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Avanzando en la
respuesta educativa para los sordos.
Universidad de Barcelona.
email: pfemandez@psi.ub.es.
Resumen
El objeto de esta comunicaci6n es aportar elementos para la reflexi6n sobre los ténninos
bilinguismo-biculturalismo contextualizândola en las experiencias que se estan desarrollando
en nuestro pais para ofrecer una respuesta educativa bilingüe a los alurnnos sordos en las
Ultimas décadas. prop6sito que nos mueve a abordar estas cuestiones es que pueda servir,
en alguna medida, para la discusi6n entre profesionales y la reflexi6n entre los miembros de la
comunidad educativa para intentar ofertar de manera consensuada respuestas educativas
diferenciadas, acordes y adaptadas a las necesidades de los alurnnos sordos, necesidades que
son diferentes a las de los no sordos en la modalidad de recepd6n de la infonnaci6n y, en
consecuencia, diferentes también en la conceptualizaci6n deI mundo. En educaci6n es bien
conocido que el conocimiento deI mundo tiene su reflejo en los aprendizajes escolares.
Recogemos los aspectos 0 variables que atman estas experiendas y, a la vez, reconocemos los
rasgos propios y especificos de cada instituci6n. Aludimos a algunos de los riesgos que
pueden contraer estos proyectos si los procesos evaluadores parten de marcos conceptuales
desconocedores de los modelos.
La educaci6n bilingüe para sordos, aunque de muy reciente surgimiento, ya es duefia de una
historia, de un recorrido. La producci6n de libros, la publicaci6n de revistas especializadas, la
*La autora es Directora deI Postgrado: "Especializaci6n en Comunidad Sorda"que se imparte en la Universidad
de Barcelona.
La autora agradece el apoyo prestado por el Departament d'Universitats, Recerca i Societat de la Informaci6 de
la Direcci6 General de Recerca de la Generalitat de Catalunya. Proyecto 2001 PlRA 003 13.
En este documento la autora utiliza el término sordo cuando se refiere a falta de audici6n y Sordo cuando hace
referencia a un miembro de la Comunidad Sorda.
organizaci6n frecuente de congresos y seminarios, denotan en conjunto la importancia de una
propuesta educativa que, indudablemente, se puede considerar innovadora.
En cierto modo estamos asistiendo a una revoluci6n. TaI vez una revoluci6n mesurada,
caracterizada tanto por la altemancia de optimismo y pesimismo con el que se construye a
diario la practica deI bilingüismo, coma por el po der que, se intuye, nace de sus posibles
implicancias sociales, lingüisticas, culturales y educativas.
Frente a las dificultades y a las inseguridades, ante el enorme caudal de debates que giran en
tomo al bilingüismo para sordos, me propongo centrar este documento en algunos aspectos y
variables relevantes en la educaci6n bilingüe de los sordos y plantear algunos puntos para
seguir avanzando en este camino. Mi intenci6n es orientar la mirada hacia un conjunto de
variables que estan posibilitando y, al mismo tiempo, tal vez condicionando, la concreci6n de
los proyectos de educaci6n bilingüe en las escuelas con alumnos sordos.
Algunos autores al hablar de educaci6n bilingüe para los sordos aluden a la situaci6n
lingüistica particular del aula, 0 a los mecanismos especificos de ensenanza de segundas
lenguas, 0 a experiencias didacticas puntuales, pero resulta ciertamente complejo. describir
todos y cada uno de los elementos que intervienen en una propuesta de educaci6n bilingüe. El
reto es innovador y, coma consecuencia, complejo.
Por ello tal vez coma introducci6n convenga centramos en tomo a tres aspectos, que pueden
ayudamos a reflexionar en nuestra andadura educativa, en tomo a los distintos tipos de
respuestas educativas que ofertamos y a sus consecuencias.
En primer lugar: Gqué es la educacion bilingüe para los sardos? De todas las preguntas
posibles quizas sea ésta una de las mas urgentes y, al mismo tiempo, mas dificiles de
responder. De acuerdo con afirmaciones anteriores (p.e.Femandez
Viader,1994c,1996a;Skliar,1996) interesa destacar que la educaci6n bilingüe es un punto de
partida y, tal vez, también un punta de llegada, que busca -a veces desesperadamente- una
organizaci6n y una arquitectura educativas a su servicio.
Por esas razones es conveniente planteamos que la educaci6n deI sordo debe:
Si cumple estos previos podemos hablar de educaci6n bilingüe. Parece claro que no se tratara
de la misma educaci6n bilingüe si aludimos al bilingüismo natural, inevitable de los sordos,
que si hablamos deI bilingüismo decretado por las leyes 1, 0 que si nos referimos a la
educaci6n bilingüe creada y desarrollada dentro de las escuelas para sordos pero sin los
Sordos ... A nosotros la que nos va a interesar es aquella que se desarrolla junto a los Sordos.
Desde hace ya mas de una década y en la actualidad, un buen nu.mero de asociaciones de
Sordos, de profesores oyentes y de grupos de padres se adhieren a la idea de educaci6n
bilingüe, se sienten seducidos y manifiestan la intenci6n de ser, efectivamente, bilingües; pero
también es cierto que entre los grupos y las escuelas existen diferencias notorias - a veces
incluso eXtremas- sobre qué significa en concreto la propuesta de bilingüismo y de educaci6n
bilingüe y c6mo eso puede generar disonancias en la planificaci6n educativa.
En segundo lugar: es importante tomar en consideracion que no existe un unico modelo para
la educacion bilingüe. No existe una (mica propuesta educativa ya madura, acabada, completa,
a ser transplantada sin mas en todas las escuelas de sordos deI mundo. No existe un modelo
bilingüe universal, porque en educaci6n hablamos de diversidad y no de unicidad, pues si
existiese estariamos de frente a un modelo que transgrederia los propios fines de la educaci6n.
Lo que si existen son diferentes escuelas y diferentes proyectos bilingües educativos y
curriculares, distintos procesos y mecanismos de bilingüismo, cuyas rai ces dependen y se
relacionan con factores hist6ricos, sociales, lingüisticos, politicos, organizativos y de
disponibilidad de recursos, diferentes en cada instituci6n. La complejidad de esos factores
produce, necesariamente, distintos modelos educativos, con sus diferentes propuestas y
objetivos tanto a nivel organizativo como lingüistico, como didactico, curricular, etc.
lWalIin (1990), refiriéndose al decreto sobre bilingüismo dictado por el parlamento sueco en 1981,
afirma que: "No hay nada de novedoso en este bilingüismo de los sordos (.). La ley apenas si
legitima nuestra situaci6n lingiiistica: la comunidad de sordos es bilingüe".
En consecuencia, es importante considerar de antemano esta realidad. Que el bilingüismo no
se desarrolla 0 instaura de manera cl6nica 0 estandarizada. L6gicamente esto asumir retos
innovadores teniendo en cuenta, los que necesita cada tipo de alumnado y en cada momento
concreto de su escolaridad.
Lo que si debe ser preocupante para muchos es que exista un tiempo demasiado largo de
transici6n en las escuelas, y un tiempo demasiado largo en conseguir los recursOs que la
escuela considera necesarios 0 inc1uso imprescindibles cuando el modelo esta bien definido y
ya esta en desarrollo. Porque no podemos hablar de una transformaci6n educativa a medias
tintas.
El objetivo principal de la educaci6n para la mayoria de los paises occidentales y, entre ellos
Espafia, es la formaci6n de la propia identidad y el conocimiento y valoraci6n ética de la
realidad. Para ello la educaci6n debe estar basada, entre otras cosas, en la transmisi6n y
ejercitaci6n de valores, avanzar contra la discriminaci6n y la desigualdad.
Las personas Sordas son bilingües y biculturales por naturaleza social, es decir que aunque el
origen de su bilingüismo y biculturalidad tiene rakes bio16gicas (la via auditiva no funciona)
es de orden social en cuanto determina un modo peculiar de establecer los vinculos entre las
personas. El colectivo de las personas Sordas s610 puede alcanzar aquellos objetivos
educativos que mencioné en el parrafo anterior a través de una educaci6n bilingüe-bicultural
(Bergmann, 1994).
Ya en 1978 Carol Erting describi6 a la Comunidad Sorda coma un grupo étnico basândose en
su peculiaridad cultural, esto es: la posesi6n de una lengua propia (la lengua de signos),
costumbres que los identifican y una caracteristica fisica particular (no oyen). Esta lengua de
signos definida segUn la capacidad de acceso es la lengua materna de todos los ninos
Sordos. Decimos "todos los ninos Sordos" porque a pesar de que el 95 % de ellos tiene padres
Oyentes, su lengua materna es la lengua de signos debido a que es la unica lengua que pueden
adquirir en forma natural y completa. Es decir que estân biol6gicamente preparados para
apropiarse de la lengua de signos en las mismas condiciones que un nino Oyente aprende la
lengua oral de sus padres (Yarza- Fernândez Viader, 2002).
En el casa de los ninos Sordos hijos de padres Sordos la respuesta educativa adecuada a las
necesidades lingüistico-culturales de la Comunidad Sorda viene dada por la continuidad de
una educaci6n formaI en lengua de signos y la inclusi6n y ensenanza de la lengua mayoritaria
en el âmbito escolar. La situaci6n es mucho mas compleja para los hijos Sordos de padres
Oyentes, ya que sus progenitores no dominan la lengua de signos ni viven la cultura Sorda por
10 tanto es necesaria la implementaci6n de Ulla red de atenci6n a estas familias. Esta red debe
estar constituida por: las asociaciones de Sordos, la escuela, la Universidad y demâs
instituciones implicadas en el tema. Su objetivo debe ser el apoyo a los padres Oyentes a
través de un acercamiento y conocimiento de la ComUllidad Sorda, su cultura, su lengua y la
concienciaci6n sobre la importancia deI desarrollo de Ulla identidad bicultural y bilingüe
coma pilar fundamental para la integraci6n entre Sordos y Oyentes.
Parece una obviedad afirmar que, para los sordos, el acceso a la educaci6n y a la cultura se
consigue cuando la respuesta educativa que se les ofrece se adapta a sus necesidades y que la
planificaci6n de la respuesta educativa adaptada debe sustentarse en el reconocimiento y el
respeto a sus diferencias especificas. Para los j6venes estudiantes sordos la diferencia es
unicamente el canal por el cual pueden acceder a la informaci6n y, en consecuencia, al
curriculum escolar.
Algunos proyectos educativos que pretendieron ser "inclusivos" para los sordos obviaron esa
diferencia. En lugar de concebir la sordera desde una visi6n educativa y sociocultural,
comprensiva y respetuosa con la diversidad, partieron de una perspectiva cIfnica y limitadora
de estos alumnos, olvidando un aspecto fundamental para el desarrollo de cualquier ser
humano: la importancia deI acceso a la comunicaci6n y al significado compartido, por unas
vias de acceso diferentes en estos ciudadanos (Femândez-Viader,1992a; 1993a; 1994b). Es
sabido que, para los sordos, la via de acceso a la informaci6n mas completa es la via
visuaLl,C6mo fue posible olvidar esta evidencia?
Asimismo, con mas frecuencia de 10 deseable, se 0lvid6 el valor de las practicas sociales con
iguales, nos referimos al interés de los intercambios comunicativos con otros compafieros,
sordos y al contacto con modelos de referencia Sordos adultos (F emandez-Viader, 1994c;
1996a).
Parece evidente que, cuando la respuesta educativa obvia aspectos diferenciales de los
alurnnos muy dificilmente podemos hablar de respuesta adaptada y optimizadora para el
desarrollo. Esto tiene consecuencias en el logro de los" fines ultimos de la educaci6n: la
completa integraci6n y participaci6n activa y comprometida de los ciudadanos en la sociedad.
l,D6nde participan aquellos j6venes 0 adultos sordos que concluyeron sus estudios
obligatorios? l.En qué âmbitos de la sociedad conquistaron su espacio de participaci6n? l.De
qué herramientas les dot6 la escuela para dicha conquista? (,Qué parte de responsabilidad
acerca de los resultados obtenidos deben ser atribuidos a la sordera como tal? z,Qué parte de
responsabilidad debemos atribuir a las practicas educativas y a la formaci6n universitaria de
los profesionales?
Parece necesario reconocer que, con mas frecuencia de 10 que hubiera sido deseable, los
planteamientos inclusivos para los sordos fueron err6neamente interpretados 0 desarrollados.
Dicho error lesion6 los objetivos especificos de la integraci6n, sino que, desde nuestro punto
de vista, contribuy6 a la creaci6n de situaciones que, en cierto modo, podrian ser etiquetadas
de violencia estructural en algunas aulas, en algunos centros escolares e incluso en algtin
hogar, y que, en proporci6n mas alta de 10 deseable, provocaron resultados opuestos a los
pretendidos.
. Después de un periodo en que la visi6n "oyentizadora" de los sordos fue dominante, hemos
comenzado a recoger las consecuencias de aquel modelo.Son escasisimos los estudiantes
sordos que han superado con éxito sus estudios secundarios y que han logrado acceder a la
Universidad (MEC,1996; Femândez-Viader,1997c,1999a). El problema no ha sido resuelto
para la mayoria de estas personas. Siguen engrosando las boIsas de 10 que se ha denominado
comlinmente fracaso escolar, mas para aquéllos cuyas familias poseen un nivel
socioecon6mico bajo 0 habitan alejados de las grandes poblaciones. Y es de todos conocido
que el acierto de un modelo educativo se produce cuando ofrece una respuesta valida para la
mayoria de alumnos.
Las nuevas propuestas educativas. Desarrollo de proyectos Bi-Bi (Bilingües-Biculturales)
En esta ultima década diferentes escuelas de sordos de nuestro pais han comenzando a revisar
sus proyectos educativos y curriculares, coma respuesta a las propias inquietudes de los
profesionales de las escuelas y a las demandas de diversos estamentos (familias con hijos
sordos, profesionales de la educaci6n, especialistas en audici6n y lenguaje y asociaciones de
Personas Sordas) que reivindican con fuerza cambios profundos en la educaci6n de los
sordos.
Esta VISIOn antropo16gica y sociocultural de los sordos esta generado nuevos proyectos
educativos para los sordos en nuestro pais redundando en cambios importantes en los modelos
de organizaci6n de la respuesta educativa a estos alumnos. Hace seis atlos se iniciaron en la
Comunidad de Madrid y en Catalufia varias experiencias piloto y, en la actualidad este tipo de
experiencias esta extendiéndose por toda nuestra geografia.
Destacamos dos factores que, entre otros, han propiciado el desarrollo de proyectos bilingües
y biculturales para los sordos en Espafia: el cuestionamiento de los resultados obtenidos en la
educaci6n de estos alumnos en el pais, y la difusi6n de resultados favorables de experiencias
educativas bilingües pioneras en los paises mas avanzados de Europa. Algunos de estos
proyectos han surgido de la reflexi6n interna de los equipos de profesores y Consejos
Escolares de antiguas escuelas de sordos de tradici6n clinica u oralista; otros se han gestado
en escuelas ordinarias, transformadas en escuelas de integraci6n preferente para alumnos
sordos.
Ademas, no es igual hablar de proyectos bilingües en Catalunya que en el resto deI terriotrio
nacional. Como es conocido, por la historia de la educaci6n de los sordos en nuestro pais, en
la Comunidad Sorda espafiola existen dos lenguas de Signos: la LSC (Lengua de Signos
Catalana, circunscrita a ese âmbito territorial) y LSE (Lengua de Signos Espafiola, usada en el
resto de nuestra geografia, con diferentes variantes) (Fernandez-Viader et al 2000; Congreso
Nacional de Zaragoza, CNSE, 2002).
Por todo 10 anterior intentaremos plantear las condiciones fundamentales que intentan cumplir
los actuales proyectos educativos que se definen coma bilingües-biculturales para los alurnnos
sordos (Fernândez Viader, 1994a; 1999a) que pretendemos sintetizar a continuaci6n:
Dificultades a superar
Pero la consecuci6n de nuevos cambios en educaci6n nunc a resulta c6moda 0 sencilla, no
s610 por el peso de las inercias y de las concepciones invalidantes sobre la discapacidad, sino
también por posibles resistencias a la cesi6n de 10 que podrfamos denominar "parce las de
poder", existentes en todos los âmbitos de la sociedad. No debe extranamos encontrar
incomprensiones y obstaculos a nuevos planteamientos en educaci6n ya que éstos implican
comprensi6n y sensibilidad hacia la diversidad.
Resulta clara que la utilizacion de la lengua de signos y la presencia de los adultos Sordos
en la escuela es una condicion necesaria pero no suficiente para la educacion bilingüe
bicultural, coma la que se aspira a implementar. Es importante pensar en una definici6n
ideol6gica de la educaci6n para los Sordos y no s610 en una simple organizaci6n 0
reorganizaci6n de la arquitectura educativa.
Pero el acto de evaluar parece ser un hecho tan natural, tan espontaneamente arraigado dentro
la educaci6n, que frecuentemente se vuelve acritico y no se suele advertir la patologia y los
des6rdenes que afectan a ese proceso. Asi Santos (1988) pone el énfasis en el hecho que: "(..)
El poder que dimana dei proceso evaluador es tan grande que permite atribuir causaUdades
arbitrariamente, catalogar éticamente, justificar decisiones y clasificar reaUdades".
Una descripci6n s610 superficial de las caracteristicas que definen al proceso de evaluaci6n
educativa permitirfa afirmar que si se trata de un sistema que s610 evalua al alumno, los
resultados directos, los efectos observables, la vertiente negativa dei conocimiento,
cuantitativa y descontextualizadamente, sin teoria, con herramientas inadecuadas, sin ética,
s610 para controlar, s610 para conservar, etc. Estariamos de acuerdo con Cole (1981) cuando
plantea que la evaluaci6n tiende a omitir criterios cientificos y a asumir coma validos un
conjunto de creencias y mitos: la creencia que ciertos modos particulares de pruebas
constituyen diagn6sticos de fen6menos cognoscitivos 0 lingüisticos especificos; que esos
fen6menos son entidades que una persona posee 0 no -como si fueran propiedades inherentes
al sujeto e independientes deI contexto-; que un incorrecto desempeno en una prueba
especifica es un reflejo inequivoco de una deficiencia, etc.
l,Actualmente, las escuelas de sordos tienen estas dificultades en sus procesos de evaluaci6n?
l,Se plantearân los evaluadores aproximarse a la sordera desde una concepci6n socio
antropol6gica? l,Podemos evaluar un proceso sin tener en cuenta previamente las preguntas
que anteriormente nos haciamos y que sustentan los cimientos deI curriculum escolar: l, Qué,
c6mo, cuândo, ... y qué/quién/quienes van a sumir esa delicada responsabilidad ? l.Puede
transformarse la evaluaci6n en un trâmite simplemente -y peligrosamente- administrativo?
En esta cuesti6n nos podemos encontrar frente a una problemâtica que trasciende el contenido
educativo para alcanzar el socioantropol6gico. Podemos hablar de implicaciones que entran de
lleno en el campo de la antropologia educativa: alurnno sordo y observador/evaluador oyente
no conforman, en la mayoria de los casos, elementos equilibrados 0 coherentes de un sistema
evaluador, y toda presunci6n de obtener resultados 0 perfiles esta viciada de antemano por la
no pertenencia de los miembros a una misma comunidad y cultura.
A este respecto Cole (1981) afirma: liNo hay una pauta directa para evaluar la equivalencia
de tratamiento para dos grupos de comparacion. Tomar la equivalencia de desempeiio coma
pauta para demostrar la equivalencia de tratamiento solo probaria que es imposible
encontrar legitimas diferencias entre grupos. Este dilema refleja la debilidad fundamental de
los diseiios experimentales en los que se comparan diferentes grupos en funcion dei
desempeiio de una unica prueba cognitiva".
En una investigaci6n desarrollada por Skliar (1988, 1992) sobre la influencia de los ambientes
comunicativos en el desarrollo cognitivo de los ninos sordos, se detect6 que una simple
modificaci6n en el contexto de evaluaci6n podia arrojar patrones de competencia y
habilidades comunicativas, lingüisticas y cognitivas totalmente diferentes. Las diferencias
cualitativas resultantes de la comparaci6n entre dos contextos -(A) evaluador oyente-niiio
sordo y (B) evaluador sordo-niiio sordo dentro de un grupo de iguales- indicaban
mecanismos de actividades y habilidades totalmente opuestas: mientras que ante un evaluador
oyente el nmo aislado inhibia su potencial cognoscitivo, el mismo nifio en un grupo de iguales
y con un observador sordo 10 aumentaba significamente. En situaci6n familiar , hemos
comprobado tales influencias al comparar las estrategias usadas por los padres oyentes con
las usadas por padres Sordos (Femândez-Viader, 1993a; 1996b). Resultados similares
observamos en la situaci6n de aula cuando analizamos las estrategias educativas usadas por
una maestra Oyente y las utilizadas por la maestra Sorda al ensefiar a escribir a sus alumnos
sordos, en ambas investigaciones se evidencian unas diferencias que podemos catalogar coma
culturales ya que son consecuencia de la propia representaci6n y comprensi6n que tienen los
adultos que interaqccionan con los nifios sordos sobre la sordera , asi coma de su propia
percepci6n de la informaci6n deI mundo (Femandez-Viader; Pertusa y Vinardell, 1999;
Femandez-Viader en prensa).
Bastarian algunos de estos datos para comprometer 0 poner en tela de juicio décadas de
atribuciones erradas a los problemas escolares de los sordos, de orientaciones fallidas, de
mecanismos incorrectos para la composici6n de grupos, de bases incorrectas para la
planificaci6n pedag6gica, para los problemas de aprendizaje, para la mejoria de la estructura
dei aula, para la distribuci6n de maestros en los salones, etc.También para cuestionar algunos
estudios que estan pretendiendo evaluar los modelos bilingües desde fuera deI modelo, sin
realizar una aproximaci6n en profundidad al mismo y sin participaci6n de profesionales bi-bi,
particularmente modelos de la Comunidad Sorda.
Puede existir un abismo entre los mecanismos de cambio educativo producidos en las escuelas
bilingües y los instrumentos de evaluaci6n que se utilicen para analizarlos y evaluarlos.Las
experiencias educativas innovadoras, que tuvieron que desterrar tradiciones metodol6gicas
seculares, también debieron sepultar sin ceremonial alguno los mecanismos antiguos de
evaluaci6n. No es posible sostener una estructura en la cual se intenta cambiar educativamente
todo mientras se usan criterios de evaluaci6n para conservar todo tal coma era en el pasado. Y
es que la riqueza de un cambio no puede ser tributaria de la pobreza de unos pocos y magros
resultados accesorios.
Debemos ser conscientes de esas y otras dificultades que hay que ir superando. Son retos para
avanzar en eI camino. Ello justifica que desde aqui hagamos una Hamada al compromiso de
todos los integrantes de la comunidad educativa para seguir avanzando en un proceso que no
se ha conc1uido, me refiero a la implementaci6n en las escuelas de sordos de todos aquellos
cambios que la comunidad educativa valore coma optimizadores para su educaciôn y para que
estos j6venes Sordos logren 10 que es un derecho constitucional: el respeto a la diferencia y eI
acceso a la igualdad de oportunidades.
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