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¿Las normas morales son naturales en las sociedades humanas o son un

constructo artificial hecho por tales sociedades?

El gen egoísta de Richard Dawkins muestra las bases biológicas de nuestra


conducta. Él interpreta la evolución de las especies desde el punto de vista del gen
en lugar del individuo. Genes que determinan al ser humano como máquinas que
pugnan por ponerse una encima de otra.

Por otra parte, De Wall plantea la hipótesis de que en los primates está la base
emocional del altruismo que es la empatía que se ve favorecida por experiencias
socioemocionales precoces. Esto no quiere decir que la empatía aparece ex nihilo
en el joven por la empatía; al contrario, está presente desde el principio del individuo
a causa de su necesidad de supervivencia y la de su especie.

Una vez determinado ésto, diré que las normas morales son naturales en las
sociedades humanas y han sido transformadas por tales sociedades. Quisiera
examinar, brevemente, la expresión famosa de Nietzsche “Dios ha muerto”; a partir
de ella han surgido diversas interpretaciones, entre las cuales una que reza “Que
si Dios ha muerto, todo está permitido” frase de la novela Los Hermanos Karamazov
de Fiódor Dostoievski. Desde la propuesta de Frans De Wall en su libro El bonobo
y los diez mandamientos: En busca de la ética entre los primates, esto resulta ser
una cuestión muy relevante. Con ello el hombre es libre de desarrollar su criterio
moral sin ataduras y puede hacer uso de los instintos de los cuales ha sido dotado
y los cuales habían sido coartados por la religión. En este libro el autor muestra que
los primates ya estaban organizados con “normas sociales” que permitían la
convivencia. Con ello pasaría a un segundo plano, la construcción de leyes morales
a partir de la aceptación de una idea de Dios, de religión, o razonamiento. Las leyes
morales serían producto de la naturaleza humana.

Frans De Wall dice, que esta producción de Leyes morales se da mediante la


empatía que es la cualidad de sincronización corporal y de contagio anímico con
otro animal. Si bien, es una actividad simple en tanto que no hay un acto de
razonamiento como en los seres humanos no debe ser menospreciada. La
moralidad en este mundo de los primates debe ser entendida como la sensibilidad
por los otros y la constatación de que para beneficiarnos de las ventajas de la vida
en grupo debemos comprometernos y ser considerados con los demás.

El autor pretende en su libro demostrar que la moralidad ya estaba antes de que se


le atribuyera. No dice esto desde un punto de vista ateo sino desde el afán de
mostrar cómo las normas sociales de los animales ya develan una construcción de
leyes morales. Ahora bien, cuando afirmo que el hombre las transforma
constantemente, me refiero a lo que en “El gen egoísta” se lee:

Siempre que se desarrolla un sistema de comunicación, existe el peligro


constante de que alguien explote el sistema para sus propios fines. Hemos
sido criados bajo la perspectiva de la evolución que considera «el bien de las
especies» y, naturalmente, pensamos que los mentirosos y los engañadores
pertenecen a especies diferentes: predadores, víctimas, parásitos, etc.
(Dawkins. 1993. Pág. 78).

El ser humano constantemente descubre modos y medios de comunicación. Esos


modos de comunicación traen consigo unas reglas para que puedan ser
desarrollados y así se pueda lograr configurar la sociedad. El hombre está en
capacidad de adaptarse a los interrogantes que trae el desarrollo de la sociedad. Y
en ese afán de adaptabilidad ha determinado reglas de tipo moral que enjuician a
los que corresponden a esos modos de comunicación y a los que por el contrario le
rechazan y le corrompen.

Las leyes morales como las he presentado aquí, son de tipo natural y se van
configurando en la medida en que al hombre le surgen nuevas necesidades y
problemáticas. Las establece en consideración a lo que cree es favorable para el
desarrollo de la sociedad y el crecimiento de la misma.

Bibliografía.

De Waal, F. (2013). El bonobo y los diez mandamientos: En busca de la ética entre


los primates. Madrid: Tusquets.
Dawkins, R. (1993). El gen egoísta. Las bases biológicas de nuestra cultura.
Barcelona: Salvat.
Giménez, M. (2014) El bonobo y los diez mandamientos En busca de la ética entre
los primates. Barcelona.
Wikipedia. (Junio 01 de 2017). El gen egoísta. Obtenido de:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_gen_ego%C3%ADsta

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