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comprendemos por calidad de vida el grado de satisfacción de las necesidades básicas del ser

humano necesita para una vida digna, no solo hablamos de las necesidades básicas sino de unas
necesidades con educación, vivienda, salud, recreación etc. esto hace que se desarrolle su
intelecto también.

Es claro que desde siempre el mundo siempre se ha visto dividido no solo por límites físicos;
también siempre se han creado división entre países desarrollados y países subdesarrollados.
Aquellos que osan llamarse desarrollados, lo hacen motivados precisamente por el hecho de haber
llegado a niveles, en donde cada uno de sus connacionales viven mucho más que dignamente, con
todos los servicios básicos (energía, agua, alcantarillado, teléfono, etc.), con la oportunidad de ser
útiles a la sociedad, y con la posibilidad de seguir disfrutando en su vejez de la misma calidad e
vida, sin tener la necesidad de seguir laborando. Todo lo contrario sucede en los países
subdesarrollados, los cuales, desafortunadamente, concentran la mayoría de la población del
planeta. En estas sociedades impera la cultura de la supervivencia, es decir, el vivir el día a día, sin
pensar o visualizar un futuro y trabajar para la consecución de este.

Venezuela, a pesar de encontrarse inmersa en el modelo socioeconómico que impera en el


mundo, no se escapa del calificativo de país subdesarrollado, a pesar de que sus ciudadanos han
podido gozar de momentos de cierta prosperidad. Los problemas internos que afronta el país datan
de varias décadas atrás, más nunca hasta hoy, fueron fuerte contrapeso para la prosperidad y
desarrollo de la nación, que a pesar de la guerra interna que se libraban en sus campos, seguía
firme en su propósito de acortar distancias con los más desarrollados. El país en décadas pasadas
se mostraba como el país más fuerte de la región, en cuanto a la estructura democrática y
económica. Sin embargo el segundo lustro de los noventa se recordaran como el comienzo de los
años de estancamiento de prosperidad de la nación. Por una parte se recrudeció el conflicto
interno, que llevo a la desolación de los campos venezolanos; además, el fenómeno del
narcotráfico, las FARC y los problemas limítrofes con Colombia, empezaron a ser atacado de una
manera mucho más frontal y decidida, debido a la presión que ejercieron autoridades de estados
más poderosos que el nuestro. Lo anterior unido a los niveles descarados a que llegó la corrupción
e ineficiencia estatal, llevaron a un estancamiento del país, y por ende el proceso de ir generando
los medios de satisfacer las necesidades básicas de la población se estanco debido a la falta de
recursos.La solución para una situación tan difícil es el compromiso de todos por encontrar a
quienes orienten bien a la nación hacia senderos de verdadera prosperidad.
Promoción de la salud
Voy hablar de este tema ya que lo considero como uno de los pilares de la acción pública, además
ya que es una estrategia transformadora que involucra al individuo y a su medio social y tiene
como objetivo proporcionar los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control
sobre la misma.
En este campo de la salud se han trabajado fundamentos sobre cómo enfrentar las enfermedades,
más veces en cómo prevenirlas y poco en el cuidado de la salud, lo cual es algo que se pretende
cambiar con la promoción de la salud.
Para esto la promoción de la salud propone cinco puntos clave para lograrlo, estas son, las
políticas saludables: esta consiste a los tomadores de decisiones de todos los órdenes de gobierno
y de todos los sectores públicos y privados. Al hacerlo busca sensibilizarlos hacia las
consecuencias que sobre la salud tienen sus decisiones. También aspira a propiciar que una
decisión sea más fácil al tomar en cuenta que favorecerá a la salud. Asimismo promueve que todas
las decisiones se inclinen por la creación de ambientes favorables y por formas de vida, estudio,
trabajo y ocio que sean fuente de salud para la población.
El fortalecimiento de la participación social: aquí impulsa la participación de la comunidad en el
establecimiento de prioridades, toma de decisiones y elaboración y ejecución de acciones para
alcanzar un mejor nivel de salud. Asimismo fomenta el desarrollo de sistemas versátiles que
refuercen la participación pública.
El aumento de destrezas y potencialidades individuales: en este punto la promoción de la salud
ejerce información y herramientas necesarias al hacerlo genera opciones para que la población
ejerza un mayor control sobre su propia salud y sobre el ambiente, y para que utilice
adecuadamente los servicios de salud.
Creación de entornos saludables: impulsa que las personas se protejan entre sí y cuiden su
ambiente. Para ello estimula la creación de condiciones de trabajo y de vida gratificante, higiénica,
segura y estimulante.
Reorientar los servicios de salud: impulsa que los servicios del sector salud trasciendan su función
curativa y ejecuten acciones de promoción, incluyendo las de prevención específica. También
contribuye a que los servicios médicos sean sensibles a las necesidades interculturales de los
individuos, y las respeten.
Así, se busca que la población cuente con un nivel de salud que le permita desarrollar sus
capacidades a plenitud; y que para poder alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades en el
desarrollo social y humano, se asegure el “acceso universal” a los servicios de salud efectivos y
seguros, ofrecidos por un sistema de salud financieramente sólido, anticipatorio y equitativo.
Los padecimientos mórbidos y crónicos en particular se han vuelto cuestión de salud pública y de
interés general; en parte porque se ha demostrado la asociación de estos padecimientos con
varias alteraciones físicas, desórdenes mentales, enfermedades y déficits de la salud ligados a un
modo de vida cambiante y alterado; condiciones y padecimientos que se manifiestan agudamente
en la edad adulta, y se vuelven crónicos y degenerativos; resultando en altos costos para las
personas, sus familias y para las naciones en general. Se presenta así una necesidad y exigencia
por atender y combatir los efectos de los estilos de vida poco saludables y de las conductas de
riesgo en distintos ámbitos de la vida de las personas, finalmente resultante en aspectos de
perjuicio al bienestar físico, económico y social.
La vinculación de esta problemática con los intereses particulares está en función del potencial
vínculo entre el quehacer intersectorial gubernamental con la participación social colectiva y
familiar ante la Promoción y la Educación para la Salud.
Actualmente, las dependencias e instituciones del sector salud y algunas organizaciones de la
sociedad civil han implementado programas de promoción de la salud, orientados a distintos
padecimientos y problemas específicos de los grupos de riesgo. Ante la incidencia y prevalencia de
la problemática en salud, ocasionada por enfermedades prevenibles, se sugiere como parte del
problema la carencia de información suficiente para la detección temprana de tales padecimientos,
la prevención de condiciones de riesgo y las malas prácticas individuales y hábitos colectivos con
respecto al autocuidado de la salud.
Los servicios que se ofrecen para el bienestar social están dirigidos a promover la salud, prevenir
enfermedades, adicciones y accidentes para elevar el nivel y calidad de vida, que se otorgan
mediante cursos, talleres, campañas y acciones de extensión, en el marco de las estrategias de
promoción de la salud, mejoramiento de la economía individual y familiar, y educación para una
vida mejor.
Están sustentados en el comportamiento del proceso de educación para la salud y dirigidos a
incidir a través de la formación de hábitos higiénicos, orientación alimentaria, la ocupación creativa
y productiva del tiempo libre, el conocimiento de los factores de riesgo a la salud individual y
familiar, sean de tal manera que la población identifique la responsabilidad y el compromiso que
implica conservar la salud, al adoptar estilos de vida saludables.
En mi opinión la promoción de la salud es muy beneficioso ya que da fortalecimiento a las
capacidades individuales y familiares, con intervenciones de educación para la salud y
participación social que permite disminuir los riesgos y con ello a contribuir a mejorar su bienestar
además que permiten a las personas identificar tempranamente las posibles complicaciones a sus
enfermedades, lo que les hace estar en posibilidades participar de manera responsable y
comprometida en el cuidado de su salud.
ejercicio
físico son

Fíjate metas

realistas,

muy útiles para


El estrés

Cómo afrontar mejor los retos de la vida

¿Qué es el estrés?

“Estrés” significa: tensión, tensión emocional y tensión física.

Nuestro cuerpo dispone de un sistema de alerta que se pone en marcha ante las situaciones de tensión y provoca

distintas reacciones físicas: aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria, aumenta el tono muscular, etc. Su finalidad

es adaptarnos a estas situaciones y sin este sistema adaptativo no podríamos vivir. El problema aparece cuando quedamos

atrapados en un estado de estrés, un estado de alerta permanente que nos agota y que es perjudicial para la

salud física y mental.

Hay señales que nos avisan del exceso de estrés. Señales de malestar emocional: ansiedad, tristeza, mal humor,

inquietud, cansancio, pesimismo, problemas en las relaciones con los demás. Y señales de tensión física: sentir los

nervios a flor de piel, un nudo en el estómago, tensión muscular, sudoración, palpitaciones, dolor de cabeza, de cuello o

espalda, insomnio.

Si reconocemos estas señales, debemos identificar sus causas y ponernos manos a la obra para controlarlo, antes

de caer enfermos.

Causas de estrés

Cualquier tipo de cambio, incluso si es un cambio positivo, puede causar estrés. Aunque lo importante es el modo en

que cada persona reacciona a estos cambios. De hecho, algo que causa estrés a una persona puede no
afectar a otra.

Algunas de las causas más frecuentes de este malestar son: la pérdida del trabajo o cambios en el trabajo, separación de

la pareja o divorcio, matrimonio, enfermedades propias o de seres queridos, problemas económicos, la llegada de un nuevo

miembro a la familia, una mudanza, la marcha del hogar de un hijo o una hija, la muerte o enfermedad del cónyuge, etc.

¿Qué puedo hacer para disminuir mi estrés?

Lo primero es aprender a reconocer qué situaciones son las que me provocan estrés y cuáles son las señales que

el cuerpo me envía. Por ejemplo: tensión en los hombros y en el cuello, cerrar las manos en forma de puño, tener la

mandíbula apretada, etc.

Lo siguiente: aprender a manejarlo. Lo mejor es evitar el evento que lo causa, pero si esto no es posible hay que cambiar la
forma de reaccionar ante el mismo.

CONTROLAR EL ESTRÉS NO ES FÁCIL, PERO ES POSIBLE.

HAY QUE INTRODUCIR ALGUNOS CAMBIOS Y APRENDER ALGUNAS HABILIDADES Y

RECURSOS PARA AFRONTAR MEJOR LA VIDA. MERECE LA PENA

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1Afronta los problemas

Analiza los

Las técnicas de

respiración, el masaje y

otras actividades

relajantes y, por

supuesto, la práctica de

problemas con calma,

trata de resolverlos

o acepta lo que no
puedes cambiar.

descargar la tensión.

tanto en tu casa

como en el trabajo.

Aprende y practica
técnicas de relajación

Adopta una actitud


positiva

Disfruta cada día

No debes preocuparte tanto

(“no te preocupes,
ocúpate”).

Reserva

un tiempo
diario para

Trata de ver los cambios


como un reto, no como
una amenaza.
No seas perfeccionista.
Confía más en
la gente, en la vida.
Recupera el

alguna actividad
que te guste (hacer
deporte, salir con tus
amistades, ir al cine,
al teatro, al campo, ver
exposiciones, viajar) y
hazlo sin prisas.

sentido
del humor.

Aprende a decir NO

No siempre tienes por qué cumplir con las expectativas y


deseos de los demás. Pon tus límites. Di, NO.

Habla con tus amistades,


con la familia

Comparte tus emociones. No te aísles.

Es muy útil hablar con personas que han pasado por

situaciones parecidas.

Cuídate. Mima tu cuerpo y tu mente:


Haz ejercicio
de manera
regular.

Es la forma más
saludable de
aliviar la energía
y la tensión
acumulada.

Duerme lo
suficiente.
Come y bebe con
Evita el exceso de
sensatez. Puede parecer Al menos 7-8 horas diarias. estimulantes (como café,

que el alcohol y el abuso en


las comidas reducen el estrés
pero en realidad lo aumentan.

Haz descansos
en el trabajo.

alcohol, etc.). Deja de fumar (la


nicotina es un estimulante y
provoca más síntomas de estrés).

“HAZTE UN REGALO. PARA TI. SOLO PARA TI. CUÍDATE”

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