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EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD


RESOCIALIZADORA DE LA PENA

MERINO SALAZAR, Carlos Antonio1.

Resumen

Los instrumentos del Derecho Penal se erigen sobre la base de una Estado Social y Democrático
de Derecho. Para ello es necesario comprobar si la característica más importante del Derecho
Penal—la pena—es cumplida en base a las prescripciones de la Constitución. Demostremos que
el elemento adverso a finalidad resocializadora de la pena es la prisionización y de cómo esta
ejerce consecuencias impropias a los principios de la función jurisdiccional.

Palabras claves: prisionización, prisión, pena

Abstract

The instruments of Criminal Law are based on a Social and Democratic State of Law. To do this
it is necessary to check whether the most important feature of Criminal Law—the punishment—
accomplished based on the requirements of the Constitution. Let us show that the opposite
element for the resocializing purpose of penalty is prisonization and how it exercises improper
consequences to the principles of the jurisdictional function

Key words: prisonization, prision, punishment

1
Estudiante de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres. Vocación por la
investigación. Actualmente desarrolla estudios de Derecho Constitucional.
merinocarlos03@gmail.com
1
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

A todo joven investigador

Un autor latinoamericano cita a cuarenta y cinco autores en un artículo de ocho páginas.


He aquí algunos de ellos: Homero, Platón, Sócrates, Aristóteles, Heráclito, Pascal,
Voltaire, William Blake, John Donne, Shakespeare, Bach, Chestov, Tolstoi, Kieregaard,
Kafka, Marx, Engels, Freud, Jung, Husserl, Einstein, Nietzsche, Hegel, Cervantes,
Malraux, Camus, etc. A mi juicio la mayoría de estas citas eran inecesarias. La cultura
no es un almacén de autores leídos, sino una forma de razonar.
Julio Ramón Ribeyro

2
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

ÍNDICE

 LA PRISIÓN………………………………………………3

 LAS PENAS………………………………………………4

 CONSECUENCIAS DE LA PRISIONIZACIÓN…………7

 IDEAS FINALES…………………………………………10

 CONCLUSIONES………………………………………...12

 REFERENCIAS…………………………………………...13

3
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

1. LA PRISIÓN

El Sistema Penal es una red que se va tejiendo desde el conjunto de agencias y el posterior
desarrollo de sus funciones. El sistema penal es el control social punitivo
institucionalizado o formalizado.2 Se caracteriza porque el Estado ha monopolizado el
uso de la violencia que se expresa en la sanción o pena.

Para el funcionamiento de este sistema el Estado bifurca las responsabilidades; por un


lado, un órgano categoriza algunas conductas como delictuales y enuncia un programa —
criminalización primaria—, mientras que, por otro, son las diferentes instituciones las que
realizan el plan elaborado —criminalización secundaria—.

Estas instituciones son conocidas como las agencias de control penal tales como policías,
jueces, fiscales, procuradores, sistemas penitenciarios. Es este último, el tema de
ahondamiento en el presente capítulo.

Resulta desalentador la mudanza forzosa y el cambio de hábitat para una persona que
segundos antes transitaba libremente por el territorio nacional. Este preludio corresponde
a una efectiva privación de la libertad o, en su defecto, a prisión preventiva. Es decir, el
internamiento de una persona en un establecimiento penitenciario de forma temporal y
con la rigurosidad de las normas de conducta.

Siempre se han buscado las construcciones de establecimientos seguros, sólidos y hasta


alejados de la sociedad que una vez fue perjudicada. Sin embargo, la mayor tendencia de
la política criminal se da en la construcción de macrocárceles.3 Estructuras que desde su
nacimiento son áridas, deshumanizadoras y hasta su parte más ‘bonita’ resulta ser fría y
contagiosa.

A pesar de la imagen de los medios, que asemejan estos recintos a hoteles cinco estrellas,
la magnitud es engañosa. En palabras de Valverde Molina4, existe un aparente «espacio

2
Villavicencio Terreros, 2016, p. 10
3 Segovia Bernabé menciona que son, «poco frecuentadas por medios públicos de comunicación, el
predominio de los grises forjados de mallazo, cemento y hormigón, la sobresaliente supertorrre de
vigilancia..., todo ello en solitario y soleado páramo, se entenderán mejor los efectos que este forzado
cambio de hábitat provoca entre quienes van a tener que vivir una temporada de su vida entre esos
murallones o, incluso, entre quienes han de acudir diariamente a trabajar en tan poco amistoso
contexto.»
4
4
Las virtudes de la investigación libro de Valverde. J, La Cárcel y sus Consecuencias, será destacada, solo
en parte, a efectos del desarrollo del presente trabajo.
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

existente» y «espacio disponible». Las cárceles son grandes, es cierto, pero no para el
preso.

Así pues, son estos espacios en donde se albergan a los sentenciados y, lamentablemente,
a los procesados en la espera de una sentencia firme o la absolución de estos. Lugares en
los cuales son expresadas el cumplimiento de las penas, bajo la finalidad o función
adoptada por el Estado.

2. LAS PENAS

La pena en dos acepciones constituye «[Un] castigo impuesto conforme a la ley por los
jueces o tribunales a los responsables de un delito o falta» o «dolor, tormento o
sentimiento corporal»5. Por otro lado, se define como «una privación o restricción de
bienes o derechos impuesta por un órgano jurisdiccional a un sujeto culpable como
consecuencia de la comisión de una infracción penal»6. Podríamos extendernos como
múltiples significados de incluso los emblemáticos conceptos de Omeba o Cabanellas;
sin embargo, no corresponde a este trabajo definir el término ‘pena’.

No obstante, creemos conveniente explicar brevemente las distintas teorías de la pena que
irradian el Ordenamiento Jurídico Nacional, tema propuesto para el siguiente subcapítulo.

FINES DE LA PENA CON RESPECTO A SU FUNCIÓN

Teorías sobre los fines de la pena caen como hojas al viento. Podemos afirmar que «toda
concepción de la pena es, necesariamente, una concepción del derecho penal, de su
función y del modo de cumplir es función»7 A pesar de la relación estrecha entre las
funciones del Derecho Penal y la teoría de la pena, toda teoría elaborada y más aún
adoptada, determina una forma de Estado. Entonces, empecemos con la teoría clásica.

TEORÍA ABSOLUTA DE LA PENA

Los mayores exponentes de esta teoría son Hegel y Kant. Según estos autores la pena no
cumple ninguna función social, pues es independiente de una esfera social, de modo tal
que el Estado en representación de la sociedad, toma venganza por la afectación de un

5
Diccionario de la Lengua Española, 23.ª ed.
6
Diccionario del Español Jurídico, 1° ed.
7
Zaffaroni,1980, I, p.83
5
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

bien jurídico relevante. Para esta teoría hay una verdad absoluta: el fundamento de la pena
es la justicia. De manera sucinta, se concreta el antiguo principio del Talión: «ojo por ojo,
diente por diente». Mencionada teoría resulta carente de sustento científico y adverso al
escenario que vivimos. Al respecto el Tribunal Constitucional Peruano haciendo mención
que «Esta teoría no sólo carece de todo sustento científico, sino que es la negación
absoluta del principio-derecho a la dignidad humana, reconocido en el artículo 1º de
nuestra Constitución Política, conforme al cual «La defensa de la persona humana y el
respeto por su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado.» [STC/TC 0019-
2005-AI] fj. 30.

TEORÍA DE LA PREVENCIÓN GENERAL


Esta teoría tiene como finalidad la intimidación de todos los individuos para que no
cometan delitos. La aplicación de esta se da en dos momentos simultáneos: primero,
intimidando al delincuente y segundo, de manera educadora y social; es decir, instruye
las conciencias jurídicas de las personas previniendo el delito.

Además, parte del reconocimiento de dos vertientes: una positiva y otra negativa; la
primera es una pacífica producción de la confianza en la actividad de la justicia penal
resultante cuando el ciudadano ve que el derecho se impone8, la segunda, establece como
finalidad principal el efecto intimidatorio que ha de producir, cuestión discutible en base
a su efectividad, debido al grado menor o mayor de reflexión intimidatoria que se logra
alcanzar.

TEORÍA DE LA PREVENCIÓN ESPECIAL POSITIVA O IDEOLÓGICA


Es una teoría de retribución relativa. Nacida en la década de los 70 del siglo XIX, en
Alemania, se redefine esta teoría luego de haber sido adoptado el pensamiento de Von
Liszt en Francia e Italia en la denominada Defensa Social. Esta adopción hace hincapié

8
Claus Roxin resume el efecto positivo de a prevención general positiva del siguiente modo: «(...) el efecto
de aprendizaje motivado socio-pedagógicamente, el `ejercicio de la confianza en el derecho´ que se
produce en la población por medio de la actividad de la justicia penal; el efecto de confianza que resulta
cuando el ciudadano ve que el derecho se impone; y finalmente, el efecto de satisfacción que se instala
cuando la conciencia jurídica se tranquiliza como consecuencia de la sanción por sobre el
quebrantamiento del derecho, y cuando el conflicto con el autor es visto como solucionado.» (Fin y
justificación de la pena y de las medidas de seguridad. En: Determinación judicial de la pena. Compilador 6
Julio B. J. Maier. Buenos Aires: Editores Del Puerto, 1993, p. 28).
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

en la concepción de un Estado Social – Intervencionista; la cual fue desarrollada con


posterioridad automática en países anglosajones y escandinavos.

Su finalidad nace a partir de los beneficios que de esta se obtiene, una especie de socio
beneficio que se puede adquirir de esta y resaltar sus dos fases nos parece adecuada: a)
en el momento de su aplicación misma, teniendo como propósito inmediato disuadir al
delincuente de la comisión de ilícitos penales en el futuro, desde que internaliza la grave
limitación de la libertad personal que significa su aplicación b) en el momento de su
ejecución, la cual debe encontrarse orientada a la rehabilitación, reeducación y
posterior reinserción del individuo a la sociedad.9

La prevención especia positiva asigna a la pena la función reeducadora, resocializadora e


integradora del delincuente a la comunidad. Ubican al hombre no como un mero
instrumento sino como una finalidad.10
Esta finalidad encuentra una referencia explícita en el inciso 22 del artículo 139º de la
Constitución:
«Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
(...) 22. El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la
reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.»

A pesar del principio positivado en la Carta Magna, en la cárcel, el interno, que no deja
de ser una persona maleable, encuentra una barrera casi insuperable. Una barrera que le
impide ejercer su autodeterminación, su autonomía y su libertad de acción.
Condicionándosele a seguir una rutina que lo obliga a identificarse con el entorno físico
y realizar papeles que creía posibles, pero no probables para su yo.

Nace entonces un fenómeno, intra carcelario, socio cultural y absorbente; el cual la


doctrina denomina: Prisionización. El cual corresponde adopción en mayor o menor
intensidad de los usos, costumbres, culturas, tradiciones de la prisión rechazando

9 [STC/TC 0019-2005-AI] fundamento jurídico N°38


10 Felipe Villavicencio Terreros desarrolla brevemente la prevención especial positiva en base a Ferri, Von
Liszt y Ancel. [cfr.] Derecho Penal Parte General, 2016, pp. 64 y 65.
7
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

inclusive los valores mínimos que busca el llamado proceso resocializador.11 Este
fenómeno es el eje a desarrollarse en el presente trabajo, sobre todo su nivel de
antagonismo con respeto a los principios de la función jurisdiccional. Veamos las
consecuencias del inicio de esta fuente de adversidades, llamada prisionización.

3. CONSECUENCIAS DE LA PRISIONIZACIÓN:
Es, pues, una realidad insoslayable que atañe al ojo de la dogmática – penal, la
criminología y la política criminal. Es una variable subjetiva y objetiva dentro de un
establecimiento penitenciario.12 Es lo que Jesús Velarde Molina titula como La Cárcel y
sus Consecuencias, ahora nos corresponde señalar las consecuencias del encarcelamiento,
inspeccionando tanto resultados somáticos como psicológicos.

CONSECUENCIAS SOMÁTICAS13
Estas son producidas por el hacinamiento en que vive el preso, el espacio reducido y la
particularidad grisácea de las prisiones. La visión es el primer sentido afectado en el
momento del ingreso, lo que se denomina «ceguera de prisión», puesto que se da un
rompimiento del espacio externo y se presenta un lugar con obstáculos con horizontes
limitados.

La audición se ve afectada con la prolongación del encarcelamiento. El ruido alto es


producto del hacinamiento en que se vive y es posible que el retumbe sea mayor por la
arquitectura que presenta el lugar. Por otro lado, se ve perjudicado el gusto, a pesar del
deber del Estado de alimentar a los presos—personas antes de— la comida no es tan
buena y se presume insípida. La cotidianeidad del alimento desgasta este sentido, a pesar
del mercado que surge dentro, adquirir los productos es otro precio.

El olfato se impregna del olor de la cárcel. Es posible que todas huelan igual. Se produce
una imitación olfativa y ya no se perciben olores externos sino los repetitivos y hasta
hediondos olores.

11 Ibidem, p. 21.
12
Por variables podemos entender la peligrosidad, pertenencia a ambientes marginados, reincidencia,
prisionización, etc.
13
Valverde Molina, 1991, pp. 57 y 58.
8
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

Además, se producen alteraciones de la imagen personal. El preso primerizo llega con las
costumbres de la externalidad de su vida dejada segundos atrás. Con la prolongación del
internamiento se llega a perder la imagen de su propio cuerpo: puede producirse por la
falta de intimidad, pero sobre todo por la falta de aseo personal que refleja la rutina de
siempre ver a otros internos con mal aspecto.

Por último, otra consecuencia somática que se produce es la fatiga muscular. Los presos
presentan ‘agarrotamiento’ de sus músculos, a consecuencia de la tensión de la vida intra
carcelaria. La escasez de movilidad o de actividades deportivas contrae y convierte el
sistema locomotor en óxido puro. El preso se vuelve tenso y hasta presenta manías.

CONSECUENCIAS PSICOSOCIALES14
Empecemos por mencionar que el ser humano es una estructura sicosomática que se
adapta o se extingue en el escenario en que transcurre su vida diaria, es por ese motivo
que resulta importante mencionar los efectos de la extensión de la vida inmersa en las
prisiones.

ESTADO PERMANENTE DE ANSIEDAD:


La tensión y la violencia de la prisión agudiza el estado de ansiedad del reo, lo expone a
padecer enfermedades o malos hábitos; estos conducen a una estrecha relación con la
drogadicción mientras que aquellos pueden volverse crónicas como las enfermedades
digestivas.

Incluso se sustenta que las agresiones de todas partes proyectan a defender su propio yo
y eleva su egocentrismo, elemento importante para la supervivencia en la cárcel.

AUSENCIA DE RESPONSABILIDADES

Una vez entrado al ‘nuevo mundo’ todo ya está preestablecido y esto transcurre apartando
al penado que apenas tiene influencia en las decisiones que se toman sobre él. El individuo
se limita a aceptar pasivamente las cosas dadas. Es por este motivo sumado el excesivo
tiempo libre que imposibilita la resocialización.

14
Ibidem, pp. 59 y ss.

9
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

Por eso, si no planifica, si no prevé el futuro, menos problemas tendrá, aunque esa actitud
suponga estar permanentemente sometido a vaivenes incontrolables. En resumen, se
convierte en apático porque es una buena manera de sobrevivir, y porque, aunque lo
intente, rara vez conseguirá modificar el destino.

ALTERACIONES DE LA AFECTIVIDAD: SENSACIÓN DE DESAMPARO Y


SOBREDEMANDA AFECTIVA

Este factor es lo que puede considerar como el más sepultante, el que difiere y socaba los
principios de la función jurisdiccional. El elemento que denuncia el desahucio del preso,
la resignación y posterior absorción en un medio que se imaginaba, pero lo que no se
imaginaba era entrar en él.

La situación comportamental del muchacho inadaptado es el ‘desapego’, la huida de


las vinculaciones afectivas como estrategia para evitar las frustraciones. Ese desapego
conducía a una "indiferencia afectiva" que le llevaba a despreocuparse de las
consecuencias que tuviese su conducta incluso para personas cercanas a él mismo.

El desapego responde a una inseguridad social mientras la indiferencia afectiva a


proyección de una imagen fuerte y un ego sólido frente a los otros compañeros. Estas
ideas corresponden ya a una adaptación subjetiva y es aquí cuando comienza el proceso
de prisionización, es decir, el punto de partida irreconciliable con los fines de la pena en
un contexto de prevención especial positiva. El efecto es aun más directo a los presos
primarios, jóvenes en su mayoría. Pues corresponde a lo que se mencionó al inicio: a un
cambio violento de hábitat de relacionarse. Es menester concluir esta información con lo
mencionado en La Cárcel y sus Consecuencias, sobre los dos momentos en que se
materializa la prisionización: a) el primer ingreso a prisión y; b) la prolongación de la
estadía.15

15
«Un primer momento corresponde a los estados iniciales del proceso de prisionización, cuando el
joven entra en la cárcel la primera o primeras veces. Durante este periodo, su agresividad y su dureza
emocional predominan y entierran profundamente su capacidad de afecto. Son los años que —EVAN
HUNTER, (1976)—, definía como de "la irreflexión y el impulso", cuando el joven es "todo acción",
cuando vive "deprisa, deprisa", en un torbellino vertiginoso. Es en el momento álgido de ese periodo 10
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

4. IDEAS FINALES

Debemos tener en cuenta el nuevo mundo que posiblemente ha quedado develado: un


mundo frío, faraónico, grisáceo y hasta hediondo; sin embargo, forma parte de nuestra
realidad diaria. Podemos decir que es una bomba de tiempo y que la política criminal se
encuentra de manos atadas, pero esas son ideas blandas, desencantadas y hasta pesimistas.
No aportan nada.

El Perú cuenta con 68 establecimientos penitenciarios habilitados y activados, dentro de


los cuales hay una población total de 98 494 — 82 200 en establecimientos penitenciarios
con 46 272 personas que exceden la capacidad (35 772 procesados y 46 478
sentenciados)—. Quizá la efigie del hacinamiento es el penal de Lurigancho con una
capacidad de albergue de 3204 con una población penal de 9378 presentando un
hacinamiento de internos del 193%. El 33.5% de la población total de internos (rango de
18 a 29 años), se encuentra considerada entre la población joven y económicamente activa
o productiva. 16

¿Contribuirán estos datos al desarrollo de una función jurisdiccional en un Estado Social


y Democrático de Derecho?

Más aun si tenemos en referencia el art. sexto inc. 6 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos:

cuando tropieza con la cárcel por primera vez. Y ese encuentro cambia por completo su vida. De esa
existencia vertiginosa pasa sin solución de continuidad a la apatía y el "muermo" de la vida
penitenciaria, con horarios rígidos y el día entero en el patio, como ya hemos visto, sin nada que hacer y
sin poder hacer nada.
En ese periodo su dureza emocional es muy poderosa, y se manifiesta con todas esas consistencias
comportamentales que acabamos de ver: es inafectivo, indiferente, lábil, etc. y es muy difícil poder
conectar afectivamente con él, sobre todo en la prisión. En ella, ningún miembro del personal de la
cárcel tiene ninguna oportunidad. Podrá, eso sí, mantener unas relaciones más o menos cordiales con
algún educador especialmente simpático, pero a distancia, sin comprometerse en absoluto, sin dar nada
de sí mismo, sin dejar abierto el más mínimo resquicio de su capacidad de afecto. Sin duda, ésta es una
11
reacción completamente normal. En un ambiente desestructurador, violento y poderoso, que le ha
truncado la vida, la única manera de sobrevivir es protegerse, rodearse de un caparazón que evite que
las agresiones que sufre le hagan mella. Su "alegría inconsciente" de antes se va a convertir en la
amargura que le seguirá ya durante toda la vida.» (Valverde Molina. 1991, p.65.)
16
Informe Estadístico Penitenciario (INPE), 2017, pp. 6 y ss.
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

«Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la


readaptación social de los condenados».

Caso que en su momento ha sido argumentado por la Corte en el Caso Lori Berenson
Mejía, «la corte señaló las condiciones en las que se encontraban los reclusos impedía el
cumplimiento de los objetivos de la privación de la libertad»17

Por otro lado, en concordancia el artículo sexto inc. 4:

«Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en


circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición
de personas no condenadas.»

Esto, en Perú, es irrealizable aún. La excepcionalidad que prescribe la Convención no


tiene cabida en la negligencia que presenta un Estado indiferente. ¿La persona humana
no es el fin supremo de la Sociedad y sobre todo del Estado? Es denigrante no haberse
probado la culpabilidad y permanecer encerrado en un establecimiento compartido con
culpables por sentencias firmes.

En síntesis, la totalidad del presente artículo ha sido la demostración de un elemento —


prisionización— que actúa como antagónico a los principios de la función jurisdiccional
establecidos en la Constitución —reeducación, rehabilitación y reincorporación del
penado a la sociedad—.

17
Comentarios a La Convención Americana sobre Derechos Humanos, 2016, p. 159

12
EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

5. CONCLUSIONES

 La prisionización, es la desculturización y automática enculturización. En otras


palabras: es la adopción de los usos, costumbres, culturas, tradiciones de la prisión
y rechazando toda forma de valores que presenta el proceso resocializador.

 Este elemento es producto de la prolongación de la vida intra carcelaria, suceso


que conlleva a múltiples consecuencias, entre otros: las consecuencias somáticas
— deterioro de los sentidos, del aspecto personal y fatiga muscular—; por otro
lado, el reo se encuentra proclive a adaptarse al entorno «anormal» de la prisión,
lo que le produce: estados de permanente ansiedad, ausencia de responsabilidad,
trastorno de la sexualidad, ausencia de expectativas en el futuro; pero, lo más
importante, a discreción del autor son las alteraciones de la afectividad: Sensación
de desamparo y sobredemanda afectiva.

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EL ANTAGONISMO DE LA PRISIONIZACIÓN FRENTE A LA FINALIDAD RESOCIALIZADORA DE LA PENA

6. REFERENCIAS
1. Andreu, F., Ayala, C y otros (2016) Comentarios a La Convención Americana
sobre Derechos Humanos. Lima: Tribunal Constitucional
2. Informe Estadístico Penitenciario (INPE) 2017. Consultado el 25/05/17 en:
http://www.inpe.gob.pe/pdf/enero_2017.pdf
3. Pérez, J.L. (2000). La Construcción Social de la Realidad Carcelaria. Lima: PUCP
4. Rubio, M. (2012) Para Conocer la Constitución de 1993. Lima: PUCP
5. Segovia, J.L. Consecuencias de la Prisionización. Consultado el 22/05/2017 en:
http://www.derechopenitenciario.com/comun/fichero.asp?id=1003
6. STC TC 0019-2005-AI/TC
7. STC TC 03169-2011-HC/TC
8. Valverde Molina, J. (1991) La cárcel y sus consecuencias. Madrid: Ed. Popular
9. Villavicencio Terreros, F. (2016). Derecho Penal Parte General. 6ta.ed. Lima:
Grijley

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