Intervenciones armadas y encubiertas

llevadas a cabo por Estados Unidos en la República

de Haití

1888: fuerzas armadas norteamericanas intervienen para dar repuesta a las

pertinentes diligencias que las autoridades haitianas llevaban a cabo ante la
presencia de un barco estadounidense que había atracado ilegalmente en un
terminal portuario de esta nación caribeña.

1891: tropas de estados unidos desembarcan “para proteger las vidas y

propiedades de norteamericanos... cuando trabajadores negros se
descontrolaron”, o más bien exigían reivindicaciones socio-económicas.

1914: tropas estadounidenses desembarcan para llevarse las reservas de oro

del Banco Nacional reclamadas por banqueros europeos y norteamericanos
(City Bank y la National Railroad) .

1915: tropas estadounidenses desembarcan Haití “para mantener el orden

durante un periodo de insurrección crónica y amenaza” que precede al ascenso
del doctor Rosalvo Bobo, conocido por su espíritu nacionalista y vehemente
defensa de la soberanía haitiana. Permanecieron como fuerza de ocupación
durante 34 años consecutivos.

1991: Un golpe de estado militar encabezado por el general Raoul Cedras, con
adiestramiento y financiamiento de la agencia norteamericana CIA, durante el
mandato de George Bush (padre) derroca al sacerdote Jean Bertrand Aristide,
primer presidente elegido democráticamente en la historia de Haití.

1993: Marines norteamericanos invaden y toman el control de Haití para

impedir una insurrección popular contra la junta militar y su agenda neoliberal,
exigiéndole al presidente Jean Bertrand Aristide, al ser restituido en sus
funciones, el cumplimiento de los dictados del FMI. Las fuerzas armadas
haitianas fueron desbandadas y el Departamento de Estado contrató a una
compañía operaciones clandestinas del Pentágono y de la CIA a los fines de
asesorar la reestructuración de la Policía Nacional Haitiana. Las tropas de
EE.UU. permanecieron hasta 1999.

2004: Marines norteamericanos, durante la administración de George Bush,

(júnior) y tropas francesas, en la gestión de Jaques Chirac, junto con una
subversión armada financiada por la CIA, la participación de exmilitares
golpistas y la oligarquía heredera de las dictaduras duvalierista apresan,
derrocan y secuestran al presidente constitucional Jean Bertrand Aristide, quien
había sido elegido nuevamente por la vía democrática. Lo someten a un
destierro forzado con el apoyo de la ONU y de la OEA. También participan
Canadá y Chile.