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Condiciones de Almacenaje de producto terminado

Los requerimientos esenciales para el almacenaje de textiles en depósito son:

espacio suficiente para la colección

limpieza,

sin luz natural,

control de temperatura y humedad

buena ventilación

protección de la contaminación ambiental

ausencia de pestes.

Al contrario, de no contar con las medidas de conservación adecuadas, los textiles están
expuestos principalmente a casos de oxidación y presencia de microrganismos (Ayala,
2012)

Almacenaje

 El lugar de almacenamiento debe ser cerrado: para evitar la presencia de luz solar, ya
que este daña al algodón tornándolo de color amarillento “Se oxida por exposición a la
luz solar directa (los blancos se vuelven amarillentos). Se arruga con facilidad y seca
despacio.”
 Buena circulación de aire : para evitar la aparición de microclimas y el crecimiento de
microorganismos.
 Lugar limpio y libre de polvo: la limpieza es muy importante en el almacenamento de
telas , ya que La acumulación del polvo en el textil es abrasiva, penetra en las fibras y
las corroe. Además, favorece el crecimiento de insectos y atrae la humedad
 Temperatura debe variar de 18 – 21 ºC: para una buena concerVACION DE textiles
 Buena circulación de aire: para evitar la aparición de microclimas y el crecimiento de
microorganismos.
 Lugar limpio y libre de polvo: la limpieza es muy importante en el almacenamiento de
telas, ya que La acumulación del polvo en el textil es abrasiva, penetra en las fibras y
las corroe. Además, favorece el crecimiento de insectos y atrae la humedad
 El lugar debe estar alejado de cañerías: para evitar filtraciones o concentración de
humedad. Tampoco se deben destinar a depósito espacios subterráneos o áticos
porque alcanzan una variación constante de humedad y temperatura.
 El lugar destinado al depósito de los textiles debe ser lo suficientemente amplio para
albergar en óptimas condiciones el total de la colección.

Prácticas inadecuadas de almacenamiento pueden ocasionar daños en las telas, como:

Cambios de color: La exposición prolongada al sol y a la luz artificial puede degradar el color de
las telas, amarilleándolas. Incluso, puede degradar la fibra generando pérdida de resistencia.
Moho o mal de tierra: La humedad en las telas que contienen algodón puede generar hongos
que no son de fácil remoción.

Engolamiento: Es una ondulación debido a problemas en el acabado o en la manipulación de


un rollo. Una tela engolada presenta deformaciones y puede ocasionar pierna virada en las
prendas acabadas. En general, todas las telas y, en especial las telas con elastómero, deben
almacenarse con cuidado para evitar deformaciones (colteje, 2015).

Las fibras naturales (algodón, lino, seda y lana) se expanden cuando la humedad es alta y se
contraen cuando la humedad es baja, lo que influye en sus características físicas de resistencia,
elasticidad, contracción y expansión. En casos más graves, la expansión o contracción de la
fibra textil puede derivar en rasgaduras y/o roturas. (Ayala, 2012)

PREVENCIÒN DEL DETERIORO DE LA LUZ

Para proteger a los textiles de los daños de la luz es necesario evitar que la iluminación sea
muy intensa, que produzca excesivo calor y que tenga un alto nivel de radiación ultravioleta.

Un textil en exposición debe estar lo más distante posible de las focos de luz. Es recomendable
que la iluminación se encuentre fuera de la vitrina. Asimismo la iluminación sobre el textil
debe ser pareja, por ende se debe evitar la iluminación unilateral fuerte. Los textiles deben ser
almacenados en total oscuridad, de preferencia en armarios cerrados. El espacio se debe
iluminar solo cuando personal de la institución entre al depósito.

5.2 PREVENCION DE LA HUMEDAD Y LA TEMPERATURA

Para una buena conservación de textiles lo ideal es mantener los niveles de temperatura y
humedad constantes tanto en depósito como en exhibición. En conservación, para humedad,
el porcentaje estándar es del 50%; y la variante para temperatura es de 18º a 21ºC. Regular la
humedad y la temperatura requiere de aparatos especiales. Ventiladores portátiles, estufas no
contaminantes, humidificadores ultrasónicos, deshumidificadores y equipos de aire
acondicionado ayudan a estabilizar los niveles de humedad relativa y temperatura. Junto con
instalar los aparatos que estabilizan estos factores, también es esencial medirlos porque como
hemos señalado en el capítulo anterior, con una temperatura alta baja la humedad relativa y
viceversa

DEPÓSITO, MANIPULACIÒN Y ALMACENAJE DE TEXTILES El lugar destinado al depósito de los


textiles debe ser lo suficientemente amplio para albergar en óptimas condiciones el total de la
colección. Lo ideal es que la zona de depósito esté alejada de cañerías para evitar filtraciones o
concentración de humedad. Tampoco se deben destinar a depósito espacios subterráneos o
áticos porque alcanzan una variación constante de humedad y temperatura.

Se oxida por exposición a la luz solar directa (los blancos se vuelven amarillentos). Se arruga
con facilidad y seca despacio.

HUMEDAD RELATIVA: Es la relaciòn entre la presiòn del vapor de agua presente en la atmósfera y
la presiòn del vapor de agua saturado a la misma temperatura. Se expresa generalmente en
porcentaje.

POLVO Y CONTAMINACION

En la conservación preventiva de textiles la limpieza es de vital importancia y corresponde a


una de las primeras tareas a la hora de enfrentarse al cuidado de un textil (que puede ser de
tipo arqueológico, etnográfico, vestuario, accesorios, etc.). Una limpieza adecuada y constante
evita la posibilidad de que existan microrganismos, insectos, daños químicos y abrasión. Por
otro lado, la contaminación atmosférica corresponde principalmente a los gases contenidos en
el smog que afectan enormemente la resistencia mecánica de la fibra. Los contaminantes
pueden producir desintegración, alteración de colores o corrosión.

La polución urbana a través de la combustión del petróleo genera residuos contaminantes que
manchan al textil. Los oscurece y destruye la estructura de las fibras por abrasión. La
acumulación del polvo en el textil es abrasiva, penetra en las fibras y las corroe. Además,
favorece el crecimiento de insectos y atrae la humedad.

Cuando las condiciones de temperatura y humedad no son controladas, el ambiente está


propenso a que el dióxido de azufre (SO2), presente en la atmósfera contaminada, se combine
con el vapor de agua (H2O) para producir Acido sulfúrico (H2SO4). Este es altamente dañino
siendo capaz de desintegrar las fibras textiles, ya sean de origen vegetal o animal.

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