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LA ACCIÓN PENAL

Esta acción es dependiente de la voluntad humana del agente, concluyendo así


que solo lo humano es penalmente relevante, excluyéndose elementos de fuerza
externa como ataques de animales salvajes y fuerzas de la naturaleza.
Desde la perspectiva finalista, la acción se divide en dos fases:
a. Fase interna: Se desarrolla en la esfera del pensamiento, y es cuando se
selecciona los medios adecuados para concretar su finalidad. Esta etapa
supone: a) la determinación de la finalidad por parte del agente; b) la
selección de los medios a emplear para alcanzar la finalidad; y, c) la
consideración de los efectos concomitantes.
b. Fase externa: Es la concreción en el mundo exterior, habiéndose ya
seleccionado los medios para ello, así como asumido los efectos
concomitantes. Se puede considerar penalmente relevante tanto el fin
propuesto (v.gr. en el delito de homicidio, cuyo fin es matar) como los efectos
concomitantes (v.gr. en el delito de violencia contra la autoridad, la finalidad
puede ser que realice una de sus funciones lo cual es lícito, pero para ello se
emplea la violencia).
AUSENCIA DE ACCIÓN
El Derecho Penal excluye del concepto de acción determinadas situaciones en las
que el movimiento corporal no resulta atribuible al agente ante una ausencia de la
voluntad (lo cual incide en toda acción penalmente relevante),14 no pudiendo ser
considerado este hecho como jurídico- penalmente relevante. La ausencia de
acción es precisamente la falta de dominio o posibilidad de comportamiento
humano voluntario, imprescindible en toda acción penal relevante.
Las situaciones comprendidas en este supuesto son:
a. Fuerza irresistible: está exento de responsabilidad penal el que obra por una
fuerza física irresistible. Esta fuerza deberá provenir del exterior, es decir de un
tercero o de la naturaleza, pero actuar materialmente sobre él.
b. Movimientos reflejos: Son propiamente hechos humanos que, al surgir fuera
de nuestra voluntad no pueden ser considerados como acciones. Se
relacionan directamente con actos inconscientes, carentes de voluntad
c. Estados de inconciencia: Se excluye la acción cuando el agente realiza
movimientos en estado inconsciente: embriaguez letárgica, sonambulismo,
acciones bajo el efecto de narcóticos. La falta de conciencia debe ser total,
el accionar de la persona debe estar totalmente desligado del mundo, por lo
que no puede serle imputado tal acto.
LA OMISIÓN
una conducta no se concentra únicamente en un actuar, sino también en un dejar
de actuar. No solo existen en el Derecho Penal conductas prohibidas sino también
normas imperativas.
El quebrantamiento de estas normas imperativas es la base de las “conductas
omisivas”, es el no hacer la acción que la norma ordena.
LA ACCIÓN ESPERADA: DEBER O POSICIÓN DE GARANTE
Esta posición se da cuando corresponde al agente una determinada función
protectora del bien jurídico o una función personal de control de una fuente de
peligro.
A. Función protectora del bien jurídico
- Estrecha vinculación familiar: comporta una dependencia existencial entre
unas personas de otras, no limitándose únicamente a las relaciones familiares
sino también a las de una total dependencia personal, que caracteriza que
la posición de garante se produzca en un resultado concreto (v.gr. puede ser
la de un padre con sus hijos, de un hijo con sus padres ancianos, de un tutor
con su tutelado, etc.).
- La comunidad de peligro: se presenta en casos de deportes colectivos con
cierto riesgo, como el alpinismo, donde todo depende de una correcta
actuación en equipo. Encuentra su fundamento en la posición del garante,
al señalar que se basa más en el principio de confianza antes que en una
obligación o en un actuar precedente.
- La asunción voluntaria de determinadas funciones protectoras: que tal como
su enunciado señala, un sujeto tiene una posición de garante, y asume la
protección, como por ejemplo en determinados casos los médicos, vigilantes
y todas aquellas personas que de forma expresa o tácita asumen una
obligación de impedir determinados resultados.
B. el “deber de control” de una fuente de peligro
La protección de bienes jurídicos también depende del control de
determinadas fuentes de peligro por parte de quien tiene la obligación de
vigilarlas. El factor decisivo se basa en que el agente asumiera el control del
riesgo que originara mediante su comportamiento.
Los casos de comisión por omisión dolosa, se estructuran de la siguiente
manera:
- Conocimiento de una situación generadora de un deber actuar;
- Conocimiento de las circunstancias que fundamentan la posibilidad de obrar;
- Conocimiento de si al menos ha sido indiferente respecto a la producción de
un resultado.
En los delitos de comisión por omisión, el sujeto activo no puede ser cualquiera que
podría evitar un resultado, sino quien tenga el deber específico de evitarlo.
CLASES DE OMISIÓN
A. Omisión propia: Esta clase de omisión implica previamente, en la norma
penal, una orden de realizar una acción. La omisión propia consta de tres
elementos: a) Una situación típica; b) la ausencia de una acción
determinada; y, c) la capacidad de realizar esa acción.
B. Omisión impropia: Se basa materialmente en la posibilidad de realizar todos
los elementos del tipo de un delito comisivo omisivo.
En el tipo de omisión impropia, el comportamiento omisivo no se menciona
expresamente en el tipo, por lo que utilizando el sentido común se considera
como equivalente al hacer desde el punto de vista valorativo.

FUNCIONES DEL TIPO PENAL


a. Función de garantía: Consiste en que la ley contenga descripciones y
presupuestos que condicionen la aplicación de una pena. Se deriva del
principio de legalidad consagrado tanto en la Constitución, así como en el
art. II del Título Preliminar del Código Penal, que señala que nadie será
sancionado por un acto no previsto como delito o falta y consagra el principio
del nullum crime sine lege.
b. Función indiciaria: Señala que habiéndose establecido una conducta como
típica, se genera un indicio de la antijuridicidad, más no se puede establecer
de plano tal conducta como antijurídica, ya que el injusto penal exige no solo
la comprobación de un hecho típico sino una valoración sustancial de la
conducta.
c. Función motivadora: Al contener una prohibición, el tipo penal determina a
los ciudadanos a no realizar las conductas prohibidas, legitimando el poder
punitivo del Estado mediante el Derecho Penal.

LA TIPICIDAD
La tipicidad significará solo que la conducta contradice la prohibición o mandato
penal, entendiéndose que no nos indica de plano que la conducta ya es
antijurídica, sino simplemente que ella podría serlo.
CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS PENALES
De acuerdo a su estructura:
- Tipos básicos: Son aquellos tipos cuya descripción de una conducta en la
norma penal es más general y abierta, conteniendo el mínimo de requisitos
para que dicho delito se configure.
- Tipos derivados: Pueden ser agravantes o atenuantes del tipo básico,
agregándoseles las circunstancias que pueden caracterizar una figura
cualificada (v.gr. el homicidio por piedad, el robo agravado, etc.)
De acuerdo a la modalidad de la realización:
- Tipos de mera actividad: Implica que el tipo se satisface con la realización del
acto u omisión por parte del agente, independientemente de si el resultado
se consuma o no.
- Tipos de resultado: Requiere tanto de la acción, la imputación objetiva y el
resultado (v.gr. el asesinato, art. 108º; el robo, art. 188º). Se consuma el tipo
con la producción de un resultado que trasciende la acción.
De acuerdo con la afectación del bien jurídico:
- Tipos de lesión: Para la consumación del tipo se requiere la destrucción o
daño (valorativamente hablando) del bien jurídico (v.gr. los daños, art. 205º;
las lesiones, etc.).
- Tipos de peligro: La consumación del tipo requiere la sola probabilidad de
peligro de un bien jurídico determinado producido por el comportamiento
típico.28 Puede dividirse en:
- Tipo de peligro concreto: Cuando el tipo penal establece una inmediata
relación entre una situación de peligro con un bien jurídico determinado
(creación de peligro mediante fuego o explosión, art. 273º;
- Tipo de peligro abstracto: De manera determinada, la concreción de
alguna acción, pero el resultado se mantiene latente mientras dure la
puesta en peligro del bien jurídico.
De acuerdo al bien jurídico protegido:
- Tipos simples: Cuando la tutela recae en un solo bien jurídico (v.gr. en el delito
de hurto se protege el patrimonio).
- Tipos compuestos: Ampara simultáneamente varios bienes jurídicos (v.gr. en
el delito de robo se protege tanto la integridad física, el patrimonio, la libertad
de tránsito, etc.).
Por las características del agente:
- Tipos comunes: La comisión de estos ilícitos puede ser realizada por cualquier
persona, no haciendo falta ninguna condición ni facultad especial (v.gr. hurto
simple, homicidio simple, etc.).
- Tipos cuyo agente es calificado: Estos tipos exigen la existencia de
determinadas cualidades y características por parte del agente (v.gr.
parricidio, infanticidio, autoaborto, etc.).
- Tipos de delitos especiales propios: Son aquellos delitos que no tienen
correspondencia con la persona común (v.gr. en el delito de tortura, art. 231º,
y solo pueden ser realizados por un funcionario o servidor público).
- Tipos de delitos especiales impropios: Contrario sensu, son aquéllos que sí
tienen correspondencia con la persona común; sin embargo, la comisión por
parte de un agente cualificado denota un agravante (v.gr. en la extorsión,
art. 200º; la extracción ilegal de bienes culturales, art. 228º, etc.).
ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA DEL TIPO PENAL
- Sujeto activo.
- Sujeto pasivo.
- Bien jurídico.
- Objeto de la acción

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