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Estado de Israel
מדינת ישראל
Medinat Yisra'el
دولة إسرائيل
Dawlat Isrā'īl
Himno: התקווה
Hatikva
(en hebreo: «La Esperanza»)6
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Capital Jerusalén1
(y ciudad más
poblada)
31°47′00″N35°13′00″ECoordenadas: 31°
47′00″N 35°13′00″E (mapa)
Idiomas oficiales Hebreo y árabe
Gentilicio israelí 1
Órgano Knéset
legislativo
Fronteras 1006 km
Membresía[mostrar]
storia
Raíces históricas
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Este aviso fue puesto el 28 de octubre de 2017.
La antigua tierra de Canaán, situada al suroeste del llamado Creciente Fértil, fue desde la antigüedad
tierra de tránsito y punto intermedio entre las florecientes civilizaciones del río Tigris y el Éufrates, por un
lado, y el valle del Nilo por el otro. La región estuvo dividida en pequeñas ciudades-estado o reinos locales
independientes, como Moab, Edom, Judá, Israel, Aram o Fenicia, que hubieron de hacer frente a las
sucesivas invasiones tanto de imperios limítrofes (Egipto, Asiria o Babilonia), como de nómadas arábigos o
los Pueblos del Mar como los filisteos. En esa tierra vieron la luz dos de los mayores hitos de la civilización
occidental: el alfabeto semítico, origen de muchos alfabetos antiguos y modernos, y un monoteísmo del
que proceden las religiones abrahámicas, extendiéndose ambos logros por todo Occidente. También vio
nacer las primeras ciudades del mundo (como Jericó), hace siete mil años, en plena revolución neolítica,
así como uno de los primeros puertos del mundo, la antigua Jaffa.
La Tierra de Israel ha sido sagrada para el pueblo judío desde tiempos bíblicos, albergando los lugares
más sagrados del judaísmo. De acuerdo con la Torá, fue prometida por Yahveh a los tres Patriarcas del
pueblo judío como su patria;3132 algunos estudiosos han situado este período en los inicios del segundo
milenio a. C.33 En tiempos de Akenatón (c. 1350 a. C.) existían numerosas tribus hebreas situadas en la
ribera oriental del río Jordán, tratando de cruzarlo y asentarse en las tierras más fértiles de la ribera
occidental. En los últimos tiempos de Ramsés II, con Canaán dividida entre egipcios e hititas, nuevas
tribus hebreas llegaron a orillas del Jordán. Varias de ellas se aliaron para invadir Canaán, realizando esta
coalición a la manera tribal, identificándose como los descendientes de los hijos de Jacob, Yisra'el, nieto
del patriarca Abraham, por lo que se autodenominaron hijos de Israel.
Estas tribus hebreas, que tenían el mismo origen que los amorreos y hablaban un dialecto de la
misma lengua semítica que ya se hablaba en Canaán, cruzaron el río Jordánalrededor del
año 1240 a. C. y conquistaron Jericó, desde donde se extendieron por las regiones montañosas de la
zona, adoptando el alfabeto semítico y muchos otros aspectos de la cultura cananea. Según la tradición,
puesta en duda por algunos arqueólogos, a finales del siglo XI a. C. Saúl estableció el primero de una
serie de reinos israelitas en Canaán, los cuales la gobernarían intermitentemente durante los siguientes
mil años.34 Hacia el año 1000 a. C. se establecieron dos reinos, Israel y Judá, que llegaron a formar
una monarquía unida en oposición militar a los filisteos y otros pueblos limítrofes. Según la historia
tradicional basada en las Escrituras, este reino unificado fue gobernado por los
reyes David y Salomón antes de su separación definitiva (en el año 924 a. C.); la estela de Tel Dan es
aceptada generalmente como la más antigua (y única hasta la fecha) evidencia arqueológica de la
existencia de la dinastía de David.35
Relieve del Arco de Tito en el que se representan los tesoros expoliados por los romanos a los judíos, entre ellos
la menorá, tras el Sitio de Jerusalén del año 70 d. C.
Sitio de Jerusalén (1099) durante la Primera Cruzada. Ilustración del siglo XIII.
Tras la división del Imperio romano, Palestina estuvo bajo el dominio de Bizancio hasta el año 639, en que
se produjo la conquista árabe. La dinastía Omeya (661-750), a pesar de los muchos problemas que la
complejidad social y étnica del territorio que dominaban planteaba, no registró ni grandes
problemas nacionales (entre las distintas etnias del imperio, y especialmente entre los árabes y las demás)
ni tampoco choques entre comunidades religiosas, ni entre los no musulmanes y el poder central. 3738
El califato Abasí(750-1258), también conocido como Califato de Bagdad, sucedió al omeya, siendo
sustituido finalmente por la dinastía Selyúcida (1071).
Entre 1096 y 1244 motivados por el fervor religioso, la pérdida de poder bizantino ante los turcos y la
imposibilidad de peregrinar a Jerusalén, la nobleza europea promovió varias Cruzadas. La Primera
Cruzada tuvo lugar en 1099 y finalizó con la conquista de Jerusalén y el establecimiento de cuatro Estados
Cruzados en oriente medio, entre ellos el Reino de Jerusalén. Durante la toma de Jerusalén los cruzados
realizaron una cruenta matanza, que no respetó judíos ni musulmanes. 39 A lo largo de las siguientes
décadas de dominio cristiano se produjo el asentamiento de colonos europeos, sobre todo italianos y
francos y un notable incremento comercial impulsado por las Repúblicas marítimas. La ciudad de
Jerusalén fue conquistada en el año 1187 por Saladino, fundador de la dinastía ayubí, en aquel
momento sultán de Egipto y Siria. La Tercera Cruzada permitió la supervivencia del Reino de Jerusalén, si
bien fue confinado a una estrecha franja de tierra próxima a la costa. La dinastía Ayubí fue sustituida por la
de los Mamelucos en 1250, quienes con la toma de Acre en 1291 acabaron con el Reino de Jerusalén.
En 1517 la región fue sometida por el Imperio otomano, cuya dominación se prolongó cuatro siglos (hasta
1917), durante los cuales fue parte del vilayato Damasco-Siria, una de las muchas provincias otomanas.
Pese a todo, siempre se mantuvo una exigua comunidad judía, que fluctuó considerablemente a través de
los siglos. En 1881, respecto a una población total estimada de 470 000 habitantes, vivían en la zona de
20 000 a 25 000 judíos, con una presencia principal en Jerusalén, donde hacia 1884 eran una de las
etnias mayoritarias, hasta llegar a ser en 1896 mayoría absoluta.
Diáspora e inmigración
Después de diversas sublevaciones, los romanos destruyeron Jerusalén y obligaron a casi la totalidad de
los judíos a huir de Israel, comenzando un largo periodo de exilio conocido como Diáspora. Los judíos de
la diáspora anhelaron regresar a Israel durante siglos. Por ejemplo, en 1141 el sefardí Yehuda
Halevi realizó un llamamiento a los judíos para regresar a Eretz Israel, efectuando él mismo el regreso a
Sion, donde encontró la muerte. Un siglo después, el rabino español Nahmánides emigró a Jerusalén y
desde entonces se mantuvo una presencia constante de judíos, especialmente en Jerusalén. El también
sefardí Yosef Caro emigró a la gran comunidad judía de Safed en 1535. Oleadas migratorias tuvieron
lugar, por ejemplo, en el periodo 1209-1211. Fue también famosa la «aliyá de los rabinos de Francia e
Inglaterra» hacia Acre en 1258 y 1266. En 1260 Jehiel de París emigró a Acre junto a su hijo y un
numeroso grupo de seguidores. Pequeñas olas migratorias judías tuvieron lugar durante el siglo XVIII,
como la de Menachem Mendel de Vitebsk y 300 de sus seguidores, Judah he-Hasid y alrededor de 1000
discípulos y más de 500 discípulos (y sus familias) de Gaón de Vilna conocidos como Perushim. Oleadas
de estudiantes rabínicos inmigraron en 1808-1809, asentándose en Tiberíades, Safed y después en
Jerusalén.
En 1860, la antigua comunidad judía de Jerusalén comenzó a construir barrios de viviendas fuera de los
muros de la Ciudad Vieja. En 1878, se fundó el primer asentamiento agrícola moderno en Petaj Tikva.40
Sionismo y aliyá
Véanse también: Sionismo y Aliyá.
El Estado de Israel
Artículo principal: Historia Moderna de Israel
En 1947, un año después del Atentado al Hotel Rey David perpetrado por el Irgún, una organización
paramilitar sionista que operó durante el Mandato británico de Palestina, entre los años 1931 y 1948 y tras
los continuos estallidos de violencia por grupos militantes judíos y árabes y ante la imposibilidad de
conciliar a ambas poblaciones, el gobierno británico decidió retirarse de Palestina y puso en manos de la
ONU la resolución del conflicto. Tras el informe de la comisión Peel, una comisión internacional que evaluó
la situación sobre el terreno, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 29 de noviembre de
1947 un plan que dividía a Palestina en dos Estados, dando a los árabes y a los judíos una extensión
similar de terreno (un 48,7 %, unos 11 500 km², para el Estado árabe; y un 53,6 %, unos 14 100 km², para
el Estado judío, que incluía el desierto del Néguev, un 45 % de la superficie del país),45 a pesar de que en
1946 los judíos eran el 30 % de la población de Palestina.47 Un 2,7 % del territorio (700 km²) en torno a las
ciudades de Jerusalén y Belén fue considerado corpus separatum y sería administrado por las Naciones
Unidas.48 La ONU no adoptó ninguna disposición para ejecutar el Plan y, apenas dos semanas después,
en una reunión pública celebrada el 17 diciembre, la Liga Árabe aprobó otra resolución que rechazaba de
forma taxativa la de la ONU y en la que advertía que, para evitar la ejecución del plan de la ONU,
emplearía todos los medios a su alcance, incluyendo la intervención armada. 45
Ben Gurión proclama el Estado de Israel, en un museo de Tel Aviv, bajo el retrato de Theodor Herzl (14 de mayo de
1948).
El 14 de mayo de 1948, horas antes de que expirase el Mandato británico sobre Palestina, el Estado de
Israel fue proclamado en el territorio otorgado por el plan de las Naciones Unidas, aboliendo como primera
medida las leyes antiinmigratorias británicas que impedían desde hacía años la entrada legal de nuevos
judíos a Palestina.45
No hubo ningún intento por parte de la ONU de evitar la intervención armada que había proclamado la
Liga Árabe meses atrás49 y, al día siguiente de la declaración de independencia, los cinco países árabes
vecinos declararon la guerra al naciente Estado de Israel y trataron de invadirlo. En la guerra intermitente
que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel
conquistó un 26 % de terreno adicional al del antiguo mandato, mientras que Transjordania ocupó las
áreas de Judea y Samaria, actualmente conocidas como Cisjordania, y Egipto ocupó el territorio
correspondiente a la actual Franja de Gaza.
Al término de la guerra, una población árabe estimada por la ONU en unas 711 000 personas se vio
privada de sus hogares en las zonas controladas por Israel.50 Según la terminología de la propia ONU,
solo un tercio son técnicamente «refugiados», aquellos que encontraron acogida en los países árabes
vecinos; el resto, los que se instalaron en la Franja de Gaza y Cisjordania, son «desplazados» dentro del
propio país.51 Por la otra parte, un número significativo de judíos quedaron en territorio árabe y fueron
igualmente expulsados, incluidas algunas comunidades judías establecidas en Palestina desde antiguo,
entre las que sobresale la de Jerusalén Este.
La inmigración de los supervivientes del Holocausto y la de los refugiados judíos que habitaban en países
árabes, en algunos casos desde antes de la arabización e islamización, 52 duplicó la población judía en
Israel al año de haberse declarado la independencia del país. Durante la década siguiente
aproximadamente 600 000 judíos orientales, una cifra equivalente a la de refugiados palestinos, huyeron o
fueron expulsados de territorios árabes,53 en los que algunas comunidades judías llevaban viviendo desde
hacía casi 2.000 años, y se refugiaron en Israel (adicionalmente unos 300 000 judíos emigraron a Francia
y a los Estados Unidos, quedando una ínfima población judía en los países árabes, principalmente en
Marruecos y Túnez).45 En total unos 900 000 judíos se convirtieron en los "otros refugiados" que se
menciona en la resolución 242 de la ONU). (véase Éxodo judío de países árabes)
Gastronomía de Israel
Platillo de Falafel, Hummus y ensalada israelí
Desayuno israelí
La cocina israelí (en hebreo המטבח הישראליha-mitbach-ha yisra'eli) consta de platos locales de las
personas nativas de Israel y platos traídos a Israel por los judíos de la diáspora. Desde antes de la
creación del Estado de Israel en 1948, y sobre todo desde finales de 1970, se ha desarrollado una cocina
de fusión judía israelí.1
La cocina israelí ha adoptado, y sigue adoptando, elementos de varios estilos de cocina judía y cocina
regional levantina, en particular los estilos mizrají, sefardí y asquenazíes de cocina. 1Incorpora muchos
alimentos que tradicionalmente se comen en medio oriente y la cocina mediterránea, y alimentos como
el falafel, hummus, msabbha, shakshouka, cuscús y za'atar son ampliamente populares en Israel hoy en
día.23
Otras influencias en la cocina son la disponibilidad de alimentos comunes en la región mediterránea,
especialmente ciertos tipos de frutas, verduras, productos lácteos y pescado; los platillos tradicionales
distintivos se preparan en tiempos de festividades; se mantiene la tradición kosher; y costumbres
específicas para Shabat y diferentes fiestas judías, como la jalá, jachnun, malawach, pescado relleno,
hamin y el sufganiyot .
Existen nuevos platillos a base de productos agrícolas, como las naranjas, aguacates, productos lácteos y
pescado, y otros basados en las tendencias mundiales, los cuales se han introducido en los últimos años,
y los cocineros con formación en el extranjero han traído elementos de otras cocinas internacionales. 4
Historia[editar]
Orígenes[editar]
Las tradiciones culinarias de Israel comprenden alimentos y métodos de cocción que abarcan tres mil años
de historia. Durante ese tiempo, estas tradiciones han sido modificadas por influencias de Asia, África y
Europa, influencias religiosas y étnicas que se han traducido en un crisol culinario. Registros bíblicos y
arqueológicos proveen un vistazo a la vida culinaria de la región de años tan atrás como 968 antes de
Cristo, en los días de los reyes del antiguo Israel.5
Durante el período del Segundo Templo (516 AC a 70 DC), las culturas helenística y romana influenciaron
fuertemente la cocina, especialmente de los sacerdotes y la aristocracia de Jerusalén. Comidas
elaboradas eran servidas e incluían entradas picantes y bebidas alcohólicas, pescado, carne, escabeche,
verduras frescas, aceitunas, tartas y frutas dulces.5
La comida de los antiguos israelitas se basó en varios productos que aún juegan un papel importante en la
cocina moderna israelí. Estos eran conocidos como las siete especies: aceitunas, higos, dátiles, granadas,
el trigo, la cebada y uvas.6 La dieta basada en productos locales, fue realzada con especias importadas,
de fácil acceso debido a la posición del país en la encrucijada de las rutas comerciales este-oeste. 5
Después de la destrucción del Segundo Templo y el exilio de la mayoría de los Judíos de la tierra de Israel,
la cocina judía continuó desarrollándose en los muchos países donde las comunidades judías han existido
desde la Antigüedad tardía. Cambio influenciado por la economía, la agricultura y las tradiciones culinarias
de esos países.