Distracción para que se crea en la democracia.

Los medios abruman masivamente a la población, con noticias

que no tienen nada que ver con el perfeccionamiento del
capitalismo, como exige la dinámica evolución de los sistemas
sociales.

Hacen creer a la población que este país es el más democrático,

hostigando al presidente Donald Trump por su volubilidad, sus
poco diplomáticas expresiones, sus contradicciones y su relación
con Rusia; todo lo que se sabía cuando era candidato, y el país sin
leyes para invalidarlo. Cuando lo esencial para un periodismo
serio seria investigar porque la población lo eligió, y entrevistar a
aquellos que propongan leyes para que el sistema electoral
permita elegir al mejor, pero no como ahora, que se elige al que se
crea menos peor. Y también leyes que eduquen a la población en
las realidades de nuestros tiempos.

¿Esa propaganda, que acerca a Donald Trump a la destitución,

será para presionarlo, para que no se le vaya a ocurrir hablar de la
necesidad de dinamizar el sistema o de cambiar la Segunda
Enmienda?

El hombre más poderoso del mundo es muy poco lo que puede

decidir por su cuenta. Él es el primero que tiene que obedecer las
leyes y eso lo ata. La vida privada de un Presidente debe
considerarse irrelevante, aunque no el método de adquisición de
sus bienes; sus servicios a la nación si son importantes.

Todos los países espían y tratan de entrometerse en la política de

unos a otros, hasta el miserable e insignificante (para el mundo)
gobierno cubano. EEUU solo tiene que protegerse.
Entretenimiento, y una falta de respeto, y una falta a la autoridad
de la presidencia es la masiva divulgación de la posible colusión
con Rusia. Eso no debía haber salido a la luz hasta que no se
produjera una acusación formal.