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net/publication/319914875
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PhD Evaluation of the black shales of Los Monos Formation (Devonian) as Unconventional Shale Oil and Shale Gas Reservoir View
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Palabras clave: Formación Los Monos, Cuenca de Tarija, shale gas, shale oil
ABSTRACT
Los Monos Formation (Devonian), Tarija basin: geochemical and mineralogical approach of the
potential as shale gas and shale oil
The object of this study is to analyze the sedimentology and mineralogy of Los Monos Formation
at Balapuca, in southern Bolivia, immediately north of the limit with Argentina, and in wells of the
subandean region of Argentina. To this end, a sedimentological profile was taken from this unit and a
total of 48 samples of outcrop and 50 samples of well cuttings were analyzed by X-ray diffraction on
total rock and clays. It is possible to observe, through the X-ray diffraction mineralogical analysis that
Los Monos Formation presents marked vertical and lateral lithological and mineralogical variability.
Unrelated to whether they are psammites or shales, at least six stretches of low clay content (10%)
are present along the whole length of the column; some of these are kaolinite enriched (40%) to
the detriment of illite, and three contain intermediate clay content (20%). While in the middle to
upper section there are two levels with 40% clay content. Los Monos Fm presents average total rock
mineralogy principally composed of quartz (70%), plagioclase (10%) and clays (20%). Mineralogy
of the clay fraction is characterized by the average presence of illite (45%), illite/smectite (20%),
chlorite (25%) and kaolinite (10%). Three samples of outcrop with good crystallinity in IS showing
20% of expansive layers for the lower section of Los Monos Formation. These values would indicate
the diagenesis of a deeply buried (Telodiagenesis) window of gas generation. In cutting samples, the
IS component includes 30%-50% of expansive layers, indicating a diagenesis (late Mesodiagenesis)
equivalent to end oil – early gas hydrocarbon generation.
INTRODUCCIÓN
Las sedimentitas del Devónico aquí estudiadas forman parte del sector subandino de la Cuen-
ca de Tarija, y se registran tanto en afloramiento como en subsuelo, junto con otras unidades es-
Figura 1. Distribución regional de las cuencas silúrico-devónicas del sur de Bolivia y norte de la Argentina
(adaptada de Salfity et al. 2005). 1 Áreas positivas, 2 Áreas de erosión precarbonífera, precretácica y
preoligocena, 3 Probables conexiones.
Las unidades del Silúrico y Devónico de la Argentina afloran en las Sierras Subandinas y el
Sistema de Santa Bárbara y se extienden en el subsuelo del Chaco Salteño, del Chaco paraguayo
y de la Cuena Chacoparanense. Formaron parte de una cuenca sedimentaria marina de extensa
distribución areal y espesas sucesiones psamo-pelíticas.
Las Sierras Subandinas, donde se ubica la localidad aquí estudiada, corresponden a una estrecha
franja constituida por alineaciones orográficas meridianas y subparalelas que, separadas por valles
longitudinales, representan las estribaciones más orientales de la cadena Andina en Bolivia y en el
extremo norte de la Argentina. Ellas representan una verdadera “faja plegada y fallada de lámina
delgada” de la parte más externa del orógeno andino entre las latitudes 18ºS y 23º30’S, es decir el
“Subandino Sur” de Bolivia y las Sierras Subandinas de la Argentina, ubicándose entre la Cordillera
Oriental, desarrollada al oeste y la Llanura Chaqueña situada hacia el este (Starck et al. 2002).
La columna sedimentaria en esta región está representada por sedimentitas clásticas desde el
Paleozoico Inferior hasta el Terciario. Los antecedentes estratigráficos de las unidades del Silúrico-
Devónico hasta el Carbonífero Superior fueron desarrollados por Starck et al. (1993a, b), Sempere
(1995), Starck (1995, 1999), Vistalli (1999), Suárez Soruco (2000), Azcuy y di Pasquo (2000) y
Miranda et al. (2000), entre otros.
Starck (1995) postuló un esquema tectono-estratigráfico del Fanerozoico para el norte de
la Argentina y sur de Bolivia, en el cual el lapso Silúrico-Jurásico se divide en dos intervalos
separados por una discordancia de carácter regional. Dentro del primer intervalo, Silúrico-
Devónico, distinguió tres supersecuencias granocrecientes denominadas en orden estratigráfico
ascendente Cinco Picachos, Las Pavas y Aguaragüe (Figura 2).
La cuenca devónica boliviano-argentina se encuentra parcialmente superpuesta en discordancia
por la cuenca carbonífera superior subandina del sur de Bolivia (Grupos Macharetí y Mandiyutí)
y, más al sur, por la cuenca carbonífero-pérmica del norte de la cuenca Chaparanense (subcuenca
de Alhuampa); a su vez, las sucesiones devónicas interpuestas entre ambas cuencas neopaleozicas
sirven de basamento a la cuenca cretácica del Grupo Salta y a la cuenca neógena de antepaís
(Figura 3).
Sobre diferentes niveles estratigráficos del Devónico se asientan en discordancia las unidades
basales de la cuenca carbonífera superior en las Sierras Subandinas, y en el subsuelo del Chaco
boliviano y del norte del Chaco Salteño. Las formaciones del Carbonífero Superior de esta cuenca
se reúnen en los Grupos Macharetí y Mandiyutí. En cambio, en algunos perfiles del sur de Bolivia,
las formaciones Itacua y Saipurú – que representan el Fameniano-Carbonífero Inferior (Suárez
Soruco 2000)- también yacen sobre la cuenca devónica.
La sucesión estratigráfica carbonífera ha sido reinterpretada por Starck (1995) como
compuesta por dos supersecuencias separadas por una discordancia, representadas en la Argentina
por los Grupos Macharetí (formaciones Tupambi, Itacuamí y Tarija) y Mandiyutí (formaciones
Escarpment y San Telmo). En Bolivia, el primero de estos grupos según algunos autores, incluye
El conocimiento sistemático de las rocas generadoras que han originado el petróleo y gas de
las cuencas petrolíferas de la Argentina está lejos de ser completo. Sin embargo, debido al cambio
de la industria hacia las estrategias operativas integradoras que combinaron los esfuerzos de la
geología, geofísica y geoquímica para mejorar la efectividad exploratoria, el estudio de las rocas
madre se ha convertido en un hecho muy habitual (Uliana et al. 1999). La literatura y numerosos
informes de la industria registran diversas especulaciones, tanto geológicas como geoquímicas
orientadas a asegurar la correlación entre reservas de hidrocarburos e intervalos de querógenos
específicos (Villar et al. 1993; Gómez Omil y Albariño 1996; Cruz et al. 1996, 2002; Cagnolatti et
al. 1996). Además, fue posible acotar con mayor precisión la datación del tránsito a través de la
“ventana” de maduración, como resultado de la evaluación combinada de evidencias geoquímicas,
modelado térmico y una resolución estratigráfica muy detallada (ej. Pittion y Gouadain 1991;
Urien y Zambrano 1994, María et al. 2013).
Con el objetivo de extender la frontera exploratoria con los yacimientos no convencionales
(shale oil y shale gas) el estudio de las rocas madre se ha intensificado. La distribución en el espacio
y en el tiempo y la calidad geoquímica, mineralógica y generadora de las rocas madre de la
Argentina varían ampliamente y, al mismo tiempo, el nivel de conocimiento específico cambia de
una cuenca a otra.
Por definición los shales son rocas ricas orgánicamente, de grano fino, capaces de producir
cantidades comercialmente importantes de hidrocarburos con una amplia fractura. Los shales
suelen servir como roca madre, reservorio y sello de los hidrocarburos producidos a partir de
ellos y pueden ser parte de un sistema petrolero con acumulaciones de hidrocarburos tanto no
convencionales y convencionales (Jarvie et al. 2007).
Algunas de las características típicas generales que se pueden mencionar de los shales son su alto
gamma ray, alta resistividad, alto contenido de materia orgánica (>2-3%), madurez en ventana de
petróleo o gas, fragilidad (>40% de cuarzo), espesor (>50 metros), porosidad (4%), depositados en
ambientes marinos, querógeno tipo II y presencia de barreras de fractura (generalmente carbonatos).
La fragilidad, las propiedades mecánicas, la fracturabilidad y productividad de los shales están
controlados en cierta manera por factores geológicos dentro de los cuales se puede mencionar
factores estratigráficos tales como la composición mineral, TOC, riqueza orgánica y tipo, tamaño
de grano, intercalaciones, abundancia de arcillas y tipos, porosidad, barreras de permeabilidad y de
fracturabilidad, frecuencia de laminaciones, estratigrafía a pequeña y gran escala, paleogeografía,
resistencia de la roca, atributos biogénicos (micro trazas fósiles, micro y macro cuerpos fósiles).
También se pueden mencionar factores estructurales tales como régimen de stress, posición
estructural y proximidad a pliegues y fallas, intensidad de la deformación estructural, historia de
enterramiento y estructural, madurez termal, profundidad y ventanas de profundidad, presión del
La sección del Lochkoviano (formaciones Santa Rosa-Icla) registra el mayor contenido de ma-
teria orgánica en el área de influencia de Santa Cruz y en el Alto de Izozog, donde probablemente
constituye una roca generadora activa en esa zona. La escasa cantidad de muestras de esta sección
obedece al limitado número de pozos que la han perforado. La información disponible sobre el
Silúrico se obtuvo de muestras de afloramiento de la faja corrida interna e indica niveles de eleva-
da sobremadurez y escasa riqueza residual en materia orgánica. Sin embargo, se considera que los
valores de COT habrían sido significativamente más altos con antelación a la sobremaduración.
En general, este ciclo registra alrededor del 0.5% COT y querógeno poco profílico. Moretti et
al., (1994) le otorgan a la secuencia Icla-Huamampampa del Subandino sur boliviano una poten-
cialidad que, aunque menor, no parece despreciable.
Supersecuencia Agüaragüe
Cualquier intento de describir las facies generadoras que promovieron la carga de los grandes
yacimientos del Paleozoico del distrito subandino, debe tener en cuenta la persistente incerti-
dumbre sobre varios aspectos clave. Los estudios estratigráficos modernos señalan una conside-
rable influencia eustática sobre el armazón depositacional, que denotan la presencia de varios
intervalos condensados que son candidatos para contener concentraciones orgánicas por arriba
del promedio, y representan objetivos obvios para estudios específicos (Veizaga-Saavedra et al.
2014). Por lo contrario, los estudios publicados muestran una imagen de riqueza orgánica modes-
ta y relativamente homogénea, con valores de COT que excepcionalmente superan el 1% (Dunn
et al. 1995; Moretti et al. 1996, 1997; Disalvo y Villar 1999). Frecuentemente dicho contenido se
ve engañosamente incrementado debido al uso de lodos con base petróleo, o bien por bitúmenes
migrados.
Sin embargo, la Formación Los Monos es considerada la roca madre por excelencia del ám-
bito paleozoico del noroeste argentino, al igual que del Subandino sur Boliviano (Moretti et al.
1994; Dunn et al. 1995; Moretti et al. 1996; Moretti 1997), y responsable de la carga tanto de los
reservorios carboníferos como devónicos de la cuenca. Se ha constatado que los petróleos livianos
“marrón-verdosos” acumulados en trampas carboníferas tienen vinculación genética con las sec-
ciones superiores de la roca madre (Disalvo y Villar 1998, 1999).
Las secciones del Givetiano y Eifeliano (formaciones Los Monos e Iquiri), llamadas Los Mo-
nos Superior por Disalvo y Villar (1999), presentan los mejores valores de COT y las facies poten-
cialmente generadoras más ricas en materia orgánica en la mayoría de las áreas evaluadas. Ambas
secciones, principalmente el Givetiano, tienen una buena proporción de muestras con querógeno
que tiende a tipo II, lo que significa mayor propensión para originar primariamente petróleo. No
obstante, los niveles del Givetiano se encuentran en condiciones desfavorables como rocas gene-
radoras debido a la baja madurez térmica general.
La sección del Emsiano (Huamampampa-Los Monos), llamada Los Monos Inferior por Disal-
vo y Villar (1999), posee pobre contenido de materia orgánica en Bolivia pero constituye una roca
generadora interpretada por los mencionados autores como básicamente gasífera en el noroeste
argentino.
ternancia de niveles con distintos contenidos de distintos tipos de querógenos, que originan las
anomalías de distribución por muestreos no muy densos.
Una característica general de la unidad es su tendencia a generar hidrocarburos livianos (pe-
tróleo, condensado, gas) debido a la dilución del querógeno (marino amorfo-algal con variable
contribución terrestre) en la roca (bajo COT%) y a su calidad regular (picos S2 de pirólisis origi-
nales promedio estimados en no mayores de 400 mg HC/g COT). Ello origina un déficit en el
proceso de expulsión, retención de los hidrocarburos generados en la roca madre y un craqueo
continuo hacia compuestos cada vez más livianos. Razones análogas son invocadas por Moretti et
al. (1996) y Moretti (1997) para explicar los altos valores de Gas Oil Relation (GOR) del Subandino
sur de Bolivia.
Debido al limitado contenido de materia orgánica y al carácter parcialmente refractario del
querógeno, se cree que la etapa de expulsión de hidrocarburos comienza a niveles relativamente
altos de stress térmico, a una Reflectancia de Vitrinita Equivalente (RVE) mayor a 0.9-1.0%, con
predominio de hidrocarburos gaseosos.
Los estudios realizados en la Formación Los Monos consideran que en general sus característi-
cas geoquímicas se mantienen más o menos constantes a lo largo de toda la cuenca, lo que combi-
nado con la distribución homogénea de espesores, facies y de madurez, asegura la disponibilidad
de roca madre prácticamente en toda la cuenca. Esta situación no rige en posiciones más occiden-
tales de la cuenca (Sierras Subandinas Occidentales), donde la disminución de los espesores de la
Formación Los Monos reduce la disponibilidad volumétrica de roca generadora.
En este contexto de abundancia de roca madre, la acumulación de volúmenes comerciales
dependerá entonces de la eficiencia de la expulsión y del entrampamiento.
Antecedentes de pozos
Se registran buenos valores de COT e Índice de Hidrógeno (IH) del Lochkoviano, compara-
bles con aquellos del Givetiano y Eifeliano.
Otro hecho destacable en este perfil es la madurez térmica baja del Eifeliano y no especial-
mente alta del Lochkoviano (Reflectancia de Vitrinita Porcentual –Ro– algo superior a 1%).
El pozo UTZ-X1 se ubica en la región de influencia del Alto de Izozog, afectada por un flujo
térmico elevado que induce una madurez térmica excesiva. Los aspectos significativos de este pozo
son la madurez térmica del Eifeliano (Los Monos) en fase de generación de petróleo (Ro-0.9%)
El pozo Ve.x-1 presenta valores de COT interesantes tanto en el Eifeliano (Los Monos Su-
perior) como en el Emsiano (equivalente a Huamampampa en Bolivia y Los Monos Inferior en
Argentina, según Albariño et al., 2002), de los cuales el Eifeliano es más propenso a la generación
de petróleo de acuerdo con los datos de Rock-Eval. Un aspecto destacable es que, a profundidades
más someras en Ve.x-1, niveles estratigráficos de edad equivalente presentan mayor madurez tér-
mica que los correspondientes en DRD-X1001, en un marco de idéntico ambiente tectónico (Pie
de Sierra). Un patrón de mayor madurez térmica también muestra el pozo To-1 (Tonono), ubicado
50 km al nordeste de Ve.x-1 (Disalvo y Villar 1999), a pesar de que los niveles devónicos son más
someros aún. Esta situación se interpreta como indicador de un incremento del flujo térmico re-
gional de sentido Norte-Sur (Cruz et al. 2002).
La evaluación geoquímica del pozo R.xp.1012 (Hernández et al. 2011) incluye muestras de
las formaciones Los Monos, Huamampampa, Icla, Santa Rosa y Tarabuco (bloque alto) y la For-
mación Los Monos y el Carbonífero del bloque bajo, de lo cual se extraen los siguientes datos:
Se detectaron dos intervalos generadores, ambos pertenecientes a la Formación Los Monos,
correspondientes tanto al bloque alto como al bloque bajo. Sus datos de COT y Rock-Eval indi-
can contenidos orgánicos y rendimientos de pirólisis regulares a moderados.
Los valores de Índice de Hidrógeno (IH) e Índice de Oxígeno (IO) apuntan a potencialidades
generadoras limitadas y querógenos II/III a III con capacidad mixta para petróleo/gas.
Los valores de IH tienden a disminuir de tope a base en el intervalo del bloque alto lo cual,
según el aumento de Temperatura máxima y particularmente del Indice de Producción (IP), sugie-
re aumento de madurez térmica.
La asociación orgánica de las muestras refleja un querógeno de mediocre calidad generadora,
de acuerdo con el patrón descripto por Disalvo y Villar (1999) a nivel regional.
Figura 4. Datos de carbono orgánico, pirólisis Rock-Eval y microscopía del querógeno del pozo R.xp-1012; se muestra la calidad generadora, rendimiento y madurez térmica (Hernández
et al. 2011).
Maduración y migración
La Formación Los Monos, con posterioridad a su depositación, tuvo una historia de subsi-
dencia y térmica compleja, la cual es difícil conocer con certeza. Las mayores incertidumbres se
deben a la presencia de importantes períodos de erosión que eliminaron espesores considerables
de la columna, sin que sea posible saber de manera exacta la cantidad y el momento de la erosión.
Una concepción regional de los niveles de erosión de la columna silúrico-devónica es ilustrada en
la Figura 3.
Otras dudas surgen del desconocimiento de los regímenes termales de la región durante largos
períodos de tiempo. Teniendo en cuenta estas dudas, Hernández et al. 2011, realizaron los mode-
lados termales para distintos puntos de la cuenca, asumiendo las siguientes hipótesis regionales:
1. El ciclo Carbonífero-Jurásico se extendía en forma más o menos uniforme más allá de sus
bordes erosivos actuales, especialmente hacia el sur del arco de Michicola, no obstante
que no se conocen registros de Paleozoico Superior entre los arcos de Michicola y Pam-
peano (Figura 3).
2. La erosión en el arco de Michicola (flanco septentrional del hemigraben de Lomas de
Olmedo) fue más o menos contemporánea con la apertura del hemigraben y con la de-
positación del synrift cretácico. Se supone altas tasas de alzamiento y erosión al comienzo
de la apertura, con paulatina disminución al culminar el rifting, para pasar a tendencias
suavemente subsidentes a fines del post-rift.
Utilizando un software de modelado de cuencas, Hernández et al. (2011), modelaron tres
situaciones que se estiman representativas de la cuenca. Una se localiza sobre un eje anticlinal
(Anticlinal San Pedrito), otra en un eje sinclinal (Sinclinal del Río Seco) y la tercera se ubica en el
antepaís, en Tonono.
Los modelados demuestran que la Formación Los Monos se encontraría madura en toda la
cuenca, al menos en parte de su espesor, lo que coincide con los datos de madurez disponibles
(Ro, IAT, pirólisis). La Formación Los Monos habría entrado en la ventana de generación a fines
del Paleozoico–comienzos del Mesozoico, momento en que la historia termal de la cuenca habría
sido la misma en todo su ámbito. A partir de ese momento, las diferentes combinaciones de ero-
sión y calentamiento mesozoico y subsidencia flexural neógena, provocaron evoluciones distintas
para las diferentes locaciones. Sin embargo, el resultado final de estos caminos no es tan variado
debido a compensaciones que se habrían verificado entre los distintos efectos. Por ejemplo, la
mayor erosión en las cercanías del arco de Michicola se compensa por los mayores flujos térmicos
registrados en ese arco. En todos los casos se observa que, si bien la Formación Los Monos entró
en la ventana de generación a principios del Mesozoico, el pico de madurez se alcanzó tan solo
durante la sedimentación de las molasas neógenas. Debido a la juventud de la estructuración
actual el grado de madurez presente en los anticlinales no es mucho menor que el alcanzado en
los sinclinales, a pesar de las diferentes profundidades en las que actualmente se encuentra la For-
mación Los Monos.
Debido al bajo contenido de materia orgánica de la Formación Los Monos, y a su regular
calidad, es posible suponer que la expulsión y migración fueron poco eficientes, para lo cual es
necesaria una alta Relación de Transformación (TR) para comenzar a movilizar los hidrocarburos
generados. Esta movilización se incrementaría por el craqueo de los hidrocarburos líquidos en gas
en estados avanzados de la madurez, lo que favorecería la migración hacia los niveles reservorios.
El hecho de que la expulsión haya sido tan tardía permitió que lograran cargarse las trampas
estructurales, las que, como se mencionó, son extremadamente recientes. Al tiempo de la expul-
sión ya estaba vigente, o al menos insinuada, la configuración estructural presente, lo que implicó
también una fragmentación de la cocina de generación. El área de drenaje hacia cada estructura
está relacionada entonces a los bajos estructurales adyacentes y, de acuerdo a la geometría estruc-
tural de la zona y a las pendientes regionales, parece obvio que el mayor aporte a cada anticlinal
procede del sinclinal ubicado al oeste.
La sobrepresión generada durante los estadios finales de la maduración y especialmente por
el craqueo, dentro de los niveles generadores, de los hidrocarburos líquidos a gaseosos habría
permitido una importante migración secuencia abajo, con la consecuente carga de los reservorios
del Devónico Medio. La sobrepresión parece ser una constante para la Formación Los Monos
y demostraría que la expulsión y migración no han sido eficientes y que de hecho deben seguir
produciéndose, existiendo todavía importantes volúmenes de hidrocarburos generados dispersos
dentro de las pelitas de la Formación Los Monos. Las importantes detecciones de hidrocarburos
que siempre se presentan al perforar esta unidad parecen confirmar esta idea.
Por otra parte la espesa columna de la Formación Los Monos ha permitido que en una mis-
ma posición coexistan distintos niveles de madurez vinculados a las distintas profundidades que
abarca esta unidad. Esta variación, combinada con la presencia de niveles con diversas clases de
querógenos dentro de la Formación Los Monos (Disalvo y Villar 1998), habría controlado la gene-
ración de distintos tipos de hidrocarburos, los que habrían migrado hacia otros tantos reservorios.
El ejemplo más común es la presencia de petróleo en reservorios ubicados estratigráficamente
por encima de la Formación Los Monos, y gas en los ubicados por debajo, dentro de una misma
estructura (Hernández et al. 2011).
METODOLOGÍA
Difracción de Rayos X
Cabe destacar que el sistema se encuentra informatizado a través de una interfase, de modo
que todos los diagramas de difracción de rayos X son llevados a archivos compatibles con los pro-
gramas relacionados a graficación y tratamiento de datos.
Una vez interpretados los difractogramas y reconocidos los minerales presentes en cada mues-
tra según normas y procedimientos internacionales y patrones propios, se realiza su análisis semi-
cuantitativo y se vuelcan los resultados en las tablas composicionales correspondientes. Con estos
datos se grafica la distribución en cada pozo y/o afloramiento de los minerales de la roca total y
la de los argilominerales.
Con respecto a los componentes de la roca total, es posible preparar distintos tipos de gráficos
de acuerdo a los resultados. Por ejemplo, se ha visto conveniente desarrollar gráficos de distribu-
ción en el pozo de: a) Roca Total (todos los minerales), b) Sólo Silicoclásticos (Cuarzo-Feldespatos
Potásicos-Plagioclasas-Argilominerales, y c) Silicoclásticos vs. Carbonatos.
Las arcillas han sido representadas en gráficos de distribución similares, contemplándose
los de: d) Arcillas Total, e) Suma de ISmIS vs. Clorita+CS vs. Caolinita, f) Suma de ISmIS vs.
Clorita+CS, g) Suma de Illita-Esmectita-IS vs. Suma de Clorita-CS-Caolinita, h) Suma de ISmIS
vs. Caolinita, e i) Suma de Clorita+CS vs. Caolinita.
Por otra parte, con el objeto de establecer grados diagenéticos a partir de argilominerales y su
relación con la maduración de la materia orgánica y ventana de petróleo, se mide la cantidad de
capas expansivas en el interestratificado Illita/Esmectita (IS), siguiendo los criterios de Foscolos et
al. (1976).
RESULTADOS
DISCUSIÓN
La asociación mineralógica de arcillas descriptas para la Formación Los Monos está caracte-
rizada en promedio por illita (45%), illita/esmectita (20%), clorita (25%) y caolinita (10%). La gé-
nesis de esta asociación es interpretada básicamente de tipo heredada donde la gran parte de illita,
clorita y esmectita son minerales comunes en las pelitas, aunque también es posible la génesis de
illita y clorita por alteración química de micas y feldespatos presentes en la roca. Parte de la illita
podría ser producto de la “illitización” durante la diagénesis de soterramiento profunda (Telodiá-
genesis) alcanzada por las pelitas devónicas.
Es interesante señalar que las secciones arenosas caracterizadas por altos porcentajes de cao-
linita (45%) corresponderían a caolinita de tipo detrítica dada la interpretación de tipo proximal
de esta porción de la cuenca sedimentaria, donde la caolinita, al ser una argilomineral compara-
tivamente de mayor granulometría suele encontrarse con mayor abundancia próximo a la costa.
Desde el punto de vista de la caracterización de la fragilidad de la Formación Los Monos,
a lo largo de toda la columna se observan principalmente tramos frágiles constituidos por altos
porcentajes de cuarzo (80 y 90%) y bajos porcentajes de arcillas (5 y 10%) y tramos constituidos
por porcentajes de arcilla intermedios alrededor de 20%. Por otro lado, se presentan de forma
Figura 5. Litología y mineralogía de la Formación Los Monos, Balapuca, sur de Bolivia por DRX de Roca Total y Arcillas. (Arc,
arcilla; Pl, plagioclasa; Qz, cuarzo; K, kaolinita; Cl, clorita; IS, illita/esmectita; I, illita).
prospectivo por su fragilidad y por su cercanía a las secciones consideradas como enriquecidas
en materia orgánica. Los niveles arenosos inmediatamente por arriba y por debajo de los niveles
condensados tendrían el mismo interés. Cabe indicar que las capas arenosas poseen además altos
porcentajes de illita-esmectita (30%), lo que aportaría ductilidad a la roca dada la naturaleza ex-
pansiva del argilomineral.
Los niveles con 40% de arcillas, mencionados anteriormente, según los estudios de IAT (Ín-
dice de Alteración Térmica) realizados sobre restos polínicos de la Formación Los Monos en la
localidad de Balapuca, estarían en ventana de generación de petróleo. Es interesante observar que
el IAT arroja valores de diagénesis levemente inferiores a los aportados por el método de la medi-
ción de capas expansivas en los interestratificados IS. Esta no concordancia entre ambos métodos,
será motivo de nuevos estudios. Del mismo modo, como se mencionó anteriormente, las capas
portadoras de abundantes arcillas (40%) y enriquecidas en pirita (3%) sugieren que consistirían
de niveles condensados, con porcentajes de materia orgánica por encima del promedio (mayores
al 1%). Ambas hipótesis de trabajo aportarían criterios para establecer si estas capas condensadas
son las principales responsables de los grandes volúmenes de hidrocarburos generados en ámbito
paleozoico del Subandino del norte argentino y sur boliviano y ser potenciales reservorios del tipo
shale source play.
En correlación con los datos de madurez térmica determinados a partir de las mediciones
de Ro en muestras de la Formación Los Monos del pozo R.xp-1012, los resultados de la cuan-
tificación de capas expansivas en los interestratificados Illita/esmectita (IS) en pozos del norte
argentino (por ejemplo en el área Ramos, R.xp-1012), evidenciaron porcentajes de 30% a 40% de
IS, lo que correspondería a una Mesodiagénesis Tardía señalando una etapa final de la ventana de
petróleo e inicio de gas.
La Formación Los Monos presenta características mineralógicas aptas para ser considerada un
shale source play definiéndose zonas frágiles con porcentajes de arcillas menores al 40% y porcenta-
jes de cuarzo mayor al 30% y zonas dúctiles con porcentajes de arcillas mayores al 40%.
Así, sobre la base de los antecedentes y los datos obtenidos a partir del presente estudio, se
considera que es necesario seguir estudiando la Formación Los Monos para definirla con atributos
para incorporarse a los yacimientos de hidrocarburos no convencionales (shale oil y shale gas).
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos especialmente a la Lic. Cecilia Genazzini y al Sr. Pablo García del Centro de
Investigaciones Geológicas (CIG), La Plata, por el procesamiento de las muestras por Difracción
de Rayos X. A las autoridades de YPF S.A. y Pluspetrol por permitir la realización y publicación
de este trabajo.
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