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ARANGUREN dice que KANT es el filósofo protestante por antonomasia (Catolicismo y Protestantismo

como formas de existencia, Madrid, 1963. Pág. 63). A. GINZO FERNANDEZ, Protestantismo y filosofía,
Madrid 2000, desarrolla en detalle los comentarios filosóficos que ligan en Alemania el pensamiento de Kant
con el del Reformador (Pág. 106 y sigs.). K. BARTH dedica a KANT un largo espacio entre los teólogos
protestantes del XVIII (Protestant theology in the nineteenth century: its background and history [trad. Ing. de
Brian Cozens y John Bowden], London 2001). KANT al hacer del pensamiento individual y subjetivo el
fundamento absoluto del conocimiento reivindica para nuestra inteligencia la perfecta inmanencia, la
independencia absoluta, la soledad universal (MARITAIN, Tres reformadores, sd., si., Pág. 111). La fe en
KANT, como realidad estrictamente individual, queda relegada al mundo interior.
El pensamiento moral de la filosofía moderna quiere reconquistar «algo que en otro tiempo fue poseído con
mayor seguridad aún, algo perteneciente al viejo patrimonio de la fe... » (NIETZSCHE, Más allá del bien y
del mal, cit., Pág. 26). La crítica de Nietzsche contra toda metafísica se basa en que impone valores, y por ello
mismo atrofia y debilita la vida (cfr. FINK, La filosofía de Nietzsche, Madrid, 1966, Pág. 18). Podrían
subrayarse ciertas analogías entre NIETZSCHE y LUTERO. NIETZSCHE parte de la crítica a la
institucionalización del movimiento cristiano y judío por la acción manipuladora de una casta sacerdotal; es la
misma crítica de LUTERO a la Iglesia católica, pero ampliada ahora a toda la doctrina cristiana y aún Judía.
La contraposición nietzscheana entre el Jesús histórico su manipulación perversa por una casta sacerdotal y la
reivindicación de una «verdad auténtica» es la misma posición de LUTERO en su critica a la Iglesia;
NIETZSCHE critica el idealismo, LUTERO la metafísica. Ambos son irracionales a la búsqueda de la
autenticidad del hombre, ambos identifican racionalismo y dogmatismo ambos parten también de utilizar un
estilo directo, violento, insultante. NIETZSCHE nos presenta al Estado como la teología de la muerte de Dios
(al menos del Dios subjetivo de los cristianos); en el anticristo aparece claramente formulada y desarrollada la
idea de que todo concepto es una imagen de la divinidad. En particular, el Estado, como divinidad presente
superior, es, según NIETZSCHE, la muerte de los pueblos, el ídolo de los débiles, el paraíso de la
mediocridad y de la irresponsabilidad. Es un invento de los débiles para someter a los fuertes; es —dice
ZARATHOUSTRA el más frío de los monstruos fríos; es frío incluso cuando miente, y esta es la mentira que
se desliza de su boca: «Yo el Estado soy el pueblo». Allí donde el Estado acaba comienza el hombre (Así
habla Zarathoustra..., cit., Pág. 82 y sigs.), pues el hombre gregario es la única especie de hombre permitida
(Más allá del bien y del mal, cit., Pág. 129).

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