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“ La raíz y fundamento del ser y del actuar del cristiano en la Iglesia y en el mundo está en su condición
de bautizado, en efecto, son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo, como casa
espiritual y sacerdocio santo ( LG 10). Esta feliz afirmación del Concilio Vaticano II ha ido revalorizando el papel
del fiel laico y abriendo posibilidades de actuación dentro de la Iglesia y de cara al mundo.” ( Tomado del Ritual
para Laicos).
La Iglesia Católica, en atención a las necesidades pastorales que se presentan en los distintos lugares,
donde bien por la abundancia de fieles, o por la lejanía de la Parroquia, confía que los fieles pueden celebrar en
asamblea, los misterios de la fe a la Luz de la Palabra de Dios, de allí la importancia de hacer la CELEBRACIÓN
DE LA PALABRA..
Qué tanto bien hace en las almas, sobre todo en aquellos lugares
donde no pueden ir los presbíteros o los diáconos, sobre todo en los días
Sábados y Domingo, o cuando hay que recordar la memoria de la Santísima
Virgen, de los Santos, o de los Fieles Difuntos. Es recomendable y de mucha
alabanza, iniciar la asamblea con el rezo devoto del Santo Rosario.
FÓRMULA TRINITARIA: EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
1. Canto de Entrada.
Reunida toda la Comunidad en Asamblea Litúrgica, se recomienda hacer ensayo de los cantos que utilizarán, para que
TODOS participen cantando al iniciar la CELEBRACIÓN DE LA PALABRA.
2. Monición.
Inmediatamente terminado el Canto de Entrada, un MONITOR previamente dispuesto y preparado, invita en forma
espontánea, clara y devotamente a la Asamblea, a que disponga el cuerpo, mente y alma, para alabar a Dios mediante la
ESCUCHA ATENTA, LA PARTICIPACIÓN ACTIVA Y LA CONCENTRACIÓN de los misterios que se van a celebrar.
3. Acto Penitencial
Se dice: SEÑOR TEN PIEDAD, CRISTO TEN PIEDAD, SEÑOR TEN PIEDAD:
YO CONFIESO...
¡OH Alto y Glorioso Dios!, ilumina las tinieblas de nuestros corazones, danos FE recta, ESPERANZA cierta, y CARIDAD
perfecta, para que cumplamos tus Santos Mandamientos por JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN.
5. 1º Lectura A. T.
Previo a la 1º Lectura, el MONITOR que ha leído antes dicha lectura, BREVEMENTE hace una monición en la cual,
habla en pocas palabras sobre lo que tratará la 1º Lectura, para disponer a la Asamblea a que sobre todo esté ATENTA.
Generalmente se escoge un pasaje del Antiguo Testamento.
6. Salmo
No se hace monición, pero se recomienda ensayar con la Asamblea un tono musical y así cantarlo si se puede, donde y
cuando no se pueda, se recomienda hacerlo a modo de responso, una BREVE frase la dice la Asamblea y el resto lo dice el
SALMISTA.
7. 2º Lectura N. T.
Aquí si se recomienda otra monición. Para recoger BREVEMENTE el contenido de la 2º Lectura que por lo general se
escoge del Nuevo Testamento. Es muy importante llamar a la Asamblea para que estén ATENTOS a la 2º Lectura.
EL CANTO DEL ALELUYA, PREPARA A LA ASAMBLEA A RECIBIR CON GOZO LA PALABRA DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO.
8. Evangelio
No se dice Lectura del Sto. Evangelio Según San (N...): sino más bien DEL EVANGELIO DE SAN N... Lo dice quien
preside la Asamblea; el cual con fuerte, clara y pausada voz, lee los Misterios que contiene el Santo Evangelio según uno
de los Cuatro Evangelistas. Sin hacer la señal de la cruz. También aquí, se dice palabra de Dios...
9. Enseñanza o Compartir
Terminada la lectura; se da una reflexión a la Asamblea, o se le invita a que comparta lo que esa palabra le dice a cada
uno en particular, sin intentar hacer homilía o salir del tema que tocó ese Evangelio. Por esto, es importante que tanto el
que Preside como la Asamblea preparen las lecturas.
Cuando se ha terminado la reflexión o el Compartir la Palabra de Dios, se invita a la Asamblea que de pie
rece a UNA SOLA VOZ el CREDO, como signo de Comunión con los Santos en el Cielo y con toda la Iglesia en la
tierra.
Dios Omnipotente, Altísimo y Misericordioso, escucha tu Pueblo Santo, aquí reunido en tu Santísimo Nombre y acoge
nuestras peticiones que te hacemos en atención al mandato de tu Único Hijo, Nuestro Señor:
2. Por el Papa
5. Por los Gobernantes del Mundo, del País, del Estado, del Poblado.
Todo esto te lo pedimos Dios Misericordioso, por JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN.
Después de la oración de los fieles, si hay comunión, se recomienda trasladar hasta el altar, las hostias
consagradas. Se coloca un corporal en el centro y sobre éste, a Jesús sacramentado.
Terminado el traslado de la reserva del Santísimo(Hostias Consagradas) al altar, se dice: Invitamos a que nos unamos
a todos los Fieles que en el Mundo Entero invocamos a Dios como Padre Misericordioso y digamos: Padre Nuestro...
Terminado el Padre Nuestro, se hace la invitación a que como verdaderos Fieles Hijos de Dios, perdonemos
a todos los que nos ofenden y en signo de Caridad Cristiana nos demos un ABRAZO de PAZ .
Donde hay Ministros de la Eucaristía, éste presenta a la Asamblea la Hostia consagrada diciendo “ Éste es el Cordero
de Dios, dichosos los invitados a la Cena del Señor....Señor, no soy digno....” y se distribuye la Comunión. Donde
no hay Ministros, el que Preside invita a un momento de Silencio, para que cada uno reflexione en su interior sobre la
comunión espiritual con Cristo, y su propósito de siempre buscarlo en el Evangelio y cuando pueda comulgar
sacramentalmente.
15. Acción de Gracias. Se puede invitar a la comunidad, para que participe dando gracias a Dios por su
gran amor y misericordia....
Confórtame Llámame
¡OH, Buen Jesús! Óyeme Y mándame ir a ti
16. Rito de conclusión
Te Adoramos Santísimo Señor Jesucristo, aquí y en todas las Iglesias que hay en el Mundo entero, y te
bendecimos porque con tu Santa Cruz redimiste al Mundo. Sagrado Corazón de Jesús ten piedad de nosotros.
Amén.
Ministro: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Todos:
A anunciar lo que hemos visto y oído, pueden ir en paz: Demos gracias al Señor....
19.- Canto Final a la Virgen Es una antigua tradición Monacal, de Ordenes Religiosas y que luego pasó a los Fieles,
que todos los últimos cantos de las Celebraciones Cristianas sean en honor a la Santísima Virgen María.