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historia DE LA MEDICINA

Carlos Alberto Seguin: A 75 años de su labor asistencial


en el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen
Carlos Alberto Seguin, at 75 years of his clinical work at the Hospital
Nacional Guillermo Almenara Irigoyen

Jeff Huarcaya-Victoria1,2,a
1
Facultad de Medicina de San Fernando, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, Perú.
2
Departamento de Psiquiatría, Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Lima, Perú.
a
Médico residente de Psiquiatría.

Resumen
En febrero del 2016 se conmemoraron los 75 años de fundación del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen (HNGAI),
antiguamente conocido como Hospital Obrero de Lima. Entre los médicos notables que laboraron en dicho hospital, queremos
destacar la figura de Carlos Alberto Seguin, maestro de la psiquiatría peruana. Seguin se incorporó como neuropsiquiatra desde la
fundación del hospital, en 1941; y en 1942 integró la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de San Fernando. Participó
en la actividad académica de la segunda mitad del siglo XX, cuando se produjeron cambios en la Psiquiatría peruana, tales como
la integración fenomenológica y neurocientífica con la orientación psicosocial y psicodinámica. Reintrodujo ideas psicodinámicas y
psicosomáticas con vigor y pasión, enriqueciendo con ello a la psiquiatría peruana, fundada por Valdizán y liderada por Delgado.
El magisterio de Seguin trascendió a la psiquiatría misma hasta llegar a la formación básica del médico general. Su obra se puede
resumir como una forma de reacción frente al cientificismo deshumanizado que convirtió al hombre en una máquina reparable por un
técnico. Las enseñanzas del maestro marcaron la identidad del HNGAI.
Palabras clave. Seguin, Carlos Alberto; Educación Médica.
Abstract
In February 2016, we commemorate the 75th foundation anniversary of the Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen (HNGAI),
formerly known as Hospital Obrero de Lima. Among the prominent doctors who worked in this hospital, we want to highlight the figure
of Carlos Alberto Seguin, master of Peruvian Psychiatry. He joined the hospital as a neuro-psychiatrist since its foundation in 1941, and
in 1942 he joined the Department of Psychiatry at the Medical School of San Fernando. He participated in academic activities during
the second half of the twentieth century, when changes occurred in the Peruvian psychiatry, like phenomenology and neuroscience
integration with psychosocial and psychodynamic orientation. Seguin reintroduced psychodynamic and psychosomatic ideas with vigor
and passion, thus enriching the Peruvian Psychiatry founded by Valdizán and led by Delgado. Seguin’s lessons transcended Psychiatry
itself to the basic training of the general physician. His work can be summarized as a form of reaction against the dehumanizing
scientism which turned man into a machine repairable by a technician. The master's teachings marked the HNGAI identity.
Keywords. Seguin, Carlos Alberto; Medical Education..
An Fac med. 2016;77(4):403-8 / http://dx.doi.org/10.15381/anales.v77i4.12659

INTRODUCCIÓN en el apogeo del capitalismo, donde se siglo XXI y, consecuencia directa de


considera que las ciencias naturales son esto, es la observación de conductas
En los inicios de la práctica médica, más redituables y útiles para la socie- profesionales inadecuadas, así como
esta era concebida como una disciplina dad, siendo estas las que cuentan con disparidades en los sistemas de salud
ligada a operar con fuerzas psíquicas. mayor inversión y respaldo académico, que generan reclamos ya no solo de
Actualmente parece que ha cambiado los pacientes, sino también de la socie-
dejando a las ciencias humanas en un
el objeto de su práctica, hasta casi per- dad  (4). Basta echar un vistazo a cómo
segundo plano (2,3).
der toda relación con el ser anímico del nos desenvolvemos en nuestra práctica
enfermo (1). No somos ajenos al contex- Estas circunstancias perjudican el médica: deshumanizada y sesgada al es-
to en el que nos desarrollamos, vivimos desarrollo humanístico del médico del tudio y tratamiento de la enfermedad

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y del cuerpo del enfermo y no del ser Seguin se graduó como médico ciru-
humano en situación de enfermedad. jano el 14 de abril de 1932, para lue-
Jaspers (5) señaló que la terapéutica mé- go comenzar a trabajar en el interior
dica se sustentaba sobre dos pilares: el de la Argentina. Vio una excelente
conocimiento científico y la humani- oportunidad de trabajo en Formosa,
dad. En este contexto surge la figura del ciudad ubicada al norte de Argentina.
maestro Carlos Alberto Seguin (figura Su inquietud y ganas de trabajar lo lle-
1) y su «medicina de hombres» (6). Con varon a fundar un colegio secundario
motivo de conmemorar los 75 años de y un club de ajedrez, inclusive llegó a
inicio de su labor asistencial en el anti- ser candidato a alcalde por el Partido
guo Hospital Obrero de Lima, actual- Socialista. Cuando era médico general
mente Hospital Nacional Guillermo en Formosa, ocurrió un incidente que
Almenara Irigoyen (HNGAI), se reali- marcaría su vida —hecho recurrente
za una revisión biográfica y académica, en quienes nos dedicamos a la práctica
con el fin de bosquejar las enseñanzas médica—, orientándolo hacia la psi-
del maestro que marcan la identidad quiatría. Cierto día llegó a su consul-
del HNGAI. Figura 1. Carlos Alberto Seguin (1907-1995) torio un hombre con molestias precor-
durante su adultez (Biblioteca del Hospital diales. Seguin, después de examinarle y
Nacional Guillermo Almenara Irigoyen). al no encontrar evidencia de patología,
EDUCACIÓN E INICIOS DE SU trató de tranquilizar al hombre dicién-
FOMACIÓN MÉDICA dole que no había encontrado nada
alarmante. Al poco tiempo, el paciente
Carlos Alberto Seguin nació un 8 de gró terminar la secundaria, mostrándo- regresó con las mismas molestias. Se-
agosto de 1907, en Arequipa. Hijo de se ya como un estudiante polifacético, guin repitió el examen físico y nueva-
Alberto Gonzalo Seguin, periodista con lo que le permitió trabajar como profe- mente no observó patología alguna, por
vocación plena, agudo y combativo, va- sor de Ciencias Naturales en el colegio lo que por segunda vez trató de tran-
liente y franco, según propias palabras donde estudió, en el cual ejerció ade- quilizar al paciente. Fue terrible para
de Seguin, y de Emma Escobedo, se- más de profesor suplente de literatura, Seguin enterarse, semanas después, del
ñora arequipeña, hermosa mujer, cari- filosofía, historia, psicología, zoología, suicido de ese mismo paciente. ¿Qué
ñosa con sus hijos y «engreidora» (7,8). anatomía, francés, entre otras materias. habría sentido el maestro en ese mo-
La personalidad y la pluma de su padre Ingresó a la Facultad de Medicina de la mento? Esta experiencia le sirvió para
entraron en conflicto con el régimen de Universidad de Buenos Aires, en don- comprender la esencia de la medicina:
turno. Políticos, cuyo arribismo y me- de, un año antes de graduarse, publicó «No se trata de enfermedades, sino de
diocridad eran patentes, determinaron su primer libro titulado ‘Tratado de Far- enfermos»  (6,9). Posteriormente regresa-
que Alberto Gonzalo debía ser depor- macología y Terapéutica’ (1931), a sus ría a su patria para ejercer la medicina.
tado por representar un «peligro para el 24 años.
país». El padre de Seguin, siempre tan
apasionado por las causas que él consi- Como anécdota aparte, resulta cu-
INICIOS EN EL HOSPITAL OBRERO
deraba justas, regresó al Perú de incóg- rioso que las figuras más representativas DE LIMA
nito, siendo descubierto y enviado 10 de la psiquiatría peruana hayan sido pa-
meses a Taquila para posteriormente rientes. Honorio Delgado fue primo del Al llegar a Lima, Seguin recibió la
ser deportado a la Argentina en 1921. padre de Seguin; parentesco que llenó ayuda de Honorio Delgado, siguió sus
A la muerte de su padre, en 1924, se de orgullo a Seguin en su adolescencia, clases y su actividad asistencial en el
discutió el regreso al Perú, pero Seguin mientras se encontraba en la Argenti- Hospital Víctor Larco Herrera. Luego
se negó a hacerlo «mientras Leguía na. El maestro Delgado le brindó toda de un año de práctica se le presentó la
ensuciara la presidencia» (6). Fueron la ayuda que le fuera posible, facilitán- oportunidad de incorporarse a la cáte-
tiempos difíciles para Seguin. Nunca dole artículos y libros (figura 2). No dra de Psiquiatría como Jefe Instruc-
se sintió cómodo ni llegó a querer a es el momento de analizar las diversas tor  (7). La ayuda que Delgado le brindó
la Argentina, donde tuvo que luchar vicisitudes que atravesó la relación de a su sobrino continuó: a) lo incorporó a
constantemente contra una xenofobia ambos maestros. A pesar de una etapa la plana editorial de la Revista de Neu-
marcada: «… se trataba de inferiorizar posterior de alejamiento ideológico en- ropsiquiatría, b) apoyó la publicación
al extranjero, casi como una defensa… tre ambos, no se alteró el respeto mu- de sus primeros trabajos; c) lo presentó
su aparente arrogancia —refiriéndose a tuo que se profesaban. Todo esto, más a las autoridades del naciente Hospital
los argentinos—, para mí, encubre una bien, enriqueció el debate académico Obrero de Lima con tal de ayudarle a
básica inseguridad» (7,8). Pese a todo, lo- de la segunda mitad del siglo pasado. obtener la plaza de psiquiatra. En 1941,

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el Hospital Obrero de Lima abrió sus sin poder contar con ayuda alguna. Los enormemente, tanto más cuanto que lo
puertas a los pacientes. Seguin quedó primeros casos fueron neurológicos, lo que leía parecía cristalizar una serie de
hondamente impresionado cuando co- que implicaba punciones raquídeas, conceptos y actitudes que habían llena-
noció el hospital. Lo describió como un exámenes de fondo de ojo, etc., amén do mi vida siempre y que, vaga e inarti-
modernísimo edificio. El director de de las pruebas psicológicas que aún no culadamente, había tratado de expresar
entonces, don Guillermo Almenara, sé cómo ni en qué tiempo pude inten- desde hacía años» (8).
encargó a Seguin atender las emergen- tar… Los colegas me miraban, natu- Terminada la beca, continuó sus es-
cias psiquiátricas. Una vez superado ralmente, como a un verdadero extra- tudios en la Universidad de Columbia
el cuadro agudo, todos los pacientes ño, casi un intruso. Era comprensible, en el grupo de Flanders Dunbar, con-
serían inmediatamente trasladados al desde su punto de vista. Habían sido siderada por Seguin como la represen-
Hospital Víctor Larco Herrera. Seguin educados para ver en el psiquiatra un tante más importante del movimiento
trató de explicar cordialmente a don 'loquero' y en sus pacientes casi anima- psicosomático. Dunbar le propuso con-
Guillermo Almenara que se hallarían les peligrosos cuyo lugar era el manico- tinuar trabajando en su grupo, facilitar-
con el problema de los pacientes neu- mio» (7). le un consultorio y pacientes, además
róticos, especialmente los conversivos,
Poco después, mediante un concur- de un respetable puesto en la Univer-
más que con el de los pacientes psicóti-
so, Seguin ganó una beca en el Instituto sidad de Columbia, en definitiva, el tan
cos, pero don Guillermo Almenara, con
Neuropsiquiátrico de Hartford, Con- deseado «sueño americano» de mu-
la amabilidad de un gerente, invitó a
necticut. Era 1942, cuando la recién chos; pero el vínculo con la patria era
Seguin a que inicie sus labores asisten-
formada familia de Seguin, su esposa y muy fuerte. Seguin no quería permane-
ciales. Así fueron los primeros meses de
su hijo de 2 meses, fueron a Argentina cer más en tierras extranjeras. En 1945,
trabajo de Seguin: «No se había previs-
a vivir con la familia de ella, mientras Seguin regresó al Perú.
to la existencia de un consultorio para
psiquiatría y, a mi exigencia, se me per- el maestro se perfeccionaba académica-
mitió atender en un cuartito destinado mente en Estados Unidos. El inicio de
a la limpieza y anexo a los consultorios esta nueva experiencia fue muy duro, EL GRUPO DEL OBRERO
de medicina… Mi labor, además, con- no solo por el cambio de clima, sino por La agudeza y visión de Seguin le per-
sistía en ir, de piso en piso, a contestar las limitaciones que suponía el idioma. mitieron ver la necesidad de fundar un
las consultas de los colegas debiendo, En aquel entonces el movimiento psi- Servicio de Psiquiatría en el Hospital
para hacerlo, no solamente realizar per- cosomático se hallaba en auge. Seguin Obrero de Lima, con esto rompe los
sonalmente las investigaciones clínicas narró su encuentro con dicho movi- modelos tradicionales de la Psiquia-
sino todas las maniobras semiológicas miento: «Leí mucho y me entusiasmé tría, ya no solo del Perú sino de Amé-
rica. Hasta entonces, los pacientes con
trastornos mentales eran confinados
en manicomios, quedando aislados no
solo ellos, sino también los psiquiatras.
El llevar a los pacientes a un hospi-
tal general permitió que el trastorno
mental sea visto como cualquier otra
enfermedad en un medio hospitalario.
Esto permitió romper el aislamiento del
paciente psiquiátrico y de la Psiquiatría
misma, aislada de la Medicina. Seguin
pronto comprendió que el incipiente
Servicio de Psiquiatría que se estaba
formando en el Hospital Obrero de
Lima, el primero en un hospital general
de Latinoamérica, debía convertirse en
el centro referente nacional de la en-
señanza psicosomática. Hubo muchos
inconvenientes, pero Seguin continuó
con su empresa, entonces considerada
extravagante. Al igual que ahora, el
Hospital tenía organizadas las inter-
Figura 2. ‘La formación espiritual del individuo’ (1933), libro con dedicatoria de Honorio Delgado a consultas entre especialidades, pero la
Carlos Alberto Seguin (Biblioteca del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen). política de Seguin fue la de no respon-

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der la consulta, sino solicitar al «inter- nosotros, intentar superarla con una in- patogénicas y en los métodos terapéu-
consultor» que estuviera presente en tención de resonancia social». ticos, para posteriormente dar cabida a
las reuniones clínicas semanales que se un criterio ecléctico, una concepción
José Alva Quiñones (13,14) mencionó
hacían en el servicio de Psiquiatría, en holística equilibrada entre lo biológico
que, desde el Hospital Obrero, Seguin
las cuales se consideraban otros casos. y lo psíquico (10, 15).
participó activamente en la actividad
El empeño de Seguin dio frutos y académica de la segunda mitad del siglo
poco a poco los demás especialistas en- XX, cuando ocurrieron cambios en la
Psiquiatría peruana; un énfasis profun-
LABOR DOCENTE Y ACADÉMICA
tendieron que la Psiquiatría no se trata-
ba de cosas esotéricas, que realmente se do en la integración fenomenológica y En 1961 se produce la escisión san-
podía ayudar al paciente si se le aborda- neurocientífica con la orientación psi- fernandina. Honorio Delgado y varios
ba de una manera integral. Las reunio- cosocial y psicodinámica. Fue, además, docentes renunciaron a San Marcos y
nes clínicas del ya formado Grupo del introductor de una gran variedad de fundaron la nueva Facultad de Medi-
Obrero fueron cada vez más concurri- técnicas psicoterapéuticas en nuestro cina en la Universidad Peruana Caye-
das, llegaban más colegas del Hospital medio: psicoanálisis, psicoterapia di- tano Heredia. Inmediatamente, Seguin
y de fuera de él, así como estudiantes námica, psicodrama, psicoterapia sis- fue llamado para ayudar a reestructurar
de medicina interesados en el quehacer témica, gestáltica, comunidades tera- la centenaria casa de estudios. Las ex-
psiquiátrico. péuticas, análisis transaccional, terapia pectativas de Seguin fueron muy altas.
conductual, entre otras. Tal fue su pre- Aspiró a que se produzca una total re-
Siguiendo el pensamiento de Hermi- ocupación por la psicoterapia que, jun- novación en la enseñanza médica, con
lio Valdizán, Seguin definió al psiquia- to con otros colegas, fundó la Sociedad una preparación humanista amplia;
tra que el Perú necesita como «… uno Peruana de Psicoterapia, además de la enseñar en forma paralela la anatomía,
que esté seriamente interesado en la Asociación Psiquiátrica Peruana (10). fisiología, farmacología y la psicología
Realidad nuestra, que se preocupe con
Según Max Silva Tuesta (7), lo que médica, psicopatología y estructura
nuestros problemas y ofrezca soluciones
funcionó como elemento unificador en de la personalidad. Entendió que el
posibles para nosotros. Desgraciada-
el grupo del Obrero fue «… el recono- médico ya no podía seguir siendo solo
mente, la mayoría de los profesionales
cimiento del enorme valor de los afec- un técnico versado en ciencias natu-
se han desinteresado de la investiga-
tos en la vida, en la vida propia y en la rales y gran conocedor de la anatomía
ción de esa realidad» (8). Fundó, así, y fisiología, sino que además debía ser
la primera Escuela de Psiquiatras del ajena. Y esa ligazón es producto de una
influencia netamente seguineana». consciente de la humanidad de sus en-
país, posteriormente conocida como la fermos. Este era el máximo sueño de
Escuela de Psiquiatras de la Caja Na- Otro de los valiosos aportes de Car- Seguin: formar médicos psicosomáticos
cional del Seguro Social Obrero, en la los Alberto Seguin fue la introducción que observen al paciente como posee-
cual se han formado hasta la actualidad de la Historia Clínica Psicosomática, dor de una biografía. Solo así podría ser
varias generaciones de psiquiatras del modelo que los residentes de Psiquia- llamado verdaderamente médico (16).
país y del extranjero (10). En la forma- tría del HNGAI empleamos actual- Como sucede siempre que se plantean
ción de los jóvenes psiquiatras, dio gran mente. Ya lo dijo el maestro: «Es una cambios de gran envergadura, algunos
importancia a la psicoterapia, definién- buena historia clínica la que nos permi- docentes y alumnos se opusieron a esta
dola como «… una forma de relación te ver al hombre detrás del caso clínico reforma. Tras la férrea oposición, Se-
interpersonal en la que, a través de y comprender al caso clínico en función guin renunció con una carta, en cuyo
experiencias emocionales correctivas, del hombre». La primera entrevista clí- párrafo final indicó: «… no quiero se-
se modifican rasgos indeseables de la nica constituye el andamiaje sobre el guir enseñando a alumnos que no quie-
personalidad» (11). que se construirá la relación médico- ren aprender…» (6).
Así lo recuerda Saúl Peña (12): «Se- paciente, por lo tanto, debemos saber
Al final de Don Quijote de la Man-
guin no solo sabía, sino que sabía ense- realizarla. Para Seguin, esto implicaba
cha (17), Sancho Panza dice afligido:
ñar. Decía que la vida había que vivirla, tanto actitud y técnica: actitud del
«No se muera vuestra merced, señor
como dice Goethe: 'En la integridad, verdadero médico, aquel interesado
mío, sino tome mi consejo y viva mu-
la plenitud y la belleza', con ansia de no solo por la circunstancialidad de la
chos años; porque la mayor locura que
enfermedad, sino también por ayudar a
descubrir; con una pasión lúcida, como puede hacer un hombre en esta vida es
sus semejantes, de lo cual se desprende
digo yo, y con el intento de encontrar dejarse morir, sin más ni más, sin que
la técnica que nos llevará a enfocar al
respuestas a interrogantes, enigmas y nadie le mate, ni otras manos le acaben
enfermo como una persona.
misterios. Esta alivia el sufrimiento del sino las de la melancolía». Seguin no
hombre no solo físico, sino espiritual Desde el comienzo del Grupo del se dejó morir, perseveró en su empresa
y psíquico. Es importante comprender Obrero predominó una orientación psi- quijotesca, si bien ya no en las aulas de
la destructividad de uno, del otro y del codinámica en las conceptualizaciones pregrado, sino formando residentes en

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el Hospital Obrero. Este ánimo solida- Tuesta: «Recuerde usted que hubo un criolla: la simulación, la improvisación,
rio para con sus discípulos, que puede tiempo en el que trabajaban en nues- la ligereza, el apresuramiento, la inau-
sintetizarse en entrega constante a los tro Servicio muchos más médicos ad tenticidad, la frivolidad, la impresiona-
demás, hizo que Carlos Alberto Seguin honorem que los rentados; que venían bilidad, el arribismo, el afán de figura-
sea considerado un paradigma docente desde otros países a hacerlo y que no se ción, la retórica, la falta de método, la
de la Facultad de Medicina de San Fer- quejaban. Es que los movían intereses inconstancia y otros defectos similares,
nando (6). distintos: el deseo de aprender, la místi- defectos que se encuentran patentes
ca de la psiquiatría, el espíritu de grupo. en nuestra medicina peruana. Es en
Continuó con su producción biblio-
Todo eso ha desaparecido» (4,6). esta situación de crisis cuando debemos
gráfica, amplia y variada. Oscar Valdi-
acudir a la presencia siempre constan-
via Ponce (18) documentó el trabajo de Continúa el maestro Seguin con una
te (para los que saben buscarla) de los
Seguin para 1991 en 374 trabajos de serie de preguntas: «¿Recuerda usted maestros formadores de la medicina (21).
psiquiatría y sus disciplinas conexas, cuando cada reunión clínica era una
entre los que sobresalen, como temas oportunidad para cambiar ideas, para
centrales de su pensamiento, la ten- plantear puntos de vista propios, para A MANERA DE RECAPITULACIÓN
dencia psicosomática en la medicina, la mejorar el trabajo y beneficiarse con las
psicoterapia, la docencia médica y los opiniones y sugerencias de los demás? Destacamos la relación de Seguin con
grupos formativos. Debido a su exqui- ¿Recuerda usted cuando, todos los sá- la medicina psicosomática, pero exis-
sita sensibilidad, Seguin se vio conmo- bados, nos reuníamos para oír y discutir ten muchas otras facetas que quedan
vido por el arte y su actividad, desbor- presentaciones de literatos, artistas, sa- por explorar: a) Seguin periodista, en la
dando así los límites de la medicina (19), cerdotes, maestros, sexólogos, antropó- cual trataba una inmensa variedad de
por lo que no nos resultan sorprenden- logos, sociólogos, políticos? ¿Recuerda temas, fruto de su formación humanís-
tes los 68 artículos sobre sociología, an- usted cuando nosotros mismos leíamos tica (22); b) Seguin como «etnopsiquia-
tropología, arte, literatura y otros temas nuestros trabajos a los otros miembros tra», siendo el que más se adentró en la
diversos de la cultura que escribió. Ob- del grupo, entusiasta y fructíferamen- exploración de la singularidad cultural
tuvo el Premio a la mejor obra teatral te? ¿Recuerda cuando cada miembro de los habitantes del continente y en
del año en 1963 por su obra ‘Encrucija- del grupo debía exponer ante un públi- las raíces de la psiquiatría peruana (23).
da’, además de la Medalla de Oro de la co numeroso y cordial, un capítulo de
Municipalidad de Lima por su ensayo Ya lo dijo Berrios (2): «Los psiquiatras
psicología y psicopatología y tenía que
con inclinaciones filosóficas podrán no
«Lope de Aguirre, el rebelde» (7). esmerarse en estudiar y aprender? ¿Re-
solo aclarar su disciplina, sino también
cuerda cuando se discutían proyectos satisfacer las profundas (y completa-
de investigación y se estimulaba a cada mente respetables) ansias intelectuales
SEGUIN EN LA ACTUALIDAD uno para que los emprendiera?» (7, 8). y estéticas». Así vivió Seguin, satisfa-
El magisterio de Seguin fundamentaba No podemos evitar reflexionar con ciendo sus ansias intelectuales, estéti-
que el acto médico se basa en los sen- las preguntas del maestro, podemos cas, pero, sobre todo, sus ansias de ayu-
timientos mutuos entre el médico y el sentir además la tristeza de ver una dar a los demás.
paciente. ¿Cuáles son esos sentimien- obra caer poco a poco en el olvido.
tos? ¿Podría ser acaso el amor? Seguin ¿Qué pasó con la visión integrada hu-
reflexionó sobre este asunto y nos dio el manista por la que luchó tanto Seguin? REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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