Vous êtes sur la page 1sur 7

Historia de la terapéutica infusoria

en Veterinaria

Hacia el inicio de la segunda mitad Este hecho, tan simple como tras-
del siglo XVII, cuando el espíritu re- cendental, conmocionó el mundillo
visionista de la Ilustración y el Racio- académico de la «Royal Society of
nalisme estaban germinando, la ma- London», a la que Wren pertenecía,
yor parte de las Universidades, ence- siendo secundado por Boyle, Mayow
rradas en un inmovilismo a ultranza, y otros, quienes comenzaron a estu-
se mostraban abiertamente hostiles diar rapidamente sus aplicaciones mé-
para con los nuevos descubrimientos dicas.
químjco-médico-biológicos. Los aficio- Richard Lower fue no obstante a
nades a la ciencia, quienes tomaban la quien le cupo el mérito de ser el pri-
investigación por un verdadero juego, mero en realizar transfusiones sanguí-
se agrupaban en Academias o Asam- neas, operación que realizó pública-
bleas, en las que, ademas de mos- mente en el año 1665 (fig. 1); para di-
trar sus descubrimientos, se discutían cha transfusión, utilizó a dos perros
abiertamente toda clase de inventos a los que conectó mediante un tubo
o novedades científicas. Fruto de las de plata la arteria carótida de uno
charlas de estas agrupaciones de gen- con la vena yugular del otro, demos-
te inquieta fueron los principales des- trando claramente que el animal re-
cubrimiento·s en el terreno de las ceptor vivía perfectamente. Los pri-
Ciencias Naturales. meres ensayos realizados por el pro-
Según la Teoría circulatoria de Har- pio Lower y otros se refirieron única
vey, Christopher Wren intuyó que la y exclusivamente a trasvases entre
corriente sanguínea podía ser utiliza- ovejas entre sí, ovejas y bueyes, ove-
da para transportar los medicamentos jas y perros, etc. Se había dado un
líquidos a las distintas partes del paso importantísimo en el avance de
cuerpo, por lo que de acuerdo con la biología experimental, en la que
esta idea construyó la primera jerin- los animales domésticos actuaron co-
ga que existió: consistía simplemente mo verdaderes protagonistas.
en una aguja de concha unida a una Las «lnfusiones de sangre» desbor-
vejiga urinaria de perro, artefacte daren la atención, pues se vio podían
ciertamente ingenioso que utilizó pa- ser la solución de muchísimos pro-
ra «inyectar» a diversos seres vivien- blemas y no sólo eso, sino que podían
tes, con lo que los animales fueron asegurar la longevidad o, si cabe, in-
«inmediatamente purgados, vomita- cluso la inmortalidad. Sentada esta
dos, intoxicados, muertos o revivifi- base tan tentadora, no podía pasar
dados, según las cualidades del licor mucho tiempo sin que se intentase
inyectado». hacer lo propio en· el hombre, así que
46 Terapéutica & Veterinaria Biohorm

en este aspecto los acontecimientos tería» del Maestro Domingo Royo, edi-
transcurrieron vertiginosamente, pues tada en 17 34, el cu al refiriéndose a la
desde la primera transfusión en pe- albeytería infusoria, no sólo explicó
rros (febrero del año 1665) hasta la las teorías del por qué de la infusión
aplicación del método en seres hu- y su bondad terapéutica, sino que na-
manos transcurrieron sólo 28 meses rra algo de su historia y hechos mas
(15 de junio de 1667), fecha ésta en sobresalientes, taLJ.to en el aspecto de
la que Jean Denis, médico francés, in- transfusión sanguínea pura, como por
trodujo con pleno éxito ocho onzas de mera inyección endovenosa, pues son
sangre de cordero en el cuerpo ex- brevajes y trasvases que «ya en el
ahusto de un joven paciente, que ha- sigla pasado salieron a la luz, con los
bía sido sangrado a fondo por sus cuales se puede pasar la salud de un
médicos de cabecera. Un mes mas tar- sano a un enfermO > >.
de el propio Denis intentó algo pare- Referente a la inyección de sangre
cido en un hombre sano, cochero de fresca, en tiempos de Royo se cono-
oficio, quien a cambio de unas mane- cía perfectamente la técnica, aunque
das permitió que se le extrajeran 10 era muy poco practièada - él mismo
onzas de sangre del brazo, mientras confesó no haberla realizado nunca-;
recibía simultaneamente por el otro aunque refiriéndose a la definición de
veinte de sangre de cordero; el indi- las inyecciones intravenosas dijo:
viduo al finalizar el trasiego manifes- «Consisten estas que cuando por la
tó se sentía muy reconfortada (fig. 2). abertura de una vena, que se hard con
En este mismo año hay una nueva el fleme, como en la sangría se execu-
transfusión el 23 de noviembre, reali- ta, y por dicha cisura, se introduce a
zada por Samuel Pepys en la persona la vena arriba el licor, sea alterante
de un cle'r igo llamado Arthur Coga, o purgante, con una geringuilla que
el cual recibió nada menos que doce tenga el cañoncito delgada, que pueda
onzas de sangre de cordero (fig. 3), entrar en la vena, va con la misma ve-
que toleró perfectamente, a pesar de na caba, al corazón y a las arterias,
que sintió ciertos dolares de cabeza. y de estas a las demds partes del cuer-
No tardaran en surgir problemas, po, produciendo los efectos mds pron-
muertes bruscas, problemas legales, lamente que si se diese por boca».
etcétera, lo cual nos confirma el di- Royo, percatado de la importancia
cho de que la ignorancia es muy atre- de este nueva terapéutica -muy dis-
vida, pero dejemos a un lado esta con- cutida en su tiempo-, le dedica un
sideración porque nos apartaría de capítula entera (el n .0 XXXI: De la
lo que pretendíamos realmente co- Albeytería infusoria) abriendo un cau-
mentar ... ce científica a los estudiosos. Si pue-
Como en un principio las transfu- de servir como dato de interés, el
siones se realizaron en animales di- único grabado con que cuenta esta
versos, los albeytares adoptaran pron- obra gigante de la Veterinaria Espa- "
to el sistema para sí mismos, inter- ñola es el dedicada precisamente a
vencwn que viene clarísimamente la transfusión sanguínea de la cabra
descrita en el libro «Llave de Albey- al caballo (fig. 4); y esto tiene su mé-
Veterinaria & Historia 47

FIG. 2

rito, pues Royo estimula con ello a animales «podían emplearse con mds
los Albeytares a aprender, estudiar y liberalidad».
decidirse por la transfusión para pres-
tigio profesional y bien común de la *
clase, pues en el tiempo en que fue
escrit o el libro ( 1734 ), est e remedio ¿Por qué una terapéutica por vía en-
heroica no gozaba de mucha popula- dovenosa?
ridad ante los reiterados fracasos ocu-
rridos en las transfusiones practica- Indudablemente, si a principios del
das entre seres humanos entre sí, o siglo xvrrr comienza a inquietar el
entre éstos y animales, por lo que tema de las inyecciones intravenosas,
los médicos le tenían verdadera pa- es porque coincidían muchas razones.
nico: < <Por el riesgo grave que de aí En primer lugar las distintas Acade-
se podía seguÍ1', se privó: Porque en mias habían corroborada las expe-
el hombre ay riesgo de acelerarle la riencias de Wren, y se fabricaran las
vida, y de conservarla un instante pue- primeras jeringuillas; en segundo Iu-
de merecer muchos grados de gracia gar porque se habían realizado prue-
que vale mds que toda el mundo»; no bas fehacientes de su utilidad, y en
'en cambio así los Albeytares pues los tercer y último lugar, porque el Al-
Veterinaria & Historia 49

beytar reclamaba un método para mo pudo serio la Inmunotera pia en


que los medicamen tos pudiesen lle- el XIX y la Radioterapi a en el actual.
gar nípidament e a su objetivo. Como Royo narra varios casos sucedidos
se sabe, todos los farmacos debían al albeytar Salomón hacia el año 1718
administrar se indefectible mente por al intentar hacer pruebas de Clisma-
vía oral, por lo que actuaban con de- tica en équidos. Para ella escogía aní-
masiada lentitud, pues por ejemplo males de es caso o nulo valor, o afec-
los tónicos cardíacos «han de entrar ta dos por enfermedad es incurables,
por boca al estómago, en donde se razón por la cual terminaba «sin sacar
han de disolver en fuer za del acido nada en limpio », pues reconocía que
estomacal.. . para que se intrometan para probar los medicamen tos admi-
por los intestinos y de estos a las vías nistrados en vena, eran mejores los
lacteas, de estas al ducto chilífero, de animales sanos o por lo menos no
este a las venas subclavias, de estas a agotados. Su afan de ensayar le llevó
la vena cava y de esta al corazón, pa- junta a una yegua abandonada por
ra que en sus ventrículos, juntamen- fractura de una pata «en la qual me
te con la sangre a esta la purifique y pareció probar el experimento de in-
de esta se regeneren espíritus», sis- fundir medicamen to purgante por la
tema inalterable que no complacía al vena de la bragada o crural, en la que
clínica exigente, pues comprendía per- le infundí como dos onzas de una tin-
fectamente que los «restaurativ os de tura de escamonea, eleboro negra y
los espíritus» mal podían llegar al co- sen, la que con grandísima facilidad
razón por boca porque no les podía se introduxo, y apenas estuvo en la
socorrer en mas de una ocasión «un vena el licor, como cosa de un Ave
estómago que esta falto de calor na- María empezó la yegua con una agita-
tural, como en tantos casos suele es- ción en la respiración tan grande, que
tar», y si eL animal esta sin fuerzas, parecía se maría, que le duró como
con fiebre, casi sin pulsos: «¿a qué un cuarto de hora, y un sudor arto co-
género de cordial tiene que recurrir si piosa, que se fue minorando al passo
han de pasar por tanta rodeo?». que el licor fue passando por el co-
Si alga admiramos precisamen te en razón». Palabras como éstas son tes-
la obra de Royo es su interés por ra- timonios que nos ayudan a compren-
zonar cuanto expone y la totalidad de der y percatarnos de que la veterina-
los hechos. Le gusta ampliarse en de- ria actual es una ciencia de raigambre
talles, consideraci ones y ejemplos, si profunda y entrañable a pesar de sus
es que ella puede ayudar a un razo- adelantos, tecnicismos o nuevas orien-
namiento y comprensió n, por este mo- taciones.
tivo hemos aprendido por él cuan va-
liasos son los legados históricos de ¿Por qué las transfusiones sanguí·
aquellos profesionale s, que con esca- neas?
sísimos medios ensayaron y experi-
mentaran por verdadera vocación. La El problema de la convenienci a de
Infusoria o Clismatica, fue sin duda las transfusion es sanguíneas como ele-
/
tan sorprenden te en el sigla XVIII, co- mento terapéutico , surgió como he-

I
Terapéutica & Veterinaria Biohorm
50

FIG. 3

mos dicho en el año 1667, no obstau- misma forma que al destilar el vina-
te nunca faltaran obst<í.culos que re- gre mezclado con vino para sacar
legasen su usa: su complejidad, la no aguardiente, o como los arboles al
disponibilidad de material adecuado y ser ingertados, por lo que con el mis-
las dificultades de o rd en practico, ma racionamiento se podía formular
siempre se antepusieron a los razona- la cuestión: ¿Pues porqué el Albeytar
mientos favorables y alabanzas del no podrd. azer otro semejante enge1'to
método por parte de los físicos «pues en el Arbol Animal, siendo este mu-
la sangre introducida -decían- ha cho mas noble que aquel?
de favorecer luego a los espíritus por Como es característicos de los fi-
no aver de pasar por las elaboracio- bros de ciencias médicas de todo el
nes y funciones comunes, que passan siglo xvnr, el libro <<Llave de Albey-
los medicamentos», actuando de la . tería» de Royo nos sorprende con di-
Veterinaria & Historia
51

ficilísimas y sabrosísirnas elucubra- Albeytar en la esperanza de que el do-


ciones basadas en el concepte galénico liente restaure la salud perdida, por
de las enfermedades, yuxtapuestas en cuanto al passo que se va introducien-
mas de una ocasión con atinadísimos do la sangre, las fuerzas que son el
conceptos practicos que apenas han norte de la vida, se van recuperando»,
cambiado de significada; por ejem- argumento este último realmente su-
plo, desconociéndose el verdadera pa- gestivo para cualquier profesional
pel de la h emoglobina, la filosofía mé- pundonoroso. Sin ninguna duda, el
dica lo intuía con toda claridad: «por Arte Cismatica mas que una ayuda
estar la sangre compuesta de sal dlca- era un reto al progreso de la Albey-
li voldtil (C0 2) y partes sulfúreas (0 2 ), tería.
que por media de las cuales ha de
mover la naturaleza de las partes cu- Modus operandi. - Los trasvases
tdneas el nutrimento degenerada», ra- tuvieron una gran çlificultad operati-
zonamiento para el que encajaba per- va, pues al margen de la nula cola-
fectamente la doctrina de la transfu- boración por parte de los animales
sión «que usdndola en las en,fermeda- dadores o receptores, había que em-
des malignas, y pestilentes, pone al plear un instrumental verdaderamen-

FIG . 4
Terap éutica & Veter inaria Bioho rm
52

salir la sangr e la basta nte, que corre s-


te difíci l de obten er. La no exist encia
pand a a la que se ha introducidO>>.
de tubos flexibles ni aguja s hacía de
la trans fusió n algo verda deram ente <<Esta a los que no tiene n noti-
épico . cia de la circu lació n, les parec erd
En un princ ipio se empl earon las impo sible , y a los que tenga n la
canu las de plata , mas adela nte se in- notic ia, les parac erd muy fdcil co-
tenta ran los tubos de latón articu la- mo lo es.>>
dos, los tubos rígid os meta licos , tu-
bas rígid os de made ra, etc., con un Desc onoc iendo la verda dera perso -
sinfín de varia ntes que nunc a comp la- nalid ad de Dom ingo Royo, aprec iamo s
ciero n a nadie . a travé s de él una albey tería entus ias-
La prim era dificu ltad que tenía n ta y renov adora dentr o de un espí-
los que inten taban la «Cism atica » era ritu verda deram ente unive rsalis ta,
la friald ad del instr umen tal facili tan- pues aunq ue fervi ente admi rador de
do la coagu lació n de la sangr e, por lo los autor es clasic os <<no inten to con
tanta , antes de cone ctar el tubo a la ello - decía- el meno r desdo ro a nin-
vena del dado r tenía n que temp lar guna de ellos pues a todos sin exep-
las <<fístu las». Caso de empl ear tubos tuar ningu na, los vener o por doctí si-
rígid os, era preci so tener vario s a ma- mos>> sólo que no pudie ron llega r a
no y de distin ta tama ño, para escog er saber de estos nuev os inven tos <<de
el nuís adecu ado a la dista ncia a que lo que doy infin itas graci as a Dios por
había de trans ferir la sangr e, reco- · tener noticiaS>>, descu brim iento s que
mend ando se que ésta fuese mínim a. el propi o Royo cons idera ba como un
Cuan do los tubos estab an bien tem- paso mas en la inves tigac ión del sa-
plado s, se abría una vena con el fie- ber huma na, pues este Albe ytar ara-
me y se intro ducía <<la boqu illa estre- gonés seguí a con el mayo r inter és es-
cha den tro de la vena» , ac to segui do tas innov acion es que <<el tiemp o iba
se dejab a salir sangr e a lo largo del descu brien do, como esper o, que a los
tubo, y se cone ctaba con otra vena venid eros descu brird otras , las cuale s
del anim al recep tor <<dexando pasar noso tros ignoramoS>> . Un gran Maes-
la sangr e, poca mas, o meno s de me- tro y una gran lecció n.
dia quar to de hora», al mism o tiemp o F. Lleon art Roca
que se abría otra vena para <<dexar

Vous aimerez peut-être aussi