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Seminario sobre Adquisición y Desarrollo del Lenguaje Musical en la Enseñanza

Formal de la Música. Comisión Consultiva de Investigaciones en Artes ZIAP2,


Ramos Mejía, 2010.

El rol de la alfabetización
musical en el desarrollo de las
habilidades de análisis por
audición.

María Inés Burcet.

Cita: María Inés Burcet (Abril, 2010). El rol de la alfabetización musical en


el desarrollo de las habilidades de análisis por audición. Seminario
sobre Adquisición y Desarrollo del Lenguaje Musical en la Enseñanza
Formal de la Música. Comisión Consultiva de Investigaciones en Artes
ZIAP2, Ramos Mejía.

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EL ROL DE LA ALFABETIZACIÓN MUSICAL EN EL DESARROLLO DE
HABILIDADES DE ANÁLISIS POR AUDICIÓN
María Inés Burcet
Universidad Nacional de La Plata

A lo largo de la historia de la música, los sistemas de escritura han capturado diferentes aspectos del fenómeno
musical. Las categorías utilizadas para registrar por escrito la música fueron cambiando con relación a los aspec-
tos de la música que se querían representar y a las funciones que estos sistemas necesitaban cumplir. Si bien la es-
critura musical surgió con el fin de contribuir a la memoria y como consecuencia de ello, facilitó la transmisión
del patrimonio cultural, hacia el siglo XVII la escritura musical, ya consolidada en occidente como el modo prefe-
rencial de registro, transmisión y producción de la música culta, generó un enorme impacto sobre la estructura
del conocimiento.
En el ámbito de la educación formal, el desarrollo de habilidades auditivas se ha basado fuertemente en las cate-
gorías que la escritura hizo explícitas, tomando como objeto de estudio la representación escrita de la música, y
dejando de lado la música misma. Así, los signos de escritura se han considerado como altamente compatibles con
las propiedades y relaciones inherentes a la música.
En este trabajo se cuestiona el rol que las categorías de escritura han asumido en la selección de contenidos de es-
tudio para el desarrollo de habilidades de audición. Se plantea que las categorías que propone la escritura resul-
tarían lógicas para quienes sus experiencias musicales se han desarrollado desde la lectura y por lo tanto tienen
consolidado un pensamiento musical alfabetizado; pero resultarían categorías arbitrarias para quienes sus expe-
riencias musicales se han basado fundamentalmente en la audición o imitación y por lo tanto han desarrollado un
pensamiento oral de la música.

pero los aspectos representados no eran suficientes


LA ESCRITURA MUSICAL para comunicar y registrar la pieza.
A lo largo de la historia de la música, los sistemas de A partir del siglo XIII las unidades de escritura,
escritura han capturado diferentes rasgos del fenó- que representaban alturas, adquirieron diferente
meno musical. La escritura que se desarrolló entre los forma de acuerdo a su duración. La notación incor-
siglos VIII y XI, consistían en una serie de signos de- poró una nueva dimensión de la música represen-
nominados neumas, que se ubicaban sobre el texto de tando ahora aspectos temporalmente mensurables.
la pieza musical e indicaban patrones de ascenso y Más tarde aparecieron las líneas divisorias de compás
descenso de la melodía. Los neumas proporcionaban y algunas indicaciones de tempo. Hacia el siglo XVIII
cierta información sobre la direccionalidad del diseño se incorporaron a la partitura signos para indicar
melódico pero no especificaban la altura de inicio o variaciones de tempo y cambios de dinámica, y estos
finalización de esos patrones, ni la cantidad de soni- signos fueron haciéndose cada vez más precisos. La
dos que abarcaba el ascenso o descenso. Tampoco partitura consolidó su estatus a tal punto que, a partir
hacían alusión a las duraciones ni a las acentuaciones del siglo XVII la verdadera música era la escrita.
rítmicas. La información que proporcionaba este tipo En su libro El mundo sobre el papel, David
de escritura no era suficiente para lograr la auto- Olson (1998) describe el impacto que la escritura del
nomía de la partitura respecto de la música que se lenguaje verbal tuvo en diferentes ámbitos durante
quería interpretar, por lo tanto era necesario conocer ese período:
la pieza para poder interpretarla. La escritura neumá- podemos ver el éxito que han tenido los artistas
tica funcionaba como información mnemotécnica y escritores del S. XVII en su intento de llevar el
válida sólo para quienes conocían previamente la mundo al papel examinando la evolución de las
pieza. Este modo de escritura estaba a mitad de ca- representaciones en cinco dominios: las pinturas
mino entre la práctica de transmisión oral y la representacionales del arte holandés, la repre-
práctica de transmisión escrita y era congruente con sentación del mundo en mapas, la representa-
la concepción medieval de los signos. ción del movimiento físico en notaciones ma-
Hacia el siglo XII, los neumas empezaron a pre- temáticas, la representación de especies botáni-
cisar ciertos aspectos de la melodía incorporando cas y la representación de acontecimientos ima-
puntos (cuadrados) y líneas para representar gráfi- ginarios en la ficción. Estos casos ilustran el es-
camente algunas alturas. Estas grafías, si bien pro- pectacular impacto sobre la estructura del co-
porcionaron información más detallada vinculada a nocimiento y, por lo tanto, sobre los modos de
las alturas que conformaban el diseño melódico, aun pensar cuando se comienza a examinar el
requerían del conocimiento de la pieza por parte del mundo prestando explícita atención a los modos
ejecutante. La partitura conseguía mayor autonomía de representarlo (p.223)

ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DEL LENGUAJE MUSICAL EN LA ENSEÑANZA FORMAL DE LA MÚSICA


© 2010 – ISBN 978-987-98750-7-0 - PP 57-61
BURCET

Si bien el autor mencionado no hace alusión a Carol Krumhansl (1990) sostiene que las representa-
la música, resulta posible considerar que el sistema ciones mentales son congruentes con las categorías
de escritura musical generó un gran impacto en la de la teoría de la música (intervalo, acorde, etc.). En
música. La escritura musical permitió registrar no este contexto las categorías y los conceptos por los
sólo qué debía tocarse sino también cómo había que cuales se analiza auditivamente la música se corres-
hacerlo. A partir de entonces, la partitura logró una ponden con los signos de escritura que son conside-
mayor autonomía. rados como altamente compatibles con las propieda-
El sistema de escritura musical podría consi- des y relaciones inherentes a la música misma.
derarse como una serie de intentos progresivos hacia Eric Havelock (1998) sostiene que el ser
la representación explícita de todos los aspectos del humano, por naturaleza, no es escritor ni lector sino
fenómeno musical, o al menos todos aquellos que hablante y oyente; y considera que la escritura es un
resultaban, en cada período histórico, indispensables fenómeno advenedizo, un ejercicio artificial, una
para ser comunicados. Así, las categorías utilizadas en obra de la cultura y no de la naturaleza, impuesta al
las diferentes notaciones cambiaron históricamente hombre natural p. . Si consideramos a la escri-
en relación a los aspectos de la música que se querían tura musical en el sentido que plantea Havelock, pa-
representar y a las funciones que estos sistemas recería difícil de sostener que sea el modo de repre-
debían cumplir. Las partituras reunieron una cre- sentar mentalmente la música; más bien parecería un
ciente cantidad de detalles que se incorporaron a la modo artificial .
escritura como consecuencia de una creciente canti- Andrew Ellis y Andrew Young (1992) conside-
dad de variables de la música que comenzaron a ran a la escritura –alfabética- como un sistema de
hacerse explícitas. comunicación donde las unidades de la escritura
Si bien la notación musical surgió como un corresponden a unidades del lenguaje oral y sólo
modo de registrar gráficamente la música con el fin indirectamente a objetos, ideas o conceptos. Por su
de alivianar la memoria, y permitió la transmisión de parte, Marshall McLuhan describe a la escritura del
todo un patrimonio cultural, hacia el siglo XVIII el habla de un modo similar y posible de considerarse
sistema de escritura se estableció como el modo de para la escritura musical, mediante un signo despro-
representación preferencial y privilegiado de hacer y visto de sentido ligado a un sonido desprovisto de
de pensar la música, perfilando un modelo de música sentido, hemos construido la forma y el sentido del
y de músico. Un modelo de músico que puede acceder hombre occidental citado por Olson , p. .
a la obra musical solamente a partir de la lectura y un Mientras que, en el lenguaje hablado, a cada sonido
modelo de música para la cual la partitura es su pri- (fonema) le corresponde una letra escrita (grafema),
vilegiado modo de existencia. en el lenguaje musical la correspondencia entre la
unidad del discurso y la unidad de escritura se da al
nivel de la nota, correspondiéndole a cada nota arti-
culada en una pieza musical, una nota escrita. Así, la
LA ESCRITURA MUSICAL Y EL escritura musical requiere de una segmentación del
discurso en unidades que, al igual que los fonemas,
DESARROLLO AUDITIVO carecen de sentido en sí mismas. En el lenguaje ver-
Los aspectos del fenómeno musical que se hicieron bal, diferentes estudios realizados con analfabetos
explícitos mediante la escritura musical, no sólo (Scholes y Willis, 1991; Read, Zhang, Nie y Ding,
conformaron las categorías del sistema de escritura 1986) han demostrado que es el conocimiento del
convencional sino también las categorías para pensar alfabeto el que vuelve concientes los fonemas y que,
y analizar la música especialmente en los ámbitos quienes no han estado familiarizados con un alfabeto,
académicos. no escuchan los fonemas. Es decir que, parecería que
El desarrollo de habilidades auditivas se ha ba- es el desarrollo de experiencias musicales (como
sado fuertemente en las categorías de la escritura puede ser el aprendizaje de un instrumento) desde la
musical. El análisis por audición, tiene como propó- escritura musical lo que vuelve concientes las unida-
sito desarrollar habilidades que permitan efectuar un des de escritura, es decir las notas.
correlato entre la escritura y la experiencia musical, Este trabajo cuestiona el rol que las categorías
específicamente entre la lectoescritura musical y la de escritura han asumido en la selección de conteni-
percepción musical. Y en este intento de buscar un dos de estudio para el desarrollo de habilidades de
correlato, las categorías de análisis que han sido tra- audición. Se plantea que las categorías que propone
dicionalmente tomadas refieren a notas, figuras, la escritura resultarían lógicas para quienes sus expe-
compases, etc. riencias musicales se han desarrollado desde la lec-
Numerosos estudios de la tradición cognitivo- tura y por lo tanto tienen consolidado un pensa-
estructuralista de la psicología de la música sostienen miento musical alfabetizado; pero resultarían cate-
que la representación mental de la música se basa en gorías arbitrarias para quienes sus experiencias mu-
las mismas categorías teóricas que se ponen en juego sicales se han basado fundamentalmente en la audi-
y sustentan la escritura. En tal sentido, por ejemplo,

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ALFABETIZACIÓN MUSICAL Y EL DESARROLLO DE HABILIDADES DE ANÁLISIS POR AUDICIÓN

ción o imitación y por lo tanto han desarrollado un si el pie es ternario), sin embargo los agrupamientos
pensamiento oral de la música. perceptuales mínimos, sobre todo cuando el tipo de
comienzo es anacrúsico, suelen organizan de otro
modo. Así, para traducir a la escritura un ritmo, mu-
chas veces es preciso separar lo que la percepción
PRINCIPALES APORTES agrupa o agrupar lo que la percepción separa. Este
Como se dijo antes, las categorías y los conceptos por tipo de rivalidad perceptual (oído-vista) se muestra
los cuales se analiza auditivamente la música en los de manera explícita sobre todo en etapas iniciales del
ámbitos académicos se corresponden con las cate- desarrollo de habilidades de escritura, cuando el
gorías derivadas de la escritura. Por ejemplo, el aprendizaje del código convencional se realiza en
compás es un concepto teórico derivado de la escri- desfase a la práctica de ejecución musical.
tura. Podemos observar o contar la cantidad de com- Las categorías de escritura impuestas como ca-
pases en una partitura pero no escuchamos compases tegorías para la audición parecerían funcionar mejor
en una pieza musical. Podemos identificar pulsos y en el pensamiento musical previamente alfabetizado,
acentuaciones que forman parte de la estructura es decir, en aquellas personas que han construido una
métrica y es esa información perceptual la que luego interfase entre la escritura y la experiencia musical.
traducimos a la escritura utilizando un numerador, Olson afirma que para los alfabetizados, el
un denominador y las barras de compás. habla parece compuesta por una secuencia de fone-
Estas categorías de análisis resultan accesibles mas representada por las letras del alfabeto p. ,
especialmente para quienes han desarrollado expe- en el mismo sentido podríamos considerar que, para
riencias musicales conjuntamente con el aprendizaje las personas musicalmente alfabetizadas, la música
de la escritura musical y por lo tanto, han asociado parece compuesta por una secuencia de sonidos re-
los signos de escritura a sus unidades de acción. Para presentados por las notas musicales. Pero ¿Cuáles
Olson la conciencia de la estructura ling“ís- serían las unidades que espontáneamente identifican
tica es un producto del sistema de escritura, no una las personas no alfabetizadas?
condición previa para su desarrollo p De un Un estudio preliminar (Burcet, en prensa)
modo similar, la conciencia de la estructura musical analizó la incidencia del conocimiento del código de
podría entenderse como una consecuencia del sis- lectoescritura en la tarea de contar notas en fragmen-
tema de escritura y no como su condición previa. tos melódicos. Se solicitó a un grupo de estudiantes
Las asignaturas que abordan problemas de au- iniciales adultos, que contaran la cantidad de sonidos
dición, tradicionalmente han planteado la selección y articulados en fragmentos melódicos previamente
ordenamiento de sus contenidos de estudio en rela- memorizados. Los resultados arrojaron diferencias
ción con la demanda cognitiva que el concepto teó- significativas entre las repuestas proporcionadas por
rico involucra, en lugar de estimar la demanda cogni- los sujetos con y sin conocimiento de la lectoescritura
tiva que la habilidad para identificarlo por audición musical. El estudio permitió considerar que, quienes
requiere. Por ejemplo, en los programas de estudio, han desarrollado experiencias musicales iniciales
es frecuente encontrar que, la cantidad de alteracio- vinculadas con el código de escritura musical conven-
nes en clave es un indicador de dificultad melódica, y cional, ya sea porque han construido sus prácticas de
así, las primeras melodías presentan tonalidades con ejecución desde la lectura o porque han accedido al
menos alteraciones en clave. El supuesto que subyace aprendizaje del código en algún momento temprano
a esta consideración es que, resulta más accesible de su desarrollo musical, han construido sus expe-
escribir una melodía en RE Mayor que en FA# Mayor, riencias musicales desde la agregación y combinación
pero ¿qué ocurre desde la audición? ¿Es la cantidad de unidades escritas (notas), por lo tanto para estos
de alteraciones un factor que incida en nuestra per- sujetos segmentar la melodía en esas unidades surge
cepción de la melodía? Más bien es una problemática espontáneamente. Mientras que, quienes han des-
particular de la escritura. arrollado experiencias musicales a partir de prácticas
En un estudio previo (Burcet y Jacquier, 2007) basadas en la audición, la nota, no constituye una
se presentaron algunas dificultades que plantea la entidad de acceso directo.
escritura rítmica en las instancias iniciales del apren- Así, la escritura musical requiere de una seg-
dizaje de la escritura. Específicamente cuando la in- mentación del discurso en unidades que, al igual que
formación proveniente de las experiencias internas los fonemas, carecen de sentido en sí mismas. Para
rivaliza con la proveniente de las convenciones de escribir música es necesario identificar cada una de
escritura. En estos casos la persona se ve inclinada a estas unidades (notas) y manipularlas. Esta habilidad
construir formalizaciones personales que carecen de es denominada, en el lenguaje hablado, conciencia
valor comunicacional y por lo tanto resultan desca- fonética.
minadas para la adquisición de la lectoescritura mu- La conciencia fonética, es definida por Cunnin-
sical. Por ejemplo, en la escritura rítmica, los grupos gahm, como la habilidad para oír, identificar, produ-
se organizan de acuerdo a la estructura métrica (de a cir y manipular los sonidos individuales (fonemas)
dos corcheas si el pie es binario, o de a tres corcheas del lenguaje hablado citado por Calero y Pérez

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BURCET

1993, p.42). La conciencia fonética, parecería ser un El sistema de escritura convencional deja de
gran predictor para estimar logros de lectura y escri- lado muchos aspectos que son relevantes para la
tura. Diferentes estudios permitieron advertir que las experiencia musical porque no ha sido concebido
habilidades de segmentación oral no se adquieren como un modo de representación de la experiencia
espontáneamente en el curso del desarrollo cognitivo musical. Tal como sostiene Olson (1998), por primera
del ser humano. Por el contrario, es necesaria una vez muchos investigadores están pensando en lo
intervención específica, que para la mayoría de las impensable: ¿es posible que la cultura escrita esté
personas se desarrolla al aprender a leer y escribir en sobreestimada? (p.33)
un sistema de escritura alfabética (Morais, Cary,
Alegría y Bertelson 1979). Para Jesús Alegría (1980)
el ser humano no llega espontáneamente a descubrir
la estructura fonética de la lengua. Para que esto ocu- CONCLUSIÓN
rra, una intervención externa es indispensable y esa Las disciplinas que han abordado los problemas vin-
intervención es generalmente el hecho de tener que culados a la audición musical han tomado como ob-
aprender a leer en un sistema alfabético pág. . Es jeto de estudio todo aquello que tiene una posibilidad
decir que no es suficiente para un iletrado el contacto de medición objetiva y que, por lo tanto, tiene un
con el lenguaje oral para desarrollar su conciencia signo que lo represente, descuidando los aspectos de
fonética. Es necesaria una intervención externa para la experiencia que no han sido capturados por la
comprender que las palabras tienen una conforma- escritura musical convencional. Pero además han
ción segmental. descuidado la naturaleza de la experiencia musical
Favorecer la conciencia fonética parecería ma- previa de los sujetos, los métodos de entrenamiento
nifestarse como un requisito para aprender a leer y auditivo han estado diseñados para aplicarse en per-
escribir, tanto el leguaje hablado como así también el sonas musicalmente alfabetizadas, entendiendo por
lenguaje musical. Sin embargo, para el desarrollo de personas musicalmente alfabetizadas aquellas que
habilidades auditivas, en los enfoques tradicionales, han construido sus prácticas musicales (por ejemplo
no sólo este contenido no se presenta como una el aprendizaje de un instrumento) desde la lectura, y
habilidad en sí misma sino que parecería conside- por lo tanto han vinculado los signos de escritura a
rarse como requisito para desarrollar otros conteni- unidades de acción.
dos. Por ejemplo para el análisis melódico, el conte- El sistema de escritura musical actual, si bien
nido inicial suele ser melodía por grado conjunto captura numerosos aspectos del fenómeno musical,
descontando que la habilidad para identificar cada no es una representación completa de la música y
una de las unidades de la melodía es una habilidad menos aun de la experiencia musical, ejemplo de ello
resuelta. Posiblemente esto pueda considerarse así es la variedad de interpretaciones a las que puede dar
en los músicos alfabetizados pero no para los músicos lugar una partitura (tal vez de manera similar a como
que desarrollaron prácticas desde la audición o utili- ocurría con la escritura neumática) Este sistema de
zaron otros códigos como los cifrados. escritura permitió representar detalladamente aque-
Deberíamos preguntarnos entonces, para des- llos aspectos necesarios para comunicar la música
arrollar habilidades de audición: ¿cual es el objeto de entre los siglos XVII y XIX, sin embargo, a partir del
estudio? ¿la música o la partitura? siglo XX los compositores incorporaron un sinfín de
En relación al lenguaje verbal, Saussure signos para ampliar sus posibilidades. El modo en
/ señaló: el objeto ling“ístico no se de- que utilizaron la escritura los compositores del siglo
fine mediante la combinación de la palabra escrita y XX pone de manifiesto la incapacidad del sistema de
la palabra hablada: la forma hablada constituye por sí escritura para capturar todas las variables de la
misma el objeto pp. -24) Al igual que la teoría música, entonces, si el sistema de escritura no logra
lingüística, la teoría de la música debería estudiar la representar la música del siglo XX ¿por qué debería
música por sí misma, así como el desarrollo de la ser capaz de representar nuestras experiencias de
audición tomando como objeto de estudio la música y audición? Y, en tal sentido, ¿por qué la escritura de-
no su representación escrita. En el mismo sentido Joel bería proporcionarnos las categorías para pensar la
Lester (1995) sostiene que el análisis de la música música?
debería realizarse desde la ejecución y no desde la En acuerdo con Greenfield (1983)
partitura. Para Olson aprender a leer cual-
quier escritura es encontrar o detectar aspectos de la deberíamos librarnos de una vez y para siem-
propia estructura lingüística implícita que puede ser pre de la visión etnocéntrica y arrogante de que
mapeada o representada por esa estructura p. una simple tecnología basta para crear en sus
Considerando esta idea, las disciplinas que tienen usuarios un conjunto de procesos cognitivos
como objetivo desarrollar habilidades de audición y típicos, por no decir superiores p. 9
toman las categorías de la escritura estarían ense-
ñando a leer más que enseñando a escuchar .

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ALFABETIZACIÓN MUSICAL Y EL DESARROLLO DE HABILIDADES DE ANÁLISIS POR AUDICIÓN

Krumhansl, C. L. (1990). Cognitive foundations of musical


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