fiscal.
Unidad Judicial Robos y Hurtos: Intervendrá en los hechos de robos y/o hurtos cuya gravedad amerite la
intervención especializada, esto es: bandas armadas –en sentido amplio-; multiplicidad de víctimas;
criminalidad organizada o con presumibles conexiones regionales o con otras provincias y en los hechos
calificados prima facie como Homicidio en ocasión de robo (art. 165 del CP).
Unidad Judicial Delitos Económicos: Intervendrá en los hechos tipificados por la ley 9.181 y sus
modificatorias -Fuero Penal Económico y Anticorrupción Administrativa-; en los hechos investigados por
la Unidad de Investigación de Casos Complejos –en el caso de que los Fiscales lo estimen conveniente--;
cuando los damnificados sean las Instituciones Públicas o se encuentre comprometido el Erario Público;
en hechos calificados prima facie Extorsión y Chantaje; y en los hechos tipificados como Defraudaciones
en los que el Fiscal interviniente lo disponga en virtud de las circunstancias del caso.
Unidad Judicial de la Mujer y el Niño: la que en adelante se denominará Unidad Judicial de Delitos contra
la Integridad Sexual: Intervendrá en los delitos contra la integridad sexual, en todos sus tipos básicos y
calificados; en los previstos en los arts. 125 bis, 126 y 127 del C.P. -en tanto no sean de competencia de
la Justicia Federal-; y en los contenidos en el art. 17 de la Ley 12.331 (Profilaxis antivenérea).
Unidad Judicial Violencia Familiar: Intervendrá en los hechos derivados de la violencia de género, familiar
o doméstica que por su gravedad y/o complejidad –atento a las pautas que se fijen en la respectiva
Instrucción- requieran el tratamiento por parte del personal especializado en las distintas disciplinas que
la abordan. Tendrá también intervención en los hechos delictivos calificados legalmente como Supresión
y Suposición de estado civil de las personas.
Unidad Judicial Accidentología Vial: Intervendrá exclusivamente en actuaciones que se labren con motivo
de accidentes de tránsito por hechos calificados prima facie como Lesiones u Homicidios culposos.
Unidad Judicial de Lucha contra el Narcotráfico: Intervendrá en los hechos delictivos tipificados en la ley
23.737, que resulten de competencia local en virtud de la ley 10.067 (art. 34 de la Ley Nº 23.737 y del
Acuerdo Nº 10 del Tribunal Superior de Justicia, de fecha 6/11/12).
2) Comuníquese al Excmo. Tribunal Superior de Justicia; a los Sres. Fiscales, a la Dirección General de
Policía Judicial, a la Dirección General de Administración y Recursos Humanos del MPF, a la Dirección
General de Coordinación Interjurisdiccional del MPF y a los Sres. Ayudantes Fiscales. Publíquese en la
página web del Ministerio Público Fiscal (www.mpfcordoba.gob.ar).

Fiscalía General, 12 de febrero de 2015.

.-:257:-.
La Revuelta
7.1
FUERO PENAL Y MINISTERIO PUBLICO
Material de Estudio

.-:258:-.
La Revuelta
MATERIAL DE ESTUDIO FUERO PENAL

Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba


(Ley 8123 actualizada hasta la Ley 10457) - Arts. 33 a 36.
Competencia material
Artículo 33.- TRIBUNAL SUPERIOR. El Tribunal Superior conocerá de los recursos de casación,
inconstitucionalidad y revisión.
Artículo 34.- CÁMARA EN LO CRIMINAL. La Cámara en lo Criminal, a través de sus Salas Unipersonales o
como Tribunal Colegiado -de conformidad a lo previsto en los Artículos 34 bis, 34 ter, 34 quáter y
concordantes-, juzgará en única instancia de los delitos cuyo conocimiento no se atribuya a otro Tribunal.
Artículo 34 bis. - REGLA: SALAS UNIPERSONALES. Excepto lo previsto en el Artículo 34 ter, a los fines del
ejercicio de su competencia, la Cámara del Crimen se dividirá en tres (3) Salas Unipersonales, las que
procederán de acuerdo con las normas del juicio común; asumiendo la jurisdicción, respectivamente cada
uno de los Vocales, en ejercicio de las atribuciones propias del Presidente y del Tribunal encargado de
aquél.
Artículo 34 ter. - EXCEPCION: JURISDICCION EN COLEGIO. No obstante, lo previsto en el artículo anterior,
la jurisdicción será ejercida en forma colegiada en los siguientes supuestos:
1º) Cuando se tratare de causas complejas, a criterio del Tribunal, conforme a lo previsto en el Artículo
361, segunda parte.
2º) Si la defensa del imputado se opusiere al ejercicio unipersonal de la jurisdicción, a tenor de lo
establecido en el Artículo 361 segunda parte in fine.
3º) En los casos en que se hubiere dispuesto la integración con Jurados, de acuerdo a los Artículos 361 y
369.
4º) En ejercicio de la competencia atribuida a la Cámara de Acusación, en las circunscripciones judiciales
donde estos Tribunales no se hubieren establecido.
Artículo 34 quáter. - COMPETENCIA ANEXA DE LAS SALAS UNIPERSONALES. La Jurisdicción será siempre
asumida por las Salas Unipersonales, a los fines del ejercicio de la competencia del Juez Correccional en
las circunscripciones Judiciales donde este órgano no se hubiere establecido.
Artículo 35.- CÁMARA DE ACUSACIÓN. La Cámara de Acusación conocerá de los recursos que se deduzcan
contra las resoluciones de los Jueces de Control y de las cuestiones de competencia que se suscitaren
entre los Tribunales jerárquicamente inferiores.
La Cámara se dividirá en salas unipersonales para conocer y resolver los recursos de apelación que versen
sobre la libertad del imputado. En este supuesto, excepcionalmente, lo hará en forma colegiada en los
siguientes casos:
1) Cuando así lo determine la Cámara por mayoría simple en causas complejas, voluminosas o en las que
resulte necesario unificar criterios jurisprudenciales;
2) Cuando sea requerido por el representante del Ministerio Público, en forma fundada, y
3) Cuando sea peticionado fundadamente por la defensa del imputado.
Artículo 35 bis. - JUEZ DE EJECUCIÓN. Corresponderá al Juez de Ejecución, siempre que no se tratare de
procesos en los que hubiere intervenido un Tribunal de Menores:
1º) Controlar que se respeten las garantías constitucionales en el trato otorgado a los condenados y a las
personas sometidas a medidas de seguridad.
2º) Controlar el cumplimiento, por parte del imputado, de las instrucciones e imposiciones establecidas
en los casos de suspensión del Juicio a prueba, libertad condicional, y condena de ejecución condicional.
.-:259:-.
La Revuelta
3º) Controlar el cumplimiento efectivo de las sentencias de condena dictadas por los Jueces de Control,
Jueces Correccionales y Cámaras en lo Criminal, con excepción de la ejecución civil.
4º) Controlar la ejecución de las medidas de seguridad impuestas a inimputables mayores de edad.
5º) Conocer en los incidentes que se susciten durante la ejecución de la pena, con excepción de los
relacionados con el cómputo de las penas, de la revocación de la condena de ejecución condicional o de
la libertad condicional por la comisión de un nuevo delito; y de la modificación de la sentencia o de la
pena impuesta por haber entrado en vigencia una Ley más benigna.
6º) Conocer en las peticiones que presentaran los condenados a penas privativas de libertad, con motivo
de beneficios otorgados por la legislación de ejecución penitenciaria.
Artículo 36.- JUEZ DE CONTROL. El Juez de Control, de conformidad a la reglamentación que establezca
el Tribunal Superior en ejercicio de la atribución conferida por el Artículo 12, Inciso 24, de la Ley Nº 8435:
1) Practicará la investigación jurisdiccional en los supuestos previstos en los Artículos 14 y 16; y las
medidas que le correspondan durante la investigación fiscal. 2) Juzgará en única instancia en el juicio
abreviado previsto por el Artículo 356.

Acuerdo Reglamentario N° 1391 serie “A” del TSJ de fecha 6/12/2016.


(parte pertinente)
“…corresponde establecer las modificaciones administrativas e informáticas, para dar cumplimiento con
las sustituciones a las denominaciones de las Cámaras en lo Criminal dispuestas en el art. 7 de la ley
10.403. Asimismo, las Cámaras en lo Criminal y Correccional señaladas en el segundo párrafo del
mencionado artículo y Ley, asumirán sólo la competencia de las causas correccionales que se eleven a
partir del dictado del presente Acuerdo, derivando el traspaso de las que en la actualidad se tramitan en
los mencionados Juzgados Correccionales suprimidos, para su oportunidad. IV) Por otra parte, en relación
a la supresión de los Juzgados Correccionales de Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Nominación y del
Juzgado de Faltas de Primera Nominación, todos de la Primera Circunscripción Judicial con asiento en la
ciudad de Córdoba (arts. 1 y 2 de la ley 10.403), de conformidad a las facultades conferidas por el art. 8,
segundo párrafo de la mencionada ley, su implementación se efectuará cuando se cumplimente con la
designación de los cargos vacantes de los Juzgados de Control de Primera y Cuarta Nominación actuales
y nuevos de Novena y Décima Nominación (art. 4, de la ley 10.403). Hasta tanto ello ocurra, a los efectos
de coordinar el traspaso de las causas que en la actualidad se tramitan ante los mencionados Juzgados
Correccionales y poder asumir la competencia de Faltas por parte de los nuevos Juzgados de Control y
Faltas, el señor Juez de Faltas, proseguirá interviniendo en los mismos (conforme a lo ya establecido en el
Ac. N° 392, del 23 de junio de 2015), debiendo realizar un inventario de la cantidad de causas en trámite
(tanto Correccionales como de Faltas), especificando fecha de ingreso, estado procesal actual y todo otro
dato que considere de interés para su correcta redistribución futura. V) Por otra parte, de igual forma
deberá resolverse en relación a la supresión de las Fiscalías Correccionales de Primera, Segunda, Tercera
y Cuarta Nominación de la Primera Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de Córdoba, debiendo
el Sr. Fiscal General, fijar las pautas a seguir hasta tanto se cumplimente con las modificaciones legislativas.
VI) Finalmente, para dar cumplimiento a lo establecido en el punto III) que antecede, se encomienda al
Secretario General que efectúe las comunicaciones a las áreas correspondientes. Por ello, SE RESUELVE:
Artículo 1°. - ESTABLECER las modificaciones administrativas e informáticas, para dar cumplimiento con
las sustituciones a las denominaciones de las Cámaras en lo Criminal dispuestas en el art. 7 de la ley
10.403. Artículo 2°. - DISPONER que las Cámaras en lo Criminal y Correccional señaladas en el segundo
párrafo del art. 7 de la Ley 10.403, asuman sólo la competencia de las causas correccionales que se eleven
.-:260:-.
La Revuelta
a partir del dictado del presente acuerdo, derivando el traspaso de las que en la actualidad se tramitan en
los mencionados Juzgados Correccionales suprimidos, para su oportunidad. Artículo 3°. - DECIDIR que la
supresión de los Juzgados Correccionales de Primera, Segunda, Tercera y Cuarta Nominación y del Juzgado
de Faltas de Primera Nominación, todos de la Primera Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de
Córdoba (arts. 1 y 2 de la ley 10.403), se implementará cuando se cumplimente con la designación de los
cargos vacantes de los Juzgados de Control de Primera y Cuarta Nominación actuales y nuevos de Novena
y Décima Nominación (art. 4, de la ley 10.403). Artículo 4°. - ARBITRAR que el señor Juez de Faltas,
proseguirá interviniendo en las causas que en la actualidad se encuentran en trámite por ante los Juzgados
Correccionales y de Faltas, en este último caso también proseguirá interviniendo en los turnos y en las
nuevas, conforme a lo ya establecido en el Ac. N° 392, del 23 de junio de 2015, debiendo realizar un
inventario de la cantidad de expedientes en trámite (tanto Correccionales como de Faltas), especificando
fecha de ingreso, estado procesal actual y todo otro dato que considere de interés para su correcta
redistribución futura. Artículo 5°. - INFORMAR al Sr. Fiscal General, que deberá fijar las pautas a seguir
hasta tanto se cumplimente con las modificaciones legislativas (art. 3, de la ley 10.403) …”.

Acuerdo Reglamentario N° 1401 serie “A” del TSJ de fecha 23/2/2017.


(parte pertinente)
“…SE RESUELVE: Artículo 1°: IMPLEMENTAR a partir del próximo primero de marzo del año en curso, la
supresión en forma definitiva de los Juzgados Correccionales de Primera, Segunda, Tercera y Cuarta
Nominación y del Juzgado de Faltas de Primera Nominación, todos de la Primera Circunscripción Judicial
con asiento en la ciudad de Córdoba (arts. 1, 2 y 4 de la Ley 10.403 y art. 3, Acuerdo Reglamentario N°
1391, Serie “A”, de fecha 06/12/16). Artículo 2°: ASIGNAR la atención del Juzgado de Control y Faltas
Número Diez de la Primera Circunscripción Judicial, a partir del próximo primero de marzo, al actual Juez
de Faltas de Primera Nominación de la Primera Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de
Córdoba (art. 3, Acuerdo Reglamentario N° 1391, Serie “A”, de fecha 06/12/16). Artículo 3° DISPONER que
los Juzgado de Control y Faltas Nº 2, 3, 4, 5, 7, 8, 9 y 10, a partir del próximo primero de marzo del presente
año, asuman la competencia de las causas de Faltas que actualmente se vienen tramitando en el Juzgado
de Faltas suprimido. Para ello, la Mesa General de Entradas, dependiente de la Secretaría Penal del T.S.J.,
conforme al listado que proveerá la Secretaría del Juzgado de Faltas, deberá asignar a los mismos, en
forma sucesiva a razón de una causa por vez, teniendo en cuenta el número de nominación y el orden
alfabético de la caratula, hasta culminar con la totalidad de las causas…”.

Integración de las Cámaras de Juicio con Jurados Populares:


*Artículo 369 (CPP). - INTEGRACIÓN CON JURADOS. Si el máximo de la escala penal prevista para el o los
delitos contenidos en la acusación fuere de quince años de pena privativa de la libertad o superior, el
Tribunal -a pedido del Ministerio Público, del querellante o del imputado-, dispondrá su integración con
dos jurados conforme a lo previsto en el Artículo 361.

Ley 9181 (Fuero Penal Económico y Anticorrupción Administrativa).


Artículo 7º.- Jurados. ESTABLÉCESE que las Cámaras en lo Criminal que intervengan en el juzgamiento de
los delitos previstos por los artículos 248, 249, 250, 251, 252, 253, 254, 256, 256 (bis), 257, 258, 258 (bis),
259, 260, 261 (Primer Párrafo), 262, 263, 264, 265, 266, 267, 268, 268 (1), 268 (2), 268 (3) y 279 (Inciso 3°)
en función del 278 del Código Penal de la Nación, con los alcances y precisiones fijadas en la presente Ley,

.-:261:-.
La Revuelta
deberán integrarse, obligatoriamente, con ocho (8) jurados legos seleccionados del Registro Electoral de
la Provincia.

Ley 9182 – Juicio por Jurados Populares


Artículo 2º.- Competencia. ESTABLÉCESE que las Cámaras con competencia en lo Criminal deberán
integrarse obligatoriamente con jurados populares, cuando se encuentren avocadas al juzgamiento de los
delitos comprendidos en el fuero penal económico y anticorrupción administrativa previsto en el Artículo
7º de la Ley Nº 9181 y también de los delitos de homicidio agravado (Artículo 80), delitos contra la
integridad sexual de la que resultare la muerte de la persona ofendida (Artículo 124), secuestro extorsivo
seguido de muerte (Artículo 142, bis, in fine), homicidio con motivo u ocasión de tortura (Artículo 144,
Tercero, Inciso 2º) y homicidio con motivo u ocasión de robo (Artículo 165), todos ellos del Código Penal
de la Nación.
Artículo 4º.- Integración. LA integración de jurados a las Cámaras con competencia en lo Criminal se
efectuará mediante la designación, por sorteo, de ocho (8) miembros titulares y cuatro (4) suplentes. LAS
personas elegidas para ser miembros del jurado deberán ser seleccionadas de una muestra justa y
representativa de la población donde actuará el jurado, y tendrán tanto la oportunidad de ser
considerados miembros como la obligación de actuar como tales cuando se los cite para dicho propósito.

Ley 9944 – Fuero de Niñez, Juventud y Violencia Familiar.


Artículo 65.- Juez Penal Juvenil. El Juez Penal Juvenil es competente para:
a) DEROGADO;
b) Disponer las medidas cautelares, de coerción y de protección, durante la actuación de la policía judicial,
la investigación preparatoria fiscal y el enjuiciamiento respecto a imputados por delitos cometidos siendo
menores de dieciocho (18) años de edad;
c) Resolver las oposiciones e instancias de sobreseimiento que se suscitaren durante la investigación penal
preparatoria que practican los Fiscales en lo Penal Juvenil;
d) Conocer y resolver en los delitos atribuidos a niñas, niños y adolescentes que no fueren punibles por
su edad de acuerdo a lo dispuesto por la legislación vigente;
e) Juzgar las faltas cometidas por menores de dieciocho (18) años de edad, y
f) Resolver las recusaciones e inhibiciones de los Fiscales en lo Penal Juvenil, Asesores y Secretarios en las
causas que se suscitaren ante ellos.
Artículo 68.- Competencia subsidiaria. En todos los lugares de la Provincia de Córdoba en que no hubiere
Juzgados de Niñez, Juventud y Violencia Familiar o, en su caso, Juzgados Penales Juveniles con
competencia exclusiva, es competente el Juez de Control con excepción de los casos previstos en el
artículo 64 inciso b) -violencia familiar- de la presente Ley, que está a cargo del Juez en lo Civil o de Familia
en turno. En ausencia de Juez de Control será competente el Juez de Primera Instancia en lo Civil.
Si no hubiere Cámara de Niñez, Juventud y Violencia Familiar, la competencia asignada a ésta será ejercida
por la Cámara en lo Criminal y la Cámara en lo Civil, de acuerdo a la materia en cuestión.

Ley 22278 - Régimen Penal de la Minoridad


ARTICULO 1º - No es punible el menor que no haya cumplido dieciséis (16) años de edad. Tampoco lo es
el que no haya cumplido dieciocho (18) años, respecto de delitos de acción privada o reprimidos con pena
privativa de la libertad que no exceda de dos (2) años, con multa o con inhabilitación.

.-:262:-.
La Revuelta
ARTICULO 2º - Es punible el menor de dieciséis (16) años a dieciocho (18) años de edad que incurriere en
delito que no fuera de los enunciados en el artículo 1º.

Ley 23737 - Fuero de Lucha contra el Narcotráfico.


Artículo 34 — Los delitos previstos y penados por esta ley serán de competencia de la justicia federal en
todo el país, excepto para aquellas provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que, mediante ley
de adhesión, opten por asumir su competencia en las condiciones y con los alcances que se prevén a
continuación:
1. Artículo 5º incisos c) y e), cuando se comercie, entregue, suministre o facilite estupefacientes
fraccionados en dosis destinadas directamente al consumidor.
2. Artículo 5º penúltimo párrafo.
3. Artículo 5º Último párrafo.
4. Artículo 14.
5. Artículo 29.
6. Artículos 204, 204 bis, 204 ter y 204 quáter del Código Penal.
(Artículo sustituido por art. 2° de la Ley N° 26.052 B.O. 31/8/2005)

Ley Provincial 10067 – Adhesión a la ley 23737

Artículo 3º.- Créase el Fuero de “Lucha contra el Narcotráfico” el que estará integrado -en el Centro
Judicial Capital de la Primera Circunscripción Judicial- por un Juzgado de Control y por tres Fiscalías de
Instrucción, con competencia en los delitos previstos por el artículo 34 de la Ley Nacional N.º 23.737, los
que se denominarán “Juzgado de Control de Lucha contra el Narcotráfico” y “Fiscalías de Instrucción de
Lucha contra el Narcotráfico” -Turnos I, II y III-, respectivamente, cuyas estructuras serán determinadas
por el Tribunal Superior de Justicia y la Fiscalía General de la Provincia.
El Tribunal Superior de Justicia y la Fiscalía General de la Provincia dispondrán la creación de Secretarías
-con afectación específica- en las otras Circunscripciones y Centros Judiciales, conforme a criterios de
oportunidad y conveniencia.

ACUERDO DE LA SALA PENAL DEL TSJ N° 10 de fecha 6/11/2012


(parte pertinente)

“…Y VISTO: La potestad de dictar Normas Prácticas para la implementación de la competencia en materia
de delitos vinculados con la lucha contra el narcotráfico, en el marco de la ley nº 10.067 y la necesidad
para el mejor servicio de justicia de prevenir cuestiones de competencia intra o interjurisdiccionales.
Y CONSIDERANDO: I. Dicha potestad reglamentaria tiene sustento en el art. 4 del C.P.P., que autoriza al
Tribunal Superior de Justicia a dictar las Normas Prácticas que sean necesarias para la aplicación de ese
digesto procesal; como también en el art. 12, 32°, de la L.O.P.J. que lo habilita a dictar los acuerdos
necesarios para el funcionamiento interno del Poder Judicial en virtud de las atribuciones constitucionales
de superintendencia (C. Pcial., 166, 2°).
II. Con ese basamento normativo, es necesario prevenir los conflictos de competencia intra e
interjurisdiccionales. En tal sentido, cabe señalar que cuando se trata de cuestiones de competencia intra
jurisdiccionales de organismos judiciales situados en distinta radicación territorial que carecen de un
superior común (Acuerdo Reglamentario nº 593, Serie "A", 20/04/2001) deben ser resueltos por el pleno
del Tribunal Superior de Justicia (C. Pcial., 165, 1, b) y cuando se trata de cuestiones de jurisdicción entre
un tribunal provincial y un tribunal federal, corresponde resolver a la Corte Suprema de Justicia de la
Nación (Art. 24 inc. 7º, D. L. 1285/58 ), con las consecuencias negativas que estas cuestiones conllevan
para la pronta actuación judicial en estos procesos.
.-:263:-.
La Revuelta
Por ello, a fin de precaver conflictos inconducentes que provoquen estas consecuencias negativas, se
torna necesario clarificar el ámbito de la competencia territorial para algunos de los centros judiciales,
especificar la competencia material de conformidad a la ley y a la doctrina judicial de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación y también brindar recomendaciones para desarrollar buenas prácticas a modo de
mutua colaboración especialmente de la Justicia provincial hacia la Justicia federal.
III. Competencia territorial
1. En el Acuerdo nº 406, de 21/08/2012, de conformidad a las atribuciones fijadas en el art. 12, 23º y 33º,
y al art. 3 de la ley Nº 10.067, se determinó que durante una primera etapa “la competencia penal en la
materia prevista por la ley Nº 10.067, corresponderá a las cabeceras de cada Circunscripción y a las sedes
de Carlos Paz, Cosquín y Corral de Bustos, según los organismos que correspondan de acuerdo a si se trata
de adultos o de niños en conflicto con la ley penal”, derivando las especificaciones más concretas a las
normas prácticas que dicte la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia y la determinación del ámbito
de actuación que fije la Fiscalía General de la Provincia.
2. En relación a la competencia territorial, sólo interesa precisar los centros judiciales tanto del Fuero
Penal como del Fuero Penal Juvenil que acrecentarán el ámbito en relación al que tienen en la actualidad,
sin perjuicio de la actuación de urgencia en todos los centros judiciales para la realización de actos
impostergables (vgr. órdenes de allanamiento, detención).
Primera Circunscripción Judicial: En la Primera Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del
Centro Judicial Capital acrecentarán la competencia territorial al ámbito que corresponde a los centros
judiciales de Alta Gracia (art. 14, ley 8000), Río Segundo (art. 15, ley 8000) y Jesús María (art. 16, leyes
8000 y 8100).
Segunda Circunscripción Judicial: En la Segunda Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del
asiento en Río Cuarto, acrecentarán la competencia territorial al ámbito que corresponde a los centros
judiciales de Huinca Renancó (art. 1, ley 5750) y La Carlota (art. 1, ley 8033).
Tercera Circunscripción Judicial: En la Tercera Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del
asiento en Bell Ville, acrecentarán la competencia territorial al ámbito que corresponde a la sede de
Marcos Juárez (art. 16 bis, texto según decreto-ley 3620, serie A, 1961), sin perjuicio de la alternancia con
los organismos judiciales de la sede de Corral de Bustos, de conformidad a las resoluciones sobre turnos
de tiempo de la Fiscalía General y de la Sala Penal.
Cuarta Circunscripción Judicial: En la Cuarta Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del asiento
en Villa María, acrecentarán la competencia territorial al ámbito que corresponde a la sede de Oliva (art.
3, ley 8033, modificada por el art. 4, ley 8781).
Quinta Circunscripción Judicial: En la Quinta Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del asiento
en San Francisco, acrecentarán al ámbito que corresponde a los centros judiciales de Arroyito (art. 8, ley
8033), Morteros (art. 9, ley 8033) y Las Varillas (art. 10, ley 8033).
Sexta Circunscripción Judicial: En la Sexta Circunscripción Judicial, los organismos judiciales del asiento en
Villa Dolores acrecentarán la competencia territorial al ámbito que corresponde a la sede de Cura
Brochero (Art. 13, ley 8033).
IV. Competencia material
1. De conformidad a la ley nº 10.067 (art. 1), la competencia provincial incluye en el marco de la adhesión
a la ley nº 23.737, el catálogo de los delitos comprendidos en el art. 34 (texto según ley nº 26.052). Desde
la adhesión de la Provincia de Buenos Aires, se suscitaron conflictos de jurisdicción entre los tribunales
provinciales y los juzgados federales, que fueron resueltos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
indicando otros delitos que también se encuentran comprendidos en la desfederalización. En tal sentido,
.-:264:-.
La Revuelta
para distinguir entre los delitos que corresponden a la jurisdicción federal y los comprendidos en la
jurisdicción provincial, la Corte Suprema ha recurrido a una interpretación sistemática que integra para
delimitar la jurisdicción federal los límites estipulados por la Constitución de la Nación (art. 116) y la
vinculación de los delitos de tráfico ilícito enumerados en la Convención de las Naciones Unidas contra el
Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (art. 3) “que superan el límite de la común”
(CSJ, Echeverría, Sandra, 13/06/2006, Compilación 130, L, XLII, entre muchos otros, citados por
Hairabedián, Maximiliano, Director, Fuero de Lucha contra el Narcotráfico, AAVV, p. 161 a 163, Alveroni
Ediciones, Córdoba, 2012 ), y, para esclarecer el alcance de la jurisdicción provincial, los principios de
política criminal que inspiraron la desfederalización consistentes en dejar afuera de la jurisdicción federal
aquellos hechos que significarían “el último eslabón de la cadena de comercialización” por “la inmediatez
con la que puede actuar en esos casos la justicia local en el interior del país" (fallo y ob. cit.).
A fin entonces de precaver conflictos interjurisdiccionales que reediten cuestiones ya resueltas por el Alto
Tribunal, corresponde enumerar el elenco de delitos desfederalizados que incumben a la competencia
provincial:
a. Tenencia simple (art. 14 primer párrafo - Ley 23.737).
b. Tenencia para consumo personal (art. 14 segundo párrafo - Ley 23.737). 1
c. Tenencia con fines de comercialización simple (art. 5 inc. c - Ley 23.737) o agravado (art. 11- Ley 23.737).
2

d. Comercialización de estupefacientes (art. 5 inc. c - Ley 23.737) o agravado (art. 11- Ley 23.737).
e. Entrega, suministro o facilitación de estupefacientes a título oneroso simple (art. 5 inc. e - Ley 23.737)
o agravado (art. 11- Ley 23.737).
f. Entrega, suministro o facilitación de estupefacientes a título gratuito simple (art. 5 inc. e - Ley 23.737) o
agravado (art. 11- Ley 23.737).
g. Entrega, suministro o facilitación de estupefacientes a título gratuito atenuada (art. 5, último párrafo -
Ley 23.737).
i. Siembra o cultivo de estupefacientes para consumo personal (art. 5, penúltimo párrafo - Ley 23.737).
j. Confabulación para cometer los delitos comprendidos en los delitos de tráfico desfederalizados (art. 29
bis - Ley 23.737). 3
k. Facilitación de un lugar para el consumo de estupefacientes (art. 10, 1° párrafo, in fine- Ley 23.737). 4
l. Suministro infiel o indebido de sustancias medicinales (art. 204, CP).
ll. Suministro indebido culposo de sustancias medicinales (art. 204 bis, CP)
m. Incumplimiento de deberes para evitar el suministro infiel o indebido de sustancias medicinales (art.
204 quáter, CP).
n. Producción o fabricación indebida de sustancias medicinales (art. 204 ter, CP).
ñ. Venta de sustancias medicinales sin autorización (art. 204 quinquies, CP)
2. Recomendaciones de buenas prácticas:
A. Con la misma finalidad de precaver conflictos jurisdiccionales, en consideración a la doctrina judicial
del Alto Tribunal, antes de declararse incompetentes por conexidad subjetiva con otra causa tramitada

1
Para su diferenciación con la tenencia de estupefacientes con ostentación y trascendencia al público (art. 12 inc. b) –que se
mantiene bajo la jurisdicción federal- habrá de estarse al criterio sentado por la CSJN in re “Herrera” (21/09/2010).
2
CSJ, “Constante, Ramón Ceferino”, 28-2-2008 cit. en Hairabedián, Fuero de Lucha contra el Narcotráfico, AAVV, p. 205, 206
3
CSJ, Ovando Servín, 6-7-2010, cit. en Hairabedián, Fuero de Lucha contra el Narcotráfico, AAVV, p. 203, 204.
4
CSJ, Basso, Osvaldo Gabriel, 14-2-2012, cit. en Hairabedián, Fuero de Lucha contra el Narcotráfico, AAVV, p. 163, 164.

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La Revuelta
ante la justicia federal por delitos vinculados con infracciones a la ley 23.737 (art. 3, ley 26.052
modificatoria de la ley cit.), los tribunales provinciales deberán previamente constatar que este proceso
se encuentre en trámite y en paridad de etapa, toda vez que las reglas de conexidad se encuentran
inspiradas “en asegurar una más expedita y uniforme administración de justicia” evitando así
acumulaciones inconducentes, como sucedería si en sede federal se hubiera dispuesto el archivo,
sobreseimiento, o la causa se encontrara elevada a juicio, mientras la causa tramitada en sede provincial
estuviese aún en la investigación preparatoria o, inversamente, en una etapa más adelantada que la que
cursa en el fuero federal. 5
B. Asimismo si bien en caso de duda sobre la competencia, prevalecerá la justicia federal (art. 4, ley 26.052
modificatoria de la ley 23.737), reiteradamente la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia ha
rechazado la prematura declinatoria de la jurisdicción provincial cuando no se encuentra precedida de
una investigación que proporcione darle “precisión a los sucesos y determinar las calificaciones que le
pueden ser atribuidas, pues sólo en relación con un delito concreto es que cabe pronunciarse acerca del
lugar de su comisión y respecto del juez a quien le corresponde investigarlo y juzgarlo”. 6 De igual modo,
cabe coincidir con el Alto Tribunal en calificar como omisión que provoca un notable perjuicio para la
administración de justicia, la falta de realización de medidas urgentes (como el registro de la vivienda)
inclusive, el hacer cesar el delito. Por lo expuesto y normas citadas, el Tribunal Superior de Justicia, a
través de la Sala Penal;
RESUELVE: I. Precisar la competencia territorial de los centros judiciales del Fuero Penal y del Fuero Penal
Juvenil que acrecentarán ese ámbito con motivo de la competencia material desfederalizada de la ley nº
23.737, sin perjuicio de la actuación de urgencia en todos los centros judiciales para la realización de actos
impostergables, de conformidad a los límites clarificados en el punto III del presente Acuerdo.
II. Precisar que el elenco de delitos desfederalizados que corresponden a la competencia provincial es el
indicado en el punto IV, 1, del presente Acuerdo.
III. Recomendar a todos los organismos judiciales intervinientes tanto del Fuero Penal como del Fuero
Penal Juvenil ajustarse a las recomendaciones de buenas prácticas para evitar declinatorias de jurisdicción
inconducentes indicadas en el punto IV, 2, del presente Acuerdo…”.

5
En tal sentido, la posición reiterada de la CSJ: “Romero, Carlos Darío”, 8-4-2008, “Lovisolo Gamarino, Ricardo”, 10-11-2009,
“Ruiz Moreno, Juan Andrés”, 2-6-2009, “Saavedra Juan Raúl” 20-11-2007, cit. en Hairabedián, Fuero de Lucha contra el
Narcotráfico, AAVV, p. 186, 188, 190, 191
6
CSJ, “Sans, Claudia Ester”, 24-8-2006, “Oviedo, Mario Sebastián”, 7-8-2007, “Acuña, Ricardo Raúl”, 14-6-2011, cit. en
Hairabedián, Fuero de Lucha contra el Narcotráfico, AAVV, p.183 a 186.

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La Revuelta
Fuero Penal Económico y Anticorrupción

Ley Provincial 8835 - Carta del ciudadano


Artículo 54.- LA competencia en lo penal económico y anticorrupción administrativa comprenderá los
delitos previstos por los siguientes artículos del Libro II del Código Penal de la Nación:
A) Título VI (Delitos contra la Propiedad): a) Capítulo 4º: Relativos a Estafas y Otras Defraudaciones
Artículo 173 (Incisos 7º, 11º, 12º, 13º y 14º) y Artículo 174 (Inciso 5º) cuando su autor, partícipe primario
o secundario, y/o instigador, sea un funcionario o empleado público, o, miembro o funcionario de una
sociedad comercial, bancaria o financiera, regular o irregular. Artículo 174 (Inciso 6°) b) Capítulo 4º bis:
Usura Artículo 175 (bis), Tercer párrafo. c) Capítulo 5º: Quebrados y Otros Deudores Punibles. Artículos
176, 177, 178, 179 (Primer párrafo) y 180.
B) Título VIII (Delitos contra el Orden Público) Artículo 210 En este caso, cuando el acuerdo para delinquir
versare sobre la comisión de los hechos típicos establecidos en este Artículo.
C) Título XI (Delitos contra la Administración Pública): a) Capítulo 4º: Abuso de Autoridad y Violación de
los Deberes de los Funcionarios Públicos Artículos 248, 249, 250, 251, 252 y 253. b) Capítulo 5º: Violación
de Sellos y Documentos Artículo 254.En estos dos últimos casos cuando sus autores o partícipes integren
o hayan integrado el Poder Ejecutivo Provincial o Municipal, desempeñando las funciones de Gerente,
Director o jerarquía superior, sean o hayan sido miembros de Directorios de Entes Descentralizados,
Entidades Autárquicas, Sociedades o Agencias del Estado, ejerzan o hayan ejercido el cargo de Comisario
Mayor o superior de las Fuerzas de Seguridad, miembros del Tribunal de Cuentas de la Provincia o
Municipales, Intendentes y Presidentes de Comuna, Legisladores Provinciales o Concejales Municipales,
o funcionarios de ambos Poderes Legislativos que ostenten la jerarquía de Director o superior y
funcionarios o magistrados que integren o hayan integrado el Poder Judicial. c) Capítulo 6º: Cohecho y
Tráfico de Influencias Artículos 256, 256 bis, 257, 258, 258 bis y 259. d) Capítulo 7º: Malversación de
Caudales Públicos Artículos 260, 261 (Primer párrafo), 262, 263 y 264. e) Capítulo 8º: Negociaciones
Incompatibles con el Ejercicio de Funciones Públicas Artículo 265. f) Capítulo 9º: Exacciones Ilegales
Artículos 266, 267 y 268. g) Capítulo 9° bis: Enriquecimiento Ilícito de Funcionarios y Empleados Artículos
268 (1), 268 (2) y 268 (3). h) Capítulo 13: Encubrimiento y Lavado de Activos de Origen Delictivo Artículo
279 (Inciso 3°), en función del 278.
D) Título XII (Delitos contra la Fe Pública): e) Capítulo 5º: De los Fraudes al Comercio y a la Industria
Artículos 300 (Incisos 2° y 3°) y 301.

Ley Provincial 9122 - Fuero Penal Económico y Anticorrupción


Artículo 1º.- ASÍGNASE la competencia material en lo penal económico y anticorrupción administrativa
prevista en el Artículo 54 de la Ley N° 8835, en forma exclusiva y excluyente, para el Centro Judicial Capital
de la Primera ( 1ª. ) Circunscripción Judicial, a la Fiscalía de Instrucción del Distrito I (Primer Turno) y al
Juzgado de Control Número Uno (1 ), con asiento en la Ciudad de Córdoba, los que pasarán a denominarse
FISCALÍA DE INSTRUCCIÓN EN LO PENAL ECONOMICO y JUZGADO DE CONTROL EN LO PENAL
ECONÓMICO, respectivamente.
En los restantes Centros Judiciales de la Primera Circunscripción y demás Circunscripciones Judiciales,
intervendrán los órganos judiciales actualmente existentes.

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La Revuelta
Fuero de Violencia Familiar
Artículo 1º.- LAS disposiciones contenidas en la presente Ley son de orden público e interés social y tienen
por objeto la prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia familiar y de la
violencia hacia las mujeres por cuestiones de género en la modalidad doméstica, definiendo tanto el
marco preventivo como los procedimientos judiciales para lograr tal cometido.”
Artículo 2º.- Modifícase el artículo 3º de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 3º.- A los efectos de la aplicación de la presente Ley, se entiende por violencia familiar toda
acción, omisión o abuso dirigido a dominar, someter, controlar o agredir la integridad física, psíquica,
moral, psicoemocional, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito familiar, aunque esa actitud no
configure delito. Se entiende por violencia hacia las mujeres por cuestiones de género aquella definida
por el inciso a) del artículo 6º de la Ley Nacional Nº 26485.”
Artículo 3º.- Modifícase el artículo 4º de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 4º.- QUEDAN comprendidas en este plexo normativo todas aquellas personas que sufriesen
lesiones o malos tratos físicos o psíquicos por parte de algunos de los integrantes del grupo familiar,
entendiéndose por tal el surgido del matrimonio, de uniones convivenciales o de relaciones afectivas,
sean convivientes o no, persista o haya cesado el vínculo, comprendiendo ascendientes, descendientes,
colaterales y afines, como asimismo las mujeres que fueren víctimas de violencia de género producida
con la modalidad doméstica con el alcance previsto en el inciso a) del artículo 6º de la Ley Nacional Nº
26485.”
Artículo 4º.- Modifícase el artículo 5º de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 5º.- SE considera afectada toda persona que sufra alguno de los siguientes tipos de violencia:
a) Violencia física, configurada por todo acto de agresión en el que se utilice cualquier parte del cuerpo,
algún objeto, arma, sustancia o elemento para sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física de
otra persona, encaminado hacia su sometimiento o control, y la que se emplea contra el cuerpo
produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo y cualquier otra forma de maltrato o agresión que afecte
la integridad física;
b) Violencia psicológica o emocional, la que causa daño emocional y disminución de la autoestima o
perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o que busca degradar o controlar acciones,
comportamientos, creencias y decisiones mediante amenaza, acoso, hostigamiento, restricción,
humillación, deshonra, descrédito, manipulación o aislamiento. Incluye también la culpabilización,
vigilancia constante, exigencia de obediencia o sumisión, coerción verbal, persecución, insulto,
indiferencia, abandono, celos excesivos, chantaje, ridiculización, explotación y limitación del derecho de
circulación o cualquier otro medio que cause perjuicio a su salud psicológica y a la autodeterminación;
c) Violencia sexual, definida como la conducta consistente en actos u omisiones que infrinjan burla y
humillación de la sexualidad, inducción a la realización de prácticas sexuales no deseadas y actitudes
dirigidas a ejercer control, manipulación o dominio sobre otra persona. Además, cualquier acción que
implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de decidir
voluntariamente acerca de la vida sexual o reproductiva propia a través de amenazas, coerción, uso de la
fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de
parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso,

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abuso sexual y trata, respecto de los cuales esta Ley sólo surte efectos en el ámbito asistencial y
preventivo, y
d) Violencia económica, la que se dirige a ocasionar un menoscabo en los recursos económicos o
patrimoniales, a través de la perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de los bienes; la pérdida,
sustracción, destrucción, retención o distracción indebida de objetos, instrumentos de trabajo,
documentos personales, bienes, valores y derechos patrimoniales; la limitación de los recursos
económicos destinados a satisfacer las necesidades o privación de los medios indispensables para vivir
una vida digna o la limitación o control de los ingresos de la persona en situación de violencia.”
Artículo 5º.- Modifícase el artículo 7º de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 7º.- EL Ministerio de Justicia y Derechos Humanos o el organismo que lo sustituyere es la
Autoridad de Aplicación de la presente Ley, en todo lo que no competa directamente al Poder Judicial de
la Provincia de Córdoba. A tal efecto, coordinará la planificación con otros organismos públicos y privados
de la Provincia y los municipios y comunas, tendientes a optimizar su objetivo.”
Artículo 6º.- Modifícase el artículo 9º de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 9º.- LOS Juzgados de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y de Género, las Fiscalías de
Violencia Familiar, las Fiscalías de Instrucción y los Juzgados de Primera Instancia con competencia
múltiple, son competentes para entender en los supuestos previstos en el artículo 4º de la presente Ley.”
Artículo 7º.- Modifícase el artículo 10 de la Ley Nº 9283 -de Violencia Familiar-, el que queda redactado
de la siguiente manera:
“Artículo 10.- LAS Fiscalías de Instrucción son competentes para atender en días y horas inhábiles aquellas
cuestiones cuyo ámbito se determina en el artículo 4º de la presente Ley. A tal efecto, el Ministerio Público
determinará el régimen de turnos que fuere menester.”

Instrucción de Fiscalía General 1/2015


ALEJANDRO MOYANO, FISCAL GENERAL DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA, en ejercicio de las facultades
conferidas por los arts. 171 y 172 de la Constitución de la Provincia de Córdoba y los arts. 11, 13, 14, 15 y
16 inc. 6 y 7 de la ley 7.826 (LOMP) y sus modificatorias, imparte a Uds. la siguiente instrucción de carácter
general:
I) El Proyecto de Trabajo del Ministerio Público Fiscal, previsto en la Resolución 01/15, Eje: “Política
Criminal Focalizada”, Componente: “Protección de Población Vulnerable, Proyecto: “Fortalecimiento de
las Unidades Judiciales de la Mujer y el Niño, de Violencia Familiar y Fiscalías especializadas”.
II) La necesidad de reformular algunos aspectos vinculados al ámbito de actuación de las Fiscalías de
Violencia Familiar con el objeto de optimizar el servicio de justicia, procurando mejorar y brindar mayor
calidad y eficacia de la respuesta judicial en el marco de los hechos delictivos cometidos en el entorno
familiar.
I) Que por Instrucción General N° 5/10 esta Fiscalía General dispuso la creación de una Fiscalía de Violencia
Familiar, y se fijó como ámbito de su actuación el de las causas graves o complejas que se sustancien con
motivo de hechos delictivos cometidos en el entorno familiar, estableciéndose, a dichos fines,

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parámetros objetivos, que luego fueron ampliados mediante Instrucción General N° 5/12 mediante la cual
se creó la Fiscalía de Violencia Familiar de Segundo Turno.
II) Que, en función de ello, atento lo previsto mediante Instrucción General N° 4/11, apart. “i”, y teniendo
en cuenta los informes estadísticos producidos hasta la fecha, resulta oportuno fijar nuevos criterios que
determinen el ámbito de actuación de las Fiscalías de Violencia Familiar.
III) Conforme lo expuesto, el ámbito de actuación de las Fiscalías de Violencia Familiar quedará delimitado
exclusivamente a los casos en que el conflicto subyacente al delito investigado sea de índole familiar y
revista gravedad, siempre y cuando medie entre autor y víctima algunos de los siguientes vínculos:
1) Relaciones afectivas de pareja entre agresor/a y agredido/a, nacidas del matrimonio, de una unión de
hecho o de otra relación de pareja, aunque no haya mediado convivencia, aun cuando dicho vínculo, a la
fecha del hecho, haya cesado.
2) Parentesco entre agresor/a y agredido/a por consanguinidad o afinidad ascendente, descendente y
colateral hasta el segundo grado, aun cuando resulte de una unión de hecho, sean o no convivientes.
3) Parentesco entre agresor/a y agredido/a por consanguinidad o afinidad ascendente, descendente y
colateral hasta el cuarto grado, aun cuando resulte de una unión de hecho, siempre que convivan en el
mismo domicilio.
IV) Una vez comprobado que existe entre autor y víctima alguno de los vínculos enunciados en el punto
que antecede y siempre que se trate de un conflicto de índole familiar y no de hechos aislados no inmersos
en dicha problemática, corresponderá la intervención de las Fiscalías especializadas en Violencia Familiar,
en tanto que se verifique alguno de los parámetros objetivos que se establecen a continuación:
a) Persona con antecedentes penales múltiples: cuando el agresor ha sido imputado, con anterioridad al
hecho investigado, de al menos tres hechos de violencia familiar en perjuicio de la misma víctima,
independientemente del estado procesal de las respectivas actuaciones.
b) Cuando se encuentre acreditado que el agresor/a, con anterioridad al hecho, fue internado/a en alguna
institución psiquiátrica o especializada en el tratamiento de adicciones.
c) Cuando el hecho anoticiado haya sido cometido con arma propia o impropia. En este último caso, sólo
cuando el instrumento revista virtualidad ofensiva y haya representado un real y concreto peligro en la
salud o integridad física de la víctima.
d) Cuando el hecho anoticiado configure, prima facie, un delito de: homicidio, abandono de personas,
lesiones graves y gravísimas, privación ilegítima de la libertad calificada y daño (en este último supuesto
sólo cuando se hubiese producido por incendio).
e) Cuando el hecho anoticiado encuadre prima facie en el delito de desobediencia a la autoridad (por
incumplimiento a una orden de restricción debidamente notificada), siempre que la orden incumplida
haya sido impartida con motivo de un hecho encuadrable en algunos de los parámetros objetivos
precedentemente indicados.
f) Cuando se trate de una víctima menor de edad, mujer embarazada, persona con discapacidad o mayor
de 70 años que, a consecuencia del hecho, hubiere sufrido alguna lesión de carácter leve por la que haya
resultado internada en un nosocomio.
V): Si se anoticiare un hecho que prima facie no encuadre en los parámetros objetivos precedentemente
señalados, podrá no obstante ser investigado por la Fiscalía de Violencia Familiar que por turno
corresponda siempre que, a criterio del titular de ésta, y atendiendo a las circunstancias particulares del
caso, revista gravedad o complejidad.
VI): En aquellos casos en que se hayan anoticiado hechos vinculados a la conflictiva de violencia familiar
que no encuadren en el ámbito de competencia de las
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Fiscalías especializadas en esta materia, deberán ser investigados por los fiscales intervinientes con la
mayor celeridad posible, procurando una pronta resolución.
VII) Continúan vigentes las disposiciones contenidas en las Instrucciones que esta Fiscalía General ha
dictado en la materia, en la medida en que no contradigan lo dispuesto en la presente.
Por todo lo expuesto;
1) la presente Instrucción General a los Sres. Fiscales de Instrucción del Centro Judicial Capital a fin de que
tomen razón de las modificaciones dispuestas por esta Fiscalía General con relación a las normas prácticas
oportunamente fijadas.
2) al Excmo. Tribunal Superior de Justicia, a los Sres. Fiscales de Instrucción, a la Dirección General de
Policía Judicial, a la Secretaría Penal del Tribunal Superior de Justicia y a la Mesa General de Entradas el
Fuero Penal. en la página web del Ministerio Público Fiscal (www.mpfcordoba.gob.ar).
Fiscalía General, 12 de febrero de 2015.

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8
Otra Legislación y Acuerdos
Aplicables
Ingresantes Fuero Penal

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La Revuelta
FUERO PENAL:
Área Jurisdiccional:
x Ley 8123 (CPP) y sus modificatorias: Leyes 8658, 8913, 10403 (añade competencia correccional a las
Cámaras del Crimen) y 10457 inclusive: artículos 33 al 36 y 369.
x Ley 9181, art. 7.
x Ley 9182, arts. 2 y 4.
x Ley 9944, arts. 65 y 68 1° párrafo.
x Ley 22278 arts. 1 (párrafo 1°) y 2 (párrafo 1°)
x Ley 23737 art. 34.
x Ley Provincial 10067, art. 3.
x Acuerdo de la Sala Penal del TSJ N° 10 del año 2012.
x Ley Provincial 8835, art. 54.
x Ley 9122 (modificada por leyes 9281 y 9199), art. 1.
x Ley 9283 modificada por Ley 10400, arts. 1 a 5 y arts. 9 a 10.
x Instrucción de Fiscalía General 1/2015.
x Acuerdos Reglamentarios Serie “A” TSJ 1391 del 6/12/2016, 1401 del 23/2/20017.
x Tener en cuenta que la LOPJ aún habla de Juzgados de Instrucción para referirse a los Juzgados de
Control.

Policía Judicial:
x Const. Nacional: arts. 120
x Const. Pcial.: arts. 171 a 173
x LOMP (Ley 7826 y sus modificatorias): arts. 1, 3 a 5, 9, 10, 15, 19, 52, 57, 59, 63, 64, 68 a 70.
x CPP: arts. 71 a 75, 301, 302, 303, 312, 314 a 326.
x Reglamento 72 de Fiscalía General de 12/2/2015.

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