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Colombia está en deuda con sus ciudadanos por la falta de un análisis serio sobre
el salario mínimo y la capacidad que este aporta frente a la adquisición de los
productos y servicios de la canasta familiar, este tema tan delicado no puede
seguir siendo tratado únicamente en los apuros de fin de año y bajo la discusión
precipitada de unos pocos sobre el bienestar de millones y sobre todo cuando se
le otorga al mercado y al dinero el poder de resolver esta cuestionable decisión
social. Una familia promedio en nuestro país necesita para cubrir sus diferentes
necesidades básicas, un conjunto de bienes y servicios considerados en una
canasta básica. En Colombia, ésta canasta básica presenta todos los productos
necesarios para poder llevar una vida sana, tranquila, y digna, sin embargo, éste
elemento junto a su contraparte el salario necesario para adquirirla, se transforma
cada año en un tema de mucha controversia en nuestro país, ya que el salario que
por lo general un trabajador obtiene producto de su trabajo es muy bajo para el
alto precio de la canasta básica.
La definición más sencilla que podemos dar sobre la inflación, es decir, sobre este
fenómeno que ataca las economías de un país determinado, es básicamente en
que constituye una subida generalizada de los precios y que trae como
consecuencia más cercana el hecho de que con un mismo valor en pesos se
compre menos que antes y, por lo tanto ese peso valga menos.
¿Pero qué es lo que ha hecho que suba tanto este fenómeno en el país para en se
exteriorice en 6.77%? La respuesta según varios expertos la conforman varios
elementos que sumados, provocaron la inflación más alta de los últimos 7 años.
Estos elementos abarcan desde: el fenómeno del niño, pasando por el crecimiento
de la divisa Norteamericana, hasta el gran número de alimentos y mercancías que
a manera de exportación entran al país.
El fenómeno del niño, causado por el calentamiento de las aguas del Pacífico y
que golpea a varias regiones del mundo, ha disparado los precios de los alimentos
que subieron en un 10,85% y presionando la inflación de Colombia más allá de la
meta establecida. "La inflación en parte es resultado de El Niño por el precio de los
alimentos", dijo el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
En cuanto a las exportaciones, de acuerdo con el informe del primer cuatrimestre
del gremio, a Colombia siguen llegando elevadas cantidades de productos que
inclusive se producen en el mismo país, revelando en un contexto y problema
general, que en nuestro país se importe más de lo que se exporta. Las cifras de
este contexto las determina el estudio realizado por el DANE, el cual muestra que
se importó US$54.057 millones, mientras que las exportaciones sumaron un total
de US$35.690 millones. La situación es delicada para un país caracterizado por
una supuesta vocación agrícola. “Esto es muy grave y es porque aquí se hizo una
apertura endemoniada, tiramos al campesino a la guerra con las multinacionales,
sin fijarnos que no teníamos una infraestructura de producción igual a ellas,
entonces es muy complicado”, denuncia Octavio Quintero, representante de los
comerciantes del sector de alimentos ante las juntas directivas de Fenalco.
Este problema se intensifica con relación al incremento de la divisa
Norteamericana, pues los tratados económicos hechos en un principio sobre las
cantidades y los precios de las mercancías entrantes al país, se ven ahora, en el
periodo transcurrido, incrementados por el elevado precio del dólar, es decir, que
lo acordado entre las partes en un principio por el pago de las mercancías, se
cambie posteriormente por un precio mayor, afectando de forma directa a los
bolsillos de los consumidores finales. De esta forma tal como lo expresa el gerente
del Banco de la República, José Darío Uribe: “las condiciones de la economía
nacional definitivamente han cambiado y ahora los colombianos tendrán que
acostumbrarse a un dólar alto y al alza en los precios de algunos bienes y
servicios.”