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¿Qué es Taki Ongoy?

Taki Ongoy (quechua: 'enfermedad del baile’), también


escrito como Taqui Unquy, Taki Oncoy y otras formas
más, fue un movimiento indígena de compleja
configuración surgido en los andes peruanos durante el
siglo XVI ( c. 1564– c. 1572) contra la reciente invasión
española. Dicho movimiento combina elementos
políticos, religiosos y culturales que hacen difícil su
clasificación bajo criterios occidentales.

Su nombre viene de la creencia de que las huacas,


enojadas por la expansión del cristianismo, se
posesionaban de los indígenas y les hacían tocar música,
bailar y anunciar la voluntad divina de restaurar la
cultura, la mitología y la política prehispánica por medio
de las mismas huacas.

Lo que los hechos nos dicen es que el Taki Unquy surgió


aproximadamente en 1560 en Huamanga, Ayacucho, Perú, desde donde se propagó
a Lima, Cusco, Arequipa, Chuquisaca y La Paz. Se trató en un principio de lo que se ha llamado "la
rebelión de las Huacas", es decir como un movimiento religioso que propugnaba el rechazo del
Dios occidental y cristiano impuesto de manera violenta y coercitiva a la población indígena andina
como consecuencia de la conquista española del Perú. De este modo, se incitaba al regreso al
culto de las huacas, que son a su vez los dioses prehispánicos y los recintos en los que se realizaba
su veneración. Desde este punto de vista, es incorrecto tildar de milenarista al Taki Unquy, ya que
justamente este movimiento no pretendía un segundo retorno de Cristo sino más bien la rebelión
en contra del culto occidental-cristiano. Si hubiera que elegir alguna categoría occidental cabría
utilizar imperfectamente (pero más ajustadamente al movimiento), el término Mesianismo.

El movimiento declinó en pocos años, se estima que terminó la práctica en 1572, pero la
esperanza de una "reconquista" sobrevivió en el folclore y en círculos intelectuales.

Justamente de rebelión contra el culto cristiano, el Taki Unquy derivó rápidamente a un


movimiento de rebelión política con una ideología típicamente andina. Se pensaba que las huacas,
en el primer momento de la invasión española, retornarían con todo su poder y vencerían al Dios
español y con él a los invasores peninsulares, reestableciendo así el equilibrio del mundo roto con
la conquista.

La trascendencia del Taki Ongoy rebasó las fronteras del Perú cuando el cantautor argentino Víctor
Heredia publicó en 1986 un álbum musical.
EL TAKI ONKOY
Este movimiento, ya mencionado
anteriormente, es pues de unificación y
de amistad básicamente entre las huacas
principales: Huaca De Titicaca (PUNO) y la
de Pachacamac (LIMA), de esta forma
unir los dos más grandes santuarios,
como una alianza Panandina entre la
Costa y la Sierra. Asimismo, los
seguidores del Taqui Ongoy tenían que
rechazar todas las formas de cooperación
con los europeos por ser estos los
causantes del cambio radical que sufrió el TAHUANTINSUYO con su llegada. Los Taquionqos según
las inspecciones realizadas por Cristóbal de Albornoz habían conseguido expandirse en las
regiones de Lucanas, Soras, Chocervos y Río Pampas de Huamanga, parecía también haberse
difundido rápidamente por el Norte hacia Jauja y Lima, y por el este hacia el Cuzco y Charcas, pero
no solo creció en territorio sino también en seguidores.

Cronológicamente se manifiesta que el Taki Ongoy estalló a inicios de 1560 y expresó la sensación
de recelo y desilusión que afectada aquel decenio crisis, por esta causa los indígenas creían que si
seguían cooperando con los españoles los llevaría al desastre. De pronto, sin ninguna advertencia
aparente surgió una emoción que sacó a los indios de su malestar o de su resignación ante unas
tendencias inevitables. Las huacas andinas dejando su posición habitual (en las piedras, aguas,
colinas) descendieron sobre los indígenas e ingresaron a sus cuerpos originando en estos
movimientos extraños, no comunes como el de temblar, caerse y bailar de una manera
exagerada., Esto originó que se tradujera el Taky Ongoy como enfermedad del baile. Estos
movimientos, mejor llamados Ataques purificaban espiritualmente a los indígenas pues estos
renunciaban al cristianismo y hablaban de los dioses autóctonos resurgidos.

Los Taquiongos prometían a sus seguidores:

- Una convulsión milenarista que eliminaría las tendencias inquietantes del pasado.
- Una alianza panandina de dioses autóctonos, organizada en dos ejércitos, que se enfrentaría al
dios de los cristianos.
- Las huacas resurgidas destruirían también a los colonizadores españoles.
- Las huacas reivindicadas crearían un mundo nuevo y nuevas gentes. "El mundo renacido sería un
paraíso andino sin colonizadores con abundancia y sin enfermedades".
- Las huacas causarían una cruel venganza a los traidores junto con los españoles.

Al referirse a traidores se trata de los indios que no se sacrificaban, es decir, no realizaban ritos a
las huacas como el de echarles chicha, por ejemplo.

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