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Devoluciones de las Prácticas profesionales

Quiero comenzar por agradecer la posibilidad que se me brindo de realizar esta práctica, es muy
importante para aquellos que estudiamos el arte poder conocer cómo funciona por dentro una
institución tan importante como es un museo, en especial el MALBA.
A través de las charlas y talleres que los chicos de Conexión iban teniendo, se me permitió conocer
el museo de otra manera, aprender su funcionamiento interno. Eso, más las herramientas
pedagógicas utilizadas en un contexto de educación no formal, me aporto saberes muy valiosos para
mi carrera profesional.
Considero que la duración de la práctica fue la necesaria para desarrollar los conocimientos respecto
a la institución, y crear un vínculo adecuado con los chicos de Conexión Museo. Pude apreciar que
el museo buscaba que los adolescentes aprendieran sobre el MALBA y el arte, sin que la experiencia
educativa fuera algo formal, que los chicos se sintieran cómodos y libres a la hora de aprender,
logrando así que no se inhibieran, como suele suceder, por ejemplo, en una institución educativa
como es un colegio. Y si bien el programa apuntaba a que todo fuera de una manera informal, las
coordinadoras del grupo siempre tenían todo bien organizado, buscando con esto un punto medio
entre lo formal y lo informal, que hacía que todo funcionara adecuadamente. Los mecanismos
utilizados fueron muy importantes para que esto pueda lograrse, talleres donde los adolescentes
podían tener distintas experiencias artísticas, trabajar y conocer artistas, charlas con las distintas
partes del museo, donde los chicos tenían total libertad para hacer preguntas, siempre buscando
que el adolecente no solo aprenda sobre el museo, sino que se sienta parte de él y que entienda
que lo que allí se encuentra es parte de su cultura.
Al ir de manera rutinaria al MALBA, aprender tanto de él, por supuesto que cambio mi mirada del
museo, uno se siente más familiarizado y cómodo con el lugar, logras conocerlo desde otro punto
de vista, que es el interno. También logró cambiar mi mirada respecto a la manera de educar sobre
el arte, el hecho de que la educación suceda de una manera informal, que se les permita a los chicos
formar parte desde adentro, permitiéndoles casi apropiarse del museo, esta no era una manera que
yo podía llegar a tener en cuenta antes de realizar esta práctica, menos proviniendo de un museo
donde uno espera siempre (por una cuestión de paradigma) que todo sea de una manera
estructurada y formal. Pero esta manera de educar me demostró ser muy productiva y efectiva,
logrando un dinamismo agradable en el grupo de trabajo.
Como sugerencia considero que se debería definir mejor la labor del practicante dentro del
programa, a un principio fue muy difícil encontrar nuestro rol como practicante, supongo que esta
fue una problemática dada en base a que era el primer año que el MALBA trabajaba con
practicantes. Aun así, con el paso de los encuentros y conversando con las coordinadoras esto se
fue solucionando.

Desde ya, gracias por permitirme formar parte de esto, fue una experiencia muy satisfactoria y de
gran aprendizaje.

Ruth Pompei.

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