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2.15.

El impacto social del desempleo: la pobreza


extrema, delincuencia, corrupción y la emigración

A partir de 1997, el requisito para que un trabajador mexicano tenga derecho a


pensión es acumular 1,250 semanas de cotización ante el I.M.S.S. (antes de esta
fecha, el mismo debía cotizar un mínimo de 550 semanas); y como si esto no
fuera suficiente, en estos últimos años ha avanzado desmesuradamente la
contratación temporal o de tiempo parcial en muchas empresas, ocasionando que
se aleje o limite la posibilidad de concluir una vida laboral siendo beneficiario de un
sistema de pensiones. La población mexicana empezará a observar un proceso de
envejecimiento a partir del año 2025, lo que implicará que la gran mayoría de los
actuales trabajadores en activo, concluirán su vida laboral sin la seguridad de una
pensión vitalicia.O sea, que actualmente 70% de los mexicanos están sin derecho
a pensión; dicho de otra manera, dentro de 25 años, 70 de cada 100 personas no
estarán pensionadas.
Conviene que hagamos un repaso a la situación actual que se vive en el mundo
laboral, para que partiendo de ahí, miremos hacia una meta común que nos
impulse a buscar caminos de solución solidaria transformadora. Las dinámicas
que aquejan al "mundo de los viejos" no son privativas, ni se reducen a quienes ya
han transitado por las empresas la mayor parte de sus vidas. Las condiciones
laborales actuales obligan a una reflexión que no tiene que ver con edades o
generaciones. La espiral que ha provocado la crisis en Europa se avizora lejana
en nuestro país, no hemos llegado todavía a la debilidad de la fuerza de trabajo,
dados los elevados índices de población ya retirada, como sucede en Europa; por
el contrario, la crisis se acentúa precisamente en la generación de los empleos
suficientes para responder no sólo a la oferta de mano de obra; sino, a la mano de
obra calificada, como lo son los universitarios. Los egresados y alumnos de
carreras administrativas y de ingenierías de las distintas universidades, son los
más requeridos por las empresas.
El área en la que es más difícil conseguir empleo es la de humanidades, sobre
todo en la carrera de Ciencias de la Comunicación, (esto según los estudios de
opinión de la Universidad de Guadalajara). Claudia Castillo Casillas tiene 24 años,
se graduó de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la primavera de 2000 y
tiene ya casi dos años desempleada. Hace un año dejé como seis currículums en
distintas empresas. Sólo en una requerían a alguien que hubiera estudiado
Comunicación. Está difícil encontrar trabajo, en la mayoría me piden experiencia y
pues no tengo. En los últimos meses he entregado como 20 currículums y sólo
como ocho me han hablado, pero sigo desempleada. Cuando miramos la sección
de oportunidades de trabajo en los periódicos, la mayoría de los anuncios incluyen
el requisito de edad para contratar o renovar a su personal, sin embargo, a pesar
de su juventud, este sector no es el más favorecido en el sector laboral. Los
jóvenes de ambos sexos sufren el mayor nivel de desempleo en el país. En 1997,
la tasa de desempleo abierto entre las personas de 15 a 24 años de edad fue de
5.1 por ciento, casi el doble de la registrada para la población de 12 años y más
(2.6%). El desempleo no es el único problema al que se enfrentan los jóvenes en
el ámbito laboral; al igual que otros sectores de la población, sufren la
precarización que se ha presentado desde hace varios años en las condiciones de
trabajo del país: bajos niveles salariales y cada vez menos prestaciones sociales,
entre otras. Así, los jóvenes mexicanos se insertan en un mercado laboral que, por
lo general, les ofrece condiciones poco favorables para el adecuado desarrollo de
sus potencialidades y capacidades individuales.
Peor para las mujeres
Pese al descenso de la tasa de desempleo después de 1995, las diferencias por
sexo siguen siendo importantes: 1997, los hombres registraron una tasa de
desempleo de 4.3 por ciento y las mujeres 6.6 por ciento. el mayor nivel de
desempleo femenino podría explicarse, entre otros factores, por el menor número
de horas que están disponibles para trabajar en el mercado laboral, lo que les
dificulta acceder a jornadas de tiempo completo, y por el tipo de ocupaciones que
les permiten obtener sus responsabilidades familiares y domésticas. Por otra
parte, las mujeres representan uno de los grupos más susceptibles de ser
despedidos en períodos de crisis, ya que una proporción importante de ellas está
ubicada en ocupaciones poco calificadas y de fácil sustitución.
Para el resto de la población el panorama tampoco se antoja alentador; sólo por
mencionar algunos datos, ¿sabe cuánto debe ganar usted legalamente?. El país
está distribuido en tres zonas (Zona A, Zona B y Zona C); para los de la Zona A, el
salario mínimo (esto es, lo que un patrón está obligado por ley a pagar) es de
40.35 pesos diarios; para los de la Zona B, (ahí estamos nosotros, los de Jalisco)
el salario es de 37.95 pesos; ganamos más que los de la Zona C, donde el salario
es de 35.85 pesos. (Datos proporcionados por Tomás Natividad, representante de
la Comisión Nacional de Salarios Mínimos).
Haciendo cálculos, el 4.5% de la población mexicana sobrevive con casi 40 pesos
diarios. ¿Sabía usted que hoy en día sólo se puede adquirir una tercera parte de
los productos que se podían comprar con un peso en 1982? Aún más, un salario
mínimo (40 pesos aproximadamente) no alcanza para que una familia de 4
miembros pueda sobrevivir, de ahí que luego se tenga que recurrir a buscar otras
alternativas, como el del comercio informal, o como hoy se dice: "changarros". En
diciembre de 1994, un trabajador que percibía un salario mínimo al día, tenía que
trabajar 77 horas a la semana para adquirir una canasta básica, y a finales del
2001 (o sea, el año pasado), tenía que laborar 124 horas para obtener tal
remuneración.
Bellos numeritos
La pérdida de 14 mil empleos en el Estado todavía es alarmante, y se pueden
soportar la pérdida de otros 14 mil más, ya que la oferta de trabajo aún es grande,
aseguró el líder de la CROC, Antonio Álvarez Esparza. Caen 10,000 empleos por
desaceleración. Esto lo dice Luis Ernesto Derbez, Secretario de Economía.
Aunque esta cifra resulta muy inferior a la que reconoce la Secretaría del Trabajo,
la cual ha señalado que en México han dejado de existir 19 mil 600 empleos a
consecuencia del freno de la economía estadounidense. Además, sólo en Jalisco,
la SEPROE estima que a la fecha se han perdido alrededor de 17,000 empleos,
aunque para Derbez, lo que hace falta es contabilizar los empleos creados y no
sólo fijarse en los perdidos. Inversiones extranjeras: en 1999 en el primer trimestre
se invirtieron en Jalisco 222 millones de dólares. En 2000 en el primer trimestre se
invirtieron en Jalisco 96 millones de dólares. En 2001 en el primer trimestre se
invirtieron en Jalisco 25 millones de dólares. (Abraham Kunio González Ulleda,
titular de la SEPROE).
Desempleo
Sin duda alguna los jóvenes somos quienes más hemos visto atacados nuestros
derechos básicos, ya sea educación, salud, vivienda, etc. El año 2007 cerró con
un dato muy duro: siete de cada diez desempleados son jóvenes de entre 14 y 34
años de edad. A la falta de empleo se le suma el hecho de que incluso con
estudios es muy difícil obtener empleo, hoy día un tercio de los desempleados son
personas con bachillerato o licenciatura, es decir que bajo las condiciones
actuales no existe ninguna garantía para evitar el padecimiento del desempleo. De
ello se deriva que el 31.5% del total de los ocupados en el sector informal de la
economía tienen entre 14 y 29 años de edad. Otra de las "alternativas" que se les
ofrece a los jóvenes es la migración hacia Estados Unidos, 225 mil jóvenes
preparados emigran año con año. La propaganda de Calderón afirma que en
materia de empleo han dado grandes avances, estas cifras demuestran
claramente que no es de esa forma, la realidad es que cada día las oportunidades
para mejorar las condiciones de vida de la juventud son más escasas.
La emigración en México
La migración de mexicanos aumentará 40 por ciento en 2007, período en que
poco más de 559 mil personas saldrán del país, la mayoría hacia Estados Unidos,
aseguró el Consejo Nacional de Población (Conapo). En 2006, el mismo
organismo calculó en unos 400 mil el número de individuos que, ante la falta de
oportunidades de educación y empleo bien remunerado, decidieron viajar al
exterior.
Ayer, al dar a conocer las nuevas proyecciones demográficas, el organismo
dependiente de la Secretaría de Gobernación, también señaló que durante 2007 la
población sumará 106.3 millones de individuos, lo que significa que se producirán
2.02 millones de nacimientos.
La tasa de crecimiento total del país durante el año que inicia mañana, se estima
en 0.89 por ciento, con una tasa global de fecundidad de 2.19 hijos por mujer, algo
mayor al remplazo generacional. Lo anterior implica que cada pareja tiene un
número de hijos superior al que los remplazará en la pirámide de población.
Termina la transición demográfica y empieza el perfil envejecido
En cambio, indicó el Conapo, en las próximas décadas la población mexicana
entrará de lleno y completará la última fase de la transición demográfica, para
encaminarse rápidamente a un crecimiento cada vez más reducido y a un perfil
envejecido.
De esta forma, la tasa de crecimiento natural descenderá de 1.42 en 2007 a 1.32
en 2010 y a 0.74 por ciento en 2030. En tanto, a mediados de siglo y por primera
vez desde el término de la Revolución Mexicana, se prevé el inicio de un ciclo de
crecimiento demográfico fluctuante a tasas muy bajas, incluso negativas.
Aun así y debido al cambio en la estructura por edades de los mexicanos, la
nación enfrentará retos importantes destacó el consejo. Entre ellos, mencionó que
en los siguientes 10 años, alrededor de 900 mil personas ingresarán al mercado
de trabajo, a quienes se les deberán brindar oportunidades de empleo suficientes
y adecuadamente remuneradas.
De acuerdo con la explicación del Conapo, en las próximas tres décadas el país
presentará cambios en la fecundidad y mortalidad, lo que implicará profundas
transformaciones en la distribución por edades de la población.
En ese periodo se acentuará el tránsito de una población "joven" a otra "entrada
en años", lo que se traducirá en un incremento significativo de su edad promedio,
la cual pasará de casi 28.7 años en 2007 a 42.3 en 2050.
La proporción de los menores de 15 años que ahora representan 30 por ciento de
los mexicanos se reducirá a 17.4 por ciento en 2050. En cambio, el porcentaje
representado por la población en edades laborales, entre 15 y 64 años, se
incrementará sistemáticamente hasta 2020. A partir de entonces su peso relativo
tenderá a disminuir de nuevo: de 65 por ciento en 2007 a 68 por ciento en 2020, y
a 62 en 2050.
Mientras tanto, el grupo poblacional de 65 años y más aumentará de casi 5 por
ciento actualmente, a 21 por ciento en 2050.
Empleos y espacios para la educación
Estas transformaciones en la pirámide poblacional se reflejarán en la formación de
un amplio espectro de demandas y necesidades sociales que deberán preverse.
Entre ellas está la creación de fuentes de empleo, así como los espacios para la
educación, principalmente en los niveles medio superior y superior. Será
necesario, advirtió el Conapo, ampliar la cobertura y calidad de las instituciones
educativas.
Con respecto al envejecimiento poblacional, el organismo resaltó que a mediano y
largo plazos, este fenómeno exigirá una cuantiosa reasignación de recursos y
demandará reformas en los programas, alcances, funcionamiento y organización
del sector salud.
Las proyecciones demográficas del Conapo reconocen, por otra parte, que la
migración "se mantendrá con un saldo neto negativo de poco más de 559 mil
personas", la mayoría mexicanos que emigrarán hacia Estados Unidos en busca
de trabajo o para reunirse con sus familias.
En la actualidad se calcula que 11 millones de individuos nacidos en México
residen en aquel país, y 90 por ciento se concentran en los estados de California,
Texas, Illinois y Arizona.
Ese conjunto representa aproximadamente 3 por ciento de la población total del
país vecino, y casi 10 por ciento de los habitantes de la República mexicana. Con
base en los resultados del segundo conteo de población 2005, el Consejo
Nacional de Población previó que con los 2.02 millones de nacimientos que
tendrán lugar el próximo año, la población sumará 106.3 millones de personas.
Calculó una tasa de natalidad de 19.1 nacimientos por cada mil habitantes. Los
recién nacidos tendrán una esperanza de vida de 75 años (72.6 para los hombres
y 77.4 para las mujeres).

2.16 El neoliberalismo en México


En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la ruptura del modelo
prevaleciente por más de tres décadas: el modelo de crecimiento
económico, sustitución de importaciones,desarrollo hacia adentro y economía
mixta.

Desde la década de los cuarenta, la estrategia de desarrollo en México, se


sustentó en la protección del mercado interno, a través de barreras arancelarias y
no arancelarias que mantuvieron al aparato productivo virtualmente aislado de la
competencia internacional. El Estado, desempeñó un importante papel, al asumir
un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica.

Prud´homme (1995), menciona que desde los setenta se puso en evidencia la


fragilidad del modelo de sustitución de importaciones como proceso central del
crecimiento económico, y con ello desaparecieron las bases de estabilidad;
manifestadas en aspectos como: 1) el déficit público pasó a cumplir el papel de
motor del crecimiento, y éste a su vez, condujo a un fuerte deterioro de la balanza
de pagos; 2) al mismo tiempo, que el déficit externo como proporción del PIB
aumentaba, sus fuentes tradicionales de financiamiento (la agricultura y los
servicios) tendían a agotarse, lo cual obligó a recurrir en forma creciente al
adeudamiento externo; 3) el crecimiento se vio interrumpido, por políticas
contraccionistas, la inflación y la incertidumbre que estas propiciaban, abrieron la
puerta a la especulación y la fuga de divisas; 4) el esfuerzo del estado por
recuperar el crecimiento conducían a agravar los desequilibrios macroeconómicos,
en su intento por mantener el modelo en funcionamiento realizó la exportación
masiva de petróleo, más cuando se detuvieron, la situación se volvió insostenible y
el país entro de lleno en un período de crisis y ajuste estructural.

Al inicio de los 80 el fenómeno que se venía perfilando desde la década


anterior cumple su cometido, es decir; el modelo de desarrollo que anteriormente
había asegurado el crecimiento económico y la estabilidad política en el México
posrevolucionario estaba en crisis (Nava, 2000).

Es en el período presidencial de Miguel de la Madrid (1982-1988), cuando tiene


su aplicación la estrategia neoliberal; inicia con la venta y privatización de las
primeras empresas paraestatales 1; desmantelamiento, que abarca el régimen de
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y el de Ernesto Zedillo (1994-2000).

Durante el primer año del régimen de Miguel de la Madrid, el gobierno federal


tenía participación en 45 ramas de la economía, para el último año, su
participación abarcaba solo 23 ramas. En 1982, tenía el gobierno federal 1155
empresas, en 1988 poseía solamente 412. La desincorporación de estas
empresas obedeció a que “no eran estratégicas ni prioritarias para el desarrollo
nacional”, argumento presentado en un documento informativo por el gobierno
federal (SHCP, 1988).

En el período salinista el proyecto neoliberal se fue profundizando y se


plantearon con mayor claridad los principales postulados de la política económica
gubernamental, en ésta etapa; se realizan algunas reformas constitucionales que
impactan enormemente en la naturaleza del Estado, tal es el caso de los Artículos
28, 73 y 123 referidos a la reprivatización de la Banca, la reforma electoral, de la
ley de culto; y del Artículo 27 que abre la posibilidad para que los ejidatarios
pudieran vender sus parcelas a capitalistas nacionales y extranjeros (tendiente a
eliminar los ejidos) 2 (Vidales, 1996).

En efecto, con las modificaciones realizadas al Artículo 27, se buscó crear las
condiciones para definir un nuevo perfil de la propiedad agrícola, abriéndose la
posibilidad de participación del capital privado nacional y extranjero en las tierras
ejidales y comunales, además de ser objeto; de compra, venta, arrendamiento y
de contratos de asociación; se buscaba también incrementar la productividad y
capitalizar las actividades agrícolas con el apoyo del sector privado. Es decir; la
modificación al Artículo 27, forma parte de la reestructuración de la economía
mexicana en general en un nuevo modelo de inserción en el mercado mundial. En
esta lógica la agricultura requería de una modernización de infraestructura
productiva y de comercialización para aumentar la productividad y competitividad
internacional. Para ello, se necesitan cuantiosas inversiones en el agro, que ahora
tienen que ser realizadas por el capital privado (Prud´homme, 1995).
De acuerdo con Nava (2000), en el contexto de la reestructuración económica, las
políticas neoliberales en el medio rural se traducen en:

 Reformas al Art. 27 Constitucional para cancelar el reparto agrario, acelerar


la entrada al libre mercado de la tierra ejidal y comunal, liberalizar la mano
de obra y fomenta la producción agropecuaria y forestal a gran escala, vía
inversión del gran capital industrial nacional y extranjero.

 Desmantelamiento y privatización de las instituciones de servicio y crédito


del sector agropecuario, así como de la infraestructura productiva.

 Retiro de subsidios y precios de garantía de todos los productos


agropecuarios.
 Orientación de la producción agrícola al mercado internacional
(exportación).

 Implementación de programas asistenciales para los campesinos pobres


que al ser considerados sectores infuncionales, quedan excluidos del
esquema de desarrollo.

El neoliberalismo, continúa con la suscripción del Tratado de Libre Comercio de


América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, en enero de
1994; representando con ello, su entrada a la economía global al conformar la
mayor área comercial de Norteamérica, anunciado como el instrumento
conducente al crecimiento económico y social que el país necesitaba.

En la cuestión agropecuaria, el TLCAN, generó expectativas para alentar la


expansión del sector agroexportador, no obstante las asimetrías económicas y
sociales con la economía norteamericana y la economía canadiense. La
incorporación de México al Tratado ha venido a ser un eje estratégico para forzar
a la modernización del sector agropecuario, los productores que reunieron las
condiciones inmediatas para elevar la productividad, reducir costos y vender a
precios competitivos han sido los beneficiarios de este cambio estructural,
alrededor del 5% del total; los productores que no han sido capaces de hacerlo,
95%, están condenados al desplazamiento del mercado; su producción a ser
sustituida por importaciones de alimentos y materias primas provenientes de sus
socios comerciales (Salinas, 2004).

Posteriormente en los años 1994-2000 del período presidencial de Ernesto


Zedillo, el neoliberalismo continuó su marcha. En el plano constitucional, modifica
el artículo 28, con el objetivo de permitir la participación del capital privado en las
áreas de comunicación, vía satelital y los ferrocarriles, crea las Afores
transformando con ello la seguridad social de los trabajadores y se compromete
con el capital financiero internacional para privatizar la petroquímica y la industria
eléctrica3 .

La política neoliberal de Vicente Fox Quezada (2000-2006), se encaminó bajo


el mismo esquema que sus antecesores al ponerse al servicio del capital
trasnacional y buscando cancelar los derechos de la nación y de los mexicanos.
Dentro de las acciones realizadas en este período se puede hacer mención entre
otras: la continuidad en intentos por privatizar la industria energética, a la
privatización de la educación superior, reduciendo y suprimiendo en gran medida
el presupuesto otorgado a las universidades públicas; a la privatización paulatina
de los servicios de salud, y a la tendencia creciente de la desaparición de la
seguridad social de los trabajadores. Estos rubros han sido retomados por el
presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), quién al inicio de su período, da
paso a la reforma de la Ley del Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales
de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), afectando seriamente a los trabajadores
agremiados de este Instituto, además de continuar su pugna por llevar a cabo la
reforma de la industria energética.
El legado económico y social del neoliberalismo al concluir el foxismo e inicio
del período presidencial de Felipe Calderón, se resume en: a) estancamiento
económico (con un crecimiento de apenas el 2.4 por ciento); b) la falta de empleos
formales; c) el grave deterioro de los salarios reales; d) la concentración de la
riqueza y la exclusión social; e) un mayor flujo temporal y permanente de
trabajadores hacia los Estados Unidos en búsqueda de mejores expectativas de
vida; f) una creciente dependencia de las familias de las remesas de los
trabajadores migratorios para atenuar sus bajos niveles de vida; (Chávez, 2006).

Finalmente y afianzando el anterior planteamiento, la política neoliberal en


México aplicada desde 1982, no ha logrado los objetivos de desarrollo
planteados, pues existe una crisis recurrente en la economía nacional, el
crecimiento sostenido no ha podido lograrse, y existe el padecimiento de
inflaciones constantes, desempleo, inseguridad, pobreza, etcétera; demostrando
con ello, su incapacidad para generar el bienestar que tanto se pregonaba.

2.17 EL ESTADO MEXICANO ANE LA GLOBALIZACIÓN


México se encuentra actualmente inmerso en proceso de competencia ya no sólamente a nivel
regional con países Latinoamericanos, sino a nivel mundial como resultado de la globalización y
Tratados Comerciales con muchos países del mundo. Mientras esta condición es
definitivamente una ventaja también representa un gran reto el estar a la altura de las
expectativas.
México ha logrado ser una potencia a nivel mundial en la fabricación de automóviles de gran
calidad, actualmente ocupamos el primer lugar en Latinoamérica y el número diez a nivel
mundial. Nuestro país ha sido un socio comercial estratégico de varias marcas automotrices de
suma importancia como Chrysler, Ford, GM, Honda, VW y Nissan entre otras.
Sin embargo, aun tenemos que enfrentar grandes retos en materia de calidad y eficiencia,
actualmente un gran porcentaje de la cadena de proveedores automotrices está localizado
fuera de México. Nos hemos convertido en expertos en el ensamble de componentes, sistemas
y automóviles cuya materia prima proviene en muchos casos de proveedores extranjeros de
alta calidad y costos competitivos.
El producir productos de calidad conlleva un gran compromiso y responsabilidad en las
empresas, ya que se debe contar con una filosofía para desarrollar productos y servicios que
cumplan cabalmente con las expectativas de nuestros clientes, para ello debemos de entender
perfectamente que quieren los clientes en materia de rendimiento, aspectos funcionales,
estéticos, etc.
Hoy en día, hay un gran interés de muchos fabricantes de automóviles por encontrar o
desarrollar proveedores nacionales en territorio mexicano que cumplan con las expectativas de
calidad, costo y entregas. Un ejemplo a seguir es Chrysler de México, el cual ha mostrado una
evolución impresionante en su volumen de compras nacionales. Ha pasado de un monto de
1,800 millones de dólares en 1991 a la nada despreciable cantidad de 5,700 millones de
dólares en el 2007 y esta tendencia continuará a la alza hasta llegar a 6,800 millones de dólares
en el 2008.
Desde luego que lograr las cifras arriba mencionadas no es nada fácil, se requiere de
proveedores entusiastas comprometidos con la producción de productos de alta calidad, al
menor costo y tiempo posible.
El producir con calidad y eficiencia requiere contar con una adecuada planeación, capacidad y
habilidades, así como mucha atención a los detalles en los diseños y la manera en como se
ejecutan en las plantas, impulsando mejoras de manera permanente y continua. Asimismo, es
necesario que los proveedores se involucren ampliamente en el concepto de ¨Six Sigma¨, el
cual es una metodología de gestión de la calidad, centrada en el diseño y control de los
procesos con el objetivo de disminuir los defectos hasta un nivel máximo de 3.4 defectos por
cada millón de partes producidas.
Producir con estos niveles de calidad podría sonar imposible, sin embargo, hoy en día hay
proveedores nacionales que lo han logrado y son ejemplos dignos de admiración. Estos
proveedores mandan una señal clara a todos aquellos que no se han atrevido a tomar la
decisión de ser proveedores de alta calidad.
El reto está ahí, las oportunidades abundan y seguirán existiendo, la clave está en tener un
cambio de mentalidad y aceptar que la única manera de competir globalmente hoy en día es
producir con calidad y eficiencia para bajar los costos y poder competir globalmente.

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