• CULPABILIDAD • CONCEPTO SEGÚN EL CODIGO PENAL Art 12.- Solo se podrá imponer penas por conductas realizadas con culpabilidad. Queda erradicada toda forma de responsabilidad objetiva. • CONCEPTOS GENERALES La culpabilidad es la actitud consciente y voluntaria del agente, de lo antijurídico, que da lugar a un inevitable juicio personal de reproche que contrasta con la forma sabida en que aquél hubiere podido o debido actuar, o que determina la conciencia subjetiva de reprochabilidad. En la culpabilidad encontramos tres modalidades que son: culpa, dolo y preterintencional. Es la ejecución de un hecho típico, antijurídico y no justificado. Dentro de la estructura dogmática-culpabilista adoptada por la legislación penal colombiana, la culpabilidad es el tercer elemento dogmático de toda conducta punible. Para que la conducta considerada por el derecho penal sea definitivamente punible, se exige que además de ser típica, antijurídica y no justificada, que de ella se pueda pregonar culpabilidad del agente, este tercer elemento lo centra la sistemática que adoptamos en la capacidad de culpabilidad o imputabilidad, la conciencia de la antijuridicidad y la exigibilidad de otra conducta, tres elementos que conforman la culpabilidad y que pasaremos a reseñar con la brevedad de las circunstancias. PRIMER ELEMENTO DE LA CULPABILIDAD: IMPUTABILIDAD O CAPACIDAD DE CULPABILIDAD: Define el diccionario de la Real Academia la palabra imputar como “atribuir a un sujeto un hecho como suyo”. Así las cosas, sólo se puede imputar un hecho a aquel que es “dueño de sus actos”. La imputación consiste, siguiendo la definición de la Real Academia, en extractar de un hecho una consecuencia. La imputabilidad será entendida como la idoneidad o actitud jurídica de un sujeto para la realización plena de un hecho típico, antijurídico en cuanto culpable o reprochable, que genera como consecuencia jurídica la imposición de una sanción penal. SEGUNDO ELEMENTO DE LA CULPABILIDAD: CONOCIMIENTO DE LA ANTIJURIDICIDAD: Como segundo elemento positivo, el juicio de culpabilidad exige el conocimiento de la ilicitud de la conducta realizada o conocimiento de la antijuridicidad o conciencia de la antijuridicidad, en razón de que la norma sólo puede motivar al individuo si este conoce y entiende, bajo unos parámetros medios de razonabilidad, el contenido de la prohibición. Dentro de la teoría de la motivabilidad, el conocimiento de la ilicitud es la razón de la abstención; si tal conciencia no existe, no puede haber motivación y la acción típica y antijurídica no adquirirá la calidad de culpable. Al agente no se le exige que en el momento de su actuación conozca exactamente que ella está prohibida, sino que atendiendo a sus circunstancias personales, sociales, culturales, etc., haya tenido la oportunidad de tomar conciencia de dicha ilicitud y a pesar de ello a actuar. TERCER ELEMENTO DE LA CULPABILIDAD: EXIGIBILIDAD DE COMPORTAMIENTO DIFERENTE: Como principio inmanente al propio sistema jurídico, encontramos los rangos de exigencia mínimos o comunes para todos los ciudadanos, en virtud de lo cual se asume que los mandatos normativos pueden ser observados por todos. En el presente caso se habla entonces de una exigibilidad normal o general, también denominada objetiva o material, que es examinada sin atender a consideraciones, circunstancias o posiciones peculiares del individuo cuya actuación se confronta con la norma. Pero paralelamente a la exigibilidad material se ha de examinar la llamada exigibilidad subjetiva o individual, que se refiere a situaciones circunstanciales extremas en que se debate el sujeto, en las que, vista su actuación concreta, no se le puede exigir que se abstenga de realizar un hecho típico y antijurídico, pues ello implicaría un sacrificio injustificado, y más que un sacrificio injustificado, como sostienen Muñoz Conde y García Arán, exigir en esta situación que el sujeto se abstenga de realizar el hecho típico y antijurídico implicaría su negación en cuanto individuo con plenitud de subjetividad jurídica fundamental. La exigibilidad de un comportamiento diferente es, pues, la tercera condición para la estructuración de la culpabilidad. El sujeto actuante debe encontrarse dentro de unos límites tangibles que hagan exigible, por parte del ordenamiento, la respectiva acción o abstención. IMPUTABILIDAD Capacidad psíquica de una persona de comprender la antijuridicidad de su conducta y de no adecuar la misma a esa comprensión. Se es imputable o no. No hay términos medios. Pero algunas veces un sujeto deja de ser imputable por las llamadas Causas De Inimputabilidad (Situaciones que, si bien la conducta es típica y antijurídica, hacen que no sea posible atribuir el acto realizado al sujeto por no concurrir en él: salud mental, conciencia plena, suficiente inteligencia o madurez psíquica. DOLO, CULPA Y PRETERINTENCION Dolo. Art 22.- La conducta es dolosa cuando el agente conoce los hechos constitutivos de la infracción penal y quiere su realización. También será dolosa la conducta cuando la realización de la infracción penal ha sido prevista como probable y su no producción se deja librada al azar. Culpa. Art 23.- La conducta es culposa cuando el resultado típico es producto de la infracción al deber objetivo de cuidado y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o habiéndolo previsto confió en poder evitarlo. Preterintención. Art 24.- La conducta es preterintencional cuando su resultado, siendo previsible, excede la intención del agente.