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o 5
ÁREA ACADÉMICA
03 de enero de 2011
A. EL DEBATE:
LOS NUEVOS ACUERDOS 1. Ejecutoria Suprema de la Sala Penal
PLENARIOS DE LAS SALAS Permanente del 10 de diciembre de
SUPREMAS PENALES 2010, R. N. n.o 2167-2008 Lima (Caso
UTOPÍA). Parte civil, tipo subjetivo, y
La acusación directa en el Acuerdo motivación aparente
Plenario n.o 6-2010/CJ116. CECILIA 2. Sentencia del Tribunal Constitucional
MADRID VALERIO del 30 de noviembre de 2010, Exp.
La audiencia de tutela en el Acuerdo 06091-2010-PHC/TC Lima (Caso
Plenario n.o 4–2010/CJ–116. JOSÉ ACUÑA CHISTAMA). Detención judicial
LUIS RIVERA VILLANUEVA/ FREDY preventiva
VALENZUELA YLIZARBE 3. Sentencia del Tribunal Constitucional
Imputación subjetiva del lavado de del 28 de octubre de 2010, Exp.
activos en el Acuerdo Plenario n.o 3- 02805-2010-PHC/TC Tumbes (Caso
2010/CJ-116. WALTER JOSHUA PACHECO DELGADO). Reglas de
PALOMINO RAMÍREZ conducta
B. REPORTES G. COMENTARIO A LA
JURISPRUDENCIA
1. ¿Se podrá aplicar el nuevo Código
Procesal Penal en la investigación Naturaleza y determinación de la
seguida contra Luis Castañeda Lossio, reparación civil
por colusión y malversación de
fondos? H. CONSULTA DESDE EL
CÓDIGO PROCESAL PENAL DE
C. NOVEDADES LEGISLATIVAS 2004
I. INTRODUCCIÓN
Según lo establecido en los artículos 337 y 321 del Código Procesal Penal de
2004, la Investigación Preparatoria es una sola etapa procesal cuya finalidad es
que el Ministerio Público pueda realizar la búsqueda de elementos probatorios
que sustenten su calificación inicial para decidir si formula o no acusación.
Ello, también fue advertido por la misma Corte Suprema en la Casación n.o
Vale decir que, la Investigación Preparatoria está compuesta por las diligencias
preliminares y por la investigación preparatoria en sentido estricto. En la primera
de ellas, el Fiscal (o la Policía, según sea el caso) realizará las actuaciones
urgentes ni bien es conocida la noticia criminal; mientras que, en la segunda,
luego de realizada la calificación inicial (formalización de la investigación
preparatoria) el Fiscal realizará todas las demás diligencias orientadas a la
búsqueda de elementos que sustenten dicha calificación primigenia.
SAN MARTÍN CASTRO refiere que los acuerdos plenarios “han permitido al
Pleno de los Vocales de lo Penal del Supremo Tribunal, que detectado un
determinado problema jurídico a partir de la práctica jurisdiccional (…) o
reconocida una deficiencia o limitación en una concreta Ejecutoria que abordó
un tema de sensible interés nacional, desarrollar conjuntamente una
interpretación generalizadora más consolidada de una determinada
institución jurídico penal o de un específico artículo del código Penal o de la
Ley Procesal Penal”6.
6SAN MARTÍN CASTRO, César, “La jurisprudencia vinculante de la Corte Suprema de Justicia de la
República. El ámbito penal” en Precedentes vinculantes en materia penal, Lima (Reforma), s/a, p. 14. (Las
negritas son nuestras).
De este modo, tenemos que los jueces pueden apartarse libremente de los
acuerdos a los que se ha arribado en los plenos. Dicho de otro modo, el Juez
discrecionalmente podrá optar por aplicar o no los acuerdos plenarios, puesto
que su inaplicación no tendría por qué producir, a nuestro criterio, ninguna
consecuencia.
Por último, conviene señalar que los precedentes, tanto más, los acuerdos
plenarios no han de imponerse por la fuerza11 pues hacerlo de este modo
7 SAN MARTÍN CASTRO, César, “La jurisprudencia vinculante de la Corte Suprema de Justicia de la
República. El ámbito penal” en Precedentes vinculantes en materia penal, Lima (Reforma), s/a, p. 15.
8 CASTILLO ALVA, José Luis, “Los precedentes vinculantes en materia penal expedidos por la Corte
Suprema de Justicia” en CASTILLO ALVA (dir.), Comentarios a los precedentes vinculantes en materia penal de
la Corte Suprema, Lima (Grijley), 2008, p. 55. En este sentido, RODRÍGUEZ SANTANDER, manifiesta
que “el artículo 116 de la LOPJ creó la figura de los denominados plenos jurisdiccionales, (…).
[empero] los acuerdos a los que se arriba en dichas sesiones no tienen fuerza vinculante
alguna” [las negritas son nuestras]. RODRÍGUEZ SANTANDER, Roger, “El precedente
Constitucional en el Perú: Entre el poder de la historia y la razón de los derechos”, en CARPIO
MARCOS/GRANDEZ CASTRO (coords.), Estudios al precedente constitucional, Lima (Palestra), 2007, p.
16.
9 REÁTEGUI SÁNCHEZ, James, El precedente judicial en materia penal, Lima (Reforma), 2010, p. 64.
10 Loc. cit.
11 A consideración de ASENCIO MELLADO, el problema de la vinculatoriedad “no puede ser
solucionada mediante forma alguna coactiva a los Jueces inferiores obligándoles a aceptar
mecánicamente los postulados sentados por los superiores. Ello, muy probablemente, no sólo sería
contrario al principio que proclama la independencia judicial, sino que otorgaría a la jurisprudencia
un valor que, como se dijo, debe serle negado”. ASENCIO MELLADO, Introducción al Derecho procesal,
p. 39.
12 IGARTUA SALAVERRÍA, Juan “la fuerza vinculante del precedente judicial”, Jus Constitucional,
Audiencia son los que se encuentran recogidos taxativamente en el artículo 71º del NCPP. Son los
siguientes: (i) conocimiento de los cargos incriminados, (ii) conocimiento de las causas de la
detención girada, (iii) entrega de la orden de detención girada, (iv) designación de la persona o
institución a la que debe avisarse de la detención y concrecion inmediata de esto, (v) posibilidad de
realizar una llamada, en caso se encuentre detenido, (vi) defensa permanente por un abogado, (vii)
posibilidad de entrevistarse en forma privada con su abogado, (viii) abstención de declarar o
declaración voluntaria, (ix) presencia de abogado defensor en la declaración y en todas las
diligencias que requieran su concurso, (x) no ser objeto de medios coactivos, intimidatorios o
contrarios a la dignidad, ni ser sometidos a técnicas o métodos que induzcan o alteren la libre
voluntad, (xi) no sufrir restricciones ilegales, y (xii) ser examinado por un médico legista o por otro
profesional de la Salud, cuando el estado de salud lo requiera”. (Las negritas son nuestras)
Recurriendo al análisis conceptual del adverbio “taxativamente” tenemos que este tiene por raíz al
adjetivo “taxativo (a)” que, según la Real Academia de la Lengua Española (en adelante, RAE),
proviene de la voz latina taxātum, supino de taxāre (tasar, limitar), y que, en nuestra lengua, guarda
dos acepciones: (i) “Que limita, circunscribe y reduce un caso a determinadas circunstancias” y (ii)
“Que no admite discusión”.
Considerando dichas acepciones, podemos colegir –del fragmento del Acuerdo Plenario citado al
comienzo de esta nota– dos ideas: Primero, que el Juez de la Investigación Preparatoria solo podrá
realizar el control de legalidad correspondiente cuando la causa gire en torno de cualquiera de los
supuestos prescritos; y, segundo, que el imputado no podrá exigir la tutela de otros derechos
fundamentales que él considera afectados y que no se encuentran comprendidos dentro de tal
relación.
De este modo, consideramos que otra habría sido la situación si es que el término empleado en el
Acuerdo hubiese sido el adverbio “enunciativamente” que tiene por raíz el verbo “enunciar” y que,
según la RAE, significa (i) “Expresar breve y sencillamente una idea” y (ii) “Exponer el conjunto de
datos de un problema”. Ello debido a que, con esta palabra, lo que se busca dar a entender es que la
relación esbozada no agota los supuestos que podrían implicar afectación de derechos
fundamentales, logrando con ello que los supuestos puedan ser desarrollados jurisprudencialmente,
en atención a las particularidades de cada caso.
Así, tenemos que las disposiciones engloban todo acto mediante el cual el
agente regula, según su interés, la composición o el desenvolvimiento del
proceso15, es decir, consiste en todo acto unilateral16 que, de acuerdo a nuestro
ordenamiento, requiere de expresa motivación dispuesta por ley. A tales
efectos, el Código señala que las disposiciones se dictan para decidir (a) el
inicio, la continuación o el archivo de las actuaciones; (b) la conducción
compulsiva de un imputado, testigo o perito, cuando pese a ser emplazado
debidamente durante la investigación no cumple con asistir a las diligencias de
investigación; (c) la intervención de la Policía a fin de que realice actos de
investigación; (d) la aplicación del principio de oportunidad; y, (e) toda otra
actuación que requiera expresa motivación dispuesta por la Ley (artículos
122.2 y 122.5 del Código Procesal Penal).
14 Dentro de este conjunto de actos que pueden ser ejercidos por el fiscal, el Código también
comprende a las notificaciones. No nos detendremos a exponer este tipo de acto debido a que
hacerlo supone extralimitarnos del tema abordado por el Acuerdo Plenario bajo comento.
15 Carnelutti, Sistema de Derecho procesal civil, Actos del proceso, tomo III, (trads. Alcalá-Zamora y Castillo
Así, por ejemplo, una disposición puede ser la que contiene la formalización
de la investigación preparatoria18, la que autoriza la intervención de la policía a
fin de realizar ciertos actos de investigación (art. 322.1 del Código Procesal
Penal) 19 o la que permite al fiscal disponer la conducción compulsiva por la
Policía Nacional, cuando aquel que fue debidamente notificado bajo
apercibimiento no acata los términos de la citación –acudir a la diligencia–
(artículo 66), entre otros; mientras que, en el caso del requerimiento, podemos
apreciar la solicitud que realiza el Fiscal a efectos de que el Juez imponga,
varíe o deje sin efecto una medida cautelar (artículo 323), declare la nulidad de
transferencias (artículo 15), la contumacia o ausencia del imputado (artículo
79.1); la petición para incorporar a la persona jurídica como sujeto procesal
(artículo 91) o constituir al presunto responsable civil en calidad de tercero
civilmente responsable (artículo 111), o la reposición de plazos (artículo 145),
entre otros.
18 En ese caso tenemos que la eficacia de este acto, es decir, “formalizar la Investigación
Preparatoria” o, mejor dicho, “informar de la Formalización de la Investigación Preparatoria al
Juez, a la vez de determinar los sujetos procesales –principalmente al imputado y la competencia del
Juez de la Investigación Preparatoria–” se alcanza con la comunicación que el Fiscal haya cursado al
Juez de la Investigación Preparatoria (más adelante precisaremos ciertas consideraciones al
respecto).
19 En este caso tenemos que no se requiere de una intervención judicial para alcanzar los fines
prescritos por la norma procesal, salvo que dicho acto de investigación implique trasgredir
determinado derecho fundamental (v. gr. el derecho a la inviolabilidad del domicilio, en caso de la
realización de un allanamiento.)
Otro ejemplo, pero que requiere más precisiones, consiste en la disposición mediante la cual se
aplica el principio de oportunidad. Si bien aplicar el principio de oportunidad supone no ejercitar la
acción penal, consideramos que el supuesto señalado es válido únicamente cuando el proceso se
encuentra a nivel de la etapa preliminar, pues, una vez que se ha judicializado la causa, la eficacia de
este acto procesal mediante el cual se aplica el mencionado principio requiere de un
pronunciamiento judicial en ese sentido contenido en forma de auto de sobreseimiento (artículo 2.7
del Código Procesal Penal).
21 Artículo 112. –Se considera que ha existido temeridad o mala fe en los siguientes casos:
1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundamento jurídico de la demanda, contestación o medio
impugnatorio;
2. Cuando a sabiendas se aleguen hechos contrarios a la realidad;
(…)
6. Cuando por cualquier medio se entorpezca reiteradamente el desarrollo normal del proceso;
I. PRELIMINAR
3. Sin embargo, hoy en día, dicha posición ha sido criticada por presentar
ciertas insuficiencias en lo relacionado a su coherencia interna24,
23 PEÑA CABRERA, Raúl. Tratado de Derecho Penal. Estudio Programático de la Parte General. 3 ed., Lima
(Grijley), 1997, p.363.
24 Al respecto, GARCÍA CAVERO, Percy, Lecciones de Derecho Penal. Parte General. Lima (Grijley), 2008,
voluntad por sucedáneos emocionales y dejar de lado finalmente su punto de partida: El dolo como
conocimiento y voluntad.”; En esta misma línea, BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal. Parte General.
Lima (Ara Editores), 2004, p.309: “La tradicional definición del dolo que requería para éste, además
de la representación o el conocimiento de la realización del tipo (elemento cognitivo), también un
elemento volitivo (la voluntad) ha sido puesta en duda en la dogmática más moderna. La evolución
en este sentido ya había comenzad en el ámbito del delito de omisión, en el que se consideraba que
la forma más grave de éstos no se podía hayar en una inexistente voluntad de realización: el que
omite no quiere realizar algo; deja que los hechos sigan su curso sin su intervención. En el delito
activo el elemento volitivo (el querer del autor del hecho que se representa) resulta, en realidad,
superfluo, dado que es evidente que quien conocer el peligro concreto generado por su acción y
actúa es porque, al menos, tiene una clara actitud de menosprecio por la seguridad del bien
amenazado.
25 GARCÍA CAVERO, Percy, Lecciones de Derecho Penal…, p.405 y 406.
26 En este sentido ver: REAÑO PESCHIERA, José Leandro. Tres estudios de…, p.77; BACIGALUPO,
voluntario de la tentativa, el error de tipo, y la teoría de la intervención delictiva. Lima (Jurista Editores), 2010,
p. 63 – 99.
28 BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal…, p. 306.
9. Ahora bien, nos peguntamos ¿Qué es lo que debe entenderse por dolo?
A nuestro criterio, tratando de ser coherentes con lo previamente
expuesto, el dolo debe implicar “la realización de los hechos constitutivos de la
infracción penal con correcto conocimiento de las circunstancias que integran el tipo de
dicha infracción”31. De esta manera, el dolo se caracterizará por el
“conocimiento de los elementos del tipo objetivo, es decir, de los elementos que
caracterizan la acción como generadora de un tipo jurídicamente desaprobado
(…)”32.
34 CARO JHON, José Antonio. “La imputación objetiva en la participación delictiva. Comentario a la
Sentencia de la Corte Suprema N° 4166-99-Lima, de 07 de marzo de 2001”. En: Comentarios a la
jurisprudencia penal, GRIJLEY, Lima, 2003, p. 27.
35 FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo José. “El principio de confianza como criterio normativo de
Derecho Penal y Sociedad. Estudios sobre las obras de Gunther Jakobs y Claus Roxin, y sobre las
estructuras modernas de imputación. Tomo I, Colombia (Universidad Externado de Colombia),
2007, p.288.
37 GARCÍA CAVERO, Percy. Derecho Penal Económico. Parte Especial, Lima (Grijley), 2007, p. 485.
17. Sin embargo, al adscribirnos a una teoría normativa del dolo, tales
formas tradicionales en las cuales el mismo se bifurcaba ya no se
presentaran más. Así, al prescindirse del elemento volitivo sólo cabra la
distinción entre dolo y culpa inconsciente. En este sentido, la
imprudencia41 se constituirá como una forma de evitabilidad en la que
el autor carecerá de un conocimiento actual (insuficiente conocimiento
del autor sobre la base de su rol, no obstante tener la posibilidad de
conocerlo) de lo que se debe evitar. Así, para Jakobs la imprudencia es
38 SÁNCHEZ- VERA GÓMEZ- TRELLES. Javier; Atribuciones Normativistas en Derecho Penal, Lima
(Grijley), 2004, p.69.
39 Ibidem, p.52.
40 REAÑO PESCHIERA, José Leandro. Tres estudios de…, p. 80.
41Según Jakobs, el fundamento de la pena en la imprudencia se basa en tres razones: “en primer lugar, se trata
de no poner a arbitrio de los individuos la dimensión del riesgo que se corre respecto de los bienes propios y
ajenos. (…) En segundo lugar, se pretende establecer un conocimiento mínimo de la peligrosidad, especialmente
en aquellos casos en los que es poco frecuente que exista una vivencia individual del peligro. Además, se
pretende evitar que un autor considere, por ranzones aparentes, inocuo un comportamiento oficialmente
considerado peligroso. (…) En tercer lugar –y ésta es probablemente la razón principal-, la punición de los
hechos imprudentes está destinada a impedir que el autor aprenda de modo selectivo, es decir, que aprenda
exclusivamente la evitación de situaciones que comporten un riesgo de autolesión, y no de aquellas que
generan un riesgo de heterolesión. En caso de hacerse este uso selectivo del cuidado, la imprudencia se
convierte en dolo indirecto, cuestión sobre la que aún habrá que volver”. Ver: JAKOBS GUNTHER. “El
lado subjetivo del…, pp.125 y 126
19. De acuerdo a todo lo señalado líneas arriba, no podemos hacer más que
manifestar nuestra discrepancia con la postura asumida por la Corte
Suprema de Justicia de la República, pues optó por un criterio volitivo
del dolo.
23. En este sentido, no parece haber lugar para señalar alguna otra
exigencia en el ámbito de la imputación subjetiva, lo contrario sería
admitir ámbitos de impunidad allí donde no debe de haberlos. Así, por
ejemplo, de haberse señalado que el delito de lavado de activos, o
cualquier otro, sólo admite el dolo directo se estaría estableciendo una
ventana abierta para la impunidad de determinadas conductas, pese a
que el legislador penal no lo ha previsto de tal modo.
24. A nuestro criterio, nos parece claro que aquellas formas de concebir el
dolo deben, utilizando las palabras de BACIGALUPO44, considerarse
superadas, pues como hemos podido expresar en los acápites
anteriores, tal postura presenta serias insuficiencias en lo relacionado a
su coherencia interna, imponiendo, a su vez, determinadas exigencias
que el legislador del Código Penal no ha señalado.
B. REPORTES
44 BACIGALUPO, Enrique. Derecho Penal…, p. 314.
EL CASO
EL ANÁLISIS
Además, de comprender también, bajo los alcances del nuevo cuerpo adjetivo
penal, las causas que se encuentren en investigación preliminar, así como de
las denuncias formalizadas que todavía no han sido calificadas por el juez (es
decir, aquellas en donde nos e ha emitido aún el auto de apertura de
instrucción). Se entiende que la aplicación del Código de 2004 empezará a
regir desde el 15 de enero de 2011 en el distrito judicial de Lima.
C. NOVEDADES LEGISLATIVAS
GENERALIDADES
PLANTEAMIENTO
GENERALIDADES
PLANTEAMIENTO
Para ello, se propone la incorporación de reglas del Código Procesal Civil para
brindar al proceso otros medios idóneos que acrediten la preexistencia del
bien:
Esta tendencia del listado de pruebas constituye una forma arcaica superada
que contradice lo preceptuado en el artículo 158 del Código Procesal Penal de
2004: “En la valoración de la prueba el Juez deberá observar las reglas de la
lógica, la ciencia y las máximas de la experiencia, y expondrá los resultados
obtenidos y los criterios adoptados”.
DEL 24 AL 30 DE DICIEMBRE
CONFESIÓN SINCERA
“La confesión sincera para efecto de rebajar la pena por debajo del mínimo
debe ser oportuna, esto es que el infractor asume responsabilidad desde la
etapa preliminar manteniendo una versión coherente conforme a la vasta
jurisprudencia en este sentido, por lo que no es procedente aplicar el segundo
párrafo del artículo 136 del Código de Procedimientos Penales que autoriza
rebajar la pena del confeso a límites inferiores del mínimo legal”.
“Que está probado que el imputado de 18 años de edad hizo sufrir el acto
sexual a la agraviada de 13 años de edad con quien mantenía relaciones
sentimentales; que el agravio que el imputado hace valer en su impugnación,
en el sentido que desconocía la edad de la víctima –error de tipo– se descarta,
no sólo con la declaración de la imputada, quien alega que le mencionó
expresamente su edad, sino con la circunstancia de su propia relación
sentimental, lo que evidencia que no se trató de una vinculación esporádica u
ocasional que pudiera tornar verosímil una equivocación como la
denunciada; que, además el imputado es un joven urbano con secundaria y
estudios preuniversitarios, con lo que su coartada de que desconocía que era
delito tener trato sexual con una menor de mutuo acuerdo y sin violencia -
error de prohibición- no resulta razonable; que, si bien no es de aplicación
ninguna de las dos circunstancias de atenuación excepcional, en cambio,
corresponde aplicar la referida confesión sincera prevista en el artículo 136 del
Código de Procedimientos Penales, dado que el imputado aceptó lo esencial
del cargo imputado: la relación sexual con la agraviada y el vínculo sentimental
que le unía a ella, quien acepta plenamente ambos hechos sustanciales”.
“La reducción de la pena por debajo del mínimo legal en virtud a la confesión
sincera de inculpado, es una atribución del magistrado, una facultad dejada a
su discrecionalidad y no una obligación que se pueda exigir”
EL ANÁLISIS
En ese sentido, la reparación civil tiene como objetivo la reparación del daño
generado por la comisión del delito, o como la Ejecutoria Suprema en
comentario lo precisa “reparar o compensar los efectos que el delito ha tenido sobre la
víctima o perjudicados” (considerando quinto). A tenor del artículo 93 del Código
Penal, la reparación se entiende bajo dos formas: la restitución del bien (o el
pago de su valor) y la indemnización de los daños y perjuicios. Cualquiera sea
la forma reparatoria aplicable prima en principio la función reparadora
integral de todos los daños ocasionados por el delito, no obstante esta
afirmación no puede ser categórica al tenerse en cuenta la imposibilidad de
lograr ello en los daños ocasionados para determinados delitos, por lo que por
cuestiones de equidad cabe flexibilizar la mencionada función. Esto
dependerá de la valuación de estar ante un daño material (patrimonial) o
45 MIR PUIG, Santiago. Derecho Penal Parte General. Reppertor. Barcelona 2004, p. 56, num. 22.
46 BUSTOS RAMÍREZ, Juan. Obras Completas, Tomo I: Derecho penal Parte general. Ara editores, Lima
2005, p. 751.
47 Vid. MIR PUIG. Ibidem., p. 56, num. 24.
48 GÁLVEZ VILLEGAS, Tomas Aladino. Delito de enriquecimiento ilícito. Idemsa, Lima 2001, p. 258.
49 Ibidem., p. 259.
50 Ibidem., p. 260.
LA PERICIA
El perito de parte, que discrepe con las conclusiones del informe pericial
oficial puede presentar su propio informe, que se ajustará a las prescripciones
del artículo 178°, sin perjuicio de hacer el análisis crítico que merezca la pericia
oficial. De esta forma se garantiza la igualdad de armas y el contradictorio. Si
ambos (perito oficial y de parte) están de acuerdo con el contenido del
informe, éste recogerá ambos puntos de vista en un único informe pericial.
En el caso que existan varios peritos oficiales y estos discrepen, cada uno
presentará su respectivo informe pericial, y en el supuesto que el perito de
parte discrepe con las conclusiones del informe pericial oficial, puede
presentar su propio informe, que se ajustará a las prescripciones del artículo
178°, en este caso se debe poner en conocimiento del perito oficial a efectos
de que se pronuncie (artículo 179°).
Según el artículo 378.5 el examen del perito se iniciará con la exposición breve
del contenido y conclusiones del informe pericial, de ser necesario el juez,
ordenara su lectura, seguidamente se le exhibirá el informe y se le consultará si
corresponde al que ha emitido, si ha sufrido alguna alteración y si es su firma
la que aparece al final del dictamen. A continuación, se le pedirá explique las
operaciones periciales que han realizado, y será interrogado por las partes en el
orden que establezca el juez, comenzando por quien propuso la prueba y
luego los restantes.
CLASIFICACIÓN
TEORÍA DEL DERECHO
EL LIBRO
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DERECHO PROCESAL PENAL. INVESTIGACIÓN PREPARATORIA
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