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3ª Fundación en el Valle de Jujuy, Francisco de Argañaráz y Murguia

Se llevó a cabo el 19 de Abril de 1593. Relato histórico de los hechos que se sucedieron
hace 5 siglos atrás, nacimiento de Jujuy.

Esto se realizó a pesar de las muchas opiniones que se dejaban oír en contra de la
fundación de una ciudad en el Valle de Jujuy, la mayor parte de los vecinos, capitanes y
soldados de Salta "procuraron estorbar el viaje por el daño y peligro, que creían que corrían
Argañaráz y todos lo que lo acompañaban. Todavía se recordaba el fracaso de las dos
fundaciones anteriores y también temían que los indígenas, después de destruir la nueva
ciudad y a Argañaráz y su gente, se embravecían con el triunfo y atacaran Salta. A pesar
de todo esto Argañaráz nunca dudó de que tuviera éxito.

Durante los meses que demoró en reunirse en Salta la gente que iba a marchar a Jujuy,
Argañaráz pagó lo que precisaban para alimentarse y cumpliendo desde el principio lo que
le había pedido Ramírez de Velazco; también gastó el dinero que le pertenecía para:

a- Comprar 18 carretas y una gran cantidad de mercaderías, sobre todo alimentos que
consumió su gente durante el viaje y los meses que siguieron a la fecha de la fundación,
hasta que levantaran las primeras cosechas en tierras jujeñas.

b- Pagó los servicios de los soldados que protegieron, primero a la caravana, y después
defendieron la nueva ciudad, y también les compró los caballos y las armas que
necesitarían para combatir contra los indígenas.

c- Pagar a los españoles que disponían de ellos por los servicios de muchos indios
yanaconas que se necesitaban para cargar y conducir las carretas.

La gente que acompañó a Argañaráz para poblar y trabajar en Jujuy fueron algunos
blancos y una buena cantidad de indios que los servían y ayudaban; los blancos eran casi
todos pobres, y llevaron con ellos lo poco que tenían (vacas, ovejas) con la esperanza de
alimentarlos y reproducirlos en los campos que les darían y los bueyes que utilizaron para
empujar las carretas durante el viaje y después les sirvieron para arar la tierra.

Una vez que ya estuvo preparado todo, se hizo proclamar en alta voz en la plaza de Salta
por un indio pregonero de nombre Rodrigo, cuales eran los objetivos de la expedición;
inmediatamente después de pregonar que partían hacia el Valle de Jujuy, comenzó la
marcha de la caravana que viajó durante 20 días y llegó en Semana Santa, al lugar que se
eligió para levantar el nuevo pueblo. Poco después se eligió el lugar que se destinaría para
construir la futura plaza y a un costado de ese sitio se levantó una construcción precaria
"con vigas, ramas y barro" para escuchar allí la primera misa.

Como era necesario que alguien escribiera las actas correspondiente a las ceremonias de
fundación que estaba por realizarse y después llevara los libros de sesiones del Cabildo
que debería funcionar en la nueva ciudad, Argañaráz nombró el 17 de Abril, a pesar de que
acababan de llegar y era un sábado de gloria, a Rodrigo Pereira como primer escribano
público y oficial.
El día 18 de Abril, fue domingo de resurrección.

El día Glorioso: Argañaráz, determinó que fundaría el lunes 19 de Abril de 1593, en horas
de la mañana de ese día se concentraron todos, españoles y naturales en la plaza pública
presenciar el acto trascendental. En medio de sus compañeros, Argañaráz pronunció un
discurso sintetizando las razones de la fundación. El escribano Pereira ha trasmitido, en
acta de aquel momento, la esencia del pensamiento de Argañaráz " Que es notorio en esta
dicha provincia el ha venido es este dicho Valle de Jujuy y asiento donde está con ella a
poblarla y conquistar los naturales que están de guerra rebeldes contra el servicio de su
majestad para que su real corona vaya en acrecentamiento de la palabra del santo
evangelio y cosas de nuestra santa fe católica y reciban el santo bautismo y cesen los
robos,, muertes y daños....."

Acababa de pasar la Semana Santa cuando se realizaron los solemnes actos y ceremonias
que caracterizaban a la fundación de las ciudades españolas en la América colonial.

Por la mañana se reunieron todos los que habían integrado la caravana tanto los futuros
vecinos españoles como los indígenas yanaconas y los acompañaban y servían, en donde
ahora se encuentra la plaza Belgrano, y ante ellos Francisco de Argañaráz realizó todos los
actos y ceremonias correspondientes. Todo era efervescencia, esperanza, espíritu. Mando
a abrir un hoyo en el centro de plaza y plantó en él, un palo, que era una picota, símbolo de
justicia, Argañaráz, viendo elevado en alto el símbolo de la justicia de su rey, dijo" Hoy,
dicho día, en adelante, para siempre jamás, se nombre y llame esta dicha ciudad San
Salvador de Velasco, en el valle de Jujuy, Provincias de Tucumán... así se ponga en todos
los autos y escrituras que se hicieren... en el dicho hoyo y picota se ejecute justicia
públicamente contra los delincuentes y malhechores..." luego mirando al templo, imaginado
al futuro pueblo llenaría esta plaza, llamó por su nombre San Salvador, al templo y echando
mano a su espada dijo en voz envalentonada "si había alguna persona que contradijesen el
dicho asiento y jurisdicción", nadie contestó, terminado el acto mando pregonar a través de
un hombre inferior de calidad social, fue el indio Juan Quichú, quien tuvo este alto honor en
la fundación de Jujuy. Luego los participantes se dirigieron al templo para asistir a misa en
"señal de posesión de la dicha iglesia y sitio de ella" , así queda legalmente fundada la
ciudad de San Salvador de Jujuy.
El día 19 de abril de 1593 Francisco de Argañaraz y Murgía fundó la ciudad de San
Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy. En el atardecer de la fundación Argañaraz
nombró a los integrantes del Cabildo: Pedro de Godoy y Lorenzo de Herrera asumieron el
cargo de Alcaldes Ordinarios; Juan de Seguro, Miguel García Valverde, Francisco Falcón y
Marco Antonio asumieron como Regidores; Francisco de Benavente asumió como
procurador general; Julián Núñez Galván asumió el cargo de Mayordomo. A Juan de
Seguro se le concedió por única vez dos cargos como Alguacil y Regidor durante los
primeros 6 años del nacimiento de la ciudad. En los primeros tiempos de la fundación los
vecinos eran conquistadores, descubridores, pacificadores y pobladores; y de estos se
elegía al cabildante.
Los motivos

Los motivos o causas que hicieron conveniente y necesario fundar Jujuy fueron: - La
presencia de una ciudad ayudaría a dominar a los aborígenes que vivían cerca de ella. Los
españoles querían que esos indígenas se rindieran cuanto antes fuera posible porque les
creaban un gran problema; los aborígenes atacaban a casi todas las caravanas y viajeros
que se atrevían a transitar por la quebrada o por la puna de Jujuy, y por eso el comercio y
las comunicaciones entre Bolivia (Alto Perú), y lo que forma el noroeste argentino eran
difíciles y dicha dificultad debía desaparecer de inmediato a fin de consolidar la conquista
española.

Jujuy era un lugar estratégico de conexión y acceso, y el objetivo de las autoridades


españolas era tratar de unificar la zona del alto Perú con la zona atlántica, y Jujuy era un
punto clave de contacto. No hay que olvidar que ya existía Santiago del Estero fundado por
Francisco de Aguirre a mediados del siglo XVl y más tarde la provincia de Salta fundada
por Hernando de Lerma, además de ser espacio estratégico de acceso la provincia contaba
con un territorio fértil y seguro
Se debe destacar que hubo muchos intentos de fundación, Barco I, II y III, Ciudad de
Nieva, San Francisco de la Nueva Provincia de Álava, los que trataban de crear un punto
de comunicación entre el Perú y Chile en el Pacífico y el Río de la Plata, en el atlántico.

Esta tercera fundación en el Valle de Jujuy, estaba preparada porque tenía una estructura
fundacional más fortalecida de la mano de Francisco de Argañaráz. El fundador es sus
expresiones y palabras, escritas por el escribano Rodrigo Pereyra, que fue traido de Salta
para que escriba el acta fundacional, y que luego fue leída por el pregonero un indio
llamado Guanyunga, expresaba que Jujuy era el lugar adecuado, en el que iban a poder
progresar y desarrollar una ciudad con el tiempo y que los que están estaban ahí presentes
daban el punta pie inicial para el fortalecimiento de esta nueva ciudad.

Es importante destacar que Ramírez de Velazco, gobernador de Tucumán es quien había


escuchado de forma verbal que Argañarás tenía muchas ideas e intención de pisar suelo
jujeño, por ello lo autoriza y brinda su apoyo incondicional para dicha campaña. Una
campaña que era muy difícil de realizar debido a la hostilidad de los indios Omahucas al
mando de Viltipoco.

Aunque no esté escrito en el acta de la fundación, con la creación de esta ciudad se


beneficiaron también unos pocos encomenderos, porque la existencia de esta población
blanca facilitó el sentimiento de los aborígenes de la zona y muchos de los indígenas que
se rindieran pasaran a trabajar gratuitamente para alguno de ellos.

El proceso histórico desde la fundación de Jujuy, logró crear y fortalecer el circuito


económico-mercantil del Perú con el Río de la Plata, ya que era el paso obligado. Jujuy
siempre fue una provincia pujante para el desarrollo y la producción y sería bueno volver a
aquellos tiempo con visión de futuro.
.
El lugar

El lugar que Argañaráz y la gente que lo acompañaba eligieron para levantar la ciudad es el
mismo que en la actualidad ocupa la zona céntrica de San Salvador de Jujuy: en el Valle de
Jujuy, entre el Río que llaman Xive Xive (el Río Xivi-Xivi o Chico) y el río que viene de la
quebrada. El sitio cumplía con lo que le había recomendado el gobernador Ramírez de
Velazco al capitán Francisco de Argañaráz, pues tenía "mucha abundancia de tierra
fértiles" y "por estar entre los dichos dos ríos", contaba con toda el agua que podría
necesitarse para regar las tierras que se cultivaran.

La fecha

La ciudad de San Salvador de Jujuy se fundó el 19 de Abril de 1593, Francisco de


Argañaráz eligió como santo patrono de la ciudad a Jesús como San Salvador. En la
elección de Cristo como San Salvador para patrono de la ciudad tuvo mucho que ver el
hecho de las ceremonias de fundación se realizaba inmediatamente después de Semana
Santa.

El castigo de los delitos

La voluntad y la decisión de castigar los delitos y crímenes que se cometieran estuvieron


presentes desde el mismo día que se fundó Jujuy ya que Argañaráz hizo poner en medio
del terreno que se destinó para hacer la plaza de la ciudad un "palo por picota" y mandó
que nadie se atreviera a sacarla, ya que si alguien lo intentaba lo castigaría con "pena de
muerte". El palo de "picota" que se ponía en las plazas de una ciudad colonial como era
San Salvador de Jujuy significaba mucho para los hombres blancos que venían a poblar
estas tierras; representaban la presencia de la autoridad del mismo Rey en un sitio tan
alejado de Europa, y les recordaba que a Jujuy también llegaba la justicia y las leyes de
España. Junto a la "picota" se aplicaban muchos de los castigos que fijaban las leyes de
aquellos tiempos tales como los azotes; y allí se acostumbraba atar a los reos con un
letrero que decía el delito que habían cometido, a fin de avergonzarlos frente a toda la
población.

Finalmente, Argañaráz llevó a cabo las ceremonias que entonces se acostumbraban


realizar para asegurar el presente y el futuro de una nueva ciudad.

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