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Departamento de Historia

Universidad de Santiago de Chile


Revista de Historia Social
y de las Mentalidades
Volumen 14, Nº 2, 2010: 307-310
Issn: 0717-5248

Paulina Peralta C.
¡Chile tiene fiesta! El origen del 18 de Septiembre (1810-1837).
Santiago, LOM Ediciones, 2007. 210 páginas.

Ad portas de la celebración del y descripciones festivas, la autora nos


Bicentenario de la Primera Junta de inserta en la realidad de inicios del
Gobierno, el trabajo de Paulina Pe- siglo XIX, en los momentos en que
ralta, una joven historiadora, toma un nación necesitaba legitimarse, para
realce sustantivo dentro de la amplia lo cual utilizaba diferentes mecanis-
gama de ensayos que han abordado mos con el objeto de “crear una co-
últimamente los temas referentes a munidad”. La unidad del terreno, las
la construcción de la nación chilena. costumbres, los símbolos y también
Enmarcado en una línea que oscila las fiestas pasan a ser mecanismos
entre las dimensiones políticas y so- que usarán las elites para crear este
ciales, el estudio sobre el origen del sentimiento de comunidad y en con-
18 de Septiembre como fiesta nacio- trapartida, legitimar el régimen que
nal posee como finalidad mostrar una ellas mismas estaban imponiendo.
manera de hacer nación desde arriba, Porque en estas fiestas participaba el
convirtiendo un acto puramente cí- llamado “bajo pueblo”, aquel sector
vico potenciado por las elites, en una de la sociedad no ilustrado, a los que
herramienta constructora de la nacio- se les daba un espacio a fin de que se
nalidad chilena. Dentro de este tema, empaparan con este sentimiento na-
el estudio de Peralta es en sí novedoso, cional; se les “educaba cívicamente”
al tomar como su objeto de análisis un con estas acciones. Ahora, ¿cómo fue
aspecto específico e identitario como que esta fecha llegó a triunfar como la
la celebración del 18 de Septiembre y fiesta nacional principal?
esbozarnos su raigambre histórica. Tres eran las celebraciones que se
Mediante el uso de fuentes oficia- estilaban en el Chile decimonónico
les –llámese oficios de Intendencias y independiente. El 12 de Febrero, el 5
documentación política-, como tam- de Abril y el 18 de Septiembre con-
bién de periódicos, relatos de viajeros vergían en una multiplicidad festiva.

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Reseñas

Cada una tenía su marco simbólico: jugan en este proceso: la fiesta, un


independencia, consolidación y re- elemento tradicional de la colonia (la
generación política, respectivamen- autora argumenta que el número de
te. Sin embargo, con el correr de los feriados por días festivos era antaño,
años, diversos problemas de fondo escandaloso) culmina concentrando
y de forma se fueron suscitando con una serie de espacios y prácticas que
la celebración de estas festividades. aglutinarán a la nación.
La confusión del simbolismo de las Uno de los aciertos de este libro
fiestas, sumado a problemas con las es describir con precisión cada prác-
fechas –por ejemplo, el 5 de Abril co- tica que se inserta en el desarrollo de
incidía con la semana santa-, como esta fiesta nacional. Desde todo el ce-
también discursos moralizantes ten- remonial previo a la fiesta: blanquea-
dientes a regular el ocio y pérdidas miento de las casas, empedrado de ca-
económicas para las elites, llevaron a minos; pasando por los momentos de
que se concentraran las celebraciones júbilo de la población representados
en una sola fecha: el 18 de Septiembre por los fuegos artificiales, el teatro.
pasó, en 1837, por un decreto oficial, Cabe destacar que todas estas accio-
a consolidarse como la fiesta prepon- nes eran financiadas por el cabildo,
derante y como el mecanismo en que por lo que esto apoya la tesis de la
las elites focalizarán su atención para fiesta como un elemento de construc-
aglutinar al pueblo. ción de la nación desde arriba, a di-
El recorrido por este proceso de ferencia de otras experiencias –como
consolidación de esta fiesta, descrito la alemana expuesta por la autora- en
por la autora, no deja de ser fascinan- las cuales, la nación es creada desde
te y a la vez, coyuntural con el con- las bases. Toda esta discusión se ve
texto en el cual se inserta. Partiendo bien fundamentada en la discusión
por una introducción teórica sobre la bibliográfica referente al concepto de
trascendencia de la fiesta en las so- nación –siguiendo la línea de Bene-
ciedades –destacando los aportes de dict Anderson, Eric Hobsbawm y Al-
Isabel Cruz, Joseph Pieper y Juan fredo Jocelyn-Holt principalmente- y
Pedro Viqueira sobre el tema-, y ana- su utilización en la personalización de
lizando a fondo el desarrollo y conso- la América Latina decimonónica.
lidación del 18 de Septiembre como Este concepto de festividad cívi-
fiesta nacional, este trabajo posee la ca es trascendente en la medida en
particularidad de no quedarse sólo que encarna los valores republicanos
en el ámbito político, sino que buscar que las elites buscaban divulgar para
sucesivamente respuestas sociales a crear la nación. La libertad, igualdad
las pautas que la elite consignaba pa- y fraternidad, principios bases de la
ra conseguir sus objetivos de crear la revolución, se expresan en acciones
nación. Tradición y novedad se con- concretas en las vísperas de esta festi-

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Reseñas

vidad. Obras de beneficencia a hoga- crítica fundada en la realidad o en el


res, indultos, auxilios a las viudas del disgusto del autor para con el gobier-
Ejército, como también estrenos de no? Es aquí en donde el ojo crítico de
nuevos símbolos patrios, eran accio- la historiadora nos hace la salvedad
nes destinadas a la consolidación de necesaria de leer “entre líneas” la in-
un concepto, que la autora reconoce formación presentada en las fuentes.
como básico de este sentimiento na- Esto se le hace posible realizarlo, dado
cional: el crear comunidad. Todo esto que su trabajo está basado en fuentes,
además, se legitimaba con el apoyo las cuales predominan antes que la bi-
del poder eclesiástico: la Iglesia reali- bliografía sobre el tema, la cual se avi-
zaba una ceremonia para conmemo- sora escasa. Los anexos que incluye al
rar esta festividad. final de la obra –y que son fuentes de
Cabe destacar la postura crítica la época- apoyan la idea anterior.
que la autora toma con sus fuentes. Si bien la obra oscila en sus tres
La amplitud y vastedad de documen- primeros capítulos en el ámbito de
tos que ocupa le permite ponerlas en la fiesta propiamente tal y en su evo-
constante diálogo y dejar entrever en lución histórica, en el cuarto encon-
ellas sus cuestionamientos y propias tramos una aproximación mayor al
opiniones. Notable es el pasaje en el ámbito popular: el tema de las chin-
cual se refiere al cuestionamiento que ganas. El pueblo, al participar en estos
Ramón Mariano de Aris hace sobre actos hacía que aquellas tomaran esta
el financiamiento de las fiestas por forma tan popular y transformaba a
parte del Estado1 ¿Fue realmente esta sus actores en sujetos nacionales. Es-
to comprueba el carácter híbrido de
estas celebraciones; por un lado, son
actos oficiales propugnados por las
1 Sobre este pasaje, Peralta sostiene: elites y por el otro, pasan a ser festivi-
“Es necesario hacer un alcance sobre dades de carácter informal, espontá-
las opiniones vertidas por Arís en
su correspondencia. Él se reconocía neas, en las cuales el pueblo se relaja
abiertamente como o´higginista, y el ocio aflora.
razón por la cual, se oponía al Creo que tras la lectura y el reco-
gobierno imperante en ese entonces.
Por tanto, sus cartas se caracterizan
rrido por esta práctica decimonóni-
por el repudio que sentía hacia el ca de hacer nación que la autora nos
organismo estatal y todas las acciones presenta, los objetivos del libro están
emprendidas por este. De ahí que plenamente alcanzados. En el marco
gran parte de los juicios sean agudas
críticas hacia la manera en que se de las prácticas de las elites –la autora
estaba conduciendo el país.” Paulina aquí sigue claramente la tesis de Ana
Peralta. ¡Chile tiene fiesta! El origen María Stuven- crear la nación es una
del 18 de Septiembre (1810-1837).
Santiago, LOM Ediciones, 2007, pág.
responsabilidad que este grupo asu-
74. me. De aquí que esta fiesta sea oficial:

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Reseñas

su financiamiento y sus planificacio- control de la elite decimonónica, y de


nes corren por parte del aparato go- su idea e imagen de nación en el siglo
bernante. Sin embargo, nos plantea- XIX. Es un trabajo innovador, pero no
mos la siguiente interrogante, ¿cómo totalizante sobre el tema. Aborda la
solucionar el problema existente entre perspectiva desde un conjunto, pero
la pasión por el orden que buscaban no de individuos. Abre una línea de
las elites y el ocio, la libertad y el investigación, pero no la cierra. La
relajamiento de costumbres –según nación sigue entonces siendo un tema
una comparación con el carnaval me- que se repiensa en estos tiempos, que
dieval usada por la autora- que estas se aborda desde diferentes perspecti-
fiestas generaban? Si bien esta idea de vas, y que se complementa con nuevos
inversión de mundo, al estilo carnava- estudios.
lesco, no nos parece del todo explícita Finalizando, estamos frente a la
en las fuentes, el control de la elite por primera publicación de una historia-
sobre las fiestas funciona también a dora joven, la cual con una soltura
modo disciplinador y legitimador: el narrativa nos insertó en un mundo
18 de Septiembre sucesivamente será notablemente bien ceñido a las fuen-
recordado como la fiesta cívica nacio- tes. La potencia argumentativa se ve
nal, y es la que “calzaba mejor con sustentada dado lo anterior, lo cual,
la imagen de una nación gobernada sumado al uso de fuentes visuales,
bajo el imperio de las leyes, del orden hacen de su texto un relato completo,
y la tranquilidad.”2 agradable y llano al lector, quien tras
El relato de Pereira funciona en su lectura proyectará lo leído hacia el
cuanto a que describe un tema inex- acontecimiento que nos esperará en
plorado por la historiografía chilena. unos pocos meses más: la fiesta na-
Funciona también, en cuanto incor- cional del 18 de Septiembre.
pora un amplio cúmulo de fuentes,
aunque extrañemos cierta bibliogra-
fía que pudiera ayudar en su análisis, Nicolás Lastra
lo cual puede deberse a lo novedoso de Pontificia Universidad
su esquema. Funciona en que nos da Católica de Chile
otra de las innumerables pruebas del

2 Peralta, Op. Cit. Pág. 83.

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