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Bueno, es tiempo de que usemos las pistas que nos proporciona la Biblia para
saber si seremos las mismas personas.
De no ser así, ¿Cómo puede Dios mostrar su justicia si los todos los
comparecientes a este juicio de recompensas no son capaces de conocer,
reconocer, recordar y admitir que lo que tal persona recibió o dejó de recibir es
justo? Si fuéramos diferentes a un grado tal que nadie nos pudiera reconocer,
Dios no podría justificar darnos nuestras coronas o diademas. Es necesario que
todos digan: "Gloria a Dios por su justicia" cuando Fulano o Mengano reciba su
corona. (Romanos 8:28-30)
"Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de
Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: "Yo soy el Dios de Abraham,
el Dios de Isaac y el Dios de Jacob"? ¡Dios no es Dios de muertos, sino Dios de
vivos! Así que vosotros mucho erráis."
Pero aún más, la Palabra de Dios implica que estos hombres de siglos pasados
todavía mantenían sus identidades personales después de la muerte. Ellos, aún
después de la muerte, continuaban su relación personal con Dios que
disfrutaron durante su vida en la tierra. Por lo tanto, Jesús enseñó que los
creyentes después de muertos mantienen su identidad, su memoria, sus
valores, de cuando estaban vivos.
Otras instancias en que esto se puede ver es en los sucesos del Monte de la
Transfiguración (Lucas 9:29-30) y en la historia de Lázaro, el hombre rico y
Abraham.
Todas estas evidencias nos muestran y deberían animar a aquellos que están
sirviendo a Cristo, así como aquellos que han perdido
a alguien que sirvió al Señor.
¡Pido a Dios misericordia y que siempre nos libre del Tentador para que todos
podamos alcanzar la meta que nos hemos trazado!
¡Regocíjate en tu salvación, amado amigo Anibal!
Pero aunque una noticia como esta anunciada en este artículo llena de regocijo
y esperanza a tantos millones de creyentes, también debería traer al pecador a
sus rodillas para arreglar su vida con el dador de la resurrección para salvación,
no la resurrección para condenación. ¡Salva tu alma ahora!
Pues recurramos a la Biblia para encontrar algunas pistas que nos traigan luz
sobre esta interesante interrogante, ya que por más que a mí me gustaría
opinar, lo que yo piense o quiera pensar no tiene ningún mérito si no es
consistente con lo que dice la Palabra de Dios.
Algunas personas entienden que la gran “nube de testigos” es gente que nos
mira desde el cielo, pero esa no es la interpretación apropiada. Está fuera de
contexto.
Ellos son “testigos” no en el sentido de que nos estén mirando, sino más bien
en que ellos han dejado un ejemplo para nosotros... ellos son testigos para
Cristo, y Dios, y la verdad de cómo nosotros deberíamos compartarnos y
actuar hoy ante ciertas condiciones.
“... despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante.”
Hebreos 12:1
La Biblia no dice específicamente si la gente que está en el cielo puede mirar a
quienes aún estamos en la tierra.
¿Por qué? Primero, porque algunas veces serían testigos de nuestros pecados.
La Biblia nos dice que cuando una persona muere conociendo al Señor Jesús como su salvador, esa persona es
llevada ante la presencia de Dios. En 2 Corintios 5:8, Pablo nos dice:
"Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor."
Para Pablo, "estar …presentes al Señor" es algo preferible a nuestra presente condición, aun si ello quiere decir
"estar ausentes del cuerpo" entre la muerte y el día de nuestra resurrección. En esta vida, mientras estamos vivos
percibimos a Cristo espiritualmente, pero su ausencia física significa que no percibimos su presencia tan
plenamente como sucederá en el futuro, cuando le "veremos cara a cara" 1 Corintios 13:12.
En 2 Corintios 5:8 Pablo desaprueba concluyentemente cualquier noción en el sentido de que el creyente
experimenta una etapa entre el día de su muerte (Limbo/Purgatorio) y el momento cuando llega a la presencia del
Señor. Tan pronto morimos, vamos ante su presencia. Sin embargo, aunque estemos delante de su presencia
tendremos que esperar que los tiempos se hayan cumplido para que recibamos nuestras coronas, para ser
juzgados, etc.
Sin embargo, ante la presencia del Señor estaremos los creyentes, pero los no creyentes irán al lugar donde
estaba el rico, en la historia de Lázaro, (Ver Lucas 18:19-31) para más luego, por lo menos mil siete años (1,007)
después del Rapto, tener que ponerse de pie ante Dios para responder por sus pecados y su rechazo del sacrificio
de Cristo.
cremación?
Autor: Dawlin A. Ureña, PhD.
(El Doctor. Ureña es Pastor, y miembro de la Asociación Científica
CRS - Creation Research Society)
La cremación se ha practicado durante miles de años y era un método utilizado por los griegos y otros
imperios antiguos.
Cuando los romanos finalmente adoptaron el cristianismo como su religión oficial, la cremación fue
reemplazada por la famosa: "La cristiana sepultura".
En otras palabras, los santos (creyentes) de la iglesia primitiva no practicaban la cremación debido a la
influencia pagana y a la ausencia de esta práctica en el milieu judeo de donde provenía el cristianismo.
Es más, la cremación fue incluso prohibida por la Iglesia - a esas alturas, la Católica Romana en el siglo
XIX.
Recordemos que algunas otras culturas paganas antiguas como los egipcios guardaban a sus
personalidades más importantes cuidadosamenteembalsamadas en preparación de lo que sus
religiones falsas creían que sería la vida futura.
En nuestros tiempos, la cremación se ha vuelto más popular en Estados Unidos y en países orientales,
mientras que en otras culturas, como la hispana, no es tan popular.
En la cultura de países superpoblados, la cremación parece ser una respuesta sensata al número
limitado de tumbas disponibles y el aumento del costo de la sepultura. Pero antes de llegar a una
conclusión sobre este importante tema, consideremos lo que la Biblia tiene que decir, que después de
todo, es la única autoridad en todos los asuntos del pueblo de Dios.
Muchos dicen que la cremación es un tema que la Biblia no habla específicamente. Es interesante
notar, sin embargo, que las personas a través de los tiempos bíblicos tratan el cuerpo humano con
gran respeto, y con frecuencia mostraron una profunda preocupación por la disposición de los restos
después de la muerte.
"Les ordenó luego, diciendo: "Voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva
que está en el campo de Efrón, el heteo, en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de
Mamre, en la tierra de Canaán, la que compró Abraham junto con el mismo campo de Efrón, el heteo,
para heredad de sepultura. Allí sepultaron a Abraham y a Sara, su mujer; allí sepultaron a Isaac y a
Rebeca, su mujer; allí también sepulté yo a Lea."
La Biblia dice que se dieron un par de casos de embalsamamiento, pero la norma era la sepultura del
cuerpo. (Ver Génesis 50; 26 y Marcos 16: 1). También ver cómo se sepultaron los cuerpos de Jesús y
de Lázaro. ¡No hubo cremación!
Sé que la cultura dice mucho de cómo vemos la verdad y es posible que Dios no tenga una
predilección sobre esto, ya que el cuerpo nuevo que nos será dado en la resurrección de los muertos
que sean arrebatados, tal vez sea una réplica mejorada de lo que hoy tenemos, pero algunos creemos
que Biblia dice que se consideraba una desgracia no tener un entierro apropiado.
Por ejemplo, el caso ocurrido con Saúl y varios de sus guerreros nos muestra que la cultura de los
protagonistas del momento y tal vez las limitaciones circunstanciales dictaban lo que había que
hacerse:
"Le cortaron la cabeza y lo despojaron de las armas. Entonces enviaron mensajeros por toda la tierra
de los filisteos para que llevaran las buenas noticias al templo de sus ídolos y al pueblo. Pusieron sus
armas en el templo de Astarot y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán." Cuando los de Jabes de
Galaad se enteraron de lo que habían hecho los filisteos con Saúl, todos los hombres valientes se
levantaron y, caminando toda aquella noche, quitaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos del
muro de Bet-sán, y llevándolos a Jabes los quemaron allí. Tomaron sus huesos, los sepultaron debajo
de un árbol en Jabes y ayunaron siete días." 1 Samuel 31: 9-13
Note que en este caso, los cuerpos fueron quemados, tal vez porque ya estaban en estado de
descomposición y sus huesos fueron sepultados. Nada quedó del cuerpo, sin embargo, cuando
resuciten, sea para salvación o para condenación, ¿No se les dará un cuerpo?
En mi opinión muy personal, la actitud del corazón del cristiano debe ser de un profundo respeto por
el maravilloso cuerpo que Dios diseñó y nos prestó por los años que nuestra alma y espíritu vivieran
en él.
Dios resucitará a todos sus hijos, independientemente de lo que haya ocurrido a sus cuerpos.
Muchos cristianos, a modo de ilustración, han muerto quemados, crucificados, asados a la hoguera,
decapitados, desmembrados, acuchillados… pero en la mayoría de los casos, esa no fue su opción,
sino que ya fuera por un accidente o por martirio, murieron sin opción. En mi opinión, repito, en mi
opinión, si podemos escoger, debemos hacer lo que hacían nuestros antepasados en los tiempos del
Antiguo Testamento y en el período de la Iglesia Cristiana: debemos sepultar el cuerpo.
Dicho todo esto, si alguien murió y su cuerpo sufrió grandes deformaciones, cuando Jesús venga y nos
levante, no parece que nada de eso importará para lo que nos dice la Biblia que sucederá:
"El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas
palabras." 1 Tesalonicenses 4:16-18
"Cuando esto corruptible (el cuerpo) se haya vestido de incorrupción y esto mortal (el cuerpo) se haya
vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: "Sorbida es la muerte en
victoria." Paréntesis míos Dr. DAU.
"Él transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso semejante al suyo, por el poder con el
cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas."
No sé usted, ¡pero yo espero con gran anhelo ese día y no quiero que mi cuerpo sea cremado de
manera artificial, sino que como del polvo fue creado, al polvo vuelva, conforme a la "cristiana
sepultura!
Note, por ejemplo, el texto contenido en Levítico 24:17, donde la Biblia nos
dice:
En Inglés, existe una diferencia inmensa entre "Kill" y "Murder". "Kill" significa
"matar". "Murder" significa "Asesinar". El Sexto Mandamiento no dice: "No
matarás", lo que realmente dice es: "No asesinarás".
The Living Bible (Versión Católica): You shall not murder (No asesinarás)
La Biblia Parafraseada: You shall not commit murder (No cometerás
asesinato)
La Biblia Amplificada: You shall not commit murder (No cometerás asesinato)
Biblia Nueva Versión Internacional: You shall not murder (No asesinarás)
La Biblia New Standard Version: You shall not murder (No asesinarás)
Sin embargo, note que todas estas Biblias hacen la diferenciación entre "Kill"
y "Murder", sin embargo esas Biblias están en sus versiones en Inglés. Pero en
Español todas las que tengo en mi poder dicen simplemente:
"No matarás"
La Penal Capital
Ahora bien, una vez establecimos que el Sexto Mandamiento no dice que "no
debemos matar", sino que "no debemos asesinar", debemos tener clara la
noción de que cuando una sociedad decide aplicar la Pena de Muerte a un
criminal, no se está "matando" a un inocente, sino a un culpable. No se está
tomando la vida de un inocente, sino de un criminal.
Sin embargo, porque el Gobernador del Estado de Illinois se dio cuenta que
era posible que algunos, entre cientos de condenados a la Pena de Muerte,
podrían haber sido condenados sin haber agotado "el más riguroso juicio", el
Gobernador suspendió TODAS las sentencias, ya que, según sus propias
declaraciones, "un hombre honesto no puede permitir que ocurra una
ejecución sin antes haber comprobado que todos los recursos legales se
habían agotado en pos de probar la culpabilidad o la inocencia del acusado
más allá de toda duda".
Muchos afirman que sus nombres nunca serán borrados del libro de la vida
mencionado en el libro de Apocalipsis, porque creen que ellos fueron
predestinados para la salvación. Creen que fueron los llamados para la gloria
aún antes de nacer, y por tanto, nunca podrán perder su salvación. De aquí
nace el errado y engañoso dicho que reza: "Una vez salvos, siempre salvos".
Estos nos dicen, que los discípulos están escritos en el libro de la vida desde
antes de la fundación del mundo, basándose en lo dicho por Jesús en Lucas
10:20, que dice: "Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos".
Pero ¿Cómo puede ser posible que los salvos tengan escritos sus nombres en
el libro de la vida si después muchos de ellos "serán borrados"?
Creemos que la razón por la que Dios tiene a todos los creyentes escritos en
el libro de la vida es para alentarlos, y para decirles que les tiene mucha
confianza, y que ya los considera sus hijos aún antes de que lo merezcan. Sin
embargo, en Apocalipsis 3:5 se nos advierte que el Señor aún nos puede
borrar del libro de la vida si no perseveramos hasta el fin. Dice el pasaje, así:
Aquí está claro que nuestros nombres pueden ser borrados del libro de la
vida, así como seguramente ocurrió u ocurrirá con el nombre del apóstol
Judas Iscariote al no haber vencido hasta el final.
También se nos dice que ya estamos resucitados y sentados con Cristo Jesús
en los lugares celestiales (Efe. 2:6,7), cuando en realidad será para su parusía
cuando eso se haga realidad (Rom 8:17; Sal 132:12; Lc. 13:29).
También se nos dice que Dios ya nos glorificó (Rom. 8:30), aunque en realidad
la glorificación será para el futuro (Romanos 8:18).
También Jesús nos dice que ya tenemos la vida eterna (Juan 3:36), pero
después nos dice que ese regalo será para el futuro, o para la era venidera
(Lucas 18:30). Es decir, tenemos concedidas las promesas ahora por nuestra
fe, pero se harán realidad sólo en la venida de Cristo, si es que perseveramos
y somos fieles hasta el final (Mateo 24:13, Apo. 2:10).
En Juan 5:24 Jesús dice: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y
cree al que me envió TIENE VIDA ETERNA, y no vendrá a condenación, más ha
pasado de muerte a vida".
Aquí Jesús dice que cualquiera que oye su palabra y cree en el Padre, pasó de
muerte a vida eterna. Es decir, podemos afirmar que todo aquel que oye a
Cristo, y cree en Su Padre, ingresa inmediatamente en el libro de la vida del
Cordero.
Sin embargo, sabemos que no todos los que oyen a Jesús, y creen en Su
Padre, ¡perseverarán hasta el final!
Estos cristianos corrían el peligro de perder sus coronas, de ser borrados del
libro de la vida, porque habían perdido su primer amor, es decir, su devoción
y pasión por el Señor.
Aquí Jesús habla a los que "son de Cristo", a los supuestos "predestinados",
diciéndoles que no perderán su recompensa si dieran un vaso de agua a
alguien en su nombre. ¿Pero qué sucedería si alguno de los que "son de
Cristo" no cumpliera con este simple mandato de amor? Pues sencillamente
perdería su recompensa, es decir, su galardón.
Hermanos, como hemos comprobado vez tras vez, es una falacia el refrán que
dice: "Una vez salvo, siempre Salvo".
1 Corintios 10:12: "Así que, el que piensa estar firme, mire que no CAIGA".
No creo que todo el que cree en la seguridad eterna lo usa como una licencia
para pecar, ya que hay mucha gente poco entrenada en todo el consejo de la
Palabra de Dios a quienes realmente han confundido, pero los hay que
sabiendo que están equivocados, insisten.