EL "BUEN SALVAJE"

Cuando el relativismo cultural se lleva a su extremo, nos puede conducir a pensar que todo da lo
mismo, que todo tiene el mismo valor; es decir, que si no hay una moral universal o internacional,
todas las posiciones frente, por ejemplo a la pena de muerte, al infanticidio, al canibalismo,
merecen el mismo respeto y son iguales. Acordémonos aquí que la Antropología aplicada debe
intervenir en la sociedad para solucionar los problemas que se estudian. El profesional debe tomar
decisiones, seleccionar entre una y otra solución. Por ello, la objetividad, la comprensión y la
tolerancia necesarias para este tipo de trabajo, especialmente el trabajo de campo, no nos debe
hacer olvidar que estamos decidiendo y aplicando patrones, que debemos buscar sean lo más
universales o internacionales posibles en un momento determinado para el caso en estudio.
Aceptar la relatividad cultural para comportamientos como la forma de vestirse en ciertas culturas
es entendible. Así, en Irán toda niña de más de nueve años debe vestirse de acuerdo con el Hejab.
Este es el código islámico para el vestido femenino, que consiste en un chador -especie de velo
negro que va de la cabeza a los pies- usado sobre un roopoosh- una especie de abrigo largo, hasta
la pantorrilla y sin forma o molde. Este mandato legal no atenta contra derechos que consideramos
humanos internacionalmente en el mundo moderno. Otras prohibiciones y restricciones a la
libertad, sobre todo de las mujeres, en países que practican el Islamismo sí ameritan una toma de
posición y de acción que, de todas maneras estaremos decidiendo de acuerdo con nuestras
creencias y valores. De todos modos, es diferente estudiar, analizar y describir, que aprobar o
rechazar lo que se hace en otra cultura.

También debe tenerse cuidado con la teoría del "buen salvaje" término acuñado para indicar
aquellos estudiosos de otras sociedades y que "idealizan" esas culturas hasta pensar que
debemos imitarlas. Recuerde que muchas costumbres y comportamientos obedecen a múltiples
factores como el entorno geográfico, social, el número de habitantes, etc. además, algunas
costumbres o culturas de otras épocas históricas o de otras latitudes, vistas con la óptica moderna
y occidental -o al revés-: vistas desde una perspectiva de un nativo africano, por ejemplo, pueden
verse como "deseables" y "superiores". Por otra parte, por ejemplo, nuestros indígenas de hoy en
Colombia y los negros, no se encuentran en "estado de naturaleza", ni han estado aislados de las
influencias y enseñanzas de la cultura dominante. Hoy, en un mundo globalizado, es prácticamente
imposible encontrar culturas totalmente aisladas.