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CAPITULO I
INTRODUCCION
1.1. Antecedentes
Conciliar los objetivos del desarrollo con el manejo sostenible y conservación de los
recursos naturales es uno de los desafíos económicos y sociales fundamentales en los
últimos tiempos. Este desafío es particularmente importante en países en vías de
desarrollo como la República Dominicana.
Se hace necesario enfrentar este reto, para el mantenimiento de las funciones que
prestan los ecosistemas, de manera que puedan mantener y/o mejorar la producción
de bienes y servicios ambientales1 a la población, especialmente el servicio ambiental
hídrico para los diversos usos. Además de mejorar en calidad y cantidad las
oportunidades de desarrollo, este esfuerzo tiende a minimizar el riesgo inminente al
que se ha sometido todo el aparato productivo por causa de la creciente escasez de los
recursos naturales, en particular el agua. La sostenibilidad de la producción de
servicios ambientales dependerá de la conservación de las existencias de activos
naturales en cantidad y calidad (Costanza et al, 1997).
1
Los bienes y servicios ambientales se refieren a los flujos que los ecosistemas brindan para beneficio
de la población en sus distintos usos.
Estudio de Valoración Económica del Recurso Hídrico de las Cuencas Altas
de la Presa de Sabana Yegua, República Dominicana
Las fallas de mercado, son la causa de que las tarifas de agua sólo consideren una
parte de los costos de ofrecer el servicio de abastecimiento para los diferentes usos, no
se incluyen o internalizan los costos ambientales en que se incurre para disponer de
agua en calidad y cantidad socialmente aceptables (Azqueta, 1994a). Esta debilidad
tarifaria ha provocado la explotación del recurso agua, agotamiento de acuíferos y
degradación de grandes cuerpos de aguas superficiales, lo que supone un alto riesgo
tanto para la inversión social en infraestructura instalada como para el bienestar de los
sectores productivos, de servicios, así como de la población en general.
El manejo integrado del recurso hídrico como capital natural, puede ser una opción
innovadora para impulsar el desarrollo sostenible. Este componente responde a la
necesidad de capitalizar la riqueza natural en función del desarrollo socioeconómico,
considerando a la vez las posibilidades de mantener la base del capital hídrico como
fuente permanente de servicios ambientales y de ingresos. En este sentido, es
necesario identificar y valorar los bienes y servicios que prestan los ecosistemas, como
uno de los elementos del sistema económico e implementar políticas que incentiven
prácticas amigables con el recurso hídrico (De Groot et al, 2002).
Este estudio busca establecer el estado de los bienes y servicios que prestan los
ecosistemas, valorar económicamente el componente hídrico y determinar los
mecanismos financieros adecuados para internalizar estos valores.
El área de estudio está conformada por el sistema de las cuencas altas de la Presa de
Sabana Yegua, cuyo embalse se encuentra en la confluencia de los ríos Grande o del
Medio, Yaque del Sur y Las Cuevas.
CAPÍTULO II.
SITUACION GENERAL Y SERVICIOS ECOSISTEMICOS DE LAS CUENCAS ALTAS
DE LA PRESA DE SABANA YEGUA.
Las zonas de vida predominantes son bosque húmedo montano bajo con 75,245.83 ha;
Bosque muy húmedo montano bajo con 41,873.76 ha y bosque húmedo subtropical
con 20,392.57 ha.
Para el 2002, el estudio realizado por la SEMARN indicaba que la presa había perdido
el 17.2% de su capacidad de almacenamiento total debido a los efectos causados por
la severa degradación y desertificación de la tierra en las regiones altas de la presa
(SEMARN, SSA).
Figura 3.
Uso actual suelo
El área tiene una topografía montañosa con alturas variables entre los 400 y 1640
msnm, amplia diversidad climática con precipitaciones entre los 725 y 2,000 mm de
lluvias al año (JICA, 2002/CISA, 2007).
Las cuencas altas tienen 91,187 hectáreas de cobertura, lo que representa el 54.7 %
de su área total. La mayor parte de esta cobertura es aportada por porciones de los
Parques Nacionales José del Carmen Ramírez y Juan B. Pérez Rancier (Valle Nuevo),
y las reservas forestales Villarpando, Guanito y Arroyo Cano.
Estas áreas protegidas tienen una superficie de 95,751 hectáreas (tabla 1), dentro de la
cuenca. Existen porciones dedicadas a otras actividades (especialmente agricultura y
ganadería) dentro de las áreas protegidas, por lo que las áreas de cobertura vegetal y
de áreas protegidas no coinciden (CISA 2007, PROYECTA, 2008).
Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier (Valle Nuevo) 44,872 46,86
Las principales actividades económicas que compiten con el bosque por el uso del
suelo en la cuenca son agricultura intensiva, agricultura de subsistencia y ganadería.
La producción agrícola en la parte alta y media de la cuenca mayormente es de cultivos
anuales en suelos con pendiente con practicas no adecuadas de conservación de
suelos o ausencia total de las mismas, lo que influye mucho en el proceso de erosión,
perdida de fertilidad y aumento de sedimentación en los cuerpos de agua, de acuerdo
con la información levantada a partir de las entrevistas a los Gerentes de Zonas de la
Fundación Sur Futuro, Inc. (2008). La práctica de tumba y quema en suelos con
pendiente empeora el problema de degradación ambiental. Existe una permanente
práctica de ganadería empleando el sistema de pastoreo extensivo con pastos no
mejorados (CISA, 2007).
La cuenca tiene conflictos de uso en un 25% del área (41,991.48 ha) lo que significa
que el problema ambiental de erosión y degradación de suelos se seguirá produciendo,
por sus limitaciones de pendiente, erosión y profundidad, si no se atienden
prioritariamente las áreas en conflicto.
El mayor conflicto de uso se presenta en la subcuenca del río Grande o del Medio, con
19,136.83 ha, seguido por la subcuenca del río Las Cuevas con 14,637.28 ha y el
Yaque del Sur con 8,217.37 ha con una situación de uso conflictivo, de acuerdo con su
vocación y el Plan Maestro de la cuenca.
Además de los servicios de uso directo, existen otros servicios ambientales importantes
que aporta la cuenca, como son: protección del recurso hídrico, control de erosión,
hábitat de especies y biodiversidad, fijación de carbono, control de inundaciones,
regulación climática, entre otros.
Los recursos hídricos se han visto afectados en calidad y cantidad por las actividades
antropogénicas. Los suelos se han degradado, perdiendo su capacidad de producción
y regeneración (Dourojeanni, 1996).
Aunque se ha logrado un gran desarrollo en todas las áreas, muchos habitantes del
planeta aún permanecen por debajo de la línea de la pobreza. En múltiples centros de
población a nivel global, los niveles de contaminación causados por las acciones
antropogénicas, son la causa de externalidades negativas y altos costos de
transacción. El reto al que nos enfrentamos es compatibilizar el desarrollo con la
conservación (Maarleveld et al, 1999).
Este reto es importante en la medida que contiene las respuestas a las estrategias a
tomar para la supervivencia de las generaciones futuras. Existen especies animales y
vegetales extintas y otras en peligro de extinción, por la problemática ambiental global.
La especie humana esta siendo expuesta a las consecuencias de la degradación y mal
uso de los recursos en términos de calidad de vida (Moxnes, 2004).
Definiciones Clave
Servicios que prestan los ecosistemas: Son los beneficios que las personas obtienen de los
ecosistemas. Estos contemplan servicios de suministro, de regulación, de base y culturales.
Bienestar: El bienestar humano tiene múltiples constituyentes como los materiales básicos para
el buen vivir, la libertad y las opciones, la buena salud, las buenas relaciones sociales y la
seguridad. El bienestar es uno de los extremos continuos cuyo opuesto es la pobreza, cuya
definición es “privación ostensible del bienestar”.
De acuerdo con la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (2003), los servicios que
prestan los ecosistemas son los beneficios que la gente obtiene de ellos. Estos
incluyen suministro de materias primas, regulación y servicios culturales, además de
los servicios de base para mantener los demás servicios.
Los cambios que experimentan estos servicios afectan el bienestar humano a través
de los impactos en la seguridad, las necesidades materiales básicas para la calidad de
vida, la salud y las relaciones sociales y culturales (De Groot, 1992).
Los componentes del bienestar están influenciados por la libertad y las opciones de
cada persona y a su vez las afectan.
Figura 6. Servicios que prestan los Ecosistemas y sus vínculos con el bienestar
humano
Por ejemplo, de acuerdo con la evaluación de los ecosistemas del milenio (2003) cerca
de un 40% del suelo agrícola se ha degradado en la segunda mitad del siglo pasado,
producto de la erosión, salinización, compactación, el agotamiento de los nutrientes y la
urbanización.
El mercado fue tradicionalmente la forma más eficiente de asignar los recursos por
parte de la población, al establecer el juego de la oferta y la demanda de bienes y
servicios y utilizar el precio de los mismos como factor de equilibrio. Sin embargo, en el
caso de los bienes y servicios ambientales, que no cuentan con precios de mercado, se
produce una falla en el sistema de mercados para internalizar sus precios (FAO, 2003).
Las causas de la degradación de los servicios prestados por los ecosistemas son
diversas y variadas, como la demanda excesiva de los mismos productos, el
crecimiento económico, los cambios demográficos y las elecciones individuales. El
mercado que tradicionalmente ha sido la opción más eficiente para la respuesta a la
oferta y demanda de productos y servicios, no siempre garantiza la conservación de los
servicios prestados por los ecosistemas (Costanza et al, 1991). Esta situación pone en
peligro el logro de las metas del milenio y tambalea el propio concepto de desarrollo
sostenible que implica uso racional, equidad, acceso y conservación de los recursos
naturales en el tiempo.
cuenta los actores involucrados, los ecosistemas en riesgo, las relaciones entre todas
las variables y la necesidad de sobrevivir (Arellano, 2004).
Funciones hidrológicas:
Funciones ecológicas:
Funciones ambientales:
Funciones socioeconómicas:
Las cuencas hidrográficas aportan importantes servicios ambientales, entre los que se
pueden citar los siguientes (De Groot, 1997):
1. Del flujo hidrológico: usos directos (agricultura, industria, agua potable, etc.),
diluir los contaminantes, generar electricidad, regulación de flujos y control de
inundaciones, transporte de sedimentos, recarga de acuíferos, dispersión de
semillas y larvas de la biota.
servicios ecosistémicos, se listaron dentro de cada categoría los que están presentes
en el área de interés de este estudio:
2.3.2. Servicios de Soporte para la vida, que son los que contribuyen con
el mantenimiento de los hábitats y el funcionamiento de los
ecosistemas
• Hábitat de especies
• Mantenimiento de flujos para los hábitats y uso aprovechamiento
de los recursos.
Los sistemas de Pago por Servicios ambientales consisten en que los proveedores u
oferentes de servicios ambientales se verán compensados por los mismos, mientras
que los beneficiarios o demandantes de los servicios han de pagar por ellos (Brazev,
2001; FAO, 2003).
Provisión agua para Áreas protegidas y habitantes INAPA y más de 350 mil pobladores,
uso doméstico, cuencas altas presa Sabana comercios e industrias que se sirven de
comercial e industrial Yegua nueve 9 acueductos ubicados en las
provincias Azua, San Juan, Barahona,
Bahoruco e Independencia
Provisión agua para Áreas protegidas y habitantes 18,278 regantes agrupados en las
riego cuencas altas presa Sabana diferentes juntas de regantes que
Yegua funcionan en la cuenca baja del río
Yaque del Sur y empresas
agroindustriales ubicados en la zona de
influencia, quienes cultivan unas 92 mil
ha por año.
CAPITULO III
VALORACIÓN ECONÓMICA DEL SERVICIO AMBIENTAL HíDRICO DE LAS
CUENCAS ALTAS DE LA PRESA DE SABANA YEGUA
El desarrollo sustentable aparece como una alternativa desde hace ya varias décadas y
al igual que otros modelos surge a partir de las enormes crisis ambientales causadas
por una racionalidad meramente económica y la progresiva pérdida de confianza en la
viabilidad del modelo de crecimiento económico y modernización, como única
estrategia (de Camino et al, 1995; Aguilera er al, 1994). La evolución de estos
paradigmas refleja los cambios en la percepción ambiental desde una preocupación
inicial acerca de las externalidades del crecimiento económico, hasta el interés por
cuestiones de diversidad e integridad cultural y natural, sustentabilidad y derechos
intergeneracionales (Costanza 1991b; Kammerbauer, 2002).
En la década de los años 60s, el enfoque del crecimiento económico fue revisado a la
luz de las críticas que argumentaban que aún cuando muchos países alcanzaron un
crecimiento económico sustancial, este no frenó la pobreza de Tercer Mundo, ni revirtió
los procesos de degradación natural y contaminación ambiental del Primer Mundo
(Azqueta, 1994) .
A partir del Informe Brundtland, se adoptó el concepto del Desarrollo Sustentable, que
implica satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer el
derecho de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades (Brundtlan,
1987; CMMADb, 1992). Por otro lado, el desarrollo sustentable demanda estrategias
diversificadas que permitan mejorar la realidad social, política, económica y ambiental
específica de cada lugar (Gladwin et al, 1995)
Los recursos naturales carecen de precio, al no existir un mercado donde puedan ser
intercambiados. No obstante, ello no quiere decir que carezcan de valor. Por tanto, es
necesario contar con algún método que nos permita estimar dicho valor o contar con
un indicador de su importancia en el bienestar de la sociedad, que permita compararlo
con otros componentes del mismo, para lo cual será factible utilizar el dinero como
denominador común (Gutman, 2003).
Asimismo, Wunder (2005) señala que la razón principal por la cual se valoran los
bienes que carecen de mercado es la misma por la que se valoran los bienes privados,
es decir, probablemente se hará un uso más eficiente de los mismos si dichos bienes
muestran un precio.
En las últimas décadas las metodologías de valoración ambiental han tenido un amplio
desarrollo en la medición de aquellos aspectos que antes se clasificaban en intangibles
y que en la actualidad pueden ahora medirse en términos monetarios, sin embargo la
diferencia entre bienes, servicios e impactos ambientales puede implicar el uso de
diferentes metodologías para la valoración de cada uno (Pagiola et al, 2002).
La diferencia entre los términos anteriores viene dada por que los primeros son
recursos tangibles utilizados por el ser humano como insumos en la producción o en el
consumo final y que se gastan y transforman en el proceso, los segundos tienen como
características que no se gastan y no se transforman en el proceso, pero generan
indirectamente utilidad al consumidor, y los últimos también conocidos como
externalidades, son el resultado o el efecto de la actividad económica de una persona
sobre el bienestar de otra (Pagiola et al, 2005). Un rasgo característico de muchos
bienes ambientales, es la multitud de beneficios que proporcionan. Algunos de ellos
están relacionados con el uso, directo o indirecto, del bien ambiental, mientras que
otros, cuya cuantificación es más complicada, nada tienen que ver con su uso (Muñoz,
2004).
De acuerdo con Boyle y Bishop (1985) se pueden distinguir cuatro tipos distintos de
valor. En primer lugar, aquellos cuyo uso implica un consumo, como es el caso de la
pesca o la caza. En segundo lugar, aquellos que su uso no implica consumo, como
puede ser la satisfacción que se obtiene al observar una puesta de sol en las orillas de
un lago. En tercer lugar, aquellos que proporcionan servicios mediante un uso indirecto.
Dentro de las posibilidades que ofrece la economía ambiental para valorar el medio
ambiente, el análisis económico presenta diversos métodos y técnicas de valoración.
Generalmente se clasifican bajo distintas formas, según el concepto de valor adoptado,
los algoritmos de solución usados, a través de los enfoques de mercados y el grado de
disponibilidad de la información requerida (De Groot et al, 2007).
De acuerdo con Dixon (1988), Azqueta (1994) y Pagiola et al (2005), los métodos de
valoración se agrupan de acuerdo al origen de la información de la manera siguiente:
Los costos de oportunidad por su parte se basan en la idea de que los costos de usar
un recurso para propósitos que no tienen precios en el mercado o no son
comercializados pueden ser estimados usando el ingreso perdido por no usar el
recurso en otros usos como variable. Tal es el caso, por ejemplo, de preservar un área
para un parque nacional en vez de usarlo para fines agrícolas. Los ingresos dejados de
percibir en la actividad agrícola representan, en este caso, el costo de oportunidad del
parque (Pagiola et al, 2004). Así en vez de valorar directamente los beneficios del
parque, se estima los ingresos dejados de ganar por preservar el área. Otro enfoque
de este método es valorar los diferentes usos de la tierra y compararlos con los
beneficios de la conservación.
Los métodos de valoración indirecta hacen uso de los precios de mercado en forma
indirecta. Estos métodos se usan cuando diversos aspectos o atributos de los recursos
naturales o servicios ambientales no tienen precios reflejados en un mercado
establecido. Entre los métodos agrupados bajo este criterio encontramos: precios
hedónicos, diferenciales de salario y costo de viaje (Wunder, 2006).
El método de costo del viaje es uno de lo más utilizados para valorar bienes y servicios
turísticos o recursos escénicos. Mediante encuestas y estimaciones de costo de
traslado del lugar de origen al lugar turístico (parque, playas, montañas, etc.) se
determinan los costos incurridos por los visitantes según distancia, medio de transporte
y condiciones de uso. Las encuestas permiten identificar características
socioeconómicas de los entrevistados, lugar de origen, días asignados al uso del lugar
(incluyendo tiempo de viaje) e ingresos dejados ganar. Con la información recogida se
determina el excedente (beneficio) obtenido con los costos incurridos y este se toma
como representante del valor natural o servicio ambiental (Pagiola, 2004).
A través de encuestas se busca conocer las valoraciones que los individuos hacen de
aumentos o disminuciones en cantidad o calidad de un recurso o servicio ambiental,
bajo condiciones simuladas o mercados hipotéticos (FAO, 2003).
3.3. Valoración Económica del Servicio ambiental hídrico en las cuencas altas
de la presa de Sabana Yegua
Por lo tanto, se hace necesaria una evaluación económica y ecológica de este servicio
para establecer adecuadamente los montos monetarios que permitan iniciar el proceso
de ajuste de las tarifas de agua y establecer parámetros de negociación adecuados por
los beneficios que proveen los recursos naturales. De este modo, se utiliza el
mecanismo de precios en la búsqueda de la optimización del recurso hídrico en sus
distintos usos sociales (Azqueta, 1994).
Lo que se busca es que los demandantes reconozcan a los oferentes un pago por los
beneficios que les genera disponer del servicio ambiental hídrico que ofrecen los
ecosistemas de los cuales los segundos administran o son propietarios. Se parte del
hecho que estos últimos asumen un costo financiero y de oportunidad al conservar
ecosistemas naturales (NRC, 2005).
Una vez valorados, estos aspectos se pueden analizar las opciones viables de
mecanismos financieros para ajustar tarifas actuales o crear nuevos mecanismos que
permitan internalizar estos costos ambientales.
Para la valoración del agua como servicio ambiental ofrecido por los ecosistemas
presentes en las cuencas altas de la presa de Sabana yegua, debe tenerse en cuenta
el valor de la productividad de los bosques en función de la captación (valor de uso
directo) de agua.
De esta manera, los costos de operación de los sistemas productivos podrían disminuir
con el tiempo, al tener que gastar menos en mantenimiento de los sistemas, y al no
tener que desplazarse hacia otras áreas más alejadas para proveerse del servicio
ambiental que ha sido deteriorado en las cercanías (Aburto, 2003).
Sólo se justifica la transformación del uso del suelo, bajo la concepción de la economía
de los recursos naturales, de bosque natural a otros usos, si los ingresos anuales por
los otros usos superan los ingresos anuales por servicios ambientales generados por el
bosque. En este sentido, una hectárea de bosque se protegerá, cuando el valor de sus
servicios ambientales se equipare con el costo de oportunidad de los demás usos del
suelo. Así, la recuperación de suelos con bosques y la conservación de los bosques
existentes, se fundamentará, en parte, en su importancia económica por los servicios
ambientales que ofrecen.
En las cuencas altas de la presa de sabana yegua, para el año 2007, se estimaron
214,109.83 ha de bosque. La siguiente cobertura en importancia es la de agricultura,
con áreas dedicadas al café, cultivos intensivos mayormente hortícolas, cultivos de
subsistencia y la ganadería. Estas actividades económicas son las que están
compitiendo con la disponibilidad de bosque.
La superficie boscosa deberá ser compensada por el costo de oportunidad que significa
el no usarla en agricultura y ganadería, y por lo tanto, esta compensación es la que
garantizaría la posibilidad de que se mantenga el uso del suelo bajo bosque. Esta es la
superficie que será considerada en la estimación del valor de captación hídrica, dado
que los esfuerzos de conservación estarán orientados a mantener esta disponibilidad
de bosque.
Se tomó como base para la estimación las citadas actividades económicas presentes
en la cuenca alta, de acuerdo al mapa de uso de suelo, se compiló información de
producción de la encuesta a hogares, realizada por una consultora contratada por la
Fundación Sur Futuro.
Dado que el costo de oportunidad debe ser cubierto por los distintos usuarios de los
servicios de los ecosistemas y que la mayor captación se encuentra en los ecosistemas
boscosos, es necesario conocer la importancia que tiene el recurso bosque en la
conservación del agua. A los datos recopilados se les aplicó la ecuación No. 1 para
establecer valores monetarios a las actividades productivas de la cuenca relacionadas
con el valor de captación de los ecosistemas presentes en las cuencas altas de la
cuenca de Sabana Yegua.
De acuerdo con las características del bosque y de los ecosistemas naturales, el costo
de restablecimiento debería ser equivalente al de recuperar el ecosistema para dejarlo
en condiciones similares a las que éste mantenía antes de ser intervenido (De Groot et
al, 2007). Esos costos no están estrictamente en función del recurso hídrico, por lo que
se debe asignar una ponderación del total de esos costos que se asocian con la
protección del recurso hídrico, lo cual requiere:
Por lo tanto, en términos operacionales se puede plantear que los recursos necesarios
para el establecimiento de las medidas de recuperación, protección, conservación y
mantenimiento de cuencas, están dados por la ecuación 2, desarrollada por Villón
(2004).
n m δ C Ar
ij ij i
VP = ∑ ∑ (ec. 2)
i =1 j =1 Oc i
Donde,
Las actividades consideradas para restauración son las establecidas por el Plan
Maestro de la zona: Conservación mediante la reforestación o forestación, agricultura
con prácticas sostenibles y sistemas agroforestales.
De acuerdo con los datos suministrados por la Fundación Sur Futuro, en las cuencas
algas de la presa de Sabana Yegua, hay 41,991.50 ha en conflicto de uso del suelo de
acuerdo con la capacidad de uso establecida por el Plan Maestro de toda el área. Esto
equivale a un 25% del área total de la cuenca.
Bajo este criterio, esta es la superficie a recuperar de manera prioritaria con el fin de
mejorar el régimen hídrico en la cuenca y, con ello, la disponibilidad de agua. El valor
de restauración de las cuencas altas de la presa de Sabana yegua, está asociado con
los costos de desarrollar las distintas actividades requeridas para lograrlo. Estos
costos comprenden todos los gastos anuales que deben realizarse en salarios,
reforestación, gastos administrativos, gastos de mantenimiento en infraestructura y
equipo, y otros gastos asociados.
Tabla 7. Detalle áreas uso conflictivo en las cuencas altas de la Presa Sabana Yegua
Valores expresados en hectáreas
En el caso de las 21,638.61 hectáreas bajo uso conflictivo, que se encuentran fuera de
las áreas protegidas, se consideraron tres opciones posibles: plantaciones forestales,
agricultura sostenible y sistemas agroforestales. En estos casos también se estimaron
los valores a partir de los costos del establecimiento de estas opciones a partir de datos
levantados en el área por el estudio de costos realizado por la Fundación Sur Futuro.
41,199.48 0,36
Fuente: Elaboración propia con información levantada en campo.
El área a intervenir de 41,199.48 ha, representa las zonas con conflicto negativo, que
se asumen como las más críticas de las cuencas altas de la presa de Sabana Yegua,
por lo tanto, son las áreas prioritarias de intervención.
En este estudio se han considerado los principales usos del agua presentes en la zona
de influencia de las cuencas altas de la presa de Sabana Yegua: generación hídrica,
riego y consumo humano. El enfoque para el análisis es el del agua como insumo de
producción. La importancia económica del recurso agua es un indicador que refleja la
necesidad de asignar un precio que responda al valor de escasez del recurso.
Pkwaho = P* - Ph
Donde,
La diferencia entre estos dos costos representaría el ahorro que significa para el país el
abastecimiento de la demanda de electricidad con una planta hidroeléctrica.
Conociendo la cantidad de kilowatts por metro cúbico que se genera y el monto
ahorrado por cada kilowatt, el valor de un metro cúbico de agua sería:
Donde,
El valor del agua en hidroenergía está basado en los costos que se ahorra el país por
no producir con otras fuentes, como la térmica o la geotérmica. Para el cálculo
correspondiente se consideró el costo de producción (US$/Kwh) bajo distintas fuentes
de producción de energía.
Este cambio en la producción multiplicado por el precio del producto agrícola (mercado)
aproxima el valor del agua usada en agricultura. En ese sentido, aunque la
productividad agrícola está en función de una serie de condiciones climáticas y
agroecológicas; el agua es necesaria para que se realice el balance hídrico dentro de la
planta y, el intercambio de nutrientes como parte del proceso de fotosíntesis (Nuñez,
1981; Lovenstein et al., 1993; Pearce et al, 2003; Barrantes et al, 2002).
La agricultura usa el agua en el riego de los cultivos, y es de las actividades que mayor
consumo tiene del recurso. En condiciones normales, más del 80% del agua disponible
se dedica a la agricultura (Keer, 2002, Miranda et al, 2003). El riego incrementa la
productividad agrícola y este cambio en la producción puede ser usado para calcular el
valor del agua. Este cambio en la producción multiplicado por el precio del producto
agrícola (mercado) aproxima el valor del agua usada en agricultura. Al existir
información sobre el efecto del riego en la productividad de los cultivos que lo utilizan,
se puede estimar el valor del cambio en la productividad por el uso del agua (Pagiola et
al, 2004). De acuerdo a la metodología desarrollada por Young (2005), si el cultivo k
experimenta un cambio en la producción cuando está bajo riego, entonces el valor del
agua sería:
Además,
qk = (Qkriego - Qksecano)/Vi
Donde,
Pkag Costo del agua en agricultura para el cultivo k (RD$/m3).
pk Precio del producto k (RD$/Kg).
ck Costo de producción bajo riego (RD$/kg).
qk Cambio en producción del cultivo k bajo riego (Kg/m3).
Qkriego Cantidad de producción del cultivo k bajo riego (Kg/Ha.).
Qksecano Cantidad de producción del cultivo k sin riego (Kg/Ha.).
Vi Volumen de agua usado en riego del cultivo i (m3/Ha.).
Se establecieron valores para los 24 cultivos más importantes del área de influencia del
estudio, (como se puede ver en los anexos del presente estudio) y se tomo el año
2006-2007 como base para los cálculos. Se consideraron los sistemas de riego
derivados del sistema de Sabana Yegua, tomando como base los datos de producción
tanto en riego como en secano, los rendimientos por cultivos y otros datos
suministrados por la Secretaría de Estado de Agricultura (SEA) y el Instituto Nacional
de Recursos Hidráulicos (INDRHI). Al presentarse discrepancias significativas en los
valores de productividad en ambas instituciones, se procedió a visitar las asociaciones
de productores en campo, para verificar estos datos.
El recurso hídrico utilizado por los productores en los distritos de riego derivados de la
presa de Sabana Yegua, incrementa la productividad por un valor de RD$6,9 millones
de pesos por año. Es importante notar que las características biofísicas y climáticas
del área regada hacen muy difícil la producción agropecuaria si no existieran estos
sistemas. Esa característica no fue considerada en la valoración, que sólo se refiere a
lo que significa el agua en términos productivos, considerada como uno de los insumos
de la producción de los 24 cultivos principales de la zona.
La aproximación del valor económico del agua, se basa en los beneficios sociales que
se derivan cuando hay un cambio en la oferta total del recurso, debido
fundamentalmente a un incremento en la demanda, ya sea por el crecimiento
poblacional o por el desarrollo económico (De Groot, 2007; Pagiola et al, 2004).
El valor del agua en los tres últimos sectores, puede estimarse usando el análisis de
demanda (excedente del consumidor), donde se incluyen variables como precio (tarifa),
volumen consumido y elasticidad2.
2
Elasticidad se refiere a la respuesta del consumidor ante cambios en los precios. La elasticidad puede
obtenerse usando datos sobre precio y consumo, o bien adoptar un parámetro estimado para otra
población con características similares.
Proyecto Sabana Yegua Sostenible (PIMS3185) 36
Estudio de Valoración Económica del Recurso Hídrico de las Cuencas Altas
de la Presa de Sabana Yegua, República Dominicana
Gráfico 1. Curvas de demanda para el análisis del valor económico del agua
P
Excedente del
C consumidor
P1 B
A D2
D1
Q1 Q2 Q
Para estimar el valor del agua usando la disponibilidad de pago del consumidor es
necesario estimar curvas de demanda, pero la limitada información sobre precios y
cantidades no permite una aplicación econométrica para la estimación de tales curvas.
Esto se debe a que en el abastecimiento de agua no existe una gran variedad de pares
precio-cantidad observable, ya que el precio es fijado por la empresa distribuidora y
aceptado por los consumidores. Sin embargo, se puede aproximar una curva de
demanda tomando una combinación inicial de precio y cantidad, suponiendo una
elasticidad precio constante para la demanda. La curva de demanda puede suponerse
una función Cobb-Douglas, comúnmente utilizada en microeconomía y aplicada para
este tipo de estudio por Kolstad (2000), que puede expresarse mediante la ecuación 3:
Q = kP ε (Ec 3)
Donde,
k1 = Q1 P1-ε (Ec 4)
1 1
+1 +1
P1 (Q2ε − Q1ε )
VA = 1
− P2 (Q2 − Q1 ) (Ec 5)
1
Q1 ( ε + 1)
ε
Donde, P2 (Q2 - Q1) representa el costo social del abastecimiento adicional de agua.
En el sector doméstico, por lo general, el agua es para consumo humano y para los
quehaceres básicos de la familia.
Para la estimación del valor del agua en el sector doméstico, se consideró la demanda,
la tarifa y un nivel de elasticidad3 precio de la demanda de -0.25. Además, se
consideró una tasa de crecimiento 1.7 % para el sector doméstico en la región sur del
país.
3
La elasticidad fue determinada a partir de informes de la CAASD que es la empresa que tiene
mediciones de consumo y relaciones entre tarifas, precios y consumo en la República Dominicana. La
demanda de agua es inelástica con respecto al precio; es decir que no presenta variaciones
significativas ante los cambios de precio del bien o servicio.
Padre Las Casas Azua Rio Las Cuevas 25,187 75.20 Lps
habitantes
Multiple Magüeyal Azua Rio Yaque del Sur 5,571 habitantes 19.35 Lps
Villarpando Azua Rio Yaque del Sur 4,861 habitantes 14.38 Lps
Multiple Loma del San Juan Rio Yaque del Sur 5,359 habitantes 14.11 Lps
Yaque
Bohechio San Juan Rio Grande o del 2,731 habitantes 10.56 Lps
Medio
Arroyo Cano San Juan Rio Yaque del Sur 1,816 habitantes 9.75 Lps
Multiple Linea Suroeste Barahona, Rio Yaque del Sur 284,856 1.76 m³/s
Bahoruco e habitantes
Independencia
Fuente: INAPA
Para el cobro de los servicios de suministro de agua, INAPA tiene establecida una
clasificación tarifaria por tipo de uso y sectores, que varían de acuerdo a la cantidad de
acometidas o conexiones al servicio e incluye la clasificación siguiente:
Tarifa Social : Es el predio destinado a uso higiene – salud afectada por un fenómeno
natural donde se origina un desastre y pobladores son protegidos por el gobierno
(damnificados) al igual que otros sectores con una salida en el patio, y sectores
residenciales de condición económica muy pobre.
Tabla 12. Categorías de Tarifas social y residencial del Instituto Nacional de Aguas
Potables (INAPA)
Tarifa Comercial: Está formada por todos los establecimientos comerciales como:
pensiones, bares, colmados, tiendas, supermercados, clínicas privadas, locales
comerciales, barberías, bombas de gasolina sin lavado de carro, clubes sociales,
bancos comerciales, garajes, universidades, colegios privados, emisoras, fabricas y
talleres de producción sin que el agua sea insumo o materia prima y se divide según
las salidas de aguas las categorías descritas en la tabla 13.
Tabla 14. Categorías de Tarifa industrial del Instituto Nacional de Aguas Potables
(INAPA)
Tabla 15. Categorías de Tarifa hotelera del Instituto Nacional de Aguas Potables
(INAPA)
Zonas Francas: Está categoría está compuesta por las zonas francas.
Tabla 16. Clasificación tarifas de acuerdo a los tipos de usuarios del Instituto Nacional
de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA)
Tabla 17. Distribución usuarios por tipo de tarifa acueductos derivados Presa Sabana
Yegua
Tabla 18. Distribución facturación por montos tarifarios acueductos derivados Presa
Sabana Yegua
Tomando como base la recaudación del año 2007, al establecer el ponderado mensual
de recaudación para los acueductos derivados de la Presa de Sabana Yegua, apenas
recaudan el 10,18% equivalente a 3,9 millones de pesos al mes, como se detalla en la
tabla 19.
3,936,103.88
. Fuente: INAPA
En lo que se refiere a la disposición a pagar por el uso directo del servicio de agua
potable, se agruparon los usuarios por tipo de tarifa y luego se relacionó la DAP en los
dos sectores principales.
Los niveles de recaudación son muy bajos y la disposición a pagar también. En ese
sentido, se hace necesario un proceso de educación relacionado con la importancia del
recurso agua, de manera que la población acceda a pagar su factura y sea posible
internalizar los costos ambientales a través de la factura como vehículo de pago.
Este último elemento se debe fundamentalmente a que las relaciones entre economía y
ecología no han sido lo equilibradas que hubiera sido deseable. Son abrumadoras las
razones que llevan a pensar que el crecimiento económico se ha concebido a costa del
entorno ambiental.
A pesar que estas funciones son propias de muchos tipos de ecosistemas, protegidos o
no, la figura de área protegida permite la posibilidad de garantizar que dichas funciones
estén siempre disponibles a la sociedad. La conservación de las áreas protegidas
permite a la sociedad disfrutar de esas funciones que son vitales para el bienestar de la
sociedad en su conjunto (De Groot, 2007).
Para establecer los valores de los servicios ecosistémicos de las áreas protegidas, se
elaboró una matriz con valores estándares y precios de mercado para establecer tasas
de los mismos en las áreas protegidas de la zona de estudio, a los fines de establecer
un valor por hectárea anual que permitiera inferir un valor económico a las mismas.
Protección de suelos: Para calcular este valor, se estableció lo siguiente: una 4,500.00
3
cobertura, formación, capa arable de 15 cm, se traduce en 1500 m de suelos
mejoramiento, protección por hectárea. Si se elimina el bosque esta se pierde y
contra la erosión reponerla requiere al menos 20 años. El costo del
trabajo para retenerlo que hace el bosque se valora por
el costo del trabajo de retenerlo o reponerlo por otros
medios. Localmente se ha calculado 15 jornales por
hectárea, dos veces al año, a RD $150.00 por jornal,
incluido costo de herramientas y asistencia técnica
Protección y regulación del Cada hectárea recibe en promedio 1500 mm, de los 124.5
sistema hídrico: Calidad del cuales un porcentaje de escorrentía superficial va a ríos
agua, regulación de y lagos artificiales. Para tener regularidad y calidad, se
escorrentía, disminución de paga el costo de protección. Se ha utilizado el valor
sedimentos, estabilizador de estandarizado de US $7.5 por año, llevado a la moneda
cauces y caudales. nacional.
Fijación de CO2 El valor aceptado en los mercados de carbono es de US 2100.00
$60.00 /ha /año.
TOTAL 7,516.50
Fuente: Elaboración propia a partir de revisión de literatura y cálculos correspondientes a precios de la República
Dominicana
Se establecieron los valores por hectárea por año para cada uno de los servicios como
se puede observar en la tabla 21.
Para establecer los valores actuales, se tomaron en cuenta las ha de áreas protegidas
en la zona, de acuerdo con el mapa de uso actual de suelo, levantado a partir de
imágenes de satélite al 2007 realizado para los fines del presente estudio.
Cuando el área sea ordenada territorialmente, de acuerdo al uso óptimo del suelo que
establece el Plan Maestro de la misma, el monto anual será de RD$719,4 millones de
pesos. Es evidente que la conservación aporta beneficios.
En la primera, se resumen los valores de ajustes en tarifas para los usos directos e
indirectos del recurso hídrico que se produce en las cuencas altas de la presa de
Sabana Yegua.
En la tabla 24, se consignan las tarifas de los servicios ambientales de las áreas
protegidas, a partir de la valoración económica de este estudio.
Tabla 23. Valores Económicos para el ajuste de tarifas en usos directos e indirectos del
Recurso Hídrico.
CAPITULO IV
LINEAMIENTOS GENERALES PARA PROGRAMA COMPENSACION Y PAGO
INTEGRAL SERVICIOS AMBIENTALES EN LAS CUENCAS ALTAS DE LA PRESA
DE SABANA YEGUA.
Mecanismo Características
Impuestos Sobreprecios fijos o proporcionales por el uso del recurso. Tienen varias virtudes. Usan
Ambientales mecanismos de mercado para cargar un precio sobre servicios hasta entonces no tasados,
pero muy valiosos, que proporciona el medio natural. Hasta cierto punto “imitan” el mercado,
ya que el impuesto podría ser variado para reflejar la creciente escasez de estos servicios.
Tienen propiedades de optimización si se conoce tanto los costos del daño como los de
limitación y, aún si no se conocen, tienen propiedades de menor costo.
Subsidios Ambientales Los subsidios pueden interpretarse de manera inversa. Una actividad económica puede
también generar impactos positivos o Beneficios Sociales, entonces el precio real del bien
incrementa y hay que compensar al productor a seguir con esta actividad económica, a través
de diferentes incentivos que en última instancia se pueden traducir en subsidios. Los
subsidios pueden ser también una reducción en los impuestos de los productores por
internalizar los costos ambientales, reduciendo la producción o por adoptar tecnología eco
amigable.
Estándares La forma más habitual de regulación ambiental es a través del establecimiento de estándares
ambientales. El establecimiento de estándares suele implicar el establecimiento de
determinados niveles de concentración ambiental para cada elemento contaminante. Es más
probable que los estándares se establezcan con referencia a algún criterio relacionado con la
salud, por ejemplo, un nivel de contaminantes que no debe sobrepasarse para que el agua
sea potable.
Permisos y Licencias Como en el caso de establecimiento de estándares, la autoridad reguladora sólo permite un
determinado nivel de emisiones contaminantes y concede permisos por esta cantidad. Sin
embargo, mientras que el establecimiento de estándares termina ahí, los permisos de
contaminación son negociables: se pueden vender y comprar en un mercado de permisos
(Pasolac, 2002)
Pago por Servicios Este mecanismo busca establecer un mercado para los servicios prestados por los
Ambientales ecosistemas presentes en el área de interés y tiene la ventaja de que al establecerse un
mercado, se garantiza un flujo permanente de recursos que, siendo invertidos en el área que
los produce, es el apoyo para el desarrollo sostenible de la misma. Los ingresos obtenidos por
los distintos mecanismos de compensación deben de formar parte de un Fondo Ambiental que
garantice las mejoras, el mantenimiento y funcionamiento de las áreas a conservar. Un
elemento importante a considerar es el carácter público o privado de estos espacios. La
normativa de la utilización de estos fondos, dependerá en gran medida de este hecho.
Fuente: Elaboración propia a partir de la revisión de literatura.
En el área de estudio, están dadas las condiciones necesarias para lograr éxito en el
establecimiento de un sistema de PSA. El proceso participativo que se ha realizado a
través del CISA, bajo las directrices de la Fundación Sur Futuro, es una de las
fortalezas para el éxito de este tipo de iniciativa, pues ya existe un consenso de la
importancia de los recursos naturales, especialmente del recurso hídrico por parte de
todos los actores involucrados.
Por otro lado, el trabajo con los grupos sociales y de base de todas las secciones de
las cuencas altas por parte de la Fundación Sur Futuro y su credibilidad, son otro punto
a favor del establecimiento de este tipo de esquema y como garante de las
negociaciones que necesariamente se deben establecer entre oferentes y
demandantes de los servicios de los ecosistemas presentes en las cuencas altas de
Sabana Yegua.
4.2.1.
1. Estructura organizacional requerida.
Es importante tener en cuenta que muchas veces los costos de transacción del
establecimiento de un sistema de PSA son muy elevados y no hacen rentable su
aplicación en determinadas zonas. En el caso del área de estudio, por lo establecido
anteriormente, se puede organizar la estructura que ya existe para adoptar estas
nuevas funciones, con la inclusión de un personal mínimo.
La Fundación Sur Futuro que tiene bajo su responsabilidad el manejo del Plan Maestro
Maestr
de las cuencas altas de la Presa de Sabana Yegua, debe por lo tanto, liderar el proceso
bajo los lineamientos del Sistema Nacional de PSA establecidos por la Secretaría, de
acuerdo con la Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales 64-00, 64
contenido
nido en uno de los anexos de este documento.
Comisión PSA.
La comisión de PSA debe estar conformada por representantes de todos los sectores
involucrados en el uso, explotación y mantenimiento de los servicios ambientales y sus
funciones principales son
n las siguientes:
Unidad Financiera
Unidad Operativa:
Esta unidad es la que tiene la mayor parte del trabajo dentro del sistema de PSA y sus
funciones principales son las siguientes:
• Definir las áreas prioritarias, que deben establecerse tomando en cuenta las
zonas de recarga hídrica y las áreas degradadas de la cuenca. En el trabajo
realizado en el CISA, se han adelantado el proceso de manera consensuada.
• Definir criterios de asignación de fondos a los distintos servicios. De acuerdo
con el proceso de negociación que se establezca primero con los grandes
usuarios de los servicios y mas adelante con grupos de usuarios.
• Diseñar y supervisar los índices como proxy para la función de dosis-respuesta
(Para lo se recomienda utilizar la metodología estandarizada de CATIE, anexa a
este informe).
• Establecer montos de los pagos por punto del índice.
• Preparar e implementar un manual de operaciones (normas y criterios).
• Trabajo de campo
o Establecimiento de línea base
o Cálculo de adicionalidad
• Certificación
Este tipo de planificación puede implicar ajustes en el presupuesto y las prioridades del
área para tener en cuenta los costos iniciales de los mecanismos de generación de
ingresos. A menudo esta planificación destaca nuevas habilidades que la organización
debe adquirir, ya sea mediante capacitación o reclutando personal adicional, para llevar
a cabo las actividades que generen ingresos (IUCN, 2006).
Las mejores opciones para incrementar las rentas o diversificar la agenda de fuentes
son las que se ajustan bien a las características del área y el país. Los esquemas de
financiamiento más sostenibles se construyen paso a paso, sin olvidar las cuestiones
fundamentales relacionadas con el respaldo estatal, el inicio de nuevos programas y
actividades sólo cuando exista alguna seguridad o planes establecidos para su
continuación a largo plazo, la prueba constante de algunos mecanismos de
financiamiento nuevos y la inversión continua en aquellos que produzcan, retirando
fondos de los que no hayan comenzado. Los planes para una conservación sostenible
desde el punto de vista financiero requieren de un equilibrio entre el hacer frente a las
necesidades urgentes y destinar algunos ingresos para crear un fondo de contingencia
para el futuro (Pagiola et al, 2005; Wunder, 2006).
El fondo ambiental para el manejo del sistema, debe contar con reglas claras y
transparencia en el manejo. Es importante garantizar el cumplimiento de los contratos
de pago a los productores de los servicios y también que la inversión vaya a las áreas
definidas como prioritarias de la cuenca (Tognety et al, 2006). Esto garantizaría el flujo
necesario para la sostenibilidad del sistema de compensación y pago por servicios
ambientales.
Para la definición de las áreas prioritarias y las modalidades a favorecer con el pago y
compensación, se deben tener en cuenta varios elementos. El primero de ellos es el
ordenamiento territorial optimo propuesto por el Plan Maestro elaborado para el área de
estudio. Este plan implica el uso más adecuado del suelo según su vocación, lo que
implica la producción sostenible de un nivel de servicios ambientales, con los beneficios
económicos, ambientales y sociales que esto implicaría (Pagiola et al, 2005; CATIE,
2005).
Figura 8
Uso Potencial del Suelo
En el caso de las áreas protegidas, aunque son zonas prioritarias para la conservación,
el tratamiento es distinto, pues se trata de terrenos con vocación forestal y propiedad
del Estado Dominicano, por lo tanto, no deben ser compensados los usufructuarios de
las mismas.
Luego de que por consenso se han establecido las áreas prioritarias para el inicio del
programa de compensación y pago de PSA en las cuencas altas de la presa de sabana
yegua, se debe proceder a establecer montos y modos de pago.
Para establecer los montos de pago se deben tener en cuenta dos criterios principales:
Existen otro tipo de acuerdos para compensar la adopción de prácticas, tal y como se
estableció en el CISA (2007), estos pueden servir como incentivo, pero es importante
tener reglas de juego claramente definidas y diferenciar este tipo de compensación del
PSA.
La ley 64-00 establece claramente que los bienes ambientales deben ser reconocidos,
valorados, internalizados y mercadeados. En los anexos de este documento, se
presenta un resumen detallado de todos los artículos de la citada ley relacionados con
el tema.
De manera que en el proceso de empoderamiento, de negociación, se pueda recurrir al
amparo legal para establecer los mecanismos de pago, cobro, transacciones de los
servicios ambientales que se producen en las cuencas altas de la presa de Sabana
Yegua.
En este momento, de acuerdo con los resultados de este estudio, los esquemas más
viables para iniciar el proceso son los que se pueden establecer con los grandes
usuarios de los servicios relacionados con el recurso hídrico, especialmente la
generadora de electricidad.
Los esquemas de PSA más exitosos, relacionados con el recurso hídrico, se han
desarrollado con mercados locales de usuarios (Prisma, 1999; FAO, 2003, CATIE,
2005; Pagiola et al, 2005, IUCN, 2006; Tognety et al, 2006). Dadas las limitaciones
de las empresas distribuidoras del agua, explorar estos esquemas con los usuarios
directos de los mismos, ya sea en comunidades y poblaciones especificas como en
Si bien los niveles de cobro son muy bajos para establecer en lo inmediato, a través de
la facturación, tasas de cobro de PSA para inversión en las cuencas altas, los valores
de captación y la importancia económica de la zona de estudio para usos directos de la
población como consumo humano y riego, pueden ser parámetros de negociación.
CAPITULO V.
REFLEXIONES FINALES Y RECOMENDACIONES
En el caso de las cuencas altas de la Presa de Sabana Yegua, una de las fortalezas es
el proceso de fortalecimiento del capital social que se ha dado a través de la Fundación
Las formas de pago deben negociarse por adelantado con los beneficiarios del PSA,
escogiendo entre pago efectivo, en especio o asistencia técnica o combinaciones de
los mismos.
ingresos regulares con pagos pequeños pero frecuentes muchas veces es una opción
racional en términos socioeconómicos.
Una de las lecciones más importantes a tener en cuenta es que si el PSA no garantiza
la provisión del servicio, los compradores no continuarán apoyándolo y no beneficiara a
los pobres. Se debe cuidar que las regulaciones bien intencionadas no pongan en
peligro el funcionamiento básico del PSA.
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