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UNIVERSIDAD RICARDO PALMA

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

ALUMNA: Cinthya Becerra Loli

CURSO: Pensamiento Arquitectónico Contemporáneo

PROFESOR: Arq. Gustavo Wendorff

TEMA: CUARTO INTERROGATORIO

Arquitectura actual = contradicción total 1


‘’Arquitectura actual = contradicción total’’

La arquitectura está cambiando constantemente, gracias a la tecnología que


cada vez nos permite tener diferentes herramientas para construir con
mayor calidad y ahorrando sobre todo, tiempo. Está pasando por una etapa
en donde se pueden construir cosas que en el pasado no eran posibles. Se
está modernizando con el transcurrir del tiempo adaptándose muy bien a
estos cambios.

Es por este motivo que hoy en día, la arquitectura es muy variada. Tenemos
construcciones modernas, que a su vez contrastan entre sí. Antes la
arquitectura respondía a patrones ortogonales, aunque había excepciones,
hoy día la arquitectura rompe parámetros con formas misteriosas,
diferentes. Sin embargo, no debemos olvidarnos de las construcciones que
tiene valor histórico. No sería justo.

La arquitectura ya es parte de nuestra vida cotidiana. Si la arquitectura


evoluciona, la ciudad evoluciona pero, ¿lo hacemos correctamente? Por un
lado, las tendencias sobrepasan las fronteras e incitan a que otros países
imiten la arquitectura de un determinado arquitecto o de una determinada
ciudad. Por otro, algunos países aún mantienen su identidad, lo que se ve
en sus edificaciones, que muchas veces reflejan su pasado y eso es lo que
los hace reconocidos ante el mundo.

Lo ideal sería aplicar la arquitectura de una forma que recopile información


útil del pasado y la lleve al presente con la esperanza de tener un futuro
más práctico. Que conjuguemos, factores útiles de ambos y salvemos a la
arquitectura de volverse en una arquitectura ‘’vacía’’.

Arquitectura actual = contradicción total 2


¿Por qué vacía? Porque muchas veces presentan soluciones atractivas, que
crean marcan tendencias gracias a la variedad de materiales y a las nuevas
tecnologías constructivas. Sin embargo, carecen de significado. De qué
vale tenerla si no responden a un contexto, requerimiento, si no satisfacen
las necesidades de la sociedad. Parece que en el mundo la batalla de qué es
más importante: la forma o la función, va ganando la primera.

Aunque claro, las excepciones siguen apareciendo. Nuevos tipos de


arquitectura que presentan un compromiso con el medio ambiente están en
auge: arquitectura bioclimática, arquitectura verde, etc. Hay una mayor
consciencia sobre el uso de materiales, las necesidades del usuario y la
prevalencia de la función. Esta nueva generación de arquitectos busca
reconciliar al hombre con la naturaleza, mediante ideas enfocadas en la
sostenibilidad.

Lo curioso es que vemos estas contradicciones en todo el mundo, lo cual es


sólo una muestra de nuestra diversidad. Considero que la arquitectura debe
ser y seguir siendo así porque de alguna manera nos muestra que no somos
perfectos, que tenemos errores. Que es imposible generalizar porque
siempre hay excepciones.

Entonces, cuando vemos la arquitectura actual del mundo, la vemos como


imperfecta, diversa, en constante cambio. Vemos que no es necesario ser
Frank Gehry, Calatrava o Zaha Hadid para hacer ‘’una obra de arte’’. Que
esa obra de arte tiene que convertirse en un ícono urbano.

Ahora es turno de la arquitectura peruana, donde al ser un país


tercermundista, la modernidad tarda un poco en llegar y en donde también
podemos observar los típicos problemas de la arquitectura mundial,
aquellos que nos deberían hacer reflexionar de una vez por todas.

Arquitectura actual = contradicción total 3


Cuando vemos la arquitectura actual de nuestro país, se podría decir que en
muchos casos, es una adaptación de la arquitectura de países más
desarrollados. Desde hace algunos años, vivimos un boom de la
construcción, donde los inversionistas sólo piensan en ‘’copiar’’ las últimas
tendencias con el fin de que tener una edificación ‘’bonita’’ que les otorgue
grandes ganancias.

Tenemos una visión errónea, no pensamos en el entorno. Por un lado, no


respetamos nuestro pasado y su gran valor cuando construimos
edificaciones en el centro de Lima como el Sodimac de la av. Tacna donde
se rompe la armonía de la calle al usar un muro prácticamente ‘’limpio’’
contrastado por edificios de mayor altura y llenos de vanos que siguen un
ritmo, o cuando en distritos como San Martín de Porres, vemos fachadas
de vidrio o pintadas de colores impactantes que ensucian completamente la
ciudad. Por otro lado, no le tomamos importancia al medio ambiente. Un
ejemplo, es lamentablemente la universidad, Ricardo Palma. Cada ciclo
vemos, como se destruye un pedazo de área verde, cómo se talan decenas
de árboles para dar paso a la construcción metálica.

Otro punto que me parece importante mencionar es la construcción


desmesurada de edificios de una altura considerable. En primer lugar están
los multifamiliares. Hoy en día vemos miles de edificios de gran altura que
rompen el perfil de la calle, quedando viviendas de dos pisos al costado de
edificios de siete o más pisos. En segundo lugar están los edificios que
obstruyen la visual a otros. El ejemplo más resaltante es el nuevo complejo
de oficinas que está entre las Av. El Derby y el Polo. Ahora las familias
están condenadas a mirar hacia una gran pared. En ambos casos la culpa es
de las municipalidades que cambian la zonificación y permiten esto con el
fin de ganar más dinero.

Arquitectura actual = contradicción total 4


Sin embargo, no todo es malo. Vemos proyectos que también vale la pena
mencionar como el conjunto habitacional La Muralla. Éste, a mi parecer, es
el mejor ejemplo de cómo se rescatan elementos de la antigua Lima y se
siente una armonía con el entorno.

Entonces, ¿dónde está el problema?, si son los clientes que se están


acomplejando y sólo nos queda obedecer sus ideas contaminando la ciudad
o si realmente el problema se encuentra en las facultades de arquitectura en
donde no se aprecian factores tan importantes como la función, historia de
la arquitectura, el acondicionamiento ambiental, la relación con el entorno,
etc.; lo que lleva a que nosotros de alguna forma manipulemos a los
clientes.

Si es así, nosotros como nueva generación de arquitectos debemos tener la


capacidad romper las barreras y perjuicios, de lograr una arquitectura con
significado. Hacerle comprender a otros arquitectos, a los clientes, a las
empresas, a la ciudad que no todo es dinero, o belleza estética, que también
importan los factores señalados anteriormente, que también es válido
aceptar una que otra contradicción. Si no, estaremos encerrados en este
círculo vicioso toda la vida. ¿Seremos capaces de superarlo?, espero que sí.

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