Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE MECÁNICA
DPTO. DE MATERIALES Y METALURGIA
LAB. DE FUNDICIÓN
Preparado por:
Prof. Ing. Romer Ferrer
1
INTRODUCCIÓN
2
INDICE
INTRODUCCIÓN
1. SELECCIÓN DEL METAL
2. SOLIDIFICACION DIRIGIDA
2.1. Reglas para el Diseño de las piezas
2.2. Regla del Módulo de Enfriamiento
2.3. Estudio del Sistema de Colada
2.3.1. Factores que influyen en el diseño del Sistema de Colada
2.3.1.1. Modo de Solidificación del Metal
2.3.1.2. Forma de la Pieza
2.3.1.3. Tipo de Metal
2.3.1.4. Resistencia de los Moldes
2.3.1.5. Piezas de Geometría (forma) correcta
2.3.1.6. Economía (rendimiento) del Metal
2.3.2. Tecnología del Sistema de Colada
2.3.2.1. Embudo o Cubeta de Colada
2.3.2.2. Descenso de Colada
2.3.2.3. Pie de Colada
2.3.2.4. Trampas para la Escoria
2.3.2.5. Canales de Colada
2.3.2.6. Entradas de Colada
2.3.3. Recomendaciones generales para el diseño de los Sistemas de Colada
2.4. Productos Exotérmicos
2.4.1. Generalidades y Propiedades
2.4.2. Usos
2.4.3. Modo de empleo
2.4.3.1. Humidificación del polvo
2.4.3.2. Mezclado y Amasado
2.4.3.3. Apisonado
2.4.3.4. Secado
2.4.3.5. Colocación en el Molde
2.5. Enfriadores
3
3. LAS MAZAROTAS O MONTANTES (ALIMENTADORES)
3.1. Colocación de las Mazarotas o Montantes
3.2. Solidificación de las Mazarotas
3.2.1. Alimentación de las Mazarotas
3.2.2. Enfriamiento de las Mazarotas
3.3. Cantidad de metal en las Mazarotas
3.3.1. Caso de la Fundición Gris (Grafito Laminar)
3.3.2. Caso de la Fundición Nodular (Grafito Esferoidal)
3.4. Fuerza del metal para alimentar la pieza
3.4.1. Presión Metalostática
3.4.2. Presión Atmosférica
3.4.2.1. Sistema Desequilibrado
3.4.2.2. Sistema Equilibrado
3.4.3. Alimentación por presión de gases
3.4.4. Fuerza Centrífuga
3.5. Formas de las Mazarotas
3.5.1. Mazarotas Abiertas o Atmosféricas
3.5.2. Mazarotas Ciegas
3.5.3. Cuello de las Mazarotas
3.5.4. Separación de las Mazarotas
3.6. Rendimiento de las Mazarotas
4
1. SELECCIÓN DEL METAL
2. SOLIDIFICACION DIRIGIDA
5
La solidificación está dirigida en el sentido: parte maciza → parte delgada
→ Entrada de colada.
Igualmente, en el caso de la Lámina 2, la solidificación esta dirigida en el
sentido: parte delgada → parte maciza → entrada de colada.
6
En ambos ejemplos, la entrada de colada constituye el punto más caliente del
metal vaciado y se solidificará de último.
Basta que la reserva de metal líquido en la parte del sistema de colada próxima
sea suficiente para evitar la formación de rechupes en la pieza. Para lograr este
resultado, el enfriamiento debe empezar en las partes más lejanas de las entradas
de colada y seguir así progresivamente hasta las entradas de colada. Por tanto, se
necesita aumentar la velocidad de enfriamiento en las partes macizas respecto a
la de las partes delgadas o reducir la de las partes delgadas respecto a las de las
partes macizas y conseguir que a cada instante de la solidificación, las
contracciones sufridas por el metal en curso de solidificación se compensen por
una alimentación en metal líquido que viene de las partes de la pieza aún líquidas,
ellas mismas alimentadas sucesivamente para llegar hasta el sistema de colada,
el cual debe solidificar de último.
Para conseguir una solidificación dirigida, el fundidor dispone de los siguientes
medios:
1. Conseguir un diseño racional de las formas de las piezas (cliente-modelista).
2. Estudiar el sistema de colada (vaciado).
3. Utilizar productos exotérmicos.
4. Colocar enfriadores.
Luego se considera la necesidad de colocar o no mazarotas, las cuales son el
último remedio a utilizar si no es posible conseguir una pieza sana de otra manera.
Esto debido a la influencia muy grande de la proporción de metal recuperado
(reciclado) respecto al peso de la pieza sobre el precio de costo. Por tanto, todo
método económico que permita bajar esta proporción contribuye a disminuir el
precio de costo. Conseguir un diseño racional de las piezas para evitar partes
macizas es el método más económico. Luego, diseñar el sistema de colada, casi
inevitable, de tal manera que sirva también como reserva de metal de
alimentación, es otro método económico.
2.1. Reglas para el Diseño de las piezas.
Es en la mesa de dibujo donde se decide la calidad de una pieza.
Regla 1: evitar las partes macizas y conseguir espesores constantes.
En los ejemplos de la Lámina 2 se muestran como evitar las partes macizas.
7
Muchas veces, los botones o salientes plantean problemas. La Lámina 3
muestra cómo resolver algunas de estas situaciones. También los empalmes de
paredes de espesor igual producen dificultades y deben respetarse ciertas reglas.
8
Debe evitarse tal unión de paredes o por lo menos reducir el efecto de la masa
del metal (Láminas 4, 5 y 6). Es obvio que debe ser la pieza en bruto quién debe
tener espesores constantes, teniendo en cuenta los sobre espesores de
mecanizado. Al recibir el plano de una pieza, el fundidor debe diseñar los distintos
perfiles de la pieza en bruto y proponer modificaciones de las formas, si se
requieren, para conseguir espesores constantes, sin complicar el moldeo. Muchas
veces el diseño de la pieza en bruto se establece cuando el modelista traza su
plantilla, lo que justifica una estrecha colaboración entre el cliente, el diseñador y
el fundidor.
9
Nota: en realidad no son círculos inscritos los que deberían considerarse, sino
esferas inscritas, por ser volumétrico.
10
1. Partir del plano de la pieza terminada, tal como se debe usar,
2. Trazar los sobre-espesores de mecanizado para conseguir las formas de la
pieza en bruto,
3. Colocar el plano de la pieza en bruto en el sentido que parezca más lógico para
la colada o vaciado. A veces se deben comparar varias posiciones posibles de
la pieza y escoger el modo de fabricación más económico.
4. Inscribir un círculo en la pared más baja de la pieza.
5. Subiendo en el mismo sentido que el metal en el momento de la colada,
inscribir círculos en las paredes que se presentan sucesivamente con sus
variaciones de espesor.
6. Para conseguir una solidificación dirigida, cada círculo inscrito debe tener un
diámetro superior o igual al del círculo inmediato inferior. Si no se consigue,
deben estudiarse deformaciones de las paredes más idóneas, tratando a la vez
de simplificar las operaciones de moldeo o mecanizado.
7. Si no se permiten las deformaciones, se necesitará emplear artificios para
conseguir una solidificación dirigida. Las Láminas 8 y 9 muestran algunos
ejemplos de aplicación de la regla. Obviamente una pieza diseñada para ser
colada en una posición determinada, no puede colarse en otro sentido, pues se
conseguirá el efecto contrario.
11
La unión de paredes de espesores desiguales plantea problemas que pueden
resolverse siguiendo las pautas de la Lámina 10 hasta la 15.
12
Recomendaciones Prácticas:
Para sacar el mejor provecho de estas reglas de diseño, también se deben
observar algunas recomendaciones en el Taller.
1. Los modelos y cajas de macho deben facilitar la obtención directa de las formas
exactas de las piezas sin necesitar retoques en los moldes. No es el moldeador
quién debe tener la iniciativa de modificar las formas para evitar rechupes.
Por ejemplo, el modelo debe permitir que se consigan directamente las uniones
de las aristas. Indicar al moldeador que debe efectuar una unión sobre tal arista
pintándola de negro, es un método peligroso, pues el radio de la unión será el del
primer alisador que caiga en la mano del moldeador.
2. No es el moldeador quién debe escoger el sentido de colada de la pieza y por
tanto, el modo de moldearla. En una fundición organizada, el estudio de moldeo se
hace antes de confeccionar el modelo y se entrega al moldeador además del
modelo, el sistema de colada y de alimentación, para evitar que lo realice a su
gusto. Por lo que se recomienda que la fundición tenga su propio taller de
modelería.
13
2.2. Regla del Módulo de Enfriamiento.
Se demuestra que el tiempo de solidificación de una pieza o parte de ella es
casi proporcional al cuadrado del modulo de enfriamiento (M), que se define por la
fórmula: M=V/S
Siendo V el volumen de la pieza y S su superficie exterior que participa en el
enfriamiento.
En ciertos casos el cálculo de la superficie que participa en el enfriamiento
plantea problemas. Normalmente para que la superficie participe plenamente en el
enfriamiento de la pieza, deberá estar en contacto con un espesor infinito de arena
o por lo menos con un gran espesor. En la práctica, muchas veces las paredes del
molde tienen poco espesor o están rodeadas por el metal, de tal manera que no
pueden evacuar mucho calor. Este es particularmente el caso de los ángulos de
arena o de los machos. Para tener en cuenta esta dificultad que presentan ciertas
superficies del molde para extraer calor, la mejor manera sería afectarlas de un
cierto coeficiente de reducción.
La Lámina 16 muestra como se calculan los módulos parciales y el modulo
total de una pieza en particular. Se comprueba que: Mc > MA > MB
14
Al suponer que al final de la colada todas las partes del metal líquido tienen la
misma temperatura, se sacan las siguientes conclusiones:
.- la parte B se solidifica antes que la parte A y no podrá alimentarla,
.- la parte C se solidifica después de la parte B y podrá alimentarla.
En un instante (t) de la solidificación la Fig. 2 de la Lámina 16 indica la forma
de la superficie isotérmica. Se concibe fácilmente que un rechupe RA se formara
en la parte inferior de la pieza, según la Fig. 3 de dicha lámina.
Además, si no se constituye una reserva de metal (mazarota o sistema de
colada) para alimentar la parte C, también se formaran rechupes RC en la parte
superior de la pieza.
Para conseguir una alimentación normal de la parte A por la parte B, tres
soluciones son posibles:
1. Aumentar el espesor de la parte B para incrementar su módulo de enfriamiento,
se aplica así la regla de los círculos inscritos, necesitando un suplemento de
mecanizado (Lámina 17, Fig. 1).
15
2. Aumentar el tiempo de solidificación de la parte B, dándole un suplemento de
calor mediante, por ejemplo, el uso de productos exotérmicos (Lámina 17, Fig. 2).
3. Reducir el tiempo de solidificación de la parte A aumentando su velocidad de
enfriamiento mediante, por ejemplo, el uso de enfriadores (Lámina 17, Fig. 3).
Se ha supuesto anteriormente que al final de la colada, todas las partes del
metal líquido están a la misma temperatura. En realidad no se puede conseguir
esta igualdad de temperatura, pues debe tenerse en cuenta la influencia de la
posición de la entrada de colada respecto a la pieza.
Es obvio que el metal se mantiene caliente cerca de la entrada de colada y se
enfría más rápido lejos de esta. La Lámina 18 muestra la influencia de la posición
de la entrada de colada sobre la deformación de las isotermas y sus repercusiones
sobre la cantidad de calor que debe darse o quitarse según que se usen productos
exotérmicos o enfriadores.
16
Siendo; KC > 1
.- lejos de la entrada de colada el módulo de enfriamiento de la parte de la pieza
considerada es ficticiamente inferior al dado por el cálculo:
M (ficticio) = M (calculado) x KL
Siendo; KL < 1
El coeficiente K puede tener los siguientes valores:
KC = 1.1 (cerca de la entrada de colada)
KL = 0.9 (lejos de la entrada de colada)
Con lo cual se puede introducir una corrección aproximada para facilitar la
comprensión del modo de enfriamiento de una pieza y el trazado de las isotermas
para conseguir una solidificación dirigida.
17
2.3.1. Factores que influyen en el diseño del Sistema de Colada.
Llenar un molde es introducir en él un cierto volumen de metal en un tiempo
determinado para conseguir una pieza sana. Debido a esto, es importante la
noción de flujo de llenado del molde, que debe definirse entre ciertos límites.
18
Por tanto, se debe introducir rápidamente el metal en el molde por las partes
delgadas con entradas de colada tanto más numerosas, cuanto más extensa sea
la forma de la pieza. Además, en el caso de piezas de forma muy extendida
coladas en posición horizontal, se recomienda colocar las entradas de colada a lo
largo de uno o dos de los lados mayores, de tal manera que el recorrido del metal
sea lo más corto posible, repartiendo las secciones de las entradas
proporcionalmente a los volúmenes parciales de las piezas que alimentan.
c.- Entadas simultaneas por las partes macizas y las delgadas.
Los dos métodos se emplean simultáneamente para piezas de gran tamaño
coladas con metal que se solidifica por capas gruesas y para las cuales ciertas
partes requieren una solidificación dirigida y otras un enfriamiento uniforme. En
este caso, es preferible llenar el molde por sistemas de colada independientes.
19
velocidad reducida en las entradas de colada no significa llenado con flujo
reducido, es decir, llenado lento.
2.3.1.4. Resistencia de los Moldes.
La resistencia de los moldes al chorro de metal tiene sus límites, pero cuando
una parte del molde se daña, generalmente no es por el efecto de una presión
metalostática alta, sino por el de una exposición a las radiaciones caloríficas del
metal que no esta en contacto con ella. La mayoría de los daños superficiales de
los moldes en arena se producen antes de que la presión del metal sea estable
contra la pared del molde, es decir, antes de que se llene completamente el molde
o la parte de este. De la misma manera las erosiones en el sistema de colada se
producen frecuentemente cuando hay separación del chorro de metal respecto de
la pared.
Por esta razón, la solución ideal sería llenar instantáneamente el molde para
aplicar la presión metalostática simultáneamente sobre todas sus paredes. Sin
embargo, no es indispensable realizar esta condición ideal para evitar daños en el
molde, pero es preferible acercarse a ella tanto como sea posible, de esta manera:
.- entre dos tiempos de llenado posibles escoger el más corto. No obstante una
velocidad muy alta del metal en las entradas de colada provoca erosiones del
molde o defectos en la pieza por arrastre de arena, por tanto, se recomienda una
velocidad de entrada del metal de 1 a 7 m/s y reducir el tiempo de llenado
aumentando el flujo de metal y el número de entradas,
.- colocar las entradas de colada de tal manera que las partes más bajas del
molde se llenen simultáneamente y lo más rápido posible,
.- conseguir que la subida del metal en el molde, durante el llenado, no sufra
detenimiento prolongado (Lámina 19).
20
Estas recomendaciones se aplican a cualquier sistema de colada, por llenado
directo o en fuente.
22
Los embudos de sección circular favorecen la formación de remolinos y en
consecuencia el arrastre de aire. Se ha comprobado con modelos hidráulicos, que
la forma cuadrada es preferible porque reduce las proyecciones de metal fuera del
embudo y además impide la formación de turbulencias. Debe dirigirse el chorro de
metal hacia la mitad de una de las caras planas según dirección casi perpendicular
(Lámina 20).
Sin embargo, la forma cuadrada no es fácil de hacerla a mano en la parte
superior del molde, por lo cual, se aconseja apisonar embudos solos en caja de
macho, con arena aglomerada más resistente a la erosión y luego colocarlos
sobre el molde. Para los moldes de gran tamaño es preferible utilizar una cubeta
de colada. La forma debe ser sensiblemente rectangular con una longitud grande
con respecto a la anchura para alejar del descenso de colada la parte donde cae
el chorro de metal desde la cuchara y permitir así el ascenso de las escorias y los
gases. Para facilitar la eliminación de las escorias y disminuir la influencia de las
turbulencias se coloca una pared transversal (Lámina 21, Fig. 2). El empalme de
la cubeta con el descenso de colada se traza con un radio (R * d / 2), donde d es el
diámetro del descenso (Lámina 20, Fig. 3).
23
Además, se recomienda mantener lleno el embudo o la cubeta para conseguir
un flujo continuo de metal y facilitar la eliminación de las escorias que flotan en la
parte superior del metal líquido. El uso de un tapón especial en la cubeta permite
conseguir más fácil el llenado completo antes de destapar para llenar el molde
(Lámina 21, Fig. 2).
24
2.3.2.3. Pie de Colada.
En el pie de colada el metal tiene su velocidad máxima y cambia bruscamente
de dirección. Cuando el descenso esta colocado directamente sobre el canal de
colada, fuertes remolinos se forman y arrastran aire y a veces arena.
Todo cambio brusco de dirección crea siempre perturbaciones en el flujo de
metal y produce particularmente lo que se llama “efecto de antorcha” en el cual el
líquido corre según un movimiento helicoidal y no según hilos paralelos. Cuando
este defecto se inicia en el pie de colada produce un desarreglo en la repartición
del metal entre las entradas de colada. Para evitar el efecto de antorcha y regular
el flujo de metal, se realiza una forma ligeramente convergente a la salida del pie
de colada.
En la Lámina 21, Fig. 3 y Fig. 4, se muestran formas recomendadas para
diseñar el pie de colada.
25
Sin embargo, siempre se corre el riesgo de la formación de escorias o películas
de oxido en el sistema de colada que son difíciles de separar, sobre todo cuando
existen turbulencias o se forman remolinos en este sistema.
Para evitar estas turbulencias o disminuirlas, muchas veces se aumenta la
sección de una parte del canal de colada con el fin de reducir localmente la
velocidad del flujo de metal y facilitar la decantación y separación de las escorias.
Varios dispositivos se utilizan tal como los que se muestran en la Lámina 22.
26
Cuando se trata de un canal con sección uniforme que tenga varias entradas
idénticas, la velocidad del flujo de metal perpendicular a las entradas decrece a lo
largo de este desde la medida del pie de colada hasta el final del canal. Por tanto,
es la entrada más cercana al extremo de la colada la que tiene el mayor flujo de
metal respecto a las entradas anteriores.
El desequilibrio es tanto mayor:
.- cuanto menor sea la relación:
Sc / Se > = 2 (Lámina 23, Fig. 2 y Fig. 3)
De donde: Sc: Sección del Canal y Se: Sección total de las entradas.
.- cuanto mayor sea la velocidad del metal (molde alto).
.- cuanto mayor sea el numero de entradas de colada.
La entrada de colada en forma de rebaba (Lámina 23, Fig. 5) que puede
considerarse como la unión de un número infinito de entradas muestra un
desequilibrio grande respecto al de la Lámina 23, Fig. 4.
Las secciones cuadradas y rectangulares con mucho ángulo de salida facilitan
el moldeo del canal de colada. Desde la salida de la trampa de escoria, hasta la
primera entrada de colada, el canal debe conservar la misma forma. Después de
la primera entrada la sección del canal puede disminuir entre cada entrada según
una ley decreciente que facilita el equilibrio de la repartición del metal (Lámina 23,
Fig. 6). Cuando se requiera un cambio de dirección se recomienda evitar ángulos
y deben empalmarse las dos direcciones con un arco amplio.
27
Lo que refiere a la repartición de la sección del canal, respecto a la junta del
molde y a la posición de las entradas de colada, respecto al canal, la Lámina 24
muestra las ventajas e inconvenientes en tres tipos de canales.
28
La entrada plana de sección rectangular alargada evita estos inconvenientes y
entre su ancho e y su altura b al lado de la pieza, se recomienda la relación:
e / b = 4 (Lámina 25, Fig. 1)
La altura b´ al lado del canal puede ser ligeramente superior a b para facilitar la
separación en la sección eb. Esta relación no tiene nada de absoluto, a veces, es
interesante con el fin de eliminar puntos calientes en el empalme con la pieza,
escoger entradas de colada con secciones aun más delgadas (Lámina 25, Fig. 2).
No obstante el uso de entradas de colada demasiado anchas y delgadas (como
la entrada en forma de rebaba) puede llevar a una mala repartición del metal como
se ha visto anteriormente (Lámina 23, Fig. 5). Un caso particular es la entrada
según el sistema Connor (Lámina 23, Fig. 3). Se compone generalmente de un
canal de sección trapezoidal unido con el molde por una entrada en forma de
rebaba. Para evitar una mala repartición del metal al iniciar la colada, puede
modificarse la sección trapezoidal Se del canal añadiéndole un canal de repartición
29
de sección S´c. Además de permitir el llenado del molde en caída directa, el
sistema hace también de mazarota.
Para evitar los inconvenientes de las entradas en las entradas de forma de
rebaba y conseguir una repartición uniforme del flujo de metal, cabe dar a la
entrada un espesor b muy delgado de tal manera que la sección del canal Sc = eb.
Se limita el sistema Connor a la colada de aleaciones poco oxidables y que no
exigen mazarotas grandes, tal como fundición gris. Cuando se trate de colar
numerosas piezas pequeñas en un mismo molde, ocurre que el cálculo conduce a
secciones de entrada muy reducidas del orden de 0.1 cm2. En este caso es difícil
respetar la relación a / b = 4, pues b sería demasiado delgada y el metal podría
solidificarse antes de entrar en el molde de la pieza, por tanto se adopta
excepcionalmente una sección de forma cuadrada a = b.
30
g.- No se deben diseñar entradas preferenciales. Todas se colocan de manera
perpendicular al canal de colada. La Lámina 26 muestra algunos ejemplos de
sistemas de colada en fuente que dan buenos resultados en caso de piezas de
forma circular. El cuadro de la Lámina 27, da una lista de los defectos debido a un
mal diseño del sistema de colada.
31
2.4. Productos Exotérmicos.
32
.- la masa de la parte de pieza que se va a calentar.
Las partes poco macizas necesitan un arranque casi inmediato y por ende un
producto de alta sensibilidad. Las partes más macizas, sobre todo cuando no
reciben el metal de inmediato, deben sufrir durante un tiempo más o menos largo
la acción de los gases calientes y el efecto de la radiación del baño de metal que
está llenando progresivamente el molde. En este caso, es obvio que el material
exotérmico debe tener una sensibilidad menor para evitar que inicie su reacción
prematuramente y sin embargo, reaccionar apenas el metal entra en contacto.
Por tanto, un producto exotérmico, se caracteriza por las siguientes
propiedades:
.- poder exotérmico que se representa por la superficie de la curva temperatura en
función del tiempo para un volumen unitario de producto,
.- sensibilidad al arranque de la reacción exotérmica,
.- velocidad de propagación de esta reacción que es uno de los factores
determinantes de la temperatura máxima alcanzada,
.- calidad aislante que se representa por el descenso de la temperatura en función
del tiempo.
2.4.2. Usos.
Se utilizan plaquitas exotérmicas en los tres casos típicos siguientes:
1. Para aumentar (hasta triplicar) el radio de acción de una mazarota en las piezas
de sección uniforme, tal como placas y barras (Sección 3.1).
2. Para alimentar partes gruesas a través de partes delgadas.
3. Para alimentar puntos calientes creados por ángulos y otras clases de enlaces
de una pieza.
Se deben observar tres (3) principios para el uso de las plaquitas exotérmicas,
que son los siguientes:
1.- Con el propósito de aumentar la distancia de alimentación en las partes de
sección constante, las plaquitas exotérmicas deben tener una pendiente que se
calcula en función de la longitud de estas partes. Normalmente esta pendiente es
de 8% como mínimo (Lámina 28, Fig. 1).
2.- El espesor máximo de la plaquita en su extremidad próxima a la mazarota no
debe ser superior al de la pieza (Lámina 28, Fig. 1).
33
Cuando la parte de la pieza que debe recibir una plaquita tiene una longitud tal
que necesite un espesor de plaquita superior al de la pieza, se coloca una a cada
lado de esta (Lámina 28, Fig. 2). En este caso la pendiente de cada uno es igual
a la mitad de la pendiente normal, es decir, 4% en lugar de 8%, sin embargo,
puede conservarse la misma pendiente de 8%, respetando la disposición de la
Lámina 28, Fig. 3.
Se recomienda el uso de plaquitas dobles para las partes verticales. En el caso
de partes horizontales deben tomarse precauciones para evitar porosidades que
puedan producir las plaquitas colocadas por debajo del metal y por tanto, se debe
aumentar el número de vientos.
34
3.- La plaquita exotérmica produce un acercamiento hacia ella del centro térmico
de la pieza, por esto se debe trasladar la mazarota para que su centro térmico se
acerque más o coincida con el nuevo de la pieza (Lámina 28, Fig. 3). En la
Lámina 29 se muestran algunos ejemplos del uso de la plaquita exotérmica.
35
.- Apisonado en una caja de macho,
.- Desmoldeo,
.- Secado,
.- Colocación en el molde.
Algunas de estas operaciones son comunes a los productos exotérmicos con o
sin aglomerante y por eso las recomendaciones que se dan a continuación se
aplican a ambos tipos de productos.
36
Un tiempo de amasado demasiado largo une el producto en pequeñas bolas
duras que producen una falta de cohesión. El material exotérmico humedecido
pierde sus propiedades de moldeo cuando se deja mucho tiempo al aire. Los
elementos apisonados con este material dañado tienen menos cohesión y su
superficie se desintegra, por lo cual se recomienda preparar elementos en
pequeñas cantidades a la vez a medida de las necesidades. No obstante, ocurre
que a veces se prepara una cantidad superior a la que se puede utilizar de
inmediato, en este caso se recomienda depositar el sobrante del material húmedo
en una canasta metálica impermeable que se guarda al abrigo del calor para
conservar sus propiedades.
2.4.3.3. Apisonado.
La fabricación de un elemento se parece mucho a la de un macho en su caja.
Sin embargo, deben respetarse las siguientes recomendaciones:
.- Cajas: deben untarse previamente con grasa (petróleo) para conseguir un
desmoldeo correcto, pues el material húmedo tiene tendencia a pegarse a las
paredes de las cajas en metal o madera. Se recomienda limpiar con cuidado la
caja con un cepillo inmediatamente después de su uso para evitar tener que
rasparla algunos días después.
.- Apisonado: apisonar el material en la caja por capas delgadas sucesivas, es
inútil apisonar muy fuerte.
En la parte del elemento que está en contacto con el metal de la pieza, se
recomienda intercalar un espesor de más o menos 5 mm de arena de macho para
evitar defectos superficiales. Durante el apisonado, la arena de macho se mezcla
perfectamente con el material exotérmico haciendo un solo elemento compuesto.
También puede aplicarse un revestimiento con un pincel sobre la parte en
contacto con el metal. No se debe olvidar perforar numerosos vientos que
permitan la evacuación:
.- del vapor de agua durante el secado,
.- de los gases abundantes durante la reacción exotérmica.
37
Se precisa que el centro de los elementos alcance una temperatura de 1800 ºC
durante la reacción. Los gases que se producen intentan escaparse y si no se han
puesto vientos, escogen naturalmente el camino de menor resistencia a través del
metal líquido, resultando sopladuras y algunas veces proyecciones de metal
líquido durante la colada.
El siguiente cuadro indica los diámetros recomendados para vientos y su
distancia entre dos en función del espesor de la pared del elemento:
2.4.3.4. Secado.
Las estufas corrientes para secado de macho pueden usarse para el secado de
los elementos en productos exotérmicos. Se debe evitar a toda costa la
proximidad de las llamas que podrían desencadenar la reacción exotérmica.
Por otra parte es esencial controlar la temperatura que no debe exceder ciertos
límites, generalmente indicadas por el fabricante. También se debe controlar el
tiempo de secado. Un secado prolongado puede producir un comienzo de
oxidación del aluminio y disminuir el poder calorífico del producto. Por esta razón,
se debe preferir el proceso de Silicato de Sodio-CO 2. Un secado insuficiente no
permite evacuar toda el agua que se transforma en vapor al momento de la colada
con riesgo de provocar proyecciones de metal.
38
2.4.3.5. Colocación en el Molde.
En el caso de moldes en verde, la colocación es sencilla pues muchas veces
los elementos se colocan directamente sobre el modelo y basta apisonar la arena
para encerrarlos. Sin embargo, se recuerda que el producto es sensible a la
humedad y que no se puede dejar en el molde por más de 3 ó 4 horas.
Eventualmente para proteger el elemento de la humedad del molde puede
intercalarse una hoja de papel entre ambos para impedir un contacto directo.
En caso de moldes en seco, las condiciones de secado del producto
exotérmico impiden colocar los elementos antes del secado del molde. Los
elementos se colocan en el molde secado de la misma manera como los machos.
Se hace hincapié sobre la necesidad absoluta de colocar vientos entre el elemento
y el molde para facilitar la evacuación de los gases (Lámina 30).
2.5. Enfriadores.
Los productos exotérmicos entregan calor en ciertas partes del molde. Los
enfriadores quitan calor y permiten aumentar la velocidad de solidificación en otras
partes del molde para contribuir a la obtención de una solidificación dirigida. El
efecto de los enfriadores se traduce por una deformación de las superficies
isotérmicas (Lámina 31, Fig. 1 y Fig. 2).
39
Las barras colocadas entre enfriadores se solidifican en un tiempo cinco veces
menor que las coladas en arena y las placas diez veces más rápido. Se admite
que un enfriador de espesor igual al doble del de la pieza es suficiente para
aumentar la velocidad de enfriamiento. Por otra parte se comprueba que el radio
de acción de un enfriador es relativamente corto.
No se debe olvidar que los enfriadores producen un efecto de temple que
modifica localmente las propiedades del metal. Se utilizan dos clases de
enfriadores:
a.- Enfriadores externos: son elementos metálicos que se colocan en las partes
del molde que necesitan una aceleración del enfriamiento (Lámina 31, Fig. 3).
El metal que constituye un enfriador externo depende de la temperatura de
fusión del metal enfriado, generalmente se utiliza fundición gris.
40
Para facilitar la evacuación de los gases y evitar defectos superficiales, se
recomienda:
.- efectuar ranuras en la superficie en contacto con el metal,
.- cubrir esta superficie con un revestimiento buen conductor del calor, de los que
se emplean para coquillas (Lámina 31, Fig. 7).
b.- Enfriadores internos: se utilizan cuando es imposible colocar enfriadores
externos. Se presentan en varias formas, tales como:
.- Aletas en lámina delgada (Lámina 31, Fig. 4).
.- Alambre enrollado en forma de resorte (Lámina 31, Fig. 5).
.- Clavos especiales (Lámina 31, Fig. 6).
Estos tipos de enfriadores se quedan encerrados en la pieza y se disuelven
parcial o completamente. Por tanto, no deben cambiar localmente las propiedades
del metal o sino solo pueden colocarse en partes de la pieza sin importancia para
su uso. Cada vez que sea posible, el enfriador debe ser del mismo metal que el de
la pieza.
Otra manera de conseguir un enfriamiento local de la pieza es escarbar formas
de aletas muy finas en el molde por medio del palustre que se hunde en la pared
correspondiente a la parte de la pieza que se debe enfriar. Al colar el molde estas
hendiduras se llenan de metal y se enfrían primero constituyendo aletas de
enfriamiento como un cilindro de compresor.
41
Sin embargo muchas veces ciertas partes de la pieza no pueden alimentarse
por la entrada de colada y se necesita tener una reserva especial de metal que se
llama mazarota. Los rechupes deben producirse en la mazarota la cual se separa
después de la pieza sana. Por ello una mazarota debe satisfacer 5 a condiciones:
.- Colocarse en las partes de la pieza que solidifican de último,
.- Solidificarse después de que la parte de la pieza haya sido alimentada,
.- Contener una cantidad suficiente de metal líquido para compensar la contracción
que sufre la parte de la pieza que se ha de alimentar,
.- Utilizar la presión máxima para introducir el metal líquido en los rechupes que
tengan tendencia a formarse,
.- tener un peso mínimo sin perder eficacia.
42
Para que el rechupe se produzca fuera de la pieza es indispensable que la
superficie isotérmica (Tf) de fin de solidificación se encuentre por encima del plano
AB, cuando la temperatura de la pieza sea igual Tf en el punto M más caliente del
plano AB (Lámina 32, Fig. 3 y Fig. 4).
Además las mazarotas deben colocarse por encima de la parte de la pieza que
se va a alimentar, de tal manera que facilite el flujo de metal desde la mazarota
hasta la pieza. Al no cuidar que el eje de la mazarota este en la prolongación del
eje de la parte de la pieza que se va a alimentar, se produce una estrangulación
de la sección de alimentación que favorece su enfriamiento prematuro (Lámina
33, Fig. 1 y Fig. 2).
También el cuello de empalme entre la mazarota y la pieza debe tener
dimensiones suficientes para no enfriarse antes de que se termine la contracción
líquida en la pieza (Lámina 33, Fig. 3 y Fig. 4).
No debe olvidarse que el flujo de metal pierde sus propiedades de colabilidad
por el enfriamiento que pasa a través de superficies dendríticas muy ásperas. Por
esta razón, cabe evitar al máximo las pérdidas de carga que produce todo
43
aumento de frotamiento entre el metal en estado pastoso y las paredes ya
solidificadas o por lo menos muy pastosas igualmente.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta de que la zona de acción de las
mazarotas es limitada. El efecto de extremidad es la longitud (E) de pieza sana,
contada a partir de una extremidad y debido al solo efecto de enfriamiento de esta
extremidad (Lámina 34, Fig. 1). El radio de acción de una mazarota es la longitud
(A) de pieza sana, contada a partir del borde de esta mazarota y debido al solo
efecto de la mazarota (Lámina 34, Fig. 2).
44
Se define igualmente el efecto de extremidad complementario de un enfriador
como la longitud (E´) de pieza sana, contada a partir de la pared de la pieza en
contacto con el enfriador (Lámina 34, Fig. 3).
En el caso de una pieza de sección constante, la distancia sana máxima entre
el borde de una mazarota y una extremidad es igual a:
L=A+E (Lámina 34, Fig. 2), si no se emplea enfriador, y:
L = A + E + E´ (Lámina 34, Fig. 3), si se utiliza un enfriador de extremidad.
Entre los bordes de dos mazarotas consecutivas:
L=2*A (Lámina 35, Fig. 1), si no se usa enfriador, y:
L = 2 * (A + E + E´) (Lámina 35, Fig. 2), si se coloca un enfriador entre las dos
mazarotas para crear artificialmente un efecto de extremidad.
45
Por otra parte, se ha visto en la Sección 2.4.2 que el uso de las plaquitas
exotérmicas permite extender mucho el radio de acción de las mazarotas.
3.2. Solidificación de las Mazarotas.
Para conseguir que una mazarota solidifique de último, se debe:
.- llenar con el metal más caliente,
.- enfriar lo más lentamente posible.
46
3.2.1. Alimentación de las Mazarotas.
La colada por las mazarotas, bien sea de manera directa (Lámina 36, Fig. 1 y
Fig. 2) o indirecta cuando se trate de alimentar varias mazarotas a la vez (Lámina
36, Fig. 3), da teóricamente el modo más racional de alimentación de las piezas,
pues el metal más caliente se cuela de ultimo en las mazarotas. En este caso se
puede considerar que el sistema de colada y el sistema de alimentación se
confunden en un solo sistema en el cual la solidificación se dirige hacia la entrada
de colada.
47
.- Calcular la mazarota con un módulo de enfriamiento muy superior al de la pieza,
lo que conduce a mazarotas de gran tamaño (Lámina 36, Fig. 4),
.- Recalentar la mazarota con el metal más caliente al momento de terminar el
llenado del molde, de esta forma:
Colando directamente el metal caliente en una mazarota abierta para terminar
su llenado.
Uniendo el descenso de colada y la mazarota con un canal secundario de
recalentamiento (Lámina 36, Fig. 5).
Colando por un descenso secundario que alimenta la mazarota (Lámina 36,
Fig. 6).
48
En caso de mazarotas ciegas, la forma más recomendada es un cilindro con
medias esferas en la parte superior o inferior. Generalmente, la altura de la parte
cilíndrica es igual a su diámetro o a la mitad de este (Lámina 37, Fig. 2).
b.- El calor perdido por el metal de la mazarota por conducción depende de la
conductividad térmica del material del molde en contacto con ese metal. El metal
de una mazarota se enfría tanto más rápido cuanto que:
.- el material del molde en contacto con el metal sea mejor conductor del calor,
.- ese material despida más gases,
.- los gases al formarse o quemarse absorban más calor (reacción endotérmica).
Para evitar estas pérdidas de calor se recomienda utilizar manguitos o apisonar
la parte del molde en contacto con:
Un material mal conductor del calor, tal como arena seca, arena de macho,
arena de macho mezclada con productos especiales (Lámina 37, Fig. 3). En el
caso de las coquillas se pintan con revestimientos especiales las partes que
corresponden a las mazarotas.
Un material que despida pocos gases al contacto con el metal líquido. Se
recomienda de nuevo arena seca, arena de macho protegida con un
revestimiento a base de harina de sílice.
Una arena que no contenga negro mineral.
c.- El calor que la mazarota pierde por radiación, depende de la superficie de
radiación cuando se trata de mazarotas abiertas. No se puede cambiar la
superficie de radiación porque está en relación con las medidas de la mazarota,
pero si se puede evitar la radiación directa cubriendo la superficie libre del metal
con un material polvoriento mal conductor del calor. Generalmente se emplea:
carbón de leña, en polvo, arena seca, etc. (Lámina 37, Fig. 4).
2. Aumento de la duración de enfriamiento por aporte de calor complementario. El
suministro de calor puede hacerse de manera sencilla y directa, así:
.- usando un quemador de gas u oxiacetilénico,
.- en el caso de metal de baja temperatura de fusión, colocando sobre la mazarota
un pedazo de acero o fundición gris, calentados al rojo.
Generalmente se emplean productos exotérmicos de dos maneras:
49
.- en polvo, cubriendo la superficie libre de la mazarota abierta,
.- en forma de manguito (Lámina 37, Fig. 5).
50
Teóricamente se sabe que en las condiciones de enfriamiento uniforme y de
molde rígido:
.- las fundiciones con un carbono equivalente (Ce < 3.9%), sufren siempre una
contracción, cualquiera que sea el grado de sobrecalentamiento, se recuerda que
el carbono equivalente se define por una fórmula %Ce = %C + %(Si + P / 3).
.- las fundiciones con un %Ce > 4.3% sufren siempre un hinchamiento cualquiera
que sea el grado de sobrecalentamiento.
.- las fundiciones con un Carbono Equivalente (3.9% < %Ce < 4.3%) sufren una
contracción o un hinchamiento según el grado de sobrecalentamiento. Cuando
este es alto, hay tendencia hacia la contracción y cuando es pequeño tiende al
hinchamiento.
Por tal razón, en este último caso de una fundición con 3.9% < %Ce < 4.3% los
riesgos de aparición de defectos por contracción o hinchamientos son mínimos y a
veces podrían ser nulos y las mazarotas inútiles si el grado de sobrecalentamiento
se escoge razonablemente.
Sin embargo, en la práctica el problema no es tan sencillo, pues además del
hecho de que el grado de sobrecalentamiento óptimo no es fácil de conseguir, el
enfriamiento de las piezas es raramente uniforme y los moldes no son siempre
rígidos. También se sabe que un contenido de fósforo superior a 0.6% complica el
problema y aumenta los riesgos de aparición de defectos por contracción.
Por otra parte, como la fundición se solidifica en capas gruesas, las mazarotas
solo suministran metal líquido durante 20% del tiempo de solidificación, pues luego
el metal es demasiado pastoso.
Se sabe que la separación del grafito durante el enfriamiento produce un
hinchamiento del metal. Ahora bien, el enfriamiento progresa desde las paredes
del molde hacia el interior del metal y por eso el fenómeno de hinchamiento sigue
el mismo camino. Resulta que la presión de hinchamiento se ejerce por una parte
hacia el interior del molde donde el metal aún esta líquido, por otra parte hacia las
paredes del molde por intermedio de la capa de metal aún pastosa. Dos casos
deben examinarse:
a.- el molde es muy rígido.
51
Generalmente se consideran rígidos los moldes con las siguientes arenas:
secas, de macho, con silicato y CO2, con cemento, etc.
La presión se ejerce hacia el interior del molde y tiene por efecto arrojar el
metal líquido en esta misma dirección, produciendo así una autoalimentación de
las partes durante la contracción. Las mazarotas tienen que compensar solamente
la contracción de la fundición en el estado líquido durante 20% del tiempo de
solidificación; luego el metal se auto alimenta por el fenómeno de hinchamiento,
tanto más fácilmente cuanto más delgada sea la pieza. Se explica así el porque es
posible conseguir piezas sanas en moldes rígidos con mazarotas de módulo
inferior al de la pieza.
En el caso particular de la fundición con 3.9% < %Ce < 4.3% y %P < 0.6% para
colar placas hasta 25 mm de espesor o barras hasta 50 mm, el radio de acción de
las mazarotas puede considerarse infinito. Cuando se trate de colar estas piezas,
basta colocar mazarotas en las partes más macizas las cuales alimentan a su vez
a las partes más delgadas.
b.- El molde no es rígido.
En el caso de los moldes en verde que se reforman y aumentan de volumen
por el efecto de la presión metalostática combinada con la de hinchamiento, la
auto alimentación examinada en el caso anterior no se produce o es muy poca y
se forman rechupes si no se colocan mazarotas adecuadas.
Para piezas de espesor inferior a 20 mm los fenómenos son casi iguales a los
que se producen en los moldes rígidos siempre que estos estén bien apisonados.
Las piezas o partes de pieza más macizas deben alimentarse en las mismas
condiciones que otros metales que no presentan el fenómeno de hinchamiento. En
este caso el radio de acción de las mazarotas depende de muchos factores y es
muy difícil de definir. En el peor de los escenarios se pueden utilizar las fórmulas
que sirven para los aceros.
Nota I:
El proceso de solidificación de la mazarota es análogo al de la parte de pieza
que debe alimentar y por tanto, el metal de la mazarota y el de la parte de pieza
correspondiente se encuentran ambos al tiempo en estado pastoso.
En estas condiciones el metal de la mazarota no alcanza a alimentar la parte
de pieza largo tiempo, por otra parte, en la práctica, se comprueba muchas veces
que al aumentar demasiado el tamaño de la mazarota con el fin de conservar el
metal liquido, el equilibrio de temperatura que se establece entre la pieza y la
52
mazarota favorece la formación de rechupes que quedan en la pieza. La solución
es el uso de manguitos exotérmicos.
Nota II:
E l proceso de inoculación de las fundiciones tendría por efecto el aumento de
la presión de hinchamiento en el momento de la grafitización.
Recomendaciones:
En general, se recomienda colar las piezas de fundición gris de formas
complejas con metal lo mas frio posible en relación con un llenado correcto sin
falta ni junta fría. Por tanto, el metal debe introducirse en el molde por numerosas
entradas que se reparten eventualmente entre varios planos.
Las porosidades que se encuentran a veces en el centro de las partes macizas
alimentadas por mazarotas adecuadas están en relación con un contenido de
fósforo demasiado alto o de carbono muy pequeño. Dado un Carbono Equivalente,
es preferible conseguirlo aumentando el carbono y no el silicio.
53
rígido, el problema es parecido al de la fundición con grafito laminar, pero se
considera un coeficiente de contracción mas grande, del orden de 5% y un radio
de acción mas pequeño comparable al del acero con 0.2% a 0.3% de carbono.
3.4. Fuerza del metal para alimentar la pieza.
Las fuerzas que se aplican sobre el metal líquido de la mazarota para obligarlo
a alimentar los vacíos a medida que se forman, resultan de varias acciones:
.- Presión Metalostática,
.- Presión Atmosférica,
.- Presión de gases,
.- Fuerza Centrífuga.
54
3.4.2. Presión Atmosférica.
La presión atmosférica es igual a 1,033 Kg. /cm 2, lo que corresponde a una
altura de metal de:
.- 1.30 m en el caso de aleaciones de cobre,
.- 1.40 m en el caso de acero,
.- 1.50 m en el caso de fundición gris,
.- 3.75 m en el caso de aleaciones ligeras,
.- 6.80 m en el caso de aleaciones de magnesio.
Por esta razón, el efecto de la presión atmosférica es mucho más grande que
el de la presión metalostática. Pero ese efecto se puede ejercer solamente sobre
la superficie libre del metal líquido y desaparece cuando se forma una corteza de
metal sólido encerrando al metal líquido (Lámina 40, Fig. 1 a Fig. 4).
55
En el ejemplo de la mazarota abierta de la Lámina 40, Fig. 5:
.- antes de que se unan las dos paredes de metal en el punto N la presión que se
ejerce en el punto M es igual a;
Presión metalostática MN = 2 cm.
Presión metalostática MP = 10 cm.
Presión atmosférica (fundición gris) 150 cm.
Presión Total 162 cm.
.- después que se unen las dos paredes en el punto N la presión total en el punto
M es solamente igual a la presión Metalostática M N, es decir, 2 cm.
Se concluye que la presión antes de que se cierre el punto N es 81 veces más
fuerte que después y esta diferencia es debida a la presión atmosférica.
En el caso de la mazarota ciega el problema se plantea de la siguiente manera:
Consideremos un molde que tiene la forma indicada en la Lámina 41, Fig. 1,
después de un cierto tiempo de enfriamiento se forma una capa de metal sólido
impermeable contra las paredes del molde. Debido al efecto de la contracción, el
56
metal líquido no llena más las cavidades internas A y B y se forman vacíos por
encima del metal líquido cuyo nivel es el mismo en ambas partes de la pieza las
cuales se comunican entre si por la parte inferior. Por supuesto después de la
solidificación completa se presentan rechupes en A y B (Lámina 41, Fig. 2).
57
.- la presión por encima del metal aún líquido en A sea suficiente para vencer la
presión metalostática H debida al metal líquido en B, más las pérdidas de carga
por frotamiento del metal pastoso sobre las paredes rugosas (Lámina 41, Fig. 5).
.- por ningún motivo el aire que actúa por encima del metal en A pueda entrar en
la cavidad B y por tanto, que al final de la solidificación se tenga la altura h > 0
(Lámina 41, Fig. 5).
Ahora, si la parte A debe servir de mazarota para la parte B, las condiciones
anteriores implican que:
.- cuando la isoterma Tf se cierre en el punto M (Lámina 41, Fig. 6), la masa B
esté completamente sólida, lo que se consigue solamente si la distancia (l) es
pequeña y si la sección m es lo suficientemente grande.
.- la mazarota A constituye un punto caliente lo que se facilita colocando la entrada
de colada (a) en la mazarota. Desde luego la mazarota A debe presentar un
módulo de enfriamiento superior al de la pieza B y contener una reserva de metal
suficiente para compensar la contracción de la pieza.
.- la presión atmosférica se introduce en la mazarota A por medio de un macho
atmosférico que también se llama macho William o lápiz atmosférico (Lámina 42).
58
3.4.2.1. Sistema Desequilibrado.
Otro problema que plantea la presión atmosférica es la necesidad de equilibrar
su acción entre varias partes de una pieza.
La pieza de la Lámina 43, Fig. 1 muestra un ejemplo de un sistema “Pieza
-sistema de colada - sistema de alimentación” desequilibrado. Durante la colada la
mayor cantidad de metal introducido en el molde pasa por la parte X que la
sobrecalienta. Al final de la colada y cuando empieza la solidificación, el metal más
caliente se encuentra en las partes X, Z y A, y el más frío en las partes Y y B.
Después de un cierto tiempo de enfriamiento la parte superior de la mazarota B se
solidifica mientras que la de la mazarota A se mantiene líquida. En la Lámina 43,
Fig. 2, se representa la isoterma Tl y se comprueba que la presión atmosférica no
puede actuar más directamente sobre el metal líquido encerrado en la mazarota B
pero si sobre la superficie libre del metal líquido de la mazarota A.
59
entre las mazarotas A y B y el metal se restablece a un mismo nivel en ambos
lados (Lámina 43, Fig. 3). Un vacío se produce en B y empieza la formación del
rechupe en este punto. En la parte A también se forma un vacío y el rechupe
según el mecanismo citado. Al final de la solidificación se consiguen dos rechupes
tal como se presentan en la Lámina 43, Fig. 4.
Caso II: ya se ha cerrado la isoterma T´2 en el punto N antes de que se cierre el
punto M. Se aíslan las dos partes de la pieza y cada una realiza su contracción por
separado (Lámina 43, Fig. 5). Al final de la solidificación se consiguen igualmente
dos rechupes en A y en B cuyas formas son ligeramente diferentes de las de los
rechupes formados en el caso anterior (Lámina 43, Fig. 6).
Para conseguir un sistema equilibrado y evitar la formación de rechupes en la
pieza, pueden utilizarse las siguientes soluciones:
1.- La solidificación tiene más probabilidad de producirse según el Caso I. Se
recomienda suprimir la mazarota B y reemplazarla por un enfriador que permita
acelerar la solidificación en la parte Y. Por otra parte, para conservar la acción de
la presión atmosférica en la mazarota A hasta el final de la solidificación de la
pieza, se coloca un macho atmosférico. De esta manera la solidificación está
dirigida desde Y hacia A (Lámina 43, Fig. 7).
60
2.- La solidificación tiene más probabilidad de realizarse según el Caso II. Se
recomienda colocar un enfriador intermedio entre Y y Z conservando las dos
mazarotas abiertas A y B, de tal manera que desde el inicio de la solidificación
cada parte Y y Z se comporte como una pieza independiente, alimentada por su
propia mazarota, calculada en consecuencia (Lámina 43, Fig. 8).
3.- En ambos casos puede conservarse la presión atmosférica en las mazarotas A
y B hasta el final de la solidificación, trasformándolas en mazarotas atmosféricas
(Lámina 43, Fig. 9).
4.- También el problema puede resolverse utilizando manguitos exotérmicos en
cada mazarota, de tal manera que no se solidifiquen prematuramente las
superficies libres de las dos mazarotas y siga ejerciéndose la acción de la presión
atmosférica hasta el final de la solidificación de la pieza. Al colocar un enfriador en
la parte intermedia N se facilitará la obtención de una solidificación dirigida
independientemente para cada parte Y B y Z A.
61
3.4.3. Alimentación por presión de gases.
Este modo de alimentación puede considerarse como una extrapolación del
uso de la presión atmosférica. Antes de la colada se coloca en la mazarota ciega
un producto que despida gas con presión cuando se alcanza la temperatura y el
momento previsto para que arranque la reacción.
Apenas se haya formado una corteza de metal sólido contra las paredes de la
mazarota, los gases que se despidan en la cavidad de la mazarota ejercen su
presión sobre el metal y le obligan a penetrar en toda la pieza. Se mezcla también
el producto con un componente atmosférico, cuya finalidad es compensar las
pérdidas de calor en la mazarota.
El producto compuesto está encerrado en una envoltura refractaria que resiste
la alta temperatura del metal líquido durante un cierto tiempo. En estas
condiciones el producto actúa en un espacio cerrado de la misma manera que la
pólvora en un arma de fuego. La Lámina 45, Fig. 1, muestra la forma de introducir
el producto en la mazarota.
62
La forma del rechupe depende la presión ejercida sobre el metal líquido. La
Lámina 45, Fig. 2 hasta la Fig. 9 establecen una comparación entre las formas de
las mazarotas que utilizan varias presiones, desde la presión metalostática hasta
una gran presión de gas.
Cuando se utiliza solamente la presión metalostática, el rechupe tiene la forma
de una zanahoria alargada en dirección de la pieza. Además se encuentra una
gran cantidad de rechupes secundarios (Lámina 45, Fig. 2). En el caso de la
mazarota atmosférica la cavidad es más ancha respecto a su profundidad y sin
rechupes secundarios (Lámina 45, Fig. 3).
Cuando se utilizan productos que despiden gases, se consiguen rechupes en
forma casi esférica. No obstante el valor de la presión es limitado, pues en un caso
concreto una presión de 30 atmósferas levantó la caja superior y se produjeron
proyecciones de metal por la junta de la caja de moldeo.
Por tanto, el uso del proceso es relativamente delicado debido a los numerosos
factores que influyen en el resultado:
.- cantidad de producto.
.- arreglo de la acción retardadora,
.- posición del cartucho en la mazarota.
63
Se reserva pues para la producción de grandes cantidades de piezas en serie.
3.4.4. Fuerza Centrifuga.
A pesar de que la colada centrifuga no es un proceso que utilice mazarota
propiamente dicha, pues es el sistema de colada quien sirve de reserva de
alimentación, es interesante describirlo porque es un modo de alimentación con
presión que permite además una solidificación naturalmente dirigida hacia la
entrada de colada. Se produce la fuerza centrifuga por la rotación de una pieza
alrededor de un eje o de varias piezas alrededor de un eje común.
La velocidad periférica es un factor determinante del éxito de la colada
centrifuga. Esta velocidad depende generalmente del tamaño y la forma de las
piezas. Normalmente se emplea una velocidad comprendida de 5 a 10 m/s. Si es
muy alta puede producir grietas debido a una tendencia demasiado fuerte sobre el
contorno; si es muy baja se consiguen defectos tales como: inclusiones de
escorias y óxidos, piezas incompletas, etc.
El valor de la velocidad periférica óptima se determina generalmente por
experiencia y por eso este proceso conviene más para producción en serie. La
fuerza centrifuga (F) es igual a: F=PxV/gxr
De donde:
P: peso de la pieza; V: velocidad periférica; g: aceleración de la gravedad; r: radio
de giro.
Normalmente la fuerza centrífuga utilizada es aproximadamente 15 veces
superior a la de la gravedad. Debido a esta presión elevada se consigue un
mejoramiento de la alimentación y es posible alimentar secciones gruesas a través
de secciones delgadas.
64
.- las mazarotas ciegas, las cuales no desembocan en la parte superior del molde.
También pueden ser vistas en la Lámina 46:
Directas (Fig. 4); Laterales (Fig. 5); Anulares (Fig. 6); Lineales (Fig. 7); de tipo
Connor (Fig. 8).
65
3.5.1. Mazarotas Abiertas.
Su forma es generalmente circular porque es la que tiene el mejor módulo de
enfriamiento respecto a las secciones cuadradas y rectangulares. La altura influye
también sobre el módulo de enfriamiento pero de manera pequeña como lo
muestra el Diagrama de la Lámina 39. Por eso es inútil aumentar la altura de una
mazarota, pues solo se producen más retornos (peso) de material.
Cuando la forma del molde obligue a aumentar la altura de una mazarota
abierta, es preferible utilizar una mazarota ciega.
En el caso de una mazarota lateral, el metal contenido sufre una pérdida de
carga debido al cambio de dirección. Para reducirla al mínimo se debe:
.- evitar los ángulos vivos exteriores, los cuales provocan el enfriamiento rápido del
metal, reduciendo así la sección de paso del metal (Lámina 47, Fig. 1).
66
.- evitar los ángulos vivos internos los cuales frenan el flujo del metal líquido,
(Lámina 47, Fig. 1).
.- disminuir al máximo la distancia entre la mazarota y la pieza lo cual favorece el
enfriamiento del metal (Lámina 47, Fig. 2).
.- respetar la regla de los círculos inscritos para evitar cerrar las isotermas en la
pieza (Lámina 47, Fig. 3).
La Lámina 47, Fig. 4 a la Fig. 6 muestran formas aceptables de mazarotas
laterales. Como una mazarota lateral tiene mas dificultades que una mazarota
directa para alimentar una misma pieza, sus medidas deben ser un poco mayores
a las de una mazarota directa. Muchas veces se aumenta la eficacia de la
mazarota abierta utilizando manguitos exotérmicos y polvo exotérmico.
67
También para permitir recoger en la mazarota el metal mas caliente, la entrada
de colada desemboca frecuentemente en la mazarota. La entrada tangencial
permite utilizar la mazarota además como trampa de escoria (Lámina 42).
La mazarota lineal que se une a la pieza en toda la longitud de uno de sus
lados permite alimentar una parte de pieza gruesa extendida (Lámina 48, Fig. 1).
68
Nota. El uso de materiales plásticos expandibles (poliestireno) facilita mucho
realizar mazarotas de cualquier forma sin complicar el moldeo.
3.5.3. Cuello de las Mazarotas.
El diseño de la unión entre la mazarota y la pieza tiene la misma importancia
que la del cálculo del tamaño de la mazarota o del radio de acción.
Particularmente debe evitarse que el rechupe se reparta entre el cuello de la
mazarota y la pieza o que se produzcan sopladuras por sobrecalentamiento local.
La Lámina 49 muestra algunas recomendaciones. En ciertos casos se debe
estrangular el cuello de la mazarota para evitar que el rechupe se extienda a la
pieza (Lámina 49, Fig. 2c).
69
La estrangulación de la forma del cuello de la mazarota se emplea más
particularmente en el caso de mazarotas directas, abiertas o ciegas. Se coloca un
macho en forma de anillo entre la base de la mazarota y la porción de la pieza que
debe alimentar esta mazarota (Lámina 50, Fig. 1).
70
También este macho puede confeccionarse con producto exotérmico que
permite recalentar el cuello estrecho y la base de la mazarota facilitando así la
alimentación de la pieza. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado de permitir a
los gases evacuarse como siempre cuando se aplican productos exotérmicos
(Lámina 50, Fig. 3).
La forma del cuello estrangulado debe prever un chaflán doble para guiar la
rotura en el momento en el momento de la separación de la mazarota. Se
recomienda en este caso respetar los ángulos indicados en la Lámina 51, Fig. 1b.
El cuello de la mazarota de la Lámina 51, Fig. 1a da malos resultados, pues el
ángulo A es inferior a 45º y el cuello demasiado largo facilita una solidificación
prematura de la unión entre la pieza y la mazarota. Los ángulos vivos deben
atenuarse con ligeros acuerdos.
71
calculadas. En el caso de la mazarota atmosférica (Lámina 51, Fig. 3) la sección
del cuello se consigue generalmente a partir de la fórmula: Sc = 40% x Sm
Siendo:
Sc: Sección del cuello
Sm: Sección de la mazarota.
La longitud (l) debe ser lo más pequeña sin provocar sobrecalentamiento de la
parte de arena que podría eventualmente encontrarse entre la pieza y la mazarota.
72
el operario sepa donde debe cortar. Por tanto, se ponen referencias de corte sobre
la pieza.
En el caso del acero, las mazarotas se separan por sierras, corte oxiacetilénico
o mediante una muela de cortar.
73