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"URRIBARRI, Sergio D. - BAEZ, Pedro A. - AGUILERA, Juan P. - CARGNEL, Corina E.

Y OTROS s-Negociaciones
incompatibles con el ejercicio de la función publico, peculado, defraudacion a la adm. pca. S/ RECURSO DE
CASACION"
Resolución Nº160
___________________________________________________________
Paraná, 14 de mayo de 2018
VISTO:
Esta causa: "URRIBARRI, Sergio D. - BAEZ, Pedro A. - AGUILERA, Juan P. - CARGNEL, Corina E. Y OTROS s-
Negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función publico, peculado, defraudacion a la adm. pca. S/
RECURSO DE CASACION", traída a despacho para resolver y;

CONSIDERANDO:

I.- Que en fecha 12/04/2018 el Tribunal Unipersonal de Juicio y Apelaciones de esta ciudad de Paraná integrado por el
Dr. Daniel Julián Malatesta rechazó los recursos interpuestos por las Defensas de los imputados y confirmó en
consecuencia las resoluciones dictadas por el Sr. Juez de Garantías Nº2 de esta ciudad Dr. José Eduardo Ruhl que
disponen medidas cautelares sobre bienes y personas de los encausados - art. 482 y 502 ss ccdtes del C.P.P., de
fecha 02/02/2018, y el rechazo a la Excepción de Falta de Acción promovida por los defensores de los Sres. Uribarri y
Baez con adhesión de los Dres. Cullen y Vartorelli -por sus pupilos-, de fecha 27/03/2018; respectivamente.

II.- Contra esa decisión -en tanto confirma la resolución de fecha 02/02/2018- interpone Recurso de Casación el Dr.
Roberto Gastón Rosemberg Jantzon en representación de Jesús José María Bustamante.
Argumenta las razones por las que afirma que la resolución cuestionada, vulnera ilegítimamente la garantía
constitucional de la propiedad dado que el monto embargado resulta irrazonable y desproporcionado.

Asimismo, entiende que se ha conculcado el principio de inocencia, la garantía del debido proceso y tutela judicial
efectiva por cuanto el Vocal de apelación no se expidió sobre el principal agravio formulado contra la medida apelada,
esto es: el incumplimiento de las exigencias del art. 151 del CPPER, referentes a la motivación que debe contener toda
resolución judicial bajo pena de nulidad. Esto, sin perjuicio de advertir que al momento de decretar el embargo no se
configuraba ningún requisito de su procedencia, es decir, no existía verosimilitud en el derecho ni peligro en la demora
ni conductas de su defendido tendiente a desprenderse de sus bienes y patrimonio, concluyendo en que la medida
decretada respecto del Sr. Bustamante no se ajusta a las circunstancias del caso -art- 76 del CPP -

Efectúa reserva del Caso Federal y solicita se haga lugar al planteo casatorio, se anule la resolución de grado y se
remita a origen a fin de que se dicte sentencia conforme a derecho. En subsidio, peticiona se case la resolución
recurrida, declarando la nulidad de la misma y se decrete el levantamiento del embargo preventivo que pesa sobre el
Sr. Bustamante; o bien, la readecuación y disminución del monto embargado preventivamente en forma razonable y
proporcional a los hechos y montos que se imputan a su asistido.

Por su parte, en fecha 19/04/2018, interponen recurso de casación los Dres. Raúl E. BARRANDEGUY, José C.
PEREZ, Ignacio Esteban Díaz, Marcos RODRIGUEZ ALLENDE, Miguel A. CULLEN y Guillermo O. VARTORELLI
contra la misma decisión dictada por el vocal de Juicios y Apelaciones, Dr. Daniel Julián Malatesta.

Motivan la impugnación sosteniendo que la petición de medidas cautelares concedidas no acredita ninguno de los
requisitos establecidos por la normativa aplicable, y que tanto la resolución impugnada como las confirmadas no
exhiben ninguna referencia a la verosimilitud del derecho, ni al peligro en la demora. Destacan que la resolución
confirmada no expresa ningún fundamento, no obstante la exigencia contenida en el art. 151 del C.P.P y 65 de la
Const. Prov., y que la recurrida no determina la base que le permite confirmar el monto del embargo decretado, en
concepto de restitución del provecho obtenido por el delito supuesto. Fundan en doctrina y jurisprudencia el planteo
casatorio.

Efectúan una referencia especial respecto a los bienes embargados al Sr. Baez, desarrollando los motivos por los que
entienden que fue erróneamente denegado su tratamiento en apelación, y aquellos por lo que reiteran la pretensión
nulificante.

En segundo término se agravian en la confirmación del rechazo de la excepción de falta de acción y al respecto
sostienen que la medida irroga a sus defendidos un agravio que ninguna instancia ulterior podría corregir, dado que
permite que se impulse la acción hacia la sentencia por parte de quien carece de las potestades suficientes para
proceder, frustándole a los imputados la posibilidad de verse favorecidos con el dictado del sobreseimiento inmediato.
Afirman que la resolución impugnada confirmó un insostenible acto de autoridad dictado sin fundamento, en el marco
de un trámite absolutamente violatorio del art. 25 del C.P.P.

Formulan reserva del Caso Federal y peticionan la anulación de la resolución recurrida, se deje sin efecto el embargo
decretado y se recepte la excepción perentoria, sin reenvío. En subsidio, se reenvíe los obrados para la renovación de
los actos procesales anulados.

III.- Efectuada la reseña que antecede, liminarmente debe analizarse los remedios intentados bajo las previsiones de
los arts. 514 y 515 del ordenamiento procesal penal y establecer la admisibilidad de dichos recursos.
1- Así, en primer término corresponde determinar la procedencia de la vía intentada en supuestos de resoluciones de
naturaleza cautelar, dado que esta medida -dictada por el Juez de Garantías y confirmada por el Vocal de la
Apelación- fue cuestionada en ambos escritos recursivos.

En dicho cometido, cabe detenernos en los fundamentos oralizados por el Dr. Malatesta en el tratamiento de este
agravio, que al respecto expresó: "En relación al planteo de la apelación de la medida cautelar. Las defensas han
sostenido que la fundamentación está ausente, que la resolucion dictada por el Juez de Garantías Nº2, Dr. Eduardo
Ruhl, adolece de la adecuada fundamentación para el dictado de la medida cautelar. Definitivamente, este tribunal
entiende que lo que correspondía analizar es con qué elementos contaba el Juez de Garantías al momento de decidir.
Es decir, cotejar si estaban presentes las condiciones de procedibilidad para ordenar la medida cautelar y dentro de
estas condiciones, si había apariencia de verosimilitud en el derecho invocado. Esto me lleva a apreciar los elementos
de los que el Juez de garantías dispuso para dictar la resolución. Tuvo en sus manos a partir del 1º de febrero el
requerimiento de elevación de la causa a juicio que, evaluada que sea, de allí se desprenden elementos, en grado de
provisoriedad, pero de elementos al fin, que permiten apreciar la existencia probable o posible de la materialidad de los
ilícitos que se vienen investigando. De manera tal de que además de ello, se observa en esa solicitud de remisión a
juicio, que es muy posible o factible que los imputados defendidos de los recurrentes puedan haber sido sus autores
posiblemente -en grado de probabilidad-, autores partícipes primarios o secundarios. Ya dando respuesta a esta
primera aseveración y descontado las posiciones de las partes que doy por reproducidas, este tribunal entiende que la
existencia de esta primera condición tiene respuesta afirmativa. Esto es la verosimilitud en términos de apariencia -ahí
también tenemos la provisoriedad- se encuentra en la medida cautelar ordenada.
La segunda condición de procedibilidad es el posible peligro en la demora, que la defensa ha negado y la acusación ha
mantenido. Es de público y notorio la particular característica de la causa de que dos -al menos- de los imputados
cumplen el rol de legisladores en la Cámara de Diputados. Traigo a colación la norma del art. 115 de la Constitucion
Provincial que señala que en caso de necesidad de que un senador o diputado pueda ser convocado a los estrados
judiciales tiene que estar disponible a fin de que el reclamo sea atendido y por lo tanto debe tramitarse el desafuero.
Como es de público conocimiento, dicha tramitación fue solicitada y requerirá la discusión en el ámbito legislativo y,
eventualmente, procederá el desafuero, lo que a todas luces indica un tiempo suficientemente prudencial como para
que los bienes puedan ser distraídos, escondidos, etc. -siempre en el terreno de la hipótesis-. Por lo tanto, la respuesta
a si existe posible peligro en la demora, es afirmativa.

Por lo que este tribunal entiende que están dadas las condiciones, al momento de tomarse la medida, de procedibilidad
de la medida cautelar. Una medida extremadamente provisoria como es el embargo con una naturaleza jurídica muy
particular por eso se tramita "inaudita parte" y esa provisoriedad obviamente se puede acortar o alejar en el tiempo -
depende de un eventual juicio al que se arribe.

En relación a lo que de algún modo se puso en discusión respecto de la competencia del juez penal para resolver, se
intenta articular una oposición a la normativa local que sustentaría esta posibilidad de hacerlo, como también la norma
internacional que de alguna manera implica alguna vinculación entre ellas o coincidencia. Quiero referirme simplemente
al artículo 23 que lo prevé, inclusive me animo a decir que conservo la imparcialidad si destaco que la oportunidad
realizada de la elevación de la solicitud es demostrativa aún más de la buena fe que este tribunal ha registrado en las
partes y en particular en la Fiscalía cuando cuando tuvo elementos de convicción relativamente suficientes como para
elevarla, allí lo hizo , pudiendo hacerlo aún el juez penal -podría haberlo hecho y dispuesto.

De esta manera la normativa que contempla la posibilidad y en ello también en la exposición de motivos del art. 23
puede leerse aquello del paradigma del eventual recupero del producto del ilícito y ello también le da sustento a esta
medida que -por lo que vengo anticipando- va a ser confirmada por este tribunal, encuentra encuadre en las normas
trasnacionales, puesto que estas normas de la OEA y las Naciones Unidas no solo hablan de la lucha contra estos
delitos de corrupción sino también de la exigencia de los países signatarios de dictar normas en este sentido. A ésto la
Constitución lo prevé expresamente y nos obliga como Estado a adoptar medidas en este sentido. Por lo tanto ahí está
la respuesta afirmativa en cuanto a la base normativa que sostendría esta hipótesis.

En relación a la puesta en crisis, de algún modo, de los bienes que allí se determinan o se afectan -salvada que fuera
la situación por la Dra. Barbagelata, en el marco de la licencia del Dr. Ruhl, que obviamente por la teoría de la
continuidad del órgano ella se hizo cargo y a través de una aclaratoria solicitada dejó aclarada la situación con respecto
al bien de familia- no será de recibo el planteamiento concreto del particular aspecto referido por el Dr. Díaz, al no
haber sido motivo inicial en la presentación que se formulara por escrito, dicho agravio no fuera esgrimido.

Finalmente, el aspecto vinculado a la concreta deteminación del monto. Estamos en una fase intermedia donde la
provisoriedad es la regla, aquí lo que hay es una justipreciación a través de ciertos parámetros, pero una estimación al
fin, y es lo que corresponde. Puesto que en todo caso una determinación, una precisión, solo podrá obtenerse en una
eventual sentencia que surja de un eventual juicio y que dependerá de la firmeza que adquiera. De manera tal que en
cuanto al monto -por no ocupar más tiempo- y a su vez, la prevención que allí se hace de hipótesis de intereses y
eventuales resarcimientos, este tribunal las va confirmar también en su extensión e inclusive quiero señalar y receptar
la importancia de tener presente la norma que contempla la posibilidad de que el eventual daño que emerja del delito
pueda ser resarcido aún con bienes que fueran lícitamente adquiridos por el imputado eventualmente condenado.

De manera tal que, sintetizando las razones por las cuales este juzgador ha adoptado esta decisión, pasa a resolver.
Sintetizando:
Primero: se rechaza los recursos aquí presentados. Se confirma la resolución que ordenara la medida cautelar de
embargo e inhibición de bienes señalados por el monto y la extensión dispuesta. Se carga las costas al recurrente. Se
ordena la restitución de las actuaciones a quien corresponda a través de OGA y con respecto a este recurso resuelvo
que deberá cumplirse." (transcripción extraída del DVD elevado por el tribunal de origen)

Como puede advertirse, al planteo efectuado por el Dr. Rosemberg, el Dr. Malatesta respondió que como vocal de
apelación le corresponde analizar con qué elementos contaba el juez al momento de decidir, y con ello determinar si se
encontraban dadas las condiciones de procedibilidad de la medida cautelar y en consecuencia establecer si la
resolución recurrida se adecuaba a las exigencias contempladas en la ley para su dictado. En función de ello, apreció
que el Magistrado tuvo en manos el requerimiento de elevación a juicio de la causa del que se desprende la apariencia
de verosimilitud del derecho invocado. Igualmente concluyó que se encontraba configurada la segunda condición de
procedibilidad referente al peligro en la demora que negara la defensa y que da sustento a la resolución impugnada.
Asimismo, en cuanto a la determinación del monto del embargo, el Sr. Vocal entendió que se efectuó correctamente
una estimación que se corresponde con la regla de provisoriedad de la medida, atento a la instancia procesal en que se
encuentra la causa, señalando que la norma contempla la posibilidad de que el eventual daño que emerja del delito
puede ser resarcido aún con bienes que fueran lícitamente adquiridos por el imputado, eventualmente condenado.
En igual sentido el Sr. Vocal Dr. MALATESTA, rechazó fundadamente el agravio desarrollado por los Dres. Raúl E.
BARRANDEGUY, José C. PEREZ, Ignacio Esteban Díaz, Marcos RODRIGUEZ ALLENDE, Miguel A. CULLEN y
Guillermo O. VARTORELLI, por cuanto constató los requisitos legales para el dictado de la medida cautelar, es decir:
la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora; explayándose -como se señaló- sobre los elementos que tuvo en
cuenta para arribar a tal conclusión y que determinan la confirmación de la resolución impugnada, por considerarla
fundada en ley. Lo mismo hizo en relación el agravio referente al monto del embargo en los términos señalados
precedentemente.

Específicamente en relación al planteo referente al embargo decretado sobre los bienes del imputado Baez, el Sr.
Vocal señaló que respondía los agravios que los defensores habían esgrimido en el escrito; y efectivamente, como se
puede comprobar mediante la escucha del registro de la audiencia, el motivo de agravio por el que ahora reclaman no
había sido formulado en el escrito recursivo (cfr. fs. 56/60 y vto.) sino que se introdujo intempestivamente en la
audiencia de apelación; razón por la cual el Magistrado, en modo alguno podría haber dado tratamiento a este agravio.
Mucho menos aún podría ser atendido en esta instancia.

Todo esto demuestra que los planteos que formulan los defensores en esta instancia ya obtuvieron respuesta fundada
en la resolución impugnada, por ello, luego de analizar las posturas de las partes, y de haber revisado los fundamentos
de la revisión del Dr. Malatesta que confirma fundadamente la resolución dictada por el Juez de Garantías,
entendemos que ambos recursos son inadmisibles.
En efecto, el art. 495 del C.P.P. establece: El Tribunal que deba resolver el recurso examinará lo relativo al plazo de
interposición, a la legitimación del recurrente, a la observancia de las formas prescriptas y a la procedencia de la vía
recursiva intentada. , y en cuanto a este último requisito observamos que la medida cuestionada no configura una
sentencia definitiva ni poder ser equiparada a ella, en tanto no decide sobre el fondo del asunto, no pone fin al pleito, ni
lesiona derechos o intereses de imposible reparación ulterior en el curso del proceso, tal como alegan los recurrentes.
Postura, por cierto, mantenida por el Superior Tribunal de Justicia (STJ), en los autos FARIAS LUCERO , y receptada
por esta Cámara de Casación Penal, entre otros, en los autos BLANCO", 18/09/14.

Además cabe destacar que la resolución en crisis es de naturaleza cautelar y provisoria, y que nuestro ordenamiento
procesal establece en su art. 502, la posibilidad de interponer Recurso de Apelación contra las decisiones de los
jueces de garantías en aquellos supuestos en los que se denuncie la existencia de un gravámen irreparable,
garantizándose de esta manera el acceso al derecho a recurrir el fallo consagrado en el art. 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, cerrándose allí la posibilidad recursiva. Así lo hemos sostenido reiteradamente
en las causas SALVAREZA ,08/10/2015, AGUILAR , 08/06/2015 y AMARILLO , 26/10/2015.

2. En segundo lugar y respecto a la procedencia del agravio formulado por los Dres. Raúl E. BARRANDEGUY, José C.
PEREZ, Ignacio Esteban Díaz, Marcos RODRIGUEZ ALLENDE, Miguel A. CULLEN y Guillermo O. VARTORELLI,
contra la confirmación del rechazo de la excepción de falta de acción, corresponde determinar si la medida cuestionada
reúne las condiciones establecidas em el Código Procesal para habilitar la instancia casatoria.

Sobre esta cuestión, el Dr. Malatesta entendió coincidiendo con el Juez de Garantías- que no se trata de un supuesto
contemplado en las excepciones de previo y especial pronunciamiento previstas en el digesto adjetivo y expuso
detalladamente los motivos por los que no pueden receptarse planteos de esta naturaleza.

Sin perjuicio de ello, de la lectura de la decisión confirmada en apelación -de fecha 27/03/2018- se desprende que el
Juez de Garantías, luego de advertir que, el pronunciamiento que se pretende es el sobreseimiento, pero en función de
una excepción perentoria no contemplada en el Código Procesal, refirió que se ocupará también de este pedido de
sobreseimiento en la instancia procesal prevista en el art. 405 del C.P.P.; esto es, la audiencia de Remisión de Causa a
Juicio.

Entonces, como puede advertirse, contrariamente a lo sostenido por los recurrentes, este planteo tampoco puede
tener favorable acogida, por cuanto no puede ser equiparada a sentencia definitiva ni provoca una lesión irreparable de
derechos.

3. Dando respuesta a ambos recursos, cabe recordar, que en los sistemas procesales actuales: ... lo que ha ocurrido
con el recurso de apelación y el recurso de casación es que funcionalmente son distintos y no pueden ser entendidos si
no es en relación con la totalidad del proceso en el que están inmersos. Esto no siempre fue visto así y muchas veces
se ha pretendido superponer ambos recursos desconociendo esa diferencia funcional intrínseca; con ello no se ha
logrado sino entorpecer el proceso y agravar la lentitud de su trámite, con poco beneficio para el control general sobre
los fallos ALBERTO BINDER, Iniciación al Proceso Penal Acusatorio, Gráfica Sur Editora SRL, Buenos Aires-Mayo
2000, pág.99.

Ante situaciones similares esta Cámara ha expresado:"& actualmente, impregnados por la idea de volver a la
"centralidad del juicio" y desde allí alejarnos de los "trámites" que tienen al expediente escrito como eje principal de la
actividad judicial y causa fundamental de los llamados "litigios sin juicios", la reforma instaurada mediante Ley 10.317,
reforzó la idea de control horizontal durante todo el proceso agregando el jerárquico en las etapas recu rsivas y desde
allí dispuso la limitación de las instancias impugnaticias previas al debate, exigiendo que se verifique prima facie, que
lo resuelto causa gravamen irreparable, lo que no se da en la especie." "RIQUELME", 18/03/2015.-

En definitiva a la luz de los postulados del modelo acusatorio -concebido con la finalidad de adaptar la normativa
procesal a los contenidos de los tratados internacionales-, a los órganos jurisdiccionales revisores se les exige atenerse
a las normas que restringen su competencia en salvaguarda del derecho a un proceso penal eficiente que, como tal,
tienda a la pronta culminación, sin dilaciones indebidas e injustificadas. Tal es la razón por la que no todas las
resoluciones jurisdiccionales pueden ser impugnadas, ni cualquier medio es apto para ello. Así concebida, la
evaluación judicial correctamente ejercida, contribuirá a evitar la depreciación del valor y calidad de los
pronunciamientos judiciales en las distintas etapas del proceso.
Por ello insistir en esta tercera instancia no prevista en la legislación, implica un desgaste jurisdiccional inútil, porque no
hay ninguna posibilidad de modificar lo resuelto en la apelación, en razón de que -como lo ha demostrado el Vocal de
Cámara- la resolución del Dr. Ruhl se encuentra debidamente fundamentada de acuerdo a la etapa procesal en la que
se encuentra esta investigación y a las exigencias constitucionales y legales.

En definitiva en el caso se ha dado acabado cumplimiento a la exigencia del doble conforme, en los t érminos del fallo
de la Corte Interamericana en la causa "HERRERA " del año 2004.

En aquella oportunidad la C.I.D.H fue muy precisa al señalar que los Estados tienen la obligación de consagrar
normativamente y de asegurar la debida aplicación de los recursos efectivos y las garantías del debido proceso legal
ante las autoridades competentes contra actos que violen los derechos fundamentales; y que en ese marco el art. 8.2
de la Convención establece el derecho a recurrir un fallo ante un juez o tribunal superior como una garantía primordial,
que permite que una sentencia adversa pueda ser revisada por otro tribunal distinto y superior al que la dictó, antes de
que adquiera la calidad de cosa juzgada, requisito que en el caso se satisfizo en plenitud con el estricto control del
Vocal de Cámara.

Este Tribunal de Casación tiene dicho en los autos: "BOSCH, Sergio - Lesiones leves S/ RECURSO DE CASACIÓN"
(Legajo: Nº 684/16): "... que resulta imprescindible destacar los alcances de la revisión aquí pretendida. La doctrina
procesalista ha precisado que "(e)n la concepción tradicional del recurso en el derecho procesal penal argentino, se
parte de la indiscutible base de que es posible que las resoluciones jurisdiccionales sean equivocadas (en los hechos o
en el derecho) y por ende ocasionen un perjuicio indebido a los afectados. Tal posibilidad, que deriva de la falibilidad
propia de la condición humana de los jueces, revela la necesidad de permitir un reexamen y eventual corrección de sus
decisiones, para evitar la consolidación de la injusticia" -Cafferata Nores, J. Proceso penal y derechos humanos. CELS-
del Puerto, Bs. As., 2000, p. 157-158-.

La amplitud asignada al Recurso de Casación (hoy fuera de discusión a raíz de señeros fallos como "Herrera Ulloa" -
CIDH- y "Casal" -CSJN-), no nos exime de "examinar globalmente cuál es el mecanismo de recursos dentro del
sistema de enjuiciamiento de que se trate. En otras palabras, no es lo mismo referirse a la casación penal en un
sistema que no tiene otro recurso ... que hacerlo dentro de un sistema que incorpora otro recurso previo (por ejemplo,
el denominado recurso de apelación). Además, al organizar un sistema de recursos, también, es preciso tener en
cuenta varios principios que están necesariamente implicados, como son los de inmediación, oralidad y publicidad'" -
CHIARA DÍAZ - OBLIGADO. La Casación Penal. Nova Tesis, Rosario, 2010, p. 358-.

En nuestro medio, contando con el recurso de apelación, para situaciones como la presente, lo relevante es examinar
la efectividad de la garantía del doble conforme, herramienta que "pretende evitar la pervivencia del error o, por lo
menos, disminuir sus posibilidades de sobrevida... a través de la duplicación, en dos instancias judiciales o en dos
grados de jurisdicción, de la presentación, discusión y decisión de la cuestión..." (Pastor, Daniel R., "La nueva imagen
de la casación penal", 2001, Ed. AdHoc, p. 95).

Ello se ve garantizado -y reforzado- por la normativa convencional. El Informe nº 55/97, de la CIDH (del 18/11/97),
establece que "La oportunidad de recurrir a una segunda instancia en el proceso penal refuerza la protección en contra
del error judicial"; precisa que "(U)n aspecto esencial derivado del debido proceso es el derecho a que un tribunal
superior examine o reexamine la legalidad de toda sentencia jurisdiccional que resulte en un gravamen irreparable a
una persona, o cuando ese gravamen afecte los derechos o libertades fundamentales, como es la libertad personal"; y
fija el criterio de que a través de la garantía de un recurso contra las sentencias definitivas lo que se busca es "otorgar
la posibilidad a la persona afectada por un fallo desfavorable de impugnar la sentencia y lograr un nuevo examen de la
cuestión. Esta revisión en sí tiene como objetivo el control del fallo como resultado racional de un juicio justo, conforme
a la ley, a los preceptos de garantía y de la aplicación correcta de la ley penal".

Por todo lo dicho entendemos que no nos encontramos ante una resolución pasible de ser recurrida a través de los
remedios procesales intentados, por no revestir ninguna de las calidades necesarias para ello, habiéndose cumplido
con la doble conformidad judicial, por lo que, a nuestro juicio, corresponde declarar inadmisibles los recursos
interpuestos, con costas a cargo de las partes recurrentes.

A mérito de lo expuesto, y por unanimidad de sus integrantes, la Sala I de la Cámara de Casación de Paraná resolvió
dictar la siguiente

S E N T E N C I A:
I. DECLARAR INADMISIBLES los recursos de casación interpuestos por el Dr. Roberto Gastón ROSEMBERG
JANTZON a fs.126/131, y por los Dres. Raúl E. BARRANDEGUY, José C. PEREZ, Ignacio Esteban Díaz, Marcos
RODRIGUEZ ALLENDE, Miguel A. CULLEN y Guillermo O. VARTORELLI a fs.133/140; ambos contra la resolución de
12 de abril de 2018 dictada por el Tribunal Unipersonal de Juicio y Apelaciones de esta ciudad de Paraná integrado por
el Dr. Daniel Julián MALATESTA.

II. Declarar las costas a cargo de los recurrentes vencidos -Art. 584 y 585 CPPER.
III. Regístrese, notifíquese y devuélvase a origen.

MARCELA BADANO MARCELA DAVITE HUGO PEROTTI


Ante mi:
CLAUDIA ANALIA GEIST
-Secretaria-

Se protocolizó. Conste.

CLAUDIA ANALIA GEIST


-Secretaria-

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