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Hostigamiento sexual, un problema de salud laboral e inequidad de género' Maria del Pilar Cruz Pérez Universidad AutGnoma Metropolitana-Xochimilco EXUXIX ELEC S ERE ERESES EE ESERIES CEUSEII SESE CESSES REELS Introduccién | presente trabajo intenta aportar elementos que Be a discutir y profundizar el andlisis del hos- Aigamiento sexual, poniendo énfasis en los avan- ces ylimitaciones de la legislacién nacional e intemacio- tal y en la necesidad de identificarlo como un problema einequidad de género y de seguridad ehigiene en el trabajo. El documento esta dividido en tres apartados, en el Primero se presenta un breve recuento en torno a la vio- lencia de género en el campo laboral. El segundo aparta- do, se centra en la discusién del concepto de hostigamiento Sexual, los factores socioculturales que han contribuido a Supersistencia y los efectos e impacto en la salud de las Wetimas y en los niveles de productividad de las empre- S25. En la tercera seccién se sefalan los avances y limi- {zciones del marco juridico-laboral en la materia, asf como algunas estrateias que desde diversas instancias se han Fatoe® marcha para combatirloy finalmente, se con- i 'Y€con propuestas para continuar visibilizando y aten- endo el problema, Han’ Volencia forma parte de nuestra experiencia coti- Sion ToS #€ompara en gran parte de nvestasintene- un problema social de gran impacto que baja ass altas esferas sociales hasta las calles, las ca~ nay pa amilias, afectando a un gran némero de perso- toe Se raves las fronterasraciles, de edad, reli » educativas y socioeconémicas. Resumen El hostigamiento sexual en el trabajo, es una de las formas de violencia de género contra las mujeres que se presenta con mayor frecuencia y también, una de las principales causas que limitan el desarrollo personal y profesional de las mujeres en el campo laboral. La Organizacién Internacional del Trabajo (OT) afirma que es una conducta tolerads y encubierta en muchos centros de trabajo y estima que provoca el despido de una de cada cuatro mujeres y la renuncia de otras cuatro por cada diez, siuacion que hace de éste, un problema de diseriminacién laboral y de género que es necesario tender Palabras clave ‘Trabajo, violencia, hostigamiento, + ‘Sin embargo, no todos estamos igualmente expuestos ala violencia, el género, la pertenencia a minorias étni- caso culturales, los niveles educativos, la edad y muchas otras variables o circunstancias como la discapacidad, inciden signiticativamente en la probabilidad de ser objeto de di- chas précticas, © de sufrir la violencia pasiva que supo- nenel abandono y la privacién, En sociedades como la nuestra, donde priva la orga- nizacién y cultura patriarcal, la construccin jerarquiza- da y autoexcluyente de las identidades de género juega ‘un papel fundamental en la reproduccin de actos violentos. Asi, el hecho de que ser mujer se asocie con inferiori- dad, pasividad, sumisin y fragilidad, las lleva a ser més vulnerables a abusos y maltratos; mientras que la idea de que ser hombre implica agresividad y fuerza, contribuye a justificar e incluso a valorar positivamente el uso de la fuerza fisica y la violencia para controlar y someter a los otros, en especial a las mujeres? ‘A partir de la década de los setentas, los movimientos feminista y de mujeres pusieron en la mesa de discusién laviolencia y discriminacién que vive el género femenino en todos los émbitos sociales y en consecuencia, empe- zaron a tomar medidas para erradicarla y mejorar sus condiciones de vida. Tales demandas, fueron retomadas en diferentes Conferencias y Convenciones de las Na~ ciones Unidas, as cuales emitieron recomendaciones que han dado lugar a importantes modificaciones en el mar- co juridico nacional y a la creacién de mecanismos para prevenir y erradicar la violencia. No obstante, atin hay temas que, por su complejidad, son parcial o nimiamente atendidos, como es el caso del hostigamiento sexual. La palabra “acoso” tiene entre otros significados el de perseguir, apremiar 0 importunar a una persona con ‘molestias 0 requerimientos, mientras que la palabra “hos- tigamiento”, remite a incitar con insistencia a alguien para que haga algo; en ambos casos, se trata de un comporta- miento indeseado reiterado [Reynoso, C.]. Poreello, eneste trabajo se utilizard indistintamente los términos “acoso” y“hostigamieato” Violencia de género en el trabajo: un precio que las mujeres debemos pagar En los titimos afios, los cambios en las estrueturas eco ngmicas y sociales @ nivel mundial generaron una mayor oferta y demanda de la mano de obra femenina. El des- censo de la fertilidad, de Ia mortalidad y el aumeato de la migracién del campo a la ciudad, son sélo algunos de los factores que Ilevaron a més mujeres a desempefiar acti- vidades fuera de la esfera doméstica, ++ En nuestro pais este fendmeno va a la par de los pro- cesos de modemizacién y reestructuracién de la econo- ‘mia mexicana, del creciente nivel educativo y sobre todo, de las luchas feministas y de mujeres, que desde muilti- ples frentes han pugnado por mejorar sus condiciones sociales y sus oportunidades de desarrollo, contribuyen- do al incremento de las mujeres en el mercado de traba- je. Asi, diversos estudios registran que la proporcién de mujeres integradas al campo laboral para 1970 era 2.6 millones, ciffa que se increments en més de un 400% para el ato 2000 al Ilegara 11.4 millones. Sin embargo, dicho incremento no ha sido suficiente para mejorar sus con ciones de vida, ni contribuye a desterrar Ia discriminacién de que suelen ser objeto en términos de salario, de acce- soa puestos de toma de decisién o el derecho a la auto- ‘nomia personal. Ademés, tampoco ha significado el aban- dono de las tareas domésticas, lo que implica un aumen- to de las cargas de trabajo." Tal situacién tiene consecuencias importantes en las ‘oportunidades y opeiones de trabajo de las majeres, quienes ven limitadas sus posibilidades de acceso a empleos me- jor remunerados, ante la necesidad deque la jomnada sea compatible con las responsabilidad doméstica y con la crianza y el cuidado de los hijos e hijas, es decir, la nece- sidad de armonizar el rol productivo y el reproductivo se convierte en motivo de desigualdad en el mbito laboral [Nicolson, 1998}, ‘Ademis, el costo elevado de los servicios de guarde- rias o centros de atencién infantil, la duracién de la jorna- da laboral, los bajos salarios y niveles en los cargos que ‘ocupan, las dobles y triples jornadas de trabajo y los am- bientes hostiles y sexistas, son factores que siguen vio- lentando los derechos de las mujeres en el trabajo asala- riado. ‘Asi, aun cuando las condiciones socioeconémicas ac- tuales, de precariedad e inestabilidad del empleo, some- ten tanto a hombres como a mujeres a la presién de man- tener un puesto aun bajo situaciones injustas, se estima que son las trabajadoras quienes se enfrentan con més frecuencia a situaciones de discriminacién y de violencia de género en el trabajo. La violencia de género es un acto que incluye una relacién asimétrica de poder —en la vida piblica o pri- vada— donde se discrimina a una persona por su sexo, se ejercen amenazas, coercién, contacto fisico, actos sexuales o privaciones arbitrarias de la libertad que tie- nen como consecuencia tn daiio fisico, sexual o psicols- ico. 98 ++ Enel Ambito laboral, como en la ma- fade los espacios sociales, la violencia de género es ejercida prioritariamente ‘contra las mujeres.’ Implica una accién | de abuso por parte del empleador, del personal erérquico, ode cualquiera otra | persona que detente poder 0 que ejer- Zauna funcién de mando, para contro- Jarodoblegar la voluntad del otro(a) me- | diante el empleo de la fuerza fisica, sexual, psicoldgica, econémica y politi- ca. Estas acciones atentan contra la dignidad, la integridad fisica, sexual, psi colégica o social, mediante amenazas, {ntimidacién, maltrato, persecucién, me- nosprecio, insultos, bromas sarcasticas reiteradas, discriminacién negativa, des- valorizavién de latarea realizada, inequi- ad salaral yhostigamiento sexual [Gén- gora y Lahora, 2002{a]; Vega, 2003). Se presenta tanto en empleos feminizados,* como en los denominados “no tradicionales”; sin embargo, en es- tos iltimos suele ser mas aguda y frecuente, pu enfrentan a un doble reto: mosirar que son capaces de realizar la actividad en igualdad de circunstancias que los hombres yademés dejar claro que pueden “aguantar” un ambiente laboral rudo, masculino y por tanto ajeno, pues muchas veces los hombres suelen sentir amenazada la imagen tradicional de masculinidad y responden con bur- las, descalificacién o sugerencias obscenas y conductas ser la cuota e franco hostigamiento, mismas que parecer que tienen que pagar las mujeres pot acceder al mun- do productivo que tradicionalmente ha sido considerado exclusivo de los hombres [Bedolla y Garcia, 1989] Hostigamiento sexual. Un problema de inequidad de género Porsu complejidad y caracteristicas, el hostigamiento sexual ¢s de las formas de violencia de género menos abordada Yatendida, debido a que se produce en forma sutil y su Presencia no deja huellas visibles, lo que contribuye a su ‘Regacién ¢ invisibilizacién o en el menor de los casos, se onsidere poco comin o irrelevante El hostigamiento sexual es un comportamiento ofen- Sivo, incémodo y humillante que niega a una persona la Aigridad y el respeto a que tiene derecho. Consiste en una Manifestacion de poder o autoridad sobre otra persona ‘manifestada en forma sexual [Cooper, 2001; Wise y Stan- ey,1991}, 9 + En el Ambito laboral implica imponer al trabajador(a) ‘un comportamiento no deseado, los medios para hacerlo son variados:intimidacién fisica, abuso verbal, difamacién, hostigamiento sexual o una mezcla de todos ellos. Las consecuencias son las mismas: un ambiente de trabajo intimidatorio, hostl, y ofensivo, un ataque a los derechos individuales. Bs una de las principales causas que limita el desa- rrollo personal y profesional de las mujeres en el campo laboral,’ pues son ellas quienes estén mucho més expuestas asufrirlo, incluso algunas lo consideran inevitable, preci- samente porque en general carecen de poder y se encuen- tran en posiciones mas vulnerables e inseguras en las empresas. Pero también es frecuente cuando se les per- cibe como competidoras por el poder. Segin la OTT [1997}, para que haya hostigamiento sexual eben integrarse tres elementos: 1) un comportamiento de cardcter sexual, 2) que no sea deseado y 3) que la vietima lo perciba como un condicionante hostil para su trabajo. Por otro lado, para su atencién y prevencién algunos estudiosos sefialan que se pueden definir dos modalida- des, la primera también conocida como chantaje sexual, que se produce alrededor de propuestas de premios y castigos, y la segunda que considera la imposicién de un ‘medio intimidatorio de contenido sexual, sin que exis- tan propuestas directas [Gongora y Lahora, 2002a; Mar- tinez, 1995). + EI hostigamiento por premio-castigo 0 chantaje sexual consiste en soiicitar favores sexuales a cambio de beneficios, ascensos, aumento de salario, etcétera. Ge- neralmente se da en una relacién superior-subordinada, en donde esta iltima es obligada a elegir entre acceder a demandas sexuales 0 perder algiin beneficio relacienado con su trabajo. Dado que esto s6lo puede ser cometido por alguien con el poder de dar o quitar un beneficio de- rivado del empleo, es una forma de hostigamiento sexual que entraiia un abuso de autoridad por parte del emplea- doro por quien tiene Ia posibilidad de fijar cléusulas y con- diciones [Géngora y Lahora, 2002a]. El hostigamiento relacionado con la creacién de un ambiente de trabajo intimidatorio implica insultos, hostilidad, miradas o gestos lascivos, muecas, chistes, piropos 0 conversaciones de contenido sexual por parte de compatieros de trabajo, supervisores, etcétera. Suele ser més frecuente que el anterior pero al no haber pro- puestas sexuales claras, resulta menos evidente y mucha gente le resta importancia [Martinez, 1995]. Poresta raz6n, es importante puntualizar que este tipo de violencia ineluye tanto el chantaje, como les compor- tamientos tendientes a crear un medio ambiente de a- bajo hostil de contenido sexual. Elhostigamiento tiene origen en la cultura imperante que educa a los hombres para ser sexualmente fuertes, dominantes y con derecho a mirar a las mujeres como objetos sexuales de st propiedad, de las que pueden usar yy abusara su antojo. De acuerdo con estas pautas cultu- rales, algunos hostigadores incluso piensan que la mujer desea ser hostigada y que el hombre debe ser hostigador ‘para cumplir mejor con su papel [Lorente y Lorente, 1998]. ‘Asi, aun cuando los varones también estén expuestos al hostigamiento sexual, especialmente cuando ocupan puestos jerérquiicos inferiores, la mayoria de quienes lo viven son mujeres dado que no es un acto que responda anecesidades sexuales reales, sina al ejercicio de domi- nacién cultural relacionado con los roles atribuidos a los hombres y a las mujeres en la vida social y econdmica que a su vez interfieren, directa o indirectamente en ias relaciones de poder en el mercado del trabajo. ‘Alser un ¢jercicio de dominacién cultural relaciona- do con los roles tradicionales de género esta rodeado de miitos, que a su vez justifican la discriminacién laboral de las mujeres, pretenden restar importancia e incluso ne- gar a existencia del evento violento [Cooper, 2001]. Eneste sentido, es comiin escuchar comentarios acerca de que “es una conducta natural”, ante la cual las perso- nas deberian sentirse halagadas de que se les considere oe deseables y atractivas. Sin embargo, es importante sy. brayar que es una forma de controlar a otra persona, através de la degradacién y la humillacién. No es “sexy” ni forma parte de las conductas normales de seduccién y cortejo propias de una relacién sana, pues no se basa en el respeto y afecto mutuos [Vander Vliet, 2000}. ‘Como en la mayoria de los delitos sexuales, también es comiin que se culpe a las afectadas bajo el argumento de que ellas envian seftales ambiguas a los hombres: “La mitad de las veces que dicen ‘no’ quieren decir que ‘si, Loreal es que ante una situacién de hostigamiento sexual muchas mujeres temen decir “no” de manera rotunda o agresiva para evitar represalias en su trabajo, situacién que es utilizada por el hostigador para justificarse. Tal afirmacién, reproduce la ideologia tradicional que otorga a los varones la facultad para decidir lo que las mujeres deseamos 0 no. Asimismo, es frecuente suponer que las mujeres “exa- geran los hechos”, se habla de su falta de sentido del humor © se considera que son las responsables por la forma en que visten y por hablar o comportarse de manera provo- cadora, Esta ereencia lleva a muchas de ellas a hacer su apariencia fisica menos atractiva con el fin de pasar des- spercibidas para el agresor, dejando de lado evidencias que idertifican al hostigamiento sexual como un proble- ‘ma que va mas allé del comportamiento o manera de vestir de las mujeres," sino una conducta en la que subyace la idea de que todas las mujeres somos objetos sexuales al servicio de los varones (Cooper, 2001] ‘Tales creencias aunadas al supuesto de que la mayo- ra de las acusaciones son falsas, impiden el reconocimiento y tratamiento de este problema, pues ante las denuncias se argumenta que las mujeres mienten para obtener be- neficios, por celos, por venganza 0 porque “se aprove- chan” de invitaciones a salir de supervisores o compaiie- ros." ‘Ademés, cuando la receptora est en un campo labo- ral en donde predominan los varones, el hostigamiento suel® miaimizarse o justificarse bajo la certeza de que “deben estar preparadas para tolerar el lenguaje rudo, los chis- tes nsinuantes y las novatadas hostiles” porque “asi $0 los hombres, si ellas quieren seguir ahi deben aguantar”. Alrespecto es pertinente decir que el ingreso de mujeres aambientes que antes fueron totalmente masculinos PFO duce con frecuencia el incremento de un lenguaje vulgar © de contenido sexual para “ponerla a prueba” 0 part dificultar sus posibilidades de éxito. Asi, las dificultades a las que suclen enfrentarse las mujeres que vivieron alguna situacién de hostigamiento 100 one sexual laboral, no s6lo estén relacionados con la falta de claridad legal, sino ademds, con los mitos y con la ineom- prensién de la sociedad que minimiza et problema, las culpa © las cuestiona, lo cual tiene repercusiones fisicas y psi- colégicas tanto en la persona involucrada como en la gente que la rodea, entre sus compaiteras(os) de trabajo y por ende en la productividad de la empresa debido al ambiente ofensivo y de incertidumbre que genera: si ella informa, del incidente o rechaza acceder, el acosador dispone del poder para afectar sus condiciones de trabajo, sus opor- tunidades de formacién o promocién y su seguridad en el empleo. Tal situacién genera consecuencias fisicas y psiqui cas en las afectadas, se altera tanto el rendimiento como su integridad personaly social, lo que auniado al sentimiento de culpabilidad y el estado de vulnerabilidad e inseguri- dad, suele verse reflejado en cuadros de ansiedad, intita- bilidad, tensién, depresién, desgano, apatia, incapacidad ara concentrarse, dolor de cabeza, fatiga crénica, ade- més de enfermedades de origen psicosomatico como aler- ias y trastornos gastrointestinales [Géngora y Lahora, 2002a). Asu vez, el estado de salud repercute en la produeti- vidad de la trabajadora y de sus compafieros y compaiie- tas de trabajo, pues reduce su rendimiento, provoca ri- fas, tensién y disminuye la disponibilidad para la partici- acién en actividades colectivas y causa ausentismo. También la calidad del trabajo se ve deteriorada, hay descuido en la apariencia fisica y mayor probabilidad de ‘que se generen accidentes en el manejo de materiales 0 instrumental por falta de concentracién. Todo esto se tra duce en pérdidas econdmicas para las empresas. Segin la Unién Europea se pierden aproximadamente 500,000 millones de délares por este problema al aio [Vander Vliet, 2000), Ademés, sila empresa consiente un clima de toleran- cia a estas conductas, su imagen puede verse dafiada en el supuesto de que las involucradas se quejen y hagan piiblica su situacién, En suma, el hostigamiento sexual impide el logro dela equidad, perperia la violencia sexual y de género, tiene efectos negativos en la productividad de la planta laboral -y por ende en la eficiencia de las empresas, entorpecien- do la productividad y el desarrollo del pais. Por esta razén es importante considerar que la lucha contra este problema, no sélo debe ser de las mujeres, sino también de las empresas, sindicatos y demas orga- nismos especializados de la sociedad civil y gubernamen- tales tanto nacionales como internacionales, de manera que se garantice un ambiente de respeto y libre de con- ductas que atenten contra la integridad fisica y emocio- nal de las personas. Por ello se debe dar prioridad a las medidas educativas y preventivas para combatirlo. El marco legal: zqué se esta haciendo al respecto? En la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada en 1985, se reconocié al hostigamiento sexual como una vio- lacién de los derechos humanos de los y las trabajadores(as), se declaré que constituye un problema de seguridad, de salud, de discriminacién y de violencia inaceptable que deteriora las condiciones de trabajo de los empleados (principalmente de las mujeres) y sus perspectivas de empleo y promocién,asi mismo se hizo un llamado a crear las politicas e incorporacién de medidas para combatirlo yevitarlo [Kurezyn, 2004], pero en la préctica real ,qué se ha hecho al respecto? A nivel internacional, no existe ningiin Convenio es- pecifico acerca del tema, sin embargo, un niimero impor- tantede pafses han adoptado algin tipo de legslacién relativa a.este problema, como es el caso de Inglaterra, Holanda, Canada, Estados Unidos de América y gran parte de Latinoamérica."® En a mayoria de estos paises, ya existen medidas para erradicarel hostigamiento sexual, pues se considera que afecta no sélo la salud fisica y mental de las trabajadoras 101 + sino también a la empresa por el bajo rendimiento o pro- ductividad de la planta laboral. Entre las medidas adop- tadas destaca la negociacién colectiva, por medio de la cual algunas organizaciones de empleadotes(as) aseso- Taron a sus afiliados sobre la legislacién existente y les recomendaron formar en el tema a sus directivos y su- pervisores, asi como establecer criterios para la presen- tacién de denuncias e informar a sus empleados(as). Ala par, los sindicatos publicaron folletos para expli- caren qué consiste el hostigamiento sexual y qué se puede hacer para prevenirlo y detenerlo. Otros més pusieron en marcha campafias de conscientizacién, instando a sus integrantes a denunciar las conductas de hostigamiento sexual ante los consejos de las empresas o representan- tes sindicales (Vega, 2003). El grado en que estas iniciativas fueron asumidas por los interlocutores sociales varia de un pais a otro e inclu- so dentro de un mismo pais. Pero hay coincidencia en que se establecieton importantes acuerdos entre los directi- vos de las empresas y los sindicatos [Kurezyn, 2004]. En México, una de las campaiias mas significativas para la visibilizacién y erradicacién del hostigamiento sexual, es liderada por la Red de Mujeres Sindicalistas, quienes trabajan al respecto haciendo propuestas de ley, en la organizacién de eventos, en el diseiio de materiales dacticos e impartiendo cursos, talleres y conferencias de sensibilizacién en género y violencia labora, situacién que permite que muchas mujeres cobren conciencia de la vi- gencia de esta problematica. Sin embargo, en comparacién con otros paises y sin- dicatos internacionales, todavia queda mucho por hacer, no se cuenta con estadisticas oficiales sobre la proble- matica, existiendo pocas investigaciones al respecto y son, escasos los sindicatos y las empresas que contemplan en sus estatutos, contratos colectivos, cédigos de ética 0 de conducta medidas para prevenirlo y sancionarlo [Cooper, 2001). Aunado a lo anterior, los estereotipos de lo que es “ser hombre” y “ser mujer” en nuestra sociedad, contribuyen a mantener el temor a denunciar pues, muchas mujeres todavia creen que lo que les sucede es su culpa o que se trata de un mal necesario para tener derecho a mantener sus empleos."" En materia legal aunque el hostigamiento sexual ya se encuentra consignado en los Cédigos Penales de 13 es- tados de la Replica," ain sigue existiendo la confusién en el concepto, la tipificacién del delito, en los procedi- mientos y sanciones para castigarlo, Lo cual muestra que pese a ser esencial Ia existencia de una legislacién sobre Ad el tema, para conseguir que el lugar de trabajo esté libre de hostigamiento sexual esta inclusién en el Cédigo Pe. nal no es suficiente, pues es necesario ademés, incorpo. rar el tema en la legislacién Iaboral de manera que todas Jas personas trabajadoras puedan hacer llegar sus demuncias ante una instancia especializada que esté en condiciones de dar respuestas concretas y coherentes a sus necesi. dades. La prevencién es la mejor herramienta para eli rminar el problema, y eso implica dar pasos positivos en Josniveles nacional, empresarial sindical [Kurezyn, 2004], En conclusién... por dénde empezar? El hostigamiento sexual es una forma de discriminaci por razén de género que atraviesa la vida laboral einsti- tucional. Viola derechos sexuales basicos, tales como el {ejercicio pleno a una sexualidad libre de violencia, el de- recho a la autonomia y al control del placer y del cuerpo, Asimismo se constituye como violencia labora al atentar contrael derecho de trabajar en un ambiente digno yhumano [Géngora, et al. 2002] Involucra a todo el personal que labora: empresarios, sindicato y trabajadores(as). Afecta la salud y las pers- pectivas de empleo y promocién de toda persona traba- jadora, asi como la armonia en el espacio de trabajo y los niveles de productividad de la empresa. Ademés, obsta- culiza los intentos de lograr la equidad para las mujeres ene émbito laboral Por lo anterior, es indispensable en primer término, disefiar y operativizar politicas orientadas a definirel hos- tigamiento sexual y a sus consecuencias como problemas de salud laboral y de seguridad e higiene en el trabajo, @ fin de brindar atencién y tratamiento inmediato a las per- sonas involucradas. Es necesario que todas las partes se comprometan part poner en marcha medidas para combatirlo, considerando quel objetivo principal debe ser crear un climaque impida el desarrollo del problema y que en caso de ocurrir permila, a las receptoras acudir al sindicato para pedir apoyo. Por esta razén, resulta indispensable que tanto los sit~ dicatos como los empleadores estén conscientes de que el hostigamiento sexual puede ocurrir en sus propias ¢ tructuras y conocer los costos y consecuencias de #° prevenitlo.o detenerlo. . Conviene crear y fortalecer politicas de prevenciOay atencién para que tales estrategias sean accesibles ¥/° que sean comunicadas de manera efectiva a todos los trabajadores, de tal modo que las posibles receptors presentar acusaciones, actuando en forma inmedian y corde a sus necesidades [Red de Mujeres Sindicalis 1998}. 102 Por tanto, hay que tener en cuenta que el principal objetivo de la mayoria de las receptoras de hostigamien- to sexual no es demandar por dafios a su empleador(a), sino conseguir que cese el comportamiento ofensivo, que no vuelva a darse y que se les proteja de represalias por haber presentado tna querella [Kurezyn, 2004]. Es importante informar al personal trabajador acerca del problema, su naturaleza, causas, consecuencias, mi- tos alrededor de esta conducta y sobre el alcance de los problemas que conlleva. También es indispensable que se incluya la sensibilizacién en perspectiva de género que permita a los trabajadores, empleadores y sindicalistas masculinos examinar su comportamiento hacia las muje- resen la empresa o en el sindicato y buscar que cambien sus actitudes con respecto al papel de éstas en el trabajo remunerado, es decir, crear conciencia sobre la influen- cia de los roles y estereotipos tradicionales asociados a hombres y mujeres, a fin de que se puedan adoptar act tudes de mayor respeto y solidaridad con sus compaii ras y sancionar en caso de que se presente un acto de hostigamiento. Lo anterior, puede hacerse mediante presentaciones, talleres y distribucién de literatura. Asimismo, es nece- sario capacitar a los(as) representantes sindicales acer- ‘cade cémo proceder con las quejas de hostigamiento sexual. El desafio que se plantea es crear en las empresas, ambientes capaces de rechazar la intimidacién y el hos- tigamiento sexual, a la vez que promueva relaciones de respeto, equidad y solidaridad, que favorezca el desarro- lo profesional y 1a productividad de la empresa. # Notas "La versin preliminar de este documento, Fe presentada por pri- ‘mera ver el 29 de septiembre de 2004 en el Ciclo de Conferencias “Hostigamiento sexual, un problema de salud laorl e inequidad de género” organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres. * Datoshistéricos y legals sefalan que el maltrato hacia las mujeres, més que ser considerado un acto aberrante, se ha entendido por siglos como un comportamiento comin. Asi, ants dl siglo XIX secrefa indigpensabje y legal que el marido tuviera poder de vida xy muerte sobre la esposa y los hijos, controlando y castigindolos através del uso de la fuerza fsica (Strauss, Gelles y Steimentz, 1980} * La décad de las Naciones Unidas para la Mujer, con las tres C ferencias Mundisles (Mexico, 1975; Copenhagen, 1980 y Naico- bi, 1985) maroé el inicio de las aeiones que impulsaron la inclu sin de los derechos de is mujeres Ia agenda global de los deve- cchos humanos, Asimismo, la Convencién para la Eliminaciin de todas las formas de violencia contra la Mujer (1979) y su reco- ‘mendacin general 19 relacionad contra la violencia eincluida en 1992, la Confeceneia Mundial sobee Derechos Humnos de Viena «1993, de la cual derivé la Declaracién sobre la Eliminaciin de “Todas las Formas de Violencia contrala Mujery las Conferencias Intemacional de Desarrollo (El Cairo, 1994); lade la Mujer en Pekin 103 ooo (1995) ya Ineramerican para Preveniry Eradcarla Violencis Bibliografia (Belém do Paré, 1995), muestran la relevancia que ha cobrado ef tema de a violencia contra las mujeres em ls ltimas tres décadas. Ver: INSP Secretaria de Salud, 2003, “De acuerdo con estadistcas oficiales, 12 millones de mujeres des- ‘empefian una doble jomads (trabajan y realizan quehaceres do- ‘méticos) sin contar a otras 800 mil que también estudian. En este sentido, aun cuando cada vez es mis comin que los hombres se Jnvolueren en actividades domésticas, las cifras muestran que de ‘5.4 horas de trabajo semanals6lo lededican I |.4a dichaslabo- +s, mientras qu las mujeres de un total de 62.3 invierten en el hogar 32.3 horas, lo que significa que el trabajo de las mujeres se extiende por ocho horas mis queel de los hombres einvierten mas el doble que ellos en trabajo doméstico, ver Aranda, 2001 eINE- Gi, 2004 . * Lacultura y organizacion socal, ha ubicado tradicionalmente alas, ‘mujeres en posicién de inferioridad con respecto a los hombres, porello aunque la violencia de género incluyelaejercida de hom- ‘bres hacia otros hombres de mujeres hacia cts mujeres ode mujeres ‘ahombres (ls ataques conra homosexuals, adolescents © cuando las mujeres detentan mayor poder), es mucho mas comin la que se jerce dels hombres sobre mujeres. Los empleos femintzados son las actividades que tradicionalmente than sido ocupados por las mujeres como la enfermeri, el magis- terioy el tabgjo doméstico, entre otros. Bajo el mismo criterio, se

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