Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Trastornos de la Conducta
Alimentaria
Recursos y herramientas para su
adecuado manejo clínico
MÓDULO IV
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
RECURSOS Y HERRAMIENTAS PARA SU ADECUADO MANEJO CLÍNICO
MODULO IV
Los contenidos de este módulo los detallamos en forma seguida, para orientar su
lectura. Por otra parte, le proponemos que haga un ejercicio de anticipación
recuperando lo que usted sabe sobre los temas que aparecen mencionados.
La alimentación humana.
Neuroanatomía de la conducta alimentaria.
Información disponible por el cerebro.
Sistemas de integración: a- El hipotálamo; b- más allá de hipotálamo
Efectores: neuroquímica de la alimentación.
“Es privilegio de los seres humanos comer sin hambre y beber sin sed”
Brillat Savarin
Introducción
Alrededor de 1895 Sigmund Freud escribió un notable libro:"Aportes para una psicología
científica", cuya publicación nunca permitió y que solo se conoció después de su muerte.
Allí, Freud proponía algo que fue una constante en él desde sus inicios y mucho después
con su teoría psicoanalítica ya desarrollada: la preocupación por disponer de un fundamento
científico para esa teoría. Más aún, siempre creyó que ese fundamento habría que buscarlo
alguna vez en el cerebro y ya en aquel libro intentó encontrar la raíz de lo mental y psíquico
en las funciones cerebrales. Es posible que algunos de sus seguidores hayan olvidado o
descuidado mucho estas ideas.
Módulo 4 2
El hecho es que, es probable no nos hayamos aproximado todavía a explicaciones
satisfactorias de temas tales como la conciencia humana y sus conductas, incluida una
conducta primaria y vital: la conducta alimentaria (CA). Pero, tal como en parte se verá en
este capítulo, algunos de sus aspectos más básicos son ya apreciablemente conocidos; nos
referimos a la neuroanatomía de la CA y a su neuroquímica. Sin embargo, y esto hay que
decirlo sin soberbia, lo que sigue luego, la comprensión cabal de la conducta alimentaria
humana en su extremada complejidad, (como todas las conductas humanas) está todavía
lejana.
El tema que nos ocupa está en permanente renovación, con la aparición de nuevos
conocimientos lo que origina dificultades para su aprehensión.
Aquí un dato de la cocina de la escritura como dice Daniel Cassany1, o del backstage
como “dicen en la tele”
Usted, nuestro colega inscripto en este Postgrado, tiene el derecho de disponer de la mejor
información que el equipo docente pueda brindarle.
1
Daniel Cassany es profesor titular de Análisis del Discurso en la Universidad Pompeu Fabra. Está licenciado
en Filología Catalana y es Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. Ha publicado
varios libros sobre comunicación escrita (Descriure escriure; La cuina de l’escriptura; Reparar l’escriptura;
Construir l’escriptura; Ensenyar llengua, en coautoría, en catalán, español y portugués), además de unos 50
artículos especializados en enseñanza de la lengua, escritura y análisis del discurso.
Módulo 4 3
De allí que usted observará que:
Y en este capítulo aparece (¿por primera vez?) un esbozo de este modelo más cercano a la
realidad humana.
1
La conducta alimentaria no está separada de las demás conductas básicas
humanas.
Un ejemplo concreto sería la actividad de los diferentes neuroquímicos. Por caso el
neuropéptido Y (NPY), hasta hoy el principal orexígeno3 fisiológico conocido, pero del que se
ha descrito su participación en muchos otros procesos, tan importantes como el alimentario
y, entre ellos, los siguientes:
2
Damasio Antonio.- The Feeling of What Happens, subtitulado precisamente Body and Emotion in the making of
consciousness. Ed. Harcourt Brace and Co. New York, 1999.
3
En griego orexia, apetito. De ahí orexigénico, despertador de hambre o apetito; anorexígeno, supresor de hambre
Módulo 4 4
Acciones del Neuropépeptido Y (NPY)
Algo parecido puede demostrarse con cualquier otro neuroquímico. Se verán en especial
con el sistema melanocortina, la leptina, esencial en varios aspectos endocrinos y la
ghrelina.
2
En la homeostasis energética, en última instancia ingreso y gasto energético
conforman un solo y complejo proceso, interactuando permanentemente. Como
señala Stock, “los defectos en la regulación del apetito y en el gasto energético
generalmente parecieran ir de la mano, y en algunos casos, el segundo puede aparecer
primero” (Stock, 1999 citado por Prentice y Stubbs1).
3
Probablemente haya llegado el momento de dejar de lado un modelo centrado
absolutamente en el hipotálamo para, aceptando su notorio papel regulador, ir
incluyendo en las descripciones a las demás estructuras cerebrales que participan
en la CA, por ejemplo amígdala, N. Accumbens y desde ya la corteza cerebral.
4
El comportamiento alimentario es crítico para la supervivencia:
4.1- por el aporte de los macro y micronutrientes indispensables para la vida, y
4.2- por ser un componente esencial de la homeostasis energética, el proceso por el
cual el sustrato energético (grasas) que el organismo atesora en forma de tejido adiposo es
mantenido prácticamente constante por largos períodos.
Para que ocurran estos procesos, la cantidad de energía ingresada equilibra con apreciable
precisión, aunque no necesariamente en el término de 24 h, a la energía gastada.
Módulo 4 5
Tenga en cuenta que:
También se ha reafirmado con fuerza la idea de que es difícil deslindar los aspectos
neuroquímicos vinculados con la ingestión de alimentos de los fenómenos de la oxidación
de los macronutrientes4.
Una característica específica de la regulación neural de la CA es la presencia de múltiples
redundancias en el sistemaii, de modo que una misma acción o un mismo efecto pueden
resultar de vías neurales diferentes. Por lo tanto, si una vía está alterada, otras pueden
hacerse cargo; por ejemplo, la producción de un knock out del gen de NPY (ya se señaló: el
principal orexígeno fisiológico) –o sea, la falta total de NPY-, en ratas transgénicas, no
impide que estas ratas tengan peso y composición corporal normal (Erickson; 1996).iii
En los últimos 50 años, han prevalecido en el estudio del ingreso alimentario diversos
modelos.
4
Clásicamente se divide el balance de energía entre ingreso y gasto (oxidación). Aunque aquí repetiremos esa
división por razones didácticas y por la dificultad en explicarlo de otro modo, como dice el texto, hoy se sabe que
son dos procesos interactuantes e inseparables.
Módulo 4 6
Desde nuestro punto de vista, los dos modelos siguientes explican apreciablemente bien el
IA, no tienen contradicciones entre ellos y solo esperan la síntesis que permita su
integración:
A mediados del siglo 20 diversos autores, entre ellos Hetherington y Ranson 1942v, Brobeck
1946vi, Anand y Brobeck, 1951vii, postularon un modelo de dos centros de regulación de la
alimentación, con dos núcleos hipotálamicos relacionados entre si, el lateral (fágico)
iniciador de la conducta de consumo de alimentos y el ventromedial (inhibitorio de la
ingesta).
5
Reitero aquí mi reconocimiento a Hans Rudolf Berthout, cuyo trabajo Multiple neural systems controlling food
intake an body weight aparecido en Neuroscience and Biobehavioral Reviews 26 (2002): 393-428 y que tuvo la
gentileza de enviarme, marca un hito en ir más allá del modelo hipotálamo céntrico para mostrar toda la
participación cortical, subcortical, límbica, etc. en la CA y demás conductas asociadas, ej. sentidos.
Módulo 4 7
Puede observarse en la figura 1.
Figura 1
A posteriori, diversas investigaciones hicieron perder fuerza a este modelo, (Gold, 1973)viii y
luego prácticamente fue dejado de lado. Sin embargo, ciertos elementos de esa postulación
inicial siguen siendo válidos en la actualidad, como veremos más adelante. Hoy se vuelve a
prestar mucha atención a los núcleos hipotálamicos y perihipotalámicos6 en particular a los
núcleos paraventricular (NPV), perifornical (NPF), núcleo arcuato, (ARC), núcleo
accumbens, (NA) y otros y, vuelven a tener relieve lo que sucede en el núcleo ventromedial,
NVM y en el hipotálamo lateral, HL. (Rohner-Jeanrenaud, 1995ix) Por ejemplo este último,
prácticamente silenciado en los últimos quince años, es reconocido ahora como un sitio
principal de síntesis de neuronas portadoras de péptidos estimulantes de la alimentación: la
hormona concentradora de melanocitos (MCH) y las hipocretinas y/o orexinas.
6
Este modelo hipotálamo céntrico no deja, sin embargo de ser insatisfactorio ya que deja afuera a varias áreas
relevantes del cerebro, en particular distintas zonas de la corteza cerebral.
Módulo 4 8
Observación del autor. ¡Este es un concepto importante!!!!
Hoy se acepta que encastrado en las redes que controlan una multitud de
funciones hipotalámicas existen circuitos diferenciados reguladores del hambre y la
saciedad. En él las neuronas que producen las molécula/señales orexígenas o
anorexígenas son moduladas por el medio interno que contiene una variedad de
hormonas y otras moléculas biológicamente activas.
Se sabe también que muchas neuronas pueden coproducir más de una señal
reguladora del hambre. Finalmente, el conocimiento de la leptina ha reavivado el interés
por estudiar la relación entre el tejido adiposo y estos circuitos. Uno de ellos ha sido
descripto como red reguladora del apetito (RRA o ARN, por appetite-regulating network)
(Kalra 1997, 1999). x, xi. El N. Arcuato (sitio de síntesis), el N paraventricular (sitio
regulatorio) y el Área perifornical / Núcleo Lateral (centro efector y de síntesis de
neuronas de segundo orden) configuran un circuito básico que incluye los sistemas de
leptina y el de melanocortina. Como se verá más abajo en un mismo circuito interactúan
las señales orexígenas y las anorexigenasxii.
Siguiendo el modelo:
Se consideran todas las informaciones recibidas por el cerebro que permiten generar
respuestas adecuadas en relación con el ingreso alimentario y el control del peso. Puede
haber diversas formas de clasificarlas.
Módulo 4 9
Clasificación de los input según su localización anatómica
Visuales
Olfatorios
Estímulos externos Auditivos
Táctiles
Gestatorios (¿o internos, pregástricos?
Los input pueden también clasificarse según sus efectos, o sea orexigénicos o
anorexigénicos. En principio, las informaciones que llegan de la periferia originadas en el
proceso de la alimentación son inhibitorias, o sea de limitación de la comida.
Esto está relacionado con un principio biológico importante: el impulso a incorporar
nutrientes del medio es inherente a todo ser vivo, (ninguno puede sobrevivir sin recibir el
aporte del medio).7
7
El impulso hacia la incorporación de nutrientes es inherente a la vida; para limitarlo hace falta aunque sea un
7
mínimo de organización nerviosa. Ya en nuestra primera edición señalábamos este aspecto .
Módulo 4 10
Lo gustatorio está fuertemente vinculado con la memoria
y con lo afectivo. Hay numerosas evidencias de que
bloqueando los centros cerebrales de placer, que como
veremos más adelante se ubican en la amígdala cerebral
(no todo es hipotálamo) y probablemente también en el
área lateral hipotalámica, las ratas interrumpen su
jolgorio con las grasas ante la comida de cafetería. La
mayor parte de los humanos coincidirían por su parte en
que los hábitos y deseos van más allá que sus
“necesidades metabólicas”.
La búsqueda de placer es
un determinante importante Estudios recientes muestran que los roedores inyectados
en el apetito. con opioides ingerían hasta 6 veces la cantidad normal de
© Getty Images
grasa (cuánto comería Ud. de un sabroso postre de
chocolate, se pregunta Ann Kelley, de la Universidad de
Wisconsin). Pero su equipo ha mostrado que suprimiendo con quimiotóxicos la amígdala
cerebral, los ratones perdían conciencia de la atracción por una grasa apetecida. En la
idea de Ann Kelley, la amígdala enseñaría al cerebro a gustar de los alimentos
hiperazucarados y grasos, “una amplificación del placer”.
Este recuadro intenta dar una pista para la futura lectura de cómo, más allá de la simple
necesidad de nutrientes, en este caso el placer (gusto), o en otros la memoria, etc. y más
allá del hipotálamo, en este caso la amígdala cerebral, son determinantes también en la
conducta alimentaria.
Nota:
Algunos péptidos de origen periférico de la mayor significación, la leptina, el PYY 3 36,
la ghrelina, serán descriptos en el apartado de neuroquímicos.
Módulo 4 11
DOBLE REGULACIÓN DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA
Figura 2. La figura muestra esquemáticamente una doble regulación de la conducta alimentaria, la conocida
regulación cerebral y la del que podría llamarse “cerebro periférico”, con las señales adiposas (leptina, insulina) y
las de saciedad (PYY3-36 y muchas otras). Faltan aquí las señales de los órganos de los sentidos y las
metabólicas. (Adaptado de Schwartz y col, 2000)
Módulo 4 12
Finalmente el profesional que ve pacientes obesos deberá recordar que a nivel del aparato
digestivo, en sus diferentes segmentos, bucal, gástrico, duodenal-yeyunal o hepático, se
ponen en acción en el proceso de la alimentación señales de muy diverso tipo, algunas de
ellas de enorme importancia, tal como lo veremos al estudiar los neuroquímicos.
SISTEMAS DE INTEGRACIÓN
a. El hipotálamo (H)
Módulo 4 13
Además existen conexiones intrahipotalámicas muy ricas que facilitan una ulterior
distribución de toda esta información entrante a los diferentes núcleos del H. Pero, a su vez,
del H parten numerosas proyecciones a las mismas áreas corticales de donde recibe
inputsxvi, conformando una red asociativa neuroendocrina muy compleja.
Como señala Berthoud, el hipotálamo aparece así como decisivo para las conductas fágicas
inducidas por deprivación; y también como el link entre el ingreso y el gasto energético (que
en el H. no suponen actividades diferenciadas).
Sin embargo...
Módulo 4 14
Particularmente la disposición del ARC, rodeando la parte caudal del 3er. ventrículo, es
clave. Hasta ahí llegan las señales de leptina, insulina, ghrelina y allí se sintetizan POMC y
CART (catabólicas) y NPY y AGRP (anabólicas) que en los axones de las que ahora se
conoce como neuronas de primer orden se dirigen a muy diversos lugares; en esta figura al
núcleo paraventricular (NPV) o al hipotálamo lateral (HL) de donde parten los axones de
neuronas de segundo orden xvii
Figura 4.
Módulo 4 15
Estudios actuales adjudican un papel central en las conductas de recompensa a un área
extrahipotalámica, el Núcleo Accumbens.
Los placeres de los sentidos, que configuran en gran medida los hábitos de la vida animal, tienen
su base en un complejo circuito endógeno que incluye el sistema dopamínico mesolímbico, con el
input colinérgico desde el tallo cerebral, el input glutamatérgico desde la corteza, los input
GABAérgicos del estriado y del Accumbens. La proximidad precisamente de este sistema
mesolímbico con el haz dopamínico nigro-estriatal (identificado con la función motora) ha sugerido
que este sistema sería una interfase entre los mecanismos motivacionales con los motores.
En los últimos años se ha visto con claridad que el HL es un importante lugar de llegada de
las señales anabólicas (NPY, AGRP) originadas en el ARC y un punto de partida de
neuronas de segundo orden, en las que se sintetizan orexinas (o hipocretinas) y la hormona
concentradora de melanocitos (HMC).
De aquí en adelante se revisarán con un poco más de detalle los principales núcleos
hipotalámicos.
Eso hace a esta estructura muy apta para monitorear a la periferia a partir de las señales
basadas en esas hormonas.
Módulo 4 16
Técnicas actuales muy sofisticadas han revelado en el ARC dos poblaciones mayores
de neuronas con relevancia en la alimentación, ambas relacionadas con la leptina. Una
población con receptores a L contiene ARNm de NPY co-expresando frecuentemente
AGRPxix y se proyecta al NPV y otros núcleos periventriculares y también al HL. Otra
población co-expresa al POMC y al CARTxx
Un set estimulatorio, que yace centralmente y cuenta con alta densidad neuronal: En este
set se sintetizan orexígenos: NPY, AGRP (agouti related peptide, proteína del receptor
agouti), que es co-expresado con el NPY, péptidos opioides, (dinorfina y el derivado de la
POMC, la β endorfina), la galanina, GAL y aminoácidos como el GABA y el glutamato.
Un set inhibitorio, que puede describirse también, que yace lateralmente y que produce
una proteína precursora, la propiomelanocortina, POMC, de la que derivan péptidos
anorexígenos, la α-melanocortina (α-MSH), coproducida con la β ENDORFINA y el CART
(cocain and anfetamin-regulated transcript). Kristensen y col., (1998xxi).han postulado un
papel anorexígeno del CART fisiológicamente importante.
xxii
Trabajos más recientes muestran que estos nuevos péptidos formados a partir de un
polipéptido proCART y algunas de sus fracciones intervienen activamente en la
alimentación, la locomoción y otras funciones; por otra parte están ampliamente distribuidos
en el cerebro, intestino, hipófisis, adrenales y páncreas. Del mismo modo la localización del
CART en sub-regiones del sistema mesolímbico dopaminérgico demuestra actividad
locomotora (lo catabólico siempre suma anorexia con aumento de actividad). El trabajo en
este péptido puede dar origen a posibles interesante fármacos para la obesidad.
Módulo 4 17
Las neuronas del ARC se proyectan muy ampliamente, particularmente hacia el área del
Núcleo Paraventricular, (NPV), aunque otras fibras se proyectan hacia el núcleo dorsomedial
(NDM), el perifornical (NPF) y al área preóptica. Una lectura adecuada es que el hipotálamo
no es una estructura aislada, que actúa por si, sino que se integra a diversos sitios
encefálicos
Considerado inicialmente como uno de los centros reguladores del hambre, en su caso un
“centro de saciedad”, cuya destrucción originaba hiperfagia, disminución marcada de la
actividad y obesidad, el conocimiento posterior de que importantes haces noradrenérgicos y
otros lo atravesaban hizo que se lo considerara simplemente un “relais”, una estación de
contacto (Gold, 1973). Conocimientos recientes re-enfatizan el papel de elementos
neuronales en el NVM en la regulación del apetito (Kalra, 1999). Aunque la modalidad de
intervención del NVM no está aclarada ya que no sería un sitio productor de moléculas
señales, se acepta la posibilidad del NVM como sitio receptivo para diversas señales
reguladoras del apetito, lo que sin duda queda reforzado por la diversidad de neuronas
aferentes y eferentes evidenciadas en este núcleo.
Ya se han destacado más arriba algunas características del HL, que no repetiremos. Era
conocido que sus lesiones producían afagia, adipsia y pérdida de peso temporarias, por lo
que fue denominado “centro fágico”. El haz dopaminérgico nigro-striatal atraviesa el HL y se
considera que tiene un papel importante en la iniciación de la conducta fágica (Grossman,
1978)xxiv, confirmado en la actualidad. También se describían en el HL otros centros, como el
de la actividad sexual, el de la ingesta líquida y otros, apareciendo el HL como una “área de
recompensa”, de tonalidad placentera, un verdadero “rewarding system”. Olds, 1971xxv,
Reutenberg, en trabajos ya citados.
Módulo 4 18
Como hemos señalado, la existencia de un área de gratificación o recompensa puede
estar en la base de conductas adictivas.
Núcleo dorsomedial (NDM).- Hay diversas evidencias que indicarían que el NDM tendría
un papel en la conducta orexígena. Kalra y col. sugieren que el sitio de interacción entre el
NPY y la leptina podría ser el NDM y que podría “representar un componente del circuito
involucrado en la inhibición de la alimentación por la leptina” (Citado en Kalra, 1999).
9
La HCM fue descripta por primera vez en 1983 en la hipófisis de teleósteos (peces con esqueleto
completamente osificado), con un papel en la pigmentación de vertebrados no mamíferos. Se sabe desde hace
años que la HCM tiene participación en la conducta alimentaria, y si bien no se ha esclarecido del todo en que
dirección, parecen quedar pocas dudas acerca de su papel orexigénico.
Módulo 4 19
Núcleo supraquiasmático (NSQ).- Se asume actualmente que las conductas orexígenas y
anorexígenas no son respuestas mecánicas a determinados estados metabólicos periféricos
sino que las estructuras nerviosas centrales tienen un papel directriz en los ritmos
alimentarios. Uno de los nucleamientos hipotalámicos que aparecen más involucrados en
este papel es el NSQ. Su destrucción, por ejemplo, determina una conducta fágica
ininterrumpida y lesiones parciales implican alteraciones significativas en los ritmos
circadianos de la alimentación (Buijs RM 1996xxvi.
…”el cerebro
humano es el más sobresaliente ejemplo de la evolución. Si
pudiéramos resolver cómo se desarrolla el cerebro, resolveríamos
el hígado, el corazón, todo”.
Módulo 4 20
La corteza cerebral ( CC )
Las áreas claves de la corteza para el control de la conducta alimentaria serían la corteza
visceral /olfatoria y gustativa y la medianas prefrontales, las occipitales con la visión, así
como el complejo del hipocampo y la amígdala, y finalmente la corteza límbica (Berthout,
2002);
Corteza visceral sensorial. Aunque los estudios en esta área no son muy conocidos (puede
citarse la ya un poco antigua puesta al día de Cechetto, 1990xxviii), lo cierto es que el nivel de
conexiones pone a la corteza sensorial visceral en una posición ideal para distribuir
información nutricionalmente importante desde la cavidad oral y el conducto alimentario a
áreas corticales involucradas en representaciones vinculadas con lo nutricional (corteza
prefrontal).
Módulo 4 21
Amígdala
Módulo 4 22
El área medial y periventricular del H tiene un papel crucial en el control neural, tanto del
ingreso alimentario como de la homeostasis energética. En estas áreas se recibe, tanto por
vía humoral (sangre, líquido céfalo raquídeo) como neural, una vasta información del estado
nutricional y metabólico del organismo. Las lesiones en el H medial originan una obesidad
asociada a inactividad e infecundidad.
Es compleja también la relación con los efectores comportamentales, lo que solo podrá ser
resuelto cuando se conozca mejor el papel central de varias áreas extrahipotalámicas. Entre
ellas, la corteza órbitofrontal parece ser clave para entender de qué manera el cerebro elige
y ejecuta funciones comportamentales. Como señala Berthout (2002) ello no implica colocar
a esta área en el lugar de “un nuevo centro de la alimentación”.
Por ejemplo: ¿el hipotálamo en situación de “hambre” conduce al cerebro anterior cognitivo
y en ese caso bajo que condiciones?
Y la inversa se cumple, ¿es el hipotálamo conducido por el lóbulo frontal cognitivo/ejecutivo?
Módulo 4 23
Por supuesto es perfectamente sabido que en numerosas ocasiones el impulso a comer es
completamente independiente de señales internas de hambre (lo hemos visto ya en las
primeras páginas del capítulo). En los humanos los factores cognitivos superan la fuerza de
las señales internas, aunque siempre queda la idea de que ciertos circuitos en los que
interviene la amígdala cerebral y el hipotálamo lateral (en su conjunto el rewarding system)
son un motor importante del impulso a comer, a veces en forma compulsiva, teniendo sin
embargo en su origen el valor de gratificación de la comida10.
Más allá de la conducta alimentaria (CA), está el tema global de la homeostasis energética,
del cual la CA es solo una parte. Es de importancia entender mucho mejor como funcionan
los mecanismos compensatorios, por ej. del ingreso alimentario en caso de fallas en el
gasto, o a la inversa.
Cuando la obesidad está determinada por la hiperfagia por ejemplo, ¿por qué no funcionaría
adecuadamente el sistema de gasto energético? Y, ¿está bien planteado el problema?
Sin embargo, hasta que no estén del todo estudiados los demás sitios posibles, el ARC
permanece solo como candidato a ser quizás lo que hoy consideraríamos el adipostato.
10
A fines del año 2003 ha aparecido una importante review de Sorensen y col. de los estudios publicados sobre
10
El efecto de la percepción sensorial de los alimentos sobre el apetito y el ingreso de alimentos
Módulo 4 24
NEUROQUÍMICA DE LA ALIMENTACIÓN
Visión general
Catabólicas Anabólicas
11 La CCK apareció desde hace ya muchos años como el anorexígeno fisiológico más activo. La síntesis del PYY
3-36 la ha desplazado.
12
La 5-HIT tuvo la consideración central durante varios años. Con la salida de la dextrofenfluramina
(serotoninérgico) del mercado, decayó la atención en ella, ahora otra vez recuperada por su rol de activadora de
la alfa melanocortina.
Módulo 4 25
Receptores y sitios de síntesis de neuroquímicos.
Módulo 4 26
LOS SENDEROS DEL HAMBRE Y LA SACIEDAD
Marcelo Rubinstein.- Infografía aparecida en La Nación el 11.2.03
Neuroquímicos
sintetizados en el
arcuato
Neuropéptido Y
El neuropéptido Y
es el orexígeno
fisiológico más
importante.
AGRP
El agouti-related
peptide sintetizado
junto con el NPY, tiene
acción orexigénica
POMC
Macromolécula que da
origen a varios
péptidos
anorexigénicos.
CART
Péptido de acción
anorexígena
Esta infografía muestra algunos de los neuroquímicos más relevantes. Faltan aquí, entre los
orexígenos, el NPY y el AGRP y entre los anorexigénicos la α MSH.
13
Se ha sugerido que este descubrimiento impulsó el movimiento desde el campo de la homeostasis
energética y del peso corporal hacia la era molecular.
Módulo 4 27
Desde entonces son más de mil los trabajos (pair reviewed) sobre leptina.
El modelo inicial (Zhang y col, 1994) postula que el aumento del tejido adiposo determina
una mayor producción de la leptina, que, después de atravesar la barrera hematoencefálica
(BHE) por un proceso activo, se une a receptores específicos del hipotálamo, actuando
sobre numerosos neuropéptidos y neurotransmisores, en particular como antagonista del
NPY o agonista del POMC (en su sitio de producción, el núcleo arcuato o en su principal
sitio de acción, el núcleo periventricular), donde se inician acciones que limitan el ingreso
calórico y alteran la respuesta autonómica (mayor producción de calor), la secreción y
acción hormonal (en especial insulina) y produce una pérdida específica de grasa.
Pero los mismos fenómenos permiten diseñar un segundo modelo en el que la disminución
marcada de la leptinemia, por balance calórico negativo y/o por disminución de la masa
grasa), sería una señal de deprivación orgánica (Ahima, 1996xxxvi, Elmquist, 1997xxxvii con su
cortejo de disminución de la capacidad reproductiva, y de la función tiroidea.
Módulo 4 28
Otro papel adjudicado a la leptina, de gran importancia en la actual comprensión metabólica
del tejido adiposo y del riesgo del depósito ectópico de la grasa en sitios extra adiposos es el
que ha revisado Unger (2003)xxxix, xl
señalando que: “en el enfoque actual el papel primario
de la leptina no sería prevenir la obesidad vía hipotálamo sino más bien orientar su depósito
(adipocitario) sin el daño metabólico que implica hacerlo en tejidos no adiposos” (ejemplo,
hígado, músculo, células beta del páncreas).
Para explicar, por otra parte, la llamada “leptino-resistencia” se han planteado diferentes
hipótesis, DIAPO, Entre ellas se destacan la que postula una alteración en el pasaje a través
de la BHE (hay evidencias de que esto existe (Caro, 1996xli) y la que sugiere que puede
haber defectos en los sitios blancos de la acción de leptina en el SNC. Por ello se ha
prestado especial atención en los últimos tres años a estos sitios.
Insulina, acción central La insulina, sintetizada en las células β del páncreas es una
hormona con acciones clave en diferentes procesos endocrino metabólicos del organismo,
incluyendo la homeostasis energética y .el metabolismo de los macronutrientes.
Este conocimiento fue el primero que implicaba a una hormona en el control del peso
corporal por el sistema nervioso central (SNC). El descubrimiento de la acción de la leptina
en el cerebro evidenció la presencia de una segunda señal hormonal. Ambas son
consideradas señales adiposas ya que sus niveles en sangre son proporcionales a la
cuantía del tejido adiposo. Su entrada al SNC es también proporcional a esos niveles. La
administración tanto de insulina como de leptina en el cerebro reduce el ingreso
alimentarioxliii. Más allá de estas analogías, son varias las diferencias entre la leptina y la
insulina en cuanto a sus relaciones con la obesidad; lo que más interesa destacar es
probablemente que hay evidencias de que la leptina tiene un papel más importante que la
insulina en el control por parte del SNC de la homeostasis energética.
Módulo 4 29
Esto, sin olvidar el papel que tiene la insulina tanto en promover el depósito graso como la
síntesis de leptina en los adipocitos.
Péptido YY 3 36 (PYY 3 36) Desde comienzos del año 2000 ha aparecido abundante
información acerca de un péptido de fuerte acción saciogénica segregado en forma
postprandial por el intestino en proporción con las calorías ingeridas, conocido como Péptido
YY 3 36. Este péptido es un agonista del receptor Y2 del NPY14.
Tiene una intensa actividad supresora de la ingesta y podría ser la principal sustancia
enteral con este tipo de efecto; quizás desplace de este puesto a la colecistoquinina, hasta
ahora considerada la primer sustancia saciogénica fisiológica conocida.xliv
Mecanismo de acción: Se ha demostrado que la inyección periférica de PYY 3 36 en ratas
inhibe el ingreso alimentario y reduce el peso corporal y que requiere el Receptor Y2. El
PYY 3 36 también inhibe la actividad eléctrica de las terminales de los nervios NPY,
activando así las neuronas adyacentes de proopiomelanocortina (POMC).
• Un estudio de fines de 2003 del grupo del Imperial Collage de Londres, dirigido por
xlv 15
SR Bloom ha mostrado que los sujetos obesos son sensibles a la acción
anorexiante del PYY 3-36. Esto abre probablemente notables perspectivas
terapéuticas, aunque en el presente solo puede administrarse por vía endovenosa y
su acción se prolonga solo alrededor de 90’. Bloom y col. mostraron también que los
obesos tendrían niveles bajos de PYY 3-36 sugiriendo que esta deficiencia podría
contribuir a la patogénesis de la obesidad.
14
El receptor Y2 del neuropéptido Y (Y2R) es un receptor putativo inhibitorio presináptico, altamente
expresado en las neuronas NPY del núcleo arcuato (ARC), accesible por lo tanto a las hormonas
periféricas.
15
Prestar especial atención a este trabajo!!
Módulo 4 30
xlvi
Saciedad y saciación Antes de describir al péptido ghrelina (Kojima y col. ,1999)
señalemos que:
Como sería de esperar, las señales de saciedad que nacen en el hecho de haber comido
involucran al estómago e intestino. La distensión de estos órganos induce a señales
xlviii
neurales de tipo saciogénico; hasta hoy la más estudiada era la colecistoquinina.
(aunque, como se ha visto un poco más arriba, quizás el PYY 3-36 tiene una acción más
potente).
Ghrelina (G).- La ghrelina, conocida primero como una agonista del receptor de la hormona
de crecimiento (HC) y secretagoga de la hormona, sin funciones fisiológicas conocidas, ha
emergido después del año 2000 como un factor importante en el control del apetito y del
ingreso alimenticio y como un objetivo potencial de gran interés para las drogas anti
obesidad.
Su descubrimiento es reciente (Kojima, 1999) pero desde un principio ha abierto una
diferente perspectiva a la interrelación entre el intestino y el cerebro en la regulación del
peso corporal. La ghrelina fue identificada inicialmente cuando se estudiaba la regulación de
la secreción de la somatotrofina. Investigando cual sería el ligando endógeno de un “nuevo”
receptor descubierto de la H de crecimiento, se encontró que ese ligando natural era
sintetizado, sorprendentemente, en células endocrinas dentro del estómago. Flier se
pregunta: ¿por qué un secretagogo de la hormona de crecimiento se originaría en el
estómago?xlix
Módulo 4 31
Rápidamente se demostró que la infusión de ghrelina16 en roedores estimulaba la
alimentación y producía obesidad, más allá de los cambios en la secreción de la hormona de
crecimientolli. Esta acción orexigénica tiene lugar vía NPY, en particular el receptor Y1, y se
lii
pierde después de la vagotomía A partir de ese momento las investigaciones se orientaron
hacia la participación de esta hormona gástrica en lo relacionado con el balance energético.
Los niveles de ghrelina se incrementan antes de las comidas y en la restricción alimentaria.
Después de las comidas caen en forma rápidaliii. Estos hechos se asocian a las evidencias
de que la ghrelina actúa sobre neuronas hipotalámicas que intervienen en la regulación del
XLVII
balance energético . De ahí la hipótesis de que el pico de aumento de ghrelina
preprandial y en condiciones de inanición, o aun de dietas hipocalóricas muy estrictas,
determina el impulso de hambre o búsqueda de comida o por lo menos forma parte de la
elaboración de esta conducta.
Pero atención!: Investigaciones más recientes han confirmado este efecto en humanosliv,
aunque faltan evidencias todavía acerca de su verdadero papel. 17
Los obesos presentan niveles más bajos de ghrelinalv haciendo no creíble la hipótesis de
que su sobreproducción originaría la obesidad. Sí puede concluirse que la ghrelina es
secretada por el estómago, regulada negativamente por la leptina y que aumenta la
expresión en el arcuato del NPY.
Además:
16
La ghrelina tiene una actividad gastroproquinética que la asemeja a la motilina (Asakawa, 2001).
17
Estudios en pacientes con anorexia nerviosa, tanto restrictivas como bulimiformes publicados a fines del 2003
muestran que si bien ambos grupos tenían niveles de Ghr. más altos que el grupo normal, las bulimiformes
tenían concentraciones significativamente más altas que las del grupo de restrictivas. ( M Tanaka y col. Fasting
plasma ghrelin levels in subtypes of anorexia nervosa. PNEC, 28: 829-835; 2003). Esto muestra varias cosas: 1-
que son dos poblaciones diferentes; 2- que la Ghr es una sustancia probablemente clave en la regulación de la
homeostasis energética.
Módulo 4 32
• En cirugía bariátrica, más precisamente en el by pass gástrico18, en el que se
observa una marcada reducción en el apetito/hambre, se evidencia asociadamente
una reducción marcada en los niveles de ghrelina, que, por otra parte, no se elevan
XVIIIL.
en situaciones preprandiales (Cummings y col,) Esto no sucede, como ya fue
dicho, si la pérdida de peso se debe a dieta hipocalórica. Más sugestivo aún,
tampoco sucede aparentemente cuando la intervención bariátrica es la de la banda
gástrica, en la que los niveles preprandiales de ghrelina tienen un perfil habitual. En
nuestra experiencia (y sin medir ghrelina) creemos observar, en efecto, más
conservación de apetito/hambre en los pacientes con banda. Esto abriría la
posibilidad de que el by pass suprimiera cierta área gástrica de síntesis de ghrelina.
Una consecuencia agregada podría ser que se llegaran a lograr por vía farmacológica,
vía antagonistas de ghrelina, resultados semejantes a los ya notables de la cirugía del
by pass gástrico en los pacientes con obesidad extrema. Estaríamos “hablándole al
cerebro” (Flier, 2002) desde la farmacología, sin recurrir a cirugías restrictivas.
18
El by pass gástrico es la más difundida técnica de la cirugía de la obesidad, que se comenta en el capítulo de
Cirugía Bariátrica
Módulo 4 33
La administración central de NPY origina hiperfagia, disminución de la termogénesis en el
tejido adiposo pardo y resistencia a la insulina con hiperinsulinemia. La continuación de las
inyecciones causa obesidad. Estas manifestaciones son similares a las que se observan en
la deficiencia de leptina y a la vez reproducen en el animal los procesos fisiológicos de
aumento de ingesta y del tejido graso. Así la rata NPY come más pero principalmente en el
período de oscuridad y con los intervalos de no-comida que tiene en la normalidad.
La relación entre el NPY y la leptina es íntima y muy rica, inabarcable para esta
presentación.
El incremento, por razones diversas, del NPY, contribuye al fenotipo clásico ob/ob del ratón
hipoleptínico. Por el contrario los ratones ob/ob que a su vez son deficitarios en NPY (NPY- /
NPY-) son sustancialmente menos obesos y mejoran parcialmente sus características
fenotípicas (Erickson y col. 1996 lviii).
Módulo 4 34
Ontogenia del sistema hipotalámico NPY Es interesante conocer que en la rata recién
nacida (a diferencia de lo que sucede con la rata adulta), en el período postnatal el NPY se
expresa transitoriamente en varias regiones hipotalámicas, aparte del ARC. Esto permitiría
aportar suficiente NPY para mantener el ingreso energético necesario en este período
crítico. Esto tiene importancia fisiológica desde que las proyecciones ARC-NPY no se
desarrollan a full hasta la 3ª semana postnatal; hasta entonces las señales periféricas no
actúan. Según Grove y Smithlxi, esto tendría importantes proyecciones en, por ejemplo, en el
desarrollo anormal causado por señales maternas o medioambientales.
Sistema melanocortina (SMC) Hoy puede decirse que este sistema es quizás la vía
neuronal involucrada en la regulación del equilibrio energético y en la conducta alimentaria
mejor caracterizada. Implica una colección de circuitos única en su capacidad para detectar
señales que llegan de una enorme cantidad de hormonas, nutrientes e inputs neurales
aferentes. Es muy probable que el SMC participe de la integración de las señales “adiposas”
de largo plazo (leptina, insulina), recibidas en el hipotálamo, con las señales agudas de
hambre y saciedad recibidas primariamente en el tronco cerebral (N. del Tracto Solitario).
Una característica notable del SMC es que está compuesto de fibras que expresan tanto a
agonistas (POMC) como a antagonistas (AgRP) de receptores de melanocortinas.
Otra característica singular del SMC es que actúa como un reóstato de la reserva
energéticalxii, con producción de fenotipos de obesidad varios en relación a los genes del
sistema involucrados lxiii
Como señala Flier, se ha abierto un segundo frente en el dominio de los blancos de la
leptina en el hipotálamo, donde vuelve a señalarse que la leptina actúa directamente en el
núcleo arcuato:
Módulo 4 35
La α MSH activa al receptor 4 de melanocortina (MC4-R), mientras que el AGRP lo inhibe;
ambas moléculas, originadas en el mismo lugar (ARC), antagonizan su acción en este
receptor, ubicado en el hipotálamo en un sitio aún no precisado, probablemente en el
espacio entre el arcuato y el n. lateral (en realidad, unos pocos milímetros).
+++ ---
αMSH →→→ MC4-R ←←← AGRP
La supresión del MC4-R provoca obesidad; por ello entonces un agonista del receptor como
es la melanocortina determinará disminución de la ingesta y un antagonista (AGRP)
manifestaciones de hiperfagia. Conocido aproximadamente el papel del MC4-R se plantea
cual sería su ligando endógeno; un candidato probable es precisamente la melanocortina,
producida en el ARC a partir de la POMC.
Flier y col. sugieren que puede expresarse un circuito en el cual la leptina activa la
expresión de la POMC en el ARC, que luego proyecta axones con melanocortina a los sitios
hipotalámicos que expresan al MC4-R, causando disminución de la ingestión de comida.
Debe recordarse que el AGRP actúa sobre el mismo receptor con efecto antagónico por lo
que puede decirse que el resultado final de la acción del MC4-R depende del balance entre
α-MSH y AGRP. Siendo ya suficientemente compleja esta descripción, la realidad lo es más
aun, con los datos disponibles, y seguramente más aun con lo que resta por conocer. Se
sabe por ejemplo que la actividad a nivel del MC4-R es mayor que la descripta y que,
además, seguramente otras moléculas /señales tienen una importante participación en la
regulación de la alimentación. Y entre ellas habrá que tener en cuenta por un lado a los
péptidos producidos en el hipotálamo lateral, la hormona concentradora de melanina (MCH)
y las orexinas A y B y además rescatar de la penumbra actual a las monoaminas,
norepinefrina, dopamina y serotonina.
Módulo 4 36
La hormona concentradora de melanina (HCM)lxvii y las orexinas (Sakurai lxviii)
Las evidencias de los últimos años indican que la HCM, del grupo de los péptidos
orexígenos, es producida exclusivamente en el área neuronal del hipotálamo lateral (HL)
que proyecta fibras para amplias regiones cerebrales; precisamente su receptor ha sido
identificado recientemente en diversos puntos. La leptina suprime la expresión tanto de la
HCM como de su receptor. Estos y otros hallazgos sugieren que la HCM ejerce sus efectos
a través de sus receptores específicos distribuidos en el cerebro y que ellos son influidos
por la condición actual del balance energético vía leptina y receptor de L no solo en el
hipotálamo sino en otras regiones cerebrales.
Un segundo sistema de péptidos de HL fue descubierto en 1998 por dos grupos
independiente de investigadores mediante técnicas diferentes, cada uno de los cuales
hallaron dos péptidos con el mismo precursor. Un grupo (Sakurai, 1998) les llamó orexinas
(O) y el otro (de Lecea y col, 1998) lo denominaron hipocretinas. Estos péptidos se
expresan solo en hipotálamo y muy principalmente en el HL.
Módulo 4 37
Citas que aparecen en el texto.
i
Prentice A and Stubbs, RJ Appetite control, physiological aspects. En Obesity.- Blackwell Sciences, Oxford,
1999.
ii
Beck B. KO’s and organisation of peptidergic feeding behavior mechanisms. Neurosci Biobehav. Rev 25:143-
58; 2001
iii
EricksonL Nature, 381: 415-421; 1996.
iv
Woods, S et al.- Signals that regulate food intake and energy homeostasis. Science 280: 1378-82; 1998.
v
Hetherington, A and Ranson, S.- The spontaneous activity and food intake of rats with hypothalamic lessions.-
Am J Physiol 136: 609-617; 1942.
vi
Brobeck JR.- Mechanism of the development of obesity in animals with hypothalamic lession.Physiol. Rev. 26:
541-559; 1946.
vii
Aand B y Brobeck J. Hypothalamic control of food intake in rats and cats. Yale J Biol Med 24: 123-140; 1951..
viii
Gold RM.- Hypothalamic obesity: the myth of the ventromedial nucleus. Science 182: 488-90; 1973.
ix
Rohner-Jeanrenaud, F.- A neuroendocrine reappraisal of the dual centre hypothesis: its implications for obesity
and insulin resistance. Int J Obes 19: 517-534; 1995.
x
Kalra, SP.- Appetite and Body Weight Regulation: Is It All in the Brain? Neuron, 19: 227-30; 1997.
xi
Kalra SP et al .- Interacting Appetite-Regulation Pathways in the Hypothalamic Regulation of Body Weight.-
Endocrine Reviews 20(1): 68-100; 1999.
xii
Sahu A.- Minireview: a hypothalamic role in energy balance with special emphasis on leptin.- Endocrinology
145:2613-20; 2005.
xiii
Berthout HR Multiple neural systems controlling food intake and body weight. Neuroscience and Biobehavioral
Reviews. 26: 393-428; 2002.-
xiv
Kempermann G y col. Activity-dependent regulation of neuronal plasticity and self repair. Prog Brain Research
127: 35-48; 2000.
xv
Berthouud HR Neural pathways underlying food intake and energy homeostasis. En Progress in Obesity
Research. (Eds.Medeiros, Halpern, Bouchard). John Libbey Eurotext Ltd. p 59-63; 2003
xvi
Saper CB. Hypothalamic connections with the cerebral cortex. Prog Brain Res. 126: 39-48; 2000
xvii
Schwartz M y col. Central nervous system control of food intake. Nature 404:661-671; 2000
xviii
Bloom S Hyperleptinemia as a component of a metabolic syndrome of cardiovascular risk. Arteriosecl
Thromb Vasc Biol 18(6): 928-33; 1998.
xix
Broberger C y col. The neuropeptide Y/agouti gene related protein brain circuitry in normal, anorectic and
glutamate treated mice. Proc. Natl. Acad sci USA 95: 15043-8;1998
xx
Elias CF.. Elmquist JK.- Chemically defined projections linking the mediobasal hypothalamus and the lateral
hypothalamus. J. Comp. Neurol. 402: 442-459; 1998
xxi
Kristensen W et al Hypothalamic CART is a new anorectic peptide regulated by leptin.
Nature.- 393: 72-76; 1998.
xxii
. Hunter Rgy col. CART Peptides as Targets for CNS Drug Development. Curr Drug Target CNS Neurol Disord.
Jun;2(3):201-5; 2003
xxiii
Cone R Anatomy and regulation of the central melanocortin system. Nature Neuroscience 8:571-8;2005
xxiv
Grossman, S. Correlative analyses of ingestive behavior and regional amine depletions after surgical
transections En: Central mechanisms of anorectic drugs. Ed. L. Garattini.- Raven Press, 1978.
Módulo 4 38
xxv
Olds J et al differentiation of hypothalamic drive and reward centres. Am J Phys. 221: 368-375; 1971.
xxvi
Buijs RM.- The anatomical basis for the expression of circadian rhythms: the efferent projections of the
supraquiasmatic nucleus. Prog Brain Res.- 111:229-240; 1996.
xxvii
Rolls ET y col. The neurophysiology of taste and olfaction in primates, and umani flavor. Ann NY Acad of Sci
855: 426-37; 1998
xxviii
Cechetto DF y Saper, J Role of the central cortex in autonomic function Oxford University Press, 1990
xxix
Kask A y col.- Tonic inhibition of food intake during inactive phase is reversed by the injection of MCR4
antagonists in central amygdala. Brain research 887: 460´4; 2000.
xxx
Giraudo SQ….Billington CJ y col..- Association between the amygdala and nucleus of the solitary tract in mu
opioid induced feending in the rat. Brain Res 802: 184-8; 1998
xxxi
Saito Y y col. Expression of the MCH receptor MRNA in the rat brain. J Comp Neurol 435: 26-40; 2001
xxxii
Morgenson GJ y col. From motivation to action : Functional interface between the lymbic system and the
motor system. Prog. Neurobiol. 14: 69-97; 1980
xxxiii
Morgenson GJ y col. From motivation to action : Functional interface between the lymbic system and the
motor system. Prog. Neurobiol. 14: 69-97; 1980
xxxiv
De Falco...Enquist, Friedman. Virus assited mapping of neural inputs to to a feeding center in the
hypothalamus. Science 291: 2608-13; 2001.
xxxv
Zhang, Y et al (Friedman).- Positional cloning of the mouse obese gene and its human homologue.- Nature
372: 425- 432; 1994.
xxxvi
Ahima, RS et al (J Flier).- Role of leptin in the neuroendocrine response to fasting. Nature 382: 250-252;
1996.
xxxvii
Elmquist, JK, Ahima, RS (Flier): Leptin activates neurons in ventrobasal hypothalamus and brain stem.-
Endocrinology 138: 839-842; 1997.
xxxviii
Boden G. et al.- Effect of fasting on serum leptin in normal human subjects. J Clin End Met. 81: 3419-3423;
1996
xxxix
Unger RH. The physiology of cellular liporegulation. Annu Rev Phyisiol 65: 333-47;2003
xl
Unger RH Leptin physiology : a second look. Regul Pep. 92: 87-95; 2000
xli
Caro, J et al.- Leptin: the tale of an obesity gene. Diabetes 45: 1455-62; 1995.
xlii
Woods S y col. (Porte) Chronic intracerebroventricular infusion of insulin reduces food intake and body weight
of baboons. Nature 282: 503-505; 1979
xliii
Schwartz MW y col. Central nervous system control of food intake. Nature 404: 661-670; 2000
xliv
Batterham RL y col (Bloom SR). Gut hormone PYY(3-36) physiologically inhibits food intake.. Nature 2002 Aug
8;418(6898):650-4
xlv
Batterham R y col (Bloom SR). Inhibition of food intake in obese subjects by peptide YY 3-36. NEJM 349:941-
8; 2003
xlvi
Kojima M, Hosoda H y col. Ghrelin is a growth-hormone-releasing related acylated peptide from stomach.
Nature 402: 652-60;1999
xlvii
Blundell J E Food intake and appetite control. Int J Obes 19 (Suppl 2), 2; 1995
xlviii
Smith GP y Gibbs J, Gut peptides and postprandial saciety. Fed. Proc. 43: 2889, 1984
xlix
Flier J y Maratos-Flier E.- The stomach speaks. NEJM 346: 1662-1663; 2002
l
Tschop M y col. Ghrelin induces adiposity in rodents. Nature 407:908-913; 2000
li
Nakazato M y col A role for ghrelin in the central regulation of feeding. Nature 401. 194-8;2001
Módulo 4 39
lii
Asakawa A. y col. Ghrelin is an Appetite-Stimulatory Signal from Stomach with Estructural Resemblance to
Motilin Gastroenterology 120: 337-347; 2001
liii
Cummings DE y col. Plasma ghrelin levels after diet-induced weight loss or gastric by pass surgery NEJM 346:
1623-1630;2002
liv
Wren AM y col Ghrelin enhances appetite and increases food intake in humans. J Clin End Met 86:5992;
2001
lv
Shiiya T, Nakazato M y col. Plasma ghrelina levels in obese and lean humans and the effect of glucose on
ghrelin secretion. J Clin End Metab 87: 240-244; 2002
lvi
Cortelazzi D y col. Circulating levels of ghrelin in human fetuses. European J of Endocrinology Agosto 2002.
Holst JJ y col. "Effect of 6-week course of glucagon-like peptide 1 on glycaemic control, insulin sensitivity, and ß-
lvii
cell function in type 2 diabetes: a parallel-group study" Lancet 2002; 359: 824-30
lviii
Erickson JC et al.- Science 274: 1704-1707; 1996; citado en Flier y Maratos Flier, 1998.
lix
Kalra SP and Kalra PS.- Is neuropeptide Y a naturally occurring transducer? Curr Opin Endocrinol Diab 3:
157-163; 1996.
lx
Flier, JS and Maratos-Flier E.- Obesity and the hypothalamus: novel peptides for new pathways.- Cell, 92:
437-440: 1998.
lxi
Grove KL y Smith MS.- Ontogeny of the hypothalamic neuropeptide Y system.- Physiol Behav. 9(1):47-63; 03.
lxii
Huszar D y col. Targeted disruption of the melanocortin-4-receptor results in obesity in mice Cell 88:131-
41;1997
lxiii
Cone RD Anatomy and regulation of the central melanocortin system Nature neuroscience 8:571-8;2005
lxiv
Wilson, BD et al.- Physiological and anatomical circuitry between Agouty-related protein and leptin signalling.-
Endocrinology, 140(5): 2387-97; 1999.
lxv
Marsh, DJ et al.- Response of melanocyte 4R-deficient mice to anorectic and orexigenic peptides .-Nature
genetics 21: 119-122; 1999.
lxvi
Chen, P et al- Altered expression of agouti-related protein and its colocalization with NPY in the ARC of the
hypothalamus during lactation. Endocrinology 140(6): 2645-2650; 1999.
lxvii
Kawano H y col. Melanin-concentrating hormone neuron system: the Wide Web that controls the feeding. Anat
Sci Int. 2002 Sep; 77(3):149-60.
lxviii
Sakurai T y col. Orexin and orexin receptors: a family of hypothalamic neuropetides and g-protein-coupled
receptors that regulate feeng behaviors. Cell 92: 573-585;1998
Módulo 4 40