Índice

4 ........ Romper todos los cercos, cruzar todas las fronteras

Dossier: Movimiento y migraciones

6 .......... Refugistan: La estirpe condenada y la logística de su pobreza
8 .......... Territorialidades, extractivismo y migraciones
12 ......... Tragedia de las especies invasoras
14 ......... China y la territorialidad de los f lujos comerciales
18 ......... Aproximación a las migraciones de comunidades Kollas en la región de Atacama

A sembrar salud y libertad

Mingako
Nº 05, walüng 2018 - región chilena.
22 ........ La fermentación como ejercicio de autonomía y autogestión
25 ........ Hacer tus propios fermentos es fácil

Colaboraciones
Dossier 05: Movimiento y migraciones
26 ........ La ciudad o esa maldita estafa
29 ........ A detener el movimiento de la mercancía... por el goce individual y colectivo
Todo es movimiento, la energía f luye y la materia se trans-
forma, desde siempre todos los seres vivientes han migrado,
Conflictos territoriales
manteniendo vivo el movimiento en un mundo sin fronteras.
30 ....... Una nueva amenaza cubre con sus sombras a la región del Bío Bio: Minería de tierras raras en Penco
La modernidad organizada bajo el orden estatal, ha obstaculi-
zado a su manera este constante f luir, limitando el movimien-
Solidaridad
to y las migraciones a los intereses del capital.
32 ........ Con Amor Recordamos al Brujo

A romper todos los cercos!

34 ...... Paginas sociales del Capital
a cruzar todas las fronteras!
36 ...... Letras por la tierra
38 ...... Reseñas

4

Rompe r to dos l o s ce rcos,
cru za r to da s l as fronteras
E
l gaviotín ártico que pesa poco más de 100 gramos
realiza todos los años un viaje de 71.000 kilómetros del
ártico al antártico, a su vez, el Wanako del desierto de
Atacama, migra en busca de alimento de cordillera a
mar, su migración no solo se relaciona con las estaciones secas y
lluviosas, sino que en su movimiento son capaces de dar vida al
desierto más árido del mundo y hacerlo f lorecer. Así, cientos de
seres vivos desde insectos, peces, mamíferos y semillas viajan de
un lado a otro, todos los años en busca de alimento, calor, cobijo o
la tierra que las haga germinar alrededor del planeta.
Los humanas también en un comienzo fuimos naturalmente
nómades, recolectando, viajando e interactuando con nuestro en-
torno. En algún momento de nuestra historia, sin embargo, la se-
dentarización y el enquistamiento se fueron cristalizando. El inicio
del patriarcado con la consiguiente jerarquización de la humanidad,
fue generando las ciudades, Estados y civilizaciones. La imposición
sangrienta del capitalismo fue rigidizando aún más nuestras rela-
ciones cada vez mayormente aprisionadas por la autoridad. Cada
vez más sedentarios y dejando la trashumancia y el nomadismo
atrás, como si fueran estadios más primitivos, subdesarrollados o
atrasados, fuimos aquietados. Los Estados necesitaban empleadxs,
siervos o esclavas, entregaron pases, cedulas y pasaportes, la mo-
vilidad estaba restringida por las fronteras militarizadas, les hu-
manxs no podían ir a donde querían, el control estaba expandién-
dose, las fronteras reforzándose.
Sin embargo lo cierto es que todo se mueve, los planetas y las
galaxias, los océanos y sus mareas, la sangre que f luye por ani-
males humanes y no humanes. Por su contraparte, las fronteras
impuestas, reales o imaginarias, son las barreras que buscan limi-
tarnos, como las represas, escuelas, embalses, cercos, cárceles, psi-
quiátricos, murallas, zoológicos, religiones, familias, partidos polí-
ticos, dogmas y todas las instituciones autoritarias “civilizatorias”.
El capitalismo, el patriarcado y la sociedad racista en todas sus
manifestaciones, buscan la forma de imponerle límites a la corpo-
ralidad, al sentir y el pensar.
6 7
Migración y movimiento Mingako, por la tierra y la libertad
El desplazamiento de les animales humanes en la actualidad
está determinado por su clase social, género, color de piel, etc.
Mientras lxs pobres se ven obligados a migrar de las guerras,
catástrofes socio-ambientales o sencillamente de la miseria; los
humanos más privilegiados pueden darse el placer de viajar por
el mundo haciendo negocios o simplemente turismo. El despla-
zamiento de les animales no humanes, por otro parte, está suje-
to al imperativo civilizatorio de la sociedad capitalista actual, el
de$arrollo y el progre$o determinan si tales o cuales seres vivos
pueden ocupar tal territorio, o bien deben ser eliminados, sacrifi-
cados y asesinados.
nos guiados por la idea de suplir nuestras necesidades, sobrevivir Aún así, todavía persiste un espíritu de resistencia, siempre
Una paradoja que salta a la vista es que mientras la sociedad
en tribus y comunidades, encontrar un hogar. Unos miles de años en fuga, el desbloqueo y la huida hacia otras realidades, siempre
de la dominación ha impuesto fronteras, genocidios y controles
después lxs humanxs de africa nuevamente saldrían del continente en transformación y mutación. Apostamos por dejarnos llevar por
para los animales humanes y no humanes, a su vez el capitalismo
pero ahora bajo el yugo del hombre blanco, conquistadores e ilus- los caminos sin dogmas, caminos que a diferencia de las carreteras
necesita del movimiento incesante de mercancías y mano de obra.
trados que justificaron la captura y venta de esclavos solo por el están revestidas del suelo fértil de quienes no claudican, de quienes
La sociedad globalizada e hiperconectada mueve continuamente
color de piel, moviéndolos de sus territorios guiados por la sed de migran con las ideas llenas de semilla rebelde, de quienes recono-
mercancías, materias primas, productos procesados de un territo-
poder colonialista y mercantil. Es imposible esconder la vista ante cen en el capitalismo, el patriarcado, el racismo y a toda domina-
rio a otro, de una nación a otra, de un continente a otro de forma
tantos atropellos, esta sociedad está sembrada en una tierra regada ción como el enemigo, enemigo de lxs oprimidxs, aquí y allá.
muchas veces ineficiente e ilógica, pero “rentable” y “productiva”.
con sangre y los frutos amargos que nos entrega hoy tienen una Un nomadismo emerge desde aquellxs que gritan por la tierra y la
Sin embargo todo este ajetreo mercantil es un falso movimiento,
historia llena de autoritarismo. libertad. Un recorrido libre en donde pasaportes y documentos de iden-
en donde nada f luye con libertad, sino medido y controlado por el
Nos enseñaron de fronteras en las escuelas y universidades, tidad pierden todo sentido. Nos hacemos parte de esa bandada de aves
f lujo de la economía burguesa. En realidad este falso movimiento,
nos mantuvieron sentadxs y sedentarixs, exponiéndonos límites juguetonas que sienten la alegría del viento y el roció recorriendo sus
es la condición para que nada cambie y el estatus quo se manten-
geográficos entre territorios y también entre el conocimiento. Nos cuerpas y corazones. Este número de Mingako está dedicado a todes
ga. Las carreteras son una de las extensiones más importantes
limitaron nuestra sexualidad hetero-normandonos e imponiendo aquellxs que no temen al cambio, la transformación y el movimiento. A
para esta máquina, elementos indispensables y antiquísimos para
los ideales de familia monogama como la única posible, nos man- quienes, ante la posibilidad de generar relaciones más sinceras y menos
la conformación del poderío de cualquier Estado e Imperio, desde
daron en barco a la Europa “desarrollada” y “civilizada” para mos- autoritarias, están dispuestas a arriesgarse ante lo desconocido. Con ca-
el romano con la Via Augusta, al Inca, con el Qapaqñan, hasta las
trarnos en zoológicos humanos, nos enviaron a espacios reducidos riño metamorfoseante y anárquico.
rutas concesionadas en la actualidad. Las carreteras abren el paso
en conventillos durante las primeras etapas de la industrialización,
a la economía capitalista y se presentan como una solución para
fomentar el desarrollo, pero solo para un@s poc@s.
y hoy en pleno Siglo XXI a viviendas sociales entregadas por el ¡A romper todos los cercos,
estado.
Lxs humanxs nos hemos desplazado naturalmente durante a cruzar todas las fronteras!
cientos de miles de años, sin la necesidad de carreteras, petróleo
y aeronaves salimos del continente africano y llegamos a los lu- Revista Mingako
gares más recónditos del planeta: islas perdidas en la inmensidad Entre la Mar y los Andes,
del océano, desiertos y selvas, estepas y montañas. Todos cami- Primavera 2017 en el hemisferio sur.

Refugistan
O
bligados/as a huir, por gue-
rras, dictaduras, bombardeos
y un sinfín de enfrentamien-
tos bélicos entre poderes, pero
también por sequias, expansiones de desier-
tos y otras consecuencias eco sistémicas de
estos mismos. Segun estadisticas oficiales,
existen, hasta la fecha, 65,3 millones de se-
res humanos obligados a emigrar por razo-
nes políticas. Exiliadxs principalmente des-
de oriente medio, africa, el sur-este asiático
8 9
y Latinoamérica. 21.3 millones de ellxs vi-
ven en campamentos de refugiados, bajo la
jurisprudencia de la acnur (Alto Comisio-
nado de las Naciones Unidas para los Re-
fugiados) y el 51% tienen menos de 18 años.
Para poner estas cifras en perspectiva, en
el mundo, una media de 24 personas fueron
desplazadas de sus hogares cada minuto de
cada día –unas 34.000 personas al día. Pero
vamos por parte.
Migración y movimiento
REFUG ISTÁN
La estirpe condenada y la logística de su pobreza
(Apuntes sobre desplazados y campos de refugiadas)
El desierto
El colapso de zonas de sacrificio ex-
tractivistas tempranas en el mundo, tales
como africa y oriente medio. Han devenido
un éxodo masivo por supervivencia desde
estos territorios devastados ecológica y
socialmente, principalmente hacia los cen-
tros urbanos occidentales. Europa del norte
y EEUU. Este peregrinaje forzado consta
de muchas etapas y gran cantidad de veces
termina en los campos de refugiados. En
palestina, Turquía, libia, etc pero también
Europa. Grecia, Italia, Alemania, Fran-
cia. Espacios físicos donde son instalados
u obligadas a instalarse a lxs emigrantes
en verdaderas ciudadelas o guetos, por un
tiempo indeterminado. Días, meses, años,
décadas. En oriente medio hay hasta de 60
años de antigüedad. Son verdaderas peri-
ferias militarizadas generalmente cercanas
a fronteras. Con generaciones enteras na-
cidas en ese contexto incierto. Una de sus
principales características políticas es que
tienen una extraterritorialidad, es decir, no
se rigen por las leyes del país huésped sino
por la sección de refugiados de la ONU,
financiada principalmente por EEUU y en
menor medida, Japón, Alemania, Suecia,
Francia, España, entre otros. Es decir, es-
tán sujetas a reglas especiales y leyes de
excepción de forma permanente. El control
de la seguridad corre por parte de milita-
res de la ONU especialmente preparados
en Ginebra para este escenario especial de
hacinamiento y represión. Una cifra tibia
cuantifica en 500 estos campamentos alre-
dedor del mundo.
Mingako, por la tierra y la libertad
La falsa Promesa y
el real negocio
En las fronteras de Europa y las zonas
periféricas de sus capitales, usaran nom-
bres como “centros de espera”, “centros de
recepción de solicitantes de asilo”, “alber-
ges de emergencia” , “centros de detención
administrativa” y otros eufemismos para
referirse a campos de refugiados y cárce-
les creadas para emigrantes. Esta realidad
que sacudió violentamente a las sociedades
acomodadas de Europa y EEUU principal-
mente, forzó, en su logica, a tomar medi-
das. En el 2016 se reunieron en Estambul,
capital de Turquía, entrada a Europa y país
con más alta tasa de desplazados y refu-
giadas, en la Primera cumbre humanitaria
mundial. En donde entre presidentes, elites
políticas, “administradores de emergen-
cias”, ingenieros sociales varios y una gran
variedad de grandes ONGs, definieron los
lineamientos a seguir en el mediano y lar-
go plazo con la llamada crisis humanitaria;
y no fue muy creativo. Incentivar la cola-
boración del sector privado en la naciente
“industria de la ayuda humanitaria”. Prue-
ba de estos son los invitados al encuentro,
Empresas de logística minera, petrolera,
militar y humanitaria, como la españo-
la erpa, empresas de servicios finacieros
como mastercard wordwide, empresas de
calificaciones hoteleras como tripadvisor,
la empresa gringa UPS con su correo de
emergencias, hasta google y su tecnología,
o la famosa marca sueca ikea con sus car-
pas para refugiados “de diseño”, quienes ce-
rraron un trato con acnur por 35 millones
de euros en dicha cumbre.
Orwell no tenía razón,
era mucho peor
En este ánimo de sacar dividendos eco-
nómicos de este masivo éxodo de refugia-
dos, principalmente agravado últimamente
con el desplazamiento de más de 4 millones
de habitantes de siria debido a su compleja
situación interna. Se han empezado a pro-
bar nuevas estrategias logísticas y adminis-
trativas adentro de los campos de refugia-
dos, que permitan maximizar beneficios.
Luego de ser reconocida oficialmente como
“Refugiado/a” por el acnur, a cada grupo
familiar se le hace entrega de una carpa
con implementos básicos para instalarse
y una tarjeta bancaria con 50 dólares, que
son gastables solo dentro del campo y en
los monopolizados galpones trasformados
en supermercados, que han sido instala-
dos dentro de los propios recintos. Pues
en muchos de estos campos de refugiados,
la entrada y salida está prohibida o por lo
menos es muy restringida por puntos de
control de fuerzas militares. Por otro lado,
en estos verdaderos caldos de cultivos hu-
manos, se han experimentado adelantadas
tecnologías de cuantificación y control de
personas. En el 2002 en Afganistán se im-
plemento la tecnología de reconocimiento
de iris y desde ahí se ha exportado a otros
centros. Programa biométrico experimen-
tal para verificar identidades desarrolladas
por la empresa multinacional IrisGuard,
con domicilio corporativo en las islas cai-
manes. Tecnologías de identificación y re-
conocimiento biométrico que fue probada
de manera obligada en los refugiadas, antes
de implementarse a mayor escala con los
pasaportes biometricos de los ciudadanas
europeas.
Las pobres no tienen patria
En el 2016. La unión europea cerró aun
más sus fronteras, haciendo aun mas critica
la situación. Provocando la extensión de-
mográfica de los campos ya existentes y la
creación de otros nuevos, además de unos
6.000 muertos en el mar mediterráneo y en
los Balcanes tratando de entrar de forma
ilegal en el viejo continente. Latinoamérica
no se queda atrás con esta realidad, en las
rutas migratorias hacia el norte de América
y debido a el endurecimiento de la política
migratoria por parte de EEUU se ha preca-
rizado aun más la situación de los despla-
zados y desplazadas. En sur América ya se
habla de la necesidad de instalar campos
de refugiados en las zonas fronterizas entre
Venezuela y Colombia para dar respuesta
a la alta emigración desde la república bo-
livariana debido a sus conf lictos internos.
Anteriormente chile fue el país receptor de
miles de colombianos que huian del la vio-
lencia política en su país y hoy, las y los
habitantes de haiti son los refugiados polí-
ticos en estas tierras. Miremos donde mi-
remos, esta crisis está presente. Familias,
pueblos, comunidades enteras obligadas a
emigrar por las crisis constantes del capita-
lismo y las luchas internas entre facciones
del poder y de las elites económicas de los
países. Este relato de precariedad se desa-
rrolla aquí y ahora y es quizás uno de los
problemas globales geopolíticos más com-
plejos de resolver. Nada nuevo ofrecen ni
ONGs, ni menos los Estados ni las trans-
nacionales en ese sentido, solo profundizar
aun mas esta realidad. Ahora, están por
verse las ideas/acciones, anticapitalistas y
anti estatales, de quienes decimos llevar un
mundo nuevo en nuestros corazones, para
enfrentar esta epoca de colapsos que nos
toca vivir y luchar
Sakine
 Migración y movimiento Mingako, por la tierra y la libertad
extractivismo y migraciones
Una mirada desde el norte semiárido hasta el AbyaYala
E
l territorio entendido como
la apropiación material y sim-
bólica de un espacio, es una
construcción política y, por
ende, un proceso abierto en permanente re-
elaboración. Los territorios se construyen a
partir del movimiento, en sucesivas, simul-
taneas y contradictoras territorializaciones,
mediante las cuales diferentes grupos in-
tentan imprimir en el espacio su particular
proyecto de orden social. En este sentido,
comprendemos las migraciones como un
fenómeno eminentemente territorial: los te-
rritorios se constituyen en el devenir de las
poblaciones y, paralelamente, las poblacio-
nes lo hacen al territorializarse-desterrito-
rializarse. Para ejemplificar estos plantea-
mientos, presentaremos dos casos: (1) Las
travesías territoriales del norte semiárido
de Chile y (2) El desplazamiento ambiental
en AbyaYala. En ambos casos, nuevos fenó-
menos migratorios se asocian a la imposi-
ción de una territorialidad extractivista que
reconfigura las relaciones sociales.
10
Territorialidades,
1. Las travesías territoriales del
norte semiárido de Chile.
En el norte semiárido de Chile las terri-
torialidades tradicionales son territorialida-
des en movimiento que, históricamente, se
han constituido siguiendo los ritmos y rutas
del agua. En este caso encontramos ‘terri-
torialidades amplias’ o macroregionales,
que desbordan la comprensión territorial
estatal pues no obedecen su división polí-
tico-administrativa. Estas macroregiones
se territorializan en función de las cuencas
hidrográficas y toman forma a partir de las
migraciones cíclicas entre cordillera, va-
lle, secano y costa. Siguiendo la lógica de
‘nichos ecológicos’ los grupos se desplazan
estratégicamente para lograr sus medios de
vida. En este tránsito de cordillera a mar,
podemos identificar las siguientes rutas de
migración estacional:
a) El tránsito estival del secano a la cor-
dillera: Se trata de un proceso estacional
en el que caravanas de familias crianceras
de las cuencas de Huasco, Elqui, Limari y
Choapa migran desde las tierras secas a
la precordillera o cordillera 1 en busca de
forraje para sus animales. Esta migración
parte a fines de noviembre o en diciembre y
dura unos tres meses, tiempo en el que las
familias instalan sus ranchos en las maja-
das cordilleranas. Este movimiento permite
un conocimiento muy profundo de la bio-
diversidad presente en los pisos ecológicos
altoandinos;la gente sabe ubicar bofedales,
y reconocer y diferenciar la vegetación con
usos medicinales (chachacoma, yareta, ca-
rapela, copa-copa, clavillo, etc.) de la que
puede dañar a ellos o sus animales. Para las
familias crianceras el viaje a la cordillera es
un espacio/tiempo de actualización de co-
nocimientos heredados por generaciones.
Por siglos los cordones montañosos de Los
Andes han sido caminos para quien sabe
andarlos, caminos que han unido pueblos,
y no espacios vacíos ni barreras.
b) El tránsito desde el secano y los va-
lles hacia la costa: En ‘años malos’ cuando
la sequía es intensa, la tradición es migrar
a la costa para buscar ahí la subsistencia.
En esta migración las labores agroganade-
ras son reemplazadas por la recolección de
huiro, cochayuyo, luche, mariscos y sal. En
estas migraciones estacionales se estable-
cen redes de apoyo que aún recorren los va-
lles, el secano y la costa de la macroregión
del semiárido. Tradicionalmente, este des-
plazamiento transversal (cordillera-mar) se
articulaba al desplazamiento longitudinal
11

(norte-sur) de pescadores/recolectores que (ii) El tránsito a las minas: La migración
trabajaba siguiendo los ritmos ecosistémi- a la minería del norte es parte de un relato
cos, ajustándose, por ejemplo, al periodo de que cruza generaciones; desde las salitreras
desove2 . de fines del siglo XIX que la minería ocupa
Si bien estas prácticas entran en tensión un rol central en las dinámicas territoriales
con los diferentes modelos de desarrollo im- del semiárido3 . En este sentido, el actual ci-
puestos por el Estado chileno, será la imple- clo extractivista reedita el mito ‘eldoradista’
mentación del neoliberalismo la que pondrá 4
, que ve en la mina la solución a todos los
en crisis sus condiciones de reproducción problemas. Así, el trabajo semiesclavo de
histórica. Efectivamente, la imposición de las salitreras se actualiza en la minería del
una territorialidad extractivista, presente a cobre y el oro, bajo la forma de un régimen
través de los monocultivos industriales y la de contrato f lexible, basado en la subcon-
megaminería, generará una intensa escasez tratación, con turnos de 7x7 o 20x10 (días),
hídrica; mientras en la costa se sectoriza la donde la productividad se mide en términos
pesca artesanal y delimita su espacio a las de ‘horas hombre’. La migración temporal,
5 mil millas. En su conjunto estos procesos pero continua, de esta mano de obra barata
reconfiguran las dinámicas migratorias. En sostiene las dinámicas de explotación y acu-
esta línea destacamos: mulación capitalista. El minero gana dinero,
(i) La migración campo-ciudad: Se tra- pero hipoteca su vida.
ta de la masificación de una práctica que (iii) El trabajo agrícola de temporada:
tradicionalmente tuvo un rol adaptativo en En los valles del semiárido la diversidad de
los periodos de sequía, pero que en el nuevo los huertos tradicionales fue desplazada por
contexto presenta otros matices. Sin agua el monocultivo industrial de uvas, paltas y
para la producción, las familias se ven obli- cítricos. Este giro productivo conllevó una
gadas a migrar a ciudades intermedias (Va- nueva dinámica laboral, basada en el traba-
llenar, Ovalle, Canela, etc.) o a los centros jo estacional de trabajadores que se asumen
regionales (La Serena, Coquimbo), abando- como ‘temporeros’. Los temporeros encar-
nando sus casas y terrenos. Esta migración nan un tipo particular de migración laboral,
rompe los circuitos del tránsito tradicional, asociada a un trabajo f lexible y precario,
y también las relaciones comunitarias que que se concentra en los meses de verano.
difícilmente se acomodan al nuevo contex- El origen de estos temporeros es diverso,
to, además la ‘ciudad’ introduce una serie en algunos casos son jóvenes de sectores
de nuevas necesidades y, por ende, nuevos urbanos que trabajan esporádicamente, en
gastos que precarizan la vida. Niños y jóve- otros, personas que recorren gran parte de
nes crecen en una realidad muy distinta a la la región chilena siguiendo el calendario de
de sus padres, permeados por imaginarios cosechas.
desarrollistas, pero sin acceso a los medios Como se puede observar la actual confi-
para disfrutarlos. guración territorial del norte semiárido se
De múltiples maneras el extractivismo se encadena a
los procesos migratorios, forzando directa o
indirectamente desplazamientos territoriales. Este
es un proceso global, no un asunto aislado y/o
coyuntural, por eso debe comprenderse en la
complejidad de su interacción.
12
Migración y movimiento
asocia a fenómenos migratorios diversos,
complejos y en tensión. Algunos tienen
origen en prácticas previas a la invasión
española y son, por tanto, manifestaciones
de resistencia a sucesivos procesos de colo-
nización; mientras otros son resultado y a
la vez expresión de las actuales dinámicas
extractivistas.
2. Los desplazamientos ambien-
tales en AbyaYala
En AbyaYala la expansión extractivista
opera como una nueva avanzada coloniza-
dora, que reacomoda el espacio siguiendo
los criterios de eficiencia y competitividad
productiva. En este contexto, la migración
forzada es una dimensión central de las
dinámicas de colonización y despojo terri-
torial. En esta línea, comprendemos en la
categoría ‘desplazados ambientales’ a los
grupos humanos que se han visto obligados
a abandonar su territorio debido a la pre-
carización de sus sistemas de vida, cuando
sus territorialidades son subordinadas por
la territorialidad extractivista de una mi-
nera, planta hidroeléctrica o agronegocio;
cuando sus territorios son devastados por
la guerra que, generalmente, tiene motivos
económicos; y cuando son víctimas de los
mal llamados ‘desastres naturales’, que en
gran medida tienen origen antrópico.
El régimen extractivista produce mi-
graciones forzadas, pues las comunidades
locales que obstaculizan la viabilidad del
progreso son expulsadas de sus territorios,
directa o indirectamente. En estos casos,
el desplazamiento ambiental es considera-
Mingako, por la tierra y la libertad
do uno más de los‘efectos no deseados’ o
‘externalidades’ del desarrollo capitalista.
Aquí se reproduce la lógica colonialista de
la invasión territorial: Por una parte, tene-
mos las estrategias que mediante la violen-
cia directa expulsan a las comunidades,
usando brigadas paramilitares que siem-
bran el miedo o incluso la muerte, como
muestran los asesinatos de luchadores y lu-
chadoras sociales. Por otra parte, tenemos
las estrategias de ‘pacificación social’ que
mediante campañas de Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) y siguiendo las
lógicas de la mitigación de daños y su com-
pensación monetaria, reubican a las pobla-
ciones en nuevos lugares, prometiendo una
mejor vida. En ambos casos, el despojo ge-
nera resistencias, por eso el avance extrac-
tivista, amparado estatalmente, es propor-
cional a la intensificación de los conf lictos
territoriales.
Hoy en día, en AbyaYala abundan los
conf lictos territoriales que han implica-
do migraciones forzadas, por ejemplo: (a)
Millones de familias desplazadas, 22 per-
sonas asesinadas, especies devastadas y el
río Doce completamente contaminado con
más de 40 millones de metros cúbicos de
residuos mineros de la empresa Samarco
(de capitales brasileros, Vale, y de la anglo-
australiana, BHP- Billiton) en el estado
de Minas Gerais, en el sudoeste de Brasil.
Este “ecocidio” denominado comunicacio-
nalmente “tsunami de barro” evidencia el
rol del extractivismo minero en las catás-
trofes ecológicas y su proyecto de muerte
sobre los territorios; (b) Las comunidades
afrodescendientes e indígenas desplazadas
por la megaminera de carbón ‘El Cerrajón’,
en la Guajira de Colombia; (c) Las cerca
de 1.200 familias desplazadas por el pro-
yecto minero a tajo abierto ‘Toromocho’ de
la empresa de capitales chinos Chinalco, en
Perú; y (d) Los más de 900 mil campesinos
expulsados –y otrxsasesinadxs y desapare-
cidxs- por el agronegocio de la soja en los
distritos de Alto Paraná, Caazapá, Caagua-
zú, San Pedro y Paraguarí, en Paraguay.
En el Chile neoliberal, el desplazamiento
ha sido ‘mediado’ por el Estado, como en
el caso emblemático de las comunidades
Puhuenches‘reubicadas’ por el proyecto
hidroeléctrico Ralco de la transnacional
Endesa en la década del noventa, que generó
el precedente para la gestión de conf lictos
territoriales en este país.
Cabe señalar que a los casos anteriores se
suman todas las experiencias de desplaza-
miento silencioso, asociados a la privación
de los medios de vida de las comunidades,
particularmente el agua. Situación reite-
rada en el norte de Chile, donde a raíz de
las explotaciones mineras de Potrerillos
y El Salvador, los collas transhumantes se
vieron obligados a migrar y refugiarse. Así
también ocurrió en el desierto de Atacama,
donde las explotaciones de litio implicaron
la concesión del salar y el despojo sistemá-
tico del agua, que impide la reproducción
de las prácticas tradicionales de las comu-
nidades Lickanantay, que migran a Calama,
mientras sus prácticas de subsistencia son
reproducidas como simple folklore.
En los dos casos expuestos, uno a
nivel local (norte semiárido) y el otro a nivel
regional (AbyaYala) se constata la asociación
entre territorialidad y migración, y como es-
tos fenómenos se configuran en los tiempos
del extractivismo intensivo. De múltiples
maneras el extractivismo se encadena a los
procesos migratorios, forzando directa o in-
directamente desplazamientos territoriales.
Este es un proceso global, no un asunto ais-
lado y/o coyuntural, por eso debe compren-
derse en la complejidad de su interacción.
Como señalamos al inicio, la migración es
un fenómeno eminentemente territorial y
las formas como hoy se expresa responden a
las lógicas coloniales de reordenamiento del
mundo.
Las migraciones tienen que ser leídas en
los contextos en que se constituyen y en la
región chilena y todo AbyaYala hoy conf lu-
yen diversas situaciones que permiten pro-
blematizar la migración como un fenómeno
de territorialización claramente político
que incluye, pero no se limita, a las expre-
siones de discriminación y el estudio del
‘problema’ de los migrantes. En este senti-
do, es importante problematizar las condi-
ciones sociopolíticas que generan gran par-
te de las migraciones actuales y entenderlas
en clave territorial. Nuestros territorios son
procesos abiertos, siempre permeados por
el movimiento de población. Territoriali-
zaciones y desterritorializaciones moldean
en conjunto la forma territorio, por eso con
distintos niveles y formas las migraciones
son constitutivas de los territorios.
Lorena Bugueño – Ely Jiménez
Colectivo El Kintral
1.- En tiempos de sequía extrema, algunos grupos,
incluso, cruzan la cordillera desafiando los con-
troles estatales.
2.- La travesía por las costas de norte a sur evitaba
la sobreexplotación y la contaminación que pro-
ducen las áreas de manejo.
3.- Tomamos este punto por ser la referencia de
los relatos orales, aun cuando existe investiga-
ción etnohistórica y arqueológica que podría si-
tuar mucho antes este fenómeno.
4.- Término que MaristellaSvampa ha recuperado
de Rene Zavaleta Mercado, y hace referencia a la
creencia en un lugar repleto de oro ‘El Dorado’,
que es intensamente buscado, y aun no encon-
trado.
13

Tragedia de las especies invasoras
(O qué culpa tienen los pinos)
S
e ha hecho corriente el uso
de los vocablos nativo y foráneo
para señalar las especies que ha-
bitan un territorio, establecién-
dose casi en todos los casos una distinción
valórica entre unos y otros en función de los
efectos que dichas criaturas pueden llegar
a desatar. No es extraño que sea frecuente
en los discursos ecologistas la denostación
de ciertas criaturas importadas, apelándose
en casi todos los casos a la alteración nociva
de los territorios y la merma o extinción de
las especies locales. Curiosamente –o quizás
no tanto-, estos argumentos se parecen bas-
tante a los que se utilizan contra los inmi-
grantes. Como todo discurso elaborado por
los bienintencionados hombres –la especie
invasora por excelencia-, el reclamo no deja
de ser sospechoso, y permítaseme expresar
algunas dudas.
14
Pero antes debo señalar que aunque no
comparto las soluciones que observo, en-
tiendo perfectamente el discurso contra la
introducción de especies, particularmente
aquellas que son importadas y multiplica-
das para el beneficio comercial del hombre,
fenómeno que no ha dejado de generar con-
secuencias catastróficas para la biodiversi-
dad, y también como vemos con frecuencia
en los últimos años, en la capacidad de re-
tención de agua de innumerables territo-
rios.
Entre las especies cuya introducción y
éxito adaptativo han causado mayores es-
tragos para los ecosistemas locales podría
nombrarse a los pinos y eucaliptus, pero
también al espinillo, la pica-pica, la zar-
zamora y la chépica, a los castores, jaba-
líes, liebres, visones, y truchas, aunque el
listado en realidad es terriblemente largo:
Migración y movimiento
codornices, palomas, gorriones, conejos,
moscardones, chinita arlequín…
Pero algo que usualmente no se señala
en estos casos es que la “introducción” de
especies acompaña a la humanidad desde
los mismos albores de la agricultura y la
domesticación del resto de la naturaleza,
hace unos diez mil años, hasta la perversa
industria de las semillas en la actualidad,
pasando por la era de Colón. Así llegaron
gatos, perros, ovejas, vacas y caballos.
Nuestra moderna alimentación se basa en
esta revolución, pues de otra forma no hu-
biéramos dado con las lentejas y lechugas,
el trigo, la cebada, la vid y las naranjas, los
limones, las manzanas, el arroz, ajo, cebo-
lla, los plátanos… Aunque no veamos hoy
sus efectos, todas estas especies implica-
ron en su momento una feroz guerra en que
ciertas criaturas, apoyadas matonéscamen-
Mingako, por la tierra y la libertad
te por los humanos, vencieron a las nativas.
En todo el mundo. En lo cercano no hace
mucho el cultivo del trigo significó adaptar
y empobrecer toda la diversidad original
de un amplio y diverso territorio como la
Araucanía.
Desde luego no podemos dejar pasar el
rol del poder y del dinero en todo esto. Sa-
bemos que no es igual el daño ocasionado
por empresarios o pequeños campesinos.
Ambos conocen del peligro para el agua de
las plantaciones, pero los últimos viven en
el medio directo que sufrirá las consecuen-
cias, y en la práctica las asumen; el prime-
ro en cambio, solo extrae. En los dos casos
hay peligro para el entorno, pero uno plan-
ta para sobrevivir en estos tiempos difíci-
les para la economía familiar campesina,
mientras que el empresario solo lo hace por
ambición, por negocio.
Si logramos coincidir en que el daño al
ecosistema debemos achacarlo al hombre y
no a las especies introducidas por él, bien
podríamos preguntarnos por qué prefe-
rimos lo nativo a lo extranjero. ¿Número,
belleza, forma, tamaño? ¿Y quienes somos
nosotros para definir esos parámetros? El
pudú no es mejor animal que la vaca y sin
embargo, a diferencia de la segunda, nos
conmovemos terriblemente con su muer-
te. El abejorro nativo, ese naranjito que a
veces vemos junto a copihues y maquis, es
santificado al mismo tiempo que tomamos
a las avecinadas chaquetas amarillas por el
mismo demonio. Todo es convenientemente
relativo en estos casos. Medio mundo dedi-
ca loas a las abejas de la miel (esas de los
cajoncitos), pero pocos recuerdan que fue
introducida y que su avance ha sido la con-
dena de infinidad de variedades de abejas
salvajes.
Y sin embargo, sospecho, pues lo ignoro
realmente, en la naturaleza no hay buenos
ni malos, sino complejas relaciones de con-
f licto o asociación intermitentes. Seres que
se apoyan, se devoran o parasitan indistin-
tamente. Así las cosas, podemos perfecta-
mente tragarnos nuestra escala de valores,
pues todo eso es “natural”, incluida nuestra
ansia destructora.
Que se haya destruido gran parte de los
ecosistemas del mundo no significa que el
nuestro deba sufrir la misma suerte y nos
corresponde, como humanos responsables,
hacernos cargo de la protección de su equi-
librio. Así hablamos la mayor de las veces,
y declaramos la guerra al invasor…
¡Hay tanto cinismo en todo esto! Vivi-
mos gracias a la esclavitud de las demás
especies animales y vegetales, desde los
criaderos de mamíferos de carne, hasta los
cultivos agrícolas y frutales. Sin olvidar
nuestras bebidas, el té, el café y el mate.
Y encima nos servimos de los demás para
nuestro goce narcisista; léase f lores, pe-
rros y gatos, en fin, ornamento y recreo. Y
conste que este alegato no tiene nada que
ver con la bienintencionada urbanidad del
veganismo. Se trata simplemente de since-
ridad.
El problema de las criaturas llamadas
invasoras, que son tan foráneas como aque-
llas de las cuales nos servimos todos los
días, sin llamarlas de esa forma claro, y sin
odiarlas con la saña del ambientalista fu-
ribundo, es que se les ha escapado de las
manos a los hombres. Afectan sus cultivos,
su disponibilidad de agua, sus paisajes, y
últimamente, al parecer, su conciencia. A
veces queremos creer que preocupado de
la reducción de la biodiversidad, que sabe
le afectará, y apurado también por la no-
ción de su dependencia frente al resto de los
ciclos de la tierra, la humanidad arremete
contra las consecuencias de su propio pro-
ceder, pero no sé si realmente somos capa-
ces de ser tan serios.
Un buen amigo me dijo una vez que
arrancaba pinos para poner árboles nativos
en su lugar. Era una forma más de atacar
a las empresas forestales que nos dejan sin
agua y acaban con la f lora y fauna origi-
naria. Su sonrisa me estremeció completa-
mente, más cuando recordé que hace años
yo mismo no pensaba tan distinto, hasta
que entendí que eso era como pretender
acabar con la esclavitud… matando a los
esclavos.
Pero siendo a mi parecer este asunto
una cuestión de sinceridad, quiero que me
entiendan, pues a mí también me aqueja
el mismo mal. Me conmuevo casi religio-
samente frente a una enredadera nativa, la
coiyera, por poner un caso, sin embargo no
me nace tanta fantasía respecto de la f lor
de un macetero, o frente a los humanizados
gatos y perros. Intento obrar distinto, pero
todavía no me sale. Y desde luego que pre-
fiero la preciosa existencia de la biodiversi-
dad local a la creciente homogeneización de
la gente y la naturaleza.
No olvido la catástrofe que está ocu-
rriendo. Pero sé que es vano depositar mi
rabia en las llamadas especies invasoras
que destruyen aquello que sentimos nece-
sario proteger. Esta es la tragedia. Y no le
veo solución. Cierto que nosotros introdu-
cimos y aceleramos extraordinariamente
un encuentro entre seres que quizá jamás
se hubiese provocado. Pero no estoy tan se-
guro de que seamos ahora la salida. Somos
siempre humanos, tan humanos que nos
arrogamos el derecho a elegir, destruir y re-
construir la vida de los demás seres. Y esa
creencia tiene que acabar en alguna parte.
Definitivamente me parece más sensato
ajustar cuentas con nuestra propia especie.
Vitya
15

Ch in a
y la territorialidad
de los fl u jo s c om er cia les 1
E
n el siglo XXI el eje comercial
del sistema-mundo se ha des-
plazado desde el océano Atlán-
tico al Pacífico, este fenómeno
conlleva un complejo proceso de reorde-
namiento territorial, en el cual la Repúbli-
ca Popular China asume un rol central. La
emergencia de China como potencia econó-
mica se encadena a la articulación de dos
procesos de carácter global: la especiali-
zación productiva, asociada a la división
internacional del trabajo, y la implementa-
ción de infraestructuras de integración, que
agilizan la circulación de mercancías. Me-
diante un amplio programa de obras viales
como carreteras, ferrocarriles, sistemas
portuarios, túneles, puentes e hidrovías,
China se asegura que todos los caminos del
mundo lleguen a sus tierras, y en ellos las
materias primas que su industrialización
requiere. De esta manera, la República Po-
pular China globaliza una ‘territorialidad
de f lujos’, funcional a sus ritmos de creci-
miento y la reproducción de las dinámicas
de acumulación capitalista.
16
1. China en el centro
de la economía global
Actualmente, a pesar de ser un país en
vías de desarrollo, China se posiciona como
una potencia global con fuerte incidencia
en el orden de las relaciones internacio-
nales. China es la segunda economía más
importante del planeta y el principal socio
comercial de más de 120 países, entre ellos
Chile. Durante todo el siglo XXI, el ‘gigante
asiático’ ha mantenido un crecimiento sos-
tenido, que en los últimos años bordea el
7% anual. Situación que lo pone en un lugar
privilegiado frente a la crisis de la hegemo-
nía estadounidense. Este proceso de expan-
sión es producto de un periodo de reformas
políticas y económicas, iniciado por Deng
Xioping el año 1978, del que emerge un par-
ticular tipo de capitalismo de Estado, que el
régimen llamó ‘socialismo con características
chinas’2 . Dichas reformas promovieron la
migración de grandes transnacionales ha-
cia ‘zonas económicas exclusivas’, atraídas
principalmente por los bajos costos labora-
Migración y movimiento
les. Las elevadas tasas de acumulación aso-
ciadas a los bajos salarios, se extendieron
al campo financiero, lo que se potenció con
altas tasas de ahorro interno3 . El resultado
fue un acelerado proceso de industrializa-
ción que transformó a China en la ‘fabrica
del mundo’. Hoy en día, el crecimiento eco-
nómico chino se sostiene en los siguientes
factores: (1) Una enorme dotación de traba-
jo asociada a una población activa de 780
millones de personas de un total de 1.300
millones (45% rural al año 2016), que en su
mayoría migra a la ciudad y se emplea con
bajos salarios; (2) Una extraordinaria tasa
de ahorro y de inversión; (3) El impulso de
las exportaciones chinas y (4) La af luencia
de capital foráneo a través de Inversión
Extranjera Directa (IED)4 . La conjunción
de todos estos factores, posiciona a China
no sólo como una potencia comercial, sino
también financiera, con capacidad de in-
versión fuera de su territorio5 .
Mingako, por la tierra y la libertad
2. China y el extractivismo
en Abya Yala
A medida que China crece, en Abya Yala
el extractivismo se intensifica, pues en esta
división internacional del trabajo, nuestras
sociedades asumen el rol de proveedoras de
materias primas, lo que supone la actuali-
zación de relaciones coloniales de subordi-
nación y dependencia. De hecho, el auge de
China se asocia al ‘boom de los commodities’
que caracterizó la primera década de este
siglo. Periodo en el que las economías regio-
nales fueron favorecidas por la alta deman-
da de minerales (metálicos y no metálicos),
hidrocarburos, productos agroindustriales,
forestales y pesqueros. Este boom generó
las condiciones para la instalación de un
‘consenso extractivista’6 transversal, que ha
normalizado la explotación intensiva de
los bienes naturales como el único camino
posible al desarrollo y ha puesto a China
como referente de un nuevo imaginario de
progreso.
En este sentido, China ha aumentado
notoriamente su presencia en la región. Por
una parte, para países como Chile y Perú,
China es el principal socio comercial, des-
plazando a E.E.U.U; y por otra, países como
Venezuela y Brasil, han recibido inversión
china para proyectos extractivos. Efectiva-
mente, en el período 2005-2012, las inver-
siones chinas en la región llegaron a US
$29,7 mil millones7. Los países con mayor
financiamiento de la banca china son Ve-
nezuela (47%), Brasil (19%), Argentina (17%)
y Ecuador (9%)8. En los casos de Ecuador y
Venezuela se opera con el sistema de ‘pres-
tamos condicionados a petróleo’, en el que una
parte considerable de barriles son entrega-
dos directamente a empresas chinas, que
las revenden a otros países occidentales.
Para mediados del 2013, las corporaciones
chinas recibieron el 83% de las exporta-
ciones de petróleo ecuatoriano9. Tal expe-
riencia se reproduce en Venezuela, donde
se han establecido nuevos acuerdos para
explotar 800 nuevos pozos petroleros10. A
partir de estos datos, es posible hablar de
un ‘colonialismo chino’ que se extiende por
Abya Yala, y gran parte del globo. Sin em-
bargo, al menos hasta el presente, la expan-
sión china responde a criterios comerciales,
no militares; por eso su relación con los go-
biernos regionales se sostiene en discursos
de cooperación Sur-Sur, donde se enfatiza
su condición de país ‘en vías de desarrollo’
como garantía de relaciones horizontales.
Más allá de la retórica, la industrialización
china requiere insumos, y gran parte de
ellos están en Abya Yala. De ahí que el cre-
cimiento chino sea proporcional al despojo
territorial y la conf lictividad en estas tie-
rras. Mientras China se industrializa, Abya
Yala se saquea.
17

La máquina que domina el tiempo reacomoda el
espacio. Los territorios ya no son
pensables desde su localización, sino desde su
tránsito, y esto supone un desafío teórico
que aún es tarea pendiente.
3. Infraestructura para
la circulación de mercancías
El régimen extractivista se asocia a com- caso de Sudamérica, la implementación de
plejos procesos de adecuación espacial que este tipo de obras se asocia a la iniciativa
dan lugar a nuevas territorialidades. En para la Integración de la Infraestructura
esta línea, China viene implementando una Regional Sudamericana (IIRSA) del COSI-
política de expansión global basada en el PLAN de UNASUR, cuya cartera de pro-
desarrollo de infraestructura para la inte- yectos ha despertado el interés chino. Aun
gración, que se articula en la iniciativa ‘Un cuando el financiamiento de estas obras es
ruta, una franja’ (conocida como la ‘Nueva ruta de origen diverso, se constata en los últimos
de la seda’), que en su versión inicial abarca diez años, una creciente presencia de China
más de 60 países que comprenden el 60% de en proyectos de inversión y/o construcción
la población mundial y un producto interno de obras para la integración. En este senti-
bruto colectivo equivalente al 33% de su ri- do podemos destacar: (1) Las dos represas
queza 11. Estas obras de infraestructura pro- hidroeléctricas y la mejoría de trenes en Ar-
ducen una ‘territorialidad de flujos’, orienta- gentina; (2) El tren bioceánico entre Brasil
da a la circulación de mercancías12 . Dicha y Perú; (3) El ferrocarril Bulo Bulo-Montero
territorialidad encadena enclaves extracti- en Bolivia, (4) La hidroeléctrica Coca Codo
vos, imponiendo una nueva relación entre Sinclair y la refinería del Pacifico en Ecua-
tiempo y espacio. Si bien Abya Yala no fue dor, y (5) El canal bioceánico de Nicaragua.
parte de la Ruta de la seda original, existe un Es importante señalar que estas obras se
fuerte interés, tanto de China como de los encuentran en diferentes etapas de desarro-
gobiernos de la región por hacerse parte de llo, algunas incluso en diseño de proyecto,
este nuevo diseño del mundo. Como ya se y que su materialización ha desencadenado
importantes resistencias populares. Para
ha señalado, las sociedades sudamericanas
han naturalizado el extractivismo como la potenciar su presencia en esta esfera, China
gran respuesta a sus demandas de desarro- ha promovido el Programa de Préstamos Es-
llo. peciales para Proyectos de Infraestructura
En este contexto, desde inicios de siglo China-LAC con el Banco Interamericano de
se observa una profunda transformación de Desarrollo (BID)13 , y también la instalación
los territorios de Abya Yala, tras la puesta de la banca china: El Construction Bank, el
en marcha de planes de infraestructura fun- Bank of China, y la posible llegada del Deve-
cionales a las necesidades del capital. En el lopment Bank.
18
Migración y movimiento
A nivel sudamericano, Chile cumple un
rol estratégico en la configuración de estas
‘territorialidades del f lujo’, pues su exten-
sa costa se posiciona como una puerta de
entrada/salida de mercancías hacia el Asia
Pacífico14 . En este sentido, las relaciones
con China han sido centrales en la política
exterior chilena. Chile fue el primer país de
la región en firmar un TLC con China, el
año 2005, y desde ahí el acercamiento ha
sido progresivo. De hecho, en noviembre
de 2016 el presidente Xi Jinping visitó Chi-
le, y en mayo de 2017 la presidenta Miche-
lle Bachelet visitó China, ocasión en la que
participó en la cumbre ‘Una Franja, Una
Ruta’, manifestando el interés del Estado
chileno en hacerse parte de ese proceso.
En esa visita se anunció la incorporación
de Chile al Banco Asiático de Infraestruc-
tura e Inversiones (BAII). En sintonía con
la ‘territorialidad de los f lujos’, la retórica
gubernamental chilena promueve la ima-
gen de un ‘Chile puente’ para la circulación
de mercancías y un ‘Chile plataforma’ des-
de donde gestionar los negocios chinos al
resto de Sudamérica. En este punto ha sido
clave el rol del ex presidente Eduardo Frei
Ruiz-Tagle que desde el año 2013 se des-
empeña como ‘Embajador extraordinario
y plenipotenciario en misión especial para
Asia-Pacífico’.
Mingako, por la tierra y la libertad
Palabras de cierre…
construyendo territorios
para el saqueo capitalista
Los territorios en tanto construcción China está rediseñando el mundo a tra- La imposición de esta ‘territorialidad de
política materializan las relaciones de po-
der. Hoy en día, el desplazamiento del eje
vés de infraestructuras que abren caminos
a la explotación de la naturaleza y, no hay
los f lujos’ desplaza otras territorialidades y
encadena compulsivamente todos los siste-
comercial global del océano Atlántico al que olvidarlo, a la explotación del trabajo mas de vida a las dinámicas de producción
Pacífico da cuenta de un nuevo orden de re- humano. La expansión colonial china, no y consumo capitalista. La complejidad de
laciones internacionales, y una nueva etapa se sostiene en una fuerza militar, sino en este proceso, es un fenómeno que quizás no
de acumulación capitalista. El capitalismo su capacidad de construir rutas para el des- hemos comenzado aún a visibilizar. Sabe-
se expande a medida que nuevas infraes- pojo, asociadas a emprendimientos extrac- mos muy poco de China, de sus contradic-
tructuras derriban las barreras naturales tivos y producción de energía (incluida las ciones internas, sus clases oprimidas y las
que, durante siglos, han servido de refugio energías limpias). Con estas obras se impo- luchas de resistencia que por allá se liberan,
a la diversidad de pueblos que solo parcial- ne una territorialidad que hemos llamado sabemos muy poco de las formas de pensar
mente fueron integrados al sistema de ex- ‘de f lujos’, pues su particularidad radica en la economía y el mundo, no conocemos el
plotación capitalista. Paradójicamente, una su capacidad para acelerar la circulación proyecto político que sustenta la expansión
sociedad que se declara comunista, China, de mercancías, derribando las barreras del china ni los imaginarios que se tienen so-
es la que cumple un rol central en esta nue- tiempo. La máquina que domina el tiempo bre Abya Yala, por ahora lo único claro es
va etapa, ya que para mantener sus altos reacomoda el espacio. Los territorios ya no que el gigante asiático está promoviendo
niveles de crecimiento necesita abastecerse son pensables desde su localización, sino un nuevo diseño territorial, aunque no es
de insumos, que no son otra cosa, que los desde su tránsito, y esto supone un desafío la única potencia en este juego, y que nues-
bienes naturales de otras tierras. teórico que aún es tarea pendiente. tros territorios y sus bienes comunes tienen
sus tiempos de regeneración y si estos no se
respetan, la vida muere.
Ely Jiménez - Lorena Bugueño
Colectivo El Kintral
1.- Este texto se basa en una investigación aun en curso sobre el rol de China en 7.-En La expansión de China en América Latina, Mantilla Baca, Sebastián (2015).
el extractivismo sudamericano, realizada por el Colectivo El Kintral, algunos CELAEP; Fundación Hans Seidel, Quito.
de los argumentos fueron desarrollados en el artículo ‘Chile-China: relaciones 8.- En La deuda externa en Latinoamérica y el rol de China, Gómez, Javier (2017).
en tiempos de extractivismo intensivo’ (en proceso de revisión). Trabajo presentado en el encuentro “China - América Latina, ¿nuevas depen-
2.- En China en América Latina: del consenso de los comodities al consenso de Bei- dencias, viejas resistencias?” Universidad Andina Simón Bolívar y la Oficina
jing. Svampa, Maristella y Slipak, Ariel 2017. En Ecología Política Latinoameri- Región Andina de la Fundación Rosa Luxemburg
cana. CLACSO. 9.- En Inversiones chinas en Ecuador: Andes Petroleum y los bloques 79 y 83,
3.- En China, 30 años de crecimiento económico, Quiroga, Claudio (2009). Anua- Luzioraga, Miguel (2017). Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES)
rio Jurídico y Económico Escurialense XLII, pp. 463- 480; La emergencia de Chi- (Luzuriaga, 2017).
na y su impacto en las relaciones comerciales entre Argentina y Brasil. Bekerman, 10.- En Venezuela y China amplían cooperación petrolera. Escalona, Pablo
Marta, et al. (2014). Problemas del Desarrollo, vol. 45, No 176; y América Latina (2017) El Universal. Recuperado de http://www.eluniversal.com/noticias/eco-
y China: ¿Cooperación Sur-Sur o “Consenso de Beijing? Slipak, Ariel (2014) En re- nomia/venezuela-china-amplian-cooperacion-petrolera_671311
vista Nueva Sociedad No 250 11.- En One Belt One Road, La Ruta de la Seda del Siglo XXI y sus Implicancias para
4.- En China, 30 años de crecimiento económico, Quiroga, Claudio (2009). Anua- Chile y América Latina. Peralta, Diego; et al. (2016). Revista Peruana de Estudios
rio Jurídico y Económico Escurialense XLII, pp. 463- 480. del Asia-Pacifico.
5.- En ‘Chile-China: relaciones en tiempos de extractivismo intensivo’. Bugueño, 12.- En ‘Chile-China: relaciones en tiempos de extractivismo intensivo’. Bugueño,
Lorena 2017. Texto en proceso de revisión. Lorena 2017. Texto en proceso de revisión.
6.- En Minería trasnacional y dispositivos de intervención en la cultura. La gestión 13.- En Sin espacio para todos: China y la competencia por el Sur. Mouron, Fer-
del paradigma hegemónico de la “minería responsable y el desarrollo sustentable’ nando, et al. (2016). Revista CIDOB d’Afers Internacionals N°114, Barcelona,
Antonelli, Mirta (2009) y “Consenso de los Commodities” y lenguajes de valora- España.
ción en América Latina, Svampa, Maristella (2013) revista Nueva Sociedad N° 14.- En ‘Chile-China: relaciones en tiempos de extractivismo intensivo’. Bugueño,
244. Lorena 2017. Texto en proceso de revisión
19

c omu nida des Ko ll as e n l a III R egió n de Ata ca ma
E
n pleno siglo XXI, mientras las
grandes urbes crecen a ritmos
frenéticos, las migraciones de
trabajadores a los “polos de de-
sarrollo” minero no cesan, es más, se acen-
túan a través de los discursos y promesas
políticas sobre trabajo, progreso y desarro-
llo, lo que atrae a gente de todo el territorio
e incluso de otras latitudes3 ; tal es el caso de
la ciudad de Copiapó, donde nos encontra-
mos con un panorama complejo, es una de
las ciudades más caras y contaminadas para
vivir, ya que, en primer lugar el cambio de
uso de suelo en los antiguos terrenos agríco-
las del poblado de San Fernando dieron paso
a la construcción de condominios y departa-
mentos para satisfacer las demandas de la
población f lotante de trabajadores conso-
lidándose con ello el negocio inmobiliario,
mientras en la “periferia”, lxs migrantes pre-
carizadxs, llegan a la ciudad acrecentando
los campamentos y tomas que hace un par
de años se contaban por un centenar; por
20
Ap ro xi m ac ió n a las mi g rac ione s de
1 2
otro lado la contaminación, Copiapó tiene
más de 90 relaves4 que la rodean producto
de la incesante actividad minera de los años
70, 80 y 905 , luego de los aluviones del año
2015, los químicos escurrieron a lo largo y
ancho de las calles de la ciudad generando
preocupación, algunxs expertxs cuestionan
estudios gubernamentales y temen lo peor6
, pero a pesar de todo, es una ciudad que
continua en un constante f lujo migratorio
que pareciera no terminar debido a las ex-
pectativas que el trabajo genera.
De esta forma, mientras las exigencias
de la ciudad invitan a acelerar el crecimien-
to económico para satisfacer las necesida-
des de consumo en la sociedad capitalista
moderna, en la periferia de la urbe, las co-
munidades que conviven con el extracti-
vismo se ven cada vez más despojadas de
tierras y agua, provocando un constante
migrar forzado entre precordillera-ciudad,
situación que lentamente ha terminado por
transformar sus antiguas comunidades, en
Migración y movimiento
una constante des-territorializacion y re-te-
rritorializacion7 de los espacios en los que
se desenvuelven.
Frente a este panorama la cultura Kolla
busca pre-valecer y re-configurarse de mu-
chas formas, primero en un constante pro-
ceso de etnogénesis, que llama la atención
por el sincretismo con otras culturas como
resultado de la aculturización a la que han
sido sometidos desde los tiempos de la Co-
lonia, relegándolos al olvido y sintiéndose
muchas veces avergonzadxs de su origen; y
en segundo lugar, un eterno conf licto con
las mineras y el monocultivo, empresas que
con el correr de los años han tomado un rol
casi paternalista producto de los planes y
convenios a los que se han circunscrito últi-
mamente, no por casualidad o buena volun-
tad, sino porque las comunidades indígenas
lentamente han comenzado a empoderarse
de sus territorios y derechos frente a un ca-
pitalismo que no da tregua.
Mingako, por la tierra y la libertad
Aproximaciones al mundo Kolla:
Como bien sabemos las dinámicas migrato-
rias son una constante en muchas culturas,
y las poblaciones ancestrales que habitaron
la pre-cordillera (III Región de Atacama)
no han estado ajenas a estas dinámicas a
lo largo de su Historia. Como definen al-
gunxs autorxs (Bouysse-Cassagne) “es difí-
cil definir la verdadera procedencia de lxs
Kolla 8, aunque se han encontrado puentes
que conectan sus elementos lingüísticos y
culturales asociados a tribus del amazo-
nas9”, incluyendo además migraciones que
durante el Siglo XV y XVI10 llegaron desde
el otro lado de la cordillera, lo que deduce
en cierta medida su mixtura, luego, con el
correr de los años y los continuos cambios
provocados por las invasiones conquistado-
ras (Incas/Hispanas), redujeron y cambia-
ron considerablemente su población, poste-
riormente, en el Siglo XVII, en los albores
del colonialismo, un Edicto emanado desde
la Corona española les prohibía su lengua y
cultos “paganos”, de esta forma, y una vez
más de la mano del colonialismo se gesta un
intento por conducir a una cultura completa
al olvido11.
Posteriormente, a fines del Siglo XIX y
principios del XX, con las nuevas territo-
rialidades re-configuradas como Estados-
Nación (Chilena/Argentina), numerosas
oleadas migrantes comienzan a cruzar la
cordillera de Los Andes desde el Nor-oeste
Argentino procedentes de Fiambalá, Tino-
gasta, y Belén, entre otras, y desde el Sur de
Bolivia, quienes se instalan en la Quebrada
del Jardín, entre los centros mineros de Po-
trerillos y El Salvador, autodenominándose
entre sí, como Kollas12 .
1.- Conadi (2001)
2.- Copiapó, III Región de Atacama, Chile.
3.- “Inmigración en campamentos, Percepciones so-
bre la vida en asentamientos precarios de Copiapó”,
Katherine Campos, Articulo Techo Chile.
4.- Más info en http://www.relaves.org/
5.- http://ciperchile.cl/2011/09/23/la-ciudad-de-
los-relaves-peligrosos/
6.- http://radio.uchile.cl/2015/04/10/toxicologo-
cuestiona-estudios-realizados-por-el-minsal-en-
atacama/
7.- Des-territorializacion y re-territorializacion: el
primer concepto se entiende como la perdida de
territorio producto de factores exógenos, donde
se rompe la relación con la historia y memoria de
los lugares, la re-territorializacion es el ejercicio
de recuperación e identidad independiente del
espacio geográfico. (Nestor G. Clancini)
8.- Aunque otros autores indican que los Kollas y
Cuyanos, como tal, llegaron desde Argentina solo
durante los siglos XIX y XX, lo que produjo un sin-
cretismo cultural con antiguos habitantes de la
precordillera Atacameña.
9.- “Los Collas de Atacama: Identidad y Etnogéne-
sis”. (Tesis para optar al grado de Antropología.
UAHC, Stgo. 2008)
10.- Conadi (2001)
11.- A no olvidar que mientras las culturas persis-
ten y resisten a las fronteras político-territoriales
de la modernidad, de hecho, el mapa político de
la dominación se reconfigura constantemente,
ya que debemos recordar que: desde 1543 a 1776
quedan bajo el dominio del Virreinato del Perú,
luego, desde 1776 hasta 1816 pasarían a conformar
parte del Virreinato de La Plata y finalmente, con
la aparición de las repúblicas Chilena y Argentina,
los Kollas quedarían en medio de dos jurisdiccio-
nes dominante.
12.- Cervellino (2001)
21

Territorialidad,
des-territorialización
y re-territorializacion13:
Desde 1870, junto a la llegada (y cons-
tante migrar) de poblaciones Kolla alrede-
dor de centros urbanos como Potrerillos
y El Salvador, comienzan a su vez a apa-
recer las dificultades en las economías de
subsistencia, como primer factor podemos
considerar principalmente a la contamina-
ción con material particulado producto de
la actividad minera (zona de Potrerillos),
y en segundo lugar la escasez hídrica para
alimentar su ganado como resultado de la
aparición de haciendas ganaderas que a su
vez limitaron los territorios habitables y de
pastoreo. Comienza así un primer proceso
de integración a la sociedad moderna como
mano de obra en la incipiente minería y
un nuevo f lujo migratorio hacia la ciudad,
como bien relata Don Fermín Jerónimo:
“Empezaron a morirse, el ganado… la oveja
sufrió toda la reacción…aparte que la compa-
ñía fue absorbiendo toda la mano de obra; en
esto participaba toda la gente de por aquí; las
mulas, los caballares, para transportarse; todo
lo que era el transporte, era hecho por ellos.
Después la leña, después el carbón, después
proveerlos de leche, queso y carne. Pero al final,
como a uno se le ofrece otro tipo de trabajo más
rentable, también nos contrató a algunos y así
fueron quedando los más ancianos, los más vie-
jos…los más jóvenes, se fueron…nos fuimos, yo
también me cuento entre esos, de haber llegado
al pueblo y ser absorbidos por esta sociedad.”
(2004 14).
Entre 1930 y 1960 comienza una se-
gunda etapa en la desterritorializacion de
las comunidades Kolla, con la presencia de
quienes fueron denominadxs “arrendata-
rixs”, como el caso de la familia Prohens15 ,
que compraron la Hacienda Jorquera gene-
rando grandes fortunas con la uva de ex-
portación (y quienes hoy incluso ostentan
cargos públicos). Durante este periodo, y
como contraparte, las comunidades Ko-
lla comienzan a organizarse en torno a la
disputa por el agua y el territorio, confor-
mando el sindicato de leñadores (Paipote)
22
y el Sindicato de Crianceros (Rio Jorquera),
pero en el año 1960 con la apertura del mi-
neral de El Salvador se limita aún más el
uso de agua, todo esto sumado a la sequía
que afectó al Valle de Copayapu el año 1968,
terminaría provocando otro éxodo masivo
a la ciudad dejando unas pocas familias lu-
chando contra el desarraigo territorial.
La tercera etapa de este periodo ven-
dría de la mano de la dictadura militar
(1973) donde se acrecienta la represión a
comunidades pre-cordilleranas, ya que al
encontrarse sindicalizados en contra de
las familias Cousiño y Prohens exigiendo
demandas territoriales para sus comunida-
des, representaban una constante amenaza
para los empresarios del monocultivo, quie-
nes solapadamente pedían más respaldo y
“seguridad” de las autoridades militares;
sumado a ello, y debido a su conocimien-
to territorial de la pre-cordillera por sus
labores de crianceros se sabía/suponía por
parte de los militares que prestaban ayuda
a personas que arrancaban de la represión
estatal chilena y sus organismos de inte-
ligencia hacia el territorio argentino; caso
renombrado y simbólico en este proceso
de represión, es el de las tres pastoras/her-
manas Quispe, quienes fueron encontradas
ahorcadas junto a sus animales de crianza
el año 1974, y que las autoridades de la épo-
ca junto a la prensa acusaban un “suicidio
ritual”, aunque por otra parte se presume la
participación de militares, siendo hasta la
fecha un caso aun no esclarecido.
La cuarta y última etapa podría con-
siderarse la aparición de la mega-minería
(80s-90s) como factor determinante en los
procesos migratorios que aún persisten,
incluso en la actualidad, ya que, al cierre
de las escuelas rurales en el alto valle, les
siguieron la inclusión de la población (adul-
tx/joven) Kolla a las faenas mineras, rea-
lizando labores directa o indirectamente
relacionadas al extractivismo.
Migración y movimiento
Lxs Kollas hoy:
En la actualidad, el mundo kolla se ha
re-configurado tanto en sus componen-
tes culturales como territoriales. Producto
principalmente de los cambios propios de
un mundo globalizante, racista, eurocen-
trista y de la constante des-territorializa-
cion producto del extractivismo. Al mismo
tiempo, lentamente las comunidades han
comenzado un proceso de Etnogénesis,
dentro y fuera de la urbanidad, el que re-
sulta muchas veces complejo, ya que, como
mencionamos es una cultura a la que se le
privó de su lenguaje, espiritualidad y terri-
torialidad desde hace más de 400 años, ra-
zones por la cual, en esta etapa de su histo-
ria, han vivido un proceso de Aymarización
de sus costumbres, comenzando una larga
etapa por recuperar sus vacíos histórico/
culturales.
Desde que fueron reconocidxs por
el estado a comienzos de los años 90´s, el
resurgimiento de “lo Kolla” tomo varios
caminos, por un lado, el estado en su rol
paternalista acogió (o intentó acoger) de-
mandas indígenas urgentes propias de la
precarización a la que fueron arrastradas
las comunidades Kolla mas urbanas, don-
de a su vez surgen nuevas agrupaciones
organizadas en torno a los nuevos desafíos
y problemáticas, recibiendo desde becas,
hasta subsidios habitacionales; y por otro
lado las comunidades y organizaciones ya
existentes, como el sindicato de leñadores,
de crianceros o el club de huasos, cambian
sus fines y se organizan como Comunida-
des Indígenas en sus propios territorios,
Mingako, por la tierra y la libertad
fortaleciendose y desde donde emergen 3
comunidades grandes, Potrerillos, Paipote
y Rio Jorquera. En un principio la emer-
gencia de estas 3 comunidades tienen como
objetivo el reclamo de las tierras cordille-
ranas ancestrales, de las cuales fueron des-
pojados por las familias Cousiño, Prohens,
las mineras de Codelco y extranjeras, como
Maricunga y Mantos de Oro.
A pesar de este aparente intento de au-
to-determinacion, con el correr de los años
muchas comunidades cambian su fin y co-
mienzan a recibir fondos de mineras para
proyectos de emprendimiento, un caso par-
ticular es el caso de la comunidad de Rio
Jorquera, la que se dividió precisamente por
este motivo (aunque no se desligo comple-
tamente de fondos estatales); la razón de
estos “negociados” es principalmente debi-
do a lo complejo del panorama económico,
social y cultural a la que estaban siendo
conducidas, ya que la perdida de territorios
y agua puso en riesgo las economías de sub-
sistencia, y fue un desesperado intento por
sobrevivir y permanecer en esos espacios
geográficos; Mientras que quienes bajaron
a la ciudad siguieron trabajando en conjun-
to en lo que se denomina “La casa de salud
indígena” (Copiapó), lugar en el que rea-
lizan seminarios, reuniones, charlas, etc.
Espacio físico en el cual apuestan a largo
plazo a la autonomía frente a los fondos es-
tatales y de mineras, e invitando a un cons-
tante dialogo sobre el tema indígena a estas
y otras entidades.
A modo de conclusión:
Actualmente existen dos mundos Ko-
lla en el Valle de Copayapu, lo que algunos
denominan, “un abajo y un arriba”; abajo,
en la ciudad las experiencias han sido com-
plejas, las de enfrentarse a problemáticas
propias de la supervivencia en las grandes
ciudades y la integración a la sociedad capi-
talista, hay que recordar que la generación
que bajó de la pre-cordillera durante la se-
gunda mitad del siglo XX es la que hoy se
aglutina y organiza en torno a las comuni-
dades Kolla urbanas de Copiapó, intentando
mantener sus raíces y desenvolverse en una
nueva territorialidad y al mismo tiempo esta
generación es la que busca heredar la cul-
tura a sus hijxs y nietxs, por lo que ya es
también tradición de que cada cierto tiempo
suban a sus antiguos territorios a juntarse
con familiares y amig@s de las comunida-
des pre-cordilleranas para mantener viva la
memoria.
Mientras que en el “arriba”, en la pre-
cordillera, están las comunidades que inten-
tan mantener vivo el territorio, las costum-
bres, las formas de vida y sus economías de
subsistencia, una generación que supera los
40 o 50 años de edad en promedio, y resul-
ta preocupante, por ser una situación que se
repite en muchos territorios que resisten a
la integración de las nuevas formas de vida,
sucede en la cordillera de la costa del semi-
arido en las majadas16, en las caletas de co-
munidades Changas17 y en los altos Valles
del Huasco con las comunidades Huasco-
altinas18, todas ellas aun con características
propias, tanto económicas como culturales,
ajenas a la sociedad capitalista.
Todas estas comunidades que resisten a
la maquina integradora desarrollista-capi-
talista tienen un elemento en común, que es
la constante búsqueda por llenar sus varios
culturales e históricos producto del choque
cultural/económico/social a la que fueron
sometidas, y han sido expuestas luego de
la llegada de las nuevas formas económicas
o productivas a la región. Formas de vidas
y economías modernas que a pesar de los
constantes cambios que han provocado, y
su injerencia en los territorios que mante-
nían aun rasgos culturales propios, están
siendo cada vez mas cuestionados debido a
sus contradicciones frente al discurso de-
sarrollista y/o progresista, discurso que en
la práctica y por si mismo se contrapone a
la supervivencia de las culturas que bus-
can prevalecer, bien sabemos que la única
forma de mantener viva a las comunidades
ajenas al capital es el de la resistencia a este
modelo integrador e inhumano.
13.- “Territorio, desterritorialización y reterritoriali-
zación: un abordaje teórico desde la perspectiva de
Deleuze y Guattari”, María Teresa Herner, Institu-
to de Geografía-Facultad de Ciencias Humanas,
Universidad de La Pampa.
14.- “Los Collas de Atacama: Identidad y Etnogéne-
sis”, Pag. 40
15.- http://www.prohenscopiapo.cl/
16.- Una majada es un paraje en medio del campo
o de la montaña que sirve como refugio del pastor
y de su ganado por las noches durante las épocas
del pastoreo y de la trashumancia, cuando ya ha
pasado el invierno y se acerca el verano.
17.- Costa III Región; como Chañaral de Aceituno,
Punta de Choros, etc.
18.- San Felix, Pinte, etc.
23
 A sembrar salud y libertad Mingako, por la tierra y la libertad

La fermentación
como ejercicio de
autonomía y autogestión
Hace algún tiempo llegó a mis manos un libro llamado “El Arte de la Fermenta-
ción”. Con él he aprendido una serie de técnicas fermentadoras, haciendo mi propio
chucrut, masas madres, chichas de frutas y otros deliciosos y nutritivos preparados.
Quería hace tiempo compartir estos conocimientos, a continuación un resumen con ¡La fermentación como una
enorme y caótica simbiosis
ideas personales que elaboré a partir de este interesante texto. colectiva!

La fermentación es la transformación mosfera tuviera el oxigeno suficiente para tras cuerpas como: axilas, entrepiernas,

C
uando pensamos en el cul-
tivo y manejo de bacterias,
quizás imaginemos a profesio-
nales de la ciencia con batas
blancas cultivando bacterias en laborato-
rios pulcros y limpios. Sin embargo, el cul-
tivo de bacterias mediante fermentación es
una práctica ancestral.
Hoy en día la ciencia occidental ha
demostrado los beneficios de la fermenta-
ción al pre-digerir los alimentos eliminan-
do toxinas como el ácido fítico y haciendo
los nutrientes mayormente biodisponibles
para nuestras organismas. Así mismo re-
conociendo el papel beneficioso de ingerir
bacterias acido lácticas para nuestra f lora
intestinal, y por tanto para nuestra salud.
Estos beneficios, sin embargo, ya habían
sido descubiertos hace milenios de forma
intuitiva por nuestros antepasados.
Preparar nuestros alimentos a base de
cultivos de bacterias es un acto de autono-
mía, así como cultivar nuestros vegetales
en la huerta. En ambos casos nos hacemos
más autosuficientes frente a la infraestruc-
tura global que monopoliza la satisfacción
de nuestras “necesidades” alimenticias a
base de monocultivos, biotecnología, trans-
génicos, agrotóxicos, transportes, refrigera-
ción, etc.
La comida tiene un valor cultural ele-
vadísimo, es el sustento económico de mu-
chos, así como una actividad que invita a
la reunión y el compartir. El comer reúne y
vitaliza la comunidad.
de los alimentos a través de la acción de
bacterias y hongos, y por las encimas que
estos producen. Los seres humanos apro-
vechamos este poder transformador para
elaborar diferentes alimentos y bebidas,
para conservar los alimentos, hacerlos más
digeribles, menos tóxicos y más sabrosos
¡Ñami ñami!
Pese a todo la fermentación va mucho
más allá de nosotres les humanes. Les hu-
manes, de hecho, no creamos la fermenta-
ción, sino que fue ella la que nos creó ¡Chú-
pate esa!
Los biólogos emplean el termino fer-
mentación para describir el metabolismo
anaeróbico, es decir el proceso de produc-
ción de energía a partir de nutrientes sin
oxigeno. Se cree que las bacterias fermenta-
doras aparecieron en la sopa prebiótica pri-
migenia que inundaba nuestro planeta en
tiempos inmemoriales, antes de que la at-
permitir la forma de vida aeróbica. En los
primeros 2.000 millones de años de vida en
la tierra las bacterias (las únicas habitantes)
transformaron continuamente la superficie
y la atmósfera del planeta, e inventaron to-
dos los sistemas químicos esenciales, mi-
niaturizados, de la vida.
Las relaciones simbióticas (del griego:
σύν, syn, ‘juntos’; y βίωσις, biosis, ‘vivir’)
entre las bacterias quedaron encarnadas
permanentemente en las primeras células
y organismos eucariotas que luego cons-
tituirían plantas, hongos y animales. Las
bacterias, a través de la simbiogénesis co-
laboraron hasta crear el mundo actual. Esta
co-evolución entre las bacterias pronto se
generó entre nosotres y ellas. No podemos
vivir sin bacterias, de hecho ¡¡¡hay más bac-
terias en tu cuerpo que células!!!, la mayo-
ría en nuestros intestinos. Pero también en
las zonas más cálidas y sudorosas de nues-
órganos sexuales, ojos, vías respiratorias
superiores, orificios y boca. En la piel hay
muchas y muy diversas. La diferencia entre
una axila caliente y húmeda; y un antebra-
zo lampiño y seco puede equipararse a la
diferencia entre los nichos ecológicos de la
selva y el desierto. Esta microbiota nos per-
mite desarrollar una serie de funciones que
no tuvimos que producir nosotres mismes
por evolución. Existimos gracias a nuestros
simbiontes bacterianos. Somos junto con
ellas una comunidad mutualista.
La dieta hiperhigienizada y cocinada
del mundo actual está poniendo a prueba
la microbiota que albergamos. Los alimen-
tos ya no contienen bacterias como antes.
Miles de enfermedades gástricas surgen en
la población por ingerir alimentos tóxicos,
pero también sin vida, es decir sin nuestras
amigas bacterias, alterando la microbiolo-
gía de nuestros intestinos. Hoy en día vivi-

24 25

mos una “guerra contra las bacterias” don-
de personajes como Mister Musculo son los
héroes contra los supuestos sucios villanos
bacterianos que solo producen enfermeda-
des y problemas. Pero eliminar a nuestras
compañeras de co-evolución nos puede re-
sultar muy caro.
Cuando cultivamos bacterias tam-
bién debemos cultivar conciencia de que
somos seres entre otros muchos, todos co-
evolucionando en apoyo mutuo ¡Somos una
enorme y caótica simbiosis colectiva!
Algunos beneficios de
la fermentación
A nivel histórico las técnicas de con-
servación de alimentos supusieron un
avance notable al permitir a les humanes
liberarse de ocupar su tiempo en la caza
y recolección. En la actualidad tienen mu-
chos beneficios, nos centraremos ahora en
cuatro. Conservación, eficiencia energéti-
ca, salud y sabores pulentos:
conservación: Hemos vivido en la burbu-
ja de la refrigeración, sin embargo el actual
panorama no nos asegura que la refrigera-
ción vaya a durar mucho tiempo más. El
refri en esencia es un retrasador de la fer-
mentación a través de su baja temperatura.
Ha estimulado nuestra distorsión en torno
al carácter perecedero de los alimentos.
La fermentación conserva porque per-
mite el desarrollo de ciertas bacterias, las
cuales inhiben a otras a través del acido
acético, el alcohol o el acido láctico entre
otras sustancias bactericidas. La fermenta-
ción es una manera al alcance de todes para
conservar alimentos, por tanto favorece la
26
soberanía alimentaria de los pueblos del
planeta.
En la actualidad esta técnica milenaria
ha sido desplazada por alternativas como el
enlatado, conservación por químicos, refri-
geración y otras técnicas que solo pueden
existir gracias a la sociedad industrial y sus
miserias.
salud: Los fermentos son muy nutritivos,
porque predigieren los alimentos hacien-
do los nutrientes más biodisponibles para
nuestro organismo, además de eliminar to-
xinas y antinutrientes. Las bacterias acido
lácticas presentes en los fermentos son es-
pecialmente beneficiosas para nuestra mi-
crobiota intestinal. Mantener nuestro eco-
sistema microbiano saludable y equilibrado
es fundamental para mantener saludable
nuestro sistema inmune.
La mejora nutricional del consumo de
fermentos se ve asociado al aumento del
complejo de vitaminas B y en hacer dispo-
nible el aminoácido esencial Lisina en los
cereales. También se ha observado que la
fermentación reduce el acido oxálico, nitra-
tos y algunos pesticidas de los vegetales.
eficiencia energética: En un mundo con
incertidumbre en relación a la disponibili-
dad de combustibles fósiles, así como por
los costos ambientales que estos suponen,
la opción fermentadora puede ayudar bas-
tante a encontrar alternativas, ya que los
costos energéticos de la refrigeración, coc-
ción y otros procesos industriales disminu-
yen. Volver a estas técnicas nos remonta a
formas de vida pre-industriales en donde
las comunidades eran capaces de auto-ges-
tionar sus alimentos.
A sembrar salud y libertad
sabores pulentos: Los fermentos gene-
ran sabores fuertes y cautivadores. El pan,
aceitunas, quesos, etc son fermentados. En
muchas culturas los alimentos fermentados
son de los más apreciados. Muchas veces
permiten que alimentos básicos (sosos, se-
cos y corrientes) se transformen adquirien-
do gran sabor y textura. La cultura tiene
mucho que ver en la percepción de estos
alimentos, para algunos estaríamos ante
comida podrida, y otros ante verdaderas
delicias.
Estos son solo algunos de los benefi-
cios de esta práctica que deberíamos sin
duda colectivizar y expandir. Los alimentos
fermentados son una alternativa para mejo-
rar nuestra salud, mejorar el sabor y textura
de los alimentos que consumimos, ayudar a
generar una forma de vida más eficiente en
términos energéticos y conservar nuestra
comida para tiempos de incertidumbre.
¡Sigamos recopilando y practicando
saberes que nos ayuden
a autogestionar nuestras necesidades!
Manzana Verde
Desde el Biobío,
rivera sur del río Andalien.
Mingako, por la tierra y la libertad
¡Hacer tu propio fermento
es fácil, rico y sano!
L
o único que necesitas son verdu-
ras, sal (ojala de mar o de mina,
aunque de la otra igual sirve) y
un frasco de vidrio de un litro
(esos con tapa rosca en que se hacen las
mermeladas).
Aquí vamos a hacer una receta básica
con repollo que se conoce como Chucrut,
pero puedes agregarle si quieres cualquie-
ra de estas verduras: zanahoria, betarraga,
ajo, cebolla, ají, lechuga, colif lor y brócoli
(lo importante es que estén siempre crudas,
porque queremos aprovechar las bacterias
que naturalmente contienen).
ingredientes y materiales:
- Repollo
- 1 cucharadita de sal
- Un tarro de vidrio de litro
Paso 1: pica finito; del grosor de una
moneda o un poco más grueso el repollo
(pica la suficiente cantidad como para lle-
nar un frasco conservero de 1 litro)
Paso 2: Agrega la cucharadita de sal al
repollo picado y revuelve con tus manos. Al
mismo tiempo aprieta el repollo, con esto
buscamos romper las paredes celulares del
vegetal y propiciar que los jugos salgan al
exterior, la sal igual ayuda en este proceso.
Paso 3: Mete todo al frasco con algo
de presión y cierra. A medida que pasan los
minutos y horas veras como el frasco co-
mienza a llenarse de los propios jugos de
los vegetales ¡que hermosura! Si luego de
un 1 día no están todos los vegetales bajo
el liquido, agrega un poco de agua (la idea
es que siempre los vegetales estén bajo li-
quido, ya que esto genera un ambiente sin
oxigeno lo cual les encanta a las bacterias
que queremos cultivar).
advertencia: ¡Recuerda abrir de vez en
cuando el frasco, ya que los procesos fer-
mentativos acumulan presión y podría re-
ventar!!! Esto es peligroso considerando
que es un frasco de vidrio, así que procura
ir abriéndolo para evitar esta situación y
también para que vayas dándote cuenta de
cómo avanza tu pequeño experimento sa-
broso y fermentativo.
otras consideraciones: Es importante
que dejes tu fermento fuera del alcance de
la luz solar directa, ya que inhibe la forma-
ción de nuestras queridas bacterias. Es de
vital importancia mantener tus fermentos
bajo líquido, ya que de lo contrario proli-
feraran hongos y otros elementos indesea-
dos en este momento. Si tu fermento tiene
hongos en la parte superior, o alguna ver-
dura que quedó expuesta al aire los tiene,
retíralos con cuidado y comete todo aquello
que está bajo el liquido, seguramente estará
muy rico. Por lo general, se va evaporan-
do el liquido de los frascos, así que procura
irlos llenando de agua para mantener los
vegetales bajo liquido (si puedes hervir el
agua que agregas mejor, porque así se le va
el cloro que inhibe las bacterias, ¡pero re-
cuerda dejar que se enfrié, sino mataras to-
das nuestras amiguitas bacterianas) Puedes
comerte tus fermentos en un pancito, en
ensaladas, con granos, legumbres, etc, etc.
27

La ciudad, o esa maldita ilusión
A
yudar en casa pudiera ser
la mejor explicación, y aunque
a esa edad, con letrina y todo
jamás nos pensamos pobres,
nos figurábamos en cualquier caso que allá
las cosas eran mucho más fáciles o que al
menos a los niños no les tocaba picar leña
ni limpiar eternamente las malezas de la
huerta... Pero había algo más. Pato soñaba
con ser milico porque según él se la pasa-
ban en aventuras, apostando a quien saltaba
más lejos o levantaba cosas más pesadas; el
Chingue quería cantar rancheras en Méxi-
co, sea donde sea que hubiese quedado eso;
28
y la María, la buena María, que necesitaba
escapar de un papá borracho cuyo amor no
evitaba golpes y abusos. Historias tristes,
cuentos alegres, todo mezclado ¡Cuantos
ojos inmensos, rabias y tanta ilusión!
Yo también tuve mis razones, y con ellas
un día se me cruzó por la cabeza, como en
algún momento sucede a casi todos los ni-
ños y las niñas campesinas, que allá afuera
estaba la vida…, que la ciudad, cualquiera
sea, era algo así como la puerta del mundo,
de todos los mundos. Sobraban preceden-
tes. En casa no hubo oposición, emigrar era
el siguiente paso. ¿A qué quedarse? Emplea-
Colaboraciones
das domésticas, carabineros, mineros, pro-
fesores: de alguna forma surgiríamos, y con
nosotros, los nuestros.
Pero la ciudad no ha dejado de ser un
fuego fatuo. Algunos regresaron pronto,
otros nos demoramos un poco más, y cierto
es que aún hay quienes no lo harán jamás.
Se los tragó el cemento, como a varios tíos,
y como a otras amigas, ahora y desde hace
siete mil años.
¿Qué había, qué hay allí que tanto atrae?
Trabajo (diverso y bien pagado, se entien-
de), estudios y oportunidades para surgir
y superar la pobreza. Salud, accesibilidad,
Mingako, por la tierra y la libertad
Yo no veo porvenir en el asfalto y la
brillantina, como no imagino realización en
dependencia, y no encuentro felicidad en una
existencia que ignora el origen y destino de lo
que come y caga.
tiendas. También las luces, desde luego, pa-
satiempos, gente distinta, diversión. Es de-
cir no pocas cosas. Y como se sabe, desde
que el mundo es mundo, muchos identifi-
caron la ciudad con la libertad, la realiza-
ción propia y la posibilidad de fuga frente
a un futuro escrito antes de nacer, porque
la tierra también puede ser una condenada
herencia. Una frontera dura y a la vez un
infinito difícil de evadir.
Se fue el tiempo, al menos en esto que
llamaron Chile, en que casi todos vivimos
medio silvestres, ya sea bajo la fusta feudal
del latifundio o disfrutando las relativas
autonomías de campesinos libres, mesti-
zos o mapuche. Vino el despojo, la crisis,
el hambre y la usurpación, los lanzamien-
tos. Las ciudades y las industrias mientras
tanto no dejaron de crecer. Eran horribles
las condiciones en sus conventillos, en las
poblaciones después, y en sus pequeños de-
partamentos hoy, pero cualquier cosa era
y es mejor, se pensaba y se sostiene, que
la miseria y la falta de oportunidades del
campo. Las tierras se fueron despoblando.
Es cierto que aún resisten miles de inqui-
linos en grandes fundos, y todavía quedan
pequeños campesinos sumidos en el fata-
lismo u orgullosos de su obstinación, como
mis viejitos y otros tantos a lo largo de este
país, pero la ciudad nos sigue llamando y
tragando.
Antes todo era alegría me decía una
abuelita no hace mucho, una fantástica
mujer que vive sola en la cordillera de Na-
huelbuta; aquí mismo estaba lleno de niños,
fíjese que en la escuela del sector habían
como cien, ahora hay cuatro. Yo sé que eso
ocurre en muchas partes. En el norte, en el
sur. Lo veo en casa. Y en la opinión de los
que se van quedando, por elección o porque
no pudieron partir, siempre se entremezcla
la nostalgia de un pasado libre y risueño, de
febril vida campesina, las grandes cosechas
y los torneos, los mingacos, las fiestas reli-
giosas, con el recuerdo, no menos intenso,
de las carencias y las dificultades: la mar-
ginación del progreso. Ahora la gente vive
mejor, se dice, pero cuando se consulta si
acaso son más felices, nunca hay seguridad
en las respuestas.
Yo sé que hoy mismo entre los edificios
que se levantan si parar, en las industrias y
mineras del norte, haciendo clases, o en la
cocina de una casa de clase media, viajando
en micros o en el atestado metro, deambu-
lan hombres y mujeres que no hace mucho
fueron pajaritos. Seguro algunos disfrutan
su presente, no conocen la nostalgia y solo
guardan rencor de lo que dejaron; pero co-
nozco también el tono y la mirada de quie-
nes saben que la felicidad está muy lejos
de las luces y el cemento. A todos ellos, a
los que odian y añoran la tierra porque la
sufrieron y gozaron, porque la conocen en
definitiva, especialmente a estos quisiera
hablar.
Yo les diría que sostengan la tierra en su
mente de algún modo. No me atrevo a pe-
dirle a un niño que cese de soñar lejanías,
desear el mundo y las experiencias –bon-
dades y miserias- que zumban más allá de
su cosmos campesino. Y no quiero ponerle
un pero a esa muchachita que solo desea
huir. ¡Conozco perfectamente ese grito en
la guata! Sin embargo, a los que ya marcha-
ron, como un día hice yo, no puedo dejar
de decirles: Hermanos, hermanas, ustedes
saben, la tierra es lo verdadero. Ni el bien,
ni el mal, sino algo mucho más terrible y
hermoso. Y esto no tiene que ver con ideali-
zar un pasado feliz. O con un deseo de fuga,
dejemos eso a la gente de ciudad, a los de-
fensores de paisajes, y a los operadores de
turismo, que tan buen negocio hacen de la
nostalgia y de ridiculizarnos. Conocemos la
desesperación que puede engendrar la quie-
tud, y que la tierra es brava compañera.
La ciudad y su vida podrán facilitarnos
algunas cosas que ella misma incitó, y otras
que la tierra simplemente nos niega, pero
habrá que preguntarse por todo lo que he-
mos perdido a cambio de cada una de sus
promesas. Y sacar la cuenta.
Yo no veo porvenir en el asfalto y la
brillantina, como no imagino realización
en dependencia, y no encuentro felicidad
en una existencia que ignora el origen y
destino de lo que come y caga. Pero como
felizmente cada pájaro elije su camino, sé
que para mucha gente la ciudad es también
parte de su personalidad. Por eso no me di-
rijo a todo el mundo, sino a los que hemos
sufrido la tierra y en algún rinconcito aun
guardamos cierta arrogancia, medio estúpi-
da, medio santa, por la misma razón. Cada
cual con sus motivos.
Migrar puede sonar a la aventura, pero
casi siempre es un paso forzado. Lo sabe-
mos. La ciudad y sus luces seguirán llaman-
do, pero también lo harán grillos y chucaos,
pues la última palabra todavía no fue pro-
nunciada. Será que tendremos que elegir
bien, sin olvidar que tal como cantó un mu-
chacho ruso, aunque hoy los faroles brillan
más que las estrellas lejanas, cuando todos
ellos se apaguen, las estrellas seguirán ilu-
minando.
Vitya
29
Mingako, por la tierra y la libertad
A detener el movimiento de la mercancía…
por el goce individual y colectivo
D
espertador de madrugada,
ojos pegados, olor a una nue-
va mañana, no hay risas, no
hay motivaciones; trabajo, es-
cuela, deberes ajenos, movimiento corporal
cotidiano que se transforma en ref lejo de
aspiraciones difusas, eterna carrera dia-
ria por alcanzar objetivos supuestamente
anhelados; el auto, la casa, la ropa, el ju-
guete, la comida, el lujo, el confort… ¿no se
asemejará este movimiento más al f lujo de
la mercancía dentro del capitalismo que al
natural f luir migratorio de humanas trans-
humantes en búsqueda de su alimento, co-
bijo y abrigo? ¿que tan obligados estamos a
movernos en tan torpe rutina?
¡DESPIERTA!, deja de cuestionar y
sal de la cama, escoge libremente tu traje
y comienza la rutina de movimientos que
ayudaran a mantener la vida tal cual como
está. ¡Viene la micro! Sube, págales y mué-
vete junto a ella, todos juntos hacia los
mismos no/lugares. Migrantes dentro de
la urbe aceptando silentes el movimiento
impuesto por recorridos prediseñados; de
Punte Alto a La Dehesa, de la Gomez Ca-
rreño a Reñaca, de Puerto Montt a Ensena-
da, de Lirquen al Gran Concepción, de la
Pampilla a Serena, da lo mismo donde, el
f lujo de los glóbulos humanos que oxigenen
mercancía a cada nicho del territorio no
puede detenerse.
No me he detenido a pensar como suce-
dió, aunque lo sospecho, pero se nos conde-
no a creer que estar en movimiento era ca-
minar 30 minutos al día, subir las escaleras
a pie, detener cada cierto rato el desenfre-
nado tecleo frente a la pantalla para erguir
por unos segundos nuestra columna. Todos
movimientos de la cuerpo que no hacen
más que propiciar nuestra funcionalidad
para el goce de otras/os. ¿Qué tanto puede
acercarnos este movimiento a nuestra feli-
cidad?, ¿qué tanto conseguiremos con mo-
vernos para conseguir objetivos fijados por
la empresa o la escuela?.
Si el movimiento no busca subvertir la
lógica macabra del capital entonces no lo
impulses más. DETENTE.
Respira y observa el f lujo constante a
tu al rededor, ¿alguien se mueve por mo-
tivación propia?. Se ejercitan por cumplir
con el canon de belleza, apuran el paso para
ensimismarse con un amor romántico que
les embrutece, se esfuerzan por abalanzarse
para conseguir la última entrada al estadio
o al recital, corren para robar mercancía
que reducirán para conseguir más mercan-
cía, transforman su tiempo en la riqueza de
otros. Estamos perdiendo la valiosa opor-
tunidad de movernos libremente, sin ata-
duras ni compromisos, movernos con el fin
de conseguir la liberación total de todo lo
que nos convierte en esclavos, a nosotras,
a las especies con las que coexistimos y a
la tierra.
El movimiento más trascendental de
nuestra existencia comenzará recién cuan-
do migremos todas y todos del engranaje
que nos convierte en cautivos, relegando
nuestro placer y satisfacción interior y co-
munitaria para satisfacer los requerimien-
tos propios de la empresa, dios y el estado.
Apelemos a organizar nuestros movi-
mientos con fines estratégicos de libera-
ción. El engranaje que nos somete funciona
principalmente porque nosotras y nosotros
lo hacemos girar.
Muévete por la subversión, la revuelta,
la solidaridad, la autogestión, la comunidad
y la anarquía!
Germinar , Maule Sur
31

Una nueva amenaza
cubre con sus sombras
a la región del Biobío:
Minería de Tierras Raras en Penco
U
na nueva amenaza cubre con
sus sombras a la región del
Biobío, uno de los negocios
más nocivos para la Ñuke-
Mapu: La minería. La 8va región que ya
se encuentra asediada con el negocio ter-
moeléctrico, pesquero, petroquímico, hi-
droeléctrico y sobre todo forestal, ahora
albergaría entre las montañas de su cor-
dillera de la costa la minería de “Tierras
raras”. Pero ¿qué son las “Tierras raras”?
Son un conjunto de 17 minerales llamados
Lantanidos que han sido vitales para el de-
sarrollo de las últimas tecnologías que ha
generado la industria capitalista como lo
son computadores, baterías, smartphones,
armas militares de punta, discos duros, tv,
cámaras de video, automóviles, medicina
32
alópata, drones y el desarrollo de energías
renovables entre muchas otras aplicacio-
nes. En la actualidad el mayor productor
mundial de Lantanidos es China, sacrifi-
cando grandes extensiones de su territorio
y creando enormes lagos radiactivos como
el de Baotou que amenazan a las poblacio-
nes humanas y no humanas de sus alrede-
dores. La megamineria es una industria ex-
tractivista que fomenta a nivel estructural
la cultura de la violación y la violencia con-
tra la ÑukeMapu, penetrándola en busca de
minerales y acosandola con contaminación.
Creando además una cultura del trabajo ca-
pitalista principalmente para hombres que
reproducen la esclavitud asalariada en las
faenas mineras en un ambiente en donde la
masculinidad hegemónica y el patriarcado
Conflictos territoriales
no se cuestionan, sino que se reproducen y
vanaglorian. La megamineria que ha teni-
do su centro en las últimas décadas en el
norte del país comienza a bajar hacia el
sur a medida que se acaban los depósitos
nortinos y aumenta la demanda mundial.
Así lo demuestran la serie de exploraciones
mineras en diversos puntos del sur del te-
rritorio, incluido Wallmapu. En el territorio
de Penco en donde se intenta instalar la mi-
nera existe en la actualidad la lucha contra
el complejo energético “Octopus-GNL” el
cual seguramente buscará entregar energía
a la industria minera. Esperamos que la lu-
cha contra “Octopus” se extienda hacia las
mineras que son otro tentáculo de esa má-
quina perversa que muchas veces lleva el
nombre de progre$0.

S
antiago maldonado: Compañero desaparecido
por Gendarmería argentina el 1 de agosto del 2017
en medio de protestas por la recuperación de tierras
ancestrales del pueblo Mapuche a la multinacional
Beneton, luego de dos meses es encontrado muerto en un río en
las cercanias del lgar donde protestaban. La represión desde un
comienzo ha mostrado innumerables contradicciones que han
sido utilizadas como plataforma política de sectores contrarios
al gobierno del fascista de Macri. Todos hablan y pocos caen en
cuenta que Santiago fue asesinado en una acción de resistencia
explicita al saqueo y la dominación. La política tradicional y los
medios de comunicación burguesa festinan con la muerte del
compañero, frente a esto creemos que la defensa política de su
acción y el posicionamiento de las ideas que éste enarboló con
sus pares no debe detenerse.
Lechuga, El Brujo, Santiago Maldonado, el ser tras el icono,
el anarquista tras el cartel, el compañero tras la nota de la cró-
nica roja trasandina. El hermano, el guerrero
El brujo despareció a comienzos del mes de agosto, había
pasado por Chile, entre otras cosas, apoyando las protestas en
la isla de Chiloe para volver a Argentina a apoyar la causa ma-
puche en el puelmapu. Su sensibilidad política lo llevo a involu-
crarse con cuestiones que las y los anarquistas solemos empati-
zar; la defensa de la tierra, el respeto por el medio ambiente y la
salud no mercantilizada, la expresión artística y la propaganda
permanente.
34
Solidaridad
Santiago fue asesinado por la orden de Guido Otranto, mismo
juez que comandó la investigación por la desaparición del Brujo.
Está demás decir que desconfiamos de lo que la misma justicia
que ha permitido la desaparición de cientos de argentinos desde
el regreso a la democracia por razones civiles o políticas pueda
alcanzar “éxito” en esta investigación; el asesinato del Brujo no vie-
ne mas que a dotar de sentido aquellas practicas que los estados
modernos utilizan para sostener su dominación sobre los pueblos.
Sean siete “indios” cortando una ruta austral o miles de “indigna-
das” protestando frente al obelisco, el estado defenderá con uñas y
dientes su propia perpetuación, sea con violencias sutiles o asesina-
tos a mansalva, nadie en oposición al orden imperante está libre de
transformarse en el nuevo rostro de la resistencia a la dominación y
eso, lamentablemente, ya lo deberíamos haber aprendido.
Mingako, por la tierra y la libertad
Con Amor
recordamos al Brujo
Reflexiones anárquicas sobre el asesinato de Santiago Maldonado
En este numero de Mingako, en donde el movimiento y la migración
se hacen presentes recordamos con amor a nuestro hermano
Santiago Maldonado, ave viajera que pasó por nuestros territorios
organizandose y prácticando la solidaridad.
Santiago, hasta los últimos días que fue divisado, no La politiquería institucional usa el rostro del compañero como
se diferenciaba tangencialmente a las y los compañeros plataforma para sus nauseabundas intenciones, mas tus compañe-
que llenan de alegría nuestra cotidianidad; se organiza- ras Santiago siempre estaremos agitando por el fin de la cultura
ba, compartía colectivamente, se alimentaba evitando patriarcal y extractivista que somete a la ñuke mama y a nuestros/
perpetuar la dominación, cuestionaba la masculinidad as hermanas.
patriarcal y su expansión en el cotidiano, asumía desde Agitamos constantemente por Santiago y todos los despareci-
el discurso y la practica que los saqueadores de la tierra y las cul- dos. La tormenta ya fue desatada.
turas ancestrales son personas de carne y hueso y no seres difu-
sos perdidos en secretos lugares, se movía en forma transhumante por la defensa
persiguiendo sus anhelos de contemplación y bienestar dejando a
su paso la estela de un ser vivo que es recordado con gran emoción
de todos los territorios,
por todas y todos quienes he escuchado mencionarlo. Nadie esta li- en todas sus formas.
bre compañeras/os y de eso es hora de hacernos cargo. Cuidarnos,
ser precavidos, anticiparnos, meditar, urdir, crear. a desbordar organizadamente
El brujo ha esparcido su pócima por esta región, sus energías
las lógicas de dominación
difícilmente desaparecerán junto a su cuerpo, las intenciones de
Santiago siguen tramandose en múltiples lugares, weichafes anó-
nimos se cuestionan en estos momentos como subvertir las lógicas o se acaba el capitalismo
de dominación que devastan los territorios de convivencia armó- o se destruye la tierra!!
nica ancestral.
35
 Mingako, por la tierra y la libertad
CU
IDA
Páginas sociales del Capital

DO
INM CO
Páginas Sociales IGR
AN
TE
NE
ST
XS
del Capital
Ena Von Baer

Nieta de un fito-mejorador doctorado del

instituto Max Planck de Alemania el cual
participó en la Alemania Nazi y logró es-
S!!
capar en 1948 a chile en donde se lo acogió
como director de la unidad experimental de
la SNA (sociedad nacional de agricultura).
En chile la Familia creó la empresa Semi-
Somos tan racistas en este país que cuando vemos a un gringo rucio le decimos extranjera o turista, llas Baer la cual a través de la apropiación
pero cuando vemos a alguno de nuestros vecinos del continente, más morenito, le decimos inmigran- y manipulación genética lucra con el legado
te. Y no es que tenga algo malo ser inmigrante, pero las palabras demuestran como el y la “chilena” ancestral que constituye la agricultura. En
la actualidad Ena es senadora de la UDI y
se esmeran en parecer blancos y desarrollados. Mucha persona anda quejándose de los inmigrantes
una brillante representante de la maloliente
peruanos, haitianos y colombianos, pero ¿quién se queja de aquellos inmigrantes que racial y econó- elite local.
micamente están por sobre el resto? Aquí recordamos a los y las inmigrantes que para nosotrxs son
los verdaderamente peligrosos, a continuación algunos ejemplos:

Baldo Prokuriça

Abogado y militante RN de origen Croata,

Horst Paulmann Kemna
fue gobernador provincial del Huasco (III
región) durante la dictadura de Pinochet,
El segundo hombre más rico del país, due-
anteriormente su padre compró vastos terri-
ño de la cadena de retail más poderosa en
torios en la III región (1946), luego junto a
Chile y 3ra en Latinoamérica CENCOSUD.
sus hermanos conformó la “Sociedad Agri-
Con fortuna de 4700 millones de dólares
cola Konavle” (1997), es dueño de la totali-
según Forbes ha hecho fortuna instalando
dad de los territorios circundantes a la Ca-
el consumismo en la mentalidad servil del
leta Chañaral de Aceituno y otros terrenos
chileno/a. Hijo de una familia alemana vin-
de la comuna de Vallenar, el 2004 interpuso
culada al nazismo la cual escapó después
una demanda contra el fisco reclamando los
de la segunda guerra mundial, llegaron a la
derechos sobre la caleta, generando rabia e
ciudad de Temuco en donde hicieron fortu-
impotencia entre los habitantes que llevan
na. Paulmann, megalomaniaco al igual que
ancestralmente habitando el lugar. Durante
Hitler quiso construir la torre más alta de
años ha sido promotor de proyectos mine-
Latinoamérica, hoy la muestra con mucho
ros, agroindustriales y de energías para el
orgullo: el costanera center. En 2005, de la
capitalismo en general, lo que le valió el
mano de Lagos y Bachelet recibió la nacio-
premio de la SONAMI (Sociedad Nacional
nalidad por gracia.
de Minería). Actualmente es senador y re-
cientemente fue nombrado como Ministro
de Mineria en el proximo gobierno de Se-
bastian Piñera.

36 37
 Letras por la tierra Mingako, por la tierra y la libertad

¿Por qué nadie es Joane Florvil? La paciencia

Nadie quiere ser el blanco de su propio destino Cuando el amor se convierte en una cárcel, los carceleros están en todas partes, los sentimientos
Nadie va a querer están confundidos, la esquizofrenia genera desquicio; en el oficio, en el ocio y en el negocio.
Levantarse todos los días
Con las cicatrices del mundo en la frente Los vicios se inyectan en el odio que nos dio Dios en este mundo perverso de lo micro a lo macro
Te mataron Joane Florvil hasta el universo; el odio que tengo lo expulso de mi cerebro, cuando el amor solo te engaña,
Todos los días cuando te daña y te enreda
En todas partes en su telaraña.
Cuando te mataron en África
Dijeron que era por costumbre El mañana no se sabe si va a salir el sol, va a estar nublado o con chaparrón, tornados,
Cuando te mataron en Estados Unidos vientos huracanados; hasta se puede morir, calcinado por amor…
Dijeron que era por autodefensa
Cuando te mataron en Chile En este mal de amor, no sé qué camino optar; si odiar también me encarcela, como quien cela.
Dijeron que es por ser una mala madre
Lo cierto es que todos ganan con tu muerte Y si no preguntale a Marcela, que se olvidó en un cajón de roble de madera… ¡Quién era!
Pagan a algunos para acusarte Migrantes
Pagan a otros para arrestarte En esta era cualquiera,
Pagan a otros para dar la noticia en los medios de dominación Estoico y f lacuchento mera coincidencia,
Un grupito de indignados intentan el silo musical de los pueblos errantes la paciencia.
Hacerte entrar en la memoria colectiva cenizas sobre sus rostros curiosos
Pero llorar diciendo tu nombre no sirve para nada tras el placer de agruparse Santiago Maldonado
Pedirte perdón tampoco acicalandoce la existencia
¿Cómo es posible vivir en medio de tanta oscuridad? mutuamente
Como es posible vivir en una ciudad sin poesía tras la sombra o el trabajo
Sin espejos, sin abrazos, sin Joane Florvil? con el gusto popular del griterío
Soy uno de los cobardes vender y comprar el alma
Que no querían entenderte defenderte en todos los mercados
Lo único que se me ocurre ahora es llorar a cambio de porotos
y escribir este poema para decirte para alejar la mala suerte
Que siento mucha vergüenza que pega dura
De ser parte de la humanidad que te mató cambiando el paisaje
En una ciudad llena de cobardes pretenciosos arraigandose en el andar
Teníamos la oportunidad de amarte bañándose en todas las aguas
Teníamos la oportunidad de hacer ahí van
Con tu mirada un bello nido de pájaros danzantes sobre los desiertos
(Vivir es la belleza de existir) con los pies curtidos en el pesar
No alcanzaste a coleccionar suficientes primaveras esperando una briza
A contar todas las piedras que te hemos lanzado un tren en marcha
No alcanzaste a entender el sueño chileno para encaramarse
Te matamos todos Joane Florvil para partir
Por el color de tus ojos desafiando la noche
Porque tu acento no es inglés, francés ni berlinés adónde van?
Ahora no sabemos qué decir a tu hija cómo nubes inexplicables
Te matamos porque es peligroso ser Joane Florvil cómo goteo incesante de historias
En tiempos de elecciones escupiendo los caminos
Pero algo pudiste enseñarnos buscando el pasado quizás
Tu corto viaje dejó una lección peregrinando en círculos
Que pronto será olvidada: emigrantes, exiliadas
Lo único digno de amar en un ser humano todos en marcha
Es lo que le hace diferente de los demás con la guía certera de los astros
Vivir no es urgente y el ímpetu abrumador
Amar sí de presenciar todos los amaneceres

Jean Jacques Pierre L. Azadí.

38 39

RESEÑAS
Libros, Textos, Películas, Documentales...
Kurdistán: desmantelando al Estado
desde el Confederalismo democrático
Carlos Pazmiño, Editorial Pensamiento y Batalla, 2017.
“Kurdistán: desmantelando al Estado
desde el Confederalismo democrático” es
un documento esencial para comprender lo
que ocurre en estos precisos momentos en
el Kurdistán y específicamente en Rojava
(norte de Siria), en donde 2.000.000 de se-
res humanos resisten a la barbarie en tres
cantones liberados y autoorganizados: Ci-
zire, Kobane y Afrin.
Carlos Pazmiño, militante e investiga-
dor marxista libertario de Ecuador, durante
varios meses realizó un trabajo de campo
en Bakur (territorio kurdo ocupado por el
Estado turco) y sostuvo reuniones con mili-
tantes, exiliados y grupos de solidaridad en
diversos puntos de Europa, con el fin de re-
cabar antecedentes que explicasen el trán-
sito del proyecto político del movimiento
de liberación kurdo desde el marxismo-le-
ninismo ortodoxo al “Confederalismo De-
mocrático”. Sobre este tema en específico
no contábamos con textos disponibles en
nuestra lengua, lo que es en sí mismo un
gran mérito.
El “Confederalismo Democrático”, posee
como ejes centrales los siguientes elemen-
tos: la ecología social, la autogestión, la
democracia directa, la autodefensa y el an-
tifundamentalismo, todos ellos atravesados
por la centralidad de la liberación de la mu-
jer. Este paradigma original de liberación
realiza una síntesis crítica de elementos
teóricos del marxismo, el anarquismo y de
la cosmovisión propia de la región, todo lo
cual está justificado epistemológicamente
en la jineologî –ciencia de las mujeres-, un
40
Reseñas
enfoque holístico de comprender y actuar
en la realidad, que crítica la forma de co-
nocimiento positivista occidental e integra
la dimensión emocional a la lucha orientada
hacia la “vida libre”.
Esta apuesta de liberación tiene como fi-
nalidad la organización radical de la socie-
dad de abajo hacia arriba, inspirada en el
principio de autodeterminación, que se ma-
terializa en el funcionamiento de la Unión de
Comunidades del Kurdistán (KCK) que tiene
como tarea “desmantelar al Estado” progre-
sivamente, en la medida en que las comuni-
dades comienzan a asumir colectivamente
la gestión directa de todos los ámbitos de
la vida cotidiana. El Confederalismo Demo-
crático no está pensado únicamente para
las y los kurdos sino que es concebido como
una re-estructuración general del Medio
Oriente en una gran confederación gober-
nada mediante la democracia directa, para
deshacerse así de los pesados legados de la
partición colonial que creó arbitrariamente
los Estado-nación que hoy existen.
Obviamente no se trata de una experien-
cia “pura”, “sin contradicciones” o exenta de
“errores”. Es un proceso vivo que se encuen-
tra en desarrollo en medio de una cruenta
guerra civil en donde hay muchos intereses
geoestratégicos en juego. El Kurdistán ha
vuelto a poner a la revolución como un hori-
zonte posible en medio de un mundo al bor-
de del colapso en donde reina la alineación
generaliza. Lo que no es poco.
Nahuel Valenzuela
Mingako, por la tierra y la libertad
Entrevista a Miguel Amoros
El antidesarrollismo en perspectiva
Entrevista, 32 minutos. Proyecto Mingako
Entrevista a Miguel Amoros sobre antide-
sarrollismo, en el se abordan distintas cues-
las Europas, las perspectivas que muestra
el entrevistado pueden ser un aporte para
tiones relativas a la actualidad de las luchas nuestros propios procesos de defensa del
en defensa del territorio, la crítica a diferen- territorio en nuestros espacios cotidianos
tes ideologías, algunas experiencias de re- de resistencia.
sistencias, así como autores e ideas afines
a las perspectivas antidesarrollistas desde Este es el primer video del Proyecto Min-
el punto de vista anárquico. Guardando las gako, pueden encontrarlo en nuestra web
diferencias con nuestro contexto al sur del www.mingako.org, o bien en youtube.
mundo, ya que la entrevista fue realizada en
¿Por qué los misóginos son tan
buenos informantes?
Cómo la violencia de género facilita en la izquierda facilita
la violencia del Estado contra los movimientos radicales
Fanzine, 16 páginas, libre en internet
En este conciso texto una mujer negra afroa- gino = informante, sí es útil para explicar
mericana nos relata su experiencia dentro y entender el efecto devastador que las ac-
de movimientos sociales en Estados Unidos, titudes machistas, transfóbicas, homófobas
como dicen lxs traductores del texto este etc. tienen sobre los movimientos sociales
fanzine es una “interesante aportación en lo y las luchas, sembrando desconfianza, mie-
que respecta al análisis y la crítica de la per- do y opresión donde debería haber relacio-
misividad mostrada hacia el privilegio mas- nes honestas basadas en el apoyo mutuo,
culino cishetero dentro de los movimientos la confianza, el cariño y la solidaridad en-
sociales, organizaciones y grupos de la iz- tre iguales que autogestionan su seguridad
quierda o del ámbito alternativo radical… cuidándose mutuamente y revisando sus
En el texto, la autora ref lexiona acerca de actitudes para evitar aquellas que hagan
cómo la violencia de género reproduce pa- sentir mal o agredides a sus compañeres”.
trones que desestabilizan los movimientos Un buen texto que a pesar de ser escrito
y destruyen los vínculos entre les activistas desde la “izquierda” fue traducido por com-
igual que hacen los informantes policiales pas anarquistas que vieron la utilidad de
infiltrados. Sin que este paralelismo preten- estas ref lexiones de forma general en los
da reducirlo todo a una cuestión de misó- movimientos sociales.
41

El mágico Cerro Quiñe.
Historias, tradiciones y petroglifos.
Autora: Barbara S; Colaboradores: Moises C. y Loreto Y.
Este es un libro generado a partir del amor
al territorio. la historia de un cerro poco
valorado para el punto geografico que es,
que esta al sudoeste de Linares, donde han
ocurrido sucesos históricos desconocidos.
En el libro se recogen los relatos orales e
investigación histórica que rodean al Cerro
Quiñe, intentando develar los motivos de
su importancia histórico-cultural. El hecho
de que en su pequeña superficie haya dos
estilos de petroglifos indica que fue impor-
tante referencia para los antiguas habitan-
tes del territorio.
Los motivos podrían ser la observación
astronómica y geográfica, las cuevas que
en el existen han sido usadas como escon-
dite y centro de reuniones, o un simple
42
Reseñas
pero inequívoco punto de encuentro para
caminantes, considerando que el cerro se
encuentra en el enlace de dos ríos, el Achi-
bueno y el Ancoa, y que las habitantes ori-
ginarios, pre y post colombinos, son nóma-
das estacionarios.
Para la resistencia de la cultural originaria,
este lugar sigue siendo utilizado para ce-
lebrar bautizos de brujos y también como
portal interdimensional para curanderos
mapuche.
investigacion y edicion autogestionada de
corcel (investigaciones antropologicas inde-
pendientes)
contacto: corcel.investigacion@gmail.com.
Mingako, por la tierra y la libertad
RESEÑAS
Libros, Textos, Películas, Documentales...
Manuel Rojas. A Pie por Chile.
Ediciones LOM, colección patiperro. 180 pág.
Manuel rojas, como inquieto vividor de su
realidad, logra dejar plasmado en sus escri-
tos, ensayos, novelas y cuentos, la intensi-
dad de su tiempo. Como buen observador
de su entorno, fue capaz de registrar con
su agudo análisis, situaciones y momentos
diversos; enriquecidos por la gran capaci-
dad de su composición gramatical. Esto nos
permite tener una intensa experiencia en
cada uno de sus trabajos, los que cuentan
a su vez con una rica variedad de los más
pintorescxs personajes y sujetos sociales
que pululaban por los espacios tanto urba-
nos como rurales. Particularmente nos deja
constancia de su relación y su constante
migración entre el puerto y la metrópolis,
espacios que son desarrollan en la mayor
parte de su producción literaria.
En esta oportunidad, a pie por $hile, se
presenta como una recopilación de textos
escritos por Manuel rojas, en los cuales es
posible dejarse llevar por los paisajes más
“profundos” del territorio, con la dedica-
ción de quien conoce el arte de caminar
pausada y detenidamente por el campo, la
playa o la montaña; apreciando cada forma,
color y olor, que se presentan en cada una
de sus excursiones y aventuras. Los paisa-
jes son descritos con un detalle que solo
aquellxs observadoras atentxs pueden tener
frente a la contemplación más profunda de
la geografía que se manifiesta ante nuestros
sentidos más primarios.
A pie por $hile surge como un oasis den-
tro de la selva de concreto, rejas, cámaras,
micrófonos, policías, autos, drogas, polu-
ción, cáncer, plástico, plástico y más plás-
tico. Es una invitación a salir de este se-
dentarismo degradante al cual está siendo
sometido el cuerpo, gracias a las comodi-
dades que nos brindan las nuevas tecnolo-
gías. Por lo tanto, este pequeño oasis es un
f lotador para aquellas personas que se ven
atrapadxs por la rutina destructiva de la
pandemia capitalista. Es un aliciente, una
invitación a salir del letargo, atreverse a
caminar mas allá de las calles y plazas que
la necrópolis urbana nos pueden entregar.
Buscar las heladas y sanadoras ráfagas de
aire de montaña o la húmeda y refrescante
briza de la costa, son para Manuel Rojas,
la oportunidad de emprender un viaje de
exploración hacia la aventura, el peligro y
la satisfacción de haber cumplido un ob-
jetivo, alcanzando la cima o descubriendo
lo que hay mas allá de los caminos aún por
descubrir.
Lee o muere...
Camina y vive...
Migra y descubre...
Piensa y actúa...
...Solidaridad activa con
lxs inmigrantes y refugiadxs
climáticos en el mundo.
43
 Se imprime de manera constante esta edición en Valpo y Conce, en talleres Sartaña
y en Biblioteca Maleza, Okupación Nueva Esperanza, durante el verano 2018.

Se diseñó y diagramó entre la Sierra de Los Andes, la Selva amazónica y el Wallmapu.

Puedes encontrar Mingako en:

Antofagasta, Calama, Vallenar, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Santiago,
Talca, Concepción, Temuco, Valdivia y Aysen.

Puedes encontrar los contenidos en formato digital en: www.mingako.org

Esta publicación se financia por aportes voluntarios.

“La propiedad es un robo. Haga circular esta revista”.

Mingako .
proyecto.mingako@gmail.com
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Mingako es una publicación anarquista orientada a conocer y difundir ideas y prácticas afines a la defensa de la
Tierra y a la construcción de un presente sin relaciones autoritarias. Sus páginas se encuentran abiertas a quienes,
desde diferentes puntos de vista, deseen colaborar compartiendo conocimientos, dudas y experiencias.