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envejecimiento
GERONTOLOGÍA Y GERIATRÍA
21 DE ABRIL DE 2018
Podemos hablar de los cambios principales, como, por ejemplo, en el caso del sueño
de una persona mayor, ya que no presenta una constante en ellos, sino más bien, varía
de acuerdo pasen los años, haciendo su sensibilidad aún mayor.
El cerebro presenta un deterioro con la edad, pero un cerebro añoso, si no hay ninguna
enfermedad intercurrente, debe ser un cerebro funcionalmente sano. Este hecho, es
debido, a una facultad extraordinaria del sistema nervioso: la plasticidad neuronal. La
diferencia entre un cerebro viejo y otro joven no es tanto el número de neuronas sino
el grado de presencia y funcionalidad de las células de apoyo llamadas genéricamente
células gliales.
Oligodendrocitos
Existen tres tipos de células gliales, cada una proporcionando diferentes clases de
apoyo a las neuronas: los oligodendrocitos aíslan, las microgliales actúan como células
inmunitarias, y los astrocitos ayudan en el metabolismo y la desintoxicación de las
neuronas, entre muchas otras funciones.
Se han determinado que los astrocitos y los oligodendrocitos modifican sus patrones
de expresión genética regional con la edad, particularmente en el hipocampo y en la
sustancia negra, regiones cerebrales importantes para la memoria y el movimiento,
respectivamente.
Por que como ya se sabe, la mielina es una capa de proteínas y lípidos con un alto
porcentaje de colesterol, en el cual permite que la vaina de mielina se envuelva
ajustada alrededor de los nervios, como un aislante, lo cual acelera la transmisión de
impulsos a lo largo de las células nerviosas.
Según Bartzokis, que "las conexiones del cerebro se desarrollan hasta la madurez y
luego comienzan a declinar a medida que el deterioro de la mielina desencadena un
destructivo efecto dominó". En este el caso de la capacidad cerebral de las personas
es más lento.
Esta proteína, ataca a la mielina, este hace que interfiera con la transferencia de
mensaje a lo largo de las células nerviosas y eventualmente conduce a la formación
de las placas en los pacientes que padecen el mal de Alzheimer.
A medida que la persona envejece, es probable que los nervios periféricos conduzcan los
impulsos más lentamente, produciendo una disminución de la sensibilidad, reflejos más
lentos y, con frecuencia, cierta torpeza. La conducción nerviosa puede enlentecerse debido a
la degeneración de las vainas de mielina situadas alrededor de los nervios.
Estos cambios ultra estructurales mielínicos indican que los déficits cognitivos
asociados a la edad no se deben a la pérdida de neuronas, sino que podrían
evolucionar a partir de la disrupción de la conectividad cortical.
Los ganglios basales son cinco núcleos altamente interconectados: caudado, putamen,
globo pálido, núcleo subtalámico y sustancia negra.
Los ganglios basales junto con el cerebelo ejercen su influencia a través de sus
conexiones a los centros motores. Ambos sistemas modulan y controlan la actividad
motora que inicia la corteza cerebral consiguiendo una planificación, inicio,
coordinación, guía y terminación apropiados de los movimientos voluntarios.
Procesan la información indirectamente, por lo que reciben información de la corteza
y la devuelven a la corteza a través del tálamo. De esa forma, los ganglios basales
modifican el tiempo y la cantidad de actividad que deja la corteza y viaja por la ruta
piramidal, amplificando la actividad que conduce a un resultado positivo y
suprimiendo la actividad que conduce a un resultado perjudicial en una situación
particular.
Sustancia negra
La sustancia negra forma parte de los ganglios basales, un sistema cerebral compuesto
por el neoestriado, el globo pálido y el núcleo subtalámico. Se localiza en el
mesencéfalo, Esta región se considera parte del tronco cerebral y se relaciona con el
movimiento, la consciencia, la alerta, la visión y la audición.
TRASTORNOS RELACIONADOS
Locus coeruleus
De la misma manera, otros estudios vinculan al locus coeruleus con el Trastorno por
Estrés Postraumático (TEPT), así como con la fisiopatología de las demencias, las
cuales están relacionadas mediante la pérdida del estímulo noradrenérgico.
TRASTORNOS ASOCIADOS
Hipocampo
Está situado en el sistema límbico y está muy relacionado tanto en los procesos
relacionados con la memoria como con aquellos que tienen que ver con la producción
y regulación de estados emocionales, además de intervenir en la navegación espacial,
es decir, el modo en que nos imaginamos el movimiento a través de un espacio
concreto.
Uno de los estudios fue realizado por Joshua A. Gordon, el cual registro la actividad
eléctrica del hipocampo ventral y la corteza prefrontal medial en ratones al explorar
distintos entornos y en algunos provocaban respuestas de ansiedad. Sin embargo, en
las situaciones que producían ansiedad a los animales, se observó que se
incrementaba la sincronización entre ambas partes cerebrales.
Sin embargo, se sostiene que cuando las personas formamos un recuerdo, este queda
almacenado en el hipocampo pero con el paso del tiempo la información accede a
otras regiones de la corteza temporal.
Este hecho pone de manifiesto la presencia de distintos tipos de memoria, las cuales
están regidas por diferentes regiones cerebrales, por lo que el hipocampo no abarca
todos los procesos mnésicos al completo pero sí buena parte de ellos.
NEUROGENESIS
Al contrario de lo que se pensaba hace unos años, el sistema nervioso central adulto
es capaz de generar nuevas neuronas, algunas de las cuáles se integran en circuitos
funcionales y parecen ser imprescindibles para procesos como la memoria y el
aprendizaje.
Las investigaciones recientes han demostrado que el cerebro puede crear neuronas
nuevas también durante la edad adulta; es lo que se conoce como neurogénesis
adulta, esta se encuentra involucrada en la memoria, tiene un rol en el
comportamiento y en el estado anímico. En uno de ellos, los científicos han
encontrado que una función de la neurogénesis adulta es limitar la depresión.
PLASTICIDAD CEREBRAL
En esta etapa demostramos que la mayoría de las células recién nacidas sufren la
muerte por apoptosis en los primeros días de su vida, durante la transición de
neuroprogenitores amplificados a neuroblastos.
Las Microglias son las células inmunes del cerebro, responsables de organizar la
respuesta inmune innata del cerebro. Durante el desarrollo, las microglia juegan un
papel esencial al fagocitar el exceso de neuroblastos, como en el cerebelo
En la SGZ del giro dentado, donde la neurogénesis ocurre a lo largo de la adultez, sólo
unas pocas células recién nacidas se incorporan al circuito, y la mayoría de ellas se
presume que mueren en la etapa neuronal inmadura.
Las células recién nacidas experimentan apoptosis sobre todo durante un período
crítico temprano y que la ruina de apoptosis se quita del lugar neurogénico SGZ por
microglia
La apoptosis en los primeros cuatro días de la vida de célula seguido por la fagocitosis
microglial explica el decaimiento en el número de células recién nacidas en el SGZ
adulto joven y proporcione un nuevo papel del microglia indiscutido en neurogénesis
adulta
Los núcleos pyknotic se distinguen claramente de los núcleos de otras células sanas,
como la neurona, y endotelial (forma de medialuna), así como de las células en la
mitosis (en las que se pueden observar los cromosomas separadores)
En el SGZ adulto joven, el 100% de las células etiquetadas con el anticuerpo anti-Act-
casp3 o el anticuerpo, también se identifican como pyknotic.
DISMINUCIÓN SENSORIAL:
Los cambios de los sentidos por la vejez son cambios de la percepción relacionados
con el hecho de envejecer. Cuando envejecemos, cambia la forma en que los sentidos
pueden darle información acerca de los cambios en el mundo. Dichos sentidos se
vuelven menos agudos y uno puede tener problemas para distinguir los detalles.
Los cambios sensoriales pueden tener un tremendo impacto sobre el estilo de vida y
uno puede tener problemas con la comunicación, el disfrute de las actividades y las
interacciones sociales. Es por esto que pueden contribuir a una sensación de
aislamiento.
Todos los sentidos reciben información de algún tipo del ambiente (luz, vibraciones
sonoras, etc.). Dicha información se convierte en un impulso nervioso y es llevada al
cerebro, donde se interpreta como una sensación significativa.
Todas las personas requieren una cierta cantidad mínima de estimulación antes de
que se perciba una sensación. Este nivel mínimo de estimulación se denomina umbral.
El envejecimiento aumenta este umbral, de manera que la cantidad de información
sensorial que ingresa necesaria para darse cuenta de la sensación se vuelve mayor.
Los cambios en la parte del cuerpo relacionada con las sensaciones son responsables
de la mayoría de los demás cambios sensoriales.
AUDICIÓN
Los oídos tienen dos funciones: una es oír y la otra es mantener el equilibrio. La audición
se presenta después de que las vibraciones cruzan el tímpano hacia el oído interno. Luego,
son convertidas en impulsos nerviosos y transportadas al cerebro por medio del nervio
auditivo. El equilibrio se controla en una parte del oído interno. El líquido y las pequeñas
vellosidades en el conducto semicircular óseo (laberinto) estimulan el nervio que ayuda
al cerebro a mantener el equilibrio.
A medida que uno envejece, las estructuras auditivas se deterioran. El tímpano con
frecuencia se hace más grueso y los huesecillos del oído medio y otras estructuras se
afectan y, con frecuencia, se hace cada vez más difícil mantener el equilibrio.
El ruido anormal y persistente del oído (tinnitus) es otro problema bastante común de la
audición, especialmente para adultos mayores y, por lo regular, es el resultado de una
hipoacusia leve.
VISIÓN
La visión se presenta cuando la luz es procesada por el ojo e interpretada por el cerebro.
La luz atraviesa la superficie transparente del ojo (córnea).
La pupila es una abertura hacia el interior del ojo, la cual se vuelve más grande o más
pequeña para regular la cantidad de luz que entra a este órgano. La porción coloreada
(iris) es un músculo que controla el tamaño de la pupila. Después de que la luz atraviesa
la pupila, llega al cristalino, el cual la enfoca sobre la retina. La retina convierte la energía
luminosa en un impulso nervioso que es transportado al cerebro e interpretado allí.
Algunos cambios oculares relacionados con la edad pueden comenzar incluso a los 30
años. Los ojos envejecidos producen menos lágrimas y su resequedad puede ser muy
incómoda. Todas las estructuras del ojo cambian con la edad. La córnea se vuelve
menos sensible, de modo que las lesiones pueden pasar inadvertidas. Hacia los 60
años de edad, las pupilas disminuyen a aproximadamente a un tercio del tamaño que
tenían a los 20 años de edad.
Casi toda persona mayor de 55 años necesita gafas al menos una parte del tiempo; sin
embargo, el grado del cambio no es universal. El problema más común es la dificultad
para enfocar los ojos en algo cercano, una afección denominada presbiopía.
Es posible que uno sea menos capaz de tolerar el resplandor y note que tiene más
dificultad para adaptarse a la oscuridad o a la luz brillante se debe a problemas con el
resplandor, la luz brillante y la oscuridad. La notoria dificultad para conducir de noche
puede ser el primer signo de una catarata (opacidad del cristalino del ojo).
Para personas de todas las edades, es más difícil diferenciar azules y verdes entre sí
que diferenciar rojos y amarillos, lo cual se va volviendo más pronunciado con el
envejecimiento. A medida que aumenta la edad, el uso de colores contrastantes
cálidos (amarillo, naranja y rojo) en el hogar puede mejorar la capacidad para indicar
dónde están las cosas y facilita la realización de las actividades diarias.
Muchas personas de edad descubren que mantener una luz roja en los recintos
oscuros (como el vestíbulo o el baño) hace más fácil ver que utilizar una luz nocturna
“regular”, ya que la luz roja produce menos brillo que una bombilla incandescente
normal.
Con el envejecimiento, el líquido interior del ojo puede cambiar. Unas partículas
pequeñas pueden crear “moscas volantes” en la visión que, aunque son molestas, no
son indicadores de una afección peligrosa y generalmente no disminuyen la visión.
Los trastornos oculares comunes en la vejez (cambios que NO son normales) incluyen
cataratas, glaucoma, degeneración macular senil y retinopatía diabética e
hipertensiva.
GUSTO Y OLFATO
Adicionalmente, la boca produce menos saliva a medida que se envejece. Esto causa
resequedad, lo cual dificulta más la deglución. Igualmente, puede hacer que la
digestión sea un poco menos eficiente y puede incrementar los problemas dentales.
Los estudios acerca de la causa de la disminución de los sentidos del gusto y del olfato
con la edad tienen resultados controvertidos. Algunos estudios han indicado que el
envejecimiento normal por sí solo produce muy poco cambio en el gusto y el olfato y
que más bien los cambios pueden estar relacionados con enfermedades, el
tabaquismo y otras exposiciones ambientales a lo largo de la vida.
Sin importar la causa, la disminución del gusto y el olfato puede reducir el interés y el
placer al comer. Algunas personas pueden descuidar su higiene personal cuando se
disminuye el sentido del olfato.
Existe una alta tasa de riesgos de asfixias en el adulto mayor debido a que no pueden
detectar el olor del gas natural de la estufa, el horno u otro aparato, por lo que puede
ser útil un detector de gas visual que cambie de apariencia cuando se presente un
escape.
Muchos estudios han demostrado que, con el envejecimiento, uno puede presentar
una reducción o un cambio en las sensaciones de dolor, vibración, frío, calor, presión
y tacto. Es difícil decir si estos cambios están relacionados con el envejecimiento en sí
o con los trastornos que se presentan con más frecuencia en los ancianos.
Es posible que algunos de los cambios normales del envejecimiento sean producidos
por la disminución del flujo sanguíneo a los receptores del tacto o al cerebro y la
médula espinal. Otras causas de los cambios también pueden ser las deficiencias
menores en la alimentación, como la reducción de los niveles de vitamina B1 (tiamina).
El tacto fino puede disminuir. Sin embargo, algunas personas desarrollan un aumento
de la sensibilidad al tacto suave, debido al adelgazamiento de la piel (especialmente
las personas mayores de 70 años de edad).
SUEÑO FRAGMENTADO
Las alteraciones del sueño relacionadas con otras enfermedades que afectan a este
grupo de edad y sus tratamientos, los trastornos primarios del sueño y la combinación
de varios de estos factores. Las enfermedades más frecuentes que pueden alterar el
sueño porque sus síntomas fragmentan el sueño o impiden su conciliación son la
úlcera péptica, el RGE, la insuficiencia cardiaca, la hiperplasia de próstata, la artritis
reumatoide, etc.
Insomnio
Ocurren varios cambios en el EEG de sueño del geronte en comparación con los adultos
jóvenes. Las ondas lentas características de las etapas 3 y 4 NO REM disminuyen en amplitud
y cantidad, como también los husos de sueño del estadio 2. Por otra parte, también hay una
alteración en la proporción y distribución de las etapas del sueño.
El tempo total del sueño, el lento (principalmente la etapa 4) y en menos medida el REM,
disminuye con la edad. Asimismo, hay un aumento significativo en la cantidad y frecuencia
de los despertares nocturnos. El sueño del anciano se toma más superficial, de tal forma
que puede ser despertado por estímulos auditivos mucho menos intensos que un adulto
joven. Esto explica porque el sueño del geronte es más vulnerable a los estímulos externos
o del ambiente, al ser más frágil o liviano que el de una persona joven.