Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
| 4 |
Intervención neuropsicológica
en el envejecimiento y las demencias
Capítulo | 16 |
Neuropsicología del envejecimiento
y las demencias
José Barroso Riba, Rut Correia Delgado y Antonieta Nieto Barco
260
Neuropsicología del envejecimiento y las demencias Capítulo | 16 |
© ELSEVIER. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 16-1 Dilatación ventricular y atrofia cortical en el envejecimiento normal. Imágenes de resonancia magnética potenciada
en T1: cortes coronal, axial y sagital de un cerebro adulto joven (mujer de 27 años) (A) y de un cerebro adulto mayor (mujer de
76 años) sin patologías diagnosticadas (B).
mielina, etc. Además, el deterioro cerebral que acontece deterioro cognitivo en el envejecimiento normal, otros
en el envejecimiento normal sigue un patrón de afecta- pueden suavizar o incluso frenar sus efectos. Entre
ción anteroposterior, siendo la región frontal y sus circui- los factores que parecen explicar la mayor parte de esta
tos (corticales y subcorticales) los que mayor afectación heterogeneidad se encuentran el estado de salud general
experimentan. (p. ej., afectación cardiovascular, tratamiento hormonal),
los factores hereditarios (p. ej., ApoE4), el nivel de acti-
Perfil de afectación cognitiva vidad física (p. ej., actividad aeróbica), el nivel educativo
y/o cultural (p. ej., reserva cognitiva) y los factores econó-
en el envejecimiento normal
micos, sociales y familiares (p. ej., salud socioafectiva).
Del mismo modo en que al exponer los cambios neuro De manera coherente con las evidencias expuestas
anatómicos que se experimentan en el envejecimiento sobre los cambios neuroanatómicos en el envejeci-
normal hicimos referencia a los conceptos de variabilidad miento normal, son varios los autores que señalan que
y especificidad, cuando hablamos de funcionamiento cog- las funciones cognitivas relacionadas con el funciona-
nitivo en la vejez es imprescindible también hacer refe- miento prefrontal son las que experimentan un mayor
rencia al concepto de heterogeneidad. Existen múltiples deterioro al envejecer. Incluso se ha llegado a formular
factores que pueden contribuir al envejecimiento cerebral la «hipótesis frontal del envejecimiento» (Dempster,
de un individuo y modificar, por tanto, el perfil cognitivo 1992; West, 2000). Esta hipótesis defiende que todo el
y comportamental del mismo. Mientras que algunos deterioro cognitivo observado en el envejecimiento nor-
factores influyen de manera negativa, precipitando el mal puede ser explicado por las comentadas alteraciones
261
Parte |4| Intervención neuropsicológica en el envejecimiento y las demencias
estructurales y funcionales del lóbulo frontal. Lejos de corticosubcortical frontal anteriormente expuesto que
ser aceptada por toda la comunidad científica, esta teoría con un patrón de afectación temporomedial (Halland,
ha sido criticada y desafiada por la existencia de afecta- Price y Larue, 2003), cuyo rasgo principal son los déficits
ción en otras áreas cerebrales con efectos sobre el funcio- de consolidación de la información y aprendizaje. En este
namiento cognitivo del anciano. Sin embargo, sí parece sentido, tener en mente esta diferenciación puede facilitar
plausible proponer que, en conjunto, el deterioro corti- el diagnóstico diferencial en la evaluación del deterioro
cal frontal, la degeneración de estructuras subcorticales cognitivo en el envejecimiento.
como el núcleo caudado y la afectación de la sustancia Al igual que la memoria, el lenguaje es otro de los
blanca que conecta estas estructuras pueden dar cuenta dominios cognitivos que mayor información aportan en
de la mayor parte de los cambios cognitivos acontecidos el diagnóstico diferencial del deterioro cognitivo en el
en la vejez en ausencia de patología (Tisserand y Jolles, envejecimiento normal. Así, mientras en patologías como
2003; Sullivan y Pfefferbaum, 2006). la DTA el lenguaje muestra una alteración importante
Por tanto, no es de extrañar que la mayoría de las desde etapas tempranas, en el envejecimiento normal este
capacidades asociadas al funcionamiento prefrontal se no muestra prácticamente deterioro. De hecho, existen
vean afectadas en el envejecimiento normal. De este algunas capacidades como el vocabulario que no sólo
modo, la mayoría de tareas existentes para la valoración no decrecen, sino que aumentan en el envejecimiento no
de capacidades como la fluidez verbal, la inhibición, la patológico. La dificultad más común en el envejecimiento
planificación y la autorregulación, la memoria prospec- normal en lo referente al lenguaje es la presencia de una
tiva, la memoria de trabajo y otras funciones ejecutivas leve anomia que, con frecuencia, se hace evidente en el
cuentan con instrucciones y/o baremos adaptados para la habla espontánea de la persona.
población de mayor edad. Estos déficits se suelen expresar La preservación del lenguaje junto a la aparición de
comportamentalmente en una marcada preferencia por la déficits visoperceptivos y visoespaciales en el envejeci-
rutina y una menor tolerancia ante las improvisaciones, miento ha suscitado mucha discusión a lo largo de las
así como en dificultades a la hora de planificar y realizar décadas de estudio del envejecimiento normal. A partir
diferentes tareas en paralelo y/o alternar entre ellas, de de los estudios evolutivos que mostraban una mayor
manera que una o más de las actividades planificadas estabilidad en las puntuaciones alcanzadas en las esca-
queda inacabada o mal ejecutada. Esta falta de flexibili- las verbales de los tests de inteligencia (Wechsler Adults
dad y el aumento de la persistencia suelen generar en el Intelligence Scale [WAIS]) frente a un mayor decremento
individuo una mayor sensación de fracaso y frustración, de las puntuaciones obtenidas en los subtest manipula-
lo que unido a la pérdida de inhibición contribuye a la tivos, se llegó a defender la afectación diferencial de los
aparición de enfados, respuestas verbales agresivas, etc. hemisferios cerebrales en el envejecimiento. No obs-
Es decir, es común que en el envejecimiento normal se tante, actualmente ya se ha superado esta visión y, de
muestre un carácter ligeramente más irritable, suscepti- hecho, existen modelos que indican todo lo contrario:
ble y contestatario. Asimismo, en ocasiones se aprecia la reducción de la asimetría cerebral funcional en el
apatía, desgana y falta de iniciativa que, frecuentemente, envejecimiento cognitivo (modelo HAROLD) (Cabeza,
conllevan aislamiento y retraimiento social en la persona 2002). Además, anatómicamente, esta disociación pude
mayor. ser mejor explicada por el hecho de que en su mayoría
Bien por la queja generalizada de fallos mnésicos en las funciones lingüísticas dependen del funcionamiento
la población mayor, bien por la relevancia social de las de circuitos corticocorticales, mientras que las funciones
enfermedades neurodegenerativas, cuyo rasgo cognitivo visoperceptivas y visoespaciales están ligadas a conexio-
más sobresaliente es la alteración de la memoria (p. ej., nes corticosubcorticales y, tal como hemos explicado
enfermedad de Alzheimer), la memoria se ha convertido anteriormente, pueden verse más expuestas a los efectos
en uno de los dominios cognitivos que más atención ha del deterioro de la sustancia blanca y de los ganglios
recibido en las últimas décadas. Hoy en día se sabe que el basales (Junqué, 1994). Por último, el dato de que existe
deterioro de la memoria en el envejecimiento normal no un mayor deterioro de los componentes visoperceptivos
es unitario. Así, el deterioro es más común en memoria y visoespaciales frente a la conservación del desempeño
episódica que en la semántica, y las dificultades experi- verbal debe ser interpretado con precaución ante la
mentadas se encuentran con mayor frecuencia en las fases existencia de otros factores como la velocidad de proce-
de adquisición y evocación espontánea de la información samiento, la familiaridad de la tarea y los déficits senso-
que en la consolidación de la misma. Es decir, en el enveje- riales que, claramente, influyen en el rendimiento de la
cimiento normal no se pierde la capacidad de aprendizaje mayoría de las pruebas destinadas a la valoración de las
y resulta beneficiosa para la misma una mayor repetición capacidades visoespaciales y visoperceptivas.
de la información y la utilización de pistas que faciliten el La disminución de la velocidad de procesamiento que
recuerdo. En cuanto al correlato neuroanatómico, el perfil se observa en la vejez a nivel cognitivo y motor es uno
de afectación mnésica característico de un envejecimiento de esos hallazgos que en la actualidad no parece admi-
normal muestra una mayor asociación con el deterioro tir discusión. Por tanto, la influencia que tiene dicho
262
Neuropsicología del envejecimiento y las demencias Capítulo | 16 |
en especial de la DTA. Un paciente es diagnosticado de reformulados los criterios inicialmente propuestos por
DCL cuando: 1) presenta quejas de memoria; 2) presenta Petersen et al. (1999). Así, los nuevos criterios exigen
un estado cognitivo general normal; 3) muestra un dete- que el paciente no pueda ser diagnosticado de demencia
rioro de memoria objetivo (–1,5 desviaciones estándar (según criterios de la cuarta edición del Diagnostic and
[DE] por debajo de la media del grupo de edad y nivel Statistical Manual of Mental Disorders [DSM-IV] y de
educativo); 4) es funcionalmente independiente en el la décima revisión de la Clasificación Internacional de
desempeño de su vida diaria, y 5) no cumple los criterios Enfermedades [CIE-10]) y que su autonomía funcional
de demencia (Petersen et al., 1999). esté relativamente conservada o mínimamente afectada.
Si bien estos criterios diagnósticos suponen un esfuerzo Además, el paciente y/o algún informante debe presentar
por objetivar y sistematizar el diagnóstico del DCL, estos quejas sobre el estado cognitivo del mismo, y el deterioro
cuentan con dos grandes limitaciones. La primera de ellas debe ser objetivado en alguna tarea cognitiva y/o hacerse
hace referencia a la operacionalización de los criterios evidente con el paso del tiempo mediante distintas eva-
diagnósticos. Es decir, los autores no especifican qué test luaciones neuropsicológicas (tabla e16-1).
o pruebas deben ser utilizados para la objetivación del Así, uno de los criterios clave en el diagnóstico del
deterioro cognitivo, así como tampoco establecen pun- DCL, tanto en los inicialmente propuestos como en los
tos de corte que clasifiquen la ejecución de un individuo de la revisión hecha por el grupo de trabajo en DCL, sigue
como la correspondiente al DCL. Ante este tipo de crítica, siendo la autonomía funcional del individuo. Como
los autores responden que el diagnóstico del DCL es un expondremos en próximos apartados, este criterio supone
juicio clínico que el profesional debe elaborar a partir una de las diferencias fundamentales entre el DCL y las
de una valoración conjunta de la historia del sujeto, la demencias, por lo que su valoración es primordial para
exploración clínica y su perfil neuropsicológico y, por el diagnóstico diferencial entre ambos. Sin embargo, y
tanto, no debe identificarse con una puntuación en un a pesar de la relevancia mencionada, no contamos con
test determinado. No obstante, y a pesar de la ausencia de recomendaciones específicas acerca de las escalas y/o
263
Parte |4| Intervención neuropsicológica en el envejecimiento y las demencias
i nstrumentos que utilizar ni tampoco sobre puntos de que, entre otras razones, los pacientes con este diagnóstico
corte a aplicar. Esta es otra de las circunstancias en las que apenas comparten pronóstico ni se observan beneficios tras
los autores de la Mayo Clinic, encabezados por Petersen, instaurar un tratamiento farmacológico. En este sentido, los
apelan al juicio clínico (Petersen, 2003). No obstante, críticos sugieren que en realidad el DCL no es una entidad
este grupo utiliza la escala Record of Independent Living en sí misma sino una etapa inicial de la demencia. En nues-
(Weintraub, 1986) para la valoración de la autonomía tra opinión, estas críticas nacen de la falta de acuerdo y de
funcional en sus investigaciones. En general, la idea la heterogeneidad metodológica observada en la literatura
que se desprende de la literatura médica sobre DCL es científica sobre DCL. Esta heterogeneidad se observa tanto
que mientras las actividades instrumentales pueden verse en la selección de la muestra a estudiar como en la defi-
relativamente afectadas, las actividades básicas de la vida nición de DCL y en la operacionalización de sus criterios
diaria deben estar perfectamente preservadas. diagnósticos y, por tanto, es la clave para la explicación de
La mayor parte de los estudios con los que contamos la variabilidad de los resultados encontrados en los traba-
actualmente sobre la epidemiología y el curso del DCL se jos. Por ello, consideramos que es necesario profundizar en
refieren exclusivamente al DCL amnésico. Aparte de haber la investigación sobre DCL, especialmente en la operacio-
sido el primer subtipo propuesto y el más extendido por nalización de sus criterios y en la caracterización de los dife-
los trabajos de Petersen, también ha recibido mucha aten- rentes subtipos, para así conseguir definiciones más precisas
ción por definirse como el estado pródromo de la DTA. que conlleven pronósticos más generalizables y tratamien-
Sin embargo, recientemente comienza a haber propuestas tos más efectivos. Esperamos que la consecución de estos
que, dada la variabilidad encontrada en los resultados, objetivos contribuya a esclarecer la controversia actual.
muestran la necesidad de seguir explorando en esta línea.
Por ejemplo, el trabajo de et al. (2006) cuestiona la pre-
ponderancia del DCLa al encontrar que el subtipo de DCL Demencias
más frecuente es el DCL de dominio único no memoria
(más del 50% de los DCL identificados en su muestra) y Criterios diagnósticos
que el que muestra mayor riesgo de progresión a una DTA Siguiendo la definición del Grupo de Estudio de Neurología
es el DCL amnésico de afectación múltiple (DCLa). y de la Conducta y Demencias, de la Sociedad Española de
Como ya hemos señalado, la relevancia y el impacto Neurología (SEN), la demencia «es un síndrome clínico plu-
que ha tenido el DCL vienen, en gran medida, dados por rietiológico, que implica deterioro intelectual respecto a un
la utilidad que tiene este como factor de riesgo para el nivel previo, por lo general crónico, pero no necesariamente
desarrollo posterior de demencia. En esta línea, los resul- irreversible ni progresivo. Este deterioro intelectual implica
tados con respecto a la progresión de DCL a demencia una afectación de las capacidades funcionales del sujeto,
varían entre el 40 y el 80%, aproximadamente, en segui- suficiente para interferir sus actividades sociolaborales»
mientos a los 5 o 6 años. Sin embargo, dentro del DCL (SEN, 2002). Es decir, desde un punto de vista neuropsicoló-
existen individuos que o permanecen estables dentro de gico, la demencia implica una mayor afectación que la exis-
este diagnóstico y no empeoran, o bien vuelven a mos- tente en el envejecimiento normal y en el DCL. Además, esta
trar una ejecución correspondiente a un envejecimiento afectación obedece a un envejecimiento patológico y puede
normal en las evaluaciones posteriores. La interpretación ser debida a múltiples factores. En cualquier caso, y a dife-
que, desde la Mayo Clinic, se hace de los individuos que rencia del envejecimiento normal y el DCL, en la demencia
permanecen estables es que el deterioro cognitivo encon- el deterioro cognitivo es de tal magnitud que interfiere en la
trado en estos no se debe a una patología degenerativa autonomía del individuo en el desempeño de su vida diaria
asociada al envejecimiento, mientras que para otros auto- en cualquiera de los ámbitos laboral, familiar y/o social.
res la explicación consiste en que el DCL es una entidad Al igual que ocurre con los primeros criterios propues-
diagnóstica en sí misma, cuya definición no incluye la tos para el DCL, los criterios diagnósticos tradicionales
necesidad de progresar a una demencia. Asimismo, el como el DSM-IV (tabla 16-1) y la CIE-10 (tabla 16-2)
grupo de individuos cuyo deterioro cognitivo parece rever- excluyen de la definición de demencia cualquier deterioro
tir podría considerarse que está formado por personas que cognitivo en el que la memoria no se vea afectada. Este
realmente experimentan una mejoría en sus capacidades tipo de criterios aumenta las posibilidades de cometer un
cognitivas, o bien que se trata de un problema de diag- número importante de falsos negativos (individuos con
nóstico erróneo, posiblemente relacionado con la falta de deterioro cognitivo patológico que pasan inadvertidos en
especificidad y/o fiabilidad de los protocolos utilizados. la evaluación) en la práctica clínica diaria, ya que existen
No obstante, y a pesar de lo expuesto hasta aquí sobre demencias cuya afectación predominante no es mnésica.
el DCL, es cierto que en la actualidad la utilidad de este En este sentido, los criterios para el diagnóstico de la
concepto es todavía cuestión de debate (Ames et al., 2006). demencia propuestos por la SEN (Robles, Del Ser, Alom
Las críticas fundamentales que se hacen suelen referirse y Pena-Casanova, 2002) (tabla e16-2) suponen una
a que el DCL no cumple criterios para ser considerado un mejora con respecto a los anteriormente expuestos. Esta
«síndrome» o una «enfermedad neurodegenerativa», dado propuesta entiende que la afectación de memoria debe
264
Neuropsicología del envejecimiento y las demencias Capítulo | 16 |
Deterioro de la memoria:
afectada. En este sentido, dos de las demencias corticales
lteración en la capacidad de registrar, almacenar y evocar
A más comunes son: la DTA, cuya manifestación más proto-
información típica (amnesia, afasia, apraxia y/o agnosia) se asocia a la
afectación de la corteza temporoparietal; y las demencias
P érdida de contenidos mnésicos relativos a la familia o al
frontotemporales (DFT), en las que la degeneración de las
pasado
áreas que su propio nombre indica habitualmente con-
Deterioro del pensamiento y del razonamiento: lleva alteraciones conductuales y ejecutivas. La segunda de
Reducción del flujo de ideas
las dos grandes categorías siguiendo criterios anatómicos
son las demencias subcorticales. Con éste término se hace
Deterioro en el proceso de almacenar información referencia a las demencias cuya afectación cerebral princi-
Dificultad para prestar atención a más de un estímulo
pal se encuentra en los ganglios basales, en el diencéfalo,
a la vez en el tronco cerebral, en el cerebelo y/o en la sustancia
blanca cerebral. Las demencias subcorticales más carac-
Dificultad para cambiar el foco de atención terísticas serían la demencia asociada a la enfermedad de
Interferencia en la actividad cotidiana Parkinson y la corea de Huntington, en las que existe una
afectación fundamental de los ganglios basales.
Nivel de conciencia normal, sin excluir la posibilidad de Sin embargo, a pesar de la utilidad clínica que puede
alteraciones episódicas tener esta distinción, algunos autores advierten que la
Las deficiencias se hallan presentes durante al menos definición de demencia subcortical no es del todo pre-
6 meses cisa (Pascual Millán, 2006). Es decir, es común encon-
trar afectación cortical, fundamentalmente frontal, en
Tomado de OMS, 1993. demencias subcorticales como la corea de Huntington,
por ejemplo. Asimismo, en esta clasificación topográfica,
265
Parte |4| Intervención neuropsicológica en el envejecimiento y las demencias
es difícil categorizar demencias de frecuente aparición insidioso y progresivo, habitualmente irreversible, y una
en el envejecimiento, como la demencia vascular, cuya vez diagnosticada en el anciano suele acompañarle hasta
manifestación cognitivo-conductual depende del terri- la muerte. El estado confusional agudo conlleva, además,
torio vascular afectado, o demencias como la mixta, que una importante alteración atencional y desorientación
incluye patología vascular y la propia de la DTA. global tempranas que fluctúan a lo largo del día, incluso
Un sistema de clasificación de las demencias más pre- de una hora a otra. Una alteración atencional grave y la
ciso, que parece recoger el amplio espectro de demencias desorientación global son síntomas que extrañamente
conocidas en la actualidad, es el que agrupa las demen- aparecen en las manifestaciones iniciales de una demen-
cias en función de la etiología de la enfermedad cerebral cia. Por último, en el estado confusional aparecen altera-
que acompaña a la demencia. Desde esta propuesta se ciones del sueño, cambios psicomotores y alucinaciones,
distinguen principalmente tres categorías: las demencias de manera que si este se experimenta en el transcurso de
primarias, las secundarias y las combinadas (para una una demencia, se complica su diagnóstico diferencial.
exhaustiva revisión y clasificación, v. Robles et al., 2003). Observar alteraciones del estado de ánimo es relativa-
Las demencias primarias son de carácter degenerativo y se mente frecuente en el envejecimiento, sea este normal o
deben a trastornos que afectan de manera primaria al patológico. En ocasiones, y dependiendo de la gravedad
sistema nervioso central, es decir, que se deben a altera- con la que se presenten, estas alteraciones emocionales
ciones intrínsecas en el metabolismo neuronal cerebral pueden acarrear déficits cognitivos y comportamenta
(tabla e16-3). La demencia primaria más estudiada es les similares a los propios de una demencia. Por otro
la DTA, caracterizada por alteraciones proteicas que dan lado, también existen demencias en las que la alteración
lugar a la aparición de ovillos neurofibrilares y placas del estado de ánimo puede ser una manifestación más de
neuríticas entre otros. la patología cerebral asociada, así como en otras puede
En contraposición, la alteración en las demencias secun- alterarse el estado de ánimo del individuo simplemente
darias se debe a factores externos al metabolismo celular porque este tome conciencia de sus déficits. Por tanto, el
cerebral como accidentes vasculares, traumatismos, into- diagnóstico diferencial entre la demencia y las alteracio-
xicaciones, etc. (tabla e16-4). Entre las demencias secun- nes del estado de ánimo es frecuentemente complicado
darias más frecuentes destaca la demencia vascular, que en el envejecimiento. Este es el caso, por ejemplo, del
como su nombre indica obedece a la existencia de pato- diagnóstico diferencial entre seudodemencia depresiva y
logía de este tipo (enfermedad del pequeño vaso, hemo- demencia. No obstante, contamos con algunas diferencias
rragias, infartos, etc.). entre las manifestaciones de estos trastornos que pueden
Por último, las demencias combinadas hacen referencia ayudar al profesional a diferenciar entre ambas. Mien-
a aquellas cuya etiología es una suma de los efectos de tras que la seudodemencia depresiva puede presentarse a
una patología primaria y una patología secundaria, sin cualquier edad y su inicio es generalmente rápido, el de
que los síntomas observados puedan ser explicados por la demencia, como ya hemos señalado, suele ser lento e
la presencia de una sola de ellas. El caso más común es insidioso. Asimismo, en la seudodemencia depresiva la
la demencia mixta, aquella en la que coexiste patología familia suele ser consciente de la aparición de los déficits,
vascular con la propia de una DTA. así como de la fecha de inicio de los mismos, cosa que
raramente ocurre en las primeras etapas de la demencia.
Además, la preocupación por la afectación cognitiva per-
Diagnóstico diferencial de la demencia cibida y otras dolencias o quejas habituales en la depre-
En la evaluación de la demencia son varias las altera- sión suele llevar al paciente a solicitar asistencia médica,
ciones y/o trastornos que debemos descartar antes del con lo que, habitualmente, a los pacientes que sufren esta
diagnóstico. Debemos asegurarnos de que el deterioro alteración les acompaña un largo historial médico. En
cognitivo que observamos no sólo sobrepasa el esperado resumen, el paciente con seudodemencia enfatiza y exa-
por la edad del individuo (envejecimiento normal) y que, gera sus fracasos, verbaliza quejas cognitivas de manera
además, resta independencia funcional de manera signi- frecuente y precisa, y comunica su sufrimiento y frustra-
ficativa en la vida diaria del mismo (DCL), sino que tam- ción. Sin embargo, su rendimiento y conducta habitual-
bién debemos comprobar que no se debe a una alteración mente no son coherentes con las quejas expresadas, sin
del estado de ánimo, a un estado confusional agudo, a que, además, se perciba esfuerzo por parte del paciente en
lesiones cerebrales focales o a un bajo rendimiento cogni- la ejecución de las actividades. En cambio, en el paciente
tivo propiciado por retraso mental y/o ambientes sociales con demencia no es tan común la conciencia de déficit, y
con una gran deprivación cultural (tabla 16-3). en los casos en que esta existe los fallos se suelen ocultar
Cuando se habla de estado confusional o delirium se o disimular. Por tanto, la familia suele tardar en darse
hace referencia a una alteración aguda y transitoria de la cuenta de las dificultades que experimenta el individuo
conciencia, fundamentalmente de origen orgánico, que con demencia hasta que los síntomas son ya propios de
raramente llega a durar 1 mes y cuyos síntomas son rever- una afectación moderada, siéndoles difícil establecer el
sibles. En cambio, la demencia es generalmente de inicio inicio de la alteración. En esta línea, cuando se objetiva
266
Neuropsicología del envejecimiento y las demencias Capítulo | 16 |
el deterioro cognitivo en el paciente con demencia, este déficits cognitivos siguen estando o incluso han empeo-
suele ser compatible o incluso superior al expresado por rado, lo más parsimonioso sería pensar que estamos ante
el paciente y/o su familia. Raramente el paciente con un proceso degenerativo.
demencia exagera sus déficits; al contrario, suele esfor- Con respecto a la diferenciación entre la demencia y las
zarse por mostrar un rendimiento normal. Las altera- lesiones cerebrales focales, hay que señalar que estas últimas
ciones cognitivas que se aprecian en la seudodemencia se caracterizan por la alteración de una función cognitiva
cognitiva suelen focalizarse en las áreas de la atención/ (coherente con la localización de la lesión cerebral adqui-
concentración, velocidad de procesamiento y memoria. A rida) con relativa preservación de las demás. Además, los
diferencia de la demencia, en la seudodemencia depresiva síntomas asociados a estas lesiones suelen ser de rápida
los fallos y las quejas suelen referirse por igual a la memo- evolución y mejoran espontáneamente o ante trata-
ria reciente y a la remota, siendo común la presencia de miento, sin que normalmente impliquen alteraciones
lagunas mnésicas. Mientras que el paciente con demencia en el desempeño autónomo del paciente en su entorno
tiende más a la fabulación y a responder ante las pregun familiar, social y laboral. En caso de existir alguna secuela
tas con independencia del recuerdo real, el sujeto con seudo residual tras la recuperación de la lesión, es de esperar
demencia depresiva se muestra más reacio a arriesgar que esta no empeore con el paso del tiempo.
en sus respuestas y un escueto «no sé» parece la respuesta Por último, antes de valorar la ejecución de individuo
© ELSEVIER. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
preferida. Asimismo, el rendimiento del paciente en la mayor como indicativa de alteración cognitiva, hay que
seudodemencia depresiva muestra una gran fluctuación, conocer la ejecución premórbida del mismo. Es decir, no
mientras que en el paciente con demencia la ejecución podemos hablar de deterioro cognitivo y/o diagnosticar
suele ser consistente durante la evaluación y similar en una demencia cuando el desempeño del paciente ha sido
pruebas paralelas. Para facilitar el diagnóstico entre estas siempre igual de pobre, sino que es necesario que este
dos entidades, suele ser recomendable también remitir haya empeorado. Existen pocas herramientas que poda-
al paciente a un profesional que pueda tratar el trastorno mos utilizar para conocer el estado cognitivo premórbido
del estado de ánimo farmacológicamente. Si transcurrido de un individuo, así que la entrevista a familiares del
el tiempo de tratamiento recomendado el fármaco ha mismo y una exhaustiva revisión del historial médico del
conseguido controlar la sintomatología depresiva pero los paciente es especialmente relevante en estos casos.
BIBLIOGRAFÍA
Ames, D., Petersen, R. C., Knopman, D. S., (2006). Mild cognitive CIE-10. (1992). Trastornos mentales y del
Visser, P. J., Brodaty, H., y Gauthier, S. impairment: Long-term course of comportamiento. Descripciones clínicas
(2006). For debate: is mild cognitive four clinical subtypes. Neurology, y pautas para el diagnóstico. Madrid:
impairment a clinically useful 67, 2176–2185. Meditor.
concept? International Psychogeriatrics, Cabeza, R. (2002). Hemispheric Dempster, F. N. (1992). The Rise and
18, 393–414. asymmetry reduction in older adults: Fall of the Inhibitory Mechanism -
Busse, A., Hensel, A., Gühne, U., the HAROLD model. Psychology and Toward A Unified Theory of
Angermeyer, M. C., y Riedel-Heller, S. G. Aging, 17, 85–100. Cognitive-Development and
267
Parte |4| Intervención neuropsicológica en el envejecimiento y las demencias
Aging. Developmental Review, 12, and outcome. Archives of Neurology, and Alzheimer’s disease. Neurología,
45–75. 56, 303–308. 17, 17–32.
DSM-IV. (1995). Manual diagnóstico y Petersen, R. C. (2003). Mild cognitive Rubin, D. C. (1999). Frontal-striatal
estadístico de los trastornos mentales. impairment: aging to Alzheimer’s circuits in cognitive aging: evidence
Barcelona: Masson. disease. Nueva York: Oxford for caudate involvement. Aging
García de la Rocha, M. L., y Olazarán University Press. Neuropsychology and. Cognition, 6,
Rodríguez, J. (2003). Criterios Raz, N., y Rodrigue, K. M. (2006). 241–259.
diagnósticos sindrómicos de Differential aging of the brain: Sullivan, E. V., y Pfefferbaum, A. (2006).
demencia. EnGrupo de Estudios patterns, cognitive correlates Diffusion tensor imaging and aging.
de Neurología de la Conducta, y and modifiers. Neuroscience and Neuroscience and Biobehavioral Reviews,
Demencias (Eds.), Guías en Demencia: Biobehavioral Reviews, 30, 730–748. 30, 749–761.
conceptos, criterios y recomendaciones Raz, N., Lindenberger, U., Rodrigue, K. M., Tisserand, D. J., y Jolles, J. (2003).
para el estudio del paciente con Kennedy, K. M., Head, D., On the involvement of prefrontal
demencia. Revisión 2002. Barcelona: Williamson, A., et al. (2005). networks in cognitive ageing. Cortex,
Masson. Regional brain changes in aging 39, 1107–1128.
Haaland, K. Y., Price, L., y Larue, A. healthy adults: general trends, Weintraub, S. (1986). The record
(2003). What does the WMS-III individual differences and modifiers. of independent living: an
tell us about memory changes Cerebral Cortex, 15, 1676–1689. informant-completed measure of
with normal aging? Journal of the Real Academia Española de la activities of daily living and behavior
International Neuropsychological Lengua (2007). Diccionario de in elderly patients with cognitive
Society, 9, 89–96. la lengua española (22.ª ed.). impairment. American Journal
Junqué, C. (1994). Envejecimiento, Disponible en: http://buscon. of Alzheimer’s disease and Other
demencias y otros procesos rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_ Dementias, 1, 35–39.
degenerativos. En C. Junqué, y BUS=3&LEMA=envejecer West, R. (2000). In defense of the
J. Barroso (Eds.), Neuropsicología. Robles Bayón, A., Carnero Pardo, C., frontal lobe hypothesis of cognitive
Madrid: Síntesis. Pascual Millán, L. F., et al. (2003). aging. Journal of the International
Pascual Millán, L. F. (2006). Tipos Clasificación de las demencias. En Neuropsychological Society, 6,
básicos y clasificación etiopatogénica Grupo de Estudios de Neurología 727–729.
de las demencias. En R. Alberca de la Conducta, y Demencias (Eds.), Winblad, B., Palmer, K., Kivipelto, M.,
Serrano, y S. López-Pousa (Eds.), Guías en demencia: conceptos, criterios Jelic, V., Fratiglioni, L., Wahlund, L. O.,
Enfermedad de Alzheimer y otras y recomendaciones para el estudio del et al. (2004). Mild cognitive
demencias (3.ª ed.). Madrid: Editorial paciente con demencia. Revisión 2002. impairment--beyond controversies,
Médica Panamericana. Barcelona: Masson. towards a consensus: report of
Petersen, R. C., Smith, G. E., Waring, S. C., Robles, A., Del Ser, T., Alom, J., y the International Working Group
Ivnik, R. J., Tangalos, E. G., y Pena-Casanova, J. (2002). Proposal on Mild Cognitive Impairment.
Kokmen, E. (1999). Mild cognitive of criteria for clinical diagnosis of Journal of Internal Medicine, 256,
impairment: clinical characterization mild cognitive impairment, dementia 240–246.
268
Neuropsicología del envejecimiento y las demencias Capítulo | 16 |
Tabla e16-1 Criterios propuestos por el International Tabla e16-2 Criterios para el diagnóstico de demencia
Working Group on Mild Cognitive Impairment de la Sociedad Española de Neurología (SEN)
No normal, no demencia (no cumple criterios de demencia Alteraciones de al menos dos de las siguientes áreas
según DSM-IV o CIE-10) cognitivas:
e49
Parte |4| Intervención neuropsicológica en el envejecimiento y las demencias
Tabla e16-3 Clasificación etiológica: demencias Tabla e16-4 Clasificación etiológica: demencias
primarias secundarias
e50